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Alianza Rajces y razones Consejo editorial de la coleccién: John H. Coatsworth Adolfo Gilly Friedrich Katz, Enrique Semo In Semo John Womack El consejo editorial de Ratces y razones pretende poner al alcance del pablico una variada seleccién de titulos donde se dé cuenta del origen, consecuencias y actualidad del proceso histérico mexicano. Con un criterio interdisciplinario, esta coleccidn reine los estudios ¢ investiga- ciones més notables y recientes sobre historia de México. ; Hans Werner Tobler i La Revolucién Mexicana Transformacion social y cambio politico, 1876-1940 Presentacién de Frederich Katz Alianza Editorial ‘Tilo ovina Die mexikanischeRevoition Gesellschalicher Wandel nd poitscher Ubrach, 19761940 Primera ecg en lem; 1984 Primers ec en espaol: 1094, ‘Traducia: Juan Jos Util Angelika Scherp Portada: Cu Age Fotografia ce la potas: Jets Sincher Uribe y Salvador Laterth ‘Tipografia: Sola, Servicios Eatoriales,S, A, de CV Cid editorial: Arete de Albay Angie Monroy ‘La maya dels ftograftasreroducida en ete libro son de los fotdgrfos Agastin. itor Casasola y Huge Brehme Las tomade del iho Fotografie Lateinamerika ‘von 1860 bis heute, Kunsthaus Zurich, 198), fueron nclulas con el perma de la docroa Erika Blleer. (© 1984, Subrkamp Verlag Frankfurt am Main © 1994 Bivona Patra, Ande CV. taj slo de Alianza Bato Renacimiento 180, Col, San Juan Thun (2400 México, D-F. Tels 561-9298 y 561-4672 La presenta disposicidn en conju y de cada pina de La Revolucén Meticana Transformacin scaly cambio politico, 1876-0 so propies dl elitr. Que estritamenteprhibds la eprodocion parcial o eal de esa obra po cali sistema ‘9 méiodo electric, incle el fotacoplad, sn atorzacion eset de ie ISBN 968-39.0318.5 Iimpresoen Mética/Prined in Mesico INDICE. Presentacién refacio ala edicin alemana de 1984 Prefacio a la edicién mexicana Introduccién general Primera parte ‘México en el Porfriato (1876-1910/1911) Introduccién a la primera parte. “Modernizacién” y crisis: ‘condiciones estructurales de la Revolucién Mexicana XL. El desarrollo de México desde la independencia hasta el inicio de la pax porfiriana 2, Inversiones extranjeras, crecimiento econémico y cambios sociales 3, Modemizaci6n agricola y crisis agraria 4, La oligarquizacién del Estado y de la sgciedad 5, Focos de crisis en los iltimos afios det Porfriato: ‘causas geuerales de la Revolucién Mexicana Segunda parie México en el proceso de transformacién politica: la década de las guerrasciviles revolucionarias (1910-1920) Introducci6n a la segunda parte. Problemas fundamenta del desarrollo de Ia revolucién, 1910-1920 1, El levantamiento maderistay la caida de Porfirio Diaz, 1910-1911 2. La presidencia de Madero, noviembre de 191 1- febrero de 1913 es 7 153 201 225 e Hans Werner Tobler {mportancia central las conexiones entre Ia capital y los puertos del Golfo dde México, asfcomo las nuevas ineassur-norte que conetabanla.ciudad de México con Estados Unidos y que abrian las nuevas zonas mineras y agricolas del nore, Sibien la red de ferrocatiles se just principalmente 8 las tradicionales vias de comunicaci6n y caminos, Ia orientacin geo- Btfica dela linea féreas,construidas principalmente por estaduniden- 55 e ingleses (aunque subvencionadas por el Estado mexicano), consti- {uy6 la condicién esencial para que el pais fuera penetrado por capital y 1mercancias del exterior™ Aunque México fue uno de los pocos paises latincamericanos en los que la construccisn de ferocariles termin6 por cnlazar las regiones més importantes —ya que nose limit6 ala instalaci6n de ramales, como en Chile, Brasil o Centroamérica—, la red feroviaria respondiéen primer lugar las necesidades del sector de exportaciones y slo al margen tomé en cuenta el mercado nacional, como Io hizo constar 1 embajador alemn Wangenhcim en el afo 1906? La orientacién extrema de los ferracariles mexicanos hacia exterior no solo se manifesto en la carga casi exclusivamente destinada a ta exportacién,en su dominio por empresas ferrocarileras extranjeras (hasta Ja“mexicanizacién” de los ferrocarsiles en 1907-1908) yen la consecuen te salida masiva de interes, dividendos, etcétera, al extrajero, sino sobre todo en la faltade impulsos para una ndustrializacién independiente del pats: “Casi todos los bienes de fabcicacién industrial para la construc- cin de ferrocariles fueron importados de Estados Unidos, Inglaterra, ‘Alemania y Francia, sin estimolar en modo alguno laindustralizacién del pafs mediante los llamados backward-linkages."® * Esto se pone de manifesto por ejemplo, en el fers ineremant de la paricipaci ‘stndunidense ena expotacion mexicana después deinaugurada primer vi femea directa ‘ee ambos pales en os aos echenta, que subi del 47.4 por ciemo en 1880-1881 a 71.1 Por cena en 1890-1891, viplicéndoce el volumen de exporacion. Vease Enaditicas ‘conjmicas del Porfiiato, Comercio etrior 9.513, ' Segn Wangenheim inform Blow e 2 de noviembre de 1906, en el caso de los ferrcarles mexicaos bajo contol estadanidense eso se debié a "gue estas de cares se ajustan a Tos iresesextadunidenses: en Deefcio de és, as taifas para los envos enzo dela repblicn son mis lias qe las rf pals meeancias deposi, ata {ado que los prodictoenacionales ao pueden competi con los etadunienses debido alos ssos de wanspont. Dicho en ous palabra, los Terocarils ceramente promoeven el Comercio, en prticulaelestadunidens, pro ro permiten que sauna industria macional”s ‘liad por Katz, p61 of asimisme Coatworth p37 "6 Conteh, 38, Capitulo 6 LA PRESIDENCIA DE CARDENAS, 1934-1940: POLITICA REFORMISTA Y ESTABILIZACION DEL SISTEMA EN LAS POSTRIMERIAS DE LA REVOLUCION Fn, de diciembre de 1934, por primera vez desde el comienzo de la revolucién en el aio 1910, asumis su cargo un presidente que no proventa del norte sino del altiplano central, L4zaro Cérdenas.* Con esto llegaba al ‘cargo supremo del Estado un representante de la generacién mis joven de polficos revolucionarios. Tanto gu procedencia regional como su edad sin duda influyeron en su posterior actividad gubemamental, sobre todo porcue estos factores no quedaron limitados al presidente sino que en ‘reciente medida caracterizaron a aquel efrculo de personas que junto con ‘Cardenas determinaria el rambo politico emprendido durante su manda- 102 Sin embargo, la ruptura ocurrida dentro de Ia élite politica en cuanto ‘a su origen y generacién en todo caso permanecié limitada. El propio (Cardenas representaba de cierta manera el punto de articulacién entre la _generacién mayor y los j6venes, entre los norteios que hasta ese momento hhabian dominado y la nueva generacién de politicos del centro de México. Aunque era mucho més joven que los principales integrantes de la “dimastfa” sonorense, sf habfa partcipado activamente en las guerras Una excepcin fue el presidente Pascul Ortiz Robi, asimismo procedente de “Mictpacén, quien sin embargo, sein se most aba, no pudo imponer una politica indendiente conta Calls drat el breve ero de i andto. OF Luis Gonder, Histoade la Revlucign Mexicana, Ls arcs de cardensmo, ‘im. 