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Escuela de Periodismo
Cátedra de especialización Política
Si bien el conflicto armado que azotó al Congo durante los años 90 no tuvo mayor
importancia ante los ojos del mundo, ya sea porque se enmarcó en la etapa de
auge del “nuevo orden mundial”, considerado como un período de paz
internacional; o por el consenso de que éste significo un problema de tipo interno,
propio de las diferencias culturales entre las más de 200 tribus que ocupan su
territorio. Hoy en día, su problemática se establece como un ejemplo de lo que
sucede en un país, cuando la ONU no ejerce su rol como organismo encargado de
mantener la paz mundial, puesto que su visión proviene desde el prisma de la
política realista, que deja un amplio espacio de acción donde las llamadas
“intervenciones humanitarias” fácilmente pueden convertirse en brazo del
imperialismo.
Este documento, establece que se ha optado claramente por una política que
prohíbe el uso de la fuerza por los Estados de forma individual, tomando en cuenta
los resultados desastrosos que la fuerza desenfrenada produce cuando se la deja
a los Estados uti singuli (como uso singular); estableciendo una excepción sólo
para los casos de legítima defensa.
Así pues, la Carta prohíbe que los Estados efectúen intervenciones humanitarias
de forma individual. Como argumento de orden práctico, añaden que toda solución
contraria daría lugar a abusos graves, a la parcialidad política y a la selectividad,
así como a una política de intervencionismo unilateral por las grandes potencias,
las cuales podrían utilizar el derecho del modo que les parezca conveniente.
(Véase Kolb, R; 2003)
El problema fue que en ésta última nación las fuerzas militares eran las únicas que
podían prestar socorro a sus habitantes y, en el caso de los otros tres países
agresores, el asedio armado provenía desde grupos paramilitares y no desde las
fuerzas armadas de dichos países.
Como lo señala el informe de la revista Umoya en su publicación del año 2005, “el
Consejo de Seguridad decretó en la resolución S/RES/1493, de 28 de julio de
2003, un embargo de armas en la zona, ¡pero incluyendo al propio país agredido:
la R. D. del Congo! Y nos consta, por diversos informes de grupos de la sociedad
civil congoleña, que el embargo apenas se está haciendo efectivo sobre los
agresores, incluso en algunos casos diversos grupos de la sociedad civil
congoleña han acusado a los cascos azules de la MONUC (Misión de Naciones
Unidas en el Congo) de negarse a inspeccionar ciertos lugares en donde ellos
sospechaban (o habían descubierto) que los ruandeses estaban ocultando
armamento para transferirlo al RCD-Goma. Se dan estas circunstancias en
momentos en que al mando de la MONUC está el señor Williams Lacy Swing,
diplomático de los EEUU”
Si a ello se agregan los “intercambios” que han realizado los soldados de las
fuerzas de paz de la ONU en territorio Congoles, ya sea con los escándalos por el
trueque de petróleo por comida, de comida por sexo (que incluye las violaciones
donde los soldados entregaron alimento a las mujeres después del acto para
encubrir sus acciones bajo una supuesta “prostitución”), o los 150 denuncias por
casos de violaciones por parte de efectivos de la ONU, principalmente con niñas,
convierten a estas acciones en un reflejo del nivel real de “paz” que puede
imponer hoy en día este organismo internacional. (Véase Worlnetdaily;
24/12/2004)
Pues como señala Benjamín Herrera Chávez en relación con el “nuevo orden
mundial” En el sistema internacional no se puede dejar de lado la estructura de la
producción y que con referencia a ésta la decisión de qué producir, dónde
producir, qué conocimiento generar, qué conocimiento transmitir y qué recursos
movilizar estaba cada vez más en manos de las transnacionales y qué, por lo
tanto, el poder ya no se basaba exclusivamente en el soporte territorial que daba
sentido a la autoridad de los Estados”.
Por tanto, si se toma este principio se puede señalar que la ONU, como un
organismo agotado y que ya no posee la legitimidad que alguna vez ostentó, se
convierte en el aliado perfecto del imperialismo del capital para, como en el caso
de la RDC, institucionalizar el saque de recursos, a través del aprovechamiento de
baja institucionalidad de los países en crisis, que en este caso es el segundo de la
lista de “estados fallidos” del ranking de la Foreign Policy, y que además se
encuentra gobernada por el hijo del asesinados presidente Laurent Kabila.
¿Dónde más si no en el Congo sería el escenario perfecto para instalar un centro
de operaciones para el saqueo del continente Africano? .
Referencias Bibliográficas
Centro de Noticias ONU. (2007). República Democrática del Congo: ONU confirma
rendición de comandante rebelde. Extraído el 10 de Noviembre de 2007 desde
http://www.un.org/spanish/News/fullstorynews.asp?newsID=10702&criteria1=Cong
o&criteria2=