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Xenotrasplantación: ¿Nueva esperanza para humanos y para los animales

no humanos?

"La verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse con


absoluta limpieza y libertad en relación con quien no representa
fuerza alguna. La verdadera prueba de la moralidad de la
humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a
nuestra percepción), radica en su relación con aquéllos que están a
su merced: los animales. Y aquí fue donde se produjo la debacle
fundamental del hombre, tan fundamental que de ella se derivan
todas las demás"

Milan Kundera

La xenotransplantación es la extracción tanto de tejidos como de órganos de animales no


humanos para introducirlos al cuerpo humano.

Posiblemente se crea que la xenotrasplantación está lejos de los temas bioéticos o lejos
geográficamente es decir, que eso no ocurre en nuestro país o incluso se opine que no se
le debe dar mucha atención pero ciertamente la xenotrasplantación es una realidad en la
que se está trabajando arduamente para que un día se anuncie al mundo que ya hay una
nueva fuente de trasplantes.

Un poco de ese trabajo que se ha estado llevando a cabo se puede ver en el siguiente
extracto de una noticia en el año 2007: “Los investigadores ya cosecharon algunos éxitos
en el tema que fueron presentados en el décimo Simposio Internacional de
Xenotransplantación, organizado en la sede del Instituto Robert Koch en Berlín. Ante la
escasez de donantes humanos, la medicina deposita grandes esperanzas en la
xenotransplantación", dice el Instituto Robert Koch. Y añade, "los cerdos son donantes
privilegiados: por su metabolismo que se asemeja al del ser humano, por la alta seguridad
microbiológica que ofrecen y por motivos de costos".

Otro ejemplo de que esta práctica es actual y en constante investigación involucra a una
de las empresas transnacionales más grandes en cuanto a producción de animales de
laboratorio es The Huntingdon Life Sciences, esta empresa se dedica a ofrecer animales
para investigación biomédica es decir en términos llanos: vivisección; una empresa cliente
de esta multinacional es Novartis la cual se vio envuelta en fuerte escándalo pues “Entre
1994 y el año 2000 cientos de grandes primates fueron sometidos a grotescos
experimentos de xenotransplantación. Corazones y riñones de cerdos genéticamente
modificados fueron transplantados en los cuellos, abdómenes o pechos de los monos y
mandriles capturados en la naturaleza. La investigación fue dirigida por una compañía de
biotecnología, Imutran, la cual era subsidiada por la firma Novartis. Todos los
experimentos fueron realizados en los laboratorios de Huntingdon Life Sciences (HLS).
Imutran se mudó a Norteamérica después del escándalo y emergió cambiando su nombre
a Bioterapeutica Immerge financiada por Novartis. Todo el intenso sufrimiento infligido a
los mandriles capturados fue apoyado por el Ministerio de Gobierno de Reino Unido. Los
mandriles que usaron en esos horrorosos experimentos tenían entre 2 y 4 años de edad.
Fueron literalmente arrancados de las Sabanas Africanas y embarcados hacia HLS para
estos experimentos.”

Como se lee, el tema de esta nueva técnica que brinda esperanza está ocurriendo y con
ella se están obteniendo animales no humanos para poder practicar experimentos de
trasplantes de órganos entre ellos mismos mediante la captura directa en hábitats que
desde luego no es una captura amable pues en si la captura nunca puede ser amable.

Son limitados los escritos que hay acerca de este tema, se habla del tema de la
experimentación en animales de una forma general siendo la xenotrasplantación una
forma de experimentación en animales en específico e incluye dos sujetos tanto el animal
al que se le retira tejido o un órgano como para el ser humano que lo recibe, esto implica
que son dos partes las involucradas en la xenostrasplantación por lo que no es un tema
que deba abordarse desde el punto estrictamente humano ni estrictamente solo del lado
de los animales no humanos si no de ambos.

Respecto a los orígenes de la trasplantación de órganos hubo problemas éticos pues se


realizó experimentación con animales para empezar a practicarla, se recurrió al uso de
animales no humanos como en los casos de los investigadores Serge Voronoff (trasplante
de glándulas de mono) y Christiaan Barnard (trasplantes de corazón) sin dejar de
mencionar que los primeros seres humanos a los que se les practicó un trasplante
sufrieron y finalmente murieron (para ver más información ver Matanza de Inocentes de
Hans Ruesch).

