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Año 3.

nº 10

Cría salud y
BOVINO
b á s i c o s
Anestro en vacas de leche y carne
Programas de control de IBR
BOVINO
editorial
básicos
La intensificación del manejo reproductivo es una impor-
tante vía para la mejora de la eficiencia productiva en una ex-
plotación de ganado vacuno. Es necesario, teniendo en cuenta
los cambios que se están produciendo en la estructura de las ex-
plotaciones, implementar protocolos y mecanismos de control,
para optimizar los resultados y llegar a unos objetivos marcados
en el tiempo. La mejor herramienta es el control reproductivo
veterinario periódico y el trabajo diario de los empleados de la
granja, que deben trabajar en colaboración con el veterinario
responsable.

El Herpesvirus Bovino Tipo I es un importante patóge-


no del ganado vacuno, distribuido prácticamente por todo el
mundo. Origina, fundamentalmente, problemas respirato-
rios (Rinotraqueitis infecciosa bovina-IBR) y reproductivos
(Vulvovaginitis pustular infecciosa y abortos) y, con menor fre-
cuencia, infecciones del sistema nervioso central, nacidos muer-
tos y mastitis. Una característica importante de este virus es su
capacidad de latencia, y cualquier situación de “estrés” puede
desencadenar la reactivación del mismo a lo largo de toda la
vida del animal. La voluntad de erradicar esta enfermedad está
presente en muchos países de la UE, lo que puede suponer trabas
a la comercialización de productos en regiones o países libres.

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BOVINO Anestro en vacas de leche y carne

Anestro
en vacas de leche
y carne

Los problemas reproductivos en las vacas repre-


sentan graves pérdidas económicas que incluyen gas-
tos en asistencia veterinaria, en medicamentos y en
dosis seminales; retraso en el ritmo reproductivo y
aumento de la carga de trabajo. A esto hay que su-
mar menor número de terneros/año y menor produc-
ción de leche.

La eficiencia reproductiva en las explotaciones bovinas su-


pone un importante reto para muchos productores. Los proble-
mas más comunes son:

-Detección ineficiente de los celos,

-Vacas no cíclicas,

-Cubriciones de vacas y novillas en momentos incorrectos


de su ciclo estral debido a celos más largos o más cortos de lo
normal, o a deficiencias de manejo,

-Novillas con el peso, edad y altura a la grupa adecuada


para cubrirse pero que no ciclan.

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básicos
ANESTRO POSTPARTO
El anestro postparto es un estado patológico que se carac-
teriza por la ausencia de comportamiento estral, es decir, los
animales no manifiestan celo ni ovulan. Habitualmente, usamos
el termino anestro al referirnos a cualquier periodo durante el
cual no se observa a las vacas en estro. Esto puede ser porque
aunque la vaca cicla no se detecta el celo o porque realmente
las vacas tienen sus ovarios inactivos (anestro verdadero). En el
caso de vacas de carne es, probablemente, la principal causa de
infertilidad llegando incluso a valores que alcanzan el 60%.

La causa del anestro en ganado vacuno además de por la


falta de una maduración folicular normal, puede ser debido a la
presencia de un quiste ovárico, o una actividad cíclica normal
con celo débil o ausente o una observación insuficiente.

El origen del anestro verdadero es un fallo en la madura-


ción de un folículo dominante preovulatorio. Inicialmente, los
folículos comienzan a aumentar de tamaño de una a dos se-
manas tras el parto. Para ello necesitan la actividad de una hor-
mona denominada LH (hormona luteinizante). Ciertos aspectos
como el balance energético negativo que se produce las prime-
ras semanas tras el parto (mucho más pronunciado en ganado
vacuno lechero) o el amamantamiento y la estación en el vacu-
no de carne, pueden disminuir los pulsos de LH lo que producirá
que los folículos no crezcan lo suficiente como para alcanzar el
estado preovulatorio y al final el animal no ovulará.

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BOVINO Anestro en vacas de leche y carne

En el ganado vacuno lechero siempre existe un periodo de


balance de energía negativo durante las primeras semanas del
puerperio. Poco a poco va aumentando la ingesta de materia
seca y, aproximadamente, a las 8 semanas después del parto
recuperan un balance energético positivo. En el ganado vacu-
no de carne, aunque la producción lechera es mucho más baja,
también existe un momento de balance energético negativo
que aumenta el número de días hasta la primera ovulación. Los
efectos de una escasa alimentación se ven potenciados por el
amamantamiento que provoca un aumento de los días hasta
la manifestación de un nuevo celo.

