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Entrada: Chipichipi Guaiquerí fugitivo
• El plato de entrada:
• El plato principal:
Este plato está, igualmente, inspirado en las biografías de Ramón David León.
Se llama El arroz con costillitas aragüeño. Es un plato bucólico o campesino. Es una
preparación sencilla y nutritiva creada por manos de cocineras de origen humilde y
trabajadoras. Afirma Ramón David León, que este plato es popular en todas las
regiones de Venezuela, pero donde lo saben preparar con mayor maestría es en el
estado Aragua; en poblaciones como La Victoria, El Consejo, San Mateo, Maracay,
Turmero y Cagua. ¿Por qué lo llamo “arroz campesino liberal”?. Para continuar en
la tradición de honrar nuestra historia política. Sobre todo la historia liberal que
condujo a lo que hoy en día conocemos como nuestra historia democrática. Dice
Ramón David León: “El arroz con costillitas, muy largos años atrás, tuvo hasta
significado político. Llegó a ser un distintivo partidista. (…) Con eso se le rendía
homenaje al General Francisco Linares Alcántara, “El Gran Demócrata”, quien fue
Presidente de la República, para ese entonces era jefe de los liberales aragüeños.”
• El postre:
Al parecer el mango entró en nuestro país a partir del año 1841. Es originario
de la India. Se dice que Bolívar no comió la fruta aquí sino en Jamaica o en Haití, y
también se dice que pudo haber sido él quien trajo su semilla a nuestro suelo. La
cuestión es que en Ciudad Guayana hay mucho mango, sobre todo una clase de
mango que allí nombran como mango criollo o rosa. En época de mango, se come
de diversas formas, maduro, verde, en carato, en jugo, en merengada, en helado,
en jalea, en mermelada, con arroz blanco, como ensalada. De todas las formas,
pero una en especial, es para mí reina, la espuma de mango verde. Yo inventé mi
propia receta. Es un postre, donde combino dos tipos de espuma de mango, verde
y maduro, lo sirvo con helado de mantecado y le doy toques de “maldad” con ron,
vainilla, canela y jengibre fresco. Esa espuma queda “tremendísima”, y creo, que
representa una fusión muy fresca, suave al paladar, y muy colorida, una “Bella
Vista”, que hace honor tanto al plato que presento como al lugar donde me nací y
pase mi infancia y adolescencia, en la urbanización Bella Vista, en San Félix, Estado
Bolívar.