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REMEMBRANZAS
DE
EPISODIOS.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
TITULO I.
Analogías de episodios.
TITULO II.
TITULO III.
La vida campesina.
TITULO IV.
El sueño de la vida
TITULO V.
TITULO VI.
Viva la libertad
TITULO VII
Satisfacciones hogareñas.
TITULO VIII.
Poemas.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
ÍNDICE. Páginas.
TITULO I.
Analogía de hechos 1
Carátula 1
El parque de San Pedro 2
Títulos de temas 3
Prologo 9
La historia sobre la honradez 10
Caleños que hablaban de Cali en Provo, Ut. 11
La billetera en el hotel 12
El preso amarrado en el hospital 13
El sumo de papas 14
Tengo miedo que me dé miedo 15
Funestas decisiones 16
El retiro de la Policía Nacional 16
La salida de la Wackenhuth 17
La venta de la casa de Bogotá 18
La enajenación de la casa de San Carlos 18
La venta de la picuda 18
La negociación de la motoneta 18
Los cambuches 19
La Heredad del tabú 19
Juventud desenfrenada 20
La tomatera de Madrigal 20
La clínica de abortos 21
TITULO II.
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TITULO III.
La vida campesina. 36
Viviendas en el campo 36
Los muebles hechos de la guadua 36
`El saltarín 37
Características de la guadua 37
Guadua: El acero vegetal 38
La pesebrera 38
Las frutas 38
Las fincas de la montaña 39
Los caramelos 39
La finca de Vallejuelo 39
La finca el manantial 39
La casa de tumba pelo 40
El alumbrado 40
El agua 41
El lavado de la ropa 41
La vajilla 41
Los guáimaros 41
Las madrugadas 42
Las historias de papá 43
Las visitas nocturnas 43
Las fritangas y festivales 44
Las fiestas anuales 45
Las maratones y la vaca loca 46
El pato colgado 46
Carrera de encostalados 46
Carreras de caballos 46
El repique de las campanas de la iglesia parroquial 46
Las historias de los abuelos 46
Las caídas de los caballos 47
Los cacharreros 47
A trabajar se dijo 47
Los arrozales 48
Las tomateras 48
Las desmatonas 49
Los bailes 49
Los cines 49
Los cuentos 49
Cafés de la ciudad y las coperas 50
Las dificultades de aprender a nadar 50
Las chivas 51
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
TITULO IV.
El sueño de la vida 51
En el callejón o camino al Llanito 52
Montegrande 52
El Callejón de los arrayanes 53
Junto al prado 53
A orillas de la quebrada del Yeso camino el totocal 54
En Riofrio 54
Andalucía 54
Arriba de Zarzal 55
Servitá 55
Buga 56
Vereda La Unión 56
Atrás de la Inspección de Altaflor 57
Ceylán 57
El festival de quebrada Grande 58
Sevilla 58
Primavera 59
Camino Isla de Cuba 59
TITULO V.
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TITULO VI.
Viva la libertad 71
El reservista 71
Viajeros 72
Mapas de países 72
Fotos lugares visitados 73
TITULO VII.
Satisfacciones hogareñas 74
El primer armario 74
La licuadora 75
El primer Televisor 75
El tocadiscos 76
El seguro preventivo 76
Pólizas funerarias 77
El funeral de mi padre 77
Otros beneficios 78
La serenata bodas de oro 78
Los trastornos mentales 78
La filosofía del teatro, la filosofía del actor 80
Obras de teatro 80
El Turpial 81
El Limonar 81
Instrumentos musicales de cuerdas 82
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
TITULO VII.
Poemas. 85
A mi madre 85
No llores madre mía 86
Poemas para mamá 86
El rosario de mi madre 86
A mi madre 87
A mi Juana María, la madre mía 88
Boda negra 89
Flores negras 90
Tus ojos 90
El Manantial 91
Pescador de hombres 91
Déjame ser 92
La Madre (soneto) 93
Epílogo 94
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Prologo.
Dedico pues a mis descendientes este trabajo, en este momento cuento a mi haber
cuatro generaciones, ahora en julio 2010, llegó a la probación Isabella Torres Aguirre
y por afinidad llegó también Eric Davis uniéndose con Aura María, antes se agregaron
Juan Carlos Torres con Leidy Johana y Michelle Youngs Dancourt con Diego Andrés, en
Enero de 2009 sellándose como familias eternas en la Casa del Señor.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
TITULO I
REMEMBRANZAS DE EPISODIOS
Analogías de episodios.
La historia de la honradez.
alegre por saber cuál era el dueño ya que no podía manifestarlo públicamente por
temor a que me engañaran e hiciera una devolución errada, quede con mucha
satisfacción y en el descanso del medio día después del almuerzo, me le acerque al
compañero y entable conversación con él y después le pregunté que si era verdad que
él había perdido algo y me contestó que sí, que una plata que tenía para una operación
de un hijo enfermo y que aprovechando que estaba cerca de la ciudad le iban a hacer
ese tratamiento al niño ya ellos vivían en el camp. Para adquirir ese dinero habían
vendido dos vacas para ese propósito y ahora no sabía cómo iba a resolver ese
problema, yo le dije lo que pasa es que yo tengo la plata, me la encontré en el
alojamiento y esta mañana escuche cuando usted hacía el comentario a sus amigos,
pero lo malo es que yo la descompleté, el sábado gaste el valor de dos cenas, me dijo
eso no importa, me dio los agradecimientos al hacerle entrega de su dinero. Es de
advertir que en esa época estaba muy lejos el momento en que llegara a mi vida la luz
del evangelio restaurado, los principios cristianos que regían mi vida los había
aprendido en mi infancia de mis padres.
La billetera en el hotel.
dije no, yo me quedo aquí en el bus, primero porque no tenía dinero y segundo no
quería perder el puesto en ese transporte, sin embargo el amigo me insistió y me
convenció, además tenía hambre y el lugar de mi destino muy lejos, acepté comimos y
luego fuimos a una habitación en la cama que me correspondió a mí al acostarme
debajo de la almohada había una billetera, la tome y con sumo cuidado la revise
debajo de las cobijas y sentí que habían dos billetes, no dormí de la emoción por ese
dinero y la tentación por saber la denominación de valores de los billetes, pensaba
serán de un peso, dos pesos, cinco pesos, diez pesos o veinte pesos y sumaba en la
mente las diferentes posibilidades del dinero que ya poseía, en esa época solo habían
esas denominaciones de billetes, al amanecer con la luz del día ya dentro del bus con
cuidado saqué la plata, eran dos billetes de un peso cada uno. Un peso en 1955 era
bastante dinero y yo llevaba mucho tiempo sin ver dinero, esa plata me salvó el viaje
en el sentido de la satisfacción de portarlo, en Bogotá, me trasbordé a otro bus, y
después en la carretera en camiones hasta que al tercer día pude llegar a mi casa y
disfrutar mi visita con familiares y amigos.
Siendo aún muy nuevo en el servicio policial fui destinado a trabajar en Buga, cierto
día me correspondía el turno de las doce de la noche a las seis de la mañana que
entonces lo denominábamos como el cuarto turno, después pasó a ser el primer turno,
como soy originario del campo era inagotable la gran sensación de disfrutar de las
mieles de la ciudad, de la civilización, su luz eléctrica y todo el conjunto que
conformaba hasta entonces las ciudades sus teatros, y no quería perder
oportunidades para disfrutar toda esa sensación al igual del aprovechamiento de
degustar las bebidas embriagantes y compartir la compañía con mujeres de la vida
alegre.
Por falta de educación en esas áreas y por tener tan cerca la zona de tolerancia y
siendo tan cerca la hora del servicio, en vez de acostarme a dormir me iba a esos
burdeles, esa noche estuve ingiriendo licor y llegué retardado a la formación para salir
a los servicios, el cabo encargado de la escuadra estaba bravo, muy rabioso por mi
irresponsabilidad y pienso que me mandó a cuidar un preso peligroso que estaba
herido en el hospital buscando perjudicarme porque sabía que en el estado en que me
hallaba no era capaz de cumplir esa misión, me llevaron en la patrulla y se hizo el
relevo, yo exigí al compañero saliente que me amarrara el detenido con las esposas a
la cama, yo estaba en un lamentable estado y agobiado por el sueño, ya con el
delincuente asegurado, procedí a meter mi fusil debajo de un colchón de las camas
vacías y me acosté a dormir, a las cinco y media de la mañana me despertó una
enfermera, el detenido había estado batallando por zafarse las ataduras tenía el catre
atravesado desacomodado en su lucha por huir, sentí satisfacción por la decisión de
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
El zumo e papas.
Estaba a cargo de esa dependencia un mayor del Ejército porque el régimen era
militar, estábamos en el gobierno del Teniente General Gustavo Rojas Pinilla y como
gobernador del departamento un Coronel Gómez Arenas, llegué a eso de las seis de la
tarde a ese despacho, el oficial estaba conversando con otros dos oficiales como en
tertulia, yo con voz fuerte y con porte militar pedí permiso para entrar, saludé e
informé a que iba, no me contestaron y solo se limitaron a observarme actué como si
fuera un soldado, arrime hasta el escritorio y deje mi carpeta, pedí permiso para
retirarme hice un giro de media vuelta y me aleje.
Tres días después llegó un pariente a mi casa a notificarme que en la Alcaldía de San
Pedro me necesitaban, de inmediato fui a atender el asunto y el Alcalde me dijo que
me habían llamado de la gobernación que necesitaban que fuera a presentarme, al día
siguiente me madrugue y los mismos oficiales me recibieron con mucha amabilidad y
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
Con frecuencia cuando vivía en Alta Flor bajaba a Ceylán, pues había razones para
hacerlo, era el lugar urbano más próximo al lugar donde residía, había una chica que
me gustaba, el cura párroco dos o tres veces al año subía a mi región en romería
religiosa, en la escuela se hacían las concentraciones y siempre se apoyaba en mi
persona por razón de mi cargo oficial como Inspector de Policía; en una de las tantas
veces en que lo hacía, me picó el deseo de viajar a Ceylán a mitad de semana el
recorrido en Caballo era de tres horas, conseguí un equino prestado y me fui, visité la
joven que me quitaba el sueño y en la noche me fui a la zona de las mujeres alegres,
entré a una cantina pedí una cerveza y me la estaba tomando y escuchando música en
espera de ver a una agraciada mujer que había visto el domingo anterior, dentro del
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Funestas decisiones.
Funestas han sido mis equivocaciones al tomar decisiones muy importantes las que
voy a enumerar en la siguiente forma, así:
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la solicitud de retiro, hice tres intentos las dos primeras me regresaba de la puerta de
la oficina de la ayudantía de Comando donde debía entregarla.
No era capaz de seguir y retrocedía, algo en mi interior me decía que no lo hiciera sin
embargo hice caso omiso a esa impresión del Espíritu y a la tercera vez entré y la
presenté, me la aprobaron. Fue una mala decisión yo tenía tiempo cumplido para
curso y ascenso para vice primero, de haberlo hecho hubiera terminado carrera y mis
ingresos de retiro hoy doblaría la mesada de jubilado.
La salida de Wackenhuth.
El orgullo fue la mecha que incendió mi ego, mi cargo tenía mucho poder de
decisiones en la empresa, en una licencia que tuve, la jefe de personal nombró un
vigilante que yo había vetado y al conocer esa decisión empecé a buscar la manera de
sacarlo a pesar de tener argumentos legales opté por
coger la que menos debía haber hecho, inventé una trama
que iba en contra de mis principios morales, aproveche la
amistad con un miembro de la iglesia sumo sacerdote él, y
le pedí que me hiciera una llamada un determinado día
señalándole inclusive la hora, advirtiéndole que a esa hora
yo no iba a estar en la oficina y cuando le dijeran que no
estaba pidiera hablar con el gerente, así lo hizo y lo que él
tenía que decir era, soy amigo del señor aguirre y le tengo
una noticia que les puede servir, el gerente se interesó y
pidió que le informara a él el asunto, el caso era decir que
el guarda XX estaba promoviendo la creación de un sindicato de guardas, las
compañías de vigilancia en esa época le tenían pavor al sindicalismo, el gerente le
agradeció la información y tan pronto llegué me llamo y me comunicó el caso a la vez
que me decía que ud, que sabe de esto, le dije sí, lo sabía, en eso andaba ahora y
estaba concretando la información, pero el gerente asustado llamó a Bogotá a la
presidencia de la compañía y el tierrero se formó, hubo muchos retiros entre ellos
muchos guardas inocentes que por esa causa perdieron el trabajo y a mí se me vino
una persecución horrible con serias amenazas de muerte y de destrucción de mi casa
que me obligó trasladar mi familia a dos lugares diferentes y antes de eso conllevo
también revisar mis ingresos y resolvieron bajarme el salario por lo cual renuncié al
cargo. al ser notificado altivamente le dije al gerente si me rebaja el sueldo no le
trabajo ni un minuto más, a la vez que le decía que yo tenía tanto el tiempo como la
edad para ascender a la pensión por vejez la que se cumpliría un mes después, el
gerente me suplicó que no le hiciera ese daño que yo sabía que ellos, los directivos de
la parte operativa no sabían nada y mientras conseguían mi reemplazo me quedara
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
otros días y él me sostendría el sueldo, así se hizo y con vigilancia para mi trabajé el
mes que me pidieron y entrené otro funcionario para mi reemplazo.
