LA HUIDA

Ya se han marchado todos. Se han ido poco a poco los fantasmas, las monjas, los doctores,
chamanes, las comadronas, los catadores de vino, las estrellas de Hollywood, los perros y
los gatos, la familia poltica, los novios, los amantes, los que siembran belladonas en los
desiertos de las ciudades, los poetas o los que creyeron serlo, los chantajistas, las mujeres
con sombrero, los fumadores de opio y de tabaco, los marineros, las princesas, los
delincuentes, los ganadores de trofeos, la presidenta de la comunidad de vecinos, los que
solan rezar a un nico Dios Verdadero, los fabricantes de papel con el que se fabrican los
peridicos, los peluqueros, las floristas, los funcionarios grises y los blancos, los que fueron
soadores cuando todava eran jvenes y los jvenes que tenan miedo.
Se han ido formando una gran procesin como en un funeral por el descanso de las almas
inocentes, las que murieron con sus zapatos rojos al borde de la playa. Quin sabe si siguen
todos juntos como buscando algo o ya regres cada uno a su casa para llegar a la hora de la
cena.