You are on page 1of 98

Musa de noche...

Enciende mi deseo musa lejana,

déjame tocarte en esta noche...

préndeme las ganas y acaricia mi deseo,

bésame la piel con tus pasiones.

Háblame al oído, saborea mi tibio cuello...

abre tus labios mientras digo que te siento,

posa tus tobillos en mis muslos,

olvidemos al universo por completo.

Bésame, lámeme... ámame mientras sonrío,

mujer de luna, mujer encadenada a mis palabras,

déjame amarte toda...como te pienso,


dejemos que estas sombras nos cobijen,

que musiten las cadencias del nocturno amante.

Culmina tu pasión junto conmigo,

olvida esta ausencia que nos priva,

acércate otra vez...volvamos al amor y sus encantos,

y dejemos que la noche nos contemple.


Recuerdo

Jugabas una tarde,

jugabas a ser tú y tus sonrisas,

-era de tarde y llovían amapolas-,

en tus manos anidaban golondrinas.

Te rodeaba la luz de esas mis calles

tu cuerpo entero edificaba corazones

jugabas esa tarde...

y la sombra cayo desde los cielos.

llegue tarde... y seguías siendo mi todo,

como siempre lo has sido, como siempre...

era noviembre...y cantaban a los muertos,


llegue tan tarde... y moría en mis lamentos.

Escuche llorar mis pasos,

el puente de la noche se hizo eterno,

te vi entre tus abrazos,

y creí que podría recuperarte.

No escuchaba mis pesares,

quería darte mi vida y mi universo...

no veía alguna ventana,

se apagaron de golpe las estrellas.

Esa noche…repose entre mi llanto,

le grite a dios que me debía,


oculte la tristeza en la esperanza

y recogí mi alma del asfalto.


Solos…

Te convertiste en hielo que duele,

en sombra susurrante de reproches,

te volviste hacia el lago que dejamos,

tal vez nunca me amaste... tal vez…

Me dejaste en una tarde colorida,

quedo tu ausencia en frió invierno,

como brisa que lastima,

que corta el alma y lacera los recuerdos.

Por mi parte... aun viajo en tu vida,


como un cadáver que no acaba de enterrarse,

con ese aroma que quisieras acabara,

con este verso que jamás leerás conmigo.

A veces te alucino en melodías,

en pequeños destellos que me duelen,

pasas como llanto que no limpia,

como caricia vana que se escurre.

Y guardamos silencio lastimero,

el que nunca deseamos ni supimos que vendría,

me recordaras... cuando descalza veas la lluvia,


cuando algún tinto defina tus sentidos.

No volveremos a mirar en nuestros labios,

cerramos para siempre los sueños que tuvimos,

ya no vendrás de noche hasta mi ducha,

ni podré besarte las miradas.

Caminaremos solos...en los días que nos quedan,

veremos tristes el otoño que termina,

musitaremos nuestros nombres tan lejanos...

tan dentro de nosotros... tan ausentes.


Por la noche

Como se desliza el silencio en esta noche,

sin ti, sin tus palabras...

me unta el cuerpo de soledad y me lastima,

mis pasos duelen...mi mirada duele,

te fuiste en silencio y tan callada.

La ventana a mi espalda susurra recuerdos,

esta tristeza me acaricia y me asesina,

me desvela con un vacío de música lejana,

tiende la mano con esta pluma que te escribe.


Es casi noviembre y estas tan lejos...

te perdiste entre las cartas de mi vida,

en sutilezas que no pude guardar en estos brazos

te perdiste...y solo te imagino en mis jardines.

Te fuiste una tarde que brillaba...

no sabía que tus ojos no miraban,

no sabía... no sabia que llorabas primaveras,

perdí mis soles...y también mis emociones.

Llegaste a mi, fresca y sonriente

hablabas de blancos plenilunios

besaste mis latidos...mis angustias,


y tus pies caminaban en mi pecho.

Llegaste y dijiste... no te irías,

estrechabas mi imagen con miradas,

caminabas al lado de mis sueños,

dormías sin saberlo en mis poemas.

Es tarde ya... quiero pensarte,

sentirte tan adentro de mis ganas,

es tarde ya... se que me piensas,

y que a veces juegas a olvidarme...


