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Un cáncer es un grupo de células que han perdido sus mecanismos

normales de control, produciéndose un crecimiento descontrolado. Las células


cancerosas (malignas) pueden desarrollarse a partir de un tejido de cualquier
órgano. A medida que las células cancerosas crecen y se multiplican, forman
una masa de tejido canceroso, llamado tumor que invade y obstruye los tejidos
normales que lo rodean.
El término tumor se refiere a un crecimiento anormal o a una masa; los
tumores pueden ser cancerosos o no (malignos o benignos). Las células
cancerosas del tumor pueden extenderse por todo el cuerpo, produciendo así
cáncer en otros órganos, es por ello que se debe de dar seguimiento desde los
primeros síntomas.

Existen muchos factores de riesgo que pueden hacernos padecer cáncer:


+ Historia familiar y factores genéticos: algunas familias tienen un riesgo
mucho más alto de desarrollar ciertos tipos de cánceres que otras.

+ Edad: algunos tipos de cáncer afectan única y exclusivamente a niños,


mientras que otros y mayormente afectan a los adultos.
El riesgo de sufrir cáncer se duplica cada cinco años después de los 25 años
de edad. El aumento del porcentaje de cáncer se debe probablemente a la
combinación de una exposición aumentada y prologada a sustancias que
pueden producirlo y aun sistema inmunológico deficiente.

+ Factores ambientales: numerosos factores ambientales aumentan el riesgo


de desarrollar cáncer. Los gases producidos por las industrias o el humo del
cigarro, puede aumentar el riesgo. La exposición al asbesto puede causar
cáncer de pulmón especialmente en fumadores. El tiempo transcurrido entre el
contacto o la exposición a las sustancias químicas y el desarrollo del cáncer
puede ser de muchos años.
Fumar tabaco aumenta notablemente el riesgo de desarrollar cáncer de
pulmón, de boca, laringe, riñón y de vejiga.
La exposición a radiación es un factor de riesgo en el desarrollo de
cáncer. La exposición prologada a la radiación ultravioleta, sobre todo la del
sol, causa cáncer de piel.

+ Geografía: el riesgo de sufrir cáncer varia de acuerdo con el lugar donde se


vive, en México los índices de cáncer de mama y próstata son elevados,
mientras que en Japón el riesgo es mínimo.

+ Dieta: las sustancias consumidas en la dieta pueden aumentar el riesgo de


que se desarrolle cáncer. Por ejemplo se ha relacionado la dieta con un
elevado contenido en grasas con un mayor riesgo de sufrir cáncer de colon,
mama y posiblemente de próstata. Los alcohólicos tienen un riesgo muy alto
de padecer cáncer de hígado, páncreas y esófago. Una dieta con alto
contenido en alimentos ahumados incrementa la posibilidad a desarrollar
cáncer de estómago.

+ Infecciones Virales: se conocen varios virus que pueden provocar cáncer en


los seres humanos. Por ejemplo el virus del papiloma humano (que causa
verrugas genitales) origina cáncer del cuello uterino en las mujeres. El virus de
la hepatitis B puede causar cáncer de hígado.

+ Enfermedades Inflamatorias: con frecuencia constituyen un riesgo


aumentado de que se desarrolle cáncer. Entre estas enfermedades se incluye
la colitis ulcerosa que puede provocar cáncer de colon.

Nuestro sistema inmunológico detecta cuando una célula se ha vuelto


cancerosa y es capaz de destruirla antes de que se reproduzca o disemine,
mas sin embargo en ocasiones este sistema de defensa se encuentra
debilitado por algunas enfermedades o la edad y no puede atacar la
reproducción de dichas células.

Los cánceres más frecuentes varían según el sexo de las personas, por
ejemplo en mujeres lo son el cáncer de mama, pulmón, colon, recto, útero y en
hombres: próstata, pulmón, colon y recto y vejiga.

El cáncer tiene mas probabilidad de ser curado si se trata a tiempo, por


lo que es de vital importancia descubrirlo en sus primeras etapas. Algunos
síntomas pueden señalar el cáncer de forma temprana y deben, por lo tanto,
hacer que la persona solicite atención médica. Afortunadamente, la mayoría de
de estos síntomas suelen ser causados por trastornos menos graves. Sin
embargo, no debe ignorarse la aparición de cualquiera de las señales de
alarma de cáncer.
Algunas señales de alarma son generales, es de decir de cambios
imprecisos que no ayudan a determinar un cáncer en particular. Aun así, su
presencia puede llevar a los médicos a realizar las exploraciones físicas y las
pruebas de laboratorio necesarias para descartar o confirmar un diagnostico.
Otros síntomas son mucho más específicos y guían a los médicos hacia un
tipo de cáncer o una localización en particular.
Algunas señales de alarma son: perdida de peso, fatiga, sudores
nocturnos, perdida de apetito, dolor persistente, nauseas y vómitos
recurrentes, sangre en la orina, sangre en heces, depresión repentina, diarrea
o estreñimiento frecuentes, fiebre recurrente, tos crónica, cambios en el color o
tamaño de un lunar o en una ulcera en la piel que no sana, inflamación de los
ganglios, presión arterial muy alta.

Según la American Cancer Society, el riesgo de desarrollar ciertos tipos


de cánceres puede reducirse mediante cambios en el estilo de vida como:
evitar el hábito de fumar o exponerse al humo del tabaco, evitar exposición
prologada a la luz solar sin protección adecuada, limitar el consumo de
alimentos grasos, carnes o productos lácteos con alto contenido en grasas,
aumentar el consumo de frutas y verduras, practicar algún deporte, así como
tenerse en un peso saludable.
En los próximos artículos se tratará los cánceres mas frecuentes…

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