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rT La presentacion de la persona en la vida cotidiana Erving Goffman Amortortu editores Buenos Aires “ " CAN, AS. soLEs SHON ZALES" Ebipriore._ 3S GONZALES FONDO Gx. JUSE LAV Director de la biblioteca de sociologia, Luis A. Rigal The Presentation of Self in Everyday Life, Erving Gofiman Primera edicién en inglés, 1959 Primera edicin en castellano, 1981; primera reimpresién, 1989 Traduccion, Hildegarde B. Torres Perrén y Flora Setaro Unica edicién en castellano autorizada por Doubleday & Com- ‘pany, Inc., Nueva York, y debidamente protegida en todos los paises. Queda hecho el dep6sito que previene la ley 11.723. © Todos los derechos reservados por Amorrortu editores, S.A., Paraguay 1225, 7° piso, Buenos Aires. La reproduecién total o parcial de este libro en forma idéntica © modificada por cualquier medio mecénico o electrénico, in- cluyendo fotocopia, grabacién o cualquier sistema de almace- namiento y recuperacién de informacién, no autorizada por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utilizacin debe ser previamente solicitada, Industria argentina. Made in Argentina. ISBN 950-518-1209 0124148 GOR, Gor a id £ Zz Las _méscaras son expresiones fijas y ecos admirables de sentimientos, a un tiempo fieles, discretas ysuperlativas. ‘Los seres vivientes, en contacto con el aire, deben cubrirse dde una caticula, y no se puede reprochar a las cuticulas que zo sean cotazones. No obstante, hay ciertos filésofos que pa- recen guardar rencor a las imagenes por no ser cosas, y @ labs pot no ser sentimints, Lag palbras yn im genes son como caparazones: partes integrantes de la na- furaleea en igual medida que las sustanias que recubren, se irigen sin embargo més directamente a los ojos y estén ms abiertas a la observacién. De ninguna manera ditfa que las sustancias existen para posbilitar las apariencias, ni los rostros para posibilitar las miscaras, ni las pasiones para posibilitar la poesfa y Ia virtud. En la naturaleza nada existe para posibilitar otra cose; todas estas fases y productos estén implicados por igual en el ciclo de Ja existencia ... George Santayana, Soliloquies in England and Later Soli loquies, 1922, Reconocimientos Este informe fue desarrollado junto con un estudio de i ‘teraccién que se Ilevé a cabo para el Departamento de tropologia Social y la Comisién de Investigacién de Ciencias Sociales de la Universidad de de Edimburgo, y con un estudio de estratificacién social financiado por un subsidio de la Fundacién Ford y dirigido por el profesor E. A. Shils en la Universidad de pase. Estoy recongelde ‘a estas fuentes gabon @ Be mo G, Wa tent Elizabeth Bott, James Littlejohn y Edward Banfield, quie- nes me ayudaron al comienzo del trabajo, y a los colegas de ae a la ease Chicago por Fa oa man, este informe no hubiera sido ee Prdlogo Al preparar este trabajo tuve la intencién de que sirviera ‘como una especie de manual que describiese en forma deta- ada una perspectiva sociolégica desde la cual es posible estudiar la vida social, es re el tipo de vida social organizado dentro de los limi i imi to o una planta industrial. Expondremos una serie de ca- racteristicas que forman, en su conjunto, un marco de refe- zencia aplicable a cualquier establecimiento social concreto, ya sea familiar, industrial 0 comercial. - En este estudio empleamos la perspectiva de la actuacién 0 esentac teatral; los principios resultantes son de in- dole dramética. En las paginas que siguen consideraré de jué manera el individuo se presenta y presenta su activi- du git osc ln Rennes de naj sent, en mué forma guia y controla la impresién que los ottos se rman de él, y qué tipo de cosas puzde y no puede hacer mientras actia ante ellos. Al utilizar este modelo analégico tuataré de no hacer mucho hincapié en sus insuficiencias obvias. El escenario teatral presenta hechos ficticios; la vida muestra, presumiblemente, hechos reales, que a veces no estén bien ensayados. Pero hay algo quiz més impor- tante: en el escenario el actor se presenta, bajo la mascara de un Persone, ante log personales proyetados por otros actores; el lico constituye el tercer participe de la in- ‘teraccién, un participe fundamental, que sin embargo no estarfa allf si la representacién eseénica fuese real. En la vida real, estos tres participantes se condensan en dos; el papel que desempefia un individuo se ajusta a los papeles reptesentados por los otros individuos presentes, y sin em- ‘bargo estos también constituyen el pt Mas adelante consideraremos otras insuficiencias de este modelo analdgico. ‘Los materiales ilustrativos que se utilizan en este estudio pertenecen a distintas categorias: algunos provienen de suto- tizadas investigaciones, en las que se formulan generaliza- uw ciones positivas acerca de regularidades registradas en forma confiable; otros se basan en crénicas informales escritas por individuos pintorescos; muchos corresponden a categorias intermedias, Ademés, se recuzre con frecuencia a un trabajo ue levé a'cabo en'una comunidad rural (agricola) de la ie ret de sex de ee exfog La razin de set de este enfoque (que 2 mi juicio sirve tam- bién como justifcacién para el de Simmel) es que los jem pos encajan, en su conjunto, en un marco coherente, que tune los fragmentos vivenciales ya experimentados por el lector y brinda al estadioso tna gufa que merece ser some- tida a prueba en los estadios de casos de la vida social institucional. _ en Presentamos este marco de referencia segiin un orden gra dual de pasos légicos. La introducciéa es necesariamente abstracta y el lector podrd, si asi lo desea, pasarla por alto. 1 E, Goffman informs en parte acerca de este estadio en ¢Commi i Cont nan ln Conmiciy, fe nein doe. ado, Universidad de Chicago, Departamento’ de Sociologia, 1933. Jo stcesivo daremos a esta comunidad, a titulo de brevedad, el nom bre de isla Shetlands, 12 Introduccién Cuando un individuo Hega a la presencia de otros, estos aa por lo comin a adquirir Pa acerca de él o de poner en juego la que ya poseen. interesard su status socioeconémico general, su concepto de si mismo, la actitud que tiene hacia ellos, su competencia, su integridad, etc. Aunque parte de esta informacién parece ser buscada casi como un fin en sf, hay por lo general razones muy pricticas para adquirirla. La informacién acerca del indi- viduo ayuda a definir la situacién, permitiendo a los otros saber de antemano Jo que él e: de ellos y lo que ellos pueden esperar de él. Asi informados, los otros sabrén See a fin de obtener de él una respuesta deter- Para los presentes, muchas fuentes de informacién se vuel- ven accesibles y aparecen muchos portadores (0 «vehiculos de signos») para transmit esta informacion, Sino estfa familiarizados con el individuo, los observadores pueden xrecoger indicios de su conducta y aspecto que les permitiran aplar su. experiencia previa con “odlvidees.aprosimada- mente similares al que tienen delante 0, lo que es mas im- portante, aplicarle estereotipos que atin no han sido proba- dos. También pueden dar por sentado, segén experiencias anteriores, que es probable encontrar solo individuos de una clase determinada en un marco social dado. Pueden confiar gallo gu individ die sale fing o en as prchss mentale que él proporciona acerea de quien 0 dus e Si conocen al individuo o saben de el en vartad de expe tiencias previas a la interaccién, pueden confiar en suposi ciones sobre la persistencia y generalidad de rasgos psico- ‘6gicos como medio para predecir su conducta presente y futura. Sin embargo, durante el periodo en que el individvo se encuentra en la inmediata presencia de otros, pueden tener ugar pocos acontecimientos que proporcionen a los otros B la informacin concluyente que necesitarén si han de ditigir Si actividad sensatamente, Muchos hechos decisivos se ene ‘Shentran mis all del tempo y el lugar de la inteacciéa 0 Sacen ocultos en ella, Por cjciplo, iss actinudes, creencas J emociones 0 «reales» del individuo pueden Jer descubiertay solo de manera indirecta, a través de sas onfesiones o de fo que parece scr conduicta expresiva in: Voluntaria. Del mismo modo, si el individuo ofrece los ‘otros un producto o un servicio, con frecuencia descubririn rue durante In intersceén no habré tiempo ni lugar inme- distamente disponible para descubrir la realided subyacente. Se erin forzsdos a aceptar algunos hhechos come signos coavencionales o naturales de algo que no esté al alcance diecto de los sentidos. En fos términos de Tchheiser el individuo tendré que acruat de manera de expresarse iiten- cionada o involuntariamente, y los ottos, a su ver, tendrén aque ser impresionados de alga modo pot él Es expresividad del individno (y por lo tanto, su capacidad para producir impresiones) parece involucrar dos tipos tad Glimete notos de acid sgfcante: la epresin aque da y la expresién que emane de él. El primero incaye ibs simboios verbales ~-0 sustiutos de estos que confiesa usar ¥ usa con el tinico propésito de transmitis la infor: iicién que €ly los ostos atrbuyen a estos simbolos, Esta la comunicacién en el sentido tradicional y limitado del término, El sepundo comprende un amplio rango’ de accio- nes que los otros pueden trtar como sintomaticas del actor, considerando probable que haysn sido realizadas por zones ajenas a la informacién transmitida en esta forma. Como fendremos que ver, es distincidn tiene apenas validez int ial. El individyo, por supuesto, transmite intencionalmente lnlomuciéa cede por med’ de ambos tgos de comin caciény el primero involacra engaio el segundo, fingimiento. Site toma la comanicacin en ambos sentido, el limitado yal general, se descubre que, cuando el individuo se en. Guentes en ia inmediata. presencia de otros, su actividad fended un carécter promisorio. Los otros descubrinin pro: bablemente que deben sceptat al individao de buena fe, ofreciéndole, mientras se encuentte ante ellos, una juste 1 Gustay Ichheiser, «Misunderstandings in Human Relations, cuple resto del American Journal of Sociology, 1%, septiembre de 1949, les. 67. 4 retribuciGn a cambio de algo cuyo verdadero valor no send establecido hasta que él haya abandonado su presencia. (Por supuesto, los otros también viven por inferencia en su max rnejo del ‘mundo fisico, pero solo en ef mundo de la inter- accién social los objetos acerca de los cuales ellos hacen inference faciarin y obrcilnanta en forms expat este proceso inferenc $e los justificada- tpenie senten al hacer infetencias sobre el indvidao vatia: ‘én, como ¢s natural, de acuerdo con factores tales como la cantidad de informacién que ya poseen acerca de él; pero ro hay cantidad alguna de pruebas pasadas que pueda obviar por completo la necesidad de actuar sobre la base de infer rencias. Como sugirié William I. Thomas: = Es también muy importante que comprendamos que en realidad no conducimos nuestras vidas, tomamos nuestras decisiones y alcanzamos nuestras metas en Ia vida diaria on Fema cin ohn Vivknos po ince. Yo s0y, digamos, buésped suyo. Usted no sabe, no puede, de- ‘erminar cientificamente que no he de robarle su dinero 0 sus cucharas. Pero por inferencia yo no lo he de hacer, ¥ por inferencia usted me tendré como huésped* Volvamos ahora de los ottos hacia el punto de, vista del individuo que se presenta ante ellos. Esie puede desear que ‘engan un alto concepto de él, o que piensen que él tiene un alto concepto de ellos, o que petciban cudles son en realidad sus sentimientos hacia ellos, 0 gue no tengan una impresién definida; puede querer asegurar que exista suficiente armo- nifa para’ mantener la interacciSn, o defraudarls, lbrarse de ellos, confundirlos, Hevatlos a conclusiones etréneas, en- frentarlos en actitud antagénica o insultarlos. Independien- temente del objetivo particular que persigue el individuo ¥ del motivo que le dicta este objetivo, serd parte de sus Intereses controlar In conducta Jos otos, en experi el trato con que le corresponden? Este control se logra en gran parte influyendo en la definicién de la situacién que 2 Citado en E, H. Valkart, ed, Social Bebavior and Personality. Gontrbutions of W. I, Thomas to Theory and Social Research, Nueva ‘Yerke: Social Science Research Counc, 1951, pg. 5. 