Debí estar contigo…

Debí venir...debí regresar a lo preciso...a la vida misma,

debí llegar antes de que te fueras para siempre...,

y es que no te vi. al inicio de mis días,

no conjugue contigo mis anhelos ni mis tiempos.

Cabalgue solitario en mi tristeza, sin llamarte, como debí


haberte llamado,

Te vi siempre entre fantasmas -los que nunca me dejaron-

flotabas entre música y recuerdos que morían y delataban


amargura,

te vi llegar entre pasos que sabían a ternura...a caricias de


sabanas azules.
Debí llegar y tomarte de tu talle, llamarte por tu
nombre...cobijarte,

regresar por tu vida y por la mía, sin mirar al noviembre


que lloraba.

Así te perdiste una mañana...una que parecía fresca y no


lo era...

Debí entonces saber que siempre fuiste mía...debí saberlo


entonces.

Pero siempre llegue tarde, a pesar de que sabía que era


tarde...

y cerré los ojos que pedían lágrimas y besos...

crucé los brazos porque creí que no eras mía,

deje que el frió llegara lentamente a mis sentires ...


no supe acurrucarme entre tus brazos... y me duele.

Me quede con esta suave brisa de nostalgia,

con mis pasos en un helado invierno... con tu ausencia,

me quede en mis callejones moribundo, con tu esencia,

con la calida fragancia de tus manos...

Con un noviembre que se acerca... y duele tanto.


Soledad

En esta brisa perdí los susurros matinales...

y carente de ellos sentí tu lejanía... tus ansiedades,

de pronto en una noche, la soledad reventó en mis


condiciones,

y así tan solo y tan lejano, bese el murmullo fresco de tu


nombre.

No me dijiste que te irías de esta manera...

no me ayudaste a ver estas caricias,

tan frías, tan si ti... tan con tu ausencia,

me diste un beso y me dejaste solo.

Un día escuche que te marchabas...


y sentí que mis noviembres no volvían,

que mis calles lloraban con mi paso,

un día te fuiste... y todavía me amabas.

Me quede esperando ese consuelo...

ese que llega con el tiempo y con el frió,

me quede siempre en invierno, sin tus manos,

sin tu aliento, sin tu pelo... sin tu vida.


Es tarde y llueve

Cierro el telón y me despido...

Llega noviembre y la piel se me despega...

desciendo entre mis ríos...en mis angustias,

en la humedad que me dejo la muerte lenta.

Cierro la tapa de mi caja glamorosa

sin la tinta que dejaron las tristeza...

es tarde y llueve...y quiero susurrarte...

decirte que mi voz te alcanza entre tus noches.

que mis manos tan tibias no te dejan.


Es tarde y llueve y quiero que me sientas,

que mi verso estalle con tu vientre.

Cierro el telón y espero en mi ventana,

en esta ventana a mis espaldas,

quiero soñar con sabanas azules

y desplegar el velo de tus pechos.

Es tarde y llueve...amor, toma la noche,

toca la luna y bésame tranquila,

bebe el silencio y muéstrame tu aliento.


Parece amor...que nunca te marchaste...

que dejaste tu aroma entre mis calles.

Parece amor que escucho tu palabras

y que besas la piel de mi noviembre.


Chavin

Tal vez quisiste saber antes que nadie,

Tal vez fue tu última fuga a escondidas...

sin que nadie te llamara, sin testigos, sin principios

carente de ternura y huérfano de todo.

Se te acabo la fuerza y la amargura

en una madrugada sin auroras.

Tal vez tu mismo dejaste ir tu cuerpo,

quizás ya no deseabas retenerlo.

No se... te llamo la voz de nuestra madre?

Por fin acaso quisiste estar con ella?


No se... y me duele no saberlo,

me pesa tanto la soledad en que te fuiste.

Me dejaste esperando una guitarra,

tu sonrisa,

tu suave voz por fin libre de miedo,

y el regalo para el menor de mis hermanos.

Tus lágrimas se quedaron en recuerdos...

en carreteras con sol y calles sucias,

dejaste la esperanza entre los trenes,

el hambre se había quedado en estaciones.

Por fin escapo tu alma mutilada,


no quiso más de los fatales brindis,

te fuiste solo, muy solo y en silencio

sin reproches a tu vida ni a la mía.

Se te acabo el camino que tomaste

aquella tierna tarde en nuestra calle,

se acabaron los pasos de tu historia,

tan lejos, tan solo...y tan triste.


