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Los defensores de los derechos humanos, a la vanguardia de las líneas de protección,

iluminan con la luz brillante de los derechos humanos los más oscuros rincones de la
tiranía y el abuso. Su labor está dirigida a salvaguardar el imperio del derecho, reducir la
violencia, la pobreza y la discriminación y edificar las estructuras de sociedades más
libres, equitativas y democráticas. Hacia ellos vuelven el rostro muchas víctimas de las
violaciones de los derechos humanos en los momentos en que más lo necesitan.

Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas en ocasión del


Día de los Derechos Humanos, 10 de diciembre de 2003

PALABRAS CLAVE

derechos y deberes – derechos individuales universales – derechos sociales universales -


responsabilidad común diferenciada – empeño común – compromiso a la acción y a la
toma en cargo- compromiso individual - compromiso social – respeto – promoción –
protección – defensa –
participación activa – cultura de paz - solidaridad
1. Marco teórico

Utilizar el lenguaje de los derechos humanos para la reivindicación política de la libertad y


de la dignidad del ser humano presenta muchos beneficios, pero también el riesgo de ser
instrumentalizado si utilizado de manera aislada y no integrada con su relación estrecha a
deberes y responsabilidades.
Los beneficios que derivan del utilizo del lenguaje de los derechos humanos como
instrumento de cambio social para que cada persona pueda vivir una vida libre y digna
son múltiples.

Los sistemas internacionales de protección de derechos humanos ( ) fijan unos


derechos básicos, estándares universales mínimos que definen las garantías que
pertenecen a la persona sólo por el hecho de ser persona, independientemente del estado
donde nació o donde vive u otras condiciones.
A los estados, las comunidades, los individuos, los diferentes actores institucionales,
económicos y sociales cabe garantizar el goce concreto de los derechos humanos.
En el nuevo contexto globalizado los derechos humanos se vuelven en un instrumento
capaz de derribar los confines nacionales y poner límites y objetivos comunes, pero un
instrumento vacío e inútil si no viene puesto en correlación con los deberes y las
responsabilidades que desde ellos se desprenden.

Derechos y Deberes: ¿Qué son?


Un derecho es la pretensión a un hacer o a un no hacer al cual corresponde un deber de
acción o abstención por parte de otros.
Por ejemplo, si la persona A tiene derecho a x, debe existir un agente B que tiene el deber
de brindar x a la persona A.

¿Cuáles actores influyen sobre el goce del derecho x?


¿Qué deberes de hacer o no hacer tienen cada uno de ellos?
¿Cuáles son las responsabilidades que tienen cada uno de ellos en el caso de violación
del derecho x?

Hablar de derechos sin ponerlos en correlación con deberes y responsabilidades puede


llevar, por un lado, los individuos a mantener una actitud pasiva, inactiva, de mera queja
hacia el estado que no los garantiza o realiza.

Por el otro lado, puede llevar las instituciones encargadas de la realización de un


determinado derecho humano a no asumirse las propias responsabilidades y limitarse
solamente a un reconocimiento formal del derecho sin implementar las medidas
necesarias a su aplicación efectiva.

Por ejemplo: reconocer el derecho a un juicio justo no tiene ningún significado si no se


dedican los recursos adecuados para que los jueces sean independientes,
adecuadamente formados y estipendiados o si no se garantiza que el imputado pueda
comprender y participar al juicio en un idioma que conozca, etc.
Es necesaria una clara individuación de los diferentes actores institucionales que influyen
sobre el real disfrute y goce de aquel derecho humano, con la especificación de los
deberes y de las responsabilidades que tocan a cada uno.

Ponemos otro ejemplo: en muchos países las niñas vienen discriminadas en cuanto al
acceso a la educación. Las estadísticas muestran que a menudo, en una familia donde
hay muchos hijos e hijas y recursos limitados, de preferencia son los varones que van a la
escuela. ¿Por qué las niñas de aquel determinado país no pueden ir a la escuela y ven
violado su derecho a la educación? Esto ocurre ¿por qué la ley lo prohíbe, por qué tienen
que trabajar, por qué el padre no se lo permite o por qué el trayecto para llegar a la
escuela está demasiado peligroso?