3 En este punto debo mucho a un trabajo inédito de Tom Burns, de Ja Whivelad Piao, len segment oe, en toda iter. atc, ua tema bésico subjacente es ef desco de cada partcipante rey Jos otros vienen a formular, y €l puede influir en esta de- finicién expresindose de modo de darles Ia clase de ime presién gue habea de levatlos « actuar voluntariamente, de Ecverdo con su propio plan, De esta manera, cuando un Individuo comparece ante otros, habed por lo general alguna razin para que movilice su tctividad de modo que esta, tranemolta a fos otros una impresiOn que a dl le interesa ttansmitiz. Ya que jas companeras de dosmitorio de una joven obtendnin evidencia de su popularidad por el timero & liamados telef6nicos que recibe, podemos sospechar que algunas jévenes arin arreglos para que se las lames y al decubrimiento de Willard Waller resulta previsible, ‘Muchos observadores han informado que una joven que es llamada al telefono en los dormitorios, con frecuencia se permed dear que Ja amen varias voces antes de acudin, fin de dar a las otras jOvenes amplia oportunidad para due olga Tos lamados* De los dos tipos de comunicaciones mencionadas —las ex- sfones dadas y las que emanan del individuo—, en este informe nos ocupatemos sobre todo de la segunda, 0 sea de a expresidn no verbal, més teatral y contextual, presumible- ‘menie involuntaria, se maneje 0 no en forma intencional. Como ejemplo de fo que debemos tratar de examinar, me gustaria citar extensamente un incidente novelistico en el cual Preedy, un inglés en vacaciones, hace su primera apa- ricién en la playa de su hotel de verano en Espafia: Pero, de todos mods, ce cuidé muy bien de encontrase con Ja mirada de alguno. En primer lugar, tenia que de jar bien sentado ante esos posibles compafieros de va- caciones que ellos no despertaban el menor interés en él. Mirsba fijamente a través de ellos, alrededor de ellos, por encima de ellos —los ojos perdidos en el espacio—. La playa podria haber estado vacia. Si por casualidad se cruzaba una fe ie y cnet oped po soos pete Jer Seay coma sgt dee ss ey ee Je ab cg naan, enon eee See ee Se ee oe PY WaT ELS, coupe, en A Pf Wale Tt Rag St Belg Conger, en Amerie Sociological Review, u, 730. * 16 pelota en su camino, la observaba sorprendido; entonces ‘una sonrisa divertida le iluminaba el rostro (Preedy Bon- dadoso), miraba a su alrededor deslumbrado al ver que habia gente en la playa, la Ianzaba de vuelta sonriendo para sf (no a la gente), y luego reanudaba como al descuido su imposible exploracin del espacio Pero era tiempo de hacer una pequefia exhibici6n, la exhi- bicién del Preedy Ideal. Mediante. tortuosos mancjos dabs ‘una oportunided de ver el titulo de su libro a todo aquel yue 10 deseara —una traduccién de Homero al_ espafol, lsico en este caso, pero no atrevido, cosmopolita.tam- ign y nego recogfe su bata de playa y su bolso en una prolia pila a prueba de arena (Preedy Metédico y Sensato), se levantaba en forma lenta pare estirar a sus anchas su ‘enorme figura (el Gran Gato Preedy), y echaba a un lado sus sandalias (Preedy Despreocupado, después de todo). ias nupcias de Preedy y el mar! Habla rituales alterna. tivos. El primero implicaba el paseo que se torna carrera y zambullida directa en el agua, pata suavizarse después en tun fuerte crol sin chapotzo, hacia el horizonte. Pero por supuesto no realmente al horizonte. En forma bastante st bita, se volveria de espaldas y batiria las piernas, arrojando grandes salpicaduras blancas y mostrando asi de algdn modo ue podria haber. nadado mis lejos si lo hubiera deseado; Tuego se pararia sacando un cuarto de su persona fuera del agua para que todos vieran de quién se trataba HT cuso de actin altematvo era més simple, eviaba ol ue del agua fria y el riesgo de perecer demasiado brioso. El objeto era parecer tan acostumbrado al mar, al Medite- rrdneo, y a esta playa en patticular, que era lo mismo estar cen el mar que fuera de dl, Involucraba una lenta caminata hhasta el borde del agua —sin darse cuenta siquiera de que tenfa los dedos mojados, jtierra y agua eran lo mismo para !— con los ojos elevados al cielo gravemente, investigando portentos del tiempo invisibles a los otros (Preedy Pescador Nativo).* El novelista se propone advertienos que Preedy se preocupa en forma desmedida de las extensvas impresiones, que él siente que su mera accién corporal emite hacia quienes lo 45 Willa Sansom, A. Contest of Latte, Lone: Hopth, 1956, ‘pags. 230-32. ae 7 rodean. Podemos ir mds lejos en nuestras calumnias a Preedy, suponiendo que ha actuado con el dnico fin de dar una impresién particular, que esta es una impresién falsa, y # Jos otros presentes no reciben ninguna impresién 0, lo que es peor, la impresién de que Preedy esta tratando afectadamente de hacer que ellos reciban esta impresién particular. Pero el punto importante pata nosotros aqal es que la clase de impresién que Preedy cree causar es, en realidad, la que los otros recogen, correcta e incorrectamente, de alguien que se encuentra en medio de ellos. Ya he dicho que cuando un individuo aparece ante otros sus acciones influirdn en la definicién de la situacién que ellos legardn a tener, A veces el individuo actusrd con un ctiterio totalmente calculador expresdndose de determinada manera con el nico fin de dar a los otros In clase de im- presién que, sin dada, evocard en ellos la respuesta espe: cifica que a él le interesa obtener. A veces el individuo seré calculador en su actividad pero relz mente ignorante de ello. A veces se expresard intencional y conscientemente de un modo particular, pero sobre todo porque Ia tradicién de su grupo o status social requiere este tipo de expresién y no a causa de ninguna respuesta particular (ajeng’ a una vag acepacén o aprobacién) que es probable sen evocda en aquellos impresionados por Ia expresion, A veces las tre diciones propias del rol de un individuo Jo Hevarén a dar tuna determinada impresién bien ealculads, pese 1 lo cual, quizd no esté ni consciente ni inconscientemente dispuesto ‘crear dicha impresién. Los otros, a su vez, pueden resultar impresionados manera adecuada por los esfuerzos del individuo para transmitir algo, 0, por el conttatio, pueden interpreta eresmenc Ie stuaci y Hepa #conlsiones que no estén avaladas ni por Ia intencién individuo ni por los hechos. De todos modos, en la medida en que los otros actian como si el individuo hubiese transmitido una impresin determinada, podemos adoptar una actitud fun. cional o pragmética y decir que este ha proyectado «eficaz- tentey una. deterinads deni de [Snag y po- movido «eficazmente» comprensién de que ralece Acterminado estado de cosss. ane Bese Hay un aspecto de la respuesta de los otros que merece aqui an comentario especial. Al saber que es probable que el individuo se presente desde un dngulo que lo favorezca, los otros pueden dividir Jo que presencian en dos partes: una te que al individuo le es relativamente fécl manejar a Foluntads principalmente sus aseveraciones verbales, y otra Sobre la eual patece tenet poco interés 0 control, dervada Sobre todo de las expresiones que él emite. Los otros pueden {sar entonces los que se consideran aspectos ingobernables de su conducta expresiva pata controlar la validez de To tsaanmltido por los aspectos pobernables. Esto demuestra tna asimetra fundamental en el proceso de comunicacion, "nel curl el individuo solo tiene coaciencia de una cortiente Ge Sa comunteactn, fe tess, de sta coments 7 de Stra més: Por ejemplo, en la isla de Shetland la mujer de un Sgetultor, al setvir plats nativos a un visitante de le parte Sarnia de Gren Brea crucharh con una sopra fortes sus amables expresiones de aprobacin acerca ae estd comiendo; al mismo tiempo, tomaré nota de la 12 Nee cou que el visitante lleva el tenedor o la cachata a [i SGoca, a ‘avides con que coloca en ella el alimento y el gusto demostrado al masticarl, utilzando estos signos como Sczifcacign de los sentimientos expresados por el comensal. Ta misma snujes, a Lin de deseubrie lo que_an_conocido savo A piensa etealmente> de otro conocido B, espera fhista encontrarse en presencia de_A, pero en converss- Giga con una texcera persona, C, Examingrd entonces con isimulo las expresiones facales de A cvando mira a B mien- tras conversa con C. Al no estar en conversacion con B, y to ser obserado dicen por 6, lvidaré por me tmentos sus precauciones habituaes y engaos impuestos por al'tacto'y expresard con libertad lo que «werdaderemente> Siente por B. En resumen, esta majer observard al observa- ddr no observado. ‘Shore bien, dado'el hecho de que es probable que los otros verifiquen los aspectos més controlables de la conducta por Inedio de loo. menos controlabes, se puede esperar que a teow el individuo trate de explotar esta misma posiblidad, olsndo la impresidn que comunica mediante {a conducta Gue al considera informative y_digna de confisnza® Por Semplo, a lograr la edmisién en un restringido clrculo heial cl obsetvador partiipante puede no solo luct una 6 Los muy difundidos y juiiosos esritos de Stephen Potter, © oct an en parte de los signet que pueden ser manejados paca dar a un Sbservador astito lak sugerencas necesrias pace descubrit Tas vir tudes ocultas que el jugador en realidad no posee. 19 mirada de aceptacién mientras escucha a un informante, sino que también puede tener el cuidado de adoptar la misma mirada al observar al informante mientras este habla con ottos; los observadores del observadar no. descubriran entonces tan ffcilmente cul es su posicién, Esto puede ser ilustredo con un ejemplo especifico de la isla de Shetland. Coando un vecino entraba a tomar una taza de ¢é, mostraba, por Jo general, al menos la insinuacién de una cilida ¢ iusionada sonrisa al atravesar Ia puerta de entrada de la casa, Como los obstéculos fisicos fuera de ella —y la falea de luz dentro— gencralmente hacian posible observar al visitante mientras se aproximaba a Ia casa, sin set observa- dos por él, los islefios se complacfan a veces en reparar céino ete dejaba de Indo cualquier exresién que manifer tara en ese momento para reemplazasla por un gesto de sociabilidad apenas legaba a la puerta, Sin embargo, algu- ‘nos visitantes, al advertir este examen, adoptaban’ ciega mente un rosiro sociable a una larga distancia de la casa, asegurindose asf la proteccién de una imagen constante. Este tipo de control sobre la parte del individuo restablece 4 seta del proses de eomanicacén prepara I cena para una especie de juego de In informacion —un ciclo fencialmente infinito de sccreto, descabtimiento,falsa reve™ laciGn y redescubrimiento—, Se debe agregar que como es probable que los ottos no abriguen demasiadas sospechas acerca del aspecto presumiblemente no guiado de la con- ducta del, individuo, este puede obtener grandes ventajas controléndolo. Los ottos, por supuesto, pueden sentir que el individuo est manejando los_aspectos presumiblemente espontineos de su conducta, y buscar en este mismo acto de manipulacién algiin matiz de conducta que el individco no haya ‘podido controlar, Esto impone de nuevo una limi. tacién a la conducta del individuo, esta vez su conducta presumiblemente no controlada, con lo que se restablece Ja asimetrfa del proceso de comunicacién. Me gustaria tan solo agregar aquf la sugerencia de que ei arte de penetrar el esfuerzo de un individuo para actuar con una calculada falta de intencién parece més desarrollado que nuestra ca- pacidad, para manejar nuestra propia conducta, de manera gue, independienemente del numero de pasos éxstentes en al juego de Ia informacién, es probable que el testigo tenga vventaja sobre el actor, y gue se conserve ast la asimetria inicial del proceso de comunicacién. 20 ando permitimos que el indviduo proyecte una defini- nde Ie situacion af presentare ante ots, deberos tam Bega tener en cuenta gue los otos, por muy pasivos gue Sus roles puedan parecer, provectanéa a sa vez eficanente tng definticn dei siuadon en vir de wu esp Indiviguo y de cualguier lines de aecidn que jniclen hacia Por lo general as defniiones de I sieacign proyeceaa por los dlerentes paricipantes armonizan suficientemente Entre sf como pare gue no se produera una abierta contra Goan, No quiero decir gue existing el tipo de consenso hue surge evando cada indvideo presente exprese candid fence fo que en realidad sente y honestamente coincide con [ps sentimientos exprestdos. Exe. dpo. de armonia es Ut ideal optmista y, Ge toden medos, no necesaro para el foncionamiento ain tropiezos de la sociedad. Mis bien, s° espera que cada perdcipante seprima sap segcmientos st- fetos inmediatos ‘y tanamta uaa opinién de Ta stuacén gue siente que los ottos podria encontrar por Jo menos Eiporariamente aceptable El mantenimienwo de es spe enc de acuerdo, esta fachada de consens, seve faclitado por el hecho de que cada partcipante encubre sus props ecesidades tas ateveniclones que expresan valores que os ios presents te sienten obligadon a apoyar de palabra ‘Ademés, hay por fo general en la formulation de definicio- tes una copes de dvisign del trabsjo. A cada paricipante Se le permite establocer las disponiciones ofiiles exper Senile eno eens a sue ws para pero gue fo presentan importencia lomedista para les fos, ot fel, a acini y arian Pr la ces PGE cuenta de su actividad pasada. A cambio de esta cores, cilla o se reserva la opinign en asuntos importantes pase los otros pero de no iamediata importancia para él TTenemos entonces una especie de modus, vivendi interac: dopal En conjunto, los participants contribuyen a una sola Gefinicién total de’la sitaciga, que implica 90 tanto un scuerdo teil respecto de lo que existe sino més bien tin atuerdo teal sobre calles seria las demandas tempors- amen scan (ns demand de ques, concer ies a du problemas), Tambien existing un verdadero cue a en'lo teferente a la convenieacia de evtar un conflict inenifiesto de definciones de le svuaién.” Me referiré a 7 Se puede establecer expresamente una interacién como tiempo y 21 este nivel de acuerdo como a un «consenso de trabsjor. Se debe entender que cl consenso de trabajo establecido en una escena de interaccidn sera de contenido muy diferente del consenso de trabajo establecido en un tipo de escena dife- reate. Asi, en un almuerzo entre dos amigos se mantiene tuna apatiencia recfproca de afecto, respeto e interés por el np, En ocupaciones profesionales, por otra parte, el espe- cialista mantiene con frecuencia una imagen que lo muestra implicado en forma desinteresada en el problema del cliente, mientras el cliente responde con una muestra de respeto por Ja competencia ¢ integridad del especialista. Independiente. ‘mente de tales diferencias de contenido, la forma general de estos arreglos de trabajo es, sin embargo, la misma. Al notar la, tendencia de un participante a aceptar las exi- sencias de definicién hechas por los otros presentes podemos apreciar Ja importancia decisiva de Ia informacién que el individuo posee inicialmente o adquiere sobre. sus coparti- ipantes, porque sobre la base de esta informaci6n inidal cl individuo comienza definir Ja situacién e inicia lineas correspondientes de accién. La proyeccién inicial del indi. vviduo lo compromete con lo que él se propone set y le dejar de lado toda pretensién de ser otra cosa. A m aque avanca