Te pienso

Puedo adivinar tu pose esta mañana...

tu aliento y tu sonrisa al recordarme,

puedo casi ver tu talle fresco,

y las pequeñas trenzas en tu pelo.

Te imagino con el mate suave y tibio,

y casi puedo ver tus brazaletes,

te imagino escribiendo a la distancia,

y miro como duerme tu ternura.

Así me columpio en tus recuerdos


y camino en la calzada de tu aroma.

Te contemplo en imagen tan lejana...

llenándome de ti y de tus manos.

Me incorporo a la vida y a la gente

a los pasos que siembro en mi calzada,

imagino el camino al sur lejano...

esperando un noviembre que no llega.


Le vi esta tarde.

La vi esta tarde,

en el azul de una triste caminata

sin mirada de esperanza... sin espejos ni amapolas,

ya no jugaba con el sol ni con los pastos,

ya no cantaba con tzentzontles ni con vientos.

Le vi esta tarde, con manos que cortaron margaritas,

con sonrisas olvidadas y los miedos congelados.

Parecía que había muerto sin los llantos,

sin el adiós de los campos que le huyeron.

Le vi esta tarde, y me oculte de su mirada,


de la frialdad del corazón que fallecía,

me aparte de sus palabras ...de su sombra.

Le vi esta tarde descalza de la vida y de ilusiones.


Duele

Como duele estar sin ti en invierno

sin tu palabra, sin tu aroma.

Duele la piel y la tristeza....

esta ventana triste y solitaria... duele.

Me pregunto...

que hace el verso sin tus ojos ?

que hace mi nostalgia interminable?

si no te tengo, si estas tan lejos.

Duele esta lluvia tan sombría,

este aroma que me envuelve en soledades


todo se fue...te lo llevaste?

me quede con la noche sin murmullos.

Pareciera amor que no te tuve,

que soñé que tocaba primaveras,

que imagine sonrisas y poemas

que una noche viví mas que mi vida.

Y es que amor...te necesito,

te preciso en cada paso, en cada luna,

en cada silencio en los que muero,

necesito tenerte en mi ventana...

en este invierno eterno que no acaba.


Sueños

Me soñaste muerto...

y dejaste que la piel se me entumiera,

lloraste sin lavar esos recuerdos,

y cobijaste lo lejano de mis besos...

Soñaste que moría...

que un aroma de silencio me envolvía

y que la soledad me atrapaba en los pasillos..

me soñaste tan sin vida...tan callado.

Y era noviembre sin la fuga de los versos,

era en invierno sin tus besos, sin tus labios.


No sentías mis manos en tu vientre

habían muerto desde la primavera...

Soñabas que la vida se alejaba de mis brazos,

y me supiste triste y sin consuelo.

Me diste unas palabras...tu nostalgia,

y despertaste lejana y pensativa.

Soñaste que moría...

y yo lejano me estrechaba entre mis sauces

soñaste amor...así soñaste,

con la caricia distante que te extraña.


Tus manos

Préstame tus manos....

para tejer recuerdos y bordar amaneceres,

para mitigar dolores y acariciar las luces...

préstame tus manos, déjalas en mi viento...en mis penas.

Déjame dormir con el aroma de tu beso,

sentir tibieza y frescura en mi caricia,

préstame tus manos, déjalas cerquita,

y luego dime que las bese suavemente.


Espejos

Me vivo en espejos...me muero en ellos,

en vista de arena con azules bélicos y sensuales.

Mi vida es un espejo incompleto,

encerrada en cabellos púrpuras y rosas.

Y te encuentro en mis espejos...en los espejos,

en los que deambulan con la certeza de vivir a cada paso,

en todos ellos...los que se rompen solo en espirales,

en recuerdos que sollozan en invierno....en noviembre.

Te escucho en mis espejos, te lloro en mis espejos,

te amo siempre en brisa que viaja desde el norte de tu


vida,
y la mía se convierte en cerámica cocida en tu fuego,

levanta su tristeza desde marzo y te llama.

Y heme aquí, en ventana nocturna ,

en el rojo brillante de un atardecer lejano

heme aquí en grito descansado,

esperando en espejos...esperando en colores y


distancias.
Soy

Soy la página cansada,

la letra escrita...sin acento y sin caricia,

soy la tristeza muerta de añoranza,

esa que nació entre sombras blancas...

aquella, que murió de madrugada.

