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En una
oportunidad
Orunmila les dijo
a sus hijos los
babalawos:
“Vosotros
tenéis que
enseñar a la gente que, pagar
por el bien que se recibe no es
retribuir al pie de la letra; es
agradecer, apreciar, respetar y
corresponder en alguna medida
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Y, Orunmila
prosiguió con el
mensaje... “Porque
hasta hoy he visto
con gran tristeza,
cómo muchos seres
humanos, tan
rápidamente olvidan el bien que
reciben. Es menester entonces,
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“Cada
Babalawo deberá
exigir siempre el
derecho de
Orisha o
contrapartida
material, previa o
posteriormente a
la consumación
de su trabajo. Y,
dejará claro con
cada cual, que el
pago de esos
derechos, en
ningún momento significará que
se ha comprado el favor de los
Orishas o ancestros. El abono de
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“No habrá
acción vuestra, ni
nuestra, que
quede libre de
derechos, excepto
cuando
previamente
nosotros
dispongamos lo
contrario. Ello
significa que, la
caridad y su justa
administración
será cuestión
exclusiva de nosotros, los
Orishas, y en ningún momento
de alguno de vosotros. Si una
persona, por sus actitudes en
vidas pasadas o en la presente,
merece ser premiada con una
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Después de repasar lo
anterior, se comprende
perfectamente porqué,
iniciarse o recibir los Ilekes
(collares) de nuestra religión,
cuesta dinero; porqué recibir
Ajagun (Orishas Guerreros),
cuesta dinero; porqué recibir
otras consagraciones y
fundamentos, cuesta dinero;
porqué hacer Elehan (asentar
Orisha), cuesta dinero; porqué
hacer Itefa (hacer Ifá), cuesta
dinero; porqué realizar una
simple rogación o ebó, también
cuesta dinero.
recompensa y reconocimiento
por parte de los Orishas, sino,
también de sus semejantes.
e inescrupulosos en
nuestra sociedad?
Para mucha gente es muy
fácil pensar que por un
bien recibido del más allá, por
mediación de un sacerdote, el
pago por los servicios de éste
corre exclusivamente a cargo de
los dioses. Aquí se
aplica estúpida y
egoístamente la
relación patrón y
empleado; estiman
que como el sacerdote
es empleado de las
deidades, son estas las que
deben recompensarle por su
trabajo... ¡nada más absurdo!