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En sus experimentos con partículas alfa observó, junto con sus colaboradores
Hans Geiger y Ernest Marsden, que al bombardear una fina lámina de oro con
estas partículas, algunas de ellas rebotaban contra la lámina en vez de
atravesarla, lo cual era incompatible con el modelo atómico de Joseph J.
Thomson, aceptado como válido por aquel entonces. Su estudio de la radiación le
llevó a formular una teoría de la estructura atómica que fue la primera en describir
el átomo como un núcleo denso cargado positivamente alrededor del cual giran los
electrones cargados negativamente. Las partículas alfa que rebotaban eran
aquellas pocas que chocaban frontalmente contra los núcleos de los átomos de
oro. Su modelo atómico, sin embargo, contradecía la teoría electromagnética de
James Clerk Maxwell, según la cual todo electrón acelerado que describe una
trayectoria curva, emite una energía en forma de radiación, por lo que los
electrones no podrían mantenerse indefinidamente en sus órbitas en torno al
núcleo atómico: su energía se agotaría paulatinamente y caerían describiendo una
espiral hasta colisionar contra el núcleo, destruyéndose el átomo.
El siguiente paso fué descubrir las propiedades y estructura del átomo como
entidad individual, lo que dió lugar al nacimiento de la Física Atómica. Tales
investigaciones condujeron, entre otros, al descubrimiento del electrón en 1897
por Joseph John Thomson, quién imaginó al átomo como una diminuta nube de
electrones sobre una esfera de carga positiva. Un año después, el físico francés
Henri Becquerel se encontró con un hecho sorprendente: algunos átomos
parecían cambiar de una especie a otra, transmutarse espontáneamente. Esta
observación fue interpretada acertadamente como que algunos átomos son
inestables y supuso el descubrimiento de la radioactividad natural en 1898. Marie
y Pierre Curie estudiaron el proceso durante los años siguientes e identificaron
varios elementos radioactivos naturales: el Polonio (Po) y el Radio (Ra).
El físico inglés Ernest Rutherford volvió a dar otro salto y se dedicó a investigar las
propiedades y naturaleza de las radiaciones: las clasificó en alfa (átomos de helio
ionizados), beta (electrones) y gamma (fotones). Tras llegar a una comprensión
"satisfactoria" (no por ello totalmente cierta), utilizó las radiaciones naturales como
sondas para investigar la estructura de la materia. Bombardeando láminas de oro
extremadamente delgadas con partículas alfa descubrió que la mayor parte de
ellas atravesaban las láminas sin deflectarse. Midió con acierto que la materia, y
por tanto el átomo, está prácticamente "hueca". Sin embargo, un reducido número
de partículas alfa encontraban en su trayectoria algo que las hacía dispersarse
[1]. Contrariamente a la teoría atómica de Thomson, vigente en aquellos
momentos, el resultado de sus medidas permitió concluir que la masa de la
materia debía concentrarse en una región muy reducida en tamaño, a la que llamó
núcleo; el átomo pasó pues a entenderse como un sistema solar en miniatura, con
un núcleo de carga positiva en el centro haciendo las labores de sol y electrones
orbitando a su alrededor como planetas ligados mediante la fuerza de atracción
eléctrica.
Las medidas de Rutherford desvelaron una terra incógnita para las mentes de la
época y dieron luz a la Física Nuclear, la rama de la física que se encarga de
estudiar los núcleos atómicos. En pocos años, se sucedieron importantes
descubrimientos y la concepción del mundo subatómico cambió profundamente.
Filosóficamente, la Física Cuántica [2], impulsada por Max Planck, Albert Einstein,
Niels Bohr y Erwin Schrodinger, entre otros, acabó con el determinismo
mecanicista de finales del siglo XIX y proporcionó una visión probabilística del
átomo en particular y del mundo microscópico en general. En el campo de la
experimentación, el descubrimiento del neutrón (James Chadwick en 1932) tuvo
un gran impacto y ayudó a Werner Heisenberg a explicar el núcleo atómico
formado por neutrones (sin carga eléctrica) y protones (con carga eléctrica
positiva).
