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Capitulo 3 Cimentaciones superficiales-II Aspectos estructurales y constructivos Jess SERRA GESTA 1, INTRODUCCION En este capitulo se tratan los aspectos.estructurales. y.constructivos de las ci- mentaciones superficiales, tales como dimensionado, armado, etc., asi como Jas recomendaciones mas significativas para el disefio y célculo de las mismas. 2. ‘TIPOLOGIA DE CIMENTACIONES SUPERFICIALES Las cimentaciones superficiales se pueden clasificar en tipos, atendiendo a dis- tintos conceptos: por su forma de trabajo, por su morfologia, por su forma en. planta, ete, En las figuras 3.1 y 3.2 se recogen los tipos mas frecuentes. Por su forma de trabajo, figura 3.1: a) aislada ) combinada ) continua bajo pilares 4) continua bajo muro e) arriostradas 0 atadas 7_o a ee ———_ 8 a o Fig. 3.1. Por su morfologia, figura 3.2: a) recta ») escalonada ) ataluzada 4d) aligeradas o nervadas il IM o|] fa] SO OM a » Q a Fig, 3.2. Por su forma en. planta: a) rectangular b) cuadrada ©) cireular d) anular e) poligonal (octogonal, hexagonal...) Independiente de estos tipos mas usuales se han construido zapatas de diversas formas més 0 menos complejas como con forma de paraboloide hiperbalico, piramidal invertida, etc. 3, ACCIONES SOBRE LAS CIMENTACIONES Las acciones que recibe un elemento de cimentacién y que debe transmitir al terreno son! —Debidas a la estructura figura 3.3: a) Esfuerzo normal N. b) Momentos. En una o dos direcciones M., M,. ©) Esfuerzos cortantes. En una o dos direcciones V., V,. Fig. 33, —Debidos al cimiento y las tierras. a) Peso propio de la zapata (W.). v) Peso de fas tierras que descansan sobre la zapata (W,). 90 7S Al MDI tT » ch aN = ° Fig. 3.4. Estas acciones, por traslado vectorial a la base del cimiento 0 zapata quedan a efectos de célculo reducidas a: —Esfuerzo normal Ny=N+W.+W, —Momentos Ma =M,#V,-h Mn = M,# V.-h siendo h el canto de la zapata Los esfuerzos cortantes en Ia base-de la zapata, en general som acciones hori- ontales que deben ser absorbidas por rozamienio enlze Lerreno y zapata o por ‘otro mecanismo, Las acciones antes indicadas se toman siempre SIN MAYORAR, ya que los co- ceficientes.de-seguridad necesarios, gomo-se ha-visto, se introducen en fa deter minacién de la tensi6n admisible 440. Esta preseripci6n queda recogida en la instruceién BH-91 en el articulo 58.2 que establece entre otras cosas: «En el dimensionado de os elementos de cimentacion, y a efectos de compro- bacién de que la carga unitaria sobre el terreno o las reacciones sobre los pilo- tes, no superan los valores admisibles, se consideraré como carga actuante 12 combinacién pésima de las solicitaciones transmitidas por el soporte més el pe- 50 propio del elemento de cimentacion y el del terreno que descansa sobre él; todos ellos sin mayorar, es decir, con sus valores caracteristicos.» 'Normalmente el calculo de la estructura da los valores de las solicitaciones en cimentacién ponderados, es decir, afectados de los coeficientes de mayora- cidn 7, que pata las acciones se hayan tomado. Por ello ¢s necesario, para el célculo de las cimentaciones, desafectarlos de dichos coeticientes para’ obtener los valores caracteristicos. Si para la ponderacién de todas las actiones se ha adoptado el mismo coefi- iente ‘7, bastard con dividir los valores de célculo de las solicitaciones por dicho coeficiente 7. Si por el contrario se han adoptado distintos coeficientes segiin las acciones (gravitatorias, viento, etc.) e1 problema es casi irresoluble, pues, el edleulo de la estructura da. como resultado unas soliitaciones produ: Cidas por la combinacién pésima de acciones. En este caso puede trabajarse a efectos de célculo del cimiento con los valores mayorados, teniendo esta ci cunstancia presente para fijar el valor de la tensiOn admisible del terreno. 4, DIMENSIONADO EN PLANTA DEL CIMIENTO El dimensionado de la superficie de cimentacién, o superficie de contacto ci- miento 0 zapata con el. terreno, depende de la distribucion de presiones en ia superficie. ilo anterior la distribucién real de presiones y idez de la zapata y-el tipo de Como se ha visto en el ca} asientos en el terreno es muy variable, segiin la terreno, Esta variabilidad en la forma de distribucién de presiones y asientos, puede simplificarse sin excesivo error, en zapatas aisladas utilizando para su célculo y estudio un diagrama de distribucién de presiones lineal. En cimientos 0 zapatas continuos o lineales, esta simplificacién puede conducir a errores importantes ¥ requiere para su estudio aproximarse a modelos de distribuci6n de presiones y deformaciones mas ajustados a los reales. La distribucién de presiones bajo la zapata, considerando el caso de carga ver~ tical y momento en una sola direccién, se admite que es plana, con secci6n rec- tangular, uniforme fig. 3.4.a) para.carga vertical centrada, La carga vertical y el momento, es equivalente a una sola carga vertical Ny, M AM. Al ser ta carga excen- Ny bal aplicada en un punto A con una excentricidad a trica produce una distribucién de presiones, no uniforme, sino trapezoidal 0 triangular, figura 3.4 b) y ¢), segtin sea menor o mayor Ia excentricidad. Para excentricidades grandes, fig. 3.4 d) la tension maxima o tension de pico, puede llegar a sobrepasar el valor de la tension admisible del terreno, dando | gar a la rotura o plastificacién del mismo, bajo una zona mas o menos amplia de la zapata. En algunos casos o situaciones limites puede calcularse la zapata considerando que el terreno reacciona plastificandose bajo un area eficaz cuyo centro de gra- vedad coincida con el punto de aplicacién de la carga, 4.1, Zapatas rectangulares. Caso general ‘Como se ha expuesto en el apartado 3 el caso mas general de carga, teniendo ya en cuenta el peso de la zapata y de las tierras que descansan sobre ella, corresponde a una carga vertical y momentos en dos direcciones, En general, cuando se va a realizar el dimensionado en planta del cimiento todavia no esta determinado el canto «h» de la zapata, por ello y con el fin de simplificar el clculo, se puede tomar, en casos normales, como peso propio de la zapata un tanto por ciento de la carga N La seccién a’ x b’ de la planta de la zapata esta sometida a flexion compuesta. Las tensiones en cada punto, vendrin dadas por la ecuacién de la flexién com- puesta: 6eNy ab’ expresién en que cada uno de los términos corresponde a los diagramas b), ¢) d) de la figura 3.5. La distribucién de tensiones resultante de ia suma de los tres términos responde al esquema de la figura 3.5 e). La ecuacién anterior puede escribirse de la siguiente forma: La Norma MV-101/1962 «Acciones en la edificacién» en el apartado 8.6 dice: «8.6 CARGAS EXCENTRICAS - Cuando la actuacién de cargas sobre el ci- miento produzca, por su excentricidad, presiones no uniformes sobre el terre- no, se admitira en los bordes un aumento del 25% en la presién indicada en la tabla 8.1 siempre que la presion en el centro de gravedad de la superficie de apoyo no exceda de la presién admisible.» Es decir, que la tension maxima + S) 51,25 cretm > siempre que Si alguno de los valores de las tensiones extremas, se hiciese negativo implicaria que se producen tracciones entre le zapata y el terreno, lo cual con independen- cia de que se admite que ef terreno no es capaz de absorber tracciones, daria lugar a una separacion entre zapata y terreno. Esta limitacién acota el campo de validez de la ecuacién de la flexion compuesta, Para que sea aplicable la ecuacién de la flexién compuesta, la carga tiene que estar situada dentro del micleo central de inercia, figura 3.6. % Los valores de las excentricidades e, y ¢, respecto a los dos ejes tienen que cumplir: siendo e, y ¢, los valores absolutos de las excentricidades. En este caso toda el area de la zapata es activa. Cuando la carga se encuentra fuera del niicleo central de inercia, es decir, cuando los valores absolutos de las excentricidades cumplan: no es aplicable la ecuacién de la flexién compvesta, Para distintas posiciones de la carga Ny, cuyas excentricidades cumpian la desigualdad anterior, existira tuna zona de la zapata inactiva. Las reacciones del terreno responderan a los esquemas a), b) 0 ¢) de la figura 3.7, segin la posicién de la carga Ny. En consecuencia, para dimensionar la zapata, es nevesario plantear et equilibrio, entre 1a carga Nj y la resultante de la «cuftan de presiones del terre- no. El planteamiento analitico del equilibrio es sencillo cuando la cufla es una piré- mide figura 3.7 a), pero complejo para los casos b) y ¢).. 