En la historia de la xenotrasplantación ha habido fracasos como el sonado caso de la niña


llamada Fae quien nació en 1984 y padecía de defecto congénito de la parte izquierda de
su corazón llamado síndrome hipoplástico a quien se le trasplantó el corazón de una
babuina por el doctor Leonard L. Bailey del Centro Médico de Loma Linda en lo que
constituyó el primer experimento con un ser humano y con un animal no humano
(xenotransplantación), la niña falleció por la incompatibilidad anatómica, fisiológica e
inmunológica; de la babuina de quien fue tomado el corazón nunca de se dijo nada ni de
su vida antes del experimento ni de sus restos al quitarle el corazón. Posteriormente a
estos fallos, una de las conclusiones fue que la xenotrasplantación médicamente no sería
viable por lo que se esperaba que se dejara de lado estos experimentos por la
imposibilidad de llevarse a cabo espero ahí no se detuvo el tema. Científicos han seguido
usando a animales para experimentación como dos científicos alemanes que lograron que
un simio pudiera vivir seis meses con el corazón de un cerdo y experimentos de ese
calibre ayudándose actualmente de la biotecnología específicamente de modificación de
genes para hacer más compatibles a algunos animales con el humano, los principales
“avances” en la xenotrasplantación se han logrado a través de la manipulación genética
de los cerdos (se habla de animales transgénicos modificados con la finalidad de encajar
en el cuerpo humano).

El aspecto relativo a los seres humanos respecto a la xenotrasplantación es que


constituye peligro para la salud humana tanto física como mental pues se ha declarado
que: “Aún hay dificultades para solventar el carné de donante para los chanchos ya que
hay un virus –el retrovirus endógeno porcino (PERV)- que se encuentra en la herencia
genética del cerdo y que en un trasplante de órganos podría infectar a las células
humanas con resultados catastróficos. Otro gran inconveniente reside en el rechazo del
sistema inmunológico humano de los órganos del cerdo, que todavía no se ha conseguido
evitar.”

Respecto a este problema el Profesor Robin Weiss, Virólogo del Instituto de la


investigación del Cáncer en Londres señaló que “El uso de los órganos del cerdo para
transplante humano (xenotrasplantación) puede ser aceptablemente ético. Pero nosotros
concluimos aún más allá, que esa aceptabilidad miente en equilibrio a la ventaja a los
seres humanos contra el daño a los cerdos y a otros seres humanos… Un problema es que
los cerdos tienen una clase de retrovirus infeccioso (un retrovirus es la misma familia del
virus HIV) que no se puede eliminar del cerdo porque se hereda en el ADN. Hay
demasiado riesgo en que podrían infectar a los seres humanos y causar enfermedades en
los seres humanos."
El Doctor Jonatán Allan, Virólogo opina que “No hay prácticamente ningún modo de
eliminar aún a los agentes infecciosos del babuino. Lo que hacemos es jugar a la ruleta
rusa en términos de colocación de virus en la población humana. Estos babuinos aquí,
ellos tienen un virus de cáncer que es encontrado naturalmente en babuinos. El cuarenta
por ciento de estos animales lo tiene. Esto causa linfomas y leucemia en los babuinos.
Esto es una garantía de que se va a transmitir el virus de babuino a los seres humanos. No
hay ningún modo que se pueda hacer un babuino “limpio”. No hay ningún modo de
hacerlos “seguros”.

El Professor Tony Minson, Virólogo de la Universidad de Cambridge escribió que “Si damos
un paso adelante con la xenotrasplantación, será un paso hacia la oscuridad".

Asumiendo que las técnicas médicas de trasplantes que aunque estuvieron basadas en
experimentación con animales humanos y no humanos están actualmente ya establecidas
se debe concluir que más experimentación en animales tanto humanos como en no
humanos no se justifica. De no ser así, es decir, que las técnicas médicas de
trasplantación aun sean variables o se quieran ampliar, persiste actualmente el problema
ético en la trasplantación.

El planteamiento del problema enfocado ya no propiamente a las técnicas sino al


problema de la escasez de órganos de trasplante y que ha derivado en las famosas listas
de pacientes esperando un trasplante terminaría si todos ellos recibieran los órganos que
necesitan provenientes de los cadáveres humanos, respecto a este tipo de donación
actualmente no hay problema ético pues si una vez en la historia se vio a los trasplantes
de órganos de cadáveres humanos como cuestionable, ahora a este acontecimiento se le
tiene como altruista y solidario de manera tal que aun en vida hay órganos que podemos
voluntariamente donar.