Los comienzos
Desde que Hitler subió al poder, la tensión en Europa no paraba de crecer. Sus
ideas expansionistas y su carácter agresivo fomentaron esta tensión. Pese a las
imposiciones del Tratado de Versalles, la Alemania nazi comenzó a rearmarse. Al
principio de forma discreta, y más adelante, ante la pasividad de Reino Unido,
Francia y Estados Unidos, de forma descarada fabricando aviones de combate,
carros blindados, etc…
Los huesos absorben más radiación que los tejidos blandos y eso
le permitió obtener la primera radiografía de la historia, el 22 de
Diciembre de 1895: era la radiografía de una mano de su esposa.
A Röntgen le concedieron el primer premio Nóbel de la historia, en
1901; cedió el dinero asociado al premio a la Universidad de
Würzburg.
A partir de ese momento, los médicos pretenden su utilización para desarrollar sus
técnicas diagnósticas (gracias a que los Rayos X permiten ver el interior del
cuerpo humano) y terapéuticas, desconociendo sus efectos biológicos, por lo que
muchos de ellos sufren efectos perjudiciales a causa de las dosis recibidas.
Pierre y Marie Curie descubrieron otros dos elementos que emitían radiaciones
parecidas. Al primero le dieron el nombre de polonio en Julio de 1898 y al segundo
lo llamaron radio en Diciembre del mismo año. Pierre y Marie Curie caracterizaron
el fenómeno que originaba dichas radiaciones y le dieron el nombre de
"radioactividad". A masas idénticas, el radio, el más activo de los "radioelementos"
emitía 1,4 millones de veces más radiaciones que el uranio.
Descubrimiento de la Radiactividad
En 1898, Marie Sklodowska Curie (1867-1934), con su esposo Pierre Curie (1859-
1906), dirigió sus investigaciones a la radiactividad. En corto tiempo los Curie
descubrieron dos elementos nuevos, el polonio y el radio, ambos radiactivos. Para
confirmar su trabajo sobre el radio, procesaron una tonelada de residuos de
mineral llamado pecblenda, para obtener 0.1 g de cloruro de radio puro, que
usaron para efectuar más estudios sobre las propiedades del radio y determinar su
masa atómica.
Otro aspecto relevante del libro es el uso original de las fuentes para reconstruir la
historia del laboratorio de radiactividad. Tanto el Laboratorio de Radiactividad
como su fundador y director, el catedrático José Muñoz del Castillo, habían
recibido poca atención por parte de los historiadores de la ciencia españoles. El
olvido es debido en parte al carácter marginal de la ciencia producida en su seno,
pero también a la aparente escasez de fuentes: los archivos personales e
institucionales del instituto se hallan desaparecidos desde la demolición del edificio
que los albergaba a principios de la década de 1980. Para reconstruir su historia,
se tuvo por tanto que recurrir a la información encapsulada en las publicaciones
del Laboratorio y contrastarla con artículos de prensa contemporáneos, archivos
de la administración del estado y la literatura sobre radiactividad publicada en
España en el primer tercio del siglo XX. Estas fuentes, además de proporcionar
información sobre el laboratorio o Muñoz del Castillo, abren también nuevas
perspectivas sobre la imagen pública de la radiactividad y, en particular, sobre la
apropiación de la innovación científica por parte de la medicina en la España de
principios de siglo XX.
LOS DESCUBRIDORES
Rutherford propuso que los electrones orbitarían en ese espacio vacío alrededor
de un minúsculo núcleo atómico, situado en el centro del átomo. Además se abría
varios problemas nuevos que llevarían al descubrimiento de nuevos hechos y
teorías al tratar de explicarlo
RUTHERFORD, sucesor de la cátedra de Thomson, Hans Geiger y Gregor
Marsden, discípulos de Thomson continuan con los trabajos de Tompson pero
enfocados a identificar la radiación de la urania a las que Rutherford, en 1898,
llamó alfa ( ) y beta ( ). Posteriormente se identificó otro tipo de radiación a la
que llamarían radiación gamma ( ), esta última identificada por Paul Villard.
