You are on page 1of 392

Dante Alighieri

Divina Comedia

INFIERNO

CANTO I

A mitad del camino de la vida, 1 Comentario [L1]: Dante nació en 1265


y se consideraban los treinta y cinco años
en una selva oscura me encontraba 2 como la mitad de una vida normal. La
porque mi ruta había extraviado. 3 acción de la Comedia tiene lugar en la
Semana Santa de 1300, dando comienzo,
según la mayor parte de los intérpretes el
¡Cuán dura cosa es decir cuál era Viernes Santo, 8 de abril, y acabará siete
días después.
esta salvaje selva, áspera y fuerte
Comentario [L2]: La selva oscura es la
que me vuelve el temor al pensamiento! 6 vida viciosa, el pecado; pero también la
confusión de su pensamiento; e incluso la
turbulencia política. No debemos tal vez
Es tan amarga casi cual la muerte; excluir, como en otras discutidas alegorías
mas por tratar del bien que allí encontré, dantescas, la pluralidad de significados.
De hecho, superación moral, superación del
de otras cosas diré que me ocurrieron. 9 error doctrinal y evocación de la actualidad
política son tres constantes de este viaje de
ultratumba.
Yo no sé repetir cómo entré en ella
pues tan dormido me hallaba en el punto
que abandoné la senda verdadera. 12

Mas cuando hube llegado al pie de un monte, 13 Comentario [L3]: El monte alegoriza la
vida virtuosa que tanto esfuerzo requiere
allí donde aquel valle terminaba para ser alcanzada por el poeta. Notar la
que el corazón habíame aterrado, 15 antítesis «oscuridad»/«luz» con que se
acentúa el contraste «vicio»/«virtud»,
«error»/«verdad» aquí alegorizado.
hacia lo alto miré, y vi que su cima
ya vestían los rayos del planeta
que lleva recto por cualquier camino. 18 Comentario [L4]: El sol.

Entonces se calmó aquel miedo un poco,


que en el lago del alma había entrado
la noche que pasé con tanta angustia. 21

Y como quien con aliento anhelante,


ya salido del piélago a la orilla,
se vuelve y mira al agua peligrosa, 24

tal mi ánimo, huyendo todavía,


se volvió por mirar de nuevo el sitio
que a los que viven traspasar no deja. 27

Repuesto un poco el cuerpo fatigado,


seguí el camino por la yerma loma,
siempre afirmando el pie de más abajo. 30
Y vi, casi al principio de la cuesta,
una onza ligera y muy veloz, 32 Comentario [L5]: La onza, o leopardo,
es una alegoría de la lujuria.
que de una piel con pintas se cubría; 33

y de delante no se me apartaba,
mas de tal modo me cortaba el paso,
que muchas veces quise dar la vuelta. 36

Entonces comenzaba un nuevo día,


y el sol se alzaba al par que las estrellas
que junto a él el gran amor divino 39

sus bellezas movió por vez primera; 40 Comentario [L6]: Se creía que el
mundo había sido creado en primavera, al
así es que no auguraba nada malo igual que en primavera tuvo lugar su
de aquella fiera de la piel manchada 42 redención con la muerte de Cristo.

la hora del día y la dulce estación;


mas no tal que terror no produjese
la imagen de un león que luego vi. 45 Comentario [L7]: El león representa la
soberbia.

Me pareció que contra mí venía,


con la cabeza erguida y hambre fiera,
y hasta temerle parecia el aire. 48

Y una loba que todo el apetito 49 Comentario [L8]: La loba alegoriza la


codicia en la mayor amplitud de su
parecía cargar en su flaqueza, significado.
que ha hecho vivir a muchos en desgracia. 51

Tantos pesares ésta me produjo,


con el pavor que verla me causaba
que perdí la esperanza de la cumbre. 54

Y como aquel que alegre se hace rico


y llega luego un tiempo en que se arruina,
y en todo pensamiento sufre y llora: 57

tal la bestia me hacía sin dar tregua,


pues, viniendo hacia mí muy lentamente,
me empujaba hacia allí donde el sol calla. 60
Mientras que yo bajaba por la cuesta,
se me mostró delante de los ojos
alguien que, en su silencio, creí mudo. 63

Cuando vi a aquel en ese gran desierto


«Apiádate de mi -yo le grité-,
seas quien seas, sombra a hombre vivo.» 66

Me dijo: «Hombre no soy, mas hombre fui,


y a mis padres dio cuna Lombardía
pues Mantua fue la patria de los dos. 69

Nací sub julio César, aunque tarde, 70 Comentario [L9]: Virgilio nació en el
70 a.C. y murió en el 19 a.C. Nació, por
y viví en Roma bajo el buen Augusto: tanto, en tiempos de Julio César (100-44
tiempos de falsos dioses mentirosos. 72 a.C.), pero no fue del todo contemporáneo.

Poeta fui, y canté de aquel justo 73 Comentario [L10]: Virgilio fue


conocido en la Edad Media sobre todo
hijo de Anquises que vino de Troya, como autor de la Eneida, poema en que a
cuando Ilión la soberbia fue abrasada. 75 través de la historia de Eneas se glorificaba
a la ciudad de Roma y al emperador
Augusto. Como sabemos, Eneas fue un
¿Por qué retornas a tan grande pena, principe troyano que huyó de la ciudad
destruida llevando a sus dioses tutelares y
y no subes al monte deleitoso tras de un largo viaje por el Mediterráneo
que es principio y razón de toda dicha?» 78 (en cuyo relato Virgilio imita la Odisea),
llegó a la peninsula Itálica, donde tras
largas guerras con los habitantes de la
« ¿Eres Virgilio, pues, y aquella fuente misma, descritos según el modelo de la
Ilíada, desposó con Lavinia (Infierno, III),
de quien mana tal río de elocuencia? dando así origen a la estirpe fundadora de
-respondí yo con frente avergonzada-. 81 Roma. La Eneida es una exaltación de la
idea imperial, que con tanta fuerza abrazó el
Dante de sus años últimos.
Oh luz y honor de todos los poetas,
válgame el gran amor y el gran trabajo
que me han hecho estudiar tu gran volumen. 84

Eres tú mi modelo y mi maestro;


el único eres tú de quien tomé
el bello estilo que me ha dado honra. 87 Comentario [L11]: El lector que lea
estas notas se podrá dar cuenta de cuánta
verdad encierran las palabras humildes de
Mira la bestia por la cual me he vuelto: Dante.
sabio famoso, de ella ponme a salvo,
pues hace que me tiemblen pulso y venas.» 90

«Es menester que sigas otra ruta


-me repuso después que vio mi llanto-,
si quieres irte del lugar salvaje; 93

pues esta bestia, que gritar te hace, Comentario [L12]: Muchas son las
no deja a nadie andar por su camino, teorías acerca de la identificación de este
Lebrel que conseguirá expulsar a la loba,
mas tanto se lo impide que los mata; 96 pero se tiende a pensar que Dante se refiera,
en sentido genérico, a la restauración del
poder civil representada por la figura del
y es su instinto tan cruel y tan malvado, emperador, que vendría a acabar con las
que nunca sacia su ansia codiciosa discordias que asolaban Italia y con la
corrupción de la misma Iglesia.
y después de comer más hambre aún tiene. 99 Se ha pensado también en Cangrande Della
Scala, Señor de Verona, amigo y protector
de Dante; e incluso en un futuro papa que
Con muchos animales se amanceba, restaurara la pureza evangélica y que
y serán muchos más hasta que venga 101 tuviese una humilde procedencia. «Entre
Feltro y Feltro», en el v. 105, se
el Lebrel que la hará morir con duelo. 102 interpretaría como «nacido entre paños
humildes», en vez de darle una
interpretación geográfica. Feltre, en el
Éste no comerá tierra ni peltre, Friuli y Montefeltro, en la Romana, lo que
sino virtud, amor, sabiduría, significaría que el Lebrel procedería de la
Italia septentrional.
y su cuna estará entre Fieltro y Fieltro. 105

Ha de salvar a aquella humilde Italia


por quien murió Camila, la doncella,
Turno, Euríalo y Niso con heridas. 108 Comentario [L13]: Son todos
personajes de la segunda parte de la
Eneida: Camila fue una doncella guerrera
Éste la arrojará de pueblo en pueblo, muerta en combate contra los troyanos;
Niso y Euríalo, amigos proverbiales,
hasta que dé con ella en el abismo, murieron juntos combatiendo contra los
del que la hizo salir el Envidioso. 111 volscos; Turno, rey de los rútulos,
principales rivales de los troyanos, fue
muerto por el propio Eneas, dando así fin a
Por lo que, por tu bien, pienso y decido la epopeya.
que vengas tras de mí, y seré tu guía, Comentario [L14]: La codicia ha sido
directamente enviada por Lucifer, el
y he de llevarte por lugar eterno, 114 Envidioso por antonomasía.

donde oirás el aullar desesperado,


verás, dolientes, las antiguas sombras,
gritando todas la segunda muerte; 117

y podrás ver a aquellas que contenta


el fuego, pues confían en llegar
a bienaventuras cualquier día; 120

y si ascender deseas junto a éstas,


más digna que la mía allí hay un alma:
te dejaré con ella cuando marche; 123 Comentario [L15]: Virgilio será el guía
de Dante en el Infiemo y el Purgatorio, pero
en el cielo necesitará la guía más digna de
que aquel Emperador que arriba reina, lo misma Beatriz.
puesto que yo a sus leyes fui rebelde,
no quiere que por mí a su reino subas. 126

En toda parte impera y allí rige;


allí está su ciudad y su alto trono.
iCuán feliz es quien él allí destina!» 129

Yo contesté: «Poeta, te requiero


por aquel Dios que tú no conociste,
para huir de éste o de otro mal más grande, 132

que me lleves allí donde me has dicho,


y pueda ver la puerta de San Pedro
y aquellos infelices de que me hablas.» 135
Entonces se echó a andar, y yo tras él.

CANTO II

El día se marchaba, el aire oscuro


a los seres que habitan en la tierra
quitaba sus fatigas; y yo sólo 3
me disponía a sostener la guerra,
contra el camino y contra el sufrimiento
que sin errar evocará mi mente. 6

¡Oh musas! ¡Oh alto ingenio, sostenedme!


¡Memoria que escribiste lo que vi,
aquí se advertirá tu gran nobleza! 9

Yo comencé: «Poeta que me guías,


mira si mi virtud es suficiente
antes de comenzar tan ardua empresa. 12

Tú nos contaste que el padre de Silvio, 13 Comentario [L16]: El padre de Silvio


es Eneas, y su bajada a los infiemos, a
sin estar aún corrupto, al inmortal imitación de la que narra de Ulises la
reino llegó, y lo hizo en cuerpo y alma. 15 Odisea, ocupa el libro VI de La Eneida.
Roma, la ciudad fundada por los
descendientes de este héroe, fue elegida
Pero si el adversario del pecado como sede de los papas y cabeza del mundo
cristiano.
le hizo el favor, pensando el gran efecto
que de aquello saldría, el qué y el cuál, 18

no le parece indigno al hombre sabio;


pues fue de la alma Roma y de su imperio
escogido por padre en el Empíreo. 21

La cual y el cual, a decir la verdad,


como el lugar sagrado fue elegida,
que habita el sucesor del mayor Pedro. 24

En el viaje por el cual le alabas


escuchó cosas que fueron motivo
de su triunfo y del manto de los papas. 27

Alli fue luego el Vaso de Elección, 28 Comentario [L17]: El «Vaso de


Elección» es San Pablo. La imaginación
para llevar conforto a aquella fe medieval daba crédito al rapto celeste que
que de la salvación es el principio. 30 San Pablo narró en su segunda carta a los
corintios, y que fue el comienzo de su
conversión, pero la fantasía popular le
Mas yo, ¿por qué he de ir? ¿quién me lo otorga? adjudicó a partir de esto, un viaje al
Infiemo.
Yo no soy Pablo ni tampoco Eneas:
y ni yo ni los otros me creen digno. 33

Pues temo, si me entrego a ese viaje,


que ese camino sea una locura;
eres sabio; ya entiendes lo que callo.» 36

Y cual quien ya no quiere lo que quiso


cambiando el parecer por otro nuevo,
y deja a un lado aquello que ha empezado, 39

así hice yo en aquella cuesta oscura:


porque, al pensarlo, abandoné la empresa
que tan aprisa había comenzado. 42

«Si he comprendido bien lo que me has dicho


-respondió del magnánimo la sombra
la cobardía te ha atacado el alma; 45

la cual estorba al hombre muchas veces,


y de empresas honradas le desvía,
cual reses que ven cosas en la sombra. 48

A fin de que te libres de este miedo,


te diré por qué vine y qué entendí
desde el punto en que lástima te tuve. 51

Me hallaba entre las almas suspendidas 52 Comentario [L18]: Virgilio se hallaba


en el Purgatorio, entre aquellos que se
y me llamó una dama santa y bella, 53 encuentran suspendidos entre el deseo de
de forma que a sus órdenes me puse. 54 ver a Dios y su falta de esperanza de
lograrlo.

Brillaban sus pupilas más que estrellas; Comentario [L19]: Se trata de Beatriz,
a quien por vez primera se alude en el
y a hablarme comenzó, clara y suave, poema.
angélica voz, en este modo: 57

“Alma cortés de Mantua, de la cual


aún en el mundo dura la memoria,
y ha de durar a lo largo del tiempo: 60

mi amigo, pero no de la ventura,


tal obstáculo encuentra en su camino
por la montaña, que asustado vuelve: 63

y temo que se encuentre tan perdido


que tarde me haya dispuesto al socorro,
según lo que escuché de él en el cielo. 66

Ve pues, y con palabras elocuentes,


y cuanto en su remedio necesite,
ayúdale, y consuélame con ello. 69

Yo, Beatriz, soy quien te hace caminar; 70 Comentario [L20]: La histórica Beatriz,
amada por Dante en la tierra, era hija de
vengo del sitio al que volver deseo; Folco Portinari, noble florentino. El poeta la
amor me mueve, amor me lleva a hablarte. 72 vio por vez primera en 1274, cuando aún
era un niño, y se enamoró de ella en 1283.
Alrededor de 1286 se casó con Simone dei
Cuando vuelva a presencia de mi Dueño 73 Bardi y murió en 1290
le hablaré bien de ti frecuentemente.” Comentario [L21]: Su dueño, en el
Entonces se calló y yo le repuse: 75 original «il signor mio», es Dios mismo.

“Oh dama de virtud por quien supera


tan sólo el hombre cuanto se contiene
con bajo el cielo de esfera más pequeña, 78 Comentario [L22]: El cielo de esfera
más pequeña es el de la luna, bajo el cual se
halla la tierra; es decir. Beatriz excede a
de tal modo me agrada lo que mandas, todos los mortales.
que obedecer, si fuera ya, es ya tarde;
no tienes más que abrirme tu deseo. 81

Mas dime la razón que no te impide


descender aquí abajo y a este centro,
desde el lugar al que volver ansías.” 84

“ Lo que quieres saber tan por entero,


te diré brevemente --me repuso
por qué razón no temo haber bajado. 87

Temer se debe sólo a aquellas cosas


que pueden causar algún tipo de daño;
mas a las otras no, pues mal no hacen. 90

Dios con su gracia me ha hecho de tal modo


que la miseria vuestra no me toca,
ni llama de este incendio me consume. 93

Una dama gentil hay en el cielo 94 Comentario [L23]: La Virgen María, de


la que Dante fue un ferviente devoto.
que compadece a aquel a quien te envío,
mitigando allí arriba el duro juicio. 96

Ésta llamó a Lucía a su presencia; 97 Comentario [L24]: Santa Lucía de


Siracusa, a quien Dante atribuyó la curación
y dijo: «necesita tu devoto de una enfer medad de la vista que a ella
ahora de ti, y yo a ti te lo encomiendo». 99 estaba encomendada por la forma de su
suplicio. En la Comedia representa la gracia
iluminante.
Lucía, que aborrece el sufrimiento,
se alzó y vino hasta el sitio en que yo estaba, 101 Comentario [L25]: Raquel, mujer de
Jacob, representa la vida contemplativa, por
sentada al par de la antigua Raquel. 102 oposición a su hermana Lía, por ello está
sentada junto a Beatriz.
Dijo: “Beatriz, de Dios vera alabanza,
cómo no ayudas a quien te amó tanto,
y por ti se apartó de los vulgares? 105 Comentario [L26]: Por el amor a
Beatriz, Dante se apartó de los poetas
vulgares, dedicándose a cantar a su amada
¿Es que no escuchas su llanto doliente? con poemas excelsos.
¿no ves la muerte que ahora le amenaza
en el torrente al que el mar no supera?” 108

No hubo en el mundo nadie tan ligero,


buscando el bien o huyendo del peligro,
como yo al escuchar esas palabras. 111

“Acá bajé desde mi dulce escaño,


confiando en tu discurso virtuoso
que te honra a ti y aquellos que lo oyeron.” 114
Después de que dijera estas palabras
volvió llorando los lucientes ojos,
haciéndome venir aún más aprisa; 117

y vine a ti como ella lo quería;


te aparté de delante de la fiera,
que alcanzar te impedía el monte bello. 120

¿Qué pasa pues?, ¿por qué, por qué vacilas?


¿por qué tal cobardía hay en tu pecho?
¿por qué no tienes audacia ni arrojo? 123

Si en la corte del cielo te apadrinan


tres mujeres tan bienaventuradas,
y mis palabras tanto bien prometen.» 126

Cual florecillas, que el nocturno hielo


abate y cierra, luego se levantan,
y se abren cuando el sol las ilumina, 129

así hice yo con mi valor cansado;


y tanto se encendió mi corazón,
que comencé como alguien valeroso: 132

«!Ah, cuán piadosa aquella que me ayuda!


y tú, cortés, que pronto obedeciste
a quien dijo palabras verdaderas. 135

El corazón me has puesto tan ansioso


de echar a andar con eso que me has dicho
que he vuelto ya al propósito primero. 138

Vamos, que mi deseo es como el tuyo.


Sé mi guía, mi jefe, y mi maestro.»
Asi le dije, y luego que echó a andar, 141
entré por el camino arduo y silvestre.

CANTO III

POR MÍ SE VA HASTA LA CIUDAD DOLIENTE,


POR MÍ SE VA AL ETERNO SUFRIMIENTO,
POR MÍ SE VA A LA GENTE CONDENADA. 3

LA JUSTICIA MOVIÓ A MI ALTO ARQUITECTO.


HÍZOME LA DIVINA POTESTAD,
EL SABER SUMO Y EL AMOR PRIMERO. 6 Comentario [L27]: El poder, la
sabiduría y el amor, son las tres personas de
la Trinidad cristiana.
ANTES DE MÍ NO FUE COSA CREADA
SINO LO ETERNO Y DURO ETERNAMENTE.
DEJAD, LOS QUE AQUÍ ENTRÁIS, TODA ESPERANZA. 9

Estas palabras de color oscuro


vi escritas en lo alto de una puerta;
y yo: «Maestro, es grave su sentido.» 12

Y, cual persona cauta, él me repuso:


«Debes aquí dejar todo recelo;
debes dar muerte aquí a tu cobardía. 15

Hemos llegado al sitio que te he dicho


en que verás las gentes doloridas,
que perdieron el bien del intelecto.» 18

Luego tomó mi mano con la suya


con gesto alegre, que me confortó,
y en las cosas secretas me introdujo. 21

Allí suspiros, llantos y altos ayes


resonaban al aiire sin estrellas,
y yo me eché a llorar al escucharlo. 24

Diversas lenguas, hórridas blasfemias,


palabras de dolor, acentos de ira,
roncos gritos al son de manotazos, 27

un tumulto formaban, el cual gira


siempre en el aiire eternamente oscuro,
como arena al soplar el torbellino. 30

Con el terror ciñendo mi cabeza


dije: «Maestro, qué es lo que yo escucho,
y quién son éstos que el dolor abate?» 33

Y él me repuso: «Esta mísera suerte


tienen las tristes almas de esas gentes
que vivieron sin gloria y sin infamia. 36 Comentario [L28]: Se trata de los
indiferentes, y de los ángeles que en la
lucha suscitada por Lucifer, permanecieron
Están mezcladas con el coro infame neutrales. Se comprende que Dante que
vivió toda su vida en la necesidad de tomar
de ángeles que no se rebelaron, partido en una Italia desgarrada, condene en
no por lealtad a Dios, sino a ellos mismos. 39 el Infierno a los que no se comprometen
con causa alguna. ¿Qué pensaría, por
ejemplo, de los florentinos que intentaron
Los echa el cielo, porque menos bello permanecer ajenos a la lucha entre gibelinos
y güelfos, o entre güelfos negros y blancos,
no sea, y el infierno los rechaza, corno única manera de encontrarla paz?
pues podrían dar gloria a los caídos.» 42

Y yo: «Maestro, ¿qué les pesa tanto


y provoca lamentos tan amargos?»
Respondió: «Brevemente he de decirlo. 45

No tienen éstos de muerte esperanza,


y su vida obcecada es tan rastrera,
que envidiosos están de cualquier suerte. 48

Ya no tiene memoria el mundo de ellos,


compasión y justicia les desdeña;
de ellos no hablemos, sino mira y pasa.» 51

Y entonces pude ver un estandarte,


que corría girando tan ligero,
que parecía indigno de reposo. 54

Y venía detrás tan larga fila


de gente, que creído nunca hubiera
que hubiese a tantos la muerte deshecho. 57

Y tras haber reconocido a alguno,


vi y conocí la sombra del que hizo
por cobardía aquella gran renuncia. 60 Comentario [L29]: Es posible que se
trate del papa Celestino V, llamado en la
vida Pietro da Morrone. Fue este un eremita
Al punto comprendí, y estuve cierto, con gran fama de santo, que fue elegido
papa a los setenta y nueve años de edad y
que ésta era la secta de los reos que abdicó seis meses más tarde por consi-
a Dios y a sus contrarios displacientes. 63 derarse indigno de la tarea, dando así lugar
a la elección del cardenal Caetani -a quien
las malas lenguas hacían culpable de haber
Los desgraciados, que nunca vivieron, provocado la renuncia del anciano,
asustándole con voces nocturnas- que
iban desnudos y azuzados siempre tomaría el nombre de Bonifacio VIII, y que
de moscones y avispas que allí había. 66 tan fatal había de ser para el poeta.
Un fragmento del verso original «Chi fece...
il gran rifiutto» sirve de título a un célebre
Éstos de sangre el rostro les bañaban, poema de Cavafis.
que, mezclada con llanto, repugnantes Comentario [L30]: Más que la de los
indiferentes se trata ahora de los
gusanos a sus pies la recogían. 69 pusilánimes.

Y luego que a mirar me puse a otros,


vi gentes en la orilla de un gran río
y yo dije: «Maestro, te suplico 72

que me digas quién son, y qué designio


les hace tan ansiosos de cruzar
como discierno entre la luz escasa.» 75

Y él repuso: «La cosa he de contarte


cuando hayamos parado nuestros pasos
en la triste ribera de Aqueronte.» 78 Comentario [L31]: El Aqueronte es el
primero y más grande de los rios infernales;
nace, como el resto de ellos, en la estatua
Con los ojos ya bajos de vergüenza, del viejo de Creta (Infíerno, XIV) y desem-
boca en la Estigia (Infierno, VII).
temiendo molestarle con preguntas
dejé de hablar hasta llegar al río. 81
Y he aquí que viene en bote hacia nosotros
un viejo cano de cabello antiguo, 83 Comentario [L32]: Caronte, hijo de
Erebo y de la Noche, estaba según la
gritando: «¡Ay de vosotras, almas pravas! 84 mitologla encargado de cruzar las almas de
los muertos a través de la laguna Estigia,
que separaba la vida de la muerte.
No esperéis nunca contemplar el cielo;
vengo a llevaros hasta la otra orilla,
a la eterna tiniebla, al hielo, al fuego. 87

Y tú que aquí te encuentras, alma viva,


aparta de éstos otros ya difuntos.»
Pero viendo que yo no me marchaba, 90

dijo: «Por otra via y otros puertos


a la playa has de ir, no por aquí;
más leve leño tendrá que llevarte». 93 Comentario [L33]: Cuando muera
Dante no vendrá a montar en la barca de
Caronte que le lleve al Infierno, sino en otra
Y el guía a él: «Caronte, no te irrites: que le llevará desde la desembocadura del
Tiber hasta el Purgatorio (Purgatorio, II).
así se quiere allí donde se puede
lo que se quiere, y más no me preguntes.» 96

Las peludas mejillas del barquero


del lívido pantano, cuyos ojos
rodeaban las llamas, se calmaron. 99

Mas las almas desnudas y contritas,


cambiaron el color y rechinaban,
cuando escucharon las palabras crudas. 102

Blasfemaban de Dios y de sus padres,


del hombre, el sitio, el tiempo y la simiente
que los sembrara, y de su nacimiento. 105

Luego se recogieron todas juntas,


llorando fuerte en la orilla malvada
que aguarda a todos los que a Dios no temen. 108

Carón, demonio, con ojos de fuego,


llamándolos a todos recogía;
da con el remo si alguno se atrasa. 111

Como en otoño se vuelan las hojas


unas tras otras, hasta que la rama
ve ya en la tierra todos sus despojos, 114

de este modo de Adán las malas siembras


se arrojan de la orilla de una en una,
a la señal, cual pájaro al reclamo. 117
Así se fueron por el agua oscura,
y aún antes de que hubieran descendido
ya un nuevo grupo se había formado. 120

«Hijo mío -cortés dijo el maestro


los que en ira de Dios hallan la muerte
llegan aquí de todos los países: 123

y están ansiosos de cruzar el río,


pues la justicia santa les empuja,
y así el temor se transforma en deseo. 126

Aquí no cruza nunca un alma justa,


por lo cual si Carón de ti se enoja,
comprenderás qué cosa significa.» 129

Y dicho esto, la región oscura


tembló con fuerza tal, que del espanto
la frente de sudor aún se me baña. 132

La tierra lagrimosa lanzó un viento


que hizo brillar un relámpago rojo
y, venciéndome todos los sentidos, 135
me caí como el hombre que se duerme.

CANTO IV

Rompió el profundo sueño de mi mente


un gran trueno, de modo que cual hombre
que a la fuerza despierta, me repuse; 3

la vista recobrada volví en torno


ya puesto en pie, mirando fijamente,
pues quería saber en dónde estaba. 6

En verdad que me hallaba justo al borde


del valle del abismo doloroso,
que atronaba con ayes infinitos. 9

Oscuro y hondo era y nebuloso,


de modo que, aun mirando fijo al fondo,
no distinguía allí cosa ninguna. 12

«Descendamos ahora al ciego mundo


--dijo el poeta todo amortecido-:
yo iré primero y tú vendrás detrás.» 15

Y al darme cuenta yo de su color,


dije: « ¿Cómo he de ir si tú te asustas,
y tú a mis dudas sueles dar consuelo?» 18

Y me dijo: «La angustia de las gentes


que están aquí en el rostro me ha pintado
la lástima que tú piensas que es miedo. 21

Vamos, que larga ruta nos espera.»


Así me dijo, y así me hizo entrar
al primer cerco que el abismo ciñe. 24 Comentario [L34]: El primer círculo
del Infierno es el Limbo, donde se
encuentran aquellos que no han recibido el
Allí, según lo que escuchar yo pude, bautismo, bien por haber nacido antes de
Cristo, haber vivido sin conocer la
llanto no había, mas suspiros sólo, Revelación, o haber muerto antes del
que al aire eterno le hacían temblar. 27 tiempo. Más adelante encontraremos, sin
embargo, bastantes excepciones a esta
regla.
Lo causaba la pena sin tormento
que sufría una grande muchedumbre
de mujeres, de niños y de hombres. 30

El buen Maestro a mí: «¿No me preguntas


qué espíritus son estos que estás viendo?
Quiero que sepas, antes de seguir, 33

que no pecaron: y aunque tengan méritos,


no basta, pues están sin el bautismo,
donde la fe en que crees principio tiene. 36

Al cristianismo fueron anteriores,


y a Dios debidamente no adoraron:
a éstos tales yo mismo pertenezco. 39

Por tal defecto, no por otra culpa,


perdidos somos, y es nuestra condena
vivir sin esperanza en el deseo.» 42

Sentí en el corazón una gran pena,


puesto que gentes de mucho valor
vi que en el limbo estaba suspendidos. 45

«Dime, maestro, dime, mi señor


-yo comencé por querer estar cierto
de aquella fe que vence la ignorancia-: 48

¿salió alguno de aquí, que por sus méritos


o los de otro, se hiciera luego santo?»
Y éste, que comprendió mi hablar cubierto, 51

respondió: «Yo era nuevo en este estado, Comentario [L35]: Virgiilo murió en el
19 a.C.; llevaba sólo cincuenta y dos años
cuando vi aquí bajar a un poderoso, cuando vio llegar a Cristo redentor, bajando
coronado con signos de victoria. 54 a los infiemos gloriosamente después de su
crucifixión.
Sacó la sombra del padre primero,
y las de Abel, su hijo, y de Noé,
del legista Moisés, el obediente; 57

del patriarca Abraham, del rey David,


a Israel con sus hijos y su padre,
y con Raquel, por la que tanto hizo, 60 Comentario [L36]: Jacob sirvió catorce
años a su suegro Labán, antes de poder
desposar a Raquel.
y de otros muchos; y les hizo santos;
y debes de saber que antes de eso,
ni un esptritu humano se salvaba.» 63

No dejamos de andar porque él hablase,


mas aún por la selva caminábamos,
la selva, digo, de almas apiñadas 66

No estábamos aún muy alejados


del sitio en que dormí, cuando vi un fuego,
que al fúnebre hemisferio derrotaba. 69

Aún nos encontrábamos distantes,


mas no tanto que en parte yo no viese
cuán digna gente estaba en aquel sitio. 72

«Oh tú que honoras toda ciencia y arte,


éstos ¿quién son, que tal grandeza tienen,
que de todos los otros les separa?» 75

Y respondió: «Su honrosa nombradía,


que allí en tu mundo sigue resonando
gracia adquiere del cielo y recompensa.» 78

Entre tanto una voz pude escuchar:


«Honremos al altísimo poeta;
vuelve su sombra, que marchado había.» 81

Cuando estuvo la voz quieta y callada,


vi cuatro grandes sombras que venían:
ni triste, ni feliz era su rostro. 84

El buen maestro comenzó a decirme:


«Fíjate en ése con la espada en mano,
Comentario [L37]: Se trata, en efecto,
que como el jefe va delante de ellos: 87 de los grandes modelos de Dante: Homero
con sus dos grandes poemas Ilíada y
Odisea; Ovidio, autor de Las Metamorfosis
Es Homero, el mayor de los poetas; y Las Heroidas; Horacio, de las Sátiras, y
el satírico Horacio luego viene; Lucano, autor de La Farsalia, a los que se
van a añadir Virgilio, autor de La Eneida y,
tercero, Ovidio; y último, Lucano. 90 completando el sexteto, el propio Dante,
que añade así su Comedia a la Lista de los
grandes poemas épicos precedentes.
Y aunque a todos igual que a mí les cuadra
el nombre que sonó en aquella voz,
me hacen honor, y con esto hacen bien.» 93

Así reunida vi a la escuela bella


de aquel señor del altísimo canto,
que sobre el resto cual águila vuela. 96

Después de haber hablado un rato entre ellos,


con gesto favorable me miraron:
y mi maestro, en tanto, sonreía. 99

Y todavía aún más honor me hicieron


porque me condujeron en su hilera,
siendo yo el sexto entre tan grandes sabios. 102

Así anduvimos hasta aquella luz,


hablando cosas que callar es bueno,
tal como era el hablarlas allí mismo. 105

Al pie llegamos de un castillo noble,


siete veces cercado de altos muros,
guardado entorno por un bello arroyo. 108

Lo cruzamos igual que tierra firme;


crucé por siete puertas con los sabios:
hasta llegar a un prado fresco y verde. 111

Gente había con ojos graves, lentos,


con gran autoridad en su semblante:
hablaban poco, con voces suaves. 114
Comentario [L38]: Anoto sucintamente
Nos apartamos a uno de los lados, los personajes del engorroso catálogo con
que, a la manera de la época, Dante va a
en un claro lugar alto y abierto, ilustrar este pasaje. Como apunta el maestro
tal que ver se podían todos ellos. 117 Borges, sólo en el episodio de Francesca del
canto siguiente Dante superará estas frías
enumeraciones, dando la voz a personajes
Erguido allí sobre el esmalte verde, concretos y humanizándolos.
las magnas sombras fuéronme mostradas, Comentario [L39]: 121-3 Electra es la
que de placer me colma haberlas visto. 120 hermana de Orestes; Héctor y Eneas,
príncipes troyanos; César es el dictador
romano, a quien Dante considera el primer
A Electra vi con muchos compañeros, 121 emperador.

y entre ellos conocí a Héctor y a Eneas, Comentario [L40]: 124-126 Camila ya


apareció en Infierno, I; Pantasilea es la
y armado a César, con ojos grifaños. 123 reina de las Amazonas, muerta por Aquiles.
El rey Latino y Lavinia son personajes
importantes de la Eneida, pues ésta se
Vi a Pantasilea y a Camila, 124 desposó finalmente con Eneas.
y al rey Latino vi por la otra parte, Comentario [L41]: Lucio Junio Bruto,
que se sentaba con su hija Lavinia. 126 que expulsó a Tarquino el Soberbio de
Roma, para vengar la violación que su hijo
había hecho a Lucrecia, esposa de Tarquino
Vi a Bruto, aquel que destronó a Tarquino, 127 Colatino, y modelo de mujer virtuosa, que
se dio muerte para huir de la deshonra.
a Cornelia, a Lucrecia, a Julia, a Marcia; 128 Comentario [L42]: Julia es la hija de
César y mujer de Pompeyo, cuya muerte no
y a Saladino vi, que estaba solo; 129 pudo evitar la guerra entre los dos
caudillos; Marcia es la mujer de Catón de
Utica, como veremos en Purgatorio, I;
y al levantar un poco más la vista, Cornelia es la hija de Escipión el Africano y
vi al maestro de todos los que saben, 131 madre de los Gracos; fue también
considerada como el modelo de virtudes de
sentado en filosófica familia. 132 la matrona de la Roma republicana.
Comentario [L43]: Salah-ed-din, sultán
Todos le miran, todos le dan honra: de Egipto, considerado como modelo de
caballero musulmán, comparable a los
y a Sócrates, que al lado de Platón, caballeros cristianos (ll37-ll93). Como
están más cerca de él que los restantes; 135 veremos, no es el único musulmán de que
da cuenta este pasaje.

Demócrito, que el mundo pone en duda, Comentario [L44]: Después de los


personajes heroicos, Dante nos muestra a
Anaxágoras, Tales y Diógenes, los filósofos y científicos, empezando por
Empédocles, Heráclito y Zenón; 138 Aristóteles.

y al que las plantas observó con tino, 139 Comentario [L45]: 139-141 Tulio es
Marco Tulio Cicerón. Dioscórides observó
Dioscórides, digo; y via Orfeo, las cualidades medicinales de las plantas.
Tulio, Livio y al moralista Séneca; 141 Orfeo y Lino son músicos y poetas de la
mitología griega.

al geómetra Euclides, Tolomeo,


Hipócrates, Galeno y Avicena,
y a Averroes que hizo el «Comentario». 144 Comentario [L46]: Se trata del
`Comentario' a las obras de Aristóteles.

No puedo detallar de todos ellos,


porque así me encadena el largo tema,
que dicho y hecho no se corresponden. 147

El grupo de los seis se partió en dos:


por otra senda me llevó mi guía,
de la quietud al aire tembloroso 150
y llegué a un sitio en donde nada luce.

CANTO V

Así bajé del círculo primero


al segundo que menos lugar ciñe, 2 Comentario [L47]: Al círculo donde se
castiga el pecado de la lujuria.
y tanto más dolor, que al llanto mueve. 3

Allí el horrible Minos rechinaba. 4 Comentario [L48]: Minos, según la


antigua mitología, después de haber reinado
A la entrada examina los pecados; prudentemente en Creta, fue considerado
juzga y ordena según se relíe. 6 como uno de los jueces infernales, junto
con Radamante y Eaco (Eneida, VI, 432-3),
pero aquí Dante lo transforma en una fiera
un tanto grotesca.
Digo que cuando un alma mal nacida
llega delante, todo lo confiesa;
y aquel conocedor de los pecados 9

ve el lugar del infierno que merece:


tantas veces se ciñe con la cola,
cuantos grados él quiere que sea echada. 12

Siempre delante de él se encuentran muchos;


van esperando cada uno su juicio,
hablan y escuchan, después las arrojan. 15

«Oh tú que vienes al doloso albergue


-me dijo Minos en cuanto me vio,
dejando el acto de tan alto oficio-; 18

mira cómo entras y de quién te fías:


no te engañe la anchura de la entrada.»
Y mi guta: «¿Por qué le gritas tanto? 21

No le entorpezcas su fatal camino;


así se quiso allí donde se puede
lo que se quiere, y más no me preguntes.» 24

Ahora comienzan las dolientes notas


a hacérseme sentir; y llego entonces
allí donde un gran llanto me golpea. 27

Llegué a un lugar de todas luces mudo,


que mugía cual mar en la tormenta,
si los vientos contrarios le combaten. 30

La borrasca infernal, que nunca cesa,


en su rapiña lleva a los espíritus;
volviendo y golpeando les acosa. 33

Cuando llegan delante de la ruina,


allí los gritos, el llanto, el lamento;
allí blasfeman del poder divino. 36

Comprendí que a tal clase de martirio


los lujuriosos eran condenados,
que la razón someten al deseo. 39

Y cual los estorninos forman de alas


en invierno bandada larga y prieta,
así aquel viento a los malos espiritus: 42

arriba, abajo, acá y allí les lleva;


y ninguna esperanza les conforta,
no de descanso, mas de menor pena. 45

Y cual las grullas cantando sus lays


largas hileras hacen en el aire,
así las vi venir lanzando ayes, 48
a las sombras llevadas por el viento.
Y yo dije: «Maestro, quién son esas
gentes que el aire negro así castiga?» 51

«La primera de la que las noticias


quieres saber --me dijo aquel entonces-
fue emperatriz sobre muchos idiomas. 54

Se inclinó tanto al vicio de lujuria,


que la lascivia licitó en sus leyes,
para ocultar el asco al que era dada: 57

Semíramis es ella, de quien dicen 58 Comentario [L49]: Semíramis, nombre


griego de una reina asiria famoso entre los
que sucediera a Nino y fue su esposa: medievales por su vida licenciosa y
mandó en la tierra que el sultán gobierna. 60 violenta. Para algunos representa en la
Comedia el amor vicioso.

Se mató aquella otra, enamorada, 61 Comentario [L50]: Dido, reina de


Cartago, rompió por su amor hacia Eneas la
traicionando el recuerdo de Siqueo; fidelidad debida a su antiguo marido
la que sigue es Cleopatra lujuriosa. 63 Siqueo. Representaría el amor apasionado.
Comentario [L51]: Cleopatra, reina de
A Elena ve, por la que tanta víctima 64 Egipto (69-30 a.C.), representaría el amor
interesado, dadas sus relaciones con César y
el tiempo se llevó, y ve al gran Aquiles 65 Marco Antonio.
que por Amor al cabo combatiera; 66 Comentario [L52]: Elena, hija de
Júpiter y Leda, causante de la guerra de
Troya, representaría el amor ambicioso.
ve a Paris, a Tristán.» Y a más de mil 67
Comentario [L53]: Aquiles, el más
sombras me señaló, y me nombró, a dedo, célebre griego de la guerra de Troya, cuyo
que Amor de nuestra vida les privara. 69 sitio en el Infiemo, como amante de
Polixena, no es tal vez el que más
convendría a su figura heroica.
Y después de escuchar a mi maestro Comentario [L54]: Paris, príncipe
nombrar a antiguas damas y caudillos, troyano, hijo de Príamo y raptor de Elena.
Tristán, sobrino del rey Marcos de
les tuve pena, y casi me desmayo. 72 Comualles y amante de Iseo, la mujer de
éste último. Su historia fue celebérrima en
la Edad Media.
Yo comencé: «Poeta, muy gustoso 73
hablaría a esos dos que vienen juntos Comentario [L55]: Francesca, hija de
Guido da Polenta, señor de Rávena, y
y parecen al viento tan ligeros.» 75 amigo de Dante; y Paolo Malatesta,
hermano del marido de ésta, el feroz
Gianciotto Malatesta, señor de Rímini, con
Y él a mí: «Los verás cuando ya estén quien Francesca había sido casada por
más cerca de nosotros; si les ruegas motivos políticos alrededor de 1275. Como
veremos, la propia Francesca narrará a
en nombre de su amor, ellos vendrán.» 78 Dante el amor desdichado que les ha
condenado, en uno de los pasajes más
bellos y conocidos de toda la Comedia.
Tan pronto como el viento allí los trajo Toda la historia parece ser un ejemplo vivo
alcé la voz: «Oh almas afanadas, de la teoría amorosa del «Dolce stil novo».

hablad, si no os lo impiden, con nosotros.» 81

Tal palomas llamadas del deseo,


al dulce nido con el ala alzada,
van por el viento del querer llevadas, 84
ambos dejaron el grupo de Dido 85 Comentario [L56]: Es decir, como
apuntamos antes, del grupo de pecadores
y en el aire malsano se acercaron, arrastrados por la pasión amorosa, no por la
tan fuerte fue mi grito afectuoso: 87 sensualidad a otras razones.

«Oh criatura graciosa y compasiva


que nos visitas por el aire perso 89 Comentario [L57]: El perso es un color
mezcla de púrpura y negro (Convivixm, IV,
a nosotras que el mundo ensangrentamos; 90 XX, 2).

si el Rey del Mundo fuese nuestro amigo


rogaríamos de él tu salvación,
ya que te apiada nuestro mal perverso. 93

De lo que oír o lo que hablar os guste,


nosotros oiremos y hablaremos
mientras que el viento, como ahora, calle. 96

La tierra en que nací está situada


en la Marina donde el Po desciende
y con sus afluentes se reúne. 99

Amor, que al noble corazón se agarra,


a éste prendió de la bella persona
que me quitaron; aún me ofende el modo. 102

Amor, que a todo amado a amar le obliga, 103 Comentario [L58]: Eco del verso de
Guido Guinizzelfi: «Al cor gentil rimpaira
prendió por éste en mí pasión tan fuerte 104 sempre amore.»
que, como ves, aún no me abandona. 105 Comentario [L59]: A Paolo.

El Amor nos condujo a morir juntos,


y a aquel que nos mató Caína espera.» 107 Comentario [L60]: Descubierta, en
efecto, su pasión amorosa, los amantes
Estas palabras ellos nos dijeron. 108 fueron muertos alrededor de 1285 por el
marido burlado, que será condenado en la
Caína, zona del círculo noveno donde se
Cuando escuché a las almas doloridas castiga a los asesinos de consanguíneos
bajé el rostro y tan bajo lo tenía, (Infierno, XXXII).
que el poeta me dijo al fin: «tQué piensas?» 111

Al responderle comencé: «Qué pena,


cuánto dulce pensar, cuánto deseo,
a éstos condujo a paso tan dañoso.» 114

Después me volví a ellos y les dije,


y comencé: «Francesca, tus pesares
llorar me hacen triste y compasivo; 117

dime, en la edad de los dulces suspiros


¿cómo o por qué el Amor os concedió
que conocieses tan turbios deseos?» 120

Y repuso: «Ningún dolor más grande


que el de acordarse del tiempo dichoso
en la desgracia; y tu guía lo sabe. 123 Comentario [L61]: Pues fue un
famosísimo poeta en el mundo, y ahora una
sombra más en el Limbo, sin esperanza de
Mas si saber la primera raíz salvación.
de nuestro amor deseas de tal modo,
hablaré como aquel que llora y habla: 126

Leíamos un día por deleite,


cómo hería el amor a Lanzarote; 128 Comentario [L62]: Se trata de una de
las novelas escritas en francés que tan
solos los dos y sin recelo alguno. 129 famosas fueron en toda Europa a partir del
siglo XII.
Muchas veces los ojos suspendieron
la lectura, y el rostro emblanquecía,
pero tan sólo nos venció un pasaje. 132

Al leer que la risa deseada 133 Comentario [L63]: Junto con la de


Tristán e Iseo, la de Lancelot y la reina
era besada por tan gran amante, Ginebra, es la historia de amor más
éste, que de mí nunca ha de apartarse, 135 conocida del ciclo artúrico popularizada por
la novela. El pasaje aquí aludido es aquel en
que el caballero Gallehault, o Galeotto, sin
la boca me besó, todo él temblando. saber su secreto amor, condujo a uno a la
presencia del otro, e indujo a la reina a que
Galeotto fue el libro y quien lo hizo; besara al caballero.
no seguimos leyendo ya ese día.» 138

Y mientras un espiritu así hablaba,


lloraba el otro, tal que de piedad
desfallecí como si me muriese; 141
y caí como un cuerpo muerto cae.

CANTO VI

Cuando cobré el sentido que perdí


antes por la piedad de los cuñados,
que todo en la tristeza me sumieron, 3

nuevas condenas, nuevos condenados


veía en cualquier sitio en que anduviera
y me volviese y a donde mirase. 6

Era el tercer recinto, el de la lluvia


eterna, maldecida, fría y densa:
de regla y calidad no cambia nunca. 9

Grueso granizo, y agua sucia y nieve


descienden por el aire tenebroso;
hiede la tierra cuando esto recibe. 12

Cerbero, fiera monstruosa y cruel, 13 Comentario [L64]: Cerbero es el perro


de tres cabezas que guardaba las puertas del
caninamente ladra con tres fauces Infierno, una vez atravesada la laguna
sobre la gente que aquí es sumergida. 15 Estigia. Dante lo hace sólo guardián del
tercer círculo, el de los glotones.
Rojos los ojos, la barba unta y negra,
y ancho su vientre, y uñosas sus manos:
clava a las almas, desgarra y desuella. 18

Los hace aullar la lluvia como a perros,


de un lado hacen al otro su refugio,
los míseros profanos se revuelven. 21

Al advertirnos Cerbero, el gusano,


la boca abrió y nos mostró los colmillos,
no había un miembro que tuviese quieto. 24

Extendiendo las palmas de las manos,


cogió tierra mi guía y a puñadas
la tiró dentro del bramante tubo. 27

Cual hace el perro que ladrando rabia,


y mordiendo comida se apacigua,
que ya sólo se afana en devorarla, 30

de igual manera las bocas impuras


del demonio Cerbero, que así atruena
las almas, que quisieran verse sordas. 33

Íbamos sobre sombras que atería


la densa lluvia, poniendo las plantas
en sus fantasmas que parecen cuerpos. 36

En el suelo yacían todas ellas,


salvo una que se alzó a sentarse al punto
que pudo vernos pasar por delante. 39

«Oh tú que a estos infiernos te han traído


-me dijo- reconóceme si puedes:
tú fuiste, antes que yo deshecho, hecho.» 42

«La angustia que tú sientes -yo le dije-


tal vez te haya sacado de mi mente,
y así creo que no te he visto nunca. 45

Dime quién eres pues que en tan penoso


lugar te han puesto, y a tan grandes males,
que si hay más grandes no serán tan tristes.» 48

Y él a mfí «Tu ciudad, que tan repleta


de envidia está que ya rebosa el saco,
en sí me tuvo en la vida serena. 51
Los ciudadanos Ciacco me llamasteis; 52 Comentario [L65]: Ciacco, el primer
florentino que Dante encuentra en el
por la dañosa culpa de la gula, Infiemo, debió ser un conocido parásito de
como estás viendo, en la lluvia me arrastro. 54 la ciudad, amigo de ser invitado a los
festines de sus paisanos. Hay quien le
identifica con el poeta Ciacco
Mas yo, alma triste, no me encuentro sola, dell'Anguilliaia.
que éstas se hallan en pena semejante
por semejante culpa», y más no dijo. 57

Yo le repuse: «Ciacco, tu tormento


tanto me pesa que a llorar me invita,
pero dime, si sabes, qué han de hacerse 60

de la ciudad partida los vecinos, 61 Comentario [L66]: La ciudad partida


es, por supuesto, la Florencia dividida en
si alguno es justo; y dime la razón bandos políticos.
por la que tanta guerra la ha asolado.» 63

Y él a mí: «Tras de largas disensiones 64 Comentario [L67]: El bando salvaje o


de los blancos, dirigido por la familia
ha de haber sangre, y el bando salvaje Cerchi, derrotará en 1300 a los negros,
echará al otro con grandes ofensas; 66 capitaneados por los Donati; pero en 1302
serán éstos quien logren expulsar a los
blancos, con la ayuda de Bonifacio VIII, lo
después será preciso que éste caiga que provocará el exilio del poeta.
y el otro ascienda, luego de tres soles,
con la fuerza de Aquel que tanto alaban. 69

Alta tendrá largo tiempo la frente,


teniendo al otro bajo grandes pesos,
por más que de esto se avergüence y llore. 72

Hay dos justos, mas nadie les escucha; 73 Comentario [L68]: No es del todo
convincente el que Dante aluda a sí mismo
son avaricia, soberbia y envidia y a Guido Cavalcanti.
las tres antorchas que arden en los pechos.» 75

Puso aquí fin al lagrimoso dicho.


Y yo le dije: «Aún quiero que me informes,
y que me hagas merced de más palabras; 78

Farinatta y Tegghiaio, tan honrados,


Jacobo Rusticucci, Arrigo y Mosca,
y los otros que en bien obrar pensaron, 81

dime en qué sitio están y hazme saber,


pues me aprieta el deseo, si el infierno
los amarga, o el cielo los endulza.» 84

Y aquél: « Están entre las negras almas;


culpas varias al fondo los arrojan;
los podrás ver si sigues más abajo. 87 Comentario [L69]: En efecto, nos los
iremos encontrando a lo largo de nuestro
viaje por la Comedia.
Pero cuando hayas vuelto al dulce mundo,
te pido que a otras mentes me recuerdes;
más no te digo y más no te respondo.» 90

Entonces desvió los ojos fijos,


me miró un poco, y agachó la cara;
y a la par que los otros cayó ciego. 93

Y el guía dijo: «Ya no se levanta


hasta que suene la angélica trompa,
y venga la enemiga autoridad. 96

Cada cual volverá a su triste tumba,


retomarán su carne y su apariencia,
y oirán aquello que atruena por siempre.» 99

Así pasamos por la sucia mezcla


de sombras y de lluvia a paso lento,
tratando sobre la vida futura. 102

Y yo dije: «Maestro, estos tormentos


crecerán luego de la gran sentencia,
serán menores o tan dolorosos?» 105

Y él contestó: «Recurre a lo que sabes:


pues cuanto más perfecta es una cosa
más siente el bien, y el dolor de igual modo, 108

Y por más que esta gente maldecida


la verdadera perfección no encuentre,
entonces, más que ahora, esperan serlo.» 111 Comentario [L70]: No encontrarán la
verdadera perfección, pero su castigo será
más perfecto después del Juicio Final, en
En redondo seguimos nuestra ruta, que se reunirán las almas que ahora penan
con los cuerpos que aún se hallan en la
hablando de otras cosas que no cuento; tierra.
y al llegar a aquel sitio en que se baja 114
encontramos a Pluto: el enemigo. 115 Comentario [L71]: Se trata del dios
romano de la riqueza, hijo de Démeter y de
Casón, que preside el próximo círculo, el de
CANTO VII los pródigos y los avaros.

«¡Papé Satán, Papé Satán aleppe!» 1 Comentario [L72]: Renunciamos a


escoger una entre las numerosísimas
dijo Pluto con voz enronquecida; explicaciones dadas a las palabras de Pluto,
y aquel sabio gentil que todo sabe, 3 que podemos resumir en una exclamación
de rabia ante la presencia de los viajeros.

me quiso confortar: «No te detenga


el miedo, que por mucho que pudiese
no impedirá que bajes esta roca.» 6

Luego volvióse a aquel hocico hinchado,


y dijo: «Cállate maldito lobo,
consúmete tú mismo con tu rabia. 9
No sin razón por el infierno vamos:
se quiso en lo alto allá donde Miguel
tomó venganza del soberbio estupro.» 12 Comentario [L73]: Cuando el arcángel
Miguel derrotó a los demonios rebeldes.

Cual las velas hinchadas por el viento


revueltas caen cuando se rompe el mástil,
tal cayó a tierra la fiera cruel. 15

Así bajamos por la cuarta fosa,


entrando más en el doliente valle
que traga todo el mal del universo. 18

¡Ah justicia de Dios!, ¿quién amontona


nuevas penas y males cuales vi,
y por qué nuestra culpa así nos triza? 21

Como la ola que sobre Caribdis, 22 Comentario [L74]: El estrecho de


Mesina, donde se hallaban las mitológicas
se destroza con la otra que se encuentra, rocas de Scila y el torbellino de Caribdis.
así viene a chocarse aquí la gente. 24

Vi aquí más gente que en las otras partes,


y desde un lado al otro, con chillidos,
haciendo rodar pesos con el pecho. 27

Entre ellos se golpean; y después


cada uno volvíase hacia atrás,
gritando «¿Por qué agarras?, ¿por qué tiras?» 30

Así giraban por el foso tétrico


de cada lado a la parte contraria,
siempre gritando el verso vergonzoso. 33

Al llegar luego todos se volvían


para otra justa, a la mitad del círculo,
y yo, que estaba casi conmovido, 36

dije: «Maestro, quiero que me expliques


quienes son éstos, y si fueron clérigos
todos los tonsurados de la izquierda.» 39

Y él a mí. «Fueron todos tan escasos


de la razón en la vida primera,
que ningún gasto hicieron con mesura. 42

Bastante claro ládranlo sus voces,


al llegar a los dos puntos del círculo
donde culpa contraria los separa. 45
Clérigos fueron los que en la cabeza
no tienen pelo, papas, cardenales,
que están bajo el poder de la avaricia.» 48

Y yo: «Maestro, entre tales sujetos


debiera yo conocer bien a algunos,
que inmundos fueron de tan grandes males.» 51

Y él repuso: «Es en vano lo que piensas:


la vida torpe que los ha ensuciado,
a cualquier conocer los hace oscuros. 54

Se han de chocar los dos eternamente;


éstos han de surgir de sus sepulcros
con el puño cerrado, y éstos, mondos; 57

mal dar y mal tener, el bello mundo


les ha quitado y puesto en esta lucha:
no empleo mas palabras en contarlo. 60

Hijo, ya puedes ver el corto aliento,


de los bienes fiados a Fortuna,
por los que así se enzarzan los humanos; 63

que todo el oro que hay bajo la luna,


y existió ya, a ninguna de estas almas
fatigadas podría dar reposo.» 66

«Maestro --dije yo-, dime ¿quién es esta


Fortuna a la que te refieres
que el bien del mundo tiene entre sus garras?» 69

Y él me repuso: «Oh locas criaturas,


qué grande es la ignorancia que os ofende; 71 Comentario [L75]: Porque creen que la
Fortuna es la señora de los bienes terrenos,
quiero que tú mis palabras incorpores. 72 cuando únicamente su distribuidora.

Aquel cuyo saber trasciendo todo,


los cielos hizo y les dio quien los mueve
tal que unas partes a otras se ilulninan, 75

distribuyendo igualmente la luz;


de igual modo en las glorias mundanales
dispuso una ministra que cambiase 78

los bienes vanos cada cierto tiempo


de gente en gente y de una a la otra sangre,
aunque el seso del hombre no Lo entienda; 81

por Lo que imperan unos y otros caen,


siguiendo los dictámenes de aquella
que está oculta en la yerba tal serpiente. 84

Vuestro saber no puede conocerla;


y en su reino provee, juzga y dispone
cual las otras deidades en el suyo. 87

No tienen tregua nunca sus mudanzas,


necesidad la obliga a ser ligera;
y aún hay algunos que el triunfo consiguen. 90

Esta es aquella a la que ultrajan tanto,


aquellos que debieran alabarla,
y sin razón la vejan y maldicen. 93

Mas ella en su alegría nada escucha;


feliz con las primeras criaturas
mueve su esfera y alegre se goza. 96

Ahora bajemos a mayor castigo; 97 Comentario [L76]: Descienden al


quinto círculo, que es el de los iracundos,
caen las estrellas que salían cuando acidiosos, soberbios y envidiosos,
eché a andar, y han prohibido entretenerse.» 99 sumergidos en las fangosas aguas de la
Estigia.

Del círculo pasamos a otra orilla Comentario [L77]: No era permitido


estar en el Infierno más que una noche
sobre una fuente que hierve y rebosa (Eneida, VI).
por un canal que en ella da comienzo. 102

Aquel agua era negra más que persa;


y, siguiendo sus ondas tan oscuras,
por extraño camino descendimos. 105

Hasta un pantano va, llamado Estigia, 106 Comentario [L78]: También es una
referencia virgiliana. Según la antigua
este arroyuelo triste, cuando baja mitología, Estigia era una laguna que
al pie de la maligna cuesta gris. 108 separaba el mundo de los vivos del reino de
los muertos.

Y yo, que por mirar estaba atento,


gente enfangada vi en aquel pantano
toda desnuda, con airado rostro. 111

No sólo con las manos se pegaban,


mas con los pies, el pecho y la cabeza,
trozo a trozo arrancando con los dientes. 114

Y el buen maestro: «Hijo, mira ahora


las almas de esos que venció la cólera,
y también quiero que por cierto tengas 117

que bajo el agua hay gente que suspira,


y al agua hacen hervir la superficie,
como dice tu vista a donde mire. 120

Desde el limo exclamaban: «Triste hicimos


el aire dulce que del sol se alegra,
llevando dentro acidïoso humo: 123 Comentario [L79]: La acidia es el vicio
que entristece el ánimo sin motivo.

tristes estamos en el negro cieno.»


Se atraviesa este himno en su gaznate,
y enteras no les salen las palabras. 126

Así dimos la vuelta al sucio pozo,


entre la escarpa seca y lo de enmedio;
mirando a quien del fango se atraganta: 129
y al fin llegamos al pie de una torre.

CANTO VIII

Digo, para seguir, que mucho antes 1 Comentario [L80]: Según algunos
antiguos comentaristas, Dante habría escrito
de llegar hasta el pie de la alta torre, los siete primeros cantos en Florencia, antes
se encaminó a su cima nuestra vista, 3 de partir al exilio, y allí habrían quedado
dentro de un cofrecillo, que volvió a su
poder en 1306 continuando de este modo la
porque vimos allí dos lucecitas, obra. No parece ser una hipótesis
demasiado fiable, pero no deja de ser
y otra que tan de lejos daba señas, atractiva.
que apenas nuestros ojos la veían. 6

Y yo le dije al mar de todo seso:


«Esto ¿qué significa? y ¿qué responde
el otro foco, y quién es quien lo hace?» 9

Y él respondió: «Por estas ondas sucias


ya podrás divisar lo que se espera,
si no lo oculta el humo del pantano.» 12

Cuerda no lanzó nunca una saeta


que tan ligera fuese por el aire,
como yo vi una nave pequeñita 15

por el agua venir hacia nosotros,


al gobierno de un solo galeote,
gritando: «Al fin llegaste, alma alevosa.» 18

«Flegias, Flegias, en vano estás gritando 19 Comentario [L81]: Flegias era un hijo
de Marte, que vengó una afrenta hecha por
díjole mi señor en este punto-; Apolo a su hija Coronide, incendiando su
tan sólo nos tendrás cruzando el lodo.» 21 templo de Delfos. Su nombre significa «El
incendiario»

Cual es aquel que gran engaño escucha


que le hayan hecho, y luego se contiene,
así hizo Flegias consumido en ira. 24
Subió mi guía entonces a la barca,
y luego me hizo entrar detrás de él;
y sólo entonces pareció cargada. 27

Cuando estuvimos ambos en el leño,


hendiendo se marchó la antigua proa
el agua más que suele con los otros. 30

Mientras que el muerto cauce recorríamos


uno, lleno de fango vino y dijo:
«¿Quién eres tú que vienes a destiempo?» 33
.
Y le dije: « Si vengo, no me quedo;
pero ¿quién eres tú que estás tan sucio?»
Dijo: «Ya ves que soy uno que llora.» 36

Yo le dije: «Con lutos y con llanto,


puedes quedarte, espíritu maldito,
pues aunque estés tan sucio te conozco.» 39

Entonces tendió al leño las dos manos;


mas el maestro lo evitó prudente,
diciendo: «Vete con los otros perros.» 42

Al cuello luego los brazos me echó,


besóme el rostro y dijo: «!Oh desdeñoso,
bendita la que estuvo de ti encinta! 45

Aquel fue un orgulloso para el mundo;


y no hay bondad que su memoria honre:
por ello está su sombra aquí furiosa. 48

Cuantos por reyes tiénense allá arriba,


aquí estarán cual puercos en el cieno,
dejando de ellos un desprecio horrible.»` 51

Y yo: «Maestro, mucho desearía


el verle zambullirse en este caldo,
antes que de este lago nos marchemos.» 54

Y él me repuso: «Aún antes que la orilla


de ti se deje ver, serás saciado:
de tal deseo conviene que goces.» 57
Comentario [L82]: Filipo Argenti dei
Al poco vi la gran carnicería Adimari fue contemporáneo de Dante. El
sobrenombre de «Argenti» se debe a que en
que de él hacían las fangosas gentes; alguna ocasión hizo herrar a su caballo con
a Dios por ello alabo y doy las gracias. 60 herraduras de plata. Era famoso por su
carácter soberbio, pero no olvidemos que
fueron los Adimari quienes se quedaron con
«¡A por Felipe Argenti!», se gritaban, 61 la casa de los Alighieri al partir Dante al
exilio.
y el florentino espiritu altanero
contra sí mismo volvía los dientes. 63

Lo dejamos allí, y de él más no cuento.


Mas el oído golpeóme un llanto,
y miré atentamente hacia adelante. 66

Exclamó el buen maestro: «Ahora, hijo,


se acerca la ciudad llamada Dite, 68 Comentario [L83]: Dite es un nombre
latino de Hades, dios de los infiemos. Dante
de graves habitantes y mesnadas.» 69 llama así a Lucifer y a la ciudad donde se
castiga a los pecadores por malicia, no por
incontinencia.
Y yo dije: «Maestro, sus mezquitas 70
Comentario [L84]: Mezquitas en
en el valle distingo claramente, oposición a iglesias, como el mal se opone
rojas cual si salido de una fragua 72 al bien.

hubieran.» Y él me dijo: «El fuego eterno


que dentro arde, rojas nos las muestra,
como estás viendo en este bajo infierno.» 75

Así llegamos a los hondos fosos


que ciñen esa tierra sin consuelo;
de hierro aquellos muros parecían. 78

No sin dar antes un rodeo grande,


llegamos a una parte en que el barquero
«Salid -gritó con fuerza- aquí es la entrada.» 81

Yo vi a más de un millar sobre la puerta


de llovidos del cielo, que con rabia
decían: «¿Quién es este que sin muerte 84

va por el reino de la gente muerta?»


Y mi sabio maestro hizo una seña
de quererles hablar secretamente. 87

Contuvieron un poco el gran desprecio


y dijeron: « Ven solo y que se marche
quien tan osado entró por este reino; 90

que vuelva solo por la loca senda;


pruebe, si sabe, pues que tú te quedas,
que le enseñaste tan oscura zona.» 93

Piensa, lector, el miedo que me entró


al escuchar palabras tan malditas,
que pensé que ya nunca volvería. 96

«Guía querido, tú que más de siete


veces me has confortado y hecho libre
de los grandes peligros que he encontrado, 99

no me dejies -le dije- así perdido;


y si seguir mas lejos nos impiden,
juntos volvamos hacia atrás los pasos.» 102

Y aquel señor que allí me condujera


«No temas -dijo- porque nuestro paso
nadie puede parar: tal nos lo otorga. 105

Mas espérame aquí, y tu ánimo flaco


conforta y alimenta de esperanza,
que no te dejaré en el bajo mundo.» 108

Así se fue, y allí me abandonó


el dulce padre, y yo me quedé en duda
pues en mi mente el no y el sí luchaban. 111

No pude oír qué fue lo que les dijo:


mas no habló mucho tiempo con aquéllos,
pues hacia adentro todos se marcharon. 114

Cerráronle las puertas los demonios


en la cara a mi guía, y quedó afuera,
y se vino hacia mí con pasos lentos. 117

Gacha la vista y privado su rostro


de osadía ninguna, y suspiraba:
« ¡Quién las dolientes casa me ha cerrado!» 120

Y él me dijo: «Tú, porque yo me irrite,


no te asustes, pues venceré la prueba,
por mucho que se empeñen en prohibirlo. 123

No es nada nueva esta insolencia suya,


que ante menos secreta puerta usaron,
que hasta el momento se halla sin cerrojos. 126 Comentario [L85]: Los demonios
intentaron oponerse a la entrada de Cristo
en los infiernos, cerrándole la puerta que
Sobre ella contemplaste el triste escrito: desde entonces quedó sin cerrojos.
y ya baja el camino desde aquélla,
pasando por los cercos sin escolta, 129
quien la ciudad al fin nos hará franca.

CANTO IX

El color que sacó a mi cara el miedo 1 Comentario [L86]: 1-3 Virgilio, al ver
a Dante empalidecer de miedo, procura
cuando vi que mi guía se tornaba, disimular su turbación para reconfortar al
lo quitó de la suya con presteza. 3 poeta.
Atento se paró como escuchando,
pues no podía atravesar la vista
el aire negro y la neblina densa. 6

«Deberemos vencer en esta lucha


-comenzó él- si no... Es la promesa.
¡Cuánto tarda en llegar quien esperamos.» 9

Y me di cuenta de que me ocultaba


lo del principio con lo que siguió,
pues palabras distintas fueron éstas; 12

pero no menos miedo me causaron,


porque pensaba que su frase trunca
tal vez peor sentido contuviese. 15

« ¿En este fondo de la triste hoya


bajó algún otro, desde el purgatorio
donde es pena la falta de esperanza?» 18

Esta pregunta le hice y: «Raramente


-él respondió- sucede que otro alguno
haga el camino por el que yo ando. 21

Verdad es que otra vez estuve aquí,


por la cruel Eritone conjurado, 23 Comentario [L87]: 23-27 Eritone es
una hechicera mencionada por Lucano en
que a sus cuerpos las almas reclamaba. 24 Farsalia, VI. Dante se vale de esta supuesta
bajada de Virgilio a los infiemos, conjurado
por la maga, y de la que no existen fuentes
De mí recién desnuda era mi sombrío, literarias, para justificar así la experiencia
cuando ella me hizo entrar tras de aquel muro, de Virgilio como guía del viaje. Los
comentaristas no se ponen de acuerdo en
a traer un alma del pozo de Judas. 27 qué alma fue a buscar Virgilio al pozo de
los traidores.
Aquel es el más bajo, el más sombrío,
y el lugar de los cielos más lejano;
bien sé el camino, puedes ir sin miedo. 30

Este pantano que gran peste exhala


en torno ciñe la ciudad doliente,
donde entrar no podemos ya sin ira.» 33

Dijo algo más, pero no lo recuerdo,


porque mi vista se había fijado
en la alta torre de cima ardorosa, 36

donde al punto de pronto aparecieron


tres sanguinosas furias infernales
que cuerpo y porte de mujer tenían, 39

se ceñían con serpientes verdes;


su pelo eran culebras y cerastas
con que peinaban sus horribles sienes: 42

Y él que bien conocía a las esclavas


de la reina del llanto sempiterno
Las Feroces Erinias -dijo- mira: 45 Comentario [L88]: Son las Erinias,
hijas de Aqueronte y de la noche, servidoras
de Proserpina.
Meguera es esa del izquierdo lado,
esa que llora al derecho es Aleto;
Tesfone está en medio.» Y más no dijo. 48

Con las uñas el pecho se rasgaban,


y se azotaban, gritando tan alto,
que me estreché al poeta, temeroso. 51

«Ah, que venga Medusa a hacerle piedra 52 Comentario [L89]: De la cabeza de


Medusa, una de las tres Gorgonas muertas
-las tres decían mientras me miraban- por Perseo, ya conocemos su virtud de
malo fue el no vengarnos de Teseo.» 54 petrificar a aquellos que miraba, incluso
después de ser cortada por el héroe.

«Date la vuelta y cierra bien los ojos; Comentario [L90]: Las furias han
hecho mal en no tomar venganza de los
si viniera Gorgona y la mirases humanos que intentaron entrar vivos en el
nunca podrías regresar arriba.» 57 Infiemo, como Teseo, que junto con Piritoo
intentó rescatar a Proserpina siendo hecho
prisionero y posteriormente rescatado por
Asf dijo el Maestro, y en persona Hércules (Eneida, VI).

me volvió, sin fiarse de mis manos,


que con las suyas aún no me tapase. 60

Vosotros que tenéis la mente sana,


observad la doctrina que se esconde
bajo el velo de versos enigmáticos. 63 Comentario [L91]: Muchas son las
interpretaciones a las que se ha prestado la
alegoría de la cabeza de Medusa: la herejía,
Mas ya venía por las turbias olas la desesperación, el miedo, o los bienes
terrenos, que endurecen el corazón del
el estruendo de un son de espanto lleno, hombre. Dada la oscuridad que Dante
por lo que retemblaron ambas márgenes; 66 mismo confiere al pasaje, no han faltado
interpretaciones relacionadas con el
ocultismo. Pero es posible que, en el fondo,
hecho de forma semejante a un viento la cuestión, de tan ambigua, carezca de
interés.
que, impetuoso a causa de contrarios
ardores, hiere el bosque y, sin descanso, 69

las ramas troncha, abate y lejos lleva;


delante polvoroso va soberbio,
y hace escapar a fieras y a pastores. 72

Me destapó los ojos: «Lleva el nervio


de la vista por esa espuma antigua,
hacia allí donde el humo es más acerbo.» 75

Como las ranas ante la enemiga


bicha, en el agua se sumergen todas,
hasta que todas se juntan en tierra, 78

más de un millar de almas destruidas


vi que huían ante uno, que a su paso
cruzaba Estigia con los pies enjutos. 81

Del rostro se apartaba el aire espeso


de vez en cuando con la mano izquierda;
y sólo esa molestia le cansaba. 84

Bien noté que del cielo era enviado,


y me volví al maestro que hizo un signo
de que estuviera quieto y me inclinase. 87

¡Cuán lleno de desdén me parecía!


Llegó a la puerta, y con una varita
la abrió sin encontrar impedimento. 90

«¡Oh, arrojados del cielo, despreciados!


-gritóles él desde el umbral horrible-.
¿Cómo es que aún conserváis esta arrogancia? 93

¿Y por que os resistis a aquel deseo


cuyo fin nunca pueda detenerse,
y que más veces acreció el castigo? 96

¿De qué sirve al destino dar de coces?


Vuestro Cerbero, si bien recordáis,
aún hocico y mentón lleva pelados.» 99 Comentario [L92]: A raíz de ser
encadenado por Hércules, al que intentó
impedir su entrada en el Hades (Eneida, VI,
Luego tomó el camino cenagoso, 392-93).
sin decirnos palabra, mas con cara
de a quien otro cuidado apremia y muerde, 102

y no el de aquellos que tiene delante.


A la ciudad los pasos dirigimos,
seguros ya tras sus palabras santas. 105

Dentro, sin guerra alguna, penetramos;


y yo, que de mirar estaba ansioso
todas las cosas que el castillo encierra, 108

al estar dentro miro en torno mío;


y veo en todas partes un gran campo,
lleno de pena y reo de tormentos. 111

Como en Arlés donde se estanca el Ródano, 112 Comentario [L93]: En Arlés y en Pola,
ciudad del norte de Italia, junto al golfo de
o como el Pola cerca del Carnaro, Carnaro, existían gran número de sepulturas
que Italia cierra y sus límites baña, 114 de la época romana.
todo el sitio ondulado hacen las tumbas,
de igual manera allí por todas partes,
salvo que de manera aún más amarga, 117

pues llamaradas hay entre las fosas;


y tanto ardían que en ninguna fragua,
el hierro necesita tanto fuego. 120

Sus lápidas estaban removidas,


y salían de allí tales lamentos,
que parecían de almas condenadas. 123

Y yo: « Maestro, qué gentes son esas


que, sepultadas dentro de esas tumbas,
se hacen oír con dolientes suspiros?» 126

Y dijo: «Están aquí los heresiarcas,


sus secuaces, de toda secta, y llenas
están las tumbas más de lo que piensas. 129

El igual con su igual está enterrado, 130 Comentario [L94]: 130-131 En cada
sepulcro se encuentra el jefe de una recta
y los túmulos arden más o menos.» herética y sus seguidores, sometidos a
Y luego de volverse a la derecha, 132 mayor o menor castigo en razón de la
gravedad de sus doctrinas. En efecto, como
cruzamos entre fosas y altos muros. bien sabemos, el castigo de los herejes en el
mundo, no sólo en el Infierno, era el ser
quemados en la hoguera.
CANTO X

Siguió entonces por una oculta senda


entre aquella muralla y los martirios
mi Maestro, y yo fui tras de sus pasos. 3

«Oh virtud suma, que en los infernales


circulos me conduces a tu gusto,
háblame y satisface mis deseos: 6

a la gente que yace en los supulcros


¿la podré ver?, pues ya están levantadas
todas las losas, y nadie vigila.» 9

Y él repuso: «Cerrados serán todos Comentario [L95]: Es decir, después


del Juicio Final.
cuando aquí vuelvan desde Josafat
Comentario [L96]: Epicuro (342-270
con los cuerpos que allá arriba dejaron. 12 a.C.) es el jefe de la escuela epicúrea, tan
mal entendida por la posteridad, y que, en
efecto, proclamaba la mortalidad del alma.
Su cementerio en esta parte tienen Esta última fue seguida en la Edad Media
con Epicuro todos sus secuaces 14 por muchas sectas y estuvo particularmente
extendida entre los gibelinos, o al menos
que el alma, dicen, con el cuerpo muere. 15 eso afirmaba la propaganda güelfa. Esto
explica los personajes que escoge Dante
para ilustrar este círculo.
Pero aquella pregunta que me hiciste
pronto será aquí mismo satisfecha,
y también el deseo que me callas.» 18 Comentario [L97]: El de saber si en
aquel lugar había paisanos suyos.

Y yo: «Buen guía, no te oculta nada


mi corazón, si no es por hablar poco;
y tú me tienes a ello predispuesto.» 21

«Oh toscano que en la ciudad del fuego 22 Comentario [L98]: Farinata degli
Uberti, por quien Dante ya preguntó a
caminas vivo, hablando tan humilde, Ciacco (Infierno, VI), fue uno de los más
te plazca detenerte en este sitio, 24 importantes personajes de la Florencia del
siglo XII. Fue uno de los jefes de la facción
gibelina y expulsó a los güelfos en 1248,
porque tu acento demuestra que eres fue expulsado por éstos en 1258, y tras el
triunfo gibelino de Monteaperti volvió a
natural de la noble patria aquella expulsar a sus rivales en 1260, oponiéndose
a la que fui, tal vez, harto dañoso.» 27 a la destrucción de la ciudad que proponían
otros jefes gibefinos. Murió en 1264. Dante
hace de él una figura inolvidable y
Este son escapó súbitamente grandiosa en medio de su tormento.
desde una de las arcas; y temiendo,
me arrimé un poco más a mi maestro. 30

Pero él me dijo: « Vuélvete, ¿qué haces?


mira allí a Farinatta que se ha alzado;
le verás de cintura para arriba.» 33

Fijado en él había ya mi vista;


y aquél se erguía con el pecho y frente
cual si al infierno mismo despreciase. 36

Y las valientes manos de mi guía


me empujaron a él entre las tumbas,
diciendo: «Sé medido en tus palabras.» 39

Como al pie de su tumba yo estuviese,


me miró un poco, y como con desdén,
me preguntó: «¿Quién fueron tus mayores?» 42

Yo, que de obedecer estaba ansioso,


no lo oculté, sino que se lo dije,
y él levantó las cejas levemente. 45

«Con fiereza me fueron adversarios


a mí y a mi partido y mis mayores,
y así dos veces tuve que expulsarles.» 48

« Si les echaste -dije- regresaron


de todas partes, una y otra vez;
mas los vuestros tal arte no aprendieron.» 51

Surgió entonces al borde de su foso


otra sombra, a su lado, hasta la barba: 53 Comentario [L99]: Cavalcante dei
Cavalcanti, padre de Guido Cavalcanti, el
creo que estaba puesta de rodillas. 54 gran poeta amigo de Dante y jefe de filas
del dólce stil novo, pertenció a los güelfos y
era bien conocida su confesión epicúrea.
Miró a mi alrededor, cual si propósito
tuviese de encontrar conmigo a otro,
y cuando fue apagada su sospecha, 57

llorando dijo: «Si por esta ciega


cárcel vas tú por nobleza de ingenio,
¿y mi hijo?, ¿por qué no está contigo?» 60

Y yo dije: «No vengo por mí mismo,


el que allá aguarda por aquí me lleva
a quien Guido, tal vez, fue indiferente.» 63 Comentario [L100]: Es posible que
Guido no hubiese tenido gran admiración
por Virgilio, pero algún comentarista piensa
Sus palabras y el modo de su pena que a quien Guido desprecia fue a Beatriz,
es decir, a la teología, pues sostuvo ideas
su nombre ya me habian revelado; cercanas al ateísmo. Esta es la versión que
por eso fue tan clara mi respuesta. 66 hemos elegido; si, en cambio, optáramos
por la primera, podría leerse: «quien allá
aguarda por aquí me lleva; / vuestro Guido,
Súbitamente alzado gritó: «¿Cómo tal vez, desdén le tuvo». La versión original
dice: «colui ch' attende là, per qui mi mena
has dicho?, ¿Fue?, ¿Es que entonces ya no vive? / forse cui Guido vostro ebbe a disdegno».
¿La dulce luz no hiere ya sus ojos?» 69 Como vemos, la interpretación depende del
valor que demos a «cui»

Y al advertir que una cierta demora Comentario [L101]: Guido murió


pocos meses después del supuesto viaje
antes de responderle yo mostraba, infernal, en el otoño de 1300. Esto explica
cayó de espaldas sin volver a alzarse. 72 las palabras de Farinata en v. 103.

Mas el otro gran hombre, a cuyo ruego


yo me detuve, no alteró su rostro,
ni movió el cuello, ni inclinó su cuerpo. 75

Y así, continuando lo de antes,


«Que aquel arte -me dijo- mal supieran,
eso, más que este lecho, me tortura. 78

Pero antes que cincuenta veces arda 79 Comentario [L102]: No pasarán


cincuenta meses lunares, de abril de 1300 a
la faz de la señora que aquí reina, junio de 1304, sin que sepa Dante lo duro
tú has de saber lo que tal arte pesa. 81 que es para un exiliado intentar el regreso a
su patria. En efecto, Dante, desterrado en
1302, intentó regresar a Florencia por la
Y así regreses a ese dulce mundo, fuerza inútilmente, antes del verano de
1304.
dime, ¿por qué ese pueblo es tan impío
contra los míos en todas sus leyes?» 84 Comentario [L103]: Los Uberti fueron
excluidos de la paz firmada en 1280 entre
las facciones florentinas. En el solar de sus
Y yo dije: «El estrago y la matanza torres abatidas por güelfos, surgirá la actual
Piazza del Popolo, símbolo del bando
que teñirse de rojo al Arbia hizo, 86 popular.
obliga a tal decreto en nuestros templos.» 87 Comentario [L104]: La batalla de
Monteaperti, a la que ya hemos aludido, el
Me respondió moviendo la cabeza: 4 de septiembre de 1260 entre sieneses y
gibelinos florentinos contra güelfos que
«No estuve solo álli, ni ciertamente resultaron derrotados por completo.
sin razón me movi con esos otros: 90

mas estuve yo solo, cuando todos


en destruir Florencia consentían,
defendiéndola a rostro descubierto.» 93

«Ah, que repose vuestra descendencia


-yo le rogué-, este nudo desatadme
que ha enmarañado aquí mi pensamiento. 96

Parece que sabéis, por lo que escucho, 97 Comentario [L105]: 97-99 En efecto,
Farinata conoce el futuro de Dante, pero
lo que nos trae el tiempo de antemano, Cavalcante ignora la suerte de su hijo
mas usáis de otro modo en lo de ahora.» 99 Guido.