Para entonces me hacía falta pocas semanas para mi pensión con el seguro social y por
cuentas mal hechas me faltaron 4 semanas para ese beneficio que a la postre la perdí,
solo logré una indemnización, otro segundo golpe para mis ingresos que me están
golpeando mucho en esta etapa de mi vida cuando ya estoy dependiendo solo del
sueldo de retiro.
Con el argumento de que estábamos lejos de la familia (las familias nuestras residían
en Cali) muy mayores y a cualquier momento recibiríamos una mala noticia,
llevábamos cerca de cinco años radicados allá en la capital de la República, habíamos
batallado las inclemencias de una nueva residencia ya estábamos bien establecidos,
trabajando y dos hijos casados, con una linda y confortable casa amoblada y sin
deudas.
La venta de la Picuda.
La negociación de la motoneta.
Esta lambreta fue otro vehículo que me satisfacía y casi por darle gusto a Rafael
Ernesto que la había negociado, en los días inolvidables de su adolescencia cuando
mostraba su talento y habilidades como negociante y no quería cortarle sus alas en
esta forma de vida heredada de sus tíos, abuelos y primos maternos, debido a que por
su enfermizo estado de salud en la niñez no pudo recibir la educación escolástica
oficial suficiente y apropiada para su formación para enfrentar la vida.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
Los Cambuches.
El 9 de abril de 1948 en Bogotá asesinaron al caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán y por
esa causa se desató una guerra entre liberales y conservadores, desde entonces por
todo el suelo patrio ha corrido torrentes de sangre de miles de personas sacrificadas;
en mi tierra natal Todosantos, un corregimiento del Municipio de San Pedro en el
centro del Departamento del Valle del Cauca, manteníamos grandes temores de que
los habitantes de Los Chancos de ideología conservadora fueran a incendiar las
viviendas de Todosantos del otro partido, el liberal; en Chanchos era muy notable por
esos días un criminal fanático apodado el “Jorobado” que siempre se le veía en
compañía de compinches, borrachos y armados, haciendo disparos y vociferando
vivas a su partido y asustando a las gentes humildes ajenas a esas contiendas.
En cada región por esos días sobresalían hombres con apodos que lideraban grupos
de malhechores que en su momento los denominaban “pájaros” tal vez porque
algunos tomaban el remoquete o sobre nombre de aves, como pájaro verde, o pájaro
azul, el cóndor otros tomaban otros denominativos como fue lamparilla, sangre negra,
y granadillo; y muchos más.
Fui una víctima más del costumbrismo de la época en que se criaban los hijos, con
severidad, castigos físicos, ocultamientos de los misterios de la procreación, cuando la
persona iba llegando a la pubertad adquiría el conocimiento por particulares y no por
los padres ni los educadores, entonces empecé a conocer en los diferentes lugares de
trabajo en el campo que los adultos se divertían con comentarios obscenos, esas
fueron las fuentes de conocimiento sobre la vida sexual, los padres le pedían a sus
amigos que le invitaran y llevaran a sus hijos varones donde las fulanas para que
tuvieran sus primeras experiencias y se hicieran hombres y algunos aportaban
dineros para que les ayudaran en esas experiencias, algunos muy osados contrataban
en las casas de lenocinio alguna fufurufa para esos menesteres con sus hijos.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
En 1950 me inicie ya solo en mis tareas laborales ya que desde los ocho años lo había
hecho al lado de mi madre y posteriormente al lado de mi padre y hasta con el esposo
de una tía, por esos días fui aceptado a trabajar en una finca de un señor Víctor
Victoria Candado que común mente lo llamaban don Víctor Candado en una vereda
llamada el Arenal que quedaba al medio de las quebradas de Todosantos y el Arenal
arriba en la cima de la colina, por la orilla de la quebrada de Todosantos estaba la ruta
a la vereda Los Mates en la cordillera central, el patrón era un hombre mayor, (tercera
edad) y su compañera era muy joven que no alcanzaba a los veinticinco años más o
menos, tenían dos hijos el mayor de unos cuatro años, en la casa también vivía un
hermano del patrón de igual edad a la del patrón, me cogieron mucho aprecio, por
motivo de mi juventud era muy hábil para cumplir con una variedad de oficios caseros
y domésticos propios de la vida del campo. Doña Laurencia la patrona era una mujer
de un vocabulario soez, todo el día lo pasaba alegando y vociferando lo que sabía y
muy repetitivo en voz alta que causaba fastidio y malestar el tener que estar
escuchándola yo con ella a metros, una madrugada mientras yo dormía esta dama se
me pasó a mi cama y lo siguió haciendo con mucha frecuencia, ella me inició en la
experiencia tan anhelada por cualquier adolescente.
Juventud desembreada.
Desde los diez y seis años en adelante empecé a llevar muchas amistades con
personas del sexo opuesto cada vez que cogía el dinero producto de mi trabajo,
siempre separaba una parte dizque para divertirme y lo hacía en las casas de lenocinio
al calor del licor y de la música arrabalera, una ocasión y a finales de mi soltería tuve
amistad con una mejer a quién llegué apreciar bastante cuando me despedí de ella
porque me iba a vivir a otro lugar por razón de mi trabajo prometiéndole que no la
olvidaría y que pronto volvería me dijo: usted no vuelve, todo hombre que se mete
conmigo y se va, enseguida se casa y su premonición se cumplió, yo ya estaba hastiado
de esa forma de vida porque cuando amanecía acompañado sentía asco por aquella
que había estado de turno, hasta llegué a temer que cuando me casara me ocurriera lo
mismo afortunadamente la bendición de la vida matrimonial para la procreación de la
especie humana mediante los lazos del amor es totalmente diferente y gratificante.
La tomatera de madrigal.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
la siembra, fue una tarde inolvidable para mí y desafortunada para un compañero que
salió pringado con una enfermedad venérea.
En 1950 me inicie ya solo en mis tareas laborales ya que desde los ocho años lo había
hecho al lado de mi madre y posteriormente al lado de mi padre y hasta con el esposo
de una tía, por esos días fui aceptado a trabajar en una finca de un señor Víctor
Victoria Candado que común mente lo llamaban don Víctor Candado en una vereda
llamada el Arenal que quedaba al medio de las quebradas de Todosantos y el Arenal
arriba en la cima de la colina, por la orilla de la quebrada de Todosantos estaba la ruta
a la vereda Los Mates en la cordillera central, el patrón era un hombre mayor, (tercera
edad) y su compañera era muy joven que no alcanzaba a los veinticinco años más o
menos, tenían dos hijos el mayor de unos cuatro años, en la casa también vivía un
hermano del patrón de igual edad a la del patrón, me cogieron mucho aprecio, por
motivo de mi juventud era muy hábil para cumplir con una variedad de oficios caseros
y domésticos propios de la vida del campo. Doña Laurencia la patrona era una mujer
de un vocabulario soez, todo el día lo pasaba alegando y vociferando lo que sabía y
muy repetitivo en voz alta que causaba fastidio y malestar el tener que estar
escuchándola yo con ella a metros, una madrugada mientras yo dormía esta dama se
me pasó a mi cama y lo siguió haciendo con mucha frecuencia, ella me inició en la
La clínica de abortos.
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oficial de guarnición que era un capitán bien amigo y de mucha confianza arrimó al
lugar donde estaba recluido e incomunicado y me dijo: “Aguirre aprovecha ahora que
yo estoy aquí para que hagas lo que necesites para que te defiendas”, de inmediato
pedí prestado el teléfono en presencia de el oficial y llamé al comisario le conté lo que
había pasado y me respondió “No se preocupe ya voy para allá a hablar con el Coronel,
lo sueltan a ud o me arrestan a mí”, así fue, un rato después llegó él y seguidamente
llegó la orden de que me dejaran en libertad y retornara a mi puesto de trabajo. Así
terminó esa grosera experiencia.
TITULO II.
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iglesia empezaron a llegar a pedirme les colaborara para conseguir un empleo tanto
hombre como mujeres, a muchos les ayudé vinculándolos a diferentes actividades.
La campaña política.
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Durante las visitas a las Capillas buscando el favor de los hermanos para la causa
política de mi hija María amparo, un domingo llegamos muy temprano como solíamos
hacerlo para estar presentes en la puerta principal de los centros de reuniones para
saludarnos con los miembros y repartirles papelería de las campañas del senado y de
la cámara de representantes de los dos candidatos mormones, ese día era domingo de
testimonios, entre los muchos hermanos con que nos saludamos conocidos unos,
otros a quienes no recordaba que son la mayoría pero que me recuerdan con gratitud,
llegó una familia y la esposa y madre fue muy deferente con migo y me dijo entre otras
cosas, usted me dio mi bendición patriarcal cuando yo era una adolescente, había
venido de Popayán con ese propósito, mas tarde ya en la reunión después de yo haber
compartido mi testimonio después del obispo a quién en otra unidad había sido mi
obispo y también a quién me había correspondido otorgarle su bendición patriarcal,
siguieron muchos más hermanos y muchos de ellos de los cuales les había
correspondido conmigo esa bendición en mi ministerio bajo mis manos y por mi
presencia se motivaron a hablar de sus bendiciones en sus testimonios entre ellos la
hermana de Popayán que ya residía en esta ciudad con su propia familia la que lloró
durante su testimonio dando gracias al Señor porque las promesas que había recibido
muchas se le habían cumplido y había sido una guía espiritual para su vida, mi hija
María Amparo observaba en silencio y estoy seguro que la motivo para afianzarse en
la iglesia y empezar a recorrer el camino de la conversión pues le pidió al Obispo
entrevista para su propia bendición patriarcal la que recibió durante una noche de
hogar. Meses después de finalizada esas fustas electorales ella se encuentra muy
activa en la iglesia.
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La joven de Zarzal.
Una ocasión cuando vivía en Tuluá y servía como miembro del consejo del distrito
visitaba la Rama “Roldanillo” con sede en Zarzal, un grupo de hermanas y hermanos
me saludan muy animadamente, en ese grupo había una hermana que me dijo tal vez
no se acuerde, usted me dio a mí la “Bendición Patriarcal” de inmediato una jovencita
que se hallaba en ese grupito exclamó ahh usted es patriarca?, le dije sí pero no estoy
en funciones, ella dijo a continuación yo había pedido mucho a Dios me diera la
oportunidad de conocer un patriarca, que bendición poder hoy ver uno, tocarlo y
hablarle, estoy muy emocionada y la alegría y entusiasmo como lo decía era
enternecedor y me causaba mucho alago y regocijo.
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La billetera de la señora.
Mis generaciones.
Para iniciar esta parte voy a trascribir un párrafo de un mensaje que escribió ni nieto
Diego Fernando cuando servía como misionero en Chile. : “Un mensaje enviado por
internet por DIEGO FERNANDO AGUIRRE PÉREZ a mediados del año 2007 aun
sirviendo como misionero en la República de Chile. “Familia, me impresionó hoy el
haber leído el correo de mi abuelo, espero con ansias esas experiencias espirituales
que tanto darán de que hablar dentro y fuera de la familia, casi me imagino un Manual
de la clase de la Escuela Dominical que diga “La vida del patriarca Rafael Aguirre
Bejarano” No sería nada malo leer y enseñar de la vida de mi abuelo”.
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Generaciones Anteriores:
Línea paterna.
Neftalí Aguirre y Martina
Ospina
María de los Ángeles Aguirre y
David Núñez
Juan Núñez y Micaila Bedoya
Wenceslao Núñez y Prudencia
Chávez
Andrés Ospina Fidelina Tinaco
Cornelia Ospina.
Línea materna.
Gratiniano Bejarano y María
del Carmen Bejarano
Martin y Rosaura Bejarano Castro
Cruz Bejarano y Ana María Castro
Belisario Zúñiga Bejarano y María Remedios Bejarano
Pedro Zúñiga María Eufrania Bejarano
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Primera generación.