Para comprender los átomos, cientos de científicos han anunciado una serie de
teorías que nos ayudan a comprender su complejidad. Durante el renacimiento, la
química fue evolucionando; a finales del siglo XVIII se descubren los elementos y
en el siglo XIX se establecen leyes de la combinación y la clasificación periódica
de los elementos y se potencia el estudio de la constitución de los átomos.
Su experiencia consistió en bombardear con partículas alfa una fina lamina de oro,
la partícula alfa atravesaban la lamina y eran recogidas sobre una pantalla de
sulfuro de cinc; resulto que mientras que la mayoría de las partículas la
atravesaban sin desviarse o solo desviándose en poco ángulos, este hecho hizo
suponer que las cargas positivas que las desviaban estaban dentro de los átomos
ocupando un espacio muy pequeño, esta parte positiva fue llamada núcleo.
En su modelo, los electrones se movían alrededor del núcleo; pero observo una
contradiccion: el electrón del átomo de Rutherford modificaba su dirección lineal
continuamente, ya que seguía una trayectoria circular, por tanto debería emitir
radiación electromagnética y esta causaría la disminución de la energía, así que
debería describir una trayectoria en espiral hasta caer en el núcleo.
En 1910 Rutherford y sus estudiantes realizaron un experimento que consistía en
bombardear una fina lámina de oro con partículas alfa que son átomos de He a los
que se le ha arrancado 1e-. Recogieron el resultado de este bombardeo en una
placa fotográfica y lo que observaron fue que la mayoría de las partículas alfa
atravesaron la lámina de oro sin desviarse y que un pequeño número rebotaba en
ángulos agudos.
Rutherford propuso un modelo atómico en el que la masa y la carga + se
encuentran en el núcleo pequeño a comparación con el tamaño del átomo y con
los e- girando en órbitas circulares como si fuese un sistema planetario. Esto
permite explicar los resultados experimentales. Al ser pequeña la probabilidad de
encontrar un núcleo pocas son las partículas alfa que rebotan las que no se
desvían es porque pasan lejos del núcleo y aquellas que sufren una pequeña
desviación es porque pasan próximas al núcleo que tiene carga +. Al estar las 2
cargadas positivamente se repelen.
En este modelo atómico la fuerza de atracción entre cargas viene expresado por la
ley de Coulomb.
F= K (q1-q2)/d(cuadrado)
Para explicar la estructura del átomo, el físico danés Niels Bohr desarrolló en
1913 una hipótesis conocida como teoría atómica de Bohr (o teoría cuántica).
Bohr supuso que los electrones están dispuestos en capas definidas, o niveles
cuánticos, a una distancia considerable del núcleo. La disposición de los
electrones se denomina configuración electrónica. El número de electrones es
igual al número atómico del átomo. Así, el hidrógeno tiene un único electrón
orbital, el helio dos y el uranio 92.
menos del tamaño de este dibujo - ), el átomo del electrón giraría a una
distancia de ~0.5 km del núcleo. ¡En otras palabras, el átomo sería más grande
que una cancha de football!
Los átomos de diferentes elementos se distinguen entre si por el número de
protones (el número de protones es constante para todos los átomos de un
elemento, el número de neutrones y de electrones puede variar bajo cierta
circunstancias). Para identificar esta importante característica del átomo, se usa
el término número atómico (z) para describir el número de protones en un
átomo. Por ejemplo, z = 1 para el hidrógeno y z = 2 para el helio.
Otra importante caractéristica del átomo es su peso o su masa atómica. El peso
de un átomo está aproximadamente determinado por el número total de
protones y de neutrones en el átomo. Mientras que los protones y los neutrones
son más o menos del mismo tamaño, el electrón es más de 1,800 veces más
pequeño que estos dos. Es así que el peso del electrón es irrelevante al
determinar el peso del átomo. Es como comparar el peso de una mosca al peso
de un elefante.
Evolución e historia del modelo atómico
Todos estos hechos llevan a Marie Curie a escribir en 1903: " El átomo, indivisible
desde el punto de vista químico, es divisible en este caso (refiriéndose a los
procesos radiactivos), y los subátomos se encuentran en movimiento. La materia
radiactiva experimenta, pues, una transformación química que es fuente de la
energía radiada; pero no es una transformación química ordinaria, porque las
transformaciones químicas dejan al átomo invariable ". Empieza por lo tanto a
tomar cuerpo la idea de un átomo divisible, y por lo tanto compuesto de distintos "
subátomos ", distintas partes dentro del átomo.
