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Híbrido Webcam-SLR

X. Casabiell, enero 2008

Llevo ya algún tiempo dándole vueltas a la posibilidad de “digitalizar” una cámara analógica
cruzándola con una webcam. Os paso unas imágenes del proceso y del híbrido que ha salido.
Debo reconocer que los resultados me están sorprendiendo muy gratamente.

Material de partida:

Webcam. Las posibilidades, muchísimas. El requisito fundamental es que por la cara del
circuito en la que va el sensor no haya componentes o conectores que sobresalgan. Además, si
la placa tiene unas dimensiones similares a las de la película de 35 mm, mejor que mejor. Yo,
para probar, he utilizado una Logitech QuickCam Express que tenía por ahí. Se presta muy
bien a este apaño, y además se consige por cuatro perras (unos 20 euros nueva). Esta cámara,
además, no lleva el filtro de IR en la lente, sino que va fijado sobre el chip, lo cual nos resuelve
un par de problemas. El balance de color es razonable, y el chip permanece protegido del
polvo. Vistos los resultados, no sería descabellado intentar lo mismo con una cámara de mayor
calidad y susceptible de ser modificada para larga exposición, como la SPC900CN.

Cámara analógica. Lo ideal, una réflex vieja que esté acumulando polvo en un cajón. Pero
como veremos luego, si además el espejo y el obturador funcionan, mejor. Yo he usado una
vieja Ricoh KR10X (mi primera cámara!!!), entre otras cosas porque así consigo una bayoneta
Pentax-K.
Procedimiento:

Lo primero, abrir la webcam, quitar la óptica y extraer el circuito

Retiramos también el interruptor,

así como la pieza de plástico que rodea y protege el chip, para lo que extraemos los dos
tornillos que la sujetan.

En mi caso, varios de los terminales soldados sobresalían demasiado por la cara del sensor.
Con una dremel y un disco de corte, se rebajan en un minuto de manera que no estorben ni
hagan corto al montar la placa sobre la parte trasera de la cámara. Deben quedar como en la
imagen, por debajo del plano del sensor. Antes de pasar la lima o el disco de corte, es
importante proteger el sensor con un trozo de cinta adhesiva.
Retiramos a continuación la tapa trasera de la réflex. Normalmente no hace falta romper nada
para sacarla, y puede volver a ponerse de nuevo cuando se desee.

La placa con la electrónica de la webcam descansará sobre las guías del paso de película.
Comprobar que apoya bien sobre las mismas, de manera que el plano del sensor quede
perfectamente paralelo al plano focal.

El punto más importante es asegurarse de que el sensor está a la distancia correcta para que
el enfoque se realice sin problemas. En mi caso, al apoyar la placa sobre las guías de paso de
la película, el sensor quedaba algo más de 1 mm por delante del plano focal (que viene definido
por la superficie de las mencionadas guías). Es mejor que sea así, porque de este modo la
distancia se ajusta fácilmente añadiendo espaciadores entre la placa electrónica y las guías. Si
el sensor quedase por detrás del plano focal, la cosa se complicaría porque sería necesario
mecanizar la parte posterior de la cámara, con lo que se inutilizaría ésta irreversiblemente.

Para ajustar la separación he ido pegando discos autoadhesivos de fieltro pequeños,


comprobando luego el foco (sujetamos con el dedo o con cinta adhesiva, conectamos la
webcam, y tratamos de enfocar un objeto lejano), para añadir o quitar discos según fuese
necesario.

Empecé poniendo unos de gomaespuma algo gruesos (aprox. 1,5 mm), pero con ellos la
distancia era un pelín excesiva y no conseguía enfocar la cámara a infinito.

Luego los puse de fieltro, bastante más finos (aprox. 0,5 mm). Con ellos la distancia era algo
escasa, de manera que se perdía el enfoque cercano y el anillo de enfoque tenía un exceso de
recorrido (mucho más allá del infinito).