14, México, 1979, p. 113938, ous Hans Werner Toblee revolucionarias desde 1913-1914, sobre todo en unidades sonorenses del norte, de manera que pesar de haber nacido en Michoaesn sin duda podia, ser considerado como oficial revolucionario “sonorense”, Desde el punto de vista de su carrera militar y politica, Cérdenas era un tipico representante de aquella élite revolucionaria que mediante una exitosa carrera militar en los ejércitos revolucionarios del norte ascendié paulatinamente a la ms alta jerarqu‘a del nuevo ejército en los afios veinte ¥¥ comienzos de los treinta, para legar @ ocupar también puestos politicos Clave a nivel nacional,? Lézaro Cardenas naci6 el 21 de mayo de 1895 en la pequefia ciudad de Jiquilpan en la parte oeste del estado de Michoacén, en una familia de diez miembros que administraban un pequeio mesén, Desde temprana edad Cardenas tuvo que contribuir al sostenimiento de la familia como ‘meritorio en Ia prefectura y empleado en una imprenta. En mayo de 1913, se vio involucrado en los acontecimientos revolucionarios al imprimir para rebeldes antihuertistas unos manifiestos revolucionarios quecayeron en manos de las tropas de Huerta. Cardenas, de apenas 18 afios de edad, tuvo que esconderse y huy6 al terrtorio que estaba en manos de los rebeldes para escaper aside la aprehensién, En julio de 1913 se puso ahi alas 6rdenes del general Guillermo Garcia Aragén, jefe de una columna de 700 hombres. Puesto que sabia escribir fue incorporado a la plana mayor del general con el rango de capitén de segunda clase y encargado de efectuar la correspondencia, La primera intervenci¢n militar de Cardenas fue un breve episodio, Su compaffa sufrié severas derrotas frente a las tropas de Huerta y en parte se desband6. Cérdenas logr6 refugiarse en la capital de Jalisco, Guadala- Jjara, hasta que en junio de 1914 tuvo nuevamente la oportunidad de adherirse a las tropas constitucionalistas En septiembre de 1914, es decir después de ta cada del régimen de Huerta, fue ascendido a mayor y encargado de llevar la contabilidad del 220, Regimiento de Caballerfa. Al poco tiempo él y su unidad se vieron 2 Algunas biogrfis detlladns sobre Lévaro Cdenas son, etre ras, William C. ‘Tounsen, Ldzaro Cérdena, Mexican Democrat, Aun Atty, 1982, Fernando Benitez, Lésaro Crdenas la Reolucin Mexican, 3 vols, México, 1917-1978, Un breve resumen sobre la vida de Cdenas hasta su eleccin come presidente se encuentra en Gonzsler, Historia 14, pp. 185-243, en el que me apoyo 4 contnuscin. Puede bala apuntes sutobiogréicos en Lizaro Cardenas, Obras, punter 1913-1940, México, 1973 [La presideneia de Cérdonas, 1934-1940 ors involucrados en los enfrentamientos, primero politicos y luego también militares, que se Hevaron a cabo después de la divisin de los revolucio- narios victoriosos en una ala constitucionalista y una convencionista. Su tropa se adhirié a Obregén y Carranza y fue transferida al norte de Sonor, donde el general Plutarco Elias Calles defendfa la capital fronteriza de ‘Agua Prieta contra la superioridad de las tropas vllistas. En Agua Prieta Cardenas, quien ya habfa ascendido a comandante de regimiento y coronel, aunque contara apenas con 20 alos, conocié a Calles,lo que seria de importancia decisiva para su futura carrera militar ¥ politica. Calles, quien contaba casi con el doble de edad, leg a apreciar Ja habilidad militar, el valor y la responsabilidad de su subordinado y se convirié en una especie de mentor del joven oficial revolucionario de Michoacén, De este modo, hasta 1920 Candenas sirvi6 principalmente en "unidades sonorenses. Como comandante de la Primera Brigada de Sonora ‘en Verucruz recibié en 1920 la noticia del levantamiento militar de Agua Prieta contra Carranza, al que se unié por razones de leatad hacia los jefes sonorenses. En recompensa fue ascendido en su vigésimo quinto aniver- sario al rango mids bajo del generalato, el de general brigadier. En bos affos veinte Cérdenas continu su carrera militar en posiciones ‘cada vez ms importantes como hombre de confianza de los presidentes sonorenses Obregén y Calles. A cofitinuacién de la rebelién delahuertista fue ascendido a general de brigads, sobre todo debido a su lealtad politica, y en 1925 Calles le confi et importante mando militar de La Huasteca, {donde se encontraban las grandes empresas petroleras extranjeras. Duran- te los tes aos de su servicio en Tampico, Cardenas tuvo la oportunidad de conocer de cerca los problemas de este sector econémico fundamental para las relaciones entre México y Estados Unidos. En 1928 fue ascendido a general de divisi6n, 0 sea, el mas alto rango del ejérvito mexicano, En 1 mismo aflo, sin embargo, su actividad principal comenz6 a cambiar del mbito netamente militar al politico, cuando en septiembre de 1928 asumié el cargo de gobemador en su estado natal, Michoacén, Sin ‘embargo, también Cardenas en aquel entonces decidis su nuevo puesto ims a la tradicional designacién “desde arriba” que a una auténtica clecciéa popular, 0 siquiera & una popularidad personal, puesto que durante su larga ausencia de Michoacén no habfa tenido realmente Ia ‘oportunidad de adquirir un perfil politico en su estado de origen, 616 Hans Wemer Tobler Esta situacién cambié muy pronto durante su periodo como goberna- dors En estrecha colaboracién con los sindicatos del estado, Cardenas inici6 una politica de reformas sociales, Enérgicamente intervino también en favor de los intereses de los campesinos y, en contraste con el creciente conservadurismo de la politica a nivel nacional, aceleré el ritmo del reparto de tierras en su estado. A diferencia, por ejemplo, de Tejeda en ‘Veraeruz, Cétdenas pudo imponer este rumbo en Michoacan sin provocar la oposicién del gobierno federal. Ello se debié sobre todo al hecho de {que no se podia dudar de su ealtad politica hacia Calles. Mas ain: durante su periodo como gobemnador de Michoacén le fue confiado un niimero ‘cada vez mayor de tareas politicas que anunciaban su inminente ascenso al grupo de los dirigentes nacionales. Asf, en 1930 fue llamado a formar parte del liderazgo del Partido Nacional Revolucionario recién fundado, donde pudo entablar importantes amistades politicas* En agosto de 1931 fue por poco tiempo secretario de Gobemacién bajo la presidencia de Ortiz Rubio; a principios de 1933, secretario de Guerra bajo el sucesor de Este, Abelardo Rodriguez. En el mismo afo finalmente fue elegido por el PNR como candidato oficial a la presidencia para las elecciones de 1934, Las circunstancias de la designacién ya fueron mencionadas més arriba.