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Autoestima: El primer escalón del Éxito

20
Tus pensamientos son dinero
Millones vieron la manzana caerse,
pero Newton se preguntó por qué
Bernard Baruch

Hablar de dinero suele ser un tema que para los "principiantes" del desarrollo
espiritual les puede parecer ofensivo y así optan por evadirlo prefiriendo irse a tomar un
cafecito para platicar con otro amigo suyo acerca de algo que valga más la pena. Y esa
suele ser la razón por la que generan tan poco dinero y donde su otro amigo suele estar
igual de pobre por ley de semejanza alcanzándoles sólo para un cafecito. Y si alguno de
ellos dice que eso no les importa, pues una ley se cumple y por eso no lo tienen. Algo
que no me importa no lo atraigo. Sin embargo, si se decide avanzar espiritualmente,
con el tiempo uno alcanza a ver la tremenda relación que hay entre nuestra verdadera
espiritualidad y el dinero, la relación es directa e intensa. De eso quiero hablarte en éste
capítulo.

En muchas personas, existe una actitud negativa muy enraizada hacia el dinero, la
cual tiene que ser necesariamente corregida. Esta actitud induce a que una gran mayoría
de la gente como algo sucio y muy poco espiritual, una visión promovida mayormente por
diversas religiones. De esa forma, la Pobreza y el sufrimiento se convirtieron en virtudes,
y en sinónimo de algo totalmente espiritual. Inclusive hasta hoy, cuando el dinero viene a
sus vidas, algunas personas se sienten culpables de ello, como si no merecieran
tenerlo.

En realidad, el dinero es sólo una forma de energía solidificada, al igual que todas las
otras cosas materiales que existen en el plano físico. De hecho, el dinero es neutral, vale
decir, no asume simpatías por lo bueno o por lo malo. No lleva consigo ninguno de
aquellos juicios morales que los seres humanos le imputan. Como cualquier forma de
energía, el dinero responde a la Ley Universal de la Atracción. El dinero llega a la persona
a quien le agrada, a quien lo aprecie. De la misma forma que cualquier otra energía, se
alejará de aquellos que lo odien o, en secreto, lo desdeñen. Con seguridad, ustedes
reaccionarían de la misma manera que lo hace el dinero, ya que se incorporarán y
participarán a gusto, en un medio social donde se sientan aceptados, apreciados y
valorados. En cambio, regirán estar presentes en otro tipo de escenario negativo, donde
se sientan despreciados, no valorados y hasta desdeñados. Al igual que sucede con
cualquier tipo de energía, en este caso, la del dinero, por la Ley Universal de la Atracción,
o ustedes se aproximan totalmente o, en su caso, se alejan definitivamente de
determinado medio social.

Sin embargo, los quiero invitar a pensar un momento ¿Qué pasaría si ustedes
miraran al dinero como una de las expresiones de la Voluntad Divina? Es posible que

Capítulo 20: Tus pensamientos son dinero.


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algunos de ustedes al leer esta frase puedan sentirse algo recelosos. Inmediatamente,
podrían preguntarse: ¿Cómo podría relacionarse el dinero con la Voluntad Divina? Otra
vez, comprendan que esta su actitud contraria al dinero, reside en lo profundo de su Ser, y
ésta es la razón fundamental por la que el dinero huye de ustedes. De una vez por todas,
asuman que si el dinero es dirigido y utilizado apropiadamente, éste puede permitirles a
ustedes implementar determinadas labores relativas a su Misión en esta Tierra y en estos
tiempos, y así cumplir con su misión personal.

La primera vez que yo escuché hablar de Economía Espiritual fue hace muchos
años cuando llegó a mis manos un libro con ese mismo título, del afamado autor, célebre
pastor de iglesia, Eric Butterworth. Sin duda, puedo afirmar que ese libro fue uno de
"esos" que te marcan al leerlo. Las verdades vertidas en él, las había vivido desde muchos
años antes de leerlo pero hasta ese entonces entendí la directa relación que hay entre
nuestra espiritualidad y el dinero; por ejemplo, el poderosísimo fenómeno de dar las
gracias y realmente sentir gratitud, para luego descubrir ese acto como enorme fuente de
abundancia. La relación "vibracional" entre uno y otro. Sin embargo, para fines prácticos,
te comentaré uno de los temas más interesantes en esta relación, nuestros "pensamientos
al respecto", algo que genera una relación emocional con el dinero y de ésta, su
abundancia o carencia.

Robert Kiyosaki en su afamadísimo libro "Padre rico, padre pobre", nos muestra las
creencias a las que estuvo expuesto cuando vivió la interesante dinámica familiar de tener
dos padres, uno rico y otro pobre. De esa forma pudo comparar lo que uno y otro le
aconsejaban con respecto al dinero y ahí descubrió con toda evidencia las distintas
creencias que cada padre tenía con respecto al dinero y, por supuesto, la consecuente
realidad económica que vivían, uno rico y otro pobre. Por ejemplo, este contraste de
creencias: "El amor al dinero es la raíz de todos los males", mientras que otro pensaba:
"La falta de dinero es la raíz de todos los males". ¿Con cuál te identificas? Verás que será
muy curioso analizar porqué está tu economía como está: por lo que piensas acerca del
dinero. Es la fuerza del pensamiento en plena acción financiera.