la interacciéa entre los partcipantes, tendn lugar, como es natural, adiciones y modificaciones de este estado de informacién’inicial, pero es imprescindible que estos desarrollos posteriores éstén relacionados sin contra. dicciones con las posiciones iniciales adoptadas, por los di- ferentes participantes, ¢ incluso estar construidos sobre la bbase de aquellas. Pareceria que a un individuo le es més fécil clegir la linea de trabajo que exigir’ y oftecerd a los fotos presentes al comienzo de un encuentro, que alterar le linea seguida una vez gue la interaccién se inici. En la vida diaria, por cierto, existe el supuesto bien claro de que las primeras impresiones son importantes, Ast, la Jgas para poner de"manifesto diferencias de opiniéa, pero en tal Gato Ios particpastes'deben tenet cldado en Sonoran $0 cn Aisentir especo. del adecuado tono Ge Wor, vecabuaio 9 gendo de ‘eis ects low‘ ape too oy again, re el repeto muroo que deben' continua oardandose ios pep Spantes ca dewcuerdo. Esa. dcinicén acadénica de ia seuscn Bde ambit iva sin ywesatumene come ed Cogveri ua serio conflieto de opiniones en otto que puede set an Sado dentro de un marzo acepable pa todos ls presente 22 adaptacién al trabajo de aquellos que se dedican a ocupa ones de servico dependerd de la capecdad para tomar yj antene a iiitiva en es elacin, capacidad que abd ‘de requerir una sutil agresividad por parte del que presta servicio csando su status socioecondmico es infor al de sa cliente. W. Whyte sugiere como ejemplo a Ia camarera El primer punto que se destaca es que la camatera que mantione su dnimo frente a la presiGn no se contenta con responder simplemente a los clientes. Actiia con cierta habi- lidad para controlar Ja conducta de estos tltimos. El primer interrogante que debemos plantearnos cuando estudiamos Ja telacidn con el cliente es: ggana de mano la camarera al cliente, o sucede a la inversa? La camarera experta se da cuenta de la naturaleza decisiva de esta cuestién.... La camarera experta atsja al cliente con confianza y sin vacilaciones. Pot ejemplo, puede descubtir que un nuevo cliente ha tomado asiento antes de que ella haya podido retirar Jos platos sucios y cambiar el mantel, El se inclina sobre la mesa estudiando el ment, Ella lo saiuda y le dice: ‘, tesis de doctorado, Co- umbia, University, Departamento de Socclogie, pégs. 127-29. 14 Walter M. Beattie, hijo, «Tbe Meichane Sesinan, informe inédito de licenciarura, Universidad de Chicago, Departamento de Soccloga, 1950, ly. 35. 15 Sir Frederick Ponsonby, Recollections of Three Reigns, Nueva York: Dutton, 1952, pag. 46. 26 + individuo se presenta ante otros tendeé muchos motivos para tratar de controlar la impresién que ellos reciban de la Etuacién, Erte informe ae ocupa de algunas de lay eéencas comunes empleadas por las personas para sustentar dichas impresiones y de algunas de las contingencias comunes 2s0- | eiadas con el empleo de estas técnicas, El contenido espe- slico de cualquier, actividad presentada pore indviduo icipante 0 el rol que este desempefia en las actividades Tfterdependientes de un sistema socal en marche n0° se discatitin; solo me ocuperé de los problemas de iadole Atamitica'de] participante en cuanto hace a la presentacién de su actividad ante los otros. Los problemas enfrentados por el arte tcatral y In direccién de escena son tiviales a ‘veces. pero bastante generales; en la vida social, parecen ‘curtir en todas partes, proporcionando una nitida dimen- sién para el anilisis sociolégico formal. Serd conveniente finalizar esta introduccién con algunas de- finicones, que eign implicits en lo anterior y son, neve sarias para Jo que ha de seguir. A los fines de este informe, la interaceién (es decir, Ia interaccién cara a cara) puede ser definida, en términos generales, como la influencia recf- proca de un individuo sobre las acciones del otro cuando se encuentran ambos en presencia fisica inmediata. Una interacci6n puede set definida como Ia interaccién total que tiene lugar en cualquier ocasién en que un conjunto dado de individuos se encuentra en presencia mutua continea; término «encuentro» (encounter) setviria para los mismos fines. Una «actuaciGn» (performance) puede definirse como In actividad total de up fartcipac dado en una ocasion | dade que sitveputn inflate de gin modo sobre ls otros partlpantes. St tomamog un deveminido parcipaate 7 fu sctacién como punto bisico de referencia, podemos Te iesoe gulls gue contibayen con ones euros cotno {a audencia, los cbservadotes © los coparticipantes. Eiipwuta de accion precstbleida que ge deserelle Gurants una sczacién y que puede sr preseniaca o actuada en otzss ‘cnsiones puede denominarse papel (part) o aratinan+® {tos terminos ituactonaes pueden relacionerse fclimente 16 Sobre Ja importancia de distingair entre una rutina de inter. accién y cualquier jstancia particular en que ia rutina se deserola fx. su fotalidad, véanse los comentacios de John von Neumann y Ostar teen, The Theory of Games anid Economic Behaviour, Princeton: Princeton University Press, 2° ed, 1947, pég. 49. | © ew con los teminos estructural convenidos, Cuando um ind vviduo o actuante representa el mismo papel para la misma audiencia en diferentes ocasiones, es probable que se desa- rrolle una relacién social. Al definis el rol social como la promulgacién de los derechos y deberes atribuidos aun status dado, podemos afiadir que un rol social implicaré uno o. mis "papeles, y que cada uno de estos diferentes ppapeles puede ser presentado por el actuante en una serie de-ocasiones ante los mismos tipos de audiencia o ante una sudiencia compuesta por las mismas personas. 28 i 1. Actuaciones Confianza en el papel que desempeiia el individuo Cuando un individuo desempesia un papel, solicite implici- tamente a sus observadores que tomen en serio la impresién promovida ante ellos, Se les pide que crean que el sujeto Hue ven posee en realidad los atributos que aparenta po- ther, que la tatea que realize tendré las consecuencias que én forma implicit pretende y que, en general, las. cosas fen como aparnta. ser. De aguedo con sto, eit foncepte popular de que ef individuo ofrece st actuacién J presenta sa funcién «para el beneticio de otra gentes. $2 convenienteinilar un examen de ls actuacionesinvir: tiendo el problema y observando la propia confianza del individuo en la impresiGn de realidad que intenta engendrar en aguellos entre quienes se encuentra. En un extremo, se descubre que el actuante puede creer por complet n sus propos aos, puede estar dceramente fonveneido de que ta impresiin de realidad que pone en escena es la verdadera realidad. Cuando su piiblico también se oonvence de la representacién que él ofrece —y este pa fee ser el caso pico, entonces, al menos al principio, solo el socidlogo 6 los resentidos sociales abrigarén dudas scercd de la tos al mundo como individuos, logramos un carécter y lle ‘gamos a ser persona: Sepinanr he ad aque Ine rodeaben; en otras palabras, se haban integrado en el am- Biente personal fo suficiente como para comprender el prejuicio copsesto a sis engafios, Parecia como si se hublesen vuelto bsstante Sensatos como para tolcrar la imbecldad crcundance al haber de ‘blero, finalmente, que se ttataba de estupides 7 no de malignidad. Por cansiguiente, podlan obtener setisfacciones del contacto con otro, imlentat , ex: American Sociologicl Review, X33U, pigs, 5056. TA. L: Kroeber, The Nature of Culture, Chicago: University of Chicago’ Press, 1952, pig. 311. 3B EE EE'”~SC OE os prpens de un modo general prefijdo,« find. deine sinuacin con respecto a aquellos que observan dicha ac: tuactn La Tacha enon a doin capreiva de tipo cotriente empleada intencional o inconscicntemente ct iedan durante g stan, Pata empent, ser con bales dele fie a primer lugar, se encuentra el medio (setting), que inchy al mobili, el decorad, los equips y ofc elencntoe propios del trasfondo escénico, que proporcionan el esce- nario y utileria pare el flujo de accién' humana que se desa. olla ante, dentro o sobre él, En términos geogtilicos, el medio tiende a permanecer fijo, de manera que los que usen tun medio determinado como parte de su actuacién no pac: iden. comenzar a actuar hasta haber liegado al lugar eon. veniente, y deben terminar su actuacidn cuando lo abando. nan, Solo en citcunstancias excepcionales el medio se traslada coa Tos actuantes; vemos esto en el cortejo finebre, el desfile civieo y las fantésticas procesiones que integran ef quchacer de reyes y reinas, En su mayor parte, estas excepciones parecen oftecer algsin tipo de proteccién adicional para ac- fuantes que son, o se han vuelto en ese momento, altamente sagrados. Estos personajes eminentes deben distinguirse, sin dada, de Jos actuantes profanos pertenecientes al tipo de Jos vendedores ambulantes que, entre actuacidn y actuaciGn, trasladan su lugar de trabajo, a menudo por necesidad. En Jo que respecta a tener un lugar fijo para el medio, un gobernante puede ser demasiado. sagcado yun vendedor ambulante demasiado profano, Al pensar en los aspectos escénicos de la fachada tendemos grea eI sal de estar deur deteroad ny en el pequefio niimero de gctuantes que pueden identificarse totalmente con ella. No hemos prestado suficiente etencién a Tos conjuntos de dotaciones de signos (sign-equipments) que una gran cantidad de actantes pueden considerar pro- plos durante breves periodos. El hecho de que haya’ un clevado niimero de medios lujosos disponibles para ser al- gplados por aquellos que pueden pagaros es caracteraticn lc los paises de Europa occidental, y constituye sin dude una fuente de estabilidad para ellos. Se puede traer a cola. cién un ejemplo proveniente de wn estudio sobre el funcio. tao de mayor jearquia de Ia adminstracén piblica bo 34 BI problema de establecer hasta d6nde los que aleanzan la ‘méxima jerargufa en la administracién publica adoptan el ‘tono» 0 «colors de una clase distinta de aquella a la que ertenecen por su nacimiento, es delicado y dificil. La tnica Informacién definida referente al probleme son las ciftas relatives a la pertenencia a los grandes clubes de Londres. ‘és de las t2es cuartas partes de nuestros altos funcionarios administrativos pertenecen a uno o varios clubes de elevado status y lujo considerable, donde tos derechos de ingteso pueden ser superiores a las veinte guineas, y la suscripcién fanual de doce a veinte guineas. Estas instituciones pertenecea. 1s clase superior (nf saul a lta media) por sus sedes, equipos, estilo de vida que allf se practica, su ftinéslera toda, Atngue muchos desus miembros no” po din sex consideados como rico slo a, hombre, Heo podria, sin ayuda, prover para sf y su familia habiteciSn, Slimento, bebida, servicio y otras comodidades de Ia vida del mismo nivel que las que encontraré en el Union, el Traveller's 0 el Reform.* Onzo ejemplo lo brinda el reciente desarrollo de la profesién médica, donde observamos que es cada vez més importante ra un médico tener acceso an labora escena lenin jue proporcionan los grandes hospitales, de manera que di Mid er menor el nimero de médicosexpaces de sentir que Su medio estd constituido por un lugar que se puede certar 1 Ta nbche.* §itomamos el rérmino «medio» para referimnos a las partes escénicas de la dotacién expresiva, se puede tomar «facheda personal» para seferirse a los ottos elementos de esa dota. €iéa, agellos que debemos identifica fntimamente con el fctuante mismo y que, como es natural, esperamos que Io sigan dondequiera ve vaye, Como parte de la facade sonal podemos inclu: las insignias del cargo o range, Festido, el sexo, la edad y las catactristicas raciles, el ta imafio ¥ aspecto, cl porte, las pautas de lenguaje, las expre- siones faciales, los gestos corporales y otras catacterisicas semejantes. Algunos de estos vehiculos transmisotes de sig- 8H. E, Dale, The Higher Civil Sereice of Great Britain, Oxford: Oxford Universcy Press, 1941, pd. 50. 9 David Solomon, «Career Contingencies of Chicago Physicians, esis lncdita de. doctorado, Universidad de Chicago, Departamento de So- ologta, 1952, pas 74. 35 nos, tales como las caracteristicas raciales, son, para el indi- vidio relativamente fijos y durante ua periodo de tiempo zo varfan de una situacién 2 otra, Ademés, algunos de estos vehicules de signos —como la expresin facial son relati- vamente méviles o transitorios y pueden variar durante una gevucién de un moment « ar, s conveniente, a veces, dividir los estimulos que componen la fachada personal en’ «apariencia» (appearance) y «mo- ales» (manner), de acuerdo con Ia funcién que desempefia Ja informecién transmitida por estos estimulos. Cabe consi- derar que la «apariencia» se refiere a aquellos estimulos que funcionan en el momento de informarnos acerca del status social del actuante. Estos estimulos también nos informan acerca del estado ritual temporario del individuo, es decie, si se ocupa en ese momento de alguna actividad social for: ama, trabajo o recrecion infermal, i celebra 0 no una nue- vva fase del ciclo estacional o de su ciclo vital. Los «modsles», por su parte, se refieren a aquellos estimulos que funcionan en el momento de advertisnos acerca del rol de interaccisn ue el actuante esperaré desempefiar en Ia situacién que se avecina, Asi, modales arrogantes, agresivos, pueden dar la impresién de que este espera ser el que inicie Ia interaccién verbal y dirigir su curso. Modales humildes, gentile, pueden dar la impresién de que el actuante espera seguir 1a direc- cién de ottos 0, por lo menos, de que puede ser inducido a hacerlo. A menudo esperamos, come es natural, una coherencia con- frmatoria entre la apariencia y los modales; esperamos que lay difeencias de status soial ene los inerectantes se expresen, en cierta medida, por medio de diferencias con- sgruentes en las indicaciones que se hacen del rol de inter- accién esperado. Este tipo de coherencia de la fachada puede cjemplificarse con la siguiente deseripcién del paseo de un mandarin por una ciuded china Inmediatamente detrés (...) la lujosa sila del mandatia, conducida por ocho portadores, lena el espacio Libre de la taille, Es el alcalde de la ciudad, y supremo poder para todos los fines précticos. Es un funcionario de aspecto ideal, por . 