1 MUJER OH!
DIANA SURIEL NÚÑEZ
FOTOMONTAJE:
Orquidea Santos
diana.suriel@listindiario.com
Plástico
A la ciudad se la está comiendo el plástico.
Digo ciudad, pero realmente debería decir
país. Sabiendo que la capital influye en las
demás ciudades de esta media isla, no es de
extrañar que el plástico muy pronto termine por
arroparlo todo. Paseaba durante el fin de semana
y escuché en algún lugar la canción de Rubén
Blades. Meditando sus letras, me doy cuenta
y analizo que 30 años después de cantarla por
primera vez, las cosas lejos de cambiar para bien,
han empeorado.
LA VOZ DE ALERTA DE RUBÉN BLADES
sigue siendo escuchada por unos pocos. El
potente mensaje para muchos se pierde en el
tiempo. Hoy más que nunca se ven chicas y chicos
El plástico arropa a la ciudad.
Los anti valores carcomen lo
bueno que nos queda.
plásticos hablando de marcas, de carros, de los
viajes “de aquí a allí”, de los regalitos que mami y
papi entregan porque sí. Pollinita de lado, celular
de último modelo en mano, prefieren hablar por
mensajes de texto que cara a cara. Salen a la calle
con lo último que exponen las revistas, carteras
lujosas y la actitud correcta. Se miran al espejo
antes de salir, no se reconocen pero fingen que
sí. Salen de casa en un auto de infarto, llegan al
destino, entran, los “Buenos Días” “Buenas Tardes”,
“Buenas Noches” al parecer han desaparecido por
completo de sus diccionarios… Aunque pienso que
apenas conocen la palabra diccionario.
EN TODOS LADOS ABUNDA EL PLÁSTICO.
Lo vemos en las casas de chicos que no tienen nada
pero quieren tener, y por esto se envuelven en los
negocios más turbios que podamos imaginar solo
porque sueñan tener esos tenis o ese celular que
insistentemente se anuncia en la esquina menos
pensada. El plástico en muchos casos le ha ganado
en valor a la inteligencia. Así vemos a los “pseudo
intelectuales” que dicen haber leído 300,000
libros, cuando en realidad se han conformado con
revisar el resumen de las carátulas o el informe
de Wikipedia. El plástico refleja muy bien en la
gente que se vanagloria de ser sencilla y a simple
vista te trata de maravilla. Te sorprendes cuando
te encuentras con esa dulzura en un lugar público
y notas que, al parecer le han lavado el cerebro, es
completamente diferente a ese, con quien hablaste
antes de ayer. Días después vuelves a verla en su
entorno común y te das cuenta de que el hechizo
pasó, todo regresó a la normalidad ¡Regresó el
encanto! ¡Anímate! El plástico absorbe la mente
de gente muy inteligente, que acostumbradas
a fingir se han quedado presas de un personaje
constante, y realmente no sabes a quien le hablas
cuando compartes una conversación. Va ganando el
plástico, donde menos crees, ahí lo encuentras.
DONDE MENOS SOSPECHAS AHÍ APARECE.
Va ganando el plástico y es una pena porque quiere
decir esto que queda muy poca gente real allí
afuera. El negocio de la droga se ha convertido en
una industria pujante en nuestro país. La culpa la
tiene el plástico. La gente se ensucia sus manos por
las promesas de dinero, ventajas, poder y alabanzas
que reciben. El plástico se come a la justicia, ya
leo las noticias y me da risa. ¿Cómo es posible
que Sobeida haya sido agarrada con las manos
en la masa y la hayan soltado porque sí? Dicen
que la están buscando, pero a mi entender ella
se cambió su cara por una de plástico para no ser
reconocida. ¿Cómo es posible que un “matasanos”
haya destruido los cuerpos de una docena de
mujeres con mala cirugía plástica y se encuentre
en las calles, sonriendo en la prensa con su cara
de plástico? Me apena y me asusta lo que está
pasando, yo no entiendo por qué tanto fingir si es
tan bonito ser uno mismo ¿Por qué tanto fingir?
Lo siento Rubén Blades, nuestras ciudades siguen
siendo dominadas por el plástico. Que fallo. Si la
gente joven, la esperanza del mundo sigue siendo
dominada por el plástico, ¿qué podemos esperar?
¿Por qué tanto fingir? Busca el fondo y su razón,
recuerda se ven las caras, pero nunca el corazón.