Rutherford, que con la ayuda de Frederick Soddy esboza las familias radiactivas, y
tras recibir el premio Nobel de Química en 1908, es quien establece la existencia
del núcleo del átomo. Sus dos colaboradores, Hans Geiger y Ernst Marsden,
bombardean en 1911 una fina lámina de oro con partículas a, observando que
algunas partículas sufrían grandes desviaciones angulares, mientras que la
mayoría de ellas atravesaban la lámina sin desviarse. Estas desviaciones se
atribuyen a campos repulsivos muy intensos existentes en el átomo. La existencia
de estos campos tan intensos desacredita el modelo de átomo propuesto por el
descubridor del electrón, J. J. Thomson, que proponía un átomo donde la carga
positiva estuviera expandida por todo el átomo y sobre ella estaría situada la carga
negativa, en forma de electrones. Una carga extendida por todo el átomo en una
nube difusa produciría un campo repulsivo más débil, no capaz de dar los
resultados experimentales ya citados. Veamos en una animación un ejemplo de
este experimento. Comprobad como la mayoría de las partículas alfa no se
desvían.
Fue de nuevo Rutherford quien, en 1919, propuso que en los núcleos había
protones (o lo que él llamaba partículas primeras) identificándolos con núcleos de
Hidrógeno. Llegó a esta conclusión tras bombardear con partículas alfa átomos
ligeros, de número atómico bajo, como el Boro, Flúor, Sodio, Aluminio, Fósforo y
nitrógeno, y comprobar que en todos los procesos era capaz de arrancar núcleos
de Hidrógeno, que por lo tanto eran constituyentes comunes de esos núcleos. De
esta forma fue como Rutherford llevó a cabo en 1919 las primeras reacciones
nucleares o transmutaciones de un núcleo en otro, utilizando partículas alfa
naturales. Bombardeando con éstas núcleos de Nitrógeno obtuvo un nuevo
núcleo, que identificó como un isótopo del Oxígeno, a la vez que en la reacción se
desprendían protones.
También bombardeos con partículas alfa, en este caso sobre átomos de Berilio,
fueron los que condujeron al descubrimiento del neutrón por James Chadwick en
1932. En estos bombardeos con partículas alfa provenientes del Polonio se
produce una radiación neutra y muy penetrante, que muchos físicos confundieron
con radiación gamma. El omnipresente Rutherford había propuesto un núcleo con
protones y otras partículas neutras, mientras que la generalidad de los químicos
se decantaba por un núcleo con un número A (número másico) de protones y A-Z
electrones, teoría que principalmente se apoyaba en la emisión electrónica beta
del núcleo. Chadwick asoció estas partículas neutras predichas por Rutherford a la
radiación neutra penetrante. Diversos experimentos posteriores corroboraron su
teoría e incluso se pudó medir su masa (entre 1,005 y 1,008 veces la del protón)
en 1932.
Heisenberg, en 1932, propone que el núcleo está formado por dos tipos de
partículas: los protones y los neutrones (llamados colectivamente nucleones). Los
protones tienen carga positiva e, igual y opuesta a la del electrón, y los neutrones
son neutros eléctricamente. Si Z es el número atómico de un elemento, hay Z
electrones en la corteza de su átomo y su núcleo tiene N neutrones, siendo A = Z
+ N el número de nucleones, también llamado número másico.
Por una combinación en estas cuatro clases de átomos se suponía que están
hechas todas las materias conocidas. El suelo seria una combinación de átomos
de piedra y agua. Los de una planta serian átomos de piedra y agua, procedentes
del suelo y átomos de fuego procedentes del sol. Por esta causa los troncos de
madera seca que han perdido átomos de agua pueden arder, desprendiendo
átomos de fuego (llamas) y dejando átomos de piedra(cenizas).
