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Necesidades de agua de los cultivos

El conocimiento de la demanda hídrica de los cultivos de un área y su relación con la


probabilidad de oferta pluviométrica natural, es necesario para establecer las necesidades de
riego suplementario.

A los fines del cálculo son necesarios:

• Consumo del cultivo durante todo el ciclo


• Consumo diario durante los períodos críticos
• Cuantificación del déficit (1) y (2)
• Probabilidad de ocurrencia de los déficit (1) y (2)
• Estimación de pérdidas

Estas determinaciones tienen poca variación a nivel de región. Puede decirse, en términos
generales, que las diferencias son apenas apreciables en radios de 100 km y a veces aún más
respecto de un sitio experimental donde son realizadas. La determinación de estas variables
demanda años de estudio y requiere de recursos, estructura e instrumental específicos. Están
disponibles en Estaciones Experimentales, Universidades, etc. y no son realizados,
habitualmente, a nivel de predio.
Las determinaciones (3) y (4) se realizan sobre la base de información meteorológica
pre existente en el área de interés.
En la zona maicera núcleo argentina, en uno de cada dos años, el déficit hídrico es, para el
cultivo de maíz, superior a 50 mm, alcanzando, en años secos valores superiores a los 200
mm. A los fines prácticos puede considerarse valida, una necesidad de aporte medio de agua a
ser aplicada mediante riego, de 100, 150 y 100 mm para los cultivos de trigo, maíz y soja
respectivamente.

El riego y el suelo Cada suelo tiene distinta capacidad para almacenar agua útil. El agua
útil (AU) es aquella que está disponible para las plantas. Se halla entre un límite
máximo que es la mayor cantidad de agua que puede ser retenida por el suelo y un
límite mínimo, por debajo del cual el cultivo no puede consumir agua.
La máxima cantidad de agua que un suelo es capaz de retener se llama capacidad de
campo, o convencionalmente, drainage uper limit (DUL).
A medida que ese suelo pierde agua, alcanza un punto característico de cada suelo, por
debajo del cual la planta no es capaz de tomar agua y que se llama punto de marchitez
permanente o lower limit (LOL).
Agua útil, en consecuencia, es la contenida entre los niveles DUL y LOL. La planta
estará, sin embargo, libre de estrés hídrico cuando el nivel de agua disponible se
encuentre por sobre el 40 - hídrico cuando el nivel de agua disponible se encuentre por
sobre el 40 - 60 % del agua útil.
Un ejemplo (Horizonte A, suelo Argiudol, serie Pergamino)
DUL = 36.28 %
LOL = 14.99 %
AU = DUL - LOL = 36.28 % - 14.99 % = 21.29 %
40 % AU = 0.4 x (21.29 %) + 14.99 (%) = 23.51 %

En este caso, el contenido de agua del suelo deberá ser superior al 23.51 %, a los fines de
evitar estrés al cultivo.
Los parámetros que a continuación se detallan:

• Capacidad de almacenaje de agua


• Capacidad de campo (CC) o drainage uper limit (DUL)
• Punto de marchitez permanente (PMP) o lower limit (LOL)
• Valor RAS (relación de adsorción sodio : calcio - magnesio)

Son determinaciones que se realizan mediante muestreo de campo y análisis de laboratorio.

• Capacidad de infiltración para distintos estados de carga hídrica del perfil y magnitud
de escurrimiento, se determinan mediante ensayos a campo en lotes representativos
de cada situación.

Información sobre todos estos parámetros está, al menos parcialmente, disponible para
grandes áreas. Determinaciones a nivel de predio brindarán información de mayor precisión,
mas ajustada a la situación particular.

Caudal y energía disponibles Definida la viabilidad de la práctica de riego y la


magnitud del aporte hídrico necesario, en el área bajo estudio, pueden calcularse el
caudal y la potencia del motor necesario para su bombeo.

