Antología: prosa, teatro, poesía
()
About this ebook
Alfonso Reyes
ALFONSO REYES Ensayista, poeta y diplomático. Fue miembro del Ateneo de la Juventud. Dirigió La Casa de España en México, antecedente de El Colegio de México, desde 1939 hasta su muerte en 1959. Fue un prolífico escritor; su vasta obra está reunida en los veintiséis tomos de sus Obras completas, en las que aborda una gran variedad de temas. Entre sus libros destacan Cuestiones estéticas, Simpatías y diferencias y Visión de Anáhuac. Fue miembro fundador de El Colegio Nacional. JAVIER GARCIADIEGO Historiador. Ha dedicado gran parte de su obra a la investigación de la Revolución mexicana, tema del que ha publicado importantes obras. Es miembro de las academias mexicanas de la Historia y de la Lengua, y de El Colegio de México, que presidió de 2005 a 2015. Actualmente dirige la Capilla Alfonsina. Reconocido especialista en la obra de Alfonso Reyes, publicó en 2015 la antología Alfonso Reyes, “un hijo menor de la palabra”. Ingresó a El Colegio Nacional el 25 de febrero de 2016.
Read more from Alfonso Reyes
El canto de la salamandra: Antología de la literatura brevísima mexicana Rating: 5 out of 5 stars5/5El paisaje en la poesía mexicana del siglo XIX Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTeoría literaria Rating: 5 out of 5 stars5/5Literatura universal Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsObras completas, XVI: Religión griega, Mitología griega Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsVisión de Anáhuac Rating: 5 out of 5 stars5/5La antigua retórica Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsObras completas, I: Cuestiones estéticas, Capítulos de literatura mexicana, Varia Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLiteratura epistolar Rating: 4 out of 5 stars4/5Vida de Goethe Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsMemorias de cocina y bodega Rating: 3 out of 5 stars3/5México en una nuez y otras nueces Rating: 4 out of 5 stars4/5Letras de la Nueva España Rating: 5 out of 5 stars5/5Cuentos. Alfonso Reyes Rating: 4 out of 5 stars4/5Obras completas, III: El plano oblicuo, El cazador, El suicida, Aquellos días, Retratos reales e imaginarios Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsMéxico Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPoesía Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCartilla moral Rating: 5 out of 5 stars5/5Crónica de Monterrey: Segundo libro de recuerdos (1957) Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsGrecia Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsObras completas, XIX: Los poemas homéricos, La Ilíada, La afición de Grecia Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsAnecdotario Rating: 5 out of 5 stars5/5El deslinde: Prolegomenos o la teoría literaria Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCapítulos de literatura española: Primera serie Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLiteratura española Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLibros y libreros en la Antigüedad Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTrayectoria de Goethe Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsObras completas, II: Visión de Anáhuac, Las vísperas de España, Calendario Rating: 0 out of 5 stars0 ratings
Related to Antología
Related ebooks
Agustín Yáñez: El génesis musical de Al filo del agua Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLos hombres que dispersó la danza Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCancionero de la emoción fugitiva: Una antología general Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsMéxico en una nuez y otras nueces Rating: 4 out of 5 stars4/5Traer a cuento: Narrativa (1959-2003) Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsDiego el rojo Rating: 3 out of 5 stars3/5Obras, II: Dramaturgia y teoría escénica Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsNudo Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEntorno arreolino: Siete voces alrededor de Juan José Arreola Rating: 4 out of 5 stars4/5Yo te conozco Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTiros en el concierto: Literatura mexicana del siglo V Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsDe la literatura a la cultura (... y viceversa). Del virreinato a los contemporáneos. Volumen I Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl Zarco Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl bordo Rating: 0 out of 5 