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1.

Introducción
1.1. ¿Qué es el Bullying o acoso escolar?
Deriva de la palabra inglesa bull, que significa toro, es decir que se podría
traducir como “torear”. Este término lo introdujo un noruego, Dan Olweus,
hace más de 20 años tras observar esta conducta en la escuela entre niños
y adolescentes.
El bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado
que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él
cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo, con vistas a obtener
algún resultado favorable para los acosadores o simplemente a satisfacer la
necesidad de agredir y destruir que éstos suelen presentar.
El bullying implica una repetición continuada de las burlas o las agresiones y
puede provocar la exclusión social de la víctima.
Pero el hostigamiento entre pares también puede darse en cualquier lugar
donde haya un grupo que comparte varias horas: clubes, iglesias,
actividades deportivas y recreativas, etc.

1.2. Termitonología

– Violencia: Situación en que dos o más individuos se enfrentan y una


o más de las personas implicadas salen perjudicadas porque son
agredidas física o psicológicamente.

– Conflicto: Se produce cuando existen intereses opuestos; es natural,


inevitable y se puede resolver de forma no violenta.

– Agresividad: Tendencia o disposición que tiene como finalidad


lesionar a otro organismo o al propio; intención de producir daños,
destruir o humillar.

– Acoso o intimidación o victimización: Situación en que una


persona es agredida o se convierte en victima al estar expuesta de
forma repetida y durante un periodo de tiempo a acciones negativas
verbales, físicas o psicológicas.
1.3. Características del Bullying
- Suele incluir conductas de diversa naturaleza (burlas, amenazas,
agresiones físicas, aislamiento sistemático, etc.).
- Tiende a originar problemas que se repiten y prolongan durante cierto
tiempo.
- Suele estar provocado por un alumno, apoyado por un grupo, contra
una víctima que se encuentra indefensa.
- Se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que
rodean a los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente.
- La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la
violencia; pérdida de confianza en sí mismo y en los demás y disminución
del rendimiento escolar.
- Disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del
agresor, mientras que se produce un refuerzo de un estilo violento de
interacción.
- En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se
produce falta de sensibilidad, apatía e insolidaridad.
- Se reduce la calidad de vida del entorno en el que se produce: dificultad
para lograr objetivos y aumento de los problemas y tensiones.
- La forma de proceder del agresor es sistemática y estratégica. El acoso se
extiende durante un periodo de tiempo más o menos prolongado. Puede
tener lugar de forma directa o indirecta.
- Tiene que haber disbalance de poder o de fuerza
- Generalmente es un grupo el que ejerce el hostigamiento, dirigido por un
líder quien idea las acciones, aunque no siempre sea él el que las ejecuta.
1.4. Acciones del bullying
– Perseguir y espiar durante el camino de la escuela a casa

– Golpear, dar empujones, dar palizas…

– Marginar en el juego y las reuniones privadas

– Reírse de un compañero, ridiculizarlo, hacer comentarios


ofensivos sobre su persona.

– Inventar rumores y mentiras.

– Extorsionar requiriendo valores materiales o determinadas


acciones bajo amenaza de violencia.

– Intimidar con amenaza de violencia

– Burlarse, mofarse de alguien continuamente tratándolo con


apodos ofensivos.

– Acosar sexualmente, también a través de bromas humillantes.

– Juego sucio en el deporte

– Hacer imputaciones injustas, hacer denuncias con la finalidad


de causar perjuicio.

– Esconder, dañar o robar prendas de ropa u otros objetos


personales

– Esconder informaciones importantes.

1.5. Tipos de Bullying


Podemos hablar de varios tipos de acoso escolar que, a menudo, aparecen
de forma simultánea:
- Verbal: Es el inicio del bullyng que acostumbra a ser en forma de insultos
y motes, menosprecios en público, resaltar defectos físicos, etc. Es el más
habitual.
- Psicológico: Acciones encaminadas a proporcionar o provocar inseguridad
y temor en la victima que minan la autoestima del individuo y fomentan su
sensación de temor. Esto produce que la situación perpetúe.
- Físico: Agresiones físicas como empujones, patadas, agresiones con
objetos, etc. Se da con más frecuencia en primaria que en secundaria
- Social: A menudo l vicxtima es vista con menosprecio por parte del grupo,
sin valor, y de alguna manera merecedor de lo que le sucede. La
propagación de rumores descalificadores y humillantes pretende excluir y
aislar al joven del resto del grupo y compañeros.
-Maltrato indirecto: Se induce a agredir a un tercero.
El bullying físico es mucho más frecuente entre los varones y la exclusión
social entre las mujeres.

2. Causas del Bullying


Las causas de este fenómeno de bullying o acoso escolar son múltiples y
complejas. Existen, en nuestra sociedad, ciertos factores de riesgo de
violencia, como la exclusión social o la exposición a la violencia a través de
los medios de comunicación.
Sin embargo, carecemos de ciertas condiciones protectoras que podrían
mitigar los efectos de dichos factores, como modelos sociales positivos y
solidarios, contextos de ocio y grupos de pertenencia constructivos o
adultos disponibles y atentos para ayudar.
2.1 La familia
A través de la familia se adquieren los primeros modelos de
comportamiento, que tienen una gran influencia en el resto de relaciones
que se establecen con el entorno.
Cuando los niños están expuestos a la violencia familiar, pueden aprender
a ver el mundo como si sólo existieran dos papeles: agresor y agredido. Por
ello, pueden ver la violencia como la única alternativa a verse convertido en
víctima.
Una situación de maltrato del niño por parte de los padres contribuye a
deteriorar la interacción familiar y el comportamiento del niño en otros
entornos:
• Disminuye la posibilidad de establecer relaciones positivas.
• Se repite crónicamente, haciéndose más grave.
• Se extiende a las diversas relaciones que los miembros de la familia
mantienen.
Un importante factor de riesgo de violencia familiar son las condiciones de
pobreza y dificultades que de ella se derivan, ya que esto aumenta el
estrés de los padres, que muchas veces es superior a su capacidad para
afrontarlo. Por eso, son necesarias acciones encaminadas a mejorar las
condiciones de vida de familias en graves dificultades económicas.

2.2. Entorno escolar


Muchas veces escuchamos a los escolares quejarse de que "el profesor me
tiene manía" y tendemos a pensar que es una excusa para justificar una
mala nota o una reprimenda. Sin embargo, conviene prestar atención
porque estas protestas pueden tener múltiples causas: insatisfacción con la
asignatura, con la personalidad del profesor o con la manera en que está
planteado el sistema educativo; pero también pueden ser una señal de una
necesidad de mayor atención por parte de profesores y padres.
Varios estudios muestran que, a menudo, los profesores se crean
expectativas, positivas o negativas, respecto a sus alumnos e interactúan
en público más frecuentemente con los estudiantes de expectativas
positivas. Esto da como resultado que haya un grupo pequeño de alumnos
"brillantes" que intervienen casi siempre y otro pequeño grupo de alumnos
más "lentos" que no participa casi nunca. Además, los estudiantes de altas
expectativas suelen recibir muchos elogios y, los de bajas expectativas,
muchas críticas. Así, la motivación de estos últimos disminuye y se sienten
discriminados respecto al resto de la clase. Blanca García Olmos, presidenta
nacional de la Asociación de Profesores de Secundaria (APS) reconoce que
es inevitable que se establezcan mejores relaciones con unos alumnos
que con otros porque, al fin y al cabo, los profesores son personas y pueden
sentir más afinidad hacia ciertos estudiantes.
Pero esto puede ser peligroso, ya que una mala relación entre profesor y
alumno puede ser causa de ansiedad y depresión en los chicos y chicas, así
como de un descenso de su rendimiento escolar.
Una de las posibles formas de mejorar las relaciones entre profesores y
alumnos y, por tanto, la convivencia en el entorno escolar, es reforzar las
tutorías como medio para solucionar las tensiones, como señala Concepción
Medrano, profesora del departamento de Psicología Evolutiva y de la
Educación de la Universidad del País Vasco. También es necesario preparar
bien a los profesores en cuestiones de psicología y pedagogía.
Además, sería positivo implicar a los alumnos a la hora de fijar los objetivos
de su formación para que se sientan motivados por aprender y mejoren sus
relaciones con los profesores.

2.3. Medios de comunicación


Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, nos exponen
continuamente a la violencia, tanto real (telediarios) como ficticia (películas
o series), y por eso son considerados como una de las principales causas
que originan la violencia en los niños y jóvenes.
- Los comportamientos que los niños observan en televisión influyen en el
comportamiento que manifiestan inmediatamente después, por lo que es
necesario proteger a los niños de la violencia a la que les expone la
televisión e incluso debería plantearse la posibilidad de utilizar la televisión
de forma educativa para prevenir la violencia.
- La influencia de la televisión a largo plazo depende del resto de
relaciones que el niño establece, ya que interpreta todo lo que le rodea a
partir de dichas relaciones. Por eso la violencia no se desarrolla en todos los
niños, aunque estén expuestos por igual a la violencia televisiva.
- La repetida exposición a la violencia puede producir cierta
habituación, con el riesgo de considerarla como algo normal, inevitable y
de reducirse la empatía con las víctimas. Es importante promover en los
niños la reflexión respecto a la violencia que nos rodea.
- La incorporación de la tecnología audiovisual al aula podría ser de
gran utilidad como elemento educativo en la prevención de la violencia.