1- Caudal => Q (m3/h)

Q = sup (ha) x lamina (mm/día) x 10 m3/ha mm


tiempo de riego (h/día)

Ejemplo 1

Q = 30 ha x 7 mm/día x 10 m3/ha mm = 90 m3/h


10 h/día

La lámina de riego tiene un límite inferior igual o cercano al consumo diario máximo del cultivo
en el período crítico, p.e. 7 mm/día, y un límite superior condicionado por la velocidad de
infiltración del suelo de referencia.
Esta información, en su conjunto, puede además condicionar el sistema de riego y, en
consecuencia, las pautas de manejo.

2- Potencia del motor => Ne (HP)

Previamente es necesario calcular la altura manométrica total (HMT)

HMT = dif de altura + pérdidas + presión

Ejemplo

nivel dinámico 42 m
rozamiento de subida 3m
desnivel terreno 3m
rozamiento tubos distr 10 m
presión deseada 35 m
HMT 93 m

Las pérdidas se estiman con tablas estandarizadas:

- Nomograma para la determinación de pérdidas de carga


- Pérdidas de carga
- Pérdidas por fricción

Y finalmente, a los efectos de calcular la energía requerida para el bombeo:


Ne = Q x HMT x 1.1
2.7 x 75 (%)

Ejemplo 2

Ne = 90 x 93 x 1.1 = 46 HP
2.7 x 75 (%)

Para las condiciones propuestas, diferencia de nivel calculada, pérdidas estimadas y presión
deseada, el motor requerirá una potencia mínima de aprox. 50 HP.

Sistemas de riego

El riego por surcos Es la alternativa más antigua, aún tiene vigencia y se sigue
perfeccionando. El agua se distribuye en las cabeceras en forma gravitacional a través de
mangas flexibles o caños rígidos. Es una alternativa de relativo bajo costo aunque demanda
mano de obra y la eficiencia es baja. El uso de válvulas de caudal discontinuo mejora la
eficiencia de este sistema de riego.

El riego por aspersión El riego por aspersión comenzó a desarrollarse a principios del siglo
XX y surge con la necesidad de regar nuevas superficies que por características topográficas
no podían ser regadas por surcos o inundación .
Este sistema tiene como ventaja la fácil operación, adaptación a las características del terreno,
alta eficiencia, economía del agua, posibilidad de adaptar la intensidad de la precipitación al
tipo de suelo, entre otras.

Pivote central Es un sistema automatizado integrado por un brazo regador que gira sobre un
punto describiendo un círculo regado.
Este sistema realiza una distribución del agua muy uniforme y eficiente, tiene muy bajo
requerimiento de mano de obra y energía, aunque demanda una inversión inicial alta.

La longitud media de los tramos de tubería es de alrededor de 50 metros para una altura
máxima (tubería de conducción del agua) de 5 a 6 metros, dejando una altura libre de 3 a 4
metros para cultivos como maíz. La conexión entre tramos se realiza por medio de una junta de
tramo articulada y flexible tal que permite sortear desniveles de terreno del orden del 20 %. Una
prolongación final de 25 metros permite aumentar sensiblemente la superficie, incluyendo
alternativamente, un cañón terminal con motor eléctrico de sobrepresión.
A pesar de su apariencia simple, estos sistemas responden a reglas rigurosas de construcción.
El principio mismo del pivote central hace que el conjunto de elementos se desplacen
simultáneamente describiendo un círculo al mismo tiempo. La distancia y la superficie regada
dependen del radio del círculo y los caudales de los aspersores cercanos a la base son
inferiores a los del extremo. La pluviometría a lo largo del equipo es la misma, incrementándose
la intensidad desde el centro hacia la periferia.

El movimiento de traslación se efectúa por medio de motores eléctricos ubicados en cada torre.
Conectados a reductores, requieren una potencia de 0.7 - 1.5 HP para una velocidad de
avance de 2 a 3 m / min.
La tobera determina el caudal pero no interviene en la calidad del riego. Esta depende de la
elección correcta del aspersor. Se debe tener presente el caudal necesario, la presión
disponible y el tamaño de las gotas de la pulverización. Los sprinckler clásicos son aún
utilizados pero los modernos, como el caso del "Rotador", compuesto por una hélice frenada
por un baño de silicona, aseguran una pluviometría homogénea a presiones muy bajas (0,7 a
1,5 bar).