93 Fig. 37 Para estos casos, se han obtenido soluciones graficamente que se dan en forma de tablas 0 Abacos (Hahn 1946, Dunham 1962, Plock 1963). Para resolver los casos posibles se divide la zapata en tres zonas, figura 3.8, 7 Eeeeeee eee Zona Carga dentro del niicleo central de inercia. Es aplicable la ecuacién de la fle- xin compuesta, la cufia de presiones es del tipo de la figura 3.5 e). Zona Las excentrcidades deberén ser simultaneamente €, = ° ye, = % a cua de presiones es del tipo del esquema de la figura 3.7 a). La cufta de presiones tiene forma piramidal. Estableciendo el equ (fig. 3.9) entre la accidn Ny y'la resultante de las presiones R. x B seta se tiene: ome = 2 Ni 51,25 Oatn 2 Wd) O28) La posicién de la linea de presiones nulas queda acotada por los valores. 4c = 2a" 20) 4d = 2(b' —2¢,) Zona IH Los valores absolutos de las excentricidades deben cumpl -y que simukéneamente no sean e, > ye, > = Para el célculo de la tensién maxima y de la posicion de la linea de tensiones nulas, a continuacién se dan los abacos de las figuras 3.11 y 3.12 de H. J. Plock. 0. oo 0.38] on] ona 028 030 024 o24 20 o2e oud] 0.6} og] ou] 08} 08} pio py ° 0 OOF ook 013 ow O20 028 Fig, 3.11 ig 3.12. Entrando en el abaco de la figura 3.11 con los valores ¢ = “a a tienen los valores n y m, que fijan conforme a la figura 3.10 la pos linea de presiones nulas, La tensién maxima es: om 51,25 oan ve siendo K los valores dados en ol dbaco dela figura 3.12 en funcion de ¢ y 4. Si ed, se ulzan los Abacos inercambiando e yd, tomando para la posieén de Ja linea de tensiones nulas m’, en lugar de m, siendo m’ =m (2): 96 4.2, Zapatas rectangulares. Carga vertical y momento en una sola direcci6n Cuando existe’ momento en una sola direccién, se esté en un caso particular del caso general anterior, cuando uno de Jos momentos es nulo. Se plantean dos casos: —Carga dentro det niicleo central de inerci as Ogg = (1 &) = ag Da (1+ Se) 125 ate Carga fuera del nicleo central de inercia figura 3.13. a> | 7 i Nv FIM IIE ea | a | & il Sees ‘oo | — | 100 R cos | = |. 110 sezcad som | = | 1300 s oor | = | 1450 oi | = | 1600 ors | = | 1350 2 ois | — | 1900 K dior | 1000, |. 200 oars | ogs | ost dam | 0900 | 22% ~ des | ages | Baza oa | 070 | 267 b 0275 | 0.675 | 2.962 9300 | ooo | 3333 305 | oes | 3.309 oar | 0800 | 4000 oa | oaso | au Oa | oars | 3333 a, awd | 0300 | 667 @ oars | oaas | Seo oso | 0150 | 13.333 Sas | ins | 2666 }— 000 | 0000 |“ @ Fe. 3.13. ig. 9.14 —Valoresde C.¥K. El diagrama de tensiones tiene seccién triangular. Para que exista equilibrio la incada.con Ny. resultante de las tensiones R debe ser igual y estar 1 : R= J Ge. tun) bY =Ni siendo Puede ser priictica la utilizacién de la tabla de la fig. 3.14, con la cual se ob- tiene el valor de la tensién maxima y la posicién de ta linea de tensiones nulas: 4.3. Zapatas rectangulares, Carga vertical centrada ‘Cuando la carga vertical es centrada, y no existen momentos en ninguna direc- cién, es el caso particular mas sencillo dentro del general, 0 sea con M, La distribucién de tensiones es uniforme y con un valor o= NN cg, BET SMe. En general, y en la edificacién habitual, la zapata con carga vertical centrada es el caso més frecuente, aunque suelen éxistir momentos y corvantes, sus valo- res son muy pequefos y su influencia sobre el centrado de la carga es minima. CE Fig, 345, Para determinar las dimensiones a’,b’, considerando, como se ha dicho, el pe- 80 propio de la zapata mas el de Tas tierras que apoyan sobre ella, como un tanto por ciento de la carga N, de la expresién anterior se obtienc: —Zapatas cuadradas: ENE ey —Zapata rectangular: Awa’b’ — fijando una relacién entre lados a’ = nb’ En el caso de zapatas rectangulares, no.es aconsejable sobrepasar la relacion a’ = 2b’. Caso contrario, debe proyectarse la zapata de forma que se garantice el trabajo del conjunto, por ejemplo, recurriendo a la colocacion de nervios su- periores, figura 3.16, bien en la direccién mayor o en las dos direcciones (zapa- tas nervadas o aligeradas). Fig. 3.16. 4.4. Zapatas con planta no rectangular En edificacién, las zapatas que normalmente se construyen son cuadradas 0 rectangulares; no obstante, puede ser necesario, bien por razones construetivas bien de disefho, proyectar zapatas con otra forma: EI cAlculo de las mismas, se realiza, siguiendo los mismos criterios expuestos para zapatas rectangulares. En el cuadro de la figura 3.17 se dan Jos valores del area de la base, momento de inercia-y posicion del micleo central de inercia para distintas secciones: Situacién Area de la Momento de de! niicleo FORMA DE LA BASE ‘ase Inercia central de Ae ee Tnercia ene EEE EERE eee eee caRCULAK encom LGR ozs! noma 20g cero [> omer as oer ANULAR Ee" 0.785} a) 0,0490¢4— a) 20-4 Fig. 3.17.—Atea de le base, momento de inrsiay situscl6n del nicleo central, Las valores Cf son Tos del radio del eeulo Insert. Para el célculo de las zapatas con estas formas se dan los cuadros de las figu- ras 3.18 a 3.22 que facilitan la determinacion de los datos necesarios. 9 Zapata circular x BBEREES 28 993 ase 2108 3825 3610 Fig. 3.18. Fig, 3.19.—Valores de Cp K pa ravalorese/é. Zapatas octogonal y hexagonal Son aplicables los mismos datos de la tabla de la figura 3.19, tomando d= 1,041d, para zapata octogonal y d = 1,077d, para la hexagonal, siendo d, el didmetro del circulo inscrito en el octogono 0 hexégono. La tension maxima, siendo A, el area de la base dada en el cuadro de la figura 3.17, es: 100 Zapata anutar Be) 1 aeseegERNS afs] s29889S88885NS288558. a] 11 ataeaggaas 3 M1 1888288333333 3 x | | SRSRABRER SESS | t 3] S88¢5e25 z “le | | SRRRQagssgesss o os gagegenges wo oo 335 as 496 600 a8 9193 1a 08 25 0 101 Fig. 3.22. oy Fig. 3.20 4.5. Otras comprobaciones ‘Ademés de la comprobacién o célculo de las dimensiones de la base de la zapa- ta, es aconsejable realizar las comprobaciones a deslizamiento y vuelco, cuando Jas acciones horizontales o los momentos son importantes, En las zapatas de muros de contencién de tierras, en todo caso, deben realizarse ambas compro- baciones. 