ORGANO DEL ~~ EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO.LA REACCION MUESTRA SU CARA La Gltima quincena de 1973 ha sido rica en acontecimientos que confirman el desarrollo i- ‘reversible de: la guerra revolucionaria de nues- tro pueblo y la crisis del injusto sistema capita- lista en nuestra Patria, tal como lo hemos ve- nido previendo y sefialando desde hace tiempo. Cinco de estos acontecimientos, constitu- yen, a nuestro juicio los que mas claramente muestran esos elementos: 1a cafda de Carcagno, los préstamos del BID, la presentacién del Plan Trienal, el proyecto de Reformas al Cédigo Pe- nal y la anulacién por decreto de las paritarias. Estos hechos y otros hechos menores, produ- cidos por el enemigo o en el campo del enemi g0, constituyen otras tantas respuestas desespe- radas de la burguesfa proimperialista, con las cuales tratan indtilmente de contener el avance revolucionario de nuestro pueblo. Frente a ellos, las masas y su vanguardia guerrillera continéan su lucha inquebrantable, organizando dia a dia nuevas fuerzas, incorpo- rando dia a dia nuevos contingentes de com- batientes, deseosos de tomar el fusil y la bande- ra que nos legara el Ché, LA CAIDA DE CARCAGNO Cuando las masas destruyeron los suefios corporativistas de Onganfa, todos los burgueses se apresuraron a unirse en torno al nuevo pro- yecto de salvacién propuesto por la Dictadura Militar. El GAN y sus elecciones condiciona- das para instaurar mediante elecciones un go- bierno pupulista que tratara de engafiar al pue- blo y contener sus luchas. La unidad burguesa surgia del hecho mismo de la existencia de un Proyecto que ellos crefan posible. El peronis- mo burgués y la union con otras fuerzas patro- nales en La Hora del Pueblo fueron dando for- ma a ese proyerto,..hasta ramatar en la Asam- lea de Ia Civilidad y 1a constitucién del FRE- MULL, en noviembre de 1972. Pero después del 25 de mayo, las masas, tal como lo habiamos previsto los revolucionarios, se lanzaron a utilizar las escasas libertades con- quistadas y reclamar enérgicamente sus dere- Qe * chos largamente postergados a una vida mejor. La guerrilla, en lugar de quedar aislada por la pasividad popular, como esperaba el enemigo, siguié actuando a favor de la lucha de las masas, ligandose cada vez més estrechamente a ellas encontrando en su seno cada vez mis respeto y una cantera inagotable de nuevos combatientes, La continuidad de ta tutta de.las masas y la guerrilla destruy6 los proyectos burgueses. Y con eilos, su unidad. Ahora no hay un burgués ‘que le crea a otro burgués, civil o militar y cada uno se propone imponer sus propias ideas. La lucha interburgue- sa, que sera dura, ha comenzado. EI primer frente de esta lucha es la dura dis- puta por el control del aparato represivo. El ala fascista del peronismo y el Partido Militar, tra- tan de poner sus propios torturadores de con- fianza al frente de las policfas y demas organos represivos. Los dos tienen el mismo objetivo, reprimir al pueblo, pero cada uno quiere alcan- zarlo con su propia gente y con sus propios mé- todos, La lucha alcanz6 también a los mandos mili- tares. El ala fascista taché a través de su gente en el Senado a cinco coroneles que debieron pa- sar a retiro, ocasionando asf la cafda de Carca- gno. Pero el Partido Militar, que todavia no se encuentra en condiciones de reprimir abierta- mente, supo asimilar hébilmente el golpe, pre- parndose para el futuro. Anaya y dems hombres que quedan al fren- te del Ejército, son tan o més fieles que Carca- gno al Partido Militar y a su mandante, al impe- ismo. En cambio logran dar una falsa ima- gen populista al renunciante Carcagno, prepa- rando una figura de recambio para un futuro golpe. Pero el pueblo dara por tierra con estas espe- culaciones, porque su dura experiencia le ha ensefiado claramente que no hay militares ami- gos del pueblo y que debemos luchar contra to- dos ellos hasta conquistar nuestro propio go- bierno.EL ACUERDO CON EL IMPERIO El cardcter pro-imperialista y més particular- mente pro-yanki del gobierno ha quedado muy enclaro enestos dfas con el acuerdo subrepticia- mente