Equipos de avance frontal


Son, en su estructura, muy similares al pivote central pero, a diferencia de el que gira sobre un
punto, estos equipos avanzan frontalmente, distribuyen el agua uniformemente - igual
intensidad - y se alimentan de hidrantes colocados a lo largo de su recorrido (lo mas frecuente
en la región) o de canales en zonas sin pendiente.
Enrollador automático o cañón autopropulsado
Es un cañón alimentado por una manguera flexible que se enrolla y desenrolla montada sobre
un chasis.
Una turbina hidraúlica acciona el sistema y un mecanismo de trasmisión variable hace girar el
carretel y desplaza el aspersor.
Existen modelos que poseen un sistema hidraúlico para bajar las ruedas para el traslado del
equipo y levantarlas para la posición de trabajo, permitiendo de este modo que apoye todo el
chasis, dándole mayor estabilidad durante la operación del riego.

Enrolladores automáticos con barra de baja presión


Estos equipos son una variante del sistema anterior que reemplaza al cañón por un ala
regadora de baja presión, de longitud variable y altura regulable.
La disminución en la presión operativa del equipo representa un aumento en la eficiencia de
aplicación y un ahorro de energía.

Equipo de aspersión de traslado manual También llamados "equipos paperos", esta


compuestos por una tubería principal y alas regadoras con aspersores móviles. El movimiento
de los conductos es manual: una vez regada una superficie se desarma el ala y se transporta a
la franja vecina y así sucesivamente hasta completar el área bajo riego.

Algunas consideraciones adicionales En sistemas de aspersión, cualquiera sea el equipo


utilizado, es importante destacar que existen factores que afectan la distribución del
agua.

Presión Cada aspersor funciona dentro de un rango de presión dentro del cual se
optimizan distribución, eficiencia y desgaste. Dentro de ese rango, a mayor presión
mejor distribución.

Viento Los rangos de velocidad de viento son:

- 0.0 - 1.0 m/s condición sin viento.


- 1.0 - 2.5 m/s condición de viento medio.
- 2.5 - 4.0 m/s condición de viento fuerte.
- > 4.0 m/s condición de viento muy fuerte. La aspersión no es recomendable.

Cuanto mayor es la tasa de aspersión, mayor es la resistencia al viento.


El viento desmejora eficiencia y distribución por lo que es conveniente regar en horas sin viento
o por la noche. De lo contrario menor espaciamiento entre aspersores y mayor diámetro de
boquillas, observando capacidad de infiltración del suelo, moderan esa limitación.
El tipo y características del aspersor, tanto como su espaciamiento y superposición, también
influyen en la calidad de la distribución.

Relación diámetro / caudal

El diámetro de la tubería conductora del agua está en relación directa con el caudal. Por
ejemplo, un diámetro de 110 mm posee un caudal máximo de 100.000 l / h. La velocidad ideal
de circulación está en el orden de 1 a 2 m / segundo y cualquier aumento de dicha velocidad
produce importantes pérdidas de carga. Una velocidad de 2 m / s produce una pérdida de
carga de 0.35 bar / 100 m, y para 5 m / s se eleva a 2 bar / 100 m.
A velocidades elevadas hay vibraciones y riesgo de roturas.