39 rn ejemplo interesante del dilema que implica Ia seleccién + una fachada apropiada entre vatias de ellas instisfactorias sede encontrarse en las organizaciones médicas norteame- sanag actuales en lo referente a la administracién de anes- Sia En algunos hospitales, la anestesia es atin adminis- ada por enfermeras por detrds de la fachada que les es licito thibir, independientemente de las tareas que realizan —fa- vada que comporta subordinacién ceremonial a los médicos ‘una paga relativamente baja—. A fin de establecer la anes- sioloya como espcildad pas médicosgraduados, los pro siondles interesados han tenido que defender con empeiio idea de que administrar anestesia es una tarea suficiente ente compleja y vital como para justificar en aquellos que “realizan Ta recompensa protocolat y financieza dada a los &icos, La diferencia entre la fachada que mantienen las semeras Mu mantine Jos meds es grande; m- sas cosas eceptables para aquellas son injra dignitatent tos. Algunas personas conectadas con fa medina expe cava it sensaion de que para a taren de administer anes sia una enfermera esté «subcalifiada» y un médico «super. Iificadop; st hubiese un stats intermedio entre la enfer eray el médico, el problema tendrfa quizés una solucién 4% facil™® Del mismo modo, si el ejército canadiense hu- ¢ contado con un rango intermedio entre teniente y pitén, dos estrellas y media en lugar de dos o tres, los pitanes del cuerpo de odontologfa, muchos de ellos de gen Serco inferis,podsan aber reibido un rango duet te realmente se les dig. Heo aus Tes capeanis 2 tengo Ia intencién de destacar el punto de vista de una sanizacién formal o de una sociedsd; el individuo, en ‘Véase el tratamiento exhauitivo. de este problema en Dan C. sie, «Doctors without Patient: ‘The Anesthesiologist, « New Me 12 Speciale, tei nga de lcensatra, Univerrcad de Chicago, partapento de Sociologia, 1930. Véase tambien l tetesto, en tet ‘es, dol De, Rovenstine, por Mak Murphy, «Avesthesiloget, en New Yorker, 2 de cere y It y 8 Ge hoviembre de 1547, [Fa senos pie cane y ol tate de ein zen tres gue esti por debao de las del médico y por encima Ike de Lo enfermera. Dichestazeas bo rejieten, presumilcscate tio grado. de expeiencla 5 entenamient pidetco, porgue, 2 a ese suru intermedio de femacién médien es una Oblcioa Zana fs hs, todos oe Cumin com lao eh cuanto poscedor de una serie limitada de dotaciones de Signos, ambign debe realiza infuses elesope. At en a comunidad agricola estudiada por ef autor, los anfitriones con frecuencia sefialaban a visita de un amigo ofreciéndole fin ttago de bebida fuerte, un vaso de vino, alguna mezcla casera 0 una taza de té, Cuanto mayor el rango 0 status ceremonial temporario del visitante, mayor Ia probabilidad de que recibiera un ofrecimiento préximo al extremo alco- hholico de la gama. Ahora bien, un problema asociado con esia gama de dotaciones de signos era el hecho de que siusos agruloes no podian costae ung bel de be bida fuerte, de modo que el vino representaba el gesto més generoso que podian realizar. Pero una dificultad més co- Sriente era quizds el hecho de que ciertos visitantes, en raz6n de su status permanente y temporario en ese momento, su petaban el rango de una bebida y no alcanzaban el de la {gue seguia inmediatamente, Con frecuencia, exstia el peligro de que el visitante se sinticra algo egraviado 0, por lo con: trario, de que la costosa y limitada dotacién de signos del anfitrién se empleara de manera ersGnea. En nuestra clase media se da una situacién similar cuando una anfitriona tiene que decidir si ha de usar o no Ja platerfa buena, 0 qué Seri lo més spropiado para lucir: su mejor traje de tarde se ee de noche nfs en i He sugerido que la fachada social puede dividirse en partes tradicionaes, tales come medio, apariencia y modales, y que 2 causa de que se pueden presentar rutinas diferentes tras tan nmaLachad, el qrcte espctco de une actuaiéa tal vez no se ajuste perfectamente a la apariencia gener Elitizade conf cull se nor presenta, Estos dos Rechos, tomados simulténeamente, nos llevan a estimar que los ele mentos de la fachada social de una ratina particular no solo Se encuentran en las fachadas sociales de toda una gama de rutinas sino que, ademds, la gama total de rutinas en Ia ual se encuentra un elemento de la dotacién de signos diferird de la gama de rutinas en la cual ha de encontrarse otto elemento de la misma fachada social. As{, un abogado puede habla con un dlenze dentro de un marco social que & emplea solo para este fin (0 para un estudio), pero los ttajes que usa en dichas ocasiones también serdn adecuados para cenar con sus colegas o ir al teatro con su mujer, Del Inismo modo, los grabados que cuelgan de las paredes de su estudio y las alfombras que cubren el piso se pueden encon- a1 trar en estableciméentos sociales domésticos, Es obvio que en ocasiones de gran ceremonia, medio, modales, manert y apariencia pueden sex inicos y’ especificos, empleados tan solo para actuaciones de un solo tipo de rutina; sin embargo, lua uso tan exclusivo de la dotacién de signos es la excepeisn antes que la regla. Realizacién dramitica Mientras se encuentra en presencia de otros, por lo general, el individuo dota a su actividad de signos que destacan y pintan hechos confirmativos que de otro modo podrian pet manecer inadvertidos y oscuros. Porque si la actividad del individuo ha de llegar a ser significante para otros, debe mo- vilizarla de manera que exprese durante la interaccién lo que i desea transmitir. En realidad, se puede pedir al actuante 7 no solo exprese durante la interaccién las capacida- les que alega tener sino que también lo haga en forma instantdnes, As siun &sbitro de fitbol quiere dar ta inpre sién de que esté seguro de su juicio, debe renunciar al tmomento de reflexién que podria conferirle seguridad acer- ca de su juicio; debe tomar una decisién instanténea, de ‘manera que el publica que lo observa esté seguro de que al esta seguro,?? Se puede sefialar que en el caso de algunos status Ja drama- Hizacén no preseata problema algonoy ya que Gertos cone instrumentalmente esenciales para Ievar a cabo la tarea niicleo del status estén al mismo tiempo muy bien adapta- dos, desde el punto de vista de la comunicacién, como medio ara transmitir de manera vivida las cualidades y atributos ue alega el actuante. Los roles de los boseadores, Grujenoe, violinistas y policias son ejemplos de este caso. Estas activi. dades dan lugar a tal grado de autoexpresién dramética que profesionales ejemplares —reales o ficticios— Megan a ha- cerse famosos y a ocupar un lugar especial entre las fantasias ‘comercialmente organizadas de la nacién, En muchos casos, sin embargo, la dramatizacién del propio trabajo constituye un problema. Se ‘puede citar el ejemplo 2 Nee Babe Poli, gine lato hac a Joe King, dr, Unp, Filadelfia: Westminster Press, 1953, pég. 75. : 42 ce cextraido de un estudio hospitalatio en el que se muestra que See emer clinica tiene un problema del ‘que carece el de enfermeria quinirgica: Las tareas que realiza une enfermera pata pacientes en post- operatorio en el sector de cirupla son, com frecuencia, de scconocia importenci, hasta per oy acess extals ¢ Scar contin as, acon Sartre ope cas, y puede advertir que estas son actividades que encierran a “ope “iermishdo Aun ale imposible estar a su lado, el enfermo puede respetar sus actividades pues estas tan objeto. ; Tsvenfermeda cnn es tambign un tabao altamente expe cializado. El diagnéstico del médico debe basarse en una Cuidadosa observacin de s{ntomas, realizada durante un pe- odo prolongado, mientras que el del cirujano depende en tran parte de elementos vsbles, La fate de wsbidad cen problemas alos cision. Un pacente werd que gu enfermera fe detiene junto a la cama vecina y cherla durante unos momentos con el pacinte que In gcupa, No sabe que es bservando el ritmo de la respiracién y el color y tono de la ic, Piensa que els solo est de vista, Lementablemente, mismo piensa su familia, que puede, en consecnencia, de- cldfe que etas enfermerss no ton demesne ils ra pasa més tiempo junto a la cama vecina que ee ‘meras «pierden el tiempo», a menos que estén en constante movimiento, realizando tareas visibles, tales como la aplica- én de ingecciones hipodérmicas."* | mismo modo, al propietario de un establecimiento de Pau puede reales cited dramstiza Io que se hace en realidad por Jos clientes, pues estoy no pueden ever» costo genetales del servicio que se les ofrece. Asf, los em- presatos de pompas finebres deben cobrar grandee suas or a producto altamente visible —un cajé, que ba sido transformado en féretro—, ya que muchos de los otros cos- ter gee imple la orgunasclon fe un funeral no pueden et 18 Edith Lentz, «A Comparison of Medical and Surgical Flooce» soa tenn sel Rete nts y Cabra Sl us de Now Yorks 1954, ples 23 (nieog. a dramatizados con faclidad.® También los comerciantes des- Sdbren gue deben cobrar altos precios por productos que Sparentan ser intinseeamente costosos, a fin de compensar af establecimiento por los segues, period de inact,» Stsas cosas que dnvomen muchos gastos y nunca aparecea gato fo de lence,” © * El problema de dramatizar el tribsjo propio signif més aque'el mero hecho de hacer vsibles los costos invsibes, El abajo que debe ser realizado por aquellos que ocupan Cle tos status esté, con frecuencia, tan pobremente proyectado como expresidn de un significado deseado, que af el benef Gfatlo quisiera dramatizar el cardter de sa rol, deberia des. viar para ello una apreciable cantidad de su energia. Y esta Ictivided desviada hcia Ie comunicacién requerira a menudo atriburos diferentes de aquellos que se dramotizan. Ast para amacblar ona casa de modo de expresar ana dignidad sim: ble, reposeda, el duco deberl quid corer 1, les remates, ict con antares y nur tepamente tse fos negocios locales para conseguir papel para empapelar 7 velas ora cortinas Bara dar ona chatla redial que parezca geninamente informal, espontdnea y descansaday el locator Sed tenga que planear si guidn con afanoso caldado, pro- Gando uns fase tas otta, a fin de mantener el contzoido, lenguaje, ritmo y elocucién del lenguaje cotidiano.*® Del mismo modo, una modelo de Vogue puede, mediante su testido, postirs y expresion facial; expresat fslmente una tefinads compreatién del libro que tene en la mano; pero aquellos que se tomen el trabajo de expresare de manera tan aproplada tendrdn muy poco tiempo para leer. Como fo tefiald Sartre: El alumno atento que desea estar atento, sus ojos clavador en la macstia y sus ofdos bien abirios, ie agota de tal modo representando el papel de atento que racmina por no cacacher nada». Ast los individoos’ 9¢ (9 El material sobze el negocio de pompas finebres utilizado a lo po de este estudio fue tomado de Robert W. Habenstcin, «The Amescan Funeral Director, tesis inédita de dociorado, Universidad 4e Chicago, Departamento de Sociologia, 1954. Debo mucho al ante lnis de Hahenstein accren de la ceremonia finebre considersda como tna actus, 20 John Hillon, eCaleulated Spontancty>, en Oxford Book of En dish Talé, Oxford: Clarendon Press, 1953, pis. 399-404, 4 'Sartge, Being and Nothingness, wad. al inglés por Hizcl E, Bornes, Seva York: Philosophical Library, 1966, Dig. 60 enfrentan a oe con el Cr de Gers versus: sexidns Agulloc que posesn el dempo ya talento pars Tealoar Gann eiea Doeden no tence, ot Ia mista rb, niel Hleanpo ni el talento para mostrar que lo estén ao Bien. Se Puede decir que spans onganizacones reuelven este ilema delegando oficialmente la funcién dramética en tun especialista gue pasard el tiempo expresando la significa- ciéa de la tarea y no efectudndoia en realidad. ‘Si alteramos eae ae ren ee on y_de una actuacién particular nos volvemos hacia los indi- viduos que la sentan, podemos considerar un hecho interesante acerce de fa serie de retinas diferentes que cual- Guier grupo o clase de individuos ayuda a realizar. Cuando se examina un grupo o una clase, se advierte que sus miem- bros tienden fundamentalmente a conferit a su yo ciertas tina determinadas, ya dar menor importnca's las de tis. Asi, un profesional puede estar dispuesto a adoptar un rol muy modesto en la calle, en un negocio, o en su hogar, pero en la esfera social que abarca su manifestacién de com- Fetencie profesional le preocupard mucho hacer una exlib cién efectiva, Al movilizar su conducta para realizar dicha exhibicién, le preocupard no tanto la serie completa de las diferentes rutinas que realiza sino tan solo aquella de la cual deriva su reputacién ocupacional. Con referencia a este problema, algunos escritores han quetido distinguir los gru- Fee de Mision aitoctcs (eudgpicre que Seat stat social) de los de caracteristicas de clase media. Se ha dicho que el hébito aristocrético es aquel que moviliza todas las actividades menores de la vida que caen fuera de las serias especialidades de otras clases ¢ inyecta en estas actividades una expresién de cardcter, poder y rango elevado. Por medio de qué realizaciones importantes aprende el joven noble a mantener la dignidad de su rango, y a hacerse acreedor 2 esa superioridad sobre sus conciudadanos, hasta Ta cual lo ha elevado la virtud de sus antepasados? ¢Por ef conocimieno, ol taba, In