«Vemos, como quien tiene mala luz,


las cosas -dijo- que se encuentran lejos,
gracias a lo que esplende el Sumo Guía. 102

Cuando están cerca, o son, vano es del todo


nuestro intelecto; y si otros no nos cuentan,
nada sabemos del estado humano. 105

Y comprender podrás que muerto quede


nuestro conocimiento en aquel punto
que se cierre la puerta del futuro.» 108

Arrepentido entonces de mi falta,


dije: «Diréis ahora a aquel yacente
que su hijo aún se encuentra con los vivos; 111

y si antes mudo estuve en la respuesta,


hazle saber que fue porque pensaba
ya en esa duda que me habéis resuelto.» 114 Comentario [L106]: Es decir, tardó en
contestarles porque se extrañó de que no
conociese que Guido aún vivía.
Y ya me reclamaba mi maestro;
y yo rogué al espíritu que rápido
me refiriese quién con él estaba. 117

Díjome: «Aquí con más de mil me encuentro;


dentro se halla el segundo Federico, 119 Comentario [L107]: Federico II tuvo,
en efecto, una gran fama de epicúreo entre
y el Cardenal, y de los otros callo.» 120 los cronistas de la época y al parecer
afirmaba que el hombre nada es después de
exhalar el último aliento. Fue también
Entonces se ocultó; y yo hacia el antiguo amigo de musulmanes, y excomulgado por
poeta volví el paso, repensando Roma.
esas palabras que creí enemigas. 123 Comentario [L108]: Ottaviano degli
Ubaldini, obispo de Bolonia a los 26 años,
desde 1240 a 1244, y posteriormente
Él echó a andar y luego, caminando, cardenal, murió en 1275, aunque combatió
a Federico II y a Manfredo, debió ser
me dijo: «¿Por qué estás tan abatido?» gibelino en el fondo. Fue notable por su
Y yo le satisfice la pregunta. 126 riqueza y su cultura y muy odiado por los
güelfos de Florencia.
« Conserva en la memoria lo que oíste
contrario a ti -me aconsejó aquel sabio-
y atiende ahora -y levantó su dedo-: 129

cuando delante estés del dulce rayo


de aquella cuyos ojos lo ven todo 131 Comentario [L109]: Naturalmente,
Beatriz.
de ella sabrás de tu vida el viaje. 132

Luego volvió los pies a mano izquierda:


dejando el muro, fuimos hacia el centro
por un sendero que conduce a un valle, 135
cuyo hedor hasta allí desagradaba.

CANTO XI

Por el extremo de un acantilado,


que en circulo formaban peñas rotas,
llegamos a un gentío aún más doliente; 3

y allí, por el exceso tan horrible


de la peste que sale del abismo,
al abrigo detrás nos colocamos 6

de un gran sepulcro, donde vi un escrito


«Aquí el papa Anastasio está encerrado 8 Comentario [L110]: El papa Anastasio
II (496-98), según una tradición no
que Fotino apartó del buen camino.» 9 comprobada, aceptó las doctrinas de Fotino
de Tesalónica, que negaba el nacimiento
divino de Cristo.
«Conviene que bajemos lentamente,
para que nuestro olfato se acostumbre
al triste aliento; y luego no moleste.» 12

Así el Maestro, y yo: «Compensación


-díjele- encuentra, pues que el tiempo en balde
no pase.» Y él: «Ya ves que en eso pienso. 15

Dentro, hijo mío, de estos pedregales 16 Comentario [L111]: Aquí comienza la


descripción de la geografía y la estructura
-luego empezó a decir- tres son los círculos moral del Infiemo dantesco. Espero que el
que van bajando, como los que has visto. 18 lector no encuentre demasiadas dificultades
para hacerse una idea del mismo. Tres son
los círculos infernales que restan: el sépti-
Todos llenos están de condenados, mo está dividido a su vez en tres recintos: el
primero castiga a los violentos contra el
mas porque luego baste que los mires, prójimo; el segundo, a los violentos contra
oye cómo y por qué se les encierra: 21 sí mismos; y el tercero, los violentos contra
Dios y sus designios: blasfemos,
homosexuales y usureros.
Toda maldad, que el odio causa al cielo, Como veremos, el octavo círculo llamado
Malasbolsas es donde se castigan las muy
tiene por fin la injuria, y ese fin diversas formas de fraude. En el noveno,
o con fuerza o con fraude a otros contrista; 24 por fin, se condenan las diversas formas de
traición.

mas siendo el fraude un vicio sólo humano,


más lo odia Dios, por ello son al fondo
los fraudulentos aún más castigados. 27

De los violentos es el primer círculo;


mas como se hace fuerza a tres personas,
en tres recintos está dividido; 30

a Dios, y a sí, y al prójimo se puede


forzar; digo a ellos mismos y a sus cosas,
como ya claramente he de explicarte. 33

Muerte por fuerza y dolientes heridas


al prójimo se dan, y a sus haberes
ruinas, incendios y robos dañosos; 36

y así a homicidas y a los que mal hieren,


ladrones e incendiarios, atormenta
el recinto primero en varios grupos. 39

Puede el hombre tener violenta mano


contra él mismo y sus cosas; y es preciso
que en el segundo recinto lo purgue 42

el que se priva a sí de vuestro mundo,


juega y derrocha aquello que posee,
y llora allí donde debió alegrarse. 45

Puede hacer fuerza contra la deidad,


blasfemando, negándola en su alma,
despreciando el amor de la natura; 48

y el recinto menor lleva la marca


del signo de Cahors y de Sodoma, 50 Comentario [L112]: La bíblica
Sodoma, destruida a causa de sus pecados
y del que habla de Dios con menosprecio. 51 (ver XVIII-XIX) da nombre a la
homosexualidad; Cahors, ciudad francesa
famosa por los usureros.
El fraude, que cualquier conciencia muerde,
se puede hacer a quien de uno se fía,
o a aquel que la confianza no ha mostrado. 54

Se diría que de esta forma matan


el vínculo de amor que hace natura;
y en el segundo círculo se esconden 57

hipocresía, adulación, quien hace


falsedad, latrocinio y simonía,
rufianes, barateros y otros tales. 60

De la otra forma aquel amor se olvida


de la naturaleza, y lo que crea,
de donde se genera la confianza; 63

y al Círculo menor, donde está el centro


del universo, donde asienta Dite,
el que traiciona por siempre es llevado.» 66

Y yo: «Maestro, muy clara procede


tu razón, y bastante bien distingue
este lugar y el pueblo que lo ocupa: 69

pero ahora dime: aquellos de la ciénaga,


que lleva el viento, y que azota la lluvia,
y que chocan con voces tan acerbas, 72

¿por qué no dentro de la ciudad roja


son castigados, si a Dios enojaron?
y si no, ¿por qué están en tal suplicio?» 75

Y entonces él: «¿Por qué se aleja tanto


-dijo- tu ingenio de lo que acostumbra?,
¿o es que tu mente mira hacia otra parte? 78

¿Ya no te acuerdas de aquellas palabras


que reflejan en tu ÉTICA las tres. 80 Comentario [L113]: La Ética de
Aristóteles.
inclinaciones que no quiere el cielo, 81

incontinencia, malicia y la loca


bestialidad? ¿y cómo incontinencia
menos ofende y menos se castiga? 84

Y si miras atento esta sentencia,


y a la mente preguntas quién son esos
que allí fuera reciben su castigo, 87

comprenderás por qué de estos felones


están aparte, y a menos crudeza
la divina venganza les somete.» 90 Comentario [L114]: Los pecados que
se castigan en los primeros círculos son
aquellos causados por la incontinencia, no
«Oh sol que curas la vista turbada, por la maldad. Tienen un alcance individual
y no colectivo y por ello merecen un castigo
tú me contentas tanto resolviendo, más leve, aunque no por ello menos eterno.
que no sólo el saber, dudar me gusta. 93

Un poco más atrás vuélvete ahora


-díjele--, allí donde que usura ofende
a Dios dijiste, y quítame el enredo.» 96

«A quien la entiende, la Filosofía


hace notar, no sólo en un pasaje
cómo natura su carrera toma 99
del divino intelecto y de su arte;
y si tu FÍSICA miras despacio,
encontrarás, sin mucho que lo busques, 102 Comentario [L115]: En efecto, las
palabras de Aristóteles en las que se basa
este pasaje se encuentran al comienzo de su
que el arte vuestro a aquélla, cuanto pueda, Física.
sigue como al maestro su discípulo,
tal que vuestro arte es como de Dios nieto. 105 Comentario [L116]: La naturaleza
actúa imitando a Dios y el hombre
siguiendo a la naturaleza.
Con estas dos premisas, si recuerdas
el principio del Génesis, debemos
ganarnos el sustento con trabajo. 108 Comentario [L117]: Traducido
libremente, pero conservando la idea que
Dante quiere expresar, siguiendo las
Y al seguir el avaro otro camino, 109 palabras de Génesis, III, 19: «Comerás el
pan con el sudor de tu frente.» El verso
por éste, a la natura y a sus frutos, original es «... convene / prender sua vita ed
desprecia, y pone en lo otro su esperanza. 111 avanzar la gente».
Comentario [L118]: El usurero, en
Mas sígueme, porque avanzar me place; efecto, busca su sustento en el préstamo de
dinero, lo que contradice el mandato divino.
que Piscis ya remonta el horizonte
y todo el Carro yace sobre el Coro, 114 Comentario [L119]: Nos hallamos en
el amanecer del nuevo abril, cuando la
y el barranco a otro sitio se despeña. constelación de Piscis surge sobre el
horizonte, y la Osa Mayor se encuentra en
la dirección del Coro o viento del nordeste.
CANTO XII

Era el lugar por el que descendimos


alpestre y, por aquel que lo habitaba,
cualquier mirada hubiéralo esquivado. 3

Como son esas ruinas que al costado


de acá de Trento azota el río Adigio,
por terremoto o sin tener cimientos, 6 Comentario [L120]: Dante parece
referirse a una región entre Verona y Trento
llamada Slavini di Marco, para describir la
que de lo alto del monte, del que bajan pendiente entre el sexto y el séptimo
círculo.
al llano, tan hendida está la roca
que ningún paso ofrece a quien la sube; 9

de aquel barranco igual era el descenso;


y allí en el borde de la abierta sima,
el oprobio de Creta estaba echado 12 Comentario [L121]: El Minotauro, que
concibió Pasifae, mujer de Minos, rey de
Creta, de un toro del que se había
que concebido fue en la falsa vaca; enamorado por instigación de Neptuno,
para lo cual hizo que el arquitecto Dédalo le
cuando nos vio, a sí mismo se mordía, fabricase una vaca artificial.
tal como aquel que en ira se consume. 15

Mi sabio entonces le gritó: «Por suerte


piensas que viene aquí el duque de Atenas, 17 Comentario [L122]: El Duque de
Atenas es Teseo, que mató al Minotauro
que allí en el mundo la muerte te trajo? 18 encerrado en el laberinto, gracias a la ayuda
de la princesa Ariadna, poniendo así fin al
tributo humano que los atenienses debían
Aparta, bestia, porque éste no viene pagar al rey de Creta.
siguiendo los consejos de tu hermana,
sino por contemplar vuestros pesares.» 21

Y como el toro se deslaza cuando


ha recibido ya el golpe de muerte,
y huir no puede, mas de aquí a allí salta, 24

así yo vi que hacía el Minotauro;


y aquel prudente gritó: «Corre al paso;
bueno es que bajes mientras se enfurece.» 27

Descendimos así por el derrumbe


de las piedras, que a veces se movían
bajo mis pies con esta nueva carga. 30

Iba pensando y díjome: «Tú piensas


tal vez en esta ruina, que vigila
la ira bestial que ahora he derrotado. 33

Has de saber que en la otra ocasión


que descendí a lo hondo del infierno,
esta roca no estaba aún desgarrada; 36

pero sí un poco antes, si bien juzgo,


de que viniese Aquel que la gran presa
quitó a Dite del círculo primero, 39 Comentario [L123]: Esta ruina se
produjo cuando Cristo murió y, según
Mateo, XXVII, 51, tembló la tierra. La gran
tembló el infecto valle de tal modo presa alude a la posterior bajada de Cristo a
los infiernos ya comentada en Infierno, IV.
que pensé que sintiese el universo Virgilio, en efecto, en su primer viaje, pudo
amor, por el que alguno cree que el mundo 42 ver aún intacto este lugar.

muchas veces en caos vuelve a trocarse; 43 Comentario [L124]: Virgilio sigue aquí
la doctrina de Empédocles que sostenía que
y fue entonces cuando esta vieja roca el cosmos se mantenía por la discordia de
se partió por aquí y por otros lados. 45 los cuatro elementos, y que el amor entre
ellos los llevaría a mezclarse y regresar al
caos primigenio. Virgilio creyó que aquel
Mas mira el valle, pues que se aproxima terremoto pudiera ser la vuelta a dicho caos.
aquel río sangriento, en el cual hierve 47 Comentario [L125]: Se trata del río
aquel que con violencia al otro daña.» 48 Flegetonte, que ya había descrito Virgilio
en la Eneida.

¡Oh tú, ciega codicia, oh loca furia,


que así nos mueves en la corta vida,
y tan mal en la eterna nos sumerges! 51

Vi una amplia fosa que torcía en arco,


y que abrazaba toda la llanura,
según lo que mi guía había dicho. 54
Comentario [L126]: Los centauros, con
Y por su pie corrían los centauros, su doble naturaleza humana y equina,
en hilera y armados de saetas, 56 representan las fuerzas de la violencia
ciega, al igual que Minotauro.
como cazar solían en el mundo. 57

Viéndonos descender, se detuvieron,


y de la fila tres se separaron
con los arcos y flechas preparadas. 60

Y uno gritó de lejos: «¿A qué pena


venís vosotros bajando la cuesta?
Decidlo desde allí, o si no disparo.» 63

«La respuesta -le dijo mi maestro-


daremos a Quirón cuando esté cerca:
tu voluntad fue siempre impetuosa.» 66

Después me tocó, y dijo: «Aquel es Neso, 67 Comentario [L127]: Neso se enamoró


de Deyanira, esposa de Hércules, a la que
que murió por la bella Deyanira, ayudaba a vadear un río sobre su grupa, a
contra sí mismo tomó la venganza. 69 intentó violarla, por lo cual Hércules lo
mató con sus flechas.

Y aquel del medio que al pecho se mira,


el gran Quirón, que fue el ayo de Aquiles; 71 Comentario [L128]: Quirón no era
hermano del resto de los centauros y fue
y el otro es Folo, el que habló tan airado. 72 maestro y educador de Aquiles y otros
héroes griegos. Destacaba entre los otros
por su sabiduría y prudencia.
Van a millares rodeando el foso,
flechando a aquellas almas que abandonan Comentario [L129]: Folo fue uno de
los centauros que intentaron violar a las
la sangre, más que su culpa permite.» 75 mujeres de los lapitas en las bodas de
Piritoo a Hipodamia.

Nos acercamos a las raudas fieras:


Quirón cogió una flecha, y con la punta,
de la mejilla retiró la barba. 78

Cuando hubo descubierto la gran boca,


dijo a sus compañeros; «¿No os dais cuenta
que el de detrás remueve lo que pisa? 81

No lo suelen hacer los pies que han muerto.»


Y mi buen guía, llegándole al pecho,
donde sus dos naturas se entremezclan, 84

respondió: «Está bien vivo, y a él tan sólo


debo enseñarle el tenebroso valle:
necesidad le trae, no complacencia. 87

Alguien cesó de cantar Aleluya,


y ésta nueva tarea me ha encargado:
él no es ladrón ni yo alma condenada. 90

Mas por esta virtud por la cual muevo


los pasos por camino tan salvaje,
danos alguno que nos acompañe, 93
que nos muestre por dónde se vadea,
y que a éste lleve encima de su grupa,
pues no es alma que viaje por el aire.» 96

Quirón se volvió atrás a la derecha,


y dijo a Neso: «Vuelve y dales guía,
y hazles pasar si otro grupo se encuentran.» 99

Y nos marchamos con tan fiel escolta


por la ribera del bullir rojizo,
donde mucho gritaban los que hervían. 102

Gente vi sumergida hasta las cejas,


y el gran centauro dijo: « Son tiranos
que vivieron de sangre y de rapiña: 105

lloran aquí sus daños despiadados;


está Alejandro, y el feroz Dionisio 107 Comentario [L130]: Alejandro de
Macedonia, o acaso Alejandro, tirano de
que a Sicilia causó tiempos penosos. 108 Fero, en Tesalia (siglo IV a.C). El otro
tirano es Dionisio el Viejo, tirano de
Siracusa (431-367 a.C.)
Y aquella frente de tan negro pelo,
es Azolino; y aquel otro rubio, 110 Comentario [L131]: Ezzelino III da
Romano (ll94-1259), señor de Verona,
es Opizzo de Este, que de veras 111 Padua y Vicenza, fue durante muchos años
tirano en la Marca de Treviso y fue el
principal sostenedor de la causa gibelina en
fue muerto por su hijastro allá en el mundo.» el norte de Italia.
Me volví hacia el poeta y él me dijo: Comentario [L132]: Obiao II de Este,
«Ahora éste es el primero, y yo el segundo.» 114 señor de Ferrara, fue muerto al parecer por
su hijo bastardo Azo VII.

Al poco rato se fijó el Centauro Comentario [L133]: En este círculo


Virgilio aconseja a Dante que escuche las
en unas gentes, que hasta la garganta palabras del
parecían, salir del hervidero. 117 centauro que le serán de más provecho que
las suyas.

Díjonos de una sombra ya apartada:


«En la casa de Dios aquél hirió - 119 Comentario [L134]: Guido de
Monforte mató en una iglesia de Viterbo a
el corazón que al Támesis chorrea.» 120 Enrique, sobrino que dio
del rey Eduardo I de Inglaterra, para vengar
la muerte injusta que este último fue
Luego vi gentes que sacaban fuera había dado a su padre. El corazón del
del río la cabeza, y hasta el pecho; príncipe fue trasladado a su patria y colo-
cado en una copa que sostenía una estatua
y yo reconocí a bastantes de ellos. 123 en la abadía de Westminster. El hecho
ocurrió en 1271 y Guido murió prisionero
en Sicilia dieciséis años después.
Asi iba descendiendo poco a poco
aquella sangre que los pies cocía,
y por allí pasamos aquel foso. 126

«Así como tú ves que de esta parte


el hervidero siempre va bajando,
-dijo el centauro- quiero que conozcas 129
que por la otra más y más aumenta
su fondo, hasta que al fin llega hasta el sitio
en donde están gimiendo los tiranos. 132

La diving justicia aquí castiga


a aquel Atila azote de la tierra 134 Comentario [L135]: Atila es, por
supuesto, «El Azote de Dios»; jefe de los
y a Pirro y Sexto; y para siempre ordeña 135 hunos, muerto en 453.
Comentario [L136]: Pirro es acaso un
las lágrimas, que arrancan los hervores, hijo de Aquiles de quien habla VirgiLo en
a Rinier de Corneto, a Rinier Pazzo 137 Eneida, II que dió muerte a Polixena, hija
de Hécuba, sobre la tumba de su padre.
qué en los caminos tanta guerra hicieron.» 138 Sexto hijo de Pompeyo, que manchó con su
Volvióse luego y franqueó aquel vado. crueldad la memoria respetada de su padre.
Comentario [L137]: Raniero de
Cornetto y Ranier Paso fueron dos nobles
CANTO XIII de baja condición que se dedicaron al
bandidaje en la Toscana.

Neso no había aún vuelto al otro lado,


cuando entramos nosotros por un bosque
al que ningún sendero señalaba. 3

No era verde su fronda, sino oscura;


ni sus ramas derechas, mas torcidas;
sin frutas, mas con púas venenosas. 6

Tan tupidos, tan ásperos matojos


no conocen las fieras que aborrecen
entre Corneto y Cécina los campos. 9 Comentario [L138]: Confines de la
Maremma toscana.

Hacen allí su nido las arpías, 10 Comentario [L139]: Las arpías, hijas
de Taumante y Electra, tenían cuerpo de
que de Estrófane echaron al Troyano pájaro y rostro de mujer. Virgilio en
con triste anuncio de futuras cuitas. 12 Eneida, III, las colocaba en la isla de
Estrófade, de donde echaron a los troyanos
de Eneas, ensuciando la mesa en que
Alas muy grandes, cuello y rostro humanos comían.
y garras tienen, y el vientre con plumas;
en árboles tan raros se lamentan. 15

Y el buen Maestro: «Antes de adentrarte,


sabrás que este recinto es el segundo
-me comenzó a decir- y estarás hasta 18

que puedas ver el horrible arenal;


mas mira atentamente; así verás
cosas que si te digo no creerías.» 21

Yo escuchaba por todas partes ayes,


y no vela a nadie que los diese, 23 Comentario [L140]: Este juego de
palabras parece inspirado en el estilo
por lo que me detuve muy asustado. 24 cancilleresco, o diplomático, en el que fue
muy experto el personaje que conoceremos
a continuación y debe tener, por ello, un
Yo creí que él creyó que yo creía carácter paródico.
que tanta voz salía del follaje,
de gente que a nosotros se ocultaba. 27 Comentario [L141]: Escondida detrás
de los árboles, naturalmente, y no que
fuesen los árboles mismos.
Y por ello me dijo: «Si tronchases
cualquier manojo de una de estas plantas,
tus pensamientos también romperias.» 30

Entonces extendí un poco la mano,


y corté una ramita a un gran endrino;
y su tronco gritó: «¿Por qué me hieres? 33

Y haciéndose después de sangre oscuro


volvió a decir: «Por qué así me desgarras?
¿es que no tienes compasión alguna? 36

Hombres fuimos, y ahora matorrales;


más piadosa debiera ser tu mano,
aunque fuéramos almas de serpientes.» 39

Como. una astilla verde que encendida


por un lado, gotea por el otro,
y chirría el vapor que sale de ella, 42

así del roto esqueje salen juntas


sangre y palabras: y dejé la rama
caer y me quedé como quien teme. 45

«Si él hubiese creído de antemano


-le respondió mi sabio-, ánima herida,
aquello que en mis rimas ha leído, 48 Comentario [L142]: Para este episodio,
Dante se inspira de nuevo en Virgilio,
Eneida, III. De igual manera lo recogerá T.
no hubiera puesto sobre ti la mano: Tasso en su Gerusalemme Liberata.
mas me ha llevado la increible cosa
a inducirle a hacer algo que me pesa: 51

mas dile quién has sido, y de este modo


algún aumento renueve tu fama
alli en el mundo, al que volver él puede.» 54

Y el tronco: «Son tan dulces tus lisonjas


que no puedo callar; y no os moleste
si en hablaros un poco me entretengo: 57

Yo soy aquel que tuvo las dos llaves 58 Comentario [L143]: Pier della Vigna,
nacido en ll80, poeta y protonotario de
que el corazón de Federico abrían Federico II. Fue el más íntimo de sus
y cerraban, de forma tan suave, 60 mensajeros reordenando toda la legislación
del estado en 1231. En 1248 perdió la
gracia del emperador y fue encarcelado
que a casi todos les negó el secreto; acusado de traición dándose la muerte en
1269, rompiéndose la cabeza contra el
tanta fidelidad puse en servirle muro.
que mis noches y días perdí en ello. 63
La meretriz que jamás del palacio 64 Comentario [L144]: La envidia de los
cortesanos fue, según el diplomático, la
del César quita la mirada impúdica, causante de su desgracia junco al
muerte común y vicio de las cortes, 66 emperador.

encendió a todos en mi contra; y tanto


encendieron a Augusto esos incendios
que el gozo y el honor trocóse en lutos; 69

mi ánimo, al sentirse despreciado,


creyendo con morir huir del desprecio,
culpable me hizo contra mí inocente. 72

Por las raras raíces de este leño,


os juro que jamás rompí la fe
a mi señor, que fue de honor tan digno. 75

Y si uno de los dos regresa al mundo,


rehabilite el recuerdo que se duele
aún de ese golpe que asesta la envidia.» 78

Paró un poco, y después: «Ya que se calla,


no pierdas tiempo -dijome el poeta-
habla y pregúntale si más deseas.» 81

Yo respondí: «Pregúntale tú entonces


lo que tú pienses que pueda gustarme;
pues, con tanta aflicción, yo no podría.» 84

Y así volvió a empezar: «Para que te haga


de buena gana aquello que pediste,
encarcelado espíritu, aún te plazca 87

decirnos cómo el alma se encadena


en estos troncos; dinos, si es que puedes,
si alguna se despega de estos miembros.» 90

Sopló entonces el tronco fuememente


trocándose aquel viento en estas voces:
«Brevemente yo quiero responderos; 93

cuando un alma feroz ha abandonado


el cuerpo que ella misma ha desunido
Minos la manda a la séptima fosa. 96

Cae a la selva en parte no elegida;


mas donde la fortuna la dispara,
como un grano de espelta allí germina; 99
surge en retoño y en planta silvestre:
y al converse sus hojas las Arpías,
dolor le causan y al dolor ventana. 102

Como las otras, por nuestros despojos,


vendremos, sin que vistan a ninguna;
pues no es justo tener lo que se tira. 105

A rastras los traeremos, y en la triste


selva serán los cuerpos suspendidos,
del endrino en que sufre cada sombra.» 108

Aún pendientes estábamos del tronco


creyendo que quisiera más contarnos,
cuando de un ruido fuimos sorprendidos, 111

Igual que aquel que venir desde el puesto


escucha al jabalí y a la jauría
y oye a las bestias y un ruido de frondas; 114

Y miro a dos que vienen por la izquierda, 115 Comentario [L145]: Aparecen ahora
otros dos condenados, no como suicidas,
desnudos y arañados, que en la huida, sino como dilapidadores de sus bienes (ver
de la selva rompían toda mata. 117 Infierno, XII). Se trata de Ercolano Maconi
de Siena miembro de la cofradía de
dilapidadores de la que Dante hablará en
Y el de delante: «¡Acude, acude, muerte!» Infierno, XXIX que murió en la batalla de
Toppo contra los aretinos en 1287; y de
Y el otro, que más lento parecía, Giacomo de Sant Andrea, riquísimo noble
gritaba: «Lano, no fueron tan raudas 120 de Padua que gastó su fortuna de una
manera escandalosa, llegándose a contar
que arrojaba monedas a los peces.
en la batalla de Toppo tus piernas.»
Y cuando ya el aliento le faltaba,
de él mismo y de un arbusto formó un nudo. 123

La selva estaba llena detrás de ellos


de negros canes, corriendo y ladrando
cual lebreles soltados de traílla. 126

El diente echaron al que estaba oculto


y lo despedazaron trozo a trozo;
luego llevaron los miembros dolientes. 129

Cogióme entonces de la mano el guía,


y me llevó al arbusto que lloraba, 131 Comentario [L146]: El suicida cuya
alma se ha transformado en este arbusto es
por los sangrantes rotos, vanamente. 132 un florentino de difícil localización; acaso
un tal Rocco dei Mozzi.
Decía: «Oh Giácomo de Sant' Andrea,
¿qué te ha valido de mí hacer refugio?
¿qué culpa tengo de tu mala vida?» 135

Cuando el maestro se paró a su lado,


dijo: «¿Quién fuiste, que por tantas puntas
con sangre exhalas tu habla dolorosa?» 138

Y él a nosotros: «Oh almas que llegadas


sois a mirar el vergonzoso estrago,
que mis frondas así me ha desunido, 141

recogedlas al pie del triste arbusto.


Yo fui de la ciudad que en el Bautista 143 Comentario [L147]: Florencia, según
cuenta Dante en varias ocasiones, había
cambió el primer patrón: el cual, por esto 144 estado puesta en la antigüedad bajo el
patronato de Marte, a quien estaba dedicado
el templo que luego sería transformado en
con sus artes por siempre la hará triste; el Baptisterio de San Juan, que pasaría a ser
y de no ser porque en el puente de Arno el nuevo patrono de la ciudad. En venganza
de ello, Marte no deja de enviar castigos a
aún permanece de él algún vestigio, 147 la ciudad, y aún más enviaría de no ser
porque en el Ponte Vecchio aún quedaban
vestigios de una estatua suya rescatada del
esas gentes que la reedificaron fondo del río. Dicha estatua al parecer,
sobre las ruinas que Atila dejó, 149 estaba dedicada en realidad al rey ostrogodo
Teodorico (Paraíso, XVI, 26).
habrían trabajado vanamente. 150
Comentario [L148]: Según la leyenda,
Yo de mi casa hice mi cadalso.» Atila habría destruido Florencia para
reconstruir Fiesole y vengar así al romano
Catilina. Pero al parecer se confundía a
CANTO XIV Atila con el ostrogodo Totila, que asedió la
ciudad en 542.
Y como el gran amor del lugar patrio
me conmovió, reuní la rota fronda,
y se la devolví a quien ya callaba. 3

Al límite llegamos que divide


el segundo recinto del tercero,
y vi de la justicia horrible modo. 6 Comentario [L149]: Nos encontramos
ahora, y en los dos siguientes cantos, en el
segundo recinto del círculo séptimo, donde
Por bien manifestar las nuevas cosas, se castiga a los violentos contra Dios en un
arenal ardiente sobre el que cae una
he de decir que a un páramo llegamos, incesante lluvia de fuego: blasfemos, que
que de su seno cualquier planta ahuyenta. 9 yacen boca arriba; homosexuales,
caminando sin tregua; y usureros, sentados.

La dolorosa selva es su guirnalda,


como para ésta lo es el triste foso;
justo al borde los pasos detuvimos. 12

Era el sitio una arena espesa y seca,


hecha de igual manera que esa otra
que oprimiera Catón con su pisada. 15 Comentario [L150]: Lo cuenta Lucano
en Farsalia X, 382 y ss.

¡Oh venganza divina, cuánto debes


ser temida de todo aquel que lea
cuanto a mis ojos fuera manifiesto! 18

De almas desnudas vi muchos rebaños,


todas llorando llenas de miseria,
y en diversas posturas colocadas: 21
unas gentes yacían boca arriba;
encogidas algunas se sentaban,
y otras andaban incesantemente. 24

Eran las más las que iban dando vueltas,


menos las que yacían en tormento,
pero más se quejaban de sus males. 27

Por todo el arenal, muy lentamente,


llueven copos de fuego dilatados,
como nieve en los Alpes si no hay viento. 30

Como Alejandro en la caliente zona 31 Comentario [L151]: Dante unifica aquí


dos hechos que cuenta la apócrifa Epístola
de la India vio llamas que caían de Alejandro a Aristóteles: una nieve
hasta la tierra sobre sus ejércitos; 33 copiosísima, que los soldados debían pisar
para fundirla; y una lluvia de fuego.

por lo cual ordenó pisar el suelo


a sus soldados, puesto que ese fuego
se apagaba mejor si estaba aislado, 36

así bajaba aquel ardor eterno;


y encendía la arena, tal la yesca
bajo eslabón, y el tormento doblaba. 39

Nunca reposo hallaba el movimiento


de las míseras manos, repeliendo
aquí o allá de sí las nuevas llamas. 42

Yo comencé: «Maestro, tú que vences


todas las cosas, salvo a los demonios
que al entrar por la puerta nos salieron, 45

¿Quién es el grande que no se preocupa 46 Comentario [L152]: Se trata de


Capaneo, uno de los siete reyes que
del fuego y yace despectivo y fiero, lucharon contra Tebas en ayuda de
cual si la lluvia no le madurase?» 48 Eteocles. Blasfemando contra Júpiter y el
resto de los dioses nos lo presenta Estacio
en Tebaida, X, 738 y ss.; 897 y ss.
Y él mismo, que se había dado cuenta
que preguntaba por él a mi guía,
gritó: « Como fui vivo, tal soy muerto. 51

Aunque Jove cansara a su artesano 52 Comentario [L153]: 52-57 Los


Gigantes habían intentado expugnar la
de quien, fiero, tomó el fulgor agudo morada de los dioses, dándose una gran
con que me golpeó el último día, 54 batalla entre unos y otros hasta ser
precipitados, por los rayos que Vulcano
fabricaba para Júpiter, al valle de Flegra, en
o a los demás cansase uno tras otro, Tesalia. Volveremos a ello en Infierno,
XXXI.
de Mongibelo en esa negra fragua,
clamando: “Buen Vulcano, ayuda, ayuda” 57
tal como él hizo en la lucha de Flegra,
y me asaeteara con sus fuerzas,
no podría vengarse alegremente.» 60

Mi guía entonces contestó con fuerza


tanta, que nunca le hube así escuchado:
«Oh Capaneo, mientras no se calme 63

tu soberbia, serás más afligido:


ningún martirio, aparte de tu rabia,
a tu furor dolor será adecuado.» 66

Después se volvió a mí con mejor tono,


«Éste fue de los siete que asediaron
a Tebas; tuvo a Dios, y me parece 69

que aún le tenga, desdén, y no le implora;


mas como yo le dije, sus despechos
son en su pecho galardón bastante. 72

Sígueme ahora y cuida que tus pies


no pisen esta arena tan ardiente,
mas camina pegado siempre al bosque.» 75

En silencio llegamos donde corre


fuera ya de la selva un arroyuelo, 77 Comentario [L154]: Se trata
nuevamente del Flagetonte.
cuyo rojo color aún me horripila: 78

como del Bulicán sale el arroyo 79 Comentario [L155]: Fuente termal


cercana a Viterbo, donde según la
que reparten después las pecadoras, t costumbre se bañaban las prostitutas.
al corrta a través de aquella arena. 81

El fondo de éste y ambas dos paredes


eran de piedra, igual que las orillas;
y por ello pensé que ése era el paso. 84

«Entre todo lo que yo te he enseñado,


desde que atravesamos esa puerta
cuyos umbrales a nadie se niegan, 87 Comentario [L156]: Las puertas del
Infiemo.

ninguna cosa has visto más notable


como el presente río que las llamas
apaga antes que lleguen a tocarle.» 90

Esto dijo mi guía, por lo cual


yo le rogué que acrecentase el pasto,
del que acrecido me había el deseo. 93

«Hay en medio del mar un devastado


país -me dijo- que se llama Creta;
bajo su rey fue el mundo virtuoso. 96 Comentario [L157]: Alude a Satumo,
bajo cuyo reinado tuvo lugar la paradisiaca
Edad de Oro.
Hubo allí una montaña que alegraban
aguas y frondas, se llamaba Ida:
cual cosa vieja se halla ahora desierta. 99

La excelsa Rea la escogió por cuna 100 Comentario [L158]: Rea o Cibeles,
mujer de Saturno, escondió de éste a su hijo
para su hijo y, por mejor guardarlo, Júpiter, para que no lo devorase como había
cuando lloraba, mandaba dar gritos. 102 hecho con el resto de sus hermanos, en la
isla de Creta. Allí ordenó que cuando el
niño llorase, los habitantes prorrumpieran
Se alza un gran viejo dentro de aquel monte, 103 en gritos, para que Saturno no se diera
cuenta de la presencia de quien posterior-
que hacia Damiata vuelve las espaldas mente habría de derrotarle.
y al igual que a un espejo a Roma mira. 105 Comentario [L159]: Es muy posible el
recuerdo de la visión de Nabucodonosor en
Está hecha su cabeza de oro fino, Daniel, III. En este pasaje, como en aquél,
la estatua del Viejo debe representar la
y plata pura son brazos y pecho, historia de la humanidad: la estatua vuelve
se hace luego de cobre hasta las ingles; 108 la espalda a Damiata, en el Oriente, de
donde vino la civilización; y mira a Roma,
que es la meta espiritual del hombre. El pie
y del hierro mejor de aquí hasta abajo, de barro es el poder espiritual y el otro el
temporal. El oro señala una época de
salvo el pie diestro que es barro cocido: inocencia primigenia; la plata y el cobre no
y más en éste que en el otro apoya. 111 señalan ninguna época concreta, sino dos
sucesivas etapas de corrupción. Existen,
como el lector podrá suponerse, muchas
Sus partes, salvo el oro, se hallan rotas otras interpretaciones.

por una raja que gotea lágrimas, 113 Comentario [L160]: Las culpas del
hombre tras la pérdida de la pureza
que horadan, al juntarse, aquella gruta; 114 originaria dan forma a los ríos infemales, de
los que ya conocemos tres: Aqueronte,
Estigia y Flegetonte.
su curso en este valle se derrama:
forma Aqueronte, Estigia y Flagetonte;
corre después por esta estrecha espita 117

al fondo donde más no se desciende:


forma Cocito; y cuál sea ese pantano 119 Comentario [L161]: Es, como
veremos, el río del noveno círculo.
ya lo verás; y no te lo describo.» 120

Yo contesté: «Si el presente riachuelo


tiene así en nuestro mundo su principio,
¿como puede encontrarse en este margen?» 123

Respondió: «Sabes que es redondo el sitio,


y aunque hayas caminado un largo trecho
hacia la izquierda descendiendo al fondo, 126

aún la vuelta completa no hemos dado;


por lo que si aparecen cosas nuevas,
no debes contemplarlas con asombro.» 129 Comentario [L162]: Dante no ha caído
en la cuenta de que el Flegetonte fuera el
río de sangre que ha contemplado en los
Y yo insistí «Maestro, ¿dónde se hallan cantos precedentes: el Leteo nos lo
Flegetonte y Leteo?; a uno no nombras, 131 encontraremos en la cima del Purgatorio
(Purgatorio, XXVIII).
y el otro dices que lo hace esta lluvia.» 132

«Me agradan ciertamente tus preguntas


-dijo-, mas el bullir del agua roja
debía resolverte la primera. 135

Fuera de aquí podrás ver el Leteo,


allí donde a lavarse van las almas,
cuando la culpa purgada se borra.» 138

Dijo después: «Ya es tiempo de apartarse


del bosque; ven caminando detrás:
dan paso las orillas, pues no queman, 141
y sobre ellas se extingue cualquier fuego.»

CANTO XV

Caminamos por uno de los bordes,


y tan denso es el humo del arroyo,
que del fuego protege agua y orillas. 3

Tal los flamencos entre Gante y Brujas,


temiendo el viento que en invierno sopla,
a fin de que huya el mar hacen sus diques; 6

y como junto al Brenta los paduanos 7 Comentario [L163]: El Brenta es el río


que riega Padua.
por defender sus villas y castillos,
antes que Chiarentana el calor sienta; 9 Comentario [L164]: Al parecer,
territorio del ducado de Carintia, en Austria.

de igual manera estaban hechos éstos,


sólo que ni tan altos ni tan gruesos,
fuese el que fuese quien los construyera. 12

Ya estábamos tan lejos de la selva


que no podría ver dónde me hallaba,
aunque hacia atrás yo me diera la vuelta, 15

cuando encontramos un tropel de almas 16 Comentario [L165]: Se trata de un


grupo de pecadores contra la naturaleza, es
que andaban junto al dique, y todas ellas decir, de homosexuales que no siguen las
nos miraban cual suele por la noche 18 leyes naturales de la procreación. Este
primer grupo, en el que Dante encontrará a
Bruneto Latino, está formado por gente de
mirarse el uno al otro en luna nueva; Iglesia y de letras; en el canto siguiente
encontrará un segundo grupo de hombres
y para vernos fruncían las cejas dedicados a la polltica.
como hace el sastre viejo con la aguja. 21

Examinado así por tal familia,


de uno fui conocido, que agarró
mi túnica y gritó: «¡Qué maravilla!» 24
y yo, al verme cogido por su mano
fijé la vista en su quemado rostro,
para que, aun abrasado, no impidiera, 27

su reconocimiento a mi memoria;
e inclinando la mía hacia su cara
respondí: «¿Estáis aquí, señor Brunetto?» 30 Comentario [L166]: Bruneto Latino
nació en Florencia alrededor de 1210.
Perteneció al partido güelfo y ocupó
«Hijo, no te disguste -me repuso- importantes cargos políticos, entre ellos el
de embajador ante Alfonso X de Castilla,
si Brunetto Latino deja un rato aparte de su dedicación a la tarea filosófica.
a su grupo y contigo se detiene.» 33 Exilado en Francia tras la batalla de
Monteaperti, escribió allí su libro Tresor en
francés. Regresó a Florencia donde debió
Y yo le dije: «Os lo pido gustoso; mantener relaciones cordiales con el joven
Dante y murió en 1293, rodeado de
y si queréis que yo, con vos me pare, prestigio entre sus contemporáneos. Con
lo haré si place a aquel con el que ando.» 36 Bruneto se abre en Florencia la gloriosa
sucesión de políticos humanistas, que
supieron conciliar la vida de acción con la
«Hijo -repuso-, aquel de este rebaño especulación intelectual, contribuyendo así
a dar gloria a la ciudad. Como vemos por el
que se para, después cien años yace, pasaje, Dante conservaba por él una enorme
sin defenderse cuando el fuego quema. 39 admiración y cariño. El colocarle a pesar de
ello en este círculo de condenados, da
cuenta del rígido sistema moral con el que
Camina pues: yo marcharé a tu lado; Dante concibe su Comedia.
y alcanzaré más tarde a mi mesnada,
que va llorando sus eternos males.» 42

Yo no osaba bajarme del camino


y andar con él; mas gacha la cabeza
tenía como el hombre reverente. 45

Él comenzó: «¿Qué fortuna o destino


antes de postrer día aquí te trae?
¿y quién es éste que muestra el camino?» 48

Y yo: «Allá arriba, en la vida serena


-le respondí- me perdí por un valle,
antes de que mi edad fuese perfecta. 51

Lo dejé atrás ayer por la mañana;


éste se apareció cuando a él volvía,
y me lleva al hogar por esta ruta.» 54

Y él me repuso: «Si sigues tu estrella


glorioso puerto alcanzarás sin falta,
si de la vida hermosa bien me acuerdo; 57

y si no hubiese muerto tan temprano,


viendo que el cielo te es tan favorable,
dado te habría ayuda en la tarea. 60

Mas aquel pueblo ingrato y malicioso


que desciende de Fiesole de antiguo, 62 Comentario [L167]: El pueblo de
Florencia, que parecía conservar de sus
y aún tiene en él del monte y del peñasco, 63 legendarios orígenes fiesolanos la dureza
del monte en que esta ciudad está colocada.
si obras bien ha de hacerse tu contrario:
y es con razón, que entre ásperos serbales
no debe madurar el dulce higo. 66

Vieja fama en el mundo llama ciegos,


gente es avara, envidiosa y soberbia:
líbrate siempre tú de sus costumbres. 69

Tanto honor tu fortuna te reserva,


que la una parte y la otra tendrán hambre 71 Comentario [L168]: Güelfos y
gibelinos, que se disputarán el apoyo del
de ti; mas lejos pon del chivo el pasto. 72 poeta.

Las bestias fiesolanas se apacienten


de ellas mismas, y no toquen la planta,
si alguna surge aún entre su estiércol, 75

en que reviva la simiente santa


de los romanos que quedaron, cuando
hecho fue el nido de tan gran malicia.» 78

«Si pudiera cumplirse mi deseo


aún no estaríais vos -le repliqué-
de la humana natura separado; 81

que en mi mente está fija y aún me apena,


querida y buena, la paterna imagen
vuestra, cuando en el mundo hora tras hora 84

me enseñabais que el hombre se hace eterno;


y cuánto os lo agradezco, mientras viva,
conviene que en mi lengua se proclame. 87

Lo que narráis de mi carrera escribo,


para hacerlo glosar, junto a otro texto, 89 Comentario [L169]: Se refiere a las
palabras de Ciacco en Infierno, VI, cuya
si hasta ella llego, a la mujer que sabe. 90 explicación espera obtener de Beatriz.

Sólo quiero que os sea manifiesto


que, con estar tranquila mi conciencia,
me doy, sea cual sea, a la Fortuna. 93

No es nuevo a mis oídos tal augurio:


mas la Fortuna hace girar su rueda
como gusta, y el labrador su azada.» 96

Entonces mi maestro la mejilla


derecha volvió atrás, y me miró;
dijo después: «Bien oye el precavido.» 99

Pero yo no dejé de hablar por eso


con ser Brunetto, y pregunto quién son
sus compañeros de más alta fama. 102

Y él me dijo: «Saber de alguno es bueno;


de los demás será mejor que calle,
que a tantos como son el tiempo es corto. 105

Sabe, en suma, que todos fueron clérigos


y literatos grandes y famosos,
al mundo sucios de un igual pecado. 108

Prisciano va con esa turba mísera, 109 Comentario [L170]: Prisciano de


Cesarea fue un gramático latino que enseñó
y Francesco D'Accorso; y ver con éste, 110 en Constantinopla a comienzos del siglo VI,
si de tal tiña tuvieses deseo, 111 y tuvo una gran influencia en el Medioevo,
pero es posible que Dante lo confunda con
el hereje Prisciliano, a cuya secta, como a
podrás a quien el Siervo de los Siervos tantas otras, se acusaba de sodomía, o a un
Prisciano que enseñó en Bolonia en el siglo
hizo mudar del Arno al Bachiglión, 113 XIII, lo cual parece más probable, dado que
donde dejó los nervios mal usados. 114 Dante sólo cita aquí personajes
contemporáneos.
Comentario [L171]: Francesco
De otros diría, mas charla y camino D'Accorso fue profesor en la universidad de
no pueden alargarse, pues ya veo Bolonia y posteriormente en Oxford, donde
fue llamado por Eduardo I, murió en 1293,
surgir del arenal un nuevo humo. 117 con una gran fama de jurisconsulto.
Comentario [L172]: Andrea dei Mozzi
Gente viene con la que estar no debo: fue obispo de Florencia, de donde fue
mi “Tesoro” te dejo encomendado, 119 trasladado por el papa a la sede de Vicenza,
sobre el río Bachiglión, donde murió en
en el que vivo aún, y más no digo.» 120 1296. Aparte de sodomita, no debió ser un
hombre de mucho juicio a juzgar por los
antiguos comentaristas.
Luego se fue, y parecía de aquellos
Comentario [L173]: «Il Tessoretto» es
que el verde lienzo corren en Verona 122 un poema didáctico escrito en lengua
por el campo; y entre éstos parecía 123 vulgar, elogiado por Dante; los Livres du
tresor; escrito en francés, es una gran
de los que ganan, no de los que pierden. enciclopedia de saber medieval.
Comentario [L174]: Era una carrera
CANTO XVI pedestre típica de las fiestas de las ciudades
italianas. El «Lienzo verde» era la bandera
con que se premiaba al ganador, mientras
Ya estaba donde el resonar se oía que el que llegaba el último era premiado
con un gallo y un guante.
del agua que caía al otro círculo,
como el que hace la abeja en la colmena; 3

cuando tres sombras juntas se salieron,


corriendo, de una turba que pasaba
bajo la lluvia de la áspera pena. 6

Hacia nosotros gritando venían:


«Detente quien parece por el traje
ser uno de la patria depravada.» 9
¡Ah, cuántas llagas vi en aquellos miembros,
viejas y nuevas, de la llama ardidas!
me siento aún dolorido al recordarlo. 12

A sus gritos mi guía se detuvo;


volvió el rostro hacia mí, y me dijo: « Espera,
pues hay que ser cortés con esta gente. 15

Y si no fuese por el crudo fuego


que este sitio asaetea, te diría
que te apresures tú mejor que ellos.» 18

Ellos, al detenernos, reemprendieron


su antiguo verso; y cuando ya llegaron,
hacen un corro de sí aquellos tres, 21

cual desnudos y untados campeones,


acechando a su presa y su ventaja,
antes de que se enzarcen entre ellos; 24 Comentario [L175]: Para algunos
comentaristas Dante alude a los luchadores
grecorromanos, mas para otros, a las
y con la cara vuelta, cada uno prácticas de los juicios de Dios de la Edad
Media En todo caso, la imagen de estos tres
me miraba de modo que al contrario nobles florentinos, desnudos y agarrados
iba el cuello del pie continuamente. 27 dando vueltas, no puede ser más humillante
para su dignidad.

«Si el horror de este suelo movedizo


vuelve nuestras plegarias despreciables
-uno empezó- y la faz negra y quemada, 30

nuestra fama a tu ánimo suplique Comentario [L176]: 36-39 Guido VI


que nos digas quién eres, que los vivos Guerra fue un nobilísimo capitán de los
pies tan seguro en el infierno arrastras. 33 güelfos florentinos, famoso por su valor y
sus hechos de armas; en 1255 fue el general
de los güelfos que derrotaron a los gibelinos
Éste, de quien me ves pisar las huellas, de Arezzo, después de haber sido nombrado
benefactor de la Iglesia por el pontffice
aunque desnudo y sin pellejo vaya, Inocencio IV. Exiliado tras Monteaperti,
fue de un grado mayor de lo que piensas, 36 volvió a Florencia en 1267 y murió en
1272. Fue, en efecto, nieto de Gualdrada dei
Ravignani, mujer considerada un modelo de
pues nieto fue de la bella Gualdrada; virtudes domésticas, pues en ll70 se había
negado a dar un beso de bienvenida al
se llamó Guido Guerra, y en su vida emperador Otón IV. Gualdrada era a su vez,
mucho obró con su espada y con su juicio. 39 lejana parienta de los Alighieri, pues una
hermana suya casó con Alighiero, hijo de
Cacciaguida y fue, por tanto, bisabuela de
El otro, que tras mí la arena pisa, Dante.

es Tegghiaio Aldobrandi, cuya voz 41 Comentario [L177]: Tegghiaio


Aldobrandi degli Adimari, podestá de
en el mundo debiera agradecerse; 42 Arezzo, y ya muerto en 1267, aconsejó a los
florentinos que no atacasen a los sieneses,
con lo que hubieran evitado la derrota de
y yo, que en el suplicio voy con ellos, Monteaperti.
Jacopo Rusticucci; y fiera esposa 44 Comentario [L178]: Jacoppo
más que otra cosa alguna me condena.» 45 Rusticucci, también güelfo y
contemporáneo de los anteriores, debió
estar desposado con una mujer de muy mal
Si hubiera estado a cubierto del fuego, carácter, que justificaría sus prácticas
homosexuales.
me hubiera ido detrás de ellos al punto,
y no creo que al guía le importase; 48

mas me hubiera abrasado, y de ese modo


venció el miedo al deseo que tenía,
pues de abrazarles yo me hallaba ansioso. 51

Luego empecé: «No desprecio, mas pena


en mi interior me causa vuestro estado,
y es tanta que no puedo desprenderla, 54

desde el momento en que mi guía dijo


palabras, por las cuales yo pensaba
que, como sois, se acercaba tal gente. 57

De vuestra tierra soy, y desde siempre


vuestras obras y nombres tan honrados,
con afecto he escuchado y retenido. 60

Dejo la hiel y voy al dulce fruto


que mi guía veraz me ha prometido,
pero antes tengo que llegar al centro.» 63

«Muy largamente el alma te conduzcan


todavía -me dijo aquél- tus miembros,
y resplandezca luego tu memoria, 66

di si el valor y cortesía aún se hallan


en nuestra patria tal como solían,
o si del todo han sido ya expulsados; 69

que Giuglielmo Borsiere, el cual se duele 70 Comentario [L179]: También Bocaccio


habla en el Decamerón (I, 8) de este noble y
desde hace poco en nuestro mismo grupo, virtuoso florentino muerto cerca de 1300, y
con sus palabras mucho nos aflige.» 72 por tanto acabado de llegar al Infierno.

«Las nuevas gentes, las ganancias súbitas, 73 Comentario [L180]: La gente de los
alrededores de Florencia ha invadido la
orgullo y desmesura han generado, antigua ciudad, donde se enriquece
en ti, Florencia, y de ello te lamentas.» 75 súbitamente (ver las palabras de
Cacciaguida en Paraíso, XVI).

Así grité levantando la cara;


y los tres, que esto oyeron por respuesta,
se miraron como ante las verdades. 78

«Si en otras ocasiones no te cuesta


satisfacer a otros -me dijeron-,
dichoso tú que dices lo que quieres. 81

Pero si sales de este mundo ciego


y vuelves a mirar los bellos astros,
cuando decir “estuve allí” te plazca, 84

háblale de nosotros a la gente.»


Rompieron luego el círculo y, huyendo,
alas sus raudas piernas parecían. 87

Un amén no podría haberse dicho


antes de que ellos se hubiesen perdido;
por lo que el guía quiso que partiésemos. 90

Yo iba detrás, y no avanzamos mucho


cuando el agua sonaba tan de cerca,
que apenas se escuchaban las palabras. 93

Como aquel río sigue su carrera


primero desde el Veso hacia el levante,
a la vertiente izquierda de Apenino, 96 Comentario [L181]: Dante compara la
caída del río infemal Flegetonte del séptimo
al octavo círculo con la cascada del
que Acquaqueta se llama abajo, antes Montone, río de Romagna, que cae desde el
Apenino antes de unirse con el Po, cerca de
de que en un hondo lecho se desplome, un gran monasterio benedictino donde de-
y en Forlí ya ese nombre no conserva, 99 bería ser recibido por mil monjes, pero que
ahora se encuentra despoblado.

resuena allí sobre San Benedetto,


de la roca cayendo en la cascada
en donde mil debieran recibirle; 102

así en lo hondo de un despeñadero,


oímos resonar el agua roja,
que el oído ofendía al poco tiempo. 105

Yo llevaba una cuerda a la cintura 106 Comentario [L182]: Esta cuerda que
Dante lleva ceñida y con la que pensó
con la que alguna vez hube pensado vencer a la onza, símbolo de la lujuria, es el
cazar la onza de la piel pintada. 108 cordón que se ceñían los miembros de la
orden tercera franciscana, es decir, los
laicos que, como Dante debió hacer,
Luego de haberme toda desceñido, seguían la regla de San Francisco. Tras
haber dejado atrás todos los círculos donde
como mi guía lo había mandado, se purga la lujuria, Dante ya no necesita
se la entregué recogida en un rollo. 111 este símbolo de la castidad, y Virgilio la usa
para llamar con ella a Gerión, como
veremos más adelante.
Entonces se volvió hacia la derecha
y, alejándose un trecho de la orilla,
la arrojó al fondo de la escarpadura. 114

«Alguna novedad ha de venirnos


-pensaba para mí- del nuevo signo,
que el maestro así busca con los ojos.» 117

iCuán cautos deberían ser los hombres


junto a aquellos que no sólo las obras,
mas por dentro el pensar también conocen! 120
«Pronto -dijo- verás sobradamente
lo que espero, y en lo que estás pensando:
pronto conviene que tú lo descubras.» 123

La verdad que parece una mentira


debe el hombre callarse mientras pueda,
porque sin tener culpa se avergüence: 126

pero callar no puedo; y por las notas,


lector, de esta Comedia, yo te juro, 128 Comentario [L183]: «Comedia» no
como título de la obra, sino como
así no estén de larga gracia llenas, 129 descripción genérica en oposición a
«Tragedia», pues, como Dante escribe,
empieza mal y concluye bien.
que vi por aquel oire oscuro y denso
venir nadando arriba una figura,
que asustaría el alma más valiente, 132

tal como vuelve aquel que va al fondo


a desprender el ancla que se agarra
a escollos y otras cosas que el mar cela, 135
que el cuerpo extiende y los pies se recoge.

CANTO XVII

«Mira la bestia con la cola aguda, 1 Comentario [L184]: Gerión, monstruo


con cuerpo de serpiente y rostro humano, es
que pasa montes, rompe muros y armas; el símbolo del fraude según Virgilio
mira aquella que apesta todo el mundo.» 3 (Eneida, VIII, 202) y otros antiguos, Gerión
es un rey famoso por su crueldad, que
Hércules mató en uno de sus doce trabajos.
Así mi guía comenzó a decirme;
y le ordenó que se acercase al borde
donde acababa el camino de piedra. 6

Y aquella sucia imagen del engaño


se acercó, y sacó el busto y la cabeza,
mas a la orilla no trajo la cola. 9

Su cara era la cara de un buen hombre,


tan benigno tenía lo de afuera,
y de serpiente todo lo restante. 12

Garras peludas tiene en las axilas;


y en la espalda y el pecho y ambos flancos
pintados tiene ruedas y lazadas. 15

Con más color debajo y superpuesto


no hacen tapices tártaros ni turcos,
ni fue tal tela hilada por Aracne. 18 Comentario [L185]: Aracne, a quien ya
veremos en Purgatorio, XII, es la famosa
princesa que desafió a Atenea a medir su
Como a veces hay lanchas en la orilla, arte como tejedoras, y convertida en araña
por la diosa ganadora (Metamorfosis, VI).
que parte están en agua y parte en seco;
o allá entre los glotones alemanes 21

el castor se dispone a hacer su caza,


se hallaba así la fiera detestable
al horde pétreo, que la arena ciñe. 24

Al aire toda su cola movía,


cerrando arriba la horca venenosa,
que a guisa de escorpión la punta armaba. 27

El guía dijo: «Es preciso torcer


nuestro camino un poco, junto a aquella
malvada bestia que está allí tendida.» 30

Y descendimos al lado derecho,


caminando diez pasos por su borde,
para evitar las llamas y la arena. 33

Y cuando ya estuvimos a su lado,


sobre la arena vi, un poco más lejos,
gente sentada al borde del abismo. 36

Aquí el maestro: «Porque toda entera


de este recinto la experiencia lleves
-me dijo-, ve y contempla su castigo. 39

Allí sé breve en tus razonamientos:


mientras que vuelvas hablaré con ésta,
que sus fuertes espaldas nos otorgue.» 42

Así pues por el borde de la cima


de aquel séptimo circulo yo solo
anduve, hasta llegar a los penados. 45 Comentario [L186]: 45-63 Se trata de
los condenados por el pecado de la avaricia,
a quienes describe por medio de sus
Ojos afuera estallaba su pena, escudos de armas. El poeta nos presenta en
primer lugar . un miembro de la familia
de aquí y de allí con la mano evitaban Cianfigliacci, güelfos de Florencia; y de los
tan pronto el fuego como el suelo ardiente: 48 Obriachi, ambién florentinos.

como los perros hacen en verano,


con el hocico, con el pie, mordidos
de pulgas o de moscas o de tábanos. 51

Y después de mirar el rostro a algunos,


a los que el fuego doloroso azota,
a nadie conocí; pero me acuerdo 54

que en el cuello tenía una bolsa


con un cierto color y ciertos signos,
que parecían complacer su vista. 57

Y como yo anduviéralos mirando,


algo azulado vi en una amarilla,
que de un león tenía cara y porte. 60

Luego, siguiendo de mi vista el curso,


otra advertí como la roja sangre,
y una oca blanca más que la manteca. 63

Y uno que de una cerda azul preñada 64 Comentario [L187]: Tal vez Reginaldo
Scrovegni, de Padua, cuyo hijo encargó a
señalado tenía el blanco saco, Giotto los frescos de la capilla de la Arena,
dijo: «¿Qué andas haciendo en esta fosa? 66 levantada en satisfacción de la avaricia de
su padre.

Vete de aquí; y puesto que estás vivo,


sabe que mi vecino Vitaliano 68 Comentario [L188]: Vitaliano del
Bente, paduano, podestá de Vicenza en
aquí se sentará a mi lado izquierdo; 69 1304.

de Padua soy entre estos florentinos:


y las orejas me atruenan sin tasa
gritando: “¡Venga el noble caballero 72 Comentario [L189]: Giovanni dei
Buiamonti, florentino, como los primeros,
murió en 1310, es decir, que aún lo esperan
que llenará la bolsa con tres chivos!”» en el Infierno.
Aquí torció la boca y se sacaba
la lengua, como el buey que el belfo lame. 75

Y yo, temiendo importunar tardando


a quien de no tardar me había advertido,
atrás dejé las almas lastimadas. 78

A mi guía encontré, que ya subido


sobre la grupa de la fiera estaba,
y me dijo: «Sé fuerte y arrojado. 81

Ahora bajamos por tal escalera:


sube delante, quiero estar en medio,
porque su cola no vaya a dañarte.» 84

Como está aquel que tiene los temblores


de la cuartana, con las uñas pálidas,
y tiembla entero viendo ya el relente, 87

me puse yo escuchando sus palabras;


pero me avergoncé con su advertencia,
que ante el buen amo el siervo se hace fuerte. 90

Encima me senté de la espaldaza:


quise decir, mas la voz no me vino
como creí: «No dejes de abrazarme.» 93
Mas aquel que otras veces me ayudara
en otras dudas, luego que monté,
me sujetó y sostuvo con sus brazos. 96

Y le dijo: «Gerión, muévete ahora:


las vueltas largas, y el bajar sea lento:
piensa en qué nueva carga estás llevando.» 99

Como la navecilla deja el puerto


detrás, detrás, así ésta se alejaba;
y luego que ya a gusto se sentía, 102

en donde el pecho, ponía la cola,


y tiesa, como anguila, la agitaba,
y con los brazos recogía el aíire. 105

No creo que más grande fuese el miedo


cuando Faetón abandonó las riendas, 107 Comentario [L190]: 107-109 Faetón a
Ícaro, como bien sabemos, son dos
por lo que el cielo ardió, como aún parece; 108 ejemplos, consagrados por la tradición, de
caídas trágicas, el uno del carro del sol, que
conducía, y el otro al deshacerse sus alas de
ni cuando la cintura el pobre Ícaro cera.
sin alas se notó, ya derretidas,
gritando el padre: «¡Mal camino llevas!»; 111

que el mío fue, cuando noté que estaba


rodeado de aire, y apagada
cualquier visión que no fuese la fiera; 114

ella nadando va lenta, muy lenta;


gira y desciende, pero yo no noto
sino el viento en el rostro y por debajo. 117

Oía a mi derecha la cascada


que hacía por encima un ruido horrible,
y abajo miro y la cabeza asomo. 120

Entonces temí aún más el precipicio,


pues fuego pude ver y escuchar llantos;
por lo que me encogí temblando entero. 123

Y vi después, que aún no lo había visto,


al bajar y girar los grandes males,
que se acercaban de diversos lados. 126

Como el halcón que asaz tiempo ha volado,


y que sin ver ni señuelo ni pájaro
hace decir al halconero: «¡Ah, baja!», 129
lento desciende tras su grácil vuelo,
en cien vueltas, y a lo lejos se pone
de su maestro, airado y desdeñoso, 132

de tal modo Gerión se posó al fondo,


al mismo pie de la cortada roca,
y descargadas nuestras dos personas, 135
se disparó como de cuerda tensa.

CANTO XVIII

Hay un lugar llamado Malasbolsas 1 Comentario [L191]: A partir de este


canto Dante va a narrar su viaje por el
en el infierno, pétreo y ferrugiento, círculo octavo, el más extenso de todos, que
igual que el muro que le ciñe entorno. 3 recibe el nombre de Malasbolsas (en el
original «Malebolge»), que está dividido en
diez bolsas o valles circulares, concéntricos,
Justo en el medio del campo maligno donde se castigan los diferentes tipos de
fraude, y tan separado del círculo de los
se abre un pozo bastante largo y hondo, violentos que se precisa de Gerión para
del cual a tiempo contaré las partes. 6 pasar de uno al otro. Los diferentes valles
están unidos por escollos a manera de
puentes. El lector no se debe extraviar por
Es redondo el espacio que se forma este pasaje, que Dante se esfuerza en
describimos tan detalladamente.
entre el pozo y el pie del duro abismo,
y en diez valles su fondo se divide. 9 Comentario [L192]: Es el círculo
noveno.

Como donde, por guarda de los muros,


más y más fosos ciñen los castillos,
el sitio en donde estoy tiene el aspecto; 12

tal imagen los valles aquí tienen.


Y como del umbral de tales fuertes
a la orilla contraria hay puentecillos, 15

así del borde de la roca, escollos


conducen, dividiendo foso y márgenes,
hasta el pozo que les corta y les une. 18

En este sitio, ya de las espaldas


de Gerión nos bajamos; y el poeta
tomó a la izquierda, y yo me fui tras él. 21

A la derecha vi nuevos pesares,


nuevos castigos y verdugos nuevos,
que la bolsa primera abarrotaban. 24 Comentario [L193]: El primer valle de
Malasbolsas es el que castiga a los
seductores.
Allí estaban desnudos los malvados;
una mitad iba dando la espalda,
otra de frente, con pasos más grandes; 27

tal como en Roma la gran muchedumbre, 28 Comentario [L194]: En efecto, tal


ordenación del tráfico de pergrinos fue
del año jubilar, alli en el puente adoptada en Roma en el jubileo de 1300.
precisa de cruzar en doble vía, 30

que por un lado todos van de cara


hacia el castillo y a San Pedro marchan;
y de otro lado marchan hacia el monte. 33

De aquí, de allí, sobre la oscura roca,


vi demonios cornudos con flagelos,
que azotaban cruelmente sus espaldas. 36

¡Ay, cómo hacían levantar las piernas


a los primeros golpes!, pues ninguno
el segundo esperaba ni el tercero. 39

Mientras andaba, en uno mi mirada


vino a caer; y al punto yo me dije:
«De haberle visto ya no estoy ayuno.» 42

Y así paré mi paso para verlo:


y mi guía conmigo se detuvo,
y consintió en que atrás retrocediera. 45

Y el condenado creía ocultarse


bajando el rostro; mas sirvió de poco,
pues yo le dije: «Oh tú que el rostro agachas, 48

si los rasgos que llevas no son falsos,


Venedico eres tú Caccianemico; 50 Comentario [L195]: Venedico
Caccianemico dell' Orso, violento noble de
mas ¿qué te trae a salsas tan picantes?» 51 Bolonia, parece que favoreció los amores
de su hermana Ghisolabella con Azzo VIII
de Este, señor de Ferrara, para ganar su
Y repuso: «Lo digo de mal grado; amistad.
pero me fuerzan tus claras palabras,
que me hacen recordar el mundo antiguo. 54

Fui yo mismo quien a Ghisolabella


indujo a hacer el gusto del marqués,
como relaten la sucia noticia. 57

Y boloñés no lloró aquí tan sólo,


mas tan repleto está este sitio de ellos,
que ahora tantas lenguas no se escuchan 60

que digan "Sipa" entre Savena y Reno; 61 Comentario [L196]: En dialecto


boloñés -ciudad situada entre los ríos
y si fe o testimonio de esto quieres, Savena y Reno- «sipa» equivale al verbo
trae a tu mente nuestro seno avaro.» 63 «sia», que sirve como afirmación.

Hablando así le golpeó un demonio


con su zurriago, y dijo: « Lárgate
rufián, que aquí no hay hembras que se vendan.» 66
Yo me reuní al momento con mi escolta;
luego, con pocos pasos, alcanzamos
un escollo saliente de la escarpa. 69

Con mucha ligereza lo subimos


y, vueltos a derecha por su dorso,
de aquel círculo eterno nos marchamos. 72

Cuando estuvimos ya donde se ahueca


debajo, por dar paso a los penados,
el guía dijo: « Espera, y haz que pongan 75

la vista en ti esos otros malnacidos,


a los que aún no les viste el semblante,
porque en nuestro sentido caminaban.» 78

Desde el puente mirábamos el grupo


que al otro lado hacia nosotros iba,
y que de igual manera azota el látigo. 81

Y sin yo preguntarle el buen Maestro


«Mira aquel que tan grande se aproxima,
que no le causa lágrimas el daño. 84

¡Qué soberano aspecto aún conserva!


Es Jasón, que por ánimo y astucia 86 Comentario [L197]: Jasón, jefe de los
Argonautas en busca del vellocino de oro,
dejó privada del carnero a Cólquida. 87 sedujo a la princesa Hipsipila o Isifile, en la
isla de Lemmos, donde las mujeres habían
dado muerte a todos los varones, menos al
Éste pasó por la isla de Lemmos, rey Toante, gracias a la astucia de su hija.
luego que osadas hembras despiadadas Posteriormente Jasón abandonó a la
muchacha. Lo relata Estacio en Teaida, V.
muerte dieran a todos sus varones: 90

con tretas y palabras halagüeñas


a Isifile engañó, la muchachita
que antes había a todas engañado. 93

Allí la dejó encinta, abandonada;


tal culpa le condena a tal martirio;
también se hace venganza de Medea. 96 Comentario [L198]: Jasón había
seducido primeramente a Medea, hija del
rey de la Cólquide, a quien abandonó para
Con él están los que en tal modo engañan: casarse con Creusa, hija del rey de Corinto.
y del valle primero esto te baste
conocer, y de los que en él castiga.» 99

Nos hallábamos ya donde el sendero


con el margen segundo se entrecruza,
que a otro arco le sirve como apoyo. 102
Aquí escuchamos gentes que ocupaban
la otra bolsa y soplaban por el morro,
pegándose a sí mismas con las manos. 105

Las orillas estaban engrumadas


por el vapor que abajo se hace espeso,
y ofendía a la vista y al olfato. 108

Tan oscuro es el fondo, que no deja


ver nada si no subes hasta el dorso
del arco, en que la roca es más saliente. 111

Allí subimos; y de allá, en el foso


vi gente zambullida en el estiércol,
cual de humanas letrinas recogido. 114

Y mientras yo miraba hacia allá abajo,


vi una cabeza tan de mierda llena,
que no sabía si era laico o fraile. 117

Él me gritó: « ¿Por qué te satisface


mirarme más a mí que a otros tan sucios?»
Le dije yo: « Porque, si bien recuerdo, 120

con los cabellos secos ya te he visto,


y eres Alesio Interminei de Lucca: 122 Comentario [L199]: Nada sabemos de
este noble luqués, salvo que vivía en 1295.
por eso más que a todos te miraba.» 123

Y él dijo, golpeándose la chola: 124 Comentario [L200]: En el original


«zucca».
«Aquí me han sumergido las lisonjas,
de las que nunca se cansó mi lengua.» 126

Luego de esto, mi guía: «Haz que penetre


-dijo- tu vista un poco más delante,
tal que tus ojos vean bien el rostro 129

de aquella sucia y desgreñada esclava, 130 Comentario [L201]: Tais, cortesana


ateniense, es un personaje de la comedia de
que allí se rasca con uñas mierdosas, Terencio Eunuco, pero aquí Dante parece
y ahora se tumba y ahora en pie se pone: 132 confundir dos pasajes distintos de la misma
comedia a través de un texto que cita
Cicerón.
es Thais, la prostituta, que repuso
a su amante, al decirle "¿Tengo prendas
bastantes para ti?": “aún más, excelsas”. 135
Y sea aquí saciada nuestra vista.»
Comentario [L202]: Simón es, según
Hechos de los Apóstoles, VIII, el mago de
CANTO XIX Samaria que, una vez bautizado, quiso
comprar a Pedro y Juan el don de transmitir
el Espíritu Santo, con la imposición de las
¡Oh Simón Mago! Oh mfseros secuaces 1 manos, como ellos hacían. Por él se llama
que las cosas de Dios, que de los buenos «simonía» a la compra de cargos
eclesiásticos u otras cosas sagradas.
esposas deben ser, como rapaces 3

por el oro y la plata adulteráis!


sonar debe la trompa por vosotros,
puesto que estáis en la tercera bolsa. 6

Ya estábamos en la siguiente tumba,


subidos en la parte del escollo
que cae justo en el medio de aquel foso. 9

¡Suma sabiduría! ¡Qué arte muestras


en el cielo, en la tierra y el mal mundo,
cuán justamente tu virtud repartes! 12

Yo vi, por las orillas y en el fondo,


llena la piedra livida de hoyos,
todos redondos y de igual tamaño. 15

No los vi menos amplios ni mayores


que esos que hay en mi bello San Juan, 17 Comentario [L203]: El baptisterio de
Florencia estaba provisto de unos pozos
y son el sitio para los bautismos; 18 donde se efectuaba antiguamente el
bautismo por inmersión.
uno de los que no hace aún mucho tiempo 19 Comentario [L204]: 19-21 El hecho
yo rompí porque en él uno se ahogaba: acaeció siendo Dante prior de Florencia, y
acaso levantó algunos malévolos
sea esto seña que a todos convenza. 21 comentarios entre sus enemigos, acusándole
de sacrilegio.

A todos les salían por la boca


de un pecador los pies, y de las piernas
hasta el muslo, y el resto estaba dentro. 24

Ambas plantas a todos les ardían;


y tan fuerte agitaban las coyundas,
que habrían destrozado soga y cuerdas. 27

Cual suele el llamear en cosas grasas


moverse por la extrema superficie,
así era allí del talón a la punta. 30

«Quién es, maestro, aquel que se enfurece


pataleando más que sus consortes
-dije- y a quien más roja llama quema?» 33

Y él me dijo: «Si quieres que te lleve


allí por la pendiente que desciende,
él te hablará de sí y de sus pecados.» 36

Y yo: «Lo que tú quieras será bueno,


eres tú mi señor y no me aparto
de tu querer: y lo que callo sabes.» 39
Caminábamos pues el cuarto margen:
volvimos y bajamos a la izquierda
al fondo estrecho y agujereado. 42

Entonces el maestro de su lado


no me apartó, hasta vernos junto al hoyo
de aquel que se dolía con las zancas. 45

«Oh tú que tienes lo de arriba abajo,


alma triste clavada cual madero,
-le dije yo-, contéstame si puedes.» 48

Yo estaba como el fraile que confiesa 49 Comentario [L205]: Era el suplicio


llamado «propagginazione», que consistía
al pérfido asesino, que, ya hincado, en introducir al condenado en un hoyo que
por retrasar su muerte le reclama. 51 se recubría de tierra, a fin de asfixiarle;
cuando se llegaba a la altura de la boca se
detenían un momento para la confesión del
Y él me gritó: «¿Ya estás aquí plantado?, 52 reo.
¿ya estás aquí plantado, Bonifacio? Comentario [L206]: 52-87 Quien habla
En pocos años me mintió lo escrito. 54 es Nicolás III Orsini, papa desde 1277 a
1280, que está esperando a Bonifacio VIII,
con el cual confunde a Dante y que no
¿Ya te cansaste de aquellas riquezas llegará a empujarle más al fondo hasta
1303, siendo a su vez hundido por el
por las que hacer engaño no temiste, francés Clemente V en 1314. La fama de
y atormentar después a tu Señora?» 57 simoniaco de este último fue proverbial en
la época, y con él comenzó la residencia de
los papas en Avignon y tuvo lugar la
Me quedé como aquellos que se encuentran, horrible persecución de los templarios por
deseo de Felipe IV el Hermoso.
por no entender lo que alguien les responde, A sus relaciones con este rey aluden los
confundidos, y contestar no saben. 60 siguientes versos, cuando compara al papa
con Jasón, sumo sacerdote de los hebreos, y
al rey francés con el Antioco de Siria, que
Dijo entonces Virgilio: «Dile pronto: según Macabeos (IV, 7-26) ofreció a aquél
su cargo de sacerdote a cambio de dinero.
“No soy aquel, no soy aquel que piensas.”»
Yo respondí como me fue indicado. 63

Torció los pies entonces el espíritu,


luego gimiendo y con voces llorosas,
me dijo: «¿Entonces, para qué me buscas? 66

si te interesa tanto el conocerme,


que has recorrido así toda la roca,
sabe que fui investido del gran manto, 69

y en verdad fui retoño de la Osa,


y tan ansioso de engordar oseznos,
que allí el caudal, aquí yo, me he embolsado. 72

Y bajo mi cabeza están los otros


que a mí, por simonía, precedieron,
y que lo estrecho de la piedra aplasta. 75
Allí habré yo de hundirme también cuando
venga aquel que creía que tú fueses,
al hacerte la súbita pregunta. 78

Pero mis pies se abrasan ya más tiempo


y más estoy yo puesto boca abajo,
del que estarán plantados sus pies rojos, 81

pues vendrá luego de él, aún más manchado,


desde el poniente, un pastor sin entrañas,
tal que conviene que a los dos recubra. 84

Nuevo Jasón será, como nos muestra


MACABEOS, y como a aquel fue blando
su rey, así ha de hacer quien Francia rige.» 87

No sé si fui yo loco en demasía,


pues que le respondí con tales versos:
«Ah, dime ahora, qué tesoros quiso 90

Nuestro Señor antes de que a San Pedro


le pusiese las llaves a su cargo?
Únicamente dijo: “Ven conmigo”; 93

ni Pedro ni los otros de Matías 94 Comentario [L207]: Matías fue elegido


tras la muerte de Jesús para completar el
oro ni plata, cuando sortearon número de doce apóstoles que había dejado
el puesto que perdió el alma traidora. 96 libre la traición y muerte de Judas (Hechos,
I).

Quédate ahí, que estás bien castigado,


y guarda las riquezas mal cogidas,
que atrevido te hicieron contra Carlos. 99 Comentario [L208]: Se decía que
Nicolás III había conspirado por dinero
contra Carlos de Anjou, dando lugar a las
Y si no fuera porque me lo veda famosas «Vísperas sicilianas».
el respeto a las llaves soberanas
que fueron tuyas en la alegre vida, 102

usaría palabras aún más duras;


porque vuestra avaricia daña al mundo,
hundiendo al bueno y ensalzando al malo. 105

Pastores, os citó el evangelista, 106 Comentario [L209]: Se refiere al


pasaje de Apocalipsis, XVII, en que San
cuando aquella que asienta sobre el agua Juan ataca a la Roma pagana y a Dante le
él vio prostituida con los reyes: 108 sirve para aludir a la Iglesia corrompida de
su tiempo.

aquella que nació con siete testas,


y tuvo autoridad con sus diez cuernos,
mientras que su virtud plació al marido. 111 Comentario [L210]: De nuevo la
Iglesia, pero esta vez armada con los
cuernos de los Mandamientos y los siete
Os habéis hecho un Dios de oro y de plata: sacramentos.
y qué os separa ya de los idólatras,
sino que a ciento honráis y ellos a uno? 114

Constantino, ¡de cuánto mal fue madre, 115 Comentario [L211]: Alude Dante a la
supuesta cesión que del dominio de Roma
no que te convirtieses, mas la dote hizo Constantino al papa Silvestre tras su
que por ti enriqueció al primer patriarca!» 117 conversión, y que se tenía como el
fundamento real del poder temporal del
papa. Hasta el siglo XV esta cesión fue
Y mientras yo cantaba tales notas, tenida por histórica, hasta que Lorenzo
Valla demostró científicamente que carecía
mordido por la ira o la conciencia, de todo fundamento.
con fuerza las dos piernas sacudía. 120

Yo creo que a mi guía le gustaba,


pues con rostro contento había escuchado
mis palabras sinceramente dichas. 123

Entonces me cogió con los dos brazos;


y luego de subirme hasta su pecho,
volvió a ascender la senda que bajamos. 126

No se cansó llevándome agarrado,


hasta ponerme en la cima del puente
que del cuarto hasta el quinto margen cruza. 129

Con suavidad aquí dejó la carga,


suave, en el escollo áspero y pino
que a las cabras sería mala trocha. 132
Desde ese sitio descubrí otro valle.

CANTO XX

De nueva pena he de escribir los versos


y dar materia al vigésimo canto
de la primer canción, que es de los reos. 3

Estaba yo dispuesto totalmente


a mirar en el fondo descubierto,
que me bañaba de angustioso llanto; 6

por el redondo valle vi a unas gentes


venir, calladas y llorando, al paso
con que en el mundo van las procesiones. 9

Cuando bajé mi vista aún más a ellas,


vi que estaban torcidas por completo
desde el mentón al principio del pecho; 12

porque vuelto a la espalda estaba el rostro,


y tenían que andar hacia detrás,
pues no podían ver hacia delante. 15
Por la fuerza tal vez de perlesía 16 Comentario [L212]: «Perlesía» es
parálisis.
alguno habrá en tal forma retorcido,
mas no lo vi, ni creo esto que pase. 18

Si Dios te deja, lector, coger fruto


de tu lectura, piensa por ti mismo
si podría tener el rostro seco, 21

cuando vi ya de cerca nuestra imagen


tan torcida, que el llanto de los ojos
les bañaba las nalgas por la raja. 24

Lloraba yo, apoyado en una roca


del duro escollo, tal que dijo el guía:
«¿Es que eres tú de aquellos insensatos?, 27

vive aquí la piedad cuando está muerta:


¿Quién es más criminal de lo que es ése 29 Comentario [L213]: 29-30 En el
original: «chi a piu scellerato the collui, /
que al designio divino se adelanta? 30 che al giudicio divin passion porta?».
Algunos comentaristas refieren estos versos
no a los condenados, por adivinos, sino a
Alza tu rostro y mira a quien la tierra 31 los que, como Dante, se apenan de sus
a la vista de Tebas se tragó; cuitas, con lo que podríamos traducir.
y de allí le gritaban: “Dónde caes 33 «¿Quién es más criminal que fuera ése / que
del juicio divino se apenara?»
Comentario [L214]: Anfiareo, uno de
Anfiareo?, ¿por qué la guerra dejas?” los siete reyes que combatieron contra
Tebas, había huido anteriormente de la
Y no dejó de rodar por el valle lucha, pues sus dotes adivinatorias le hablan
hasta Minos, que a todos los agarra. 36 predicho que moriría en ella, hasta que se
vio obligado a combatir de nuevo por la
traición de su esposa Erifile (Purgatorio,
Mira cómo hizo pecho de su espalda: XII). Fue entonces cuando la tierra se tragó
su carro, provocando la burla de los tebanos
pues mucho quiso ver hacia adelante, (lo cuenta Estacio en Tebaida, VII).
mira hacia atrás y marcha reculando. 39

Mira a Tiresias, que mudó de aspecto 40 Comentario [L215]: Tiresias es el más


conocido de los adivinos de la antigüedad,
al hacerse mujer siendo varón sobre todo por su participación en los
cambiándose los miembros uno a uno; 42 episodios del ciclo tebano correspondiente a
la historia de Edipo. Ovidio cuenta en
Metamorfosis (III, 324-31) que habiendo
y después, golpear debía antes separado con su vara a dos serpientes que
copulaban, fue convertido en mujer durante
las unidas serpientes, con la vara, siete años, hasta que volvió a encontrar a la
que sus viriles plumas recobrase. 45 misma pareja de serpientes y las volvió a
separar.