Dichas listas de espera son largas y cuentan interminables historias de humanos que
quieren vivir y en otros casos elevar la calidad de vida pero la donación de órganos tanto
de cadáveres como de humanos donantes en vida no ha podido ser suficiente por lo que
en busca de nuevas salidas, se dirigió la mirada hacia los animales no humanos.

Habrá quien diga que no hay un problema bioético pues solo se trata de animales “total,
también nos los comemos” se podría argumentar de primera impresión (respecto a este
argumento salta a la vista el desconocimiento de la posibilidad de repensar la vida que se
lleva a diario a base de la posibilidad de llevarla sin necesidad de elementos provenientes
de animales pues se puede estudiar la propuesta vegana). Asimismo se podría concluir
que de haber problema bioético, será sólo de parte del humano; con motivo de la
realización de este escrito leí a un AUTOR que escribió de manera simplista que “Desde el
punto de vista ético, no vemos ningún obstáculo para considerar lícitos los
xenotransplantes, siempre, en efecto, que no causen daño en la identidad psicológica o
genética del receptor, y que biológicamente se garantice el éxito del trasplante, sin que se
exponga al que lo recibe a un riesgo excesivo.” El fragmento anterior es una visión a
medias del problema pues sin duda hay un problema bioético pues si es que alguna vez se
concibió a la bioética como meramente humana enfocada a conflictos humanos donde la
tecnología plantea dilemas morales estos dilemas dejaron de ser exclusivamente
humanos pues también afectan a otros seres. Existen escritos que se han dedicado a
estos últimos como es el caso de Henry Salt con su libro Los derechos de los animales y
más actualmente con Peter Singer, Tom Reagan, Hans Ruesch y en libros de bioética por
lo que borrar estos pensamientos con una mera frase es incorrecto pues se arma un
argumento parcial no se sabe si por verdadero desconocimiento de estos escritos o por
deliberada supresión. Cabe mencionar que la licitud es un elemento al que apelan muchos
autores de escritos pero la licitud no valida una conducta para que sea moralmente
correcta, así que el hecho de que la experimentación en animales sea legal en este país o
en el resto del mundo no significa que moralmente sea correcta, el elemento jurídico no
debe interferir pues es primordial se aborde el problema ético para regular de mejor
manera una situación.

Se trate de verdadero desconocimiento o deliberada supresión, el tema de la


xenotransplantación obliga a tocar el tema del estatus moral de los animales.

Sea que los animales sean capturados en sus hábitats y luego llevados a los laboratorios
esto ya implica un trauma y una acción contra natura para los animales, al igual que la
producción de animales con el objetivo de ser materia prima para que les quiten órganos
o tejidos no constituye ninguna circunstancia ética, el mismo argumento usado por los
aficionados a la tauromaquia, pues dicen que el toro “de lidia” dejaría de existir como
especie si las corridas de toros desapareciesen, pero afirmo con convicción que se puede
tener empatía y bajo este sentido es mil veces mejor extinguirse que tener una vida con el
mero y único objeto de que a uno lo maten.


El agnosticismo en la mente de los animales es un tema importante pues ciertamente
saber cómo es ser un perro, un caballo, una ballena o una hormiga nunca lo podremos
saber pues estamos a lo que exteriormente percibimos pero no sabemos con certeza
como es ser uno de ellos en realidad, tal vez la etología pueda darnos respuestas.
Respecto a esta posición escribió AUTOR en su libro___ pues considera que el trato a los
animales no humanos debe darse de una manera cuidadosa pues ese agnosticismo del
ser de los animales, que encierra un conocimiento y a la vez desconocimiento nos debe
guiar para actuar con cuidado con los animales no humanos en lo cual coincido aunque se
critique a esta postura de “segura”.