pacencs, I autonegsion 0 fn tipo de vittad? Como todas sus palabras y todos sus nettles son observa desorells une steneiGn bitual por cada una de las circunstancias de conducta co- tiente, y estudia cémo realizar todos esos pequetios debe- res con la més precisa correccién. Como tiene conciencia del ‘grado en que se Jo observa, y hasta gué punto la humanidad 45 BIBLIOTECA LUIS GONZALEZ EL COLEGIO DE MICHOAGAN, AG, std dispuesta a favotecer todas sus inclinaciones, actta, en las ocasiones menos importantes, con esa libertad y elevation ue el pensamiento de esto inspira naturalmente. Su talante, su modo de ser, su porte, todos ellos caracterizan ese ele. ante y agraciado sentido de su propia superioridad al cual iffcilmente tienen acceso aquellos que nacen en condiciones sociales inferiores. Estas son las artes por medio de las Guiles se propone lograr que le humanidad se someta mas Kicilmente a su autotidad y gobemar sus inclinaciones de seed cog,m propio plat 'y en esto rant vere ve frustrado. Estas aries, apoyadas por tango y preeminencia, son, de ondinatio, sficientes para gobernar el mundo. Si aes visas existisan os edad, proporcionan tun grupo adecuado para estudiar las técnias por medio de Ins Gales fs actividad se transforms en exhib, Idealizacién Ea, pisnas anteriores se sefilé, qe Ja jeraciin de ume rutina presenta a través de su fachada algunas exigencias ids bien abstractas sobre el publico, exigencias que probs- blemente Je serdn presentadas durante Ia actuacién de otras rutinas, Esto constituye una forma de «socializar», moldear y modificar una actuacién para adecuarla a la comprensién y fexpectativas de Ja sociedad en la cual se presenta. Quiero considera agu otro aspecto importante de este, proceso de soclalizacién: Ia tendencia de los actuantes a ofrecer a sus observadores una impresién que es idealizada de diversas El concepto de que tna actuacién presenta un enfoque idea. lizado de la sitacién es, por supuesto, bastante comtn, El unto de vista de Cooley puede ser tomado como ejemplo: ‘Si no tratétamos nunca de parecer algo mejor de lo que so- tos, gedmo podriames mejorar o , exis de doctoredo, Co- Inmbia University, Departamento de Sociologts, pig. 184. 3 j mos en privadc Io asignemos a un sirviente, al mercado impersonal, «un especialista legitimo 0 a uno ilegitim. Intimamente relacionada con la nocién de trabajo sucio existe una quinta disctepancia entre apariencia y actividad real. Si la actividad de un individuo ha de sintetizar estan- dares ideales, y si se ha de hacer una buena exhibicidn, es probable que algunos de estos esténdares sean conservados en piblico a expensas del sactificio privado de otros. Con frecuencia, como es natural, el actuante sacrficand aquellos estandares cuya pérdida puede ser encubierta, y hard este sactificio a fin de mantener otros cuya aplicacién inadecuada no puede ocultarse, Asi, en épocas de racionamiento, si un restaurateur, almacenero 0 carnicero quiere mantener su acostumbrado despliegue de variedad, y afianzar Ia imagen que de él tiene el cliente, su solucién pueden ser las fuentes Ocaltebles ‘de eprovisionamiento ilegal. Asi taubiéo, af un servicio se juzga sobre la base de la velocidad y la calidad, ‘es probable que la calidad ceda ante la rapidez porque la calidad inferior puede ser encubierta, no asi Ja lentitad en el servicio. De modo semejante, si los asistentes de una sala de enfermos mentales deben mantener el orden y al mismo tiempo no deben pegar los pacientes, y si esta combinacion a bouts es dificil de mancener, el ee aes adegollado» con una toalla mojada y sometido por asfixia de un ie no deja evidencia visible de malos tratos,* La ausencia de malos trator puede fingirse, el orden not ‘Los estatutos, reglamentos y Grdenes més féciles para hacer aibservar son aquellos que dejan pruebas tangibies de haber sido obedecidos 0 m0, tales como las disposiciones per- tinentes a la fimpieza de la sala, cierre de puertas, uso de bebidas alcohdlicas durante Jas horas de trabajo, empleo de medidas de represiGn, etcttera# ‘Acé serfa inadecuado volverse demasiado cinico. Con fre- cuencia descubrimos que, si han de lograrse los objetivos ideales més importantes de una organizacién, serd necesario a veces desviarse momenténeamente de sus otros ideales, 441 Robert H. Willoughby, «The Attendant in the State Mental ‘Hospital, iesis inédta de licencatara, Universidad de Chicago, De- partamento de Sociologia, 1953, pg. 44 42 Thid., pigs. 46, 56 —- ‘manteniendo, sin embargo, Ia impresién de que estos estén arin vigentes. En tales casos, no se hace un sactificio en favor del ideal més visible sino del legitimamente més im- stante. Un trabajo sobre la burocracia de la marina de goers lo ejemplifica Esta catacteristica (secreto impuesto por el grupo] no es de ringtin modo enteramente atribuible al temor, por parte de fos miembros, de que salgan a relucir elementos desagrada- bles. Si bien este ‘emor desempefia siempre agin papel al mantener oculto el ecuadro interno» de cualquier cacia, se debe asignar mayor importancia a una de las ca- racteristicas de le estructura informal en si. Porque Ia es- iructura informal estd al servicio del importante papel que consiste en proporcionar un canal para trampas de las reglas y métodos de procedimiento formalmente.prescriptos. Nin- ope otgunizatién cree que puede permiise pubiat ees métodos (por medio de los cuales se resuelven ciertos pro- Bema, como es importante notat) antics a los sanci aados de manera oficial, y, en este caso, a los sélidamente sancionados, caros a las'tiadiciones del grupo." Finalmente, encontramos actuantes que con frecuencia fo- mentan la impresiGn de que tenfan motivos idesles pata adquirir el rol que camplen, que poseen una capacidad ideal Jase desempetaro, y que no era nocsaro que sufiran in ‘ignidades, insultos v humillaciones ni que hicieran «tratos» sobrentendidos a fin de obienetio. (Si bien esta impresion jenetal de sagrada compatibilidad entre el hombre y su tra- jo es qui comiinmente fomentada por miembros de las profesiones superiores, también se encuentra un elemen- to similar en muchas de’las menores.) Como refuerzo de estas impresiones ideales, existe una especie de aretdrica del gpitenamiento» por medio de a cual sndeatos, niveride des, gremios y otros cuerpos que proveen ‘fralos habilitantes requieren gue sus miembros absorban un drea y un perfodo de formacién misticos, en parte para mantener un monopo- lio, pero también en parte para fomentar le impresién de qué el profesional autorizado es alguien que ha sido recons- tituido por su experiencia de aprendizaje y que est ahora 43 Charles Hone Page, «Buresueracy's Other Faces, en Social For cs, av, pg. 90. 37 situado en un nivel diferente del de otros hombres. Ast, a Green que el coro universitario de cuatro afios requends Sri d Mince ees oe ae ate aa ee cafes gue un cape am Bee & todo lo realmente hecesario* Se puede atadis que ke zante Ia Segunda Guerra Mundial el eécito nortesnsrice {Hat inocentemente, profesioneseoimo lacmaciay reloers dk, odo porameite instrumental, y entend 4 profes Iiembros etbleido de onos “its ote, oro de que los clétgos dan la impresisn de que ingresaron oe a, iplesia gracias a un llamado de la vocacin; ef Estados Ung os esto suelo encubris su interés en ascender soit 9 Gran Bretafa, su interés en no. de ad Y, una vez mis, los sacerdotes sucles en parte sobre Ia base de su origen etnico, 5 to SEES Ber Ges eet acral ele aus ne Pero en la interaccién real entre médico y" tock 8 petite dearrolar in impresign de que d sede ee cp Pursmente a causa de sus aptitudes y formacign cope « manera similar, los ejecutivos a menudo proyscron Buesto en parte porque patesen een den trabajar como tales ee? Sieeutives, y no porque pue- un candidato porque tenia « ientes dem: Senate Ie ts pat cle dhs, 0 bebfan y famaban en enceso durante ue ase ste Sein rr Pe le Sociologia, 1943, pag. 87. ° sneer 38 | i Con frecuencia, los empleadores estipulan abfertamente re- aguisitos zacialesy religiosos.*° Bs posible que los aemantesintenten incluso dar Ja impre- Tae de gue su porte y capacidad actoales son algo que 'Giipre han poseldlo y de que nunca han tenido que sbrise Eine difiultosameace a taves de un periodo de aprend- tie, En todo esto, cl actuante puede recbir asistencia tacita et Sablecimiento en el cual ha de aceuar. Ast, muchas s- Scala ¢instituclones rquncianrigidos requisitos y exdmenes Eingreso, pero de hecho quiz techacen a muy posos candi- dicos Por gemplo, un hospital de enfermos meatales puede Saigit que los fotoros asistentes se sometan sun test de Resschach ya une large entrevista, pero sn embargo ex ear a todos los que se preseaten.*8 Er entonees bastante interesante advertir que, cusndo Ja importanca de los requsits no oficales se convierte ea un Sscindalo © problema politico, algunos individwos que x fecen de lacapacidad informal pueden ser admitdos pompo- Eemente, asigndndoceles un rol muy visible como evidencia dk juego limp. Se crea as{ una impresidn de legtimidad** He sefalado que un actuante Gende « encubriro dar menor iimportaneia « agueli actividades, hechos y motivos incom Patbles con une version idealizada de si mismo y de sis bras. Adem, el que acta produce a menudo en Jos mem ros de su auditor Ta creencia de que esté relacionado Ca lor dean pos al def gen Wai S5t."Se pueden char dos ejemplos generals. En primer logar, los individuo fomentan con, frecuencia la impen de gee Is rtna gos ran on el momento fr pica rutina, 0 por lo menos la més importante, Como s¢ Sefald anteriormente, el audiorio, asa ver, 8 menvdo da or sentado que el cadcter proyectado ant ellos es todo [> que hay deiris del individuo que actéa para ellos. Como To indica la bien conocida cita de William James: 45 Persia Sayker, «How Executives Get Jobso, en Fortune, agosto Se 1935, pip 182 45 Willoughbs, op. cit, pigs, 2225, 47 Véanse, por ciempio, William Korbaser, . No nor mostramos a nuestros hijos como a nuestros camaradas de club, 4 nuestros clientes como a los obrezos que empleamos 4 nuestros maestros y empleadores como a nuestros amigot intimos.** Como efecto y eauta hubitante de est especie de com promiso con el papel que se acttia comiinmente, advertimes que se produce Ia «segregacién de aucitorioso; merced 2 ella el sujero se asegura de que aquellos ante quienes repre- senta uno de sus papeles no sean los mismos individuos ante quienes zepresenta un papel diferente en otro medio. La searegaciéa de auditorios como axtificio para proteger las impresiones fomentadas seri considerada més adelante, Aqui solo quisiera sefialar que, aun cuando los actuantes intenta- an cestruir esta segzegacién y la ilusién por ella estima. Jada, el piblico a menudo impeditia esta acci6n. El auditorio uede ver un gran ahorro de tiempo y energia emocional en el derecho a tratar al actuante en su valor ocupacional apa. ente, como si este fuera pura y exclusivamence aque. Mo que pretendfa su uniforme.® La vida urbana se volveria insoportablemente pesada para algunos si todo contacto en. tre dos individuos encraftara el compartir desgracias,, pre. cupaciones y secretos personales. Asi, si un hombre ‘desea que se le sirva una comida con tranquilided, quiza busque ds servicios de una camarera més que Jos de una esposa En segundo lugar, los actuentes tienden a fomentar Ia im- resin de que Ia actusci6n corsiente de su tutina y su telacién con su auditorio habitual tienen algo especialy tinico. Se oculka el carécter rutinario de Ja actuaciSn (cl actuante mismo no tiene, por lo general, conocimiento de cudn rutinaria es en realidad su actuacidn) y se acentéan los fspectos espontineos de Ta. situacién. El actuante.médico proporciona un ejemplo obvio. Como sefala un escritor: $8 Willan Janey, The Pioopéy of Willam Jones, Nueva Yo Random House cl. Nader Llbety «pops 1565s YORE {8 Quleo capi mi eetndeinien a P obs suger. farren Peterson por esta } 4 debe Hinge buenn memoria. El paciente, consent Geta importancia singular de los acontecimientos que suce- $e emo de eh eeuesdn todo y, en su delete al reexrselo STmédico, sufre’ de una «completa evocaciSn>. El paciente fo puede creer que el médico no lo recuerde también, y su Degullo se siente muy herido si este wltimo deja percibir gee no lleva anotado en su mente, como primera prioti- Gad, qué tipo de tabletas le receté en su tltima visita, en ‘qué desis y en gué oportunidad. ‘De modo similar, como sefila un estudio actual sobre mé- Geos de Chicage, un clinico presenta un especalista a un pactene como amor eleccgn por razonesténiis) peo, eexrealidad, cl especialista puede haber sido elegido en parte ‘a causa de vinculos universitatios o de un arreglo para com- artir honoratios, o de algtin otro guid pro quo claramente Fefinido entre ambos médicos.