Año 2.

nº 6

Cría salud y
BOVINO
b á s i c o s
Prevención de la metritis con el control de temperatura
en el post-parto. Diarrea vírica bovina (BVD).

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 BOVINO
editorial
básicos
La metritis es una de las patologías más frecuentes
en el postparto en el ganado vacuno. Por sus efectos
negativos sobre la eficacia reproductiva de los rebaños
representa también una de las más importantes
económicamente. El objetivo de este trabajo es
recalcar que un hábito tan sencillo como es la toma
de temperatura diaria en las vacas recién paridas, nos
permite controlar la aparición de este problema.

Los problemas reproductivos, caracterizados

por infertilidad, muerte embrionaria, abortos,
malformaciones congénitas, nacidos muertos y nacidos
débiles son muy frecuentes en el ganado bovino, y
ocasionan serias pérdidas económicas.

Las patologías reproductivas en el ganado bovino

tienen múltiples etiologías; entre los agentes infecciosos
implicados encontramos el virus de la diarrea vírica
bovina (VDVB) y el herpesvirus bovino 1 (VHB-1), agente
causal de la rinotraqueítis infecciosa bovina.

Esperamos que, como cada número, nuestros

contenidos os sean de utilidad.

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Edita:
c/ Dulcinea 42, 4º B.
28020 Madrid
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 BOVINO
Prevención de la metritis con el control
de temperatura en el post-parto

Prevención de
la metritis con
el control de
temperatura en el
post-parto
La infertilidad es la causa del 27% del total de
vacas eliminadas. Sólo el 30% de las metritis
post-parto se cura espontáneamente.

El periodo de recién parida es especialmente importante en

la vida de una vaca de leche de alta producción. El parto y la
adaptación al comienzo de la lactación son esfuerzos impor-
tantes para la vaca y pueden reducir la inmunidad y aumentar
el impacto de las enfermedades. Al menos una cuarta parte de
las vacas recién paridas experimentan metritis aguda, si bien

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 básicos
esta incidencia asciende por encima del 80% en el caso de va-
cas con retención de membranas fetales. La identificación y un
tratamiento eficaz de la metritis post-parto constituyen una
gran oportunidad para mejorar la salud y la productividad de
las vacas y, en concreto, la fertilidad.

Justo después del parto, el útero es un ambiente ideal para

el crecimiento de bacterias. Durante la primera semana tras el
parto, se produce la contaminación del útero por bacterias, al
menos, en el 90% de las vacas. Sin embargo, no todas desa-
rrollan una metritis, ésto dependerá del número y la virulencia
de las bacterias presentes, de las condiciones del útero y de la
situación de los mecanismos de defensa del animal. Ciertos
factores de riesgo tales como un parto difícil y/o retención
de membranas fetales, partos gemelares, hipocalcemia, aborto,
parto asistido o terneros nacidos muertos, incrementan la pro-
babilidad de desarrollar la enfermedad. Además, una nutrición
inadecuada puede interferir con la involución uterina tras el
parto. Una rápida involución garantiza la eliminación de fluidos,
membranas fetales y bacterias del tracto reproductivo.

¿Qué es la metritis y cómo

se manifiesta?
La metritis es una reacción inflamatoria severa de todas
las capas del útero. Clínicamente, la metritis se caracteriza por
fiebre (39,5°C ó más), hasta 10 días post-parto, y una secreción
vulvar purulenta fétida, que muy frecuentemente está asociada
con un retraso de la involución del útero.

Parámetros de fertilidad ideales:

Periodo de parto – 1ª IA 60 – 80 días
Tasa de preñez a 1ª IA más de 55%
Nº IA por preñez 1,5 – 2,0
Periodo parto – IA fecundante 85 – 125 días
Eliminación por infertilidad Menos del 8%
IA: inseminación artificial.