A nivel nacional la identificación de los múltiples deberes con la consecuente asunción


de responsabilidad sirve a traducir en obligaciones concretas los derechos reconocidos
en las leyes, así como a definir una estrategia, un plan de acción con objetivos claros y
compartidos.

También a nivel internacional es necesario individuar deberes y responsabilidades.


En este sentido es necesario dejar la exclusividad de la responsabilidad estatal e
identificar las responsabilidades de todos los actores: institucionales, económicos y
sociales capaces de influir sobre la efectiva aplicación y realización de los derechos
humanos.
Es cierto que una efectiva aplicación de todos los derechos humanos – civiles, culturales,

económicos, políticos y sociales ( ) necesita del Estado, en su capacidad de adoptar


provisiones inmediatas y sobretodo de definir políticas claras y participadas para la
identificación y el alcance progresivo de objetivos a medio y largo plazo.
El punto es que en el mundo globalizado la responsabilidad estatal es indispensable, pero
no más suficiente.
Los derechos humanos son derechos individuales universales y al mismo tiempo
derechos sociales universales.
¿Qué quiere decir esto?

Son derechos individuales universales en el sentido que pertenecen a cada individuo en


cualquier país y también a la universalidad, a la comunidad humana.
Son también derechos sociales universales porque en un modo u otro se interrelacionan
entre ellos, en el sentido que la protección de los derechos ajenos significa
inevitablemente la protección de mis propios derechos.
Las violaciones de derechos humanos se vuelven responsabilidad común diferenciada,
de todos y de cada uno, a diferentes niveles, individuales y colectivos.
Es imprescindible una toma en cargo, una toma de responsabilidad - por parte de todos y
cada uno - para la promoción y la protección de los derechos humanos, que involucre
además de los estados, también las organizaciones internacionales, las empresas, las
ONGs, las escuelas, las comunidades, las familias y los mismos individuos. Todos estos
actores tienen un impacto y una incidencia fundamentales sobre la promoción de los
derechos humanos, por ejemplo teniendo la capacidad de fomentar un enfoque
preventivo, de sensibilización y educación a los derechos humanos que permita la
creación de una cultura de paz capaz de prevenir las violaciones. Es claro que dicho
enfoque se repercute también sobre la protección en sí misma, a través de la denuncia de
las violaciones.

Solamente a través de un empeño común y de un verdadero compromiso a la acción


podremos llegar a la construcción de una cultura de paz y de respeto de todos los
derechos humanos y de las libertades fundamentales.
La protección y promoción de los derechos fundamentales es la base de la libertad, la
justicia y la paz y todos tenemos la responsabilidad de aportar algo en la construcción de
una cultura de paz.
Por hacer esto, es necesario el esfuerzo compartido de todos, todos podemos ser
promotores y defensores de derechos humanos.
¿Quiénes trabajan para los derechos humanos?

 Las Naciones Unidas, organización compuesta por todos los países del mundo
 La Organización de Estados Americanos (OEA), organización compuesta por todos
los países de las Ameritas, con la excepción de Cuba.
 Las Organizaciones No-Gubernamentales (ONGs) nacionales e internacionales de
derechos humanos, grupos que trabajan por diferentes causas sin afiliación a ningún
gobierno, realizando trabajo comunitario y promoviendo los derechos humanos.
 El Defensor del Pueblo (Ombudsman), que trabaja en defensa de los derechos de
los ciudadanos, los cuales pueden acudir reclamar violaciones ante de ello en caso
de violaciones por parte de poderes publicos
 Los activistas de derechos humanos, individuos que promueven y defenden los
derechos proprios y ajenos.

¿Quiénes son los defensores de derechos humanos?