Segunda Generación.
Fortunato Aguirre Ospina nació el 5 de marzo de 1.907 en San Pedro, Valle, colombia.
El murió el 13 de junio de 1996 en Cali, Valle, Colombia. El se selló a sus padres, el 7
de enero de 2.000 en el Templo de Bogotá. D.C., Colombia. Fortunato se bautizo el 23
de julio de 1995 en la Capilla de Maracaibo, Jardín, Cali. El recibió la investidura el 19
de diciembre de 1999 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. Fortunato se casó con
Juana María Bejarano el 18 de agosto de 1930 en Tuluá, Valle, Colombia. Fueron
sellados el 4 de enero de 2001 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia.
Juana María Bejarano nació el 30 de marzo de 1914 en San Pedro, Valle, Colombia y
tuvo su bautismo infantil en 1914 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella murió el 17 de
diciembre de 1999 en Cali, Valle, Colombia y se le sepultó el 18 de diciembre de 1999
Cali, Valle, Colombia. Ella se selló a sus padres el 4 de enero de 2001 en el Templo de
Bogotá, D.C., Colombia. Juana se bautizó el 14 de enero de 2001 en el Templo de
Bogotá, D.C., Colombia. Ella recibió la investidura el 14 de enero de 2001 en el Templo
de Bogotá, D.C., Colombia.
Tercera Generación.
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María del Carmen Bejarano nació el 6 de diciembre de 1875 en San Pedro, Valle,
Colombia. Ella murió el 6 de octubre de 1949 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella se
selló a sus padres el 22 de enero de 1997 en el Templo de Lima, Perú. María se bautizó
el 7 de agosto de 1986 en el Templo de Ciudad de Guatemala, Guatemala. Ella recibió
la investidura el 13 de agosto de 1986 en Ciudad de Guatemala, Guatemala.
Cuarta Generación.
David Núñez Bedoya nació aproximadamente en 1834 en San Pedro, Valle, Colombia.
El murió aproximadamente en 1918 en San Pedro, Valle. Colombia. El se selló a sus
padres el 7 de enero del 2000 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. David se bautizó
el 9 de diciembre de 1999 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. El recibió la
investidura el 28 de diciembre de 1999 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia, David
se casó con María de los Ángeles Aguirre en 1884 en San Pedro, Valle, Colombia.
Fueron sellados el 3 de julio de 1997 en el Templo de Lima, Perú.
María de Los Ángeles Aguirre nació aproximadamente en 1869 en San Pedro, Valle,
Colombia. Ella murió aproximadamente en 1914 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella
se selló a sus padres el 22 de enero de 1997 en el Templo de Lima, Perú. María se
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
Fidelina Tinaco nació aproximadamente en 1864 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella
murió aproximadamente en 1899 en San Pedro, Valle, Colombia. Fidelina se bautizó el
15 de diciembre de 1999 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. Ella recibió la
investidura el 11 de enero del 2000 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia.
María Rosaura Bejarano Castro nació aproximadamente en 1863 en San Pedro, Valle,
Colombia. Ella murió aproximadamente en 1922 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella se
selló a sus padres el 14 de agosto de 1986 en el Templo de Ciudad de Guatemala,
Guatemala. María se bautizó el 2 de agosto de 1986 en Templo de Ciudad de
Guatemala, Guatemala. Ella recibió la investidura el 6 de agosto de 1986 en el templo
de Ciudad de Guatemala, Guatemala.
Belisario Zúñiga Bejarano nació el 23 de marzo de 1843 en San Pedro, Valle, Colombia.
El murió aproximadamente en 1916 en San Pedro, Valle, Colombia. El se selló a sus
padres el 7 de enero del 2000 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. Belisario se
bautizó el 15 de diciembre de 1999 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. El recibió
la investidura el 6 de enero del 2000 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. Belisario
se casó con María Remedios Bejarano Gallego aproximadamente en 1874 en San
Pedro, Valle, Colombia. Fueron sellados el 3 de julio de 1997 en el Templo de Lima,
Perú.
María Remedios Bejarano Gallego nació en 1855 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella se
selló a sus padres el 14 de septiembre de 1986 en Ciudad de Guatemala, Guatemala.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
Quinta generación.
Juan Núñez nació aproximadamente en 1812 en San Pedro, Valle, Colombia. El murió
en San Pedro Valle, Colombia. El se selló a sus padres el 16 de julio de 2003 en el
Templo de Bogotá, D.C., Colombia. Juan se bautizó el 31 de octubre de 1995 en el
Templo de Lima, Perú. El recibió la investidura el 16 de noviembre de 1996 en el
Templo de Lima, Perú. Juan se casó con Micaila Bedoya aproximadamente en 1833 en
San Pedro, Valle, Colombia. Fueron sellados el 3 de julio de 1997 en el Templo de
Lima, Perú.
María Micaila Bedoya nació en 1818 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella murió el San
Pedro, Valle, Colombia y se le sepultó en San Pedro, Valle, Colombia. Micaila se bautizó
el 31 de octubre de 1996 en el Templo de Lima, Perú.
Juan Bartolomé Aguirre Quevedo nació en 1862 en San Pedro, Valle, Colombia. El
murió en San Pedro, Valle, Colombia. El se selló a sus padres el 7 de febrero del 2004
en el Templo de Washington D.C. Juan se bautizó el 14 de diciembre de 1999 en el
Templo de Bogotá, D.C. Colombia. El recibió la investidura el 7 de enero de 2000 en el
Templo de Bogotá, D.C. Colombia. Juan se casó con la señora de Bartolomé Aguirre
Quevedo en 1868 en San Pedro, Valle, Colombia. Fueron sellados el 19 de febrero de
1997 en el Templo de Lima, Perú.
Señora de Bartolomé Aguirre Quevedo, nació en San Pedro, Valle, Colombia. Ella
murió en 1910 en San Pedro. Valle, Colombia. La señora se bautizó el 31 de octubre de
1995 en el Templo de Lima, Perú. Ella recibió la investidura el 21 de marzo de 1996 en
el Templo de Lima, Perú.
Cornelia Ospina nació en 1831 en San Pedro, Valle, colombia. Cornelia se bautizó el 28
de octubre de 1995 en el Templo de Lima, Perú. Ella recibió la investidura el 21 de
marzo de 1996 en el Templo de Lima, Perú.
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Ana María Castro nació aproximadamente en 1845 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella
murió aproximadamente en 1907 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella recibió la
investidura el 8 de enero del 2000 en el Templo de Bogotá, D.C.
Rafaela Gallego nació aproximadamente en 1834 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella
murió aproximadamente en 1927 en San Pedro, Valle, Colombia. Rafaela se bautizó el
19 de septiembre de 2002 en el Templo de Bogotá, D.C. Colombia.
Sexta generación.
Prudencia Chaves nació aproximadamente en 1845 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella
murió en san Pedro, Valle, Colombia. Prudencia se bautizó el 15 de julio de 2003 en el
Templo de Bogotá, D.C., Colombia. Ella recibió la investidura el 16 de julio de 2003 en
el Templo de Bogotá, D.C., Colombia.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
María Quevedo nació aproximadamente en 1824 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella
murió aproximadamente en 1881 en San Pedro, Valle, Colombia. Ella se selló a sus
padres el 21 de enero del 2000 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. María se
bautizó el 15 de diciembre de 1999 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia. Ella
recibió la investidura el 18 de enero del 2000 en el Templo de Bogotá, D.C., Colombia.
Séptima generación.
Bartolomé Vásquez nació en 1848 en San Pedro, Valle, Colombia. El murió en San
Pedro, Valle, Colombia. Bartolomé se bautizó el 17 de agosto del 2004 en el Templo de
Bogotá, D.C., Colombia. El recibió la investidura el 23 de agosto de 2006 en el Templo
de Bogotá, D.C., Colombia.
En las montañas rocosas fue construida las Bóvedas de Granito donde se almacenan
billones de registros genealógicos de todo el mundo, los de nuestra familia ya existe
un buen número de nuestros antepasados y naciones actuales en ese santo lugar. Este
es el registro: Lago Salado. Rafael Aguirre Bejarano 791 personas. 266 familias.
Apellidos enviados: Aguirre, Bejarano, Ospina, Núñez, Tinaco, Zúñiga, Castro, gallego,
y Vásquez. Código de archivo 3426978-0901106120836.
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Mosaico familiar.
Mi abuelo paterno Neftali y abuela materna María del Carmen, sigue Rafael y
Teresa, mis padres Fortunato y Juana María Luis María Gómez y Raimunda
Arcila mis suegros, José Freddy y Bertilda Pérez, Lucía Helena, María Amparo,
Freddy Antonio Mosquera y Gladys Teresa, Rafael Ernesto, Eric Davis y Aura
María, Juan Carlos Torres y Leidy Johana, Stefany , Andrea Nallely, e Isabella.
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Estoy complacido con este balance sin contar que mi esposa mientras la salud se lo
permitió sirvió en varios cargos de las organizaciones auxiliares de barrios y Ramas,
mis hijos varones en las temporadas de activos han servido el mayor en la presidencia
de HJ y el menor en varias ocasiones y lugares como director de actividades. Por mi
parte he servido como primer consejero de la Escuela Dominical de barrio, líder de la
Obra misional, Consejero de Rama y de Obispados, Obispo en dos ocasiones,
presidente de Rama, Patriarca, director del Centro de Historia Familiar, director del
centro de empleos de la regional Cali, maestro de historia familiar en varias
ocasiones, de principios del evangelio, como Presidente de Quórum de Elderes y
ahora como líder del grupo de sumos sacerdotes. En este balance podría también
registrar que una sobrina también se convirtió al evangelio en el mismo tiempo en que
lo hicimos los primeros de mi familia y posteriormente casada en el templo, ahora su
hijo mayor sirve una misión en la República de El Ecuador. Y siete generaciones de
antepasados de mi linaje directo y tres de mi esposa con sus ordenanzas vicarias y un
grupo considerable de parientes también hacen parte de este trabajo de la
investigación de la historia familiar que han sido favorecidos con las ordenanzas del
santo templo. Claro que también tenemos balance negativo, el hijo menor estuvo
casado con misionera retornada de donde quedó una preciosa hija, hoy están
divorciados (pero activos); una nuera menos activa a igual que el esposo o sea mi hijo
mayor.
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TITULO III.
La vida campesina.
Viviendas en el campo.
Los campesinos colombianos en la primera mitad del siglo XX, especialmente los más
pobres, aquellos que vivieron en forma primitiva, sus viviendas y muebles los
construían a base de La Guadua. Esta planta es
colombiana y en la enciclopedia Wikipendia vemos
algunos usos, características de este elemento vegetal.
El saltarín.
Era un cono que conocí en mi infancia construido por mi padre a base de un grueso
bejuco que cortaba en el monte y formaba tres circunferencias, la superior de mayor
tamaño, la segunda más pequeña y finalmente la tercera más reducida; luego las unía
con otros trozos del mismo material a dos frentes formando una cruz en la base de un
cono que era la forma terminada.
Luego este mueble era forrado con trapos (ropa usada), y colgado con una soga de dos
de sus extremos y era utilizado como mecedor para los bebes. Todos niño era
poseedor de un saltarín que los mayores movían para distraer y divertir a los bebes.
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Características de la guadua
La guadua se caracteriza por una gran resistencia, los guaduales crecen en Colombia
desde hace siglos, entre ríos, como un elemento indispensable de nuestros paisajes
cafeteros, convirtiéndose, gracias a la creatividad y talento de los artesanos, en
originales productos que hacen a Colombia famosa en todo el mundo.
Los guaduales crecen en Colombia desde hace siglos, entre ríos, como un elemento
indispensable de nuestros paisajes cafeteros, convirtiéndose, gracias a la creatividad y
talento de los artesanos, en originales productos que hacen a Colombia famosa en todo
el mundo.
Las camas, sillas, bancas y varios artículos hogareños de esta población era a base de
la Guadua muy abundante en este territorio del occidente colombiano. Inclusive las
raíces eran utilizadas como bancos, su forma tiene la caracterización a parecerse a un
alacrán (Escorpión).Las casas eran de bareque,
su estructura a base de guadua, rellenada con
barro y forrada con una mezcla de cagajón
(estiércol de caballos) y barro y sobre ella, iba
el enlucimiento a base de cal, un mineral
extraído de la tierra, dejando las paredes
blancas y zócalos rojos de una altura de
cuarenta centímetros alrededor de las paredes
como un terminado de lujo. Es de advertir que
las ventanas y las puertas también eran de
guadua.