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 BOVINO
Prevención de la metritis con el control
de temperatura en el post-parto

Impacto de las metritis no

tratadas
Una metritis no tratada a tiempo puede dañar seriamente
el útero, retrasar la involución uterina y provocar endometritis.
Esto puede causar retraso en el inicio del ciclo ovárico, índices
de concepción menores e incremento de la tasa de eliminación
por infertilidad.

Además de reducirse el apetito por el dolor, se afecta el

estado general y la producción de leche, incrementándose la
incidencia de desplazamientos de cuajar y otras enfermeda-
des metabólicas como la cetosis. Son también más frecuentes
enfermedades secundarias como artritis, infecciones genera-
lizadas, etc.

A las pérdidas económicas ocasionadas por los gastos en

tratamientos y la menor producción de leche (también hemos
de tener en cuenta la leche que hemos de desechar en los ani-
males tratados), hay que sumar las derivadas de la pérdida de
fertilidad, que influirán sobre los índices reproductivos de la
explotación. Puede ser necesario un mayor número de insemi-
naciones artificiales, el intervalo entre partos puede aumentar y
con frecuencia se hace inevitable el sacrificio de animales.

La metritis ocasiona una pérdida

directa de beneficios por
disminución de la producción de
leche. Los datos demuestran que
hasta 160 litros de leche se pierden
en los primeros 20 días post-parto
debido a esta enfermedad.

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¿Cómo detectar la metritis?
1. Fiebre. La temperatura se incrementa en la fase tem-
prana de la enfermedad, normalmente 24 ó 36 horas
antes al comienzo de los síntomas. Es recomendable
tomar diariamente la temperatura corporal a todas las
vacas durante los 10 primeros días postparto.
2. Falta de apetito. Si la vaca está enferma o tiene fiebre
no comerá adecuadamente. Puede hacerse una valora-
ción diaria del llenado del rumen durante el periodo de
riesgo. También puede controlarse la ingesta valorando
el deseo de ir al pesebre cuando se suministra comida
nueva.
3. Secreción vaginal fétida. Durante las dos semanas pos-
teriores al parto es normal una descarga uterina bas-
tante espesa, de color marrón rojizo y sin olor desagra-
dable. Es anormal una secreción maloliente de consis-
tencia acuosa y color marrón oscuro.
4. Vaca con aspecto enfermo y deprimido, “ojos hundi-
dos”.
5. La vagina y la vulva pueden estar edematosas e infla-
madas y la base del rabo levantada como señal de dolor
e inflamación.
6. Producción de leche por debajo de lo esperado.
7. Atención especial a los “animales de riesgo”.

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 BOVINO
Prevención de la metritis con el control
de temperatura en el post-parto

Control de la fiebre en
vacas recién paridas.
La fiebre es un indicador útil de la infección temprana. No
es específica de una enfermedad, por lo que es necesario un
examen adicional para determinar la causa del problema.

Tomar la temperatura a las vacas es fácil y rápido

pero, si no se hace adecuadamente, podemos encon-
trarnos resultados que induzcan a error. ¿Cuál es la
forma adecuada de tomar la temperatura?:

• Tomar la temperatura antes de aplicar cualquier

tratamiento.
• Si usamos un termómetro de mercurio debemos bajar la
columna del mismo antes de medir la temperatura.
• Insertar el termómetro suavemente en el recto e
inclinarlo hacia uno de los lados para que contacte con
la pared del recto (esto asegurará más precisión en la
medición).
• Dependiendo del tipo de termómetro podemos emplear
hasta más de un minuto en obtener una lectura precisa.

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 básicos
Temperaturas de referencia
Límite superior de normalidad: 39ºC
Fiebre: 39,5ºC o superior

Reduzca los factores de riesgo de la metritis

controlando la gestión de la nutrición, del cow-
confort y del parto.

Observe atentamente a todas las vacas recién

paridas.

Considere la separación de las vacas recién paridas

durante los 10 primeros días post-parto.

Llame a su veterinario si encuentra uno o dos de los

signos asociados a metritis.