Los defensores y las defensoras de derechos humanos son personas que,


individualmente o junto con otros, actúan pacíficamente para la promoción y
protección de la universalidad y indivisibilidad de todos los derechos humanos.
Se comprometen en la defensa de cualesquiera problema de derechos humanos: desde
las ejecuciones sumarias hasta la tortura, la detención y prisión arbitrarias, la mutilación
genital femenina, la discriminación, las cuestiones laborales, las expulsiones forzadas, el
acceso a la atención sanitaria y el medio ambiente.
Actúan a favor de los derechos humanos tan diversos como el derecho a la vida, la
alimentación y el agua, el nivel más alto de salud, una vivienda adecuada, un nombre y
una nacionalidad, la educación, la libertad de circulación, la no discriminación.
También defienden los derechos de categorías de personas, como los derechos de las
mujeres, de los niños, niñas y adolescentes, de las personas homosexuales, indígenas,
los refugiados, los desplazados internos, las minorías étnicas, religiosas y lingüísticas.

Los defensores de derechos humanos en la mayoría de los casos desarrollan sus


actividades a nivel local y nacional, pero también pueden desarrollar su labor en el plano
internacional o regional.
Supervisan e informan sobre la política y la práctica gubernamental para defender los
principios del estado de derecho, la no discriminación y las normas de derechos humanos
recogidas en las legislaciones nacionales e internacionales y denuncian los casos de
violaciones de estos derechos.

Gracias a la labor que realizan se evita que permanezcan ocultos muchos abusos a los
derechos humanos, desafiando gobiernos, élites políticas, militares y económicas. Los
defensores y defensoras de los derechos humanos corren, en algunos casos, el riesgo de
ser objeto de homicidios, detención arbitraria, denuncias falsas, amenazas... Muchos se
han visto obligados a huir de sus hogares y, a veces, de su país.

En el Informe sobre la situación de las defensoras y los defensores de derechos


humanos en las Américas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del
2006, la Comisión:
“expresa su reconocimiento por el admirable trabajo de miles de defensoras y defensores
de derechos humanos para dar efectividad a los derechos humanos de los habitantes de
la región americana. La Comisión estimula y apoya a las defensoras y defensores de
derechos humanos y reconoce que éstos son el enlace entre la sociedad civil en el
plano interno y el sistema de protección de los derechos humanos en el plano
internacional. Su papel en la sociedad es fundamental para la garantía y salvaguarda de
la democracia y del Estado de derecho”.
Se subrayan tres dimensiones que caracterizan la promoción y protección de los derechos
humanos y que deben ser protegidas por los Estados:

• Una dimensión individual, que se desarrolla a través del ejercicio de los derechos
individuales universalmente reconocidos, de los cuales son titulares cada una de
las personas que se dedican a la defensa de los derechos humanos. Los Estados
deben garantizar que las defensoras y defensores, como todas las personas
sujetas a su jurisdicción, no sufrirán violaciones a sus derechos ni a sus libertades
• Una dimensión colectiva, en cuanto la defensa de los derechos humanos es de
interés público y en ella participan comúnmente distintas personas asociadas
entre si. En virtud de ella, los Estados tienen la obligación de garantizar la vocación
colectiva de tales derechos.
• Una dimensión social que se refiere a la intención que tiene la promoción y
protección de los derechos humanos de buscar cambios positivos en la
aplicación concreta de los derechos para la sociedad en general. El fin que motiva
la labor de las defensoras y defensores incumbe a la sociedad en general y busca
el beneficio de ésta, por ello, cuando se impide a una persona la defensa de los
derechos humanos, se afecta directamente al resto de la sociedad.

La garantía de los derechos humanos es una materia de preocupación universal y, por


ello, el derecho a defender tales derechos no puede estar sujeto a restricciones
geográficas. Los estados deben garantizar que las personas bajo sus jurisdicciones
podrán ejercer este derecho a nivel nacional e internacional, pero la responsabilidad no
cae solamente sobre los estados, sino sobre la sociedad entera en sus múltiples
manifestaciones (organizaciones, asociaciones, empresas, comunidades, familia, etc.) y
cada individuo.

