£34 Biol Coe Ariel Historia 04. Marc 3 Sere Hera Conenporinea Stor fer i Historia Jono Cases i contempordnea y cine to GauReby Traduecién y adaptacién de la nueva version francesa pot near ornet 4 neo 8 in Pog de 2 townie 5 neces es 3 303136 Ny i) 4 & Editorial Arid, SA. Barctlona‘Tio origin: (China et htlre {empresa 2000 ©1977: fons DexeeVGonbier {10 199; Elon Gallimard Four pce lion lode Derechos exchivr de én en asttine feserades pra eos mene ‘Ypropedad ea adc (61995 y 200- dal Ale S.A ISBNs 84344-65779 Depo legt 8.27312 -2000 Imps en Eat EAR pc rae sean oi ‘pin mie fi gscCartruo 2 EL FILM, {UN CONTRAANALISIS DEA SOCTEDAD?* Los historiadores y el cine Para los historiadores, geonstituye el cine un documen- to indi]? Aunque pronto centenario, el cine sigue estando despreciado y no se e considera una fuente de informacion vélida. No entra para nada en el universo mental del histo- Hlador 'En realidad, el cine no habfa nacido cuando la historia pperfl6 sus costumbres y perfeccion6 sus métodos, es decir, ‘comenz6 a explicar en vez de simplemente narrar. El len- {guaje cinematogréfico se muestra ininteligible: al igual que el de los sueios, su interpretacién es imprecisa. Pero esta explicacién no tendria que convencer a quien conozca el te- '6n infatigable de los historiadores cuando se ponen a des- ccubrir territorios nuevos, su habilidad para hacer hablar a troncos de arboles 0 esqueletos carcomidos y su facilidad para considerar fundamental lo que hasta entonces consi- Aeraban s6lo interesante En lo que atafe al cine (y a otras fuentes no escritas), ereemos que no se trata de incapacidad o retraso sino de cceguera, in rechazo inconsciente que deriva de causas més complejas. Esnudiar qué «monumentos del pasado» trans: forma el historiador en documentes, y después, en Ia actua- lidad, qué dacumentas transforma la Historia en monumen-