Soy quien muere cada día por las mañanas,

quien no defiende ya los plenilunios,

soy el que nació en paredes desnudas

el que busco la noche en las veredas.


Soy el hombre, soy el niño...

el que llora en los rincones,

el que ríe con las burbujas...

soy la pasión que baila en cuerda floja.

Así soy en los días que laceran las miradas

así me vivo, me muero...me carezco.

Soy la facultad de amar en la distancia,

velando un sauce triste...mirando una ventana.

Soy el verso que te busca...el que te ama,

aquí estoy en soledad sonriente,

con mirada congelada...en triste espera,


hablando de la muerte...besando este silencio.
Réquiem

No fue en una tarde triste,

fue en una fresca mañana...

hacia tiempo que ya te habías marchado...

sin quejas, sin sonrisas..sin recuerdos.

Dejaste la quietud de los cerezos,

no llego la primavera a tu mirada,

dormías mientras te fuiste,

no dejaste palabra en mis angustias.

El final te abrazo tan suavemente

que pudiste ir dormida en su regazo...


tal vez soñando la gente del mercado,

Chicago en el invierno o al mago de Oz y su tornado.

Me quede mirando tus palabras tan de siempre,

escuchando ese poema que amabas...

" Conque, Andrés, ¿vas a partir..."

Me dijiste lo escuchara y guardara.

Me quede esperando narraciones,

de capa y de espada , con mi hermano,

me quede tan solo en primavera...

añorando un beso y una caricia tuya.


Paisajes

De lo que tengo y no tengo

te daré todos mis sueños,

mis silencios y mis gritos,

mi tertulia en primavera.

Encerrare la niebla y las estrellas,

escribiré un poema a tus inviernos.

De lo que soy y no soy,

haré los equipajes que me faltan.

Caminare en el verde del recuerdo

para conservar los versos que dejaste...


y pintare paisajes con tus ojos

donde debimos amarnos sin distancia.


Despedida

Te vas...

en mirada que a veces se pierde y que se encuentra,

con manos que ya no pueden derramar ternura.

Te vas en silencio...

en caricia y aroma de adiós inevitable.

Y te miro en recuerdos, en silencios tristes,

en páginas que dejaste en los pasillos,

te miro siempre en las palabras,

en las paredes que no ceden al olvido.


Tus pasos ya no vienen...

dejaron su tristeza entre mis sueños,

quisieron olvidar el dolor y las distancias,

reposan hoy y niegan su impotencia.

Te vas... tan poco a poco,

sin recordar mi rostro y mi sonrisa

Y tal vez sueñas...

en un paseo en bicicleta en carretera,

sueñas tal vez en esos valses,

y en aquella muñeca que arrojaste al río.

Te vas... y te despido,

sin otra opción que besar esas tus manos,


con las campanas de mi barrio aun tan tristes,

en esa tarde que tanto me contaste.


Mientras dormías

Mientras dormías...

convertí tu cuerpo en agua,

tu paladar en caricias...

y hundí mis manos en tu vientre.

Mientras dormías...

te pensé cerca -tal vez en palabras-

te sentí lejana y triste

y encendí una nostalgia suave.

Anoche, amor...mientras dormías

me soñaste calmo y solo,


transparente de emociones y desvelos

pero solo...muy solo.

Deje que la noche se fuera,

me acompañaba solo un recuerdo ausente,

anoche...mientras dormías,

sentí mas frío y me bebí el silencio.


Vengo

Vengo de la noche...buscando,

de las tristezas muertas del barrio vivo,

vengo de una nostalgia que me muerde...

del sueño que no se cumple, vengo de ti...

Y me detengo otra vez en los andenes,

descansando otra vez en la sonrisa ausente.

Vengo de no encontrar los ecos frescos,

de no morir en pétalos y cardos.

Mi paso, es lento y sin sonido...

no teje todavía el camino firme


-el que me lleva contigo,-

ese que llora cuando paro.

Vengo cansado de la ausencia,

de la distancia que no me deja verte,

de no escuchar tu voz y ese tu acento...

vengo a vivir sin vida entre mis líneas.

