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P. Daniel Albarrán
Título Original:
La Tempestad calmada
I.S.B.N. 980-12-2383-9
Lucas, 8, 22-25:
la tempestad, por una parte; y, por la otra, da una lección de que hay
que tener fe. Está demasiado claro.
Pero, en esa aparente claridad, hay elementos que son
interesantes y que requieren un tiempo de estudio y dedicación.
Cosa que nos obliga a asumir una posición no de duda, sino de
búsqueda, y de inquietud. Sobre todo, si tenemos en cuenta que los
evangelios están escritos para nuestro propio bien.
Y si los evangelios están escritos para nuestro
enriquecimiento personal, estamos obligados por necesidad de
crecimiento, a buscarle todas las implicaciones posibles
subyacentes para en verdad crecer, como ha de ser toda posible
lectura de los mismos.
Esta postura nos lleva a cuestionarnos muchas cosas. Y,
también, a cuestionar al texto, como tal. No en posición de duda,
sino de búsqueda para que sea más fructífera su lectura y
aplicación.
Así, algunas de las cuestiones para preguntarnos y preguntar
al texto, son:
6 P. Daniel Albarrán
-Algunos elementos de búsqueda y de inquietud -
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Como lo dice San Pablo a la carta a los Hebreos: “Por tanto, así
como los = hijos = participan de la sangre y de la carne, así también
participó él de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la
muerte, es decir, al Diablo,y libertar a cuantos, por temor a la muerte,
estaban de por vida sometidos a esclavitud. Porque, ciertamente, no se
ocupa de los ángeles, sino de la = descendencia de Abraham. =Por eso
tuvo que asemejarse en todo a sus = hermanos, = para ser misericordioso y
Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a expiar los pecados
del pueblo.
Pues, habiendo sido probado en el sufrimiento, puede ayudar a los
que se ven probados” (Hebreos, 2, 14-18).
7
- La tempestad calmada –
8 P. Daniel Albarrán
-Algunos elementos de búsqueda y de inquietud -
Muchos más podrían ser los planteamientos con los que nos
veríamos, y nos vemos, enfrentados en el texto del relato de la
tempestad calmada.
Una cosa ha de quedar en claro: no se trata de colocarnos en
actitud de duda, sino en la de la búsqueda para nuestro propio
beneficio en crecimiento. Y este texto tiene muchas cosas y
elementos que nos van a ayudar y que nos serán descubiertas,
justo desde las inquietudes.
Ahora bien: ¿dónde vamos a hallar los elementos para las
respuestas posibles, en caso, de que también las haya? No en
otra parte, que en el mismo relato, y a todas las referencias que
se encuentran en el mismo, y a las que hay que ir para nuestra
maravillosa sorpresa.
Así, tenemos que en el mismo relato del evangelio, hay
algunos elementos que nos van ayudar, y que, ahora, tenemos
que resaltar, para empezar a adentrarnos en la búsqueda y en el
enriquecimiento, sorpresivo y realmente fascinante y
maravilloso. Veamos el mismo relato de la tempestad.
10 P. Daniel Albarrán
PASEMOS A LA OTRA ORILLA
PASEMOS A LA OTRA ORILLA
14 P. Daniel Albarrán
-Pasemos a la otra orilla -
15
- La tempestad calmada –
16 P. Daniel Albarrán
-Pasemos a la otra orilla -
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SE HICIERON A LA MAR
SE HICIERON A LA MAR
22 P. Daniel Albarrán
-Pasemos a la otra orilla -
¿O, sería, que no era tan tarde, aquel atardecer de aquel día,
como nos lo dice San Marcos?
Se hicieron a la mar.
No hay más datos respecto a las circunstancias del hecho, ni
geográficas, ni climatológicas, sino hasta el momento que se
presenta la tempestad.
El dato es que van hacia la otra orilla y para ello había que
hacerse a la mar. Ahí están.
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SE ABATIÓ SOBRE EL LAGO
UNA BORRASCA;
SE INUNDABA LA BARCA
Y ESTABAN EN PELIGRO
Se abatió sobre el lago una borrasca;
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- La tempestad calmada –
28 P. Daniel Albarrán
-Se inundaba la barca y estaban en peligro -
29
- La tempestad calmada –
30 P. Daniel Albarrán
EL MAR. LOS VIENTOS
EL MAR. LOS VIENTOS
El mar:
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- La tempestad calmada –
34 P. Daniel Albarrán
-El mar. Los vientos -
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- La tempestad calmada –
36 P. Daniel Albarrán
-El mar. Los vientos -
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- La tempestad calmada –
38 P. Daniel Albarrán
-El mar. Los vientos -
39
- La tempestad calmada –
40 P. Daniel Albarrán
ENTONCES, ACERCÁNDOSE, LE DESPERTARON,
DICIENDO:
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- La tempestad calmada –
44 P. Daniel Albarrán
EL, HABIÉNDOSE DESPERTADO,
QUE AMAINARON,
Y SOBREVINO LA BONANZA.
EL, HABIÉNDOSE DESPERTADO,
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INDICE GENERAL
LA TEMPESTAD CALMADA........................................................5
1.Planteamientos de búsqueda y de inquietud al texto de la
tempestad calmada:.......................................................................6
2.Elementos del mismo relato de la tempestad calmada y que son
la clave de lo maravilloso del relato:............................................9
PASEMOS A LA OTRA ORILLA..................................................11
PASEMOS A LA OTRA ORILLA..................................................13
SE HICIERON A LA MAR............................................................19
SE HICIERON A LA MAR............................................................21
SE ABATIÓ SOBRE EL LAGO ....................................................24
UNA BORRASCA; .......................................................................24
SE INUNDABA LA BARCA ........................................................24
Y ESTABAN EN PELIGRO...........................................................24
Se abatió sobre el lago una borrasca; .........................................25
se inundaba la barca y estaban en peligro...................................25
Elementos de resaltar del relato:............................................26
a.)La barca casi se anegaba:....................................................26
b.)Jesús dormía:......................................................................27
c.)La importancia de la relación de los elementos de la
tempestad:...............................................................................28
EL MAR. LOS VIENTOS..........................................................31
EL MAR. LOS VIENTOS..........................................................32
El mar:.....................................................................................33
ENTONCES, ACERCÁNDOSE, LE DESPERTARON,
DICIENDO: ...............................................................................41
«¡MAESTRO, MAESTRO, QUE PERECEMOS!»...................41
Entonces, acercándose, le despertaron, diciendo: «¡Maestro,
Maestro, que perecemos!»..........................................................42
EL, HABIÉNDOSE DESPERTADO,.........................................45
INCREPÓ AL VIENTO Y AL OLEAJE,....................................45
-Maestro, Maestro, que perecemos -
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