Características comparativas de los sistemas de riego

Aspersión Pivote o
Gravitacional Cañón
Característica traslado avance
por surcos autopropulsado
man. frontal
Costo de equipamiento Bajo Medio Alto Alto
Requerimiento de mano de
Alta Media- Alta Media-Baja Baja
obra
Posibilidad de traslados muy
Si Si Si No
distantes
Consumo en potencia Bajo Bajo Alto Bajo
Eficiencia del riego Baja Media Media Alta

Cuando y cuanto regar

Manejo de los cultivos y del riego

Con la aplicación de riego suplementario surge la necesidad de programar los riegos,


definiendo el momento de riego y la lámina de agua a aplicar, a fin de aumentar la eficiencia del
agua, conservar el recurso suelo, reducir la contaminación de los acuíferos y el costo de
producción. La conducción del cultivo debe también ajustarse en función de las expectativas de
rendimiento.
Es así que deben elegirse las mejores condiciones para el cultivo y aplicar fertilizantes en
cantidades que respondan a los rendimientos esperados para evitar que cualquiera de estos
factores se convierta en una limitante no deseada.
Desde el punto de vista hídrico, un cultivar alcanzara su potencial cuando tenga disponible toda
el agua que necesite y el cultivo se desarrolle en óptimas condiciones de manejo.
A partir de allí se elegirá la estrategia de conducción de riego adecuada a cada situación:

a- Proveer la totalidad del agua faltante, a fin de lograr rendimientos cercanos a los potenciales.
b- Prestar atención a los períodos críticos del cultivo, aquellos con mayor impacto sobre la
producción.
c- Proveer solo una alícuota del agua faltante, independientemente de la magnitud del déficit,
particularmente necesario cuando hay severas limitaciones de calidad de agua.

Las opciones (b) y ( c) permiten utilizar el equipo de riego en una mayor superficie, regando
varios cultivos durante el mismo ciclo agrícola.
Cuando el objetivo es optimizar la producción, se elige proveer la totalidad del agua faltante,
durante todo el período de un cultivo, es decir el suelo dispone de agua útil en forma
permanente.
La respuesta de los cultivos al agregado de insumos no responde a un patrón lineal donde
iguales incrementos de insumo se corresponden con iguales incrementos de rendimiento, sino
a un patrón de respuesta diferente donde los incrementos de rendimiento son progresivamente
menores.

Como consecuencia de este comportamiento, la eficiencia de uso del agua es baja cuando se
elige optimizar la producción.
Es por esa razón, que la estrategia de regar en los momentos críticos del cultivo es la
alternativa mayormente aceptada.
Floración y llenado de grano son estados fisiológicos de la planta donde, la falta de agua
resulta en muy sensibles pérdidas de rendimiento.
En trigo a partir de espiga a 1 cm, en maíz desde 8va hoja y en soja desde formación de grano,
resultan los momentos más adecuados para regar, cuando el objetivo es optimizar el uso y
costo del agua aplicada.

Estudios realizados en la EEA Pergamino mostraron (a) el cultivo de trigo respondió al riego a
partir del 30 % de consumo de agua útil medida a 60 cm de profundidad; (b) el cultivo de maíz
respondió a partir del 30 % de consumo de agua útil medida a 80 cm de profundidad y (c) en
soja la mayor eficiencia fue encontrada con riegos en el período de fructificación, a partir de R4
(escala de Fehr).
Riegos aplicados en momentos críticos del cultivo tienen como inmediata consecuencia mayor
eficiencia en el uso de agua, en términos de grano producido por cantidad de agua, menor
agregado de sales al suelo y mejor uso de los equipos de riego.

En este sentido, la disponibilidad de los equipos es posible incrementarla mediante el uso


compartido, aprovechando las ventajas de una región que hace posible la siembra de varios
cultivos con necesidades críticas de agua no coincidentes o que pueden ser diferidas mediante
prácticas de manejo.