El intervalo entre el parto y la primera ovulación (periodo


de anestro) puede estar influido por numerosos factores como
la edad, la raza y la condición corporal en el momento del parto
(es crítica una nutrición óptima durante el periodo de transición
así como durante el inicio de la lactación). Además, también se
han relacionado con el anestro el efecto del fotoperiodo (ma-
yor incidencia en invierno) y la ausencia de toro. En las vacas
de carne que amamantan a los terneros este periodo puede
llegar a prolongarse de 60 a 100 días. En las vacas de leche por
lo general unos 25-35 días, aunque puede prolongarse mucho
más. Las vacas lecheras de alta producción suelen presentar
anestros más largos.

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básicos
ANESTRO EN NOVILLAS
La pubertad en las novillas está determinada por diversos
factores entre los que se encuentran la edad, el peso, el geno-
tipo, la nutrición, el clima, el manejo, los aspectos sociales, la
presencia del sexo opuesto y las enfermedades.

En el caso de las novillas, una vez rebasa una edad mínima


(en el caso de vacas de carne un año y algo menor en vacas de
leche), la aparición de la pubertad por lo general depende de
que el animal haya alcanzado, aproximadamente, el 45% del
peso del adulto y una condición corporal mayor de 2.5, pre-
feriblemente 3.

De cualquier forma, es fundamental que la novilla alcance


un mínimo desarrollo corporal para que comience a ser inse-
minada. Por ello se establece un mínimo; aproximadamente el
55% de su peso adulto (entorno a 390-400 kg de peso), unos
400 días de vida y una altura a la grupa de 1,37 cm.

La influencia genética también existe; en las novillas porta-


doras del gen responsable de la hipertrofia muscular en homo-
cigosis (vacas culonas) se produce un retraso en la pubertad.

TRATAMIENTO
El manejo de la alimentación para mejorar el estado ener-
gético de las vacas es fundamental en estos casos. Reducir la
frecuencia del amamantamiento en las vacas de carne también
será de utilidad

El tratamiento hormonal dirigido por el veterinario ayudará


a estimular a las vacas que están en anestro. Estos tratamien-
tos deben dirigirse a lograr un aumento de la frecuencia de los
pulsos de LH y permitir que los folículos alcancen las etapas
finales de maduración. Un método para aumentar los pulsos de
LH es la administración de progesterona puesto que favorece el
comienzo del ciclo estral y la ovulación permitiendo instaurar
ciclos regulares.

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BOVINO Anestro en vacas de leche y carne

Una gran variedad de desórdenes físicos, ambienta-


les y nutricionales pueden causar una interrupción en el
ciclo estral:

-Tras un parto distócico, es decir, en el que se han


producido problemas.
-El desarrollo de quistes foliculares a partir de folículos
que no han ovulado. Algunas vacas con quistes
ováricos exhiben un intenso comportamiento sexual
(ninfomanía), pero muchas vacas permanecen en
anestro.
-Una nutrición inadecuada o insuficiente puede impedir
o limitar la secreción de hormonas gonadotropinas lo
que provoca anestro. Las deficiencias nutricionales que
disminuyen el apetito (fósforo, cobalto y posiblemente
hierro, iodo y vitamina B) son particularmente dañinas.
Pérdidas sustanciales de peso por una pobre nutrición
o por enfermedad pueden parar la ciclicidad normal o
retrasar el desarrollo puberal.
-La condición corporal. Las vacas demasiado gordas y
especialmente las más delgadas tendrán problemas.
-Los factores estacionales. Por lo general los meses de
mayor actividad sexual en el hemisferio norte son mayo,
junio y Julio; y los peores diciembre, enero y febrero. En
razas autóctonas en sistemas extensivos pueden dejar
de aparecer celos en épocas de escasez alimenticia, los
ciclos son más fijos (de 21 días) en primavera y verano.
-El anestro estacional motivado por las condiciones de
oscuridad en las cuadras durante el período invernal, ha
sido identificado como un factor ligado a los sistemas
de producción en zonas de montaña. Su incidencia ha
sido más acusada en novillas de primera cubrición y de
primer parto de genotipo culón.
-Las altas temperaturas suponen situaciones de estrés que
afectan a la ingestión de alimentos y pueden provocar
que los animales no muestren signos de celo (tanto
novillas como vacas).
- La duración normal del ciclo estral es de 21 días, pero
esto varía pudiendo ser de 18 a 24 días. En general es
algo menor en novillas.