° Sea quien fuera el que haya dado el impulso para su nominacién, lo seguro es que Calles no se opuso a ella, y que Cardenas en los afios 1933-1934, a despecho de sus tendencias progresistas, la mayoria de las veces aparecis como representante del sistema politico establecido y garante de su continuidad. Esto tampoco se modificé por e! hecho de que Cardenas fuese el primer candidato presidencial que realizara una extensat ‘campaiia electoral incluso en regiones remotas y pueblos de dificil acce 0.) Asimismo, su abrumador triunfo en las elecciones de julio de 1934 fue mas el resultado del control electoral tradicional de la Secretaria de Gobernacién y el PNR que expresidn de una elecci(n popular espontinea y realmente representativa® Por esto Cérdenas, al igual que sus predecesores en la sillapresidencial 4 Ghonzsen Historia I, pp. 22226. S idem, 227 6 fret eap. 1 de a tecera pare, pp 46-46 1 ease Partido Nacional Revolcionario, La gira del general Lisaro Cirdenas. Sitesi ideoldgia, México, 1934 Esto lenatiea Gonder, Historia 14, 9.28, La presidencia de Cardenas, 1934-1940 67 desde 1929, en un principio pareci6 depender en alto grado de las fuerzas politicasque atin reconocian en Callesal Jefe Mximo. De modo que para imponer una politica més radical, que sin duda correspondfa més a sus propias convicciones, Cérdenas tuvo que deshacerse primero del control politico de Calles y sus partidarios, lo que en el curso de 1935, su primer aiio en el gobiemo, ocurrié efectivamente. Queda abierta la cuestién de si la rupiura provocada por Cardenas con Calles fue intencional o si el primera lan s6lo aproveché habilmente las circunstancias de su conflicto con Calles para eliminarlo politicamente. En todo caso, a fines de 1935 0 ccomienzos de 1936 Calles habfa perdido su influencia antes determinante en la politica mexicana, En lapresidencia de Cardenas se distinguen claramente tres frases: Ia primera,hastael destierro de Calles en la primavers de 1936, fue dedicada en primer lugar ala consolidacién de una base de poder propio; la segunda, de 1936 2 1938, marcé cl auge de reformas sociales en el agro, en la politica de nacionalizacién y en la promocin de los sindieatos por parte dol Estado; por tltimo la tercera fase, entre 1938 y 1940, principalmente ala consolidacién politica del régimen, que sqvio expues- toa crecientes presiones politicas internas y externas como consecuencia de la politica reformista precedente. estuvo orientada, El fin del Maximato: la consolidacién poli cardenista, 1935-1936 del régimen, {AL igual que sus predecesores en el cargo desde 1929, Cérdenas tampoco ccontaba con una posicién politica fuerte e independiente al asumir 1a presidenria a comienzos de diciembre de 1934, En el gobiemo estaba rodeado de una mayoria de seguidores personales de Calles, los estados se sustrafan en gran medida a su control y en el Congreso tampoco tenfa un sélido poder propio en que apoyarse.” A ello se agreg6 que ciertos conflictos politicos intemos fomentados por la camarillacallista debilitaron asin més su posicién e inerementaron su dependencia politica del Jefe Maximo." 9 Of alicia Heméndex Chiver, Miura de la Revluciin Mewican, La mecdnica cardensta ni. 1, Perio 1934-1940, México, 199, pp. 81-13, "Herder Chaven pp. 4 948. 618 Hans Wemer Tobler Estos conflictos brotaron, por una parte, de Ia politica educativa “socialista” implantada por el gobiemo, pero sobre todo también del anticlericalismo radical revivido por algunos seguidores de Calles, cuyo ropresentante mas extremista era el secretario de Agricultura y ex gober- nador de Tabasco, Tomés Garrido Canabal."! ‘Sin embargo, aestos conflicts se agreg6 en creciente medida laripida propagacién de movimientos huelgufsticos durante el primer atio del gobierno de Cardenas. Ya en 1934 el nimero de huelgas haba aumentado fuertemente, de 13 en el aflo anterior, a 202. Esta intensificacién de Ia actividad sindical se debi6, por una parte, al renovado crecimiento eco- nGmico después de la superacin del punto mAs bajo de la crisis; por otro lado, estuvo relacionada con la progresiva reorganizacién de los sindica- tos como reaccién a la desintegracién de 1a CROM, Bajo Cardenas la frecuencia de huelgas aument6 aiin més, puesto que en 1935 hubo no ‘menos de 642 paros.!* Los nuevos sindicatos salidos de la antigua CROM emprendieron ahora un rumbo claramente combative, no por sitimo dobido a que el nuevo presidente se mostrs de principio benevolente frente a sus intereses, Para los empresarios, la intensificacién de a actividad huelgufstica de Jos sindicatos no fue la tnica seital de alarma: les preocupaba més atin el hecho de que las huelgas adoptaran un carécter cada vez més politico y dde que la acttud simpatizante del gobierno hacia los obreros se manifes- tara en un creciente nlimero de fallos a favor de los obreros en huelga en Jas juntas de Conciliacién y Arbitraje. También los veteranos conserva- dores en tomo a Calles constataron, en la primera mitad de 1935, una peligrosa radicalizacién social, que buscaban contrarrestar mediante Ia sutoridad del Jefe Maximo, A instancias de algunos de sus seguidores en cl Senado, en junio de 1935, Calles se dej6 convencer de que hiciera una declaracién piblica acerca de la situacién politica, que enseguida tuvo amplia resonancia en la prensa nacional."® Aparentemente Callescrticaba cenella la actitud de los sindicatos; de hecho, sin embango, trataba de fijarle al presidente cierto marco dentro del cual éste podia moverse. Ello "Luis Gonzaer Historia dela Revoluca Mexican, Los dias de presidente Cardenas, im, 15, (19341940), México, 1981, p. 22-2; Dalles, Yesterday in Mca, pp. 611-624 "2 GF Joe C. Ashby, Organized Labor and she Mexican Revolution under Liearo (Cardenas, 98; Dalles, pp 625685, "Dales, p. 634-635: Gnzilez, Mistoria 1S. pp. 37 La residencia de Cardenas, 1934-1940 619 recordaba la actitud de Calles frente a Ortiz Rubio en 1932, que muy pronto llevarfa a la renuncia anticipada de este presidente, También la suerte poliica de Cérdenas repentinamente parecia demasiado incierta, ‘No sélo en la prensa se alababan las “declaraciones patristicas del general Plutarco lias Calles”, igualmente en el Congreso una amplia mayorfa declaré su apoyo al general sonorense. Con tod> Cardenas logr6, con asombrosa rapide, decidir a su favor la prueba de fuerza provocada por Calles. Si bien desde el principio ef presidente habia contado con el apoyo de Ios nuevos sindicatos, que se ‘vefan amerazados por las declaraciones de Calles, este apoyo por si solo no le hubiese permitido aguantar una crisis politica interior de tales dimensiones. Mas bien, desde el principio de su mandato Cérdenas se hhabfa creaco sistemsticamente un fuerte respaldo en un sector que como 1pocos otros era accesible a su influencia directa: el ejéreito, Con suma discrecién habfa realizado importantes cambios en el mando supremo del ejército asi como en el de los grandes distrtos militares, colocando en puestos clave a generales leales a él. En ello supo aprovechar su larga experiencia como soldado activo, Conocia a la perfeccién las distintas comtientes politicas dentro del ejército, ademés contaba con muchos seguidores entre los oficiales més j6venes. Por dltimo, al principio de su presidencis reactivé a numerosos ex generales carrancistas, quienes ha- ban tenido pocas Gportunidades cle carrera bajo el régimen sonorense, y ccon cuya Iealtad —en caso de no conilicto eon Calles— podfa contar absolutamente.