4.6. Zapatas combinadas Es frecuente que por razones constructivas, de calculo o superposicién de la st perficie de zapatas sea necesario utilizar un solo cimiento 0 zapata para dos 0 mas pilares, los casos mas frecuentes son: a). Pilares proximos: cuando dos 0 més pilares estén muy proximos o su carga es muy fuerte, puede ocurrir o que las zapatas aisladas para cada uno de ellos se solapen o queden muy préximas, siendo necesario entonces proyec- tar una tinica zapata para los dos o mas pilares. Un caso frecuente se da en los niicleos de escaleras 0 ascensores. b) Pilar de medianeria: la distribucion de pilares por condicionantes construc~ tivos 0 de disefio, obliga en muchos casos a que una o varias de las lineas de pilares coincida con Ia linea de medianeria o de fachada del solar. Las zapatas correspondientes a estos pilares quedan cargadas excéntricamente. En Ja mayor parte de las ocasiones no es posible proyectar una zapata para tun solo pilar, siendo necesario recurtir a combinar la cimentacién del mis- mo con la del pilar contiguo de la alineacién interior, bien proyectando una sola zapata para los dos o haciendo trabajar el conjunto de las zapatas de los dos pilares como un nico mecanismo, uniéndolas por medio de una viga wcentradora», cuyo nombre viene de que su misién es centrar la carga del pilar de medianeria. 4.6.1. Zapata comin a varios pitares El célculo de la zapata comin a dos o més pilares, puede abordarse de forma sencilla como zapata cargada con la resullante de las cargas o de manera mas compleja, pero mas rigurosa teniendo en cuenta [a deformabilidad del terreno bajo cada uno de los pilares en base a la rigidez de la zapata comin 0 losa. Para suponer que la distribucién de tensiones bajo la zapata es plana, hay que admitir que ésta es suficientemente rigida. (Ver capitulo siguiente). El procedimiento de célculo consiste, en esquema, en determinar el punto de aplicacién de la resultante de las solicitaciones de los dos 0 mas pilares. Cono- ido el punto de aplicacién de la resultante, el problema se reduce a proyectar, segin lo ya visto, una zapata cuyas dimensiones garanticen que las tensiones transmitidas al terreno son admisibles. En el caso de la figura 3.23 la resultante N = Ny +No +N, estard situada en un punto A. Para determinar el punto A basta con tomar momentos respecto @ dos ejes, por ejemplo, los X ¢ ¥. Nz da +Ny(dy + 43) = Nid Ni c+ Ng, #6) =N-c donde c y d son las coordenadas, respecto a los ejes X ¥ del punto A. Conocida la posicién de la resultante, se proyecta la zapata necesaria. El caso ‘més sencillo es disponer una zapata cuadrada, rectangular o de forma cual- quiera, cuyo centro de gravedad coincida con el punto de aplicacién de la resultante. 102 ees | i 1 @ + Ne | i | : ¢; ¢—s fa : ig. 3.23 Y En el ejemplo de la figura’3.23 para zapata rectangular centrada seria (figura 3.24): Nut NotN 44, hs 0.0m ab a. 328 ee En el caso general, sea cual sea la forma de Ia zapata y euyo centro de grave dad no coincide con el punto de aplicacién de la carga, se aplicaria la formula de la flexion compuesta ooNa Be * N, Mx , My t TS Guat Los casos mis frecuentes de zapatas combinadas para dos pilares son los si- guientes: Zapata rectangular Contrada (figura 3.25): N=N+No N NS tes ratm art 103, Zs oo o+ B 8 A PEEEEEE ete crt eee reer Err Fig. 3.25, siendo: ‘n = peso espectfico det hormigén segiin Ia Instruccién EH-91 (articulo 28.2). Hormigon en masa = y= 2,3 t/m?, ‘Hormig6n armad 2,5 0/m}, Fijando una de las dimensiones Ni+N; ah) —Descentrada (figura 3.26). ‘Se determina el punto A de aplicacién de ta resultante. Se estima el peso de la zapata W, en un tanto por ciento de Ny +N. Ne JINe IA : rim “fl “ ne Fay fey al La excentricidad de la carga total N+ W, serd: N NS a NeWe Pore! para es 2 6 >t para = 104 Fig. 3.26 Con estas expresiones se deducen las dimensiones a’.b’, o fijando una de ellas ‘© una relacidn entre ellas, Es aconsejable proceder a la comprobacin de que la ‘estimacion del peso de 1a zapata ha sido correcta. Zapata trapezoidal —Centrada: La distribucjén de tensiones es uniforme Planteando las condi- ciones-de equilibrio se obtienen las siguientes relaciones generales. a 10's 420’) I | | Fig. 3.27. a ParaN,>N, — figura 3.27. 6N_ (2a’ bi,= ON (28 o, ‘ wee ) 2N fijando previamente la dimensién a’ y le relacién P, se obtiene la dimen- sim c3. Fig. 3.28. 108 Para N; >N; (tigura 3.28) operando igual, los lados de la zapata son: —Descentrada; no es factible dar unas expresiones sencillas. El procedimiento de célculo seria: 1. Determinaci6n de fos extremos del nticleo central de inercia Siendo I,, el momento de inercia de la seccién respecto al eje !-1 que pasa por el centro de gravedad. 2. Si la excentricidad € < cy, es aplicable la ccuacién de la flexién com- puesta, N Mx zy se obtienen la Gye: ¥ Gnu COmpardndolas Con 8 Coe 3. Sie = cy, es nevesario plantar el equilibrio de la cuita de presiones con la resultante de las acciones. Zapata en T (figura 3.29) —Centrada. La excentricidad e = 0 Las dimensiones de la zapata son: b= NtWe bye NiWe a0 bi 106 siendo cemenge Eb HD byalytah by Ae Aga=a’y-b'y ta’ —Descentrada, Es necesario determinar -los extremos del nucleo central de inercia. bia. ce Ar La excentricidad de la carga total incluyendlo el peso de la zapata, seri: N NeW. | Si la carga total est hacia el lado ncho de la zapata ye’ = © xy wow (he 1 cu vn ( ¢ ia \ Ar Si la carga est hacia el lado estrecho de la zapata ye” = © 4, Beet (14 ea! =m—m)) fae ww (Zo + ) ee 1 _ em +m) te ov+wo(- ad Si Ia carga esté fuera del nicleo central de inercia, es necesario operar, plan- teando el equilibrio de la «cuftan de-reacciones y las acciones. 4.6.2. Zapatas de medianeria La zapata de medianeria es un caso muy frecuente en edificacién. El céleulo como zapata aislada se resuelve por el procedimiento ya expuesto para zapatas con carga excéntrica (ver 4.2), pero normalmente la ensién de pico 0, supera ‘con mucho la tensién admisible del terreno, con independencia de los posibles problemas de asientos y giros a que puede dar lugar, figura 3.30, Fig. 3.30. 107 EI problema se puede resolver haciendo una zapata comin al pilar de ‘medianeria y a otro pilar préximo, con cualquiera de las soluciones vistas en el apartado anterior 4.6.1. Para centrar més la carga, se puede aumentar el peso de la zapata, bien aumen- tando su tamafio o disponiendo un dado de hormigén en masa bajo la zapata Propiamente dicha con lo cual se aumenta considerablemenie el peso, figura 3.31. Ni yy ig. 3.31 sb fa La tension f, =, fr = 12% La altura del dado debe ser: ne 2M’ a= 2Nt Wo) 1,25 6, ay be eet Por la frecuencia con la que se presenta el caso de la zapata de medianeria, cexisten soluciones especificas al problema, Una de las soluciones posibles pero muy poco utilizada es la que recoge la fig. 3.32 creando un sistema de palanca. 108 Las soluciones mas frecuentes son: —Zapata de medianeria con viga ventradora, “Zapata de medianeria con colabor in del forjado o viga. aN Il Ns pepe Fig. 3.32 4.6.2.1. Zapata de medianeria con viga centradora La solucién de la.zapata de medianeria por medio ‘de la viga centradora, con- siste en recurrir a Ja colaboracién del pilar y zapata préxima, para, por medio de una viga de unidn, crear un mecanismo que centre la carga de la zapata de medianerfa, Si Ny y Nz son las cargas verticales que transmiten los pilares 1 y 2 (fi. 3.33) por medio de Ia viga centradora se establece un par que centra la carga de la zapata correspondiente al pilar I. 109, T Ne Ne a ae gv | «fl G Ri Re 5, ER = ah a a ey Fig. 3.33, ‘Sestin los esquemas de la figura 3.34 se establece el equilibrio de fuerzas y mo- mentos Ni Ne = == fr Fe. 3.34 Llamando: Ry =R\- Wy RQ=R:- Wa ZF, =0 Ry +RZ=M+Nr Neb = RB’ 9). a R2=N:- Ny @ De las expresiones (1) y (2) se deduce que la reaccién correspondiente al pilar 1, ha cumentado respecto a la que tendria como zapata aislada, y, por el contra- rio, la reaccién correspondiente al pilar 2 ha disminuido. Conforme con este'planteamiento, el. procedimiento de célculo es el siguiente: 1. Predimensionar las zapatas 1 y 2 como si las cargas N; y N; fuesen centra- das, mayordndolas en un 40% aproximadamente la I y en un 10% la 2, para tener en cuenta cl peso de las zapatas y el incremento en la reaccién R,. a’yby= tA atyb’,= EIN 2. Conocida Ja dimension a’,, y siendo a, el canto del pilar 1, se calcula la ex- centricidad ¢: 3. Los valores de las rea Ry= Wa + Ny En caso de no ser 0; y/o #2 menor que a 6, zm, S€ corrigen los célculos des- de el punto 2, aumentando las dimensiones necesarias. 