You are on page 1of 1

Un nido de sueos

Si es bueno vivir, todava es mejor soar, y lo mejor de todo, despertar.


Antonio Machado
Aquella noche no poda dormir, daba vueltas en la cama una y otra vez. Me cans de la oscuridad
y decid levantarme.
Mir el reloj de la cocina, eran las tres y media. Encend un cigarrillo, abr la ventana enfocando el
humo para que saliera y no dejara su rastro tan perseguido.
Todo pareca detenido durante la noche, pero en la casa, seguan los ruidos habituales del da; el
motor de la heladera, la cada de las semillas dentro del palo de agua, que cada tanto, se mueven
produciendo un mgico ruido a lluvia, o el equipo de msica con ese tic tic del plstico que por
momentos me asustaba.
Puse a calentar agua para hacerme un t. Busqu una taza, el azcar, y mientras me dispona a
tomarlo, pensaba en qu hacer para relajarme y ganarle al sueo.
Sin moverme del lugar, escuch un sonido que provena de afuera, se me ocurra que bastante
lejano pero recurrente, me concentr en orlo. Fui hasta la ventana, me asom y descubr entonces
que algo pasaba en el fresno, no haba viento pero una parte de las ramas se agitaba, se sacuda
cada vez ms soltando algunas hojas. El movimiento de pronto ces y vi caer algo.
Encend la luz del jardn y sal. Sobre el csped encontr el nido desarmado, supe que los gorriones
ya no cantaran, eran demasiado pequeos para resistir el golpe. Sus prpados cerrados, diminutos,
casi transparentes, me mostraban que a veces el sueo nos sorprende as; inesperadamente.

You might also like