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Orígenes de la prensa

La historia de la prensa es paralela a la de las comunicaciones entre los hombres, aunque la prensa
moderna tiene su punto de partida en la aplicación de los instrumentos técnicos que permiten llevar al
mayor número de lectores las noticias más recientes. Este hecho tiene lugar en los primeros años del s.
XIX. Previamente, a lo largo de la historia, existieron momentos claves en la actividad periodística: la
redacción de noticias manuscritas en Grecia y Roma; las informaciones manuscritas de la Edad Media y
la Edad Moderna, primero anuales y luego semestrales, cuyo contenido era político-religioso (por
ejemplo, el conflicto católico- protestante) o comercial.

A lo largo del s. XVII triunfa, el periodismo regular gracias a la elevación del nivel cultural, el
fortalecimiento del poder real y el centralismo del Estado; con ello, el periodismo comienza ha hacerse
político, se organiza y toma un carácter gubernamental. A partir de este momento, se puede hablar de
varios tipos de periodismo: político, informativo, cultural y mundano. A lo largo del s. XVIII, domina el
campo de la información el periodismo diario; el primer periódico diario fue el Daily Courant (1702-
1735), que introdujo la publicidad en sus publicaciones; el segundo diario fue español, el Diario
Noticioso (Madrid, 1798). Sin embargo, la periodicidad diaria no sería establecida hasta comienzos del s.
XIX, momento en que también se consiguieron las condiciones que permitieron al periódico llegar a las
masas en todos los países y tratar todos los temas: avances tecnológicos, desarrollo de las
telecomunicaciones, disminución del analfabetismo, etc. Desde 1850, la actividad periodística puede
dividirse en tres etapas: periodismo ideológico, periodismo informativo y periodismo de explicación. El
periodismo ideológico (al servicio de ideales políticos, religiosos o sociales) perduró hasta la Primera
Guerra Mundial, coexistiendo durante un tiempo con el informativo, periodismo de hechos, no de
comentarios, que surge en 1870 y se extiende hasta los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. A
raíz de la fuerte competencia de los medios de radiodifusión, surge el periodismo de explicación, que
comparte características del informativo, pero analiza las causas de los hechos, dejando a la radio y a la
televisión la inmediatez informativa.

Junto a los periódicos diarios, subsisten desde el s. XIX otras formas de prensa tales como semanarios,
revistas y almanaques, que fueron especializándose en materias y en el modo de tratar la información.

La velocidad del periodismo, ha sido influida decididamente por el avance tecnológico aplicado a esta
actividad y rápidamente desarrollado a lo largo del s. XX y especialmente desde la Segunda Guerra
Mundial, provocando, por un lado, un elevado grado de automatización en el proceso productivo de la
información, y, por otro, la incapacidad de los periódicos para subsistir sin pertenecer a un grupo
económico o político de presión. Se crean los grupos editoriales, se plantean importantes problemas en las
sociedades plurales, como el hecho de que la libertad de información da lugar a la formación de una
auténtica opinión pública. Para conseguir un funcionamiento correcto de dicha opinión, conformada
primordialmente por las grandes tiradas de los periódicos, es tan preciso garantizar la libertad de prensa a
través de la legislación, como exigir la actitud moral de los periodistas.

La información periodística y su influencia social

La influencia de los medios de comunicación de masas en la sociedad es una cuestión que siempre está al
orden del día. Cómo se produce esta influencia, en qué medida, son algunas de las preguntas que los
especialistas en comunicación intentan resolver.

La definición de la influencia de los medios de comunicación

Producto de los medios de comunicación, la información periodística es un elemento de primera


importancia en la organización de la vida cotidiana. Las noticias configuran la actualidad, determinan lo
que es importante y lo que no lo es. Proporcionan a los ciudadanos un punto de vista sobre los grandes
acontecimientos de la vida política. Además, directa o indirectamente, sugieren un amplio abanico de
opiniones y de respuestas delante de los problemas de nuestra vida cotidiana.
Desde que aparecieron, los medios de comunicación han introducido cambios sustanciales en la sociedad
y han pasado a ocupar un papel central en la vida política, en el nivel de conocimiento o el ocio. Es cada
día cuando los ciudadanos tenemos la oportunidad de ser espectadores de los grandes y pequeños
acontecimientos de la vida política y general del país. A través de la prensa, la radio y la televisión
podemos convertirnos, a distancia, en testigos de la toma de decisiones que afectarán directa o
indirectamente nuestra vida. Las noticias están llenas de líderes y personajes a quienes podemos conceder
o quitar nuestra confianza, delegar o no la defensa de nuestros intereses, o simplemente, observar con
escepticismo.

