"Las dictaduras sólo son posibles cuando no se cuentan sino con organismos políticos personalistas; y los medios feudalizados, en pleno empirismo político-social, no pueden producir sino partidos personalistas. De este círculo vicioso urge salir, y salir cuanto antes, cueste lo que cueste y pase lo que pase.
La dictadura de Leguía, que hizo maravillas por nuestra prosperidad material, nos sumió en la más deplorable crisis moral. El éxito inmediato en la obtención de la riqueza, y el principio de que la mejor manera de alcanzar la victoria, es arrastrarse por las antesalas de los ministerios, acabó por hacer una etcétera de nuestros espinazos verticales. La simulación constitucional fue otra de las herencias de la dictadura leguiísta, admirablemente aprovechada por su sucesor. Ello ha ido dejando en el alma del país un sedimento de corrupción, cuyos efectos, no por ser poco teatrales, dejan de ser funestos. Los Sancho-civilistas, con un cinismo muy pintoresco, afirmaban que la
dictadura era el peor de los males que podía afligir al pueblo peruano; y, como consecuencia de esa afirmación, el Régimen surgido en Arequipa, decuplicó su virulencia dictatorial. Fue algo así como si Sánchez Cerro le hubiese quitado al Perú la sarna del leguiísmo para reemplazarla con la lepra del sanchocivilismo.
¿Cuál debe ser la postura de ideología política ante el espectáculo de esta persistencia en los odios violentos y dictatoriales para ejercer las funciones del gobierno de un pueblo?
¿Qué terapéutica habrá de establecerse para tender hacia la curación y convalescencia de la enfermedad fatal que nos aqueja?
Esta es la cuestión primordial, y a ella deben encaminarse las energías de las nuevas generaciones, imbuidas en contactos culturales más especializados, y que serán las olas de hombres que habrán de llevarnos hacia una mejor estructuración integral."
"Las dictaduras sólo son posibles cuando no se cuentan sino con organismos políticos personalistas; y los medios feudalizados, en pleno empirismo político-social, no pueden producir sino par…