Con dos filtros de fieltro en cada esquina (aprox. 1,0 mm) el resultado era practicamente
perfecto, manteniéndose el enfoque cercano, y permitiéndome enfocar a infinito y un pelín más.
Es preferible que nos sobre ese pelín de recorrido y no que nos falte, porque para astrofoto
necesitamos que llegue a infinito. Si nos sobra algo de recorrido, seguro que llegamos. Pero si
nos falta podemos quedarnos algo cortos, con lo que el enfoque nunca será perfecto. Además,
lo ideal es que el sensor y el visor sean practicamente parfocales, porque eso nos facilitará
mucho el uso de la webcam cuando la montemos en el tele.

Antes de proceder al montaje definitivo limpiamos el sensor (metanol anhidro y papel especial
para ópticas)

Colocamos la placa sobre las guías, apoyándola sobre los separadores de fieltro, procurando
que el sensor quede centrado en el eje óptico. Para las primeras pruebas es suficiente fijarlo
con un poco de cinta aislante. Más adelante ya se estabilizará el montaje de mejor manera.
Quizá utilizando silicona de color negro para pegar el circuito a la cámara y sellarlo todo
alrededor, y añadiendo una tapa posterior de plástico negro.
Sujetamos el cable USB para que no haya tirones sobre el circuito, ajustamos el dial de
velocidades a “B” y enrollamos el disparador de cable.

Abrimos el obturador y comprobamos que la imagen es correcta y se puede enfocar la cámara.

Esta es la vista desde la parte anterior, sin el objetivo y con el espejo bajado

Con el obturador abierto, vemos el sensor en el centro del eje óptico (el desplazamiento que se
ve en la foto es aparente; he tenido que fotografiar desde un lado para evitar el reflejo del flash
en la superficie del sensor).

Comentarios:

La verdad es que con esta webcam es un montaje muy fácil de hacer, porque el tamaño y la
forma del circuito son ideales. Solo hay que tener cuidado al limar las soldaduras que
sobresalgan, y al ajustar la distancia del sensor al plano focal. El resto es trivial.

Con la webcam así modificada tenemos la posibilidad de utilizar ópticas de buena calidad y con
un amplio rango de focales. Además, disponemos ahora de la posibilidad de controlar la luz con
el diafragma del objetivo, algo mucho más conveniente que tener que estar tocando la
ganancia a cada rato. Hay que tener en cuenta, eso sí, que el factor de multiplicación de la
focal es tremendo (con este sensor, y en una estimación “a ojímetro” el objetivo de 50 mm que
lleva la cámara se comporta como si fuese un 300 o un 400 mm).

Tenemos la posibilidad de hacer un montaje muy sólido en el telescopio substituyendo el


objetivo de la cámara por una anilla “T” adecuada.

Y sobre todo, eliminamos de raíz los dos problemas más frustrantes asociados a la utilización
de una webcam con un telescopio: centrar el objeto, y buscar el foco. Una vez montada, con el
espejo bajado podemos utilizar el visor de la cámara para apuntar al objeto deseado. Un
problema resuelto. Si además hemos hecho todo bien, el visor y el sensor serán parfocales, o
casi, de tal manera que podemos hacer un pre-enfoque mientras miramos por el visor, de forma
que al levantar el espejo la cámara web esté centrada sobre el objeto y prácticamente a foco.
Segundo problema resuelto. Un pequeño toque sobre el enfocador del telescopio, si fuese
necesario, y listo.

Otro punto interesante, si la cámara web dispone de chip CCD y está modificada para larga
exposición, es que este montaje deja accesible la parte posterior del circuito para añadir con
relativa facilidad un sistema de refrigeración.

A destacar también que ninguna de las modificaciones supone daño alguno para las cámaras,
de manera que tanto la webcam como la réflex pueden volver a montarse de nuevo sin
problemas.

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