stars0 ratings7 mejores cuentos de Alfonso Hernández Catá Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsDamas de corazón Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPuntos de referencia, 1996-2003 Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCecilia Valdés o la Loma del Ángel Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsObras completas, XV: El deslinde, Apuntes para la teoría literaria Rating: 4 out of 5 stars4/5Estampas Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsObras escogidas: Poesía, autobiografía, ensayo Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTodo el trabajo es comenzar: Una antología general Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa noche viuda Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa verdad sospechosa, I Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsObliteración: Dos conversaciones con George Bernard Shaw y de Rodolfo Usigli: Preparativos para un acto final. Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsVíctor L. Urquidi: Trayectoria intelectual Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsA la salud de la serpiente. Tomo I Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCástulo Bojórquez Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTextralidad: textualidad y teatralidad en México Rating: 0 out of 5 stars0 ratings
General Fiction For You
El libro de los espiritus Rating: 4 out of 5 stars4/5Mañana y tarde Rating: 5 out of 5 stars5/5Meditaciones Rating: 4 out of 5 stars4/5La Divina Comedia Rating: 5 out of 5 stars5/5El metodo de la domadora de mamuts Rating: 4 out of 5 stars4/5¿Cómo habla un líder?: Manual de oratoria para persuadir audiencias Rating: 5 out of 5 stars5/5El mercader de Venecia Rating: 4 out of 5 stars4/5La Iliada: Clásicos de la literatura Rating: 4 out of 5 stars4/5100 cartas suicidas Rating: 4 out of 5 stars4/5La riqueza de las naciones Rating: 5 out of 5 stars5/5Arsène Lupin. Caballero y ladrón Rating: 5 out of 5 stars5/5Crimen y castigo Rating: 4 out of 5 stars4/5La milla verde (The Green Mile) Rating: 5 out of 5 stars5/5La Ilíada Rating: 5 out of 5 stars5/5Esposa por contrato Rating: 3 out of 5 stars3/5Rebelión en la Granja (Traducido) Rating: 5 out of 5 stars5/5Las 95 tesis Rating: 5 out of 5 stars5/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Rating: 4 out of 5 stars4/5La casa encantada y otros cuentos Rating: 4 out of 5 stars4/5Poemas de amor Rating: 5 out of 5 stars5/5Crítica de la razón pura Rating: 5 out of 5 stars5/5La Ilíada y La Odisea Rating: 5 out of 5 stars5/5Cuentos para pensar Rating: 5 out of 5 stars5/5JJ Benítez: desde el corazón Rating: 5 out of 5 stars5/5Alicia en el País de las Maravillas & A través del espejo Rating: 4 out of 5 stars4/5Obras de Séneca: Biblioteca de Grandes Escritores Rating: 4 out of 5 stars4/5El Principito - (Anotado) / (Ilustrado): Incluye ilustraciones / Dibujos Rating: 5 out of 5 stars5/5Orgullo y Prejuicio Rating: 5 out of 5 stars5/5Edipo Rey Rating: 5 out of 5 stars5/5Cartas a Clara Rating: 4 out of 5 stars4/5
Reviews for Antología
0 ratings0 reviews
Book preview
Antología - Alfonso Reyes
ALFONSO REYES
ANTOLOGÍA
PROSA / TEATRO / POESÍA
Primera edición, 1963
Decimoctava reimpresión, 2012
Primera edición electrónica, 2014
D. R. © 1963, Fondo de Cultura Económica
Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 México, D. F.
Empresa certificada ISO 9001:2008
Comentarios:
editorial@fondodeculturaeconomica.com
Tel. (55) 5227-4672
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicana e internacionales del copyright o derecho de autor.
ISBN 978-607-16-2022-4 (ePub)
Hecho en México - Made in Mexico
ADVERTENCIA
Erudito y artista, Alfonso Reyes solía equilibrar la abundancia de sus dones a fin de recoger con frase sencilla las experiencias que movían su espíritu. Nunca desdeñó, aun en sus textos de índole técnica, el impulso lírico, el preferir expresiones donde la intención estética tuviera preponderancia y fuese a la postre distintivo de lo escrito. Sabiamente, su pluma se trasladaba de la consideración filosófica a los problemas sociales, y lo mismo tocaba cuestiones relativas a la teoría literaria que a la historia o la filología. Fue un humanista atento a todas las disciplinas y recurrió a la diversidad de los géneros para verter su pensamiento. En las letras mexicanas cobran vigor sus ensayos, cuentos, poemas, que son testimonio de esas cualidades del intelectual para quien la cultura constituye una unidad.