Establezca un Protocolo de trabajo y registre

todas las exploraciones, patologías y tratamientos
realizados en las vacas recién paridas.

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 BOVINO
Los problemas reproductivos

Diarrea vírica
bovina (BVD)
La Diarrea Vírica Bovina (BVD) es una de las enferme-
dades virales del ganado vacuno más extendidas por el
mundo. Se considera que, como mínimo, más del 50%
de la cabaña mundial es seropositiva, pudiendo llegar
la tasa de infección, en algunas zonas, hasta el 90%.
En España, la prevalencia de animales infectados varía
entre un 40 y un 60% según diferentes estudios. La
gran extensión del virus se debe a su capacidad para
producir infecciones persistentes en ciertos animales,
que a partir de ahora llamaremos PI (Persistentemente
Infectados).

El nivel de infección por el virus varia en función de diver-

sas circunstancias: la prevalencia es mayor en rebaños con PI,
los rebaños de mayor tamaño normalmente presentan un por-
centaje superior de animales infectados, aquellos sistemas de
alojamiento que propicien un mayor contacto entre los animales
favorecen la difusión de la infección y el uso de pastos comuna-
les se ha relacionado con tasas de infección más altas.

En Dinamarca, donde existe un programa de erra-

dicación desde el año 1994, se han analizado las
causas por las que rebaños libres de BVD se vuelven
a infectar cada año:

Compra de novilla o vaca gestante 28%

Presencia de animal PI en pasto vecino 36%
Pastoreo comunal 7%
Rebaño próximo con animal PI 3%
Otras causas 25%

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 básicos
Las pérdidas económicas
derivadas de la infección se
deben:
1) Al descenso de la producción láctea,
2) a la aparición de alteraciones respiratorias,
3) a una mayor predisposición a padecer otras enfer-
medades,
4) a la mortalidad en las infecciones agudas,
5) a alteraciones reproductivas (disminución de la ferti-
lidad, aumento de la mortalidad embrionaria, mayor
porcentaje de abortos, defectos congénitos y morta-
lidad neonatal),
6) y al crecimiento retardado de los PI.
También hemos de tener en cuenta que el riesgo de aparición
de mamitis clínicas y de retenciones placentarias aumenta, así
como el intervalo entre partos y los importes de tratamientos
para estimular el celo. A todo esto hay que sumar los gastos por
la reposición y los derivados de los programas de control.

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 BOVINO
Los problemas reproductivos

La infección transitoria ocurre cuando el animal está ex-

puesto al virus, es infectado algunos días, desarrolla inmunidad
y el virus desaparece. Cuando una hembra preñada se infecta
con el virus, éste puede atravesar la placenta y, dependiendo de
lo avanzado de la gestación, provocar infertilidad y repeticiones
de celo (si la infección se produce en los primeros momentos
de la concepción), fetos momificados, abortos, o malformacio-
nes congénitas.

En ocasiones, el feto puede sobrevivir, dando lugar a dife-

rentes situaciones dependiendo del momento de la infección:
si ésta ocurre después del día 180-200 de gestación el feto es
inmunocompetente y nacerá sano y seropositivo, pero cuando
ésta se produce entre los días 30 y 90 de gestación, el sistema
inmunitario del animal no estará desarrollado y reconocerá los
antígenos del virus como propios, permitiendo que el virus se
replique durante toda su vida, transformándose así en un ani-
mal persistentemente infectado (PI).

No obstante, la mayor parte de los terneros que nacen in-

fectados mueren como consecuencia de infecciones bacterianas
(tienen menor capacidad de resistencia frente a la infección) o
son eliminados del rebaño por su menor crecimiento. Aunque
los PI pueden permanecer sin ningún tipo de sintomatología
durante largos periodos de tiempo, eliminan grandes canti-
dades de virus con las excreciones y secreciones orgánicas,
transmitiendo la enfermedad a los animales del rebaño y a su
descendencia.