© En nuestra vide comercial ‘esta caracterfstica de las actuaciones ha sido explotada y difamada con el titolo de «servicio personalizadon; en otras frcas de la vida bromeamos acerca de cierto tipo de especial solicitud del médico hacia el paciente. (Con frecuencia olvi- demos mencionar que, como actuantes en el rol de clientes, fovotros, con mucho tact, spoyamos cate efecto personal zante intentando dar la impresién de que no hemos «com- prado» el servicio y a0 tendsiamos la idea de obsenerlo en Bingtin otto lado.) Quied sea nuestra culpa la que ditigis nuestra atenciéa hacia estas éreas de craso «seudo-Gemeins- chaft», porque dificilmente exista una actuaci6n, cualquiera {que sea el drea de la vida, que no cuente con el toque per- Sonal pate exagerar la singularidad de las transacciones entre al actuante y el publico. Bor ejemplo, nos sentimos algo. de- tepcionados cuando nos enieramos de que un amigo fatimo, euyos gestos espontineos de calidez sentiamos como perte- ‘nencia exclusiva, habla intimamente con es oF amigos en particular, alguno que no conocemos). Una gufa norte- Ee ion Goules oa dglo ax’ posers one consideracién explicita de este tema: Si habéis dicho una fineca a un hombre, 0 hablis ustdo pata ‘con él cualquier expresién de particular cortesia, no 50 C. BM, Josd, «On Doctores, en The New Statesmen end Nation, § de’ marzo’de 1953, pigs. 255-95, 51 Solomon, op. ct, pf. 146, 6 debieraisemplear la misma conducts pate con ninguna ott fetrona en-au presencia. POF siepols aon caballo ge Peeentra cass ye decs'con condialidad e interés que etfs Scomentoy Ge velen,€l ge sentird complacidg cor le ater, SiGn'y probablaments os lo agradezse; pero si os oye dec fo mismo a otras veinte pefoons, no solo. percibré que testa cotesin 20 eta de aingnvalog sino que seated Geno econo por haber sido exgatodo.” EI mantenimiento del control expresivo Se ha seialado que el actuante puede cgnfiar en que el audi- torio acepte sugerencias menozes como signo de algo impor. tante acerca de su actuacién, Este hecho conveniente tiene St implicancia inconvenient En virtad de le misma te- jencia @ aceptar signos, el auditorio puede entender errénea mente el significado que debia ser transmitido por la suge- rencia, o puede ver un significado molesto en gestos © he- chos accidentales, inadvertidos 0 incidentales, y no desti- nados por el actuante a contener significado siguno. En respuesta a estas contingencias de la comunicacién, los actuantes intentan por lo general ejercer una especie de responsabilidad sinecd6quica, asegurdindose de que en la ac tuacida tendré Tugar la mayor cantided posible de sucesos de menor importancia, por inconsecuentes que puedan ser estos eventos desde el punto de vista instrumental, de modo de no transmitir impresién alguna o bien una impresién compatible y consstente con ia definicin general de la siruacién que se fomenta. Cuando se sabe que el publico es en el fondo escéptico de la realidad que se le impone, hemos estado prontos @ apreciar su tendencia a saltar sobre insigni- ficantes imperfecciones como sefial de que toda la actuacién es falsa; pero como investigadores de la vida social hemos estado menos dispuestos a apreciar que hasta auditorios que simpatizan con el actuante pueden ser momenténeamente perturbados, sacudides y debilitados en su fe por el descu- rimicnto de una discrepancia insignificante en las impresio- nes que se les presentan. Sucede que algunos de estos scci- 52 The Cavons of Good Breeding: or the Handbook of the Man of Fashion, Filsdelfia: Lee y Bland fe, BF 2 ( ates menores y Io std el concepto de personifiacién, Por ejemplo, hay ta. fos ‘stamus en los cuales el hecho de pertenecer ellos cbylamente no esté sujeto a une ratibeacion formal, El dee recho a ser un graduado en leyes puede sex estblecido como wilido'o no, pero el derecho a ser un amigo, un verdadero treyente o tt amante de la misien puede ser confirmado.0 negado solo en cierto grado. All donde los riteios de la n competencia no son objeivos, y donde los profesionales Sane fide no estén organiandoe colectivamente para protege sus eftatuter, un individvo puede lamarse.a sf mismo ox. perto y ser eastigedo tan solo con sonrisas buslonas. TFodas estas fuentes de confusion son ejemplificadas en for ana instractiva por nuestra varable actitad hacia el manejo del status de edad y sexo. Que un muchacho de quince aoe gue conduce un stsomévil o bebe en un bar lnje tener deciocho constituye un hecho culpable, pero hay muchos covtertss socal en los cules seria necro que une mujer no fingiera ser més joven y sexualmente airactiva de Io que en realidad es. Cuando decimos que una mujer deer minada 0 es realmente tan bien formeda como parece, y ue la misma mujer no es realmente médica como. parece, estamos usando diferentes concepios del témmino srealmen’ ten. Adenis, las modiicaiones de la fachada personal que se consideran,terplversacones un afo pueden considerate simplemente decorativas algunos afos despats,y esta disen. sidn puede darse en cualquier momento entre-un subgrupo de esta sociedad y ottos, Por ejemplo, hace muy" paso Fiempo que ocular el cabello gris’ por medio’ del tehido Hegd ser considerado acepuable, yaa hay scctores del pueblo que no lo jusgan petmisible. Se considers correcta aque los tnmigrantesimiten Tos estadounidenses en el ves, tido yen las pautas de decoro, pero «americanizatser el nombie™ o la nari (mediante la cruglaplistica) es tod qiaon sano dic atentemos oto enfoque para comprender Ja. tergiversa cia. Se burden como penta “manifiestan, ect tegérica» o descarada aquella ea la que puede haber prucbas inrefutables de que el autor sabia due mentia y que at fo hizo premeditadamente, Tal, por ejemplo, el pretender que sth sido ent lero pe 0 deena meso, Cuando este noes el caso. (Algunos tipos de personficacion, pero no todas, implican menticas semejantes, y muchas de 62 Véste, por ejemplo, «Tintsire, en Fortune, novembre 1 Nase, por come , noviembre de 1951, 63. Véase, por gjemolo, H. Le Mencken, The Americas Language, $y Notre Yorks Roop 0h ‘aie 474525 ae 64 Véinse, por ejemplo, Plastic Surgery, en Ebony, mayo de 1949, EC Hecregr 7B Sc, Seng Peer er Na Pa tic Operations: Some Sociologia! and Paychatie Considerations, 2 Prychoromatic Medicine, Xt, pags. 27791. 2 estas mentitas no implican personificacién.) Aquellos que Son sorptendidos en el acto de mentir descaradamente 90 | Slo se desprestigian durante la interaccién sino que pueden perder para siempre su prestigio, porque muchos auditorios Zenten que, si.un individoo es capaz de decic tal mentira, franca ins se deber4 confiar totalmente en él, Sin embargo, fay muches «mentiras piadosas» dichas por médicos, post | bles iséspedes y ours, presumiblemente para no cit les fentimientos del auditorio al que se miente, y este tipo de |, falsedad no se considera horrendo. (Estas mentiras,diches tara proteger # otros antes que pata defender el «sf mismo», | Balen eer covidraca ms adelante) Ades ola | Vide cotidians es posible que por lo general el actuante cree | intencionalmente casi todo tipo de impresiones falsas sin | colocarse en Ia posicién indefendible de haber dicho une | mentira neta, Las téenicas de comunicacién como las alusio- res indirectas, la ambigiiedad estratégica y las omisiones fun- Gementales permiten al que informa erténeamente benefi- Glarse con meatitas sin proferir ninguna, desde el punto de | Yee eenico, Los medios de mas lene su propia versisn de alloy demuestran que, mediante Gnguloe de ciara ade | quados } una apropiada direccién, la frla respuesta del pti blico & una celebridad puede trarsformarse en un torrente de entusiasmo.® Se ha dado reconocimiento formal 2 los matices que van de in mentira a la verdad y a las desconcertantes dificultedes causadas por este continuo. Organizaciones tales como las juntas de bienes ralces poscen cédigos explicitos que espe- Gifican ‘hasta qué grado. las. exageraciones, formulaciones {incompletss u omisiones pueden producic impresiones dudo- sas” La edministracion piblice briténica funcfona aparen- temente sobre la base -de un entendimiento similar: | En este caso la regla (en lo referente a «manifestaciones que | estén destinadas @ publicarse 0 es probable que lo seat») 65 Un buen ejemplo de esto. puede encontrasse en un estudio sobre la Tegada de MecArthar a Celeago durante la Convencion Neccnal ‘el Passo Repoblicano, Véase ey G- Lang, «The Unique Pers pective of Television and its Hlfect: A Pilot Stodys, en. Amerioas Secologiea! Review, xvi, pigs, 312. 6 Vease, por elemplo, E- C. Hughes, «Study of ¢ Secular Instive fon: The Chicago Real Estate Boasdo, tess inédlte de doctersdo, Universidad de Chicago, Departamento de Sociologia, 1928, pls. 8. es simple, No se puede decir nada que no sea verdad: a veces es tan inneceserio como indeseable, aun en benelicio del interés priblico, decir todas las cosas pertinentes que son al mismo tiempo ciertas; y los hechos presentados pue- den arreglarse en cualquier otden que se considere adecuado, ‘Lo que un redactor hébil puede hacer dentro de extos limites ts mangvllos, Se pods decir, con cnkmo pero con ceta parte de verdad, que la respuesta perfecta a una pregunta Embartzon en la Clinara de fos Comunes ef aquclt que €s concisa, que patece coatesiat a Ja pregunta de manees completa, que al ser cuestionada puede probar su exactitud Palabra por plabra, que no da pe « less 6 costowos, aspiaciones c inguietades personales, acciones | Geits ics, opiniones verdaderss sobre paientes amigos fmuruos, ete’® Con tales puntos de reticencia estratégca- frente situados, es posible mantener un deseable stats quo tia relacion sin nevesidad de aplicr rigidamente las impli- sxcones de ete aed todo le ‘ahi ee vide ind lo més importante de todo sea To siguiente: debemos tar que ute Eas impesion manta Sor un lndvid Gn cualguiera de sus nitnas puede constituir una amenaza puta toda Ia relacin o rol, del coal la rutina solo constituye tna parte, porgue un descubrimiento desacreditable en cies to dmbito de le ectivided de un individuo arrojand dudes 11 Véase Harold D. McDowell, Osteopathy: A Study of a Semi orthodox Healing Agency and the Recruitment of ite Clientele, tesis india de licensatura, Universidad de Chicago, Departamento de Sociologia, 1951, ‘2 Véate, por efemplo, David Dressler, «What Don't They Tell Each Other, ea This Week, 13 de septiembre de 1933, 5 sobre los auiezosos campos en log cuales quisé no tenga nada gue ocultar. Del mismo modo, si el individoo sdlo tiene una cosa por ocultar durante una actuacién, y aun si la probabilidad de revelacién solo se da en una oportunidad © fase particular de la actuacién, la ansiedad del actuante bien puede extenderse a la totalidad de la actuacién, En secciones anteriores de este capitulo se sefilaron algunas caracteristicas generales de la actuacién: le actividad orien. tad hacia tates laborales nde a er convertia enact lad hacia Ja comunicacién; es probable que la fachada tras Ja cual se presenta Ja rutina sea también adecuada para otras rutinas algo diferentes, y por lo tanto tal vez n0 se ajuste del todo a ninguna ratina en particular; se ejerce un autocontrol suficiente como para mantener un consenso de tuabajo; se ofsece una impresién idealizada acentuando ciertos ‘hechos y ocultando otros; el actuante mantiene la coherencia expresiva poniendo mayor cuidado en protegerse de faltas menores de armonfa que el gue el piblico podria aginar teniendo en cuenta ef propésito manifiesto de la actuacidn, Todas estas caracterfsticas generales de la actus. cién pueden verse como limitaciones de la intcraccién que se burlen del individuo y transforman sus actividades en actuaciones. En Tugat de tan solo hacer su tarea y dar tienda suelta a sus sentimientos, expresard Ia realizacién de su tarea y transmitird sus sentimientos de manera aceptable. En general, entonces, Ja representacién de una actividad se ale- jad en cierto grado de la actividad en si, por Io tanto, la ‘exgiversard inevitablemente. Y como al individuo se le exi gird valerse de signos para construir una representacién de su actividad, la imagen que construya, por fiel que sea a los hhechos, estard sujeta a todas las disrupciones a que estén sujetas las impresiones, Si bien podsfamos mantengr 1p nocién basada en el sentido comtin de que les apariencias fomentadas pueden desacredi- tatse por una realidad discrepante, con frecuencia no existe taz6a alguna para pretender que los hechos que discrepan dde Ia impresin fomentada tienen mayor grado de realidad objetiva que Ia realidad fomentada que ellos ponen en apric- tos. Una visiGn cinica de les actuaciones cotidianas puede ser tan parcial como la que propone el actuante. Para muchos problemas sociolégicos, puede que ni siquiera sea necesario decidir cudl es més real, la impresién fomentada o la que el actuante intenta impedir que Iegue hasta el auditorio. La 76 . an sideracién socilgica fundamental, al menos en Jo que SSipecta a este informe, es simplemente la de que las im- Sesiones fomentadas en las actusciones cotidianas estén Bietas 2 disrupciones. Queremos saber qué tipo de impre. Sdn de la realidad puede romper la impresién de la realidad Romentada y qué realidad puede verdaderamente destinarse oo: investigadores, Nosotros quetemos pregunta: resulta un aiiente pare que todos la uate con Emplearé el tétmino «equipo de actuaciéno, o simplemente «equipo, pata referirme a cualquier conjunto de individuos gue cooperan pata representar una rutina determinada, En este trabajo consideramos hasta ahora la actuacién del individuo como punto de referencia bésico, y estudiamos dos niveles fécticos: pot una parte, el individuo y su actuacién, y, por la-otra, todo el conjunto de participantes y la inter: accidn total. Este enfoque pareceria bastar para el estudio de ciertos tipos y aspectos de Ja interaccién; todo aquello ‘que no se ajuste a este marco podria ser manejado como tuna faceta compleja de este, que admite una solucién, De este modo, la cooperacién entre dos actuantes, cada uno de 2 Chale 8. Jchason, Psterns of Nearo Seareaton, Nueva York: Hpper Bre 1943, Fee LTR “ Esgure Biluese, Pladlia: Lippiocot, 1953, pi. 6 4 Tle pag Bs m = 90 fos cuales esté ostensiblemente empefiado en presenter st propia actuation especial, puede ser snalizada como un tipo HY acuerdo o entendimientom, sin alterar el marco de refe- fencia bisico. Sin embargo, en el esnadio de casos de deter spades sales sce, a acd coopera de algunos de los particpantes pavece ser demasiado impor- iota cose como un ioe vata de un teina previo, Sea que los miembros de un equipo representen tctuadiones individusies similares o actuacfones distalles que Gers cpjnto enc dent de un ted, sae tI presién de un equipo emergente que puede