Y así te sigo amando...

escurriéndome en sollozos y balcones,

te amo en tu viento... en mi viento,

y en esta soledad que me cobija...


Caricias de papel

Caricias de papel...

de magazines lejanos y escondidos,

de tardes llenas de sueños y maderas,

aderezadas sonrisas congeladas.

Caricias de papel...

Que resbalan con libidez de insomnio fresco

amaneciendo en masa y manos,

en sutileza amarga de sudores.

Se quedan en mis huellas

en calles pintadas de consignas

en gritos que se fueron...


en tristes miradas con aureolas.

Y las conservo aun en terciopelos

en roperos y escaleras de edificios viejos,

con lamentos perdidos en los barrios,

en locales sin pan y sin bebida.

Caricias de papel...

que duermen en la misma carne

en triángulos perfectos...

en copulas divinas...
Reflexión 1

He caminado mis recuerdos, mis plazuelas,

redefinido mí deseo en carnavales vanos,

me he detenido a escuchar a la locura

y hasta he dejado mi carga en las gaviotas.

He conversado con los heraldos de los tiempos

sin entender aun la razón de sus angustias,

vagando el oscuro de los cuerpos,

de los que no llegan a mis altares y a mis ojos.

Me sueño en primaveras,

en esas en que llueven tus gardenias.


Me detengo a veces a mirar los prados,

-los que florecen con aromas de tristeza-.

y te llamo en mis inviernos...en mi llanto,

invitando a la nostalgia a que se quede,

languideciendo siempre en mis arenas,

preguntando por tus manos que no tengo.


Te quedaste

Te quedaste en mis destellos

en todos los que tengo y los vienen,

sin la prisión que invente de niño

sin el papel que me dieron los recuerdos.

Me entregaste los sueños sin tenerlos

para conservar jardines y guirnaldas...

recogiendo el sol para tenerlo siempre,

dejando nostalgias en la luna.

No te fuiste jamás...no claudico tu verso

abrazaste al romántico lejano,


guardaste mi silencio en tu maleta

y lo llevaste a curar de la tristeza.

Te quedaste en mis imágenes azules,

en la soledad de una ventana,

arropando mi vientre con el tuyo,

bebiendo del café que no tuvimos.

Te quedaste...

y decidiste regalarme las preguntas,

las respuestas y el buró de un poema

de un invierno que se fue y no llegaste....


Querer

Quiero bañar mi cuerpo en la pintura,

amanecerlo en tus curvas musicales,

quiero beber el nuevo día contigo,

deshacer los temores con tus tardes.

Quiero bañarme de ti...

untarme de tus besos,

dejar tu figuras entres mis noches,

acariciar la suavidad de esta ausencia.

Te quiero a ti en la distancia,
en la soledad de mis espacios,

dejando mi sonrisa en tu llanto

en los patios del invierno que no cede.

Así te quiero, sin la respuesta simple

a la pregunta clara.

así te amo, en los caminos que me quedan

en los noche que me faltan por tenerte.


Alas

Despiertas en mis días...

alejada de un gris que desespera,

en alud de imágenes escritas

empiezas tu día y tus desvelos.

Bañas tu cuerpo con ausencia

y te vistes de recuerdos,

bebiendo furtivas sonrisas que se fueron...

distantes aromas que no llegan.

Desvaneces tu existencia en el relato diario

en el que escribe la sirena y este cielo


Entregas tus manos a la vida,

empacas las orquídeas que deseas.

Y te veo en mi mañana...tan lejana

tan fría sin ti y tus palabras,

tan triste sin el verso de tu pelo,

tan tristes los jardines de mis patios.

Tomas tus alas y entonces apareces...

apareces en versos y caricias,

cubierta de nostalgia color mate,

tomas tus alas....

Eres mujer...y vuelas.


Te dejare ir…

Te dejare ir, cuando el frío cobije la sonrisa

y los castillos no miren sus caminos,

te dejare ir en primavera...

para tenerte conmigo en un eterno invierno.

Solo me quedare con le roció de tu recuerdo...

con las tardes tibias y soleadas,

atrapado entre la gente...entre los gritos,

ahí me quedare en silencio y solo.

Te buscare en funciones que se fueron,


vestido con el frac que lo amerita,

dejando tú nombre...nuestros nombres,

en rumor lejano que atraviesa esta nostalgia.

