You are on page 1of 52
Revista de la EN ESTE NUMERO: OPINAN LOS DIRIGENTES GREMIALES Qué ices las elecciones? Norberto José Va lez CARLOS FAVOL Un reportaje exclusivo de Significade del Capital Accionario KORDON a CHEN-YI y LUIS FRANCO Ayuda para el subdesarrollo MAO-TSE-TUNG ALFREDO LLANOS Historia del vasallaje en el Plata 13 preguntas a RAUL ANIBAL PANNUNZIO Juan G P ortantiero La alienucion de las izquierdas JOSE SPERONI SARTRE: Balance sindical enlosiltimosanos propésito de ARGELIA VICTOR TESTA El imperialismo impide la desde Devote.habla industrializacion de los paises = atrasados G. P. KELLY Revista de la Liberacion REVISTA. TRIMESTRAL Director: JOSE SPERONI Secreterio de. Redaccién: RICARDO PIGLIA SUMARIO: Qué solucionan Tas elecciones? BORD. ATGHE .os-ssesceseserees Oninan_ tos aigenies_gremiales Norberto J. Vazquez ..-....... 6 Kordon entrevista @ Chen-¥1_y ‘Mao-Tse-tung in ° 48 preguntas a J. C. Portantiero, Or RPI eeeseeeesecsee ID inlria del Vasllne en el Plata, por A. Llanos... “ Kelly retirma su fe revolucionaria 16 Prélogo de Sartre a Fanén .... 18 Notas sobre el significado del Ca- pital Accionario (2+ parte), por ©, Fevo! om ‘Algunas notas para un balance sindieal de lov dltimos afios, por J. Speront a Ayuda para el subdesarrollo, por 1, Franco... Heres BI imperialismo implde le indus ‘wlalizaclot: de los paises atra- sados, por V. Testa ees La Allenacién politiea de las ie ‘quietlas, por A. Pannunsio ..., 40 Tag Hbetd oFaasFiece scsi Discurso de Fidel Castro a las mujeres de América ............ 49 Registro Nacional de la. Propiedad Intelectuol: NP 756.847 Segundo trimestre de 1963 — Ne? Correspondent 66 — Sue. 84 (8) — Buenos Ai ce. REVISTA DE LA LIBERACION no es propiedad de ninguna organi- zacién politica. La direccion expre- sa su posicién a través de sus edi- toriales y comentarios, los demas articulos reflejan las opiniones de sus firmantes. CARTAS Enero 17 de 1969 Villa Bosch Sr, Director de la “Revista de la Liberactén”” D. José Speroni De mi mayor consideracién: Ha Wegado a mi el primer mimero de ia revista que Ud. dirige, aclarin- dole que milito en las filas del pero- nismo hace 18 afios, y en la Union Fe- rroviaria, 19. Para un marzista y des de ese punto de vista, Ia revista esta ceptable, pero como auténtico argen- ‘que mira a su pals “de frente” ¥ m0 de espaldas, como ustedes, debo hacer mis-objeciones, y buscando dar soluciones, munca creando problemas. Ua. y sus colaboradores, escriben. s0- bre Sartre y Garaudy, Cuba ¥ su “re volueién”, Fidel y Kruschez, La Bas tilla y Francia, olvidando los proble- mas de Santiago del Estero, Misiones, Chubut, La Rioja, y los 800.000 des- Scupados que loz imperialistas, nor teamericanos y soviéticos, aprovecha- rin para levar agua a su molino, ‘unos de una forma y otros de otra. ‘Los imperlalismos ya nos mostraron Yo que dan: Corea, Alemania, e] Viet- Nam, son ejemplos: liog entre los im- erlalistas, no hay problema, mitad para mf y mitad para vos. Luego, a los marxistas no 10s en- tiende el pueblo eriollo, no el pueblo portefo, ia Argentina no termina en Ja Avda, General Paz, sefior: Amérleo Gioldi es marxista, [Alfredo Palacios es marxista, Repetto es maraista, etc. ete., en Europa, tos "famosos” marxis tas gobleman del brazo con los den.0- ‘eratas cristianos, caso ITALIA, por ejemplo. Ustedes ubican en sus escritos a se- flores que le hablan at pueblo un len- guaje extrafio a su vivir cotidiano, no (reo en las minorias selectas, tal vez si fomaran como base a Juan José Her- néndez Arregui, Fermin Chaves, José ‘Maria Rosa, Raill Sealabrini