ser considers Enpvenicntemente como un hecho por derecho propio, como da teweer nivel faetico ubicado entre la actuaciénindivideal, por un lado, y la interaceién otal de los participates, pot Siro. Incluso resulta vilido deci que, si tenemos especial interés en el estudio del manejo de las impresiones, de las ontingencas que surgen al fomentar una impresién y de fas téenins para hacer frente a esas contingencas, el equipo Ta actaaida del equipo podtlan set entonces, con ta26n, las unidades mds edecuadas que habria que tomar en cuenta como punto de relerencia fundamental." Dado este punto de referencia, es posible asimilar situaciones tales como la ine ferscei6n bipetsonal dentro. del marco, desebiendo estas Sitmaciones como una interaccién de dos equipos, en la cual, ada equipo esté compuesto por un solo miembro, (St bi- tlamos-decde un punto de vista Ioglo, hasta se podsiaafir- mar que un audiorio que fue debidamente impresionado por un medio social perticlar en el que n0 habia otras personas serfa un auditorio que presencia le actuciéa de fin equipo que no tiene miemorox) : El concepto de equipo nos permite considerar actuaciones represeniadas por uno o més actuantes, pero también abarca otto caso, Ya hemos sefalado que un actuante puede compe- netrarse de su propio acto, estar plenamente convencido de gue la impresién de realidad que suscita es ln Gnica realidad. Et tales casos, el actuante se convierte en su propio audit slo; llega a set protagonista y observador del mismo espec- 5 El uso del concepto de equipo (en oposicdn al de actuante) fue ‘mado de John von Neumann y Oskar Morgenstern, The Theory of Games and Economic Bebaviour (Princeton: Princeton University Press Died, 1947), esp. de la pag 53, donde se analiza el bridge como un juego entre dos jugadores, cada no de los cuales tiene, en cierto sen do, dos individues'separados que hacen el juego. Bt téculo. Cabe presumir que acepta 0 incorpora los estindares que intenta mantener en presencia de otros, de modo que su conciencia le exige actuar de una mancra socialmente adecuada. Seré menester que el individuo, en su cardcter de actuante, oculte a sf mismo, en su carécter de auditorio, aquellos hechos desacreditables relativos a la actuacién de Jos que ha tenido que darse por enterado; en el lenguaje cotidiano podsiamos decir gue el sujeto sabe, o ba sabido, {gue hay ciertas cosas que no ser4 capaz de decirse a si mismo, Esta intrincads maniobra de autoengafio ocurre de continuo; los psicoanalistes nos brindan valiosos datos de campo de gai fadole, bso Tos rotalos de represén y disosacién © Quizd tengamos aqut una fuente de lo que se denomina autodistanciamiento», es decis, el proceso por el cual una persona llega a sentirse alienada respecto de s{ misma." Cuando el actuante guia su actividad privada de acuerdo con ora ie iscosporsds) puede ascar eas norms con algin tipo de grupo de referencia, ereando de ese modo un auditor no presente para su actividad, Esta posbiidad nos Teva a considerar otra adicional. El individuo puede mante- ner en ptivado normas de conducta en las que personal. dente no cee, pero les consera debido al wed convend Imiento de que existe un auditorio invisible que castigard toda desviacién respecto de dichas normas. En otras pala- bras, el individuo puede constituir su. propio auditocio, 0 imaginar la presencia de un auditorio. (Vemos aqui la dife- rencia analitice entre los conceptos de equipo y de actuante individual.) Esto nos’ permite compreader que tn equipo en 6 Los movoe de pensamiento individuals tenden a tater procsos tales como cl sutoengaf y In insinceidad cult foe decades ‘aracerolgicaspeneredas” dentro de lor tecovec® ints de la Frsenlcad inal Sela preferible parte dl exterior de in Sie eae ly ae pe arden, Ie { abaiat tla yer. Podemes decir gue o pono de partida pasn fod fo que hu de venir mis adlane reside en” que'dl actuate Jpaivdual mantenga Son detinign dee situaisn ane ol anti. Ey ocvidoo se vclve stomideanente isncero cuando septa fa cbligecién de oantenee on cosenso de sts y Sanigpa ey die femtes rungs © soprsenta un papel dado ante distntor aodtoros Eitweneno pais ser comcsada. coma la tesinnte de dot roles diferentes, el eran y el de! uditon, cand ets lepan 1 ser condensin on of tusmo individ, 4 Mec Kee Matiein, Eur nthe Soilcy of Calan, Le x: Routledge aod Keyun Pau, 1936, pe 08° (Bnrapor deo logia de Ye calere, Madd: Agila, 19375) 92 sf pueda actuar para_un suditorio que no esta presente en azne y hueso para observar la representacién. Asi, en algu- fos hospitales ‘neuropsiquidtricos norteamericanos se. suele ofrecer en Ia sede del establecimiento un funeral relativa- fnente elaborado para los pacientes fallecidos que no tienen familiares que los reclamen. No cabe duda de que esto coa- inibuye a presezvar normas civilizadas minimas en un medio fen que las condiciones de alejamiento y le indiferencia gene- jade I sociedad pueden amenazar ess norma, Sa. come foere, en los casos en que no aparece aingin familiar, sacerlote del hospital, el director de pompas finebres dea institucién y uno o dos funcionasios més pueden desempefiat todos los roles de la ceremonia finebre y, con el difunto envuelto en su mortaja, representar una demostracién civi- Tizada de respeto y aprecio pot el muerto ante un piblico inexistente. Es evidente que los individuos que forman parte del mismo ‘equipo tendrin, en virtad de este hecho, una importante rlacdén mutta, Podemos mencioner dos componeates eset giles de estan, “ad En primer lugar, parecerfa que mientras la actuacién de un equipo esté en vias de desarrollo, cualquiera de sus miembros tiene el poder de traicionar o desbaratar Ia representaciéa mediante un comportamiento inadecuado, Cada miembro del equipo esté obligado a confiar en la conducta correcta de sus compatieros, y ellos, a su-vez, deben confiar en él. Existe entonces, por fuerza, un vinculo de dependencia reciproco gue liga 'motmamente a Jos integranes del equipo, Cuando Jos miembros de un equipo tienen status y rangos formales distintos dentro de un establecimiento social, como ocuzre a menudo, es probable que Ia dependencia mutua creada pot la pertenencia a un mismo equipo pase por encima de as divisiones y grietas sociales o estructurales del establecimien- to, y de ese modo le proporcione una fuente de cohesign Glande los sans. del personal sper inferior tenes dividir una organizacién, los equipos de actuacién pueden tender a integrar las divisiones, En segundo lugar, es evidente que si los miembros de un equipo deben cooperar para mantener una definieién dada 4 I situacin ante sy autor, dificimente pon peser ‘var esa impresion particular entre si, Cémplices en ef man tenimiento de una apariencia determinada de las cosas, estén obligados a definirse entre s{ como personas que «estén en 93 el secreto», como personas ante quienes no es posible man- tener una fachada particular. Por consiguiente, los miembros del equipo, segtin la frecuencia con que actien como equipo y el aiimero de situaciones que estén comprendidas en la accién protectora de las impresiones, tienden a estar ligados jor derechos que podriamos denominar de efamiliaridad>. Este privilesio de familiaridad entre los miembros del equipo —aue puede constituir una suerte de intimidad carente de calidez— no es necesariemente un vineulo de nataraleza om foie que se desarolla poco a poco durante el transurso tiempo pasado en comin, sino que constituye, més bien, tuna relacida formal que se concede y se recibe automética. mente tan pronto como el individao ocupa un lugar en el ipo, sugetir que los integrantes del equipo tienden a relacio- narse entre sf por medio de vinculos de dependencia reci- proca y famniliaridad recfproca, no debemos confundi el t3p0 agrupal ast constituido con otros, tales como el grupo infor- ‘al o la camarilla, EI miembro de un equipo es un individuo de cuya cooperacidn dramética se depende para suscitar una definicidn dada de la situacidn; si ese individuo llega a estar fuera de los limites de las sanciones informales ¢ insiste en revelar el juego, o en obligarlo a tomar una direccién deter. minada, signe siendo, no obstante, parte del equipo. En re dad, puede ocasionar esa clase, de dificultad precisamente porque forma parte del equipo. Asi el obrero solitario de la {abrica que se convierte en el hombre que «sobrepasa la nor- ma> es, sin embargo, parte del equipo, aungue su pro- ductivided perturbe la impresién que los demés obreros tuatan de fomentar acerca, de lo que constiraye una jornada de trabajo arduo. Como objeto de amistad, ese obrero podré ser cuidadosamente ignorado por sus compatieros, pero como amenaza para Ia definicién situacional establecida por el equipo no seré posible pasarlo por alto. Del mismo modo, la joven que en una fiesta se muestra notoriamente accesible puede ser esquivada por Jas demés muchachas presentes, pe- to en certs sitmacones foma pert integrante de sy expo y no puede dejar de amenazar la definicion sustentada colec- tivamente de que las j6venes son galardones sexuales dif cies de conquistar. Por Jo tanto, si bien Jos miembros de un equipo suelen set personas que concuerdan informalmen- te en encauzar sus esfuerzos de determinada manera como medio de autoproteccidn, y al hacerlo constituyen un grupo 94 ifomal, et cer de inde informal no cu eto ara defini el concepto de equipo, Pos miembros de una camarilla informal —empleamos este ‘dzmino en el sentido de un pequefio nimero de personas Gque se ssocian para distracconesinformales-~ también poe den constitur un equipo, poraue es probable que fengan qve ooperar para ocultar con todo tacro # algunos individvos fomiembros el carter exclsivo de su asodaién, mientras ip pregonan presuntuosamente ante otros. Exist, empero, un contraste significative entre los conceptos de’ equipo Camarila. En los grandee establecinientos socks, log ind “ios dew determina nivel de sats son aad ‘stud del hecho de que deben cooperaren el mantenimiento de una definiclén situaconal ante aquellos que se allan por encima y por debajo de su nivel. Ash un grupo de individos aque podsian diferendacse en muchos sentidos importantes ¥ que, en consecuencia, descarfan conserva cirta distancia social mutu se encuentran en una relacién de familarided forzosa caraceristia de fos miembros de un equipo empe- fiado en representar una fonciGn. Al parecer, is pequehas Callas se forman muchas veees no para fontentat fos inte reses de aquellos con quienes el individuo escenfica la repze Sentacion, sino mas bien para ponerlo a cabierto de unt n0 ‘leseada idendficaci6n con ellos. Por consiguiente, las cams. ‘ls seln uncon pare potas lindo, no de as ersonas de otras jerarqulae, sno de las de sa propio fango Beverte modo, si bien todos los aiembos de‘una deter nada camarlls pueden tener el mismo stan, es fundamental gque no se permita el ingreso a dicha camarilla de todas las personas de ese mismo nivel de status,* ‘Kgrequemos un comentario final acerca de 1o que no es un tipo. Los individuos pueden reunirge de mancra formal 0 {formal en un grupo de accion a fin de promover fines and. ogee 0 colectives por cualquier medio del que dispongan. Ena medida en que cooperan para mantener una impreson dada, villamdo este recurso como medio’ para logtar sus 8 Esisten, por supvesto, muchas bases pars la formecién de came siles, Edvard Gross, en «Informal Relation and the Social Ongoniee toa of Work in un Todiustrial Office (ess inécita de doctorado, Uni versidad de Chicago, Departamento de Sociologia, 1949), sugiere que Ins camarllas pueden pasar por encima de las lineas cotientes de la ‘edad y a. otigen nico fin de reunit a los individuos cya actividad: ‘Scupational no es cansiderads como wn relejo competitive mut, 9 fines, constituyen lo que aguf lamamos equipo; pero ¢s pre- ciso dejar bien en claro que existen muchos otros medios, fuera de le cooperacién de tipo teatral, pot los cuales un agzupo de accién puede lograr sus fines. Es posible incre. ‘mentar o reducir la efectividad de otros medios para alcanzar fines, tales como la fuerza 0 el poder de negociacidn, a través de la menipulacién estratégica de las impresiones, pero el uso de la fuerza o del poder de negociacién da al conjunto de individuos una fuente de formacién grupal desvinculada lel hecho de que en ciertas circunstancias es probable que el ‘grupo asf formado actie, hablando desde tn punto de vista ramético, como un equipo. (De modo similat, el individuo us ocupa posiciones de poder o liderazgo puede acrecentar © disminuir su fuerza sequin el grado en que su apariencia y sus modales sean adecuados y convincentes, 1o cual no signi fica que las cualidades dramiticas de su activided constitayan, scenramente, y ni aun haicualment, [a base fundamental lc su posicién, Si hemos de emplear el concepto de equipo como punto de referencia bisico, seta conveniente volver sobre nuestios pas sos y zedefinir muestro andamiaje de términos a fin de ajustas Ja definicién de equipo, antes que la de actuante individual, como unidad bésica Se ha sefalado que cl objetivo del acrunte es sustentar una definici particular de la situaiGn, deiniion gue ceoveser, ta, or ast dectlo,lo.que el actuante reivindlel cons sock dad. En su cardcter de equipo unipersonal, sin compaicnes 4 quienes haya de informar acerca de sue dechione, ol actuante puede decidir rapidamente cual de las poeence disponibles sobre un asunto asumnird,y atuat Incas ces ois sinceridad como si su eleccién fuese fa tniea posible, V core eleecién puede ajustarse suilmente a sus progios interesss y 2 jen ag , undo del equipo unipersonal pasamos considerar un auipo més ampli, canbe el eardcter dels eelgiat son tentada por el equipo. Ea lugar de una tea defiicéer de situaién, la realidad puede