Te dejare ir... siendo tan tuyo,

siendo mi condición la de tus versos,

y esperare que vuelvas tu mirada,

para encerrarme en ella y arroparme.

Te dejare ir...sin quitar mis manos,

llevaras equipaje en maletas confortables.

Y sin que tú lo sepas...


dormiré en tu alma y en tu pecho.

Sin despegar mi presencia de la tuya,

sin salirme jamás de tus sonidos.


Es noviembre

Tu mirada en los rostros ilumina la ansiedad,

tu rostro mismo me encuentra en los asedios,

en noches sin caricias...sin aromas,

en ganas reprimidas de música y de vino.

Y es noviembre...

sin las palabras cercanas, sin la ducha,

sin tu risa en mis calles...sin tus manos,

te encuentro lejana, aun libre de ausencia...

en tristeza que flota en nuestros cielos.


Te arropo nuevamente en mis andamios,

te cubro otra vez de mis angustias vanas,

y sigo aquí...en el verso que dejaste,

en el buró vacío de mis viajes.

Es noviembre...

Pleno de paisajes que nunca contemplamos,

de calzadas que jamás recorrimos...

lleno aun, de tu presencia y de la mía.

Y te amo tan distante...tan ausente,

en estos patios que gritan soledades,

te extraño así...tan siempre cerca,


columpiando esta sonrisa y esta calma.
Beso

Quiero deslizar mis besos entre tu vientre...

jalar mis labios con tus hombros y emociones.

Mi beso en ti... en tu fragancia,

en el oscuro palpitar de tus placeres.

Quiero mi beso entre tus manos...

chupando acaso néctar amoroso,

mi beso en ti...buscando el dulce,

mordiendo suave la prisión de otros labios.

Mi beso suave y presuroso, calido y profundo,

este que lame el paladar que me regalas,


mi beso en ti - tan siempre mía....-

dejando húmedo los pliegues de tu cuerpo.

Deja este beso mío entre tus piernas,

déjalo descansar y amarte toda,

conoce mi lengua...mi saliva,

deja este beso siempre entre tu vida...


Duelo

Abrace el luto de tus ojos recostados,

te llore en silencio sin recuerdos,

te cobije en eterno duelo sin despojos...

deslizando tus manos sin la vida.

Llegaste nuevamente...sin palabras,

y suavemente te quedaste en la mirada,

no lloraste, jamás lloraste,

no permitiste que midiera tu sonrisa.

No dejaste palabras... ni reproches...


habías marchado en un junio tan lluvioso.

No pude llamarte, no escuchabas...

la vida se te fue entre las noches.

Sentí otra vez, ese tu paso solitario...

en mi calle, tu calle...en tu ocaso.

Llegaste en mis tardes...sin recuerdo,

en las que las lágrimas se aguantan,

llegaste aun sin vida y tan de lejos,

y te guarde en mi tristeza para siempre...


Actividades

Para que no te marches...

Marcare las sombras de mi aurora,

dejare el camino siempre fresco,

y me hundiré en tus brazos tan lejanos.

Para que no me olvides

viviré en tus mañanas y tus tardes

dormiré las noches en tu vientre

besando tus caricias y tus ansias.


Silencio

El silencio mata en las terrazas del tiempo,

me atrapa en las cuestas y andanzas de tu vida...

el silencio me marca en los recuerdos,

en la luz que derrama vacíos en mi tristeza.

El silencio me bebe en pequeños holocaustos,

en pasiones que se van poco a poquito,

me corta y me lastima...me mata en soledades,

deja el amargo en mis oídos, me encanece...

Este silencio sin saber me esta acabando,


me arrincona en calidas celdas de tu ausencia.

Y así te amo con silencios y distancias,

con sueños que no llegan a mi melancolía.

Parece amor, que se acaban los sonidos,

los que me amaron tanto, los que extraño.

Y así te amo con mi mirada puesta en el reencuentro...

en el sur amado...en tu vida.


GMYLM

Como te recuerdo en mis mañanas...

entre líneas de luz que nunca llegan,

como haces falta en mis pecados...

en la soledad de mis placeres.

Y tejes palabras y tejes el tiempo,

deslizas tristeza en esta distancia,

duermes en ausencia...

besas mi ternura...

Te recuerdo amor callada,

silente y dormida.