Ortiz, Ar- ‘turo Jaureiche, Salat PUEBLO los ‘entenderia, Porque hay que escarbar en nuestra historia para tener una base de future accién, sobre pilates firmes. Se detuvo alguna vez a averiguar quién fue Jerénimo Costa, Santos Guayéma, Felipe Varela, Martiniano Chilavert, Aparicio Saravia, Lopez Jor- dan, Gilemes, Juan B. Cabral, y por Quedan algunos ejemplares de nuestro primér némero —préc- ticamente agotado~. Estén en venta en el quiosco de PEDRO SIRERA, Corrientes 1557. qué y contra quién el inmortal José ‘Hemindez escribi6 su obra: EL MAR- TIN FIERRO? Estos y muchos conceptos mAs po- dria agregar como introito @ esta cat. a, pero todos, derechistas e iaquler- distas, SIN NINGUNA excepet6n, bus can el pals con lentes fordneos, Los Drimeros, con el saludo y métodos na- is, 10s ‘segundos con “revoluciones” cubanas y otras plantilias que envian de Mosedi, ambos equivocades, ‘Somos un pais donde sus habitantes quieren soluciones argentinas a los problemas argentinos, sin tutelajes ni de Washington, Londres, Paris, Pekin, Mosott ni La. Habana, ‘Bebamos en las fuentes de nuestros mayores, aqhelos formidables caudl. Hos que nos legaron su ejemplo de sacrificio, como’ Don ESTANISLAO LOPEZ, por nombrarle a uno de los mis préclaros. ‘Pero Ud. habla de otros “sefiores”, casi todos judiog ajenos nuestro que acer nacional. Con respecto a “su” Revista, en quentio ecepiabies Ios siguientes ar argentina en leris del capitals mo"; “Préceres ¥ vasallaje en nuestra historia”, sobre esté tema, le reco- miendo # Rail S. Ortiz en: “Historia de los FF.CC. Argentinos” y “El impe- rialismo inglés en el Rio de Ia Plata” “De Monroe a Kennedy” y' el repor: {ale al compaiero ANDRES FRAMI- Espero, sefior, que no Te haya mo- estado mi lenguaje, pero carezco de otro més florido, 10s trabajadores nt cleados en el péronismo lamamos a Jas cosas por su nombre sin andarnos Por Mag ramas, ‘Sin més, por ahora, se despide muy atentamente. LUIS MARTINEZ stimado Compafiero Martinea: A pesar de sus criticas, 0 mefor cho, por ellas, le agradezco su ear= (a eccrine, liga pore) rahe ae fopinién sincera de un obrero pero- nista, y en segundo lugar, por el ca- récier de los problemas’ que plan tea que, entendemos, conviene acla- rar. Analizo dos de sus argumentos 1. La revista es buena para. un marcista que mira a su pals de es yaldas y no de frente como hacerlo un auténtico argentino, En primer lugar le aclaro que nl Palacios, ni Repetto, nl América Ghioldi’ son marxistas, incluso los Gos iltimos han renegado publica- mente de él, como no lo son tampoco los soclalistas que goblernan en Fur ropa del brazo de los demécratas cris- tianos —posicién ésta similar a la del maximo ditigente del peronismo en Ja Argentina, Matera, que fue a ren- dir pleltesta ‘al cardenal Copello, di- Tigente méximo de la ofensiva ‘con tra el peroniso en 1955, y que Ma- tera tampoco es merxista, (Sigve en ta pég. 51) REVISTA DE LA LIBERACION DOMINGO ARRANZ Frente a la crisis econdmica, politica y social tQUE SOLUCIONAN LAS ELECCIONES? AZULES ¥ CoLORADOS: IN duda alguna, el enfrentamiento armado de Ia primera semana’ de abril debe ser considerado como el més importante episodio politico ocurrido en ‘nuestro pais en los dtimos meses. No solamente por la crudeza que adqulere por si misma una cireunstanela de tal naturaleca, no solamente por las vidas perdidas ¥ Tos blenes destrufdos y malgastadas, sino porque es revela~ ora del alto grado de tension alcanzado en el campo politico entre diferentes seotores de la burguesia, Y, ‘ademas, porque en lugar de manifestarse las diserepancias