5. Los momentos y cortantes en el conjunto siendo: ne hy, a3 0,~ Yeh. os se calculan como viga isostatica. Para el cfleulo de la viga centradora se calculan Jos cortantes Vi = Vz y los momentos flectores M, y Mz, figura 3.35 Ne Ni eae EEE Cee Eee Com «(I u MN vw] iT ‘A {ITTVLLL Ne f fie ettee if TM He ¥ ut Los Abacos de las figuras 3.36 a) y b) dan directamente los valores de servicio M. : : =~ ¥ Viren funcion de fa relacion i. para distintos valores de la carga Ny. Si en los pilares, ademas de la carga vertical N, y Nz, existiesen momentos, el planteamiento es similar, sumando algebraicamente los momentos existentes al establecer el equilibrio de momentos. » Mig 3.36. 4.6.2:2. Zapata de medianeria con colaboracién del forjado o viga superior Para centrar la carga, se puede también recurrir a a colaboracion de la viga 0 forjado superior al pilar de medianeria, Si se compone la carga vertical N, con una horizontal T (traccién en la visa), se puede hacer que la resultante pase por el centro de la zapata. ~Dimensionando la zapata para la carga N-mas su. peso propio, se determinan las dimensiones a’, b’. My. 3.37, Para que exista equilibrio debe cumplirse (fig. 3.37): Ne=T-H , La componente horizontal Ten la’basé de la-zapata tiene que ser absorbida por rozamiento, por lo que debera cumplirse que: N+ W,) te 6 ts ‘ya~coet.-de seguridad = 1,5 % 13 La tensin en el terreno sera: +h SO. stm ab La viga 0 el forjado deberé dimensionarse con la combinacién de flexién pro- pia més la traccién El soporte en la seccién 11 debe dimensionarse para soportar ademas de sus propias acciones un momento adicional de valor My (Hh) Al mismo resultado se llega planteando el problema a partir de las deforma- ciones del pilar, zapata y terreno, y admitiendo el comportamiento elistico del terreno segtin el método del «coeficiente de balast” 4.7. Zapatas continuas o corridas Bajo una linea de pilares puede proyectarse una zapata continua o corridla co- min para todos los pilares. Asimismo, cuando el elemento estructural es lineal, muro de fabrica de ladrillo o mampostéria, 1a zapata bajo el mismo es conti- nua, No obstante, el planteamicnto del cilculo difiere sustancialmente, debido a que el comportamiento del terreno frente a cada una de las solicitaciones es total- mente distinto, En el caso de zapata continua bajo una linea de pilares, no es valide admitir como norma general la reaccién uniforme del terreno. Para el cdiculo de este tipo de zapatas es necesario plantear el problema eléstico de forma més riguro- sa, buscéndose modelos matematicos del suelo, de los cuales el més conocido y difundido por su sencillez es el modelo de WINKLER, que conduce al llamado método dei «coeficiente del balasto», que parte de la hipotesis basica de supo- ner que, en cualquier punto, el asiento es proporcional a la presion que en él se desarrolla. Con este planteamiento se estudia la cimentacién por zapatas corri- das en el supuesto de que su forma de trabajo sea la correspondiente a una vi- a; es el calcul como «viga flotanten, que se trata en el Capitulo siguiente. ‘Cuando Ia zapata corrida recibe un muro, el problema puede abordarse, de forma mas sencilla, estudiéndola a flexién en el sentido transversal al muro 0 zapata, y con distribucién uniforme de tensiones en el sentido longitudinal. En general bajo muros de fabrica se suelen hacer zapatas de hormigén en masa de ‘gran canto, figura 3.38 a) o bien soluciones del tipo de la figura 3.38 b). a » Fig. 3.38, 114 5, CALCULO ESTRUCTURAL DEL CIMIENTO Hasta ahora se han expuesto las posibles soluciones para determinar las dimen- siones de la superficie de contacto cimiento-terreno, en funcién de las distintas solicitaciones que pueden transmitir los soportes, que deben corresponder a fa combinacién pésima de solicitaciones. Como se ha visto, para nada ha influido el material con que fuese a ser construido el cimiento, pues, cualquiera que sea, se admite que, én todo ¢aso, tiene mayor resistencia que el terreno, En la actualidad, y salvo casos muy singulares que requerirfan un tratamiento parte, las cimentaciones se construyen en hormig6n, en masa o armado. El cimiento como elemento estructural, debe dimensionarse y en su caso armar- se, considerando los valores ponderados de las solicitaciones debidas a las reac- ciones del terreno, obtenidas como se ha visto en los apartados anteriores. La Instruccién EH-91 (art, 58,2) establece que para el célculo de las solicita- ciones que actian sobre el elemento: de cimentacién, se deduzean los valores ponderados de las solicitaciones debidas al-peso propio del elemento de cimen- {acin y al de terreno que descansa sobre él. Esta consideracién se basa en admi- fir que el hormigén fragua en condiciones hidrostaticas sin absorber esfuerzos y que el relleno de tierras es de peso dlespreciable. Esta hipétesis en gran parte de los casos puede ser cierta, No obstanie, el deducir el peso propio de la zapata y de las tierras, complica el célculo, reduce el coeficiente de seguridad y, en general, puede decirse que va en contra de seguridad. Por ello, se consideran como solicita~ Ciones a efectos del célculo del elemento de cimentactén las reacciones o tensiones ‘en el terreno, obtenidas conforme a los apartados anteriores afectados del coefi- ciente de ponderacién de las acciones, 7,9 (art. 31. Instruccién EH-91). Puede admititse para simplificacién del célculo que las tensiones en el terreno son uniformes, con valor 2, igual al valor maximo de las tensiones calculadas por el cocficiente de ponderacion yj, cometiéndose con ello pequefios errores pero siempre a favor de seguridad. Sin perjuicio de lo anterior, y cuando se requieren céleulos exactos, se tomaran como solicitaciones del elemento de cimentacién las tensiones reales obtenidas, deduciendo el peso propio del cimiento y de las tierras que descansan sobre él, miultiplicadas por el coeficiente 7. Las proporeiones de las zapatas, y su forma de trabajar. Gomo elemento ‘inico hacen que su estudio no sea equiparable a los modelos habituales, sin embargo, considerando cada seccién por separado permite calcularlas como ménsulas 50- licitadas por la reaeci6n del terreno (figura 3.39). “ll TMM « Fig. 3.39, En el célculo de la Zapata, admitiendo su comportamiento como ménsula, ¢s necesario distinguir las de’ hormigén en masa y las de hormigon armado, y dentro de éstas las de mucho a poco canto en relacién con el vuelo, pues st mecanismo resistente o forma de trabajo es distinta. us 5.1. Zapatas de hormigén en masa En general puede admitirse que la utilizacién de zapatas de hormigén en masa lunicamente esta indicadas para edificios de estructuras sencillas, con pequcfias cargas, tipo muros de carga, etc. En general para que sea posible construir zapatas de hormigén en masa se re- quiere un gran canto. El canto minimo estaré condicionado a que las distintas secciones resistan los momentos y esfuerzos cortantes que producen en ellas Jas tensiones o,. Las secciones més desfavorables a efectos de momento flector son las 1-1 y 2-2 figura 3.40. WY] ee ey A (A il ig. 3.40 Las seeciones 1-1 y 2-2, o secciones de referencia S,, son planas, perpendicula- res a la base de la zapata y tienen en cuenta la seccidn total de la Zapata. Si el soporte © muro es de hormigén la seccidn de referencia se situard detrés de la cara del soporte o muro a una distancia de 0,15 a, siendo a la dimension del soporte o muro medido ortogonalmente a la secci6n que se considera, figu- ra 3.49. a). 