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iluminan con la luz brillante de los derechos humanos los más oscuros rincones de la
tiranía y el abuso. Su labor está dirigida a salvaguardar el imperio del derecho, reducir la
violencia, la pobreza y la discriminación y edificar las estructuras de sociedades más
libres, equitativas y democráticas. Hacia ellos vuelven el rostro muchas víctimas de las
violaciones de los derechos humanos en los momentos en que más lo necesitan.
PALABRAS CLAVE
Ponemos otro ejemplo: en muchos países las niñas vienen discriminadas en cuanto al
acceso a la educación. Las estadísticas muestran que a menudo, en una familia donde
hay muchos hijos e hijas y recursos limitados, de preferencia son los varones que van a la
escuela. ¿Por qué las niñas de aquel determinado país no pueden ir a la escuela y ven
violado su derecho a la educación? Esto ocurre ¿por qué la ley lo prohíbe, por qué tienen
que trabajar, por qué el padre no se lo permite o por qué el trayecto para llegar a la
escuela está demasiado peligroso?
Las Naciones Unidas, organización compuesta por todos los países del mundo
La Organización de Estados Americanos (OEA), organización compuesta por todos
los países de las Ameritas, con la excepción de Cuba.
Las Organizaciones No-Gubernamentales (ONGs) nacionales e internacionales de
derechos humanos, grupos que trabajan por diferentes causas sin afiliación a ningún
gobierno, realizando trabajo comunitario y promoviendo los derechos humanos.
El Defensor del Pueblo (Ombudsman), que trabaja en defensa de los derechos de
los ciudadanos, los cuales pueden acudir reclamar violaciones ante de ello en caso
de violaciones por parte de poderes publicos
Los activistas de derechos humanos, individuos que promueven y defenden los
derechos proprios y ajenos.
Gracias a la labor que realizan se evita que permanezcan ocultos muchos abusos a los
derechos humanos, desafiando gobiernos, élites políticas, militares y económicas. Los
defensores y defensoras de los derechos humanos corren, en algunos casos, el riesgo de
ser objeto de homicidios, detención arbitraria, denuncias falsas, amenazas... Muchos se
han visto obligados a huir de sus hogares y, a veces, de su país.
• Una dimensión individual, que se desarrolla a través del ejercicio de los derechos
individuales universalmente reconocidos, de los cuales son titulares cada una de
las personas que se dedican a la defensa de los derechos humanos. Los Estados
deben garantizar que las defensoras y defensores, como todas las personas
sujetas a su jurisdicción, no sufrirán violaciones a sus derechos ni a sus libertades
• Una dimensión colectiva, en cuanto la defensa de los derechos humanos es de
interés público y en ella participan comúnmente distintas personas asociadas
entre si. En virtud de ella, los Estados tienen la obligación de garantizar la vocación
colectiva de tales derechos.
• Una dimensión social que se refiere a la intención que tiene la promoción y
protección de los derechos humanos de buscar cambios positivos en la
aplicación concreta de los derechos para la sociedad en general. El fin que motiva
la labor de las defensoras y defensores incumbe a la sociedad en general y busca
el beneficio de ésta, por ello, cuando se impide a una persona la defensa de los
derechos humanos, se afecta directamente al resto de la sociedad.
El segundo paso fue la aprobación en 1998 por parte de la Asamblea General de la ONU
de la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las
Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades
Fundamentales Universalmente Reconocidos, también conocida como la Declaración
sobre los Defensores de los Derechos Humanos.
Se necesitaron negociaciones durante casi 15 años desde la primera elaboración del
texto de la Declaración en 1984 y los esfuerzos colectivos de numerosas ONGs para
llegar a su aprobación en 1998.
Su importancia fundamental esta en el dirigirse no solamente a los Estados y a los
defensores de derechos humanos, sino a todos.
Indica claramente que todos tenemos una función que desempeñar como defensores
de derechos y destaca la existencia de un movimiento mundial en el que todos
estamos inmersos.
La Declaración no establece nuevos derechos, sino que articula los ya existentes
poniendo en evidencia la necesidad de proporcionar apoyo y protección a los defensores
de derechos humanos en el desarrollo de sus actividades.
También se enuncian los deberes concretos del Estado, como promover, proteger y hacer
efectivos todos los derechos humanos, adoptar todas las medidas legislativas y
administrativas necesaria para la aplicación efectiva de los derechos y las libertades y
también las medidas necesarias para garantizar la protección de toda persona frente a
violencia, amenaza, represalia, discriminación, presión o cualquier otra accion arbitraria
resultante del ejercicio legitimo de los derechos, o la necesidad de crear instituciones
nacionales independientes encargadas de promover y proteger los derechos humanos.
La Declaración también destaca que toda persona tiene deberes respecto y dentro de la
comunidad y alienta a todos a ser defensores de derechos humanos en el fomentar los
derechos, salvaguardar la democracia y sus instituciones y no violar los derechos
humanos ajenos.
El tercer paso hacia el reconocimiento del papel efectivo que desempeñan los defensores
de derechos humanos fue la exigencia expresada por parte de la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU de nombrar un Representante Especial para los defensores de
derechos humanos, que fue nombrado por el Secretario General en 2000 con el encargo
de propiciar la aplicación de la Declaración y reunir informaciones acerca de la situación
de los defensores de derechos humanos en todo el mundo.
El Representante Especial del Secretario General para los defensores de los
derechos humanos