Nunca nos cansaremos de criticar a quienes deforman el pasado, lo reescriben, lo falsifican,
exageran la importancia de un acontecimiento o callan otro; estas crticas estn justificadas
(no pueden no estarlo) pero carecen de importancia si no van precedidas de una crtica ms elemental: la crtica de la memoria humana como tal. Porque, la pobre, Qu puede hacer ella realmente? Del pasado slo es capaz de retener una miserable pequea parcela, sin que nadie sepa por qu exactamente sa y no otra, pues esa eleccin se formula misteriosamente en cada uno de nosotros ajena a nuestra voluntad y nuestros intereses. No comprenderemos nada de la vida humana si persistimos en escamotear la primera de todas las evidencias: una realidad, tal cual era, ya no es; su restitucin es imposible. (125-126) Milan Kundera. La ignorancia-