16 Si el soporte o muro es de mamposteria la distancia se inclementara a 0,25 a. figura 3.49. ¢). v,+0,25a=0,5 a’ —0,25 a Si el soporte es metalico sobre placa de apoyo de acero, la seccién de referencia Sy, se situard fuera de éste y a la distancia mAs cercana a él de las dos siguientes, figura 3.49. b): a mitad de Ja distancia entre la cara del soporte y el borde de la placa de cero, —el doble del espesor de la placa de apoyo de acero. El canto total h de esta seccién de referencia S, se tomara igual al canto total de la.seccién paralela:a la S; situadaen la cara del soporte 0, muro. Como se ha dicho, para el cfleulo del momento flector, las secciones ms des favorables son las I-1 y 2-2, actuando en ellas los momentos que producen las tensiones o, en las areas A y'B respectivamente de la figura 3.40. Me Jey oy 1 Bvt! et ® 1 vy MP = 5 wih a! on @ La flexién produce unas tensiones de compresién y traccién en la secciin de hormigén, Los valores maximos de estas tensiones son: M mt matte T ° En la seccion 2-2 h wp putt Teanga 4 foe = TR ash “ 2 Estos valores de las tensiones méximas de compresién y traccidn, tienen que set resistidos por el hormigén, La resistencia del hormigén a traccién es menor que la resistencia a compresidn, por ello Ia limitacién a las tensiones maximas vendré impuesta porque la tensién de traccién sea menor que la resistencia de céleulo de] hormigon en masa a traccién. El articulo 46.3 de la Instruccién EH- 91, fija la resistencia de célculo del hormig6n en'masa a traccién: ; fee = ofan OMS VEE 0318 GS "te ~ T2%6 12 4 a relacion en la que fy ¥ fg estén expresadas en Kp/em*, M7 Sustituyendo en las ecuaciones (3) y (4) los valores (1) y (2), respectivamente, ¢ igualando a (5) se obtiene: Sia’ >b’ se puede admitir que vi > vf (h)'= yas 1 abaco de Ja. figura 3.41 permite caloular directamente la relaciéa —" en funcién de Ia tension admisible en el terreno y para distintos valores de la resistencia caractcristica del hormig6n. Las curvas de trazo discontinuo se han obtenido para nivel de control reducido con y= 1,7 7 1,8 y las de trazo continuo, para nivel de control nomal con 7. = 1,5 7, Determinado el canto total h, tey punzonamiento, Para el céleulo 0 comprobacién a cortante se tomar como seccién de referencia la seccién S, situada a una distancia igual al canto total h, medida desde la cara del soporte 0 muro, o desde el punto medio entre la cara del soporte y el borde de la placa de apoyo reparto, fig. 3.41, bis, necesario realizar las comprobaciones acortan- 118 h h & T ' ' ' ' 1 h ' ' ' ' nA 5 Ni ‘ I h_ Nob i , \ \ 1 N Fig, 2.41. bis. El valor del cortante, seré en el caso de soportes o muros no metalicos sobre pia- cca de reparto: at Vie o.( =h)-b! Vue=Vew La seccién resistente es: = A,=b'-b La tensién tangencial de cdiculo hb’ “AL veh Fste-valor de la tensién tangencial de calculo 74, segtin el articulo 58.7 de la 91 debe ser menor que Ia resistencia de célculo del hormigén en masa a traccion (art. 453 EHS), re Sfes = 2875 fly E 1% 49 La comprobacién célculo a punzonamiento se realizard en una seccién perie ‘metral figura 3.42 situada a una distancia de las caras del soporte no menor que Ja mitad del canto total de la zapata, Elesfuerzo que produce el punzonamiento y el area resistente son: V = ofa’-b’~ (a+b) +hy) Va=ala’-b’—@+h)(b +h) xy A= 2atb+2h)h La tension tangencial serd: y= Ne. ola’-b’~@+h) b+ y x Web 2h eI [Me a beh Fig. 3.22. Fota tensién tendré que ser menor o igual @ 2fz;«, segin Ja EH-91 (art. 58.7). fa? En el caso de que no se cumpliese alguna de las dos condiciones de resistencia a cortante ya punzonamiento, habria que aumentar el canto total h. Conforme con lo anterior, cuando el vuelo medido en las dos direcciones, sea igual o menor que ia mitad del canto total, no es necesario efectuar ningin tipo de comprobacién nia cortante nia punzonamiento. En las zapatas de hormigén en masa, no es necesaria estructuralmente colocar ar- ‘maduras; no obstante, es aconsejable a efectos de atado, arriostramiento, po- sibles movimientos diferenciales, hormigonado defectuoso, 0 por fases, ete. dis Poner una armadura minima en las dos direcciones, en Ia cara inferior, con una cuantia geométrica aproximada del 1,5%». Aunque actualmente e3 poco usual, puede ser preciso construir cimientos de ‘mamposteria o de honnigén «cielépeo» 120 La base del cimiento debe dimensionarse conforme a las normas dadas en el apartado 4, procurando no exista excesiva excentricidad de carga, Con las di- mensiones en planta del cimiento, se debe fijar el canto del mismo, teniendo pre- sente que por el material con que se ejecuta no tiene sentido hablar, en ningiin ca- 80, de trabajo a flexién. Por ello la altura debe ser tal, que garantice la transmi- sidn a la base, de forma uniforme, de las acciones que recibe del soporte o muro. Para fébricas de mamposteria recibidas con mortero de cal figura 3.43 a), puede formarse: tga= hor hea’— Para fbricas recibidas con mortero de cemento, puede reducirse algo la zltura, tomando haus na dwno tea Los cimientos construidos con hormigéa ciclépeo, pueden asimilarse a este tlti- ‘mo caso de fabricas recibidas con mortero de cemento. Si el mortero es de muy ‘buena calidad, puede reducirse algo la altura, pudiendo llegarse a relaciones het @—a El cimiento puede escalonarse, figura 3.43 b), siempre que el esealonamiento se mantenga exterior a la linea AB. Fig.3.43. 5.2, Zapaias de hormigén armado En las zapatas de hormigén armado, la forma de trabajo o mecanismo resistente se puede admitir que es diferente, segin sea la relaci6n entre el vuelo y el canto. 121 Las zapatas Tipo II, ¢s decir, aquellas euyo canto es mayor que dos veces el vuelo maximo, segiin el apartado 58.5 de la Instruccién EH-9I «...se disefiaran de acuer- do con el articulo 61». Elarticulo 61 desarrolla el célculo de las ménsulas cortas. Aplicando los criterios que en el mismo se exponen, resulta que con vuel0s Vnex < 0,5 h m0 son necesarias armaduras para las zapatas cuyas reacciones del terreno sean o <4 Kg/cm', dis- poniéndose entonces la minima que prescribe dicho articulo: A. = 0,004, b-d en que b es el ancho de la ménsula (aqui zapata). Es decir, que salvo para casos sin- gulares, se puede afirmar que las zapatas Tipo IT en las que Vau. < 0,5 fy, son 72- patas de hormigon en masa. Las zapatas Tipo ['y III reciben en la Instruccién EH.91 un tratamiento casi idén- tico, excepto en lo que se refiere al célculo a cortante y punzonamiento. 