¿Qué puede decirle un padre pobre a su hijo acerca del dinero? Quizá algo como:
"Quédate en la escuela y prepárate, estudia mucho, pero mucho para que luego puedas
conseguir un buen empleo y ahí trabajes duro, durísimo para ganar dinero". Sin embargo,
si trabajar duro, muy duro, fuera la garantía del éxito financiero, todos los burros tendrían
enormes carteras. Y no es así. Los campesinos de todo el mundo es la población que más
trabaja y las que menos tienen. Una persona puede graduarse con excelentes
calificaciones, pero con una mentalidad y programación financiera que corresponden a
una persona pobre. Yo tengo por ahí algunos amigos que creo ganan buen dinero como
empleados de una afamada empresa internacional, pero que viven muy pobres, con una
franca, franquísima actitud de pobreza. Les cuesta tanto, pero tanto trabajo gastar,
¡aunque ganen bien! Siempre viviendo con miedo. Siempre "ahorrando" para prevenir
cualquier contrariedad. Y la pobreza en su actitud se incrementa enormemente cuando
empiezan a tener hijos. Ganen lo que ganen, existe un miedo latente a que su jefe los
despida, a que la empresa los corra, a que no agraden a sus superiores, a que contradigan
lo que su jefe expresa.

Capítulo 20: Tus pensamientos son dinero.


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En los años que llevo de conferenciante en miles de empresas nacionales y
extranjeras, concluyo que muchas personas no contradicen al jefe, no por no tenerle
respeto, sino por temor a perder el dinero que acarrearía el posible despido al contrariar al
jefe. Podría afirmar que por eso hay tanta hipocresía en el medio laboral y empresarial;
incluso por ello son tan importantes esas "idas a comer con el jefe" para siempre "estar
bien con él"..., pero con el dinero diría yo. Punto final.

Estoy convencido que si alguien tolera las majaderías de otra persona, es


únicamente porque dependen en algo de esa persona. En cambio la gente que no tiene
ninguna necesidad económica, suele ser la que no tolera la más mínima majadería de
nadie. Simplemente se retira en paz a seguir por otro camino. Esto es tan claro. He
conocido gente rica que se ufana de tener muchos amigos que ha mantenido por años, sin
quizá darse cuenta de que sus "amigos" sólo lo han tolerado por la ganancia secundaria
que ello les representa. Algo muy clásico son las mujeres que toleran a sus maridos a
cambio del sustento económico. Miles hay. En cambio, tengo otros amigos (muy pocos por
cierto), con gran libertad financiera y emocional que son profundamente creativos y
siempre están pensando cómo hacer un mejor negocio y establecer una empresa con
sistema. Gente que se arriesga a seguir sus sueños y no los detiene "la seguridad" de
entrar a una empresa, sino que les da vida y pasión su pensamiento creativo para gestar
una propia.

Cuando estamos frente a un bien o servicio que quisiéramos adquirir y no nos


alcanza el dinero, hay dos opciones de pensamiento frente a ello; (1) Expresar
lógicamente "no puedo comprarlo", o (2) preguntarse "¿Cómo podré comprarlo?". La
diferencia en la fuerza de esos dos pensamientos es enorme. Como afirma Kiyosaki, la
primera es un decreto, y de ahí no se sale, es un hecho. La segunda es una pregunta. La
primera deja a la persona al margen de las circunstancias sin poder hacer nada. La
segunda se obliga a pensar. ¡Enorme diferencia! Enormemente diferentes serán los
resultados también. Me gusta cuando el autor comenta que expresar "no puedo
comprarlo" es tan sólo una señal de pereza mental. La pereza reduce tanto la salud como
la riqueza.

Un tipo de persona puede creer: "El dinero no me importa, no me interesa el


dinero". Tengo conocidos que lo afirman con orgullo. Todos pobres. Se nota a leguas. En
cambio, también tengo otros conocidos que piensan diferente: "El dinero es poder". Todos
ellos ricos. Siempre me ha llamado la atención este tipo de diferentes pensamientos que
originan tan distintas realidades. Por eso he llegado a desarrollar la hipótesis que tu dinero
es una buena medida de tus pensamientos, y suele una medida muy exacta.

He llegado a conocer personas que afirman: "Yo nunca seré rico", y esa profecía
autocumplida se cristaliza en la realidad de la que luego se quejan. Increíble, pero así es.
En cambio, también tengo la dicha de conocer personas que piensan algo como: "Yo soy
rico, y los ricos no se comportan así...", haciendo alusión a un comportamiento que no les
agrada. Conozco amigos que han pasado por quiebras financieras, pero siguen siendo
ricos en todo esplendor. Su forma de caminar, su forma de ver la vida incluso en
bancarrota, su buen gusto. Otro poderoso ejemplo es cuando analizo la forma en que un
rico o un pobre lee la carta-menú de un restaurante: el pobre la lee de derecha a

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izquierda, el rico solo lee la columna de la izquierda y no se entera de más. (Nota: Los
precios por lo general se encuentran del lado derecho). Esto nunca falla y es muy
manifiesto. Uno se preocupa por cuánto va a gastar, el otro por qué va a disfrutar.
Obviamente, el resultado en las realidades de ambos seguirá a sus pensamientos.