El seguimiento de los acontecimientos en su curso, nos vincula a los temas de actualidad; son temas que
saltan de forman intermitente: el paro, la reactivación económica, la inseguridad ciudadana, las relaciones
con los otros países, etc.

Censura: El silencio de los pueblos

La libertad de expresión, especialmente en sus manifestaciones de libertad de información y de prensa,


que responden al derecho de los pueblos a ser informados y escuchados, es quizás la más importante de
cuantas garantizan la defensa de los derechos humanos. La libertad de prensa es la llave que abre las
puertas de las demás libertades, a la que sin su ayuda no podríamos acceder, como es por ejemplo la
libertad de vestir de la manera que cada persona quiere.

La recompensa de los periodistas

Antes de la segunda Guerra Mundial, las agresiones contra periodistas y fotógrafos- muy a menudo
mortíferas- no parecían haber cobrado las proporciones casi epidémicas que existen actualmente. Es
importante preguntarse por qué ha surgido este fenómeno tan terrible, para examinar si es posible
reaccionar contra él. Seiscientos periodistas han sido asesinados en los últimos diez años en el mundo por
intentar informar, sin que en la mayoría de los casos se haya detenido (quizás ni los han buscado) a los
autores de los crímenes. Estos son normalmente bandas policiales o militares, organizaciones mafiosas,
matones contratados por políticos corruptos o incluso la complicidad de algunos gobiernos. Los últimos
datos son de 1998, cuando 26 periodistas fueron asesinados en el mundo (diez de ellos en Latinoamérica),
482 detenidos, suspendidos o clausurados. Unos cien periodistas siguen hoy en prisión.

Según el “barómetro” de Reporteros sin Fronteras sobre la situación de esta libertad en el mundo, sólo en
79 de los 185 estados miembros de la ONU se respeta, al menos teóricamente. En los demás, desde los 80
en que encontramos dificultades hasta los 26 en que la situación es muy grave, o no existen ni tan solo
teóricamente la libertad de prensa o se inculca mediante la práctica de la censura, el secuestro, el cierre de
medios de comunicación o la existencia de impedimentos para su creación. A esto hemos de añadir los
problemas con el ejercicio de las faenas informativas, amenazas, agresiones, detenciones,
encarcelamientos torturas o incluso asesinatos de periodistas, que provocan la autocensura y el silencio
informativo.

Y cada vez que se silencia a un periodista se está haciendo callar, cegando o ensordeciendo a una parte
del pueblo que merece ser informado. Los periodistas han de contribuir a esta faena a través de la defensa
de la libertad de prensa y de sus profesionales en el mundo: denunciando su ausencia o los atentados
contra ella y ellos, allá donde se cometan; dando apoyo a los periodistas encarcelados mediante su
apadrinamiento por parte de los medios de comunicación; contribuyendo a la formación de profesionales
y a la creación de medios de expresión...

Los objetivos de Reporteros Sin Fronteras


Reporteros Sin Fronteras es una organización independiente que defiende la libertad de informar y de ser
informado. Para a conseguir este objetivo, cuenta con secciones o afiliados en más de veinte países,
además de los siguientes medios:

1. Mediante su apoyo a los periodistas encarcelados.

Se organizan campañas de prensa, se envían cartas de protesta a los gobiernos responsables de estos
encarcelamientos. A cargo de la organización, unos 40 periodistas encarcelados son apadrinados por
medios de comunicación (diarios, radios y televisiones.) Por último, Reporteros Sin Fronteras aporta su
ayuda a los periodistas que se encuentran en la cárcel (envían abogados, pagamiento de fianzas y multas,
apoyo a las familias con dificultades, etc.)

2. A través de la denuncia de las violaciones de la libertad de prensa.

Reporteros Sin Fronteras publica una carta bimensual de información, un informe anual e informes
especiales sobre algún país o alguna región del mundo.

3. Ayudando a los medios de comunicación víctimas de la represión.

Reporteros Sin Fronteras da ayuda material a los órganos de prensa independiente que deben hacer frente
a la represión de los poderes públicos, a la violencia de grupos armados o a una situación de guerra.

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