Recuerdo tu cuerpo
claudico en mis ganas.

Como no me llega el noviembre eterno

jardines sin flores...

manos en tus senos

como no me vivo contigo en los días.


Me vivo

Me vivo en palcos presurosos...

en espirales de temor y de alegría,

me vivo, en la candente espera de tu noche,

aquella que dejo mis esperanzas.

Me vivo, en tiernos aluminios que envanecen

retozando en sabores que resbalan...

así me vivo, en inviernos que cortan ramilletes...

en caricias lejanas... en amor y reclamos.

Y contemplo tu luz atormentada

aquella que me endulza la amargura,


revivo el verso triste....

me grito de egoísmo...

así me vivo, amando tu equipaje

queriendo seducir tus interiores,

alejado del alma y de la tierra

solitario entre sauces y colinas...


Conozco

Desde lejos conozco tu caricia,

la palidez de ignorar mi suerte,

conozco el frío de una ausencia...

de un rincón que te guarda y te consuela.

Conozco esa distancia entre mis nubes,

esas angustias descalzas de tu tacto,

conozco tu silencio...tus palabras.

Y también se que mis pecados se envanecen.

Desde mi me percato de tu nombre

aquel que me atrapo entre las noches.


Me planto en la materia de la gente,

para escuchar... para velar por mis sentidos.

Evoco tu cuerpo en mi silencio...

en esta oscuridad que te refiere,

me quedo en el tiempo...nuestro tiempo,

pegado a tu piel y a tu universo.


En sueños vienes

En sueños vienes...

en pasos suavecitos de ternura,

aliviando la densidad del abandono,

arrullando los brazos y los besos.

En sueños vienes...

y dejas al aroma de tus versos

en jardines de tarde...

en fantasmas de noche.

Vienes...vienes y te quedas,
sellas el altar de mi consuelo

limpias el baúl que me ilumina

vienes...vienes a mi vida.

En sueños vienes y te amo,

te lloro en mis andanzas matinales,

te nombro y digo amor y digo vida...

en sueños vienes compañera...

Y te amo tan lejana...

y te amo y te tengo tan cercana.


A veces

A veces -en tardes como hoy- muero en tus ganas,

muero en la sensación del abandono...,

a veces la promesa que no llega...

rosa que me niego, engalana mi tristeza.

A veces, me pregunto por las noches,

por aquellas que llegan sin sentido,

por las que se deslizan en mis calles...

en silencio...sin tu nombre.
Me lloro a veces, te amo a veces,

y espero tu regreso, beso robado en mi universo...

noche compartida sin café y con llovizna,

amor y pasión que no se han ido.

Y muero solo en mis paisajes,

los que comparto en palabras,

muero de amor, aquí en mis ganas...

mirando el sur...que no promete nada.


A solas

Cuando estoy a solas... vienes y sonríes,

parece que la sal se diluye en nuestros mares...

que las aves se recogen a sus nidos,

cuando estoy a solas, me arropas de sentidos.

Y es que la soledad me bebe siempre,

me hace brindar con nocturnos arlequines,

me llena de caricias...

me funde en sus silencios.

Cuando estoy a solas te recuerdo,

te imagino en las esquinas de mis calles


en placidas duchas y sonrisas

te amo en etérea primavera.

Cuando a solas te imagino...

me llora el alma y los abrazos,

tu ausencia me empuja a la ventana...

al sur que no alcanzo y que no llega...


Sepelio

Cerca de mi sombra, pasaste reposando...

por el frente de tu casa, sin los pasos cansados.

Pasaste en procesión y sin discurso,

calladas las lisonjas...cubiertas nuestras culpas.

Dormías entre silencios, sin palabras,

tu mirada ya se habia perdido en mis indultos,

descansaste del alba y de la noche...

de las calles sin luz y con canteras.

Pasaste sin reproche, sin recuerdos,

sin la fiesta de mi calle y de mi pueblo,


se acabaron los miedos, nuestros sueños,

callaste para siempre los pecados.

Te fuiste... lloviznaba en la calzada,

lloraban junto a mí los eucaliptos,

la música se fue aquella tarde...

y yo guarde tu muerte en las acacias.


Te alcanzare

Hoy como siempre, he necesitado de tu aroma,

-de ese... que teje las caricias-

he extrañado la seda de tus versos,

de aquellos que dejan nostalgia en los sentidos.