Aronte es quien al vientre se le acerca, 46 Comentario [L216]: Aronte fue un


arúspice etrusco llamado a Roma durante la
que en los montes de Luni, que cultiva guerra civil, y según Lucano (Farsalia, I)
el carrarés que vive allí debajo, 48 predijo la victoria de César.

tuvo entre blancos mármoles la cueva


como mansión; donde al mirar los astros
y el mar, nada la vista le impedía. 51
Y aquella que las tetas se recubre,
que tú no ves, con trenzas desatadas,
y todo el cuerpo cubre con su pelo, 54

fue Manto, que corrió por muchas tierras; 55 Comentario [L217]: Manto fue hija de
Tiresias. Tras la caída de Tebas, para huir
y luego se afincó donde naci, de Creonte, llevó una vida errante hasta
por lo que un poco quiero que me escuches: 57 aposentarse, como leemos, en el lugar sobre
el que más tarde sería fundada Mantua,
llamada así en honor suyo.
Después de que su padre hubiera muerto,
y la ciudad de Baco esclavizada,
ella gran tiempo anduvo por el mundo. 60

En el norte de Italia se halla un lago,


al pie del Alpe que ciñe Alemania
sobre el Tirol, que Benago se llama. 63

Por mil fuentes, y aún más, el Apenino


ente Garda y Camónica se baña,
por el agua estancada en dicho lago. 66

En su medio hay un sitio, en que el trentino 67 Comentario [L218]: Los obispos de


Trento, Verona y Brescia, cuyas sedes
pastor y el de Verona, y el de Brescia, confluían en dicho sitio, sobre cuya exacta
si ese camino hiciese, bendijera. 69 localización no se ponen de acuerdo los
comentaristas.

Se halla Pesquiera, arnés hermoso y fuerte, 70 Comentario [L219]: Peschiera,


fortaleza de Verona contra Bérgamo y
frontera a bergamescos y brescianos, Brescia en la orilla sur del lago de Garda, y
en la ribera que en el sur le cerca. 72 junto a dicha ciudad nace el río Mincio.

En ese sitio se desborda todo


lo que el Benago contener no puede,
y entre verdes praderas se hace un río. 75

Tan pronto como el agua aprisa corre,


no ya Benago, mas Mencio se llama
hasta Governo, donde cae al Po. 78

Tras no mucho correr, encuentra un valle,


en el cual se dilata y empantana;
y en el estio se vuelve insalubre. 81

Pasando por allí la virgen fiera,


vio tierra en la mitad de aquel pantano,
sin cultivo y desnuda de habitantes. 84

Allí, para escapar de los humanos,


con sus siervas quedóse a hacer sus artes,
y vivió, y dejó allí su vano cuerpo. 87

Los hombres luego que vivían cerca,


se acogieron al sitio, que era fuerte,
pues el pantano aquel lo rodeaba. 90

Fundaron la ciudad sobre sus huesos;


y por quien escogió primero el sitio,
Mantua, sin otro augurio, la llamaron. 93 Comentario [L220]: Sin hacer ningún
tipo de rito mágico, como era costumbre en
la remota antigüedad. Según Virgilio
Sus moradores fueron abundantes, (Eneida, X), su ciudad natal fue fundada
por Ocno, hip del río Tiber y de la propia
antes que la torpeza de Casoldi, 95 Manto.
de Pinamonte engaño recibiese. 96 Comentario [L221]: 95-96 Piamonte
dei Bonacolsi arrebató con engaños la
Esto te advierto por si acaso oyeras señoría de Mantua a Alberto da Casoldi y
gobernó la ciudad de 1272 a 1291.
que se fundó de otro modo mi patria,
que a la verdad mentira alguna oculte.» 99

Y yo: «Maestro, tus razonamientos


me son tan ciertos y tan bien los creo,
que apagados carbones son los otros. 102

Mas dime, de la gente que camina,


si ves alguna digna de noticia,
pues sólo en eso mi mente se ocupa.» 105

Entonces dijo: «Aquel que desde el rostro 106 Comentario [L222]: Euripilo fue un
adivino griego en la época en que todos los
la barba ofrece por la espalda oscura, varones partieron a la guerra de Troya, y
fue, cuando Grecia falta de varones 108 junto con Calcante aconsejó el momento
propicio para que partiera la flota
congregada en Aulide. El pasaje al que
tanto, que había apenas en las cunas alude Virgilio es Eneida, II, ll3-53.
augur, y con Calcante dio la orden
de cortar en Aulide las amarras. 111

Se llamaba Euripilo, y así canta


algún pasaje de mi gran tragedia:
tú bien lo sabes pues la sabes toda. 114

Aquel otro en los flancos tan escaso,


Miguel Escoto fue, quien en verdad 116 Comentario [L223]: ll6-ll8 Miguel
Escotto fue astrólogo de Federico II, al
de los mágicos fraudes supo el juego. 117 igual que Guido Bonati. Asdente de Parma
era zapatero y adivino, y ya lo cita Dante
con ironía en Cornvivium, IV-XVI, 6.
Mira a Guido Bonatti, mira a Asdente,
que haber tomado el cuero y el bramante
ahora querría, mas tarde se acuerda; 120

Y a las tristes que el huso abandonaron, 121 Comentario [L224]: Dante alude
genéricamente a las brujas, muy
las agujas y ruecas, por ser magas perseguidas en su tiempo.
y hechiceras con hierbas y figuras. 123

Mas ahora ven, que llega ya al confín


de los dos hemisferios, y a las ondas
bajo Sevilla, Caín con las zarzas, 126 Comentario [L225]: Todavía hay quien
ve en las manchas de la luna la figura de un
hombre cargado con un haz de leña. Hemos
y la luna ayer noche estaba llena: de suponer que nos encontramos a las seis
de la mañana del nueve de abril.
bien lo recordarás, que no fue estorbo
alguna vez en esa selva oscura.» 129
Así me hablaba, y mientras caminábamos.

CANTO XXI

Así de puente en puente, conversando


de lo que mi Comedia no se ocupa,
subimos, y al llegar hasta la cima 3

nos paramos a ver la otra hondonada


de Malasbolsas y otros llantos vanos;
y la vi tenebrosamente oscura. 6

Como en los arsenales de Venecia


bulle pez pegajosa en el invierno
al reparar sus leños averiados, 9

que navegar no pueden; y a la vez


quién hace un nuevo leño, y quién embrea
los costados a aquel que hizo más rutas; 12

quién remacha la popa y quién la proa;


hacen otros los remos y otros cuerdas;
quién repara mesanas y trinquetas; 15

asi, sin fuego, por divinas artes,


bullía abajo una espesa resina,
que la orilla impregnaba en todos lados. 18

La veía, mas no veía en ella


más que burbujas que el hervor alzaba,
todas hincharse y explotarse luego. 21

Mientras allá miraba fijamente,


el poeta, diciendo: «¡Atento, atento!»
a él me atrajo del sitio en que yo estaba. 24

Me volvi entonces como aquel que tarda


en ver aquello de que huir conviene,
y a quien de pronto le acobarda el miedo, 27

y, por mirar, no demora la marcha;


y un diablo negro vi tras de nosotros,
que por la roca corriendo venía. 30
¡Ah, qué fiera tenía su apariencia,
y parecían cuán amenazantes
sus pies ligeros, sus abiertas alas! 33

En su hombro, que era anguloso y soberbio,


cargaba un pecador por ambas ancas,
agarrando los pies por los tendones. 36 Comentario [L226]: En el original
«Malebranche».

«¡Oh Malasgarras --dijo desde el puente-,


os mando a un regidor de Santa Zita! 38 Comentario [L227]: Santa Zita es la
patrona de Lucca, de donde este condenado
Ponedlo abajo, que voy a por otro 39 era magistrado («anziano»).

a esa tierra que tiene un buen surtido:


salvo Bonturo todos son venales; 41 Comentario [L228]: Bonturo Dati, jefe
de la facción popular de Lucca a comienzos
del “ita” allí hacen “no” por el dinero.» 42 del siglo XIV, fue considerado como el
mayor de los estafadores, especialmente
amañando elecciones políticas. Como
Abajo lo tiró, y por el escollo veremos, los demonios nunca hablan en
se volvió, y nunca fue un mastín soltado serio.
persiguiendo a un ladrón con tanta prisa. 45 Comentario [L229]: «Ita» es «sí» en
latín.

Aquél se hundió, y se salía de nuevo;


mas los demonios que albergaba el puente
gritaron: «¡No está aquí la Santa Faz, 48 Comentario [L230]: 48-49 Una antigua
talla de Cristo, supuestamente obra de
Nicodemo, se veneraba en la iglesia de San
y no se nada aquí como en el Serquio! Martín de Lucca, cerca de la cual cruza el
río Serquio.
así que, si no quieres nuestros garfios,
no te aparezcas sobre la resina.» 51

Con más de cien arpones le pinchaban,


dicen: «Cubierto bailar aquí debes,
tal que, si puedes, a escondidas hurtes.» 54

No de otro modo al pinche el cocinero


hace meter la carne en la caldera,
con los tridentes, para que no flote. 57

Y el buen Maestro: «Para que no sepan


que estás agua -me dijo- ve a esconderte
tras una roca que sirva de abrigo; 60

y por ninguna ofensa que me hagan,


debes temer, que bien conozco esto,
y otras veces me he visto en tales líos.» 63

Después pasó del puente a la otra parte;


y cuando ya alcanzó la sexta fosa;
le fue preciso un ánimo templado. 66

Con la ferocidad y con la saña


que los perros atacan al mendigo,
que de pronto se para y limosnea, 69

del puentecillo aquéllos se arrojaron,


y en contra de él volvieron los arpones;
mas él gritó: «¡Que ninguno se atreva! 72

Antes de que me pinchen los tridentes,


que se adelante alguno para oírme,
pensad bien si debéis arponearme.» 75

«¡Que vaya Malacola!» -se gritaron;


y uno salió de entre los otros quietos,
y vino hasta él diciendo: «¿De qué sirve?» 78

«Es que crees, Malacola, que me habrías


visto venir -le dijo mi maestro-
seguro ya de todas vuestras armas, 81

sin el querer divino y diestro hado?


Déjame andar, que en el cielo se quiere
que el camino salvaje enseñe a otros.» 84

Su orgullo entonces fue tan abatido


que el tridente dejó caer al suelo,
y a los otros les dijo: «No tocarlo.» 87

Y el guía a mí: «Oh tú que allí te encuentras


tras las rocas del puente agazapado,
puedes venir conmigo ya seguro.» 90

Por lo que yo avancé hasta él deprisa;


y los diablos se echaron adelante,
tal que temí que el pacto no guardaran; 93

así yo vi temer a los infantes 94 Comentario [L231]: 94-96 En efecto,


Dante estuvo presente en la rendición de los
yéndose, tras rendirse, de Caprona, pisanos de la plaza de Caprona en 1289,
al verse ya entre tantos enemigos. 96 asediada durante ocho días por los güelfos
de Florencia y de Lucca.

Yo me arrimé con toda mi persona


a mi guía, y los ojos no apartaba
de sus caras que no eran nada buenas. 99

Inclinaban los garfios: «¿Que le pinche


-decíanse- queréis, en el trasero?»
Y respondían: «Sí, pínchale fuerte.» 102

Pero el demonio aquel que había hablado


con mi guía, volvióse raudamente,
y dijo: «Para, para, Arrancapelos.» 105

Luego nos dijo: « Más andar por este 106 Comentario [L232]: En el original
«Scarmiglione».
escollo no se puede, pues que yace
todo despedazado el arco sexto; 108

y si queréis seguir más adelante


podéis andar aquí, por esta escarpa:
hay otro escollo cerca, que es la ruta. 111

Ayer, cinco horas más que en esta hora, 112 Comentario [L233]: Se refiere a la
bajada de Cristo a los infiemos, como ya
mil y doscientos y sesenta y seis hemos visto en otros pasajes.
años hizo, que aquí se hundió el camino. 114

Hacia allá mando a alguno de los míos


para ver si se escapa alguno de esos;
id con ellos, que no han de molestaros. 117

¡Adelante Aligacho, Patasfrías, 118 Comentario [L234]: Los nombres


originales de estos demonios que envía
-él comenzó a decir- y tú, Malchucho; Malacola (Malacoda) son: Alichino,
y Barbatiesa guíe la decena. 120 Calcabrina, Cagnazzo, Barbariccia,
Libicocco, Draghignazzo, Ciriatto,
Graffiacana, Farfarello y Rubicante.
Vayan detrás Salido y Ponzoñoso,
jabalí Colmilludo, Arañaperros,
el Tartaja y el loco del Berrugas. 123

Mirad en torno de la pez hirviente;


éstos a salvo lleguen al escollo
que todo entero va sobre la fosa.» 126

«¡Ay maestro, qué es esto que estoy viendo!


-dije- vayamos solos sin escolta,
si sabes ir, pues no la necesito. 129

Si eres tan avisado como sueles,


¿no ves cómo sus dientes les rechinan,
y su entrecejo males amenaza?» 132

Y él me dijo: «No quiero que te asustes;


déjalos que rechinen a su gusto,
pues hacen eso por los condenados.» 135

Dieron la vuelta por la orilla izquierda,


mas primero la lengua se mordieron
hacia su jefe, a manera de seña, 138
y él hizo una trompeta de su culo.

CANTO XXII
Caballeros he visto alzar el campo,
comenzar el combate, o la revista,
y alguna vez huir para salvarse; 3

en vuestra tierra he visto exploradores,


¡Oh aretinos! y he visto las mesnadas, 5 Comentario [L235]: En efecto, Dante
participó en las correrías militares de los
hacer torneos y correr las justas, 6 florentinos por tierras de Arezzo, tras la
batalla de Campaldino en 1289.
ora con trompas, y ora con campanas,
con tambores, y hogueras en castillos,
con cosas propias y también ajenas; 9

mas nunca con tan rara cornamusa,


moverse caballeros ni pendones,
ni nave al ver una estrella o la tierra. 12

Caminábamos con los diez demonios,


¡fiera compaña!, mas en la taberna
con borrachos, con santos en la iglesia. 15 Comentario [L236]: Se trata de un
dicho popular. «In chiesa coi santi e in
taverna coi ghiottoni», que invita a
Mas a la pez volvía la mirada, adaptarse a todo tipo de circunstancias,
como ahora a la compañía de los demonios.
por ver lo que la bolsa contenía
y a la gente que adentro estaba ardiendo. 18

Cual los delfines hacen sus señales 19 Comentario [L237]: Era creencia
vulgar de la época que los delfines avisaban
con el arco del lomo al marinero, a los marineros de la cercanía de una
que le preparan a que el leño salve, 21 borrasca.

por aliviar su pena, de este modo


enseñaban la espalda algunos de ellos,
escondiéndose en menos que hace el rayo. 24

Y como al borde del agua de un charco


hay renacuajos con el morro fuera,
con el tronco y las ancas escondidas, 27

se encontraban así los pecadores;


mas, como se acercaba Barbatiesa,
bajo el hervor volvieron a meterse. 30

Yo vi, y el corazón se me acongoja,


que uno esperaba, así como sucede 32 Comentario [L238]: Ciampolo de
Navarra, de quien apenas sabemos más que
que una rana se queda y otra salta; 33 lo que el mismo Dante relata.

Y Arañaperros, que a su lado estaba,


le agarró por el pelo empegotado
y le sacó cual si fuese una nutria. 36

Ya de todos el nombre conocía,


pues lo aprendí cuando fueron nombrados,
y atento estuve cuando se llamaban. 39

«Ahora, Berrugas, puedes ya clavarle


los garfios en la espalda y desollarlo»
gritaban todos juntos los malditos. 42

Y yo: «Maestro, intenta, si es que puedes,


saber quién es aquel desventurado,
llegado a manos de sus enemigos.» 45

Y junto a él se aproximó mi guía;


preguntó de dónde era, y él repuso:
«Fui nacido en el reino de Navarra. 48

Criado de un señor me hizo mi madre,


que me había engendrado de un bellaco,
destructor de si mismo y de sus cosas. 51

Después fui de la corte de Teobaldo: 52 Comentario [L239]: El rey Teobaldo


de Navarra reinó de 1253 a 1270.
allí me puse a hacer baratertas;
y en este caldo estoy rindiendo cuentas.» 54

Y Colmilludo a cuya boca asoman,


tal jabalí, un colmillo a cada lado,
le hizo sentir cómo uno descosía. 57

Cayó el ratón entre malvados gatos;


mas le agarró en sus brazos Barbatiesa,
y dijo: « Estaros quietos un momento.» 60

Y volviendo la cara a mi maestro


«Pregunta -dijo- aún, si más deseas
de él saber, antes que esos lo destrocen». 63

El guía entonces: «De los otros reos,


di ahora si de algún latino sabes
que esté bajo la pez.» Y él: «Hace poco 66

a uno dejé que fue de allí vecino.


¡Si estuviese con él aún recubierto
no temería tridentes ni garras!» 69

Y el Salido: «Esperamos ya bastante»,


dijo, y cogióle el brazo con el gancho,
tal que se llevó un trozo desgarrado. 72

También quiso agarrarle Ponzoñoso


piernas abajo; mas el decurión
miró a su alrededor con mala cara. 75

Cuando estuvieron algo más calmados,


a aquel que aún contemplaba sus heridas
le preguntó mi guía sin tardanza: 78

«¿Y quién es ése a quien enhoramala


dejaste, has dicho, por salir a flote?»
Y aquél repuso: «Fue el fraile Gomita, 81 Comentario [L240]: Fray Gomita de
Cerdeña, vicario de Ugolino Visconti, fue
juez de la ciudad sarda de Gallura de 1275 a
el de Gallura, vaso de mil fraudes; 1296, donde se dejó corromper por los
enemigos pisanos del Visconti, a los que
que apresó a los rivales de su amo, había puesto en prisión.
consiguiendo que todos lo alabasen. 84

Cogió el dinero, y soltóles de plano,


como dice; y fue en otros menesteres,
no chico, mas eximio baratero. 87

Trata con él maese Miguel Zanque 88 Comentario [L241]: Miguel Zanque,


también sardo, casó con una hija de Branca
de Logodoro; y hablan Cerdeña Doria, el cual le mató a traición (Infierno,
sin que sus lenguas nunca se fatiguen. 90 XXXIII, 137).

¡Ay de mí! ved que aquél rechina el diente:


más te diría pero tengo miedo
que a rascarme la tiña se aparezcan.» 93

Y vuelto hacia el Tartaja el gran preboste,


cuyos ojos herirle amenazaban,
dijo: « Hazte a un lado, pájaro malvado.» 96

«Si queréis conocerles o escucharles


-volvió a empezar el preso temeroso-
haré venir toscanos o lombardos; 99

pero quietos estén los Malasgarras


para que éstos no teman su venganza,
y yo, siguiendo en este mismo sitio, 102

por uno que soy yo, haré venir siete


cuando les silbe, como acostumbramos
hacer cuando del fondo sale alguno.» 105 Comentario [L242]: Cuando algún
condenado sale a la superficie y ve que no
hay demonios cerca avisa a los otros para
Malchucho en ese instante alzó el hocico, que salgan.
moviendo la cabeza, y dijo: «Ved
qué malicia pensó para escaparse.» 108

Mas él, que muchos trucos conocía


respondió: «¿Malicioso soy acaso,
cuando busco a los míos más tristeza?» 111
No se aguantó Aligacho, y, al contrario
de los otros, le dijo: «Si te tiras,
yo no iré tras de ti con buen galope, 114

mas batiré sobre la pez las alas;


deja la orilla y corre tras la roca;
ya veremos si tú nos aventajas.» 117

Oh tú que lees, oirás un nuevo juego:


todos al otro lado se volvieron,
y el primero aquel que era más contrario. 120

Aprovechó su tiempo el de Navarra;


fijó la planta en tierra, y en un punto
dio un salto y se escapó de su preboste. 123

Y por esto, culpables se sintieron,


más aquel que fue causa del desastre,
que se marchó gritando: «Ya te tengo.» 126

Mas de poco valió, pues que al miedoso


no alcanzaron las alas: se hundió éste,
y aquél alzó volando arriba el pecho. 129

No de otro modo el ánade de golpe,


cuando el halcón se acerca, se sumerge,
y éste, roto y cansado, se remonta. 132

Airado Patasfrías por la broma,


volando atrás, lo cogió, deseando
que aquél huyese para armar camorra; 135

y al desaparecer el baratero,
volvió las garras a su camarada,
tal que con él se enzarzó sobre el foso. 138

Fue el otro gavilán bien amaestrado,


sujetándole bien, y ambos cayeron
en la mitad de aquel pantano hirviente. 141

Los separó el calor a toda prisa,


pero era muy difícil remontarse,
pues tenían las alas pegajosas. 144

Barbatiesa, enfadado cual los otros,


a cuatro hizo volar a la otra parte,
todos con grafios y muy prestamente. 147
Por un lado y por otro descendieron:
echaron garfios a los atrapados,
que cocidos estaban en la costra, 150
y asi enredados los abandonamos.

CANTO XXIII

Callados, solos y sin compañía


caminábamos uno tras del otro,
lo mismo que los frailes franciscanos. 3

Vuelto había a la fábula de Esopo 4 Comentario [L243]: Dante parece


aludir a una fábula que puede resumirse de
mi pensamiento la presente riña, este modo: una rana quería ahogar a un
donde él habló del ratón y la rana, 6 ratón fingiendo ayudarle a pasar un río; en
el momento en que está tirando del roedor
aparece un halcón que se lo lleva por los
porque igual que «enseguida» y «al instante», aires, y a la rana con él, pues se encuentra
agarrada a éste.
se parecen las dos si se compara
el principio y el fin atentamente. 9

Y, cual de un pensamiento el otro sale,


así nació de aquel otro después,
que mi primer espanto redoblaba. 12

Yo así pensaba: «Si estos por nosotros


quedan burlados con daño y con befa,
supongo que estarán muy resentidos. 15

Si sobre el mal la ira se acrecienta,


ellos vendrán detrás con más crueldad
que el can lleva una liebre con los dientes.» 18

Ya sentía erizados los cabellos


por el miedo y atrás atento estaba
cuando dije: «Maestro, si escondite 21

no encuentras enseguida, me amedrentan


los Malasgarras: vienen tras nosotros:
tanto los imagino que los siento.» 24

Y él: «Si yo fuese de azogado vidrio,


tu imagen exterior no copiaría
tan pronto en mí, cual la de dentro veo; 27

tras mi pensar el tuyo ahora venía,


con igual acto y con la misma cara,
que un único consejo hago de entrambos. 30

Si hacia el lado derecho hay una cuesta,


para poder bajar a la otra bolsa,
huiremos de la caza imaginada.» 33

Este consejo apenas proferido,


los vi venir con las alas extendidas,
no muy de lejos, para capturarnos. 36

De súbito mi guía me cogió


cual la madre que al ruido se despierta
y ve cerca de sí la llama ardiente, 39

que coge al hijo y huye y no se para,


teniendo, más que de ella, de él cuidado,
aunque tan sólo vista una camisa. 42

Y desde lo alto de la dura margen,


de espaldas resbaló por la pendiente,
que cierra la otra bolsa por un lado. 45

No corre por la aceña agua tan rauda,


para mover la rueda del molino,
cuando más a los palos se aproxima, 48

cual mi maestro por aquel barranco,


sosteniéndome encima de su pecho,
como a su hijo, y no cual compañero. 51

Y llegaron sus pies al lecho apenas


del fondo, cuando aquéllos a la cima
sobre nosotros; pero no temíamos, 54

pues la alta providencia que los quiere


hacer ministros de la quinta fosa,
poder salir de allí no les permite. 57

Allí encontramos a gente pintada 58 Comentario [L244]: Pintada por sus


ropas, pues los hipócritas tienen una
que alrededor marchaba a lentos pasos, apariencia por fuera y otra por dentro, como
llorando fatigados y abatidos. 60 veremos por su castigo. La etimologia
griega de Hipócrita es «Bajo el oro»
(Ypocrisis).
Tenían capas con capuchas bajas
hasta los ojos, hechas del tamaño
que se hacen en Cluní para los monjes: 63 Comentario [L245]: ¿Hay una velada
alusión a la hipocresía de los cluniacenses?

por fuera son de oro y deslumbrantes,


mas por dentro de plomo, y tan pesadas
que Federico de paja las puso. 66 Comentario [L246]: Los comentaristas
apuntan que Federico II usaba unas capas
de plomo con las que recubría a los
¡Oh eternamente fatigoso manto! traidores de lesa majestad y luego les
sometía al fuego, pero ningún dato nos dan
Nosotros aún seguimos por la izquierda los documentos ni los cronistas de la época.
a su lado, escuchando el triste lloro; 69
mas cansados aquéllos por el peso,
venían tan despacio, que con nuevos
compañeros a cada paso estábamos. 72

Por lo que dije al guía: «Ve si encuentras


a quien de nombre o de hechos se conozca,
y los ojos, andando, mueve entorno.» 75

Uno entonces que oyó mi hablar toscano,


de detrás nos gritó: « Parad los pasos,
los que corréis por entre el aire oscuro. 78

Tal vez tendrás de mí lo que buscabas.»


Y el guía se volvió y me dijo: «Espera,
y luego anda conforme con sus pasos.» 81

Me detuve, y vi a dos que una gran ansia


mostraban, en el rostro, de ir conmigo,
mas la carga pesaba y el sendero. 84

Cuando estuvieron cerca, torvamente,


me remiraron sin decir palabra;
luego a sí se volvieron y decían: 87

«Ése parece vivo en la garganta;


y, si están muertos ¿por qué privilegio
van descubiertos de la gran estola?» 90

Dijéronme: «Oh Toscano, que al colegio


de los tristes hipócritas viniste,
dinos quién eres sin tener reparo.» 93

«He nacido y crecido -les repuse-


en la gran villa sobre el Arno bello, 95 Comentario [L247]: En Florencia.
y con el cuerpo estoy que siempre tuve. 96
Comentario [L248]: 103-108 Los
Frailes Gozosos o Caballeros de la Gozosa
¿Quién sois vosotros, que tanto os destila Virgen María, fue una Orden militar y
el dolor, que así veo por el rostro, religiosa fundada en 1261, constituida para
evitar las disensiones civiles en la Italia de
y cuál es vuestra pena que reluce?» 99 la época. A esta Orden pertenecieron los
boloñeses Catalano dei Catalani, güelfo, y
Loderingo degli Andalo, gibelino, que tras
«Estas doradas capas -uno dijo- ejercer muchos cargos públicos en diversas
son de plomo, tan gruesas, que los pesos ciudades, fueron llamados a ocupar juntos
el cargo de podestá en Florencia en 1266
hacen así chirriar a sus balanzas. 102 con la misión de pacificar las discordias
entre los bandos. Al poco tiempo la facción
güelfa se levantó contra los gibelinos,
Frailes gozosos fuimos, boloñeses; 103 destruyendo las casas de los Uberti en el
yo Catalano y éste Loderingo barrio del Gardingo. Luego ambos
abandonaron la ciudad en medio de las
llamados, y elegidos en tu tierra, 105 sospechas, no comprobadas, pero que Dante
confirma, de haber favorecido secretamente
a los güelfos.
como suele nombrarse a un imparcial
por conservar la paz; y fuimos tales
que en torno del Gardingo aún puede verse.» 108

Yo comencé: «Oh hermanos, vuestros males »


No dije más, porque vi por el suelo
a uno crucificado con tres palos. 111

Al verme, por entero se agitaba,


soplándose en la barba con suspiros;
y el fraile Catalán que lo advirtió, 114

me dijo: «El condenado que tú miras, 115 Comentario [L249]: ll5-ll7 Caifás,
sumo sacerdote de los judíos, aconsejó en el
dijo a los fariseos que era justo Sanedrín la crucifixión de Cristo con estas
ajusticiar a un hombre por el pueblo. 117 palabras.

Desnudo está y clavado en el camino


como ves, y que sienta es necesario
el peso del que pasa por encima; 120

y en tal modo se encuentra aquí su suegro 121 Comentario [L250]: 121-123 Anás y
todos los que participaron en aquella
en este foso, y los de aquel concilio reunión del Sanedrín.
que a los judíos fue mala semilla.» 123

Vi que Virgilio entonces se asombraba 124 Comentario [L251]: Tal vez porque en
su anterior bajada no se encontraba allí, o
por quien se hallaba allí crucificado, simplemente por la naturaleza del castigo.
en el eterno exilio tan vilmente. 126

Después dirigió al fraile estas palabras:


«No os desagrade, si podéis, decirnos
si existe alguna trocha a la derecha, 129

por la cual ambos dos salir podamos,


sin obligar a los ángeles negros,
a que nos saquen de este triste foso.» 132

Repuso entonces: «Antes que lo esperes,


hay un peñasco, que de la gran roca
sale, y que cruza los terribles valles, 135

salvo aquí que está roto y no lo salva.


Subir podréis arriba por la ruina
que yace al lado y el fondo recubre.» 138

El guía inclinó un poco la cabeza:


dijo después: « Contaba mal el caso
quien a los pecadores allí ensarta.» 141 Comentario [L252]: Malacola le había
asegurado que encontrarían un paso, cuando
en realidad se encuentra roto, y tienen que
Y el fraile: « Ya en Bolonia oí contar subir trepando.
muchos vicios del diablo, y entre otros
que es mentiroso y padre del embuste.» 144

Rápidamente el guía se marchó,


con el rostro turbado por la ira;
y yo me separé de los cargados, 147
detrás siguiendo las queridas plantas.

CANTO XXIV

En ese tiempo en el que el año es joven 1 Comentario [L253]: 1-3 Entre el 21 de


enero y el 21 de febrero el sol entra en la
y el sol sus crines bajo Acuario templa, constelación de Acuario y los días
y las noches se igualan con los días, 3 comienzan a alargarse.

cuando la escarcha en tierra se asemeja


a aquella imagen de su blanca hermana,
mas poco dura el temple de su pluma; 6 Comentario [L254]: Se refiere a la
pluma con que escribe el copista, pues la
escarcha copia la nieve, pero por poco
el campesino falto de forraje, tiempo, pues pronto se derrite.
se levanta y contempla la campiña
toda blanca, y el muslo se golpea, 9

vuelve a casa, y aquí y allá se duele,


tal mezquino que no sabe qué hacerse;
sale de nuevo, y cobra la esperanza, 12

viendo que al monte ya le cambió el rostro


en pocas horas, toma su cayado,
y a pacer fuera saca las ovejas. 15

De igual manera me asustó el maestro


cuando vi que su frente se turbaba,
mas pronto al mal siguió la medicina; 18

pues, al llegar al derruido puente,


el guía se volvió a mí con el rostro
dulce que vi al principio al pie del monte; 21

abrió los brazos, tras de haber tomado


una resolución, mirando antes
la ruina bien, y se acercó a empinarme. 24

Y como el que trabaja y que calcula,


que parece que todo lo prevea,
igual, encaramándome a la cima 27

de un peñasco, otra roca examinaba,


diciendo: «Agárrate luego de aquélla;
pero antes ve si puede sostenerte.» 30
No era un camino para alguien con capa,
pues apenas, él leve, yo sujeto,
podíamos subir de piedra en piedra. 33

Y si no fuese que en aquel recinto


más corto era el camino que en los otros,
no sé de él, pero yo vencido fuera. 36

Mas como hacia la boca Malasbolsas


del pozo más profundo toda pende,
la situación de cada valle hace 39

que se eleve un costado y otro baje;


y así llegamos a la punta extrema,
donde la última piedra se destaca. 42

Tan ordeñado del pulmón estaba


mi aliento en la subida, que sin fuerzas
busqué un asiento en cuanto que llegamos. 45

«Ahora es preciso que te despereces


-dijo el maestro-, pues que andando en plumas
no se consigue fama, ni entre colchas; 48

el que la vida sin ella malgasta


tal vestigio en la tierra de sí deja,
cual humo en aire o en agua la espuma. 51

Así que arriba: vence la pereza


con ánimo que vence cualquier lucha,
si con el cuerpo grave no lo impide. 54

Hay que subir una escala aún más larga; 55 Comentario [L255]: El monte del
Purgatorio.
haber huido de éstos no es bastante:
si me entiendes, procura que te sirva.» 57

Alcé entonces, mostrándome provisto


de un ánimo mayor del que tenía,
« Vamos -dije-. Estoy fuerte y animoso.» 60

Por el derrumbe empezamos a andar,


que era escarpado y rocoso y estrecho,
y mucho más pendiente que el de antes. 63

Hablando andaba para hacerme el fuerte;


cuando una voz salió del otro foso,
que incomprensibles voces profería. 66
No le entendí, por más que sobre el lomo
ya estuviese del arco que cruzaba:
mas el que hablaba parecía airado. 69 Comentario [L256]: No es muy seguro
que sea este el Vanni Fucci que pronto
conoceremos.
Miraba al fondo, mas mis ojos vivos,
por lo oscuro, hasta el fondo no llegaban,
por lo que yo: «Maestro alcanza el otro 72

recinto, y descendamos por el muro;


pues, como escucho a alguno que no entiendo,
miro así al fondo y nada reconozco. 75

«Otra respuesta -dijo- no he de darte


más que hacerlo; pues que demanda justa
se ha de cumplir con obras, y callando.» 78

Desde lo alto del puente descendimos


donde se cruza con la octava orilla,
luego me fue la bolsa manifiesta; 81

y yo vi dentro terrible maleza


de serpientes, de especies tan distintas,
que la sangre aún me hiela el recordarlo. 84

Más no se ufane Libia con su arena; 85 Comentario [L257]: Todo este pasaje
está tomado de Lucano, Farsalia, IX.
que si quelidras, yáculos y faras
produce, y cancros con anfisibenas, 87

ni tantas pestilencias, ni tan malas,


mostró jamás con la Etiopía entera,
ni con aquel que está sobre el mar Rojo. 90 Comentario [L258]: El desierto de
Arabia.

Entre el montón tristísimo corrían


gentes desnudas y aterrorizadas,
sin refugio esperar o heliotropía: 93 Comentario [L259]: Hierba y piedra
preciosa que según los antiguos tenía el
poder de curar las picaduras de serpientes, y
esposados con sierpes a la espalda; de hacer invisible.
les hincaban la cola y la cabeza
en los riñones, encima montadas. 96

De pronto a uno que se hallaba cerca,


se lanzó una serpiente y le mordió
donde el cuello se anuda con los hombros. 99

Ni la O tan pronto, ni la I, se escribe,


cual se encendió y ardió, y todo en cenizas
se convirtió cayendo todo entero; 102 Comentario [L260]: Ver nota a
Infierno, XXV,

y luego estando así deshecho en tierra


amontonóse el polvo por si solo,
y en aquel mismo se tornó de súbito. 105

Así los grandes sabios aseguran


que muere el Fénix y después renace, 107 Comentario [L261]: El mito del Ave
Fénix aquí aludido es uno de los más
cuando a los cinco siglos ya se acerca: 108 conocidos y divulgados de la antigua
mitología a través de la Edad Media. Sirvió
también de alegoría de la Resurrección.
no pace en vida cebada ni hierba,
sólo de incienso lágrimas y amomo,
y nardo y mirra son su último nido. 111

Y como aquel que cae sin saber cómo,


porque fuerza diabólica lo tira,
o de otra opilación que liga el ánimo, 114 Comentario [L262]: Epilepsia.

que levantado mira alrededor,


muy conturbado por la gran angustia
que le ha ocurrido, y suspira al mirar: 117

igual el pecador al levantarse.


¡Oh divina potencia, cuán severa,
que tales golpes das en tu venganza! 120

El guía preguntó luego quién era:


y él respondió: «Lloví de la Toscana,
no ha mucho tiempo, en este fiero abismo. 123

Vida de bestia me plació, no de hombre,


como al mulo que fui: soy Vanni Fucci 125 Comentario [L263]: Vanni Fucci fue
hijo bastardo del pistoiés Fucci dei Lauari y
bestia, y Pistoya me fue buena cuadra.» 126 fue, en efecto, un hombre violento, que
perteneció al bando de los güelfos negros, y
cometió un robo sacrílego en la sacristía de
Y yo a mi guía: «Dile que no huya, la catedral de Pistoia, siendo castigada por
y pregunta qué culpa aquí le arroja; ello gente inocente. Las últimas noticias
que de él tenemos son de 1295, en que
que hombre le vi de maldad y de sangre.» 129 combatió duramente a los blancos de
Pistoia.
Y el pecador, que oyó, no se escondía,
mas volvió contra mí el ánimo y rostro,
y de triste vergüenza enrojeció; 132

y dijo: «Más me duele que me halles


en la miseria en la que me estás viendo,
que cuando fui arrancado en la otra vida. 135

Yo no puedo ocultar lo que preguntas:


aquí estoy porque fui en la sacristía
ladrón de los hermosos ornamentos, 138

y acusaron a otro hombre falsamente;


mas porque no disfrutes al mirarme,
si del lugar oscuro tal vez sales, 141

abre el oído y este anuncio escucha:


Pistoya de los negros enflaquece: 143 Comentario [L264]: 143-150 En 1301
los negros de Pistoia fueron expulsados de
luego en Florencia cambian gente y modos. 144 la ciudad, con la ayuda de los Cerchi de
Florencia; y en 1302 los blancos lo fueron
de Florencia (Dante entre ellos, como ya
De Val de Magra Marte manda un rayo sabemos). Marte, como vimos en Infierno,
rodeado de turbios nubarrones; XIII, 144, fue el primer patrón de Florencia,
a la que no deja de combatir, ahora en la
y en agria tempestad impetuosa, 147 persona de Moroello Malaspina, jefe de los
luqueses aliados de los negros.
sobre el campo Piceno habrá un combate; 148 Comentario [L265]: Antiguo nombre
y de repente rasgará la niebla, de Pistoia.

de modo que herirá a todos los blancos. 150


¡Esto te digo para hacerte daño!»

CANTO XXV

El ladrón al final de sus palabras,


alzó las manos con un par de higas, 2 Comentario [L266]: Es un conocido
signo de burla, que consiste en poner el
gritando: «Toma, Dios, te las dedico.» 3 dedo pulgar entre el índice y el corazón,
dirigiendo así la mano hacia el escarnecido.
Desde entonces me agradan las serpientes,
pues una le envolvió entonces el cuello,
cual si dijese: «No quiero que sigas»; 6

y otra a los brazos, y le sujetó


ciñéndose a sí misma por delante.
que no pudo con ella ni moverse. 9

¡Ah Pistoya, Pistoya, por qué niegas 10 Comentario [L267]: 10-12 Se pensaba
que Pistoia había sido fundada por los
incinerarte, así que más no dures, supervivientes de la rebelión de Catilina,
pues superas en mal a tus mayores! 12 por lo cual sus descendientes se
caracterizaban por su carácter cruel y
pendenciero. Así lo pensaban al menos los
En todas las regiones del infierno florentinos, sus vecinos.
no vi a Dios tan soberbio algún espíritu,
ni el que cayó de la muralla en Tebas. 15 Comentario [L268]: Capaneo
(Infierno, XIV).

Aquel huyó sin decir más palabra;


y vi venir a un centauro rabioso,
llamando: «¿Dónde, dónde está el soberbio?» 18

No creo que Maremma tantas tenga,


cuantas bichas tenía por la grupa,
hasta donde comienzan nuestras formas. 21

Encima de los hombros, tras la nuca,


con las alas abiertas, un dragón
tenía; y éste quema cuanto toca. 24
Mi maestro me dijo: « Aquel es Caco, 25 Comentario [L269]: Caco era hijo de
Vulcano, y es Virgilio quien le da
que, bajo el muro del monte Aventino, naturaleza de medio hombre y medio
hizo un lago de sangre muchas veces. 27 animal (Eneida, VIII, 193-305) que Dante
transforma en centauro, separado de los
otros debido a sus hurtos. En efecto, Caco
No va con sus hermanos por la senda, robó fraudulentamente un rebaño a
Hércules, cambiando las herraduras a las
por el hurto que fraudulento hizo reses, para que pareciese que caminaban en
del rebaño que fue de su vecino; 30 dirección contraria. Hércules le dio la
muerte, en venganza. Como sabernos, su
nombre ha quedado en castellano para
hasta acabar sus obras tan inicuas denominar a los ladrones.
bajo la herculea maza, que tal vez
ciento le dio, mas no sintió el deceno.» 33

Mientras que así me hablaba, se marchó,


y a nuestros pies llegaron tres espíritus, 35 Comentario [L270]: Cinco son los
ladrones florentinos que nos va a presentar
sin que ni yo ni el guía lo advirtiésemos, 36 Dante en esta bolsa infernal: primeramente
Agnello dei Brunelleschi, Buoso dei
Donati, Pucio dei Caligai; después, en
hasta que nos gritaron: «¿Quiénes sois?»: figura de serpiente, Cianfa dei Donati, que
por lo cual dimos fin a nuestra charla, se abalanza contra Agnello; y Francesco dei
Cavalcanti, que se trasmuta con Buoso. Los
y entonces nos volvimos hacia ellos. 39 cinco vivieron a finales del slglo XIII.

Yo no les conocí, pero ocurrió,


como suele ocurrir en ocasiones,
que tuvo el uno que llamar al otro, 42

diciendo: «Cianfa, ¿dónde te has metido?»


Y yo, para que el guía se fijase,
del mentón puse el dedo a la nariz. 45

Si ahora fueras, lector, lento en creerte


lo que diré, no será nada raro,
pues yo lo vi, y apenas me lo creo. 48

A ellos tenía alzada la mirada,


y una serpiente con seis pies a uno,
se le tira, y entera se le enrosca. 51

Los pies de en medio cogiéronle el vientre,


los de delante prendieron sus brazos,
y después le mordió las dos mejillas. 54

Los delanteros lanzóle a los muslos


y le metió la cola entre los dos,
y la trabó detrás de los riñones. 57

Hiedra tan arraigada no fue nunca


a un árbol, como aquella horrible fiera
por otros miembros enroscó los suyos. 60

Se juntan luego, tal si cera ardiente


fueran, y mezclan así sus colores,
no parecían ya lo que antes eran, 63

como se extiende a causa del ardor,


por el papel, ese color oscuro,
que aún no es negro y ya deja de ser blanco. 66

Los otros dos miraban, cada cual


gritando: «¡Agnel, ay, cómo estás cambiando!
¡mira que ya no sois ni dos ni uno! 69

Las dos cabezas eran ya una sola,


y mezcladas se vieron dos figuras
en una cara, donde se perdían. 72

Cuatro miembros hiciéronse dos brazos;


los muslos con las piernas, vientre y tronco
en miembros nunca vistos se tornaron. 75

Ya no existian las antiguas formas:


dos y ninguna la perversa imagen
parecía; y se fue con paso lento. 78

Como el lagarto bajo el gran azote


de la canícula, al cambiar de seto,
parece un rayo si cruza el camino; 81

tal parecía, yendo a las barrigas


de los restantes, una sierpe airada,
tal grano de pimienta negra y livida; 84

y en aquel sitio que primero toma


nuestro alimento, a uno le golpea;
luego al suelo cayó a sus pies tendida. 87

El herido miró, mas nada dijo;


antes, con los pies quietos, bostezaba,
como si fiebre o sueño le asaltase. 90

Él a la sierpe, y ella a él miraba;


él por la llaga, la otra por la boca
humeaban, el humo confundiendo. 93
Comentario [L271]: Las muertes de
Calle Lucano ahora donde habla estos dos soldados del ejército de Catón,
mordidos por serpientes en la campaña de
del mísero Sabello y de Nasidio, 95 Libia, la cuenta Lucano en Farsalia, IX,
y espere a oír aquello que describo. 96 761-88: uno cayó convertido en cenizas; el
otro se hinchó hasta hacer estallar la coraza.
Comentario [L272]: Ovidio cuenta la
Calle Ovidio de Cadmo y de Aretusa; 97 tranformación de Cadmo en serpiente en
que si aquél en serpiente, en fuente a ésta Metamorfosis, IV, 563 y ss., y la de Aretusa
en fuente en Metamorfosis, V, 572-671.
convirtió, poetizando, no le envidio; 99

que frente a frente dos naturalezas


no trasmutó, de modo que ambas formas
a cambiar dispusieran sus materias. 102

Se respondieron juntos de tal modo,


que en dos partió su cola la serpiente,
y el herido juntaba las dos hormas. 105

Las piernas con los muslos a sí mismos


tal se unieron, que a poco la juntura
de ninguna manera se veía. 108

Tomó la cola hendida la figura


que perdía aquel otro, y su pellejo
se hacía blando y el de aquélla, duro. 111

Vi los brazos entrar por las axilas,


y los pies de la fiera, que eran cortos,
tanto alargar como acortarse aquéllos. 114

Luego los pies de atrás, torcidos juntos, 115 Comentario [L273]: Francesco dei
Cavalcanti fue muerto por gente de Gaville,
el miembro hicieron que se oculta el hombre, y cruelm vengada su muerte en sus
y el misero del suyo hizo dos patas. 117 habitantes.

Mientras el humo al uno y otro empaña


de color nuevo, y pelo hace crecer
por una parte y por la otra depila, 120

cayó el uno y el otro levantóse,


sin desviarse la mirada impía,
bajo la cual cambiaban sus hocicos. 123

El que era en pie lo trajo hacia las sienes,


y de mucha materia que allí había,
salió la oreja del carrillo liso; 126

lo que no fue detrás y se retuvo


de aquel sobrante, a la nariz dio forma,
y engrosó los dos labios, cual conviene. 129

El que yacía, el morro adelantaba,


y escondió en la cabeza las orejas,
como del caracol hacen los cuernos. 132

Y la lengua, que estaba unida y presta


para hablar antes, se partió; y la otra
partida, se cerró; y cesó ya el humo. 135
El alma que era en fiera convertida,
se echó a correr silbando por el valle,
y la otra, en pos de ella, hablando escupe. 138

Luego volvióle las espaldas nuevas,


y dijo al otro: «Quiero que ande Buso
como hice yo, reptando, su camino.» 141

Así yo vi la séptima zahúrda


mutar y trasmutar; y aquí me excuse
la novedad, si oscura fue la pluma. 144

Y sucedió que, aunque mi vista fuese


algo confusa, y encogido el ánimo,
no pudieron huir, tan a escondidas 147

que no les viese bien, Puccio Sciancato


-de los tres compañeros era el único
que no cambió de aquellos que vinieron- 150
era el otro a quien tú, Gaville, lloras,

CANTO XXVI

¡Goza, Florencia, ya que eres tan grande,


que por mar y por tierra bate alas,
y en el infierno se expande tu nombre! 3

Cinco nobles hallé entre los ladrones


de tus vecinos, de donde me vino
vergüenza, y para ti no mucha honra. 6

Mas si el soñar al alba es verdadero, 7 Comentario [L274]: Creencia común


de los antiguos.
conocerás, de aquí a no mucho tiempo,
lo que Prato, no ya otras, te aborrece. 9 Comentario [L275]: Prato, pequeña
ciudad cercana a Florencia, no se contaba
entre los peores enemigos de la ciudad del
No fuera prematuro, si ya fuese: Amo, y sin embargo también, como ellos,
desearía su ruina.
¡Ojalá fuera ya, lo que ser debe!
que más me pesará, cuanto envejezco. 12

Nos marchamos de allí, y por los peldaños


que en la bajada nos sirvieron antes,
subió mi guía y tiraba de mí. 15

Y siguiendo el camino solitario,


por los picos y rocas del escollo,
sin las manos, el pie no se valía. 18

Entonces me dolió, y me duele ahora,


cuando, el recuerdo a lo que vi dirijo,
y el ingenio refreno más que nunca, 21

porque sin guía de virtud no corra;


tal que, si buena estrella, o mejor cosa,
me ha dado el bien, yo mismo no lo enturbie. 24

Cuantas el campesino que descansa


en la colina, cuando aquel que alumbra
el mundo, oculto menos tiene el rostro, 27

cuando a las moscas siguen los mosquitos,


luciérnagas contempla allá en el valle,
en el lugar tal vez que ara y vendimia; 30

toda resplandecía en llamaradas


la bolsa octava, tal como advirtiera
desde el sitio en que el fondo se veía. 33

Y como aquel que se vengó con osos, 34 Comentario [L276]: 34-36 El profeta
Eliseo, que se vengó, haciendo que los
vio de Elías el carro al remontarse, devoraran unos osos salvajes, de unos
y erguidos los caballos a los cielos, 36 muchachos que se burlaban de él
llamándole calvo (2 Reyes, II, 23-24), vio a
su maestro, el profeta Elías, ascender al
que con los ojos seguir no podia, cielo arrebatado por un carro de fuego (2
Reyes, II, ll-12).
ni alguna cosa ver salvo la llama,
como una nubecilla que subiese; 39

tal se mueven aquéllas por la boca


del foso, mas ninguna enseña el hurto,
y encierra un pecador cada centella. 42

Yo estaba tan absorto sobre el puente,


que si una roca no hubiese agarrado,
sin empujarme hubiérame caído. 45

Y viéndome mi guía tan atento


dijo: « Dentro del fuego están las almas,
todas se ocultan en donde se queman.» 48
Comentario [L277]: Según cuenta
Estacio en su Tebaida, al ser quemados en
«Maestro -le repuse-, al escucharte una pira los cuerpos de Eteocles y Polinice,
los dos hermanos rivales, las llamas, se
estoy más cierto, pero ya he notado separaron en dos, demostrando así su odio,
que así fuese, y decírtelo quería: 51 aun en la muerte.
Comentario [L278]: Ulises y
Diomedes llevaron a cabo muchas empresas
¿quién viene en aquel fuego dividido, juntos; Dante aquí nos recuerda la astucia
que parece surgido de la pira del caballo de madera; el haber inducido a
Aquiles a que dejara a su mujer Daidamia
donde Eteocles fue puesto con su hermano?» 54 en Seiro y les acompañase a la guerra
troyana, por lo cual la muchacha se dio la
muerte; y el robo del Paladión, estatua de
Me respondió: «Allí dentro se tortura Palas Atenea que veneraban los troyanos, y
a Ulises y a Diomedes, y así juntos 56 cuya pérdida ocasionaría, como así ocurrió,
la caída de la ciudad.
en la venganza van como en la ira; 57

y dentro de su llama se lamenta


del caballo el ardid, que abrió la puerta
que fue gentil semilla a los romanos. 60

Se llora la traición por la que, muerta,


aún Daidamia se duele por Aquiles,
y por el Paladión se halla el castigo.» 63

«Si pueden dentro de aquellas antorchas


hablar -le dije- pídote, maestro,
y te suplico, y valga mil mi súplica, 66

que no me impidas que aguardar yo pueda


a que la llama cornuda aquí llegue;
mira cómo a ellos lleva mi deseo.» 69

Y él me repuso: «Es digno lo que pides


de mucha loa, y yo te lo concedo;
pero procura reprimir tu lengua. 72

Déjame hablar a mí, pues que comprendo


lo que quieres; ya que serán esquivos
por ser griegos, tal vez, a tus palabras.» 75

Cuando la llama hubo llegado a donde


lugar y tiempo pareció a mi guía,
yo le escuché decir de esta manera: 78

«¡Oh vosotros que sois dos en un fuego,


si os merecí, mientras que estaba vivo,
si os merecí, bien fuera poco o mucho, 81

cuando altos versos escribí en el mundo,


no os alejéis; mas que alguno me diga
dónde, por él perdido, halló la muerte.» 84

El mayor cuerno de la antigua llama


empezó a retorcerse murmurando,
tal como aquella que el viento fatiga; 87

luego la punta aquí y acá moviendo,


cual si fuese una lengua la que hablara, Comentario [L279]: Se trata de uno de
los pasajes más bellos de la Cantiga. Dante
fuera sacó la voz, y dijo: «Cuando 90 cuenta, de una manera bastante original, el
fin del héroe homérico, por boca de éste.
me separé de Circe, que sustrajó- Comentario [L280]: La maga Circe
residía en el monte Cirgello, cerca de la
me más de un año allí junto a Gaeta, ciudad napolitana de Gaeta, así llamada,
antes de que así Eneas la llamase, 93 según Virgilio, en memoria de la nodriza de
Eneas (Eneida, VII).
ni la filial dulzura, ni el cariño
del viejo padre, ni el amor debido,
que debiera alegrar a Penélope, 96

vencer pudieron el ardor interno


que tuve yo de conocer el mundo,
y el vicio y la virtud de los humanos; 99

mas me arrojé al profundo mar abierto, 100 Comentario [L281]: El Mediterráneo,


más amplio que el mar Jónico.
con un leño tan sólo, y la pequeña
tripulación que nunca me dejaba. 102

Un litoral y el otro vi hasta España,


y Marruecos, y la isla de los sardos,
y las otras que aquel mar baña en torno. 105

Viejos y tardos ya nos encontrábamos,


al arribar a aquella boca estrecha
donde Hércules plantara sus columnas, 108

para que el hombre más allá no fuera:


a mano diestra ya dejé Sevilla,
y la otra mano se quedaba Ceuta.» 111

«Oh hermanos -dije-, que tras de cien mil


peligros a occidente habéis llegado,
ahora que ya es tan breve la vigilia 114

de los pocos sentidos que aún nos quedan,


negaros no queráis a la experiencia,
siguiendo al sol, del mundo inhabitado. 117

Considerar cuál es vuestra progenie:


hechos no estáis a vivir como brutos,
mas para conseguir virtud y ciencia.» 120

A mis hombres les hice tan ansiosos


del camino con esta breve arenga,
que no hubiera podido detenerlos; 123

y vuelta nuestra proa a la mañana, 124 Comentario [L282]: 124-141 Ulises se


atreve a sobrepasar la barrera del estrecho
alas locas hicimos de los remos, de Gibraltar, el límite permitido por el
inclinándose siempre hacia la izquierda. 126 propio Hércules, cuando levantó las
columnas con la divisa de NON PLUS
ULTRA, y se interna en la inmensidad del
Del otro polo todas las estrellas océano Atlántico, donde, tras cinco meses
de navegación y habiendo llegado a las
vio ya la noche, y el nuestro tan bajo Antípodas, se encuentra con la montaña del
que del suelo marino no surgía. 129 Purgatorio.
Cinco veces ardiendo y apagada
era la luz debajo de la luna,
desde que al alto paso penetramos, 132

cuando vimos una montaña, oscura


por la distancia, y pareció tan alta
cual nunca hubiera visto monte alguno. 135

Nos alegramos, mas se volvió llanto:


pues de la nueva tierra un torbellino
nació, y le golpeó la proa al leño. 138

Le hizo girar tres veces en las aguas;


a la cuarta la popa alzó a lo alto,
bajó la proa -como Aquél lo quiso- 141
hasta que el mar cerró sobre nosotros.

CANTO XXVII

Quieta estaba la llama ya y derecha


para no decir más, y se alejaba
con la licencia del dulce poeta, 3

cuando otra, que detrás de ella venía,


hizo volver los ojos a su punta,
porque salía de ella un son confuso. 6

Como mugía el toro siciliano 7 Comentario [L283]: Perilo, fundidor


griego, ofreció a Falaris de Siracusa un toro
que primero mugió, y eso fue justo, hueco de bronce, para atormentar a los
con el llanto de aquel que con su lima 9 condenados introduciéndolos en él y
encendiendo fuego bajo el horrendo aparato
de tortura. Para probarlo, el tirano mandó
lo templó, con la voz del afligido, que el primer atormentado fuera el mismo
Perilo (Ovidio, Tristia, III).
que, aunque estuviese forjado de bronce,
de dolor parecía traspasado; 12

así, por no existir hueco ni vía


para salir del fuego, en su lenguaje
las palabras amargas se tornaban. 15

Mas luego al encontrar ya su camino


por el extremo, con el movimiento
que la lengua le diera con su paso, 18

escuchamos: «Oh tú, a quien yo dirijo


la voz y que has hablado cual lombardo,
diciendo: “Vete ya; más no te incito”, 21

aunque he llegado acaso un poco tarde,


no te pese el quedarte a hablar conmigo:
¡Mira que no me pesa a mí, que ardo! 24

Si tú también en este mundo ciego


has oído de aquella dulce tierra
latina, en que yo fui culpable, dime 27

si tiene la Romaña paz o guerra;


pues yo naci en los montes entre Urbino
y el yugo del que el Tiber se desata.» 30 Comentario [L284]: Quien habla,
como veremos, es el conde Guido de
Montefeltro, que requiere a Dante noticias
Inclinado y atento aún me encontraba, de su patria, La Romaña. Gido nació en
torno a 1220 y fue tenido como el más
cuando al costado me tocó mi guía, astuto y sagaz hombre de guerra de su
diciéndome: «Habla tú, que éste es latino.» 33 tiempo. Después de una larga vida guerrera,
siguiendo la facción gibelina, y en la que
llegó a ser excomulgado se hizo franciscano
Yo, que tenía la respuesta pronta, ya en 1296 y murió dos años después.
comencé a hablarle sin demora alguna:
«Oh alma que te escondes allá abajo, 36

tu Romaña no está, no estuvo nunca,


sin guerra en el afán de sus tiranos;
mas palpable ninguna dejé ahora. 39 Comentario [L285]: En 1299 los
tiranos de Romaña habían firmado una paz
que puso aparentemente fin a sus crueles
Rávena está como está ha muchos años: 40 disensiones, por mediación de Bonifacio
VIII.
le los Polenta el águila allí anida,
al que a Cervia recubre con sus alas. 42 Comentario [L286]: En 1300 Rávena
estaba regida por Guido da Polenta, padre
de Francesca. Su escudo era un águila roja
La tierra que sufrió la larga prueba 43 en campo amarillo, y dominaba la pequeña
ciudad de Cervia.
hizo de francos un montón sangriento,
Comentario [L287]: La ciudad de Forlí
bajo las garras verdes permanece. 45 se encuentra bajo el dominio de los
Ordelaffi, cuyo escudo era una garra de
León verde sobre campo amarillo. Entre
El mastín viejo y joven de Verruchio, 46 1281 y 1282 la ciudad sostuvo el fuerte
que mala guardia dieron a Montaña, asedio de los güelfos italianos y franceses,
enviados por Martín IV.
clavan, donde solían, sus colmillos. 48
Comentario [L288]: Malatesta y
Malatestino de Verruchio eran los tiranos
Las villas del Santerno y del Camone 49 de Rímini, y aprisionaron y dieron muerte a
Montaña di Parcitade, jefe de los gibelinos
manda el leoncito que campea en blanco, de la ciudad.
que de verano a invierno el bando muda; 51 Comentario [L289]: Faenza a Imola,
regidas por Maghinardo Pagani da
Susinana, cuyo emblema es un león azul en
y aquella cuyo flanco el Savio baña, 52 campo blanco, que cambiaba de bando
como entre llano y monte se sitúa, entre güelfos gibelinos con mucha
frecuencia.
vive entre estado libre y tiranía. 54
Comentario [L290]: Casena, que pasa
de ser posesión de los Montefeltro, a ser
Ahora quién eres, pido que me cuentes: república libre.
no seas más duro que lo fueron otros;
tu nombre así en el mundo tenga fama.» 57

Después que el fuego crepitó un momento


a su modo, movió la aguda punta
de aquí, de allí, y después lanzó este soplo: 60

«Si creyera que diese mi respuesta


a persona que al mundo regresara,
dejaría esta llama de agitarse; 63

pero, como jamás desde este fondo


nadie vivo volvió, si bien escucho,
sin temer a la infamia, te contestó: 66

Guerrero fui, y después fui cordelero,


creyendo, así ceñido, hacer enmienda,
y hubiera mi deseo realizado, 69

si a las primeras culpas, el gran Preste,


que mal haya, tornado no me hubiese;
y el cómo y el porqué, quiero que escuches: 72

Mientras que forma fui de carne y huesos


que mi madre me dio, fueron mis obras
no leoninas sino de vulpeja; 75

las acechanzas, las ocultas sendas


todas las supe, y tal llevé su arte,
que iba su fama hasta el confín del mundo. 78

Cuando vi que llegaba a aquella parte


de mi vida, en la que cualquiera debe
arriar las velas y lanzar amarras, 81

lo que antes me plació, me pesó entonces,


y arrepentido me volví y confeso,
¡ah miserable!, y me hubiera salvado. 84

El príncipe de nuevos fariseos, 85 Comentario [L291]: Bonifacio VIII,


que sosteniendo en 1297 una dura lucha
haciendo guerra cerca de Letrán, contra la familia Colonna, cuya casa se
y no con sarracenos ni judíos, 87 encontraba junto a la basílica de San Juan
de Letrán, mandó asediar el castillo que
dicha familia tenía en Palestrina, junto a
que su enemigo todo era cristiano, 88 Roma; y no pudiendo tomarla por la fuerza,
lo hizo mediante el engaño. No está
y en la toma de Acre nadie estuvo probada la intervención del conde Guido en
ni comerciando en tierras del Sultán; 90 semejante hecho, aunque algunos cronistas
lo seguran.
Comentario [L292]: La última
ni el sumo oficio ni las sacras órdenes posesión cristiana en Tierra Santa,
en sí guardó, ni en mí el cordón aquel conquistada por los sarracenos en 1291.
que suele hacer delgado a quien lo ciñe. 93
Comentario [L293]: Se trata de una
leyenda muy difundida en la Edad Media.
Pero, como a Silvestre Constantino, 94 Constantino, atacado por la lepra, hizo
buscar al papa Silvestre que se encontraba
allí en Sirati a curarle de lepra, refugiado en el monte Siratti, junto a Roma,
así como doctor me llamó éste 96 para huir de la persecución. Silvestre
bautizó al emperador y éste quedó curado.
para curarle la soberbia fiebre:
pidióme mi consejo, y yo callaba,
pues sus palabras ebrias parecían. 99

Luego volvió a decir: «Tu alma no tema;


de antemano te absuelvo; enséñame
la forma de abatir a Penestrino. 102

El cielo puedo abrir y cerrar puedo,


porque son dos las llaves, como sabes,
que mi predecesor no tuvo aprecio.» 105 Comentario [L294]: Referencia a la
abdicación de Celestino V (Infierno, III,
60).
Los graves argumentos me punzaron
y, pues callar peor me parecia,
le dije: “Padre, ya que tú me lavas 108

de aquel pecado en el que caigo ahora,


larga promesa de cumplir escaso 110 Comentario [L295]: Promesa de
perdón a quien se entregara y castigar luego
hará que triunfes en el alto solio.” 111 a quien se rindiera confiado en sus palabras.

Luego cuando morí, vino Francisco, 112 Comentario [L296]: San Francisco,
fundador de la Orden a la que perteneció el
mas uno de los negros querubines conde Guido.
le dijo: “No lo lleves: no me enfades. 114

Ha de venirse con mis condenados,


puesto que dio un consejo fraudulento,
y le agarro del pelo desde entonces; 117

que a quien no se arrepiente no se absuelve,


ni se puede querer y arrepentirse,
pues la contradicción no lo consiente.” 120

¡Oh miserable, cómo me aterraba


al agarrarme diciéndome: “¿Acaso
no pensabas que lógico yo fuese?” 123

A Minos me condujo, y ocho veces


al duro lomo se ciñó la cola,
y después de morderse enfurecido, 126

dijo: “Este es reo de rabiosa llama”,


por lo cual donde ves estoy perdido
y, así vestido, andando me lamento.» 129

Cuando hubo terminado su relato,


se retiró la llama dolorida,
torciendo y debatiendo el cuerno agudo. 132
A otro lado pasamos, yo y mi guía,
por cima del escollo al otro arco
que cubre el foso, donde se castiga 135
a los que, discordiando, adquieren pena.

CANTO XXVIII

Aun si en prosa lo hiciese, ¿quién podría


de tanta sangre y plagas como vi
hablar, aunque contase mochas veces? 3

En verdad toda lengua fuera escasa


porque nuestro lenguaje y nuestra mente
no tienen juicio para abarcar tanto. 6

Aunque reuniesen a todo aquel gentío 7 Comentario [L297]: Dante se va a


referir en los siguientes versos a las
que allí sobre la tierra infortunada terribles guerras que tuvieron como
de Apulia, foe de su sangre doliente 9 escenario el sur de Italia las guerras
samníticas y la segunda guerra púnica (el
botín de anillos hace referencia a la batalla
por los troyanos y la larga guerra de Cannas) y posteriormente la lucha entre
el normando Roberto Guiscardo y los
que tan grande despojo hizo de anillos, árabes, o bien los bizantinos, en el siglo XI;
cual Livio escribe, y nunca se equivoca; 12 y por último, ya contemporáneas a él, la
guerra entre Carlos de Anjou y la dinastía
suaba.
y quien sufrió los daños de los golpes Comentario [L298]: Tito Livio, XXIII.
por oponerse a Roberto Guiscardo;
y la otra cuyos huesos aún se encuentran 15

en Caperano, donde fue traidor 16 Comentario [L299]: El puente de


Ceperano, sobre el río Liri, era la puerta del
todo el pullés; y la de Tegliacozzo, reino de Nápoles: se dice que en esta
que venció desarmado el viejo Alardo, 18 ocasión los nobles napolitanos traicionaron
a Manfredo, dejando el paso franco a Carlos
de Anjou. Según los comentaristas, Dante
y cuál cortado y cuál roto su miembro alude a la batalla de Benevento.
mostrase, vanamente imitaría Comentario [L300]: Se trata de Erardo
de la novena bolsa el modo inmundo. 21 de Valery, que aconsejó a Carlos de Anjou
fingirse derrotado y luego cayó sobre las
tropas de Corradino de Suabia cuando éstas
Una cuba, que duela o fondo pierde, se hallaban desprevenidas.

como a uno yo vi, no se vacía,


de la barbilla abierto al bajo vientre; 24

por las piernas las tripas le colgaban,


vela la asadura, el triste saco
que hace mierda de todo lo que engulle. 27

Mientras que en verlo todo me ocupaba, Comentario [L301]: Mahoma es el


fundador del islamismo (560-633) a quien
me miró y con la mano se abrió el pecho Dante considera más como un cismático del
diciendo: «¡Mira cómo me desgarro! 30 cristianismo que como el fundador de una
nueva religión.
Comentario [L302]: Alí, pariente y
imira qué tan maltrecho está Mahoma! 31 discípulo de Mahoma (567-660), es el
Delante de mí Alí llorando marcha, 32 fundador de una corriente cismática dentro
del propio islamismo.
rota la cara del cuello al copete. 33

Todos los otros que tú ves aquí,


sembradores de escándalo y de cisma
vivos fueron, y así son desgarrados. 36

Hay detrás un demonio que nos abre,


tan crudamente, al tajo de la espada,
cada cual de esta fila sometiendo, 39

cuando la vuelta damos al camino;


porque nuestras heridas se nos cierran
antes que otros delante de él se pongan. 42

Mas ¿quién eres, que husmeas en la roca,


tal vez por retrasar ir a la pena,
con que son castigadas tus acciones?» 45

«Ni le alcanza aún la muerte, ni el castigo


-respondió mi maestro- le atormenta;
mas, por darle conocimiento pleno, 48

yo, que estoy muerto, debo conducirlo


por el infierno abajo vuelta a vuelta:
y esto es tan cierto como que te hablo.» 51

Mas de cien hubo que, cuando lo oyeron,


en el foso a mirarme se pararon
llenos de asombro, olvidando el martirio. 54

« Pues bien, di a Fray Dolcín que se abastezca,


tú que tal vez verás el sol en breve, 56 Comentario [L303]: Dolcino da
Romagnano, de Novara, fue el jefe de una
si es que no quiere aquí seguirme pronto, 57 famosa secta milenarista: los hermanos
apostólicos, que dieron lugar a una fuerte
rebelión contra la que el papa lanzó una
tanto, que, rodeado por la nieve, cruzada a comienzos del siglo XIV. Hechos
no deje la victoria al de Novara, 59 fuertes los rebeldes en el monte Zibello se
vio obligado a rendirse en 1307, y
que no sería fácil de otro modo.» 60 posteriomente quemado por hereje.
Comentario [L304]: El obispo de
Después de alzar un pie para girarse, Novara, que dirigía la cruzada contra
estas palabras díjome Mahoma; Dolcino.

luego al marcharse lo fijó en la tierra. 63

Otro, con la garganta perforada,


cortada la nariz hasta las cejas,
que una oreja tenía solamente, 66

con los otros quedó, maravillado,


y antes que los demás, abrió el gaznate,
que era por fuera rojo por completo; 69
y dijo: «Oh tú a quien culpa no condena
y a quien yo he visto en la tierra latina,
si mucha semejanza no me engaña, 72

acuérdate de Pier de Medicina, 73 Comentario [L305]: Sembrador de


discordias políticas en Bolonia y la
si es que vuelves a ver el dulce llano, Romagna, de quien poco dicen los antiguos
que de Vercelli a Marcabó desciende. 75 comentaristas.
Comentario [L306]: La llanura del
Y haz saber a los dos grandes de Fano, 76 norte de Italia; Vercelli está en el Piamonte
y Marcabó en la desembocadura del Po.
a maese Guido y a maese Angiolello,
Comentario [L307]: Angiolello da
que, si no es vana aquí la profecía, 78 Carignano y Guido dal Cassero fueron
traicionados por Malatestino Malatesta,
señor de Rímini, que les convocó a una
arrojados serán de su bajel, conferencia en Católica, lugar en la costa
y agarrotados cerca de Cattolica, del Adriático, entre Rímini y Pésaro. El
cabo de Focara cercano a Católica, era de
por traición de tirano fementido. 81 difícil navegación, a causa de los vientos,
pero los dos nobles de Fano no necesitarán
pedir una buena travesía de regreso, porque
Entre la isla de Chipre y de Mallorca serán asesinados antes. El hecho debió de
no vio nunca Neptuno tal engaño, acaecer sobre 1313.

no de piratas, no de gente argólica. 84

Aquel traidor que ve con sólo uno,


y manda en el país que uno a mi lado
quisiera estar ayuno de haber visto, 87

ha de hacerles venir a una entrevista;


luego hará tal, que al viento de Focara
no necesitarán preces ni votos.» 90

Y yo le dije: «Muéstrame y declara,


si quieres que yo lleve tus noticias,
quién es el de visita tan amarga.» 93

Puso entonces la mano en la mejilla


de un compañero, y abrióle la boca,
gritando: «Es éste, pero ya no habla; 96

éste, exiliado, sembraba la duda, 97 Comentario [L308]: Curión, según


cuenta Lucano en Farsalia, I, 280 y ss., fue
diciendo a César que el que está ya listo un tribuno que aconsejó a César que
siempre con daño el esperar soporta.» 99 atravesara el Rubicón, dando así lugar a la
sangrienta guerra civil contra Pompeyo.

¡Oh cuán acobardado parecía,


con la lengua cortada en la garganta,
Curión que en el hablar fue tan osado! 102

Y uno, con una y otra mano mochas,


que alzaba al aire oscuro los muñones,
tal que la sangre le ensuciaba el rostro, 105
gritó: «Te acordarás también del Mosca, 106 Comentario [L309]: Alude ahora a los
que dijo: “Lo empezado fin requiere”, sucesos florentinos que dieron lugar a la
guerra ente güelfos y gibelinos. Mosca dei
que fue mala simiente a los toscanos.» 108 Lamberti aconsejó a la familia de los
Amidei que mataran a Buondelmonte
Buondelmonti (1215), para vengar la ofensa
Y yo le dije: «Y muerte de tu raza.» 109 que éste les había hecho al no desposar a
una muchacha de la familia (ver Paraíso,
Y él, dolor a dolor acumulado, XVI, 136 y ss.). Murió en Reggio en 1243.
se fue como persona triste y loca. 111 Comentario [L310]: Los Lamberti
fueron exiliados de Florencia con el resto
de los gibelinos en 1258.
Mas yo quedé para mirar el grupo,
y vi una cosa que me diera miedo,
sin más pruebas, contarla solamente, 114

si no me asegurase la conciencia,
esa amiga que al hombre fortifica
en la confianza de sentirse pura. 117

Yo vi de cierto, y parece que aún vea,


un busto sin cabeza andar lo mismo
que iban los otros del rebaño triste; 120

la testa trunca agarraba del pelo,


cual un farol llevándola en la mano;
y nos miraba, y «¡Ay de mí!» decía. 123

De sí se hacía a sí mismo lucerna,


y había dos en uno y uno en dos:
cómo es posible sabe Quien tal manda. 126

Cuando llegado hubo al pie del puente,


alzó el brazo con toda la cabeza,
para decir de cerca sus palabras, 129

que fueron: «Mira mi pena tan cruda


tú que, inspirando vas viendo a los muertos;
mira si alguna hay grande como es ésta. 132

Y para que de mí noticia lleves


sabrás que soy Bertrand de Born, aquel 134 Comentario [L311]: Bertrand de Born,
el famoso trovador provenzal, señor de
que diera al joven rey malos consejos. 135 Altaforte, vivió en la segunda mitad del
siglo XII y sembró la discordia entre
Enrique II de Inglaterra y su hijo
Yo hice al padre y al hijo enemistarse: primogénito, Enrique, conocido por el
Aquitael no hizo más de Absalón 137 nombre de «El joven rey» y que murió en
ll83.
y de David con perversas punzadas: 138
Comentario [L312]: Aquitofel,
consejero del rey David, azuzó a Absalón a
Y como gente unida así he partido, que se rebelara contra su padre (II Reyes,
partido llevo mi cerebro, ¡ay triste!, XV-XVI).

de su principio que está en este tronco. 141


Y en mí se cumple la contrapartida.»
CANTO XXIX

La mucha gente y las diversas plagas,


tanto habian mis ojos embriagado,
que quedarse llorando deseaban; 3

mas Virgilio me dijo: «¿En qué te fijas?


¿Por qué tu vista se detiene ahora
tras de las tristes sombras mutiladas? 6

Tú no lo hiciste así en las otras bolsas;


piensa, si enumerarlas crees posible,
que millas veintidós el valle abarca. 9

Y bajo nuestros pies ya está la luna:


Del tiempo concedido queda poco,
y aún nos falta por ver lo que no has visto.» 12

«Si tú hubieras sabido -le repuse-


la razón por la cual miraba, acaso
me hubieses permitido detenerme.» 15

Ya se marchaba, y yo detrás de él,


mi guía, respondiendo a su pregunta
y añadiéndole: «Dentro de la cueva, 18

donde los ojos tan atento puse,


creo que un alma de mi sangre llora
la culpa que tan caro allí se paga.» 21 Comentario [L313]: Geri del Beelo,
primo carnal del padre de Dante, hombre de
carácter violento e incordiador, fue
Dijo el maestro entonces: «No entretengas asesinado por un miembro de la familia
Sachetti, o bien por haber dado muerte a su
de aquí adelante en ello el pensamiento: vez a otro miembro de dicha familia, o bien
piensa otra cosa, y él allá se quede; 24 a causa de las discordias que sembró en
ella. Ambas familias permanecieron
enemistadas hasta 1342, en que Francesco,
que yo le he visto al pie del puentecillo hermano de Dante, firmó la paz con los
Sacchetti.
señalarte, con dedo amenazante,
y llamarlo escuché Geri del Bello. 27

Tan distraído tú estabas entonces


con el que tuvo Altaforte a su mando, 29 Comentario [L314]: Bertrand de Born.
que se fue porque tú no le atendías.» 30

«Oh guía mío, la violenta muerte


que aún no le ha vengado -yo repuse-
ninguno que comparta su vergüenza, 33

hácele desdeñoso; y sin hablarme


se ha marchado, del modo que imagino;
con él por esto he sido más piadoso.» 36
Conversamos así hasta el primer sitio
que desde el risco el otro valle muestra,
si hubiese allí más luz, todo hasta el fondo. 39

Cuando estuvimos ya en el postrer claustro


de Malasbolsas, y que sus profesos
a nuestra vista aparecer podían, 42

lamentos saeteáronme diversos,


que herrados de piedad dardos tenían;
y me tapé por ello los oídos. 45

Como el dolor, si con los hospitales


de Valdiquiana entre junio y septiembre,
los males de Maremma y de Cerdeña, 48 Comentario [L315]: Dante cita tres
lugares famosos por su condición
pantanosa, y por el: propensos a
en una fosa juntos estuvieran, enfermedades como la malaria y el
paludismo: Val di Chiana es una región
tal era aquí; y tal hedor desprendía, cercana a Arezzo; la Maremma es el litoral
como suele venir de miembros muertos. 51 toscano.

Descendimos por la última ribera


del largo escollo, a la siniestra mano;
y entonces pude ver más claramente 54

allí hacia el fondo, donde la ministra


del alto Sir, infafble justicia,
castiga al falseador que aquí condena. 57

Yo no creo que ver mayor tristeza


en Egina pudiera el pueblo enfermo, 59 Comentario [L316]: Lo cuenta Ovidio
en Metamorfosis, VII, 523-657. Juno,
cuando se llenó el aire de ponzoña, 60 celosa de la hija de Eaco, rey de Egina,
mandó una peste que asoló toda la isla, por
lo que el rey, único superviviente, rogó a
pues, hasta el gusanillo, perecieron Zeus que la repoblara convirtiendo en
los animales; y la antigua gente, hombre a las hormigas, a lo que éste
accedió.
según que los poeta aseguran, 63

se engendró de la estirpe de la hormiga;


como era viendo por el valle oscuro
languidecer las almas a montones. 66

Cuál sobre el vientre y cuál sobre la espalda,


yacía uno del otro, y como a gatas,
por el triste sendero caminaban. 69

Muy lentamente, sin hablar, marchábamos,


mirando y escuchando a los enfermos,
que levantar sus cuerpos no podían. 72
Vi sentados a dos que se apoyaban, 73 Comentario [L317]: Como veremos, se
trata de Griffolino de Trezzo y de Capoccio
como al cocer se apoyan teja y teja, de Siena, dos alquimistas célebres en la
de la cabeza al pie llenos de pústulas. 75 época de Dante.

Y nunca vi moviendo la almohaza


a muchacho esperado por su amo,
ni a aquel que con desgana está aún en vela, 78

como éstos se mordían con las uñas


a ellos mismos a causa de la saña
del gran picor, que no tiene remedio; 81

y arrancaban la sarna con las uñas,


como escamas de meros el cuchillo,
o de otro pez que las tenga más grandes. 84

«Oh tú que con los dedos te desuellas


-se dirigió mi guía a uno de aquéllos-
y que a veces tenazas de ellos haces, 87

dime si algún latino hay entre éstos


que están aquí, así te duren las uñas
eternamente para esta tarea.» 90

«Latinos somos quienes tan gastados


aquí nos ves -llorando uno repuso-;
¿y quién tú, que preguntas por nosotros?» 93

Y el guía dijo: «Soy uno que baja


con este vivo aquí, de grada en grada,
y enseñarle el infierno yo pretendo.» 96

Entonces se rompió el común apoyo;


y temblando los dos a mí vinieron
con otros que lo oyeron de pasada. 99

El buen maestro a mí se volvió entonces,


diciendo: «Diles todo lo que quieras»;
y yo empecé, pues que él así quería: 102

«Así vuestra memoria no se borre


de las humanas mentes en el mundo,
mas que perviva bajo muchos soles, 105

decidme quiénes sois y de qué gente:


vuestra asquerosa y fastidiosa pena
el confesarlo espanto no os produzca.» 108
Comentario [L318]: Albero de Siena,
fue al parecer hijo secreto, o protegido, del
«Yo fui de Arezzo, y Albero el de Siena 109 obispo de Siena e hizo condenar por
herético al alquimista.
-repuso uno- púsome en el fuego,
pero no me condena aquella muerte. 111

Verdad es que le dije bromeando:


“Yo sabré alzarme en vuelo por el aire”
y aquél, que era curioso a insensato, 114

quiso que le enseñase el arte; y sólo


porque no le hice Dédalo, me hizo
arder así como lo hizo su hijo. 117

Mas en la última bolsa de las diez,


por la alquimia que yo en el mundo usaba,
me echó Minos, que nunca se equivoca.» 120

Y yo dije al maestro: «tHa habido nunca


gente tan vana como la sienesa?
cierto, ni la francesa llega a tanto.» 123

Como el otro leproso me escuchara,


repuso a mis palabras: «Quita a Stricca, 125 Comentario [L319]: Cuatro ejemplos
de la vanidad y el amor desenfrenado por el
que supo hacer tan moderados gastos; 126 lujo de los sieneses. Stricca y Niccoló dei
Salimbeni eran hermanos y fundaron, en
efecto una pandilla de jóvenes y ricos
y a Niccolò, que el uso dispendioso dilapidadores, a la que también perteneció
del clavo descubrió antes que ninguno, Caccia D'Ascian. Bartolomeo dei
Faolcacchieri, llamado el Abbagliato
en el huerto en que tal simiento crece; 129 («Alucinado»), fue hombre público de
cierta importancia, y en 1278 multado por
habérsele hallado borracho en una taberna.
y quita la pandilla en que ha gastado
Caccia d'Ascian la viña y el gran bosque,
y el Abbagliato ha perdido su juicio. 132

Mas por que sepas quién es quien te sigue


contra el sienés, en mí la vista fija,
que mi semblante habrá de responderte: 135

verás que soy la sombra de Capoccio, 136 Comentario [L320]: Capoccio fue
amigo personal de Dante, y era famoso
que falseé metales con la alquimia; tanto por sus prácticas alquímicas cuanto
y debes recordar, si bien te miro, 138 por sus habilidades como imitador de
personas.
que por naturaleza fui una mona.»