= En todo.caso, en junio de 1935 el presidente se sentiasuficientemente fuerte como para aceptar el desafio de Calles, Categ6ricamente rechaz6 las acusaciones del Jefe Maximo, reclam6 su posicién constitucional ‘como jefe de Estado y al mismo tiempo solicit6 a renuncia alos miembros de su gabinete. En vista de la firmeza del presidente, Calles retrocedi6. No s6lo declaré que sus afirmaciones habfan sido distorsionadas por la rensa, sino que anuncié al mismo tiempo su partida al extranjero, Esta ‘nufda” de Calles ocasion6 un cambio brusco en el escenario politico. ' Gonzales, p38; Dulles, pp. 6409s. 'S Of Hemdndez Chaves, pp. 44-16. Ese tomo coniene un excelent ans de I reac nt ecto ye régimenardenisa;véaseclcaptuoi, "Eleercitoyelrégimen ardent. 77-118 620 Hans Werner Tobler Partidatios anteriormente fieles al Jefe Méximo pasaron con banderas desplegadas al campo del presidente. El propio Calles, que se habia retirado temporalmente a Estados Unidos, de la noche a la mafiana se cconvirtié en objeto de severos ataques paliticos."* ‘Cérdenas aprovech6 el momento primero para transformar profunda- mente su gobiemo, Sustituy6 a los partidarios calistas por sus propios seguidores o antiguos rivales del destituido Jefe Maximo, como Saturnino Cedillo, a quien nombré secretario de Agricultura. El presidente sin embargo sabfa bien que esta purga politica s6lo podia ser el comienzo, porque sobre todo en la provincia los partidarios callistas contaban todavia, con bastiones fuertes, Sostenido por su prestigio politico recién adquirido ¥y apoyado por influyentes adversarios politicos de Calles, como Portes Gil, Almazén y Cedillo, asf como con el respaldo del ejército, Cérdenas ‘comenzé a sustraer paulatinamente el poder a los gobemadores callistas ris importantes.” Mediante la correspondiente resolucién del Senado fueron anuladas las elecciones de los gobernadores y eliminados los. gobiernos estatales fieles a Calles. Al mismo tiempo, las fuerzas de ‘oposicisn en estos estados fueron patrocinadas por el gobierno federal con todos los medios disponibles, de manera que el presidente consiguié imponer mayorfas cardenistas en casi todos los estados entre 1935 y 1936, ‘apesar de una resistencia local muy fuerte." A fines de 1935 y comienzos de 1936, en todo caso, la base de poder de Cérdenas ya se habfa consoli dado a tal grado que ni siquiera el regreso de Calles de Estados Unidos, «en diciembre de 1935, pudo poner en peligro su posicién. Si bien es cierto que los grupos anticardenistas nuevamente cobraron esperanzas de un ‘cambio politico con el regreso de su antiguo Jefe Maximo, sus actividades ‘conspiradoras fracasaron y en abril de 1936 terminaron con el destierro de Calles y tres de sus mas cercanos colaboradores, entre ellos Morones." Elexilio forzado de Calles marc6 el fin del Maximato también hacia afuera, después de que los partidarios més importantes de Calles fueran suplantados sucesivamente de sus posiciones de poder. Esta victoria sobre el grupo que durante muchos afios habia ejercido el poder dentro del 6 Dulles, pp. 640646, Gonzales, Historia 15, pp. 42 5. "Uma Bact deserpen de este proceso se encueni en Herndnder Civez, pp, 60-75 18 Gf Hernnder Chives, p, 60: “En etores estado el cambio fe esectacia” 1 Balls, p. 659-681; Gonzi, Historia 1, pp 613 62.74.78, La presidencia de Cardenas, 1934-1940 eo régimen de las postrimerfas de 1a revolucién fue Tograda por Cérdenas principalmente mediante la hab formacién de una coalicién politica que se basaba nte todo en su comin enemistad con el Jefe Maximo, Asi, CCrdenas hbia nombrado secretario de Agricultura al todavia influyente general Satumino Cedillo, incluyéndolo de esta manera en su gobierno, Emilio Portes Gil, oro eminente adversario de Calls, fue colocado a ta cabeza del PNR. Algunos poderosos caudillos regionales, como el general Juan A. Almazin, igualmente apoyaron la destituci6n de los partidarios callistas.® Esta coalicién, que tan s6lo reunia.a las heterogéneas cortientes anticallistas en una breve alianza de intereses, sin embargo era una base «demasiado insegura para el presidente, puesto que ningunode los polticos ‘mencionados se identificaba realmente con las profundas reformas socia- lesa las que aspiraba Candenas. Por esta raz6n, para la realizaciOn de sus _ambiciosos objetivos dependia de un respaldo politico que iba mucho més alld del de los caudillos tradicionales de Ia vieja guardia. Esta base politica independiente se encontraba, como lo recon Cérdenas claramente, en las organizaciones de masas obreras y campesi nas, En el caso de los sindicatos obreros, tendrfan que ser integrados politicamente en su régimen, mientras que los campesinos todavia debfan ser organizados en una asociacién nacional leal al gobierno. En la orga~ nizacién de una base popular para su régimen, Cardenas sin duda conti- rnuaba las “tradiciones sonorenses”, aurgue con algunas diferencias sig- nificativas.Los sindicatos que finalmente se unieron para formarel nuevo no fueron un producto tan exclusivo del gobierno como lo habfa sido la CROM a comienzos de los aiios veinte: se habfan formado durante el Maaximato como sindicatos elativamente independientes del Estado y por decision propia entraron en una alianza més estrecha con el Estado en la crisis de junio de 1935. Esto les results tanto mas facil cuanto que el gobierno cardenista en efecto se identificaba mucho més que el régimen de 10s afos veinte con una politica sindical militant. Los campesinos, por el contrario, al comienzo de la presidencia de Cardenas todavia no contaban con una organizacién nacional repre- sentativa, Sobre todo con respecto a los campesinos, el gobiemo de CCandenas se distingui6 considerablemente de sus predecesores de los aiios 2% Ff Hemdnder Chven, pp. S45. on Hans Werner Tobler vveinte y comienzos de los teinta, La aceleracién y profundizacién de la reforma agraria fue uno de sus objetivos politicos primordiales. Si bien los campesinos segufan siendo organizados en alto grado “desde arriba”, ‘al mismo tiempo —y mucho mas que en los afos veinte—efectivamente Hegaban a disfrutar de tierra propias. Ast, esta segunda fase de movili- zaci6n de masas por parte del régimen se distinguié claramente de Ia primera, ocurrida en los aifos veinte. Por esto tampoco se la puede Uno de rnp punto de conroversin enc cco dea sma deinen clén fel cues de a dean incurs a eserves de pele de as empresas expropia- das Seg I inerretacign mexicana és no ra eles, puesto ue fax eguezas del Subalo, de acterdo con el derecho rico viget, de por x eran propiedad dea nai. ‘Ademis, Estados Unidos insta para qo a indeonzacién se eletara 10 mis ron rib, mene que Meco feta pagar en den cots anaes ‘Ei gobiemo de Estados Unidos, teresado eesti poltica de México, taba sobre todo dee targus, por ejemplo mediante apoyo a ebeionesunicardeiss surges tpg deur golpe de Estado fascia em el pte vecin el sur; of Mey, . 27,29, 632 Hans Wemer Tobler de ser proclamada la good neighbor poliey. Consecuentemente, fue gran. dde el apoyo que el Departamento de Estado brinds a las empresas petroleras en el conflicto con el gobierno mexicano, sobre todo mediante presiones econémicas para forzar a México a cumplir con las demandas de las compaiifas petroleras.