CÁLCULO DE EVAPOTRANSPIRACIÓN DE CULTIVO (ETc)


MEDIANTE EL
USO DE COEFICIENTES (Kc).
Necesidades de Agua de un Cultivo
La necesidad de agua de un cultivo, se refiere a la cantidad de agua requerida para
compensar la
pérdida por la evaporación y transpiración (evapotranspiración). A pesar de que los
valores de la
evapotranspiración y de las necesidades de agua del cultivo son idénticos; sus
definiciones son
diferentes: Mientras que las necesidad de agua de un cultivo se refiere a la cantidad
de agua que
necesita aplicar como riego o bien que se obtiene como lluvia, la
evapotranspiración de un cultivo
se refiere a la cantidad de agua perdida a través de la evaporación y transpiración,
como se
mencionó anteriormente.
Necesidad de riego o precipitación
Entonces, la necesidad de riego representa la diferencia entre la necesidad de agua
del cultivo y la
precipitación efectiva. Adicionalmente el requerimiento de agua de riego debe
incluir agua
adicional para el lavado de sales, y para compensar la falta de uniformidad o
eficiencia en la
aplicación de agua.
Evapotranspiración del Cultivo
Se puede calcular la evapotranspiración de un cultivo a partir de datos climáticos,
integrando
además los factores de resistencia propios de cada cultivo.
La FAO en su estudio de Riego y Drenaje No 56, recomienda el método de
PenmanMonteith
para
la estimación de la evapotranspiración de referencia (ETr), a partir de datos
climatológicos, tal
como se realiza en el SIMARBC, cuyas estaciones agroclimatológicas automatizadas,
proporcionan la información sobre temperatura del aire, humedad atmosférica,
radiación y
velocidad del viento además de la localización del sitio.
Las diferencias en evaporación y transpiración entre los cultivos sembrados y la
evapotranspiración de referencia, pueden ser integradas en un coeficiente
único del cultivo
(Kc) o separadas en dos coeficientes: un coeficiente basal del cultivo (Kcb) y un
coeficiente de
evaporación del suelo (Ke), por lo que Kc = Kcb + Ke. El procedimiento a seguir
dependerá del
propósito de los cálculos, la exactitud requerida y la información disponible.
Enfoque del coeficiente del cultivo
De acuerdo al enfoque del coeficiente del cultivo, la evapotranspiración del
cultivo ETc se
calcula como el producto de la evapotranspiración del cultivo de referencia, ETr
y el
coeficiente del cultivo Kc:
ETc = Kc x ETr
Donde:
ETc = Evapotranspiración del cultivo [mm d1
]
Kc = Coeficiente del cultivo [adimensional]
ETr = Evapotranspiración de referencia [mm d1]
El cálculo de la evapotranspiración del cultivo bajo estas condiciones supone que no
existen
limitaciones de ningún tipo en el desarrollo de los mismos. Que no existe ninguna
limitación debida
a estrés hídrico o salino, densidad del cultivo, plagas y enfermedades, presencia de
malezas o baja
fertilidad.
Debido a las variaciones en las características propias del cultivo durante las
diferentes etapas de
crecimiento, Kc cambia desde la siembra hasta la cosecha. En la siguiente figura se
presenta en
forma esquemática, dichos cambios.

1 Curva generalizada de Coeficiente de Cultivo Kc, fuente: Estudios FAO Riego y


Drenaje 56
Los efectos combinados, tanto de la transpiración del cultivo, como de la
evaporación del suelo se
integran en este coeficiente único del cultivo. Así El coeficiente Kc incorpora las
características del
cultivo y los efectos promedios de la evaporación en el suelo, constituyendo una
excelente
herramienta para la planificación del riego y la programación de calendarios básicos
de riego en
periodos mayores a un día.
El procedimiento de cálculo de la evapotranspiración del cultivo, entonces sería el
siguiente:
1. identificar las etapas de desarrollo del cultivo, determinando la duración de cada
etapa y
seleccionando los valores correspondientes de Kc.
2. Ajustar los valores de Kc seleccionados según la frecuencia de riego o las
condiciones
climáticas durante cada etapa.
3. Construir la curva del coeficiente del cultivo (permite la determinación de Kc para
cualquier
etapa durante su período de desarrollo).
4. Calcular ETc como el producto de ETp y Kc.
Cuadro
Cuadro 1.Coeficientes
(Kc). Para algunos de los principales cultivos cosechados en Baja
California.

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