Para identificar los rebaños con infección persistente se

suele realizar un chequeo de anticuerpos, representativo de
todos los animales del rebaño. En las explotaciones en las que
existe un animal PI, el porcentaje de individuos con anticuerpos
frente al virus puede superar el 75-80%.

En ganaderías donde se vacuna regularmente frente al vi-

rus BVD no es posible diferenciar entre los anticuerpos vacu-
nales y los que no los son. Es recomendable, entonces, realizar
la prueba en terneros no vacunados de entre 5 y 12 meses de
edad.

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 básicos
Hoy en día, una moderna técnica PCR facilita el diagnóstico
colectivo analizando la leche del tanque y la sangre agrupada
de los animales que no estén en lactación.

Una vez diagnosticada en la explotación una infección per-

sistente, el objetivo prioritario es proteger el rebaño de la en-
fermedad que se está difundiendo. Para ello, hay que recurrir
a un programa exhaustivo de vacunación con productos que
permitan proteger los embriones de la infección vírica (vacunas
de protección fetal) y que tengan una duración de inmunidad
lo suficientemente larga como para establecer una protección
efectiva con unos costes de vacunación ajustados (Pregsure).

La detección del virus es posible mediante test ELISA a

partir de una muestra de sangre entera. Es aconsejable repetir
la analítica 2-3 semanas más tarde, a los animales que hayan
dado positivo, para confirmar el diagnóstico. Si por cuestiones
de rentabilidad debemos seleccionar los animales a los que
realizar el test, los posibles candidatos serán: terneros mayo-
res de cinco meses, animales seronegativos, animales dudosos
o débilmente seropositivos y animales que muestran retraso en
el crecimiento o un mal estado general crónico.

test ELISA

Sin embargo, ahora podemos desestimar el coste de iden-

tificar y eliminar los individuos PI y recurrir a la protección del
rebaño con Pregsure. Evitamos, de esta manera, que la enfer-
medad se perpetúe en el rebaño a través de nuevas infeccio-
nes embrionarias que quedan resueltas mediante la vacunación
sistemática.

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 BOVINO
Los problemas reproductivos

Control y profilaxis clásicos

1 Aumentar las defensas inmunitarias frente al virus
BVD mediante el uso de vacunas. Si éstas inducen
protección fetal evitaremos, además, el nacimiento
de nuevos PI.
Identificar y eliminar a los animales PI, una vez

2 identificados y eliminados no podemos olvidar que

pueden existir en ese momento vacas cuyos fe-
tos sean PI, por lo que debemos chequear a todos
los terneros que nazcan en los meses siguientes.
Como hemos indicado, un protocolo de vacuna-
ción sistemático con Pregsure nos permite sortear
este gasto tan considerable.
Evitar la introducción o el establecimiento de la

3 infección persistente en el rebaño aplicando cua-

rentena a los animales introducidos, deberemos
evitar el contacto y la compra de animales PI, de
vacas gestantes con fetos PI y, de animales con
infección aguda.

En todo caso, el mantenimiento de “rebaños cerrados”

(con reposición propia exclusivamente) y “aislados” (sin
contacto con otros rumiantes) sigue siendo la mejor ga-
rantía para mantener las explotaciones libres de BVD.
Cuando esto no se pueda garantizar al 100%, el uso de
vacunas que prevengan la infección fetal impide que
cuando un rebaño libre de BVD entra en contacto con
un animal PI, se produzcan abortos o el nacimiento de
nuevos animales PI.