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BOVINO básicos
Programas de
Programas de control de IBR

control de IBR

Aunque la aplicación de correctas pautas de va-


cunación ha permitido mantener a raya sus manifes-
taciones clínicas y controlar las pérdidas económicas
asociadas, la voluntad de muchos países de la UE de
erradicar la IBR de sus cabañas puede suponer trabas
a la comercialización de productos en regiones o paí-
ses libres.

Actualmente, la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR) se


puede considerar como una patología endémica en muchas
de nuestras explotaciones de vacuno. Hoy en día, Dinamarca,
Suecia, Finlandia, Noruega, Austria o Suiza ya han erradicado
el IBR de sus poblaciones bovinas y muchos otros países han
puesto en marcha programas de control nacionales (Alemania)
o regionales (Bolzano, Italia). En marzo del año pasado, más
del 70% del censo bovino europeo se encontraba en países
que han erradicado esta enfermedad o que están en proceso
de erradicación activa.

Desde Enero de 1999 está prohibido el movimiento den-


tro de la Unión Europea de embriones y semen de rebaños
seropositivos a IBR y desde mayo 2004 la Directiva 64/432/
CEE de la Unión Europea, aprobó el programa oficial de erra-
dicación de IBR presentado por Alemania (no está permitida
la venta de animales de rebaños seropositivos a Alemania) y
estableció garantías adicionales para el intercambio intraco-

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BOVINO
BOVINO Programas
Programas
de de
control
control
de de
IBRIBR

munitario de bovinos con destino a Dinamarca, Austria, Italia


(región de Bolzano), Finlandia y Suecia, con la finalidad de
salvaguardar su estatus de países o regiones libres de IBR.
Por todas estas razones, es posible que en un corto periodo
de tiempo se plantee en España la erradicación obligatoria
de la IBR.

Las estrategias para la erradicación pasan por el sacrificio


de los animales seropositivos en países o explotaciones donde
la prevalencia sea baja (menores al 5-10%), mientras que si las
prevalencias son moderadas o altas la alternativa es la vacu-
nación con vacunas marcadas gE, (vacunas marcadoras espe-
cíficas) que permiten aplicar el criterio DIVA-diferenciación de
animales vacunados de animales con infección natural. Así, en
países como Holanda, Bélgica o Alemania sólo está permitida
en la actualidad la utilización de vacunas marcadoras frente
al IBR, preferentemente vivas. En muchas explotaciones de
nuestro país ya se está realizando un importante esfuerzo en
el control del IBR, en parte mediante programas voluntarios
más o menos impulsados por las distintas administraciones,
basados en la detección de animales y explotaciones sero-
positivas. En este sentido, en los últimos 3-4 años, distintas
Comunidades Autónomas como Galicia, Asturias, Cantabria o

10
básicos
País Vasco han puesto en marcha programas de control de IBR
que involucran a las explotaciones de vacuno integradas en
Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG).

Establecimiento de planes
de control
Definición del estatus de IBR en los rebaños

Inicialmente, para llevar a cabo un programa de control, es


indispensable conocer la situación de cada explotación respecto
a IBR. Para ello es necesario recoger y procesar muestras a lo
largo del tiempo que nos permitan elaborar perfiles serológi-
cos. La prueba de diagnóstico habitual es la técnica de ELISA
que determina la presencia en leche y/o sangre de anticuerpos
frente a IBR.

Las pruebas diagnósticas por comunidades difieren, fun-


damentalmente, respecto al muestreo que se va a realizar. En
rebaños lecheros en la Comunidad Autónoma Vasca y Galicia
se propone realizar una toma de muestra de leche de tanque
cada 6 meses (aunque, en el caso de Galicia, la frecuencia de
muestreo puede ser mayor en función del riesgo de la explota-
ción) y, si los resultados son negativos dos veces consecutivas,
analizar muestras individuales de cada uno de los bovinos de
la explotación (en Galicia sólo a los animales menores de 36
meses). En rebaños cárnicos se realiza una serología individual
en cada uno de los bovinos de la explotación en el País Vasco,
mientras en Galicia inicialmente se realiza una analítica en sue-
ro en animales mayores de 9 meses y menores de 36.

En Asturias el programa de control exige el análisis de to-


dos los animales comprados y/o que en último periodo hayan
tenido signos clínicos y de los animales mayores de 24 meses
y no vacunados (mínimo un grupo de 10).