A temprana hora la Visión de Anáhuac —escrita en 1915 y publicada en 1917— ratificó las virtudes de que su autor había dado muestras anteriormente. Lo poético se hermana ahí con la aportación de los cronistas, y el resultado es una imagen afectiva del mundo que contemplaron los conquistadores. Paisaje y civilización indígenas, apuntalados con citas oportunas, cruzan ante la mirada del viajero dejando en ella el latido de una nueva percepción de la vida. La región más transparente del aire
, con sus valles y montañas, ríos y pobladores, perdura rescatada en esas páginas junto a los capítulos más gráciles y amenos de la literatura hispanoamericana.
Algo de autobiográfico, realzado por la imaginación, acontece en La cena, cuento que en ciertos aspectos participa de los caracteres propios de la literatura fantástica. El juego de la realidad y el sueño, no exento de insinuaciones filosóficas y abordado con medios eminentemente narrativos, entra así en la literatura moderna en español de acuerdo con las corrientes que por aquellos años adquirían auge en Europa. Con nitidez, a la que Reyes quiso ser siempre fiel, el argumento se desliza sin perturbar el misterio con que el relato fue concebido.
La preocupación por la claridad se trasluce también en los dos ensayos sobre literatura y lengua reunidos en este volumen: Apolo o de la literatura y De la lengua vulgar. El primero aborda temas que habría de desarrollar luego en tratados mayores, y el último establece los lazos constantes entre el lenguaje cotidiano y la producción artística. En ambos, el problema del significado es una cuestión plena de sugestiones, que instruye acerca de la añeja polémica entre lo oral y lo escrito.
Teatro lírico es Ifigenia cruel, la sacerdotisa griega que ha perdido el recuerdo de su anterior existencia entre los hombres y, para su desdicha, ante su hermano Orestes recupera la memoria. En versos de trágico esplendor, Reyes expone la renuncia de la heroína a seguir a los suyos a un medio en que la maldición de los dioses habrá de persistir representada en su persona. Al contradecir la tradición del regreso, triunfa la libertad con que Ifigenia se conduce frente al mito. De esa manera, oponiendo un ‘hasta aquí’ a las persecuciones y rencores políticos de su tierra opera en cierto modo la redención de su raza
.
La porción final del libro, consagrada a reunir variados ejemplos de la poesía del ilustre escritor, reflejan acaso lo más puro de su actividad literaria. Con la decisión de eludir las tendencias que ayudan a clasificar a los poetas, escribió poesía confiado particularmente a sus emociones. A menudo, la lengua vulgar irrumpe en la fluidez de los versos y deja un sabor de objeto popular; otras veces, el afán definitorio lo anima a resumir en breves imágenes el gusto por la belleza, y con frecuencia la pasión se planta en medio de su fervor.
Estructurada desde puntos de vista complementarios, esta Antología confirma la validez de una obra que admitió de la erudición lo que remozaba el amor a la vida, y de la vida misma recibió el torrente en que se fundan los desvelos del escritor verdadero.
Prosa
VISIÓN DE ANÁHUAC
[1519]
I
Viajero: has llegado a la región más transparente del aire.
EN LA era de los descubrimientos, aparecen libros llenos de noticias extraordinarias y amenas narraciones geográficas. La historia, obligada a descubrir nuevos mundos, se desborda del cauce clásico, y entonces el hecho político cede el puesto a los discursos etnográficos y a la pintura de civilizaciones. Los historiadores del siglo XVI fijan el carácter de las tierras recién halladas, tal como éste aparecía a los ojos de Europa: acentuado por la sorpresa, exagerado a veces. El diligente Giovanni Battista Ramusio publica su peregrina recopilación Delle Navigationi et Viaggi en Venecia y el año de 1550. Consta la obra de tres volúmenes in-folio, que luego fueron reimpresos aisladamente, y está ilustrada con profusión y encanto. De su utilidad no puede dudarse: los cronistas de Indias del Seiscientos (Solís al menos) leyeron todavía alguna carta de Cortés en las traducciones italianas que ella contiene.