CANTO XXX
Comentario [L321]: Juno, a causa de
Cuando Juno por causa de Semele 1 los celos que le causaban los amores de
odio tenia a la estirpe tebana, Júpiter y Semele, hija del rey Cadmo, rey
de Tebas, causó muchas desgracias a sus
como lo demostró en tantos momentos, 3 habitantes (Metamorfosis, III, 253-315).
Comentario [L322]: Atamante, rey de
Atamante volvióse tan demente, 4 Orcomene, desposado con Ino, hija de
Cadmo, enloquecido por Juno, mató así a su
que, viendo a su mujer con los dos hijos hijo Learco. Ino se arrojó con la otra,
que en cada mano a uno conducía, 6 Melicerta, al mar (Metamorfosis, IV,
512-530).
gritó: «¡Tendamos redes, y atrapemos
a la leona al pasar y a los leoncitos!»;
y luego con sus garras despiadadas. 9

agarró al que Learco se llamaba,


le volteó y le dio contra una piedra;
y ella se ahogó cargada con el otro. 12

Y cuando la fortuna echó por tierra 13 Comentario [L323]: Hécuba, reina de


Troya, hecha esclava por los griegos tras la
la soberbia de Troya tan altiva, caída de la ciudad enloqueció de dolor tras
tal que el rey junto al reino fue abatido, 15 la muerte de sus hijos Polixena y Polidoro
y, según Ovidio, se convirtió en perra
(Metamorfosis, XIII, 399-575).
Hécuba triste, mísera y cautiva,
luego de ver a Polixena muerta,
y a Polidoro allí, junto a la orilla 18

del mar, pudo advertir con tanta pena,


desgarrada ladró tal como un perro;
tanto el dolor su mente trastornaba. 21

Mas ni de Tebas furias ni troyanas


se vieron nunca en nadie tan crueles,
ni a las bestias hiriendo, ni a los hombres, 24

cuanto en dos almas pálidas, desnudas,


que mordiendo corrían, vi, del modo
que el cerdo cuando deja la pocilga. 27

Una cogió a Capocchio, y en el nudo


del cuello le mordió, y al empujarle,
le hizo arañar el suelo con el vientre. 30

Y el aretino, que quedó temblando,


me dijo: « El loco aquel es Gianni Schichi, 32 Comentario [L324]: Gianni Schichi dei
Cavalcanti, florentino, muerto antes de
que rabioso a los otros así ataca.» 33 1280, al que se debe la fechoría más
adelante relatada.
«Oh -le dije- así el otro no te hinque
los dientes en la espalda, no te importe
el decirme quién es antes que escape.» 36

Y él me repuso: «El alma antigua es ésa


de la perversa Mirra, que del padre 38 Comentario [L325]: Mirra, hija de
Cinira, rey de Chipre, tomó la figura de otra
lejos del recto amor, se hizo querida. 39 muchacha para gozar de su padre, de quien
estaba enamorada; huyendo de éste una vez
descubierta, fue convertida en planta
El pecar con aquél consiguió ésta olorosa de Arabia (Metamorfosis, X, 298 y
falsificándose en forma de otra, siguientes).
igual que osó aquel otro que se marcha, 42
por ganarse a la reina de las yeguas,
falsificar en sí a Buoso Donati, 44 Comentario [L326]: Este Buoso Donati
fue tío del que hemos encontrado en
testando y dando norma al testamente.» 45 Infierno, XXV,140.

Y cuando ya se fueron los rabiosos,


sobre los cuales puse yo la vista,
la volví por mirar a otros malditos. 48

Vi a uno que un laúd parecería


si le hubieran cortado por las ingles
del sitio donde el hombre se bifurca. 51

La grave hidropesía, que deforma


los miembros con humores retenidos,
no casado la cara con el vientre, 54

le obliga a que los labios tenga abiertos,


tal como a causa de la sed el hético,
que uno al mentón, y el otro lleva arriba. 57

«Ah vosotros que andáis sin pena alguna,


y yo no sé por qué, en el mundo bajo
-él nos dijo-, mirad y estad atentos 60

a la miseria de maese Adamo: 61 Comentario [L327]: Algunos


estudiosos modemos le identifican con un
mientras viví yo tuve cuanto quise, Adam inglés, que vivía en Bolonia en 1277
y una gota de agua, ¡ay triste!, ansío. 63 y que se dedicó a falsificar florines
florentinos en el castillo de Romena, en el
Casentino. Los florines tenían la imagen del
Los arroyuelos que en las verdes lomas Bautista, patrón de la ciudad. Una vez
descubierto, fue quemado en Florencia en
de Casentino bajan hasta el Arno, 1281.
y hacen sus cauces fríos y apacibles, 66

siempre tengo delante, y no es en vano;


porque su imagen aún más me reseca
que el mal con que mi rostro se descarna. 69

La rígida justicia que me hiere


se sirve del lugar en que pequé
para que ponga en fuga más suspiros. 72

Está Romena allí, donde hice falsa


la aleación sigilada del Bautista,
por lo que el cuerpo quemado dejé. 75

Pero si viese aquí el ánima triste


de Guido o de Alejandro o de su hermano, 77 Comentario [L328]: Los hijos del
conde Guido, señor de Romena (lnfierno,
Fuente Branda, por verlos, no cambiase. 78 XVI, 37), Guido Alessandro, Aghinolfo a
Ildebrandino.
Una ya dentro está, si las rabiosas Comentario [L329]: Tal vez una fuente
cerca de Casentino.
sombras que van en torno no se engañan,
¿mas de qué sirve a mis miembros ligados? 81

Si acaso fuese al menos tan ligero


que anduviese en un siglo una pulgada,
en el camino ya me habría puesto, 84

buscándole entre aquella gente infame,


aunque once millas abarque esta fosa,
y no menos de media de través. 87

Por aquellos me encuentro en tal familia:


pues me indujeron a acuñar florines
con tres quilates de oro solamente.» 90

Y yo dije: «¿Quién son los dos mezquinos


que humean, cual las manos en invierno,
apretados yaciendo a tu derecha?» 93

«Aquí los encontré, y no se han movido


-me repuso- al llover yo en este abismo 97 Comentario [L330]: La mujer de
Putifar, que según Génesis (XXXIX, 6-23)
ni eternamente creo que se muevan. 96 acusó a José de haberla querido forzar.

Una es la falsa que acusó a José;


otro el falso Sinón, griego de Troya: 98 Comentario [L331]: El griego Sinón,
fingiendo ser perseguido por sus
por una fiebre aguda tanto hieden.» 99 compañeros, convenció con sus falsas
palabras a los troyanos de que introdujesen
en la ciudad el caballo de madera (Eneida,
Y uno de aquéllos, lleno de fastidio II, 57-194).
tal vez de ser nombrados con desprecio,
le dio en la dura panza con el puño. 102

Ésta sonó cual si fuese un tambor;


y maese Adamo le pegó en la cara
con su brazo que no era menos duro, 105

diciéndole: «Aunque no pueda moverme,


porque pesados son mis miembros, suelto
para tal menester tengo mi brazo.» 108

Y aquél le respondió: « Al encaminarte


al fuego, tan veloz no lo tuviste:
pero sí, y más, cuando falsificabas.» 111

Y el hidrópico dijo: «Eso es bien cierto;


mas tan veraz testimonio no diste
al requerirte la verdad en Troya.» 114

«Si yo hablé en falso, el cuño falseaste


-dijo Sinón- y aquí estoy por un yerro,
y tú por más que algún otro demonio.» 117

«Acuérdate, perjuro, del caballo


-repuso aquel de la barriga hinchada-;
y que el mundo lo sepa y lo castigue.» 120

«Y te castigue a ti la sed que agrieta


-dijo el griego- la lengua, el agua inmunda
que al vientre le hace valla ante tus ojos.» 123

Y el monedero dilo: «Así se abra


la boca por tu mal, como acostumbra;
que si sed tengo y me hincha el humor, 126

te duele la cabeza y tienes fiebre;


y a lamer el espejo de Narciso, 128 Comentario [L332]: El espejo donde
Narciso se rniraba es el agua.
te invitarían muy pocas palabras.» 129

Yo me estaba muy quieto para oírles


cuando el maestro dijo: «¡Vamos, mira!
no comprendo qué te hace tanta gracia.» 132

Al oír que me hablaba con enojo,


hacia él me volví con tal vergüenza,
que todavía gira en mi memoria. 135

Como ocurre a quien sueña su desgracia,


que soñando aún desea que sea un sueño,
tal como es, como si no lo fuese, 138

así yo estaba, sin poder hablar,


deseando escusarme, y escusábame
sin embargo, y no pensaba hacerlo. 141

«Falta mayor menor vergüenza lava


-dijo el maestro-, que ha sido la tuya;
así es que ya descarga tu tristeza. 144

Y piensa que estaré siempre a tu lado,


si es que otra vez te lleva la fortuna
donde haya gente en pleitos semejantes: 147
pues el querer oír eso es vil deseo.»

CANTO XXXI

La misma lengua me mordió primero,


haciéndome teñir las dos mejillas,
y después me aplicó la medicina: 3
así escuché que solía la lanza 4 Comentario [L333]: Las propiedades
de la lanza de Peleo y de Aquiles son muy
de Aquiles y su padre ser causante conocidas en la literatura clásica y
primero de dolor, después de alivio, 6 medieval, siendo muchas veces comparada
al beso o la mirada de la mujer amada.

Dimos la espalda a aquel mísero valle


por la ribera que en torno le ciñe,
y sin ninguna charla lo cruzamos. 9

No era allí ni de día ni de noche,


y poco penetraba con la vista;
pero escuché sonar un alto cuerno, 12

tanto que habría a los truenos callado,


y que hacia él su camino siguiendo,
me dirigió la vista sólo a un punto. 15

Tras la derrota dolorosa, cuando 16 Comentario [L334]: Alude al conocido


episodio de Roncesvalles del cantar de
Carlomagno perdió la santa gesta, Roldán.
Orlando no tocó con tanta furia. 18

A poco de volver allí mi rostro,


muchas torres muy altas creí ver;
y yo: «Maestro, di, ¿qué muro es éste?» 21

Y él a mí: «Como cruzas las tinieblas


demasiado a lo lejos, te sucede
que en el imaginar estás errado. 24

Bien lo verás, si llegas a su vera,


cuánto el seso de lejos se confunde;
así que marcha un poco más aprisa.» 27

Y con cariño cogióme la mano,


y dijo: «Antes que hayamos avanzado,
para que menos raro te parezca, 30

sabe que no son torres, mas gigantes, 31 Comentario [L335]: Los gigantes están
colocados alrededor de las paredes del pozo
y en el pozo al que cerca esta ribera infernal, en la línea que separa el círculo de
están metidos, del ombligo abajo.» 33 Malasbolsas, por el que sobresalen, del de
Cocito, en cuyo hielo tienen los pies.
Aunque Dante nombra a seis debe imagi-
Como al irse la niebla disipando, narse acaso nueve, uno por cada puente de
Malasbolsas.
la vista reconoce poco a poco
lo que esconde el vapor que arrastra el aire, 36

así horadando el aura espesa y negra,


más y más acercándonos al borde,
se iba el error y el miedo me crecía; 39

pues como sobre la redonda cerca


Monterregión de torres se corona, 41 Comentario [L336]: Castillo sienés
levantado en 1213 contra Florencia,
así aquel margen que el pozo circunda 42 coronado por catorce impresionantes torres.

con la mitad del cuerpo torreaban


los horribles gigantes, que amenaza 44 Comentario [L337]: Los gigantes que
se levantaron contra Júpiter fueron
aún desde el cielo Júpiter tronando. 45 derrotados en la batalla de Flegra (Infierno,
XIV, 58) con los rayos fabricados por
Vulcano.
Y yo miraba ya de alguno el rostro,
la espalda, el pecho y gran parte del vientre,
y los brazos cayendo a los costados. 47

Cuando dejó de hacer Naturaleza


aquellos animales, muy bien hizo,
porque tales ayudas quitó a Marte; 51

Y si ella de elefantes y ballenas


no se arrepiente, quien atento mira,
más justa y más discreta ha de tenerla; 54

pues donde el argumento de la mente


al mal querer se junta y a la fuerza,
el hombre no podría defenderse. 57

Su cara parecía larga y gruesa


como la Piña de San Pedro, en Roma, 59 Comentario [L338]: La Piña de San
Pedro, que al parecer había coronado el
y en esta proporción los otros huesos; 60 Mausoleo de Adriano, o el Panteón, se
encontraba en tiempos de Dante ante la
antigua basílica. Sus dimensiones eran de
y así la orilla, que les ocultaba cuatro metros. En la actualidad se encuentra
del medio abajo, les mostraba tanto en un patio de los palacios Vaticanos que
lleva su nombre.
de arriba, que alcanzar su cabellera 63

tres frisones en vano pretendiesen;


pues treinta grandes palmos les veía
de abajo al sitio en que se anuda el manto. 66 Comentario [L339]: Unos veinte
metros.

«Raphel may amech zabi almi», 67 Comentario [L340]: Nembrot habla


una lengua producto de la confusión de
a gritar empezó la fiera boca, Babel, pues este personaje es quien mandó
a quien más dulces salmos no convienen. 69 construir dicha torre, según la tradición
patrística. Se ha buscado, sin provecho,
alguna interpretación a estas palabras, que
Y mi guía hacia él: « ¡Alma insensata, acaso nada signifiquen.
coge tu cuerno, y desfoga con él
cuanta ira o pasión así te agita! 72

Mirate al cuello, y hallarás la soga


que amarrado lo tiene, alma turbada,
mira cómo tu enorme pecho aprieta.» 75

Después me dijo: «A sí mismo se acusa.


Este es Nembrot, por cuya mala idea
sólo un lenguaje no existe en el mundo. 78

Dejémosle, y no hablemos vanamente,


porque así es para él cualquier lenguaje,
cual para otros el suyo: nadie entiende.» 81

Seguimos el viaje caminando


a la izquierda, y a un tiro de ballesta,
otro encontramos más feroz y grande. 84

Para ceñirlo quién fuera el maestro,


decir no sé, pero tenía atados
delante el otro, atrás el brazo diestro, 87

una cadena que le rodeaba


del cuello a abajo, y por lo descubierto
le daba vueltas hasta cinco veces. 90

«Este soberbio quiso demostrar 91 Comentario [L341]: Efialte, hijo de


Neptuno, intervino en la famosa batalla
contra el supremo Jove su potencia contra el Olimpo poniendo el monte Osa
-dijo mi guía- y esto ha merecido. 93 sobre el Pelión.

Se llama Efialte; y su intentona hizo


al dar miedo a los dioses los gigantes:
los brazos que movió, ya más no mueve.» 96

Y le dije: «Quisiera, si es posible,


que del desmesurado Briareo 98 Comentario [L342]: Briareo, hijo de
Urano y de la Tierra, fue uno de los
puedan tener mis ojos experiencia.» 99 centimanos, según los clásicos, detalle que
Dante prefiere suprimir en este pasaje.
Y él me repuso: «A Anteo ya verás 100 Comentario [L343]: Anteo, asimismo
cerca de aquí, que habla y está libre, hijo de Neptuno y de la Tierra, es famoso
por su combate contra Hércules, quien
que nos pondrá en el fondo del infierno. 102 debía sujetarle en el aire para vencerle, pues
al contacto con su madre recuperaba las
fuerzas.
Aquel que quieres ver, está muy lejos,
y está amarrado y puesto de igual modo,
salvo que aún más feroz el rostro tiene.» 105

No hubo nunca tan fuerte terremoto,


que moviese una torre con tal fuerza,
como Efialte fue pronto en revolverse. 108

Más que nunca temí la muerte entonces,


y el miedo solamente bastaría
aunque no hubiese visto las cadenas. 111

Seguimos caminando hacia adelante


y llegamos a Anteo: cinco alas
salían de la fosa, sin cabeza. 114
«Oh tú que en el afortunado valle 115 Comentario [L344]: Anteo vivía cerca
de Zama, donde fue derrotado Aníbal por
que heredero a Escipión de gloria hizo, Escipión, y no estuvo en la batalla de
al escapar Aníbal con los suyos, 117 Flegra, por no haber nacido todavía
(Lucano, Farsalia, IV).

mil leones cazaste por botín,


y que si hubieses ido a la alta lucha
de tus hermanos, hay quien ha pensado 120

que vencieran los hijos de la Tierra;


bájanos, sin por ello despreciarnos,
donde al Cocito encierra la friura. 123

A Ticio y a Tifeo no nos mandes; 124 Comentario [L345]: Ticio fue muerto
por Apolo; Tifeo, como Góngora recuerda,
éste te puede dar lo que deseas; 125 está sepultado bajo el Etna.
inclínate, y no tuerzas el semblante. 126 Comentario [L346]: Dante puede
hablar bien de ellos a su regreso a la Tierra.
Aún puede darte fama allá en el mundo,
pues que está vivo y larga vida espera,
si la Gracia a destiempo no le llama.» 129

Así dijo el maestro; y él deprisa


tendió la mano, y agarró a mi guía,
con la que a Hércules diera el fuerte abrazo. 132

Virgilio, cuando se sintió cogido,


me dijo: «Ven aquí, que yo te coja»;
luego hizo tal que un haz éramos ambos. 135

Cual parece al mirar la Garisenda 136 Comentario [L347]: La Garisenda es


una torre de Bolonia, levantada en ll10 por
donde se inclina, cuando va una nube Oddo dei Garisendi, y que aún se halla
sobre ella, que se venga toda abajo; 138 junto a la Asinelli en el centro de la ciudad.
Tiene una altura de 47,51 metros y una
inclinación de 2,37.
tal parecióme Anteo al observarle
y ver que se inclinaba, y fue en tal hora
que hubiera preferido otro camino. 141

Mas levemente al fondo que se traga 142 Comentario [L348]: Al último circulo.
a Lucifer con Judas, nos condujo;
y así inclinado no hizo más demora, 144
y se alzó como el mástil en la nave.

CANTO XXXII

Si rimas broncas y ásperas tuviese, 1 Comentario [L349]: En el original, las


rimas de los dos primeros tercetos intentan
como merecerfa el agujero dar una sensación de rudeza (chiocce, buco,
sobre el que apoyan las restantes rocas 3 rocce, suco, abbo, conduco).

exprimiría el jugo de mi tema


más plenamente; mas como no tengo,
no sin miedo a contarlo me dispongo; 6

que no es empresa de tomar a juego


de todo el orbe describir el fondo,
ni de lengua que diga «mama» o «papa». 9

Mas a mi verso ayuden las mujeres 10 Comentario [L350]: Al llegar la hora


de describir la región más profunda del
que a Anfión a cerrar Tebas ayudaron, Infierno, donde se castiga en el hielo a los
y del hecho el decir no sea diverso. 12 traidores, Dante invoca a las musas para
que le ayuden en su empresa, como a
Anfión, que levantó las murallas de Tebas
¡Oh sobre todas mal creada plebe, haciendo venirlas piedras con su canto.
que el sitio ocupas del que hablar es duro,
mejor serla ser cabras u ovejas! 15

Cuando estuvimos ya en el negro pozo, 16 Comentario [L351]: Los viajeros se


encuentran en el primer recinto del último
de los pies del gigante aún más abajo, círculo, denominado Caína, donde se
y yo miraba aún la alta muralla, 18 castigan los traidores a sus familiares (como
Caín mató a Abel a traición).

oí decirme: «Mira dónde pisas:


anda sin dar patadas a la triste
cabeza de mi hermano desdichado.» 21

Por lo cual me volví, y vi por delante


y a mis plantas un lago que, del hielo,
de vidrio, y no de agua, tiene el rostro. 24

A su corriente no hace tan espeso


velo, en Austria, el Danubio en el invierno,
ni bajo el frío cielo allá el Tanais, 27 Comentario [L352]: El Tanais es el río
Don para los latinos.

como era allí; porque si el Pietrapana 28 Comentario [L353]: Monte incierto,


acaso de Escandinavia o de Rusia.
o el Tambernic, encima le cayese, 29
ni «crac» hubiese hecho por el golpe. 30 Comentario [L354]: Pietrapana es un
monte de los Alpes.

Y tal como croando está la rana,


fuera del agua el morro, cuando sueña
con frecuencia espigar la campesina, 33 Comentario [L355]: Al comienzo del
verano.

lívidas, hasta el sitio en que aparece 34 Comentario [L356]: Hasta la cabeza,


pues la vergüenza se manifiesta en la cara;
la vergüenza, en el hielo había sombras, para otros, los genitales.
castañeteando el diente cual cigüeñas. 36

Hacia abajo sus rostros se volvían:


el frío con la boca, y con los ojos
el triste corazón testimoniaban. 39
Comentario [L357]: Alejandro y
Después de haber ya visto un poco en torno, 40 Napoleón, hijos de Alberto de Mangona,
miré, a mis pies, a dos tan estrechados, que se mataron el uno al otro en 1282 por
cuestiones políticas.
que mezclados tenían sus cabellos. 42

«Decidme, los que así apretáis los pechos


-les dije- ¿Quiénes sois?» Y el cuello irguieron;
y al alzar la cabeza, chorrearon 45

sus ojos, que antes eran sólo blandos


por dentro, hasta los labios, y ató el hielo
las lágrimas entre ellos, encerrándolos. 48

Leño con leño grapa nunca une


tan fuerte; por lo que, como dos chivos,
los dos se golpearon iracundos. 51

Y uno, que sin orejas se encontraba


por la friura, con el rostro gacho,
dijo: «¿Por qué nos miras de ese modo? 54

Si saber quieres quién son estos dos,


el valle en que el Bisenzo se derrama
fue de Alberto, su padre, y de estos hijos. 57 Comentario [L358]: Mordec, sobrino o
hijo del rey Arturo, intentó matar a éste,
pero el rey lo atravesó de parte a parte de un
De igual cuerpo salieron; y en Caína lanzazo, dejando pasar un rayo de sol a
podrás buscar, y no encontrarás sombra través de la herida.
más digna de estar puesta en este hielo; 60 Comentario [L359]: Sobrenombre de
Vanni dei Cancellieri, de Pistoia, que
asesinó a su primo Detto y fue un hombre
no aquel a quien rompiera pecho y sombra, 61 cruel. Vivió en el último cuarto del siglo
XIII.
por la mano de Arturo, un solo golpe;
no Focaccia; y no éste, que me tapa 63 Comentario [L360]: Sassolo
Mascheroni de Florencia dio muerte a un
joven sobrino para apoderarse de su
con la cabeza y no me deja ver, herencia. Descubierto el hecho, fue
ajusticiado dentro de un tonel lleno de
y fue llamado Sassol Mascheroni: 65 cuchillas al que se dio vueltas, y luego
si eres toscano bien sabrás quién fue. 66 decapitado. En efecto, Dante no podia
olvidar semejante castigo.
Comentario [L361]: Camincione di
Y porque en más sermones no me metas, Pazzi mató a su pariente Ubertino de una
sabe que fui Camincion dei Pazzi; 68 puñalada, mientras paseaban a caballo.
y espero que Carlino me haga bueno.» 69 Comentario [L362]: «Carlino hará
menor mi culpa con la suya.» En efecto,
este Carlino traicionó a los blancos
Luego yo vi mil rostros por el frío 70 vendiendo a los negros el castillo de Piantra
Vigui.
amoratados, y terror me viene,
y siempre me vendrá de aquellos hielos. 72 Comentario [L363]: El segundo recinto
es Antenora, llamada así por Antenor,
príncipe troyano, donde se castigan las
Y mientras que hacia el centro caminábamos, traiciones a la patria, pues a dicho personaje
se atribuía el haber entregado el palacio a
en el que toda gravedad se aúna, los griegos, aunque Homero en la Ilíada le
y yo en la eterna lobreguez temblaba, 75 presenta como a un hombre sabio que
recomienda la devolución de Helena.
Comentario [L364]: Se trata, como
si el azar o el destino o Dios lo quiso, veremos, de Bocca degli Abati, que en la
no sé; mas paseando entre cabezas, famosa batalla de Monteaparti traicionó a
los güelfos de Florencia, que fueron
golpeé con el pie el rostro de una. 78 derrotados, al cortar la mano de quien
llevaba el estandarte de éstos.
Llorando me gritó: «¿Por qué me pisas?
Si a aumentar tú no vienes la venganza
de Monteaperti, ¿por qué me molestas?» 81

Y yo: «Maestro mío, espera un poco


pues quiero que me saque éste de dudas;
y luego me darás, si quieres, prisa.» 84

El guía se detuvo y dije a aquel


que blasfemaba aún muy duramente:
« ¿Quién eres tú que así reprendes a otros?» 87

«Y tú ¿quién eres que por la Antenora


vas golpeando -respondió- los rostros,
de tal forma que, aun vivo, mucho fuera?» 90

«Yo estoy vivo, y acaso te convenga


-fue mi respuesta-, si es que quieres fama,
que yo ponga tu nombre entre los otros.» 93

Y él a mí: «Lo contrario desearía;


márchate ya de aquí y no me molestes,
que halagar sabes mal en esta gruta.» 96

Entonces le cogí por el cogote,


y dije: «Deberás decir tu nombre,
o quedarte sin pelo aquí debajo.» 99

Por lo que dijo: «Aunque me descabelles,


no te diré quién soy, ni he de decirlo,
aunque mil veces golpees mi cabeza.» 102

Ya enroscados tenía sus cabellos,


y ya más de un mechón le había arrancado,
mientras ladraba con la vista gacha, 105

cuando otro le gritó: «¿Qué tienes, Bocca?


¿No te basta sonar con las quijadas,
sino que ladras? ¿quién te da tormento?» 108

«Ahora -le dije yo- no quiero oírte,


oh malvado traidor: que en tu deshonra,
he de llevar de ti veraces nuevas.» 111

«Vete -repuso- y di lo que te plazca,


pero no calles, si de aquí salieras,
de quien tuvo la lengua tan ligera. 114
Él llora aquí el dinero del francés: 115 Comentario [L365]: Buoso di Dovera,
“Yo vi -podrás decir- a aquel de Duera, señor de Cremona, al contrario que el
anterior, traicionó al partido gibelino en
donde frescos están los pecadores.” 117 1265, cuando encargado por Manfredo de
detener a Carlos de Anjou se dejó comprar
por éste y no le combatió.
Si fuera preguntado “¿y esos otros?”,
tienes al lado a aquel de Beccaría, 119 Comentario [L366]: Tesauro dei
Beccheria, legado pontificio en Toscana fue
del cual segó Florencia la garganta. 120 acusado de conspirar a favor de los
gibelinos florentinos, tras el destierro de
éstos en 1258, y decapitado por los güelfos.
Gianni de Soldanier creo que está 121
allá con Ganelón y Teobaldelo, 122 Comentario [L367]: Gianni dei
Soldanier, gibelino florentino, en 1266,
que abrió Faenza mientras que dormía.» 123 durante el gobiemo de Catalano y
Loderingo (Infierno, XXII), se pasó a
dirigir la facción güelfa. Aún vivía en 1285.
Nos habíamos de éstos alejado,
Comentario [L368]: Ganelón o Gano
cuando vi a dos helados en un hoyo, es el traidor en la historia de Roldán. bis
y una cabeza de otra era sombrero; 126 Toebaldello Zambriasi, abrió Faenza a los
güelfos de Bolonia, en la madrugada del 13
de noviembre de 1280, por su enemistad
y como el pan con hambre se devora, con la familia gibelina de los Lambertazza.

así el de arriba le mordía al otro


donde se juntan nuca con cerebro. 129

No de otra forma Tideo roía


la sien a Menalipo por despecho, 131 Comentario [L369]: El episodio lo
cuenta Estacio en la Tebaida, VIII, 740-63:
que aquél el cráneo y las restantes cosas. 132 Tideo, uno de los siete reyes que atacaron la
ciudad, fue herido mortalmente por
Menalipo, y dando muerte a su vez a éste,
«Oh tú, que muestras por tan brutal signo mandó que trajeran la cabeza de su
un odio tal por quien así devoras, enemigo, que mordió rabiosamente
mientras agonizaba.
dime el porqué -le dije- de ese trato, 135

que si tú con razón te quejas de él,


sabiendo quiénes sois, y su pecado,
aún en el mundo pueda yo vengarte, 138
si no se seca aquella con la que hablo.»

CANTO XXXIII

De la feroz comida alzó la boca


el pecador, limpiándola en los pelos
de la cabeza que detrás roía. 3

Luego empezó: «Tú quieres que renueve


el amargo dolor que me atenaza
sólo al pensarlo, antes que de ello hable. 6

Mas si han de ser simiente mis palabras


que dé frutos de infamia a este traidor
que muerdo, al par verás que lloro y hablo. 9

Ignoro yo quién seas y en qué forma


has llegado hasta aquí, mas de Florencia
de verdad me pareces al oírte. 12

Debes saber que fui el conde Ugolino 13 Comentario [L370]: Ugolino della
Gherardesca, de nobilísima famifia gibelina
y este ha sido Ruggieri, el arzobispo; 14 de Pisa, se pasó al bando güelfo junto con
por qué soy tal vecino he de contarte. 15 su yerno Giovanni Visconti.
Posteriormente, y tras la derrota naval de
Meloria (1284) ante genoveses, tomó el
Que a causa de sus malos pensamientos, poder en Pisa, que ejerció de manera
tiránica, cediendo a Lucca y a Florencia una
y fiándome de él fui puesto preso serie de castillos. Vueltos a Pisa los
y luego muerto, no hay que relatarlo; 18 prisioneros de la batalla Meloria en 1288,
en su mayoría gibelinos, consiguieron
arrebatarle a traición el poder, bajo la
mas lo que haber oído no pudiste, dirección del arzobispo Ruggieri. Ugolino,
junto con dos hijos y dos nietos, fue
quiero decir, lo cruel que fue mi muerte, encerrado en una torre, en la que los cinco
escucharás: sabrás si me ha ofendido. 21 murieron de hambre en junio de 1288. Tal
vez esté condenado en el Infierno por la
traición hecha a su yerno.
Un pequeño agujero de «la Muda» 22 Comentario [L371]: Ruggieri degli
que por mí ya se llama «La del Hambre», Ubaldini, de familia gibelina, fue arzobispo
de Pisa des-de 1278, y tras la muerte de
y que conviene que a otros aún encierre, 24 Ugolino dirigió los destinos de Pisa de
manera que suscitó la condena del papa
Nicolás IV. Murió en Viterbo en 1295. Está
enseñado me había por su hueco condenado por traicionar a Ugolino.
muchas lunas, cuando un mal sueño tuve
Comentario [L372]: El primitivo
que me rasgó los velos del futuro. 27 nombre de la antigua torre que se alzaba en
la actual plaza de los Caballeros, aludía a la
muda de los pájaros.
Éste me apareció señor y dueño,
a la caza del lobo y los lobeznos 29 Comentario [L373]: El monte de San
Julián.
en el monte que a Pisa oculta Lucca. 30

Con perros flacos, sabios y amaestrados,


los Gualandis, Lanfrancos y Sismondis 32 Comentario [L374]: Tres familias
gibelinas aliadas contra Ugolino.
al frente se encontraban bien dispuestos. 33

Tras de corta carrera vi rendidos


a los hijos y al padre, y con colmillos
agudos vi morderles los costados. 36

Cuando me desperté antes de la aurora,


llorar sentí en el sueño a mis hijitos
que estaban junto a mí, pidiendo pan. 39

Muy cruel serás si no te dueles de esto,


pensando lo que en mi alma se anunciaba:
y si no lloras, ¿de qué llorar sueles? 42

Se despertaron, y llegó la hora


en que solían darnos la comida,
y por su sueño cada cual dudaba. 45

Y oí clavar la entrada desde abajo


de la espantosa torre; y yo miraba
la cara a mis hijitos sin moverme. 48
Yo no lloraba, tan de piedra era;
lloraban ellos; y Anselmuccio dijo: 50 Comentario [L375]: Anselmuccio, el
más joven de los cuatro, era hijo de Guelfo,
«Cómo nos miras, padre, ¿qué te pasa?» 51 hijo de Ugolino.

Pero yo no lloré ni le repuse


en todo el día ni al llegar la noche,
hasta que un nuevo sol salía a mundo. 54

Como un pequeño rayo penetrase


en la penosa cárcel, y mirara
en cuatro rostros mi apariencia misma, 57

ambas manos de pena me mordía;


y al pensar que lo hacía yo por ganas
de comer, bruscamente levantaron, 60

diciendo: « Padre, menos nos doliera


si comes de nosotros; pues vestiste
estas míseras carnes, las despoja.» 63

Por más no entristecerlos me calmaba;


ese día y al otro nada hablamos:
Ay, dura tierra, ¿por qué no te abriste? 66

Cuando hubieron pasado cuatro días,


Gaddo se me arrojó a los pies tendido, 68 Comentario [L376]: Gaddo sí era
realmente hijo del conde, y era ya un
diciendo: «Padre, ¿por qué no me ayudas?» 69 hombre maduro.

Allí murió: y como me estás viendo,


vi morir a los tres uno por uno
al quinto y sexto día; y yo me daba 72

ya ciego, a andar a tientas sobre ellos.


Dos días les llamé aunque estaban muertos:
después más que el dolor pudo el ayuno.» 75 Comentario [L377]: Como propone
Borges comentando el pasaje, este verso tan
debatido no alude a que el conde comiera
Cuando esto dijo, con torcidos ojos los cadáveres de sus hijos, como, al
contrario de los antiguos pensaron los
volvió a morder la mísera cabeza, comentaristas románticos, pero crea en el
y los huesos tan fuerte como un perro. 78 lector una turbia sospecha, aunque sólo
pretenda decir que el conde murió de
hambre, ya que no había muerto de dolor.
¡Ah Pisa, vituperio de las gentes
del hermoso país donde el «sí» suena!,
pues tardos al castigo tus vecinos, 81

muévanse la Gorgona y la Capraia, 82 Comentario [L378]: Islas del mar


Tirreno, posesiones de Pisa.
y hagan presas allí en la hoz del Arno,
para anegar en ti a toda persona; 84
pues si al conde Ugolino se acusaba
por la traición que hizo a tus castillos,
no debiste a los hijos dar tormento. 87

Inocentes hacía la edad nueva,


nueva Tebas, a Uguiccion y al Brigada 89 Comentario [L379]: Llama a Pisa
nueva Tebas a causa de la crueldad
y a los otros que el canto ya ha nombrado.» 90 proverbial de sus moradores (Infierno,
XXVI, XXX, etc.). Uguiccione era hijo del
conde; el brigada, por nombre Ugolino, era
A otro lado pasamos, y a otra gente 91 hijo de Guelfo y hermano de Anselmuccio.
envolvía la helada con crudeza, Comentario [L380]: Los condenados
y no cabeza abajo sino arriba. 93 de la Tolomea (así llamada por el Tolomeo
que asesinó a los Macabeos a traición),
aquellos que traicionaron a sus propios
El llanto mismo el lloro no permite, amigos.
y la pena que encuentra el ojo lleno,
vuelve hacia atras, la angustia acrecentando; 96

pues hacen muro las primeras lágrimas,


y así como viseras cristalinas,
llenan bajo las cejas todo el vaso. 99

Y sucedió que, aun como encallecido


por el gran frío cualquier sentimiento
hubiera abandonado ya mi rostro, 102

me parecía ya sentir un viento,


por lo que yo: «Maestro, ¿quién lo hace?,
¿No están extintos todos los vapores?» 105

Y él me repuso: «En breve será cuando


a esto darán tus ojos la respuesta,
viendo la causa que este soplo envía.» 108

Y un triste de esos de la fría costra


gritó: «Ah vosotras, almas tan crueles,
que el último lugar os ha tocado, 111

del rostro levantar mis duros velos,


que el dolor que me oprime expulsar pueda,
un poco antes que el llanto se congele.» 114

Y le dije: «Si quieres que te ayude,


dime quién eres, y si no te libro,
merezca yo ir al fondo de este hielo.» 117

Me respondió: «Yo soy fray Alberigo; 118 Comentario [L381]: Alberigo dei
Manfredi, fraile gozoso, hizo asesinar a su
soy aquel de la fruta del mal huerto, pariente Manfredo, a quien había invitado a
que por el higo el dátil he cambiado.» 120 comer, en el momento de traer la fruta a la
mesa. Ahora ha cambiado higo por dátil, es
decir, pecado por castigo.
«Oh, ¿ya estás muerto --díjele yo- entonces?
Y él repuso: «De cómo esté mi cuerpo
en el mundo, no tengo ciencia alguna. 123

Tal ventaja tiene esta Tolomea,


que muchas veces caen aquí las almas 125 Comentario [L382]: Atropos es una de
las parcas.
antes de que sus dedos mueva Atropos; 126

y para que de grado tú me quites


las lágrimas vidriadosas de mi rostro,
sabe que luego que el alma traiciona, 129

como yo hiciera, el cuerpo le es quitado


por un demonio que después la rige,
hasta que el tiempo suyo todo acabe. 132

Ella cae en cisterna semejante;


y es posible que arriba esté aún el cuerpo
de la sombra que aquí detrás inverna. 135

Tú lo debes saber, si ahora has venido: 136 Comentario [L383]: Branca Doria, de
Génova, asesinó a su suegro Miguel Zanque
que es Branca Doria, y ya han pasado muchos (Infierno, XXII, 88), también durante un
años desde que fuera aquí encerrado.» 138 festín, para arrebatarle su posesión de
Logodoro. Branca Doria murió sobre 1315,
ya aparecida esta parte de la Comedia.
«Creo -le dije yo- que tú me engañas;
Branca Doria no ha muerto todavía,
y come y bebe y duerme y paños viste.» 141

«Al pozo -él respondió- de Malasgarras,


donde la pez rebulle pegajosa,
aún no había caído Miguel Zanque, 144

cuando éste le dejó al diablo un sitio


en su cuerpo, y el de un pariente suyo 146 Comentario [L384]: Personaje no
localizado por los comentaristas.
que la traición junto con él hiciera. 147

Mas extiende por fin aquí la mano;


abre mis ojos.» Y no los abrí; 149 Comentario [L385]: Dante respeta la
condena divina, y falta así a la palabra dada
y cortesia fue el villano serle. 150 al traidor, traicionándole a su vez.

¡Ah genoveses, hombres tan distantes


de todo bien, de toda lacra llenos!,
¿por qué no sois del mundo desterrados? 153

Porque con la peor alma de Romaña 154 Comentario [L386]: La de fray


Alberigo, que era de Faenza, y aún vivía en
hallé a uno de vosotros, por sus obras abril de 1300.
su espiritu bañando en el Cocito, 156
y aún en la tierra vivo con el cuerpo.

CANTO XXXIV
«Vexilla regis prodeunt inferni 1 Comentario [L387]: Palabras de un
himno religioso debido a Venanzio
contra nosotros, mira, pues, delante Fortunato (siglo IV), aquí aplicadas a las
-dijo el maestro- a ver si los distingues.» 3 alas de Lucifer.

Como cuando una espesa niebla baja,


o se oscurece ya nuestro hemisferio,
girando lejos vemos un molino, 6

una máquina tal creí ver entonces;


luego, por aquel viento, busqué abrigo
tras de mi guía, pues no hallé otra gruta. 9

Ya estaba, y con terror lo pongo en verso,


donde todas las sombras se cubrían, 11 Comentario [L388]: Se trata de la
Judea, región infernal en la que se castiga a
traspareciendo como paja en vidrio: 12 los traidores supremos.

Unas yacen; y están erguidas otras,


con la cabeza aquella o con las plantas;
otra, tal arco, el rostro a los pies vuelve. 15

Cuando avanzamos ya lo suficiente,


que a mi maestro le plació mostrarme
la criatura que tuvo hermosa cara, 18

se me puso delante y me detuvo,


«Mira a Dite -diciendo-, y mira el sitio 20 Comentario [L389]: Dite es, siguiendo
a Virgilio, el demonio (Infierno, VIII).
donde tendrás que armarte de valor.» 21

De cómo me quedé helado y atónito,


no lo inquieras, lector, que no lo escribo,
porque cualquier hablar poco sería. 24

Yo no morí, mas vivo no quedé:


piensa por ti, si algún ingenio tienes,
cual me puse, privado de ambas cosas. 27

El monarca del doloroso reino,


del hielo aquel sacaba el pecho afuera;
y más con un gigante me comparo, 30 Comentario [L390]: Los comentaristas
le calculan unos mil metros (Infierno,
XXXI).
que los gigantes con sus brazos hacen:
mira pues cuánto debe ser el todo
que a semejante parte corresponde. 33

Si igual de bello fue como ahora es feo,


y contra su hacedor alzó los ojos,
con razón de él nos viene cualquier luto. 36
¡Qué asombro tan enorme me produjo 37 Comentario [L391]: Nótese el
parentesco de la figura infernal que pinta
cuando vi su cabeza con tres caras! Dante, con las representaciones plásticas de
Una delante, que era toda roja: 39 la época. Las tres cabezas (roja, amarilla y
negra) pueden considerarse como una
parodia de la Trinidad.
las otras eran dos, a aquella unidas
por encima del uno y otro hombro,
y uníanse en el sitio de la cresta; 42

entre amarilla y blanca la derecha


parecia; y la izquierda era tal los que
vienen de allí donde el Nilo discurre. 45

Bajo las tres salía un gran par de alas,


tal como convenía a tanto pájaro:
velas de barco no vi nunca iguales. 48

No eran plumosas, sino de murciélago


su aspecto; y de tal forma aleteaban,
que tres vientos de aquello se movían: 51

por éstos congelábase el Cocito;


con seis ojos lloraba, y por tres barbas
corría el llanto y baba sanguinosa. 54

En cada boca hería con los dientes


a un pecador, como una agramadera, 56 Comentario [L392]: Los tres supremos
traidores son Judas Iscariote, que vendió a
tal que a los tres atormentaba a un tiempo. 57 Cristo y sufre por ello mayor castigo; Bruto
y Casio, los asesinos de César, por lo que
de nuevo encontramos la alusión a los
Al de delante, el morder no era nada supremos poderes, espiritual y temporal: la
comparado a la espalda, que a zarpazos Iglesia y el Imperio.
toda la piel habíale arrancado. 60

«Aquella alma que allí más pena sufre


-dijo el maestro- es Judas Iscariote,
con la cabeza dentro y piernas fuera. 63

De los que la cabeza afuera tienen,


quien de las negras fauces cuelga es Bruto:
-¡mirale retorcerse! ¡y nada dice!- 66

Casio es el otro, de aspecto membrudo.


Mas retorna la noche, y ya es la hora
de partir, porque todo ya hemos visto.» 69

Como él lo quiso, al cuello le abracé;


y escogió el tiempo y el lugar preciso,
y, al estar ya las alas bien abiertas, 72

se sujetó de los peludos flancos:


y descendió después de pelo en pelo,
entre pelambre hirsuta y costra helada. 75

Cuando nos encontramos donde el muslo 76 Comentario [L393]: Como veremos, es


este el momento en que pasan del
se ensancha y hace gruesas las caderas, hemisferio norte al hemisferio sur, pues
el guía, con fatiga y con angustia, 78 Lucifer ocupa el centro de la tierra, y al
llegar aproximadamente a su mitad,
bajando, comienza a subir desde lo más
la cabeza volvió hacia los zancajos, profundo del otro hemisferio.
y al pelo se agarró como quien sube,
tal que al infierno yo creí volver. 81

«Cógete bien, ya que por esta escala


-dijo el maestro exhausto y jadeante
es preciso escapar de tantos males.» 84

Luego salió por el hueco de un risco,


y junto a éste me dejó sentado;
y puso junto a mí su pie prudente. 87

Yo alcé los ojos, y pensé mirar


a Lucifer igual que lo dejamos,
y le vi con las piernas para arriba; 90

y si desconcertado me vi entonces,
el vulgo es quien lo piensa, pues no entiende
cuál es el trago que pasado había. 93

«Ponte de pie -me dijo mi maestro-:


la ruta es larga y el camino es malo,
y el sol ya cae al medio de la tercia.» 96 Comentario [L394]: Sobre las siete y
media de la mañana.

No era el lugar donde nos encontrábamos


pasillo de palacio, mas caverna
que poca luz y mal suelo tenía. 99

«Antes que del abismo yo me aparte,


maestro -dije cuando estuve en pie-,
por sacarme de error háblame un poco: 102

¿Dónde está el hielo?, ¿y cómo éste se encuentra


tan boca abajo, y en tan poco tiempo,
de noche a día el sol ha caminado?» 105

Y él me repuso: « Piensas todavía


que estás allí en el centro, en que agarré
el pelo del gusano que perfora 108

el mundo: allí estuviste en la bajada;


cuando yo me volví, cruzaste el punto
en que converge el peso de ambas partes: 111

y has alcanzado ya el otro hemisferio


que es contrario de aquel que la gran seca 113 Comentario [L395]: La gran seca es la
tierra, cuyo punto culminante es el
recubre, en cuya cima consumido 114 Calvario.

fue el hombre que nació y vivió sin culpa;


tienes los pies sobre la breve esfera
que a la Judea forma la otra cara. 117 Comentario [L396]: En una esfera que
se corresponde con la región infernal de la
Judea.
Aquí es mañana, cuando allí es de noche:
y aquél, que fue escalera con su pelo,
aún se encuentra plantado igual que antes. 120

Del cielo se arrojó por esta parte; 121 Comentario [L397]: Lucifer fue
arrojado del cielo por el hemisferio austral
y la tierra que aquí antes se extendía, y las tierras que allí se encontraban, por
por miedo a él, del mar hizo su velo, 123 miedo a él, se retiraron hacia el boreal
(donde según el pensamiento de la época, se
hallaban todas). Todo el hueco que sirvió
y al hemisferio nuestro vino; y puede para formar el embudo del Infiemo, se ha
levantado en forma de la montaña del
que por huir dejara este vacío Purgatorio, justo en las antípodas del
eso que allí se ve, y arriba se alza.» 126 Calvario.

Un lugar hay de Belcebú alejado


tanto cuanto la cárcava se alarga,
que el sonido denota, y no la vista, 129

de un arroyuelo que hasta allí desciende 130 Comentario [L398]: Como veremos en
Purgatorio, XXVIII, se trata del río Leteo,
por el hueco de un risco, al que perfora que lleva hasta el Infiemo las penas
su curso retorcido y sin pendiente. 132 olvidadas de los que se purguen en la
montaña.

Mi guía y yo por esa oculta senda


fuimos para volver al claro mundo;
y sin preocupación de descansar, 135

subimos, él primero y yo después,


hasta que nos dejó mirar el cielo
un agujero, por el cual salimos 138
a contemplar de nuevo las estrellas. 139 Comentario [L399]: Las tres cantigas
de la Comedia concluyen con esta misma
palabra: «estrellas»

PURGATORIO

CANTO I

Por surcar mejor agua alza las velas


ahora la navecilla de mi ingenio,
que un mar tan cruel detrás de sí abandona; 3

y cantaré de aquel segundo reino


donde el humano espíritu se purga
y de subir al cielo se hace digno. 6

Mas renazca la muerta poesía,


oh, santas musas, pues que vuestro soy; .
y Calíope un poco se levante, 9 Comentario [L400]: Calíope es la musa
de la poesía épica, de quien Dante espera
una ayuda para su canto. En el Paraíso la
mi canto acompañando con las voces musa deberá ayudarle aún más. Por ello «un
poco».
que a las urracas míseras tal golpe 11
Comentario [L401]: Las Piérides, hijas
dieron, que del perdón desesperaron. 12 del rey Pierio de Tesalia, desafiaron a las
musas a un certamen, en que fueron
derrotadas por Calíope y convertidas luego
Dulce color de un oriental zafiro, en urracas por su osadía. La leyenda está en
que se expandía en el sereno aspecto Ovidio, Metamorfosis , vv. 302 y ss.
del aire, puro hasta la prima esfera, 15

reapareció a mi vista deleitoso,


en cuanto que salí del aire muerto,
que vista y pecho contristado había. 18

El astro bello que al amor invita 19 Comentario [L402]: El planeta Venus,


que con su luz oculta a la constelación de
hacía sonreir todo el oriente, Piscis. Estamos entre las cuatro y las cinco
y los Peces velados lo escoltaban. 21 de la madrugada del ll de abril de 1300.

Me volví a la derecha atentamente,


y vi en el otro polo cuatro estrellas 23 Comentario [L403]: Se trata de la Cruz
del Sur, que alegoriza las cuatro virtudes
que sólo vieron las primeras gentes. 24 cardinales.
Comentario [L404]: Los hombres de la
Parecía que el cielo se gozara Edad de Oro, o Adán y Eva.
con sus luces: ¡Oh viudo septentrión,
ya que de su visión estás privado! 27

Cuando por fin dejé de contemplarlos


dirigiéndome un poco al otro polo,
por donde el Carro desapareciera, 30 Comentario [L405]: La Osa Mayor

vi junto a mí a un anciano solitario, 31 Comentario [L406]: Se trata de Catón


de Utica, que tiene encomendada la
digno al verle de tanta reverencia, vigilancia del Purgatorio. Catón, enemigo
que más no debe a un padre su criatura. 33 de la polltica de César contra la
constitución republicana, se suicidó en el 46
a.C. antes que caer en manos de éste. Dante
Larga la barba y blancos mechones 34 le elige a pesar de ello y de ser pagano por
sus altas virtudes morales. En todo lo que se
llevaba, semejante a sus cabellos, refiere a este personaje, Dante se inspira en
que al pecho en dos mechones le caían. 36 Lucano.
Comentario [L407]: Así en Farsalia,
II, 373-4
Los rayos de las cuatro luces santas
llenaban tanto su rostro de luz,
que le veía como al Sol de frente. 39
¿Quién sois vosotros que del ciego río
habéis huido la prisión eterna?
-dijo moviendo sus honradas plumas. 42

¿Quién os condujo, o quién os alumbraba,


al salir de esa noche tan profunda,
que ennegrece los valles del infierno? 45

¿Se han quebrado las leyes del abismo?


¿o el designio del cielo se ha mudado
y venís, condenados, a mis grutas?» 48

Entonces mi maestro me empujó,


y con palabras, señales y manos
piernas y rostro me hizo reverentes. 51 Comentario [L408]: Es decir, «me hizo
que me arrodillara ante él».

Después le respondió: «Por mí no vengo.


Bajó del cielo una mujer rogando
que, acompañando a éste, le ayudara. 54

Mas como tu deseo es que te explique


más ampliamente nuestra condición,
no puede ser el mío el ocultarlo. 57

Éste no ha visto aún la última noche;


mas estuvo tan cerca en su locura,
que le quedaba ya muy poco tiempo. 60

Y a él, como te he dicho, fui enviado


para salvarle; y no había otra ruta
más que esta por la cual le estoy llevando. 63

Le he mostrado la gente condenada;


y ahora pretendo las almas mostrarle
que están purgando bajo tu mandato. 66

Es largo de contar cómo lo traje;


bajó del Alto virtud que me ayuda
a conducirlo a que te escuche y vea. 69

Dignate agradecer que haya venido:


busca la libertad, que es tan preciada,
cual sabe quien a cambio da la vida. 72

Lo sabes, pues por ella no fue amarga


en Utica tu muerte; allí dejaste
la veste que radiante será un día. 75
No hemos quebrado las eternas leyes,
pues éste vive y Minos no me ata;
soy de la zona de los castos ojos 78 Comentario [L409]: «Yo vengo del
mismo lugar -el primer círculo infernal
donde se encuentran los no bautizados- que
de tu Marcia, que sigue suplicando tu esposa Marcia.»
que la tengas por tuya, oh santo pecho:
en nombre de su amor, senos benigno. 81

Deja que andemos por tus siete reinos;


le mostraré nuestro agradecimiento,
si quieres que te nombre allí debajo.» 84

«Tan placentera Marcia fue a mis ojos


mientras que estuve allí -dijo él entonces-
que cuanto me pidió le concedía. 87

Ahora que vive tras el río amargo, 88 Comentario [L410]: El Aqueronte.


no puede ya moverme, por la ley
que cuando me sacaron fue dispuesta. 90

Mas si te manda una mujer del cielo,


como has dicho, lisonjas no precisas:
basta en su nombre pedir lo que quieras. 93

Puedes marchar, mas haz que éste se ciña


con un delgado junco y lave el rostro, 95 Comentario [L411]: El junco simboliza
la humildad y acaso se encuentre en
y que se limpie toda la inmundicia; 96 conexión con la cuerda que aparece en
Infierno, XVI, y acaso con el cordón de los
franciscanos.
porque no es conveniente que cubierto
de niebla alguna, vaya hasta el primero 98 Comentario [L412]: Como veremos en
el canto IX, se refiere al ángel portero de la
de los ministros ya del Paraíso. 99 montaña del Purgatorio.

En todo el derredor de aquella islita,


allí donde las olas la combaten,
crecen los juncos sobre el blanco limo: 102

ninguna planta que tuviera fronda


o que dura se hiciera, viviría,
pues no soportaría sus embates. 105

Luego no regreséis por este sitio;


el sol os mostrará, que surge ahora,
del monte la subida más sencilla.» 108

Él desapareció; y me levanté
sin hablar, acercándome a mi guía,
dirigiéndole entonces la mirada. 111

Él comenzó: «Sigue mis pasos, hijo:


volvamos hacia atrás, que esta llanura
va declinando hasta su último margen.» 114

Vencía el alba ya a la madrugada


que escapaba delante, y a lo lejos
divisé el tremolar de la marina. 117

Por la llanura sola caminábamos


como quien vuelve a la perdida senda,
y hasta encontrarla piensa que anda en vano. 120

Cuando llegamos ya donde el rocío


resiste al sol, por estar en un sitio
donde, a la sombra, poco se evapora, 123

ambas manos abiertas en la hierba


suavemente puso mi maestro:
y yo, que de su intento me di cuenta, 126

volví hacia él mi rostro enlagrimado;


y aquí me descubrió completamente
aquel color que me escondió el infierno. 129 Comentario [L413]: Es decir, «me lavó
la cara de toda la suciedad acumulada
durante el viaje infemal».
Llegamos luego a la desierta playa,
que nadie ha visto navegar sus aguas,
que conserve experiencias del regreso. 132 Comentario [L414]: Alusión al último
viaje de Odiseo, que vimos en Inferno,
XXVI.
Me ciñó como el otro había dicho:
¡oh maravilla! pues cuando él cortó
la humilde planta, volvió a nacer otra 135
de donde la arrancó, súbitamente.

CANTO II

Ya había el sol llegado al horizonte


que cubre con su cerco meridiano
Jerusalén en su más alto punto; 3
Comentario [L415]: Recordad que,
y la noche, que a él opuesta gira, según la cosmología de Dante, la montaña
del Purgatorio en el hemisferio Austral que
del Ganges se salía con aquellas ocupan las aguas es la antípoda exacta del
balanzas, que le caen cuando ha triunfado; 6 monte Calvario, en Jerusalén, por lo que
ambas se hallan en el mismo meridiano. En
el hemisferio Boreal, el de la tierra firme,
tal que la blanca y sonrosada cara, Jerusalén ocupa el centro y España y la
India los extremos occidental y oriental,
donde yo estaba, de la bella Aurora respectivamente. La noche, pues, per-
mientras crecía se tornaba de oro. 9 sonificada, sale del Ganges --es decir, está
anocheciendo en la India- con el signo de
Libra, como es propio del equinoccio de
A la orilla del mar nos encontrábamos, primavera en el que nos encontramos.
Cuando la noche «ha triunfado», es decir,
como aquel que pensara su camino, en el equinoccio de otoño, «le caen» porque
que va en corazón y en cuerpo se queda. 12 esta constelación no se descubre entonces
por la noche.
Y entonces, cual del alba sorprendido,
por el denso vapor Marte enrojece
sobre el lecho del mar por el poniente, 15

tal se me apareció, y así aún la viera,


una luz que en el mar tan rauda iba,
que al suyo ningún vuelo se parece. 18

Y separando de ella unos instantes


los ojos, a mi guía preguntando,
la vi de nuevo más luciente y grande. 21

Apareció después a cada lado


un no sabía qué blanco, y debajo
poco a poco otra cosa también blanca. 24

Nada el maestro aún había dicho,


cuando vi que eran alas lo primero;
y cuando supo quién era el piloto, 27

me gritó: « Dobla, dobla las rodillas.


Mira el ángel de Dios: junta las manos,
verás a muchos de estos oficiales. 30

Ve que desdeña los humanos medios,


y no quiere más remo ni más velas
entre orillas remotas, que sus alas. 33

Mira cómo las alza hacia los cielos


moviendo el aire con eternas plumas,
que cual mortal cabello no se mudan.» 36

Después al acercarse más y más


el pájaro divino, era más claro:
y pues de cerca no lo soportaban 39

los ojos, me incliné, y llegó a la orilla


con una barca tan ligera y ágil,
que parecía no cortar el.agua. 42

A popa estaba el celestial barquero,


cual si la beatitud llevara escrita;
y dentro había más de cien espíritus. 45

«In exitu Israel de Aegipto» 46 Comentario [L416]: Comienzo del


Salmo CXIII, en el que se celebra la
cantaban todos juntos a una voz, liberación de la esclavitud de Egipto.
y todo lo que sigue de aquel salmo. 48
Después les hizo el signo de la cruz;
y todos se lanzaron a la playa:
y él se marchó tan veloz como vino. 51

La turba que quedó, muy sorprendida


pareció del lugar, mirando en torno
como aquel que contempla cosas nuevas. 54

De todas partes asaeteaba al día


el sol, que había echado con sus flechas
de la mitad del cielo a Capricornio, 57

cuando la nueva gente alzó la cara


a nosotros, diciendo: «Si sabéis,
mostradnos el camino que va al monte.» 60

Y respondió Virgilio: « Estáis pensando


que este sitio nosotros conocemos;
mas peregrinos somos de igual forma. 63

Llegamos poco antes que vosotros,


por camino tan áspero y tan fuerte,
que ahora el subir parece un simple juego.» 66

Las almas que se dieron cuenta entonces


por mi respiración, de que vivía,
maravilladas, empalidecieron. 69

Y como al mensajero que el olivo


trae, va la gente para oír noticias,
y de apretarse esquivos no se muestran, 72

así a mi vista se agolparon todas


aquellas almas apesadumbradas,
casi olvidando el ir a hacerse bellas. 75 Comentario [L417]: La sorpresa de
encontrar a Dante vivo en el Purgatorio
hace que las almas llegadas a purgar sus
Y yo vi que una de ellas se acercaba 76 culpas se entretengan indebidamente para
saciar su curiosidad.
para abrazarme, con tan grande afecto,
Comentario [L418]: Como veremos en
que me movió a que hiciese yo lo mismo. 78 el v. 91, se trata de la sombra de Cassella,
compositor de discutido origen toscano, que
puso música a alguna de las composiciones
¡Ah vanas sombras, salvo la apariencia! juveniles de Dante.
tres veces por detrás pasé mis brazos,
y tantas otras los volví a mi pecho. 81

Creo que enrojecí, maravillado,


y sonrió la sombra y se alejaba,
y yo me fui detrás para seguirla. 84

Suavemente me dijo que parase;


supe entonces quién era, y le rogué
que, para hablarme, allí se detuviera. 87

«Así -me respondió- como te amaba


en el cuerpo mortal, libre te amo:
por eso me detengo; y tú ¿qué haces?» 90 Comentario [L419]: No olvidemos que
habla un alma, libre ahora del cuerpo tras la
muerte. Con respecto a la corporalidad de
«Por volver otra vez, Cassella mío, las almas (antes del juicio final, en el que se
reunirán con sus cuerpos verdaderos),
adonde estoy, viajo; mas ¿por qué Dante muestra muchas contradicciones a lo
-le dije- tantas horas te han quitado?» 93 largo de la obra, pues si bien, como en este
caso, son totalmente inmateriales, no
sucede de igual manera en otras
Y él a mí: «No me hicieron injusticia, 94 muchísimas ocasiones. (Cfr. Purgutorio,
XXV, vv. 21 y ss.)
si aquel que lleva cuándo y a quien quiere,
me ha negado el pasaje muchas veces; 96 Comentario [L420]: Dante pregunta a
su amigo por qué si ha muerto hace mucho
ha tardado tanto tiempo en venir al
de justa voluntad sale la suya: Purgatorio para dar comienzo a su
penitencia. Cassella, como veremos, no
mas desde hace tres meses ha traído llega a expplicar claramente el porqué.
a quien quisiera entrar, sin oponerse. 99 Comentario [L421]: Los muertos
destinados al Purgatorio se congregan en la
desembocadura del Tíber; y allí deben
Por lo que yo, que estaba en la marina aguardar el tiempo que Dios decida para
donde el agua del Tíber sal se hace, cada caso, antes de emprender el viaje.
Cassella, sin embargo, ha podido
benignamente fui por él llevado. 102 aprovecharse del jubileo que comenzó en la
Navidad anterior, tras haberle sido negado
el pasaje en varias ocasiones.
El vuelo a aquella desembocadura
dirigió, pues que siempre se congregan
allí los que a Aqueronte no descienden.» 105

Y yo: «Si no te quitan nuevas leyes


la memoria o el uso de los cantos
de amor, que mis deseos aquietaban, 108

con ellos té suplico que consueles


mi alma que, viniendo con mi cuerpo
a este lugar, se encuentra muy angustiada.» 111

El amor que en la mente me razona 112 Comentario [L422]: Comienzo de una


canción del propio Dante, que él mismo
entonces comenzó tan dulcemente, comentó en Canvivium, III. Fue compuesta
que en mis adentros oigo aún la dulzura. 114 no mucho después de 1294 y puesta en
música por Cassella.

Mi maestro y yo y aquellas gentes


que estaban junto a él, tan complacidas
parecían, que en nada más pensaban. 117

Todos pendientes y fijos estábamos


de sus notas; y el viejo venerable 119 Comentario [L423]: Reaparece Catón,
como vigilante del Purgatorio. Su cruda
nos gritó: «¿Qué sucede, lentas almas? 120 reconvención a las almas distraídas nos
pone sobre aviso de los peligros de los
deleites sensuales en el camino de la
¿qué negligencia, qué esperar es éste? salvación.
corred al monte a echar las impurezas
que no os permiten contemplar a Dios.» 123

Como cuando al coger avena o mijo,


las palomas rodean el sustento,
quietas y sin mostrar su usado orgullo, 126

si algo sucede que las amedrenta,


súbitamente dejan la comida,
pues un mayor cuidado las asalta; 129

yo vi a aquella mesnada recién hecha


dejar el canto y escapar al monte,
como quien va y no sabe dónde acabe: 132
no fue nuestra partida menos presta.

CANTO III

Por más que aquella huida repentina


por la llanura a todos dispersara,
hacia el monte en que aguija la justicia, 3

a mi fiel compañero me arrimé:


¿pues cómo habría yo sin él corrido?
¿Quién por el monte hubiérame llevado? 6 Comentario [L424]: Virgilio parece
disgustado por haber merecido él también el
reproche de Catón por entretenerse en cosas
Le creí descontento de sí mismo: banales. Recordad el episodio en Infierno,
XXX, en que es el latino quien reprocha a
¡Oh qué digna y qué pura concïencia Dante el entretenerse con naderías.
con qué amargor te muerde un leve fallo! 9

Cuando sus pies dejaron de ir aprisa, 10 Comentario [L425]: La prisa, al igual


que el reírse o cualquier otra desmesura, va
que a cualquier acto quítale el decoro, contra el decoro que deben guardar las
mi pensamiento, empecinado antes, 12 personas nobles y sabias.
Comentario [L426]: En el recuerdo de
reanudó su discurso, deseoso, su amigo Cassella o en el reproche de
Catón.
y dirigí mis ojos hacia el monte
que al cielo más se eleva de las aguas. 15 Comentario [L427]: El Purgatorio es la
montaña más alta de la tierra. Dante utiliza
aquí un neologismo, «si dislaga».
El sol, que atrás en rojo flameaba,
se rompia delante de mi cuerpo,
pues sus rayos en mí se detenían. 18

Me volví hacia los lados temeroso


de estar abandonado, cuando vi
sólo ante mí la tierra oscurecida; 21

y: «¿Por qué desconfías? -mi consuelo


volviéndose hacia mí empezó a decirme-
¿no crees que te acompaño y que te guío? 24
Es ya la tarde donde sepultado 25 Comentario [L428]: En efecto, si en el
Purgatorio son aproximadamente las seis de
está aquel cuerpo en el que sombra hacía; la mañana, hora del amanecer, en Jerusalén
no en Brindis, sino en Nápoles se encuentra. 27 son las seis de la tarde, y en Nápoles algo
después del mediodía.
Comentario [L429]: Virgilio, muerto
Por lo cual si ante mí nada se ensombra, en Brindisi, fue sepultado en Nápoles por
no debes extrañarte, igual que el cielo orden de Augusto (Purgatorio, VII).
no detiene el camino de los rayos. 30

Por sufrir penas, frías y calientes,


Dios ha dispuesto cuerpos semejantes,
de modo que no quiere revelarnos. 33

Loco es quien piense que nuestra razón 34 Comentario [L430]: La razón no puede
alcanzar el porqué de los designios de Dios
pueda seguir por la infinita senda uno y Trino, y tiene que conformarse con el
que sigue una sustancia en tres personas. 36 «quia» (el qué) sin preguntarse por otras
cuestiones inalcanzables para las fuerzas
humanas sin el concurso de la fe.
Os baste con el quía, humana prole;
pues, si hubierais podido verlo todo,
ocioso fuese el parto de María; 39

y tú has visto sin frutos desearlo 40 Comentario [L431]: 40-42 «Tú mismo
has visto desear el saber aún más, sin
a tales que aquietaran su deseo, resultado alguno, a algunos hombres de
que eternamente ahora les enluta: 42 tanta altura intelectual que hubieran podido
conseguirlo. Mas por haber carecido del
auxilio de la fe, ahora este deseo
de Aristóteles hablo y de Platón insatisfecho les atormenta.
y aun de otros más»; y aquí inclinó la frente,
y más no dijo y quedóse turbado. 45 Comentario [L432]: Se refiere ahora a
sí mismo, que comparte con los filósofos de
la antigüedad el lugar de los no bautizados,
Llegamos entretanto al pie del monte; y la imposibilidad de ver a Dios y satisfacer
sus ansias de conocimiento.
tan escarpadas estaban las rocas,
que en vano habrfa piernas bien dispuestas. 48

Entre Rurbia y Lerice el más desierto, 49 Comentario [L433]: Lerice es un


castillo, y Rurbia un pueblecillo, ambos en
el más roto barranco, es escalera, la costa de Li-
comparado con éste, abierta y fácil. 51 guria.

«¿Ahora quién sabe en donde la pendiente


-deteniéndose, dijo mi maestro-
pueda subir aquel que va sin alas?» 54

Y mientras meditaba con la vista


baja, sobre la suerte del camino,
y yo miraba arriba del peñasco, 57

a mano izquierda apareció una turba 58 Comentario [L434]: se trata de un


grupo de almas de aquellos que, a pesar de
de almas que venía hacia nosotros, haberse arrepentido de sus culpas antes de
mas tan lentos que no lo parecía. 60 morir, se encontraban bajo la excomunión,
y tienen que dar vueltas en torno a la
montaña antes de iniciar su penitencia,
«Alza -dije- maestro, la mirada: durante un tiempo treinta veces mayor que
aquel que duró la excomunión.
hay aquí quien podrá darnos consejo,
si no puedes tenerlo por ti mismo.» 63

Entonces miró, y con el rostro sereno


me dijo: «Vamos pues, que vienen lentos;
y afirma la esperanza, dulce hijo.» 66

Tan lejos aún estaba aquella gente,


luego de haber mil pasos caminado,
como un buen lanzador alcanzaria, 69

cuando a las duras peñas se arrimaron


de la alta sima, quietos y apretados,
cual caminante que dudoso mira. 72

«Felices muertos, almas elegidas


-Virgilio dijo- por la paz aquella
que todos esperáis, según bien creo, 75

decidnos dónde baja la montaña,


para poder subir; pues más disgusta
perder el tiempo a quien su precio sabe.» 78

Cual salen del redil las ovejillas


de una, de dos, de tres y temerosas
están las otras, vista y morro en tierra; 81

y lo que la primera hacen las otras,


acercándose a ella si se para,
simples y calmas, y el porqué no saben; 84

así vi que venía la cabeza


de aquella grey afortunada entonces,
con recatado andar y rostro honesto. 87

Al ver los de delante interrumpida


la luz en tierra a mi derecho flanco
desde mí hasta la roca haciendo sombra, 90

se detuvieron, y hacia atrás se echaron,


y todos esos que detrás venían,
no sabiendo por qué, lo mismo hicieron. 93

«Sin que lo preguntéis yo os comunico


que este cuerpo que veis es cuerpo humano;
por lo que el sol ha interceptado en tierra. 96

No os debéis asombrar, pero creedme


que no sin que lo quieran en el cielo
estas paredes escalar pretende.» 99

Así el maestro; y esas dignas gentes:


«Volved -dijeron- y seguid un poco»,
haciéndonos señales con la mano. 102

Y uno de aquéllos empezó: «Quien quiera 103 Comentario [L435]: Se trata de


Manfredo, hijo natural de Federico II y de
que seas, vuelve el rostro mientras andas: Blanca Lancia. Debió nacer en torno a 1232
recuerda si me viste en la otra vida.» 105 y murió cerca de Benevento en 1266, tras
haber intentado asumir la herencia de su
padre y haber luchado encarnizadamente
Volví la vista a él muy fijamente contra el papado (Inocencio IV, que le
excomulgó, Alejandro IV y Urbano IV) y
rubio era y bello y de gentil aspecto, contra Carlos de Anjou, el hermano de Luis
mas un tajo una ceja le partía. 108 IX, bajo cuyas tropas sucumbió el joven
caudillo gibelino. La historiografía de la
época trató su figura con comprensible
Cuando con humildad hube negado disparidad según sus opiniones políticas,
pero casi todos coinciden en su atractivo y
haberle visto nunca, él dijo: «Mira» su nobleza. Dante, obviamente, se muestra
y mostróme una llaga sobre el pecho. 111 muy favorable al personaje, al que atribuye
un arrepentimiento salvador antes de la
muerte, cosa que no hace, en cambio, con
Luego sonriendo dijo: «Soy Manfredo: 112 su padre, Federico II.
la emperatriz Constanza fue mi abuela; Comentario [L436]: Esposa de Enrique
VI de Alemania (hijo de Federico
y te suplico que, cuando regreses, 114 Barbarroja); fue la madre de Federico II.

le digas a mi hermosa hija, madre 115 Comentario [L437]: Su hija, también


llamada Constanza, fue esposa de Pedro III
del honor de Aragón y de Sicilia, de Aragón, de quien tuvo a Federico, rey de
la verdad, si es que cuentan de otro modo. 117 Sicilia, y a Jaime II, que le sucedió en la
corona peninsular.

Después de ser mi cuerpo atravesado


por dos golpes mortales, me volví
llorando a quien perdona de buen grado. 120

Abominables mis pecados fueron


mas tan gran brazo tiene la bondad
infinita, que acoge a quien la implora. 123

Si el pastor de Cosenza, que a mi caza 124 Comentario [L438]: Bartolomé


Pignatelli, obispo de Cosenza.
entonces fue enviado por Clemente, 125
Comentario [L439]: Clemente IV, papa
la página divina comprendiera, 126 desde 1265 hasta 1288.
Comentario [L440]: Manfredo va a
los huesos de mi cuerpo aún estarían referirse en los siguientes versos a la no
al pie del puente junto a Benevento, comprobada leyenda acerca de su muerte.
Según ésta, su cuerpo enterrado fuera de
y por pesadas piedras custodiados. 129 lugar sagrado fue cubierto de grandes
piedras que arrojaron sus barones, hasta que
el obispo mandó trasladarlo fuera de su
Mas los baña la lluvia y mueve el viento, territorio, por ser éste de jurisdicción ecle-
fuera del reino, casi junto al Verde, siástica, y lo mandó enterrar cerca del río
Verde, en el confín de la comarca.
donde él los trasladó sin luz alguna. 132 Manfredo quiere decir que si el obispo
hubiese leído atentamente el pasaje
evangélico (Juan, VI, 37) sobre el
Mas por su maldición, nunca se pierde, 133 arrepentimiento, no hubiese obrado de esta
sin que pueda volver, el infinito manera.
amor, mientras florezca la esperanza. 135 Comentario [L441]: Por haber sido
excomulgado.
Verdad es que quien muere contumaz,
con la Iglesia, aunque al fin arrepentido,
fuera debe de estar de esta montaña, 138

treinta veces el tiempo que viviera


en esa presunción, si tal decreto
no se acorta con buenas oraciones. 141 Comentario [L442]: Manfredo, y
Dante por su boca, pide las oraciones de los
vivos para acortar las penas de las almas del
Piensa pues lo dichoso que me harías, Purgatorio. Esta idea es constante en esta
etapa del viaje.
a mi buena Constanza revelando
cómo me has visto, y esta prohibición: 143 Comentario [L443]: Constanza, hija de
Manfredo, vivió hasta 1302.
que aquí, por los de allá, mucho se avanza. 144

CANTO IV

Cuando algún sufrimiento o alegría


de alguna facultad nuestra se adueña,
toda en ella se centra nuestra alma, 3

y no atiende a ninguna otra potencia


y es esto contra aquel error que opina
que un alma sobre otra alma arda en nosotros. 6 Comentario [L444]: Contra las
doctrinas platónicas o maniqueas.

Por eso, cuando se oye o se ve algo


que atraiga al alma fuertemente a ello,
el tiempo pasa y nada el hombre advierte; 9

porque es una potencia la que escucha,


y otra la que retiene al alma entera:
una está casi presa, y la otra libre. 12

Puede experimentar de veras esto,


escuchando a aquel alma y admirando;
pues bien cincuenta grados ya subido 15 Comentario [L445]: El sol, que recorre
quince grados en una hora, había subido
cincuenta grados; es decir, habían pasado
había el sol, sin darme cuenta, cuando tres horas y veinte minutos desde el
amanecer. Cuando Dante temió que Virgilio
llegamos donde, a una, aquellas almas le hubiese abandonado había pasado una,
gritaron: «Aquí está lo que buscáis.» 18 otras dos mientras andaba hasta la montaña
y se encontraron el grupo de los
excomulgados y hablaban con Manfredo.
Mayor portillo muchas veces cierra
con un manojo apenas de zarzales Comentario [L446]: En este terceto
el campesino al madurar la uva, 21 Dante compara la subida a la que se ven
obligados en el Purgatorio con tres de los
lugares más abruptos de la geografía
de lo que era la senda que subimos, italiana. Sanleo está cerca de Urbino, Noli
en la Liguria, Bismantova es una montaña
yo detrás de mi guía, los dos solos de los Apeninos en la región de Reggio.
al partir de nosotros aquel grupo. 24 Otros leen en lugar de «cacume»:
“cumbre”, Cacume, monte del Lacio cerca
de Frosinone, con lo que, aceptada esta
Se va a Sanleo, a Noli se desciende, 25 lectura, la traducción del verso sería «se
sube a Bismantova y a Cacume».
se sube a Bismantova hasta la cumbre
a pie, pero volar aquí es preciso; 27

digo con leves alas y con plumas


del deseo, detrás de aquel llevado,
que me daba esperanza y me alumbraba. 30 Comentario [L447]: De Virgilio.

Por un girón subimos de la roca,


cuyas paredes casi se juntaban,
y el suelo nos pedía pies y manos. 33

Cuando ya al borde superior llegamos


de la alta base, a un sitio descubierto
«Maestro --dije- ¿qué camino haremos?» 36

Y él me dijo: «No tuerzas ningún paso;


únicamente sígueme hacia el monte,
hasta que llegue alguna escolta sabia.» 39

La cima, de tan alta, era invisible


y aún más pina la cuesta que la raya
que une el medio cuadrante con el centro. 42 Comentario [L448]: La ladera del
monte tenía una inclinación mayor de 45°.

Estaba muy cansado y exclamé:


«Oh dulce padre, vuélvete y advierte
que solo quedaré, si no te paras.» 45

«Hijo --me contestó-- sube hasta allí»,


un repliegue más alto señalando
que por allí giraba todo el monte. 48

Tanto me espolearon sus palabras,


que me esforcé trepando tras de él
hasta que puse pies en la cornisa. 51

Nos sentamos los dos vueltos a oriente, 52 Comentario [L449]: Para mirar con
satisfacción el camino recorrido o tal vez
donde estaba el camino que subimos, porque es de buen augurio mirar a oriente
que siempre de mirar es agradable. 54 para orar. Dante se vuelve hacia la playa, a
oriente, y ve que el sol se alza por su
izquierda, pero recordemos que se
La vista dirigí primero abajo; encuentran en el hemisferio austral.
luego arriba, hacia el sol, y me admiraba
que nos hería por el lado izquierdo. 57

Bien comprendió el poeta que yo estaba Comentario [L450]: «El sol salía entre
nosotros y el Aquilón, es decir, el norte, al
por el carro solar estupefacto, contrario que en el otro hemisferio, que sale
que entre nosotros y Aquilón nacía. 60 entre nosotros y el Austro, o viento sur.»
Comentario [L451]: En el original
«Cástor a Poluce». Si el sol estuviese en
Por lo cual me explicó: «Si los Gemelos 61 Géminis se vería la rueda del Zodiaco girar
fuesen en compañía de ese espejo más al norte, pero ahora el sol se encuentra
en Aries.
que lleva la luz arriba y abajo, 63

verías al Zodiaco enrojecido


girar aún más cercano de las Osas,
si no saliera del camino usado. 66

Cómo pueda ocurrir, pensarlo puedes


si atentamente observas que Sión
en la tierra se opone a esta montaña; 69

un horizonte mismo tienen ambas


y hemisferios diversos; y el camino
que mal supiera recorrer Faetonte, 72 Comentario [L452]: Los fenómenos
del hemisferio austral y boreal son
totalmente contrarios. El camino que mal
podrás ver cómo en ésta va por uno, supo seguir Faetón con su carro es la
eclíptica que lleva los signos del Zodiaco.
y por aquella por el otro lado,
si lo ves claro con la inteligencia.» 75

«Cierto maestro -dije- que hasta ahora


no i claro, como lo discierno,
allí donde mi ingenio me faltaba, 78

que la mitad del cielo que alto gira,


que se llama Ecuador en algún arte, 80 Comentario [L453]: El círculo que
divide en dos el cielo cristalino es llamado
y entre sol y entre invierno se halla siempre, 81 en astronomía Ecuador y está siempre entre
el sol y el invierno, porque cuando el sol
está en Capriconuo es inviemo en el
por la causa que dices, dista tanto hemisferio norte, y cuando está en Cáncer
respecto al Septentrión, cuanto en Judea lo es en el hemisferio sur.
lo contemplaban en la parte cálida. 84 Comentario [L454]: Antes de la
diáspora.

Mas sabría gustoso, si quisieras,


cuánto habremos de andar; pues sube el monte
más de lo que subir pueden mis ojos.» 87

Y él me dijo: «Este monte es de tal modo,


que siempre pesa al comenzar abajo;
y cuando más se sube, menos daña. 90

Y así cuando le sientas tan suave,


que te haga caminar ya tan ligero
como nave que empuja la corriente, 93

habrás llegado al fin de este sendero:


reposar allí espera tu fatiga.
Más no respondo, y esto lo sé cierto.» 96

Y después de decir estas palabras,


Comentario [L455]: Dante y Virgilio
oímos una voz cercana: «¡Acaso han llegado al antepurgatorio, donde se
necesites sentarte mucho antes!» 99 encuentran las almas de aquellos que fueron
tardos en el arrepentimiento.
Los dos al escucharle nos volvimos,
y vimos a la izquierda un gran peñasco,
que antes ninguno habíamos notado. 102

Allí fuimos; y había allí personas


que estaban a la sombra de la piedra
como se pone el hombre por vagancia. 105

Y uno, que fatigado parecía, 106 Comentario [L456]: Se trata, como


veremos, de Belacqua, llamado acaso
se sentaba abrazando sus rodillas, Duccio di Banavia.
con el rostro inclinado puesto entre ellas. 108

«Oh mi dulce señor -dije- contempla


al que más negligente no verías
si la pereza fuese hermana suya.» 111

Entonces se volvió, mirando atento,


levantando su rostro de los muslos:
«¡Sube tú, puesto que eres tan valiente!» 114

Supe quién era entonces, y el cansancio


que aún el aliento un poco me cortaba,
no me impidió acercarme a él; y cuando 117

estuve al lado, alzó la vista apenas


diciendo: « ¿Has entendido cómo el sol
lleva su carro por el hombro izquierdo?» 120 Comentario [L457]: El perezoso habla
irónicamente a Dante por esforzarse tanto
en una estéril disquisición astronómica.
Sus gestos perezosos y sus breves
palabras me causaron leve risa;
Después: «Belacqua -dije- no me duelo 123 Comentario [L458]: Belacqua fue tal
vez un fabricante de instrumentos florentino
contemporáneo de Dante, de quien debió
ya de ti; pero di, ¿por qué te sientas ser conocido en su juventud de poeta trova-
doresco. Se cuenta que reprochándole
aquf precisamente? ¿escolta esperas, Dante su pereza, el indolente le contestó
o la antigua costumbre te domina?» 126 con palabras de Aristóteles que «sentado se
adquiere la sabidurla» a lo que Dante
replicó que entonces no habría hombre tan
Y él: «De qué sirve, hermano, el ir a arriba, sabio como él. Según algún documento de
la época, aún debía estar vivo en 1299.
pues no me dejaría ir al castigo
el ángel del Señor que está en la puerta. 129

Es necesario que antes gire el cielo


sobre mí tantas veces, cuanto en vida,
pues que dejé para el final el llanto; 132 Comentario [L459]: Tiene que
aguardar el comienzo de su auténtica
purgación en el antepurgatorio como todos
si es que antes no me ayuda la oración los tardos en arrepentirse, el mismo tiempo
que estuvo con vida. No nos dice nada
de un corazón surgida que esté en gracia: Dante de en qué círculo debía terminar
porque la otra en el cielo no se escucha.» 135 luego su purificación.
Y ya delante de mí iba el poeta,
diciendo: «Vamos ven, mira que toca
el sol el meridiano, y en la orilla 138
cubre el pie de la noche ya Marruecos.» 139 Comentario [L460]: Es ya el mediodía.
Marruecos equivale al norte de Africa,
donde ahora es medianoche.
CANTO V

De esa sombra me había separado,


y seguía los pasos de mi guía,
cuando detrás de mí, su dedo alzando, 3

una gritó: «iMirad, que no iluminan


los rayos a la izquierda del de abajo,
y cual vivo parece comportarse!» 6

Volví los ojos al oír aquello,


y los vi que miraban asombrados,
sólo a mí, y a la luz que interceptaba. 9

«¿Tú ánimo por qué se enreda tanto


-dijo el maestro- que el andar retardas?
¿qué te importa lo que esos cuchichean? 12

Deja hablar a la gente y ven conmigo:


sé como aquella torre que no tiembla 14 Comentario [L461]: Es un eco de la
Eneida, VI, 554, «Stat ferrea turris ad
nunca su cima aunque los vientos soplen; 15 auras».

pues aquel en quien bulle un pensamiento


sobre otro pensamiento, se extravía,
porque el fuego del uno ablanda al otro.» 18

¿Qué podía decir si no: « Ya voy»?