Esta teoría que propuso Leucipo y Demócrito no tubo gran aceptación entre los
filósofos griegos y romanos, así que el átomo fue olvidado ya que la teoría de que
el universo estaba compuesto por cuatro elementos (tierra, agua, fuego y aire),
resulto mucho más popular, aceptada y propagada por “eruditos”, como
Aristóteles.
Física nuclear
Primeros experimentos
La radiactividad fue descubierta en las sales de uranio por el físico francés Henri
Becquerel en 1896.
En 1932 James Chadwick realizó una serie de experimentos con una radiactividad
especial que definió en términos de corpúsculos, o partículas que formaban esa
radiación. Esta nueva radiación no tenía carga eléctrica y poseía una masa casi
idéntica a la del protón. Inicialmente se postuló que fuera resultado de la unión de
un protón y un electrón formando una especie de dipolo eléctrico. Posteriores
experimentos descartaron esta idea llegando a la conclusión de que era una
nueva partícula procedente del núcleo a la que se llamó neutrones.
Los conceptos de fisión y fusión nuclear difieren en las características de formación de cada
uno. De esta forma se encuentra que la fisión (utilizada en las bombas y reactores
nucleares) consiste en el "bombardeo" de partículas subatómicas al uranio (o a cualquier
elemento transuránico, siempre y cuando sus características lo permitan), trayendo como
consecuencia la fisión (de allí su nombre) del átomo y con esto la de los demás átomos
adyacentes al bombardeado en reacción en cadena. Mientras que, la fusión es la unión bajo
ciertas condiciones (altas presiones, altas temperaturas, altas cargas, etc.) de dos o más
átomos y genera mucha más energía que la fisión.
Un poco de historia
Cinco siglos antes de Cristo, los filósofos griegos se preguntaban si la materia
podía ser dividida indefinidamente o si llegaría a un punto que tales partículas
fueran indivisibles. Es así, como Demócrito formula la teoría de que la materia se
compone de partículas indivisibles, a las que llamó átomos (del griego atomos,
indivisible).
En 1803 el químico inglés John Dalton propone una nueva teoría sobre la
constitución de la materia. Según Dalton toda la materia se podía dividir en dos
grandes grupos: los elementos y los compuestos. Los elementos estarían
constituidos por unidades fundamentales, que en honor a Demócrito, Dalton
denominó átomos. Los compuestos se constituirían de moléculas, cuya estructura
viene dada por la unión de átomos en proporciones definidas y constantes. La
teoría de Dalton seguía considerando el hecho de que los átomos eran partículas
indivisibles.
Hacia finales del siglo XIX, se descubrió que los átomos no son indivisibles, pues
se componen de varios tipos de partículas elementales. La primera en ser
descubierta fue el electrón en el año 1897 por el investigador Sir Joseph Thomson,
quién recibió el Premio Nobel de Física en 1906. Posteriormente, Hantaro Nagaoka
(1865-1950) durante sus trabajos realizados en Tokio, propone su teoría según la
cual los electrones girarían en órbitas alrededor de un cuerpo central cargado
positivamente, al igual que los planetas alrededor del Sol. Hoy día sabemos que la
carga positiva del átomo se concentra en un denso núcleo muy pequeño, en cuyo
alrededor giran los electrones.
Cuando el núcleo atómico es inestable a causa del gran número de protones que
posee (ocurre en los elementos más pesados, es decir con Z = 83 o superior), la
estabilidad es alcanzada, con frecuencia, emitiendo una partícula alfa, es decir, un
núcleo de Helio (2He4 ) formado por dos protones y dos neutrones.
Los rayos gamma son ondas electromagnéticas de gran energía, muy parecidos a
los rayos X, y en ciertas ocasiones se presentan cuando ocurre una desintegración
de partículas beta, o bien una emisión de positrones. Por lo tanto, la radiación
gamma no posee carga eléctrica y su naturaleza ondulatoria permite describir su
energía en relación a su frecuencia de emisión.
c) Radiactividad Artificial.