En Cantabria se realiza un primer muestreo serológico en al


menos 30 animales por explotación. En el caso de que el censo
de la explotación sea inferior a 30 animales, se toma muestra

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BOVINO Programas de control de IBR

de la totalidad. Tras la definición del estatus se efectúa anual-


mente un seguimiento serológico de todos los animales com-
prados y los destinados a reposición del rebaño y de un grupo
de animales, mayores de 24 meses de edad, con un mínimo de
20 animales.

Actuación en rebaños negativos y positivos

Los rebaños negativos se considerarán “explotaciones li-


bres de IBR” y todo animal que incorporemos en el rebaño
debe certificarse como “IBR negativo”. Además, es conveniente
llevar a cabo un periodo de cuarentena (no inferior a 21 días)
durante el que se realizará otro test confirmatorio. El mante-
nimiento del estatus seronegativo del rebaño se confirma en
sucesivos muestreos en leche de tanque (rebaños lecheros), o
en muestras de suero individuales de una proporción del reba-
ño (rebaños cárnicos).

Una vez averiguada la prevalencia de los rebaños posi-


tivos, recomendar que en los casos que superen 10-20% se
instauren planes de vacunación con vacuna viva marcada, ya
que en esta situación sería muy costoso reemplazar todos los
animales seropositivos por seronegativos. En las explotaciones
con prevalencias menores del 5-10% quizás sería más ade-
cuado plantearse la erradicación con el sacrificio de animales
seropositivos.

MEDIDAS DE CONTROL BÁSICAS


✔ no introducir animales seropositivos en la explotación.

✔ no prestar animales.

✔ no compartir pastos con rebaños que no sigan el mismo


programa de control.

✔ aplicar cuarentenas en nuevas adquisiciones a la espera


del resultado del test serológico.

✔ intentar separar los animales de reposición de los de


producción para evitar nuevos contagios y disminuir la
recirculación del virus.

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básicos
Diversos países europeos han iniciado programas de con-
trol y erradicación frente a HVB-1 basados en el uso de
vacunas marcadas gE negativo. En el mercado encontra-
mos dos tipos de vacunas: inactivadas (virus muerto) y
vivas atenuadas. Para la elección de un tipo u otro de
vacunas han de tenerse en cuenta varios factores y, aun-
que tanto las vacunas vivas como las inactivadas pueden
emplearse con éxito, sí se puede aseverar que en determi-
nados momentos es más conveniente el empleo de unas
u otras.

En general, puede asumirse que las vacunas vivas son li-


geramente más económicas que las inactivadas, porque
no precisan más que de una dosis en la primovacunación,
mientras que las inactivadas emplean dos.

En la protección frente al IBR juega un papel importante


tanto la inmunidad de base celular, que es la mayor res-
ponsable de la protección ante una primoinfección (cuan-
do el virus penetra por primera vez en el animal), como
la inmunidad de base humoral (los anticuerpos), que es
la principal barrera a la reactivación y difusión del virus
latente en los animales portadores. Está generalmente ad-
mitido que las vacunas vivas son más potentes a la hora
de activar la inmunidad de base celular y más rápidas,
mientras que las vacunas inactivadas promueven una bue-
na respuesta humoral.

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BOVINO Programas de control de IBR

Un programa muy eficaz, por tanto, puede consistir en


efectuar las primeras vacunaciones, en las novillas, con
vacuna viva y pasar a revacunar las vacas con vacuna in-
activada; aunque en muchas explotaciones es mejor un
criterio de sencillez y emplear siempre la misma vacuna,
normalmente la viva.

Un aspecto que no debe descuidarse a la hora de progra-


mar una vacunación frente a IBR es que la vacunación no
es para “marcar” las vacas, sino para protegerlas y debe
buscarse aquella vacuna que más garantías de eficacia
aporte, como pruebas de protección frente al aborto o
frente a la neumonía causada por el virus.

Una limitación importante de las actuales vacunas marca-


das es la corta duración de inmunidad, de sólo seis meses,
lo que obliga a manejar a menudo el ganado y supone un
desembolso mayor.

Otra traba consiste en su carácter monovalente. Actualmen-


te no hay vacunas combinadas que contengan IBR marcado
junto a otros patógenos, como el virus BVD o el RS y los
intentos de combinar estos virus en una vacuna parten de
comprarlas por separado, lo que supone un doble gasto y
mezclarlas, sin garantía de eficacia, lo que puede suponer
una pérdida económica muy importante.

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