Díjelo, más cubriéndome el color
que digno de perdón al hombre vuelve. 21 Comentario [L462]: Obviamente,
ruborizándose.

Mientras tanto a través de la ladera


una gente venía hacia nosotros,
cantando el «Miserere», verso a verso. 24 Comentario [L463]: El salmo L. El
nuevo grupo que se acerca es uno de
aquellos que fueron muertos violentamente
Cuando notaron que ocasión no daba y se arrepintieron de sus pecados en el
último momento, perdonando incluso a sus
de atravesar los rayos con mi cuerpo, verdugos.
por un gran «Oh» cambiaron su cantiga; 27

y dos de ellos, en forma de emisarios,


corrieron hacia mí y me preguntaron:
«Haznos saber de vuestra condición» 30

Y mi maestro: «Bien podéis marcharos


y a aquellos que os mandaron referirles
que el cuerpo de éste es carne verdadera. 33

Si al contemplar su sombra se pararon,


como yo creo, baste la respuesta:
hacedle honor, que acaso os aproveche.» 36

Tan rápidos vapores encendidos


no vi rasgar el cielo en plena noche,
ni las nubes de agosto en el ocaso, 39

como aquellos a lo alto se volvieron,


y junto a los demás dieron la vuelta,
como un tropel sin freno hacia nosotros. 42

«Mucha es la gente que a nosotros viene,


y te quieren rogar --dijo el poeta-:
mas sigue andando, y caminando escucha.» 45 Comentario [L464]: Virgilio le insta
para que no se detenga a pesar de los ruegos
de aquellos que vienen a implorarle que
«Oh alma que caminas con aquellos lleve al mundo noticias de sus penas, ya que
aún sigue con vida.
miembros con que naciste, a ser dichoso,
-se acercaban gritando- aquieta el paso. 48

Mira si a alguno de nosotros viste,


para que de él allí noticias lleves:
¡Ah!, ¿por qué sigues? ¡Ah!, ¿por qué no paras? 51

Todos muertos violentamente fuimos,


y hasta el último instante pecadores;
la luz del cielo entonces nos dio juicio 54

y, arrepentidos, perdonando, fuera 55 Comentario [L465]: Arrepentidos de


sus pecados, y perdonando a sus asesinos.
salimos de la vida en paz con Dios,
y el deseo de verle nos aflige.» 57

Y yo: «Por más que mire vuestros rostros


no os reconozco: mas si deseáis
algo que pueda hacer, buenos espíritus, 60

decidmelo y lo haré, por esa paz


que, detrás de los pasos de mi guía,
de mundo en mundo buscar se me hace.» 63

Y uno repuso: «Todos nos fiamos 64 Comentario [L466]: Se trata de Jacobo


del Cassaro, de una noble familia de Fano
de tus bondades sin que nos lo jures, perteneciente a la facción güelfa. Enemigo
si es que tu voluntad no es impedida. 66 acérrimo de los Este de Ferrara, fue muerto
a traición por sicarios de Azzo VIII, con la
posible intervención de Malatestine de
Por lo que yo que hablé antes que los otros, Rímini (Infierno, XXVII).
te ruego, que si ves esa comarca Comentario [L467]: La Marca de
que está entre la Romaña y la de Carlos, 69 Ancona está situada, en efecto, entre la
Romaña y Nápoles.
que de tus ruegos me hagas cortesía
en Fano, y que por mi bien se suplique,
y las graves ofensas purgar pueda. 72

Allí nací, mas los profundos huecos


por los que huyó la sangre en que vivía,
en tierras de Antenor me fueron hechos, 75 Comentario [L468]: En Padua, que se
creía había sido fundada por Antenor,
príncipe troyano (Eneida I, 247-55).
donde estar confiaba más seguro:
que lo mandó el de Este, pues me odiaba 77 Comentario [L469]: El citado Azzo
VIII de Este, que al parecer tenía buenas
más de lo que el derecho lo permite. 78 razones en su rivalidad con Jacobo.

Pero si hacia la Mira hubiese huido, 79 Comentario [L470]: La Mira es un


pueblecito entre Padua y Oriaco. Dante, en
cuando fui sorprendido en Oriaco, este pasaje, se ajusta muy estrechamente a
aun estaría donde se respira. 81 la geografía de la zona, hasta en el pequeño
detalle del pantano.

Corrí al pantano, donde cieno y cañas


estorbaron mi paso y me caí;
y vi mi sangre en tierra hacer un lago.» 84

Luego otro dijo: «¡Ay, así el deseo 85 Comentario [L471]: Bonconte de


Montefeltro era hijo de Guido (Infierno,
se cumpla que te trae a esta montaña, XXVII). Perteneció al partido gibelino y
con piedad bondadosa ayuda al mío! 87 luchó al servicio de Arezzo contra
Florencia, muriendo en la batalla de
Campaldino, que tuvo lugar el ll de junio de
Yo nací en Montefeltro, soy Bonconte; 1289 y en la que tomó parte el propio
Dante.
Giovanna y los demás no me recuerdan, 89
y sigo a estos con la frente gacha.» 90 Comentario [L472]: Su esposa
Giovanna y «los demás», su hija
Manentessa (esposa luego de Guido
Y le dije: «¿qué fuerza o qué aventura Selvatica, que acogió a Dante en 1306) y su
hermano Federico.
de Campaldino te llevó tan lejos
que tu sepulcro nunca se ha encontrado?» 93

«Oh -me repuso-, al pie del Casentino 94 Comentario [L473]: Se trata del valle
superior del Arno que ya hemos visto en
un agua corre que se llama Arquiano, Infierno, XXX. El Arquiano es un afluente
nace en los Apeninos, sobre el Ermo. 96 del Arno que nace cerca del famoso
convento de Camaldoli fundado por San
Romualdo, a quien encontramos en Paraíso,
Donde su nombre ya no necesita, 97 XXII.
llegué con una herida en la garganta, Comentario [L474]: Porque desemboca
huyendo a pie y ensangrentando el llano. 99 en el Arno.

Allí perdí la vista, y mi palabra


terminó con el nombre de María,
y allí al caer mi carne quedó sola. 102

Te diré la verdad y tú a los vivos:


un ángel me cogió, y el del Infierno
gritaba: «Oh tú, el del Cielo, ¿por qué quieres 105
privarme de él, llevándote lo eterno,
porque una lagrimilla me lo quita?
mas yo tendré el gobierno de lo otro.» 108 Comentario [L475]: Irritado el diablo
por no haberse podido llevar el alma de
Bonconte, a causa de su postrer
«Bien sabes que en el aire se recoge arrepentimiento, decide apoderarse de su
cuerpo.
el húmedo vapor que se hace agua,
en cuanto sube donde encuentra el frío. 111

Llegó aquel mal querer, que males busca 112 Comentario [L476]: El propio diablo.
con su sabiduría, y humo y viento
movió con el poder de que es dotado. 114

El valle entonces, cuando cayó el día,


se cubrió desde el monte a Protomagno 116 Comentario [L477]: Se trata de una
altísima cordillera del Apenino que separa
de niebla; y todo el cielo se nubló, 117 el Val d'Arno casentinense del Val d'Arno
superior.
y el aire denso convirtióse en agua;
cayó la lluvia, y vino a los barrancos
toda la que la tierra no absorbía; 120

y como se juntara en torrenteras,


tan veloz en el rfo principal
cayó, que nada pudo retenerla. 123

Mi cuerpo helado, en donde desemboca


halló al soberbio Arquiano: y éste al Arno
lo arrastró, deshaciendo de mi pecho 126

la cruz que hiciera del dolor vencido;


me volteó en la orilla y en el fondo, Comentario [L478]: Es decir, con todo
y me cubrió y ciñó con sus botines.» 129 lo que el río llevaba en aluvión.
Comentario [L479]: Aunque apenas
«Ay, cuando al mundo regresado hayas, nos dice nada de ella, salvo su nombre y los
lugares de su muerte y su nacimiento, lo
y descansado de la larga ruta que ha dado pie a infinitas conjeturas y
-siguió un tercer espíritu al segundo- 132 controversias, debe tratarse de Pia dei
Tolomei, belllsima muchacha sienesa,
desposada con el despótico Paganello
recuerdame, soy Pía, me hizo Siena, Panochieschi, señor del castillo della Pietra
en la Maremma sienesa, partidario de los
Maremma me deshizo: bien lo sabe güelfos, y podestá de Volterra y de Lucca.
aquel que, luego de poner su anillo, 135 Este cruel Nello había ya estado casado en
dos ocasiones, y al parecer, deseando
con su gema me había desposado.» 136 desposarse con Margarita Aldobrandeschi,
CANTO VI a cuyo padre conoceremos en Purgatorio,
XV, y viuda a su vez de Guido de Monforte
(Infiemo, XII) y de Orsello Orsini, decidió
Cuando se acaba el juego de la zara, deshacerse de ella arrojándola por una
ventana del apartado castillo de la Pietra
el perdedor se queda algo mohino (1297). No es admisible la opinión de
y triste aprende, repitiendo lances; 3 algunos de que Pia muriese de fiebres
palúdicas, ni que la causa de su muerte
fuera su infidefdad o los celos de su marido.
con el otro se va toda la gente; Comentario [L480]: El propio Nello.
cuál va delante, cuál detrás le agarra, Comentario [L481]: Es decir,
cuál a su lado quiere darle coba; 6 repitiendo las jugadas para ver en qué ha
consistido su fallo.
él no se para y los escucha a todos;
a quien tiende la mano, al fin le suelta;
y así de aquel gentío se ve libre. 9

Tal entre aquella turba me encontraba, Comentario [L482]: Benincasa da


Laterina, jurisconsulto del siglo XIII, fue
de aquí y de allá volviéndoles el rostro, muerto, en efecto, por Ghin de Tacoo
y prometiendo me soltaba de ellos. 12 (caballero sienés dedicado al bandidaje y
citado por Boccaccio en el Decamarón), en
venganza por haber aquel condenado a
Estaba el Aretino, quien del brazo muerte a un hermano y a un tío de éste.
fiero de Ghin de Tacco halló la muerte, 14 Comentario [L483]: Se trata de Guccio
dei Tarlati, señor de Pietramala, en la
y el otro que se ahogó yendo de caza. 15 comarca de Arezzo, que se ahogó en el
Arno, luchando contra los güelfos. Otros
comentarios le prefieren muerto en 1289,
Suplicaba, tendiéndome las manos, tras la batalla de Campaldino.
Federico Novello, y el de Pisa 17
Comentario [L484]: Federico Novello,
que hiciera parecer fuerte a Marzucco. 18 muerto en 1289 ó 1291, por uno de los
Bostoli, güelfos de Arezzo. El de Pisa debe
ser Gano Scomigniani, muerto a instancias
Vi al conde Orso y su alma separada 19 del conde Ugolino della Ghererdesca en
de su cuerpo por odio y por envidia, 1287. Fue hijo del a continuación citado
Marzucco Scornigniani, hombre de gran
como decia, y no por culpa alguna. 21 reputación muerto en 1301 tras haber
profesado como franciscano en Santa Croce
de Florencia donde Dante debió conocerlo.
Pier de la Broccia digo; y que provea, 22 Su fortaleza consistió en hacer las paces
mientras que aún está aquí, la de Brabante con el temible Ugolino, tras la muerte de su
hijo, para facilitar la reconciliación entre las
si con peor rebaño andar no quiere. 24 facciones rivales.
Comentario [L485]: Orso degli Alberti,
Cuando ya me libré de todas esas hijo del conde Napoleón que vimos en
Infierno, XXXII, fue muerto por su primo
sombras que suplicaban otras súplicas, Alberto en 1286. La familia de los Alberti
porque su salvación les llegue antes, 27 di Mangona, a la que ambos pertenecían,
padeció un verdadero destino trágico
durante varias generaciones.
yo comencé: « Parece que me niegas 28 Comentario [L486]: Pier da la Braccia,
expresamente, oh luz, en algún texto o Pierre de la Brosse, fue un famoso médico
francés de los reyes Luis IX y Felipe III. En
que aplaque la oración leyes del cielo; 30 1276 acusó a la segunda esposa de éste,
Maria de Brabante, de la muerte del
primogénito, que Felipe habia tenido de su
y esta gente por ello sólo ruega: primera mujer, para asegurar la sucesión de
¿es que vanas son pues sus esperanzas, su hijo, luego Felipe el Hermoso. A su vez
la reina acusó a Pierre de estar en tratos con
o es que no he comprendido bien tu texto?» 33 el rey Alfonso X de Castilla, y Felípe III le
mandó ahorcar por traición, pues Castilla y
Francia se encontraban en guerra (1278).
Y él me dijo: «Es sencilla mi escritura; Otros comentadores aseguran que la reina
y en esperar ninguno se equivoca, denunció al médico por haber atentado
contra su castidad.
si con la mente clara bien se mira; 36
Comentario [L487]: Que se arrepienta
de su falsa acusación antes de morir (no lo
pues la cima del juicio no se allana hizo hasta 1321) si no quiere ir a parar a un
porque el fuego de amor cumpla en un punto lugar peor que éste donde se encuentra su
víctima, es decir, en las Malasbolsas donde
lo que satisfacer aquí se espera; 39 se codean los falsos acusadores.
Comentario [L488]: En Eneida, VI,
y allí donde hice tal afirmación, 376, escribe Virgilio «Desine fata deum
flecti sprerare precando», donde parece
no se enmendaba, por rezar, la culpa, negar la posibilidad de cambiar el designio
pues la oración de Dios estaba lejos. 42 divino mediante la oración.
Comentario [L489]: Porque eran
paganos.
No te fijes en dudas tan profundas
sino tan sólo en lo que diga aquella
que entre mente y la verdad alumbre. 45

No sé si entiendes: de Beatriz te hablo;


arriba la verás, sobre la cima
de este monte, dichosa y sonriendo.» 48

Y yo: «Señor, vayamos más aprisa,


que ya no estoy cansado como antes,
y ya veo que el monte arroja sombra.» 51

« Caminaremos mientras dure el día


-él me repuso- el tiempo que podamos;
mas no es la cosa como la imaginas. 54

Antes de estar arriba, volverás


a ver aquel que oculta la ladera,
de modo que sus rayos ya no rompes. 57

Pero mira aquel alma que allá inmóvil,


completamente sola, nos contempla: Comentario [L490]: Se trata, como
el camino más corto ha de mostrarnos. 60 veremos, del alma del trovador Sordello de
Goito, mantuano nacido a comienzos del
siglo XIII. La vida de Sordello es digna de
Nos acercamos: ¡oh ánima lombarda la mejor novela de aventuras. Al parecer,
raptó a la bella Cunizza da Romano, a quien
qué altiva y desdeñosa aparecías, veremos más adelante, hermana de Ezzelino
qué noble y lenta en el mover los ojos! 63 III, y esposa de Ricardo di S. Bonitafio, a
cuyo servicio se encontraba el poeta.
Huyendo luego de la venganza del noble
Ella no nos decía una palabra, anduvo errante por las principales cortes de
la época, siendo muy apreciado como
mas nos dejaba andar, sólo mirando hombre de armas y como poeta por Carlos
a guisa de león cuando reposa. 66 de Anjou. En 1266 se encontraba prisionero
en Navarra y fue liberado poco después por
intercesión del papa Clemente IV. En 1269,
Mas Virgilio acercóse a él, pidiendo ya liberado, obtuvo cinco castillos en
recompensa a sus servicios, muriendo poco
que nos mostrase la mejor subida; después.
pero a su ruego nada respondió, 69 Escribió su brillante obra poética en
provenzal, y aparte de numerosos poemas
de carácter amoroso, compuso una célebre
mas de nuestro país y nuestra vida obra titulada Ensanhament d'onor en la que
pasaba revista a la mayor parte de los
nos preguntó; y mi guía comenzaba soberanos de su tiempo. Esta es al parecer
«Mantua...» y la sombra, toda en ella absorta, 72 una de las principales razones que le
movieron a Dante a encomendarle papel tan
preeminente en su obra, pues como
vino hacia él del sitio en que se hallaba veremos en el siguiente canto es Sordello
quien guía a los otros dos poetas al valle de
diciendo: «¡Oh mantuano, soy Sordello, los reyes. Dante lo cita en «De vulgare
soy de tu misma tierra!», y se abrazaron. 75 eloquentia» como poeta y orador político.
Comentario [L491]: Virgilio iba a
comenzar su respuesta a Sordello con algo
¡Ah esclava Italia, albergue de dolores, 76 así corno «Mantua me vio nacer...» cuando
nave sin timonel en la borrasca, es rápidamente interrumpido por el
trovador.
burdel, no soberana de provincias! 78
Comentario [L492]: La invectiva de
Dante contra las discordias políticas de
Aquel alma gentil tan prestamente, Italia parece estar inspirada en el propio
Sordello.
sólo al oír el nombre de su tierra,
comenzó a festejar a su paisano, 81

y en ti ahora sin guerras no se hallan


tus vivos, y se muerden unos a otros,
los que un foso y un muro mismo encierran. 84 Comentario [L493]: Los paisanos de
una misma ciudad, desgarrados entre las
facciones politicas de su tiempo.
Busca, mísera, en torno de tus costas
tus playas, y después mira en el centro,
si alguna parte en ti de paz disfruta. 87

¿De qué vale que el freno te pusiera, 88 Comentario [L494]: «¿De qué vale que
Justiniano te hubiera dado prudentes leyes
Justiniano, si nadie hay en la silla? si ahora no hay nadie para aplicarlas?»
Menor fuera sin ése la vergüenza. 90

Ah gentes que debíais ser devotas,


y consentir al César en su trono, 92 Comentario [L495]: Los italianos
deberían consentir la autoridad imperial que
si aquello que Dios manda comprendieseis, 93 unificaría la multiplicidad de estados
siempre en discordia.
esa fiera mirad cuán indomable, 94 Comentario [L496]: Se refiere al
precepto evangélico (Mateo, XXII-21):
por no ser corregida por la espuela, «Dad al César lo que es del César y a Dios
al poner en las riendas vuestras manos. 96 lo que es de Dios.»
Comentario [L497]: Probablemente se
¡Oh tú, tedesco Alberto, que la dejas 97 refiere a los religiosos ávidos de riqueza y
poder.
al verla tan salvaje y tan indómita,
Comentario [L498]: Alberto I de
y debiste apretarle los ijares, 99 Austria, hijo del emperador Rodolfo. Fue
elegido para la dignidad imperial en 1298 y
muerto en 1308 por Juan de Suabia. Nunca
caiga de las estrellas justo juicio estuvo en Italia, donde el imperio se
sobre tu sangre, y sea nuevo y claro, consideró vacante desde la muerte de
Federico II hasta la llegada de Enrique VII.
tal que tu sucesor le tenga miedo! 102 Dante le reprocha su desinterés y su
abandono de las cosas de Italia en manos de
Bonifacio VIII. Dante amenaza con el
Pues habéis consentido tú y tu padre, castigo divino a su descendencia, en este
por la codicia de eso distraídos, caso el citado Enrique VII.
que el jardín del imperio esté desierto. 105 Comentario [L499]: Tanto Rodolfo
como Alberto se dedicaron a los asuntos de
Alemania, despreocupándose de Italia, el
Ven y vé a Capuletos y Montescos, 106 jardín del imperio.
Filipeschos, Monaldos, ah, indolente, Comentario [L500]: Dante ahora pasa
esos ya tristes, y estos con recelos! 108 revista a una serie de familias italianas
célebres por sus opiniones contrarias, bien
fueran de ciudades diferentes, bien de la
¡Ven, cruel, ven y vé la tirania misma ciudad. La identificación de estas
familias ha sido bastante discutida por los
de tus nobles, y cura sus desmanes; comentaristas. Los Capuletos y Montescos
verás a Santaflora tan oscura! 111 no está claro que sean los mismos que
recoge la leyenda de Romeo y Julieta, de
Verona. Los Monaldos y Filispescos eran
Ven y contempla tu Roma llorando de Orvieto.

viuda y sola, llamando noche y día: Comentario [L501]: Posesión de la


antigua familia gibelina de los
« Oh mi César, por qué no me acompañas?» 114 Aldobrandeschi, ahora en decadencia, que
había pasado al poder de Siena.
¡Verás lo mucho que se quieren todos! Comentario [L502]: Roma invoca la
presencia del emperador como garantía del
y si a piedad ninguna te movemos, poder civil.
ven y tendrás vergüenza de tu fama. 117

Y si me es permitido, oh sumo Jove 118 Comentario [L503]: Dios, o mejor, el


propio Cristo
que por nosotros en cruz te pusieron,
¿es que has vuelto los ojos a otra parte? 120

¿o te estás preparando, en el abismo


de tus designios, para hacer un bien
que se escapa del todo a nuestra mente? 123

Pues llenas de tiranos las ciudades


están de Italia toda, y un Marcelo 125 Comentario [L504]: Dante debe aludir
al romano Claudio Marcelo (cónsul en el 50
se vuelve cualquier ruin que entra en un bando. 126 a.C.), acérrimo enemigo de la política de
César, y aquí tomado como ejemplo de opo-
sición a la política imperial.
Puedes estar contenta, ah, mi Florencia,
por esta digresión que no te alcanza,
pues se las sabe solventar tu pueblo. 129

La justicia en su pecho muchos guardan,


y, prudentes, disparan tarde el arco;
mas tu pueblo la tiene en plena boca. 132

Muchos rechazan cargos oficiales,


mas tu pueblo solícito responde
sin ser llamado, y grita: «iYo lo acepto!» 135

¡Alégrate, porque motivos tienes:


tú rica, tú con paz, y tú prudente!
De si digo verdad, están las muestras. 138

Las Atenas y Espartas, que inventaron


las viejas leyes tan civilizadas
del bien vivir, hicieron débil prueba 141

comparadas contigo, pues que haces


tan sutiles decretos, que a noviembre
los que hiciste en octubre nunca llegan. 144

Hasta donde recuerdo, ¿cuántas veces


leyes, monedas, hábitos y oficios,
has mudado, y cambiado de habitantes? 147 Comentario [L505]: En efecto
Florencia había cambiado de constitución
política en 1282, 1293 1295, 1300, 1301, y
Y si te acuerdas bien y lo ves claro, a partir de este año la política florentina está
como sabemos marcada por las discordias
te verás semejante a aquella enferma entre güelfos blancos y negros, y
que no encuentra reposo sobre plumas, 150 posteriormente de 1303 a 1308, por las
distintas facciones de negros hasta la
mas dando vueltas calma sus dolores. muerte de Corso Donati. También hace
referencia a los continuos exilios.
CANTO VII
Los saludos corteses y dichosos
por tres y cuatro veces reiterados,
Sordello se apartó y dijo: «¿Quién sois?» 3

«Antes de que llegaran a este monte


las almas dignas de subir a Dios,
Octavio dio a mis huesos sepultura. 6

Yo soy Virgilio; y por culpa ninguna,


salvo el no tener fe, perdí los cielos.»
Así repuso entonces mi maestro. 9

Como queda quien ve súbitamente


algo maravilloso frente a él,
que cree y que no, diciendo «Es..., o no es...», 12

aquel así; después bajó los ojos, 13 Comentario [L506]: Según los usos del
tiempo, los mayores en dignidad abrazaban
y se volvió hacia él humildemente, a los menores por el cuello; los que tenían
y le abrazó donde el menor se agarra. 15 una pareja condición se abrazaban
estrechándose la espalda; los menores
abrazaban a los mayores en los muslos o en
«Gloria de los latinos, por el cual las rodillas. Los primeros abrazos que se
cruzan Sordello y Virgilio son los de dos
mostró cuánto podia nuestra lengua, simples paisanos que se encuentran. Al
oh prez eterna, del pueblo natal, 18 conocer ahora Sordello al autor de la
Eneida, le demuestra toda su reverencia.

qué mérito o qué gracia a mí te muestra?


Si de escuchar soy digno tus palabras,
dime si acaso vienes del infierno.» 21

«Por los recintos todos de aquel reino


doliente, aquí he llegado -respondió-
y, enviado del cielo, con él vengo. 24

Perdí, no por hacer, mas por no hacer, 25 Comentario [L507]: «Me encuentro en
el infierno no por haber cometido falta
el ver el alto sol que tú deseas, alguna, sino por no haber conocido la
pues que fue tarde por mí conocido. 27 doctrina de Cristo.»

No entristecen martirios aquel sitio


sino tinieblas sólo; y los lamentos
no suenan como ayes, son suspiros. 30

Allí estoy con los niños inocentes


del diente de la muerte antes mordidos
que de la humana culpa fueran libres. 33

Con aquellos estoy que las tres santas


virtudes no vistieron, mas sin vicio
supieron y siguieron las restantes. 36

Mas si sabes y puedes, un indicio


danos, con que poder llegar más pronto
a donde el purgatorio da comienzo.» 39

Respondió: «Un lugar fijo no me han puesto; 40 Comentario [L508]: No está del todo
claro por qué razón se encuentra Sordello
y me es licito andar por todos lados; en el antepurgatorio. Algunos opinan que se
te acompaño cual gu(a mientras pueda. 42 encuentra entre los muertos de muerte
violenta, pero no es probable que Sordello
muriese asesinado.
Pero contempla cómo cae el día,
y subir por la noche no se puede;
será bueno pensar en un refugio. 45

A la derecha hay almas retiradas;


si lo permites, a ellas te conduzco,
y te dará placer el conocerlas. 48 Comentario [L509]: Se refiere, como
veremos, al pequeño valle en que descansan
los grandes monarcas.
«¿Cómo es eso? -repuso- ¿quien quisiese
subir de noche, se lo impediría
alguno, o es que él mismo no pudiera? 51

Y el buen Sordello en tierra pasó el dedo


diciendo: «¿Ves?, ni siquiera esta raya
pasarías después de que anochezca: 54

no porque haya otra cosa que te impida


subir, sino las sombras de la noche;
que, de impotencia, quitan los deseos. 57

Con ellas bien podrías descender


y caminar en torno de la cuestra,
mientras que al día encierra el horizonte.» 60 Comentario [L510]: Nótese el carácter
alegórico de las palabras de Sordello. Sólo
con la luz de la gracia es posible el progreso
Entonces mi señor, casi admirado, 61 hacia la perfección espiritual. Sin esta luz
bien se puede bajar, y caer de nuevo en el
«llévanos -dijo- donde nos contaste, pecado, o dar vueltas sin emprender el
pues podrá ser gozosa la demora». 63 camino de la purificación.
Comentario [L511]: Porque Virgilio no
De allí poco alejados estuvimos, conoce las leyes del Purgartorio.

cuando noté que el monte estaba hendido,


del modo como un valle aquí los hiende. 66

«Allí -dijo la sombra-, marcharemos


donde la cuesta hace de sí un regazo;
y esperaremos allí el nuevo día.» 69

Entre llano y pendiente, un tortuoso


camino nos condujo hasta la parte
del valle de laderas menos altas. 72

Oro, albayalde, grana y plata fina,


indigo, leño lúcido y sereno,
fresca esmeralda al punto en que se quiebra, 75

por las hierbas y flores de aquel valle,


sus colores serían derrotados,
como el mayor derrota al más pequeño. 78

No pintó solamente alll natura,


mas con la suavidad de mil olores,
incógnito, indistinto, uno creaba. 81

Salve Regina, sobre hierba y flores 82 Comentario [L512]: La elección del


«Salve Regina» puede estar justificada
sentadas, vi a unas almas que cantaban, porque son reyes o grandes de la tierra
que no vimos por fuera de aquel valle. 84 quienes la entonan.

Comentario [L513]: Comienza ahora


«Antes que el poco sol vuelva a su nido un largo repaso a los principales monarcas
-comenzó nuestro guta el Mantuano- que reinaron en la segunda mitad del siglo
XIII. El trovador Sordello había compuesto
no pretendáis que entre esos os conduzca. 87 un planto a la muerte del caballero Blacatz,
en el que afirmaba que con la muerte de
éste se acababan las virtudes caballerescas,
Mejor desde esta loma las acciones a invitaba a los reyes europeos de la
y los rostros veréis de cada uno, anterior generación a comerse su corazón
para que heredasen su valentía.
que mezclados con ellos allá abajo. 90
Comentario [L514]: Rodolfo de
Austria, a quien ya había aludido en el
Quien más alto se sienta y que parece 91 canto anterior por desatender los asuntos
italianos. Fue emperador de Alemania entre
desatender aquello que debiera, 1283 y 1291, habiendo derrotado su
y no mueve la boca con los otros, 93 candidatura las pretensiones imperiales de
Alfonso X de Castilla.

Rodolfo fue, que pudo, con su imperio, Comentario [L515]: De su sucesor


Enrique VII.
sanar las plagas que han matado a Italia,
Comentario [L516]: Otokar II
y así tarde el remedio de otros llega. 96 Bohemia, que había sido en el mundo
enemigo del anterior. El Molda es el río
Moldava, el Albia es el Elba. Fue rey desde
Aquel que le consuela con la vista, 97 1253 y murió en 1278. Valiente en la guerra
rigió la tierra donde el agua nace y tirano como gobernante, se le atribuye el
haber aconsejado a Carlos de Anjou el
que al Albia el Molda, el Albia al mar se lleva. 99 asesinato de Corradino (Purgatorio, XX).
Dame afirma que ya de joven era mejor que
su hijo en edad adulta.
Otocar se llamó, y desde la infancia
Comentario [L517]: Wenceslao IV,
fue mejor que el barbudo Wenceslao, nacido en 1270, rey de Bohemia a la muerte
su hijo que lujuria y ocio pace. 102 de su padre. Murió en 1305, dejando una
fama, acaso injusta, de vida corrupta.

Y aquel chatito que charla muy junto 103 Comentario [L518]: Felipe III de
Francis, el Atrevido que conversa con
con aquel de un aspecto tan benigno, 104 Enrique I de Navarra. Nació en 1244 y
murió escapando y desflorando el lirio: 105 sucedió a su padre Luis IX en 1270. Fue
padre de Carlos de Anjou y de Felipe IV,
murió en 1285, derrotado por Roger de
¡Ved allí cómo el pecho se golpea! Lauria en su lucha contra los aragoneses. El
detalle de su nariz chata lo confirma la
Mirad al otro que ha hecho a su mano iconografía de la época.
de su mejilla, suspirando, lecho. 108 Comentario [L519]: Enrique I de
Navarra, el Gordo, sucedió a su hermano
Tebaldo (Infierno, XXII) en 1270 y murió
Del mal de Francia son el padre y suegro: 109 en 1274. Su hija Juana fue esposa de Felipe
saben su villa sucia y enviciada; IV el Hermoso.
de esto viene el dolor que les lancea. 111 Comentario [L520]: El mal de Francis
es el citado Felipe IV.
Aquel tan corpulento que acompasa 112 Comentario [L521]: Pedro III de
Aragón, llamado el Grande. Fue hijo de
su canto con aquel tan narigudo, 113 Jaime I al que sucedió en 1276. Casado con
de toda las virtudes ciñó cuerda; 114 Constanza, hija de Manfredo (Purgatorio,
III), fue rey de Sicilia tras la rebelión de las
Vísperas Sicilianas en 1282. Murió en
y si rey después de él hubiera sido 1285. Fue un rey muy afamado por su
virtud, fortaleza y sabiduría.
el jovencito sentado detrás, 116
iría la virtud de vaso en vaso. 117 Comentario [L522]: El narigudo es
Carlos I de Anjou, hermano de Luis IX,
nacido en 1220. Lo conocemos ya como
No es lo mismo los otros herederos; 118 rival de Manfredo al que derrotó en la
batalla de Benevento. Coronado rey de
tienen el trono Jaime y Federico; Nápoles por el papa, murió en 1285. La
mas el lote mejor ninguno tiene. 120 postura de Dante con respecto al personaje
es bastante ambigua (Purgatorio, XX,
Paraíso, VIII).
Raras veces renace por las ramas Comentario [L523]: El sucesor de
la probidad humana; y esto quiere Pedro III fue su hijo Alfonso III, que murió
a los veintisiete años en 1291 dejando tras
quien la otorga, para que la pidamos. 123 sí mala fama, tras seis años de reinado. Es
posible que Dante aluda aquí al hijo menor,
Pedro, muerto muy joven, antes que su
También esto concierne al narigudo 124 padre.
y no menos que a Pedro, con quien canta, Comentario [L524]: Jaime II de
de quien Pulla y Provenza se lamentan. 126 Aragón y Federico II de Sicilia comparten
el desprecio de Dante por sus figuras como
gobemantes.
Tan inferior la planta es a su grano, 127 Comentario [L525]: Dios mismo
cuanto, más que Beatriz y Margarita,
Comentario [L526]: Lo dicho sobre la
Constanza del marido se envanece. 129 sucesión de Pedro III vale para la de Carlos
de Anjou, Carlos II que gobemó
indignamente Apulia y la Provenza, región
Mirad al rey de la vida sencilla 130 que Carlos I había heredado por su
sentado aparte, Enrique de Inglaterra: matrimonio con Beatriz, hija del último
duque.
el vástago mejor tiene en sus ramas. 132
Comentario [L527]: Quiere decir
Dante que tanto menor es Carlos II de
Aquel que está más bajo echado en tierra, 133 Anjou en relación a su padre Carlos I, como
éste lo es respecto a Pedro III; o
mirando arriba, es Guillermo el marqués, literalmente: cuanto Constanza, su esposa,
por quien a Alejandría y sus batallas 135 tiene mayor razón de envanecerse de su
marido, que la citada Beatriz y Margarita de
lloran el Canavés y Monferrato. Borgoña, segunda mujer del de Anjou, la
tienen para hacerlo del suyo.
CANTO VIII Comentario [L528]: Enrique III de
Inglaterra, muerto en 1272, príncipe inepto
y débil a quien sucedió Eduardo I, Ilamado
Era la hora en que quiere el deseo el Justiniano inglés. En el planto de
Blancatz Sordello, recomendaba a Enrique
enternecer el pecho al navegante, que comiese grandes cantidades de corazón
cuando de sus amigos se despide; 3 del héroe, para que le infundiese valor.
Comentario [L529]: Guillermo VII
y que de amor el nuevo peregrino Sapalunga, marqués de Monferrato, que
ocupa una posición más baja que los
sufre, si escucha lejos una esquila, monarcas. Murió en 1292 tras una rebelión
que parece llorar el día muerto; 6 popular, encerrado en una jaula. Para
vengarle su hijo hizo la guerra de la ciudad
de Alejandría, en la Liguria, perdiendo
cuando yo comencé a dejar de oír, algunas tierras en su posesión de
Monferrato y Canaves.
y a mirar hacia un alma que se alzaba
pidiendo con la mano que la oyeran. 9

Juntó y alzó las palmas, dirigiendo


los ojos hacia oriente, de igual modo
que si dijese a Dios: «Sólo en ti pienso.» 12

Con tanta devoción Te lucis ante 13 Comentario [L530]: «Te lucis ante
terminum, rerum Creaton», himno
le salió de la boca en dulces notas, compuesto por San Ambrosio y que se
que le hizo a mi mente enajenarse; 15 canta a la hora de completas para implorar
protección frente a las tentaciones
nocturnas.
y las otras después dulces y pías
seguir tras ella, completando el himno,
puestos los ojos en la extrema esfera. 18

A la verdad aguza bien los ojos, 19 Comentario [L531]: 19-21 La


necesidad de aguzar bien los ojos viene
lector, que el velo ahora es tan sutil, dada por el peligro de interpretar de una
que es fácil traspasarlo ciertamente. 21 forma errónea una alegoría en apariencia
muy simple. En realidad, las almas del
Purgatorio ya no necesitan pedir la ayuda
Yo aquel gentil ejército veía divina para vencer la tentación; pero con
ello se quiere alegorizar la necesidad de la
callado luego contemplar el suelo, oración para las almas que en la tierra
como esperando pálido y humilde; 24 emprenden el camino de la penitencia.

y vi salir de lo alto y descender


dos ángeles con dos ardientes gladios 26 Comentario [L532]: Representación de
la justicia y la misericordia divinas. Las
truncos y de la punta desprovistos. 27 espadas truncas son la defensa contra la
tentación, de la que el hombre puede
defenderse, pero a la que no puede atacar.
Verdes como las hojas más tempranas
sus ropas eran, y las verdes plumas
por detrás las batfan y aventaban. 30

Uno se puso encima de nosotros,


y bajó el otro por el lado opuesto,
tal que en medio las gentes se quedaron. 33

Bien distinguía su cabeza rubia;


mas su rostro la vista me turbaba,
cual facultad que a demasiado aspira. 36

«Vinieron del regazo de María


-dijo Sordello- a vigilar el valle,
por la serpiente que vendrá muy pronto.» 39

Y yo, que no sabía por qué sitio,


me volví alrededor y me estreché
Comentario [L533]: Ugolino Visconti,
a las fieles espaldas, todo helado. 42 hijo de Giovanni Visconti y de una hija de
Ugolino della Gherardesca, ¡unto al que
ocupó el gobierno de Pisa en 1285. De las
«Ahora bajemos -añadió Sordello- discordias entre ambos se aprovehó el
entre las grandes sombras para hablarles; arzobispo Ruggieri. Tuvo un papel de suma
importancia en las discordias entre güelfos
pues el veros muy grato habrá de serles.» 45 y gibelinos en Toscana. Murió en 1296. Fue
gobemador de Gallura, en Cerdeña. Acaso
Dante lo conociera en el cerco de Caprona
Sólo tres pasos creo que había dado en 1289 (Infierno, XXI) o acaso en la
y abajo estuve; y vi a uno que miraba 47 misma Florencia. Ambos compartían las
mismas ideas güelfas.
hacia mí, pareciendo conocerme. 48

Tiempo era ya que el aire oscureciera,


mas no tal que sus ojos y los míos
lo que antes se ocultaba no advirtiesen. 51

Hacia mí vino, y yo me fui hacia él:


cuánto me complació, gentil juez Nino,
cuando vi que no estabas con los reos. 54

Ningún bello saludo nos callamos


luego me preguntó: « ¿Cuándo llegaste
al pie del monte por lejanas aguas?» 57

«Oh -dije- vine por los tristes reinos


esta mañana, en mi primera vida,
aunque la otra, andando así, pretendo.» 60

Y cuando fue escuchada mi respuesta,


Sordello y él se echaron hacia atrás
como gente de súbito turbada. 63 Comentario [L534]: ¿No había
advertido Sordello hasta ese momento que
Dante estaba vivo? Su sorpresa y el no
Volvióse uno a Virgilio, el otro a alguien 64 haber preguntado nada al encontrarse así lo
hace suponer.
sentado allí y gritó: «¡Mira, Conrado!
Comentario [L535]: Sordello se vuelve
ven a ver lo que Dios por gracia quiere.» 66 a Virgilio, como pidiendo una explicación;
Nino Visconti a Conrado Malaspina, de
quien hablaremos más adelante.
Y vuelto a mí: « Por esa rara gracia
que debes al que de ese modo esconde
sus primeros porqués, que no se entienden, 69

cuando hayas vuelto a atravesar las ondas


di a mi Giovanna que en mi nombre implore, 71 Comentario [L536]: Su hija Juana
había nacido en torno a 1291 de su mujer
en donde se responde a la inocencia. 72 Beatriz de Este y tuvo a la muerte de su
padre una vida llena de sinsabores,
muriendo alrededor de 1339.
No creo que su madre ya me ame 73
luego que se cambió las blancas tocas, Comentario [L537]: La mujer de Nino,
Beatriz de Este hija de Obizzo II, casó tras
que conviene que, aún, ¡pobre!, las quisiera. 75 la muerte de aquél con Galeazzo, hijo de
Mateo Visconti, señor de Milán, en 1300.
Las «Blancas tocas» eran la indumentaria
Por ella fácilmente se comprende propia de las viudas.
cuánto en mujer el fuego de amor dura,
si la vista o el tacto no lo encienden. 78

Tan bella sepultura no alzaría 79 Comentario [L538]: La víbora del


escudo de los Visconti de Milán, gibelinos,
la sierpe del emblema de Milán, honrará menos la tumba de Beatriz que el
como lo haría el gallo de Gallura.» 81 gallo del escudo de los Visconti de Pisa,
güelfos (recordemos que Nino había sido
gobemador de Gallura, en Cerdeña). Víbora
Así dijo, y mostraba señalado y
gallo se oponen también como simbolos
su aspecto por aquel amor honesto negativo y positivo, respectivamente.
que en el pecho se enciende con mesura. 84
Yo alzaba ansioso al cielo la mirada,
adonde son más tardas las estrellas,
como la rueda más cercana al eje. 87

Y mi guía: « ¿Qué miras, hijo, en lo alto?»


Y yo le dije: «Aquellas tres antorchas
por las que el polo todo hasta aquí arde.» 90 Comentario [L539]: Las virtudes
teologales. Las otras cuatro, como ya
sabemos, son las cardinales.
Y él respondió: « Las cuatro estrellas claras
que esta mañana vimos, han bajado
y éstas en su lugar han ascendido» 93

Mientras hablaba cogióle Sordello


diciendo: «Ved allá a nuestro adversario»;
y para que mirase alzó su dedo. 96

De aquella parte donde se abre el valle


había una serpiente, acaso aquella
que le dio a Eva el alimento amargo. 99

Entre flores y hierba iba el reptil,


volviendo la cabeza, y sus espaldas
lamiendo como bestia que se limpia. 102

Yo no lo vi, y por eso no lo cuento,


qué hicieron los azores celestiales;
pero bien vi moverse a uno y a otro. 105

Al escuchar hendir las verdes alas,


escapó la serpiente, y regresaron
a su lugar los ángeles a un tiempo. 108

La sombra que acercado al juez se había 109 Comentario [L540]: Conrado


Malaspina fue hijo de Federico I, marqués
cuando este la llamó, mientras la lucha de Villafranca, que vivió hasta 1294.
no dejó ni un momento de mirarme. 111 Villafranca se encontraba en el centro de
Val de Magra, en la comarca de
Lumiguiana.
« Así la luz que a lo alto te conduce
encuentre en tu servicio tanta cera,
cuanta hasta el sumo esmalte necesites, 114

-comenzó- si noticia verdadera


de Val de Magra o de parte vecina
conoces, dímela, que allí fui grande. 117

Me llamaba Corrado Malaspina; Comentario [L541]: Conrado


Malaspina el Viejo vivió en la primera
no el antiguo, sino su descendiente; 119 mitad del siglo XIII.
a mis deudos amé, y he de purgarlo. 120 Comentario [L542]: Se preocupó tanto
de favorecer a los suyos que no se preocupó
de salvar su alma.
«Oh -yo le dije- por vuestras comarcas 121 Comentario [L543]: En efecto, Dante
no visitó las posesiones de los Malaspina
no estuve nunca; pero no hay un sitio hasta 1306.
en toda Europa que las desconozca. 123

La fama con que se honra vuestra casa, 124 Comentario [L544]: La casa de los
Malaspina, en efecto, fue conocidísima en
celebra a los señores y a sus tierras, toda Europa, tanto por su valor como por su
tal que sin verlas todos las conocen. 126 liberalidad con los trovadores.

Y yo os juro que, así vuelva yo arriba,


vuestra estirpe honorable no desdora
el precio de la bolsa y de la espada. 129

Uso y natura así la privilegian, 130 Comentario [L545]: La inclinación


natural y la educación.
que aunque el malvado jefe tuerza el mundo, 131
Comentario [L546]: ¿De nuevo un
derecha va y desprecia el mal camino.» 132 ataque al papado?

y él: «Marcha pues, que el sol no ha de ocupar 133 Comentario [L547]: Conrado predice a
Dante que no pasarán siete años sin que
siete veces el lecho que el Carnero conozca personalmente la virtud de los
cubre y abarca con sus cuatro patas, 135 Malaspina. En 1306, en efecto, Dante fue
huésped de dicha familia, con la que, como
hemos visto, se muestra especialmente
sin que esta opinión tuya tan cortés generoso en sus alabanzas.
claven en tu cabeza con mayores
clavos que las palabras de los otros, 138
si el transcurrir dispuesto no se para.»

CANTO IX

Del anciano Titón la concubina


emblanquecía en el balcón de oriente,
fuera ya de los brazos de su amigo; 3 Comentario [L548]: La Aurora estaba
desposada con Titón, que alcanzó de los
dioses el don de la inmortalidad, pero no de
en su frente las gemas relucían la juventud, convirtiéndose en un eterno
anciano.
puestas en forma del frío animal
que con la cola a la gente golpea; 6

la noche, de los pasos con que asciende,


dos llevaba en el sitio en donde estábamos,
y el tercero inclinaba ya las alas; 9 Comentario [L549]: Dante nos dice
que en Italia está amaneciendo en estos
momentos, alzándose con la constelación de
cuando yo, que de Adán algo conservo, Piscis, o de Escorpión según otros
comentaristas, mientras aquí en el
adormecido me tumbé en la hierba Purgatorio son alrededor de las tres de la
donde los cinco estábamos sentados. 12 mañana.
Comentario [L550]: «Me venció el
Cuando a sus tristes layes da comienzo sueño porque aún me pesaba el cuerpo con
sus necesidades materiales.» Recordemos
la golondrina al tiempo de alborada, que los cinco son Virgilio, Sordello, Nino,
acaso recordando el primer llanto, 15 Conrado y el propio Dante.
Comentario [L551]: Recordemos ya la
citada fábula ovidiana de Progne y
y nuestra mente, menos del pensar Filomena.
presa, y más de la carne separada,
casi divina se hace a sus visiones, 18

creí ver, en un sueño, suspendida


un águila en el cielo, de áureas plumas,
con las alas abiertas y dispuesta 21

a descender, allí donde a los suyos


dejara abandonados Ganimedes,
arrebatado al sumo consistorio. 24 Comentario [L552]: El águila del
sueño le recuerda a Dante la que Zeus
enviara al monte Ida -acaso él mismo
¡Acaso caza ésta por costumbre metaforseado- a raptar al bello Ganimedes
para que le sirviera de copero en el Olimpo.
aquí –pensé-, y acaso de otro sitio
desdeña arrebatar ninguna presa! 27

Luego me pareció que, tras dar vueltas,


terrible como el rayo descendía,
y que arriba hasta el fuego me llevaba. 30 Comentario [L553]: La esfera del
fuego se suponía colocada entre la del aire y
el cielo de la luna.
Allí me pareció que ambos ardíamos;
y el incendio soñado me quemaba
tanto, que el sueño tuvo que romperse. 33

No de otro modo se inquietara Aquiles,


volviendo en torno los despiertos ojos
y no sabiendo dónde se encontraba, 36

cuando su madre de Quirón a Squira


en sus brazos dormido le condujo,
donde después los griegos lo sacaron; 39 Comentario [L554]: Dante se refiere a
la leyenda según la cual, profetizada la
muerte del joven Aquiles si marchaba a la
cual yo me sorprendí, cuando del rostro 40 guerra de Troya, Tetis, su madre, le condujo
mientras dormía de la custodia del centauro
el sueño se me fue, y me puse pálido, Quirón a la ciudad de Squira, donde fue
como hace el hombre al que el espanto hiela. 42 disfrazado de muchacha y educado como
tal, hasta que Ulises vino a buscarle y supo
astutamente reconocerlo, ofreciendo a las
Sólo estaba a mi lado mi consuelo, muchachas ricos presentes entre los cuales
había deslizado un puñal, que el joven
y el sol estaba ya dos horas alto, 44 héroe se apresuró a recoger, sin poder
y yo la cara al mar tenía vuelta. 45 ocultar su instinto bélico.
Comentario [L555]: Es decir, al
verdadero Purgatorio, pues hasta el
«No tengas miedo -mi señor me dijo-; momento Dante y Virgilio han estado
cálmate, que a buen puerto hemos llegado; recorriendo el Antepurgatorio.
no mengües, mas alarga tu entereza. 48 Comentario [L556]: Eran las ocho de
la mañana del 11 de abril.

Acabas de llegar al Purgatorio:


ve la pendiente que en redor le cierra;
y ve la entrada en donde se interrumpe. 51

Antes, al alba que precede al día, Comentario [L557]: Lucía, símbolo de


la gracia iluminante (Infierno, II, 97) que
cuando tu alma durmiendo se encontraba, mientras él soñaba con el vuelo en las
sobre las flores que aquel sitio adornan, 54 garras del águila le había realmente
transportado hasta la puerta del Purgatorio.
vino una dama, y dijo: «Soy Lucía;
deja que tome a éste que ahora duerme;
así le haré más fácil el camino.» 57

Sordello se quedó, y las otras formas;


Te cogió y cuando el día clareaba,
vino hacia arriba y yo tras de tus pasos. 60

Te dejó aquí, mas me mostraron antes


sus bellos ojos esa entrada; y luego
ella y tu sueño a una se marcharon.» 63

Como un hombre que sale de sus dudas


y que cambia en sosiego sus temores,
después que la verdad ha descubierto, 66

cambié yo; y como sin preocupaciones


me vio mi guía, por la escarpadura
anduvo, y yo tras él hacia lo alto. 69

Lector, observarás cómo realzo


mis argumentos, y aún con más arte
si los refuerzo, no te maravilles. 72

Nos acercamos hasta el mismo sitio


que antes me había parecido roto,
como una brecha que un muro partiera, 75

vi una puerta, y tres gradas por debajo


para alcanzarla, de colores varios,
y un portero que aún nada había dicho. 78 Comentario [L558]: Ya que todo este
pasaje alegoriza el sacramento de la
penitencia, el ángel guardián acaso
Y como yo aún los ojos más abriera, represente al sacerdote. La espada puede
significar la justicia o las palabras del
le vi sentado en la grada más alta, sacerdote que mueven a la penitencia.
con tal rostro que no pude mirarlo; 81

y una espada tenía entre las manos,


que los rayos así nos reflejaba,
que en vano a ella dirigí mi vista. 84

«Decidme desde allí: ¿Qué deseáis


-él comenzó a decir- ¿y vuestra escolta?
No os vaya a ser dañosa la venida.» 87

«Una mujer del cielo, que esto sabe,


-le respondió el maestro- nos ha dicho
antes, id por allí, que está la puerta.» 90
«Y ella bien ha guiado vuestros pasos
-cortésmente el portero nos repuso-:
venid pues y subid los escalones. 93

Allí subimos; y el primer peldaño 94 Comentario [L559]: El primer peldaño


alegoriza el examen de conciencia; el
era de mármol blanco y tan pulido, segundo, la confesión propiamente dicha; el
que en él me espejeé tal como era. 96 tercero, la satisfacción de la penitencia.

Era el segundo oscuro más que el perso


hecho de piedra áspera y reseca,
agrietado a lo largo y a lo ancho. 99

El tercero que encima descansaba,


me pareció tan llameante pórfido,
cual la sangre que escapa de las venas. 102

Encima de éste colocaba el ángel


de Dios, sus plantas, al umbral sentado,
que piedra de diamante parecía. 105 Comentario [L560]: La firmeza de la
autoridad eclesiástica.

Por los tres escalones, de buen grado,


el guía me llevó, diciendo: «Pide
humildemente que abran el cerrojo.» 108

A los pies santos me arrojé devoto;


y pedí que me abrieran compasivos,
mas antes di tres golpes en mi pecho. 111

Siete P, con la punta de la espada, 112 Comentario [L561]: Una por cada uno
de los pecados capitales que se purgan en
en mi frente escribió: «Lavar procura las siete cornisas del Purgatorio. Como
estas manchas -me dijo- cuando entres.» 114 veremos, Dante se verá libre de ellas, una
por una, a medida que vaya completando su
ascensión.
La ceniza o la tierra seca eran 115 Comentario [L562]: El color del hábito
del color mismo de sus vestiduras; simboliza la humildad del sacerdote.
y de debajo se sacó dos llaves. 117 Comentario [L563]: De las dos llaves,
la de oro simboliza la autoridad derivada de
Dios para perdonar los pecados; la de plata
Era de plata una y la otra de oro; la ciencia y prudencia del sacerdote para
con la blanca y después con la amarilla examinar y juzgar las faltas.

algo que me alegró le hizo a la puerta. 120

«Cuando cualquiera de estas llaves falla,


y no da vueltas en la cerradura
-dijo él- esta entrada no se abre. 123

Más rica es una; pero la otra, antes


de abrir, requiera más ingenio y arte,
porque es aquella que el nudo desata. 126

Me las dio Pedro; y díjome que errase


antes en el abrirla que en cerrarla,
mientras la gente en tierra se prosterne.» 129 Comentario [L564]: Que fuese más
incliado a la indulgencia que al rigor.

Después empujó la puerta sagrada,


diciéndonos: «Entrad, pero os advierto
que vuelve afuera aquel que atrás mirase.» 132 Comentario [L565]: Quien aún tuviese
nostalgia del pecado.

Y al girar en sus goznes las esquinas


de aquellas sacras puertas, que de fuertes
y sonoros metales están hechas, 135

no rechinó ni se mostró tan dura


Tarpeya, cuando al bueno de Metelo
la arrebataron, y quedó arruinada. 138 Comentario [L566]: La historia la
cuenta Lucano (Farsalia, III, 154-55).
César quiso apoderarse del tesoro público
Yo me volví con el sonar primero, custodiado en la roca Tarpeya al cuidado de
Cecilio Metelo. Expulsado de allí éste y
y Te Deum Laudamus parecía 140 poniendo César las manos en el tesoro, la
escucharse en la voz y en dulces sones. 141 roca resonó en señal de protesta ante el
atropello.

Tal imagen al punto me venía Comentario [L567]: El famoso Te


Deum, himno de acción de gracias, se
de lo que oía, como la que suele atribuye a San Ambrosio y a San Agustín.
cuando cantar con órgano se escucha; 144
que ahora no, que ahora sí, se entiende el texto.

CANTO X

Y al cruzar el umbral de aquella puerta


que el mal amor del alma hace tan rara,
pues que finge derecho el mal camino, 3

resonando sentí que la cerraban;


y si la vista hubiese vuelto a ella,
¿con qué excusara falta semejante? 6 Comentario [L568]: Recordemos la
prohibición angélica de volverse hacia atrás
que vimos en el canto anterior.
Ascendimos por una piedra hendida,
que se movía de uno y de otro lado
como la ola que huye y se aleja. 9

«Aquí es preciso usar de la destreza


-dijo mi guía- y que nos acerquemos
aquí y allá del lado que se aparta.» 12 Comentario [L569]: Tienen que
caminar procurando no chocar con las
estrechas paredes, ambiando de lado según
Y esto nos hizo retardar el paso, los vericuetos del camino.
tanto que antes el resto de la luna
volvió a su lecho para cobijarse, 15

que aquel desfiladero abandonásemos; 16 Comentario [L570]: Sobre las diez y


media de la mañana. Han pasado dos horas
mas al estar ya libres y a lo abierto, desde el despertar del poeta a la puerta del
donde el monte hacia atrás se replegaba, 18 Purgatorio, hasta la llegada al primer
círculo.
cansado yo, y los dos sobre la ruta
inciertos, nos paramos en un sitio
más solo que un camino en el desierto. 21

Desde el borde que cae sobre el vacío,


al pie del alto farallón que asciende,
tres veces mediría el cuerpo humano; 24

y hasta donde alcanzaba con los ojos,


por el derecho y el izquierdo lado,
esa cornisa igual me parecía. 27

Nuestros pies no se habían aún movido


cuando noté que la pared aquella,
que no daba derecho de subida, 30 Comentario [L571]: De tan escarpada
como era no podía ser escalada.

era de mármol blanco y adornado


con relieves, que no ya a Policleto, 32 Comentario [L572]: 32 y ss. Escultor
griego del siglo V a.C., famoso por su
a la naturaleza vencerían. 33 canon dórico. Estos relieves, ya en el suelo,
ya en las paredes del círculo, lo superan con
creces, pues su escultor es, obviamente, el
El ángel que a la tierra trajo anuncio propio Dios. En ellos encontramos ejemplos
de aquella paz llorada tantos años, de mansedumbre, y el primero de ellos está,
como siempre en el Purgatorio, referido a
que abrió los cielos tras veto tan largo, 36 María; en este caso se trata de la
Anunciación.
tan verdadero se nos presentaba
aquí esculpido en gesto tan suave,
que imagen muda no nos parecía. 39

Jurado habria que él decía: «¡Ave!»


porque representada estaba aquella
que tiene llave del amor supremo; 42

e impresas en su gesto estas palabras


“Ecce ancilla Dei”, del modo
con que en cera se imprime una figura. 45

«En un lugar tan sólo no te fijes


-dijo el dulce maestro, que en el lado
donde se tiene el corazón me puso. 48

Por lo que yo volví la vista, y vi


tras de María, por aquella parte
donde se hallaba quien me dirigía, 51

otra historia en la roca figurada;


y me acerqué, cruzando ante Virgilio,
para verla mejor ante mis ojos. 54
Allí en el mismo mármol esculpido 55 Comentario [L573]: 55-69 La segunda
historia esculpida es la de David bailando
estaban carro y bueyes con el arca ante el arca de la Alianza (Samuel, II, VI,
que hace temible el no mandado oficio. 57 21-22) cuyo contacto indebido podía causar
la muerte del infractor (v. 57). La escena
representa también a Micol, esposa de
Delante había gente; y toda ella David, avergonzada ante la conducta de su
esposo que considera impropia de un rey.
en siete coros, que mis dos sentidos
uno decía: «No», y otro: «Sí canta.» 60 Comentario [L574]: El oído decía
«no», pues no se escuchaba nada; pero la
vista decía «sí», tal era la perfección de la
Y al igual con el humo del incienso escultura.
representado, la nariz y el ojo
entre el no y entre el sí tuvieron pugna. 63

Ante el bendito vaso daba brincos


el humilde salmista arremangado,
más y menos que rey en ese instante. 66

Frente a él, figurada en la azotea,


de un gran palacio, Micol se asombraba
como mujer despreciativa y triste. 69

Moví los pies del sitio en donde estaba,


para ver otra historia más de cerca,
que detrás de Micol resplandecía. 72

Aquí estaba historiada la alta gloria 73 Comentario [L575]: La tercera historia,


que Dante sigue paso a paso, fue atribuida a
del principe romano, a quien Gregorio Trajano por Dion Casio (XIX, 5). Fue muy
hizo por sus virtudes victorioso; 75 difundida en la Edad Media.
Comentario [L576]: El papa Gregogio
Magno, según se pensaba en tiempos de
hablo de aquel emperador Trajano; Dante, consiguió que Dios sacase a Trajano
y de una viuda que cogióle el freno, del Infierno, que como no bautizado le
estaba destinado, y lo llevase al Paraíso,
de dolor traspasada y de sollozos. 78 donde le encontraremos (Paraiso, XX), lo
que hace suponer en él afinidades con el
cristianismo de todo punto improbables.
Había en torno a él gran muchedumbre
de caballeros, y las águilas áureas
sobre ellos se movían con el viento. 81

La pobrecilla entre todos aquellos


parecía decir: «Dame venganza,
señor, de mi hijo muerto, que me aflige.» 84

Y él que le contestaba: «Aguarda ahora


a mi regreso»; y ella: « Señor mío
-como alguien del dolor impacientado-, 87

¿y si no vuelves?» y él: «Quien en mi puesto


esté, lo hará»; y ella: « El bien que otro haga
¿qué te importa si el tuyo has olvidado?» 90

Por lo cual él: «Consuélate; es preciso


que cumpla mi deber antes de irme:
la piedad y justicia me retienen.» 93 Comentario [L577]: En el original,
«giustizia vuole a pietà mi ritene».

Aquel que nunca ha visto cosas nuevas 94 Comentario [L578]: Dios, que ha
existido antes que cosa alguna.
fue quien produjo aquel hablar visible,
nuevo a nosotros pues que aquí no se halla. 96

Mientras yo me gozaba contemplando


los simulacros de humildad tan grande,
más gratos aún de ver por su artesano, 99

«Por acá vienen, mas con lentos pasos


-murmuraba el poeta- muchas gentes:
éstas podrán llevamos más arriba.» 102 Comentario [L579]: Las almas de los
soberbios, aplastados por el peso de las
piedras que les humillan.
Mis ojos, que en mirar se complacían
por ver lá novedad que deseaban,
en volverse hacia él no fueron lentos. 105

Mas no quiero lector desanimarte


de tus buenos propósitos si escuchas
cómo desea Dios cobrar las deudas. 108

No atiendas a la forma del martirio:


piensa en lo que vendrá; y que en el peor caso, 110 Comentario [L580]: Es decir, en la
superación de la pena, tras cumplir el
no irá más lejos de la gran sentencia. 111 castigo.
Comentario [L581]: Las penas del
Yo comencé: «Maestro, lo que veo Purgatorio, por duras que éstas sean, no
seguirán tras el Juicio Final.
venir aquí, personas no parecen,
y no sé qué es: turbada está mi vista.» 114

Y aquel: «La condición abrumadora


de su martirio a tierra les inclina,
y aun mis ojos dudaron al principio. 117

Mas mira fijamente, y desentraña


quiénes vienen debajo de esas peñas:
podrás verlos a todos doblegados.» 120 Comentario [L582]: En el original:
«già scorger puoi come ciascun si picchia»,
que algunos explican como si los
Oh soberbios cristianos, infelices, condenados fueran golpeándose el pecho.
Como veremos, esta actitud se contradice
que enfermos de la vista de la mente, con el propio castigo al que están
la fe ponéis en pasos que atrás vuelven, 123 sometidos.

¿no comprendéis que somos los gusanos


de quien saldrá la mariposa angélica
que a la justicia sin reparos vuela? 126

¿de qué se ensorberbecen vuestras almas,


si cual insectos sois defectuosos,
gusanos que no llegan a formarse? 129

Como por sustentar suelo o tejado,


por ménsulas a veces hay figuras
cuyas rodillas llegan hasta el pecho, 132

que sin ser de verdad causan angustia


verdadera en aquellos que las miran;
así los vi al mirarles más atento. 135

Cierto que más o menos contraídas,


según el peso que portando estaban;
y aún aquel más paciente parecía 138
decir llorando: «Ya no lo resisto.»

CANTO XI

«Oh padre nuestro, que estás en los cielos, 1 Comentario [L583]: El canto comienza
con una paráfrasis del Padrenuestro, puesta
no circunscrito, sino por más grande 2 en boca de los soberbios, casi como una
amor que a tus primeras obras tienes, 3 cura de humildad.
Comentario [L584]: «No que estés
alabados tu nombre y tu potencia dentro de los cielos, pues estás en todas
partes, sino porque aquí demuestras más tu
sean de cualquier hombre, como es justo poder y tu amor hacia los ángeles.»
darle gracias a tu dulce vapor. 6 Comentario [L585]: La caridad divina.

De tu reino la paz venga a nosotros,


que nosotros a ella no alcanzarnos,
si no viene, con todo nuestro esfuerzo. 9

Como por gusto suyo hacen los ángeles,


cantando osanna, a ti los sacrificios,
hagan así gustosos los humanos. 12

El maná cotidiano danos hoy,


sin el cual por este áspero desierto
quien más quiere avanzar más retrocede. 15

Y al igual que nosotros las ofensas


perdonamos a todos, sin que mires
el mérito, perdónanos, benigno. 18

Nuestra virtud que cae tan prontamente


no ponga a prueba el antiguo enemigo,
mas líbranos de aquel que así la hostiga. 21

Esta última plegaria, amado Dueño.


no se hace por nosotros, ni hace falta, Comentario [L586]: Las almas del
Purgatorio ya no pueden pecar, pero de
mas por aquellos que detrás quedaron.» 24 igual manera que tas reciben las plegarias
de los vivos, ruegan a su vez para que éstos
no caigan en tentación.
Para ellas y nosotros buen camino
pidiendo andaban esas sombras, bajo
un peso igual al que a veces se sueña, 27

angustiadas en formas desiguales


y en la primera cornisa cansadas,
purgando las calígines del mundo. 30 Comentario [L587]: La oscuridad del
pecado.

Si allí bien piden siempre por nosotros,


¿aquí qué hacer y qué pedir podrían
los que en Dios han echado sus raíces? 33

Debemos ayudarles a lavarse


las manchas, tal que puros y ligeros
puedan ganar las estrelladas ruedas. 36

«Ah, la justicia y la Piedad os libren


pronto, tal que podáis mover las alas,
que os conduzcan según vuestros deseos: 39

mostradnos por qué parte a la escalera


más rápido se va; y, si hay más caminos,
enseñadnos aquel menos pendiente; 42

pues a quien me acompaña, por la carga


de la carne de Adán con que se viste,
contra su voluntad, subir le cuesta.» 45

Las palabras que respondieron a éstas


que había dicho aquel que yo seguía, 47 Comentario [L588]: Virgilio.
de quién vinieran no lo supe; pero 48

dijeron: «Por la orilla a la derecha


veniros, y hallaremos algún paso
que lo pueda subir un hombre vivo. 51

Y si no fuese un estorbo la piedra


que mi cerviz soberbia doma, y tengo
por esto que llevar el rostro gacho, 54

a aquel que vive aún y no se nombra,


miraría por ver si lo conozco,
para hacer que este peso compadezca. 57
Comentario [L589]: Está hablando
Omberto Aldobrandeschi, hijo de
Latino fui, de un gran toscano hijo: 58 Gughelmo, famoso gibefino muerto a
mediados del siglo XIII. Omberto, señor de
Giuglielrno Aldobrandeschi fue mi padre; Campagnatico, castillo cercano a Siena, se
no sé si conocéis el nombre suyo. 60 dedicó al bandidaje y fue muerto por los
sieneses en 1259, o bien defendiendo su
castillo, o según otros ahogado en su lecho.
La sangre antigua y las gloriosas obras Los Aldobrandeschi fueron, en efecto, una
antiquísima y soberbia familia feudal.
de mis mayores, arrogancia tanta
me dieron, que ignorando a nuestra madre 63

común, todos los hombres despreciaba


y por ello morí; sábenlo en Siena,
y en Campagnático todos los niños. 66

Soy Omberto; y no sólo la soberbia


me dañó a mí-, que a todos mis parientes
ha arrastrado consigo a la desgracia. 69

Y aquí es preciso que este peso lleve


por ella, hasta que Dios se satisfaga:
Pues no lo hice de vivo, lo hago muerto.» 72

Incliné al escucharle la cabeza; 73 Comentario [L590]: Dante, que se sabe


de carácter altivo y soberbio, reconoce en el
y uno de ellos, no aquel que había hablado, círculo de los soberbios su propio lugar en
se volvió bajo el peso que llevaba, 75 el Purgatorio (Purgatorio, XIII).
Comentario [L591]: Oderissi da
y me llamó al mirarme y conocerme, Gubbio, miniaturista de la segunda mitad
del siglo XIII muerto en 1299 y conocido
con los ojos fijados con gran pena, de Dante. Trabajó para los papas y fue muy
pues andaba inclinado junto a ellos. 78 celebrado en su tiempo.

«Oh -yo le dije-- ¿No eres Oderisi,


honra de Gubbio, y honra de aquel arte
que se llama en París iluminar?» 81

«Hermano --dijo--- ríen más las cartas


que ahora ilumina Franco, el de Bolonia; 83 Comentario [L592]: Nada sabemos
apenas de este Franco de Bolonia, acaso
suyo es todo el honor, y en parte, mío. 84 fuera un alumno de Oderisi, lo que pondría
aún más de manifiesto la aprendida
humildad de éste.
No hubiera sido yo tan generoso
mientras vivía, por el gran deseo
de superar a todos que albergaba. 87

De tal soberbia pago aquí la pena;


y aun no estaría aquí de no haber sido Comentario [L593]: Estaría en el
que, pudiendo pecar, volvíme a Dios. 90 Antepurgatorio.
Comentario [L594]: La fama del artista
¡Oh, vana gloria del poder humano! dura poco, a menos que le siga una época
de decadencia, con lo cual su nombre queda
¡qué poco dura el verde de la cumbre, preservado más largo tiempo.
si no le sigue un tiempo decadente! 93 Comentario [L595]: Para ejemplificar
lo dicho anteriormente, Dante se vale, por
boca de Oderisi, de dos ejemplos, tomados
Creisteis que en pintura Cimabue 94 uno de la pintura y otro de la literatura. El
tuviese el campo, y es de Giotto ahora, pintor florentino Cimabue, representante
aún de la influencia bizantina, fue superado
y la fama de aquel ha oscurecido. 96 totalmente por las nuevas formas plásticas
de Giotto, por quien Dante mostró gran
admiración. Guido Cavalcanti superó a su
Igual un Guido al otro le arrebata maestro Guido Guinizzelli, y a su vez será
la gloria de la lengua; y nació acaso superado por otro poeta, acaso el propio
Dante.
el que arroje del nido a uno y a otro. 99

No es el ruido mundano más que un soplo


de viento, ahora de un lado, ahora del otro,
y muda el nombre como cambia el rumbo. 102

¿Qué fama has de tener, si viejo apartas


de ti la carne, como si murieras
antes de abandonar el sonajero, 105 Comentario [L596]: El original «anzi
che tu lasciassi il 'pappo' e‟1 'dindi'» hace
referencia al lenguaje infantil.
cuando pasen mil años? Pues es corto
ese espacio en lo eterno, más que un guiño
en el más tardo giro de los cielos. 108 Comentario [L597]: El de las estrellas
fijas, que según Convivium, II, XIV, II,
tarda 360 siglos en completar su vuelta.
Aquel que va delante tan despacio 109 Comentario [L598]: Provenzano
de mí, en Toscana entera era famoso; SaJviati, de Siena, jefe de los gibelinos
toscanos, vencedor en Montaperti. Muerto
y de él en Siena apenas cuchichean, 111 en la batalla de Colle di Valdelsa (1269).
Fue decapitado por los florentinos. Dice la
leyenda que el diablo había profetizado a
en donde era señor cuando abatieron Salviati que su cabeza sería la más alta de
la rabia florentina, que soberbia los sieneses. Él creyó asegurada la victoria,
pero su cabeza entró en Siena en lo alto de
fue en aquel tiempo tal como ahora es puta. 114 una pica. Vueltos al poder los güelfos, bo-
rraron toda la fama que de él quedaba en la
ciudad.
Color de hierba es vuestra nombradía,
que viene y va, y el mismo la marchita Comentario [L599]: Porque se vende
por dinero.
que la hace brotar verde de la tierra.» 117
Comentario [L600]: El Sol.

Y yo le dije: «Tu verdad me empuja


a la humildad, y abate mi soberbia;
pero quién es aquel de quien hablabas?» 120

«Es -respondió-- Provenzano Salviati:


y está aquí porque tuvo pretensiones
de llevar Siena entera entre sus manos. 123

Anduvo así y aún anda, sin descanso,


desde su muerte: tal moneda paga
aquel que en vida a demasiado aspira.» 126

Y yo: «Si aquel espíritu que deja


arrepentirse al fin de su existencia,
queda abajo y no sube sin la ayuda 129

de una buena oración, antes que pase


un tiempo semejante al que ha vivido,
¿Cómo le consintieron que viniese?» 132
Comentario [L601]: 133-38 Carlos de
«Cuando vivía más glorioso –dijo-, 133 Anjou había, en efecto, hecho Prisionero a
un amigo suyo, por cuyo rescate exigía una
en la plaza de Siena libremente suma desorbitada. Salviati, no disponiendo
vencida su vergüenza, se plantó 135 de esa cantidad, se puso a mendigar
públicamente en la Plaza de Siena.
y allí para salvar a cierto amigo,
en la prisión de Carlos condenado,
de tal modo actuó que tembló entero. 138

Más no diré y oscuro sé que hablo;


pero dentro de poco, tus vecinos 140 Comentario [L602]: 140-41 Oderisi
profetiza tal vez la necesidad que tendrá
harán de modo que glosarlo puedas. 141 Dante de mendigar en el exilio.
Esta acción le sacó de esos confines.»

CANTO XII

A la par, como bueyes en la yunta,


con el alma cargada caminaba,
mientras lo consintió mi pedagogo. 3

Mas cuando dijo: «Déjale y avanza;


que es menester que con alas y remos
empuje su navío cada uno», 6

enderecé, cual para andar conviene


el cuerpo todo, mas los pensamientos
se me quedaron sencillos y humildes. 9

Me puse a andar, y seguía con gusto


los pasos del maestro, y ambos dos
de ligereza hacíamos alarde; 12

y él dijo: «vuelve al suelo la mirada,


pues para caminar seguro es bueno
ver el lugar donde las plantas pones». 15

Como, para dejar memoria de ellos,


sobre las tumbas en tierra excavadas
está escrito quién era cuando vivo, 18

y de nuevo se llora muchas veces Comentario [L603]: 25-63 Se abre aquí


por el aguijoneo del recuerdo, una larga serie de estrofas acrósticas; las
cuatro siguientes comienzan con V; las
que tan sólo espolea a los piadosos; 21 cuatro siguientes con 0; las cuatro
siguientes con M, dando como resultado
Vom, es decir, «hombre». En los versos
con mayor semejanza, pues tal era 61-63 aparecen las tres variantes. En toda la
el artificio, lleno de figuras serie se recogen los ejemplos de soberbia
castigada que, esculpidos en el suelo de la
vi aquel camino que en el monte avanza. 24 comisa, aleccionan a los soberbios. Según
algunos comentaristas, los cuatro primeros
son los soberbios contra Dios, castigados
Veía a aquél que noble fue creado 25 por él mismo. El segundo grupo los que
más que criatura alguna, de los cielos causaron su ruina con su propia vanagloria.
El tercero es el grupo de los soberbios
como un rayo caer, por una parte. 27 contra el prójimo, castigados por sus
propias víctimas.
Veía a Briareo, que yacía 28 Comentario [L604]: Briareo, que se
sublevó contra los dioses olímpicos.
en otra, de celeste flecha herido,
por su hielo mortal grave a la tierra. 30

Veía a Marte, a Palas y a Timbreo, 31 Comentario [L605]: Marte, Palas


Atenea y Apolo, luchando contra los
aún armados en tomo de su padre, gigantes.
mirando a los Gigantes desmembrados. 33

Veía al pie, a Nemrot, de la gran obra 34 Comentario [L606]: La torre de Babel.


ya casi enloquecido, contemplando
los que en Senar con él fueron soberbios. 36

¡Oh Niobe, con qué dolientes ojos 37 Comentario [L607]: Niobe, que se
ensoberbeci6 ante Latona por tener siete
te veía grabada en el sendero, hijos y siete hijas, mientras que ésta sólo
entre tus muertos siete y siete hijos! 39 tenía a Apolo y Diana, que exterminaron a
los nióbidas, fue convertida en piedra.

¡Oh Saúl, cómo con la propia espada 40 Comentario [L608]: Saúl se suicidó
tras su derrota en Gelboé a manos de los
en Gelboé ya muerto aparecías, filisteos. David maldijo aquel valle con la
que no sentiste lluvia ni rocío! 42 sequía (2 Samuel, 121).

Oh loca Aracne, así pude mirarte 43 Comentario [L609]: Aracne, que


desafió a Atenea a tejer y fue convertida en
ya medio araña, triste entre los restos araña por la diosa.
de la obra que por tu mal hiciste. 45
Comentario [L610]: Roboán, hijo de
Salomón, tuvo que huir del pueblo,
Oh Roboán, no parece que asuste 46 sublevado contra él por no haber querido,
aquí tu efigie; mas lleno de espanto en su arrogancia, disminuir los impuestos (1
Reyes, XII, 1-18).
le lleva un carro, sin que le eche nadie. 48
Comentario [L611]: Erifile fue muerta
por su hijo Alcmeón en venganza por haber
Mostraba aún el duro pavimento traicionado ésta a su esposo Anfiarao, que
dada su condición de adivino (Infiemo, XX,
como Alcmeón a su madre hizo caro 50 31-39), sabía que moriría en caso de acudir
aquel adorno tan desventurado. 51 a luchar contra Tebas. Argia, mujer de
Polinice, ofreció a Erifile un collar si
conseguía que su esposo acudiera a la
Mostraba cómo se lanzaron sobre batalla, como en efecto hizo, provocando la
presagiada muerte del esposo (Esta cio,
Senaquerib sus hijos en el templo, 53 Tebaida, II, 265 ss.; IV, 187 y ss. También
y cómo, muerto, allí lo abandonaron. 54 en Metamorfosis y en Eneida).
Comentario [L612]: El rey asirio
Senaquerib se había burlado de la confianza
Mostraba el crudo ejemplo y la ruina del rey Ezequía en el Dios de los hebreos.
que hizo Tamiris cuando dijo a Ciro: 56 Un ángel exterminó su ejército y sus hijos
le asesinaron (2 Reyes, XIX; Isaías,
«tuviste sed de sangre y te doy sangre». 57 XXXVII).
Comentario [L613]: Tamiris, reina de
Mostraba cómo huyeron derrotados, los masegetas o escitas, a quien el persa
tras morir Holofernes, los asirios, 59 Ciro había matado a su hijo, se vengó de
éste, una vez derrotado, cortándole la
y también de su muerte los despojos. 60 cabeza. Dante lo cita de Orosio (Historia,II,
7-6), que debe inspirarse en un pasaje de
Herodoto.
Veía a Troya en ruinas y en cenizas; 61
Comentario [L614]: Holofernes,
¡oh Ilión, cuán abatida y despreciable decapitado por Judit en el cerco de Betulia.
mostrábate el relieve que veíal 63 Comentario [L615]: El último ejemplo
es el de la soberbia Troya incendiada y
arrasada por los griegos. Este terceto
¿Qué pincel o buril allí trazara resume no sólo el acróstico, sino los tres
las sombras y los rasgos, que admirarse tipos de soberbia a los que hemos aludido
anteriormente.
harían a cualquier sutil ingenio? 66

Muertos tal muertos, vivos como vivos:


no vio mejor que yo quien vio de veras,
cuanto pisaba, al ir mirando el suelo. 69

¡Ah, caminad soberbios y altaneros,


hijos de Eva, y no inclinéis el rostro
para poder mirar el mal camino! 72

Mas al monte la vuelta habíamos dado,


y su camino el sol más recorrido
de lo que mi alma absorta calculaba, 75

cuando el que atento siempre caminaba


delante, dijo: «Alza la cabeza,
ya no hay más tiempo para ir tan absorto. 78

Mira un ángel allí que se apresura 79 Comentario [L616]: El ángel guardián


del primer círculo, que borrará a Dante la
por venir a nosotros; ve que vuelve primera P de su frente.
la esclava sexta del diario oficio. 81 Comentario [L617]: Han pasado seis
horas del día. Ha pasado, pues, la hora del
mediodía cuando los dos viajeros se
De reverencia adorna rostro y porte, aprestan a subir a la segunda cornisa.
para que guste arriba conducirnos;
piensa que ya este día nunca vuelve.» 84

Acostumbrado estaba a sus mandatos


de no perder el tiempo, así que en esa
materia no me hablaba oscuramente. 87

El bello ser, de blanco, se acercaba,


con el rostro cual suele aparecer
tremolando la estrella matutina. 90

Abrió los brazos, y después las alas;


dijo: «Venid, cercanos los peldaños
están y ya se sube fácilmente. 93

Muy pocos a esta invitación alcanzan:


oh humanos que nacisteis a altos vuelos,
¿cómo un poco de viento os echa a tierra?» 96 Comentario [L618]: Eco de Mateo,
XXII, 14: «Muchos son los llamados y
pocos los elegidos.»
A la roca cortada nos condujo;
Comentario [L619]: La iglesia de San
allí batió las alas por mi frente, Miniato domina la ciudad de Florencia (la
y prometió ya la marcha segura. 99 irónicamente llamada «bien guiada») al otro
lado del Arno, que es preciso cruzar por el
puente llamado Rubaconte, por el podestá
Como al subir al monte, a la derecha, 100 que comenzó su construcción. El sumario y
las pesas hacen referencia a dos grandes
en donde está la iglesia que domina escándalos que entre la magistratura y los
la bien guiada sobre el Rubaconte, 102 comerciantes respectivamente tuvieron
lugar en Florencia, ambos en 1299.
del subir se interrumpe la fatiga
por escalones que se construyeron
cuando sumario y pesas eran ciertos; 105

tal se suaviza aquella ladera


que cae a plomo del otro repecho;
mas rozando la piedra a un lado y otro. 108

Al dirigirnos por ese camino


Beati pauperes spiritu, de un modo 110 Comentario [L620]: Principio de la
primera bienaventuranza del Sermón de la
inefable cantaban unas voces. 111 Montaña (Mateo, V, 3). A pesar del plural
en el original «voci», debe ser entonada por
un solo ángel, como en el resto de las
Ah qué distintos eran estos pasos cornisas.
de aquellos del infierno: aquí con cantos
se entra y allí con feroces lamentos. 114

Por los santos peldaños ya subíarnos


y bastante más leve me encontraba,
de lo que en la llanura parecía. 117

Por lo que yo: «Maestro ¿qué pesada


carga me han levantado, que ninguna
fatiga casi tengo caminando?» 120

Él respondió: «Cuando las P que quedan


aún en tu rostro a punto de borrarse,
estén, como una de ellas, apagadas, 123

tan vencidos los pies de tus deseos


estarán, que no sólo sin fatiga,
sino con gozo arriba han de llevarte.» 126

Entonces hice como los que llevan


en la cabeza un algo que no saben,
y sospechan por gestos de los otros; 129

y por lo cual se ayudan con la mano,


que busca y halla y cumple así el oficio
que no pudiera hacerlo con la vista; 132

extendiendo los dedos de la diestra,


sólo encontré seis letras, que en mi frente
el de la llave habíame grabado: 135
y viendo esto sonrió mi guía.
Comentario [L621]: Los viajeros han
CANTO XIII llegado al repecho donde se purga el pecado
de la envidia Éste es lógicamente menor
que el primero, porque al tener la montaña
Llegarnos al final de la escalera, 1 forma cónica va disminuyendo hacia la
cumbre.
donde por vez segunda se recoge
el monte, que subiendo purifica. 3

Allí del núsmo modo una cornisa,


igual que la primera, lo rodea;
sólo que el giro se completa antes. 6

No había sombras ni señales de ellas:


liso el camino y lisa la muralla,
del lívido color de los roquedos. 9

«Si, para preguntar, gente esperarnos


--me decía el poeta-- mucho temo
que se retrase nuestra decisión.» 12

Luego en el sol clavó los ojos fijos;


de su diestra hizo centro al movimiento,
y se volvió después hacia la izquierda. 15

«Oh dulce luz en quien confiado entro


por el nuevo camino, llévanos
-decía- cual requiere este paraje. 18

Tú calientas el mundo, y sobre él luces:


si otra razón lo contrario no manda,
serán siempre tus rayos nuestro guía.» 21

Cuanto por una milla aquí se cuenta,


tanto en aquella parte caminamos
al poco, pues las ganas acuciaban; 24

y sentimos volar hacia nosotros


espíritus sin verlos, que invitaban
cortésmente a la mesa del amor. 27

La voz primera que pasó volando 28 Comentario [L622]: A continuación


tres casos de amor al prójimo, como
“Vinum non habent” dijo claramente, ejemplos en contra de la envidia. El primero
y tras nosotros lo iba repitiendo. 30 referido a María, hace referencia a las bodas
de Caná.

Y aún antes de perderse por completo Comentario [L623]: El siguiente


ejemplo hace referencia a la proverbial
al alejarse, otra: «Soy Orestes» amistad entre Orestes Pílades, que se hizo
pasó gritando igual sin detenerse. 33 pasar por su amigo para salvarle la vida.

Yo dije: «Oh padre ¿qué voces son éstas?»


Y escuché al preguntarlo una tercera
diciendo: «Amad a quien el mal os hizo.» 36 Comentario [L624]: El tercer ejemplo
son palabras del propio Jesús en el Sermón
de la Montaña (Mateo, 44): «Amad al que
Y el buen maestro «Azota esta cornisa os ofende.»
la culpa de la envidia, mas dirige
la caridad las cuerdas del flagelo. 39

Su freno quiere ser la voz contraria:


y podrás escucharla, según creo,
antes que el paso del perdón alcances. 42

Mas con fijeza mira, y verás gente


que está sentada enfrente de nosotros,
apoyada a lo largo de la roca.» 45

Abrí entonces los ojos más que antes;


miré delante y sombras vi con mantos
del color de la piedra no distintos. 48

Y al haber avanzado un poco más,


oí gritar: «María, por nosotros
ruega» y «Miguel» y «Pedro» y «Santos todos». 51

No creo que ahora existe por la tierra


hombre tan duro, a quien no le moviese
a compasión lo que después yo vi; 54

pues cuando estuve tan cercano de ellos


que sus gestos veía claramente,
grave dolor me vino por los ojos. 57

De cilicio cubiertos parecían


y uno aguantaba con la espalda al otro,
y el muro a todas ellas aguantaba. 60

Así los ciegos faltos de sustento,


piden limosna en días de indulgencia,
y la cabeza inclina uno sobre otro, 63

por despertar piedad más prontamente,


no sólo por el son de las palabras,
mas por la vista que no menos pide. 66

Y como el sol no llega hasta los ciegos,


lo mismo aquí a las sombras de las que hablo
no quería llegar la luz del cielo; 69

pues un alambre a todos les cosía


y horadaba los párpados, del modo
que al gavilán que nunca se está quieto. 72 Comentario [L625]: Se trata de una
práctica común en cetrería para amansar a
las aves de presa. Da cuenta de ello
Al andar, parecía que ultrajaba Federico II en «De arte Venendibus cum
avibus».
a aquellos que sin venne yo veía;
por lo cual me volví al sabio maestro. 75
Él sabía que, aun mudo, deseaba
hablarle; y no esperando mi pregunta,
él me dijo: «Habla breve y claramente.» 78

Virgilio caminaba por la parte 79 Comentario [L626]: Para evitar que


Dante corra peligro de caerse.
de la cornisa en que caer se puede,
pues ninguna baranda la rodea; 81

por la otra parte estaban las devotas


sombras, que por su horrible cosedura
lloraban y mojaban sus mejillas. 84

Me volví a ellas y: «Oh, gentes confiadas


-yo comencé-- de ver la luz suprema
que vuestro desear sólo procura, 87

así pronto la gracia os vuelva limpia


vuestra conciencia, tal que claramente
por ella baje de la mente el río, 90

decidme, pues será grato y amable,


si hay un alma latina entre vosotros,
que acaso útil le sea el conocerla.» 93

«Oh hermano todos somos ciudadanos


de una Ciudad auténtica; tú dices 95 Comentario [L627]: De la Ciudad de
Dios, o Jerusalén Celeste.
que viviese en Italia peregrina.» 96

Esto creí escuchar como respuesta


un poco más allá de donde estaba,
por lo que procuré seguir oyendo. 99

Entre otras vi a una sombra que en su aspecto


esperaba; y si alguno dice “¿Cómo?”,
alzaba la barbilla como un ciego. 102

«Alma que por subir te estás domando,


si eres -le dije ~ me respondiste,
haz que conozca tu nombre o tu patria.» 105

«Yo fui Sienesa -repuso-- y con estos 106 Comentario [L628]: Sapía dei Salvani,
era tía del Provenzán ya conocido por
otros enmiendo aquí la mala vida, nosotros (Purgatorio, XI), esposa de
pidiendo a Aquél que nos conceda el verle. 108 Ghinibaldo di Saracino (Infierno, XXXI).
Envidiosa de la prosperidad de éste en
Siena, al parecer mostró su satisfacción ante
No fui sabia, aunque Sapia me llamaron, la derrota y vergonzosa muerte del sobrino.
Murió en 1274.
y fui con las desgracias de los otros
aún más feliz que con las dichas mías. 111
Y para que no creas que te miento,
oye si fui, como te digo, loca,
ya descendiendo el arco de mis años. 114

Mis paisanos estaban junto a Colle 115 Comentario [L629]: La batalla de


Colle tuvo lugar en 1269, como hemos
cerca del campo de sus enemigos, visto, entre los florentinos güelfos y
y yo pedía a Dios lo que El quería. 117 sieneses gibelinos, con la derrota de estos
últimos.
Comentario [L630]: La derrota de los
Vencidos y obligados a los pasos sieneses, que ya estaba predestinada por
amargos de la fuga, al yo saberlo, Dios.
gocé de una alegría incomparable, 120

tanto que arriba alcé atrevido el rostro


gritando a Dios: «De ahora no te temo»
como hace el mirlo con poca bonanza. 123 Comentario [L631]: Según la fábula, el
mirlo viendo un buen día ya a finales de
enero canta «ya no te temo, Dios, pues salí
La paz quise con Dios ya en el extremo del inviemo», cuando lo peor está aún por
pasar.
de mi vivir; y por la penitencia
no estaría cumplida ya mi deuda, 126

si no me hubiese Piero Pettinaio


recordado en sus santas oraciones, 128 Comentario [L632]: Piero da Campi,
llamado Pettinaio a causa de su profesión
quien se apiadó de mí caritativo. 129 de vendedor de peines. Al parecer, murió a
los ciento nueve años en 1289 con una
extraña fama de santidad. Compraba peines
¿Tú quién eres, que nuestra condición en Pisa y en Siena y tiraba los de mala cali-
vas preguntando, con los ojos libres, dad, pues decía que podía ser engañado,
pero no engañar a su vez.
como yo creo, y respirando hablas?» 132

«Los ojos ---dije acaso aquí me cierren,


mas poco tiempo, pues escasamente
he pecado de haber tenido envidia. 135

Mucho es mayor el miedo que suspende


mi alma del tormento de allí abajo,
que ya parece pesarme esa carga.» 138 Comentario [L633]: De nuevo los
temores de Dante de ser condenado a
purgar su soberbia al parecer con razón,
Y ella me dijo: «¿Quién te ha conducido según algunos contemporáneos suyos.
entre nosotros, que volver esperas?»
Y yo: «Este que está aquí sin decir nada. 141

Vivo estoy; por lo cual puedes pedirrne,


espíritu elegido, si es preciso
que allí mueva por ti mis pies mortales.» 144

«Tan rara cosa de escuchar es ésta,


que es signo --dije,- de que Dios te ama;
con tus plegarias puedes ayudarme. 147

Y te suplico, por lo que más quieras,


que si pisas la tierra de Toscana,
que a mis parientes mi fama devuelvas. 150

Están entre los necios que ahora esperan 151 Comentario [L634]: En estos últimos
versos alude Sapia a dos empresas
en Talamón, y allí más esperanzas descabelladas de lo sieneses, que acabaron
perderán que en la busca de la Diana. 153 en fracaso estrepitoso. La una es la
construcción de un puerto -Siena,
Pero más perderán los almirantes. 154 recuérdese, es una ciudad del interior- en
Telamón, localidad muy insalubre. La otra
era la búsqueda infructuosa de un río
CANTO XIV subterráneo llamado Diana, que abasteciera
de agua a la ciudad.
«¿Quién es éste que sube nuestro monte Comentario [L635]: «Los almirantes»,
antes de que la muerte alas le diera, acaso los encargados de la construcción del
puerto que, junto al dinero, el tiempo y las
y abre los ojos y los cierra a gusto?» 3 esperanzas, perdieron la vida a causa de la
malaria tan frecuente en Telamón.

«No sé quién es, mas sé que no está sólo;


interrógale tú que estás más cerca,
y recíbelo bien, para que hable.» 6

Así dos, apoyado uno en el otro, 7 Comentario [L636]: Los que hablan
son: primero (v. 10), Guido del Duca, de la
conversaban de mí a mano derecha; familia de los Onesti, de Rávena, que dejó
luego los rostros, para hablar alzaron. 9 una gran fama de hombre envidioso y
murió en 1245; el otro (v. 25) es Riniero dei
Paolucci, señor de Calboli, güelfo de la
Y dijo uno: «Oh alma que ligada región de Romaña. Murió en una batalla en
1296.
al cuerpo todavía, al cielo marchas,
por caridad consuélanos y dinos 12

quién eres y de dónde, pues nos causas


con tu gracia tan grande maravilla,
cuanto pide una cosa inusitada.» 15

Y yo: «Se extiende en medio de Toscana


un riachuelo que nace en Falterona, 17 Comentario [L637]: Monte del
Apenino en que nace el Arno.
y no le sacian cien millas de curso. 18

junto a él este cuerpo me fue dado;


decir quién soy sería hablar en balde,
pues mi nombre es aún poco conocido.» 21 Comentario [L638]: Nótese el tono de
humildad que, tras la visita al círculo de los
soberbios, adopta Dante para referirse a su,
«Si he penetrado bien lo que me has dicho por el momento (1300), corta carrera
literaria.
con mi intelecto -me repuso entonces
el que dijo primero- hablas del Arno.» 24

Y el otro le repuso: «¿Por qué esconde


éste cuál es el nombre de aquel río,
cual hace el hombre con cosas horribles?» 27

y la sombra de aquello preguntada


así le replicó: «No sé, mas justo
es que perezca de tal valle el nombre; 30
porque desde su cuna, en que el macizo 31 Comentario [L639]: 31-33 El Arno
nace en la región más abrupta e intrincada
del que es trunco el Peloro, tan preñado de los Apeninos (macizo del que los
está, que en pocos sitios le superan, 33 antiguos pensaban que Sicilia se había
desgajado por un
terremoto). El Peloro es el cabo de Faro, en
hasta el lugar aquel donde devuelve dicha isla.
lo que el sol ha secado en la marina,
de donde toman su caudal los ríos, 36 Comentario [L640]: El sol evapora el
agua del mar formando las nubes, que luego
van a originar las lluvias de las que se
es la virtud enemiga de todos generan los ríos.
y la huyen cual la bicha, o por desgracia
del sitio, o por mal uso que los mueve: 39 Comentario [L641]: Porque el lugar
impulse naturalmente al mal a sus
habitantes, o por la costumbre arraigada en
tanto han cambiado su naturaleza éstos.
los habitantes del mísero valle,
cual si hechizados por Circe estuvieran. 42 Comentario [L642]: Circe es la famosa
hechicera que convertía en bestias a los
hombres d Ulises.
Entre cerdos, más dignos de bellotas
que de ningún otro alimento humano,
su pobre curso primero endereza. 45 Comentario [L643]:

Chuchos encuentra luego, en la bajada, 46 Comentario [L644]: Se refiere ahora a


la ciudad de Arezzo.
pero tienen más rabia que fiereza,
y desdeñosa de ellos tuerce el morro. 48

Va descendiendo; y cuanto más se acrece,


halla que lobos se hicieron los perros, 50 Comentario [L645]: Los lobos son
ahora los florentinos, más malignos aún que
esa maldita y desgraciada fosa. 51 los perros aretinos.

Bajando luego en más profundos cauces, 52 Comentario [L646]: Ahora se refiere a


Pisa.
halla vulpejas llenas de artimañas,
que no temen las trampas que las cacen. 54

No callaré por más que éste me oiga; 55 Comentario [L647]: El propio Rinier,
que debe escuchar la maldad de su sobrino.
y será al otro útil, si recuerda 56
lo que un veraz espíritu me ha dicho. 57 Comentario [L648]: Ahora se refiere a
Dante.

Yo veo a tu sobrino que se vuelve 58 Comentario [L649]: El sobrino de


Rinier es Fulcieri da Calboli, podestá en
cazador de los lobos en la orilla varias ciudades italianas que gobernó con
del fiero río, y los espanta a todos. 60 gran crueldad Florencia en 1303, en nombre
de los negros y dirigiendo una feroz
represión contra blancos y gibelinos.
Vende su carne todavía viva;
luego los mata como antigua fiera;
la vida a muchos, y él la honra se quita. 63

Sangriento sale de la triste selva;


y en tal modo la deja, que en mil años
no tomará a su estado floreciente.» 66
Como al anuncio de penosos males
se turba el rostro del que está escuchando
de cualquier parte que venga el peligro, 69

así yo vi turbar y entristecerse


a la otra alma, que vuelta estaba oyendo,
cuando hubo comprendido las palabras. 72

A una al oírla y a la otra al mirarla,


me dieron ganas de saber sus nombres,
e híceles suplicante mi pregunta; 75

por lo que el alma que me habló primero


volvió a decir: «Que condescienda quieres
y haga por ti lo que por mí tú no haces. 78 Comentario [L650]: Recuérdese que
Dante no ha contestado aún a la pregunta de
Guido al principio del canto.
Mas porque quiere Dios que en ti se muestre
tanto su gracia, no seré tacaño;
y así sabrás que fui Guido del Duca. 81

Tan quemada de envidia fue mi sangre.


que si dichoso hubiese visto a alguno,
cubierto de livor me hubieras visto. 84

De mi simiente recojo tal grano;


¡Oh humano corazón, ¿por qué te vuelcas
en bienes que no admiten compañía? 87 Comentario [L651]: En el original, «là
"v" é mestier di consorte divieto». Es decir,
bienes que quien los obtiene no quiere
Este es Rinieri, prez y mayor honra compartir con nadie. Veremos esta cuestión
en el próximo canto.
de la casa de Cálboli, y ninguno
de sus virtudes es el heredero. 90

Y no sólo su sangre se ha privado, Comentario [L652]: En la Rornaña.


entre el monte y el Po y el mar y el Reno, 92 Ahora es esta comarca la que va a sufrir la
repulsa de Dante por medio de Guido, que
del bien pedido a la verdad y al gozo; 93 lamentará la decadencia de las grandes
familias feudales.
pues están estos límites tan llenos Comentario [L653]: Lizio da Valbona
vivió en la segunda mitad del siglo XIII y
de plantas venenosas, que muy tarde, fue amigo de Riniero. Arrigo Mainardi
aun labrando, serían arrancadas. 96 vivió en los primeros años del siglo, y fue
amigo de Guido.

¿Dónde están Lizio, y Arrigo Mainardi, 97 Comentario [L654]: Pier Traversaro,


de Rávena, gibelino muerto en 1225. Guido
Pier Traversaro y Guido de Carpigna? 98 di Carpigna, e Montefeltro, güelfo muerto
¡Bastardos os hicisteis, romañoles! 99 hacia 1289.
Comentario [L655]: Fabbro del
Lamberza, gibelino, podestá de varias
¿Cuando renacerá un Fabbro en Bolonia? 100 ciudades, murió en 1259 y tuvo gran fama
¿cuando en Faenza un Bernardín de Fosco, 101 de hombre sabio.
rama gentil aun de simiente humilde? 102 Comentario [L656]: Bernardino di
Fosco, era de origen humilde, y llegó
también a ser podestá en varias ciudades.
No te asombres, toscano, si es que lloro En 1240 defendió Faenza contra Federico
II.
cuando recuerdo, con Guido da Prata, 104 Comentario [L657]: Guido da Prata
a Ugolin d‟Azzo que vivió en Romagna, 105 vivió entre los siglos XII y XIII.
Comentario [L658]: Ugolino de Azzo
era toscano, de la familia Ubaldino; murió
Federico Tignoso y sus amigos, 106 en 1293.
a los de Traversara y Anartagi 107 Comentario [L659]: Personaje casi
(sin descendientes unos y los otros), 108 desconocido.
Comentario [L660]: Dos principales
familias de la Romaña, famosas, como dice
a damas y a galanes, las hazañas, Dante, por su forma de vivir los ideales
los afanes de amor y cortesía, caballerescos.
donde ya tan malvadas son las gentes. 111

¿Por qué no te esfumaste, oh Brettinoro, 112 Comentario [L661]: Pequeña ciudad


cerca de Forlí, famosa por la liberalidad de
cuando se hubo marchado tu familia, sus caballeros. Su familia acaso aluda a los
y mucha gente por no ser perversa? 114 Mainardi (v. 97) o a una antigua familia
extinguida en 1177.

Bien hizo Bagnacaval, ya sin hijos;


e hizo mal Castrocaro, y peor Conio, 116 Comentario [L662]: La estirpe de los
Malvicini, condes de Beguacavallo se había
que tales condes en prohijar se empeña. 117 reducido en 1300 a tres hijas, una de ellas
esposa de Guido Novello da Polenta. Los
herederos de las otras dos ciudades son
Bien harán los Pagan, cuando al fin pierdan 118 indignos de sus antecesores.
su demonio; si bien ya nunca puro Comentario [L663]: Señores gibelinos
ha de quedar de aquellos el recuerdo. 120 de Faenza, que mejorarán de condición
cuando haya muerto su demonio,
Maghinardo (Infierno, XXVII, 50-51).
Oh Ugolino dei Fantolín, seguro 121
Comentario [L664]: Ugolino dei
está tu nombre y no se espera a nadie Fantolín, güelfo de Faenza, a quien los hijos
que, corrompido, oscurecerlo pueda. 123 no podrán deshonrar, pues no tuvo
descendencia.

Y ahora vete, toscano, que deseo


más que hablarte, llorar; así la mente
nuestra conversación me ha obnubilado.» 126

Sabíamos que aquellas caras almas


nos oían andar, y así, callando,
hacían confiarnos del camino. 129

Nada más avanzar, ya los dos solos,


igual que un rayo que en el aire hiende,
se oyó una voz venir en contra nuestra: 132 Comentario [L665]: Una vez
terminado el discurso de Guido y dejados
atrás este grupo de envidiosos, los viajeros
«Que me mate el primero que me encuentre»; escuchan en el aire unas voces que
amonestan contra la envidia. La primera es
y huyó como hace un trueno que se escapa, la de Caín, cuyo estigma en la frente impide
si la nube de súbito se parte. 135 que le mate nadie (Génesis, IV, 14).

Apenas tregua tuvo nuestro oído,


y otra escuchamos con tan grande estrépito,
que pareció un tronar que al rayo sigue. 138
Comentario [L666]: Aglauro, hija de
Cécrope, rey de Atenas, fue convertida en
«Yo soy Aglauro, que tornóse en piedra», 139 piedra por oponerse a los amores de su
y por juntarme entonces al poeta, hermana, a quien envidiaba, con el dios
Hermes (Metamorfosís, II, 708-832).
un paso di hacia atrás, y no adelante. 141

Quieto ya el aire estaba en todas partes;


y me dijo: «Aquel debe ser el freno
que contenga en sus límites al hombre. 144

Pero mordéis el cebo, y el anzuelo


del antiguo adversario, y os atrapa;
y poco vale el freno y el reclamo. 147

El cielo os llama y gira en torno vuestro,


mostrando sus bellezas inmortales,
y poneis en la tierra la mirada; 150
y así os castiga quien todo conoce.»

CANTO XV

Cuanto hay entre el final de la hora tercia


y el principio de día en esa esfera, 2 Comentario [L667]: La del Sol, que
parece oscilar entre los trópicos.
que al igual que un chiquillo juega siempre 3

tanto ya parecía que hacia el véspero


aún le faltaba al sol de su camino:
allí la tarde, aquí era medianoche. 6 Comentario [L668]: Comienza la tarde
en el Purgatorio. En Italia era la
medianoche.
En plena cara heríannos los rayos,
pues giramos el monte de tal forma,
que al ocaso derechos caminábamos, 9

cuando sentí en mi frente pesadumbre


de un resplandor mucho mayor que el de antes, 11 Comentario [L669]: Que el del Sol.
y me asombró tan extraño suceso; 12

por lo que alcé las manos por encima


de las cejas, haciéndome visera
que del exceso de luz nos protege. 15

Como cuando del agua o del espejo


el rayo salta a la parte contraria,
ascendiendo de un modo parecido 18

al que ha bajado, y es tan diferente


del caer de la piedra en igual caso,
como experiencia y arte lo demuestran; 21 Comentario [L670]: El rayo se refleja
con un ángulo igual al ángulo de incidencia,
mientras la piedra cae verticalmente.
así creí que la luz reflejada
por delante de mí me golpease;
y en apartarse fue rauda mi vista. 24
«¿Quién es, de quien no puedo, dulce padre,
la vista resguardar, por más que hago,
y parece venir hacia nosotros?» 27

«Si celestial familia aún te deslumbra


-respondió-- no te asombres: mensajero
es que viene a invitar a que subamos. 30 Comentario [L671]: El ángel guardián
de la segunda cornisa, que les mostrará el
paso a la tercera. Notar cómo en este paso
Dentro de poco el mirar estas cosas Dante ya no advierte la desaparición de la P
correspondiente.
no será grave, mas será gozoso
cuanto natura dispuso que sientas.» 33

Cuando cerca del ángel estuvimos


«Entrad aquí -nos dijo dulcemente-
donde hay una escalera menos dura.» 36

Subíamos, dejando el sitio aquel


y cantar “Beati misericordes” 38 Comentario [L672]: Beati
misericordis, «bienaventurados los
escuchamos, y “Goza tú que vences” 39 misericordiosos», es el comienzo de la
quinta bienaventuranza (Mateo, V, 7). Goza
tú que vences se refiere a la victoria sobre
Mi maestro y yo solos caminábamos la envidia. Ambas frases son cantadas por el
hacia la altura; y yo al andar pensaba ángel.
sacar de su palabra algún provecho; 42

y a él me dirigí y le pregunté:
«¿Qué ha querido decir el de Romaña. 44 Comentario [L673]: Dante aprovecha
la subida para aclarar una duda surgida de
con bienes que no admiten compañía?» 45 las palabras de Guido del Duca
(Purgatorio, XIV). Lo que da pie a una
obvia disquisición dantesca sobre la
Y él contestó: «De su mayor defecto diferencia de los bienes materiales, que
conoce el daño, así que no te admires disminuyen al compartirse, y dan motivo a
la envidia; y los bienes espirituales, como el
si es reprendido por que más no llore. 48 amor divino que se acrecienta al repartirse.

Porque si vuestro anhelo se dirige


a lo que compartido disminuye,
hace la envidia que suspire el fuelle. 51

Mas si el amor de la esfera suprema


los deseos volviera hacia lo alto,
tal temor no tendría vuestro pecho; 54

pues, cuanto más allí se dice "nuestro",


tanto del bien disfruta cada uno,
y más amor aún arde en ese claustro.» 57

«Estoy de estar contento más ayuno


-dije- que si no hubiera preguntado,
y aún más dudas me asaltan en la mente. 60

¿Cómo puede algún bien, distribuido


en muchos poseedores, aún más ricos
hacer de él, que si pocos lo tuvieran?» 63

Y aquel me contestó: «Como no pones


la mente más que en cosas terrenales,
sacas tinieblas de luz verdadera. 66

Ese bien inefable e infinito


que arriba está, al amor tal se apresura
corno a un lúcido cuerpo viene el rayo. 69

Tanto se da cuanto encuentra de ardor;


y al aumentarse así la caridad,
sobre ella crece la eterna virtud. 72

Y así cuanta más gente ama allá arriba,


hay allí más amor, y más se ama,
y unos y otros son como los espejos. 75

Y si lo que te digo no te sacia,


verás a Beatriz que plenamente
este o cualquier deseo ha de quitarte. 78

Procura pues que pronto se te extingan,


como han sido ya dos, las cinco heridas
que cicatrizan al estar contrito.» 81

Cuando decir quería: «Me aplacaste»,


me vi llegado al círculo de arriba,
y me hizo callar la vista ansiosa. 84

Allí me pareció en una visión 85 Comentario [L674]: Al llegar a la


tercera comisa, las de los iracundos, Dante
estática de súbito estar puesto, es sorprendido por tres visiones que
y ver muchas personas en un templo; 87 ejemplifican la mansedumbre. La primera
es la de Jesús niño, perdido en el templo de
Jerusalén (Lucas, II, 48).
y una mujer decía en los umbrales,
con dulce gesto maternal: «Oh hijo,
¿por qué has obrado esto con nosotros? 90

Tu padre y yo angustiados estuvimos


buscándote.» Y como ella se callara,
se me borró lo que veía antes. 93

Después me vino otra, con el agua 94 Comentario [L675]: «Otra» es otra


mujer.
que en sus mejillas el dolor destila, La segunda visión corresponde a una
que un gran despecho hacia otros nos provoca 96 anécdota de Pisistrato, tirano de Atenas por
cuyo patronato lucharon Atenea y Poseidón,
que relata Valerio Maximo (V, I, ext. 2).
diciendo: «Si eres sir de la ciudad,
por cuyo nombre dioses contendieron,
y donde toda ciencia resplandece, 99

véngate de esos brazos atrevidos


que a mi hija abrazaron, Pisistrato.»
Y el Señor, que benigno parecía, 102

le respondía con templado rostro:


«¿Qué haremos a quien males nos desea,
si a aquellos que nos aman condenarnos?» 105

Luego vi gente ardiendo en fuego de ira, 106 Comentario [L676]: La tercera escena
es el martirio del protomártir San Esteban
a pedradas matando a un jovencito, que éste acepta perdonando a sus asesinos
gritando: «Martiriza, martiriza», 108 (Hechos, VII, 54-60). La cualidad de joven
atribuida al santo no procede de la escritura,
sino de la iconografia.
y al joven inclinarse, por la muerte
que le apesadumbraba, hacia la tierra,
mas sus ojos alzaba siempre al cielo, 111

pidiendo al alto Sir, en guerra tanta,


que perdonase a sus perseguidores,
con ese aspecto que a piedad nos mueve. 114

Cuando volvió mi alma hacia las cosas


que son, fuera de ella, verdaderas,
supe que mis errores no eran falsos. 117 Comentario [L677]: Las visiones eran
verdaderas, pero únicamente en su interior.

Mi guía entonces, que me contemplaba


como a aquel que del sueño se despierta,
dijo: «¿Qué tienes que te tambaleas, 120

y has caminado más de media legua


con los ojos cerrados, dando tumbos,
a guisa de quien turban sueño o vino?» 123

«Oh dulce padre mío, si me escuchas


te contaré -le dije lo que he visto,
cuando las piernas me fueron tan flojas.» 126

Y él dijo: «Si cien máscaras tuvieses


sobre el rostro, cerrados no tendría
tus pensamientos, aun los más pequeños. 129

Es lo que viste para que no excuses


al agua de la paz abrir el pecho,
que de la eterna fuente se derrama. 132

No pregunté “qué tienes”, como hiciera


quien mira, sin ver nada, con los ojos,
cuando desanimado el cuerpo yace; 135
mas pregunté para animar tus pasos
tal conviene avivar al perezoso,
que tardo emplea al despertar su tiempo.» 138

Por el ocaso andábamos, mirando


hasta donde alcanzaba nuestra vista
contra la luz radiante y vespertina. 141

Y vimos poco a poco una humareda


venir hacia nosotros, cual la noche;
ni un sitio había para resguardarnos: 144
el aire puro nos quitó y la vista. 145 Comentario [L678]: El humo
simboliza que la ira ofusca el entendimiento
de no puede discernir el bien del mal.
CANTO XVI

Negror de infierno y de noche privada


de estrella alguna, bajo un pobre cielo,
hasta el sumo de nubes tenebroso, 3

tan denso velo no tendió en mi rostro


como aquel humo que nos envolvió,
y nunca sentí tan áspero pelo. 6

No podía siquiera abrir los ojos


por lo que, sabia y fiel, la escolta mía
vino hacia mí ofreciéndome su hombro. 9

Como el ciego que va tras de su guía


para que no se pierda ni tropiece
en obstáculo alguno, o tal vez muera, 12

andaba por el aire amargo y sucio,


escuchando a Virgilio aconsejarme:
«Ten cuidado y de mí no te separes». 15

Oía voces como que implorasen


la paz y la clemencia del Cordero
de Dios que borra todos los pecados. 18

Agnus Deí, era, pues, como empezaban


todos a un tiempo y en el mismo modo,
y en completa concordia parecían. 21

«Maestro, lo que oigo ¿son espíritus?»


le dije. Y él a mí: «Bien lo pensaste;
de la iracundia van soltando el nudo.» 24

«¿Quién eres tú que cortas nuestro humo,


y de nosotros hablas como si
aún midieses el tiempo por calendas?» 27

Esto por una voz fue preguntado; 28 Comentario [L679]: Habla, como
veremos, Marco de Lombardía. Este
«Contéstale --me dijo mi maestro- personaje fue, según los antiguos
y si hay subida por aquí pregunta.» 30 comentaristas, un sabio cortesano, político
y diplomático que frecuentó a los soberanos
del norte de Italia, y vivió en la segunda
«Oh, criatura -le dije que te limpias mitad del siglo XIII. De él se conservan
algunas anécdotas que demuestran su
para volver hermosa a quien te hizo, rectitud.
maravillas oirás si me acompañas.» 33

«Cuanto me es permitido he de seguirte;


y si vernos el humo no nos deja,
nos mantendrá cercanos el oírnos.» 36

Entonces comencé: «Con este rostro


que destruye la muerte, voy arriba,
y he llegado hasta aquí desde el infierno. 39

Y si Dios en su gracia me ha tomado,


tanto que quiere que su corte vea
de modo inusitado en estos tiempos, 42

no me ocultes quién fuiste antes de muerto;


dímelo, y dime si el camino es éste;
y tus palabras sean nuestra escolta.» 45

«Yo fui lombardo y Marco me llamaban;


del mundo supe, y amé esa virtud
a la que nadie tiende ya su arco. 48

Para subir camina siempre recto»


Me respondió y dijo luego: «Te pido
que por mí implores cuando estés arriba.» 51

«Por mi fe -yo le dije- te prometo


que haré lo que me pides; mas me estalla
dentro una duda, y tengo que aclararla. 54

Era antes simple y ahora se ha hecho doble


con tus palabras, que me dan certeza
de lo otro, con la cual las relaciono. 57 Comentario [L680]: La observación de
Marco de que la gente no se inclina a la
virtud, a la imprecación de Guido del Duca
El mundo por completo está desierto contra la Romaña, por lo que Dante pide al
cortesano que le explique la causa de que el
de cualquiera virtud, como tú dices, mal se enseñoree de la tierra una
y de maldad cubierto y agravado; 60 inclinación forzada por los astros, o más
bien se debe al propio carácter de los
hombres.
mas la razón te pido que me digas,
tal que la vea y que la enserle a otros;
que a la tierra o al cielo lo atribuyen.» 63

Un gran suspiro que acabó en un ¡ay!


lanzó primero; y luego dijo: «Herrnano,
el mundo es ciego, y tú de él has venido. 66

Cualquier causa achacáis los que estáis vivos


al cielo, igual que si moviese todas
las cosas él obligatoriamente. 69

Destruido sería así en vosotros


el libre arbitrio, y no sería justo
dar la alegría al bien, y al mal dar luto. 72 Comentario [L681]: Sin la libertad no
habría ocasión para el castigo o la
recompensa a las acciones humanas.
El cielo inicia vuestros movimientos; 73 Comentario [L682]: Los astros
no digo todos, mas aunque lo diga, únicamente influyen en los impulsos
iniciales de una acción, nunca la
una luz para el bien o el mal os dieron, 75 determinan.

Y libre voluntad; que si se cansa 76 Comentario [L683]: Al principio el


alma encuentra ciertas dificultades para
en el primer combate contra el cielo, vencer el influjo de los cielos, pero luego
luego lo vence si bien se sustenta. 78 consigue obrar libremente.

A mayor fuerza y a mejor natura 79 Comentario [L684]: Los hombres están


sujetos a Dios, sin perder por eso su
libres estáis sujetos; y ella cría libertad.
vuestra mente, en que el cielo nada puede. 81

Y por esto, si el mundo os descamina,


la causa que buscáis está en vosotros:
y verdaderamente he de explicártelo: 84

De la mano de Aquél que la acaricia,


aun antes de existir, cual la muchacha
que llorando y riendo juguetea, 87

sale sencilla el alma y nada sabe,


salvo que, obra de un gozoso artista,
gustosa vuelve a aquello que la alegra. 90

Primero saborea el bien pequeño;


aquí se engaña y corre detrás de él,
si no tuerce su amor freno ni guía. 93 Comentario [L685]: La ciudad
auténtica es la Civitas Dei agustiniana. El
poder público debe orientar a los hombres
Y es necesario el freno de las leyes; hacia el bien.
y es necesario un rey, que al menos vea Comentario [L686]: Dante mezcla aquí
de la ciudad auténtica la torre. 96 un eco de la escritura, XI, 3-8) con una
explicación de Santo Tomás a una alegoría
que contiene dicho pasaje. En efecto, para
Hay leyes, pero ¿quién las administra? el de Aquino, «rumiar» significa conocer
bien la doctrina; y la pezuña partida
Nadie, pues su pastor acaso rumie, representa la distinción entre el bien y el
mas no tiene partida la pezuña; 99 mal, entre lo espiritual y lo temporal,
distinción que los papas han olvidado.
y la gente, que sabe que su guía
sólo tiende a aquel bien del que ella come, 101 Comentario [L687]: A los bienes
terrenales.
pace de aquel, y no busca otra cosa. 102

Bien puedes ver que la mala conducta


es la razón que al mundo ha condenado,
y no vuestra natura corrompida. 105

Solía Roma, que hizo bueno el mundo, 106 Comentario [L688]: Marco Lombardo,
gibelino, condena la confusión del poder
tener dos soles que una y otra senda, espiritual y político que ha llevado a cabo el
la humana y la divina, les mostraban. 108 papado de su época. Dante había escrito
sobre el tema en su obra «De Monarchia».
Frente a los «dos soles» aquí citados, Boni-
Uno a otro apagó; y está la espada facio VIII hablaba del Sol y la Luna, para
referirse al papado y al imperio, cuyo poder
junto al báculo; y una y otro unidos venía como un reflejo del poder de Roma.
forzosamente, marchan mal las cosas; 111

porque juntos no temen uno al otro:


Si no me crees, recuerda las espigas,
pues distingue las hierbas la simiente. 114

En la tierra que riegan Po y Adige, 115 Comentario [L689]: En Lombardía.


Marco va a ejemplificar sus palabras con
valor y cortesía se encontraban, las discordias entre Federico II y Gregorio
antes de entrar en liza Federico. 117 IX, por quien fue excomulgado en 1227,
dando lugar a innumerables desórdenes, que
acaso hubieran podido evitarse.
Ahora puede cruzar sin miedo alguno
cualquiera que dejase, por vergüenza,
de acercarse a los buenos o de hablarlos. 120 Comentario [L690]: Es decir, cualquier
malvado.

Tres viejos hay aún con quien reprende


a la nueva la antigua edad, y tardo
Dios les parece en que con él les llame: 123

Corrado de Palazzo, el buen Gherardo, 124 Comentario [L691]: Corrado III da


Palazzo, señor de Brescia. Sabemos de él
y Guido de Castel, mejor llamado 125 que fue capitán de la facción güelfa y
el sencillo lombardo, a la francesa. 126 hombre muy admirado por sus virtudes. El
Buen Gerardo es Gherardo Da Camino, que
Dante alaba en Convivium IV, XIV, 12-13.
Puedes decir que la Iglesia de Roma, Murió en Treviso en 1306.
por confundir en ella dos poderes Comentario [L692]: Guido da Castel,
ella y su carga en el fango se ensucian.» 129 también mencionado laudatoriamente en
Convivium, IV, XVI, 6, murió en torno a
1315; Dante posiblemente lo conoció en
«Oh Marco mío –dije- bien hablaste; Verona, donde se refugió al ser expulsado
de Reggio por ser gibelino. Para los
y ahora discierno por qué de la herencia franceses el término «lombardo» era igual a
los hijos de Leví privados fueron. 132 italiano, y tenía connotaciones muy negati-
vas, de las que se salva este personaje: en el
original, «semplice» equivale tal vez a
Más qué Gherardo es ése que, por sabio, «leal».

dices, quedó de aquella raza extinta Comentario [L693]: Los levitas no


podían poseer bienes terrenales, pues
corno reproche del siglo salvaje?» 135 estaban encargados del culto hebreo. Así
debían hacer los sacerdotes cristianos
(Números, XVIII).
«Me engañan tus palabras o me tientan,
-me respondió- pues, hablando toscano, 137 Comentario [L694]: Sorprendido
Marco de que Dante no conozca al buen
del buen Gherardo nunca hayas oído. 138 Gherardo da Camino, muy amigo de los
Donati florentinos, piensa que o le engaña o
es un ardid para que le cuente cosas de él.
Por ningún otro nombre le conozco,
si de Gaya, su hija, no lo saco. 140 Comentario [L695]: Si no «El Buen
Gherardo», sólo podría llamarle «El padre
Quedad con Dios, pues más no os acompaño 141 de Gaia». La hija de este noble, muerta en
1315, no dejó muy buena fama entre sus
contemporáneos.
Ved el albor, que irradia por el humo
ya clareando; debo retirarme
(allí está el ángel) antes que me vea.» 144 Comentario [L696]: El ángel que
guarda la tercera cornisa y muestra el
De este modo se fue y no quiso oírme. camino de la cuarta.

CANTO XVII

Acuérdate, lector, si es que en los Alpes


te sorprendió la niebla, y no veías
sino como los topos por la piel, 3 Comentario [L697]: El topo tiene los
ojos cubiertos por una pielecilla, en la que
los naturalistas de la antigüedad no
cómo, cuando los húmedos y espesos advirtieron una pequeña abertura que les
permite la visión.
vapores se dispersan ya, la esfera
del sol por ellos entra débilmente; 6

y tu imaginación será ligera


en alcanzar a ver cómo de nuevo
contemplé el sol, que estaba ya en su ocaso. 9 Comentario [L698]: Sobre las seis de
la tarde del 11 de abril.

Mis pasos a los fieles del maestro


emparejando, fuera de tal nube
salí a los rayos muertos ya en lo bajo. 12 Comentario [L699]: Cuando no son los
sentidos los que mueven a la facultad
imaginativa (aquí «la fantasía») es una
Oh fantasía que le sacas tantas fuerza («una luz») que procede del cielo,
veces de sí, que el hombre nada advierte, bien sea por sí misma, en forma de
influencia astral, bien sea directamente
aunque suenen en torno mil trompetas, 15 inspirada por el Querer divino.
Comentario [L700]: Comienza ahora
¿si no son los sentidos, quién te mueve? una serie de visiones que Dante debe
compartir seguramente con los condenados
Una luz que en cielo se conforma, a purgarse en este círculo, a modo de
por sí o por el Querer que aquí la empuja. 18 ejemplo de los daños causados por la ira.
La primera es la historia de las hermanas
Progne y Filomena, que relata Ovidio
De la impiedad de aquella que se hizo 19 (Metamofosis, VI) y que gozó de amplísima
fama. Según la leyenda, Filomena fue
el ave que en cantar más nos deleita, violada por su cuñado Terco, y Progne, en
a mi imaginación vino la huella; 21 venganza, sirvió de comer a éste el cuerpo
de su hijo. Los tres personajes de la historia
fueron posteriormente convertidos en
y entonces tanto se encerró mi mente pájaros: Filomena en ruiseñor, Progne en
golondrina y Terco en abubilla. Dante debe
en si misma, que nada le llegaba confundir en este pasaje a las dos hermanas,
del exterior que recibir pudiese. 24 pues no fue Filomena la impía, sino Progne.
Comentario [L701]: Se trata ahora de
Amán, ministro del rey Asuero (Ester,
Luego llovió en mi fantasía uno 25 III-VII), que intentó perder a Mardoqueo, el
crucificado, fiero y desdeñoso tío de Ester, y a la población judía, siendo
al fin condenado a muerte.
en su apariencia, y así se moría; 27

alrededor estaba el gran Asuero,


Ester su esposa, Mardoqueo el justo,
tan íntegro en sus obras y palabras. 30

Y como se rompiera aquella imagen


por ella misma, igual que una burbuja
a la que falta el agua que la hizo, 33

surgió de mi visión una muchacha 34 Comentario [L702]: El tercer ejemplo


procede del propio Virgilio (Eneida, XII,
llorando, y dijo: «Oh reina, ¿por qué airada 595-607). Amata, mujer del rey Latino y
te quisiste matar? Ahora estás muerta 36 madre de Lavinia, se suicidó al conocer la
muer:e del rey Turno, a quien su hija estaba
prometida, temiendo que ésta, como
por no querer perder a tu Lavinia; realmente sucedió, pasara a las manos de
Eneas.
¡Y me has perdido! soy la que lamento
antes, madre, los tuyos, que otros males.» 39 Comentario [L703]: Llora más la
muerte de su madre que la de Turno.

Como se rompe el sueño de repente


cuando hiere en los ojos la luz nueva,
que aún antes de morir roto se agita; 42

así mi imaginar cayó por tierra


en cuanto que una luz hirió en mis ojos,
mucho mayor de la que se acostumbra. 45

Yo me volví para mirar qué fuese,


cuando una voz me dijo: «Aquí se sube», 47 Comentario [L704]: Es la voz del
ángel del tercer círculo que les muestra la
que me apartó de otro cualquier intento; 48 subida del cuarto.

y tan prestas las ganas se me hicieron


para mirar quién era el que me hablaba,
que no cejara hasta no contemplarlo. 51

Mas como al sol que ciega nuestra vista


y por sobrado vela su figura,
me faltaban así mis facultades. 54

«Es un divino espíritu que muestra


el camino de arriba sin pedirlo,
y él a sí mismo con su luz esconde. 57

Nos hace igual que un hombre hace consigo;


que quien se hace rogar, viendo un deseo,
su negativa con maldad prepara. 60

A tal invitación el paso unamos;


procuremos subir antes que venga
la noche y hasta el alba no se pueda.» 63
Así dijo mi guía, y yo con él
nos dirigimos hacia la escalera;
y cuando estuve en el primer peldaño, 66

sentí cerca de mí que un ala el rostro 67 Comentario [L705]: Al pasar al circulo


cuarto Dante se encuentra libre del peso de
me abanicaba y escuché: «Beati otra de las P que el ángel portero había
pacifici, que están sin mala ira.» 69 marcado en su frente.
Comentario [L706]: La
Estaban ya tan altos los postreros 70 Bienaventuranza de Jesús está en Mateo V,
9. Dante, como los escolásticos, distingue
rayos de los que va detrás la noche, una ira mala y otra buena.
que en torno aparecían las estrellas. 72 Comentario [L707]: Los rayos del sol
poniente ya sólo alumbran la cima de la
montaña
«¡Oh, por qué me abandonas, valor mío!»
-decía para mí, porque sentía
la fuerza de las piernas flaqueartne. 75

Ya donde más no subía llegamos


la escalera, y allí nos detuvimos,
como la nave que ha llegado al puerto. 78

Puse atención un poco, por si oía


alguna cosa en este nuevo círculo;
luego al maestro me volví y le dije: 81

«Mi dulce padre, dime, ¿qué pecado


se purga en este círculo? Si quedos
están los pies, no lo estén las palabras.» 84

Y él me dijo: «El amor del bien, escaso 85 Comentario [L708]: Esta larga
digresión en tomo al amor y a su mal uso
de sus deberes, aquí se repara; como causa de todo pecado posible, se
aquí se arregla el remo perezoso. 87 corresponde en cierto modo con el canto XI
del Infierno, donde se describe la
conformación del mismo. Dante sigue,
Y para que lo entiendas aún más claro, como es habitual en él, las doctrinas
escolásticas.
vuelve hacia mí la mente, y sacarás
algún buen fruto de nuestra dernora.» 90

Ni el Creador ni la criatura, nunca


sin amor estuvieron -él me dijo-
o natural o de ánimo; ya sabes. 93 Comentario [L709]: Dante, en el
Convivium, III, trata, en efecto, el amor
natural.
El natural no se equivoca nunca,
mas puede el otro equivocar su objeto,
porque el vigor o poco o mucho sea. 96

Mientras que se dirige al bien primero,


y en el segundo él mismo se controla,
no puede ser razón de mal deleite; 99
mas cuando al mal se tuerce, o con cuidado
más o menos al bien de lo que debe,
contra el Autor se vuelven sus acciones. 102

Entenderás por ello que el amor


es semilla de todas las virtudes
y de todos los actos condenables. 105

Ahora bien, como nunca de la dicha


de su sujeto amor la vista aparta,
del propio odio las cosas están libres; 108 Comentario [L710]: Las cosas deben
amarse forzosamente a ellas mismas.

y como dividido no se entiende, 109 Comentario [L711]: No puede


entenderse a ninguna criatura que se valga
ni por sí mismo, a nadie del Principio, por sí misma, o que se encuentre separada
odiar a aquel ninguno puede hacerlo. 111 de su prircipio, es decir, de Dios; y como
nadie puede desear su propio mal, nadie
puede odiar a Dios.
Resta, si bien divido, que se ama
el mal del prójimo; y que dicho amor
de vuestro fango nace en tres maneras: 114

Quién, suprimido su vecino, aguarda


elevarse, y por esto sólo quiere
que derriben a aquel de su grandeza; 117

quién que el poder, la gracia, honor y fama


teme perder porque otro le supere,
y se entristece y quiere lo contrario; 120

y hay quien por las injurias se enfurece,


de la venganza se hace deseoso,
y necesita urdir el mal ajeno. 123

Este triforme amor aquí debajo 124 Comentario [L712]: Estas tres formas
de amor desviado de su objeto, soberbia,
se llora; y ahora quiero que conozcas, envidia y afán de venganza, o ira, se purgan
el que corre hacia el bien corruptamente. 126 en los tres primeros círculos que ya conoce-
mos. Existe aquí cierta correspondencia con
los condenados en la laguna Estigia del
Todos confusamente un bien seguimos Infierno.
donde se aquiete el ánimo, y lo ansiamos;
y por lograrlo combatimos todos. 129

Si lento es ese amor en dirigirse


o en conquistar a Aquel, esta cornisa,
tras justo arrepentirse, le atormenta. 132 Comentario [L713]: Es decir, el
llamado pecado de acidia que se purga en
este cuarto círculo.
Hay otro bien que hace infeliz al hombre; 133 Comentario [L714]: Los bienes
no es la felicidad, la buena esencia, mundanos.
que es el fruto y raíz de todo bien. 135

El amor que a este bien se ha abandonado,


sobre nosotros se purga en tres círculos; 137 Comentario [L715]: La avaricia, la
gula y la lujuria, como veremos más
mas cómo tripartito se organiza, 138 adelante, en los círculos quinto, sexto y
para que tú lo encuentres, me lo callo. séptimo de la montaña.

CANTO XVIII

Había terminado sus razones


mi alto doctor, mirando atentamente
si en mis ojos mostraba mi contento; 3

y yo, a quien nueva sed atormentaba,


callaba, mas por dentro me decía:
«mi preguntar acaso le molesta». 6

Mas el padre veraz, que se dio cuenta


del medroso deseo que ocultaba
sin hablar, me alentó a que preguntase. 9

Y yo: «Maestro, mi visión se aviva


tanto en tu luz, que ya distingo claro
lo que tu ciencia abarca o me describe: 12

Y así te pido, caro y dulce padre,


me expliques ese Amor al que reduces
cualquiera bien obrar o su contrario.» 15

«Dirige -dijo- a mí las claras luces 16 Comentario [L716]: Se inicia aquí una
larga digresión virgiliana acerca de la
del intelecto, y el error verás naturaleza de amor.
de los ciegos que en guía se convierten. 18

El alma, que a amar presta fue creada,


se mueve a cualquier cosa que le place,
tan pronto del placer es puesta en acto. 21 Comentario [L717]: El alma ha sido
creada con la potencia de amar, y cualquier
imagen de bien hace que esa potencia se
La percepción, de seres verdaderos convierta en acto, para disfrutar de dicho
bien.
saca la imagen que despliega dentro,
e impulsa al alma a que se vuelva a ésta; 24 Comentario [L718]: Los sentidos
forman en nuestro interior la imagen de
bienes apetecido en el exterior, y el alma se
y si, vuelta hacia ella, se doblega, dirige a dicha imagen, deseando gozar de
ella.
Amor se llama ese doblegarniento,
que por gozar de nuevo entra en vosotros. 27

Y, como el fuego a lo alto se dirige,


porque su forma a subir fue creada
donde más se conserva en su materia, 30 Comentario [L719]: El fuego por
naturaleza tiende hacia lo alto, donde se
encuentra la propia esfera ígnea. De igual
presa el alma se entrega así al deseo, manera el alma tiende a aquello que
considera un bien.
impulso espiritual, y no reposa
hasta que goza de la cosa amada. 33
Ahora comprenderás cuánto está oculta
esta verdad a la gente que dice
que todo amor sea loable cosa; 36 Comentario [L720]: Opinión de los
filósofos epicúreos. Pero la bondad del
amor depende del objeto al que se dirija.
porque acaso parece su materia
que es siempre buena, mas no todo sello
es bueno aunque la cera sea buena.» 39

«Con tus palabras y mi ingenio atento


-le respondí- ya sé qué es el amor,
pero esto de otras dudas me ha llenado; 42

pues si el amor se ofrece desde fuera,


y el alma no procede de otro modo, 44 Comentario [L721]: Es decir, si va
hacia la cosa amada sin poder evitarlo,
no es mérito si va torcida o recta. » 45 como ya hemos visto que hace el fuego
dirigiéndose a lo alto necesariamente.
«Cuanto ve la razón puedo decirte 46 Comentario [L722]: Virgilio sólo
puede explicarle lo que ve la razón. El resto
-dijo-; si quieres más, aguarda entonces tendrá que aguardar a que se lo explique
a Beatriz, pues que de fe es materia. 48 Beatriz, pues ya es materia de fe. Intentaré
explicar brevemente su argumento: toda
alma, unida al cuerpo pero diferente de éste,
Cualquiera fortna sustancial, que aparte posee una virtud que únicamente se pone de
manifiesto mediante sus efectos. Nada
de la materia está, y está a ella unida, sabemos de la procedencia de la conciencia
una específica virtud contiene, 51 o de los apetitos, pues éstos son instintivos,
y no merecen alabanza ni desprecio. Pero
en el hombre también es innata la razón,
la cual no es perceptible sino obrando, que le hace discernir el bien del mal; y la
voluntad, que debe tender hacia el primero
ni se demuestra más que por efectos, y rechazar el segundo. La razón es quien
cual la vida en las plantas por sus frondas 54 termina por dar el consentimiento o no a
una acción que se presenta al alma, y este es
el fundamento de toda la rnoralidad.
Mas de dónde nos vengan las primeras
nociones a la mente, lo ignorarnos,
y del primer apetecer las causas, 57

que en vosotros están, como en la abeja


el arte de hacer miel; y este deseo
no merece desprecio ni alabanza. 60

Mas porque a éste aún otros se añaden,


innata os es la virtud que aconseja,
y el umbral guarda del consentimiento. 63

Este es pues el principio del que parte


en vosotros el mérito, según
que buen o mal amor tome o desdeñe. 66

Los que al fondo llegaron razonando,


se dieron cuenta de esta libertad;
y al mundo le dejaron sus morales. 69
Aun suponiendo que obligadamente
surja el amor que dentro se os encienda,
la potestad tenéis de refrenarlo. 72

A esta noble virtud Beatriz la llama


libre albedrío, y procurar debieras
recordarlo por si ella te habla de esto.» 75

La luna, casi a media noche tarda, 76 Comentario [L723]: La luna tardó en


salir casi hasta la media noche, moviéndose
más raras las estrellas nos hacía, de occidente a oriente, en sentido contrario
como un caldero ardiendo por completo; 78 al del Sol, que en Roma se pone en
dirección a Córcega y a Cerdeña durante el
invierno.
corriendo por el cielo los caminos
que el sol inflama cuando los de Roma
lo ven caer entre Corsos y Sardos. 81

Y la sombra gentil, por quien a Piétola


más que a la propia Mantua se celebra 83 Comentario [L724]: Virgilio nació en
el pequeño pueblecillo de Pietola, junto a
me había liberado de mi peso; 84 Mantua.

y yo, que la razón abierta y llana


tenía ya después de mis preguntas,
divagaba cual hombre adormilado; 87

mas fue esta soñolencia interrumpida


súbitamente por gentes que a espaldas
nuestras, hacia nosotros caminaban. 90 Comentario [L725]: Se trata de una
turba de los que purgan el pecado de acidia,
corriendo noche y día por el cuarto círculo
Como el Ismeno y el Asopo vieron 91 de la montaña, gritando ejemplos de
solicitud y pereza.
furia y turbas de noche en sus orillas,
Comentario [L726]: Los tebanos
cuando a Baco imploraban los tebanos, 93 celebraban a Dionisos, su patrón, corriendo
de noche con grandes antorchas encendidas
a las orillas de los ríos Ismeno y Asopo.
así por aquel círculo avanzaban,
por lo que pude ver, quienes venían
del buen querer y justo amor llevados. 96

Enseguida llegaron, pues corriendo


aquella magna turba se movía,
y dos gritaban llorando delante: 99

«Corrió María apresurada al monte; 100 Comentario [L727]: María, que


marchó diligente a visitar a su cuñada
y para sojuzgar Lérida César, 101 Isabel al saber que ése encontraba encinta
tocó en Marsella y luego corrió a España.» 102 de San Juan
Comentario [L728]: Ya hemos visto
cómo César mandó a Bruto incendiar el
«Raudo, raudo, que el tiempo no se pierda puerto de Marsella al dirigirse hacia
por poco amor -gritaban los demás-; España. Para atacar a Afranio y Petreyo,
partidarios de Pompeyo (De bello civili,
que el arte de obrar bien torne la gracia.» 105 XX, l).

«Oh gente a quien fervor agudo ahora


compensa neglilgencia o dilaciones
que por tibieza en bien obrar pusisteis, 108

éste que vive, y cierto no os engaño,


en cuanto luzca el sol quiere ir arriba;
decidnos pues dónde hay una abertura.» 111

Estas palabras díjolas mi guía;


y uno de estos espíritus: «Seguidnos
detrás --nos dijo-- y hallaréis el paso. 114

De movernos estamos tan ansiosos


que parar no podemos; tú perdona
si la justicia te es descortesía. 117 Comentario [L729]: «Perdona si
nuestro deseo de reparar nuestra acidia nos
hace ser descorteses contigo, y no nos
Yo fui abad de San Zeno de Verona 118 detenemos para indicaros el camino.»
bajo el imperio del buen Barbarroja, Comentario [L730]: Tal vez Gherardo
del cual doliente aún Milán se acuerda. 120 II, que murió en 1187. Nada sabemos de
este personaje. Milán fue arrasada por
oponerse a Federico Barbarroja en 1162.
Y hay alguno con un pie ya en la fosa, 121 Comentario [L731]: Alberto della
que pronto llorará aquel monasterio, Scala, señor de Verona, cercano ya de la
muerte en 1300, pues murió en 1301.
y triste se hallará de haber mandado; 123 Llorará el haber impuesto a su bastardo
como abad de San Zenón.

porque a su hijo, mal del cuerpo entero, 124 Comentario [L732]: Giuseppe, hijo
bastardo del anterior, y abad de San Zenón
y peor de la mente, y malnacido, desde 1292 a 1333. Era contrahecho y de
ha puesto en vez de su pastor legal.» 126 escasas luces intelectuales. Sin embargo,
Dante no culpa al hijo, sino al padre. Notad
la independencia de criterio del poeta
Ignoro si calló o si más nos dijo, mostrándose tan crítico con el padre de sus
protectores y admirados Cangrande y
tan lejos se encontraba de nosotros; Bartolomé della Scala, de cuya hospitafidad
esto escuché y me agrada el recordarlo. 129 gozó Dante en el exilio.

Y aquel que en todo trance me ayudaba


dijo: «Vuélvete aquí y mira esos dos
que vienen dando muerdos a la acidia.» 132

Detrás todos decían: «Antes muerto 133 Comentario [L733]: Al final de la


comitiva dos ejemplos de los males que
estuvo el pueblo a quien el mar se abriera, acarrea la acidia, El Primero el de los
de que el Jordán su descendencia viese. 135 hebreos que murieron sin ver la tierra
prometida por haber sido remisos a
obeceder a Moisés.
Y aquellos que la suerte no sufrieron 136 Comentario [L734]: El segundo
del vástago de Anquises hasta el fin, ejemplo se refiere a los compañeros de
a una vida sin gloria se ofrecieron.» 138 Eneas, que decidieron permanecer en Sicilia
y no participaron con él en la gloria de la
conquista de Italia (Eneida, V, 604 y ss.).
Luego cuando esas sombras tan lejanas
estaban, que ya verse no podían,
se me introdujo un nuevo pensanmiento, 141

del que nacieron otros y diversos;


y tanto de uno en otro divagaba,
que por divagación cerré los ojos, 144
y en sueño convertí mi pensamiento. 145 Comentario [L735]: Dante, ya caída la
noche, e imaginamos que agotado por la
caminata de todo el día, se duerme. Es su
CANTO XIX segunda noche en el monte del Purgatorio.

Cuando el calor diurno no consigue 1 Comentario [L736]: Poco antes del


amanecer, cuando el calor del día anterior,
hacer ya tibio el frío de la luna, ya agotado no puede combatir con el frío
por la tierra vencido y por Saturno, 3 que viene de la luna.

-que es cuando los geomantes la Fortuna 4 Comentario [L737]: La Fortuna Mayor


es una constelación entre Acuario y Piscis.
Mayor ven en oriente antes del alba, Los geomantes son los astrólogos.
surgir por vía oscura poco tiempo- 6

me llegó en sueños una tartamuda, 7 Comentario [L738]: Símbolo de los


vicios de la avaricia, gula y lujuria, que se
bizca en los ojos, y en los pies torcida, purgan en los tres círculos restantes.
descolorida y con las manos mancas. 9

Yo la miraba; y como el sol conforta


los fríos miembros que la noche oprime,
así mi vista le volvía suelta 12

la lengua, y bien derecha la ponía


al poco, y su semblante desmayado,
como quiere el amor, coloreaba. 15 Comentario [L739]: O bien como al
estar enamorada una persona parece
embellecerse, o como la mirada del amante
Después de haberse en el hablar soltado, embellece a la persona amada.
a cantar comenzó, tal que con pena
habría de ella apartado mi mente. 18

«Yo soy -cantaba- la dulce sirena,


que en la mar enloquece a los marinos;
tan grande es el placer que da el oírme. 21 Comentario [L740]: Recordar la fábula
recogida en la Odísea.

Yo aparté a Ulises de su incierta ruta


con mi cantar; y quien se me habitúa,
raramente me deja: ¡Así lo atraigo!» 24

Aún no se había cerrado su boca,


cuando yo vi una dama santa y presta 26 Comentario [L741]: Es la templanza
que viene a proteger a Dante contra el vicio
al lado de mí para confundirla. 27 y que reprocha a Virgilio el que no la haya
expulsado él mismo (v. 28). Es curioso que
Dante se valga de un sueño para dejar a su
«Oh, Virgilio, Virgilio, ¿quién es ésta?» maestro en posición bastante desairada.
-fieramente decía,---; y él llegaba
en la honesta fijándose tan sólo. 30

Cogió a la otra, y le abrió por delante,


rasgándole el traje, y mostrándole el vientre;
me despertó el hedor que desprendía. 33 Comentario [L742]: Como en el sueño
de la noche anterior le había despertado el
fuego donde parecieron arder él y el águila.
Miré, y el buen maestro: «¡Al menos tres
voces te he dado! ---dijo-, ven, levanta;
hallaremos la entrada para que entres.» 36

Me levanté, y estaban ya colmados


de pleno día el monte y sus recintos;
con sol nuevo a la espalda caminábamos. 39 Comentario [L743]: La mañana del 12
de abril.

Siguiéndole, llevaba la cabeza


tal quien de pensanúentos va cargado,
que hace de sí un medio arco de puente; 42

Cuando escuché «Venid, aquí se cruza»


dicho de un modo suave y benigno,
que no se escucha en esta mortal marca. 45 Comentario [L744]: Es la voz de un
nuevo ángel que les conduce al quinto
círculo
Con alas, que de cisne parecían,
arriba nos condujo quien hablaba
entre dos caras del duro macizo. 48

Movió luego las plumas dando aire,


Qui lugent afirmando ser dichosos,
pues tendrán dueña el alma del consuelo. 51 Comentario [L745]: Bienaventurados
los que lloran porque serán consolados
(Mateo, V, S).
«¿Qué tienes que a la tierra sólo miras?»
mi guía comenzó a decirme, apenas
sobrepasados fuimos por el ángel. 54

Y yo: «Me hace marchar con tantas dudas


esa nueva visión, que a ella me inclina,
y no puedo apartar del pensamiento.» 57

«Has visto --dijo- aquella antigua bruja


por quien se llora encima de nosotros;
y cómo de ella el hombre se libera. 60

Bástete así, y camina más aprisa;


vuelve la vista al reclamo que mueve
el rey eterno con las grandes ruedas.» 63 Comentario [L746]: Las bellezas del
cielo.

Cual primero el halcón sus patas mira, 64 Comentario [L747]: 64-66 La


comparación viene dada por la palabra
y luego vuelve al grito, y se apresura «reclamo» del v. 62.
por afán de la presa que le llama, 66

así hice yo; y así, cuanto se parte


la roca por dar paso a aquel que sube,
anduve hasta llegar donde se cruza. 69
Comentario [L748]: La quinta cornisa
Cuando en el quinto círculo hube entrado, 70 es la de aquellos que purgan el pecado de la
avaricia.
vi por aquel a gentes que lloraban,
tumbados en la tierra boca abajo. 72

Adhaesit pavimento anima mea' 73 Comentario [L749]: Salmo CXVIII:


«Mi alma se ha postrado en el suelo.
oí decir con tan altos suspiros, Vivifícame según tu palabra.»
que apenas se entendían las palabras. 75

«Oh elegidos de Dios, cuyos sufrires


justicia y esperanza hacen más blandos,
hacia la alta subida dirigirnos.» 78

«Si venís de yacer aquí librados,


y queréis pronto hallar vuestro camino,
llevad siempre por fuera la derecha.» 81 Comentario [L750]: Es decir, dando la
derecha al precipicio y no a la pared rocosa,
o de otro modo, que rodeen hacia la derecha
Así rogó el poeta, y contestado
fue así poco delante de nosotros; y yo
descubrí en el hablar a un escondido; 84

y a los de mi sefíor volví los ojos:


él asintió con ceño placentero,
a aquello que mi vista le pedía. 87

Luego que pude hacer lo que gustaba,


me puse sobre aquella criatura,
cuyas palabras mi atención movieron, 90

«Alma ---diciendo-- en cuyo llanto eso


que no puede volver a Dios madura,
deja un poco por mí el mayor cuidado. 93

¿Quién fuisteis, y por qué vuelta la espalda


tenéis arriba.P ¿Quieres que te pida
algo de allí de donde vengo vivo?» 96

Y él me dijo: «El porqué nuestras espaldas


vuelve el cielo hacia sí, sabrás; mas antes
scías quod ego fui succesor Petri 99 Comentario [L751]: «Sabe que yo fui
sucesor de Pedro.» Ottobuene dei Fieschi,
perteneciente a una riquísima familia
Entre Siestri y Chiavani va corriendo genovesa, fue elegido papa con el nombre
de Adriano V en 1276 y muerto en Viterbo
un río hermoso, y en su nombre tiene aquel mismo año, sin recibir siquiera la
el título mi estirpe más preciado. 102 tiara, dejando sus bienes a la Iglesia y a las
Ordenes mendicantes. Al parecer, su
conversión fue tardía, pero sincera.
Cómo pesa el gran manto a quien lo guarda Comentario [L752]: El condado de
del fango, provee un mes y poco más; Lavagna, en Liguria, posesión de los
plumas parecen todas otras cargas. 105 Fieschi.

Mi conversión tardía fue, ¡Ay de mí!;


pero cuando elegido fui romano
pastor, vi que la vida era mentira. 108

Vi que allí el corazón no se aquietaba,


ni subir más podía en esa vida;
por lo cual me encendí de amor por ésta. 111

Hasta aquel punto, mísera, apartada


de Dios estuvo mi alma avariciosa;
y, como ves, aquí estoy castigado. 114

Lo que hace la avaricia, se declara


en la purga del alma convertida;
no hay en el monte más amarga pena. 117

Y como nuestros ojos no pusimos


en alto, fijos sólo en lo terreno,
la justicia en la tierra aquí los clava. 120

Y como la avaricia a cualquier bien


apagó nuestro amor, y nuestras obras
se perdieron, nos tiene la Justicia 123

de pies y manos presos y amarrados:


y cuanto le complazca al justo Sir
inmóviles, tumbados estaremos». 126

Me había arrodillado y quise hablarle;


mas cuanto comencé, y él se dio cuenta,
de mi respeto, sólo al escucharle, 129

«¿Por qué te inclinas ---dijo- de ese modo?»


y le dije: «Por vuestra dignidad
estar de pie me impide mi conciencia.» 132

«¡Endereza las piernas y levanta, Comentario [L753]: El texto está en


hermano! -respondió--, no te equivoques: Mateo, XXII, 25-30, y se refiere a un
de un poder mismo todos somos siervos. 135 problema que plantearon los saduceos a
Jesús, sobre a qué marido pertenecería tras
el juicio Final una mujer que se hubiera
Y si aquel santo evangélico texto casado con siete hermanos muertos
consecutivamente. Jesús contestó que ni
que dice necque nubent, entendiste, 137 ellas se casarían tras el juicio (Neque
comprenderás por qué hablo de este modo 138 nubent neque nubentur), sino que todos
serían como los ángeles de Dios. Así pues,
en el más allá se borran todas las
Ahora vete, no quiero que te pares diferencias entre los mortales.

más, pues turbas mi llanto con tu estancia, Comentario [L754]: Vv. 91-92.
con el cual se madura lo que has dicho. 141 Comentario [L755]: Alagia, hija de
Niccoló dei Fieschi, hermano de Ottobuene,
casó con Moroello Malaspina, de quien
Tan sólo una sobrina, Alagia, tengo, 142 quedó viuda en 1315, tras lo cual volvió a
Génova con los suyos, por lo que
buena de suyo, si es que nuestra casa Ottobuone teme no vaya a contaminarse de
no la haya hecho a su ejemplo malvada; 144 su avaricia. Dante debió ser huésped del
matrimonio en Lunigiana.
y ésta tan sólo de allí me ha quedado.»

CANTO XX

Contra un mejor querer otro no lucha;


y contra mi placer, por complacerle,
saqué del agua la esponja aún sedienta. 3 Comentario [L756]: De saber algo más
acerca de Adriano V.

Eché a andar y mi guía echó a andar por los


lugares libres, siguiendo la roca,
cual pegados de un muro a las almenas; 6

pues la gente que vierte gota a gota


por los ojos el mal que el mundo llena,
al borde se acercaba demasiado. 9

¡Maldita seas tú, oh antigua loba,


que más que el resto de las bestias matas,
a causa de tus hambres desmedidas! 12 Comentario [L757]: Cfr. Infierno, I,
111.

¡Oh, cielo, que se cree que cuando gira


puede cambiar las leyes de aquí abajo!,
¿cuándo vendrá quien a ésta le haga huir? 15 Comentario [L758]: Alusión al Lebrel
de Infierno, I, que expulsará a la loba de la
codicia.
A paso lento y corto caminábamos,
atento yo a las sombras, que sentía
llorar piadosamente y lamentarse 18

y por ventura oí. «¡Dulce María!» 19 Comentario [L759]: Como en los


restantes círculos de la montaña, aquí
clamar así en el llanto ante nosotros, escuchamos ejemplos que exaltan la
como hace una mujer que esté pariendo; 21 pobreza. El primero alude al parto de María
en el establo de Belén (Lucas, II, 7).

y que seguía- «Fuiste tú tan pobre


cuanto se puede ver por el cobijo
donte tu santa carga depusiste.» 24

Oí seguidamente: «Oh buen Fabricio, 25 Comentario [L760]: El segundo alude


a Fabricio Luscinio, cónsul de la época
antes virtud quisiste en la pobreza, republicana que rechazó el soborno de los
que gran riqueza poseer vicioso.» 27 samnitas, según Valerio Máximo.

Estas palabras tanto me placían,


que avancé un poco más por conocer
a aquel que parecía proferirlas. 30

Aquel hablaba aún del generoso Comentario [L761]: Según una


leyenda muy extendida en el medievo, San
trato de Nicolás con las doncellas Nicolás, obispo de Mira entre los siglos III-
para guardar su juventud honesta. 33 IV, y patrón de Bari, salvó de la
prostitución, siendo aún joven, a las tres
hijas de un hombre pobre, ofreciéndoles a
«Oh espíritu que tanto bien proclamas, escondidas una considerable suma de
dinero para su dote.
dime quién fuiste --dije y por qué sólo
repites estas dignas alabanzas. 36

No quedarán tus palabras sin premio,


si vuelvo a completar la corta senda,
de aquella vida que al término vuela.» 39

Y aquél: «Te lo diré, no porque espere Comentario [L762]: El personaje que


consuelo en ello, sino porque tanta está hablando con Dante ahora es Hugo
Capeto, primer monarca de la dinastía
gracia en ti luce aun antes de estar muerto. 42 reinante en Francia tras haber puesto fin al
gobierno carolingio en 987. Pero el poeta
confunde a este Hugo, llamado Capeto por
Yo fui raíz de aquella mala planta 43 la capa que vestía por ser abad laico de S.
que la tierra cristiana ha ensombrecido, Martín, con su padre, Hugo I el Grande,
conde de París y de Orleáns, que sin ser rey
tal que buen fruto rara vez se coge. 45 gobernó, de hecho, bajo los carolingios Luis
IV y Lotario y murió en 956, habiendo
hecho coronar aún en vida a su hijo Roberto
Mas si Duay y Gante, Lila y Brujas 46 II «El Piadoso». Muy duro es el juicio de
pudieran, su venganza encontrarían; Dante sobre la familia Valois, que junto a
reyes crueles o codiciosos había dado
yo la suplico a aquel que todo juzga. 48 también otros santos -Luis IX- y prudentes,
pero en cuyo origen está la usurpación de la
corona, por un personaje de baja extracción,
Hugo Capeto fui llamado abajo; movido por la codicia; y cuya política siem-
de mí nacieron Felipes y Luises pre había sido fuertemente antiimperial.

por quien Francia regida fue de nuevo. 51 Comentario [L763]: Ciudades


flamencas sublevadas contra Felipe el
Hermoso, a quien derrotaron en Coltray en
De un carnicero de París fui hijo: 52 1302.
al extinguirse ya los viejos reyes, Comentario [L764]: Este dato
pertenece por completo a la leyenda, a la
salvo el que en paños grises envolvieron, 54 que Dante se acoge o bien dándole crédito,
o como una prueba más del triunfo de la
humildad.
me encontré entre las manos con las riendas
del gobierno, y con tanto poderío Comentario [L765]: El último
carolingio vivo a la muerte de Luis V era su
adquirido, y con tantos partidarios, 57 tío Carlos, obligado a la profesión
monástica por Hugo Capeto.

que a la corona viuda promovida Comentario [L766]: Recuérdese que


Carlos de Anjou, hermano de Luis IX,
fue la cabeza de mi hijo, el cual estaba desposado con Beatriz, hijo del
hizo nacer los consagrados huesos. 60 último conde de Provenza, Ramón
Berenguer IV, por lo que esta riquísima
comarca pasó a la familia real francesa.
Mientras que la gran dote de Provenza 61 Comentario [L767]: Porque la boda
no quitó la vergüenza de mi estirpe, había sido realizada mediante la coacción y
el engaño. Ahora se abre un pasaje lleno de
valía poco, pero mal no hacía. 63 sarcasmo donde se da cuenta de las rapiñas
y latrocinios cometidos por los últimos
Valois.
Allí empezó con fuerza y con mentira 64
su rapiña; mas luego, por enmienda, Comentario [L768]: Corradino, hijo de
Corrado IV y nieto de Manfredo fue hecho
Ponthieu tomó, Gascuña y Normandía. 66 decapitar por Carlos de Anjou en 1268, a
los 16 años, tras la batalla de Tagliacozzo,
dando fin a la dinastía suaba.
Carlos a Italia vino y, por enmienda, 67
Comentario [L769]: La leyenda de que
víctima hizo a Corradino; y luego Carlos de Anjou hizo envenenar a Tomás
a Tomás, por enmienda, empujó al cielo. 69 de Aquino carece de fundamento.
Comentario [L770]: Carlos de Valois,
hermano de Felipe IV, llamado a Italia por
Un tiempo veo, no muy lejos de ese, Bonifacio VIII, llegó a Florencia en 1301,
en que saldrá de Francia aún otro Carlos, 71 siendo la principal causa de la ruina de los
güelfos blancos y del propio Dante.
para que sepan más de él y los suyos. 72

Sale sin armas, con la lanza sólo


con la que judas contendió, y la clava 74 Comentario [L771]: La traición y la
mentira.
en Florencia, y el vientre le desgarra. 75

Tierras no, mas pecados y deshonra,


para él adquirirá, tanto más graves,
cuanto más leve el daño le parezca. 78

A otro, que sale preso de una nave, 79 Comentario [L772]: Carlos II de


Anjou, hijo de Carlos I, muerto en 1309.
a su hija vender regateando Estuvo prisionero de los aragoneses desde
veo cual los corsarios las esclavas. 81 1284 a 1288, tras una batalla naval, y casó a
su hija Beatriz con Azzo VIII de Este, señor
de Ferrara en 1305 a cambio de una gran-
¡Oh avaricia! ¿qué más hacer puedes, dísima dote. Es citado por Dante en otros
lugares de la Comedia: Purgatorio, VII,
si de mi sangre así te has adueñado, 127-9; Paraíso, VI, 106-108; XIX, 127-29.
que no se cuida de su propia carne? 84

Por remediar lo hecho y lo futuro, 85 Comentario [L773]: Alude a uno de los


hechos más vergonzosos de la historia de la
veo en Anagi entrar la flor de lis, época, cual fue la cautividad de Bonifacio
y en su vicario hacer cautivo a Cristo. 87 VIII en 1303, a manos de Guillerrno Noga-
ret, enviado de Felipe el Hermoso, que puso
fin a una antigua rivalidad llena de
Le veo nuevamente escarnecido; excomuniones por una parte y de intentos
de revocar al pontífice por la otra.
hiel y vinagre renovar le veo, Bonifacio murió pocos meses después.
y entre vivos ladrones darle muerte. 90 Dante odiaba personalmente sin disimulo a
Bonifacio VIII, pero no puede justificar la
vejación de la que es objeto la figura del
Veo al nuevo Pilatos tan cruel, 91 vicario de Cristo. Por otra parte, su odio
contra Felipe IV, como vernos, es aún
que no le sacia esto, y sin decreto mayor y sin condiciones.
lleva las velas avaras al Templo. 93 Comentario [L774]: El propio Felipe el
Hermoso. Así fue llamado, en un discurso
que Dante pudo haber conocido, por el papa
¿Cuándo podré alegrarme, Señor mío, Benedicto XI en 1304.
mirando la venganza que, escondida,
Comentario [L775]: En 1307 el rey
hace dulce el secreto de tu ira? 96 francés disolvió el Temple, tras quemar a
sus dos maestres, para adueñarse de sus
muy cuantiosas posesiones, con la ayuda
Lo que decía de la única esposa 97 del papa francés Clemente V a quien
del Espíritu Santo, y que te hizo conocimos en el Infierno.

volverte a mí para que te explicara, 99 Comentario [L776]: 97-102 Acabada


la diatriba contra los Valois, Hugo Capeto
contesta a la segunda pregunta de Dante, es
la letanía es de nuestras preces decir, por qué repite las alabanzas de la
pobreza con las que ha comenzado el canto.
mientras el día dura; y cuando marcha Por la noche estas alabanzas se vuelven
es un contrario son el que entonarnos. 102 excecraciones contra la codicia.

A Pigmalión recordarnos entonces, 103 Comentario [L777]: Pigmalión --no


confundir con el escultor de la leyenda- es
a quien traidor, ladrón y parricida un rey de Tiro que mató a sus parientes para
hizo su desmedido afán de oro; 105 adueñarse de sus bienes (Eneída, I, 340-51).

y del avaro Midas la miseria, 106 Comentario [L778]: El conocido


Midas, que pidió a los dioses que lo que
que siguió a su pedir desmesurado, tocase se convirtiera en oro, y murió de
que será bueno reírla por siempre; 108 inanición (Metamorfosis, XI, 85-145).
al loco Acán después nos referimos, 109 Comentario [L779]: El hecho es citado
en Josué, VI, 17-19, y VII, 1-26.
cómo robó el botín, tal que la ira
de Josué parece que aún le muerda. 111

A Safira acusamos y al marido; 112 Comentario [L780]: Safira y su marido


quisieron estafar a San Pablo en la venta de
de Eliodoro las coces alabamos; 113 un campo (Hechos, V, 1 - ll ).
y gira en todo el monte por su infamia. 114 Comentario [L781]: Heliodoro intentó
adueñarse de los tesoros del templo de
Polinestor que mató a Polidoro; 115 Jerusalén, cuando fue derribado por un
ángel montado a caballo (2 Macabos, III,
y para terminar se grita: "Craso 116 7-40).
di, ¿cómo sabe el oro, pues lo sabes?" 117 Comentario [L782]: Otro personaje de
la Eneída. Polinéstor era rey de Tracia,
mató por codicia a su tío Siqueo, esposo de
Así habla en alto el uno, en bajo el otro; Dido (Eneída, III, 19-68). Polidoro, hijo de
según la fuerza que nos espolea Príamo y Hécuba (Infierno, XXX, 16-21).

a andar a paso lento o más ligero: 120 Comentario [L783]: Se trata de M.


Licinio Craso, que compartió el triunvirato
con César y Pompeyo, famosísimo por sus
Mas proclamando la virtud diurna riquezas-, murió en el 53 a.C. luchando
contra los partos que le hicieron beber oro
no era el único; sólo que aquí cerca derretido (Cicerón, De officiis, I, 30).
la voz no levantaba ningún otro.» 123

Nos habíamos ya ido de su lado,


procurando avanzar en el camino
lo que nuestros recursos permitían, 126

cuando escuché, como si algo se hundiera,


temblar el monte, y me asaltó tal frío
como le asalta a aquel que va a la muerte. 129

De cierto no tembló tan fuerte Delos, 130 Comentario [L784]: Latona, madre de
Apolo (el sol) y Diana (la luna) se refugió
antes de que Latona hiciera el nido, en Delos para huir de los celos de Hera
para alumbrar del cielo los dos ojos. 132 (Metamorfosis, VI, 189 y ss.).

Luego un clamor se oyó por todas partes


tal, que el maestro se volvió hacia mí
«Mientras te guíe --dijo- no te asustes.» 135

Gloria in excelsis todos deo 136 Comentario [L785]: Son las palabras
que en Lucas II, 14, dirige el ángel a los
decían, por lo que escuché, de cerca, pastores de Belén.
y pude comprender lo que gritaban. 138

Suspendidos e inmóviles estábamos,


igual que los pastores al oírlo,
hasta que terminó el temblor y el canto. 141

Luego seguimos nuestra santa ruta,


viendo yacer las sombras por la tierra,
vueltas de nuevo al llanto acostumbrado. 144
Con tanta guerra nunca la ignorancia
de conocer me hizo deseoso,
si es que no se equivoca mi memoria, 147

cuanta creí tener, pensando, entonces;


ni a preguntar osaba por la prisa,
ni comprendía nada por mí mismo: 150
y marchaba asustado y pensativo.

CANTO XXI

Esa sed natural que no se aplaca


sino con aquel agua que la joven
samaritana pidió como gracia, 3 Comentario [L786]: El innato deseo
humano de saber sólo se sacia con la
revelación divina. El episodio de la
me apenaba, y punzábarne la prisa samaritana está en Juan, IV, 6-15.
por la difícil senda tras mi guía 5 Comentario [L787]: Porque se
doliéndome con la justa venganza. 6 encuentra llena de las almas tendidas de los
avariciosos.

Y he aquí que, como escribe Lucas


que a dos en el camino vino Cristo,
salido de la boca del sepulcro, 9 Comentario [L788]: El episodio de la
aparición de Cristo resucitado a unos
discípulos en el camino de Emaús está, en
apareció una sombra detrás de nosotros, 10 efecto, en Lucas, XXXV, 13-15.
al pie mirando la turba yacente; Comentario [L789]: Se trata de la
y antes de percatamos de él, nos dijo: 12 sombra de Estacio, como veremos más
adelante.

«Oh hermanos míos, Dios os de la paz».


Nos volvimos de súbito, y Virgilio
le devolvió el saludo que se debe. 15

Dijo después: «En la corte beata,


en paz te ponga aquel veraz concilio, 17 Comentario [L790]: El designio
infalible de Dios.
que en el exilio eterno me relega.» 18
Comentario [L791]: Virgilio está
condenado a permanecer en el limbo.
«¡Cómo! -nos dijo, caminando aprisa-:
¿si sombras sois que aquí Dios no destina,
quién os ha hecho subir por su escalera?» 21

Y mi doctor: «Si miras las señales


que éste lleva, y que un ángel ha marcado
verás que puede irse con los buenos. 24

Mas como la que hila día y noche


no le había acabado aún la husada
que Cloto impone y a todos apresta, 27 Comentario [L792]: De las tres parcas
que rigen la vida de los mortales, Cloro
prepara la lana, Láquesis la hila, y Atropos
su alma, que es hermana de las nuestras, se encarga de cortar el hilo cuando el
hombre muere.
subiendo no podía venir sola,
porque no puede ver como nosotros. 30

Y me sacaron de la gran garganta


infernal, para guiarle, y guiarele
hasta donde mi escuela pueda hacerlo. 33

Mas, si lo sabes, dime, ¿por qué tales


sacudidas dio el monte, y por qué a una
parecieron gritar hasta su base.?» 36

Así dio, preguntando, en todo el blanco


de mi deseo, y con las esperanzas
aquella sed sentí más satisfecha. 39

Y aquel dijo: «No hay cosa que sin orden


pase en la santidad de la montaña,
o que suceda fuera de costumbre. 42

De toda alteración esto está libre:


uno que el cielo dio y que en él recibe 44 Comentario [L793]: Un alma que,
creada en el ciclo, al cielo retorna después
puede ser la razón, y no otra causa. 45 de haberse purificado.

Porque la lluvia, el granizo, la nieve,


el rocío y la escarcha más arriba
no caen de la escalera de tres gradas; 48 Comentario [L794]: Es decir, la puerta
del Purgatorio.

nubes espesas no hay ni enrarecidas,


ni rayos, ni la hija de Taumente, 50 Comentario [L795]: Se refiere a Iris.
que abajo cambia a menudo de sitio; 51

no sigue el viento seco más arriba


que la más alta de las escaleras,
donde se sienta el vicario de Pedro. 54

Acaso tiemble abajo, poco o mucho,


mas por mucho que el viento allá se esconda,
no sé cómo, aquí arriba nunca tiembla. 57

Tiembla cuando algún alma ya limpiada


se siente, y se levanta o se encamina
para subir; y tal grito la sigue. 60

Da prueba ese deseo de estar limpia,


que, libre ya para mudar de sitio,
toma al alma y la empuja con deseo. 63
Comentario [L796]: Cuando un alma
Antes lo quiso, y lo impidió el talento se siente del todo purificada siente un deseo
irrefrenable de ascender. Antes también lo
pues contra ese deseo, la Justicia, deseaba, pero el talento, es decir, su
como fue en el pecar, pone al castigo. 66 voluntad condicionada de espiar la culpa, se
lo impedia.
Y yo que en estas penas he yacido
más de quinientos años, sólo ahora
anhelo libremente un mejor solio: 69

por eso el terremoto y los piadosos


espíritus oisteis, alabando
a aquel Señor, que pronto los reclame.» 72

Así nos dijo; y tal como disfruta


más del beber quien tiene sed más grande,
no podría explicar mi gran contento. 75

Y el sabio guía: «Ya comprendo ahora


la red que os prende y cómo deslazarla,
y por qué hay regocijos y temblores. 78

Ahora quién fuiste plázcate contarme,


y por qué tantos siglos has yacido
aquí, muéstramelo con tus palabras.» 81

«En la edad que el buen Tito, con la ayuda 82 Comentario [L797]: Publio Papinio
Estacio nació en Nápoles hacia el año 50 y
del sumo rey, vengó los agujeros murió en la misma ciudad en torno al 96.
de aquella sangre por Judas vendida, 84 Fue uno de los principales representantes de
la llamada edad de plata romana, y en la
Edad Media estimado al par que Virgilio,
con el nombre que más dura y más honra 85 por sus poemas épicos la Tebaida y la
Aquileida que quedó inconcluso. Hasta el
vivía yo» -repuso aquel espíritu- siglo XV no fue conocida su obra Selvas,
ya bastante famoso, mas sin fe. 87 descubierta en un monasterio suizo por el
humanista Poggio Bracciolini, y hasta ese
mismo siglo era confundido con Lucio
Tan grande fue lo dulce de mi canto, Estacio Ursolo, retórico de los tiempos de
Nerón, nacido en Tolosa. Tito destruyo
que, tolosano, a Roma me trajeron, Jerusalén durante el reinado de su padre
y merecí con mirto honrar mis sienes. 90 Vespasiano en el año 72.
Comentario [L798]: El nombre de
Por Estacio aún la gente me conoce: poeta.

canté de Tebas y del gran Aquiles;


mas quedó en el camino la segunda. 93 Comentario [L799]: La Tebaida
trataba de la rivalidad entre Eteocles y
Polinice, hijos de Edipo; la Aquileida
Semilla de mi ardor fueron las ascuas, pretendía narrar todo el ciclo de leyendas
sobre este héroe griego, pero no pudo
que me quemaron, de la llama santa concluirla. Como vemos en estas notas, el
en que han sido encendidos más de miles; 96 primer poema es una de las fuentes
principales de la Comedia No así el
segundo.
de la Eneida te hablo, la cual madre Comentario [L800]: Es decir, «el
me fue, y me fue nodriza en la poesía: ejemplo de la Eneída fue lo que me impulsó
sin ella no valdría ni un adarme. 99 en mi labor de poeta épico, al igual que la
de gran cantidad de imitadores».

Y por haber vivido cuando allí


vivió Virgilio, un sol consentiría Comentario [L801]: Por haber
conocido a Virgilio, Estacio hubiese
más del debido aún antes de marcharme.» 102 consentido permanecer un año solar, o un
cielo solar, que consta de veintiocho años,
más de lo debido, en el Purgatorio.
Se volvió a mí Virgilio a estas palabras
con rostro que, callando, dijo: «Calla»;
mas la virtud no puede cuanto quiere, 105

que risa y llanto siguen tan de cerca


la pasión que genera a cada uno,
que al querer menos sigue en los sinceros. 108 Comentario [L802]: La gente de
natural sincero, como Dante, no puede
disimular sus sentimientos.
Así que sonreí como al secreto;
y se calló la sombra, y me miró
los ojos que revelan más el alma; 111

y: «así tanto trabajo en bien acabe


-dijo- ¿por qué hace un rato tu semblante
me ha mostrado un relámpago de risa?» 114

Ahora estaba cogido por dos partes


una me hace callar, la otra me pide
que hable; y yo suspiro y me comprende 117

mi maestro, y «No tengas ningún miedo


de hablar --me dice-; háblale y revela
lo que con tanto afán ha preguntado» 120

Por lo que yo: «Quizás te maravilles


de por qué me reí, oh antiguo espíritu,
pero aún quedarás más admirado. 123

Este que arriba guía mi mirada,


es el mismo Virgilio, en quien las fuerzas
tomaste de cantar dioses y héroes. 126

Si de otra causa pareció mi risa,


olvídala por falsa, y sólo vino
de las palabras que le prodigaste.» 129

Para abrazar los pies ya se inclinaba


a mi doctor, más él le dijo: «Hermano,
no lo hagas, porque somos los dos sombras.» 132

Y él alzando: «Ahora puedes comprender


la cantidad de amor en que me enciendes,
cuando olvido que somos cosas vanas, 135
y trato como sólidas las sombras.»

CANTO XXII

Ya el ángel se quedó tras de nosotros,


aquel que al sexto círculo nos trajo,
una señal quitando de mi frente; 3

y a los que tienen ansias de justicia


llamó beatos, pero sus palabras
hasta el sitiunt, no más, lo proclamaron. 6 Comentario [L803]: Alusión a una
nueva bienaventuranza: «Bienaventurados
los que tienen sed y hambre de justicia,
Y yo más leve que en los otros pasos porque ellos serán saciados» (Mateo, V, 6).
El ángel sólo llega al «tienen sed».
caminaba, tal que sin pena alguna
seguía a los espíritus veloces; 9

cuando Virgilio comenzó: «El Amor 10 Comentario [L804]: Cualquier amor


nacido de la virtud, sólo con manifestarse
prendido en la virtud, siempre a otro prende externamente suscita otro.
con tal de que su llama manifieste; 12

desde el punto en que vino con nosotros


Juvenal hasta el limbo del infierno, 14 Comentario [L805]: Décimo Junio
Juvenal, contemporáneo de Estacio y
y cuánto te admiraba me dijera, 15 admirador de la Tebaida, fue el famoso
poeta de las Sátiras.
yo fui contigo tan benevolente
como nunca con alguien que no has visto,
y esta escalera me parece corta. 18 Comentario [L806]: Corta para estar
más tiempo con Estacio, pues cuando acabe
tendrán que separarse.
Pero dime, y perdona como amigo
si excesiva confianza alarga el freno,
y como amigo explícame la causa: 21

cómo pudo encontrar dentro de ti


un sitio la avaricia, junto a tanto
saber que por estudios poseías?» 24

A Estacio estas palabras le causaron


primero una sonrisa, luego dijo:
«Me prueba tu cariño lo que dices. 27

En verdad muchas veces pasan cosas


que dan materia falsa a nuestras dudas,
porque la causa cierta está escondida. 30 Comentario [L807]: Virgilio ha
pensado, lógicamente, que el pecado de
Estacio fuese la avaricia, vicio impropio de
Tu pregunta me muestra que pensabas un hombre sabio, pues no sabe -ni nosotros
lo sabíamos hasta ahora- que en las cornisas
que en la otra vida hubiera sido avaro, del Purgatorio se purifica un vicio y el
acaso pues me viste en aquel círculo. 33 exceso contrario; el pecado de Estacio,
pues, fue la prodigalidad.

Sabe pues que alejado de avaricia


fui demasiado; y esta desmesura
miles de lunas castigada ha sido. 36

Y si el rumbo no hubiese enderezado,


al comprender allí donde escribías,
casi irritado con el ser del hombre, 39
«¿Por dónde no conduces tú, maldita 40 Comentario [L808]: El verso de
Virgilio (Eneida, I, 56-57) dice: «Quid non
hambre de oro, el afán de los mortales?» mortalia pectora cogis / auri sacra fames»,
en los tristes torneos diera vueltas. 42 donde «sacra» tiene el significado de
«execrable».

Supe entonces que mucho abrir las alas Comentario [L809]: En el círculo de
los avaros y los pródigos, Infierno, VII.
puede gastar las manos, y de esa
falta me arrepentí cual de las otras. 45

¿Cuántos renacerán todos pelados


por ignorancia, pues quien peca en esto, 47 Comentario [L810]: Por prodigalidad,
que es considerada pecado pocas veces.
ni en vida, ni al extremo se arrepiente? 48

Y sabrás que la culpa que replica,


y diametral se opone a algún pecado,
juntamente con él su verdor seca; 51 Comentario [L811]: Es la primera
noticia (y el único caso) que conocemos de
esta particularidad del Purgatorio.
por lo cual si con esa gente estuve
que llora la avaricia, por purgarme
justo de lo contrario me encontraba.» 54

«Cuando contaste las peleas crueles


de la doble tristeza de Yocasta 56 Comentario [L812]: La doble tristeza
de Yocasta son los gemelos Eteocles y
-dijo el cantor de bucólicos versos- 57 Polinices, protagonistas de la Tebaída de
Estacio, como ya hemos visto
por aquello que te inspirara Clío, Comentario [L813]: Dante alude ahora
a Virgilio como poeta bucólico,
no parece que fueses todavía contraponiéndole a Estacio poeta épico,
fiel a la fe sin la que el bien no basta. 60 porque el pasaje que encaminó a Estacio a
la salvación fue la famosa supuesta profecía
mesiánica de la égloga IV (ver más abajo)
Si esto es así, ¿qué sol, qué luminarias, en la que Virgilio debía aludir al nacimiento
de un vástago de la familia imperial, o de
disipando la sombra, enderezaron rico Polión protector del poeta, y
detrás del pescador luego tus velas?» 63 posteriormente se tomó como anuncio de la
venida de Cristo, lo que contribuyó a
sacralizar la figura de Virgilio y ponerla la
Y aquél a éste: «Tú me dirigiste par de los profetas bíblicos, atravesando de
esta forma toda la Edad Media.
a beber en las grutas del Parnaso;
y luego junto a Dios me iluminaste. 66 Comentario [L814]: De San Pedro, es
decir, de la Iglesia.

Hiciste como aquél que va de noche


con una luz detrás, que a él no le sirve,
mas hace tras de sí a la gente sabia, 69

cuando dijiste: «El siglo se renueva,


y el primer tiempo y la justicia vuelven,
nueva progenie de los cielos baja.» 72

Por ti poeta fui, por ti cristiano: 73 Comentario [L815]: «Por ejemplo, de


tu Eneida, y las palabras de la citada
mas para ver mejor lo que dibujo, égloga» (vv. 65-66).
para darle color la mano extiendo. 75
Preñado estaba el mundo todo entero
de la fe verdadera, que sembraron
los mensajeros del eterno reino, 78

y tus palabras que antes he citado


con las prédicas nuevas concordaban;
y tomé por costumbre el visitarles. 81

Tan santos luego fueron pareciendo,


que en la persecución de Domiciano, 83 Comentario [L816]: Domiciano, hijo
de Vespasiano, fue emperador del 81 al 96.
sin mis lágrimas ellos no lloraban; 84 Su persecución contra los cristianos,
comúnmente admitida desde el siglo II, es
hoy en día puesta en entredicho por los
y mientras que en mi mano hacerlo estuvo modernos historiadores.
les ayudaba, y con sus rectas vidas
me hicieron despreciar toda otra secta. 87

Y antes de poetizar sobre los griegos 88 Comentario [L817]: En el original, «E


pria ch'io conducessi i Greci a‟fiumi / di
y sobre Tebas, tuve mi bautismo; Tebe poetando». Es decir, no sólo antes de
pero por miedo fui un cristiano oculto, 90 comenzar el poema (como se desprendería
de la traducción), sino, en concreto, el libro
IX. Apunto otra posible traducción,
mostrándome pagano mucho tiempo; igualmente incompleta: «Y antes de que a
los griegos condujera / a los ríos de Tebas,
y esa tibieza en el recinto cuarto bauticeme.»
me recluyó por más de cuatro siglos. 93

Tú pues, que ya este velo has levantado


que me escondía cuanto bien he dicho,
mientras que de subir nos ocupamos, 96

dónde está, dime, aquel Terencia antiguo, 97 Comentario [L818]: Acabada la


historia de su vida, Estacio pide a Virgilio
Varrón, Plauto, Cecilio, si lo sabes: noticias de algunos de los principales poetas
y si están condenados y en qué círculo.» 99 latinos: los comediógrafos Terencio, Plauto
y Cecilio; Vario Rufo fue amigo de Horacio
y Virgilio.
Esos y Persio, y yo, y bastantes otros 100 Comentario [L819]: Persio, el autor de
-le respondió- se encuentran con el Griego las célebres sátiras (34-62 d.C.)
a quien las musas más amamantaron, 102 Comentario [L820]: Homero. Todos
están, pues, en el limbo.

en el primer recinto de la cárcel;


y hablarnos muchas veces de aquel monte
donde nuestras nodrizas se hallan siempre. 105 Comentario [L821]: Del Parnaso, en
donde están las musas.

También están Simónides y Eurípides, 106 Comentario [L822]: Cita ahora


Virgilio a varios autores griegos y a
Antifonte, Agatón y muchos otros diversos personajes del poema la Tebaída
griegos que de laureles se coronan. 108 de Estacio, que para la época,
recordémoslo, tenían todas las garantías de
haber sido personajes reales, corno los de la
Allí se ven aquellas gentes tuyas, Eneída o el resto de las leyendas
mitológicas.
Antígona, Deífile y Argía
y así como lo fue de triste, a Ismene. 111

Vemos a aquella que mostró Langía,


a Tetis y la hija de Tiresias, 113 Comentario [L823]: La única hija de
Tiresias, el adivino tebano, que cita Estacio
y a Deidamia con todos sus hermanos.» 114 en la Tebaida es Manto, a la que Dante ha
colocado junto a su padre en el círculo
octavo (Infierno, XX). Su mención aquí ha
Ya se callaban ambos dos poetas, provocado una larga disputa entre los co-
de nuevo atentos a mirar en torno, mentaristas. Tetis y Deidamia son
personajes de la Aquileida
ya libres de subir y de paredes; 117

y habían cuatro siervas ya del día


atrás quedado, y al timón la quinta
enderezaba a lo alto el carro ardiente, 120 Comentario [L824]: Eran sobre las
once de la mañana.

cuando mi guía: «Creo que hacia el borde


volver el hombro diestro nos conviene,
dando la vuelta al monte cual solemos. » 123

Así fue nuestro guía la costumbre,


y emprendimos la ruta más tranquilos
pues lo aprobaba aquel alma tan digna. 126

Ellos iban delante, y solitario


yo detrás, escuchando sus palabras,
que en poetizar me daban su intelecto. 129

Mas pronto rompió las dulces razones


un árbol puesto en medio del camino,
con manzanas de olor bueno y suave; 132

y así corno el abeto se adelgaza


de rama en rama, aquel abajo hacía,
para que nadie, pienso, lo subiera. 135 Comentario [L825]: Tenía la forma de
cono invertido.

Del lado en que el camino se cortaba,


caía de la roca un licor claro,
que se extendía por las hojas altas. 138

Al árbol se acercaron los poetas;


y una voz desde dentro de la fronda
gritó: «Muy caro cuesta este alimento.» 141

«Más pensaba María en que las bodas 142 Comentario [L826]: Varios ejemplos
de templanza: María, que en las bodas de
-siguió- fueran honradas, que en su boca, Caná no pensaba en comer, sino en la
esa que ahora intercede por vosotros. 144 verguenza de los novios; las matronas
romanas de la república, el eco de cuya
virtud llega hasta el propio Quevedo; el
Las antiguas romanas sólo agua profeta Daniel, que no quiso comer en la
mesa de Nabucodonosor para evitar
bebían; y Daniel, que despreciaba contaminarse (Daniel, I, 3-20), los
el alimento, conquistó la ciencia. 147 moradores de la edad de oro, que sólo se
alimentaban de bellotas (recuérdese la
alabanza de Don Quijote) y finalmente Juan
La edad primera, bella como el oro, el Bautista, del que hablan Marcos (1, 6) y
Mateo (III, 4).
hizo con hambre gustar las bellotas,
y néctar con la sed cualquier arroyo. 150

Miel y langostas fueron las viandas


que en el yermo nutrieron al Bautista;
por lo cual es tan grande y tan glorioso 153
como en el Evangelio se demuestra.»

CANTO XXIII

Mientras los ojos por la verde fronda


fijaba de igual modo que quien suele
del pajarillo en pos perder la vida, 3 Comentario [L827]: El cazador.

el más que padre me decía: «Hijo,


ven pronto, pues el tiempo que nos dieron
más útilmente aprovechar se debe.» 6

Volví el rostro y el paso sin tardarme,


junto a los sabios, que en tal forma hablaban, 9
que me hicieron andar sin pena alguna.

Y en esto se escuchó llorar y un canto


labia mea domine, en tal modo, 11 Comentario [L828]: Se trata de un
verso del famoso Miserere, es decir el
cual si pariera gozo y pesadumbre. 12 salmo L 17: «Abre,
Señor, mis labios, y mi boca cantará sus
alabanzas.»
«Oh dulce padre, ¿qué es lo que ahora escucho?»,
yo comencé; y él: «Sombras que caminan
de sus deudas el nudo desatando.» 15

Como los pensativos peregrinos,


al encontrar extraños en su ruta,
que se vuelven a ellos sin pararse, 18

así tras de nosotros, más aprisa,


al llegar y pasamos, se asombraba
de ánimas turba tácita y devota. 21 Comentario [L829]: Son las almas de
los glotones.

Todos de ojos hundidos y apagados,


de pálidos semblantes, y tan flacos
que del hueso la piel tomaba forma. 24
Comentario [L830]: Erisitone, hijo del
No creo que a pellejo tan extremo rey de Tesalia, habiendo cortado una encina
consagrada a Ceres fue condenado por ésta
seco, hubiese llegado Erisitone, 26 a padecer un hambre insaciable, hasta el
ni cuando fue su ayuno más severo. 27 punto de devorar a una hijita suya y a sí
mismo. Lo cuenta Ovidio en Metamorfosis,
VIII, 726-881.
Y pensando decíame: «¡Aquí viene 28 Comentario [L831]: Referencia a los
la gente que perdió Jerusalén, padecimientos de los judíos en el cerco de
Jerusalén por Tito, al que aludió en
cuando María devoró a su hijo! 30 Purgatorio, XXI, 82. María es la hebrea
María de Eleazar Lo cuenta Flavio Josefo,
Bell. ivd., VI, 3.
Parecían sus órbitas anillos
sin gemas: y quien lee en la cara "omo" 32 Comentario [L832]: Opinión difundida
entre predicadores medievales.
bien podría encontrar aquí la eme. 33

¿Quién pensaría que el olor de un fruto


tal hiciese, el anhelo produciendo,
o el de una fuente, no sabiendo cómo? 36

Maravillado estaba de tal hambre,


pues la razón aún no conocía
de su piel escarnada y su flaqueza, 39

cuando de lo más hondo de su rostro


fija su vista me volvió una sombra;
luego fuerte exclamó: "¿Qué gracia es ésta?" 42

Nunca el rostro le hubiese conocido;


pero en la voz se me hizo manifiesto
lo que el aspecto había deformado. 45

Esta chispa encendió de aquel tan otro rostro


del todo mi conocimiento,
y conocí la cara de Forese.» 48 Comentario [L833]: Forese Donati,
hermano del cruel Corso y de la joven
Piccarda que encontraremos en el Paraíso
«Ah, no te fijes en la seca roña (Paraiso, III, 46 y ss.), fue amigo de la
juventud florentina del poeta, que estaba
que me destiñe -rogaba- la piel, casado con su prima Gemma. Era llamado
ni por la falta de carne que tenga; 51 Bicci Novello, es decir, Bicci el joven, y
murió en 1296. Se conserva una tensón de
seis sonetos satíricos que ambos se
dime en verdad de ti, y de quién son esas intercambiaron en 1290, llenos de burlas no
siempre inocentes. Su gula debía ser
dos ánimas que allí te dan escolta; probervial, pues ya alude a ella Dante en
¡no te quedes aquí sin que me hables!» 54 dicha tensón juvenil.

«Tu cara, que lloré cuando moriste,


con no menos dolor ahora la lloro
-le respondí- al mirarla tan cambiada. 57

Pero dime, por Dios que así os deshoja;


no pidas que hable, pues estoy atónito;
mal podrá hablar quien otra cosa quiere.» 60 Comentario [L834]: Dante quiere que
antes de contarle a Forese su vida, ésta le
explique cuál es la forma de su castigo.
Y él a mí- «Del querer eterno baja
un efecto en el agua y en el árbol
que dejasteis atrás, que así enflaquece. 63

Toda esta gente que llorando canta,


por seguir a la gula sin medida,
santa se vuelve aquí con sed y hambre 66

De comer y beber nos da el deseo


el olor de la fruta y del rocío
que se extiende por sobre la verdura. 69

Y ni un solo momento en este espacio


dando vueltas, mitiga nuestra pena:
pena digo y debiera decir gozo, 72 Comentario [L835]: Porque la
purgación les conducirá al Paraíso.

que aquel deseo al árbol nos conduce


donde Cristo gozoso dijo 'Eli', 74 Comentario [L836]: Recordad las
palabras de Cristo en la cruz-. «Dios mío,
cuando nos redimió la sangre suya.» 75 Dios mío, por qué me has abandonado»
(Mateo, XXVII, 46; Marcos, XVI, 34).
Yo contesté: «Forese, desde el día
que el mundo por mejor vida trocaste,
cinco años aún no han transcurrido. 78

Si antes se terminó el que tú pudieras


pecar aún más, de que llegase la hora
del buen dolor que a Dios volver nos hace, 81

¿cómo es que estás arriba ya tan pronto?


Yo pensaba encontrarte allí debajo,
donde el tiempo con tiempo se repara.» 84 Comentario [L837]: En el
Antepurgatorio de los tardos en
arrepentirse.
Y él respondió: «Tan pronto me ha logrado
que beba el dulce ajenjo del martirio
mi Nela con su llanto sin fatiga. 87 Comentario [L838]: Apenas sabemos
nada de la mujer de Forese, sólo que Dante
en el primer soneto cruzado con su amigo le
Con devotas plegarias y suspiros había presentado sola y abandonada por
éste en su lecho. Las palabras de Forese
me trajo de la playa en que se espera, contradicen aquel viejo ataque, y le dan pie
y me ha librado de los otros círculos. 90 a una invectiva contra la corrupción de las
florentinas.

Tanto más cara a Dios y más dilecta


es mi viudita, a la que tanto amaba,
cuanto en su bien obrar está más sola; 93

puesto que la Barbagia de Sicilia 94 Comentario [L839]: Región


semisalvaje de Sicilia, comparada aquí con
es más púdica ya con sus mujeres la misma Florencia.
que la Barbagia en donde la he dejado. 96

Dulce hermano ¿qué quieres que te diga?


Ya presiento unos tiempos venideros
de que esta hora ya no está lejana, 99

en que será en el púlpito vedado


el que las descaradas florentinas
vayan mostrando en público las tetas. 102

¿Qué bárbara hubo nunca o musulmanas


que precisaran para andar cubiertas
disciplina en el alma o de las otras? 105 Comentario [L840]: El castigo del
látigo.

Mas si supieran esas sinvergüenzas


lo que veloz el cielo les depara,
ya para aullar sus bocas abrirían; 108

pues si el vaticinar aquí no engaña,


sufrirán antes de que crezca el bozo
a los que ahora con nanas consuelan. 111 Comentario [L841]: Es decir, dentro de
unos quince años. En 1315, en que tuvo
lugar la batalla de Montecatini, donde
Ahora ya no te escondas más, oh hermano, fueron derrotados los negros florentinos,
pero la profecía de Forese acaso tenga un
que no sólo yo, más toda esta gente, valor genérico, como tantos otros pasajes de
mira el lugar donde la luz no pasa.» 114 la Comedía
ll4 La sombra que proyecta Dante.

Por lo que yo le dije: «Si recuerdas


lo que fui para ti, y para mi fuiste,
aún será triste el recordar presente. 117 Comentario [L842]: Dante tenía al
parecer muchos motivos para reprocharse el
tipo de vida que llevaba en los años de su
De aquella vida me sustrajo aquel amistad con Forese.
que va delante, el otro día, cuando
redonda se mostró la hermana de ese 120 Comentario [L843]: La luna.

--señalé el sol. Y aquél por la profunda


noche llevóme de los muertos ciertos
con esta carne cierta que le sigue. 123

De allí con sus auxilios me ha traído,


subiendo y rodeando la montaña,
que os endereza a los que el mundo tuerce. 126

Dice que habrá de hacerme compañía


hasta que esté donde Beatriz se encuentra;
allí es preciso que sin él me quede. 129

Virgilio es quien tal cosa me ha contado


-y se lo señalé-; y aquél la sombra
por quien se ha conmovido cada cuesta 132
de vuestro reino del que ya se marcha.»

CANTO XXIV

Ni hablar a andar, ni andar a aquel más lento


hacía, mas hablando a prisa íbamos
cual nao que empuja un viento favorable; 3

y las sombras, más muertas pareciendo,


admiración ponían en las cuencas
de los ojos, sabiendo que vivía. 6

Y yo, continuando mis palabras


dije: «Y asciende acaso más despacio
de lo que en otro momento lo haría. 9 Comentario [L844]: Estacio sube más
despacio de lo que lo hubiera hecho si no se
hubiese encontrado con su admirado
Mas dime de Piccarda, si es que sabes; 10 Virgilio.
y dime si estoy viendo a alguien notable Comentario [L845]: Encontraremos a
Piccarda en Paraíso, III, 34 y ss.
entre esta gente que así me contempla.» 12

«Mi hermana, que entre hermosa y entre buena


no sé qué fuera más, alegre triunfa
en el Olimpo ya de su corona.» 15

Dijo primero; y luego: «Aquí podemos


a cualquiera nombrar pues tan mudado
nuestro semblante está por la abstinencia. 18

Ese -y le señaló- es Bonagiunta, 19 Comentario [L846]: El poeta y notario


de Lucca, Bonagiunta Orbiciani, aún vivo
Bonagiunta de Lucca; y esa cara en 1296 pertenecía a la corriente poética
a su lado, cosida más que otras. 21 contraria al dolce stil nuovo, que seguía la
convenciones de la escuela siciliana y
provenzal. Fue atacado por Dante en «De
tuvo la santa iglesia entre sus brazos: Vulgari elocuentia».
nació en Tours, y aquí purga con ayunos
el vino y las anguilas de Bolsena.» 24 Comentario [L847]: El papa francés
Simon de Bries, llamado Martín IV
(1281-85). Favoreció la política
Uno por uno a muchos me nombró; proangevina en Italia. En efecto, dicen que
remojaba las anguilas en vino para que
y al nombrarles contentos parecían, 26 resultaran más sabrosas.
y no vi ningún gesto de tristeza. 27 Comentario [L848]: Porque así puede
llevar noticias de ellos a la tierra.
Vi por el hambre en vano usar los dientes
a Ubaldín de la Pila y Bonifacio, 29 Comentario [L849]: Ubaldino degli
Ubaldini, hermano de Ottaviano (Infierno,
que apacentara a muchos con su torre. 30 X, 120) y de Ugolino de Azzo (Purgatorio,
XIV, 105) y padre del cardenal Ruggieri
que vimos en Infierno, XXXIII. Bonifacio
Vi a Maese Marqués, que ocasión tuvo 31 dei Fieschi fue sobrino del papa Inocencio
de beber en Forlí sin sequedades, IV y llegó a ser arzobispo de Rávena en
1274, cuyo báculo estaba rematado por una
y que nunca veíase saciado. 33 torre. Murió en 1294.
Comentario [L850]: Marchese degli
Mas como hace el que mira y luego aprecia Arglioso, de Forlí, fue podestá de Faenza en
más a uno que otro, hice al luqués, 1296. Se cuenta que al preguntar qué
opinión tenía de él el pueblo le
que de mí más curioso parecía. 36 respondieron que se hablaba de lo mucho
que bebía, a lo que él contestó: «¿Por qué
no dicen que siempre tengo sed?»
Él murmuraba, y no sé que «Gentucca» 37
Comentario [L851]: Gentucca Morla,
sentía yo, donde él sentía la plaga que aún era una niña en 1300, fue una
de la justicia que así le roía. 39 mujer amada por Dante que la conoció en
Lucca en 1308. Estaba casada con
Buaccorso Fondora. Este amor reconciliará
«Alma –dije- que tal deseo muestras a Dante con una ciudad con la que siempre
había sido renuente (Infierno XXI, 41-42).
de hablar conmigo, hazlo claramente,
y a los dos satisfaz con tus palabras.» 42
«Hay nacida, aún sin velo, una mujer
--él comenzó- que hará que mi ciudad
te plazca aunque otros muchos la desprecien. 45

Tú marcharás con esta profecía:


si en mi murmullo alguna duda tienes,
la realidad en claro ha de ponerlo. 48

Pero dime si veo a quien compuso


aquellas nuevas rimas que empezaban:
«Mujeres que el Amor bien conocéis.» 51 Comentario [L852]: El primer verso de
la primera canción de La Vita Nuova
«Donne ch'avate inteletto d‟amore», una de
Y yo le dije: «Soy uno que cuando sus composiciones juveniles preferidas por
el propio Dante. Lo que diferenciaba la
Amor me inspira, anoto, y de esa forma nueva poesía de la antigua era la
voy expresando aquello que me dicta.» 54 espontanceidad y la sinceridad, frente a lo
artificioso y retórico de la vieja escuela de
Buonagiunta o de Guittone de Arezzo
«¡Ah hermano, ya comprendo ---dijo- el nudo (Purgatorio, XXVI, 124-126), que
representa la poesía toscana, o del notario
que al Notario, a Guiton y a mí separa Jacobo Lentini, secretario de Federico II,
del dulce estilo nuevo que te escucho! 57 que representa la siciliana.
Comentario [L853]: De este verso ha
Bien veo ahora cómo vuestras plumas salido el nombre de la escuela poética a la
que perteneció el propio Dante, junto con
detrás de quien os dicta van pegadas, Guido Gunizzelli, Guido Cavalcanti y Lapo
lo que no sucedía con las nuestras; 60 Gianni.

y quien se ponga a verlo de otro modo


no encontrará ninguna diferencia.»
Y se calló bastante satisfecho. 63

Cual las aves que invernan junto al Nilo,


a veces en el aire hacen bandadas,
y luego aprisa vuelan en hilera, 66

así toda la gente que allí estaba,


volviendo el rostro apresuró su paso,
por su flaqueza y su deseo raudas. 69

Y como el hombre de correr cansado


deja andar a los otros, y pasea
hasta que calma el resollar del pecho, 72

dejó que le pasara la grey santa


y conmigo detrás vino Forese,
diciendo: «¿Cuándo te veré de nuevo?» 75

«No sé -repuse-, cuánto viviré;


mas no será mi vuelta tan temprano,
que antes no esté a la orilla mi deseo; 78
porque el lugar donde a vivir fui puesto,
del bien, de día en día, se despoja,
y parece dispuesto a triste ruina.» 81

Y él: «Ánimo, pues veo al más culpable, 82 Comentario [L854]: A Corso Donati,
hermano de Forese, el principal enemigo de
arrastrado a la cola de un caballo Dante y causante de su ruina. Murió en
hacia aquel valle donde no se purga. 84 1308 en una escaramuza contra los propios
negros, o contra los catalanes. Su muerte es
narrada de diversas maneras. Dante
La bestia a cada paso va más rauda, cruelmente, por boca de un impávido
Forese, lo pinta arrastrado hasta el Infierno
siempre más, hasta que ella le golpea, atado a la cola del caballo, que era la
y deja el cuerpo vilmente deshecho. 87 muerte propia de los traidores.

No mucho han de rodar aquellas ruedas


-y miró al cielo- y claro habrá de serte
esto que más no puedo declararte. 90

Ahora quédate aquí, que es caro el tiempo


en este reino, y ya perdí bastante
caminando contigo paso a paso.» 93

Como al galope sale algunas veces


un jinete del grupo que cabalga,
por ganar honra en los primeros golpes, 96

con pasos aún mayores nos dejó;


y me quedé con esos dos que fueron
en el mundo tan grandes mariscales. 99

Y cuando estuvo ya tan adelante,


que mis ojos seguían tras de él,
como mi mente tras de sus palabras. 102

vi las ramas cargadas y frondosas


de otro manzano, no mucho más lejos
por haber sólo entonces hecho el giro 105 Comentario [L855]: Es decir, dado el
giro a la curva del monte, que antes impedía
ver el árbol.
Vi gentes bajo aquel alzar las manos
y gritar no sé qué hacia la espesura,
como en vano anhelantes chiquitines 108

que piden, y a quien piden no responde,


mas por hacer sus ganas más agudas,
les muestra su deseo puesto en alto. 111

Luego se fueron ya desengañadas;


y nos aproximamos al gran árbol,
que tanto llanto y súplicas desdeña. 114

«Seguid andando y no os aproximéis:


un leño hay más arriba que mordido
fue por Eva y es éste su retoño.» 117

Entre las frondas no sé quién hablaba;


y así Virgilio, Estacio y yo, apretados
seguimos caminando por la cuesta. 120

Decía: «Recordad a los malditos 121 Comentario [L856]: Ejemplos de


intemperancia puestos tal vez en la boca de
nacidos de las nubes, que, borrachos, un ángel. Los centauros, embriagados en las
con dos pechos lucharon con Teseo; 123 bodas de Piritoo e Hipodemia, intentaron
raptar y violar a las mujeres de los lapitas,
siendo vencidos por Tesco. Los centauros
y a los hebreos, por beber tan flojos, 124 habían nacido de una nube a la que Zeus
dio la forma de Juno, y de Ixión (Me-
que Gedeón no quiso de su ayuda, tamorfosis, XV, 210, 535).
cuando a Madián bajó de las colinas.» 126 Comentario [L857]: El segundo
ejemplo está tomado de Jueces, VI. Gedeón
Así arrimados a uno de los bordes, sólo llevó al combate contra los madianitas
a trescientos de sus hombres que tomaron el
oyendo fuimos culpas de la gula agua con las manos, dejando al resto que
seguidas del castigo miserable. 129 había bebido inmoderadamente (Jueces, VI,
11; VII, 25)

Ya en la senda desierta, distanciados,


más de mil pasos nos llevaron lejos,
los tres mirando sin decir palabra. 132

«Solos así los tres ¿qué vais pensando?»,


dijo una voz de pronto; y me agité
como un caballo joven y espantado. 135

Alcé mi rostro para ver quién era;


y jamás pude ver en ningún horno
vidrio o metal tan rojo y tan luciente, 138

como a quien vi diciendo: «Si os complace 139 Comentario [L858]: El ángel que les
indica el paso al séptimo recinto, que con
subir, aquí debéis de dar la vuelta; sus alas perfumadas borra la P de la gula de
quien marcha hacia la paz, por aquí pasa.» 141 la frente de Dante.

Me deslumbró la vista con su aspecto;


por lo que me volví hacia mis doctores,
como el hombre a quien guía lo que escucha. 144 Comentario [L859]: Siguiendo el son
de la voz que ha escuchado.

Y como, del albor anunciadora,


sopla y aroma la brisa de mayo,
de hierba y flores toda perfumada; 147

yo así sentía un viento por en medio


de la frente, y sentí un mover de plumas,
que hizo oler a ambrosía el aura toda. 150

Sentí decir: «Dichosos los que alumbra 151 Comentario [L860]: Paráfrasis de
Mateo, V, 6: el hambre y la sed de justicia
tanto la gracia, que el amor del gusto se oponen a la gula.
en su pecho no alienta demasiado, 153
apeteciendo siempre cuanto es justo.»

CANTO XXV

Dilación no admitía la subida;


puesto que el sol había ya dejado
la noche al Escorpión, el día al Toro: 3 Comentario [L861]: Son alrededor de
las dos de la tarde

y así como hace aquél que no se para,


mas, como sea, sigue su camino,
por la necesidad aguijonado, 6

así fuimos por el desfiladero,


subiendo la escalera uno tras otro,
pues su estrechez separa a los que suben. 9

Y como el cigoñino el ala extiende


por ganas de volar, y no se atreve
a abandonar el nido, y las repliega; 12

tal mis ganas ardientes y apagadas


de preguntar; haciendo al fin el gesto
que hacen aquellos que al hablar se aprestan. 15

Por ello no dejó de andar aprisa,


sino dijo mi padre: «Suelta el arco
del decir, que hasta el hierro tienes tenso.» 18 Comentario [L862]: «Tienes tensada la
cuerda del arco hasta tocar el hierro de la
flecha.»
Ya entonces confiado abrí la boca,
y dije: «Cómo puede adelgazarse
allí donde comer no es necesario.» 21 Comentario [L863]: «Cómo pueden
adelgazar los que ya son sólo espíritus.»

«Si recordaras cómo Meleagro 22 Comentario [L864]: La leyenda


contaba que un oráculo había profetizado la
se extinguió al extinguirse el ascua aquella muerte de Meleagro, príncipe de Caledon,
-me dijo- de esto no te extrañarías; 24 el día que se extinguiese un tizón que su
madre había guardado. Airada la reina
contra su hijo por haber matado a dos
y si pensaras cómo, si te mueves, hermanos de aquélla, arrojó al fuego el
tizón que se consumió rápidamente y con él
también tu imagen dentro del espejo, la vida de su hijo (Metamorfosis, VII,
claro verás lo que parece oscuro. 27 260-546).

Mas para que el deseo se te aquiete,


aquí está Estacio; y yo le llamo y pido
que sea el curador de tus heridas.» 30

«Si la visión eterna le descubro


-repuso Estacio-, estando tú delante,
el no poder negarme me disculpe.» 33
Y después comenzó: «Si mis palabras, 34 Comentario [L865]: El problema de la
relación entre el cuerpo y el alma era
hijo, en la mente guardas y recibes, central en la filosofía de la época. Dante,
darán luz a aquel "cómo" que dijiste. 36 por boca de Estacio, que es cristiano a
diferencia de Virgilio, va a intentar ahora
una explicación convincente. Para el
La sangre pura que no es absorbida 37 comienzo de este pasaje recuérdese que en
la Florencia democrática Dante se había
por las venas sedientas, y se queda inscrito, no sin razón, en el gremio de los
cual alimento que en la mesa sobra, 39 médicos.
Comentario [L866]: 37 y ss. La sangre
que no es necesaria para el alimento de los
toma en el corazón a cualquier miembro órganos adquiere en el corazón del padre la
la virtud de dar forma, como aquella virtud de crear miembros nuevos, y al
descender a los testículos se convierte en
que a hacerse aquellos vase por las venas. 42 semen que se une con otra sangre perfecta
en la matriz de la mujer, dando lugar al
proceso de la generación. En este proceso la
Digerida, desciende, donde es bello sangre femenina es el principio pasivo y la
más callar que decir, y allí destila masculina, que procede de corazón, el
activo.
en vaso natural sobre otra sangre. 45

Allí se mezclan una y otra juntas,


una a sufrir dispuesta, a hacer la otra,
pues que procede de un lugar perfecto; 48

y una vez que ha llegado, a obrar comienza


coagulando primero, y avivando
lo que hizo consistente su materia. 51

Alma ya hecha la virtud activa


cual de una planta, sólo diferente
que una en camino está y otra ha llegado, 54 Comentario [L867]: En el semen del
hombre está ya el germen de la vida
vegetativa. Pero mientras en las plantas es
sigue obrando después, se mueve y siente, su estado perfecto, en el hombre es el
comienzo de una larga evolución que
como un hongo marino; y organiza describe seguidamente: vegetativa, sensitiva
esas potencias de las que es semilla. 57 y racional.

Aquí se extiende, hijo, y se despliega


la virtud que salió del corazón
del generante, y forma da a los miembros. 60
Comentario [L868]: Averroes
(Infierno, IV, 144) negaba la doctrina
Mas cómo el animal se vuelve hablante aristotélica recogida por los escolásticos de
no puedes ver aún, y uno más sabio que nuestra razón fuera doble, el intelecto
agente, que dirige el conocimiento sensible,
que tú, se equivocaba en este punto, 63 y el intelecto posible, que da el intelectivo.
Este segundo era, para el filósofo
musulmán, un principio intemporal,
y así con su doctrina separaba abstracto y común para todos, separado de
del alma la posible inteligencia, un alma únicamente sensitiva y particular
(vv. 64-66). Esta doctrina, pues, anulaba la
por no encontrarle un órgano adecuado. 66 idea de la vida ultraterrena del alma
invidual.
A la verdad que viene abre tu pecho; Comentario [L869]: La creación de la
inteligencia racional humana es obra
y sabrás que, tan pronto se termina 68 directamente de Dios, a diferencia del
de articularle al feto su cerebro, 69 estadio vegetativo y sensitivo, que
evolucionan espontáneamente desde el
principio de la concepción.
complacido el Primer Motor se vuelve La razón recién formada integra ahora los
dos estadios anteriores.
a esa obra de arte, en la que inspira
nuevo espíritu, lleno de virtudes, 72 Comentario [L870]: El ya citado
intelecto posible.

que lo que encuentra activo aquí reúne


en su sustancia, y hace un alma sola,
que vive y siente y a sí misma mira. 75

Y por que no te extrañen mis palabras


mira el calor del sol que se hace vino,
junto al humor que nace de las vidas. 78

Cuando más lino Laquesis no tiene, 79 Comentario [L871]: Recuérdese que


Laquesis es la Parca que teje el hilo de
se suelta de la carne, y virtualmente nuestra vida.
lo divino y lo humano se lo lleva. 81

Ya enmudecidas sus otras potencias, 82 Comentario [L872]: Una vez muerto el


cuerpo, la vida vegetativa y la sensible («lo
inteligencia, voluntad, memoria humano») quedan mudas porque carecen de
en acto quedan mucho más agudas. 84 órganos para sustentarse, dejando al alma
completamente pura, con sus tres facultades
superiores («lo divino»).
Sin detenerse, por sí misma cae
maravillosamente en una u otra orilla; 86 Comentario [L873]: En la del
Aqueronte si está condenada; en la
y de antemano sabe su camino. 87 desembocadura del Tiber si es digna del
Purgatorio.
En cuanto ese lugar la circunscribe, 88 Comentario [L874]: El alma entra
ahora en acción irradiando en torno suyo
la virtud formativa irradia en torno como una especie de cuerpo aéreo, o de
del mismo modo que en los miembros vivos: 90 ectoplasma, en el cual la vida vegetativa y
la sensible pueden volver a encontrar una
especie de acomodo.
y como el aire, cuanto está muy húmedo,
por otro rayo que en él se refleja,
con diversos colores se engalana; 93

así el aire cercano se dispone,


y en esa misma forma que le imprime
virtualmente el alma allí parada; 96

Y después, a la llama semejante


que sigue al fuego al sitio donde vaya,
la nueva forma al espíritu sigue. 99

Y como aquí recibe su aparencia,


sombra se llama; y luego aquí organiza
cualquier sentido, incluso el de la vista. 102

Por esta causa hablamos y reímos;


y suspiros y lágrimas hacemos
que has podido sentir por la montaña. 105

Según que nos afligen los deseos


y los otros afectos, toma forma
la sombra, y es la causa que te admira.» 108

Y ya llegado al último tormento 109 Comentario [L875]: Los viajeros han


llegado ya al séptimo círculo, el de los
habíamos, y vuelto a la derecha, lujuriosos.
y estábamos atentos a otras cosas. 111

Aquí dispara el muro llamaradas,


y por el borde sopla un viento a lo alto
que las rechaza y las aleja de él; 114 Comentario [L876]: El viento que
sopla desde el exterior hace que las llamas
se plieguen contra la pared, dejando un
y por esto debíainos andar estrecho camino a los viajeros.
por el lado de afuera de uno en uno;
y yo temía el fuego o la caída. 117

«Por este sitio -guía iba diciendo-


a los ojos un freno hay que ponerles,
pues errar se podría por muy poco. 120

Summae Deus Clamentiae en el seno 121 Comentario [L877]: Summao, Deus


clementiae, es un himno propio de la
del gran ardor oí cantar entonces, mañana del sábado, muy apropiado para los
que no menos ardor dio de volverme; 123 lujuriosos.

y vi almas caminando por las llamas;


así que a ellas miraba y a mis pasos,
repartiendo la vista por momentos. 126

Una vez que aquel himno terminaron 127 Comentario [L878]: Como ya estamos
acostumbrados, aparecen ejemplos de
gritaron alto: «Virum no cognosco»; castidad. El primero son las palabras de
y el himno repetían en voz baja. 129 María poniendo de manifiesto su virginidad
al ángel que le anuncia su próximo parto
(Lucas, I, 34).
Y al terminar gritaban: «En el bosque
Diana se quedó y arrojó a Elice 131 Comentario [L879]: Las ninfas que
acompañaban a Diana debían guardar,
porque probó de Venus el veneno.» 132 como ella misma la castidad, pero Elice fue
seducida por Zeus (Metamorfosís, II,
401-530).
Luego a cantar volvían; y de esposas
y de maridos castos proclamaban,
cual la virtud y el matrimonio imponen. 135

Y de esta forma creo que les baste


en todo el tiempo que el fuego les quema:
Con tal afán conviene y en tal forma
que la postrera herida cicatrice. 138

CANTO XXVI

Mientras que por la orilla uno tras otro


marchábamos y el buen maestro a veces
«Mira --decía- como te he advertido»; 3
sobre el hombro derecho el sol me hería,
que ya, radiando, todo el occidente
el celeste cambiaba en blanco aspecto; 6 Comentario [L880]: Deben ser las
cuatro o cinco de la tarde.

y hacía con mi sombra más rojiza


la llama parecer; y al darse cuenta
vi que, andando, miraban muchas sombras. 9

Esta fue la ocasión que les dio pie


a que hablaran de mí-, y así empezaron
«Este cuerpo ficticio no parece»; 12

luego vueltos a mí cuanto podían,


se cercioraron de ello, con cuidado
siempre de no salir de donde ardiesen. 15 Comentario [L881]: Para no dejar de
purificarse, que es el único deseo de estas
almas.
«Oh tú que vas, no porque tardo seas,
mas tal vez reverente, tras los otros,
respóndeme, que en este fuego ardo. 18

No sólo a mí aproveche tu respuesta;


pues mayor sed tenemos todos de ella
que de agua fría la India o la Etiopía. 21

Dinos cómo es que formas de ti un muro


al sol, de tal manera que no hubieses
aún entrado en las redes de la muerte.» 24

Así me hablaba uno; y yo me hubiera 24 Comentario [L882]: Es el ama de


Guido Guinizzelli, como ya veremos.
ya explicado, si no estuviese atento
a otra novedad que entonces vino; 27

que por medio de aquel sendero ardiente


vino gente mirando hacia los otros,
lo cual, suspenso, me llevó a observarlo. 30 Comentario [L883]: Las almas que han
aparecido antes van en la misma dirección
que los viajeros -de izquierda a derecha- y
Apresurarse vi por todas partes éstas vienen de frente. Esto alude, como ve-
remos, a su condición de pecadores contra
y besarse a las almas unas a otras natura.
sin pararse, felices de tal fiesta; 33

así por medio de su hilera oscura


una a la otra se hocican las hormigas,
por saber de su suerte o su camino. 36

En cuanto dejan la acogida amiga,


antes de dar siquiera el primer paso,
en vocear se cansan todas ellas: 39 Comentario [L884]: Unos son los
lujuriosos que pecaron de homosexualidad;
el pecado de los otros es, como se verá más
la nueva gente: «Sodoma y Gomorra»; 40 adelante, hermafrodita, es decir, entre
hombre y mujer.
los otros: «En la vaca entra Pasifae,
para que el toro corra a su lujuria.» 42

Después como las grullas que hacia el Rif


vuelan en parte, y parte a las arenas,
o del hielo o del sol haciendo ascos, 45

una gente se va y otra se viene;


vuelven llorando a sus primeros cantos
y a gritar eso que más les atañe; 48

y acercáronse a mí, como hace poco


esos otros habíanme rogado,
deseosos de oír en sus semblantes. 51

Yo que dos veces viera su deseo;


«Oh almas ya seguras --comencé-
de conseguir la paz tras de algún tiempo, 54

no han quedado ni verdes ni maduros


allí mis miembros, mas aquí los traigo
con su sangre y sus articulaciones. 57

Subo para no estar ya nunca ciego;


una mujer me obtuvo la merced,
de venir con el cuerpo a vuestro mundo. 60

Mas vuestro anhelo mayor satisfecho


sea pronto, y así os albergue el cielo
que lleno está de amor y más se espacia, 63

decidme, a fin de que escribirlo pueda,


quiénes seáis, y quién es esa turba
que se marchó detrás a vuestra espalda.» 66

No de otro modo estúpido se turba


el montañés, y mira y enmudece,
cuando va a la ciudad , rudo y salvaje, 69

que en su apariencia todas esas sombras;


más ya de su estupor recuperadas,
que de las altas almas pronto sale, 72

«¡Dichoso tú que de nuestras regiones


-volvió a decir aquel que habló primero-,
para mejor morir sapiencia adquieres! 75

La gente que no viene con nosotros,


pecó de aquello por lo que en el triunfo
César oyó que "reina" lo llamaban: 78 Comentario [L885]: Lo cuenta
Suetonio en su vida de César. La voz
popular aludía a las relaciones que el joven
por eso vanse gritando "Sodoma", César había mantenido con Nicomedes, rey
de Bitinia. Años después sus legionarios le
reprobándose a sí, como has oído, cantaban: «César sometió las Galias y
con su vergüenza el fuego acrecentando. 81 Nicomedes a César.»

Hermafrodita fue nuestro pecado;


y pues que no observamos ley humana,
siguiendo el apetito como bestias, 84 Comentario [L886]:

en nuestro oprobio, por nosotros se oye


cuando partimos el nombre de aquella
que en el leño bestial bestia se hizo. 87

Ya sabes nuestros actos, nuestras culpas:


y si de nombre quieres conocemos,
decirlo no sabría, pues no hay tiempo. 90

Apagaré de mí, al menos, tus ganas:


Soy Guido Guinizzelli, y aquí peno 92 Comentario [L887]: Guido Guinizzelli
nació en torno a 1230, en Bolonia, y
por bien antes del fin arrepentirme.» 93 perteneció al bando obelino. Fue autor de
un breve cancionero amoroso, renovó la
escuela poética doctrina del norte de Italia y
Igual que en la tristeza de Licurgo 94 se acerca al nuevo estilo florentino (ver
hicieron los dos hijos a su madre, Purgatorio, XXIV).
así hice yo, pero sin tanto ímpetu, 96
Comentario [L888]: Se refiere Dante a
un pasaje de la Tebaída de Estacio. Isifile
cuando escuché nombrarse él mismo al padre (Purgatorio,
mío y de todos, el mejor que rimas XXII, 112), esclava del rey Licurgo,
abandonó al hijito de éste mientras iba a
de amor usaron dulces y donosas; 99 enseñar a los griegos la fuente Langía, y el
niño murió picado por una serpiente.
Condenada a muerte la esclava, fue
y pensativo, sin oír ni hablar, rescatada de la hoguera por sus hijos
contemplándole anduve un largo rato, (Tebaída, V, 720-22).

mas, por el fuego, sin aproximarme. 102

Luego ya de mirarle satisfecho,


me ofrecí enteramente a su servicio
con juramentos que a otros aseguran. 105

y él me dijo: «Tú dejas tales huellas


en mí, por lo que escucho, y tan palpables,
que no puede borrarlas el Leteo. 108

Mas si en verdad juraron tus palabras,


dirne por qué razones me demuestras
al mira.rme y hablarme tanto aprecio.» 111

Y yo le dije: «Vuestros dulces versos,


que, mientras duren los modernos usos,
harán preciada aun su misma tinta.» 114
«Oh hermano --dijo,-, ése que te indico
-y señaló un espíritu delante-
fue el mejor artesano de su lengua. 117 Comentario [L889]: Guido Guinizzelli
señala a Arnaut Daniel, el famoso poeta
provenzal del Trovar clus, que floreció
En los versos de amor o en narraciones entre 1180 y 1200 en la corte de Ricardo
Corazón de León. Fue especialmente
a todos superó; y deja a los tontos admirado por Dante, como se demuestra en
que creen que el Lemosín le aventajaba. 120 De Vulgari Eloquientia. De él se nos ha
conservado sólo un pequeño cancionero.
En el original «parlar materno», o lengua
A las voces se vuelven, no a lo cierto, vulgar, se opone a la «gramática» o latín.
Recuérdese que este apelativo, «il miglior
y su opinión conforman de este modo fabbro», fue aplicado por T. S Eliot a Ezra
antes de oír a la razón o al arte. 123 Pound, ferviente admirador de la poesía
provenzal y stilnuovista.

Así hicieron antaño con Guittone, 124 Comentario [L890]: El Limosín es


Giraut de Bornelh, conocido entre 1175 y
de voz en voz corriendo su alabanza, 1220. lntrodujo en la poesía provenzal
hasta que la verdad se ha impuesto a todos. 126 formas más populares y cultivó gran
variedad de géneros. Dante debe
reprocharle la simpleza de su estilo.
Ahora si tienes tanto privilegio, Comentario [L891]: Guirtone de Areno
que lícito te sea ir hasta el claustro nació en tomo a 1230, vivió en Florencia y
murió en 1294. Fue un escritor
del colegio del cual abad es Cristo, 129 fecundísimo, y la cabeza de la escuela
doctrinal (Purgatorio, XIV, 56). Dante no
le fue muy favorable en sus juicios, por las
de un padre nuestro dile aquella parte, misma razones que respecto a Giraut
que nos es necesaria en este mundo, Bornelh.

donde poder pecar ya no es lo nuestro.» 132 Comentario [L892]: Es decir, salvo el


final: «No nos dejes caer en la tentación ...
»
Luego tal vez por dar cabida a otro
que cerca estaba, se perdió en el fuego,
como en el agua el pez que se va al fondo. 135

Yo me acerqué a quien antes me indicara,


y dije que a su nombre mi deseo
un sitio placentero disponía. 138

Y comenzó a decirrne cortésmente: 139 Comentario [L893]: El trovador


provenzal habla, como sería natural, en su
«Tan m'abelfis vostre cortes deman, propia lengua. «Tanto me complace vuestra
qu'ieu non me puesc ni voil a vos cobrire. 141 cortés pregunta / que no puedo ni quiero
esconderme de vosotros / Soy Arnaldo que
llora y va cantando / pensativo veo la
Ieu sui Arnaut, que plor e vau cantan; pasada locura / y alegre veo el gozo que
espero, delante / Ahora os pido por aquel
consiros vei la passada folor, Valor / que os guía hasta lo alto de la
a vei jausen lo joi que'esper, denan. 144 escalera / que os acordéis a tiempo de mi
dolor.»

Ara voz prec, per aquella valor


que vos guida al som de l'escalina,
sovenha vos a temps de ma dolor.» 147
Luego se hundió en el fuego que le salva.

CANTO XXVII

Igual que vibran los primeros rayos


donde esparció la sangre su Creador,
cayendo el Ebro bajo la alta Libra, 3

y a nona se caldea el agua al Ganges, 4 Comentario [L894]: Está anocheciendo


en la montaña del Purgatorio, mientras
el sol estaba; y se marchaba el día, amanece en Jerusalén. En España era
cuando el ángel de Dios alegre vino. 6 medianoche, y en la India, mediodía.

Fuera del fuego sobre el borde estaba 7 Comentario [L895]: Comienzo de la


sexta bienaventuranza «Bienaventurados
y cantaba: «¡Beati mundi cordi!» los limpios de corazón porque ellos verán a
con voz mucho más viva que la nuestra. 9 Dios» (Mateo, V, 8). Es una exhortación a
la castidad.

Luego: «Más no se avanza, si no muerde


almas santas, el fuego: entrad en él
y escuchad bien el canto de ese lado.» 12 Comentario [L896]: Al que escucharán
mientras estén cruzando el fuego en señal
de purificación. Dentro de las pruebas
Nos dijo así cuanto estuvimos cerca; iniciáticas que Dante está atravesando a lo
largo de este viaje, la del fuego va a ser la
por lo que yo me puse, al escucharle, que le cueste un mayor esfuerzo para
igual que aquel que meten en la fosa. 15 vencer su miedo, pero una vez vivida, ya
dejará atrás todo sufrimiento.

Por protegerme alcé las manos juntas Comentario [L897]: Cfr. Infierno,
XIX, 50-51.
en vivo imaginando, al ver el fuego,
humanos cuerpos que quemar he visto. 18 Comentario [L898]: No olvidemos que
Dante había sido condenado a morir en la
hoguera por los negros, cosa que tal vez
Hacia mí se volvió mi buena escolta; hubiese ocurrido de haber caído el poeta
exiliado en manos de sus perseguidores.
y Virgilio me dijo entonces: «Hijo,
puede aquí haber tormento, mas no muerte. 21

¡Acuérdate, acuérdate! Y si yo
sobre Gerión a salvo te conduje, 23 Comentario [L899]: Cfr. Infierno,
XVII.
¿ahora qué haría ya de Dios más cerca? 24

Cree ciertamente que si en lo profundo


de esta llama aun mil años estuvieras,
no te podría ni quitar un pelo. 27

Y si tal vez creyeras que te engaño


vete hacia ella, vete a hacer la prueba,
con tus manos al borde del vestido. 30 Comentario [L900]: Porque el vestido
no se quemará.

Dejón, depón ahora cualquier miedo;


vuélvete y ven aquí. seguro entra.»
Y en contra yo de mi conciencia, inmóvil. 33
Comentario [L901]: La leyenda está en
Al ver que estaba inmóvil y reacio, Metamorfosis, IV, 55-166. Habiéndose
dijo un poco turbado: «Mira, hijo: citado a las afueras de Babilonia los
amantes Píramo y Tisbe, ésta, que había
entre Beatriz y tú se alza este muro.» 36 llegado primero, se vio forzada a huir de
una leona, dejando detrás su velo
desgarrado. Al llegar el joven pensó que su
Corno al nombre de Tisbe abrió los ojos 37 amada había muerto, se suicidó, y a su
Píramo, y antes de morir la vio, regreso, también Tisbe, tiñendo de rojo un
moral que había allí cerca.
cuando el moral se convirtió en bermejo; 39

así, mi obstinación más ablandada,


me volví al sabio guía oyendo el nombre
que en nú memoria siempre se renueva. 42

Y él movió la cabeza, y dijo: «¡Cómo!


¿quieres quedarte aquí?»; y me sonreía,
como a un niño a quien vence una manzana. 45

Luego delante de mí entró en el fuego,


pidiendo a Estacio que tras mi viniese,
que en el largo camino estuvo en medio. 48 Comentario [L902]: Estacio, que había
caminado entre Virgilio y Dante, se coloca
ahora detrás de éste para darle protección.
En el vidrio fundido, al estar dentro,
me hubiera echado para refrescarme,
pues tanto era el ardor desmesurado. 51

Y por reconfortarme el dulce padre,


me hablaba de Beatriz mientras andaba:
«Ya me parece que sus ojos veo.» 54

Nos guiaba una voz que al otro lado


cantaba y, atendiendo sólo a ella,
llegamos fuera, adonde se subía. 57

'¡ Venite, benedictis patris mei!' 58 Comentario [L903]: Las palabras que
atribuye Mateo a Cristo (Mateo, XXV, 34),
se escuchó dentro de una luz que había, dirigiéndose a sus elegidos en el juicio.
que me venció y que no pude mirarla. 60 Quien las entona es el ángel que guarda el
último círculo y que debe haber quitado la
última P de la frente de Dante.
«El sol se va --siguió- y la tarde viene;
no os detengáis, acelerad el paso,
mientras que el occidente no se adumbre.» 63

Iba recto el camino entre la roca


hacia donde los rayos yo cortaba
delante, pues el Sol ya estaba bajo. 66

Y poco trecho habíamos subido


cuando ponerse el sol, al extinguirse
mi sombra, por detrás los tres sentimos. 69

Y antes que en todas sus inmensas partes


tomara el horizonte un mismo aspecto,
y adquiriese la noche su dominio, 72

de un escalón cada uno hizo su lecho;


que la natura del monte impedía
el poder subir más y nuestro anhelo. 75
Como quedan rumiando mansamente
esas cabras, indómitas y hambrientas
antes de haber pastado, en sus picachos, 78

tácitas en la sombra, el sol hirviendo,


guardadas del pastor que en el cayado
se apoya y es de aquellas el vigía; 81

y como el rabadán se alberga al raso,


y pemocta junto al rebaño quieto,
guardando que las fieras no lo ataquen; 84

así los tres estábamos entonces,


yo como cabra y ellos cual pastores,
aquí y allí guardados de alta gruta. 87

Poco podía ver de lo de afuera;


mas, de lo poco, las estrellas vi
mayores y más claras que acostumbran. 90

De este modo rumiando y contemplándolas,


me tomó el sueño; el sueño que a menudo,
antes que el hecho, sabe su noticia. 93 Comentario [L904]: Por tercera vez
duerme Dante en el Purgatorio y por tercera
vez tiene un sueño premonitorio, siempre a
A la hora, creo, que desde el oriente la hora antes del alba. Citerca (v. 95) es el
planeta Venus.
irradiaba en el monte Citerea,
en el fuego de amor siempre encendida, 96

joven y hermosa aparecióme en sueños 97 Comentario [L905]: Se trata de Lía,


hermana de Raquel y esposas ambas de
una mujer que andaba por el campo Jacob (Génesís, XXIX), la una, fea y
que recogía flores; y cantaba: 99 fecunda; la segunda, bella pero estéril, que
alegorizan la vida activa y la contemplativa,
respectivamente, como las evangélicas
«Sepan los que preguntan por mi nombre Marta y María.
que soy Lía, y que voy moviendo en torno
las manos para hacerme una guirnalda. 102

Por gustarme al espejo me engalano;


Mas mi hermana Raquel nunca se aleja
del suyo, y todo el día está sentada. 105 Comentario [L906]: El espejo de
Raquel es Dios mismo.

Ella de ver sus bellos ojos goza


como yo de adornarme con las manos;
a ella el mirar, a mí el hacer complace.» 108

Y ya en el esplendor de la alborada,
que es tanto más preciado al peregrino,
cuando al regreso duerme menos lejos, 111
huían las tinieblas, y con ellas
mi sueño; por lo cual me levanté,
viendo ya a los maestros levantados. 114 Comentario [L907]: Es el amanecer del
13 de abril.

«El dulce fruto que por tantas ramas


buscando va el afán de los mortales,
hoy logrará saciar toda tu hambre.» 117 Comentario [L908]: La Felicidad,
representada en el Paraíso Terrenal.

Volviéndose hacia mí Virgilio, estas


palabras dijo; y nunca hubo regalo
que me diera un placer igual a éste. 120

Tantas ansias vinieron sobre el ansia


de estar arriba ya, que a cada paso
plumas para volar crecer sentía. 123

Cuando debajo toda la escalera


quedó, y llegarnos al peldaño sumo,
en mi clavó Virgilio su mirada, 126

«El fuego temporal, el fuego eterno


has visto hijo; y has llegado a un sitio
en que yo, por mí m. ismo, ya no entiendo. 129

Te he conducido con arte y destreza;


tu voluntad ahora es ya tu guía:
fuera estás de camino estrecho o pino. 132

Mira el sol que en tu frente resplandece;


las hierbas, los arbustos y las flores
que la tierra produce por sí sola. 135

Hasta que alegres lleguen esos ojos


que llorando me hicieron ir a ti,
puedes sentarte, o puedes ir tras ellas. 138 Comentario [L909]: Como Raquel o
como Lía.

No esperes mis palabras, ni consejos


ya; libre, sano y recto es tu albedrío,
y fuera error no obrar lo que él te diga: 141
y por esto te mitro y te corono.» 142 Comentario [L910]: Bellísimas estas
palabras de Virgilio, que anticipan su
próxima despedida.
CANTO XXVIII

Deseoso de ver por dentro y fuera


la divina floresta espesa y viva,
que a los ojos ternplaba el día nuevo, 3

sin esperar ya más, dejé su margen,


andando, por el campo a paso lento
por el suelo aromado en todas partes. 6

Un aura dulce que jamás mudanza


tenía en sí, me hería por la frente
con no más golpe que un suave viento; 9

con el cual tremolando los frondajes


todos se doblegaban hacia el lado
en que el monte la sombra proyectaba; 12 Comentario [L911]: Hacia occidente.

mas no de su estar firme tan lejanos,


que por sus copas unas avecillas
dejaran todas de ejercer su arte; 15

mas con toda alegría en la hora prima,


la esperaban cantando entre las hojas,
que bordón a sus rimas ofrecían, 18

como de rama en rama se acrecienta


en la pineda junto al mar de Classe, 20 Comentario [L912]: El pinar de Classe
se encuentra muy cerca de Rávena. Eolo es
cuando Eolo al Siroco desencierra. 21 el dios que gobernaba los vientos,
guardándolos en una caverna.
Lentos pasos habíanme llevado
ya tan adentro de la antigua selva,
que no podía ver por dónde entrara; 24

y vi que un río el avanzar vedaba, 25 Comentario [L913]: Si en la selva


salvaje del canto I del Infierno le impedían
que hacia la izquierda con menudas ondas el camino tres fieras, en esta selva antigua
doblegaba la hierba a sus orillas. 27 lo hace un manso arroyo. Se trata del Leteo.

Toda el agua que fuera aquí más límpida,


arrastrar impurezas pareciera,
a ésta que nada oculta comparada, 30

por más que ésta discurra oscurecida


bajo perpetuas sombras, que no dejan
nunca paso a la luz del sol ni luna. 33

Me detuve y crucé con la mirada,


por ver al otro lado del arroyo
aquella variedad de frescos mayos; 36
Comentario [L914]: La aparición de
y allí me apareció, como aparece esta muchacha ha sido anticipada por el
sueño del canto anterior. Se trata de
algo súbitamente que nos quita Matelda, personaje sobre cuya formación
cualquier otro pensar, maravillados, 39 mucho se ha discutido, pero que junto con
Beatriz puede formar la pareja dantesca
equivalente a Lía y Raquel que vimos antes.
una mujer que sola caminaba, 40 O tal vez, mejor, representar la santa
felicidad terrena. Como vemos, para Dante,
cantando y escogiendo entre las flores el antiguo poeta del dulce estilo nuevo, las
de que pintado estaba su camino. 42 figuras femeninas son de una importancia
capital en su gran poema épico cristiano.
«Oh, hermosa dama, que amorosos rayos
te encienden, si creer debo al semblante
que dar suele del pecho testimonio, 45

tengas a bien adelantarte ahora


-díjele- lo bastante hacia la orilla,
para que pueda escuchar lo que cantas. 48

Tú me recuerdas dónde y cómo estaba 49 Comentario [L915]: Proserpina fue


raptada por Hades, dios de los infiernos,
Proserpina, perdida por su madre, cuando recogía flores con sus compañeras,
cuando perdió la dulce primavera.» 51 en Sicilia.

Como se vuelve con las plantas firmes


en tierra y juntas, la mujer que baila,
y un pie pone delante de otro apenas, 54

volvió sobre las rojas y amarillas


florecillas a mí, no de otro modo
que una virgen su honesto rostro inclina; 57

y así mis ruegos fueron complacidos,


pues tanto se acercó, que el dulce canto
llegaba a mí, entendiendo sus palabras. 60

Cuando llegó donde la hierba estaba


bañada de las ondas del riachuelo,
de alzar sus ojos hízome regalo. 63

Tanta luz yo no creo que esplendiera 64 Comentario [L916]: Herida Venus


casualmente por una flecha de su hijo
Venus bajo sus cejas, traspasada, Cupido, se enamoró perdidamente de
fuera de su costumbre, por su hijo. 66 Adonis, muerto trágicamente
(Metamorfosis, XX, 525-26).

Ella reía en pie en la orilla opuesta,


más color disponiendo con sus manos,
que esa elevada tierra sin semillas. 69

Me apartaban tres pasos del arroyo;


y el Helesponto que Jerjes cruzó
aún freno a toda la soberbia humana, 72

no soportó más odio de Leandro 73 Comentario [L917]: El Helesponto,


que Leandro atravesaba todas las noches a
cuando nadaba entre Sesto y Abido, nado para reunirse con su amada Hero,
que aquel de mí, pues no me daba paso. 75 hasta su trágica muerte en una tempestad
(Ovidio, Heroidas, XVIII, 139 y ss.). Jedes
pasó el estrecho en un puente de barcas des-
«Sois nuevos y tal vez porque sonrío pués de haber mandado azotar al mar, pero
luego fue derrotado por los griegos.
en el sitio elegido --dijo ella-
como nido de la natura humana, 78
asombrados os tiene alguna duda;
mas luz el salmo Delestasti otorga, 80 Comentario [L918]: Salmo XCI:
«Señor, me has alegrado el corazón con tus
que puede disipar vuestro intelecto. 81 obras, yo me gozo en las obras de tus
manos.»
Y tú que estás delante y me rogaste,
dime si quieres más oír; pues presta
a resolver tus dudas he venido. 84

«El son de la floresta -dije , el agua,


me hacen pensar en una cosa nueva,
de otra cosa distinta que he escuchado.» 87 Comentario [L919]: De lo que Estacio
había dicho acerca de la ausencia de
fenómenos meteorológicos en el Purgatorio.
Y ella: «Te explicaré cómo deriva
de su causa este hecho que te asombra,
despejando la niebla que te ofende. 90

El sumo bien que sólo en Él se goza,


hizo bueno y al bien al hombre en este 92 Comentario [L920]: Bueno e inclinado
al bien.
lugar que le otorgó de paz eterna. 93

Pero aquí poco estuvo por su falta;


por su falta en gemidos y en afanes
cambió la honesta risa, el dulce juego. 96

Y para que el turbar que abajo forman 97 Comentario [L921]: Para que las
perturbaciones meteorológicas no
los vapores del agua y de la tierra, molestaran al hombre en el Paraíso terrenal,
que cuanto pueden van tras del calor, 99 colocó éste en un lugar tan alto que no le
alcanzaban.

al hombre no le hiciese guerra alguna,


subió tanto hacia el cielo esta montaña,
y libre está de él, donde se cierra. 102 Comentario [L922]: En la puerta del
Purgatorio.

Mas como dando vueltas por entero


con la primera esfera el aire gira,
si el círculo no es roto en algún punto, 105

en esta altura libre, el aire vivo


tal movimiento repercute y hace,
que resuene la selva en su espesura; 108 Comentario [L923]: El Aire gira junto
al Primer Móvil, pero se encuentra con el
obstáculo de la selva del Edén, y da lugar al
tanto puede la planta golpeada, suave viento del que allí se goza.
que su virtud impregna el aura toda,
y ella luego la esparce dando vueltas; 111 Comentario [L924]: Las plantas
movidas por el aire, lo impregnan de sus
semillas, y éste luego las esparce.
y según la otra tierra sea digna, 112 Comentario [L925]: El hemisferio de
por su cielo y por sí, concibe y cría los vivos.
de diversa virtud diversas plantas. 114

Luego no te parezca maravilla,


oído esto, cuando alguna planta
crezca allí sin semilla manifiesta. 117 Comentario [L926]: Porque procede de
las semillas que el viento trae desde el
Paraíso terrenal.
Y sabrás que este campo en que te hallas,
repleto está de todas las simientes,
y tiene frutos que allí no se encuentran. 120

El agua que aquí ves no es de venero 121 Comentario [L927]: El agua del Leteo
no procede de la lluvia, sino del propio
que restaure el vapor que el hielo funde, Dios.
como un río que adquiere o pierde cauce; 123

mas surge de fontana estable y cierta,


que tanto del querer de Dios recibe,
cuando vierte en dos partes separada. 126

Por este lado con el don desciende


de quitar la memoria del pecado;
por el otro de todo el bien la otorga; 129

Aquí Leteo; igual del otro lado 130 Comentario [L928]: Los griegos
consideraban al Leteo como un río infernal,
Eünoé se llama, y no hace efecto cuyas aguas hacían olvidar la vida pasada a
si en un sitio y en otro no es bebida: 132 los muertos. Dante lo coloca en el Edén y
sólo le hace quitar la memoria del pecado.
El otro río, el Eunoé («Buena mente»), de
este supera a todos los sabores. invención dantesca, devuelve la memoria de
las buenas acciones.
Y aunque bastante pueda estar saciada
tu sed para que más no te descubra, 135

un corolario te daré por gracia;


no creo que te sea menos caro
mi decir, si te da más que prometo. 138

Tal vez los que de antiguo poetizaron


sobre la Edad de oro y sus delicias,
en el Parnaso este lugar soñaban. 141

Fue aquí inocente la humana raíz;


aquí la primavera y fruto eterno;
este es el néctar del que todos hablan.» 144 Comentario [L929]: Advertir cómo
Dante se complace en hacer concordar la
cultura clásica con la concepción
Me dirigí yo entonces hacia atrás bíblico-cristiana. Para la Edad de Oro Dante
se inspira en el Libro I de las Metamorfosis.
y a mis poetas vi que sonrientes
escucharon las últimas razones; 147
luego a la bella dama torné el rostro.

CANTO XXIX

Cantando cual mujer enamorada,


al terminar de hablar continuó: Comentario [L930]: Salmo XXXI, 43:
„Beati quorum tacta sunt peccata.' 3 «Bienaventurados aquellos a los que se han
perdonado sus pecados.»
Y cual las ninfas que marchaban solas
por las sombras selváticas, buscando
cuál evitar el sol, cuál recibirlo, 6

se dirigió hacia el río, caminando


por la ribera; y yo al compás de ella,
siguiendo lentamente el lento paso. 9

Y ciento ya no había entre nosotros,


cuando las dos orillas dieron vuelta,
y me quedé mirando hacia levante. 12

Tampoco fue muy largo así el camino,


cuando a mí la mujer se dirigió,
diciendo: «Hermano mío, escucha y mira.» 15

Y se vio un resplandor súbitamente


por todas partes de la gran floresta,
que acaso yo pensé fuera un relámpago. 18

Pero como éste igual que viene, pasa,


y aquel, durando, más y más lucía,
decía para mí. «¿Qué cosa es ésta;?» 21

Resonaba una dulce melodía


por el aire esplendente; y con gran celo
yo a Eva reprochaba de su audacia, 24

pues donde obedecían cielo y tierra,


tan sólo una mujer, recién creada,
no consintió vivir con velo alguno; 27

bajo el cual si sumisa hubiera estado,


habría yo gozado esas delicias
inefables, aún antes y más tiempo. 30

Mientras yo caminaba tan absorto


entre tantas primicias del eterno
placer, y deseando aún más deleite, 33

cual un fuego encendido, ante nosotros


el aire se volvió bajo el ramaje;
y el dulce son cual canto se entendía. 36

Oh sacrosantas vírgenes, si fríos 37 Comentario [L931]: Dante invoca a las


musas, sobre todo a Urania, musa de la
por vosotras sufrí, vigilias y hambres, astronomía habitadoras del monte Helicón
razón me urge que a favor os mueva. 39 del cual manaban las fuentes Aganipe e
Hipocrene, cuyas aguas tenían virtudes de
inspiración poética.
El manar de Helicona necesito,
y que Urania me inspire con su coro
poner en verso cosas tan abstrusas. 42

Más adelante, siete árboles áureos 43 Comentario [L932]: Se va a abrir ahora


una larga y compleja alegoría de la iglesia
falseaba en la mente el largo trecho representada en la larga procesión cuya
del espacio que había entre nosotros; 45 descripción ocupa el resto del canto. «La
distancia me hacía creer que veía siete
árboles de oro. Luego me di cuenta de que
pero cuando ya estaba tan cercano eran candelabros.» Acaso alegorizan los
siete dones del Espíritu Santo o/y los Siete
que el objeto que engaña los sentidos Sacramentos.
ya no perdía forma en la distancia, 48

la virtud que prepara el intelecto, 48 Comentario [L933]: La percepción


sensible.
me hizo ver que eran siete candelabros,
y Hosanna era el cantar de aquellas voces. 51

Por encima el conjunto flameaba


más claro que la luna en la serena 53 Comentario [L934]: En la luna llena.
medianoche en el medio de su mes. 54

Yo me volví de admiración colmado


al bueno de Virgilio, que repuso
con ojos llenos de estupor no menos. 57

Volví la vista a aquellas maravillas


que tan lentas venían a nosotros,
que una recién casada las venciera. 60

La mujer me gritó: «¿Por qué contemplas


con tanto ardor las vivas luminarias,
y lo que viene por detrás no miras?» 63

Y tras los candelabros vi unas gentes


venir despacio, de blanco vestidas;
y tanta albura aquí nunca la vimos. 66

Brillaba el agua a nuestro lado izquierdo,


el izquierdo costado devolviéndome,
si se miraba en ella cual espejo. 69

Cuando estuve en un sitio de mi orilla,


que sólo el río de ellos me apartaba,
para verles mejor detuve el paso, 72

y vi las llamas que iban por delante


dejando tras de sí el aire pintado,
como si fueran trazos de pinceles; 75

de modo que en lo alto se veían


siete franjas, de todos los colores
con que hace el arco el Sol y Delia el cinto. 78 Comentario [L935]: El arco Iris y el
halo de la luna, llamada Delia por la isla de
su nacimiento.
Los pendones de atrás eran más grandes
que mi vista; y diez pasos separaban,
en mi opinión, a los de los extremos 81 Comentario [L936]: ¿Los diez
mandamientos?