llegar « reductse a une onus linea divisori, va que cabe suponer que esta no sea iron sente compatile con todos os micmtros def eneigen Hake tos esperar observacionetitGnicas mediante Iss Seales os amiembro del equipo rechaza en tone, de Bromma cca penn ci6n, mientras la acepta formalmente; Por otta pane, ree vendeé el nuevo factor de la lealtad hacia el pronto onion 96 sus miembros, a fin de brindar apoyo a la posicién susten- tada pot el equipo. a ee sn general, se tiene la sensacién de que el desacuerdo piiblico ae Jos miembros de un equipo no solo los incapacita para Is acci6n unida sino que perturba Ja realidad propuesta por ‘el equipo. A fin de proteger esta impresién de la realidad se suele exigir a los ‘miembros del equipo que pesponees la adopcién de actitudes ptblicas hasta tanto se haya decidido ud sera la posicién del equipo, ala que, una vez adoptada, todos los miembros prestardn ob toro Earp ey . se plantea aqui el problema del grado de «autocritica ee ee se anuncie la posicién del equipo.) Veamos un ejem- oe ait soe tomado de la esfera de la administracién publica: En esas comisiones (seuniones de las comisiones ministeria. Jes) los funcionarios de la ——— publica participan en las discusiones y expresan libremente sus opiniones, con un ae requisite: os ‘deben, coponerse en forma directa a su probe mine, Lt poh de un deacurd abi de se tip aris voces y no debra plantearse je iis; eo mucve de cada ie or sun €l uninai dblico que ssiste con él a la reunién convinieron de an thao la posiciéu que habrin de asumit, y, en <1 ine caso, el funcionatio cuya opinién no concaerda con la de ‘sa minstro acerca de un punto determinado se abstiene de con currir a la reunién en que se discutird dicho punto. ede ctarse otro ejemplo, extrafdo de un reciente estudio Pee eStats Lee Sa ene pauete dead tun individuo se dedica al erabojo comunitario, en cual Sean gat tan so werd comet 2 congo ave fc lo gue podtiamos denominar el «principio de unanim ee mente la police y el plan de acdién exigen de inmediato un fsticto consenso de opiniones, Por reyla general, Ins dect- siones no se toman en forma precipitada, Hay tiempo sufi Giente, sobre todo en la esfera en que se mueven los Iideres H, E, Dale, The Higher Cin Serce of Great Brin, Oxiord Oecd aire’ Prob, 94h, pl 7 is descollantes, para discutic los proyectos antes de fijar la linea de accién. Esto es vélido para los planeamientos co- auniaios. Como ba pesado el momento dels discsions, y se adopta una linea de conducta, se exige que haya unani. hnidad, Se cjercen presiones sobre los disidentes, ¥ el pro. yecto se pone en marcha. EI desacuerdo abierto ante el auditorio crea, como ya diji- ‘mos, una nota falsa, Cabe sefialar que las notas falsas lite- tales son euitadas jusiamente por ls mismas fazones que evan a evitar las notas falsas figuradas: en ambos casos se trata de sustentar una definicién dela sruacién. Un breve estudio sobre los problemas de trabajo del acompatiante pro- fesional del artista de concierto nos brinda un ejemplo ilus- trativo: La situacién que més se aproxima a una ejecucién ideal es agueli en qu el cantante y el pista cumplenexactmente con lo que quiere el compositor; sin embargo, a veces, cantante exigiré a su acompafiante algo que est’ en completa coordi on uy ipencones da ate. Guese un tose, to cuando no debe haber ninguno; hard una firmate donde no es necesaria, y un rallentando donde deberia haber a fem- ‘0; exigiré forie donde el sonido debe ser piano, y se empe- fade cantar sentimentalmente cuando la expresi debela ser nobilmente La lista no es de ningéin modo exhaustiva. Hl cantante jurard con la mano sobre el corazén y, tos ojo eos de Hgrimas ue siempre hace, y se propone hacer, exactamente To que el compositor ha escrito, EI problema es muy delicado. Si canta Ja pieze de una manera y el pianista la cjecuta en forma distinta, cl resultado seré cabtico. Es posible que, en defi tiva, la discusién no sirva de nada. Peto, gqué debe hacer el acompafiante? Durante Ia actuaci6n debe estar con el cantante, pero des- pués podsf borrar de su mente el recuerdo de esa fun- 10 Floyd Hunter, Community Power Structure, Chapel HU: Univer. sixy of North Carolina Press, 1993, pée. 181. Véanee cambién lat pigs. 118 y 212, I1 Gerald’ Moore, The Unerbamed Accompanist, Nueva York: Mac ‘illan, 1944, pag. 60. - | Bimpero, muchas veces, la unanimidad noes el nico requisito ae fa proyeccin del equipo, Parece exist Ja opinion gene. fal de-que las cosas inde reales 9 slidas de la vida son aque- tn sobre, cor. dsp To invidoosconcyerdan ea forma independiente Tendemos a pensar que si dos indie | duce que perticipan’ en un suceso deciden relatarlo en la ferma més sincere posible, las posiciones que asuman sexén feptablemente similares aunque 0” se consulten entre st fates de su presentaciSn, La antencién de contar la verdad foe innecestria, al parecer, esa consulta previa. Y también fendemos a contidersr que, si dos individgos quieren decir Se mentirao cerpiversr a versiOn que ofrecen del soceso, go solo seré necesario que te contulten entre si a fin de ponerse de acuerdo parn “armar” adecuedamente la stor | fio sino gue tendrda que ocultar el hecho de que dispusie- ron de Is oportunidad de realizes esa consulta previa. Ear ccs pales, al preenar uw definision de a stan sera neceserio ‘que los iversos miembros del equipo mues- tren wnanimidad en cvanto a las posicones que adoptan calten el hecho de que no llegaron a dichas posiciones pot faminos independientes. (Dicho sea de paso, silos miem- toe del equipo tambien estéa empefados en mantener entre ellos una apariencia de dignidad y autorrespeto, quied sea necesario que sepan cdl es Ia posiién, y ia adopten, sin ‘Minis ants sf mismos y ante los ottos compacts el grado de acuerdo previo, es decir, en qué grado 10 llegaron inde. jedientemente a’ est posiién; pero tales. problemas ‘nos {levan mas all de In aeroacién del equipo como panto de sired Senden) Loteetin de | Ep preciso advertir que asi como el miembro de un equipo debe esperar la palabra oficial antes de tomar su posicin, del mismo modo es necesaio poner a so diaposiion la pala bre oficial para que pueda desempenar su papel en el equipo y se sienta parte de este. Por ejemplo, al comentar cme 2gunos comerciantes chinos fijan el precio de sus metcade: fas segin a aspecto del cliente, un autor die: Yn resultado particular de este,ezamen a que es, sometido el cliente puede apreciarse en. le que, si una per- | sone entra en China a un negocio y, después de mizar varios articulos, pregunta el precio de cualquiera de ellos, a menos due se sepa positivamente que solo hablé con un empleado, no se le dard ninguna respuesta hasta verificar si alguno de los otros empleados de la casa le dio ya el precio del articulo or el ue es interesado. Si, como ocure rats veces, se scuida esta importante precaucién, el precio dado por los diversos empleados seré casi invariablemente distinto, lo que demuestra que no se pusieron de acuerdo en cuanto a su apteciacién del status econdmico del cliente. # No dar informacién a un miembro del equipo acerca de la posicién de este equivale, en realidad, a impedirle que repre- sente su personaje, porque si no sabe qué papel ha de asumir no seré capaz de presentar un «si mismo» ante el auditorio. Ast, siun cirujano tiene que operar a un enfermo que le fue remitido por otro médico, la cortes{a més elemental lo obliga a informar a su colega cuéndo se llevard a cabo la operacién, y si exte no asiste a ella tendrd que Hamarlo por telefono para comunicarle su resultado. Una vez «preparado de este modo, el médico remitente podré, con més eficacia que de owa manera, presencarse ante los familiares del, paciente como alguien que participa en la sccién médica. Quisiera agregar un hecho general acerca del mantenimiento de la linea de conducta durante la actuacién, Con frecuencia, cuando un miembro del equipo comete un error ante el aaditorio, los demés compaieros deben reprimir, hasta que dejen de estar en presencia del pablico, su deseo inmediato de castigar y aleccionar al transgresor. Después de todo, la sancién correctiva inmediata perturberfa ain més la interac: ciéa y solo servirfa, como ya sugerimos, para que el sudi- totio se entere de cosas que deben estar reservadas a los miembros del equipo, De este modo, en las orgtnizaciones avtoritarias en las que un equipo de jerarcas conserva la spatiencia de tener siempre razén y mostrar un frente undo, sele exists Ia teylaestrita de que un supetior no debe manifestar hostilidad 0 falta de respeto hacia otro alto dignatario en presencia de un miembro del equipo subotdi- nado. Los oficiales, del ejército se muestran siempre de aeverdo ante os soldados, los padres ante los hijos'*, los 12 Chester Holcombe, Tée Real Chinamen, Nueva York: Dodd, Mead, 1895, pig. 295. 13 David Solomon, «Career Contingencies of Chicago Physicians, tesis inédita de doctorado, Universidad de Chicago, Departamento dé Sociologia, 1952, pis. 75. 1 Una igtecesante dificaltad de fodole dramfticn que se presenta en Ta familia es que la soidaridad sexoal y la hereditacia, que pssst 100 - os ante log obreros, las enfermerss ante los pe Cian ov sornaos cud aneans e oducisse, yse_producen, como es natura, criicas fends y wolenias, Bor eemplo,en un reciente eetadio sobre 1 pofstn decent ve cnerd ue lov maesonpenaian oe bare preservar ia impresin de idoneidad profesional 9 Sto wtciogal_ debjan cone is spurdad de cue Shando los padres, dsgustados por cudlguer motivo, vnie Sara Ie esouela'a plantear sus queas, el ditector rexpaldaria {ft posiign del personal, al menos hasta que se fueran los pales. De manera andloge, los maestos opinan que sis Polegas no deben disentir con ellos, o contradectlos delante Ge les alumnos. «Basta simplemente con que ota macsra Srquee 1 poco las ceas enn leve gesto de extrafiezs, ape- das lo sufiente pata que los nifos fo adviertan —y a ellos fo se les escapa nada, ¥ eLfespeto que sienten por usted decapareceré de inmediato».™” Del mismo modo, nos ente- famos de que la profesin médica tiene un eSdigo.proto- {olar esticto por dl cual el médico de consulta, en presencia El pacience y de su médico de cabecera, debe tener sumo tuidado en 00 deci nada que pueda empefar Ia iapresién | Ge eficencia profesional que el mesico del enfermo trata de tpantener, Como sugere Hlaghes, «la efigueta (profesional) un cuerpo situel que crece y se desazollainformalmente ra preservar ante Jos clientes.el frente comiin de la pro- esi». Y este tipo de solidarided también se manifesta, por supuesto, cuando los actuantesettin en presencia de sus fuperiores. Asi, un seciente estudio sobre fa polila revela ‘que un equipo patrallero integrado por dos agentes que son cncima de la soliagidad conyugal, hacen dificil que el esposo Fa exposs ese tespelden mumuamentes en. una demostraciin de ‘futoridad ante los hjos o en una demostacién ya sex de distance tmiento ode famallridad facia ‘una parenela extensa. Como. soge- thnos. antes, crtat ines transverse: Ge afliacin,impiden el eo ‘Stechamiento de as greta estrucerles. 15 Harold Texel, «Authonty Steucture in @ Mental Hospital Ward>, tess inedta de ficenclatra, Universidad de Cheago, Departamento de Sociologte, 1955, pigs 33.54 16 Howasd 8. Becker, he Teacher in the Authority System of the Pblie School, en Journal of Educational Socology, sx, pég. 134. 17 Ibid, tomado de una enerevists, pig. 39. 18 E.G’ Huughes, «lnstisuionse, en Alled M, Lee, ed, New Outline of the Principles of Sociology, Nueva York: Barnes and Noble, 1546, ae 273, 101 testigos de los actos legals y seilegales matus y estén en eeelente poticin part deschqascarte el uno al ots aie el juez, desacreditando esa falsa apariencia de legalidad, hacen gala de una solidaridad a toda prueba y cada uno apoyard Ja versién del otro sea cual fuere la atrocidad que encubra, 0 por pequefia que sea la probabilided de que al- guien Ia crea.” Es evidente que si los actuantes se preocupan por conservar una Iinea de conducta elegirén como compafictos-de equipo 4 petionss en cuye aderutia actuain pueden contas Aah, los nifios de la casa suelen ser excluidos de las actuaciones offecidas ante los invitados a una reunién social porque no se puede confiar en que se «comporten» como es debido, es decir, que se abstengan de actuar de una manera incongruen. te con la impresién que se quiere suscitar.” Del mismo modo, la gente que se emt cuando hay bebidas a ‘mano y se vuelve charlatana 0 «dificil» representa un fiesgo para la actuacién, como también aquellos que se mantienen sobrios pero se muestran toatamente indistretos, 0 los que se niegan a «identificarse con el espiritu» de la ocasién y no ayudan a sustentar la impresién que los huéspedes tice tapenteunlor se efierean por presi ante ‘f anfiziGn. ‘He sugerido que en muchos medios interaccionales algunos de los participantes cooperan como equipo o estén en una posicién en la que dependen de esa cooperacién pata man- tener una definicién particular de la situacién, Al estudiar tiganos establecimienos sociales conctetos deseabemon a menudo que en cierto sentido significativo todos los partici- Dantes restantes en sus diverts actuncones de Tepuesta 4 a representacién que el equipo ofrece ante ellos, consti tuirén en sf mismos un equipo. Puesto que cada’ equipo ‘Tepresentard enteramente su rutina para el otro, podemos hablar de interaccién dramdtica, no de accién dramética, y considerar esta interaeci6n no como una mezcla de tantas voces como participants intevienea sito" ms bien com) 1 lig, Wat Ie Polini daca, Use Sarees Polen, pe ds coe, SEH oe eee ia. ae aa ee ae ela ator oe aie, ase a mets ope oe Ses Se ins coe emai eee a Sood SERS OL SOUR Te 102 r

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