3. Protagonistas
Los estudios realizados acerca de la violencia en la escuela señalan que
tener amigos y ser aceptado son factores protectores frente dicho
fenómeno.
A continuación presentamos los antecedentes y características que
presentan, en general, los niños que ejercen o sufren la violencia:
3.1 Víctima:
Víctima pasiva

- Situación social de aislamiento. Con frecuencia no tiene un solo amigo


entre sus compañeros. Presenta dificultad de comunicación y baja
popularidad.
- Conducta muy pasiva, miedo ante la violencia y manifestación de
vulnerabilidad, alta ansiedad, inseguridad y baja autoestima. Existe una
tendencia a culpabilizarse de su situación y a negarla por considerarla
vergonzosa.
- Cierta orientación a los adultos, relacionada con una posible
sobreprotección por parte de la familia.
Víctima activa

- Situación social de aislamiento e impopularidad.


- Tendencia impulsiva a actuar sin elegir la conducta más adecuada a
cada situación. Disponibilidad a emplear conductas agresivas, irritantes,
provocadoras. A veces, las víctimas activas mezclan este papel con el de
agresores.
- Un rendimiento peor que el de las víctimas pasivas.
- Parecen haber tenido, en su primera infancia, un trato familiar más
hostil, abusivo y coercitivo que los otros escolares.
- Situación más frecuente entre los chicos. Pueden encontrarse en ella,
con frecuencia, los escolares hiperactivos.

3.2 Agresores
- Situación social negativa, siendo incluso rechazados por una parte
importante de sus compañeros, aunque están menos aislados que las
víctimas y tienen algunos amigos que les siguen en su conducta violenta.
- Tendencia a la violencia y al abuso de fuerza. Impulsivos, con
escasas habilidades sociales, baja tolerancia a la frustración, dificultad para
cumplir normas, relaciones negativas con los adultos y bajo rendimiento.
- Carecen de capacidad de autocrítica, lo que se traduce en una
autoestima media o incluso alta.
- Ausencia de una relación afectiva cálida y segura por parte de los
padres, sobre todo de la madre. Tiene dificultad para enseñarle a respetar
límites y combina la permisividad ante conductas antisociales con el empleo
de métodos coercitivos (incluido, en ocasiones, el castigo físico).

3.3 Otros protagonistas


Dentro de la división entre agresores activos, podría establecerse otra
que son lo que inician y dirigen la agresión:
- Son agresores pasivos, son los que les siguen y animan y que presentan
problemas similares, aunque en menor grado. Los seguidores son los que
apoyan al líder. Los que soportan el hostigamiento, los que muchas veces lo
ejecutan y los que festejan todas las acciones del líder. Sin ellos el bullying
no tendría sentido para el líder (para ser popular tiene que haber otros que
lo idolatren)
Los espectadores: pueden tomar distintas actitudes: los que miran sin
decir nada (la mayoría silenciosa), los que se ríen de lo que pasa, y los que
intentan detener el hostigamiento ya sea directamente o reportándolo. Los
integrantes de este último grupo son los de mayor riesgo a ser los próximos
hostigados, siendo este el motivo por el cual son muy pocos los que se
atreven a delatar lo que pasa (de hacerlo serían catalogados de buchones).
El personal de la escuela: los maestros, los preceptores, los directores, el
conductor del micro, etc. Son los que deben detectar el bullying e intervenir
inmediatamente.
Los padres: son los responsables de detectar cambios en sus hijos y
conversarlo con las autoridades del colegio

4. ¿Quienes son las víctimas del


bullying?

Algunos autores consideran víctima al hostigado y victimario al agresor.


Todos los que participan en el bullying en alguna medida son afectados por
el mismo; es decir que las víctimas son todos los que están involucrados.
El niño victima tiene más riesgo de padecer enfermedades psíquicas y
físicas tales como depresión, fobia escolar, ansiedad, trastornos de
aprendizaje, cefalea, dolor abdominal, etc.
Pero se observó que el agresor también puede padecer cuadros de
ansiedad, trastornos de conducta y baja autoestima.
Un niño agredido puede transformarse en hostigador, y este es el que tiene
peor pronóstico. Hay niños que son victimas en un medio; y en forma
reactiva agresores en otro ambiente. Esto se da con niños maltratados por
sus padres o hermanos, que en la escuela son agresores.
Por otro lado, los espectadores también pueden padecer cuadros
psiquiátricos si lo que ven es muy grave y no tienen posibilidad de frenarlo.

5. ¿Cómo se ve el Bullying a las


diferentes edades?

Las estadísticas indican que la edad más frecuente de que aparezca bullying
es entre los 7 y 14 años. Sin embargo hay conductas que aparecen en niños
más pequeños, pero son difíciles de medir por falta de métodos específicos.

5.1. En Jardín de infancia y Preescolar


En niños más pequeños (sala de 3-4 años) generalmente la agresión es
física y por motivos concretos.
Hay menos estrategia, y si la hay, no siempre se puede sostener en el
tiempo.
Un niño a esa edad puede tener una conducta de agresor por un motivo un
día y al siguiente olvidarse que eso ocurrió si no aparece el mismo estímulo.
Sin embargo, podría considerarse a estas conductas “probullying”, que
cuando son reforzadas por el entorno o no son interrumpidas por la
maestra, se consolidan como modelo de éxito. Esto es lo que aplicará más
adelante cuando pueda organizar su conducta hasta llegar a una situación
real de bullying.
En edades tempranas el bullying más frecuente es el físico directo (pegar,
empujar) y el social directo (no dejarlo jugar).
Las formas indirectas (hacer que los demás no jueguen con él) necesitan
mas planeamiento y ya empiezan a observarse en el preescolar.

5.2. En la primaria y secundaria


Entre los varones el desarrollo físico tiene un rol fundamental y entre las
mujeres las habilidades comunicativas.
En los primeros grados se forman los subgrupos: el líder, los seguidores, los
que no se meten, los que intentan defender, los que sufren la agresión.
A medida que los niños son más grandes y entran en la adolescencia la
sexualidad juega un rol importante entre los pares.
El peor hostigamiento para una mujer adolescente es que la traten como
una chica “rápida y fácil” y para los hombres como que no saben “ligarse a
una chica”.

6. Prevenir el Bullying
Hay algunas claves para prevenir el bullying en el colegio:
• Identificar conductas de hostigamiento en la escuela (formar a todo el
personal de la escuela para que sepan que es el bullying)
• Armar reglamento de convivencia entre los alumnos
• Fomentar la ayuda entre pares
• Diseñar métodos de resolución de conflictos entre pares
• Corregir al alumno ante cualquier conducta de exclusión de un par
• Amonestar ante cualquier conducta agresiva ya sea física o verbal
• Fomentar actividades de convivencia
• Poner supervisión en el recreo
• Armar un sistema para que los alumnos puedan reportar casos de
hostigamiento.
• Armar reuniones entre padres y profesores
• Enseñar a los alumnos que el que ayuda a un compañero nunca es un
“buchón”
-Es importante considerar los problemas de disciplina y las agresiones como
una parte más de la tarea de enseñar, y no como situaciones puntuales y
sorprendentes.
- Trabajar la prevención antes de tener problemas graves, es una de las
estrategias básicas de actuación.
- La prevención se basa en establecer y promover una serie de acciones
(educativas no punitivas) para favorecer la convivencia. Prevenir es crear
una conciencia colectiva de las normas mínimas que se deben respectar:
- Normas generales (pocas, claras y comprensibles)
- Normas de clase (negociación)
- A nivel de centro:
- Mejorar la supervisión de los escolares en los espacios comunes
(patios, comedores…)
- Implicación de programas de mediación de conflictos.
- Formación del profesorado en la resolución de conflictos y HHSS.
- Encuentro con los padres
- Tener en cuenta los momentos de más riesgo de conflictos para
supervisar más (primer semana de curso, finales de trimestre y viernes)
- Situar la tutoría de los diferentes cursos a la misma hora para
favorecer el intercambio entre los diferentes grupos, actividades conjuntas,
etc.
- A nivel de aula, las tutorías representan un marco idóneo para
trabajar una serie de aspectos:
- HHSS (empatía, asertividad, escucha activa…)
- Resolución de conflictos sociales.
- Negociación
- mediación
- Autocontrol y autoreflexión
-Cooperación entre alumno, cursos, etc.
Muchas veces, las causas están en esos entornos y es allí mismo donde hay
que intentar atajarlas.
Aquí se explican algunas de las posibles medidas de prevención contra el
bullying y la violencia escolar en general.
• Decálogo antiviolencia

• Pautas de disciplina
• Relación entre la escuela y la familia

• Aprendizaje cooperativo

• Resolución de conflictos

6.1 Decálogo educativo antiviolencia


1. Adaptar la educación a los cambios sociales, desarrollando la
intervención a diferentes niveles y estableciendo nuevos esquemas de
colaboración, con la participación de las familias y la administración.
2. Mejorar la calidad del vínculo entre profesores y alumnos, mediante
la emisión de una imagen del educador como modelo de referencia y ayudar
a los chicos a que desarrollen proyectos académicos gracias al esfuerzo.
3. Desarrollar opciones a la violencia.
4. Ayudar a romper con la tendencia a la reproducción de la violencia.
5. Condenar, y enseñar a condenar, toda forma de violencia.
6. Prevenir ser víctimas. Ayudar a que los chicos no se sientan víctimas.
7. Desarrollar la empatía y los Derechos Humanos.
8. Prevenir la intolerancia, el sexismo, la xenofobia. Salvaguardar las
minorías étnicas y a los niños que no se ajustan a los patrones de sexo
preconcebidos.
9. Romper la conspiración del silencio: no mirar hacia otro lado. Hay que
afrontar el problema y ayudar a víctimas y agresores.
10. Educar en la ciudadanía democrática y predicar con el ejemplo.

6.2 Pautas de disciplina


1. Uno de los objetivos de la disciplina es enseñar a respetar ciertos
límites. Es necesario que las normas sean claras y coherentes y ayuda el
que hayan sido elaboradas por todos los miembros de la comunidad escolar.
2. La impunidad ante la violencia genera más violencia.
3. La sanción debe contribuir a diferenciar entre agresores y víctimas.
4. La disciplina debe favorecer cambios cognitivos, emocionales y
conductuales en la dirección de los objetivos educativos y estimular la
capacidad de adopción de perspectivas.
5. El respeto a los límites mejora cuando se aprenden habilidades no
violentas de resolución de conflictos como la mediación y la negociación.
6. Es preciso que la disciplina ayude a luchar contra la exclusión en lugar
de aumentar su riesgo.
7. Conviene incluir la disciplina en un contexto de democracia
participativa, que todos participen en la creación de las normas.
6.3 Relaciones entre la escuela y la familia
Uno de los principales factores de riesgo de violencia es el aislamiento de
la familia con respecto a otros sistemas sociales en los que el niño se
relaciona.
El apoyo social a las familias es muy importante y puede reducir
significativamente el riesgo de violencia porque proporciona ayuda para
resolver los problemas, acceso a información sobre formas alternativas
de resolver dichos problemas y oportunidades de mejorar la autoestima.
Una importante condición para mejorar la educación es estimular la
comunicación entre la escuela y la familia, sobre todo, cuando los niños
tienen mayores dificultades de adaptación escolar y/o con más riesgo de
violencia.

6.4 Aprendizaje cooperativo


Uno de los procedimientos educativos que pueden ayudar a prevenir la
exclusión y, por lo tanto, la violencia en las aulas, es el aprendizaje
cooperativo en equipos heterogéneos, tanto en educación primaria como en
secundaria. Este método puede ayudar a: adaptar la educación a la
diversidad, desarrollar la motivación de los alumnos por el aprendizaje,
mejorar la cohesión del grupo y las relaciones dentro de éste y distribuir las
oportunidades de protagonismo académico.

6.5 Resolución de conflictos


El conflicto forma parte de la vida y es un motor de progreso, pero en
determinadas condiciones puede conducir a la violencia. Para mejorar la
convivencia educativa y prevenir la violencia, es preciso enseñar a resolver
conflictos de forma constructiva; es decir, pensando, dialogando y
negociando. Un posible método de resolución de conflictos se desarrolla en
los siguientes pasos:
• Definir adecuadamente el conflicto.
• Establecer cuáles son los objetivos y ordenarlos según su
importancia.
• Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
• Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para
llevarla a cabo.
• Llevar a la práctica la solución elegida.
• Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir
todo el procedimiento para tratar de mejorarlos.
Una buena idea puede ser ir escribiendo las distintas fases del proceso, para
facilitar su realización.
En los programas de prevención de la violencia escolar que se están
desarrollando en los últimos tiempos, se incluyen la mediación y la
negociación como métodos de resolución de conflictos sin violencia.
7. Diagnostico:
El agresor generalmente actúa cuando los adultos no están presentes: en el
recreo, en el pasillo, en el baño, por Internet, por teléfono, enviándole
mensajes, etc.
El hostigamiento la mayoría de las veces es rápido y oculto, y el que
reacciona inadecuadamente es el hostigado a quien finalmente terminan
retando.
Un ejemplo es un niño que empieza a gritar luego de que le sacaron las
hojas, le tiraron los útiles, lo pincharon, lo insultaron, todo en forma oculta.
Pero la maestra escucha sus gritos (reacción que aparece como
desmesurada por parte del acosado) y termina amonestándolo.
Y esta es la segunda etapa de triunfo por parte del agresor: ser tan hábil
como para provocar en los adultos la sanción a su víctima mientras el
disfruta de su propia sagacidad al tiempo que es festejado por sus
seguidores.

Algunos signos que podrían hacernos sospechar de


que un niño esta siendo agredido:
Por los padres:
-No quiere asistir a clase
-Síndrome del domingo a la tarde: síntomas físicos.
- Golpes y moretones injustificados
- Irritabilidad, nerviosismo, cambio de carácter.
- Tristeza
- Insomnio
- No tiene más ganas de ver a sus amigos, ni de salir de su casa
- Pérdida de objetos
- Pérdida del dinero que le dieron para el recreo
- Cefalea, dolores abdominales
En el colegio:
- Se ausenta frecuentemente
- Falta de integración con pares
- Descenso del rendimiento académico
- No entrega la tarea cuando siempre lo hizo (quizás se la robaron)
El Bullying es causa de cuadros psiquiátricos tales como depresión y
trastornos de ansiedad.
El peor final de un bullying sostenido y sistematizado puede ser la muerte.
El hostigado puede morir ya sea por suicidio o por recibir fuertes palizas de
los hostigadores hasta el punto que le ocasionan la muerte.
Hubo casos en que el hostigado se sintió tan atrapado en esta situación,
que la resolvió matando a sus hostigadores (Ej.: Columbine, Carmen de
Patagones).
Los profesores deben estar atentos a:
- La relación de los alumnos/as en los pasillos y en el patio. Los peores
momentos se sufren cuando los profesores no están presentes.
- Las "pintadas" en las puertas de baños y paredes (qué nombres aparecen
habitualmente).
- La no participación habitual en salidas de grupo.
- Las risas o abucheos repetidos en clase contra determinados alumnos o
alumnas.
- Las faltas continuadas a clase, ya que pueden indicar que no quieren
acudir a clase por miedo.
- Estar atentos a los alumnos que sean diferentes, por su forma de ser o
aspecto físico.
- Se queja de forma insistente de ser insultado, agredido, burlado...
- Si comenta que le roban sus cosas en el colegio o si cada día explica que
pierde su material escolar.
- Investigar los cambios inexplicables de estados de ánimo: tristeza,
aislamiento personal del alumno o alumna, aparición de comportamientos
no habituales, cambios en su actitud, poco comunicativo, lágrimas o
depresión sin motivo aparente...
- Escasas o nulas relaciones con los compañeros y compañeras.
- Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación: moratones,
cortaduras o rasguños cuyo origen el niño no alcanza a explica,; ropa
rasgada o estropeada, objetos dañados o que no aparecen...
- Quejas somáticas constantes del alumno: dolores de cabeza, de
estómago o de otro tipo cuya causa no está clara.
- Accesos de rabia extraños.
- Variaciones del rendimiento escolar, con pérdida de concentración y
aumento del fracaso.
- Quejas de los padres, que dicen que no quiere ir al colegio.
8. Intervención
Es necesario elaborar un programa de intervención anivel de centro a través
del abordaje unificado y consistente (código común de actuación).
Pasos:
1º: CONCIENCIACIÓN DEL PROBLEMA:
2º EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
3º CONFECIÓN DEL PROGRAMA DE INTERVENCIÓN CONCRETO
4º COMUNCIACIÓN Y PUESTA EN PRÁCTICA DEL PROGRAMA
5º REVISIÓN, EVALUACIÓN Y MANTENIMIENTO O MODIFICACIÓN DEL
PROGRAMA

1º: CONCIENCIACIÓN DEL PROBLEMA:


Cuando pensamos que en nuestro centro se esta dando una situación de
bullyng es necesario que toda la comunidad escolar se reuna (profesores,
director, psicólogo) para valorar la magnitud del problema y llegar a
acuerdos con el objetivo de llegar a algún tipo de intevención.
2º. EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
– Observación discreta en el aula y en los espacioscomunes (pasillos,
patis, comedor, baños…)
– Utilizar algún tipo de instrumento objetivo por ejemplo, el TEST BULL-
S. ES un cuestionario para toda la clase y profesorado que nos da
información sobre la situación de bullying en el aula (la magnitud,la
frecuencia y la gravedad.)
○ Datos técnicos del BULL-S
 Nombre: Test BULL-S. Medida de la agresividad entre
escolares.
 Formas: A alumnos; P profesores
 Autora: Fuensanta Cerezo Ramírez
 Duración: 20 – 30 minutos.
 Aplicación : A de 7 – 16 años; P profesores
 Información que se obtiene:
• Situación sociométrica de cada alumno dentro del
centro (lídees, parejas, subgrupos…)
• Niveles de cohesión del grupo
• Detección de dinámicas de bullying dentro del
grupo
• Detección de consecuencias del bullying (dónde
se da, cómo , gravedad…)
 Recoger inforamación sobre el ambiente familiar y
personal del/s alumno/s (reuniones con los padres,
cuestionarios)
 Generar un acuerdo entre los padres y la escuela sobre
cómo afrontar el bullying (generar opiniones comunes
argumenta la posibilidad de buenos resultados)
3º. CONFECCIÓN DEL PROGRAMA (Ejemplo escuela BCN)
A nivel de escuela
- Elaborar un protocolo de actuación:
- Elaborar una normativa objetiva y concreta sobre el bullying. Establecer
claramente y unificar las consecuencias de las agresiones, y comunicarlo a
los alumnos.
- Mantener sesiones de trabajo conjuntas sobre los problemas bully /victima
(reuniones entre profesores. Psicólogo de la escuela, profesionales externos)
- Mejorar la supervisión de los escolares en los espacios comunes (más
vigilancia en patios, pasillos…)
- Entrevistas con los padres de los alumnos involucrados
- Hacer debates periódicamente en las horas de tutoría con preguntas
concretas sobre cómo parar la agresividad en la escuela
- Introducir técnicas de trabajo en grupo (role- playing de situaciones,
discusión de textos, círculos de discusión)
- Fomentar el trabajo y el aprendizaje cooperativo en el aula.
- Realización de actividades lúdicas que faciliten la integración de todos los
alumnos (salidas, dinámicas de cohesión de grupo)

Hoja de incidencia
– Fecha:
– Hora:
– Lugar:
– Profesor/a observadora de la incidencia:
– Alumnos involucrados:
– ¿Qué ha pasado?:
FIRMA

Medidas a nivel individual


– Charlas periódicas con los bullies y las víctimas (necesitan aprender a
desarrollar relaciones interpersonales satisfactorias).
– Ayuda específica para los alumnos aislados ( ténicas asertivas.
Técnicas de control de la ira. Técnicas de resolución de conflictos,
entrenamientos en habilidades sociales).
– Aplicación de estrategias concretas en el aula: Método de pikas,
Método Císculo de amigos).
– Estas medidas las puede llevar a cabo el tutor o el psicólogo del
centro y , si el caso es inabordable en la escuela, se debe derivar a un
profesional externo.

4º. COMUNICACIÓN Y PUESTA EN MARCHA


Confeccionado el programa con las estrategias concretas, timing lugares,
etc. Es preciso:
– Establecer un calendario de aplicación y revisión
– Implicar a todos los miembros de la comunidad escolar
– Clarificar la responsabilidad de cada miembro

5º. REVISIÓN Y MANTENIMIENTO O MODIFICACIÓN DEL PROGRAMA


Realizado el programa de intervención y transcurrido un tiempo prudencial
(3meses aproximadamente). Se debe revisar su efectividad y, si es
necesario, modificarlo con el apoyo de padres, alumnos, profesionales
externos, tutores, psicólogo del centro y dirección.

Que NO hay que hacer si un padre detecta que están


agrediendo a su hijo

• Ir a hablar con los padres del agresor: personal o telefónicamente.


• Ir a protestar agresivamente al colegio: perderá veracidad el hecho
• Incitar a que el niño se defienda: si no lo hace es porque no puede

9. Soluciones legales
Extraído del artículo Bullying: “qué es, qué consecuencias tiene y cómo se
puede intervenir” de Caterina Calderón (psicóloga) y Teresa Casovas
(licenciada en derecho), publicado en el Full informatiu del COPC, diciembre
de 2004.
Cuando el acoso se da en el ámbito escolar, el centro debe aplicar su
normativa regulardora interna con el fin de radicar el problema; si es
necesario, debe recurrir a las advertencias, a la apertura de un expediente
disciplinario al causante del problema, a la exclusión temporal del centro
del alumno acosador; en los casos más extremos incluso puede recorrer a la
exclusión del centro escolar escolar de los alumnos agresivos o causantes
del acoso. Recurrir a la intervención de profesionales o de personal
responsable en las escuelas o en los institutos es solucionar el conflicto
desde un punto de vista administrativo, si bien siempre es posible y
compatible con la opción anterior utilizar la vía penal para denunciar el
problema, porque se puede dar la circunstancia que la solución inerna que
ofrece el centro no sea o no se considere suficiente.
Efectivamente, en casos de cierta transcendencia, como casos de insultos
reiterados, amenazasque hagan temer por la integridad del acosado,
vejaciones y agresiones, una solución jurídica es la denuncia de los hechos
ante la jurisdicción penal basado en lo que establecen los preceptos
siguientes:
– En los supuestos de más gravedad, los artículos 147-156 del Código
Penal sancionan con penas de prisión desde seis meses hasta tres
años las conductas que causan lesiones a la integridad corporal o
para la salud física o mental, siempre que las lesiones requieran
objetivamente para ser curadas, además de una primera asistencia
facultativa, un tratamiento médico o quirúrgico.
– En los supuestos de menos gravedad, el Código Penal también
establece, en los artículos 616 y los siguientes, la tipificación como
falta de las conductas que de manera leve consisten en amenazas
hechas con armas u otros instrumentos peligrosos, coacciones,
injurias o vejaciones injustas de carácter leve; las oenas que se
pueden imponer en estos casos varían entre tres y seis fines de
semana de arresto si hay agresión física y de diez a veinte dias de
multa si no hay agresiones.
No obstante, no debemos olvidar que las medidas anteriores se aplican
de manera general a cualquier conducta que ha realizado una persona
mayor de dieciocho años, si bien la ley orgánica 5/2000, del 12 de
enerom reguladora de la responsabilidad penal de los menores, ha dado
un trato especial a las conductas delictivas de jóvenes entre catorce y
veintiún años:
– En los supuestos de menores de catorce años, no se les puede exigir
responsabilidades según la Ley de responsabilidad penal de
menores, sino que se aplica lo que determinan las normas sobre
proctección d emenores del Código Civil, que hace referencia a la
responsabilidad de sus representantes legales, los cuales deben
responder por daños y prejuicios causados por las conductas de
acoso, el Ministerio Fiscal debe promover las medidad de proctección
adecuadas a las circunstancias de los hechos.
Las medidas que establece esta ley, con referencia a hechos delictivos
cometidos por las personas mayores de catorce años y menores de
veitiuno, hacen referencia al internamiento de diferentes niveles:
régimen cerrado, semiabierto, abierto, terapéutico, tratamiento
ambulatorio, asistencia a un centro de día, permanenciade fon de
semana o libertad vigilada. Se da al equipo técnico la función de
instrumento imprescindible para conseguir el objetivo que persiguen las
medidas, y se establece, en definitiva, un procedimiento de carácter
sancionador y educativo en el que se otorga todas las garantías
derivativas de nuestro ordenamiento constitucional.
Se pretende, además , no olvidar el interés del perjudicado del
perjudicado o vñictima del hecho cometido por el menor, se establece,
en definitiva, un procedimiento de carácter sancionador y educativo en
el que se otorgan todas las garantías derivativazas de nuestro
ordenamiento constitucional.
Se pretende, además, no olvidar el interés del prejuiciado o víctima del
hecho cometido por el menor, se establece un procedimiento singular,
rápido y poco formalista para el restablecimiento de daños y prejuicios y
se introduce un rápido revolucionario que consiste en la responsabilidad
conjunta (solidaria) del menor responsable de los hechos, conjuntamente
con sus padres, tutores o cuidadores.
También es interesante destacar que se prevé la medida de
amonestación judicial, en la cual, el juez en un acto único que tiene lugar
en la sede judicial, manifiesta al menor de manera concreta y clara las
razones que hacen socialemente intolerables los hechos cometidos, le
expone las consecuencias que para él y para la victima han tenido o
pueden haber tenido y formula las recomendaciones para el futuro.
Se aconseja que los padres del afetado sean los que, una vez dectetada
una situación de bullying en su hijo y una vez consultados los
profesionales del ámbito escolar, tomen la iniciativa para denunciar los
hechos, si es que el problema no se puede solucionar desde el centro
escolar.

9.1 Conclusiones
♠ El bullying es una problemática muy compleja porque intervienen
muchos agentes.
♠ Para prevenirlo y tratarlo, lo primero que se debe hacer es sacarlo a la
luz y reconocer que existe.
♠ Todos los implicados tienen responsabilidades en la resolución del
conflicto (padres, alumnos, profesores, escuela, etc.)
♠ Recomendaciones para los alumnos afectads:
– Comunica las agresiones l antes posible a padres y/o profesores.
– Solicitar los servicios de un profesional (psicólogo de la escuela o
externo)
♠ Recomendaciones para los padres:
– Afrontar la situación y hablar cuanto antes con los profesores para
pedir una observación discreta.
– Coordinarse con la escuela para llegr a soluciones comunes.
♠ Recomendaciones a los profesores:
– Formarse sobre el tema
– Entrenarse en estrategias concretas.
– Intentar llegar a n consenso entre todos los profesionales se la
escuela.
Con todo esto se mejora mucho el pronóstico del bullying en el aula y se
trabaja la prevención.
10. Pautas generales
A continuación ofrecemos una serie de pautas generales que facilitan la
labor del profesor:
♥ Para cada una de las conductas que quieres cambiar en tu amuno utiliza
el mayor número de estrategias para modificarla.
Por ejemplo, si un alumno no acaba las tareas puedes forzarlo cuando las
acabe y adaptar el entorno situándolo cerca de la mesa del profesor.
Podemos también adaptar la exigencia a su capacidad dividiéndola en
partes o pidiéndole que nos muestre de forma más frecuente. Otra
estrategia a utilizar sería poner una consecuencia, por ejemplo, si no la
acabas se la llevará a casa de deberes.
♥ Retira la atención ante conductas inadaptadas y premia o refuerza con la
atención las contrarias.
Por ejemplo, ignora al alumno si se levanta para llamar la atención y
acércate a su lado cuando este trabajando bien sentado y en silencio.
♥ Plantea normas de clase para todos los alumnos no sólo para el alumnos
que presenta conductas inadaptadas.
Por ejemplo, si un alumno con hiperactividad siempre corre por el pasillo
puedes poner la norma para toda la clase “no se puede correr por el pasillo,
él que lo haga tendrá que entrenarse a caminar y recorrer el oasillo dinco
veces caminando”
Si el mismo alumno tiene necesita trabajar los problemas de matemáticas
con autoinstrucciones, podemos escribir los pasos a seguir en una cartulina
grande y colgarla en la pared de la clase para que todos los alumnos los
utilicen.
♥ Intenta evitar situaciones que sabes que el alumno no puede controlar.
Por ejemplo, evitar las esperas en la fila de un niño hiperactivo (podemos
hacer que baje el último para esperar menos tiempo y facilitar que sea
felicitado por ello; para justificar que llegue el último podemos nombrarle
encargado de la clase). Podemos por ejemplo, preparar trabajo extra
divertido (fichas de laberintos, sopas de letras o razonamiento para el
alumno que acaba rápido parea evitar que se aburra y moleste o llame la
atención de modo negativo.
♥ Programa un registro para el alumno compruebe de forma visible que
mejora.

Por ejemplo, registra el número de faltas de cada dictado para poder


comprobar al cabo de un tiempo que ha disminuido el número de errores.

♥ Divide en pasos pequeños una conducta y refuerza cada paso, sobretodo


al cabo de un tiempo que ha disminuido el número de errores.

Por ejemplo, si el objetivo es que un alumno acabe la ficha del trabajo bien
y con buena presentación (letra inteligible y dejar márgenes), primero
reforzaremos cuando acabe bien un aparetado de la ficha, después dos
apartados, tres y así sucesivamente hasta reforzarle por acabar todo la
ficha de forma concreta. Después pasareos a reforzar la letra inteligible y el
hecho de lo márgenes..

♥ Evita la competición de unos niños con otros porque no beneficia a nadie


y provoca que algunos niños abandonen.
11. Estadísticas Bullying

11.1. Estado de la situación en el Estado Español:

Conclusiones relativas a la convivencia en la escuela del "Diagnóstico


general del sistema educativo" (España, 1998) del Instituto Nacional de
Calidad y Evaluación del Ministerio de Educación y Cultura de España: se
han evaluado, mediante un cuestionario, 534 centros públicos y privados
que imparten educación secundaria obligatoria.

- Nivel de convivencia del alumnado: bueno, excelente: 79 %, regular o


malo: 21 %
- El 25 % dicen estar algo preocupados por el tema de la violencia en el
entorno del establecimiento y solo un 8% lo percibe como asunto de
preocupación grave.

- El Reglamento de régimen interior y las normas de convivencia de cada


establecimiento educativo se consideran instrumentos adecuados para
mejorar la convivencia en el Instituto y disminuir los problemas de
disciplina.

- El 80% de las personas encuestadas afirma que ha habido situaciones de


indisciplina en su establecimiento durante los últimos tres años. Se
consideran que los casos de indisciplina más frecuentes han sido alborotos
fuera del aula, alborotos en el aula y faltas de respeto a compañeros.

- Se señalan por el estudio como causas principales de la indisciplina el


desinterés de los alumnos y los problemas familiares.

- en los últimos tres años, se han impuesto sanciones en materia de


disciplina de alumnos, solamente en el 30% de los centros.

- Casi el 60% de las respuestas indican que ha habido agresiones entre


alumnos en el establecimiento en los últimos tres años, pero las agresiones
han sido aisladas. Sólo un 7% de las respuestas contabilizan más de 10
agresiones en el establecimiento durante ese periodo de tiempo.

El País (01/10/04) en la sección de sociedad, publica los siguientes


datos sobre la incidencia del “bullying” en el Estado Español, un estudio
realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad Complutense de
Madrid describe los siguientes datos:

- Uno de cada tres estudiantes (el 34,2%) de ESO afirma que "nunca pediría
ayuda a sus profesores si sufre situaciones de violencia escolar",

- El 37% considera que si no devuelve los golpes que le dan "es un cobarde"
y

- El 39% afirma que "si un amigo suyo arremete a otro debe ponerse de su
parte".
- Los datos revelan además que el 2,9% de los alumnos padece problemas
graves de violencia escolar.

- Las edades de más riesgo de padecer bullying -es decir, de ser víctima de
violencia física o psicológica por parte de compañeros de forma
permanente- son de los 13 a los 15 años, según el estudio.

- Estos años coinciden también con los de mayor riesgo de empezar a


consumir drogas.

El informe Prevención y lucha contra la exclusión desde la


adolescencia. La violencia entre iguales en la escuela y en el ocio ha sido
realizado entre 826 estudiantes de la Comunidad de Madrid, en
colaboración con el Instituto de la Juventud. Consta de cinco
investigaciones, en las que se han hecho distintos tipos de cuestionarios y
entrevistas. Los datos indican:

- El 16% de los encuestados reconoce que participa en exclusiones (como


insultar o aislar a un compañero) y en agresiones psicológicas.

- De las situaciones que más se dan como parte del bullying, o acoso
frecuente, destacan la ridiculización con motes (8% de víctimas), el
aislamiento (7,2%), los insultos (7%).

- El porcentaje de alumnos que declara que les pegan a menudo es del 1,8%
y que reciben amenazas, del 2%.
12. ¿Qué no es bullying? Otras
formas de agresividad escolar
- No ser amigo de alguien NO es bullying.
- No querer pasar tiempo con alguien NO es bullying.
- Una pelea ocasional o por un tema puntual no es bullying
♦ Disrupción en las aulas: tres o cuatro alumnos impiden, con su
comportamiento, el desarrollo normal de la clase.
♦ Problemas de disciplina: son conflictos de relación entre profesor y
alumno. Desestabiliza la vida cotidiana del aula
♦ Vandalismo y daños materiales: agresiones contra las cosas, robos,
destrozos,…
♦ Violencia física: es una agresión contra la integridad física de una
persona. Incluye agresión, extorsión, presencia de armas…
♦ Acosos sexual
12.1 La disrupción:

Introducción

Un punto en el que coinciden profesorado y alumnado es que la mayor parte


del tiempo que pasan dentro del centro lo pasan en el aula. Mientras que en
primaria, el número de horas semanales de coexistencia en el aula es
prácticamente el mismo para profesores y alumnos, en secundaria éstos
pasan allí bastantes más horas que los docentes. En todo caso, lo que
pretendemos poner de manifiesto es que el aula es el eje de la vida diaria
de los centros escolares; en ella tienen lugar la mayor parte de las
transacciones interpersonales, en ella ejercen fundamentalmente su
profesión los profesores, y en ella acceden los alumnos a lo que conocemos
por curriculum escolar explícito. También en ella, desde luego, se
manifiestan la mayor parte de los problemas y conflictos de la convivencia
escolar.

La investigación educativa demuestra que las variables de lo que llamamos


gestión y organización del aula –y en las que entraremos a continuación –
son las que más influyen y determinan no sólo la frecuencia de aparición de
conductas antisociales, sino también el aprendizaje de los alumnos, su
rendimiento académico, y la salud de las relaciones interpersonales que
desarrollen tanto con sus iguales, con los adultos, y con la comunidad en
general

La disrupción en el aula: Implicaciones sobre la enseñanza y


el aprendizaje

Si recordamos la categorización de comportamiento antisocial de los


alumnos que hemos propuesto en este material, la disrupción es el
problema por excelencia a que se enfrentan cada día los profesores (de
modo especialmente agudo los de secundaria). Los comportamientos que
agrupamos bajo la denominación de disrupción no son propiamente
violentos o tan siquiera agresivos. Se trata de conductas aisladas y al
tiempo muy persistentes, que manifiestan consistentemente algunos
alumnos en el aula –en ocasiones una mayoría –y que, en su conjunto,
podrían calificarse de boicot permanente al trabajo del profesor, al
desarrollo de la actividad del aula, y al trabajo de los demás alumnos: faltas
de puntualidad, cuchicheos, risas, provocaciones constantes al profesor,
comentarios hirientes en voz alta acerca del profesor, de un compañero o
de la propia tarea, insultos, pequeñas peleas y robos, y en definitiva
desafíos de todo tipo a las normas de convivencia dentro del aula.

Dicho en breve, la disrupción vendría a reunir lo que en lenguaje escolar


suele llamarse problemas de disciplina en el aula. Por poco frecuente y
grave que sea, la disrupción interrumpe y distorsiona el flujo normal de las
tareas que se desarrollan en el aula, y fuerza al profesor a invertir buena
parte del tiempo de enseñanza en hacerle frente. Al mismo tiempo que
asumimos que la disrupción es la música de fondo de la mayor parte de
nuestras aulas, debemos asumir también sus implicaciones y consecuencias
a corto y largo plazo:

☻ La disrupción, para comenzar, supone una enorme pérdida de tiempo.


Cada curso, cada día y cada hora de clase. Tiempo perdido para la
enseñanza y para el aprendizaje de los alumnos, que, no lo olvidemos,
cuesta muchos miles de millones al contribuyente. Pero además de tiempo,
también se despilfarra energía. La desperdicia el profesor teniendo que
dedicarse a veces en exclusiva al control de la disciplina; la desperdician los
alumnos, que ven sus tareas interrumpidas una y otra vez; y la desperdicia
la institución escolar en su conjunto que tiene que dedicar cada vez más
recursos personales y materiales a la gestión de expedientes disciplinarios.

☻ La disrupción separa –emocionalmente hablando –a los alumnos de los


profesores. Dicho de otra forma, la disrupción trae como consecuencia la
incomunicación dentro de las aulas. Dependiendo de la manera en que el
docente reaccione ante la disrupción, podemos encontrarnos con distintos
resultados en este sentido: desde la confrontación permanente hasta la
ignorancia mutua (pactos tácitos de no-agresión), en todo caso tenemos
incomunicación, que sin duda configura las actitudes y expectativas tanto
de los alumnos como del profesor (y no precisamente en la dirección más
deseable).

☻ La disrupción en el aula suele estar en la raíz del incremento de la


resistencia del profesorado a emplear enfoques activos de enseñanza y
aprendizaje, y en general de cualquier tipo de iniciativa innovadora.
(Freiberg, 1998). La persistencia de la disrupción le lleva a no correr riesgos
ni hacer experimentos con el grupo clase. Sobre todo si tales riesgos y
experimentos suponen introducir modelos de trabajo en los que el
alumnado trabaje más activamente, de modo más independiente, o en
grupos cooperativos. Esto es, curiosamente aquellos modelos de trabajo en
el aula que mejor previenen y tratan la disrupción.

☻ La disrupción tiene una relación directa con el incremento del


absentismo, tanto por parte del alumnado como del propio profesorado
(Freiberg, 1998).

La investigación al respecto ha confirmado algo que tal vez no requería de


grandes esfuerzos indagadores: la relación entre disrupción rampante en el
aula y estrés del profesor. Así, la disrupción, cual lluvia fina cayendo curso
tras curso, determina la autoestima profesional del profesor, condiciona sus
decisiones profesionales, y va aumentando su nivel de estrés hasta llegar
en ocasiones a lo que se conoce técnicamente como burn-out (“quemado”).

☻ Por último, es evidente que la disrupción permanente en el aula tiene una


influencia directa –y obviamente negativa –sobre el aprendizaje y el
rendimiento escolar de todos los alumnos, tanto si son disruptivos como si
no lo son.

Entender la disrupción

Después veremos cómo la reacción inmediata a la disrupción en el aula es


una de las variables fundamentales de lo que llamamos la gestión del aula.
Pero antes, volvemos a insistir en la necesidad de entender los fenómenos y
conductas a que nos enfrentamos; en este caso, la necesidad de penetrar
en las causas y factores que pueden estar tras la disrupción.

Tendremos que admitir, poniéndonos en el lugar de los alumnos, que su


experiencia a este respecto es ciertamente peculiar: después de unos años
en preescolar y los primeros años de la enseñanza primaria en que las
relaciones en el aula están basadas en la confianza, el cuidado y el apoyo
por parte del docente, se pasa sin mayores transiciones a una situación en
la que las relaciones en el aula se fundamentan tan sólo en la obediencia a
las reglas establecidas por los adultos. Si en los primeros años - sobre todo
en preescolar –tenían asignadas responsabilidades en el aula, y podían con
ello desarrollar cierto sentido de pertenencia y apropiación, después se diría
que entran en territorio extranjero, donde resulta muy difícil consolidar tales
sentimientos de arraigo y pertenencia, o las actitudes de apropiación y
responsabilidad; imposible, desde luego, cuando no se les concede ningún
espacio para la autonomía y la responsabilidad y sus únicas alternativas son
la obediencia o la provocación. Según Freiberg (1998:9), en muchas
ocasiones “el comportamiento disruptivo es una respuesta sana por parte
de los alumnos ante un entorno de aprendizaje enfermo”. En otras palabras,
buena parte de las conductas disruptivas –y muchos de los
comportamientos antisociales que de ellas se siguen o con las que se
relacionan –pueden abordarse y transformarse si atendemos y cuidamos los
distintos elementos de la organización y la gestión del aula. Es decir,
construyendo una respuesta profesional, en el sentido más estricto de esta
palabra.

Los elementos de la organización y la gestión el aula

En el encabezamiento de este ámbito de solución, hemos destacado cuatro


elementos que en nuestra opinión son la base de lo que llamamos estilo de
enseñanza, y que determinan además el clima del aula. Son todas ellas
cuestiones que están en el núcleo del oficio docente, que pueden (auto)
analizarse, revisarse, criticarse y desarrollarse en determinada dirección.
Todos ellos son susceptibles de modificación, es decir, son elementos sobre
los que el profesor puede tomar decisiones con objeto de conducir el aula
en una determinada dirección.

1. Distribución y ocupación de espacios.

La disposición de las personas y de los materiales en el aula, como


sabemos, no es ningún tema irrelevante. Hay, por ejemplo, patrones casi
universales en cuanto a dónde tienden a sentarse los alumnos (chicas
delante, chicos detrás; los académicamente capaces delante y en el centro;
los demás, atrás y en los extremos, etc.). Es necesario poner en cuestión y
flexibilizar estos patrones.

2. Distribución y uso del tiempo.

Las sesiones de aula suelen responder igualmente a un patrón definido en


cuanto a la distribución del tiempo. Y también éste tiene relación con el
clima del aula, con el rendimiento de los alumnos y con la mayor o menor
presencia de disrupción.

Así, por ejemplo, el porcentaje de tiempo que se dedica a trabajo


cooperativo tiene una incidencia directa en la prevención de la disrupción.

3. Discurso del profesor e interacción verbal.


El discurso de profesor está compuesto por todo el conjunto de textos y
mensajes que de manera explícita comunica en el aula. Está directamente
relacionado con el tipo o modo de interacción verbal que se establece en el
aula. Discurso e interacción promueven y refuerzan determinados tipos de
relaciones interpersonales (cooperativas o competitivas, de autonomía o de
dependencia) y bloquean otros.

4. Interacción no verbal y paraverbal (Proxemia).

Además de las palabras, el lenguaje del cuerpo, los gestos y especialmente


el movimiento del profesor por el aula, son elementos con una incidencia
directa y considerable sobre la presencia o ausencia de disrupción. No hará
falta insistir mucho en que un profesor que multiplica el contacto no verbal
y paraverbal con sus alumnos, y que se mueve con frecuencia por la clase,
distribuyendo su atención entre todos los alumnos, previene las conductas
disruptivas mejor que aquél que se parapeta tras una mesa.

5. Reacción (inmediata) ante la disrupción.

El tipo de reacción del docente ante la disrupción es uno de los principales


indicadores que el grupo de alumnos –y especialmente los disruptivos –
utiliza para relacionarse con su profesor. Sintetizando, los tipos de reacción
a la disrupción serían el agresivo (el profesor percibe la disrupción como
una agresión personal y reacciona agresivamente a su vez), el pasivo (por
economía de esfuerzo y tal vez por impotencia, decide hacer como que no
se entera), el asertivo (afronta la disrupción con decisión y temple,
aplicando las normas acordadas al respecto, a ser posible con el máximo
rigor), y el cooperativo (traslada inmediatamente el problema y la situación
al conjunto de la clase y al propio implicado o implicados, buscando la
rectificación inmediata o el consenso del grupo acerca de una posible acción
o sanción).

6. Estilo motivacional.

Es uno de los elementos fundamentales de lo que conocemos como estilo


de enseñanza. La motivación de los alumnos antes de iniciar una tarea o de
entrar en un determinado tema es algo que en muchas ocasiones puede
descuidarse, con la consecuencia casi segura de más disrupción. Atraer y
mantener la atención de los alumnos dentro del aula se está convirtiendo
cada vez más en una misión imposible. No en vano es ya lugar común en el
mundo anglosajón que la enfermedad infantil más común y extendida es el
llamado síndrome de déficit de atención (SDA). Pero profundizar en esta
cuestión nos llevaría más espacio del que aquí disponemos.

7. Preparación y gestión de las actividades y tareas de


aprendizaje.

Este elemento es probablemente el que más desapercibido suele pasar.


Basta observar una clase, sobre todo en secundaria o en los últimos cursos
de primaria, para comprobar que el profesor tiene que hacerse cargo a
diario de entre veinte y cuarenta pequeñas tareas (repartir papeles y fichas,
transportar material, apagar luces, tomar notas, etc.), cuya duración no
llega al minuto, a la hora de preparar y gestionar las actividades. Tal
despliegue, además de resultar agotador para el docente, favorece la
aparición de conductas disruptivas en un alumnado que asiste a todo ello
sobre todo como espectador.

8. Uso del elogio y del refuerzo en general.

La administración –y dosificación –de elogios y refuerzos en general es otro


de los elementos clave en la gestión del aula. De hecho, formaría parte del
discurso del profesor, apuntado más arriba, pero su carácter estratégico
justificaría su consideración independiente. En determinados enfoques
sobre la disciplina escolar, basados fundamentalmente en los principios de
la modificación de conducta, el uso de refuerzos es la pieza clave.

9. Distribución del poder y ejercicio de la autoridad dentro del


aula: (transferencias de responsabilidad y, por ende, de
liderazgo de profesor a alumnos).

Investido como la autoridad dentro del aula y detentando el poder en la


misma, el docente tiene que tomar decisiones sobre cómo ejerce esa
autoridad, cómo la presenta y la legitima ante los alumnos, y si distribuye,
devuelve y transfiere cierta cuota de poder a los alumnos. Como puede
apreciarse, este es probablemente, aunque lo hayamos dejado para el final,
el elemento de mayor calado en la gestión del aula y, en consecuencia, en
la prevención de la disrupción; y sobre todo en secundaria.

AMBITOS DE MEJORA DE LA CONVIVENCIA DEL CENTRO


1.-Obtener un conocimiento más ajustado del alumnado que permita una
mejor respuesta educativa: auto concepto y autocontrol, competencia
instrumental...

2.-Introducir cambios en el currículo escolar, haciéndolo más inclusivo y


democrático y reconstruyéndolo en torno a los valores democráticos.

3.-Estimular y consolidar el funcionamiento del grupo-clase, especialmente


a través de normas de comportamiento en el aula y el centro.

4.-Favorecer la colaboración de las familias con el centro educativo


participando en los procesos relativos a los temas de convivencia.

5.-Tomar medidas que afronten la influencia del contexto social cercano del
alumnado.

6.-Revisar y mejorar las estrategias docentes de gestión del aula:


interacción verbal, discurso docente, estilo motivacional y reacción
inmediata a la disrupción.

7.-Desarrollar en todos los miembros (PAS incluido) de la comunidad


educativa habilidades sociales de comunicación y resolución de conflictos.

8.-Crear instrumentos y estructuras en el nivel institucional del centro para


promover una convivencia más racional y saludable (nuevas comisiones,
grupos de mediación de conflictos, defensor del estudiante, asociaciones,
actividades voluntarias, campañas...)

9.-Trabajar con normas de convivencia en el centro y criterios comunes de


seguimiento y evaluación ante los incumplimientos, desarrolladas en
procesos que surjan desde las aulas.

10.-Garantizar las condiciones mínimas de seguridad en el centro: seguridad


física y respuestas específicas ante situaciones graves.
12.2 Incidencia de la disciplina en el proceso
académico
INTRODUCCIÓN

Es el futuro maestro el que debe conocer pautas de porqué se dan


fenómenos de indisciplina, como depurarlos, y su papel además de la
transacción de conocimientos, el traspaso de actitudes, valores, normas de
convivencia, etc.

1. Antecedentes de la disciplina escolar

Hablar antes de disciplina suponía encerrarla en un marco de ideas que a


su vez presumían actitudes, valores e incluso normas morales, es por eso
que Al hablar de disciplina escolar no podemos olvidar virtudes como
urbanidad, esfuerzo, obediencia, constancia. Veamos algo sobre la
urbanidad que gozó de gran estima en las escuelas de España en las
últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX.

En un libro editado por Saturnino Calleja (1901) se definía a la urbanidad


como el arte de hablar y de proceder con delicadeza, en el trato social, por
personas educadas. Un hombre educado no se concebía sin, además de
otros, este requisito. Por eso se insistía en la conveniencia de que los niños
reciban y practiquen reglas de urbanidad con sus padres y maestros. Hoy la
urbanidad no es algo obsoleto o anticuado. Al contrario sigue siendo muy
necesaria, aunque la llamemos "habilidades sociales" o "hábitos de
convivencia ", para obtener una adecuada convivencia en las escuelas. Es
una virtud, no profunda, por cierto, pero que conviene practicar.
Como señalaba Aristóteles "practicando las acciones justas llegamos a ser
justos y practicando las acciones moderadas llegamos a ser moderados".
Ciertamente la urbanidad es insuficiente pero es primera virtud y fuente de
todas las demás. Así lo defiende, acertadamente, en nuestros días el filósofo
francés A. Comte-Sponville (1996): "Porqué hablo de una primera virtud (la
urbanidad), porque, en lo que se refiere al individuo es la primera
cronológicamente hablando". La disciplina viene favorecida por una
eficiente organización del centro escolar, cuyo lema incluye cordialidad,
esfuerzo y alegría. Alegría no presupone holgazanería y hedonismo. Más
bien al contrario. A los jóvenes les gusta proponerse metas elevadas y
superar dificultades. El esfuerzo no se opone al interés porque el interés
profundo irá siempre unido al esfuerzo y la constancia que da la fortaleza
del carácter.

2. ¿Cómo se define la Disciplina Escolar?

La disciplina es el medio, la herramienta con la que debe contar el educador


para poder guiar y organizar el aprendizaje y al mismo tiempo es un fin para
desarrollar en la persona los valores, actitudes que se deseen. La aproximación
al concepto "disciplina escolar" depende del arquetipo que tengamos del ser
humano y por ende de un centro docente que se concreta en la idea de visión y
misión. En sentido general disciplina es la observación de las leyes y
ordenamientos de cualquier profesión o instituto. Efectivamente cualquier
organización que pretende lograr objetivos, tiene que hacer cumplir las normas
y la correcta realización de las actividades. En pocas palabras la disciplina
escolar es aquella que presentamos durante nuestro entorno escolar.
En un primer momento debe ejercerse la disciplina externa, pero esta
paulatinamente tiene que apuntar hacia la disciplina interna, la autodisciplina
que es la verdadera disciplina (Secchi jeremías)
No podemos comentar sobre disciplina escolar si no llevamos a los educandos a
la ética de valores (familiares, sociales, nacionales y sobretodo con ellos
mismos) y al reconocer un mundo que también tiene aspectos positivos los
lleve como respuesta a un compromiso, lleno de una sana disciplina emanada
desde el interior, para un mundo mejor. (Carlos Zamarripa)
Es un tipo de relación intergrupal que nace y surge de la convivencia entre un
grupo homogéneo de personas y otro grupo reducido (puede ser una sola
persona) al cual se le reconoce su autoridad sin ejercer violencia alguna. (Pedro
García)

3. La Disciplina y La Educación

Lo primero que compete a una escuela cualquier tipo de institución


formadora es clarificar a sus integrantes, profesores y alumnos, su misión
como núcleo del ideario y proyecto, en nuestro caso, es la lectura y
apropiación de un proyecto educativo de la institución, lo que zanjara la
forma en que los estudiantes deben identificarse con el plantel y bajo que
parámetros se hace esto. El profesor Aurelio Villa (1994), rememorando a
Ortega y Gasset, destaca la importancia de acertar plenamente con la
misión de la escuela, de sus fines y objetivos, porque la misión supone una
visión concreta que comunica de forma corta y directa sus propósitos
finales.
La educación presupone unos bienes trasmitidos por la tradición a través
del encuentro entre generaciones. Sin duda la escuela es un lugar
privilegiado de dicho encuentro.
Por tanto la misión de la escuela es:
a) trasladar a las nuevas generaciones las tradiciones y valores recibidos y
acumulados de generaciones anteriores;
b) proporcionar a los alumnos los conocimientos y normas morales para una
convivencia cívica basada en la libertad, la tolerancia y la solidaridad;
c) contribuir a la formación profesional.
Además de estas tareas centrales los centros escolares podrán ofrecer, en
el marco de los derechos fundamentales reconocidos en las declaraciones y
convenios internacionales, opciones propias que amplíen estos mínimos con
ofertas morales elevadas en sintonía con los derechos de los padres a elegir
los idearios que más se ajusten a la demanda propia de una sociedad plural
y abierta donde se manifiestan distintas formas de enfocar el sentido de la
existencia.
"Hay varias formas de disciplina pero por lo general la disciplina es un
comportamiento humano, el cual es un comportamiento como una cierta
libertad que se rige a ciertas leyes o reglas en cierta forma. En una
institución educativa la disciplina puede ser expresada como un
comportamiento en el cual el alumno se rige a las leyes del respeto hacia el
profesor y con y para los compañeros del aula.
Si tomamos en cuenta lo antes expresado en los textos tenemos, como
resumen que la disciplina en el curso es la forma por la cual el estudiante en
cierta forma "entrega" respeto al profesor y los compañeros, aunque más se
da el caso hacia el profesor ya que la disciplina la hace el curso entero y por
lo tanto tenemos que la indiscipline es la falta de disciplina por la cual se
lleva a la violación de la regla de oro que es dar respeto y atención al
educador en la institución.

4. Rol del Maestro en la Disciplina Escolar

Los profesores son claves en la disciplina. Deben dominar el difícil


equilibrio entre la firmeza y flexibilidad. Para ello tienen que tener ciertas
atribuciones de gestión de la clase en las que se incluyen la toma de
decisiones que considere oportunas. Además no debemos olvidar la
dimensión vocacional sin la cual es difícil lograr la ejemplaridad en virtudes
morales y laborales: puntualidad, preparación de las lecciones y exámenes,
conversación con sus alumnos, paciencia, contención, amor e interés por los
niños.

Son bastantes las experiencias e investigaciones que insisten en la


disciplina o actividad ordenada como factor de calidad de las escuelas. El
profesor eficaz tiene que ser sostenido por la sociedad y autoridades para
que logre en su clase: una atmósfera ordenada y tranquila; controle los
deberes y tareas en la enseñanza indirecta; fomente altas expectativas; sea
claro en sus exposiciones; consiga que los alumnos realicen ejercicios
eficientes, inmediatamente después de la presentación y efectué una
evaluación diversificada que incluya exámenes trimestrales y anuales tanto
de tipo oral como escrito.
Entonces, cómo hacer para que la conducta de los alumnos sea pertinente a
la clase sin pasar por las anotaciones, sanciones o expulsiones, más aún,
cuando la clase es el momento más oportuno para promover valores
humanos, y no exclusivamente contenidos curriculares. En este sentido, el
rol del profesor es fundamental en la articulación y promoción de una buena
conducta de los escolares. Cómo se logre ésta, se darán las luces sobre que
tipo de educación se esta promoviendo.

5. Principio Organizacional

La organización del centro debe estar de tal manera diseñada y ejecutada


que facilite la acción disciplinada de todos. Naturalmente con flexibilidad y
amor hacia los jóvenes para el encuentro educativo. Lo cual no supone
inoperancia y falta de exigencia que deje indefensos a los profesores y les
imposibilite llevar a cabo el oficio de enseñar. Esto con respecto a los
padres que prefieren una educación lúdico-hedonista para sus hijos que
también debe ser tenida en cuenta siempre que cumplan los mínimos
curriculares. A su vez no se debe limitar a los padres que así lo elijan que los
docentes desarrollen programas de excelencia académica para quienes
deseen esforzarse. No obstante es un imperativo moral señalar que las
escuelas deberían influir en las familias para que no perjudiquen a sus hijos
dejándoles sin referencias de esfuerzo y lucha por ellos y por los demás.

6. Tipos de Educación Disciplinar: Disciplina Autoritaria y


Democrática

Para el desarrollo de las clases, en cualquier centro escolar, es muy


necesario un ambiente armónico, el que muchas veces se ve perjudicado
por la conducta de los alumnos.

6.1 Educación Disciplinar Autoritaria

Se dice de aquella Disciplina escolar impuesta por cada profesor o profesora


y sujeta arbitrariamente al espontaneísmo y gusto del maestro o maestra.
Se hace mucho énfasis en el castigo como condición de asimilación. Tiende
siempre a sermonear y destacar arquetipos de conducta cada vez que se
viola una norma. La educación autoritaria hace énfasis en el conocimiento
de reglas para actuar y en la Educación circunscrita, en el sentido de velar
sólo por la conducta escolar. Propugna Ideales latentes de pasividad,
obediencia, respeto a la jerarquía, silencio y conformismo. Se basa en
Principios y rutinas solidificadas. La Reglamentación se hace con énfasis en
la conducta prohibida: No gritar, no llegar atrasado, etcétera. Acción
idéntica del profesor en todos los cursos, en el entendido de la capacidad
que posee el hombre para ordenar su conducta en la dirección que decida
su voluntad. La Adecuación del alumno a la disciplina impuesta desde el
exterior. Conducta del alumno se adecua a lo que él supone que el adulto
considera plausible.

6.2 Educación Disciplinar Democrática

La Disciplina democrática es aquella que es cotidiana y elaborada con la


participación de los alumnos y objetivada en la formulación de una
normativa coextensiva a todos los profesores (as). Su Énfasis se basa en la
motivación como condición de aprendizaje. Se evidencia una permanente
tendencia al análisis de los factores que han influido en la ruptura de la
norma y a idear procedimiento de corrección. Hace énfasis en la
conformación de actitudes de vida. Educación genérica, en el sentido de
velar por la adquisición de patrones generales de vida. Se basa en Ideales
declarados de participación, acción personal, crítica, consenso y respeto
mutuo. Sus Principios son estables y sus rutinas pueden ser modificables. A
su vez su Reglamentación se da con énfasis en la conducta deseada: ser
solidario, ser respetuoso de los demás, etcétera. Acción diferente del
profesor según la etapa de desarrollo de la conciencia moral del niño.
Acción graduada que se mueve entre la imposición de la conducta esperada
y, en estadio superior, al comportamiento autónomo y responsable del
alumno. Desarrollo de una disciplina interior, autodisciplina. Conducta del
alumno determinada por los valores que han sido internalizados.
Comportamiento dirigido por mandatos de una conciencia éticamente
formada y no por personas determinadas.

Comparando por un lado la educación disciplinar más tradicional y


autoritaria y por otra, la educación basada en los principios de la
convivencia democrática, se puede determinar cuál es la actuación del
profesor.

7. Soluciones para evitar la Indisciplina

Como una solución general a la indisciplina se propone que los alumnos y


profesores pongan su parte para evitar inconsistencias como: los atrasos, el
abuso, las burlas, etc. Estableciendo lo siguiente como soluciones:

Que los profesores traten de llegar a clases a la hora que es.


Que los profesores calmen a los alumnos cuando están alterados.
Que cuando hay bloques de tres horas de clases, los profesores den un
receso para descansar a la mitad de la clase.
Que en la hora que comienza después del recreo, los profesores esperen un
poco a que los alumnos se relajen y atiendan a la clase
Que los profesores no den la clase muy rápido
Que los alumnos no abusen de la confianza de los profesores
Que a la última hora de clase los profesores no den una clase muy aburrida
Que los profesores hagan clases más dinámicas
Que los profesores escojan temas de interés común para todos los alumnos
para evitar el aburrimiento.
Que los alumnos y profesores dialoguen de vez en cuando para ver si les
gusta como llevan la clase o no.
12.3 Acoso sexual

¿Qué es el acoso sexual?

El acoso sexual es la conducta sexual no deseada que es perpetrada por


otros estudiantes o por los empleados de la escuela y que interfiere con el
derecho que tiene el estudiante de recibir educación o de participar en las
actividades escolares.
El acoso sexual puede ser entre un mismo sexo o entre sexos opuestos. Es
una conducta hostil o degradante que se enfoca en el sexo, la orientación
sexual o la identidad sexual de alguien. Es una forma de discrimen ilegal
según el sexo de la persona que es la víctima.

Algunos ejemplos:

Existen varios tipos de conductas consideradas como acoso sexual:

Físico

 Empujar o lastimar intencionalmente a alguien por su sexo, orientación


sexual o identidad sexual.

 Levantar, romper, bajar o agarrar la ropa de otra persona.

 Interrumpirle el paso a una persona, pararse demasiado cerca, mirar


fijamente o acechar a alguien.

 Abrazar, besar, tocar, agarrar o pellizcar a alguien sin que la persona lo


desee.

Verbal

 Acosar pidiendo una cita.

 Hacer correr rumores o afectar el nivel de popularidad de otra persona.

 Efectuar sonidos sugestivos de naturaleza sexual, silbidos o ruidos


sexuales groseros.

 Insultar, amenazar, hacer comentarios o bromas de tono sexual que se


centran en el sexo, la orientación sexual o identidad sexual de alguien.

Visual

 Mostrar fotos, afiches, dibujos animados, dibujos e imágenes creadas en


una computadora de naturaleza sexual.

 Escribir notas, cartas o graffitis que sean sexualmente explícitos.

 Hacer gestos obscenos o movimientos del cuerpo sugestivos, que sean


de naturaleza sexual.

¿Cómo proteger?

 No acoses ni alientes a los que acosan a otros.


 Recuerda que el decir "sólo fue una broma" no es la manera de excusar
el acoso sexual.

 Respeta a todos.

 Demuestra sensibilidad por la manera en que los demás reaccionan ante


tus acciones o palabras.

Si te acosan, dile a la persona que lo hace que su conducta te ofende y


que es tu deseo que deje de acosarte, si crees que es seguro para ti
hacerlo.

Si te continúan acosando, denúncialo. Depende de la escuela investigarlo


y tomar cartas en el asunto. Hay muchas formas de solucionar el acoso
sexual, el silencio no es la respuesta. Si lo ignoras, no dejará de ocurrir.

No seas un espectador social.

 Si has sido testigo de un acoso o de una intimidación, puedes responder


denunciando el incidente.

 Si no actúas, no dejará de ocurrir.

 Si un(a) amigo(a) o un(a) compañero(a) de clases te confía que ha sido


víctima de acoso sexual, escucha con comprensión, bríndale apoyo y
aconséjale que denuncie.

Por Dra. Flavia Sinigagliesi - Abril 2007


Médica pediatra especialista en trastornos del desarrollo y
neuropsicofarmacóloga
Coordinadora del GrupoCidep e integrante del Equipo Bullying Cero
Argentina
HAWER DANIEL VEGA BARAJAS
rewah77[arroba]hotmail.com
ESTUDIANTE UNISALLE
BOGOTA
2005
Referencias bibliográficas sobre disrupción:

- Canter, L. y Canter, M. (1992): Assertive discipline: A take-charge approach for


today’s

educator, Santa Mónica, Canter Associates.

- Fernández, I. (1998): Esquema del curso sobre conductas conflictivas en el aula.


Documento

inédito policopiado. Madrid, I.E.S. Alarnes, Septiembre.

- Fernández, I. (1998): Prevención de la violencia y resolución de conflictos. El clima


escolar

como factor de calidad, Madrid, Narcea.

- Freiberg, H.J. (1998): Beyond behaviorism: Changing the classroom management


paradigm for

at-risk youth, paper presented to the annual meeting of the EERA, Ljiubliana,
September.

- Freiberg, H.J. (1999): Beyond behaviorism: Changing the classroom management


paradigm,

Boston, Allyn & Bacon.

- McManus, M. (1989): Troublesome behaviour in the classroom, London,


Routledge&Kegan

Paul. (Citado por Fernández, 1998).

- Rogers, C. (1998): You know the fair rule: Strategies for making the hard job of
discipline and

behaviour management in school easier, Melbourne, ACER Press.

Revisar y mejorar las estrategias de gestión del aula:

Interacción verbal y no verbal, discurso del profesor, estilo motivacional y


reacción

inmediata a la disrupción*.

Juan Manuel Moreno Olmedilla (UNED)


Juan Carlos Torrego Seijo (Universidad de Alcalá) *

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