La forma en que se aborda el tema de la experimentación en animales en muchos libros


de bioética actualmente es la que dice que los animales no humanos son seres que
sienten y por ello se deberá trabajar con ellos de manera respetuosa procurando la
erradicación del dolor con anestesia o por lo menos provocarles el menor dolor posible
siempre bajo la línea de que los experimentos deben seguirse realizando (es decir que,
según este tono de discusión, que es estrictamente necesaria) o en una opción más laxa
como leí en un libro de bioética de España, deben aplicarse la sustitución (uso de métodos
alternativos), reducción (disminución del número de animales en las pruebas) y
refinamiento (seguir experimentando pero usando anestesia). A esta postura se le quiere
denominar intermedia, es decir, la que se encuentra entre la abolición definitiva de la
experimentación y la experimentación intensiva de animales. No hay tal postura
intermedia pues puede seguirse considerando que pertenece a la última pues se sigue
apoyando la experimentación en animales e incluso el fomento de esta actividad como
dice ANA ARANA que es doctora en farmacia: “Son necesarios la educación y
entrenamiento, tanto de los científicos actuales como de los futuros investigadores, de ahí
la necesidad de las prácticas de laboratorio en determinadas materias” pero este
argumento refleja que no es generalizada la búsqueda de alternativas al uso de animales
por lo que constituye un obstáculo para el desarrollo de nuevas alternativas de
investigación e incluido de nuevas formas de abordar el tema de curas a enfermedades.
Son pocos los investigadores y médicos que buscan alternativas a la experimentación con
animales no humanos pero ciertamente los hay como el Physicians Committee for the
Responsable Medicine fundado en 1985 que agrupa a médicos y a personas no expertas
en medicina bajo la defensa de la oposición a experimentación humana no ética y
proponen alternativas a la investigación con animales.

Respecto a los seres usados en la experimentación hay una nueva postura que ha
resultado muy polémica y está fuertemente ligada al tema del concepto persona con los
denominados “Marginal cases” o seres humanos no personas, es decir, a pacientes
anencefálicos, con muerte cerebral, embriones, es decir seres humanos biológicamente
pero que no tienen determinada características como la autoconciencia ni la
independencia para poder vivir. El concepto de persona es muy amplio y difiere según de
los autores de quienes provenga, pero aun así las características son arbitrarias pues se
menciona que ser persona es ser autoconsciente, con noción del tiempo y el espacio,
algunos dicen que es un ser no dependiente. De esta forma es como se ha pretendido dar
un derecho preferente a la vida a los animales no humanos que cumplan con aquellos
requisitos (generalmente se refieren a los llamados grandes simios y puede ser que a
otros animales) y dejar fuera a aquellos que no cumplan con dichas características,
respecto a los seres humanos se establece que sólo aquellos que cumplan con dichas
características serán personas y tendrán un derecho a la vida preferente a aquellos seres
que no las reúnan, aun así se trate de un miembro de su propia especie. Si bien esto
parece que hace más equitativa la balanza entre los animales no humanos y los humanos,
el derecho preferente a la vida que estas “personas” poseen de acuerdo a esta teoría, es
sumamente arbitraria pues se basa en un concepto cambiante sin concepto inmutable y
que podría caber en un tipo de discriminación hacia aquellos seres humanos y no
humanos que no reúnan aquellas arbitrarias cualidades. Esta postura que tiene por punto
central a las “personas”, llevándola al tema de la xenotrasplantación podría interpretarse
de esta forma: preferir salvar la vida de las personas antes que la de las no-personas, esto
querría decir, que al tener un menor derecho a la vida podría justificarse la extracción de
órganos para las si-personas. Sostengo que esto es muy arbitrario pues bien podríamos
apelar a que se les respete por el hecho de ser seres vivientes que aunque no estén
autoconscientes están en el mundo como una forma de vida que no conocemos pues no
sabemos cómo es ser esos seres.

De aquí surge el tema de si la sola pertenencia a determinada especie otorga estatus


moral, es decir, que aunque aun no tenga o ya no tenga características que la hacen
persona la sola pertenencia a la especie humana la hacen un ser con status moral. Esto es
importante pues en el tema abordado en este escrito, la xenotrasplantación, se encuentra
muy vinculado, pues ¿cuál sería el motivo para preferir despojar a los animales no
humanos de sus órganos o tejidos si hay seres humanos que no son personas e incluso
algunos no sienten ya dolor? Se pueden dar varias respuestas a esta pregunta cómo
pueden ser: que el animal no humano es jerárquicamente inferior por no pertenecer a la
especie humana; que los seres humanos que lo son biológicamente pero que no son
personas deben protegerse pues a pesar de su estado son seres humanos (ambos
argumentos se clasifican como especistas pues ser o no ser de determinada especie
produce consecuencias de protección o desprotección respectivamente); podría
responderse que la fuerza da derecho pues si se tiene el poder de disponer de los
animales como efectivamente se hace para diferentes fines humanos, ¿por qué habría de
ser la extracción de órganos la excepción?; otros podrían decir que los humanos no
personas deben ser usados como fuentes de trasplante pues los órganos que poseen son
los mismos; otra opción es la de que tanto animales no humanos como los seres humanos
no personas deben de dejarse fuera de la discusión de ser usados como fuentes de
trasplante pues en ambos casos no se está actuando de manera correcta. De todos estos
pensamientos considero que el mejor éticamente es el último pero se criticará que el
problema de la insuficiencia de los órganos seguiría existiendo pero apelo a que se debe
seguir estimulando la donación de órganos y el fomento de invención de instrumentos
como prótesis que ayuden a la sustitución de órganos.