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 La salud de la vaca de leche
y la Fertilidad
pasan por un útero sano

Metritis: cursa con fiebre (≥ 39,5°C) durante los 10 primeros días post-parto
con descarga vulvar purulenta y fétida y en numerosas ocasiones se asocia
con un retraso de la involución del útero.1

Consecuencias de la metritis sin tratamiento

• El 27% de todas las vacas eliminadas se debe a la infertilidad2
• Sólo el 30% de las metritis post-parto se curan espontáneamente3
1 Sheldon I.M., Dobson H., (2004) Anim. Repr. Sci 82-83, 295-306.
2 Kingshay Dairy Manager, UK, 2005
3 Zhou C. et al. (2001) JAVMA 219:805-808

Excenel RTU: el antibiótico

de elección para la metritis

Tratamiento sistémico
con alta penetración uterina
EXCENEL® RTU. Antibacteriano en suspensión inyectable. Composición por ml: Ceftiofur 50 mg (como clorhidrato). Vehículo a base de
semilla de algodón c.s. Indicaciones: Infecciones asociadas con bacterias sensibles a ceftiofur. En porcino: -Para el tratamiento de
infecciones respiratorias asociadas con: Pasteurella multocida, Actinobacilus pleuropneumoniae y Streptococcus suis. En bovino: -Para
el tratamiento de infecciones respiratorias asociadas con Mannheimia spp (antes Pasteurella haemolytica), Pasteurella multocida y
Haemophilus somnus. -Para el tratamiento del panadizo interdigital asociado con Fusobacterium necrophorum y Bacteroides
melaninogenicus (Porphyromonas asaccharolytica). -Para el tratamiento de componentes bacterianos de la metritis aguda post-parto
(puerperal) en los 10 días después del parto asociado con Escherichia coli, Arcanobacterium pyogenes y Fusobacterium necrophorum,
sensibles a ceftiofur. Vía de administración: intramuscular (porcino) y subcutánea (bovino). Dosificación: Ganado porcino: 3 mg de
ceftiofur/kg de peso vivo/día por vía intramuscular durante 3 días, es decir, 1 ml/16 kg de peso vivo en cada inyección. Ganado bovino:
-Tratamiento de infecciones respiratorias bovinas: 1 mg de ceftiofur/kg de peso vivo/día durante 3 a 5 días mediante inyección
subcutánea, es decir, 1 ml/50 kg de peso vivo en cada inyección. -Tratamiento del panadizo interdigital bovino: 1 mg de ceftiofur/kg de
peso vivo/día durante 3 días mediante inyección subcutánea, es decir, 1 ml/50 kg de peso vivo en cada inyección. Metritis aguda post-
parto en los 10 días después del parto: 1 mg/kg de peso vivo/día durante 5 días consecutivos por inyección subcutánea, es decir, 1 ml/50
kg de peso vivo en cada inyección. Las inyecciones subsiguientes deben administrarse en diferentes puntos. En caso de metritis aguda
post-parto, puede necesitarse terapia adicional de apoyo en algunos casos. Contraindicaciones: No administrar a animales con
antecedentes de hipersensibilidad al ceftiofur y a otros antibióticos beta-lactámicos. Precauciones: Las penicilinas y las cefalosporinas
pueden provocar hipersensibilidad (alergia), tras su inyección, inhalación, ingestión o contacto con la piel. Puede existir
hipersensibilidad cruzada entre las cefalosporinas y las penicilinas y viceversa. Las reacciones alérgicas a estas sustancias pueden ser
ocasionalmente graves. En caso de hipersensibilidad, evitar el contacto con el producto. En caso de aparición de eritema cutáneo,
consultar a un médico. En caso de aparición de edema facial, en los labios, en los ojos, o en caso de sentir dificultad respiratoria, solicitar
atención médica inmediata. Modo de conservación: No conservar a Tª superior a 25º C. El período de validez después de abierto el
envase es de 30 días. Presentación: Caja con 1 vial de 100 ml. Tiempo de espera: Porcino: carne: 5 días. Bovino: carne: 8 días. Leche:
O días. PRODUCTO FARMACOLÓGICO DE USO VETERINARIO. CON RECETA VETERINARIA. Nº de registro: 1169 ESP. Titular: Pharmacia
Spain, S.A. Comercializado por: Pfizer, S.A.

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