a través de los organismos normales cuales serian los Pattidos politicos, Ios puntos de desacuerdo han sido fasladados al campo militar. ‘No se llega a tal situacién de la noche a la mafiana ni tampoco por el mero capricho personal de tal 0 cusl sefior general, almirante 0 brigadier. Los militares gozan de abundantés ventajas como para disponerse a arries- garlas en cualquier aventura. #l encarnizamiento puesto en prietica en los bombardeos de Magdalena y Punta Indio expresa un choque profundo de intereses que van mas allé de lo personal y que Ins declaraciones de uno U otro bando no traducen, Aparentemente, las diferen- clas radicaban en la interpretacién de si era necesario 0 no el Iamado a elecciones y, segtin las declaraciones de Jos colorados en las que pregonaban que 1a revolucion ‘agelonal estaba en marcha, en la estimacion acerea de Ia prioridad de Ios problemas’ econdmicos sobre los politicos © vieeversa, Los comunieados de Ios. sublevados, expre- ssaban el 2 de abril que el goblerno no daba garantias para Jas elecciones y, por otra parte, ponfa en duda ls validex de las mismas’para dar solucién a los problemas ect nomicos. Bien que tampoco desarroilaban un plan y ‘quedaban simplemente en el enunciado. Por nuestra parte, no ereemos que tal sea tampoco el verdadero fondo de‘las diserepancias, aun culando se ma- niflesten a través “do las diferencias apuntadas, ya que, a ait ver, los azules se apresuraron a denunciar que 10s sublevades pretendian 1a implantacién de una dlctadura militar © impedir que el pueblo elija a sus gobernanter. Ademas de acusarse mutuamente de “comunistas” o “trotskistas”, califieativos que nadie puede creer ajus- tados a la realidad y que contribuyeron a poner un tono grotesco en medio de tanta tension, A esta altura de los acontecimientos ¥ del desarrollo econémico y politico que sigue el pafs, el panorama se presenta tan confuso que vale Ja pena reproducir un texto despachado @ su diario por lun corresponsal extrajero: “Lo peor de la actual sittis- cidn argentina es que ni siquiera los mismos protagonistas entienden To que pasa”. Aunque tal aseveracién pueda parecer exagerada refleja, en clerta medida, una realidad incontestable ya que, sidndo exacto que cada protago- nista tenga sus propios planes a aplicar, es indudable ue Tos mismos estin suJetos a severas limitaciones, No do otra manera sera posible explicar el paso de mis de ‘lento y tantos ministros y secretarios de Estado desde el 1? de Mayo de 1958 hasta 1a fecha, de los cuales medio ‘centenar corresponde al ultimo afio ‘La imposibilidad de lograr una coherencia razonable en Ja conduccién gubernamental y de obtener para ésta el hecesario apoyo, es una caracteristica de la que ha parti- cipado en clerté grado el gobierno de Prondlal —espectal- ‘mente en los wllimos meses de su gestion— y en forma mis decidida el de Guido. _ STONO, 1963 No podemos aisiar todo este fendmeno que estamos pre- senelando —y viviendo por devocién o por obligacién— el marco general del pais. En nuestro anterior trabajo en el primer nimero de esta misma publicacién afirma~ mos que la crisis que padece el pais no es de indole moral ni financiera y que la intenelén de ubicarla en tales {érminos nos puede conducir a un grave error. La exi tencia indudable de inmoralided e iliquides no es una ccalisa sino una consecuencia, El ordenamiento del pais, por el que clama la burguesia desde todos sus sectores, no se producira tan facilmente porque, a su vez, eada uno de esos sectores entiende tal ordenamiento en forma dife- rents 0 propone soluciones en