5.2.1. Zapatas rigidas de hormigon arméito Se consideran zapatas rigidas, como ya se ha dicho, aquellas en que el vuelo es menor 0 igual que el canto, en las dos direcciones. En caso de que segin una direecion fuese el vuelo mayor que el canto habria que calcularla como flexible. ‘Como se ve en la figura 3.46, las bielas de Compresién siguen con bastante exacti- tud la diteccién de las isostaticas de compresion, de ahi que se pueda calcular la tensin maxima de traccién que se produce. El célculo de la traccién que se produce al nivel dela armadura inferior se estudia de acuerdo con la teoria de las biclas de M. Lebelle, siendo d, el canto ttl. TDL TMT te 4 a 4 JOHELAS CE commision | wooraricns Fig. 3.46, Siendo a, la reaccién del terreno sobre la superficie de apoyo de la zapata, su- puesta uniforme. La accién sobre un elemento diferencial de dicha superficie es @,.dx. dy., que se descompone en dos: El esfuerzo sobre la biela de compresion Wr y um esfuerzo radial d Ns, que se descompone en la direccién de las armadu- rasd Na yd Ny. En la figura 3.47: OB _ odx.dy AB dNs BE a, dx. dy proyectando segiin las direcciones XY (direcciones de las armaduras) y siendo ‘AB. cos 6, y = AB sen 0 Ng = 2h +x, dx. dh n= OB ly aN, y. dx. dy 124 El maximo esfuerzo de tracci6n en una banda de ancho dy paralela al eje X es: 4 6 aoe baad = a? [Ogree-giafe- oy El esfuerzo total segiin el eje X sera: nee eat pe 8.08 Jy yde la misma forma: Ny= Noa 8d amando: N, a Ja carga de.céleulo Ny = Ny. fy la resistencia de cdleulo del acero se tiene: 125 Expresiones que nos dan las Areas de acero necesarias a colocar uniformemente repartidas en los anchos b' y a’ respectivamente. Al admitir que la carga del soporte se transmite integramente al terreno a través de las bielas de compresién formadas en el hormigén de la zapata, no tiene senti- do hablar de flexin, ni en consecuencia de esfuerzo cortante, por lo que en este tipo de zapatas no es necesaria comprobaci6n alguna a esfuerzo cortante. A idéntico resultado del obtenido se llega, por cl siguiente método aproximado, estableciendo la semejanza de triéngulos, figura 3.48). andlogamente: Hay que tener presente que tanto en estas formulas, como en las mismas obteni- das por el método de M. Lebelle, la distancia d es distinta para la armadura en la direcci6n a y la armadura en la direcci6n b. 126 No obstante, el error es minimo si se toma como iinica distancia d la correspon- diente al plano de contacto de las dos armaduras, figura 3.48 b), Las armaduras deben anclarse en la longitud|,, necesaria segdin ol artfculo 40 de la lastruccién EH-51, no debiendo ext ningin caso cortarse al borde de Ia zapata. 5.2.2. Zapatas flexibles de hormigén armado ‘Como ya se ha dicho, se consideran zapatas flexibles aquellas en que el vuelo es mayor que el canto, Su forma de trabajo es similar al de una ménsula invertida cargada con la eaccién del terreno, trabajando a flexién. En consecuencia, como cualquier elemento que trabaje a flexién es necesario di- mensionar y armar la seccion para que resista los momentos y esfuerz0s cortantes, que se producen. Ademds, es preciso comprobar la adherencia de las armaduras ‘la seguridad a punzonamiento del conjunto. 5.2.2.1. Céleuloa flexion Para el célculo a flexin se considera como seccién més desfavorable, la seccién de referencia S,, figura 3.49, que es plana, paralela a la cara del soporte y situada 8 | 2) Soporte o muro de hormiga Sb) Soporte metic. «9 Soporte de mamposte | == Fis 3.8. g 127 detris de la cara del mismo y a las siguientes distancias segiin sea de hormigon 0 mamposteri ‘Soporte o muro de hormigén = 0,158 Soporte o muro de mamposteria 0.258 Si el soporte fuese metdlico sobre placa de reparto de acero se tomar como sec- ‘ign de referencia la mas cercana a la cara del soporte de las dos siguientes: La seocién situada a la mitad de la distancia entre la cara del soporte y el borde dela placa. —La seccidn situada a una distancia 2e de la cara del soporte siendo ¢ el espesor de la placa de reparto. El canto titil de la seecion de referencia se tomard igual al canto titi de la seccién paralela ala Sy situada en la cara del soporte o muro. ev La Instruccién EH-91 (art, 58.4.1.1) impone una limitacién al canto util a efectos del eaiculo: cel canto itil no excederd de 1,5 veces el vuelo v de la zapata, medido perpendicularmente a esta seccién; si ocuttiese lo conttario, el canto util se tomard igual a 1,5 vo, figura 3.50. Al considerar la seccién de referencia $, a efectos de célculo de! momento flector para soportes o muros de hormigon 0 mamposteria detras de la cara del soporte 0 muro, se tiene en cuenta que el momento flector puede aumentar considerable- ‘mente detras de dicha cara, fundamentalmente en soportes delgados y alargados. El momento flector maximo es el que produce la reaccién del terreno en la sec~ cin de referencia, segin se indica en la figura 3.51. 128 E] momento ast calculado es el. momento de servicio si no se han mayorado las tensiones del terreno, para el célenlo de la seccién hay que multiplicarlo por el ‘coeticiente de ponderaci6n 7, Myre I 1 My = bP. Go, +24 =f BPs +229) Fig. 3.51. De igual manera se calcula el momento flector segin la otra direccién. El mo- mento flector que debe resistir una seccin de referencia no sera menor que la Guinta parte del momento que puede resistir Ia seccién de referencia ortogonal (art. 58.4.1,1.2, BH-9). En los casos de.distribucién:de tensiones triangular o trapezoidal, puede ocurrir que el momento de célculo debido a dichas tensiones en la seccidn de referencia, Sea menor que el valor absoluto del momento mayorado en la secci6n de referen- cig del peso propio dela zapata y de las tierras que descansan sobre ella. En este caso, ¢s necesario colocar-una armadura superior capaz.de soportar la di- ferencia de los valores absolutos de los momentos mayorados debidos a las reac- ciones del terreno por un lado y al peso propio dela zapata y de las tierras que es- t4n sobre ella por el otro. 129 Yyerese ieems D Yer cor nermcon | J Yh {1 _t Fig. 3.52, En la figura 3.52: M, = momento de las reacciones = 4 : oped dt te M, = momento del p.p. zapata y tierras = GD nbd! d= LO.D+y.moF ‘Si Mye < Man Se colocara armadura en la cara superior pata soportar el momen- to diferencia My, — My. —Caleulo de la armadura: El cAleulo de la armadura nevesaria en cada una de las direcciones debe hacerse conforme con los principios generales de secciones sometidas a solicitacioncs normales, En general en zapatas y salvo casos muy singulares no se coloca armadura de compresién, por lo cuai, el canto de la zapata debe ser el necesario para que los esfuerzos de compresién puedan ser absorbidos por el hor De no disponer de tablas 0 dbacos de armade, es préctico utilizar las formulas det meétodo de cilculo simplificado del momento tope (Anejo 7 de la Instruccion H- 91), para flexiGn simple sin armadura de comprension, que se dan a continuacidn. Mz $0,358 U.d. 130 el canto minimo segiin dicho método es: Gee =\/ 935.58 siendo b el ancho de la secci6n, es decir, a’ o b’ segin la seccién que se conside- Si se fija como canto, el canto minimo, la armadura necesaria ser: Un = 0,45 U, Independiente de lo anterior, las areas de acero deben cumplir las limitaciones de ‘cuantias minimias que establece la Instruccién EH.91. Si la armadura de traceién dada por el célculo Ay ga. &S Ax no < 0,08 $4 bh fe se dispondra como armadura de traccién la menor de las dos siguientes: fi, 0,04 2b. fa Aue f 1,5~ 125 2 Fy Ag ae . moh) Asimismo la cuantia geométrica minima de la armadura longitudinal ws inferior en ningiin caso al 1,4%p, debiendo ser ademas mayor que los siguientes valores para los distintos tipos de acero: Aceros tipo AE 215 L Wy, = 2,0% ‘Aceros tipo AEH 400 N 6 AEH 400F W,21,8% ‘Aceros con f, > 4.100 Kp/em? Ww, 21,8 210. oy £, se expresardien Kp/em?, La cuantia geométrica, para el caso de sélo armadura de traccién es: ‘0 mas general donde: ‘Ay = Area dela seccin de la armadura de traccién. Au > Area dela seccién de la armadura de compresion, Ay = Area de la seccidn de la armadura en caras laterales ‘A. = Area dela seecidn de hormig6n ortogonal a las armaduras. ‘Ademas de las