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yeelgetenjatital
hé S rg. oesterheld /solan ehSiempre me fesciné la idea det Robinson Crusoe. Me lo
regalaron siendo muy chieo, debo haberlo leido mas de veinte
veces. EL ETERNAUTA, incialmente, fue mi versiin del Ro-
binson. La soledad del hombre, radeado, preso, no ya por el
mar sino por la muerte. Tampaco el hombre solo de Robinson,
sino el hombre con familia, con amigos. Por eso la partda
de truco, por eso fa pequefa familia que duerme en el chalet
de Vicente Lopez, aiena a la invasion que se viene. Ese fue el
planteo. Lo demas... lo demas crecé solo, como crece sola,
reemos, la vida de cada dia. Publicado en un semanario,
EL ETERNAUTA se fue construyendo semana a semana; habia,
si, una idea general, pero la realidad concreta de cada entre-
8 la modifcaba constantemente. Aparecieron asi situaciones
¥ personajes que ni sof af principio. Como el “mano” y su
rwerte. 0 como el combate en River Plate. O como Franco,
al torero, que termina siendo més héroe que ninguno de los
ue iniiaron Ie historia, Ahora que lo pienso, se me ocure
‘we auizé por ests falta de héroe central, EL ETERNAUTA es
una de mis historias que recuerdo con més placer. El hérve
verdadero de EL ETERNAUTA es un héroe colectiv, un grupo
humana. Refleja ai, aunque sin intencion previa, mi sentir
intimo: el tnico héroe vido es ef héroe “en grupo”, nunca
el héroe individual, el héroe soo.
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héctor 9. cesterheld