* Por otro lado, el embajador estadunidense en México, Josephus Daniels, se identificaba sin restricciones con la good neighbor policy, !a que en muchos casos lo convirtié mAs en el mediador entre los intereses estadunidenses y mexicanos que en un defensor parcial de la posicién estadunidense.** En vista de que Daniels, como secretatio dde Marina y jefe inmediato de Franklin D, Roosevelt en la Primera Guerra ‘Mundial, contaba con un acceso privilegiado al presidente, una y otra vez consigui6 amortiguar momentos particularmentecriticos en lasrelaciones entre los dos pafses."” Las controversias fundamentales entre México y Estados Unidos, que giraban en tomo al monto y las modalidades de pago de la suma de indemnizacién, con todo persistieron hasta 1942, cuando, bajo la impr: si6n de la Segunda Guerra Mundial y de 10s esfuerzos estadunidenses por formar una alianza continental de defensa, finalmente se logr6 un arreglo de tal cuestiGn que en gran parte iba conforme con las ideas mexicanas.** El hecho de que hasta esa fecha Ia controversia petrolera influyera tan negativamente en las relaciones politicas entre México y Estados Unidos se debi6 sobre todo a la intransigencia de las compafifas expropiadas. A diferencia del gobiemo estadunidense, consideraban que la nacionaliza- cin habia sido ilegal y confiscatoria, por lo que oficialmente tampoco ‘mostraron ningén interés en la oferta mexicana de entablar negociaciones sobre la indemnizacién, De porsfhabfa un enorme abismo entre suclculo 55 Of Meyer, pp 230,234 y 235 £© Sobre fa persona yi politi de Josephus Daniels, un geouino representa det New ‘Dealy dela go nelghbor pli véasoJosephs Duis, Shirtsleeve Diplomat, UP of North Carolina, Chapel Hil, 197; , David Cronon Josephus Danielsin Mexico, UPof Wisconsin, Madison, 1960. 57 Gf Meyer, pp. 230 ys 5 De acuerdo con los Sreplos de 1942, Mico Finalmente pagal indastapetrlera cexpropad una sma deinderniracisn de apronimedamente 30 millones de dre xad0- nidenses, despues de qu alguna compu y antes hubiranaceptad as feis mexia- rat ef. Meyer, pp. 258-262. Una exposicin deallada del areglo del contlicto con el ‘gobierno estadunidensey la indus pevoer, presonada en eecent medida px se, Se cen enRippy, p. 285-314, La presidencia de Cédenas, 1934-1940 ea del monto de indemnizacién adecuado, que incluta todos los y mientos petroleros en sus campos, y a oferta mexicana, que tan slo consideraba Jasinstalaciones de produccién y extracciGn em la superficie. Mientras que Ig estimacin de las compaiifas petroleras (que al principio también fue adoptada porel Departamento de Estado) ascendia.a cerca de mil millones de dolares estadunidenses, los peritos mexicanos calculaban una indem nizacién de aproximadamente 40 millones de délares estadunidenses.° Asimismo, las compafas petroleras hicieron el intento, si bien en vvano, de recuperar sus empresas mediante presiGn econémica sobre México. En este contexto su arma mas importante fue el boicot contra el petréleo mexicano en los mercados internacionales controlados por ellos: Al fin y al cabo, en él momento de la nacionalizacién México atin explotaba rada menos que, e1 60 por ciento de su produccién. A pesar de tuna enorme rebaja en los precios, estos mercados permanecieron entonces casi completamente cerrados para a compatifapetrolera nacional, Pemex. Aunque el gobiemo de Cardenas adoptaba en su politica exterior una posicién claramente antifascista que sobre todo se manifests en la solida- ridad brindada ala Espaiia republicana contra el levantamiento franquista, bajo estas condiciones se vio obligado a cerrar contratos de suministro petrolero también con las potencias del je" Al estallar la Segunda Guerra Mundial, México sin embargo volvié a perder estos mercados, de ‘manera que el pats perdi6 su posicién como importante exportador de petréleo.* La produccién petrolera mexicana fue entonces encauzada Progresivamente hacia el mercado intemo, que crecfa a grandes pasos conforme se aceleraba la industrializaci6n, A corto plazo, los costos econémicos de la nacionalizacién petrolera sin duda fueron considerables para México, sobre todo debido a aquellas consecuencias econdmicas directas ¢ indirectas dela nacionalizacién que se manifesiaron, entre otras cosas, con una mayor Fuga de capital y la £9 of Mey pp. 259y 26 oben aetin de i comps eto, vse © GF Ripy, pp. 247-253; Meyer, pp. 246-25 1 Rigo, pp. 253-257, Sobre In celacn etre México y la Espa republican, Luis Gone, Historia 15, pp. 129-135, 29-259, Mexico rots tama por ej ona el Ans de Austia por Aleman sto dee lego silo es vSlido para el periado anaizudo aqui. Cm es sbido en Joss sete se inti un nuevo age peor, con el que México volvo. sere eu produce de rei del mundo. oss Hans Werner Tobler ‘brusca devaluacién del peso frente al délar. Estos fenémenos recrude- cieron la situacién econémica y social de por s{ tensa del pais que results sobre todo de la répida implantacion de la reforma agraria en los primeros tres afios de gobiemo de Cérdenas, Por esta razén la reforma agraria cardenista, que junto con la politica de nacionalizacién fue responsable por los cambios més profundos en la economia y Ia sociedad mexicanas, seré tratada més de cerea a continuacién, La reforma agraria bajo Cardenas En el capitulo anterior se describié detalladamente la situaci6n previa a la reforma agraria cardenista, El hecho de que después de 1935 cambiaran profundamente el ritmo y el contenido dela reforma agraria se debi6 a varios factores. Por una parte, los agraristas comenzaron a ocupar posiciones influyentes, desde las cuales podfan evar a la préctica su concepto de wna ‘nueva politica agraria, No fue menos importante, sin embargo, el hecho de {que Cardenas se identificara personalmente con los intereses de los peque~ fios agricultores y los peones, como ningtin presidente lo hiciera antes o después de él. Como “presidente errante”, en el curso de varios viajes (de Jos cuales algunos duraron varios meses) visits incluso las regiones mis apartadas del pais, obteniendo asf un conocimiento intimo de Ia miseria ‘econdmica y social de las clases bajas del campo, que en su época atin abareaban la mayor parte de la poblacién mexicana. En todas sus anota- cciones y declaraciones pablicas siempre se vuelve @ encontrar Ia voluntad Been p13, 2 Soo i ria nema de lo jos colts en general vse Elst, Bp. 102-128, 7 ae i Mf Eksp. 8017: Gans, pp 145-51 157-160, 20621; Susana Gla lo colecin de ev la, Mx. 8 a # Mena qs preemie A rénomosSociaitaser:"N ion ai peut pope foctn in ace encanbio al aes es del pines ey grade 1915 cre severe a foma cris sole ts as tendencies, vse Carr, Un ny comune er México, 1938. ° 640 Hans Werner Tobler focal tendrfa que enfrentar por mucho tiempo todavia la frecuente y ‘enconada oposicién de los propietarios afectados, sobre todo cuando éstos encontraban apoyo en las autoridades politicas © militares locales.