El tema que obligadamente surge es el del miedo a la muerte, es un tema inevitable al


tratar el tema de la trasplantación debido a que precisamente el objetivo a cumplirse es
evitar la muerte o extender la vida un poco más. Respecto a esto obligadamente surge el
pensamiento que consiste en la necesidad de involucrar a otros seres para seguir viviendo
con las consecuentes preguntas de ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a llegar con tal
de salvar nuestra propia vida y la de los seres queridos?, ¿Es justificable tomar vidas y
libertades de otros seres?, ¿No es acaso una postura demasiado egoísta?, ¿Ese vació y
miedo que a muchos nos hace pensar la idea de muerte es más fuerte que ir contra la
vida de otros seres como pasa en la xenotrasplantación?.

En platicas con gente cercana se ha dicho que “quien no respeta la vida no la merece” por
lo cual tildan de egoístas a quienes practican la xenotrasplantación y a quienes reciben
esos tejidos u órganos y que el dilema es muy difícil pero que los xenotrasplantes nunca
debieron ser una opción realizable, y en conclusión, no se debió nunca ni de proponer esta
idea pues con esta opción se enfrenta a un dilema muy fuerte sobre si el ser querido o
uno mismo puede salvarse quitándole un órgano a un animal a pesar de que este muera o
resulte lesionado o viva siempre prisionero, o bien, si esta idea resulta simplemente
horrorosa, tomar la opción de morir. Habrá claro quienes no tendrán problema alguno con
que al animal no humano se le quite tejido o un órgano y este muera o viva enjaulado
para futuras disposiciones de más tejido pero sin temor a críticas y cuestionamientos
coincido con la ultima postura pues vivir después de saber que un animal no humano fue
dañado o muerto para que continuara la vida, sería una existencia insoportable.

Una de las conclusiones más aterradoras a las que se puede llegar al tener la convicción
de que los animales no humanos deben dejar de ser tratados de la manera en que se les
ha tratado y trata actualmente es que el panorama actual sobre el uso de los animales
como meras cosas para el servicio humano (comida, vestimenta, diversión,
entretenimiento, experimentación) si bien está siendo cuestionado y se está actuando
para que se termine, hay nuevas formas en que al animal no humano se le sigue viendo
como una materia prima, en este caso como fuente de trasplantes y resulta plenamente
válida la pregunta de si al ser humano se le puede seguir atribuyendo el calificativo de
racional porque con las decisiones que ha tomado respecto a muchas cuestiones y
particularmente respecto al tema aquí abordado y bajo las alternativas que puede
ponderar y la información que podría obtener para así poder abandonar practicas
innecesarias respecto a su trato con los animales, le resulta más cómodo seguir como si
nada pasara.

Ambas opciones la de usar animales no humanos y/o seres humanos no personas debe
ser rechazado, tal vez la opción más radical, más criticada y acusada de simplista, sería la
de aceptar la muerte, tal vez tomar fuerzas, de manera estoica cerrar los ojos y
despedirse del mundo… suena fácil y se escribe fácil pero no encuentro otra opción que
sea ética más que fomentar la capacidad inventiva de tecnologías mecánicas que
sustituyan órganos vitales y muy posiblemente la prevención de accidentes o hábitos que
dañan el cuerpo estimulando campañas de deporte y buena alimentación, es decir, con
medicina preventiva.
http://www.clarin.com/diario/2007/06/14/conexiones/t-01437638.htm

http://www.hollandtrade.com/sector-information/life-sciences/?
bstnum=1621&taalcode=es

http://www.anima.org.ar/esclavitud/experimentacion/apuntes/experimentacion-no-
humanos-humanos-conexion-especista.htm

http://www.abc.net.au/4corners/stories/s72726.htm

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