En 1913 Bohr reveló su visión del átomo en tres ensayos que aparecieron
en el Philosophical Magazine británico, utilizando la constante de Planck y
las emisiones espectrales del átomo de hidrógeno como pincel y tela. En
esos ensayos describió tres postulados: 1) Cuantificación de las orbitas
permitidas para un electrón: un electrón sólo puede girar alrededor de su
núcleo en ciertas órbitas circulares para las que el momento cinético del
electrón es un múltiplo entero de h/21T (h, constante de Planck). 2) El
electrón gira alrededor de su núcleo en órbitas fijas, sin radiar ni absorber
energía. 3) La radiación o absorción de energía sólo tiene lugar cuando un
electrón pasa de una órbita de mayor (menor) energía a una de menor
(mayor), que se encuentra más cercana (alejada) al núcleo. La frecuencia f
de la radiación emitida o absorbida viene determinada por la relación: E1-
E2=hf, donde E1 y E2 son las energías correspondientes a las órbitas de
tránsito del electrón. Esto explicaba por qué, por ejemplo, los átomos de
hidrógeno ceden distintivas longitudes de onda de luz, que aparecen en el
espectro del hidrógeno como una distribución fija de líneas de luz conocida
como serie de Balmer: Los átomos emiten energía solamente en ciertas
cantidades exactamente calibradas.
ÁTOMO DE
BOHR
La mayoría de los científicos establecidos se sintieron desconcertados ante
el átomo de Bohr y sus implicaciones con respecto a la teoría clásica. Pero
Rutherford cantó sus alabanzas, llamándole «el tipo más inteligente que
jamás he conocido». Ese apoyo implicó que varios jóvenes físicos siguieran
el camino de Bohr. En Inglaterra y Alemania, así como en los Países Bajos,
Dinamarca y Suecia, una nueva generación de investigadores empezó a
desarrollar poderosas evidencias en apoyo de las ideas de Bohr. La nueva
teoría comenzó a ser aplicada con gran éxito al átomo de hidrógeno. El
modelo de Bohr fue generalizado posteriormente, a átomos de elementos
superiores, por A. Sommerfeld; no obstante, la teoría atómica de Bohr. se
considera como la base de la física atómica y nuclear modernas.
Bohr fue galardonado, en 1922, con el Premio Nobel de Física por sus
trabajos sobre la estructura atómica y la radiación. También fue el primero
que recibió, en 1958, el premio Átomos para la Paz. En 1958 publicó otra
obra famosa: Atomic theory and the human knowledge (Física Atómica y el
Conocimiento Humano). Murió en Copenhague el 18 de noviembre de
1962.
El núcleo atómico
El núcleo del átomo se encuentra formado por nucleones, los cuales pueden ser
de dos clases:
Existen también átomos que tienen el mismo número atómico, pero diferente
número másico, los cuales se conocen como isótopos. Por ejemplo, existen tres
isótopos naturales del hidrógeno, el protio (1H), el deuterio (2H) y el tritio (3H).
Todos poseen las mismas propiedades químicas del hidrógeno, y pueden ser
diferenciados únicamente por ciertas propiedades físicas.
Otros términos menos utilizados relacionados con la estructura nuclear son los
isótonos, que son átomos con el mismo número de neutrones. Los isóbaros son
átomos que tienen el mismo número másico.
Debido a que los protones tienen cargas positivas se deberían repeler entre sí, sin
embargo, el núcleo del átomo mantiene su cohesión debido a la existencia de otra
fuerza de mayor magnitud, aunque de menor alcance conocida como la
interacción nuclear fuerte.
Historia de la teoría atómica
El concepto de átomo existe desde la Antigua Grecia propuesto por los filósofos
griegos Demócrito, Leucipo y Epicuro, sin embargo, no se generó el concepto por
medio de la experimentación sino como una necesidad filosófica que explicara la
realidad, ya que, como proponían estos pensadores, la materia no podía dividirse
indefinidamente, por lo que debía existir una unidad o bloque indivisible e
indestructible que al combinarse de diferentes formas creara todos los cuerpos
macroscópicos que nos rodean.
Luego en 1811 Amedeo Avogadro, físico italiano, postuló que a una temperatura,
presión y volumen dados, un gas contiene siempre el mismo número de partículas,
sean átomos o moléculas, independientemente de la naturaleza del gas, haciendo
al mismo tiempo la hipótesis de que los gases son moléculas poliatómicas con lo
que se comenzó a distinguir entre átomos y moléculas.