Guadua: el acero vegetal
Bosque de guadua en el Triángulo del Café.
Casas, puentes colgantes, acueductos, embarcaciones, pisos, muebles, objetos
decorativos, instrumentos de música e, incluso, papel, se producen de este increíble
material colombiano, denominado guadua.
Esta materia prima natural no solamente permite levantar una catedral (ej. Catedral
de Pereira, Colombia), sino también puede ser utilizada para la elaboración de
artesanías que atraen a los turistas de todo el mundo.
La choza que hay en mi mente que sirve de modelo para esta narración tenía un
depósito de agua llamado El Pozo, ahí se almacenaba las aguas lluvias, era una
circunferencia que abarcaba aproximadamente cinco metros a la redonda por un
metro de fondo, anfibios como los sapos y las ramas se anidaban en ese lugar, esas
aguas se utilizaban a veces para el lavado de la ropa y para el riego de las pocas matas
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Además tenía cerca al pozo a la orilla del límite de la propiedad un surco de arrayanes
muy juntos, al medio un guanábano que formaban una cortina ese lugar era utilizado
como letrina, al frente de la choza otro surco de arboles de arrayanes y matas de tuna
que en épocas de florecimiento daban largos y preciosos pétalos que con las flores de
los arrayanes perfumaban el medio ambiente.
La pesebrera.
El lote de terreno donde estaba edificada nuestra choza (Casa), era grande,
rectangular casi desocupado, cubierto con pasto (grama), mi madre aprovechaba ese
terreno para dar servicio a los amigos que bajaban de las fincas de las veredas Pavas,
Monterredondo y Los Mates con equinos caballar y mular cargados con productos
agrícolas para vender en los mercados de Tuluá y Buga por cada bestia nos pagaban
una cuota establecida por día, además en épocas en que el agua del pozo se escanciaba
me daban un dinero adicional a mí para que llevara los animales a la quebrada a beber
agua fresca, con ese dinero generalmente servía para ayudarnos con la compra de
alimentos en razón a nuestra excesiva pobreza.
Las frutas.
Las mandarinas, las guanábanas, papayas, naranjas y piñuelas entre otras, nos la
regalaban en las fincas de nuestro vecindario, yo acompañaba a mi madre en todas las
faenas de trabajo y venta de productos, algunas veces utilizaba también mis hermanas
mayores para que nos apoyaran en esas actividades, recogíamos semanalmente en
épocas de cosecha esas frutas para ser vendidas en los mercados de las ciudades
cercanas, así mismo nos autorizaban para coger las hojas de plátano las que
soasábamos (pasarlas por el fuego), las envolvíamos en atados, luego formábamos un
bulto éstas hojas generalmente son utilizadas entre otras cosas para envolver y
cocinar tamales y para preparar la maza de empanadas y ornear los pandebonos
trasnochados, igual hacíamos con las hojas de biao que cogíamos no solo en las fincas
sino también en dos guaduales de nuestra área, éstas últimas hojas utilizadas en las
carnicerías para envolver la carne.
En los potreros donde pastaba el ganado donde la maleza se crecía demasiado ahí
encontrábamos los zapallos éstos si era solo para nuestro consumo, en los plantíos de
maíz cuando estaba lista la siega hallábamos sandías igual para nuestro consumo.
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Los caramelos.
Durante los años de escolaridad en San Pedro, fui vendedor de caramelos, mi madre
aprovechaba el melado unas veces otras compraba las panelas y preparaba los
caramelos que los arreglaba con esenciales de deliciosos sabores y yo los vendía
durante los recreos a mis compañeros de estudio, así mismo cocinaba con sal una
fruta llamada Árbol del pan que también vendía en la escuela, todo eso formaba parte
de nuestro diario vivir.
La finca de Vallejuelo.
La finca el manantial.
En otra ocasión mi padre nos llevó a vivir a una finca llamada El Manantial en razón de
que en ese lugar había un nacimiento de agua en la espesura de una mata de guadua,
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La casa de Tumbapelo.
El alumbrado.
No se conocía en nuestro medio otro medio para cocer los alimentos que los fogones
de leña o de carbón vegetal, era tarea para los hombres ir a los montes a proveerse de
leña seca, mi padre generalmente al regreso todas las tardes de su trabajo traía
consigo un trozo de madero y los domingos en la tarde yo lo acompañaba a esa labor
semanalmente, poco tiempo después la tarea la cumplía generalmente yo por tener
más tiempo disponible.
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El agua.
Lavado de ropa.
Al igual que para el baño corporal, para el lavado de la ropa las mujeres la llevaban en
unas bateas de madera y sobre piedras planas estregaban y enjabonaban la pieza de
vestir; es de advertir que las más pobres al no poseer jabón utilizaban un fruto
llamado chambimbas las que abrían le extraían la semilla, una bola negra y con la
corteza sobaban la ropa mojada y esta corteza soltaba una espuma jabonosa que
sacaba la mugre de la ropa, en particular yo siempre lavaba mi ropa y la de mis
hermanas pequeñas con chambimbas.
La vajilla.
En mi casa y así mismo algunas familias del vecindario utilizaban como vajilla para
uso diario mates y platos de barro, ollas y diversos utensilios de esta misma
naturaleza para cocinar y comer; los alimentos servidos en mates así como las bebidas
como agua y demás líquidos también era en mates o vasijas de barro, mate es un fruto
de un árbol que los produce en diferentes formas, unos árboles los producían
alargados y los denominábamos calabazos, los calabazos unos grandes, medianos y
pequeños, de los pequeños los abríamos en cruz le sacábamos todo el contenido o
corteza y luego los secábamos al sol y esas eran las cucharas, otros árboles los
producen redondos de diferentes tamaños, grandes medianos y pequeños. También
había un bejuco de grandes hojas cuyos frutos se cogían en su madurez los abríamos a
la mitad se le sacaba la corteza y los denominábamos como socobe a éstos se les daba
diferentes usos como almacenar granos, huevos o agua.
Los guáimaros.
Desde mi infancia no volví a ver esos frutos silvestres que mi padre cogía de esos
gigantescos y frondosos árboles en tiempos de cosecha, ese fruto eran racimos muy
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tupidos como el corozo, mi madre los cocinaba con sal durante bastantes minutos
hasta que ablandaban y quedaban listos de consumir, yo asimilo su sabor al de los
garbanzos.
Las madrugadas.
Otro episodio de las madrugadas era los domingos para ir hasta Buga, salíamos de la
choza a las tres de la mañana, a pie, a pie descalzo, por carretera destapada donde
había mucha piedra y los tropezones estaban al orden del día, a las cinco de la mañana
llegabas a Buga yo muy fatigado y con los dedos de los pies reventados de los
tropezones, asistíamos a la misa de cinco en la basílica, luego hacíamos un recorrido
por las demás iglesias dándome a conocer el nombre de cada una, o mostrándome
edificios y a las seis de la mañana íbamos a la plaza de mercado a desayunar café en
leche con pandebono, es de advertir que durante el recorrido por la carretera
arrimábamos como a dos o tres casas a comprar pandebono caliente que era el mayor
deleite de mi papá.
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Tuvo gran admiración por la carrera religiosa, hablaba casi hasta sus últimos días de
la resurrección, a mi me comisionó que cuando muriera llevara su cuerpo y lo
sepultara en el cementerio de San Pedro para resucitar al lado de sus padres, siempre
decía que había aspirado ser sacerdote católico en especial de la orden redentorista,
otra frustración para él fue haber llegado a ser abogado, un hombre de leyes, eso lo
repetía con mucha frecuencia, admiraba mucho a Robinson Crusoe narraba su
historia, asimismo la de Jonás y la ballena, fue muy piadoso siempre al levantarse y al
acostarse recitaba unas oraciones, igual hacía con los alimentos a los que le hacía la
señal de la cruz tres veces mientras repetía su oración, siempre asistía a misa todos
los domingos, admiraba mucho a los curas en especial a los que conocía, no fue
amiguero, solo le conocí dos o tres con quienes se chanceaba y se hacían bromas.
Nunca olvidaré las visitas frecuentes que nos hacía un anciano con su hijo adolecente
de nombre Jesús, al anciano mi papá le profesaba un especial cariño y lo trataba como
“Mi hermano Adolfo” esa persona era tío materno lo que supe años después, el
hermano Adolfo siempre llegaba con un presente ya fuera pan o cualquier otro
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No llegue a saber que el hermano Adolfo Ospina visitara a los hermanos de mi papá, el
privilegio era para él a pesar que estaban cerca unos de otros.
Cuando terminé mis estudios básicos (hasta 4º elemental), al ser despedido por mis
maestros, ellos lo hicieron con lágrimas en los ojos, estaban preocupados por mi
futuro, habían visto en mí el talento, la inteligencia, ellos sabían que por el estado
miserable de mi familia en que vivíamos yo no tendría oportunidad de seguir
estudiando y me vería condenado a seguir la trayectoria de mis ancestros, después de
haber recibido mi certificado me ofrecieron que si quería ellos gestionaban ante las
autoridades becas para que continuara estudiando, me llegaron a hablar de enviarme
a Manizales pera el bachillerato, poro yo en mi timidez me negaba y sentía que yo no
podía aspirar tan grande beneficio, no tenía salud, no tenía ropa, solo un pantalón y
una camisa viejos y colchados; además mi mente estaba fija en ser cura católico, mi
mente influenciada por la forma como se vivía en mi casa hablando de religión de
curas, de misas y todo ese mundo, con muchos esfuerzos fui llevado a Cali al seminario
mayor y presentado ante las directivas, mi padre con otro pariente que llevó otro
compañero de la misma edad y deseo de ser curas, fuimos presentado en la rectoría,
nos hicieron una prueba de lectura y escritura acompañados de preguntas, al salir el
rector habló con mi papá le entrego una papelería de requisitos a la vez que le dijo que
con migo iban a hacer una excepción porque solo recibían quienes habían terminado
la primaria y estuvieran listos para el bachillerato, volvimos a la casa y una vez
analizaron los requisitos vieron que era casi un imposible, sin embargo mi mamá dijo
que íbamos a trabajar para conseguir ese dinero, empezó con una fritanga y varios
comestible que ella preparaba los fines de semana, muchas personas se involucraron
en el proyecto, yo pilaba el maíz los martes y los viernes molía el maíz y era el
vendedor en un canasto por todo el vecindario, progreso en cierta forma el negocio y
le agregaron en las noches de los sábados un baile los vecinos se divertían tomaban
licor y degustaban las deliciosas empanadas, pasteles y bofe frito que mi mamá les
proporcionaba, como eran tantos los voluntarios que ayudaban en los quehaceres
domésticos y no había un control en lo que cada quién consumía, las ganancias no se
veían y el negocio no dio los frutos para lo cual se estaba trabajando; cuando llegó el
tiempo de iniciar el ingreso al seminario cuyo costo en 1946 tenía un valor de dos mil
pesos y el dinero conseguido solo sumaba sesenta pesos, entonces acordaron que
aprendiera un arte y mis padres acordaron que debía ser sastrería, fueron al pueblo,
porque vivíamos en el campo, hablaron con el sastre que era un pariente de mi papá,
don Adriano, y convino que me enseñaría el arte pagándole la suma de diez pesos
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
mensuales, ahí estuve unas pocas semanas en esa actividad, mi profesor no avanzaba
y me dejo haciendo unas pocas actividades que había aprendido muy bien, para él
aumentar su producción, el amigo y compañero con quién había ido a las pruebas del
seminario era sobrino de el sastre iniciamos iguales el aprendizaje, a él le ensenaba
más que a mí, me fui desilusionando de ver que el otro progresaba y yo me había
quedado estancado, finalmente optó por aburridme utilizando sus pequeños hijos
para que me fastidiaran eso hizo que no continuara ahí, solo pagaron dos meses, el
dinero se acabó cubriendo muchas necesidades del hogar, en el pueblo había otro
sastre de origen ecuatoriano, don Ernesto Niño, hablé con él, ya era conocido, le conté
mi situación y me ofreció que él me enseñaría y en pago de ello le sirviera haciéndole
los mandados, esto era provisionar la casa de agua para el consumo diario, en el
pueblo todos los habitantes iban a una quebrada a recoger el preciado líquido en las
mañanas y las tardes, así mismo botar la basura e ir a la tienda cada vez que fuera
necesario a realizar compras, pues él estaba recién casado y mis servicios le eran muy
oportunos, acepté y empecé de nuevo, ahí avancé mas pero por las largas jornadas de
trabajo y mal alimentado me cogió fatiga mental también por falta de sueño, me
obligaba a laborar desde las cinco de la mañana hasta las once o doce de la noche y lo
que más hacía era planchar con plancha de brazas, el sueño me dominaba y el
cansancio era insoportable, en esa época era navidad, la sastrería tenía buen surtido
de telas, pero había un corte a rayas que nadie lo elegía ni siquiera le paraban bolas,
yo me fui obsesionando por el corte, y pensaba que en vista de mi fuerte trabajo y mi
desnudez, (solo tenía un viejo y roído pantalón lleno de remiendos a igual la camisa y
descalzo) mi patrón me premiara dándome como aguinaldo un pantalón hecho con
ese corte, llegó el día de navidad y el corte continuaba ahí colgado, no hubo ni siquiera
una galleta para mi aguinaldo, me llené de desilusión, frustración, rabia y mucho
desgano y decidí alejarme y no volver, ni siquiera me despedí por el despecho, me
interné en una finca en la cordillera a trabajar en oficios varios como coger café,
preparar y pisar barro (Alfarería) entre otros, cumplidas dos semanas recibí mi
primer salario fui a la casa y después de asearme y lavar mi única ropa fui a la ciudad y
con ese dinero compre ropa nueva y así seguí haciendo hasta que me proveí de
vestuario suficiente.
