EMBARAZO EN LA ADOLECENCIA

El embarazo en la adolescencia se considera desde el punto de vista

médico y social como una situación de riesgo para la salud y el desarrollo
personal de la madre, su hijo o hija y su pareja. Se estima que un gran
porcentaje de los nacimientos que ocurren en menores de edad son
embarazos no planeados y probablemente no deseados. Se considera
“embarazo adolescente” al que se produce en mujeres menores de 19 años y,
generalmente, se produce por no utilizar métodos anticonceptivos y no por
ser voluntariamente buscado, el embarazo de una adolescente está
considerado de alto riesgo, pues el cuerpo de la mujer a esa edad aún no
está suficientemente maduro como para afrontar el desgaste que supone
dicho proceso.

Las consecuencias individuales en el embarazo adolecente que conlleva

grandes replanteos en cuanto al cuerpo, el rol social, la sexualidad, es decir
comenzar la autoaceptación como mujer. Las consecuencias son variadas y
dependerán de la historia personal, del contexto familiar y social y del
momento de la adolescencia por las cuales se esté atravesando, ya que
existen diferencias entre las adolescentes que recién comienzan a transitar
esta etapa de la vida.

Las consecuencias sociales son que las madres adolescentes pertenecen a

sectores sociales más desprotegidos y, en las circunstancias en que ellas
crecen, su adolescencia tiene características particulares. Es habitual que
asuman responsabilidades impropias de esta etapa de su vida, reemplazando
a sus madres y privadas de actividades propias de su edad, confundiendo su
rol dentro del grupo, comportándose como "hija-madre", cuando deberían
asumir su propia identidad superando la confusión en que crecieron.

Conclusión:

Pues en esta edad un embarazo aparte de ser de alto riesgo trae consigo
una serie de consecuencias tanto individuales como sociales ya que aun no
estamos preparados para conllevarlo psicológicamente y menos físicamente
puesto que las ideas han cambiado sobre la crianza de los hijos y al ser
adolecente no se tiene una visión del futuro cierta.

Por eso hay que ser precavidos en cuanto a la salud sexual y tomar las
cosas con calma.

ROBERTO LOPEZ IBARRA 6º “F”