Te amo compañera...

te amo en la distancia y en la ausencia,

distancia que no cede, que entristece,

ausencia que te anhela y perdona la distancia.

No escribo para atrapar las vanidades...


escribo porque me hace falta el rencuentro,

los atardeceres a tu lado, la lluvia que lava las angustias.

Escribo... para alcanzar nuestro universo.

Mis brazos no han caído, siguen firmes...

mis manos se han fundido en tu vientre...

en tus pechos sensitivos, en tu calida sonrisa.

Mis ojos siguen siendo de tu noche.

Te alcanzare en noviembre, en mi invierno,

en la ventana que duele tanto en mis espaldas,

te alcanzare en el sur, en tu regreso....

y los ocasos serán de nuestros cuerpos.


En las tardes

En los mañanas sacrifico mis sentidos

empapado de soledad y de caricias

incierto de tu nombre, lejano de tus ojos.

Lleno de recuerdos matizados.

En las noches evoco el altar de tu presencia

parapetado en rincones siempre tibios,

alcanzando tú figura... tu palabra,

y te miro distante...siempre mía.

Y te amo tan de ti...tan de mi

entre las oraciones que regalas,


entre versos y abrazos tan estrechos

y en las tardes me entrego a tu tristeza.


Recuérdame

Recuérdame...

cuando la angustia separe los cerrojos,

y de la eterna noche, hagamos este canto.

así recuérdame, sin la sal y sin los versos.

Recuérdame tan tuyo, tan siempre cerca,

con el aroma de tu nombre en mi desvelo,

con tus pies en mi pecho...

con el vino en tu vientre.

Yo estaré en mi ventana solitaria,


viviendo siempre en nuestro invierno intenso,

entre los patios de un noviembre que no cede,

acurrucado entre tus sauces...en silencio.

Recuerda el aroma de ese beso,

de aquel primero que robe en mi cielo.

así recuérdame, tan lejos... tan cerca,

negado de tu presencia en mis auroras.

Recuérdame...

y no quites mis brazos de tu talle,

conserva siempre mis poemas en tu calle,

en la distancia de tus sueños...


en esta triste ausencia que no acaba.
Sabanas azules

Despereza mi cuerpo...

despierta sus ansias y su aliento

déjalo gritar buscando al tuyo,

agita sus caricias y suspira,

solo eso...por ahora.

Recorre mi pecho con el tuyo,

alivia mis costados con tus muslos.

Y besa esta piel que te desea,

dame ese néctar que mis labios tanto aman.

Dama lejana...adorable compañera.


Vaguemos en sabanas azules,

juguemos a que estamos siempre juntos

y dejemos, amor, la pasión en nuestros cuellos

amando siempre...lamiendo siempre

ausente amante que vive en mis noviembres.

Desliza tus labios en los míos,

saborea este paladar que te recuerda

deja pegado tu vientre con el mío

y agita esta fragancia en mis nocturnos.


Aquí

aquí me encuentro en la planicie,

con los miedos que atraparon mi camino,

en brazos y aromas, en coplas y nostalgias...

aquí me duermo en barcas suaves...solitarias.

Callado en la imagen que no llega

embarrado en falacias y ensueños,

cansado siempre, pidiendo siempre

negado siempre de ese pedimento.

aquí me hallo en un eterno invierno,

encendido en el pasado,
apagado en mí presente

recorriendo esto que no viene con la vida.

Y escucho el dolor de mis adentros,

ahogado, llorado tierna alegoría,

me llegan esas sombras...

las que no prevalecen el fuego.

aquí estoy, digo, aquí me quedo,

esperando la utopía...los colores,

con la esperanza de un río que se aquieta

de un árbol que se muere.


Los poemas que componen este trabajo fueron
escritos inicialmente en la Comunidad Piel Caliente
de MSN recientemente eliminada .

Trabajos serios y de la valía de éste que exponemos se


han perdido y quizás, nunca más los podamos
recuperar.

Agradezco a Ramón este poeta mexicano que con su


verso deleito a muchos de nuestros lectores y
participantes y personalmente agradezco al amigo
entrañable, compañero que supo contenerme y apoyar
todo los trabajos realizados en dicha Comunidad
desde su Tijuana, México.

Gracee

You might also like