Fiestas anuales.
Anualmente como es costumbre en nuestros pueblos, se realizaban fiestas, quemando
pólvora y música y con participación de variados actos de los cuales describiré los
siguientes:
Las maratones y la vaca loca.
Apostaban carreras de personas a pie, maratón, eran muy divertidas; en las noches la
vaca loca, un cráneo de un animal vacuno lo ajustaban a unos maderos largos los que
le adherían ramas espinosas como las ramas de la guadua, también le envolvían
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trapos viejos los que mojaban con petróleo y le prendían candela, la cabeza o cráneo
de la res le rellenaban las cuencas de los ojos con mechas y pólvora a igual que los
cuernos, ese andamiaje media aproximadamente dos metros de largo y en el centro
debajo se colocaba un hombre y lo subía a la altura de los hombros, ya que este
andamiaje tenía una anchura de unos setenta centímetros y corría con dirección
donde hubiese más personas congregadas simulando atacar como lo hacen los toros,
la algarabía era mucha, el llanto de los niños asustados, y el gozo era pleno para los
asistentes, cuando explotaba la pólvora de las cuentas de los ojos y los cuernos
causaba temor y susto.
El pato colgado.
La colgada del pato consistía en clavar dos guaduados largas distantes unos tres
metros y unidas arriba con otra, al centro colgaban de las patas la desafortunada ave a
la que le quitaban las plumas del pescuezo y la engrasaban para dejarla bien lisa,
seguidamente a una prudente distancia los jinetes con sus cabalgaduras, porque el
acto era acaballo, se alistaban y cuando les daban la señal de salida a veloz carrera
pasaban por debajo del pato cogiéndolo del pescuezo y el que le arrancara la cabeza
ese era el feliz ganador de la apuesta, eran muchos los jinetes que participaban en
diferentes viajes hasta que lograban el desgarramiento del pescuezo del ave.
Carrera de encostalados.
Otro de los espectáculos era la carrera de encostalados, la persona se metía en una
chuspa de fique grande de las utilizadas para el empaque de arroz y café con
capacidad para seis arrobas, ponían una línea de salida y una meta de llegada y daban
la largada al tiempo a los participantes y el primero que llegara era el ganador.
Carrera de caballos.
No podía faltas las carreras de caballos, con apuesta al ganador, con derroche de
alegría y mucha algarabía eso era como uno de los espectáculos matutinos de las
festividades.
El repique de las campanas en la Iglesia parroquial.
Nostálgico es a veces y gozosos recordar los momentos para revivir la infancia llena de
la más pura inocencia sagrada y piadosa que dejó la religión y el sonar de las
campanas de la iglesia parroquial pues era una invitación a las reuniones (misas,
rosarios, novenas, catecismo y procesiones) para llegar a tiempo, daban tres toque con
determinados espacio de tiempo al finalizar el tercero se iniciaba las ceremonias y en
ocasiones se oían y se sentía con un timbre inusual desplegando sus sonidos al aire
con brillantes y alegría como en las fechas de la navidad, la fiesta de la madre, de San
Pedro o la virgen del Carmen que eran pomposas con acompañamiento de la banda de
músicos los que en el momento sublime de la elevación de la hostia tocaban el himno
nacional, y mucha pólvora en sus diversas presentaciones, las calles arregladas con
pasacalles, los alumnos de las dos escuelas (varones y mujeres) con sus uniformes de
gala, esos acontecimientos marcaron huella en mi mente de niño.
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En la finca de don Juan Muñoz en la vereda “Pavas”, ahí llegué como quedo narrado ya
al dejar la sastrería, con el recuerdo que para mí no existió en esa casa alojamiento
apropiado para dormir, desde el principio me dieron un costal grande como tendido y
cobija y me tocaba quedarme en la cocina que era un lugar de pisos sucios, con barro
pegado del tablado, luego pasé a la finca “el Arenal”, de don Víctor Victoria (Candado)
en la época en que era presidente de Colombia el Dr. Mariano Ospina Pérez, ahí me
amañé mucho tenía oficios variados entre ellos el de ir a Buga llevando carga en un
caballo y regresarme cabalgando la bestia, para mí era una aventura agradable y de
gran satisfacción, tuve que abandonar el trabajo porque la esposa se encariño mucho
de mí y me despidieron por esa razón.
Los arrozales.
En San José y Chancos corregimientos de mi pueblo natal tuve esa desagradable
experiencia de trabajar en arrozales, esos cultivos permanecen llenos de agua hasta la
siega, generalmente el agua llegaba hasta las rodillas del trabajador y consistía la labor
de sacar la maleza que había crecido con la planta de arroz para alistar el corte del
grano de la mata para llevarlo a las plantas de trillo para organizarlo para el mercadeo,
lo desagradable consistía que en esos plantíos los pies y las piernas del trabajador se
llenaban de unas lombrices que chupaban la sangre, uno alzaba el pie o una pierna y
le colgaban varios bichos de éstos llenos de sangre que era fastidioso aparte del
ardiente sol que caía sobre los lomos del trabajador.
Las tomateras
En su primera fase recuerdo que me inicié en Montegrande con Hermes Tascón el día
lunes 14 de mayo de 1951, lo recuerdo porque el día anterior en la tienda del tío
Nicolás en San Pedro hable con Tascón sobre el particular y me aceptó, ese día nació
mi primer sobrino Eduardo y ese mismo domingo el tío Fortunato en estado de
alicoramiento y en defensa personal en cruenta pelea segó la vida a otro hombre ebrio,
Agobardo Tascón hermano del que iba a ser mi nuevo patrón, en mi primer día de
labores estuve acompañado de Demetrio Bedoya amigo y trabajador de confianza de
Hermes, años más tarde descubrí que con Bedoya había parentesco con mi persona, el
día trascurrió como sombrío, poco dialogo, sobre el caso del tío y el hermano del
patrón, dialogué con Demetrio y él estuvo de acuerdo que yo no tenía nada que ver y
que no debía sentirme incomodo por esa causa, yo tuve resistencia por la necesidad
del trabajo, dos o tres días después cuando Hermes se reintegró al trabajo después del
sepelio, estuvo muy serio y parco con migo, hasta llegue a entender que sobre mi caso
lo conversó Hermes con Demetrio y este último lo convenció de que yo no tenía nada
que ver en esa situación, poco a poco Hermes fue mejorando su actitud con migo hasta
que llegamos a ser buenos amigos. En ese trabajo que era un cultivo de tomate tuve la
oportunidad de aprender esa actividad con lo que adquirí experiencia y pude trabajar
en otras tomateras; pase a trabajar con otro patrón que tenía fama de ser muy
exigente, gritón, y muy disciplinado, con quién tuve mucha empatía derivado de mi
buen trabajo y comportamiento que no le daba motivo de enfadarse por nada debido a
que me hallaba bien preparado para desempeñar el oficio.
Luego me correspondió trabajar en una vereda de Buga en otra tomatera administrada
por un señor apodado el caratejo por las grandes manchas cafés y blancas en su rostro
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sentí tras de mí un tropel y un empujón, me lanzaron al agua, aposta era la parte más
honda donde me toco batallar hasta que encontré un tronco de un árbol que estaba
cubierto por el agua y de él me agarre, con mucha lucha mientras los demás se
divertían del buen baño yo logré no sé cómo pero salí de esa emergencia. En los días
siguientes tuve mucho cuidado y no me acercaba a ese lugar y siempre buscaba la
parte del lado opuesto donde era de menos profundidad y ahí me daba mis
chapuzones, meses después fui trasladado a orden público a la parte selvática del
departamento del Meta atrás del cerro La Macarena, un lugar donde en las épocas de
las tropas libertadoras el General Francisco de Paula Santander había reclutado y
preparado tropas que finalmente nos dieron la libertad en la batalla del Pantano de
Vargas en el puente de Boyacá, allá en ese paraje donde había existido un pueblo
porque quedaban solo ruinas de unas tres edificaciones y paredes de lo que había sido
la capilla de la iglesia parroquial y que el mapa marcaba como el pueblo de La Uribe en
el departamento del Meta, a ese lugar en la única choza existente que tuvo que ser
reforzada con parales de madera fue instalado el puesto militar donde yo llegué en esa
expedición desde Apiay para ser su primer RADIO-OPERADOR, en ese paraje es muy
rico en aguas, ríos caudalosos, mucha fauna y todo lo que se quiera decir de la
hermosura de la naturaleza es poco para lo que la divina providencia le ha otorgado a
esas tierras, allá tuve la ocasión de aprender a nadar un poco, lo suficiente para
defenderme en el agua.
Las chivas.
Los primeros carros que yo conocí fueron las que hoy en día denominan como
“Chivas”, al principio eran tres, hasta tenían nombre, una llamada Sócrates y la
segunda El Faraón de don Ramón Bejarano, servían de San Pedro a Buga una vez en la
mañana de martes a sábado, los domingos todo el día, los lunes el servicio era para
viajar a Tuluá, advirtiendo que mucha gente lo hacía a pie y otros a Caballo, la otra
chiva era llamado el carro de Murcia, también existió por ese tiempo un bus cerrado
de color rojizo denominado Santa Teresita viajaba de Cali a Zarzal, por nuestro
territorio pasaba a las ocho de la mañana y regresaba a la una de la tarde, después de
unos años llegaron muchas chivas y fue muy competido el transporte hasta que a
mediados del siglo pasado empezó una empresa con buses modernos y cerrados con
el nombre de TransOcampo.
TITULO IV.
El sueño de la vida.
De prisa como el viento van pasando los días y los meses de la infancia, un Angel nos
depara sus cuidados mientras sus manos tejen las distancias. Después llegan los años
juveniles, los juegos, los amigos, el colegio, el alma ya define sus perfiles y empiezan el
corazón de pronto a cultivar un sueño (estrofa del camino de la vida). Cuando empezó
a florecer mi juventud viendo el jardín florecido de las bellas mujeres de mi
generación, mi alma empezó a inquietarse y a suspirar profundo porque sabía que en
algún lugar encontraría la que estaba reservada para mí, no fui muy noviero pero si
insistente en poner atención en aquellas que me inspiraban algo, ahora llega a mi
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recuerdos, ese recorrido, fue el siguiente: Todosantos como mi tierra natal ahí
empecé la búsqueda y la conquista entre mis coterráneas, como me conocían de toda
la vida no les atraía mi persona, además por mi pobreza me vestía cotidianamente
con ropa remendada y en alpargates hechizos, para la mayoría de las chicas no era
interesante ni atractivo, solo los fines de semana lucia el vestido dominguero y en
ocasiones usaba calzado porque la mayoría del tiempo estaba descalzo.