limitaciones-anteriores, las armaduras dispuiestas én cualquier ca- rano seseparan amas de 30cm, En todas las expresiones anteriores bes el ancho de la seccién, es decir a’ 0 b’ se- gin Ia seccién que se esté estudiando. Las armaduras, al estar generalmente enterrado él cimiento, estan expuestas ala posible accién agresiva tanto del terreno como del agua. Independiente de las recauciones, que para cada caso se tomen (hormigones especiales, etc.) el re~ cubrimiento de las mismas no debe ser inferior a 5 em. 131 —Colocacién de las armaduras: Como se ha visto (ap. 5.2) una parte de las compresiones transmitidas por el pilar 0 soporte, se distribuyen en el interior de la zapata por medio de un siste- ma de bielas de compresidn en abanico. Por ello, la armadura calculada para la seecién de referencia S,, no debe escalonarse, extendiéndose sin reducir su secci6n de um extremo a otro de la zapata. Ademds, para garantizar el debido anclaje, deben doblarse en los extremos en angulo recto, 0 soldar barras trans- versales (mallas electrosoldadas). No deben dejarse las barras rectas sin doblar en el borde de la zapata, figura 3.53 a). Armadura peimetral Fig, 3.53 —En zapatas correspondientes a cargas importantes, es recomendable disponer una armadura perimetral de traccién que zunche el perimetro de la base del tronco de cono o de pirdmide de las biclas de compresién, figura 3.53 b). —En zapatas cuadradas, se debe distribuir uniformemente la armadura necesa~ ria, paralelamente a los lados de la base de la zapata. Si la diferencia de arma- do segtin las dos direcciones no es excesiva, es recomendable colocar igual ar- madura en las dos direcciones, siendo de gran utilidad las mallas electrosolda- das. En zapatas rectangulares la armadura paralela al lado mayor a’ debe colocarse distribuida uniformemente en todo el ancho b’ de la base de la zapata, figura 3.$4a). La-armadura paraléla al lado menor debe colocarse de tal forma que si A. es el 4rea total de acero necesario, en una banda central de ancho c, se disponga la 2 1a fraceion A, distribuida uniformemente. El resto de la armadura se are repartira en las dos bandas lateralcs uniformemente, correspondiendo a cada a Unalafraceion 7S A, (ig. 3.84 b). 132 Ela? | po Py i. Oey yg a) ey 1 Li 6 °) t 7 1 2As Fig. 3.54, arc El ancho cde la banda central serd la mayor de las dos siguientes dimensiones: cab’ c=at2h siendo: ‘@ = lado del soporte paralelo al lado mayor de la zapata h = canio total dela zapata. Por razones constructivas y para simplificar la colocacibn de las armaduras pa- ralelas al lado menor b’ de la zapata, se puede distribuir uniformemente en todo el largo a’ de la zapata un area de acero fieticia, mayor de la necesaria, Aue 2M2" igure 3.54 o) en la que'A, ¢3 €l area de acero necesaria seatin cdilculo y cla dimension definida én el parrafo anterior. 5.2.2.2, Comprobacion de Ia adherencia de las armaduras Determinada Ia armadura de la zapata, es necesario, comprobar que queda ga- rantizada la adherencia suficiente entre dicha armadura y el hormigén circundan- te. Para ello la tensién tangencial de adherencia 7, que produce el esfuerzo cor- tante de célulo en cada seccién debe ser menor que la resistencia de cdlculo para adherencia 7. La seccion més desfavorable, es aquella, en que el momento flector es maximo ¥ ‘que corresponde a la llamada seccién de referencia S, para el calculo a flexi6n, fi- guras 3.49 y 3.55. 133 Fig. 3.35. expresion em la que: Vex = esfuerzo cortante mayorado, en la seccién Sy, por unidad de longitud = a.c.b! w= OG d = canto util dela scecibn. n= n.° de barras, por unidad de longitud, u = ¥.6 = perimetro de cada barra. Toy = resistencia de calculo para la adherencia, El valor de la resistencia de calculo para la adherencia es, segiin la FH-91: r= 0 ¥ (EY en la que ty ¥ fy estdn expresadas en Kp/em?, En zapatas no deben emplearse barras lisas. 5.2.2.3, Céleulo a cortante y punzonamiento En general, y salvo casos muy singulares, en zapatas no suele disponerse armadu- ra para absorber el esfuerzo cortante, por lo cua, la seccidn de la misma, su can. to, tiene que ser suficiente para que el hormigén resista el esfuerzo cortante ma- ximo. 134 Fig. 3.56, a Para cl cilculo del esfuerzo cortante, se dstinguen dos tipos de zapatas sein Ia relaciémentresusdimensioness —Zapatas cortas: son aquellas en que la relacibn entre sus lados es menor que 2, figura 3.56.2). a/<2b" —Zapatas alargadas: son aquellas en que la relaci6n entre sus lados ¢s igual o mayor que 2, figura 3.56): al =2b" —Zapatas cortas. Puede asimilarse el cfilculo a cortante y punzonamiento. Se toma como seccidn de referencia la S,, figura 3.57, situada a una sistancia de medio canto atil 4 desde la cara del soporte 0 muro o desde el punto me- Fig. 3.57. 135 dio de la cara del soporte y el borde de la placa de apoyo, en el caso de soportes metélicos apoyados en placas de reparto de acero, Se considera como seccién resistente el rea de una secci6n del plano de referen- cia de dimensiones by. dz. La dimensién b, =b + dy no mayor que el ancho de la zapata b’ be=b+deb" El canto de la seccién dp, es el canto dil de dicha seccién, con la limitacion que no sea mayor que vez y media el vuelo de fa 2apata medido desde la secci6n de re- ferencia S,. dF 15 vy El esfuerzo cortante que debe resistir dicha seccidn se considera la suma de las reacciones en el terreno actuantes en el area B, rayada en la figura 3.57. Scgtin Ia Instruccién EH.9I la aresistercia del hormigén a punizonamiento» f, es dobie de la resistencia virtual de caleulo del hormigén a esfuerzo cortante. fa 2h, f= 0,Syfer (art. 39.1.3.2.2. EH-91) En consecuencia debera cumplirse: Va _ Yb’. Ae 2d 2f.= Via wo Esta comprobacion a esfuerzo cortante-punzonamiento debe hacerse para ta combinacién pésima de valores Vg y Az ‘Cuando no se vaya a disponer, caso general, armadura para esfuerzo cortante, esta tiltima condicién (1), debe servir para el dimensionado del canto de la za” pata. Fig. 3.38 Fig. 3.59, 136 —Zapatas alargadas En este tipo de zapatas en que ia relacién de lados es a’ 2-2! es neceserio dife- renciar el célculo a esfuerzo cortanté como elemento lineal y a punzonameinto ‘como elements plano con accién en dos direcciones, Caleulo a cortante: la seccién de referencia S, a efectos del célculo a cortante, se sitda a una.distancia igual al canto itil (4) medida desde la cara de soporte 0 muro, 0 desde el punto medio de la cara del soporte al borde de la placa de apoyo, en el caso de soportes metélicos apoyados en placas de reparto de ace- ro, La seccién resistente es el rea total de dicha seccién de referencia S;. El esfucrzo que debe resistir dicha seccién Vz, es Ja suma de las reacciones del terreno actuantes en el area rayada B de la figura 3.58, para tensién uniforme: Va. Yb! oy 1 YabT of, = 0,5 Fa Ar bd Célculo a punzonamiento Para el cAlculo a punzonamiento se considera una seccidn resistente perimetral & formada por d conjunto de sectiones vertical y concénticas com el sopor- tc o muro y situada a una distancia del mismo igual a la mitad del canto itil 4 Gigura 3.59) 2 El area de la seccion resistente S; es: Aye2(@4+b42d)d El esfuerzo Vg que debe resistir dicta seccién es para cl caso de distribucién de tensiones uniforme Vis =a [a’.b’ (+d) (0+ A] y En consecuencia la tension-en dicha seccién sera: Vea _ ofa’ = @+) 04D y coe WE Aa Ta+b+ Idd Phat ‘Al igual que en zapatas cortas, si no interesa disponer armaduras para cortante ‘© punzonamiento, de las condiciones anteriores, la més restrictiva fijard el can- to de la zapata. Si el canto estuviese prefijado por cualquier razéa, constructiva, de diseno, ete. ¥ no se cumpliese alguna de las condiciones de resistencia del hormigén a cor- {ante y a punzonamiento es nevesario disponer armaduras para resistr los es- fuerzos de cortante. Aunque se disponga armadura la tension en el hormigén no debe sobrepasar el valor de 4... La armadura de punzonamiento puede ser a base de barras dobladas y/o cer- cos. 5.3. Zapatas combinadas El célculo estructural de las zapatas combinadas, para dos o més pilares, se rea~ liza siguiendo los mismos criterios expuestos para zapatas aisladas. A efectos del célculo a flexién se considera la flexién que produce en las dos direcciones principales, la reaccién del terreno afectada del correspondiente coeficiente de ponderacién +, considerando como reacciones las cargas de los pilares. La comprobaciéa @ adherencia de las armaduras, debe comprobarse en ta sec- cién mas desfavorable de momento flector. Fl cdlculo @ esfuerzo cortante se debe realizar como elemento lineal y a punzo- namiento. 