las que no todos ellos estén de acuerdo, Aztles y colorados también pregonan Ja necesidad de ial ordenamiento y, con el mismo fin, se ha legado al enfrentamiento armndo de abril, @ LA RUINA EN Pocas cIrRas ‘Todos estos procesos debemos colocarlos en el mareo de la crisis econdmica que atraviesa nuestro pals y que tiende a tornarse permanente. No se trata, en efecto, de una de las habituales crisis cfclicas del capitalismo sino que, al igual que todo el sistema, se ha converlide en eronica. Los periodos de ascenso y descenso de tal crisis son cada yer mas brevés y en ninguno de ellos se logra, or ejemplo, eliminar ta desocupacién, En este sentido, nuestro pais ha sido una excepcién durante el gobierno de Peron y hasta entrada la “libertadora”, La excepcién confirma la regla, y los resortes puestos en funclén en- tonces, ya no son'aplicables. Ni siguiera el propio Perdn. podria hacerlo, Bl deterioro de las relaciones del intec- ‘camblo fue consumlendo las reservas del pais, ‘Ya en 1954, el famoso Congreso de la Productividad y Bienestar Social fue una pretension de apretar a los trabajedores sin romper Ia colaboracién de clases. No se puede estar fen la procesion y repicando, dice el retrén, y en esa oca- sion también ce aplled, Las bases y cuadros medios sin- Gieales expresaron su desacuerdo con permitir que se les ‘modifieara su “standard” de trabajo, que también era luna conquista. La realldad de las cosas es que el chantaje que per- manentemente ejerce el imperialismo sobre los paisos colonisles ¥ semicoloniales, esta a Ia vista si nos. moles tamos en cchar una simple ojeada a la balanaa comercial de nuestro pais, Se habla del deterioro de los términos del intercambio. Esto, que viene ocurriendo practica- mente desde poco después de finalizada la segunda guerra ‘mundial, y especialmente a partir de Ia recuperaclon de Ja economia europea, tiene aspectos que una simple ope~ vacién aritmética demuestra, Mientras que el valor pro- ‘medio de 1a tonelada exportada en 1961 por la Argentina fue de 132 dolares, en 1962 bajé a 101 d6lares. Entre tanto, el valor promedio de la tonelada importeda que ara el afio 1961 fue de 149 dolares, para 1962 resultd a 188 dolares. (*) ©) Buente: “Comercio Exterior aflo 1962”, publicado por In Direcolén de Hstadistica y Censos de la Secretaria de Hacienda. Los precios han sido promediados por nosotros segiin las cifras del informe, ‘Como resultado de ello, el pais debe exportar mas para poder comprar la misma cantidad importada el afio an- terior. Las diferencias de esta balanza comercial la paga Ja masa consumidora, ya que el recargo que sufren las ‘meroaderias en el mercado interno y el estancamiento de os salarios son las vias a través de las cuales la burgue- sia resarce sus pérdidas, En otro ortlen de cosas, sefislaremos que los salarios promedio han caido entre marzo de 1962 y el mes corres- ondiente del afio actual en 10%; en cuanto a su valor real, @ POSIBILIDADES DEL BONAPARTISMO Este proceso de inestabilidad”econémica se ha conta- giado a Ia esfera politics, El gobierno de Frondizi, que Do obstante los embates cast continuos que soporté y los zigzagueos tacticos en los que entré, mantuvo durante cier~ to tiempo un apreciable margen de estabilidad, termind por no tener ya campo de manlobra y el 29 de marzo de 1962 pasé & ser depuesto. Su sucesor, Guido, no ha gozado desde entonces de mis garantias en cuanto a estabilidad se refiere, que las que tuvo el anterior presi- dente, Los golpes militares se sucedieron y la intran- quilidad fue el pan de cada dia del actual gobierno. ‘La