El químico ruso Dmítri Ivánovich Mendeléyev creó en 1869 una clasificación de los
elementos químicos en orden creciente de su masa atómica, remarcando que
existía una periodicidad en las propiedades químicas. Este trabajo fue el precursor
de la tabla periódica de los elementos como la conocemos actualmente.
Este modelo fue desarrollado por el físico Ernest Rutherford a partir de los
resultados obtenidos en lo que hoy se conoce como el experimento de Rutherford
en 1911. Representa un avance sobre el modelo de Thomson, ya que mantiene
que el átomo se compone de una parte positiva y una negativa, sin embargo, a
diferencia del anterior, postula que la parte positiva se concentra en un núcleo, el
cual también contiene virtualmente toda la masa del átomo, mientras que los
electrones se ubican en una corteza orbitando al núcleo en órbitas circulares o
elípticas con un espacio vacío entre ellos. A pesar de ser un modelo obsoleto, es
la percepción más común del átomo del público no científico. Rutherford predijo la
existencia del neutrón en el año 1920, por esa razón en el modelo anterior
(Thomson), no se habla de éste.
Dado que el átomo no deja de ser un sistema material que contiene una cierta
cantidad de energía interna, ésta provoca un cierto grado de vibración de los
electrones contenidos en la estructura atómica. Desde este punto de vista, puede
interpretarse que el modelo atómico de Thompson es un modelo dinámico como
consecuencia de la movilidad de los electrones en el seno de la citada estructura.
Si hacemos una interpretación del modelo atómico desde un punto de vista más
macroscópico, puede definirse una estructura estática para el mismo dado que los
electrones se encuentran inmersos y atrapados en el seno de la masa que define
la carga positiva del átomo.
Está formado por protones y neutrones (denominados nucleones) que se mantienen unidos
por medio de la interacción nuclear fuerte. La cantidad de protones en el mismo determina
el elemento químico al que pertenece. Los núcleos atómicos con el mismo número de
protones pero distinto número de neutrones se denominan isótopos.
Historia
El descubrimiento de los electrones fue la primera indicación de la estructura interna de los
átomos. A comienzos del siglo XX el modelo aceptado del átomo era el de JJ Thomson's
"pudín de pasas" modelo en el cual el átomo era una gran bola de carga positiva con los
pequeños electrones cargados negativamente incrustado dentro de la misma. Por aquel
entonces, los físicos habían descubierto también tres tipos de radiaciones procedentes de los
átomos : alfa, beta y radiación gamma. Los experimentos de 1911 realizados por Lise
Meitner y Otto Hahn, y por James Chadwick en 1914 mostraron que el espectro de
decaimiento beta es continuo y no discreto. Es decir, los electrones son expulsados del
átomo con una gama de energías, en vez de las cantidades discretas de energía que se
observa en rayos gamma y decaimiento alfa. Esto parecía indicar que la energía no se
conservaba en estos decaimiento. Posteriormente se descubrió que la energía sí se conserva,
con el descubrimiento de los neutrinos.
En 1906 Ernest Rutherford publicó "La radiación de las partículas α de Radium en pasar
por Matter", en Philosophical Magazine (12, p. 134-46). Hans Geiger amplió este trabajo en
una comunicación a la Royal Society (Proc. Roy. Soc. 17 de julio de 1908) con
experimentos y Rutherford se había hecho pasar aire a través de las partículas α, papel de
aluminio y papel de aluminio dorado. Geiger y Marsden publicaron trabajos adicionales en
1909 (Proc. Roy. Soc. A82 p. 495-500) y ampliaron aún más el trabajo en la publicación de
1910 por Geiger (Proc. Roy. Soc. Febrero 1, 1910). En 1911-2 Rutherford explicó ante la
Royal Society los experimentos y propuso la nueva teoría del núcleo atómico.