® EL hecho de que a pesar de ello fuera posible Hevarla a cabo sobre una base ‘mucho més amplia se debié sobre todo a que —a diferencia de losucedido bajo el régimen sonorense— el gobiemo central empleé ahora todos los ‘medios disponibles para su realizaci6n. El procedimiento jurtdico para el reparto de tieras y el aparato administrtivo correspondiente ya habian sido reformados antes de Cérdenas con miras a acelerar el reparto de tierras, Con la Ley de Expropiaci6n de 1936 el gobiemo obtuvo otro instrumento importante a la mano para imponer la reforma agraria, ‘También los campesinos, movilizados y organizados por el régimen cardenista, pudieron ejercer ahora una mayor presién, tanto mis cuanto ‘que el gobierno no vacilara en formar una defensa rural bien armada de 60 mil hombres tomados de las filas campesinas para defender los logros de ta reforma agraria," Sin embargo, fue decisivo que el régimen carde- nista no s6lo hubiera encontrado un fuerte respatdo politico en las revi creaulas organizaciones de masas, sino que, segtin se mostraré todavia con mayor detalle, ademss logré establecer su control sobre el ejéreito en tal medida que esta institucién ya no pudo implantar su propia politica agtaria, en muchos casos anticampesina, como todavia lo habia practicado en los afos veinte y a comienzos de los treinta.** En todo caso, entre 1936 y 1938 el gobierno se sentia con fuerza, suficiente para imponer la reforma agraria también contra Ia fuerte opo- sicin extranjerae interna, A estas alturas la reforma agraria ya no afect Ginicamente a hacendados mexicanos, sino que en creciente medida tam- bign alcanz6 @ latifundistas extranjeros y a un gran néimero de generales revolucionatios, sobre todo, desde luego, los de afiliacién callista. El © Sobre oto losmaestos rules atacads por icles coservadores como agladores radicals" recventemeate fron victimas de conflicts sngrentos en tomo ae reforma error ef David L Ray Educa y revouci ocal en México (1921-1940), MEsieo, 1910, p12: Gonzdlen. Historia 15.963. 1 Gert Hunc, La ache campesina en Mésico, México, 1970, p, 72; Gonzies, Historia 15.0. 83 Gans abso, nota 143 este cap © En La Laguna se expropiton, por ejemplo, ademés de as plantaciones en posesién de ingles estunidensesy espe, abign las propiedaes de cinco generals revol ‘Sonaroe| of Gonzdler, p. 103. Bn 1937, por ejemplo, tambign las hacendas de Sante La residencia de Cardenas, 1934-1940 eal ritmo del reparto de tierras no se redujo notablemente sino hasta 1938 ‘cuando, después dela nacionalizacién del petrOleo, el gobiemo cardenista temprendié en general un curso més moderado. No obstante, la reforma aagraria cardenista haba ocasionado un cambio trascendental en Iaestruc- tura agraria. Si bien la hacienda atin no habia desaparecido por completo al final de Ia época cardenista se redujo considerablemente su importan- cia frente a la pequefia propiedad ejidal-” La vieja contradiccién entre ‘minifundios y latifundios en todo caso adquirié una nueva cualidad después de 1940, en el sentido de que el conflicto local entre la hacienda yy los pequetios agricultores del pueblo fue sustituido en creciente medida ppor el coniraste sectorial y en parte regional entre los minifundistas, pparticulares y ejidales, por una parte, y las recién creadas grandes propie~ ades, super modemas e intensivas en capital, por otra. {{Cusles fueron ahora las epercusiones econémicas, sociales y politicas de la reforma agraria cardenista? Una respuesta clara y unfvoca a esta pregunta parece dificil: acontinuacién slo se sefialardn brevemente algunos. de sus efeetos, que en ocasiones logan a ser del todo contradictoris, ‘Tan s6le la evaluaci6n econémica del sector ejidal ya plantea proble- ‘mas muy complejos, como lo ha mostrado Clark Reynolds. Cabe hacer cconstar primero el hecho de que, pese a los profundos cambios ocurridos cen la estructura de la propiedad agraria bajo Cardenas, no tuvo lugar una baja en la produccién agricola” La produccién de alimentos incluso ‘Bora y Et Mant of-Gonzle, 9. 185 "Si bencl informe oficial ef Secretria de Gaberacin sabe pesado degobiemo| & Cindenas —Seeretaria de Goberacisa, Seis alos de goblemo al servicio de México, 1934-1940, Néxio, 1940, p.327— indica que “no bstate el epstoaprario efcetuado hasta fecha el raccioamiento de Ios grandes pre foment or el Gobierno para crea la pequeta propiedad, México contin seo pola concentaccn de a propiedad ‘tn pals excncalmente latins et sfirmacion se efi, sin embargo, ala superficie "gicola tol no aa verdadera tie de Isr, donde el dominio de a angus aciendas tfectivamenic habia sido duc en forma dcisiva, Es cero, po ota parte, que tampoeo taj Cardenas pao ver detenida la endenia ini por los snorenses hacia In eel de un aoltfansisme eobre todo ens muovis 20m J ep dl noe). Para un eve resumen sabre losrasgos fundamentals del desarolo aprrio mexicano después de 1540, of H.W. Tobler, "Baueroerbebungen und Agrarefem in der mexikais- ‘hon Revoconen Mole yTobler, Meiko, pp 16-170 1 Of Reyna, Meiean Eso. pp 134160. 2 Al conta: ene 1930 1940 el vor del producto agropectario suman de3 550 rilloes depos a4 970 millones de pss (pesos de 1980); Reyuos,p. 0 posesion de Puarco Elias Calls, fueron repartias a sus peones: oa Hans Werner Tobler ‘aument6 en aproximadamente el 50 por ciento entre 1925 y 1940, y el consumo nacional de productos agricolas subié considerablemente entre 1930 y 1940." Por iiltimo, la reforma agraria cardenista fue seguida, después de 1940, por dos décadas con tasas de crecimiento extraordina riamente altas en a agricultura mexicana, Estos hechos, sin embargo, no bastan para explicar si este desarrollo tuvo lugar gracias ala reforma agraria oa pesar de ella, aunque los efectos Puramente econémicos de la reforma agraria suelen ser calificados en ‘general més bien como negativos.”? No obstante, segin Reynolds es necesaria una diferenciacién de la opinién muy difundida de que al menos € los ejidos cultivados individualmente la productividad era menor que en las explotaciones agricolas privadas. Ciertamente no cabe duda de que los fuertes impulsos de crecimiento agricola de los afios cuarenta y cincuenta no partieron del sector ejidal y ‘mucho menos de los ejidatarios dedicados a la explotacién individual Bajo Cérdenas sin duda habfan recibido parcelas un poco més grandes y cierto apoyo financiere y técnicu del Estado pero, en comparacidn con las propiedades particulares, sobre todo los restos de las haciendas expropia das, segufan en enorme desventaja en cuanto a la calidad de la tierra, la dotacién de capital, el abastecimiento de agua, etcétera. A pesar de ello ccontribuyeron “significativamente al producto agricola total, puesto que requerfan de poco capital y utilizaban mano de obra de otra manera * "8 Cf Gonz, Historia 15, pp. 139-142; Vicente Fontes Diz, Los prides pp. 3458 "29 Esosdtor sobre ln fur casnitatva de lo sinaruists vari Jaime Gonz rat Y Alicia Raniez Lugo, "Pardo Accin Nacona’,en A. Delhumest A. Méso: realidad ‘de sus partes, yp. 155-203,habln en ap. 162 de “ls de miembros, mientras gue “Alber L- Michael, “Lax elecciones de 1940", en Historia mexicana, XXV1 197, pp 80. 