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    = aes a arte contemporaneo Hacia un nuevo espectadar en el siglo xx Elena Oliveras led] emerd ate Ea A ————_——_ i asiores de arte contemporsnes.— 2* ed Buenos Aires: 5x18 om, ‘SBN 978-950-04.2978-8 1 Critica de Ante 1. Titulo DD 701.18 Disefio de cubierta: Lucia Cornejo Diserio de interior: Ana Marla D'Agostino © 2008, Elena Oliveras © 2008, Emecé Editores S.A. Derechos exchusivos de edicién en castellano reservados para todo el mundo: © 2009, Grupo Editorial Planeta S.A.LC. Publicado bajo el sello Emecé® Independencia 3668, CnooABQ Buenos Aires ‘wow.editorialplaneta.com.ar 2 edicion: julio de 2009 500 ejemplares ISBN 978-g50-04-2978-8 Impreso en Primera Clase Impresores, California i233, Ciudad Auténoma de Buenos Aires, enelmes dejulio de2009. Hecho el depésito que prevé la ley 11723 Impreso en ja Argentina Ninguna parce de esa publisacin, include el disefo de lacubierta, pede ser repredcda, ale smeceneca trenamitida en maneta lgena.ai por ingin medio, yaaa elétrico,quimieo, me- canico, pico, de grabacton o de fotocopia sia perinisn previo del edicar, Capituzo | éCUANDO HAY ARTE? Oscar de Gyldenfelde ‘a paradigma debe sesialar, en su entramado simbélico, cuiles son fos objetas —en nuestro anélisis aquello que denominamos “obra de arte”— que pertene- a gu esfera comprensiva, como realfzacién justificada sélo por dicho pare+ gma. Aqui sefialaremos algunos conceptos que hacen a cambios paradigmati- 205 contemporéneos y revolucionarios en el campo del arte. Reconacemos el =atamiento de este problems en la obra de Nelson Goodman Maneras de hacer stundo, donde el autor advierte sobre las limitaciones y frustraciones que hen atteado a los teéricos de] arte los intentos de dar respuesta a la tradicional egunta “equé es el arte?” Nos referiremos entonces a paradigmas estéticos e determinarén el campo de una legalidad para la obra de arte estableciende suindo y por qué una cosa es una obra de arte, y cuando y por qué no. Claro est ¢ el patadigma al sefialar los objetos que se encuentran bajo su comprensién, seSiala también los limites, sus propios limites teébricos. Estos constituyen, pre- cisamente, le posibilidad de Hegar a la ruptura de un paradigme establecido. Pensemos, por ejemplo, en el paradigma de las “bellas” artes. La primera gran ruptura la constituye en 1973 Iz obra de Marcel Duchamp Rueda de bicicleta. Sus ready-mades' no pueden ser abarcados par los conven- sionales preceptos estéticos que hasta ese momento se aceptaban. Porque aquello qte hacfa alo evidente en la obra de arte se pierce y lo nico que rige somo “evidente es la falta de evidencia”,+ parafraseando a Adorno, Recotde- snos la obra de Duchamp, El secador de botellas. En esta obra se manifiesta algo diferente de las obras de Leonardo, Munch, Yan Gogh 0 Rodin. Su cuslidad sensible no es lo més importante. El artista francés elige este objeto par lo que llamas la “indiferencia estética”, es decir no hay en él ningan etractivo af alguna cualidad estética notable. No hay ninguna evidencia intrinsec2 a la obra que permita legitimar desde ella su estacuto de obr: de arte. Aqui esté el problema. Entonces nos preguntamos epor qué un objeto que viene del campo de lo Gti] es una obra de arte? El reconocimiento de este problema, el saber por qué 22 ‘CUESTIONES DE ARTE CONTEMPORANEO. ese objeto deviene obra de arte conduce a una nueva dimensién del placer es- tético, un placer orientado por el saber teorético que determinars los limites de un nuevo paradigma (véase el capitulo III). Mientras tanto deberemos aceptat, para iniciarnos en el campo de nuevas experiencias estéticas, la posi- bilidad de existencia de ese paradigma estético, De esta manera nos estare- mos preparando pars incursionar en la problemética de una nueva teoria so- bre el arte. Se puede salir del paradigma tradicional analizando sus principios teéricos fundantes y de esta forma trascender su dogmatismo, Entonces el placer estéti~ co de ruptura con la tradici6n —que pensaba en un modelo de experiencia esté- tica~ trasciende el placer, come meza experiencia sensorial con la obra, devi- niendo en un nuevo placer més especificamente racional, que supone, insistimos, una nueva teoris del arte,

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