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Cualquier contacto con el pueblo mexicano - ¡Aunque no lo crean!- muestra que bajo
las formas occidentales laten las antiguas creencias y costumbres. Eso es el
testimonio de la vitalidad de las culturas precortesianas. No es posible referirse a esas
sociedades como tribus bárbaras. Los españoles al llegar, a lo que hoy es México,
encontraron civilizaciones complejas y refinadas.
Mesoamérica, el núcleo de la Nueva España comprendía el centro y el sur de
México y una parte de lo que es Centroamérica. Al norte vagaban los nómadas y los
chichimecas y sin distinción de naciones, llamaban a los bárbaros, a los de la mesa
central. Los aztecas son los últimos en establecerse en el Valle de México. -¡Y aún
así!- los aztecas hacen posible la empresa extraordinaria de fundar un imperio
universal erigido sobre los restos de la antigua sociedad. Los españoles no hicieron
mas que sustituirlos.
Se puede comparar la imagen que nos ofrece Mesoamérica al comenzar el siglo
XVI, con la del mundo helenístico en el momento en que Roma iniciaba su carrera de
potencia universal. La persistencia en Grecia, subraya que Séleucidas, tolomeos,
macedonios entre otros efímeros estados, se definen por las rencillas que fácilmente
los dividen, igualmente que las sociedades Mesoamericanas, en unas y otras diversas
tradiciones y herencias culturales se mezclan y se funden principalmente las del centro
de México.
Mesoamérica estaba constituida por una pluralidad de ciudades y culturas
autónomas, con tradiciones propias y por formas religiosas y políticas uniformes
determinadas por la agricultura; del maíz, el calendario ritual, los juegos de pelota y
sacrificios humanos; fruto de diversas creaciones del sur, recogidas, desarrolladas y
sistematizadas por grupos nómadas. Las culturas débiles o decadentes estaban por
ser absorbidas por el imperio azteca. Aquellas sociedades estaban impregnadas de
religión. -¡Uorales! ¿O no?- Cada ciudad precorteciana adoraba a dioses semejantes
como lo eran Tlalóc, Huitzilopochtli u otros. La unificación religiosa afectaba la
conciencia dejando las creencias primitivas, esto preparaba la “dominación española”.
Nada mas checa- la religión azteca era una religión solar, los dioses, no son
representaciones de la naturaleza. Son los deseos de la sociedad, que se autodivinan
en ellos. Quetzalcóatl es un rey respetuoso de los ritos. Como los aztecas,
Quetzalcoatl-Nanauatzin es el dios sacerdote que ve en el sacrificio voluntario el amor
por la vida. Esta tendencia impregna las clases y castas, se manifiesta con toda su
desnudez. El pueblo azteca pierde la conciencia de su destino. Cuauhtémoc lucha a
sabiendas de la derrota. Él, Cuauhtémoc y su pueblo mueren solos. La caída de la
sociedad azteca precipita la del resto del mundo indígena. -¡Ah verdad!- Toda las
naciones son presa del mismo horror. España es, en ese entonces, la defensora de la
fe y sus soldados los guerreros de Cristo. España es una nación medieval pero el
descubrimiento y la conquista de América es una empresa renacentista. Por otra parte
los conquistadores son repeticiones del guerrero medieval, pero el internarse en lo
desconocido les dio un rasgo renacentista. El caballero medieval vive en un mundo
cerrado y su gran empresa son las cruzadas, acontecimiento histórico. De signo
distinto a la conquista de América.
¡RECUERDA QUE! La forma en que relata los hechos Octavio Paz, te da otra visión
de los que fue la conquista. El capítulo habló acerca de lo que llevó a la ruina a los
aztecas, que no fue ni el intelecto de Cortés, ni el adelanto tecnológico, ni la traición de
los tlaxcaltecas. La verdadera cusa, según Octavio Paz, fue el abandono de sus
deidades, sentirse solos, cuando se encontraban en su máximo esplendor.
Bibliografía