Por esas mismas fechas (1909) Ernest Rutherford realizó un experimento en el que Hans
Geiger y Ernest Marsden, bajo su supervisión dispararon partículas alfa (núcleos de helio)
en una delgada lámina de oro. El modelo atómico de Thomson predecía que la de las
partículas alfa debían salir de la lámina con pequeñas desviaciones de sus trayectorias
están. Sin embargo, descubrió que algunas partículas se dispersan a grandes ángulos, e
incluso completamente hacia atrás en algunos casos. Este descubrimiento en 1911, llevó a
el modelo atómico de Rutherford, en que el átomo esta constituido por protones y
electrones. Así, el átomo del nitrógeno-14 estaría constituido por 14 protones y 7
electrones.
El modelo de Rutherford funcionó bastante bien hasta que los estudios llevadas a cabo por
Franco Rasetti, en el Institute of Technology de California en 1929. En 1925 se sabía que
los protones y electrones tiene un espín de 1 / 2, y en el modelo de Rutherford nitrógeno -
14 los 14 protones y seis de los electrones deberían cancelar sus contribuciones al espín
total, estimándose un espín total de 1 / 2. Rasetti descubierto, sin embargo, que el nitrógeno
- 14 tiene un espín total unidad.
En 1930 Wolfgang Pauli no pudo asistir a una reunión en Tubinga, y en su lugar envió una
carta famoso con la clásica introducción "Queridos Señoras y señores radiactivos ". En su
carta Pauli sugirió que tal vez existía una tercera partícula en el núcleo, que la bautizó con
el nombre de "neutrones". Sugirió que era más ligero que un electrón y sin carga eléctrica,
y que no interactuaba fácilmente con la materia (y por eso todavía no se le había detectado).
Esta hipótesis permitía resolver tanto el problema de la conservación de la energía en la
desintegración beta y el espín de nitrógeno - 14, la primera porque los neutrones llevaban la
energía no detectada y el segundo porque un electrón extra se acoplaba con el electrón
sobrante en el núcleo de nitrógeno - 14 para proporcionar un espín de 1. Enrico Fermi
redenominó en 1931 los neutrones de Pauli como neutrinos (en italiano pequeño neutral) y
unos treinta años después se demostró finalmente que un neutrinos realmente se emiten en
el decaimiento beta.
En 1932 James Chadwick se dio cuenta de que la radiación que de que había sido
observado por Walther Bothe, Herbert L. Becker, Irène y Jean Frédéric Joliot-Curie era en
realidad debido a una partículas que él llamó el neutrón. En el mismo año Dimitri Ivanenko
sugirió que los neutrones eran, de hecho partículas de espín 1 / 2, que existían en el núcleo
y que no existen electrones en el mismo, y Francis Perrin sugirió que los neutrinos son
partículas nucleares, que se crean durante el decaimiento beta. Fermi publicó 1934 una
teoría de los neutrinos con una sólida base teórica. En el mismo año Hideki Yukawa
propuso la primera teoría importante de la fuerza para explicar la forma en que el núcleo
mantiene junto.
PROBLEMÁTICA; En algunas escuelas de nivel medio superior se quiere
empezar a trabajar en nuevos experimentos que se producen a la velocidad de la
luz o valores cercanos a ella cuyas escalas especiales son del orden del tamaño
del átomo. Pero se tiene muy poco conocimiento del tema ya que en los temarios
de sus materias manejan muy simplificado ese tema y por consecuencia no tienen
dominio de él y no pueden empezar a trabajar en algunos de estos fenómenos y
por lo tanto se pretenden implementar cursos de física nuclear para adentrar mas
a los alumnos en estos temas.
OBJETIVO ESPECIFICO;
4° Presentar informe.
MARCO TEORICO;
Marco contextual;
DEFINICION; El termino física nuclear se asocia a menudo con el de energía
nuclear y bombas nucleares debido en parte a la popularidad que tuvieron en los
años 60 durante la guerra fría.
DESARROLLO ACTUAL; Enrico Fermi fue un físico italiano conocido por el desarrollo
del primer reactor nuclear y sus contribuciones al desarrollo de la teoría cuántica, la física
nuclear y de partícula, y la mecánica estadística.
INSTITUTO TECNOLOGICO DE LA
PIEDAD
INGENIERIA EN ELECTRONICA
TALLER DE INVESTIGACION I
“4E”
23/06/09