Es necesario subrayar un dato importante que se resalta en el informe, o sea la grave


situación de inseguridad y peligro que caracteriza la labor de los defensores de derechos
humanos:

“Los asesinatos, desapariciones forzadas, agresiones, amenazas, identificación de éstos


como enemigos legítimos, las campañas de desprestigio, las acciones legales orientadas
a intimidarlos, la violación de domicilio y las actividades ilegales de inteligencia dirigidas
contra defensoras y defensores son mecanismos utilizados para impedir o dificultar su
labor, y constituyen una realidad cotidiana en el quehacer de estos actores. La Comisión
recuerda que cuando se ataca a un defensor o defensora, quedan desprotegidas
todas aquellas personas para quienes el defensor o defensora trabaja”.
Además la Comisión identifica otras formas indirectas que obstaculizan el trabajo de los
defensores de derechos humanos, como por ejemplo la falta de acceso a la información
por parte del estado, las restricciones a las posibilidades de financiamiento de las
organizaciones no gubernamentales, o las restricciones o los tiempos infinitamente largos
para el reconocimiento legal de dichas organizaciones.

LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO

A consecuencia de las dictaduras sangrientas


que marcaron los países de Latinoamérica en los decenios pasados, numerosas
organizaciones de activistas y defensores de derechos humanos surgieron en el
continente, denunciando las violaciones ocurridas durante las dictaduras. Una de las
más famosas es el grupo de las Madres de Plaza de Mayo,asociación formada durante
la última dictadura en Argentina con el fin de recuperar con vida a los detenidos
desaparecidos (sus hijos), inicialmente, y luego establecer quiénes fueron los
responsables de los actos de lesa humanidad y promover su enjuiciamiento.

La Asociación nació como una iniciativa de madres de detenidos y desaparecidos el 30


de abril de 1977 en Buenos Aires. Su objetivo inicial era poder tener una audiencia con
el Presidente argentino Jorge Rafael Videla. Para ello se reunieron en la Plaza de Mayo
y efectuaron una manifestación pública pacífica pidiendo saber el paradero de sus hijos.
La idea surgió mientras el grupo inicial de madres estaba esperando que las atendiera el
secretario del Vicario Castrense. Una de ellas propuso entonces: "Individualmente no
vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando
vea que somos muchas, Videla tendrá que recibirnos."
Ese mismo día, 14 madres iniciaron una jornada a la cual, con el paso del tiempo, se
acercarían otras madres afectadas. Desde entonces, todos los jueves repetirían la
manifestación.
La manifestación de las Madres fue una de las primeras manifestaciones públicas contra
la dictadura: unidas por la desgracia, las Madres se convirtieron en un grupo de
activistas en defensa de los derechos humanos, representando a todas las madres
de todas las víctimas de la represión en Argentina. Se distinguen usando pañuelos
blancos sobre sus cabezas, los mismos que anteriormente habían servido como pañales
de sus hijos desaparecidos.
El reconocimiento del papel efectivo que desempeñan los defensores de derechos
humanos y las violaciones de que son objeto muchos de ellos, convencieron a las
Naciones Unidas de que era necesario tomar medidas especiales para proteger a ellos y
a sus actividades.
El primer paso fue la definición oficial de “defensa” de los derechos humanos y el
reconocimiento de las personas que trabajan en favor de esos derechos como
“defensores de derechos humanos”.