A poca distancia, al otro lado de la colina vivía Celmira, la trataba a igual que a sus
hermanas, con simpatía, la amistad que desde la infancia nos unía era de
compañerismo, caminábamos muchas veces junto de ida o regreso a las Escuelas
donde estudiábamos pero no me inspiraba ningún sentimiento amoroso pero ella era
muy insistente con sus delicadezas y búsquedas de atraerme, cuando me despedía de
mis familiares y amistades para irme al servicio militar ella lloró, me abrazo y no sé
que mas manifestaciones de afecto sentía y después con sus sentidas cartas que me
enviaba al cuartel que parecía que fuéramos novios, pero en ese tiempo esas
relaciones no se formalizaban sino había una declaración del varón y que la mujer
consintiera, por tanto entre nosotros no existía tal compromiso, regresé del Ejército y
el interés de ella hacia mí era evidente, para entonces ella trabajaba en el magisterio,
era maestra en una escuela en la vereda San Isidro arriba de Ceylán donde se jubiló,
me ayudó a conseguir empleo con el gobierno departamental y afortunadamente la
distancia de nuestros lugares de trabajo me favoreció del asedio amoroso de ella.
Celmira se quedó soltera, es una persona amargada no agradable para conversar y
menos con migo.
Montegrande.
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fiesta y nos sacaron corriendo, fuimos a nuestras casas y sacamos armas, yo una
peinilla, mi compañero al escondido sacó el revólver de la mamá y nos fuimos a cazar
la pelea para defender el honor y el amor propio heridos con la humillación que nos
habían causado delante de las muchachas que pretendíamos, en el camino regresando
encontramos rumbo a la casa a un amigo que estaba un poco ebrio, lo saludamos y lo
invitamos diciéndole tenemos una pelea armada en un baile y le contamos el caso y se
animó a participar y apoyarnos él se armó de un garrote, seguimos adelante, antes de
entrar planeamos la forma de actuar que consistió en que yo entraba primero y
rastrillaba la peinilla en el piso en forma circular y amenazante y a la vez que lanzaba
el grito de combate “A donde están los hombres que no veo sino muñecos”,
simultáneamente el otro daba disparos al aire un par de veces, la gente salió
corriendo, las mujeres gritaban, muchos se escondían muy asustados, quedando con
nosotros en la pista de baile solo Hernando Aguirre mi único tío paterno a quién
amaba y respetaba, él estaba ahí también por estar enamorado de una prima mía de
esa vereda, él se me acercó con delicadeza y muy suavecito buscando calmar mi ánimo
alterado y convencerme de que desistiera de esa actitud belicosa, acto seguido me
despedí de él y nos fuimos a nuestras casas con la satisfacción por haber vengado la
humillación de la que habíamos sido víctimas y no supimos más de la tal fiesta y hasta
allí llegó el encantamiento con Chila, ella después fue la compañera de quién lideró la
burla al sacarnos corriendo de la fiesta.
Al pie de la carretera en la boca calle del callejón de los Arrayanes por el cual
entrábamos a mi casa paterna vivía Marina, la apodaban carro loco, nunca supe
porqué, como las chicas de ese contorno me buscaban por el aprecio que me tenían y
siempre en esas reuniones en las tardes y nochecitas culminaba narrándoles cuentos
e historias, así como de películas porque yo era muy adicto al cine, ella, Marina fue
simpatizando mucho con migo y atrayéndome con sus sutilezas femeninas en la que
no caí, porque la apreciaba pero no me inspiraba nada mas, no sentía nada especial
hacía ella por eso esa página no se escribió.
Junto al Prado.
En el callejón el Prado. Aura, una prima hermana, ella muy agraciada, alegre, me
correspondió y no había oposiciones y era bien recibido y compartíamos bien, lo único
que en mis adentros me molestaba era el hecho de ser familiar, de llevar el mismo
apellido y me cuestionaba mucho porque me decía en mis adentros, será que no puedo
conseguir una particular? Así que poco a poco me fui alejando tomando distancia con
el pretexto de irme a trabajar a otros lugares y esperar que ella cambiara su
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pensamiento y mirara otros hombres, funcionó y como era hermosa pronto encontró
al que fue padre de sus hijos.
Se le llamaba así al callejón que conducía a la vereda Monterredondo, allí había una
familia que con años mas tarde en la investigación familiar descubrí que éramos
parientes, había dos jovencitas mis ojos brillaban cuando veía a Elvia, empecé a
hacerle rodeos y hacerme notar hasta que una tarde la vi que iba sola de la casa hacía
San Pedro, la seguí conversé con ella y aproveché la oportunidad de hacerle conocer
mis sentimientos hacia ella, de una me rechazó no dejándome ninguna clase de
opciones ni esperanza alguna tampoco la oportunidad de ser amigos, esa aptitud me
hirió el alma y por mucho tiempo la recordaba con desagrado, mi ego de macho
herido, para entonces le parecí poca cosas, pasados muchos años ya formalizados cada
uno por su lado y hallándome haciendo mi investigación familiar llegue a la casa de la
mamá y me tocó volverla a ver, estaba vieja, acabada maltratada por la vida, sola sin
compañero porque el que ella eligió no se casó con ella pero si la dejó abandonada con
hijos, no era feliz y viéndome en buena forma se le notaba la nostalgia en su alma y
pena de lo que puso ser y no fue, aparte de que era conocedora de mi éxito en la vida,
una ocasión apoyé un sobrino de ella dándole empleo en una importante empresa en
Cali , la vida da muchas vueltas, Ante esa desilusión resolví no buscar novias en mi
tierra natal y dirigí mi búsqueda hacía otras latitudes.
En Riofrio.
Teresa una jovencita que vi una tarde en el parque con otras chicas, la seguí le hice
que se fijara en mí hablándole y siendo correspondido la trate unas dos o tres veces,
descubriendo en ella que no era la que podría llenar mis ilusiones, pasé esa página y
seguí abriendo más páginas a mi libro amoroso.
Andalucía.
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Arriba de Zarzal.
En una vereda de Vallejuelo en una casa de una hacienda por donde yo pasaba a
diario, había una familia y en ella dos chicas, al fijarme en la menor empecé a llegarle,
también se llamaba Teresa tuvimos varias conversaciones empezábamos a
conocernos, una tarde al llegar, ella salió a recibirme y estaba comiendo arepa, su
boca sucia, sus labios llenos de harina, me causó fastidio y asco, mucha repugnancia
por su desaseo y descuido personal, me despedí y me fui muy ligero,, dejando atrás la
primera sensación que me había despertado esa chica, sin embargo como mi meta
estaba fijada en las muchachas del campo seguía poniendo mi brújula en esa dirección.
Servitá.
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umbral hacia la calle en medio del público que habíamos asistido a ese matiné,
cruzaba por el frente del teatro una patrulla de la policía militar (colegas pero de otra
sección de la compañía), al verme tomados del brazo con mi amada, se bajaron y me
arrestaron, con vergüenza, dolor y rabia de tener que dejarla abandonada, fui
conducido en la patrulla hasta el cuartel donde me presentaron ante el suboficial que
hacía las veces de oficial de servicio y me pasaron un informe falso, al tratar yo de
aclarar el caso, recibí fue un fuerte sablazo en mi espalda que me propinó el Sargento
que me dejó sin respiración seguidamente me enviaron al calazo, al día siguiente
lunes, era 24 de Octubre, por consiguiente estaba de cumpleaños (21), advierto que el
calabozo donde amanecí en ropa interior le echaron bastante agua que me subía hasta
los tobillos, después durante tres días sufrí el castigo de la fila disciplinaria que
consistía en trotar dodo el día en pantalones mochos y franela, cargando elementos de
aseo, escoba, recogedor, etc., sin derecho a comer y beber alimentos y durmiendo en el
calabozo encharcado de agua, yo no aguante hambre, un compañero al escondido me
sacaba comida y la escondía y luego me decía donde la había guardado. Pasado el
castigo me sacaron de la policía militar y me enviaron al Batallón, no pude volver a ver
a mi novia, solo nos escribíamos, ella estaba ilusionada de que cuando yo saliera del
Ejercito nos casábamos, sin embargo las cosas no se dieron por la distancia entre otras
y porque yo empecé a trabajar en un servicio público que requería mi atención las 24
horas del día y pasaron las semanas y los meses y se desvaneció esa ilusión.
Buga.
Siendo soldado en la licencia que tuve fui a Buga a llevarle una carta que mandaba el
soldado Londoño mi amigo y compañero a su familia, ahí conocí a Lucía, su hermana,
me agradó, me gustó pero como mi estadía fue muy corta no la volví a ver, solo nos
comunicábamos por carta cesando ese procedimiento y muriendo muy ligero esa
atracción.
Vereda La unión.
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novios, pero nunca se formalizó nada, una ocasión ella hablando metafóricamente de
una joven me decía que aquella niña pensaba bastante en el futuro que le ofreciera su
pretendiente, pues lo veía muy joven y sin horizontes, yo tomaba esa reflexión como
de ella hacia mí, pero me le hacía el bobo y la verdad que esa era mi situación, tenía un
empleo que era comida para hoy y hambre para mañana, es decir inestable, sin
estudio, sin metas, y ella se movía entre campesinos que sabían trabajar en la
agricultura y la ganadería, sus hermanos eran dueños de fincas unos, otros
administradores y algunos amigos de su familia en igual forma, y ella sin temor a
equivocarme esperaba su partido al menos entre ese medio; una noche hallándome en
una cantina con muchos conocidos de la región me ofrecían licor, les acepté y pronto
estuve ebrio, en esas charlas me pusieron tema de la muchacha y caí en la trampa que
me estaban tendiendo, solté la lengua y dije lo que sentía y lo que esperaba, incluso
que el día en que ella me aceptara mis pretensiones de verdad le proponía matrimonio
y me casaba con ella. Al siguiente día yo en medio del guayabo inesperadamente la vi
llegar, mis ojos se iluminaron de alegría por su presencia a ese lugar que nunca antes
la había visto pasar por ahí, y fue solo para “regañarme” diciéndome en tono severo
que ella no le gustaba que su nombre estuviera en boca de borrachos, que la respetara
y muchas cosas más, no volví a verla, no volví a su casa por vergüenza y durante
mucho tiempo el fantasma de su imagen llegaba a mi mente; después supe que ella a
escondidas de la familia estaba comprometida con un primo que laboraba en la finca
de Eduardo el hermano, esa familia después emigrado a Pereira.
Vivía Rosa Restrepo una jovencita de unos diez y seis años, blanca mona, de origen
paisa, que por su vecindad nos amistamos pronto, conversábamos muy
animadamente, su progenitora recién llegado me asistió la alimentación, nos tocó vivir
la navidad de 1956, en vista de las alegrías que despierta en los espíritus esas
efemérides hacía que nos acercáramos cada vez más a pesar que el papá no parecía
agradarle lo que veía, como costumbre en nuestra región en ese tiempo se jugaba a los
aguinaldos así que con Rosita empezamos ese tipo de juegos que por cierto nos
divertíamos mucho pero siempre yo era el perdedor, esa relación no perduro por las
actitudes belicosas del señor Restrepo.
Ceylán.
En ese pueblo vivía la familia de otro compañero del Ejército, David y en mis viajes a
ese pueblo nos encontramos, me llevó a su casa, ahí conocí a su hermana Rosa, nos
hicimos amigos y la visitaba con alguna frecuencia, cada día me gustaba más pero
notaba en ella que era muy tímida y penosa eso no dejaba progresar el sentimiento
que estaba aflorando en mi corazón, una tarde llegué a su casa y aparentemente
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estaba sola, no estaban los padres, después de una larga conversación me disponía a
despedirme y me le acerqué intenté abrazarla y besarla y ella gritó llena de espanto al
instante salió un joven de una habitación quién había estado escuchando nuestra
conversación, yo me apené con él y ella y salí de esa casa y no volví mas por ese
sendero.
Sevilla.
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desafiarla que sus actividades deportivas o yo, ella me llegó a decir que no iba a
volver, sin embargo cuando fui trasladado a Cartago, nos escribíamos a diario
mensajes amorosos por telegramas, ella no cumplió la promesa, siguió su jovi del
deporte, eso le nacía del alma, un domingo le llegué de sorpresa en la tarde y la
encontré departiendo alegremente con los deportistas en la cancha de futbol eso me
causo profundo enojo, me fui enfriando y abandoné esa ilusión que de otra manera
hubiera terminado en el altar.
Primavera.