Desde el principio de éste taller se ha afirmado que todos tenemos la magia para
crear nuestra propia realidad, y nuestra realidad financiera no es ninguna excepción a
esta ley. Hemos analizado anteriormente que, si lo que deseamos son nuevos
resultados, hemos de realizar nuevas acciones que los produzcan. Y si
deseamos nuevas acciones, hemos de albergar nuevos pensamientos que las
hagan surgir. Y a su vez, si deseamos crear nuevos pensamientos, hemos de adquirir
nueva información que los generen. ¡La diferencia, al final, está en la información! A nivel
económico se sucede este mismo fenómeno. Y estoy de acuerdo con miles de autores que
afirmamos lo mismo: gran parte de la pobreza que vive mucha gente es debido a falta de
información financiera, falta de cultura económica. La economía no se suele enseñar en
las escuelas ni lo hace el gobierno, es una enseñanza tácita en la ambiente familiar, en los
hogares, en el ejemplo observado en casa. Y si esa es la información que recibimos,
¡¿cómo lograr riqueza cuando la abrumadora mayoría de las familias (en mi país) son
pobres o de clase media?!

Kiyosaki lo muestra dramáticamente, hijos ricos suelen ser por el ejemplo de padres
ricos, no tan solo por heredar fortunas; hijos pobres suelen ser por el ejemplo de vida de
padres pobres, no por falta de oportunidades; hijos clase media suelen serlo por el
ejemplo de padres de clase media. En una u otra forma, se trata de romper el molde y
generar lo que uno quiera rebasando los límites de lo conocido, disciplina fruto del deseo
de la propia -muy propia- superación. No es herencia, son patrones de pensamiento
aprendidos y transmitidos a los hijos. Sin duda el dinero es una forma de poder, pero es
más poderosa la educación financiera. Y si no se te dio tal, ¡entonces ve e investiga por tu
cuenta! Eso hace un ser extraordinario, esto hace la diferencia!.

Recuerdo que hace años en un viaje en avión, mi compañero en la fila de asientos


era un altísimo ejecutivo de una de las más afamadas empresas de la industria
farmacéutica. En algún momento de la charla me dijo: "Debes aprender que el dinero está
tirado en las calles, y está tirado abundantemente. Sólo es cuestión de aprender a
recogerlo". Parece que fue ayer cuando escuché esta creencia y todavía la recuerdo tan
fresca en mis oídos que escucho el tono y timbre de voz de aquella persona incluso ahora.

Desde aquel entonces me dejó pensando su metáfora. Creí en ella. Y he aprendido a


recogerlo. Ese pensamiento es muy diferente de aquellos que piensan: "...es que la gente
no tiene dinero, está muy gastada, por eso ya no compran tal o cual cosa...". Yo he
decidido no creer en esa frase que tanto se escucha en la clase media y pobre. Las
evidencias que yo alcanzo a ver me muestran lo contrario. Cada vez más agencias
automotrices se abren en mi país. Cada vez más firmas de autos de lujo llegan. Cada vez
más crece la industria de la construcción. Por lo menos aquí en donde vivo, ya es el colmo,
hay un edificio nuevo casi cada 200 metros. Los teatros se llenan, por lo menos en las
funciones que me toca asistir. Los restaurantes están al tope y con gente esperando
afuera, por lo menos los que yo veo (y aclaro que no soy el único que los ve). Ver

Capítulo 20: Tus pensamientos son dinero.


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abundancia genera abundancia, porque aquello en donde enfocamos nuestra mente
se expande, todo el tiempo.

Hoy te invito a que reflexiones un momento acerca de los pensamientos y


creencias que tienes con respecto al dinero, porque insisto, tus pensamientos son tu
dinero, tu dinero es una muy buena medida de tus pensamientos. Hasta el momento, de
los miles y miles de personas que conozco, no he conocido a un gran pesimista que sea
rico, ni a un optimista que sea enteramente pobre. Y estoy hablando específicamente de
dinero. Tus pensamientos generarán emociones, y estás te moverán por definición. Todos
aprendimos en nuestras casas una relación emocional con el dinero, y esta es la
que nos mueve a la pobreza o a la abundancia. Si notas fríamente luego de leer
estas reflexiones que se te enseñó en tu casa a moverte hacia la pobreza, tienes dos
opciones, seguir así, o romper con la tradición familiar, salirte de la tribu, y adquirir una
Nueva Conciencia del dinero, auto-reeducarte financieramente, adoptar una nueva
postura emocional frente al dinero, y te garantizo que esa nueva información que
adquieras, generarán nuevos pensamientos enfocados a la abundancia, y ella será muy
pronto tu realidad tangible, y esa realidad sin duda te dará más... ¡Emoción por Existir!

Capítulo 20: Tus pensamientos son dinero.

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