El segundo paso fue la aprobación en 1998 por parte de la Asamblea General de la ONU
de la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las
Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades
Fundamentales Universalmente Reconocidos, también conocida como la Declaración
sobre los Defensores de los Derechos Humanos.
Se necesitaron negociaciones durante casi 15 años desde la primera elaboración del
texto de la Declaración en 1984 y los esfuerzos colectivos de numerosas ONGs para
llegar a su aprobación en 1998.
Su importancia fundamental esta en el dirigirse no solamente a los Estados y a los
defensores de derechos humanos, sino a todos.
Indica claramente que todos tenemos una función que desempeñar como defensores
de derechos y destaca la existencia de un movimiento mundial en el que todos
estamos inmersos.
La Declaración no establece nuevos derechos, sino que articula los ya existentes
poniendo en evidencia la necesidad de proporcionar apoyo y protección a los defensores
de derechos humanos en el desarrollo de sus actividades.
También se enuncian los deberes concretos del Estado, como promover, proteger y hacer
efectivos todos los derechos humanos, adoptar todas las medidas legislativas y
administrativas necesaria para la aplicación efectiva de los derechos y las libertades y
también las medidas necesarias para garantizar la protección de toda persona frente a
violencia, amenaza, represalia, discriminación, presión o cualquier otra accion arbitraria
resultante del ejercicio legitimo de los derechos, o la necesidad de crear instituciones
nacionales independientes encargadas de promover y proteger los derechos humanos.

La Declaración también destaca que toda persona tiene deberes respecto y dentro de la
comunidad y alienta a todos a ser defensores de derechos humanos en el fomentar los
derechos, salvaguardar la democracia y sus instituciones y no violar los derechos
humanos ajenos.

El tercer paso hacia el reconocimiento del papel efectivo que desempeñan los defensores
de derechos humanos fue la exigencia expresada por parte de la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU de nombrar un Representante Especial para los defensores de
derechos humanos, que fue nombrado por el Secretario General en 2000 con el encargo
de propiciar la aplicación de la Declaración y reunir informaciones acerca de la situación
de los defensores de derechos humanos en todo el mundo.
El Representante Especial del Secretario General para los defensores de los
derechos humanos

El Representante Especial desarrolla su actividad en total independencia de cualquier


Estado, no es un funcionario de las Naciones Unidas y lleva a cabo las siguientes
funciones:

 Recolectar, recibir y examinar informaciones sobre la situación y los derechos de


toda persona que, actuando individualmente o colectivamente, promueva o proteja
los derechos humanos y las libertades fundamentales.
 Establecer una cooperación y sostener el dialogo con los Gobiernos y otras
instituciones interesadas en la promoción y aplicación de los derechos humanos
 Recomendar estrategias eficaces para proteger a los defensores de derechos
humanos y seguir el cumplimiento de esas recomendaciones.

El Representante Especial mantiene relaciones con los defensores de derechos humanos


recibiendo las informaciones y las denuncias que estos le proporcionan.
También mantiene contactos con los Estados a los cuales el Representante Especial les
plantea cuestiones concretas, motivo de preocupación. De consecuencia les pide apoyo
por ejemplo respecto a un caso determinado o para efectuar una visita.
El Representante examina junto con los estados interesados casos individuales de
violaciones de derechos humanos cometidos contra los y las defensores. Las
informaciones llegan desde el estado mismo, ONGs, agencias y organismos de las
Naciones Unidas y defensores individuales.
Si el representante establece la validez de la violación ocurrida invita y pide al gobierno
específico que adopte todas las medidas para investigar y afrontar los presuntos hechos.
El representante trabaja en conjunto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, que le refiere casos específicos de violaciones de derechos

humanos ocurridos en contra de defensores. ( )


A nivel regional la Asamblea General de la OEA ha considerado en sus sesiones un punto
específico sobre la situación de las defensoras y defensores de derechos humanos, por
ejemplo, en una Resolución del 2003, reconoció la importante tarea que desarrollan en el
plano nacional y regional las defensoras y defensores de derechos humanos y su valiosa
contribución para la protección y promoción de los derechos y libertades fundamentales
en el Hemisferio. De igual forma, en una resolución en 2004 la Asamblea destacó que “la
participación de los defensores de derechos humanos en el desarrollo de sus tareas
contribuye decididamente al fortalecimiento de las instituciones democráticas y al
perfeccionamiento de los sistemas nacionales de derechos humanos”.

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