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Escuela de pedagogía.
Educación diferencial.
• Convivencia: (del latín conviventia) Acción de vivir conjuntamente con una o varias
personas.
• Epigénesis: Doctrina según la cual los rasgos que caracterizan a un ser vivo se
configuran en el curso del desarrollo, sin estar preformados en el huevo fecundado.
• Política: Traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar
un fin determinado.
• Sometimiento: Acción de subordinar el juicio, decisión o afecto propios a los de otra
persona.
Biografía:
Lo que el texto nos plantea como idea central es que tanto el ser humano como el
chimpancé pertenecieron a un mismo linaje, el que en un momento determinado de la
historia se divide para dar origen a seres políticos (chimpancés) y seres emocionales (el
humano).
Los seres políticos centran su vida en la competencia entre individuos de la misma
especie y en la manipulación de las relaciones que establecen, mientras que los seres
emocionales se caracterizan por ser cooperadores los unos con los otros y vivir bajo una
ética basada en el amor a todos quienes los rodean.
Durante siglos, la historia, la ciencia y diversas teorías nos han señalado que la
diferencia entre seres humanos y animales es el uso de la razón, por lo que la
concepción de ser humano bajo el manto tradicional de definiciones es la de un animal
racional. Al analizar diversos hechos de la historia y de nuestra propia vida cotidiana nos
hemos dado cuanta que mas que ocupar la razón como lema diario de vida, lo que mas
nos impulsa a actuar de una forma determinada es el amor, lo que nos hace seres
humanos es precisamente vivir, sentir, y experimentar a través del amor. No somos más
humanos por el simple hecho de racionalizar más, sino por dejarnos conducir bajo la
concepción de la biología del amor. Y, ¿Qué es eso de la biología del amor? La respuesta
a esta interrogante esta en nosotros mismos, en nuestro diario vivir, en la manera de
pensar y de actuar.
Nuestro propio cuerpo es una creación donde los órganos, las moléculas y las
células interactúan de una forma biológicamente amorosa; un órgano depende del
funcionamiento de otro, las células permanecen siempre unidas , es decir, cada parte de
nosotros mismos forman un todo, un ser que esta constituido biológicamente para amar.
Basta con asimilar el significado que el texto le da a nuestras propias manos:”Órganos de
caricias”, el solo hecho de pensar que en un momento nuestras manos fueron flectadas
hacia adentro, y que en un determinado instante tuvimos la necesidad imperante de
acariciar a alguien, lo que nos llevo a extender la mano, soltar los huesos y adaptarla
según la forma de lo acariciado, comprueba una vez mas que la racionalidad pasa a un
segundo plano, y que lo verdaderamente importante es el amor.
Exposición de argumentos:
Debido a que nos relacionamos en base a la biología del amor, es que nos
enfermamos a cualquier edad cuando se interfiere con nuestro vivir en el amor; es en
estos momentos cuando se generan guerras, odios, individualismos. Es cuando se
interfiere nuestro vivir en el amor, que no vemos más allá de nuestras narices y nos
ahogamos en un vaso de agua. Es cuando se nos ve impedida la realización en el amor,
que no nos reconocemos a nosotros mismos y que priman en nosotros las relaciones
políticas y basadas en el sometimiento del otro, olvidándonos del respeto por el legítimo
otro en coexistencia con uno mismo... Es por todo esto, que podemos corroborar la
existencia del amor como primera medicina.
La biología del amor es un paradigma que sin darnos cuenta regirá por siempre, es
más que un pensamiento o palabras bonitas, sencillamente es la escencia de nuestras
propias vidas. Somos seres catalogados como animales racionales, pero mas que
racionalidad lo que nos rige día a día son las emociones, como indica el texto, somos
seres cooperadores entre si en los cuales la biología racional no existe. Si nos detenemos
a pensar solo un momento podremos ver según nuestras propias vidas que todo lo
anterior es cierto, cuando somos capaces de sacrificarnos por la felicidad de los demás
¿somos seres racionales o amorosos? o el hecho de creer en que las personas son
esencialmente bondadosas nos transforma en seres que viven inmersos en la biología del
amor.
Bibliografía: