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  • Wacquant. Castigarpariasurbanos

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    Wacquant. Castigarpariasurbanos (1)

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    Castigar a los parias urbanos or Lake Wacquant ‘Profesor de Sociologia en la Universidad de California- Berkeley e investigadar en el Centre de Seciologie Européeone du Collage de France, Autor de: Las ofrceles de la miseri, Los Condenados dela ciudad, Castigar los pobres y Cuerpo y alma. Cuademos emogrificos de sun aprendiz de boxeador. Fundadoc y editor dl periico internacional Eshnography y colaboradorhabiaual de Le Monde Diplomatique. 1 Qficlosreesee prone te ego Tiodistes, con ciudadanos interesados en los Esta dos Unidos, pero este debate ¢s impensable all. Pa- radgjicamente, el pals que ha institucionalizado la ppenalzacién del pobre, no tiene tiempo ni interés fen discutic el problema Y en parte, esto es muy velador de lo que esa polltica esté tratando de ha- cet, Esta politica @s una estrategia para hacer invsi- bles os problemas sociales. Habia un dicho, en Jos Estados Unidos del siglo XIX, con respecto a la cuestién de los indios, que decia que un buen india era un indio muerto. Y en. los Estados Unidos de hoy, podernas decir que un bbuen pobre es un pobre invisible. £s decir, un pobre que acepts l ms bajo de los empleas para poder sobrevivir, 9 bien no hace ningén reclame a la co ‘munidad ‘por ejemplo al Estado de Bienestar- y de- saparece de la escena paibiica, Uno de los objetives de Ia lamads politica deta “tolerancia cero” del crimen callejero de las clases, sds bajas -su nombre apropiado deberta ser “int: lerancia selective" es hacer desaparecer 2 los po- bores de! ambita pablico; impiar las calles para que 1no se vea 2 ls desposeidas, alos que no tienen no- 92t, 2 quienes piden lmosna, No quiere decir que haya desaparecido a pobreza ni que hayan desapa- recido ia alienacion o la desesperaci6n social, sig fica mas bien que los pobres ya no interfieren en Ia ‘escena piiblica de manera que el resto de la socie- dad puede fingir que los pobres no estén mss ahi Y pods’ames tomar este ejemplo como paradig- ima de lo que intenta realizar la politica de crimina lizacion de la pobreza: transformar un problema ppalitico, enraizado en desigualdad econdmica e in- ‘seguridad social, en un problema de criminalidad. Y para tatarlo utiliza el sistema policil, carcelaro, ju ical, afin de no tener que tratar 2 realidad polit ca y econémica que estan detrds de él. Desgracia- damente -como lo demuestio en el libro Cérceles de fa misera- esta politica, inventada en los Estados Unidos en fas décadas de 1980 y 1990, ha sido ex portada rpdamente a todo el mundo, ‘Quisiera retroceder de Cérceles de fa miseria ~ {que es un anaisis de la internacionalizacion de este poltica- y enfocar la realidad socal y econémica ‘que esta politica empetia en contener y hacer invi- sible. Es lo que trato de analizar en Parias Urbanos: €l surgimiento de nuevas formas de pobreza, pro- fundamente arraigadas en la sociedad, semipecma- fnentes © permanentes, muy concentradas, esti ‘matizadas, y que se han ido identificando con ve- cindarios especiaimeate malos -como si el proble- ima fuera de territorio-. Quiero caracterzar breve- ‘mente el surgimmiento de esta nueva forma de 20- bbreza que se ha extendido en los palses nds avan- 2ados como Estados Unidos y Europa occidental pero también en palses de segunda mundo como Brasil, Argentina, y otros patseslatinoamericanos, 8 medida que van aceptando politcas de desregula- cién econémica del primer murdo y de reduccion del Estado de Bienestar. En el libro, lama a este fendmeno marginalidad urbana avanzada, porque sugiere que no es el re- sultado de un atraso econémico, como silo fue en ¢! periodo Fordista de 1945 2 1975, No es el resul- tado de la falta de un crecimiento econémico sino que, por el contrario, es el resultado del crecimien- to econdmico, es el resultado del progreso econd- mico, pero de un crecimiento que es desigual, un progreso que es inequiatvo y trae consigo una in smensa regresin para los sectores mds precarios de la clase trabajadora. Lo producen los sectores mas avanzados de la economia, no los mas atrasados. ¥ por Io tanto, tenemos formas de marginalidad que estén por delante de nosotras, no por detras y que, seguramente, crecerdn a medida que tes €conomnias se modernicen en lugar de disminuir y desaparecer conel tiempo, La primera caracierstca de este nvewo regimen de pobreza es lo que padernos denominar desocia- Tizacién del trabajo, que es la desiruccién del con- trate de wwabsio tipico, caracterisico del periodo Forista de industializacion y exparsi6a, y que PO- dermos resumir en la expresi6n "40-50-60", un mo- ‘deo tipico de Estados Unidos y Europa en los cua renta aos sgulentes ala Segunda Guerra Mundial, y del que Argentina distrut® un poco a fines de fos 60 y comienzos de los 70. Con "40-50-60" me re- fiero & tue uno trabaja 40 horas a la semana, du- tante aproximadamente SO semanasen el ato, has- ta alcancar 105 60 aos de edad. Se obtiene ast un salar, més menos decente, suficente para man- tenerse y mantenes a la familia y suficiente para ransmitir el status social que se tiene a los his sa es (a base para el contvato social. Junto con es 12 forma de trabajo Fordsta -representads por los ‘obreros de las Fabricas, con singicatos en un sector industial floredente- tenemos un Estado Keinesi ‘50 que, ademnés de contribuir al crecimiento econd~ rico, ayudara a disminuir las consecuencias nega- tivas de la economia cicica comperisando por me- clio de la redistribucion del ingreso- duronte ies pe riodos de tecesion y estabilzando, de esta manera, la sociedad. En ese modelo, pobreza es fala de tra- bajo, y falta de crecimiento economice. La solucion es expandir la esfera de trabajo y tener mas creci- miento industria Después de 1975, aproximadamente, y 9 sist tas velacidades en diferentes poises, el modelo “40 50-60", y la forma estandarizada de trabajo asale fiado, se ha desgastado y ha sido desmantelada. En la actuaidad, si se cuenta con un empleo, se pue de trabajar 10, 15, 40, 6 70 horas, ya no existen rnormas sobre la cantidad d horas de trabajo, ni s0- bre su programacon. Nose cuenta con normas que aseguren que el empizo que uno tiene vaya a durar por muchos ahosy que le vaya a permits royectar- se hacia el futuro y mantener su hogar. Por es0 $e ha incrementado e ratajo de medio tiernpo, el 10> bajo ocasional, que no tine ningun benefit so

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