134, haba ce un ripid ercimiento de mero de priaros «500 mil iad (p 101), En general sole cl sinarqusmo: Jean Meyer, El snarguiomo, can fscime mexicano, Metoo, 19. "50 Gonziler, Historia 15 pp. 199.286: Medina, Historia 18, p43 131 Medina, pp. 25-3, "La findaién del ra (Partido Acca Nasional) en el abo 1939 por Manucl Gémez “Morin, mmr destacado del gobierno calls en los alos vein leap. de a texcea rte, p43), fue un tela deorgniara as clases meds y aks cts en un partido pollo. 1 arid de aul entonces, sn embargo, ain era bastante dil y por ello poys, 654 Hans Werner Tobler La presién mas fuerte sobre las reformas cardenistas, sin embargo, no partis tanto de la nueva'(o vieja) derecha, sino mas bien de la ereciente ‘oposicisn dentro del propio bando revolucionario heterogéneo. Esta op0- sici6n, que comenz6 a formarse en 1938-1939 en relacién con las elec- ciones presidenciales de 1940, se componia principalmente de antiguos genetales y politicos revolucionarios que habfan sido suplantados por Cirdenas en sus anteriores posiciones de poder o relegados a puestos ‘menos destacados y que en algunos casos también habfan sido afectados «en sus intereses econdmicos por las reformas cardenistas."” En todo caso, las diversas agrupaciones de veteranos conservadores de Ia revolucién tenfan en comin su fuerte oposicién contra las reformas radicales de los alos 1936 a 1938, que calificaban como error socialista y desviacién del auténtico camino de la Revolucién Mexicana.'™ Puesto que ya no perte- necfan al citculo intimo de la direccién del Estado y del partido, prefirie- ron llevar a cabo sus preparativos para la campafia electoral no dentro sino fuera del partido “oficial”, el PRM. Al contrario de anteriores alianzas clectorales de la oposicién que no habian tenido oportunidad alguna de Gaxito frente al aparato gubemamental, esta oposicién sin duda repre sentaba un verdadero reto al régimen, no por tiltimo debido a que sus cexponentes més destacados, como los generales Josgufn Amaro y Juan Andreu Almazén, contaban con un fuerte respaldo en el ejército, La ‘oposicién inicialmente muy heterogénen cobré un peso atin mayor des- ppués de que convino en la candidatura conjunta de Almaasin."™ aunque sin macho entusiasna Almaz en general sobe el anvef Gonzalez Gaty Ramer Lugo,” 1. "Los ineess empee- saraes det None de México, consideraba al oneal [AlmazAn] como uno dels suyos ¥ probablement sustemaro la mayor pare del fisnciamieno pars a oposcia durant as leccones de 1940"; Michaels 109 "83 Michaels, 103, ar(como ess Silva Herzog, "Te Revolutions Now a Historical Fact’ en Stanley R: Ross the Mexican Revolution Bead, pp. 9-109, sobre Ia recente resin de la vijay la nueva burguesta (es decit,“evolcionara") sob el régimen ‘arent despes de 1538, pp 14-106. Dt Rost earactersion, por ejemplo, atau sever del ek aseorzapatsa Antonio Diaz Savoy Gans, "Revolucign Mexicana y comunismo rso”, en El Univeral, 22 de fetrro de 1939, 15 I opin se encontabanperonses tn disinils como Diay Soto y Gamma y Luis Moranes algunos partidris de Calls el famoso muralita Diego River f Mi cies, pp. 122y 128. Sobre el desarrollo dela opesicién ea los anos 1939 1940, ef Media, “iszria 18 pp. 98-116, asf como el ensayo de Michaels La presidencia de Cardenas, 1934-1940 655 ‘Almazén era un personaje multifacético, Como joven estudiante de ‘medicina se habia adherido al maderismo, donde no tardé en hacer una carrera militarexitosa, Aunque posteriormente se vanagloriara de sus este chos contactos con Zapata, durante la guerra civil de 1913-1914 habia Juchado del lado del ejéreito huertista y luego se unié alas tropas contrarre- volucionaris de Félix Diaz. Como muchos otros enemigos de Carranza, de las posiciones més diversas, también Almaziin habia sido aceptado en el ‘nuevo ejército por Obregén en 1920, después de la caida de Carranza; en él, pronto se convirté en uno de fos comandantes militares de mayor impor tancia. Junto a esta carrera militar, concentrada en la regién industrial de Monterrey, en el noreste del pais, cup6 varias secretarias de Estado durante los afios treita y despl2g6 tna gran actividad econémica particular, como yasse descritié en el ejemplo de algunos lideresrevolucionarios sonorenses. ‘Como destacado empresario que trabuj6 principalmente en el sector de la cconstruccin, mantenfa buenos contactos con el mundo conservador de los negocios de Monterrey, que por lo tanto también lo apoyé en su lucha electoral. Camo militar del servicio activo, sin embargo disponiade diversos Contactos er: el ejérito y gozaba asimismo de una buena reputacién en los rangos medios e inferiores debido a sus medidas sociales en beneficio de las tropas a su mando.” Finalmente, tanto las clases medias urbanas ‘como grupos obreros y campesinos descontentos y enajenados del régimen, cardenista eacontraron en Almazdn a su abanderado."” De esta manera ‘Almazén encabezaba una oposicién sin duda numerosa, socialmente bas- ‘ante heterogénea y con una buena organizacién y sana situacién financiera, ala que el gobierno también tuvo que tomar en cuenta al hacer sus prepa rativos electoral, Por lo taato, fue de importancia central Ia eleccién del candidato del ‘PRM para la presidencia: por su posicién dominante en la direccién del Estado y del partido, Cardenas, sin duda tuvo la tiltima palabra al respec to." En realidad la posicién politica e ideolégica del secretario de ‘Transporte y Comunicaciones ¢ intimo amigo del presidente, Francisco 16 Sobre a camera de Almard, ef Mein, p. 98-100, Micels, pp 106-11. 107 Michels pp 12-126, 98 Formalmente fe crt, con sus cuatro setores el que nomial endo, Ades (Cirdenas desde luego n posi desgnar autocrtcamentea su suese, sino que debater «cuentas etnies mis imports den del ejeito entre los goers yen Congreso. 656 Hans Wemer Tobler J. Miigica, parecta predestinar a éste como candidato a la sucesién, Migica era un general revolucionario, al igual que Almazén, pero a pesar de su intachable carrera “revolucionaria” gozaba de mucho menos pres- tigio dentro del ejército que éste. Desde su incorpotacién a las tropas cconstitucionalistas siempre habia defendido una posicién social muy radical y acentuadamente nacionalista.! Magica se present6 por primera vez en paiblico como vocero de los delegados radicales en el Congreso Constituyente de Querétaro en 1916-1917." Bajo Obregén y Calles su carrera politica y militar sin embargo se habfa visto obstruida, Gracias a la proteccién politica de su paisano Cérdenas, finalmente pudo volver a desempefiar un papel en Ia politica, que le convenia més que la pura actividad militar, Haba apoyado enérgicamente las reformas de los azios 1936-1938, y en la primavera de 1938 fue uno de los abogados mis decididos de la nacionalizacién petrolera, De esta manera representaba ‘como ningsin otro en el equipo dirigente de Cérdenas el rumbo reformist radical de Ia politica del régimen cardenista. De todos modos, la eleccidn del presidente no cay6 en Migica sino en un buréerata militar de poco perfil, el general Manuel Avila Camacho, secretario de Defensa y hombre mas moderado politicamente.!