137 6, CIMIENTOS SEMIPROFUNDOS Cuando el terreno apto para cimentar, se encuentra a una profundidad entre 3 my 6 m, pueden adopiarse varias soluciones para la cimemtacién —Cimentacién por pozos. —Cimentacién con pedestates intermedios. 6.1. Cimentacin por pozos Si el terreno permite realizar la excavacin necesaria sin entibar o bien entiban- dolo si fuera preciso, se realiza un pozo de las dimensiones precisas y que ade- ‘més permitan realizar la excavacién. LLa solucién representada en la figura 3.60 es practicamente una zapata de hor- migon en masa de gran canto. Las dimensiones a‘ x b’ deben obtener para la carga N més el peso W, de la zapata que és importante, La solucion de la figura 3.61 consiste en construir una zapata de hormigén ar- mado de dimensiones a'; x b’2 x hy sobre un dado de hormigén en masa. N He6m Vv Wz pee ress N ne | Hot | Hs6m a.3t 138 La zapate de hormigén armado se dimensiona y arma para que las tensiones que transmita al dado de hormigén, no superen la resistencia de céleulo a compresién del hormigén. Las dimensiones en planta del dado, con independencia de los condicionantes constructivos, se calculan para que las tensiones en la base, como resultantes de Ja carga N, el peso de la zapata de hormigén armado, del dado y de las tierras, xno superen la tension admisible del terreno. Cuando Ia carga no es centrada, el célculo del cimiento es mas complejo, pues al aparccer momentos, se moviliza 0 empuje activo o pasivo en el terreno con- tiguo al cimiento", figura 3.62. Fig, 62. 6.2, Cimentacidn con pedestales intermedi Cuando, como en el caso anterior, el estrato apto para cimentar se encuentra @ una cierta profundidad, puede contruirse la zapata necesaria al nivel del estrato firme y desde Ia zapata hasta la superficie del terreno construir un pedestal 0 enano». La zapata se proyectaré conforme a Io.ya expuesto, teniendo presente que reci be la carga N de! pilar mas el peso del pedestal W, y las tierras W,, figura 3.63. io Fig 3.63. as 4 "Ver, por ejemplo J. Sains et al, (1981), «Geoteena y Cimientos» Vol. 3, 1.* Parte, Ed. Rueds, Madrid B39 El pedestal se calcula como un soporte, elemento. sometido a compresion simple 0 compuesta. Ademas como consccuencia de la accién localizada de! so- porte sobre cl pedestal, en este se producen unas tensiones transversales que responden al esquema de la figura 3.64 a). Las dimensiones del pedestal estan Ii que puede actuar sobre la superficie del pilar. Siendo A. ¥ for = resistencia de cilculo del hormigén, se tiene: adas en funcién de la carga maxima N. axd AX Dy Ac F339 Aarfoe siempre que la altura del pedestal sea (figura 3.64 b): A. a+b he GOMPRESION BE tore | A Hive | if i a etait =) » ig. 3.64 Segiin el esquema de tensiones de la figura 3.64 a) por debajo del nivel superior del pedestal y a una profundidad aproximadamente igual 0,1 a, se producen ‘unas tracciones transversales_en las dos disecciones ay b. Considerando que las dieas del soporte y pedestal son regulaes y conctntrcas de dimensiones Ag = aby A sab y si no se realiza un célculo exacto de la distribucién de tensiones transversales de traccién, deben disponerse armaduras con las siguientes capacidades meca- nicas Un = Ave f= 03 Nef b=by 03s. [ + | ‘en sentidos paralelos a los lados a y b respectivamente y distribuidas uniforme- mente entre ,l a yay Ol by b, figuras 3.65 a) y b). u, Bain 140 Fig. 3.65. Mig. 3.66 O,Ib — Nae b) || OA 9b — | ») a 7. VIGAS RIOSTRAS 0 DE ATADO Las vigas riostras, de atado o de arriostramiento, son piezas o elementos estruc- turales generalmente de hormigén armado o de cualquier elemento que pueda resistir tracciones, que nen dos o mds cimientos o zapatas, figura 3.66. La finalidad de las vigas riostras es, absorber las posibles acciones horizontales que pueden recibir los cimientos bien de la estructtra bien del propio terreno, evitando de esta forma el desplazainiento horizontal relative de uno respecto & otro. Por su posicidn, frecuentemente, se usan también para apoyar sobre ellas mu- ros 0 elementos de cerramientos, El célculo de Jas vigas riostras se-realiza como pieza prismatica de hormigén armado sometida a traccién simple 0 compuesta. La resistencia de la seccion a traceién se confia exclusivamente a las fuerzas desarrolladas por sus armadu- ras. La funcién del hormig6n es hacer trabajar solidariamente las armaduras y protegerlas de la corrosién, figura 3.67. 141 qd, > pears Asi b Reser Para tracciéa simple, siendo: Ny el esfuerzo normal de traccién mayorado, y dy = d,, las capacidades mecdnicas de las armaduras serdn: Uy = Un = Ay fy = Aa fe = Ne 2 Para traccién compuesta, es decir, cuando la seccién ademés de soportar un es- fuerzo normal de traccidn, est sometida a flexi6n, que puede producir la carga de un cerramiento, las armaduras no son iguales, pues una se encuentra mas traccionada que la’ otra. Si cl valor de cAlculo del momento Flector es M,, las ceapacidades mecénicas de las armaduras son: M. Un= ao _ Me Uae New Gh Los recubrimientos de las armaduras, al ser elementos generalmente enterra- dos, no deben ser menor de 5 em. Cuando no se dispongan de datos exactos de célculo, podra tomarse como es- fuerzo axil de traccién del orden del 3% de la suma de Ia cargas verticales de Jos pilares que ata la viga de arriostramiento, asimismo debe tomarse una sobrevarga vertical de servicio no menor que 1 ¢/m, Las dimensiones de la viga riostra deben tener un ancho minimo de 30 cm y un canto del orden de 1/12 de la distancia entre zapatas con un minimo de 35 em. 8, ASPECTOS CONSTRUCTIVOS Las recomendaciones constructivas para zapatas, dado que son, generalmente, elementos de hormig6n en masa o armado, son las generales de dicho material No obstante, por su situacién, normalmente enterradas tienen unas caracteristicas peculiares, de las cuales se resumen a continuacién las més im- portantes —Plano de apoyo: El plano de apoyo de las cimentaciones debe fijarse teniendo en cuenta, de cxistir, las oscilaciones del nivel fredtico. Es recomendable que dicho plano ‘quede siempre por debajo de la cota més baja previsibie del nivel fredtico, con cl fin de evitar que el terreno por debajo del cimiento se vea afectado por po- sibles corrientes, lavados, variaciones de pesos especificos, etc. Asimismo, debe tenerse en cuenta le heladicidad de la zona, con el fin de situar las zapatas a profundidad suficiente, de tal forma que no puedan sufrir la accién de las heladas. 142 Fig. 3.68, Fig. 3.0. Fig. 3.70, |

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