establecido por el embajador Orfila en conversaciones con todos los mandos imperia- listas, incluidos los militares. Una version indicaba que los términos del acuerdo eran: algunos délares a cambio de la Promesa en firme de liquidar a las guerrillas. Los hechos confirman ese acuerdo contra trevolucionario, Casi en el mismo dia, el Mi- nistro del Hambre anunci6 con gran publicidad créditos del BID (Banco Interamericano de De- sarrollo) por 756 millones de délares, y el Se- nado de la Nacién aprobé el proyecto de Refor- mas al Cédigo Penal, que se encuentra ahora en la Camara de Diputados y se cred un nuevo CONASE (Consejo Nacional de Seguridad, co- mo en tiempos de la dictadura) integrado ahora por los ministros nacionales, los gobernadores y que veré considerablemente aumentado su poder. Los oréditos, que atin no estan concedidos, sino solamente anunciados, benefician princi- palmente al propi \dustria automotriz argentina -integramente en manos de monopolios extranjeros-, dar largos plazos en sus exportaciones a otros paises. Las reformas proyectadas al Cédigo, que se ‘complementan con el nuevo CONASE's*Com- promiso de Seguridad del Estado”, son todavia mas salvajes que {a legistacion antiguerrillera impuesta por la Dictadura y que este mismo Par- lamento aboliera en parte poco después del 25 de Mayo, bajo la presién popular. Se aumentan las penas a todos los lamados delitos subversivos, es decir los actos de justa violencia popular que pueden realizar las masas y la querrilla o incluso el simple hecho de pre- Pararse para ellas. Se busca asi detener por la fuerza la creciente resistencia a los planes pro- istas que se ponen en marcha. ntras se refuerza crecientemente el arma- mento contrarrevolucionario, se quiere detener el armamento revolucionario y popular. Pero las masas y la guerrilla, que no se ate- morizaron frente a las medidas de la dictadura, ‘tampoco se doblegarén ahora. Por el contrario, el odio que despiertan estas medidas seré un ali- ciente més para empufiar las armas a fin de con: seguir nuestra Segunda y Definitiva Indepen- dencia, PACTOS Y PLANES ‘También dié el gobierno a conocer su famo- so Plan Trienal. Paginas y paginas de cifras y Propaganda burguesa, que en el fondo, no con- tienen ninglin proyecto serio para resolver los graves problemas de nuestra patria y nuestro pueblo. Todo lo que se propone es que el pueblo ahorre para financiar el plan de viviendas y que la oligarqufa terrateniente asuma la patridtice empresa de producir més para exportar m&s cat ne y trigo. Las medidas concretas que se sugieren son ‘todas las leyes y medidas ya tomadas, que ya hemos visto que no resolvieron nada y que se resumen en el famoso Pacto Social, es decir, en el hambre para el pueblo. Ante las dificultades de seguir manteniendo el Pacto, con los salarios congelados mientras los precios siguen subiendo aunque las esta- disticas manejadas digan lo contrario; ante el hecho de que numerosos sindicatos-clasistas y combativos han denunciado los respectivos con- venios a su vencimiento y que algunos sectores trabajadores han roto el Pacto con su lucha (Mina Aguilar, Sierra Grande; Estatales y Trans- porte de Cérdoba, Squibb), el gobierno se ha nzado a reforzar el siniestro Pacto con una nueva medida reaccionaria: la anulacion por de- creto de las Paritarias. Este es el “Regalo de Aiio Nuevo” que el gobierno le hace al pueblo trabajador. La justa \dignacién de las masas destrozaré en la lucha el intento de seguir congelando su ya miserable nivel de vida, al mismo tiempo que defenderé enérgicamente las libertades democrSticas ame nazadas de muerte por las leyes que se proyec- tan, En el-desarrollo y acrecentamiento de la re- sistencia popular, la guerrilla seguira siendo ca- da vez més su nficleo de acero. No hay ni habré ‘tregua para las empresas imperialistas, a las que seguiremos hoStigando y obligéndolas a devol- ver parte de lo mucho que roban al pueblo. No hay ni habra tregua para el Ejército Opresor, al que sequiremos atacando y construyendo en la lucha el Ejército de! Pueblo. Cada dfala lucha sera mas dura, pero la victoria més segura. 3