La mayoría de los cristianos hoy creen que los mandamientos de Dios fueron dados a las personas del Antiguo Testamento y que no se aplican a los cristianos que están bajo la gracia del Nuevo Testamento. La Biblia tiene mucho que decir al respecto de la ley y de la gracia, aunque sea verdad que los cristianos son salvos por la fe en Cristo, en ninguna parte vamos a leer que las leyes de Dios no deben ser guardadas por los seres humanos. Guardar los mandamientos no es la causa de la salvación, sino el resultado. La obedien-cia a Dios es la prueba del verdadero cristianismo.
1 Juan 3: 4 Todo aquel que comete pecado también infringe la ley, pues el peca-do es infracción de la ley.
Algunos dicen que los Diez Mandamientos fueron clavados en la cruz de Cristo; sin em-bargo, eso no es verdad. Este texto define al pecado como “trasgresión de la ley”. Por lo tanto, si la ley hubiese sido abolida, el pecado también hubiera sido abolido, y entonces no habría necesidad de un Salvador. ¿Por qué Cristo murió en la cruz? Para salvarnos de nuestros pecados, que son la trasgresión de la ley. En el caso de que sea posible proscribir la ley, no habría necesidad de la muerte de Cristo, pero la verdad es que Él es-taba preparado para hacer ese supremo sacrificio a fin de mostrar el carácter inmutable de la ley de Dios.
Romanos 3: 20 Todo aquel que comete pecado también infringe la ley, pues el pe-cado es infracción de la ley.
Somos salvos debido a nuestra fe en Jesucristo, no porque guardemos la ley de Dios. Este texto nos dice que es innecesario guardar la ley, pero que no recibimos justificación por guardarla. Somos justificados por la sangre de Jesús. De ninguna manera este texto dice que no hay necesidad de obedecer las amonestaciones de Dios.
Romanos 6: 14, 15 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, ya que no es-táis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!
La mayoría de los cristianos hoy creen que los mandamientos de Dios fueron dados a las personas del Antiguo Testamento y que no se aplican a los cristianos que están bajo la gracia del Nuevo Testamento. La Biblia tiene mucho que decir al respecto de la ley y de la gracia, aunque sea verdad que los cristianos son salvos por la fe en Cristo, en ninguna parte vamos a leer que las leyes de Dios no deben ser guardadas por los seres humanos. Guardar los mandamientos no es la causa de la salvación, sino el resultado. La obedien-cia a Dios es la prueba del verdadero cristianismo.
1 Juan 3: 4 Todo aquel que comete pecado también infringe la ley, pues el peca-do es infracción de la ley.
Algunos dicen que los Diez Mandamientos fueron clavados en la cruz de Cristo; sin em-bargo, eso no es verdad. Este texto define al pecado como “trasgresión de la ley”. Por lo tanto, si la ley hubiese sido abolida, el pecado también hubiera sido abolido, y entonces no habría necesidad de un Salvador. ¿Por qué Cristo murió en la cruz? Para salvarnos de nuestros pecados, que son la trasgresión de la ley. En el caso de que sea posible proscribir la ley, no habría necesidad de la muerte de Cristo, pero la verdad es que Él es-taba preparado para hacer ese supremo sacrificio a fin de mostrar el carácter inmutable de la ley de Dios.
Romanos 3: 20 Todo aquel que comete pecado también infringe la ley, pues el pe-cado es infracción de la ley.
Somos salvos debido a nuestra fe en Jesucristo, no porque guardemos la ley de Dios. Este texto nos dice que es innecesario guardar la ley, pero que no recibimos justificación por guardarla. Somos justificados por la sangre de Jesús. De ninguna manera este texto dice que no hay necesidad de obedecer las amonestaciones de Dios.
Romanos 6: 14, 15 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, ya que no es-táis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!
La mayoría de los cristianos hoy creen que los mandamientos de Dios fueron dados a las personas del Antiguo Testamento y que no se aplican a los cristianos que están bajo la gracia del Nuevo Testamento. La Biblia tiene mucho que decir al respecto de la ley y de la gracia, aunque sea verdad que los cristianos son salvos por la fe en Cristo, en ninguna parte vamos a leer que las leyes de Dios no deben ser guardadas por los seres humanos. Guardar los mandamientos no es la causa de la salvación, sino el resultado. La obedien-cia a Dios es la prueba del verdadero cristianismo.
1 Juan 3: 4 Todo aquel que comete pecado también infringe la ley, pues el peca-do es infracción de la ley.
Algunos dicen que los Diez Mandamientos fueron clavados en la cruz de Cristo; sin em-bargo, eso no es verdad. Este texto define al pecado como “trasgresión de la ley”. Por lo tanto, si la ley hubiese sido abolida, el pecado también hubiera sido abolido, y entonces no habría necesidad de un Salvador. ¿Por qué Cristo murió en la cruz? Para salvarnos de nuestros pecados, que son la trasgresión de la ley. En el caso de que sea posible proscribir la ley, no habría necesidad de la muerte de Cristo, pero la verdad es que Él es-taba preparado para hacer ese supremo sacrificio a fin de mostrar el carácter inmutable de la ley de Dios.
Romanos 3: 20 Todo aquel que comete pecado también infringe la ley, pues el pe-cado es infracción de la ley.
Somos salvos debido a nuestra fe en Jesucristo, no porque guardemos la ley de Dios. Este texto nos dice que es innecesario guardar la ley, pero que no recibimos justificación por guardarla. Somos justificados por la sangre de Jesús. De ninguna manera este texto dice que no hay necesidad de obedecer las amonestaciones de Dios.
Romanos 6: 14, 15 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, ya que no es-táis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!