homogeneidad que otrora pudo haber tenido la bur- guesia ha sido perdida. Las discrepancias y Ios choques, profundos muchas veces, entre diferentes sectores de esta flase, ast lo demuestran, El problema reside, entonces, fen saber cules son las vias a través de las que esta bur- uesia lograra recuperar su homogeneidad, o cuando ‘menos, quien Ja obligaré a homogeneizarse, 0 cual sector de esta clase se impondré sobre los otros y fijaré una politica determinada por un determinado tiempo. Es Gecir, quien 0 quienes impondran el ortlen sobre el des- ‘orden en que actualmente se desenvuelve 1a bunguesia.y fie origina las eontinuadas quejas que escuchamos y lee- ‘mos todos los dias, Bs evidente que la pretension de Ios militares azules de obligar a los politicos a asumir un papel de respon- sabilidad en la conduccién del pais tio ha logrado, hasta’ a fecha por lo menos, el eco necesario y 1a debida reso luelén. La imposibilidad de un acuerdo preelectoral, es hhasta ahora, un hecho, Los manejos que desde la Casa Rosada unas veces, y otras desde las oficinas de algunos politicos o desde los cuarteles 0 alguna secretaria militar © bien en torno a una mesa servide, no han valido para fayanzar mucho en este camino. La’ intemperancia y las iserepancias que dividen a los partidos politicos y que reinan aun en el seno de muchos de ellos, son 1a expreston. ‘acabada de Ia crisis econémica trasladada al seno de la vida politics, Pareciera que la burguesia camina a su propio sulcldio, sto, que es correcto en cierto sentido, no lo es visto desde otro enfoaue. En efecto, el retroceso de Ja clase trabajadora, las bata~ Tas aisladaé y defensivas que libra, dan un amplfo campo de maniobra a la burguesia, que le permite el lujo de dirimir largamente sus cuestiones, aun de discutirlas a. mano armada ya costa de profundizar mas ain sus pro- blemas sin hallarse acuolada por el proletariado que deberia estar exiziendo en Ia calle el mantenimiento de su nivel de vida y la plena ocupacién. En cambio, todos: os conflictos armados o semi-armados que se han des- farrollado en los iiltimos meses, han ocurrido a espaldas {de Jos trabajadores, o bien tenlimdolos como espectadores impasibles @ indiferentes a todo cuanto sucedia ante sus 00s, La probable solticién politica de la burguesfa, en este ‘momento, seria Ia Instauracién de un gobierno de corte Yonapartista que resolviera, “manu militari” el camino ‘que el pais debe seguir, sin admitir discusiones de ninguna, naturaleza, La presencia de un goblerno asi, podria ter- minar con el desorden que origina tantas quejas, aun a ‘costa de obligar a tal o cual sector de Ia clase capitalista, © @ toda en su conjumto a someterse a algtin tipo de entunciamiento de sus asplraciones inmediatas. Peto un gobierno bonapertista no podria salir de otro sitio que hho fleran las fuereas armadas ¥ éstas, por su parte, han ‘perdido también la cohesién de otros tiempos, como puede 4 verse a través de los conflictos en los que hian estado en- frentadas entre si, La aparente unidad de los azules no fs tal, como tampoco es la de los colorades, En ambos casos, la accién se desarrolia a través de un frente Unico cirounstancial que se qulebra a poco del triunfo —azules— ¥ que, sin Iugar a dudas ocurriria también en el caso de ‘os colorados, @ iQUE SOLUCION Nos PROPONEN? Si mos detenemos a juzgar tas manifestaciones formu- Jadas por los partidos ‘politicos o por sus eandidatos en elacién con la situacion del pais en visperas de las elec- ‘clones y las posibles soluciones que ellos entienden que ‘debe darse, veremos que