Allá mismo en Primavera un domingo dentro de la iglesia en la misa del medio día, yo
estaba muy atento al desarrollo del acto religioso, pulcramente vestido y con porte
militar, de pronto miré al lado cuando vi a pocos metros sentada
en el piso una hermosa trigueña que estaba mirándome, su
nombre María Teresa al encontrarse nuestras miradas yo quedé
hechizado, me daño la reverencia en ese acto cristiano, porque
empezó la miradera y la tentación, al terminar la misa salí pronto
y me coloqué frente a la iglesia a esperar su salida, salió
acompañada de una hermana, algo le dije que la mente hoy no
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recuerda, han pasado cerca de cincuenta y dos años desde entonces, la seguí con la
vista hasta que cruzó la esquina lo que sigue de esta historia también está consignado
en “Memorias y Recuerdos “. No sé pero en mi infancia y primera juventud el nombre
del pueblo primavera me sonaba atractivo, lo mencionaban mucho los noticieros
radiales y la prensa por los actos de la violencia y tenía a primavera metido en el alma
sin saber la razón, no lo conocía, tampoco tuve el deseo ni la intención de ir a ese lugar
que estaba anidado en mi mente y no entendía que el destino tenía como punto de
referencia en la brújula el sitio final de la búsqueda de mi compañera eterna, no fue
fácil, el recorrido fue el que queda narrado en esta historia; claro que tuve muchas
amistades pero solo eso, lo narrado solo fue de las que me interesaron; advirtiendo
que solo tres en realidad figuraron en el campo de esas posibilidades, como fue
Herminia Rincón pero ella el día en que le iba a entregar el dinero para el ajuar me
despidió enviándome con el alma herida y destrozada a una cantina a ahogar mi
tristeza y mi derrota a si como mi orgullo en licor esa noche oyendo la canción de
despecho “El Redentor”, por allá en Tuluá y la segunda fue Francis Gómez a quién por
tener serias dudas con ella en el futuro, decidí no volver a ella desde aquel domingo
que sorpresivamente la encontré incumpliendo una promesa relacionada con alejarse
de las actividades de animaciones deportivas.
TITULO V.
Los pioneros.
Empezando la tercera década del siglo XX Colombia vivió un conflicto bélico con la
República de El Perú, se disputaban el territorio amazónico cuya capital es Leticia,
estaban prestando servicio militar obligatorio los dos pioneros de nuestra familia,
Nicolás Bejarano mi tío materno y Manuel Ospina Velásquez primo hermano de mi
papá.
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Nicolás Bejarano.
Sirviendo en el Batallón de Infantería No. 8 “Pichincha” con sede en Cali, hizo parte de
una compañía que desplazaron al Puerto marítimo de Buenaventura a reforzar la
seguridad que estaba a cargo de la Infantería de Marina radicada en esa base naval.
Manuel Ospina.
Le tocó viajar a Leticia, hacía parte del Batallón de Infantería “Junín” que tenía su sede
en Popayán fueron los primeros en la familia en servir a la patria, tiempos de gran
tención por el estado de guerra.
El presidente peruano Luis Miguel Sánchez Cerro fue sorprendido por la noticia pues
creyó que se trataba de un complot de sus enemigos y decide respaldar a los peruanos
enviando tropas a Leticia y Tarapacá.
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El general colombiano Alfredo Vázquez Cobo, luego de organizar una flotilla de barcos
viejos que adquirió Colombia en Europa a raíz de los sucesos de Leticia, arribó con
dicha flotilla, a finales de diciembre de 1932, a la desembocadura del Amazonas no
obstante que el presidente colombiano Enrique Olaya Herrera no autorizó la
reconquista de Leticia empleando la flotilla naval porque en el puerto había más
tropas peruanas que en Tarapacá y porque a diferencia del Putumayo, en el Amazonas
solamente una ribera era colombiana y la otra, brasileña.
Por el lado peruano se establecieron rutas para trasladar los aviones desde Ancón y
Las Palmas hasta el campo de operaciones, el 21 de febrero de 1932 durante uno de
estos traslados la escuadrilla formada por 3 hidroaviones sufre un contratiempo y
posterior accidente falleciendo el aviador arequipeño Alfredo Rodríguez Ballón , los
heridos y 2 hidroaviones y tuvieron que ser rescatados del Pongo de Manseriche.
Operaciones Efectivas
Tarapacá
El 14 de febrero de 1933 Vázquez Cobo intimó a los civiles peruanos armados que
ocupaban Tarapacá, puerto sobre el río Putumayo, sin embargo ese día, poco después,
aparecieron 3 aviones peruanos de ataque que intentaron bombardear al barco
colombiano "Córdoba", pero que luego se lanzaron en retirada al ser interceptados
pos aviones de caza colombianos.
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provocando la retirada total de las fuerzas peruanas de dicha plaza, al parecer los
peruanos no tuvieron una sola baja en el ataque colombiano.
Guapi
Rio Algodón
El 1º de mayo de 1933 la flota colombiana se reagrupa y el día 7 del mismo mes, a las
tres de la mañana, cerca de Puca-Urco (Puerto Saravia), el cañonero colombiano ARC
Barranquilla tocó una mina que no dejó graves daños, y luego fue hostigado desde
tierra. A las once de la mañana la flota colombiana contraatacó a la posición de Puca-
Urco, pero los peruanos la abandonaron antes. Luego se dirigieron al rio Algodón
donde el Perú tenía una base aérea para hidroaviones, pero al hacerse de noche no la
pudieron detectar, aprovechando esto, los peruanos evacuaron su flota de aviones de
esa base.
El día 8 de mayo la flota colombiana intentó de nuevo, pero esta vez de día, atacar la
base aérea peruana siendo recibida por los aviones peruanos que procedieron a
bombardear a la flota colombiana, en ese preciso instante los aviones colombianos se
dirigían hacia la flota para apoyar el ataque a tierra, por lo que las aeronaves peruanas
no tuvieron tiempo suficiente para bombardear y se pusieron a la defensiva atacados
por la artillería antiaérea de la flota colombiana y por los caza-bombarderos
colombianos; en esta acción fue derribado el avión del piloto peruano Teniente
Américo Vargas; luego los aviones peruanos se retiraron a otra base. Después la flota
colombiana desembarcó a las tropas en la base de rio Algodón sin encontrar
resistencia; aún así se capturaron a 4 militares peruanos que se quedaron rezagados,
además de abundante material bélico y de logística.
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Colombia y Perú se reunieron luego en Río de Janeiro para pactar la paz y quedó
ratificado el Tratado Salomón-Lozano de 1922, aún hoy día vigente y aceptado por
ambas partes.
Rosendo Bedoya.
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Reclutas.
Los reclutas: Miguel, Rafael, Álvaro y Evangelista. 1954. Y en Uribe Meta 1955.
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Mi especialidad al dejar las filas del Ejército Nacional fue como Radio Operador,
especializado en el ramo de las trasmisiones, fui el Radio Operador oficial en el puesto
La Uribe en el Meta, un lugar de avanzada en la selva en orden público.
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Policía Nacional. Desde 1953 está adscrita al Ministerio de Defensa. Se estima que está
constituida por cerca de 152.500 uniformados.
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Sable símbolo de autoridad de los sargentos y los oficiales. Las partes del Sable
1. Puño.
2. Pomo, con el Escudo Nacional acuñado.
3. Guardamanos, con las más caras tradiciones nacionales talladas.
4. Hoja grabada.
5. Dragona y su cinta con lazo corredizo.
La jineta en cuyo centro irá la estrella de la Policía Nacional y tres ángulos con vértice
hacia abajo en la parte inferior.
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segundo con antigüedad para vice primero, y regresé a la vida civil el 1º de diciembre
de 1978.
II
III
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José Freddy Aguirre Gómez mi hijo mayor, sirvió en la Policía Nacional, estuvo pocos
años y se retiró a solicitud propia ostentando el grado de cabo segundo.
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TITULO VI.
Viva la libertad.
El reservista.
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Viajeros.
El haber llegado a la tercera edad, nos ha dado el privilegio de viajar dentro y fuera del
país, entre esos lugares destacaré los siguientes: Bogotá, Tunja, Moniquirá, Sogamoso,
Chinquiquirá, Duitama, Villavicencio, San Martín, granada y Acacias en el Meta, Pasto,
Popayán, Buenaventura, Sevilla, Caicedonia, Ibagué, Medellín, Montería, Moñito,
Zipaquirá, Girardot, La Mesa, Fusagasuga, Madrid, Pereira, Armenia, Ipiales, El Cairo
Valle, Barbosa Santander, entre otros y en el exterior Washington D.C., New. York,
Miami, Salt Lake city, Palmeyra NY, Dover NJ, Unión City NJ, Elisabeth NJ, Provo Ut,
Lima Perú, Tumbes Perú, Quito Ecuador, Guayaquil Ecuador, Caracas Venezuela,
Ciudad de Panamá.
Fotos
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Lugares visitados.
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Imágenes en Lima Perú, Washington D>C. New York, Utah, San Andrés Islas, Cataratas
del Niágara, Salt Lake City, Cerro de Cumorah NY, entrada a la Arboleda Sagrada, En
Buenaventura, Adentro Montañas rocosas Utah.
TITULO VII.
Satisfacciones hogareñas.
En el 2003 tuvimos el placer de viajar a las Cataratas del Niágara, una de las siete
maravillas del mundo, acompañados por Rafael Ernesto quién nos dio esa enorme
sorpresa ya que solo nos dimos cuenta que nos hallábamos en ese lugar cuando
llegamos a la puerta de entrada al Canadá y nos preguntó si llevábamos los
pasaportes. Antes habíamos visitado la Arboleda sagrada y el cerro de cumorah.
El primer Armario.
En la década de los sesenta con dos de nuestros primeros hijos vivíamos en una pieza
de inquilinato en el barrio Saavedra Galindo en Cali, yo me desempeñaba como
secretario de la Estación Sucre, sumidos en gran pobreza, la comida la adquiría a
crédito en una tienda y cada mes al recibir mi sueldo cancelaba lo pedido y volvía a
empezar permaneciendo muchas veces sin un solo peso en el bolcillo durante el mes,
ocasionalmente me llegaban compañeros con bicicletas viejas con deseos de
matricularlas pero por falta de papeles no lo podían hacer, yo les escribía documentos
de compra venta, los que autenticaban y así podían efectuar las matrículas, igual hacía
con quienes tenían hijos y no habían efectuado el registro civil, les hacía un memorial
para que ante un juez hicieran declaraciones extrajudiciales y así pudieran efectuar el
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registro y de esa manera me llegaba dinero extra con el cual podía atender otras
necesidades de la familia.
Una ocasión un compañero me dijo que un amigo de él que servía como maestro de
escuela estaba vendiendo una cama y un armario porque se iba para su tierra, que si a
mí me interesaría, el valor era de $15 pesos, yo tenía ese ahorro con lo que cobraba
por el trabajo de tramitador que cada día me llegaba nuevos clientes, y con la venta de
rifas, ya que la firma Hermoca me pagaba comisiones por ese trabajo, lo negocié y
me aparecí a mi vivienda con los nuevos muebles, la felicidad que reflejaba en el
rostro mi esposa era inmenso, hasta brillaba con su sonrisa, arregló el cuarto con las
nuevas adquisiones y el cambio de la vivienda era hermoso, lo recuerdo con gratitud
por esa inmensa alegría que ella experimentó.
La Licuadora.
Para una fiesta de la madre adquirí la primera licuadora, ya teníamos tres hijos, para
que mis niños le entregaran como regalo a la mamá, creo que jamás ella había sentido
tanto aprecio y regocijo como ese día, salió a la cuadra donde vivíamos para mostrarla
a las vecinas y compartir con ellas la felicidad de tener ese electrodoméstico, en
nuestras dos familias jamás habíamos tenido electrodoméstico modernos aparte de
los fogones esso candela a base de petróleo.
El Primer TV.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
en mi cuadra del barrio San Carlos solo en una casa poseían un televisor, todos los
vecinos nos aglomerameramos alrededor de la venta a observar el gran
acontecimiento mundial, los domingos mi hijo mayor que todavía era un niño seguía
colgándose de la reja de seguridad de la ventana del vecino para ver por raticos
televisión y recibiendo fastidiosos regaños de los dueños de esa vivienda por estarlos
con otros chicos fastidiándolos; por lo cual decidí que yo tenía que hacer algo para
adquirir el televisor. Pedí vacaciones, tenía tres periodos acumulados, busqué trabajo
por fuera, me recibieron en un teatro para vigilar que la gente no fumara durante el
tiempo de las funciones, con el dinero que gané en ese trabajo compré de contado mi
primer televisor que llevó grandes alegrías y satisfacciones a la familia, mi hijo
cobraba la entrada a sus amigos el día domingo para que entraran a ver programas y
películas, les vendía helados y todo eso les proporcionaba a todos regocijo.
El Tocadiscos.
El seguro preventivo.