En sus estampas, finas y candorosas, según la elegancia del tiempo, se aprecia la progresiva conquista de los litorales; barcos diminutos se deslizan por una raya que cruza el mar; en pleno océano, se retuerce, como cuerno de cazador, un monstruo marino, y en el ángulo irradia picos una fabulosa estrella náutica. Desde el seno de la nube esquemática, sopla un Éolo mofletudo, indicando el rumbo de los vientos —constante cuidado de los hijos de Ulises—. Vense pasos de la vida africana, bajo la tradicional palmera y junto al cono pajizo de la choza, siempre humeante; hombres y fieras de otros climas, minuciosos panoramas, plantas exóticas y soñadas islas. Y en las costas de la Nueva Francia, grupos de naturales entregados a los usos de la caza y la pesquería, al baile o a la edificación de ciudades. Una imaginación como la de Stevenson, capaz de soñar La isla del tesoro ante una cartografía infantil, hubiera tramado, sobre las estampas del Ramusio, mil y un regocijos para nuestros días nublados.
Finalmente, las estampas describen la vegetación de Anáhuac. Deténganse aquí nuestros ojos: he aquí un nuevo arte de naturaleza.
La mazorca de Ceres y el plátano paradisiaco, las pulpas frutales llenas de una miel desconocida; pero, sobre todo, las plantas típicas: la biznaga mexicana —imagen del tímido puerco espín—, el maguey (del cual se nos dice que sorbe sus jugos a la roca), el maguey que se abre a flor de tierra, lanzando a los aires su plumero; los órganos
paralelos, unidos como las cañas de la flauta y útiles para señalar la linde; los discos del nopal —semejanza del candelabro—, conjugados en una superposición necesaria, grata a los ojos: todo ello nos aparece como una flora emblemática, y todo como concebido para blasonar un escudo. En los agudos contornos de la estampa, fruto y hoja, tallo y raíz, son caras abstractas, sin color que turbe su nitidez.
Esas plantas protegidas de púas nos anuncian que aquella naturaleza no es, como la del sur o las costas, abundante en jugos y vahos nutritivos. La tierra de Anáhuac apenas reviste feracidad a la vecindad de los lagos. Pero, a través de los siglos, el hombre conseguirá desecar sus aguas, trabajando como castor; y los colonos devastarán los bosques que rodean la morada humana, devolviendo al valle su carácter propio y terrible: —En la tierra salitrosa y hostil, destacadas profundamente, erizan sus garfios las garras vegetales, defendiéndose de la seca.
Abarca la desecación del valle desde el año de 1449 hasta el año de 1900. Tres razas han trabajado en ella, y casi tres civilizaciones —que poco hay de común entre el organismo virreinal y la prodigiosa ficción política que nos dio treinta años de paz augusta—. Tres regímenes monárquicos, divididos por paréntesis de anarquía, son aquí ejemplo de cómo crece y se corrige la obra del Estado, ante las mismas amenazas de la naturaleza y la misma tierra que cavar. De Netzahualcóyotl al segundo Luis de Velasco, y de éste a Porfirio Díaz, parece correr la consigna de secar la tierra. Nuestro siglo nos encontró todavía echando la última palada y abriendo la última zanja.
Es la desecación de los lagos como un pequeño drama con sus héroes y su fondo escénico. Ruiz de Alarcón lo había presentido vagamente en su comedia de El semejante a sí mismo. A la vista de numeroso cortejo, presidido por Virrey y Arzobispo, se abren las esclusas: las inmensas aguas entran cabalgando por los tajos. Ése, el escenario. Y el enredo, las intrigas de Alonso Arias y los dictámenes adversos de Adrián Boot, el holandés suficiente; hasta que las rejas de la prisión se cierran tras Enrico Martín, que alza su nivel con mano segura.
Semejante al espíritu de sus desastres, el agua vengativa espiaba de cerca a la ciudad; turbaba los sueños de aquel pueblo gracioso y cruel, barriendo sus piedras florecidas; acechaba, con ojo azul, sus torres valientes.
Cuando los creadores del desierto acaban su obra, irrumpe el espanto social.
El viajero americano está condenado a que los europeos le pregunten si hay en América muchos árboles. Les sorprenderíamos hablándoles de una Castilla americana más alta que la de ellos, más armoniosa, menos agria seguramente (por mucho que en vez de colinas la quiebren enormes montañas), donde el aire brilla como espejo y se goza de un otoño perenne. La llanura castellana sugiere pensamientos ascéticos: el valle de México, más bien pensamientos fáciles y sobrios. Lo que una gana en lo trágico, la otra