** Result6 ‘evidente que con esta candidatura se pretendia desmotivar al movimiento ‘encabezado por Almazén."* Por una pare, el candidato presidencial del 2 Michaels, pp. 83-90 19 Cf cheap. Sd la ecer pane, 181 Avila Camacho nacien 1897 enun pequcto poblado del esa de Puebla. Se ais ‘las tropa revoluionarias del norte como joven contador. Para 1920 haba ascend a oronel en Sonora Su camera militar fu poco espectacular, por lo que sus adversarcs también lo califcabun como "soado desconocio” y"espada Virgen Sus miosis ‘nan en carter concliador y en el rea administra, donde como eal seguidor de (Cirdenas enaberaba I Secretaria de Defensa: of Michael, pp. 91-94. 1 Sinemibargo, Avila Camacho conta con ms partidos qe Mgics también en los rups plticamenteinflyentes dente del égimen Eto vali tao pra el eto como ‘para numerosos goberadores; ef, Michaels, pp. 9799. Igualmene la cr, bjo Vicente Eomtardo Toledano, spoy la candidatura del moderado Avila Camacho frente al radial Maca, Enelo puede haber in uo cera srimosia entre Lombardo Toledano y Musica, debida gue est imo hab itervenido con éxito en faver dea conesin del alos Leda “Tresky, No obstant, en ela Tu dose! temor de os dere singicalesiguientisas nto un psibe avance dela feras fascists el dstanciaiento de lo les dl eject: 1 Michaels, rp. 90.96 97, Vase asimisn, sobre este "lems dea iaquierda, Medina, Historia 18,9 4. La presidensia de Cirdenas, 1934-1940 637 PRM offeciécierta garantfa de que se conservara la lealtad del ejército. A este fin también sirvi6 sobre todo la incomporacién de los militares en el PRM, para poder contrarrestar, mediante su participacién “legftima” y pliblica enel proceso de decisién politica, toda corriente de oposicién al régimen o incluso planes de golpe de Estado dentro del ejército, un propésito que se realizarfa en gran medida en el tenso periodo de la ‘campaiia electoral.'® Por otra parte, Avila Camacho, en claro contraste ‘con Magica, representaba una posicién politica no muy distinta a la de ‘Almazin,"4Las reformas cardenistasciertamente debian ser consolidadas pero no extendidas, se debia continuar el reparto de tierra, pero al mismo tiempo también proteger y fomentar Ia pequetia y mediana propiedad y finalmente ofrecer condiciones ventajosas de inversién al capital nacional yal extranjero." Esta politica de consolidaci6n caracteriz6 en téminos generales los ‘ltimos dos afios del mandato cardenista.* Si bien esto no debe conside- rarse como un cambio brusco de direccién, sin duda alguna el rumbo reformista radical de log fing 1936-1938 habia Tlegado a sus Himites politicos tanto en el exterior como a nivel nacional." Cardenas reconocié claramente que una prolongacién deesta politica —en vista de la profunda divisin politica y social del pafs— hubiera podido provocar una guerra civil en relacién con las elecciones presidenciales, y despertar el peligro de un régimen derechista o incluso radical de derecha, "3 Una buena descrip este desarolo se encuetraca Heménder Chive, Historia 16, pp. 106-112; “patio la buocratizacion de rio”. 1 Medina, p11 143 Soe programas de Almazsa y Avila Camacho, of Medina, pp. 108.9 89y ‘Un importa punto de stracin par as clases medias cra a renuciaala “educa sociale desarda por Almuzinen forma abet, y pr AvilaCamache de manera vlads 6 a pliiea mss conservadora del gobierno se ose sobre todo en Ia dsminucion de las haelgss mediante un mayor contol de os sini “ese asba’,sogdn const Lis Gonzien; "La agitacién ober se redial deport de los desis Tos ines cone rmorativos, qcecomenzarn ase el principal espeacuo dominguero pra los no sndial- doe Hstria 1S, p. 21, Tambign eto del rparto deters se edo y se reaunci {cers proyectorecondmicos nacionalists, como el de un mayer conuol etal sore el sector mines ef Meyer, "Los limite". 6 6S bienbedin, pp 208 ys rclativia con ran el iro contervador” 6 1938-1939, {ste al roo: enuciaa inconfiablemente un cambio en el clima polio, sepa recone ‘eron conc tambign los dplomiticos y perio extadunienses. Cf. Meyer, "Los limites”, p 5 Michaels, p 115. aimismo Cordova, pp. 194 ys 658 Hans Werner Tobler BI vial politico de 1938 de esta manera no s6lo revel la importancia {gue tuvieron los limites externos para la politica mexicana de reformas radicales, sino queal mismo tempo mosts también una debilidad poltca intema inherente al régimen cardenista. Asf, aunque sin dada fueron mpresionantes los triunfos de la movilizaci6n y organizacin cardenista de obreros y campesinos, desde el punto de vista cuantitativo, también esta movilizacién habia partido en gran medida “desde aniba”, propor. cionando al ségimen cardenista aquella “base precaria propia de toda “revolucién desde amiba."* El rumbo tomado desde 1938 hacia el centro politico ciertamente no ppudo evitar una enconada lucha electoral y una jornada de eleeciones sumamente violenta y sangrienta el 7 de julio de 1940." Sin embargo, a pesar del hecho de que et arrollador triunfo de Avila Camacho en las umas ‘evidentemente se debia a manipulaciones fravdulentas de los resultados clectorales, no se produjo el temido levantamiento de los partidos de ‘Almazén, sobre el que el candidato de la oposicidn habia advertido para cl.caso de un fraude electoral. De Estados Unidos, para el que a elecrin de Avila Camacho significaba 1a aspirada continuidad de la poltica mexicana bajo signos més conservadores, Almazén, vencido, no podfa esperar ninguna clase de ayuda." Para él, no s6lo estaba en juego su existeneia politica, Al desistir de colocarse a la cabeza de una rebeliGn muy arriesgada, sacrific6, pues, sus ambiciones poliicas a la seguridad 4e una vida tranquila como empresario afortunado, Con ello se habia 4uebrado la punta de una oposicién violenta conta el gobierno, En la prucba nacional de fuerza del afio 1940, por To tanto salié claramente victoriso el régimen cardenista, El partido de la evolucion reorganizado en 1938 habia demostrado de manera impresionante su eficacia politica. Ello no cambiarla bajo los gobiemos que le siguieron; por el contrario: con Ia crecientetendencia dela politica hacia la derecha Ia simbiosis cada vez ms estrecha entre el sector pbico y Ia iniciativa privada, la “revolucién institucionalizada” siguié consolidéndose. No bstante, esta consolidacién, que iba mano a mano con un acelerado "38 Cf Meyer, "Lo ites" 4 Sobre las elecconesy sus consecunciss, of. Gonzsle, Historia 1S, pp. 301-307: Michaels, pp. 131-134; Medin, Historia 18, pp. 117-13. "30 Medina, p. 127 La presidencia de Cérdenas, 1934-1940 659 crecimiento econdmico, 5 va cao sobre todo a expenses de los Campesinos obres,guc i bien seguan petenecendo a prio ‘colon como sectors mmseaments mayor debi fata deestotras demoricas detode ss agrpaciones del prio ssl pier impone en forma deficient ws ness, Tambien eto omenos qu ls refrmas ene sector agro a nacorlialn de petey forma pn del egao del gblema cardi Es a pes, ‘ome lacasiccton de este gobierno denro dun marco és apo de demarlo de Menico en la fse tra dela revoluiony le epoca postvaacina se usta, desde varios punts de visa, una xs Racin demasiado genera,

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