todos se mueven en el terreno de las vaguedades y las generalizaciones ¥ que, inclusive, tienen bastante similitud, “...de una vez por todas debe- ‘mos elaborar y ejecutar, con imaginacidn y coraje, el esquema que atendiendo’a nuestra realidad y nuestras necesidades, sirva a In elevacién del hombre argentino. . (Aramburw); “Avanza con el Frente Nacional y Popular Jn esperanza de movilizar 1a riqueza que prodigamente hha sido otorgada a 1a tierra argentina y la voluntad de volearla con equidad al servicio de las necesidades per~ sonales, familiares y sociales del pueblo” (Frente Nacional ¥ Popular); “Queremos una economia que no defienda privilegios y propugnamos Ia equitativa distribuelén de In riqueza” cilia) ‘Veamos otro aspecto; “Hay que promover el desarrollo, nacional al amparo de ta consolidacién de sus institu- ciones. EI mundo aguarda con ansiedad la pacificacion. argentina. Es necesario mirar resueltamente al porve- nir” (Aramburu); “Mirar hacia el futuro implica un pro- grama de alta significacion moral, histérica y politica. Bs negarse a toda posbbilidad regresiva, cualquiera que ella, sea, porque sélo el futuro puede ser escenario de las rea~ lizaciones que el pais necesita...” CFrente Nacional y Popular); “Demos al hombre cultura, paz, Ubertad. El pais tiene un porvenir cierto” (lia). ‘Asi, sucesivamente podriamos continua sefialando pa- ralelismos. Lo que no hallaremos en ninguna de las declaraciones es el camino efectivo y real propuesto como soluciones, A juzgar, entonces, por la similitud de Jas Geclaraciones pareciera que no existirian motives para, lstintas postulaciones. Sin embargo, circunstancias e §intereses més profundos que aquellos que se manifiestan fen las declaraciones son los que dividen a los partidos ppoliticos, a los sectores patronales y a las fuerzas arma- as, Esas circunstancias e intereses estén dadas por los enunciados de Ios discursos y declaraciones, es decir, el proceso de crisis econdmica y su secuiela de crisis politica, moral, ete. Es interesante constatar que este reconoci- miento no leva implicitas las soluciones. Un politico conservador, Hmilio J. Hardoy, expresa amargamente 1a onciencia que 1a burguesia tiene de la alarmante situa~ ein econémica y politica del pais al mismo tempo que trasunta 1a impotencia para modificar esa realidad, para dar soluciones: “Hsto de desenterrar la verdad cotidlana y humilde resulta gracioso y triste a la vez, y por eso me dan ganas de firmar como Art Buchwald, pero no coresponde porgue él no es argentino y yo soy Emilio 3, Hardoy". CEI Detalle que Faltaba”, Primera Plana, el 28 de abril de 1063). En mayor 0 menor grado, todos los politicos parecen, ser conscientes del proceso de crisis por el que atraviesa nuestro pais. Las diferencias, a rasgos generales, podrian sintetizarse en la siguiente alternativa: elecciones 0 n0; ¥y también en cuanto a los plazos en los que el pais puede: Ser convoeado a ellss y qué requisitos previos son indis- ensables. De cualquier modo, 1a posicién de todos ellos es la de tratar de legar al gobierno para ver qué hacen Gespués desde él, va que con Ias generalidades expuestas hhasta el presente por los més flrmes postulantes nadie ‘creer que se pueda gobernar y, en tal caso, no se pre- tender que las afirmaciones vertidas hasta la fecha sit~ van para tener una politica consecuente, Lo que en realidad sucede es que la burguesia esté materialmente incapacitada para dar soluciones al pais y por ello no puede ni siquiera formularlas. Ya no se (Sigue on la pag. 44) REVISTA DE LA LIBERACION

You might also like