Por motivo de que mis actividades laborables fueron de alto riesgo, desde el principio
me gustaba tomar protecciones para mi familia y así enfrentar los casos fortuitos que
nos depare la vida, esos posibles casos previendo cómo nos toca vivir el día día con
pocos recursos a veces sin ahorros para tomar soluciones sin acudir al
endeudamiento o a la caridad pública como se ve con frecuencia en nuestro medio, fue
así que primero tome una póliza contra accidentes a favor de Rafael Ernesto como era
muy travieso, e imperativo temía que en cualquier momento sufriera un accidente así
que por varios años durante su época estudiantil estuvo amparado con el seguro de
accidentes, así mismo tome otras precauciones.
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Rafael Aguirre Bejarano Remembranzas de Episodios
Pólizas funerarias.
Desde hace mas de dos décadas tengo guardadas las pólizas funerarias de mi esposa y
la mía, así mismo otra adicional abierta para cualquier otro que sea llamado a cruzar
el velo, también en propiedad un lote doble con osario doble en el parque cementerio
Jardines del Recuerdo de Cali, con apertura y cierre de los sepulcros total mente pagos
a fin de no dejarles a mis hijos esa carga.
Es de advertir que por cuenta de la Policía tengo derecho a un auxilio funeral para que
hagan uso del él presentando la documentación de ley.
El Funeral de mi padre.
Vinieron después las pólizas funerarias las que fueron una gran bendición pues
cuando falleció mi
papá en 1996 a las
tres de la tarde, yo
solo tenía $2.000 en
dinero en efectivo,
todos mis hermanos
fueron notificados a
esa hora, yo inicié el
proceso funerario con
mi póliza, ellos no
sabían de ese amparo
preventivo que yo
tenía o si alguna vez
lo supieron ya lo
habían olvidado, a la
sala de velación de una de las más importantes funerarias de la ciudad, ellos fueron
llegando durante la noche muy frescos y tranquilos como si no existiera en ellos algún
grado de responsabilidad en ese particular, ya en las horas de la madrugada mi
hermana mayor pidió que nos reuniéramos los hermanos, hallándonos en un recinto
solos ella dijo porqué no hacemos una colecta entre todos y le ayudamos a Rafael, yo
les manifesté que estuvieran tranquilos que yo tenía todo arreglado y fue un funeral
decente y cumpliendo promesas que él me había sugerido en el sentido de que
sepultara su cuerpo en el camposanto de San Pedro nuestro pueblo natal para
resucitar al lado de sus padres.
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Otros beneficios.
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La edad de inicio promedio es en los hombres entre los 15 y los 25 años, y en las
mujeres entre los 25 y los 35 años. No obstante puede aparecer antes o después,
aunque es poco frecuente que surja antes de los 10 años o después de los 50 años.
Gracias a Dios y a los medicamentos modernos para tratar esta epidemia ellos hoy se
haya curados pero fueron tiempos difíciles en todos los órdenes familiares.
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Como amo esta visión de la vida , y me gusta esta filosofía entiendo también porque
me gusta el teatro. El teatro es la metáfora de la vida, es la representación de la misma,
es la vida a pequeña escala, es tener la visión de la vida desde los puntos de vista de
otros personajes y no solo el tuyo, es vivir la vida más veces a parte de la que ya vives ,
es jugar a vivir con otra historia, con otro personaje , con otro escenario, pero sin
perder tu historia , tu personaje , tu escenario. Creo que
los actores somos unos grandes amantes de la vida ,
porque además de vivir nuestra historia , queremos que
nuestro trabajo tenga que ver con vivir la vida más y
más , representamos la vida, interpretamos la vida,
actuamos la vida y vivimos nuestra vida.
Obras de teatro.
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El Turpial.
EL LIMONAR
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En mis días de adolescencia con dos compañeros más nos animamos a estudiar
música de cuerda pero como en nuestro medio no había las condiciones ni los medios,
optamos por pedirle el favor a un parroquiano que jurungueaba, aparte de verdad no
saber mucho, tampoco tenía el don de la enseñanza y en las pocas clases que nos dio
no había base, y además muy regañón, no pasó de dos o tres clases, yo elegí tocar el
tiple, los otros guitarra y bandola, al final ninguno aprendió nada, de eso solo recuerdo
que Marcelo el maestro nos dijo de todos ustedes el único que tiene oído para la
música es Rafael refiriéndose a mí, eso claro está me entusiasmo bastante.
Pasaron los años y ya entrado a la tercera edad volví a entusiasmarme por la música,
viviendo en los Álamos en Cali, una ocasión pasaron varios jóvenes vendiendo
guitarras y promocionando una academia de música, decidí por comprar la guitarra
para quedar inscrito en la Academia e iniciar el aprendizaje, estuve varios días
recibiendo clases y aprendiendo teoría y aires, recuerdo una vez que el instructor
tocaba una página musical y seleccionó tres o cuatro alumnos
entre ellos yo para que le hiciéramos acompañamiento a la vez
que él ejecutaba su versión ponía oído y observaba cómo
efectuábamos la intervención al final como calificación para
decirlo de alguna manera se dirigió a mí y me dijo: lo hace muy
bien solo le falta cantar, pero yo sabía que en verdad me faltaba
mucho, tenía problemas para puntear y aún me faltaba mucho
entrenamiento para lograr ese paso.- Desafortunadamente una
tragedia familiar llegó, la muerte en accidente de tránsito del
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El violín de Paganini
Por Pablo Gimenez
El mejor violinista de todos los tiempos fue un personaje
legendario en el arte de la perseverancia.
Nicolo Paganini, nacido en Génova el 27 de octubre de 1872, fue un niño prodigio que a
los 6 años ejecutaba composiciones en el violín y a los 9 años debutó ante el público.
Sus célebres giras recorrieron toda Italia, Viena, París y Londres.
Su obra incluye veinticuatro Caprichos para violín solo (con nuevas técnicas interpretativas
del instrumento), seis conciertos y varias sonatas.
Sobre Paganini se crearon innumerables leyendas que él mismo se negaba a desmentir, en
parte porque le divertían y en parte porque le permitía llenar los teatros donde actuaba.
La anécdota apócrifa más extendida encierra una interesante moraleja.
Cuentan que en una ocasión actuaba ante auditorio repleto de admiradores.
Su intervención fue soberbia y las notas emergían del violín con una belleza incomparable.
De pronto, una de las cuerdas del violín de Paganini se rompió.
El director se detuvo; la orquesta paró; el público esperó.
Pero Paganini continuó extrayendo milagrosos sonidos de violín Guarnerius.
El director y la orquesta, admirados volvieron a tocar.
Todos pensaron que era un artista sobrenatural.
Al poco, otro sonido extraño interrumpió el ensueño de la platea.
Otra cuerda rota en el violín de Paganini.
El director paró de nuevo.
La orquesta también.
Paganini siguió, como si nada hubiera ocurrido, arrancando sonidos imposibles.
El director y la orquesta absolutamente impresionados retomaron la partitura.
Aún faltaba lo mejor.
Una tercera cuerda del violín de Paganini se desgarró.
El teatro entero dejó de respirar.
Pero Paganini prosiguió. Como un acróbata musical, arrebatando mágicamente todas las
notas de la única cuerda remanente de aquel desbaratado violín.
Lo cierto históricamente era que el virtuosismo de Paganini embelesaba a todos.
Podía interpretar obras de gran dificultad únicamente con sólo una de las cuatro cuerdas
de violín (la de sol, retirando previamente las otras tres, de modo que no interfirieran
durante la actuación), y continuar tocando a dos o tres voces, de suerte que parecían ser
varios los violines que sonaban.
Tanto asombraba al público de la época su técnica, que se llegó a rumorear que existía
algún pacto diabólico en su famoso instrumento de cuerda, hoy recogido en el Museo de
Génova.
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Desde el día en que nos casamos 9 de diciembre de 1958, hemos vivido en los
siguientes lugares en el País y en EE. UU., así: Primavera y La Tulia corregimientos de
Bolívar, Valle, Ventaquemada corregimiento de Toro, Valle, San Isidro, corregimiento
de Obando, Valle, Albán, Valle, El Cairo Valle, Cali, Palmira Valle, Piedras de Moler
corregimiento de Cartago, Buenaventura Valle, Tuluá, Valle, Andalucía, Valle,
Bugalagrande, Valle, Uribe corregimiento de Bugalagrande Valle, Bogotá, Sibaté,
Cundinamarca, Werts Caldwell, NJ, Dover, NJ., Phillisburg, NJ, Provo, Ut, USA.
En razón a mi condición de campesino me crié viendo con frecuencia con los animales
ya fuese de los vecinos, de familiares o en el patio de mi choza que era mi hogar, que
servía de pesebrera para los animales caballares y mulares de los amigos finqueros de
la cordillera que bajaban con sus mercaderías a la ciudad y los dejaban a nuestro
cuidado.
Entre los animales que más me apegué fue el caballo y en mi juventud al llegar a la
policía me inscribí muy recién ingresado a un curso de equitación para aprender a
montar y conocer más el mundo de este noble animal, el caballo.
El Perro llamado el mejor amigo del hombre en mi hogar solo hemos tenido uno,
“Tony” así mismo los gatos que me apasionan mucho, las gallinas, el gallo por su canto
y vistosidad, la vaca, entre otros.
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TITULO VI.
Poemas.
A MI MADRE
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EL ROSARIO DE MI MADRE
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A MI MADRE
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Han pasado más de cuatro años desde ese funesto 17 de diciembre de 1999 en que
terrenalmente la llama de su vida se extinguió inexorablemente para viajar al mundo
desconocido donde la felicidad eterna empieza con la unión de todos aquellos que la
habían antecedido y donde nos espera para que sus tiernos alientos vuelvan a sentirse
con los suyos porque las familias son eternas como lo predijo un profeta del Dios
Omnipotente, por el prevalente valor del sellamiento que los poderes del cielo tiene
para unir las familias eternamente y en cuyo círculo ella será nuestra reina. En fechas
recientes especialmente en los aniversarios luctuosos, mi alma cargada con ese signo
oscuro y solitario de su ausencia presencial y con visitaciones nocturnales en sueños,
traía la profunda nostálgica tristeza dejando bañando mi rostro con el líquido brotado
de mis ojos acompañando con suspiros añorosos requiriendo su consuelo hallado
especialmente en aquella imagen que pegada a la pared tomada meses antes de dejar
su querida casa, haciendo su oficio cotidiano de cocina con su semblanza de fatiga por
el peso de sus dolencias propias de su edad otoñal, me remontaba a los días después
de largas jornadas de trabajo o de viajes donde hallaba ese aliciente de tranquilidad y
satisfacción, recibiendo de su bondad los sancochos juaneros que tanto me satisfacían
y que ella guardaba caritativamente para alguien que llegara a su puerta que muchas
veces me correspondieron cuando no estaba anunciado o esperado.
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BODA NEGRA
Julio Flores.
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FLORES NEGRAS
Julio Flores
TUS OJOS
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El Manantial.
Rafael Aguirre B.
Pescador de Hombres
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Déjame Ser
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LA MADRE. (Soneto)
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Epílogo.
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cuando subí al cerro de Cumorah o cuando entré a la Arboleda Sagrada, así mismo
sufrir una gran emoción al entrar en los templos como el de Lima, Washington, Provo
y del Lago salado la ansiedad y la expectativa con lo desconocido que no la puedo
describir, la gran impresión que me causó la travesía en el ferris para llegar a la
estatua de la libertad y en lo local al nadar en el acuario en San Andrés y poder jugar
con los pececitos de diferentes colores y ver esas aguas tan cristalinas y hermosas,
tampoco olvido el paseo que hice con mi padre a Moñito y verlo disfrutar de las
placenteras playas y sus cálidas aguas maravillosas del mar Caribe, jugando con las
olas y extasiado del gozo y el placer que le proporcionó ese viaje donde experimentó
por primera vez subir a un avión, precisamente en el mismo en el que viajó Pablo VI
pontífice católico al llegar a Colombia, el Camilo Torres de Avianca.
F I N.
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1. HISTORIAS FAMILIARES
2. MEMORIAS Y RECUERDOS
3. LIBRO DE RECUERDOS
4. HISTORIAS Y RECUERDOS FAMILIARES
5. EXPERIENCIAS ESPIRITUALES, TEMPORALES Y EMOCIONALES
6. FE EN CADA PASO
7. EL SUEÑO DE VIAJAR
8. PRELUDIO HISTÓRICO Y GEOGRÁFICO DE SAN PEDRO
*REGISTROS GENEALÓGICOS
*RECUERDOS GENEALÓGICOS
*LIBRO DE GENEALOGÍA.
Los señalados con asteriscos (*) contienen árboles genealógicos, registros de grupos
familiares entre ellos uno que separadamente lleva raíz, tronco y ramas).
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