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DESARROLLO PSICOMOTRIZ:

Desde que el niño nace y durante la primera infancia, hasta los 5 ó 6 años, la
conducta motriz permite al infante con el mundo, le ayuda asimilarlo, le facilita
acomodarse a él y nos da muestras muy concretas de la evolución de su proceso

Madurativo. El discurrir psicomotor del niño lo podemos subdividir en dos grandes etapas:
la prenatal y la postnatal, en esta última encontramos la lactancia, la primera infancia, la
segunda infancia, la niñez y la pubertad y adolescencia.

La Psicomotricidad es una técnica o disciplina que busca aumentar el desarrollo


global del niño (sensomotriz, afectivo y cognitivo) y su relación con los demás a través de
la actividad corporal. Su objetivo es favorecer la adaptación de la persona a su medio a
partir de su propia identidad, que tiene fundamento y se manifiesta gracias q las relaciones
que aprende a establecer con el tiempo, el espacio, los objetos...

El Psicomotricista juega un papel fundamental en todos los procesos arriba citados,


a partir de ahí y con una actitud de apertura y escucha, establecer las estrategias y recursos
que hagan que el infante pueda evolucionar y solucionar los problemas que se le presenten.
Su formación hade ser personal vivencia da, para que respetando las individualidades,
pueda ser capaz de observar y evaluar a través de los parámetros psicomotores. Su objetivo
último es ayudar al niño a que interiorice los mecanismos adecuados de actuación,
conocimiento de sí mismo y del mundo que está a su alrededor.

DESARROLLO PSICOMOTRIZ Y ANATOMOFISIOLOGICO

El desarrollo del esquema corporal está asociado, por una lado, a las vivencias que
el niño va teniendo durante su vida, y por otro, a la maduración nerviosa, es decir, a la
melificación progresiva de las fibras nerviosas, regidas por dos leyes psicofisiológicas
válidas, antes y después del nacimiento.

Estas leyes son (Bayer, 1977 a), el céfalo caudal y la proximodistal. En la primera,
el desarrollo se extiende a través del cuerpo desde la cabeza hasta las extremidades; y en la
segunda el desarrollo procede desde el centro hacia la periferia a partir del eje central del
cuerpo. Según Bayer, estas leyes pasan por un proceso que siempre es el mismo, es decir,
las etapas del esquema corporal, que él divide en cuatro etapas:

1. La primera etapa: contemporánea al nacimiento y hasta alrededor de los 2 años, o


período maternal; cuando el niño comienza a enderezar y a mover la cabeza como acto
reflejo y después endereza el tronco, estas actividades lo conducirán hacia las primeras
posturas de subestación, la cual le facilitará a su vez la aprehensión. La individualización y
el uso de sus miembros, lo llevarán progresivamente a la reptación y gateo, lo que facilitará
la segmentación de los miembros y aparición de la fuerza muscular y del control del
equilibrio, lo que a su vez le permitirá conseguir la posición erecta, la bipedestación, la
marcha y las primeras coordinaciones globales asociadas a la aprehensión. Estas situaciones
de acción le facilitarán al niño la posibilidad de descubrir y conocer.
2. La segunda etapa: de los 2 y hasta los 5 años aproximadamente, es el período global del
aprendizaje y del uso de su cuerpo. Aquí, la aprehensión se va haciendo más precisa,
asociándose a los gestos y a una locomoción cada vez más coordinada, la motilidad y la
cinestesia de manera asociada, permiten al niño una utilización crecientemente diferenciada
y precisa de su cuerpo entero.

3. La tercera etapa: de los 5 a los 7 años, período de transición. El niño pasa del estadio
global y sincrético al de la diferenciación y análisis, los datos sensoriales especialmente los
visuales, permiten pasar progresivamente de la acción del cuerpo a la representación,
afirmándose la lateralidad, el conocimiento de derecha e izquierda, la independencia de la
mano con relación al tronco y el dominio de la postura y la respiración.

4. La cuarta etapa: de los 7 a los 11 años, constituye la elaboración definitiva del esquema
corporal. Se desarrollan y consolidan las posibilidades de relajación global y segmentaria,
la independencia de los brazos y piernas con relación al tronco, la independencia de la
derecha respecto a la izquierda, la independencia funcional de los diversos segmentos y
elementos corporales y la transición del conocimiento de sí, al conocimiento de los demás,
esto tiene como consecuencia el desarrollo de las diversas capacidades de aprendizaje así
como la relación con el mundo exterior, ahora el niño tiene los medios para conquistar su
autonomía. La relación que mantuvo con el adulto durante todo este proceso se irá haciendo
cada vez más distante hasta llegar a la cooperación y a compartir las responsabilidades con
ellos.

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