Bajo tan bello cielo como cuento,


coronados de lirios, veinticuatro 83 Comentario [L937]: Los ancianos del
Antiguo Testamento, que anuncian la
ancianos avanzaban por parejas. 84 Iglesia, y van alabando a María.

Cantaban: «Entre todas Benedicta


las nacidas de Adán, y eternamente
benditas sean las bellezas tuyas.» 87

Después de que las flores y la hierba,


que desde el otro lado contemplaba,
se vieron libres de esos elegidos, 90

como luz a otra luz sigue en el cielo,


cuatro animales por detrás venían, 92 Comentario [L938]: Los cuatro
animales de la visión de Ezequiel (Ezequiel,
de verde fronda todos coronados. 93 I, 4), y del Apocalipsis de Juan
(Apocalipsis, IV, 608), con quien Dante
concuerda en el número de alas, frente a las
Seis alas cada uno poseía; cuatro que le atribula el profeta. No debe
con ojos en las plumas; los de Argos tratarse de cuatro animales distintos (águila,
toro, león, hombre), sino de cuatro animales
tales serían, si vivo estuviese. 96 iguales, con cuádruple rostro y compuestos
con distintos elementos. Representan los
cuatro Evangelios.
A describir su forma no dedico
lector, más rimas, pues que me urge otra
tarea, y no podría aquí alargarme; 99

pero léete a Ezequiel, que te lo pinta


como él los vio venir desde la fría
zona, con viento, con nubes, con fuego; 102

y como lo verás en sus escritos,


tales eran aquí, salvo en las plumas;
Juan se aparta de aquel y está conmigo. 105

En el espacio entre los cuatro había,


sobre dos ruedas, un carro triunfal,
que de un grifo venía conducido. 108 Comentario [L939]: La propia Iglesia,
arrastrada por un grifo -mitad león, mitad
águila-, que simboliza a Cristo con su doble
Hacia arriba tendía las dos alas naturaleza. Las dos ruedas del carro vuel-
ven a aludir al viejo y nuevo testamento; o
entre la franja que había en el centro los dos mandamientos que resumen todo el
y las tres y otras tres, mas sin tocarlas. 111 decálogo: el amor a Dios y el amor al
prójimo.
Comentario [L940]: Para algunos
Subían tanto que no se veían; comentaristas, las alas del grifo tienen en
de oro tenía todo lo de pájaro, medio el don de la fortaleza y el
Sacramento de la Eucaristía.
y blanco lo demás con manchas rojas. 114 Comentario [L941]: La parte de águila
es de oro, pues simboliza la naturaleza
divina; la de león roja y blanca, símbolo de
No sólo Roma en carro tan hermoso 115 la humana que sufrió el tormento de la cruz
siendo inocente.
no honrase al Africano, ni aun a Augusto,
Comentario [L942]: Alusión a los
mas el del sol mezquino le sería; 117 triunfos de Augusto o de Escipión el
Africano, como ejemplos de fastuosos
carros humanos: y al carro del sol que
aquel del sol que ardiera, extraviado, condujo Faetón antes de ser fulminado por
por petición de la tierra devota, Júpiter a causa de los daños causados por su
inexperiencia (Metammfosis, II, 107-10).
cuando fue Jove arcanarnente justo. 120

Tres mujeres en círculo danzaban


en el lado derecho; una de rojo,
que en el fuego sería confundida; 123 Comentario [L943]: Las tres virtudes
teologales: la caridad, de rojo; la esperanza,
de verde; la fe, de blanco. Quién de las tres
otra cual si los huesos y la carne guía la danza, y con el canto de cuál de
ellas se acompasan, tienen también un valor
hubieran sido de esmeraldas hechos; alegórico. Los dominicos pensaban en la
cual purísima nieve la tercera; 126 primacía de la fe sobre la caridad, y los
franciscanos sostenían una opinión con-
traria.
y tan pronto guiaba la de blanco,
tan pronto la de rojo; y a su acento
caminaban las otras, raudas, lentas. 129

Otras cuatro a la izquierda solazaban, 130 Comentario [L944]: Las cuatro


virtudes cardinales: prudencia, justicia,
de púrpura vestidas, con el ritmo fortaleza y templanza. La primera posee
de una de ellas que tenía tres ojos. 132 tres ojos para ver el futuro, el presente y el
porvenir y poder juzgar y obrar por ello
rectamente.
Detrás de todo el nudo que he descrito
vi dos viejos de trajes desiguales,
mas igual su ademán grave y honesto. 135

Uno se parecía a los discípulos 136 Comentario [L945]: San Lucas, que
era médico, autor de los Hechos de los
de Hipócrates, a quien natura hiciera Apóstoles. Los «animales más queridos»
para sus animales más queridos; 138 por la naturaleza son los hombres.

contrario afán el otro demostraba 139 Comentario [L946]: San Pablo, autor
del mayor número de epístolas, con la
con una espada aguda y reluciente, espada de su elocuencia, que hiere, en lugar
tal que me amedrentó desde mi orilla. 141 de curar, como el anterior.

Luego vi cuatro de apariencia humilde; 142 Comentario [L947]: San Pedro,


Santiago el Menor, San Juan y San Judas
y de todos detrás un viejo solo, Tadeo, autores del resto de las Epístolas.
que venía durmiendo, iluminado. 144 Comentario [L948]: San Juan, como
autor del Apocalipsis.
Y estaban estos siete como el grupo
primero ataviados, mas con lirios
no adornaban en torno sus cabezas, 147

sino con rosas y bermejas flores; 148 Comentario [L949]: Símbolo de la


caridad cristiana y del martirio.
se juraría, aun vistas no muy lejos,
que ardían por encima de los ojos. 150
Y cuando el carro tuve ya delante,
un trueno se escuchó, y las dignas gentes
parecieron tener su andar vedado, 153
y se pararon junto a las enseñas.

CANTO XXX

Y cuando el septentrión del primer cielo, 1 Comentario [L950]: 1-6 Dante habla
de los siete candelabros como si fuesen la
que no sabe de ocaso ni de orto; constelación de la Osa Mayor del cielo
ni otra niebla que el velo de la culpa, 3 empíreo. Dicha constelación en el cielo
terrestre guía siempre a los marineros,
porque siempre señala el septentrión, el
y que a todos hacía sabedores norte.
de su deber, como hace aquí el de abajo
al que gira el timón llegando a puerto, 6

inmóvil se quedó: la gente santa


que entre el grito y aquel primero
vino, como a su paz se dirigió hacia el carro; 9

y uno de ellos, del cielo mensajero, 10 Comentario [L951]: Los veinticuatro


ancianos simbolizan los veinticuatro libros
'Veni sponsa de Libano‟, cantando del Antiguo Testamento; aquel de ellos que
gritó tres veces, y después los otros. 12 ahora canta es el correspondiente al Cantar
de los Cantares. Se trata de una invitación
dirigida a Beatriz para que aparezca.
Cual los salvados al último bando 13 Comentario [L952]: En el juicio Final.
prestamente alzarán de su caverna,
aleluyando en voces revestidas, 15

sobre el divino carro de tal forma


cien se alzaron, ad vocem tanti senis, 17 Comentario [L953]: «A la voz de tan
importante anciano.» El Cantar de los
ministros y enviados del Eterno. 18 Cantares estaba atribuido a Salomón.

'¡Benedictus qui venis!' entonaban, 19 Comentario [L954]: Canto entonado


por los habitantes de Jerusalén a la entrada
tirando flores por todos los lados de Jesús el Domingo de Ramos (Mateo,
'¡Manibus, oh, date ilia plenis' 21 XXI).
Comentario [L955]: «Dad lirios a
manos llenas», verso de la Eneída, VI, 883,
Yo he visto cuando comenzaba el día con el que Anquises, padre de Eneas,
rosada toda la región de oriente, recibía a un sobrino de Augusto en los
Campos Elíseos.
bellamente sereno el demás cielo; 24

y aún la cara del sol nacer en sombras,


tal que, en la tibiedad de los vapores,
el ojo le miraba un largo rato: 27

lo mismo dentro de un turbión de flores


que de manos angélicas salía,
cayendo dentro y fuera: coronada, 30

sobre un velo blanquísimo, de olivo,


contemplé una mujer de manto verde
vestida del color de ardiente llama. 33

Y el espíritu mío, que ya tanto 34 Comentario [L956]: Habían pasado


diez años desde la muerte de Beatriz.
tiempo había pasado que sin verla
no estaba de estupor, temblando, herido, 36

antes de conocerla con los ojos,


por oculta virtud de ella emanada,
sentió del viejo amor el poderío. 39

Nada más que en mi vista golpeó


la alta virtud que ya me traspasara
antes de haber dejado de ser niño, 42 Comentario [L957]: Dante había
conocido a Beatriz cuando ésta tenía nueve
años y él no era mucho mayor. De esta
me volví hacia la izquierda como corre pasión infantil ya nos había hablado en la
Vita Nova.
confiado el chiquillo hacia su madre
cuando está triste o cuando tiene miedo, 45

por decir a Virgilio: «Ni un adarme


de sangre me ha quedado que no tiemble:
conozco el signo de la antigua llama.» 48

Mas Virgilio privado nos había


de sí, Virgilio, dulcísimo padre,
Virgilio, a quien me dieran por salvarme; 51 Comentario [L958]: Virgilio ha
desaparecido sin decir ni una sola palabra,
justo en el momento en que Beatriz hace su
todo lo que perdió la madre antigua, aparición.
no sirvió a mis mejillas que, ya limpias, 53 Comentario [L959]: Todas las bellezas
no se volvieran negras por el llanto. 54 del Edén, perdidas por culpa de Eva, no
bastaron consolarme de la pérdida de
Virgilio.
«Dante, porque Virgilio se haya ido 55 Comentario [L960]: Es posible que el
tú no llores, no llores todavía; tono que emplea aquí Beatriz en las
primeras palabras que dirige a su antiguo
pues deberás llorar por otra espada.» 57 enamorado no sean de dulzura, si no más
bien de severidad y aspereza. Es la única
vez que se escucha el nombre del poeta en
Cual almirante que en popa y en proa toda la Comedia, y lo escucha en un
pasa revista a sus subordinados momento de reproche. De otra manera
hubiese sido síntoma de orgullo.
en otras naves y al deber les llama; 60

por encima del carro, hacia la izquierda,


al volverme escuchando el nombre mío,
que por necesidad aquí se escribe, 63

vi a la mujer que antes contemplara


oculta bajo el angélico halago,
volver la vista a mí de allá del río. 66

Aunque el velo cayendo por el rostro,


ceñido por la fronda de Minerva, 68 Comentario [L961]: El olivo, que
simboliza la paz.
no me dejase verla claramente, 69

con regio gesto todavía altivo


continuó lo mismo que quien habla
y al final lo más cálido reserva: 72

«¡Mírame bien!, soy yo, sí, soy Beatriz,


¿cómo pudiste llegar a la cima?
¿no sabías que el hombre aquí es dichoso?» 75 Comentario [L962]: «Cómo has
podido venir a este lugar destinado a los
virtuosos, cuando conozco la vida
Los ojos incliné a la clara fuente; extraviada que has llevado después de mi
muerte», parece ser el sentido del nuevo
mas me volvía a la yerba al reflejarme, reproche de esta rigurosa Beatriz que Dante
pues me abatió la cara tal vergüenza. 78 encuentra.

Tan severa cree el niño que es su madre,


así me pareció; puesto que amargo
siente el sabor de la piedad acerba. 81

Ella calló; y los ángeles cantaron


de súbito: 'in te, Domine, speravi'; 83 Comentario [L963]: Salmo XXX (1-9),
que las angélicas voces no concluyen,
pero del „pedes meos‟ no siguieron. 84

Como la nieve entre los vivos troncos


en el dorso de Italia se congela,
azotada por vientos boreales, 87

luego, licuada, en sí misma rezuma,


cuando la tierra sin sombra respira,
y es como el fuego que funde una vela; 90

mis suspiros y lágrimas cesaron


antes de aquel cantar de los que cantan
tras de las notas del girar eterno; 93 Comentario [L964]: Los ángeles
cantan siempre en conformidad con las
esferas celestes.
mas luego que entendí que el dulce canto
se apiadaba de mí, más que si dicho
hubiese: «Mujer, por qué lo avergüenzas», 96

el hielo que en mi pecho se apretaba,


se hizo vapor y agua, y con angustia
se salió por la boca y por los ojos. 99

Ella, parada encima del costado


dicho del carro, a las sustancias pías 101 Comentario [L965]: A los ángeles que
habían entonado el salmo apiadándose de
dirigió sus palabras de este modo: 102 Dante.

«Veláis vosotros el eterno día,


sin que os roben ni el sueño ni la noche
ningún paso del siglo en su camino; 105
así pues más cuidado en mi respuesta
pondré para que entienda aquel que llora,
e igual medida culpa y duelo tengan. 108

No sólo por efecto de las ruedas


que a cada ser a algún final dirigen
según les acompañen sus estrellas, 111

mas por largueza de gracia divina, 112 Comentario [L966]: Por la influencia
natal de los astros y por especial favor de la
que en tan altos vapores hace lluvia, divinidad.
que no pueden mirarlos nuestros ojos, 114

ese fue tal en su vida temprana 115 Comentario [L967]: En el original, «La
sua vita nova». Beatriz, en efecto, va a
potencialmente, que cualquier virtud hacer ahora referencia a hechos relatados
maravilloso efecto en él hiciera. 117 por Dante en dicha obra.

Mas tanto más maligno y más silvestre,


inculto y mal sembrado se hace el campo,
cuanto más vigorosa tierra sea. 120

Le sostuve algún tiempo con mi rostro:


mostrándole mis ojos juveniles,
junto a mí le llevaba al buen camino. 123

Tan pronto como estuve en los umbrales


de mi segunda edad y cambié de vida,
de mí se separó y se entregó a otra. 126 Comentario [L968]: «La otra» puede
referirse a una real anécdota amorosa de
Dante, pero también si Beatriz simboliza la
Cuando de carne a espíritu subí, teología, puede indicar la inchnación,
peligrosa, de Dante por el saber filosófico.
y virtud y belleza me crecieron,
fui para él menos querida y grata; 129

y por errada senda volvió el paso,


imágenes de un bien siguiendo falsas,
que ninguna promesa entera cumplen. 132

No me valió impetrar inspiración,


con la cual en un sueño o de otros modos
lo llamase: ¡tan poco le importaron! 135 Comentario [L969]: Lo cuenta el
propio Dante en Vita Nuova, XXIX y XLII.

Tanto cayó que todas las razones


para su salvación no le bastaban,
salvo enseñarle el pueblo condenado. 138

Fui por ello a la entrada de los muertos,


y a aquel que le ha traído hasta aquí arriba, 141
le dirigí mis súplicas llorando.
Una alta ley de Dios se habría roto,
si el Leteo pasase y tal banquete
fuese gustado sin ninguna paga 144
del arrepentimiento que se llora.»

CANTO XXXI

«Oh tú que estás de allá del sacro río,


-dirigiéndome en punta sus palabras,
que aun de filo tan duras parecieron, 3 Comentario [L970]: «Dirigiendo
directamente a mí sus palabras, que cuando
hablaba con los ángeles me habían parecido
volvió a decir sin pausa prosiguiendo- tan duras.»
di si es esto verdad, pues de tan seria
acusación debieras confesarte.» 6

Estaba mi valor tan confundido,


que mi voz se movía, y se apagaba
antes que de sus órganos saliera. 9

Esperó un poco, y me dijo: «¿En qué piensas?


respóndeme, pues las memorias tristes
en ti aún no están borradas por el agua.» 12 Comentario [L971]: Por el río Leteo,
que quita la memoria del pecado, y del cual
Dante no ha bebido aún.
La confusión y el miedo entremezclados
como un «sí» me arrancaron de la boca,
que fue preciso ver para entenderlo. 15

Cual quebrada ballesta se dispara,


por demasiado tensos cuerda y arco,
y sin fuerzas la flecha al blanco llega, 18

así estallé abrumado de tal carga,


lágrimas y suspiros despidiendo,
y se murió mi voz por el camino. 21

«Por entre mis deseos --dijo ella-


que al amor por el bien te conducían,
que cosa no hay de aspiración más digna, 24

¿qué fosos se cruzaron, qué cadenas


hallaste tales que del avanzar
perdiste de tal forma la esperanza? 27

¿Y cuál ventaja o qué facilidades


en el semblante de los otros viste, 29 Comentario [L972]: De los otros
bienes, es decir, los mundanos.
para que de ese modo los rondaras?» 30

Luego de suspirar amargamente,


apenas tuve voz que respondiera,
formada a duras penas por los labios. 33

Llorando dije: «Lo que yo veía


con su falso placer me extraviaba
tan pronto se escondió vuestro semblante.» 36

Y dijo: «Si callaras o negases


lo que confiesas, igual se sabría
tu culpa: ¡es tal el juez que la conoce! 39

Mas cuando sale de la propia boca


confesar el pecado, en nuestra corte
hace volver contra el filo la piedra. 42 Comentario [L973]: No para afilar la
espada, sino al contrario, para atemperar su
rigor.
Sin embargo, para que te avergüences
ahora de tu error, y ya otras veces
seas fuerte, escuchando a las sirenas, 45

deja ya la raíz del llanto y oye:


y escucharás cómo a un lugar contrario
debió llevarte mi enterrada carne. 48

Arte o natura nunca te mostraron


mayor placer, cuanto en los miembros donde
me encerraron, en tierra ahora esparcidos; 51

y si el placer supremo te faltaba


al estar muerta, ¿qué cosa mortal
te podría arrastrar en su deseo? 54 Comentario [L974]: «Si cuando yo
vivía era tu sumo placer, al faltar yo qué
otra cosa podía satisfacerte.»
A las primeras flechas de las cosas
falaces, bien debiste alzar la vista
tras de mí, pues yo no era de tal modo. 57

No te debían abatir las alas,


esperando más golpes, ni mocitas,
ni cualquier novedad de breve uso. 60

El avecilla dos o tres aguarda; 61 Comentario [L975]: 61-63 El pajarillo


inexperto no sabe huir a tiempo,
que ante los ojos de los bien plumados contrariamente a lo que hacen los pájaros
la red se extiende en vano o la saeta.» 63 maduros y experimentados.

Cual los chiquillos por vergüenza, mudos


están con ojos gachos, escuchando, Comentario [L976]: «Porque va no
conociendo su falta arrepentidos, 66 eres un niño » La iconografía de Dante nos
lo presenta siempre afeitado, al uso
florentino que seguía la moda de la Roma
así yo estaba; y ella dijo: «Cuando republicana. En el resto de Italia la barba
era distintivo de autoridad, con lo que es
te duela el escuchar, alza la barba 68 posible que el poeta se la dejara crecer
y aún más dolor tendrás si me contemplas.» 69 posteriormente para dar mayor relieve a su
figura de hombre sabio.
Con menos resistencia se desgaja
robusta encina, con el viento norte
o con aquel de la tierra de Jarba, 72 Comentario [L977]: Jarba era rey de
Libia, por tanto la perífrasis significa el
viento del sur.
como el mentón alcé con su mandato;
pues cuando dijo «barba» en vez de «rostro»
de sus palabras conocí el veneno; 75

y pude ver al levantar la cara


que las criaturas que llegaron antes
en su aspersión habían ya cesado; 78

y mis ojos, aún poco seguros,


a Beatriz vieron vuelta hacia la fiera 80 Comentario [L978]: Hacia el grifo, es
decir, Cristo.
que era una sola en dos naturalezas. 81

Bajo su velo y desde el otro margen


a sí misma vencerse parecía,
vencer a la que fue cuando aquí estaba. 84

Me picó tanto el arrepentimiento


con sus ortigas, que enemigas me hizo
esas cosas que más había amado. 87

Y tal reconocer mordióme el pecho,


y vencido caí; y lo que pasara 89 Comentario [L979]: Dante se desmaya,
por lo que no puede contar lo ocurrido
lo sabe aquella que la culpa tuvo, 90 mientras duró su pérdida de conocimiento.

Y vi a aquella mujer, al recobrarme, 91 Comentario [L980]: Matelda.


que había visto sola, puesta encima
«¡cógete a mí, cógete a mí!» diciendo. 93

Hasta el cuello en el río me había puesto,


y tirando de mí detrás venía,
como esquife ligera sobre el agua. 96

Al acercarme a la dichosa orilla,


«Asperges me» escuché tan dulcemente, 98 Comentario [L981]: «Rocíame con el
hisopo y quedaré limpio», salmo I, 9.
que recordar no puedo, ni escribirlo. 99

Abrió sus brazos la mujer hermosa;


y hundióme la cabeza con su abrazo
para que yo gustase de aquel agua. 102

Me sacó luego, y mojado me puso


en medio de la danza de las cuatro 104 Comentario [L982]: Las virtudes
cardinales que formaban la Cruz del Sur
hermosas; cuyos brazos me cubrieron. 105 (Purgatorio, I)
«Somos ninfas aquí, en el cielo estrellas;
antes de que Beatriz bajara al mundo,
como sus siervas fuimos destinadas. 108

Te hemos de conducir ante sus ojos;


mas a su luz gozosa han de aguzarte
las tres de allí, que miran más profundo.» 111 Comentario [L983]: Las tres virtudes
teologales.

Así empezaron a cantar; y luego


hasta el pecho del grifo me llevaron,
donde estaba Beatriz vuelta a nosotros. 114

Me dijeron: «No ahorres tus miradas;


ante las esmeraldas te hemos puesto
desde donde el Amor lanzó sus flechas.» 117

Mil deseos ardientes más que llamas


mis ojos empujaron a sus ojos
relucientes, aún puestos en el grifo. 120

Lo mismo que hace el sol en el espejo,


la doble fiera dentro se copiaba, 122 Comentario [L984]: El grifo no
cambiaba, sino tan sólo su reflejo en los
con una o con la otra de sus formas. 123 ojos de Beatriz.

Imagina, lector, mi maravilla


al ver estarse quieta aquella cosa,
y en el ídolo suyo transmutarse. 126

Mientras que llena de estupor y alegre


mi alma ese alimento degustaba
que, saciando de sí, aún de sí da ganas, 129

demostrando que de otro rango eran 130 Comentario [L985]: Las virtudes
teologales son superiores a las cardinales.
en su actitud, las tres se adelantaron,
danzando con su angélica cantiga. 132

«¡Torna, torna, Beatriz, tus santos ojos


-decía su canción- a tu devoto
que para verte ha dado tantos pasos! 135

Por gracia haznos la gracia que desvele


a él tu boca, y que vea de este modo
la segunda belleza que le ocultas.» 138 Comentario [L986]: La primera belleza
son los ojos; la segunda, la sonrisa, de la
que ha sido hasta ahora bastante avara para
con Dante.
Oh resplandor de viva luz eterna,
¿quién que bajo las sombras del Parnaso
palideciera o bebiera en su fuente, 141 Comentario [L987]: Cualquier poeta
que bebiera de la fuente Castafia que mana
del monte Parnaso.
no estuviera ofuscado, si tratara
de describirte cual te apareciste
donde el cielo te copia armonizando, 144
cuando en el aire abierto te mostraste? 145 Comentario [L988]: Porque Beatriz se
levanta el velo que hasta el momento la
cubría.
CANTO XXXII

Mi vista estaba tan atenta y fija


por quitarme la sed de aquel decenio, 2 Comentario [L989]: Los diez años que
desde 1290 a 1300 ha estado sin ver a su
que mis demás sentidos se apagaron. 3 amada tras la muerte de ésta (cfr. XXX,
34).
Y topaban en todas partes muros
para no distraerse -¡así la santa
sonrisa con la antigua red prendía!-; 6

cuando a la fuerza me hicieron girar


aquellas diosas hacia el lado izquierdo,
pues las oí decir: «¡Miras muy fijo!»; 9

y la disposición que hay en los ojos


que el sol ha deslumbrado con sus rayos,
sin vista me dejó por algún tiempo. 12

Cuando pude volver a ver lo poco


(digo «lo poco» con respecto al mucho
de la luz cuya fuerza me cegara), 15 Comentario [L990]: La luz de los
candelabros, que es «poco» en cornparacion
con la vision de
vi que se retiraba a la derecha Beatriz.
el glorioso ejército, llevando
el sol y las antorchas en el rostro. 18 Comentario [L991]: Caminando hacia
oriente.

Cual bajo los escudos por salvarse


con su estandarte el escuadrón se gira,
hasta poder del todo dar la vuelta; 21

esa milicia del celeste reino


que iba delante, desfiló del todo
antes que el carro torciera su lanza. 24

A las ruedas volvieron las mujeres,


y la bendita carga llevó el grifo
sin que moviese una pluma siquiera. 27

La hermosa dama que cruzar me hizo,


Estacio y yo, seguíamos la rueda
que al dar la vuelta hizo un menor arco. 30 Comentario [L992]: La rueda derecha.

Así cruzando la desierta selva, 31 Comentario [L993]: Desierta porque


no la habita ningtín ser humano por culpa
culpa de quien creyera a la serpiente, del pecado de Eva.
ritmaba el paso un angélico canto. 33

Anduvimos acaso lo que vuela


una flecha tres veces disparada,
cuando del carro descendió Beatriz. 36

Yo escuché murmurar: «Adán» a todos;


y un árbol rodearon, despojado
de flores y follajes en sus ramas. 39 Comentario [L994]: El árbol de la
Ciencia del Bien y del Mal.

Su copa, que en tal forma se extendía


cuanto más sube, fuera por los indios
aun con sus grandes bosques, admirada. 42

«Bendito seas, grifo, porque nada


picoteas del árbol dulce al gusto,
porque mal se separa de aquí el vientre.» 45 Comentario [L995]: Cristo, con su
naturaleza humana, fue, naturalmente,
concebido sin pecado original.
Así en tomo al robusto árbol gritaron
todos ellos; y el animal biforme:
«Así de la virtud se guarda el germen.» 48

Y volviendo al timón del que tiraba,


junto a la planta viuda lo condujo,
y arrimado dejó el leño a su leño. 51 Comentario [L996]: Según una vieja
leyenda ilustrada por Piero della Francesca
en Arezzo, el árbol con el que se fabricó la
Y como nuestras plantas, cuando baja cruz procedía del árbol de la Ciencia. Así es
posible que el timón del carro simbolice la
la hermosa luz, mezclada con aquella cruz de Cristo, eje de la Iglesia misma.
que irradia tras de los celestes Peces, 54 Comentario [L997]: La de Aries, es
decir, cuando llega la primavera, tras la
constelación de Piscis.
túrgidas se hacen, y después renuevan
su color una a una, antes que el sol
sus corceles dirija hacia otra estrella; 57

menos que rosa y más que violeta 58 Comentario [L998]: La labor redentora
de Cristo hace que el árbol vuelva a
color tomando, se hizo nuevo el árbol, florecer, pero sus flores tienen el color de la
que antes tan sólo tuvo la enramada. 60 pasión.

Yo no entendí, porque aquí no usa 61 Comentario [L999]: A diferencia de


otros muchos himnos que ha escuchado
el himno que cantaron esas gentes, durante su viaje por el Purgatorio.
ni pude oír la melodía entera. 63

Si pudiera contar cómo durmieron,


oyendo de Siringa, los cien ojos 65 Comentario [L1000]: Hermes
adormeció a Argos antes de matarle
a quien tanto costó su vigilancia; 66 (Purgatorio, XIX, 95) contándole la
historia de la ninfa Siringa (así en
Metamorfosis, I, 568-747).
como un pintor que pinte con modelo,
cómo me adormecí dibujaría;
mas otro sea quien el sueño finja. 69
Por eso paso a cuando desperté,
y digo que una luz me rasgó el velo
del dormir, y una voz: «¿Qué haces?, levanta.» 72

Como por ver las flores del manzano


que hace ansiar a los ángeles su fruto,
y esponsales perpetuos en el cielo, 75

Pedro, Juan y jacob fueron llevados


y vencidos, tornóles la palabra
que sueños aún más grandes ha quebrado, 78

y se encontraron sin la compañía


tanto de Elías como de Moisés,
y al maestro la túnica cambiada; 81 Comentario [L1001]: Dante compara
la sorpresa de despertar con la que
experimentaron los tres apóstoles cuando
así me recobré, y vi sobre mí cesó la transfiguración de Cristo (el
manzano) en el monte Tabor. Los apóstoles
aquella que, piadosa conductora volvieron de su desmayo por la palabra del
fue de mis pasos antes junto al río. 84 propio Cristo, que también ha sido capaz de
resucitar a los muertos, como Lázaro.

Y «¿dónde está Beatriz.?», dije con miedo.


Respondió: «Véla allí, bajo la fronda
nueva, sentada sobre las raíces. 87 Comentario [L1002]: Es oscuro el
valor simbólico de esta escena. Acaso como
custodia del vínculo entre Cristo y la
Mira la compañía que la cerca; Iglesia.
detrás del grifo los demás se marchan
con más dulce canción y más profunda.» 90

Y si fueron más largas sus palabras,


no lo sé, porque estaba ante mis ojos
la que otra cualquier cosa me impedía. 93 Comentario [L1003]: No pude seguir
escuchándola al ver allí cerca a Beatriz.

Sola sobre la tierra se sentaba,


como dejada en guardia de aquel carro
que vi ligado a la biforme fiera. 96

En torno suyo un círculo formaban


las siete ninfas, con las siete antorchas
que de Austro y de Aquilón están seguras 99

«Silvano aquí tú serás poco tiempo;


habitarás conmigo para siempre
esa Roma donde Cristo es romano. 102 Comentario [L1004]: En el cielo

Por eso, en pro del mundo que mal vive,


pon la vista en el carro, y lo que veas
escríbelo cuando hayas retornado.» 105 Comentario [L1005]: La visión que
ahora sigue es una alegoría de la historia de
la Iglesia.
Así Beatríz; y yo que a pie juntillas
me encontraba sumiso a sus mandatos,
mente y ojos donde ella quiso puse. 108

De un modo tan veloz no bajó nunca


de espesa nube el rayo, cuando llueve
de aquel confín del cielo más remoto, 111

cual vi calar al pájaro de Júpiter, 112 Comentario [L1006]: En primer lugar


el águila, símbolo de Roma, representa las
rompiendo, árbol abajo, la corteza, primeras persecuciones.
las florecillas y las nuevas hojas; 114

e hirió en el carro con toda su saña;


y él se escoró como nave en tormenta,
a babor o a estribor de olas vencida. 117

Y luego vi que dentro se arrojaba


de aquel carro triunfal una vulpeja,
que parecía ayuna de buen pasto; 120 Comentario [L1007]: La vulpeja
simboliza las herejías de los primeros siglos
del cristianismo, ahuyentadas por la
mas, sus feos pecados reprobando, revelación divina.
mi dama la hizo huir de tal manera,
cuanto huesos sin carne permitían. 123

Y luego por el sitio que viniera,


vi descender al águila en el arca
del carro y la cubría con sus plumas; 126 Comentario [L1008]: Ahora el águila
de Roma no persigue a la Iglesia, sino que
la colma de sus riquezas. Se refiere quizás a
y cual sale de un pecho que se queja, la apócrifa donación de Constantino, origen
del poder temporal de Roma y con él de
tal voz salió del cielo que decía todas sus actuales desgracias.
«¡Oh navecilla mía, qué mal cargas!» 129

Luego creí que la tierra se abriera


entre ambas ruedas, y salió un dragón
que por cima del carro hincó la cola; 132

y cual retira el aguijón la avispa,


así volviendo la cola maligna,
arrancó el fondo, y se marchó contento. 135 Comentario [L1009]: Mahoma, cuya
nueva religión apartó a tantos pueblos del
cristianismo, o acaso mejor, el cisma de
Aquello que quedó, como de grama Oriente.
la tierra, de las plumas, ofrecidas
tal vez con intención benigna y santa, 138

se recubrió, y también se recubrieron


las ruedas y el timón, en menos tiempo
que un suspiro la boca tiene abierta. 141 Comentario [L1010]: Los dones
ofrecidos por Constantino acaso fueran
ofrecidos con buena intención, y ahora
Al edificio santo, así mudado cubren todo el carro, es decir, se acrecentó
el poder y la riqueza de la Iglesia.
le salieron cabezas; tres salieron
en el timón, y en cada esquina una. 144 Comentario [L1011]: Así enriquecida
la iglesia se convirtió en un monstruo,
víctima de los siete pecados capitales.
Las primeras cornudas como bueyes,
las otras en la frente un cuerno sólo:
nunca fue visto un monstruo semejante. 147 Comentario [L1012]: Los pecados más
graves (soberbia, envidia, ira) se
representan con dos cuernos, los más leves,
Segura, cual castillo sobre un monte, sólo con uno.
sentada una ramera desceñida,
sobre él apareció, mirando en torno; 150 Comentario [L1013]: La Curia romana
de la época de Dante, dispuesta a entregarse
al mejor postor.
y como si estuviera protegiéndola,
vi un gigante de pie, puesto a su lado;
con el cual a menudo se besaba. 153 Comentario [L1014]: Felipe IV de
Francia, con el que Bonifacio VIII había
estado primeramente aliado.
Mas al volver los ojos licenciosos
y errantes hacia mí, el feroz amante 155 Comentario [L1015]: Dante
representaba el partido antifrancés. Al
la azotó de los pies a la cabeza. 156 mirarle la ramera es castigada por el
gigante, lo que puede sirnbolizar el suceso
de Anagni.
Crudo de ira y de recelos lleno,
desató al monstruo, y lo llevó a la selva,
hasta que de mis ojos se perdieron 159
la ramera y la fiera inusitada. 160 Comentario [L1016]: El traslado de la
corte papal a Aviñón en 1305 es el último
suceso importante acaecido a la Iglesia en
CANTO XXXIII la época que Dante escribe el Purgatorio.

„Deus venerunt Gentes‟, alternando 1 Comentario [L1017]: Se trata del


salmo LXXXVIII, 1: «Oh señor, han venido
ya las tres, ya las cuatro, su salmodia, 2 ¡os gentiles.» Aquí sirve para lamentar la
llorando comenzaron las mujeres; 3 suerte de la Iglesia.
Comentario [L1018]: Un grupo de
virtudes cantaba un verso y el otro grupo,
y Beatriz, piadosa y suspirando, otro.
lo escuchaba de forma que no mucho
más se mudara ante la cruz María. 6 Comentario [L1019]: El llanto de
Beatriz por la Iglesia se compara al de
María por Cristo en la cruz.
Mas cuando las doncellas la dejaron
lugar para que hablase, puesta en pie,
respondió, colorada como el fuego: 9

«Modicum, et non videbitis me mis 10 Comentario [L1020]: Las palabras de


Cristo a los discípulos: «Dentro de un poco
queridas hermanas, et iterum , no me veréis y luego de otro poco me
modicum, et vos videbitis me.» 12 veréis» (Juan, XVI, 16). Aquí puestas en
boca de Beatriz como representación de la
teología, que volverá a ayudar a la reforma
Luego se puso al frente de las siete, de la Iglesia.
y me hizo andar tras de ella con un gesto,
y a la mujer y al sabio que quedaba. 15

Así marchaba; y no creo que hubiera


dado apenas diez pasos en el suelo,
cuando me hirió los ojos con sus ojos; 18
y con tranquilo gesto: «Ven deprisa 19 Comentario [L1021]: Por primera vez
desde su aparición Beatriz aparece tranquila
para que, si quisiera hablar, conigo, y calmada, y habla con Dante con
estés para escucharme bien dispuesto.» 21 indulgencia.

Y al ir, como debía, junto a ella,


díjome: «Hermano, ¿por qué no te atreves,
ya que vienes conmigo, a preguntarme?» 24

Como aquellos que tanta reverencia


muestran si están hablando a sus mayores,
que la voz no les sale de los dientes, 27
Comentario [L1022]: La Iglesia era
a mí me sucedió y, balbuceando, libre y ahora ya no lo es, pero los culpables
dije: «Señora lo que necesito de esto deben temer la venganza divina,
pues ésta es irremisible.
vos sabéis, y qué es bueno para ello.» 30
Comentario [L1023]: Según una
tradición supersticiosa de la época, aquel
Y dijo: «De temor y de vergüenza asesino que lograba comer una sopa nueve
noches seguidas sobre la tumba de su
quiero que en adelante te despojes, víctima, se veía libre de la venganza que
y que no me hables como aquel que sueña. 33 pudieran buscar los parientes del muerto.
Comentario [L1024]: El imperio no
estará vacante por mucho tiempo. De
Sabe que el vaso que rompió la sierpe hecho, la corona imperial llevaba sin ser
fue y ya no es; mas crean los culpables 35 ceñida oficialmente desde la muerte de
Federico II hasta la coronación de Enrique
que el castigo de Dios no teme sopas. 36 VII.
Comentario [L1025]: La cifra en
No estará sin alguno que la herede números latinos nos da la palabra DVX,
mucho tiempo aquel águila que plumas «jefe», que puede hacer de nuevo referencia
a Enrique VII, o a un hipotético caudillo
dejó en el carro, monstruo y presa hecho. 39 mesiánico. Como es habitual, existen otras
muchas interpretaciones a este enigma.

Que ciertamente veo, y lo relato, Comentario [L1026]: La Esfinge que


proponía el enigma que sólo Edipo fue
las estrellas cercanas a ese tiempo, capaz de resolver. Temis, diosa de la
de impedimento y trabas ya seguro, 42 justicia, que tras el diluvio de la mitología
griega ordenó a Deucalión y Pirra que
arrojasen huesos de su madre para que
en que un diez, en que un cinco, en que un quinientos nacieran nuevos hombres. El enigma fue
resuelto por Prometeo, pues la madre de
enviado de Dios, a la ramera Deucalión era la tierra, y por tanto sus
matará y al gigante con quien peca. 45 huesos eran las piedras.
Comentario [L1027]: Para entender
este pasaje tenemos que comprender un
Tal vez estas palabras tan oscuras, poco el problema de la transmisión de los
cual de Esfinge o de Temis, no comprendas, 47 textos en el medievo. En Metamorfosís,
VII, se lee «Carmina Laiades non intellecta
pues a su modo el intelecto ofuscan; 48 priorum / solverat ingeniis». Refiriéndose a
que Edipo, hijo de Layo, resolvió con su
ingenio el enigma. Pero el texto de Ovidio
Mas Náyades serán pronto los hechos, 49 que Dante debió manejar debía estar
que han de explicar enigma tan oscuro corrompido, leyéndose «nayades» por
«laiades», y pensé que las náyades
sin daño de rebaños ni cosechas. 51 resolvieron el enigma de la Esfinge, dando
lugar a la destrucción de los ganados y las
cosechas de Tebas.
Toma nota; y lo mismo que las digo, Dante dice que los hechos futuros serán
lleva así mis palabras a quien vive como las náyades, es decir, sabrán resolver
lo oscuro de las palabras de Beatriz. Pero lo
el vivir que es carrera hacia la muerte. 54 cierto es que los hechos -sobre todo la
muerte prematura de Enrique VII- no dieron
demasiada razón al augurio.
Y ten cuidado, cuando lo relates,
y no olvides que has visto cómo el árbol
ha sido despojado por dos veces. 57 Comentario [L1028]: Una por el
pecado de Adán, sobre la otra no se ponen
de acuerdo los comentaristas.
Cualquiera que le robe o que le expolie,
con blasfemias ofende a Dios, pues santo
sólo para su uso lo ha creado. 60

Por morder de él, en penas y en deseos


el primer ser más de cinco mil años 62 Comentario [L1029]: Cinco mil años
aguardó Adán en el limbo la bajada de
anheló a quien en sí purgó el mordisco. 63 Cristo a los infiernos tras la crucifixión.

Tu ingenio está dormido, si no aprecia


por qué extraña razón se eleva tanto,
y tanto se dilata por su cima. 66 Comentario [L1030]: La justicia de
Dios es inaccesible e inviolable.

Y si no hubieran sido agua del Elsa 67 Comentario [L1031]: El Elsa es un


afluente del Arno, de aguas muy calcáreas.
los vanos pensamientos por tu mente, Beatriz dice, pues, que si Dante no la
y el placer como a Píramo la mora, 69 entiende es como si tuviese la mente
petrificada por el error o bien oscurecida,
como la mora con la sangre de Píramo
solamente por estas circunstancias (Purgatorio, XXVII). Las palabras de
Beatriz son deliberadamente oscuras.
la justicia de Dios conocerías,
moralmerite, al hacer prohibido el árbol. 72

Mas como veo que tu inteligencia


se ha hecho de piedra, y empedrada, oscura,
y te ciega la luz de mis palabras, 75

quiero que, si no escritas, sí pintadas,


dentro de ti las lleves por lo mismo
que las palmas se traen en los bordones.» 78 Comentario [L1032]: Los peregrinos
que volvían de Tierra Santa colocaban
como testimonio de su viaje hojas de
Y yo: «Como la cera de los sellos, palmera en el bordón.
donde no cambia la figura impresa,
por vos ya mi cerebro está sellado. 81

¿Pero por qué tan fuera de mi alcance


vuestra palabra deseada vuela,
que más la pierde cuanto más se obstinad» 84

«Por que conozcas -dijo- aquella escuela


que has seguido, y que veas cómo puede
Comentario [L1033]: Para que Dante
seguir a mis palabras su doctrina; 87 se dé cuenta de que la filosofía únicamente
es insuficiente para conocer los misterios de
la fe, y cuán lejanos son los caminos de
y veas cuánto dista vuestra senda Dios y los de los hombres.
de la divina, cuanto se separa Comentario [L1034]: Dante, al haber
el cielo más lejano de la tierra.» 90 perdido la memoria de sus pecados
bebiendo el agua del Leteo (Purgatorio,
XXXI, 102), no se acuerda de su dedicación
Por lo que yo le dije: «No recuerdo 91 a la filosofía humana en detrimento del
saber teológico.
que alguna vez de vos yo me alejase,
ni me remuerde nada la conciencia.» 93

«Si acordarte no puedes de esas cosas


acuérdate -repuso sonriente-
que hoy bebiste las aguas del Leteo; 96

Y si del humo el fuego se deduce,


concluye esta olvidanza claramente
que era culpable tu querer errado. 99

Estarán desde ahora ya desnudas


mis palabras, cuanto lo necesite
tu ruda mente para comprenderlas.» 102

Fulgiendo más y con más lentos pasos


el sol atravesaba el mediodía, 104 Comentario [L1035]: Mediodía del 13
de abril.
que allá y aquí, como lo miran, cambia, 105

cuando se detuvieron, como aquellos


que van a la vanguardia de una tropa,
si encuentran novedades o vestigios, 108

las mujeres, junto a un lugar sombrío,


cual bajo fronda verde y negras ramas
se ve en los Alpes sobre sus riachuelos. 111

Delante de él al Éufrates y al Tigris 112 Comentario [L1036]: Leteo y Eunoé


surgen de una misma fuente y se separan al
creí ver brotando de una misma fuente, igual que el Tigris y el Éufrates. Dante, con
y, casi amigos, lentos separarse. 114 tantas emociones vividas, parece haberse
olvidado de las palabras de Matelda en
Purgatorio, XXVIII, 130-31.
«Oh luz, oh gloria de la estirpe humana,
¿qué agua es ésta que mana en este sitio
de un principio, y que a sí de sí se aleja?» 117

A tal pregunta me dijeron: «Pide


que te explique Matelda»; y respondió, 119 Comentario [L1037]: Hasta aquí no se
conocía el nombre de la hermosa
como hace quien de culpa se libera, 120 muchacha.

la hermosa dama: «Esta y otras cosas


le dije, y de seguro que las aguas
del Leteo escondidas no le tienen.» 123

Y Beatriz: «Acaso otros cuidados,


que muchas veces privan de memoria,
los ojos de su mente oscurecieron. 126

Pero allí va fluyendo el Eunoé:


condúcele hasta él, y como sueles,
reaviva su virtud amortecida.» 129

Como un alma gentil, que no se excusa,


sino su gusto al gusto de otro pliega,
tan pronto una señal se lo sugiere; 132

de igual forma, al llegarme junto a ella,


echó a andar la mujer, y dijo a Estacio
con femenina gracia: «Ve con él.» 135

Si tuviese lector, más largo espacio


para escribir, en parte cantaría
de aquel dulce beber que nunca sacia; 138

mas como están completos ya los pliegos


que al cántico segundo destinaba,
no me deja seguir del arte el freno. 141

De aquel agua santísima volví


transformado como una planta nueva
con un nuevo follaje renovada,
puro y dispuesto a alzarme a las estrellas. 144

PARAÍSO

CANTO I

La gloria de quien mueve todo el mundo


el universo llena, y resplandece
en unas partes más y en otras menos. 3

En el cielo que más su luz recibe 4 Comentario [L1038]: En el Empíreo, o


cielo de pura luz.
estuve, y vi unas cosas que no puede
ni sabe repetir quien de allí baja; 6

porque mientras se acerca a su deseo,


nuestro intelecto tanto profundiza,
que no puede seguirle la memoria. 9

En verdad cuanto yo del santo reino


atesorar he podido en mi mente
será materia ahora de mi canto. 12
Comentario [L1039]: Para relatar lo
que Dante vio en el cielo no necesita sólo
¡Oh buen Apolo, en la última tarea 13 ayuda de las musas, Calíope o Urania, sino
hazme de tu poder vaso tan lleno, del mismo Apolo.
como exiges al dar tu amado lauro! 15 Comentario [L1040]: Las dos cumbres
del Parnaso son Nisa y Cirra. La primera
dedicada a las musas y la segunda a Apolo.
Una cima hasta ahora del Parnaso 16 Acaso con ellas se alegorizan las ciencias
humana y divina.
me fue bastante; pero ya de ambas
ha menester la carrera que falta. 18

Entra en mi pecho, y habla por mi boca


igual que cuando a Marsias de la vaina
de sus núembros aún vivos arrancaste. 21 Comentario [L1041]: Recuérdese que
el sátiro Marsias retó a un certamen musical
a Apolo tañendo una flauta que Minerva
¡Oh divina virtud!, si me ayudaras había arrojado al ver cómo le deformaba el
rostro al tocarla. Apolo tocaba la lira y las
tanto que las imágenes del cielo musas le dieron la victoria- El dios terminó
en mi mente grabadas manifieste, 24 desollando al sátiro aún vivo.

me verás junto al árbol que prefieres 25 Comentario [L1042]: El laurel, que


corona a los poetas y a los generales
llegar, y coronarme con las hojas victoriosos.
que merecer me harán tú y mi argumento. 27

Tan raras veces, padre, eso se logra,


triunfando como césar o poeta,
culpa y vergüenza del querer humano, 30

que debiera ser causa de alegría


en el délfico dios feliz la fronda 32 Comentario [L1043]: Apolo, como es
sabido, tenía en Delfos su oráculo y
penea, cuando alguno a aquélla aspira. 33 principal santuario.
Comentario [L1044]: Por Dafne, hija
Gran llama enciende una chispa pequeña: de Peneo, la desdeñosa amada de Apolo,
convertida en laurel. Dante dice que Apolo
quizá después de mí con voz más digna debería alegrarse cuando alguien aspira a la
se ruegue a fin que Cirra le responda. 36 gloria poética.

La lámpara del mundo a los mortales 37 Comentario [L1045]: Acabada la


invocación, Dante va a especificar la hora
por muchos huecos viene; pero de ése en que comenzó su ascensión a los cielos.
que con tres cruces une cuatro círculos, 39 Los comentaristas no terminan de ponerse
de acuerdo al interpretar las palabras del
poeta, pues mientras unos piensan que
con mejor curso y con mejor estrella 40 enlaza directamente con el final del
Purgatorio (mediodía del 13 de abril) para
sale a la par, y la mundana cera otros no comenzaría hasta el alba del 14.
sella y calienta más al modo suyo. 42 Seguimos esta interpretación.
La lámpara del mundo es el sol, que en cada
época del año sale por una parte del
Allí mañana y noche aquí había hecho 43 horizonte. En primavera lo hace por un
punto en que coinciden el horizonte, el
tal hueco, y casi todo allí era blanco ecuador, la eclíptica y el círculo
el hemisferio aquel, y el otro negro, 45 equinoccial. También puede suponerse un
valor alegórico de las virtudes teologales y
cardinales.
cuando Beatriz hacia el costado izquierdo 46 Comentario [L1046]: Con la
vi que volvía y que hacia el sol miraba: primavera y el signo de Aries.
nunca con tal fijeza lo hizo un águila. 48 Comentario [L1047]: Allí, en la
montaña del Purgatorio; aquí, en la tierra.
El hemisferio austral es «todo blanco» y el
Y así como un segundo rayo suele boreal «negro».
del primero salir volviendo arriba, Comentario [L1048]: En el hemisferio
cual peregrino que tomar desea, 51 austral el sol sale por la izquierda.
Comentario [L1049]: Se trata del
halcón peregrino.
este acto suyo, infuso por los ojos
en mi imaginación, produjo el mío,
y miré fijo al sol cual nunca hacemos. 54

Allí están permitidas muchas cosas


que no lo son aquí, pues ese sitio
para la especie humana fue creado. 57 Comentario [L1050]: Antes del pecado
de Eva.

Mucho no lo aguanté, mas no tan poco


que alrededor no viera sus destellos,
cual un hierro candente el fuego deja; 60

y de súbito fue como si un día


se juntara a otro día, y Quien lo puede
con otro sol el cielo engalanara. 63

En las eternas ruedas por completo


fija estaba Beatriz: y yo mis ojos
fijaba en ella, lejos de la altura. 66

Por dentro me volví, al mirarla, como


Glauco al probar la hierba que consorte
en el mar de los otros dioses le hizo. 69 Comentario [L1051]: Otro caso de
metamorfosis contada por Ovidio
(Metamorfosis, XIII, 898, 968). Glauco era
Trashumanarse referir per verba un pescador que, observando que unos
peces volvían a la vida al contacto de unas
no se puede; así pues baste este ejemplo hierbas, las probó y se convirtió en una
a quien tal experiencia dé la gracia. 72 deidad marina.
Comentario [L1052]:
Si estaba sólo con lo que primero 73 Comentario [L1053]: «Si mi ascensión
de mí creaste, amor que el cielo riges, era sólo en alma, o también con el cuerpo.»

lo sabes tú, pues con tu luz me alzaste. 75

Cuando la rueda que tú haces eterna


al desearte, mi atención llamó
con el canto que afinas y repartes, 78 Comentario [L1054]: La esfera del
fuego, que está situada entre la tierra y el
cielo de la luna, La idea de la música
tanta parte del cielo vi encenderse celeste es pitagórica, y fue refutada por
Aristóteles y sus discipulos medievales.
por la llama del sol, que lluvia o río Dante debe tomarla de Boccio.
nunca hicieron un lago tan extenso. 81

La novedad del son y el gran destello


de su causa, un anhelo me inflamaron
nunca sentido tan agudamente. 84

Y entonces ella, al verme cual yo mismo,


para aquietarme el ánimo turbado,
sin que yo preguntase, abrió la boca, 87

y comenzó: «Tú mismo te entorpeces


con una falsa idea, y no comprendes
lo que podrías ver si la desechas. 90
Ya no estás en la tierra, como piensas;
mas un rayo que cae desde su altura
no corre como tú volviendo a ella.» 93 Comentario [L1055]: Un rayo que cae
desde lo alto hacia la tierra, no lo hace con
tanta rapidez como tú asciendes ahora hacia
Si fui de aquella duda desvestido, los cielos.
con sus breves palabras sonrientes,
envuelto me encontré por una nueva, 96

y dije: «Ya contento requïevi 97 Comentario [L1056]: En latín,


«decansé».
de un asombro tan grande; mas me asombro
cómo estos leves cuerpos atravieso.» 99

Y ella, tras suspirar piadosamente,


me dirigió la vista con el gesto
que a un hijo enfermo dirige su madre, 102

y dijo: «Existe un orden entre todas


las cosas, y esto es causa de que sea
a Dios el universo semejante. 105

Aquí las nobles almas ven la huella 106 Comentario [L1057]: Los ángeles.
del eterno saber, y éste es la meta
a la cual esa norma se dispone. 108

Al orden que te he dicho tiende toda


naturaleza, de diversos modos,
de su principio más o menos cerca; 111 Comentario [L1058]: Toda la
naturaleza, es decir, todo lo creado, tiende
hacia su creador, aunque lo haga de formas
y a puertos diferentes se dirigen diferentes.
por el gran mar del ser, y a cada una
les fue dado un instinto que las guía. 114

Éste conduce al fuego hacia la luna;


y mueve los mortales corazones;
y ata en una las partes de la tierra; 117

y no sólo a los seres que carecen


de razón lanza flechas este arco, 119 Comentario [L1059]: La voluntad
divina.
también a aquellas que quieren y piensan. 120

La Providencia, que ha dispuesto todo,


con su luz pone en calma siempre al cielo,
en el cual gira aquel que va más raudo; 123 Comentario [L1060]: El Ciclo
Empíreo es inmóvil y contiene la esfera del
Primer Móvil, que es la más veloz de las
ahora hacia allí, como a un sitio ordenado, nueve.
nos lleva la virtud de aquella cuerda
que en feliz blanco su disparo clava. 126
Cierto es que, cual la forma no se pliega
a menudo a la idea del artista,
pues la materia es sorda a responderle, 129

así de este camino se separa


a veces la criatura, porque puede
torcer, así impulsada, hacia otra parte; 132 Comentario [L1061]: La libertad
puede llevar a los hombres al mal.

y cual fuego que cae desde una nube,


así el primer impulso, que desvían
falsos placeres, la abate por tierra. 135

Más no debe admirarte, si bien juzgo, 136 Comentario [L1062]: «Tú tiendes por
naturaleza, como el fuego, a elevarte hacia
tu subida, que un río que bajara Dios, por tanto no te debes maravillar de tu
de la cumbre del monte a la llanura. 138 ascensión más que de que un río descienda
de la montaña al llano.»

Asombroso sería en ti si, a salvo


de impedimento, abajo te sentaras,
como en el fuego el aquietarse en tierra.» 141
Volvió su rostro entonces hacia el cielo.

CANTO II

Oh vosotros que en una barquichuela 1 Comentario [L1063]: Antes de entrar


en materia, Dante dirige una admonición a
deseosos de oír, seguís mi leño 2 sus lectores, advirtiéndoles de la
que cantando navega hacia otras playas, 3 solemnidad y complejidad de su nueva
materia no tratada antes por ninguno, y
reservada sólo a los iniciados en sutilezas
volved a contemplar vuestras riberas: teológicas.
no os echéis al océano que acaso Comentario [L1064]: Leño, metonimia
si me perdéis, estaríais perdidos. 6 común por «barco».

No fue surcada el agua que atravieso;


Minerva sopla, y condúceme Apolo
y nueve musas la Osa me señalan. 9 Comentario [L1065]: El Norte, es
decir, la meta de mi Canto.

Vosotros, los que, pocos, os alzasteis


al angélico pan tempranamente
del cual aquí se vive sin saciarse, 12

podéis hacer entrar vuestro navío


en alto mar, si seguís tras mi estela
antes de que otra vez se calme el agua. 15

Los gloriosos que a Colcos arribaron


no se asombraron como haréis vosotros,
viendo a Jasón convertido en boyero. 18 Comentario [L1066]: Cuenta Ovidio
en Metamorfosis (VII, 100 y ss.) la sorpresa
de los argonautas en la Cólquida, viendo a
La innata sed perpetua que tenía Jasón (Infierno, XVIII, 86-87) arando un
campo con una yunta de bueyes que
de aquel reino deiforme, nos llevaba expulsaban fuego por la nariz.
tan veloces cual puede verse el cielo. 21 Comentario [L1067]: El ansia de
llegar al Empíreo. Según los cálculos de la
antigua astronomía, a unas 84.000 millas
Beatriz arriba, y yo hacia ella miraba; por minuto.
y acaso en tanto en cuanto un dardo es puesto
y vuela disparándose del arco, 24

me vi llegado a donde una admirable


cosa atrajo mi vista; entonces ella
que conocía todos mis cuidados, 27

vuelta hacia mí tan dulce como hermosa,


«Dirige a Dios la mente agradecida
-dijo- que al primer astro nos condujo.» 30 Comentario [L1068]: Al ciclo de la
luna. No «sobre» la luna, sino dentro de
ella, pues ésta es como una nube que los
Pareció que una nube nos cubriera, cubre. Para Dante (Monarchia, III, IV,
17-18), la luna está dotada de luz propia.
brillante, espesa, sólida y pulida,
como un diamante al cual el sol hiriese. 33

Dentro de sí la perla sempiterna


nos recibió, como el agua recibe
los rayos de la luz quedando unida. 36

Si yo era cuerpo, y es inconcebible 37 Comentario [L1069]: La maravillosa


unión, inexplicable en cualquier otro caso,
cómo una dimensión abarque a otra, del cuerpo de Dante con el de la luna, nos
cual si penetra un cuerpo en otro ocurre, 39 debe hacer pensar en la no menos
inexplicable, pero no menos real tampoco,
unión de la naturaleza divina con la humana
más debiera encendernos el deseo en Cristo.
de ver aquella esencia en que se observa
cómo nuestra natura y Dios se unieron. 42

Podremos ver allí lo que creemos,


no demostrado, mas por sí evidente,
cual la verdad primera en que cree el hombre. 45

Yo respondí. «Señora, tan devoto


cual me sea posible, os agradezco
que del mundo mortal me hayáis sacado. 48
Comentario [L1070]: Según la leyenda
Mas decidme: ¿qué son las manchas negras ya aludida en Infíerno, XX-126, en las
manchas de la luna puede verse a Caín
de este cuerpo, que a algunos en la tierra llevando unas zarzas, condenado por Dios
hacen contar patrañas de Caín?» 51 por haberse éste excusado de la muerte de
Abel.
Va a comenzar ahora una larga y acaso
Rió ligeramente, y «Si no acierta ociosa digresión (la primera de las muchas
con las que de ahora en adelante vamos a
-me dijo- la opinión de los mortales encontrarnos) a causa de las manchas
donde no abre la llave del sentido, 54 lunares. Dante las atribuye
equivocadamente, siguiendo a Averroes, a
la mayor o menor densidad (no olvidemos
punzarte no debieran ya las flechas que «ralo» significa «poco denso») de sus
partes. Beatriz comenzará refutando el error
del asombro, pues sabes la torpeza del poeta y posteriormente dará una
con que va la razón tras los sentidos. 57 explicación convincente. Intentaré anotar
paso a paso su razonamiento.
Mas dime lo que opinas por ti mismo.»
Y yo: «Lo que aparece diferente,
cuerpos densos y raros lo producen.» 60

Y ella: «En verdad verás que lo que piensas


se apoya en el error, si bien escuchas
el argumento que diré en su contra. 63

La esfera octava os muestra muchas luces, 64 Comentario [L1071]: 64-66 «En la


esfera de las estrellas fijas vemos que éstas
las cuales en el cómo y en el cuánto son diversas en cantidad y en cualidad.»
pueden verse de aspectos diferentes. 66

Si lo raro y lo denso hicieran esto, 67 Comentario [L1072]: 67-69 «Si esto


fuera causado por mayor o menor densidad
un poder semejante habría en todas, supondría la existencia de un solo poder o
en desiguales formas repartido. 69 principio desigualmente repartido, como
creía Averroes.»

Deben ser fruto las distintas fuerzas 70 Comentario [L1073]: 70-72 «Pero al
producir influjos diferentes, quiere esto
de principios formales diferentes, decir que cada una de ellas tiene un
que, salvo uno, en tu opinión destruyes. 72 principio cualitativamente diferente.»

Aún más, si fuera causa de la sombra 73 Comentario [L1074]: 73-78 «Más aún.
Si la mayor o menor densidad fuera la causa
la menor densidad, o tan ayuno de las manchas podrían ocurrir dos cosas:
fuera de su materia en la otra parte 75 que la luna estuviera atravesada por las
partes menos densas de lado a lado, o que
partes densas y raras se alternasen como lo
este planeta, o, tal como comparte grueso y delgado en el hombre.»
grueso y delgado un cuerpo, igual tendría
de éste el volumen hojas diferentes. 78

Si fuera lo primero, se vería 79 Comentario [L1075]: 79-82 «La


primera se demuestra errónea en los
al eclipsarse el sol y atravesarla eclipses, pues entonces los agujeros
la luz como a los cuerpos poco densos. 81 dejarían pasar la luz, cosa que no ocurre.»

Y no sucede así. por ello lo otro


examinemos; y si lo otro rompo,
verás tu parecer equivocado. 84

Si no traspasa el trozo poco denso, 85 Comentario [L1076]: 85-87 «Si la


zona poco densa no agujerea la luna, debe
debe tener un límite del cual estar limitada por otra zona densa.»
no le deje pasar más su contrario; 87

y de allí el otro rayo se refleja 88 Comentario [L1077]: 88-90 «Desde


este límite debe reflejarse el rayo, como
como el color regresa del cristal sucede con el espejo que es un cristal (que
que por el lado opuesto esconde plomo. 90 equivale a la zona poco densa de la luna)
con una cara recubierta de plomo
(equivalente a la zona de mayor densidad).»
Dirás que se aparece más oscuro 91 Comentario [L1078]: 91-93 «Tú acaso
el rayo más aquí que en otras partes, pienses que el rayo que se refleja desde este
límite entre lo raro y lo denso, es más débil,
porque de más atrás viene el reflejo. 93 pues viene desde más lejos, es decir, no de
la superficie de la luna, sino de una especie
de cavidad.»
De esta objeción pudiera liberarte
la experiencia, si alguna vez lo pruebas,
que es la fuente en que manan vuestras artes. 96 Comentario [L1079]: 96-105 El
experimento de los espejos que propone
ahora Beatriz es de fácil comprensión. De
Coloca tres espejos; dos que disten su capacidad de convicción y clandad, debe
juzgar el lector.
de ti lo mismo, y otro, más lejano,
que entre los dos encuentre tu mirada. 99

Vuelto hacia ellos, haz que tras tu espalda


te pongan una luz que los alumbre
y vuelva a ti de todos reflejada. 102

Aunque el tamaño de las más distantes


pueda ser más pequeño, notarás
que de la misma forma resplandece. 105

Ahora, como a los golpes de los rayos


se desnuda la tierra de la nieve
y del color y del frío de antes, 108

al quedar de igual forma tu intelecto,


de una luz tan vivaz quiero llenarle,
que en ti relumbrará cuando la veas. 111

Dentro del cielo de la paz divina 112 Comentario [L1080]: 112 y ss.
Comienza ahora la explicación de Beatriz,
un cuerpo gira en cuyo poderío aunque mucho me temo que, tras la
se halla el ser de las cosas que contiene. 114 refutación de la creencia de Dante, la
verdad que Beatriz le propone, acaso
convenza al sumiso poeta, pero nos deje a
El siguiente, que tiene tantas luces, 115 nosotros un tanto ayunos.
parte el ser en esencias diferentes, Comentario [L1081]: De nuevo el
Primer Móvil, girando dentro del Empíreo.
contenidas en él, mas de él distintas. 117
Comentario [L1082]: El de las
Estrellas fijas.
Los círculos restantes de otras formas 118
Comentario [L1083]: 118-123 Las
la distinción que tienen dentro de ellos sucesivas esferas van disminuyendo
disponen a sus fines y simientes. 120 jerárquicamente respecto a la primera y
difunden abajo el poder que adquieren de
arriba.
Así van estos órganos del mundo
como ya puedes ver, de grado en grado,
que dan abajo lo que arriba toman. 123

Observa atento ahora cómo paso


de aquí hacia la verdad que deseabas,
para que sepas luego seguir solo. 126

Los giros e influencias de los cielos,


cual del herrero el arte del martillo, 128 Comentario [L1084]: El martillo no
obra por sí mismo, sino por el herrero que
deben venir de los motores santos; 129 lo maneja.
Comentario [L1085]: De nuevo el de
y el cielo al que embellecen tantas luces, 130 las Estrellas fijas, que toman su poder del
poder divino.
de la mente profunda que lo mueve
toma la imagen y la imprime en ellas. 132

Y como el alma llena vuestro polvo 133 Comentario [L1086]: 133-141 Igual
que el alma se une al cuerpo, cuyos
por diferentes miembros, conformados distintos órganos están al servicio de
al ejercicio de potencias varias, 135 distintas actividades, la inteligencia divina
se diversifica y cada estrella tiene
encomendada una distinta misión que
así la inteligencia en las estrellas ejercita mediante sus diversas influencias.
despliega su bondad multiplicada,
y sobre su unidad va dando vueltas. 138

Cada virtud se liga a su manera


con el precioso cuerpo al que da el ser,
y en él se anuda, igual que vuestra vida. 141

Por la feliz natura de que brota,


mezclada con los cuerpos la virtud
brilla cual la alegría en las pupilas. 144

Esto produce aquellas diferencias 145 Comentario [L1087]: Las manchas de


la luna proceden, por tanto, de los diversos
de la luz, no lo raro ni lo denso: grados de influencia que reciben de las
y es el formal principio que produce, 147 estrellas.
conforme a su bondad, lo turbio o claro.» 148 Comentario [L1088]: Acaso la razón
de esta probia y enojosa disertación de
Beatriz tenga la misión, en el ánimo de
CANTO III Dante, de mostrar, a partir de un hecho un
tanto banal, lo inútil de la ciencia humana
(Averroes) para comprender las cosas
El sol primero que me ardió en el pecho, 1 divinas (de las que bien se encargaría
de la verdad habíame mostrado, Tomás de Aquino, inspirador, como de
tantos otros de este pasaje).
probando y refutando, el dulce rostro; 3
Comentario [L1089]: Beatriz.

y yo por confesarme corregido


y convencido, cuanto convenía,
para hablar claramente alcé la vista; 6

mas vino una visión que, al contemplarla,


tan fuertemente a ella fui ligado,
que aquella confesión puse en olvido. 9

Como en vidrios diáfanos y tersos,


o en las límpidas aguas remansadas,
no tan profundas que el fondo se oculte, 12

se vuelven de los rostros los reflejos


tan débiles, que perla en blanca frente
no más clara los ojos la verían; 15

vi así rostros dispuestos para hablarme; Comentario [L1090]: Narciso creía


que su reflejo en el agua era un rostro
por lo que yo sufrí el contrario engaño 17 verdadero. Por el contrario, Dante piensa
de quien ardió en amor de fuente y hombre. 18 que son reflejos las almas que se dirigen
ahora hacia él.
En cuanto me hube dado cuenta de ellos,
creyendo que eran rostros reflejados,
para ver de quién eran me volví; 21

y nada vi, y miré otra vez delante,


fijo en la luz de aquella dulce guía
que, sonriendo, ardía en su mirada. 24

«No te asombre -me dijo-- que sonría


de tu infantil creencia, pues tus plantas
en la verdad aún no has asentado, 27

mas vuelves a lo vano, como sueles:


lo que ves son sustancias verdaderas,
puestas aquí pues rompieron sus votos. 30 Comentario [L1091]: Aquellos que
faltaron a algún voto, particularmente a un
voto religioso.
Mas háblales y créete lo que escuches;
porque la cierta luz que las aplaca
no deja que sus pies se aparten de ella.» 33

Y a la que parecía más dispuesta 34 Comentario [L1092]: Dante, como


veremos, se dirige a la sombra de Piccarda
para hablar, me volví, y comencé casi Donati (Purgatorio, XXIV, 10- 15),
como aquel a quien turba un gran deseo: 36 hermana de su amigo Forese y de Corso,
Piccarda, muchacha de gran belleza,
ingresó en un monasterio de Santa Clara, de
«Oh bien creado espíritu, que sientes donde fue sacada a la fuerza por su
hermano Corso para ser dada en
de los eternos rayos la dulzura matrimonio al despótico Rossellino della
que, no gustada, nunca se comprende, 39 Tosa.

feliz me harías si me revelaras


cuál es tu nombre y cuál es vuestra suerte.»
Y ella, al momento y con ojos risueños: 42

«Puerta ninguna cierra nuestro amor


a un justo anhelo, como el de quien quiere
que se parezca a sí toda su corte. 45 Comentario [L1093]: «Nuestro amor
que refleja el amor divino.»

Fui virgen religiosa en vuestro mundo;


y si hace algún esfuerzo tu memoria,
no ha de ocultarme a ti el ser aún más bella, 48

mas reconocerás que soy Piccarda,


que, puesta aquí con estos otros santos
santa soy en la esfera que es más lenta. 51 Comentario [L1094]: La esfera de la
luna es la que gira más lentamente y la que
está más alejada de Dios.
Nuestros afectos, que sólo se inflaman
con el placer del Espíritu Santo,
gozan del orden que él nos ha dispuesto. 54
Y nos ha sido dado este destino
que tan bajo parece, pues quebramos
nuestros votos, que en parte fueron vanos.» 57

Y dije: «En vuestros rostros admirables


un no sé qué divino resplandece
que vuestra imagen primera transmuta: 60

por ello en recordar no estuve pronto; 61 Comentario [L1095]: Dios.


pero ahora me ayuda lo que has dicho,
y ya te reconozco fácilmente. 63

Mas dime: los que estáis aquí gozosos


¿deseáis un lugar que esté más alto
y ver más y ser más de Dios amigos?» 66

Sonrió un poco con las otras sombras;


y luego me repuso tan alegre,
cual si de amor ardiera al primer fuego: 69

«Aquieta, hermano, nuestra voluntad


la caridad, haciendo que queramos
sin más ansiar, aquello que tenemos. 72

Si estar más elevadas deseásemos,


este deseo sería contrario
a lo que quiere quien aquí nos puso; 75

lo cual, como verás, es imposible,


si estar en caridad aquí es necesse 77 Comentario [L1096]: Neasse es una
fórmula escolástica y expresa la
y consideras su naturaleza. 78 consecuencia de un proceso lógico.

Esencial es al bienaventurado
con el querer divino conformarse,
para que se hagan unos los quereres; 81

y así el estar en uno u otro grado


en este reino, a todo el reino place
como al Rey que nos forma en sus deseos. 84

Y en su querer se encuentra nuestra paz:


y es el mar al que todo se dirige
lo que él crea o lo que hace la natura.» 87

Vi claramente entonces cómo el cielo


es todo paraíso, etsi la gracia 89 Comentario [L1097]: Etsi conjunción
latina de carácter concesivo: «aunque».
del sumo bien no llueva de igual modo. 90

Mas como cuando sacia un alimento


y aún tenemos más ganas de algún otro,
que uno pedimos y otro agradecemos, 93

hice yo así con gestos y palabras,


para saber cuál fuese aquel tejido
que hasta el fin no labró su lanzadera. 96

«Perfecta vida y méritos encumbran 97 Comentario [L1098]: Se refiere


Piccarda a Santa Clara, a cuya Orden
-me dijo-- a una mujer por cuya regla perteneció. Santa Clara, compañera de San
se visten velo y hábito en el mundo, 99 Francisco, nació en Asís en 1194 y murió
en 1253.

para que hasta el morir se vele y duerma


con esposo que acepta cualquier voto
que a su placer la caridad conforma. 102

Del mundo, por seguirla, jovencita


me escapé, refugiándome en sus hábitos,
y prometí seguir por su camino. 105

Hombres no al bien, al mal, acostumbrados,


luego del dulce claustro me raptaron.
Dios sabe cómo fue mi vida luego. 108

Y aquel otro esplendor que se te muestra


a mi derecha y a quien ilumina
toda la luz que brilla en nuestra esfera, 111

lo que dije de mí, también lo digo;


fue monja, y de igual forma le quitaron
de la frente la sombra de las tocas. 114

Mas cuando fue devuelta luego al mundo


contra su voluntad y buena usanza,
nunca el velo del alma le quitaron. 117

Esta es la luz de aquella gran Constanza 118 Comentario [L1099]: Constanza


(Purgatorio, III, 113) fue hija del rey
que engendró del segundo al ya tercero Ruggero II de Sicilia. Nació en 1154 y casó
y último de los vientos de Suabia.» 120 en 1185 con Enrique VI de Suabia, hijo de
Federico Barbarroja. Fue madre de Federico
II, en cuya minoría ejerció el poder en
Así me dijo, y luego: «Ave María» Italia. Murió en 1198. La leyenda güelfa de
la época le atribuyó una falsa profesión re-
cantó y cantando se desvaneció ligiosa, quizás debida a la fama de Federico
como en el agua honda algo pesado. 123 II como Anticristo, personaje al que se le
atribuía el ser concebido por una monja.
Según dicha leyenda, Constanza habría
Mi vista que siguió detrás de ella dejado los hábitos después de los 50 años y
habría dado a luz a Federico II a los 52. En
cuanto le fue posible, ya perdida, realidad, Constanza casó con Enrique VI a
se dirigió al objeto más querido, 126 los 31.
Comentario [L1100]: Los tres vientos
y por entero se volvió a Beatriz; de Suabia son los tres emperadores ya
citados: Federico Barbarroja, Enrique V y
pero ella fulgió tanto ante mis ojos, Federico II.
que al principio no pude soportarlo, 129
y por esto fui tardo en preguntarle.

CANTO IV

Entre dos platos, igualmente ricos


y distantes, por hambre moriría
un hombre libre sin probar bocado; 3

así un cordero en medio de la gula


de fieros lobos, por igual temiendo;
y así estaría un perro entre dos gamos: 6 Comentario [L1101]: Este problema
está planteado por Tomás de Aquino,
aunque él niegue que puedan existir dos
No me reprocho, pues, si me callaba, cosas perfectamente iguales e igualmente
atrayentes.
de igual modo suspenso entre dos dudas,
porque era necesario, ni me alabo. 9

Callé, pero pintado mi deseo


en la cara tenía, y mi pregunta,
era así más intensa que si hablase. 12

Hizo Beatriz lo mismo que Daniel 13 Comentario [L1102]: Daniel aclaró a


Nabucodonosor el sentido de un sueño que
cuando aplacó a Nabucodonosor el propio rey había olvidado, y calmó el
la ira que le hizo cruel injustamente; 15 enojo de éste que le había llevado a
condenar a muerte a los sabios del reino
incapaces de descifrarlo (Daniel, II, 12-46).
Y dijo: «Bien conozco que te atraen Beatriz, como Daniel, es capaz de ver el
interior de las personas.
uno y otro deseo, y preocupado
tú mismo no los dejas que se muestren. 18

Te dices: "Si perdura el buen deseo,


la violencia de otros, ¿por qué causa
del mérito recorta la medida?" 21 Comentario [L1103]: En el «Timeo»
Platón coloca las almas, creadas antes que
los cuerpos, en las diversas estrellas, a las
También te causa dudas el que el alma que después de la muerte habrán de
parece que se vuelva a las estrellas, retornar. Dante conocía esta doctrina
platónica a través de San Agustín y Santo
siguiendo la doctrina de Platón. 24 Tomás.
Comentario [L1104]: Velle es un
Estas son las cuestiones que en tu velle 25 término escolástico que significa querer,
igualmente te pesan; pero antes voluntad.

la que tiene mas hiel he de explicarte. 27 Comentario [L1105]: De las dos


dudas, aquella que es la más peligrosa para
la fe, pues con su idea de la trasmigración
El serafín que a Dios más se aproxima, 28 de las almas contradecía el dogma de un
alma individual creada por Dios en cada
Moisés, Samuel, y aquel de los dos Juanes momento de la concepción (Purgatorio,
que tú prefieras, y también María, 30 XXV, 67 y ss.)
Comentario [L1106]: 28-42 Todos los
bienaventurados se encuentran de igual
no tienen su acomodo en otro cielo forma en el Empíreo, como veremos más
que estas almas que ahora se mostraron, adelante. El que Dante se los vaya
encontrando en las diversas esferas que
ni más o menos años lo disfrutan; 33 constituyen las etapas de su viaje celeste es
sólo para que con su pobre mente humana
entienda mejor la disposición del paraíso.
mas todos hacen bello el primer círculo,
y gozan de manera diferente
sintiendo el Soplo Eterno más o menos. 36

Si aquí los viste no es porque esta esfera


les corresponda, mas como indicando
que en la celeste ocupan lo más bajo. 39

Así se debe hablar a vuestro ingenio,


pues sólo aprende lo que luego es digno
de intelecto, a través de los sentidos. 42

Por esto condesciende la Escritura


a vuestra facultad, y pies y manos
le otorga a Dios, mas piensa de otro modo; 45

y nuestra Iglesia con figura humana


a Gabriel y a Miguel os representa,
y de igual modo al que sanó a Tobías. 48

Lo que el Timeo dice de las almas


no es similar a lo que aquí se muestra, 50 Comentario [L1107]: Las almas se
aparecen en la luna, pero no están allí.
mas parece que diga lo que siente. 51

Él dice que a su estrella vuelve el alma,


pues desde allí supone que ha bajado
cuando natura su forma le diera; 54

y acaso lo que piensa es diferente


del modo que lo dice, y ser pudiera
que su intención no sea desdeñable. 57

Si él entiende que vuelve a estas esferas


de su influjo el desprecio o la alabanza,
quizá a alguna verdad el arco acierte. 60

Torció, mal comprendido, este principio


a casi todo el mundo, y así Jove,
Mercurio y Marte fueron invocados. 63

Menos veneno encierra la otra duda 64 Comentario [L1108]: La otra duda no


contiene el peligro de la herejía.
que te conmueve, porque su malicia
no podría apartarte de mi lado. 66

El que nuestra justicia injusta sea 67 Comentario [L1109]: 67-69 El que


parezca iniusto al hombre con su estrecho
a los ojos mortales, argumento conocimiento, la
es de fe, no de herética perfidia. 69 justicia divina, nos debe hacer creer más
aún en los secretos designios del incanzable
orden divino, no apartamos del camino de
Mas como puede vuestra inteligencia la fe.
penetrar fácilmente esta verdad,
como deseas, he de darte gusto. 72

Aun cuando aquel que la violencia sufre


a quien la fuerza nada le concede,
no están por ello estas almas sin culpa: 75

pues, sin querer, la voluntad no cede,


mas hace como el fuego, si le tuerce, 77 Comentario [L1110]: 77-78 El fuego
siempre tiende a recuperar su natural
aunque sea mil veces, la violencia. 78 tendencia hacia lo alto, a pesar de la fuerza
que se haga por mantenerlo a ras del suelo.
Si se doblega, pues, o mucho o poco,
sigue la fuerza; y así hicieron éstos,
que al lugar santo regresar pudieron. 81

Si su deseo firme hubiera sido,


como fue el de Lorenzo en su parrilla, 83 Comentario [L1111]: San Lorenzo
aguantó el tormento de la parrilla sin
o con su mano a Mucio hizo severo, 84 quebrantar su fe.
Comentario [L1112]: Mucio Scevola,
a su camino habrían regresado joven romano de los primeros tiempos de la
ciudad, se quemó la mano por haber fallado
del que sacados fueron, al ser libres; en su intento de asesinar al rey etrusco
mas voluntad tan sólida es extraña. 87 Porsena. Lo cuenta Tito Livio (Ab uerbe
ondita, II, 12 y ss.) y es una figura muy co-
nocida de esta legendaria etapa romana.
Y por esta razón, si como debes
la comprendes, se rompe el argumento
que te habría estorbado aún muchas veces. 90

Mas ahora se atraviesa ante tus ojos


otro obstáculo, tal que por ti mismo
no salvarías, sin cansarte antes. 93

Yo te he enseñado como cosa cierta


que no puede mentir un alma santa,
pues cerca está de la verdad primera; 96

y después escuchaste de Piccarda


que Constanza guardó el amor del velo;
y así parece que me contradice. 99

Muchas veces, hermano, ha acontecido


que, huyendo de un peligro, de mal grado
se hacen cosas que hacerse no debieran; 102

como Almeón, que, al suplicar su padre 103 Comentario [L1113]: Aicmeón, hijo
de Anfiarao (Purgatorio, XII, 49-51), mató
que lo hiciera, mató a su propia madre, a su madre Erifile a instancias de su propio
y por piedad se hizo despiadado. 105 padre.

En este punto quiero que conozcas


que la fuerza al querer se mezcla, haciendo
que no tengan disculpa las ofensas. 108

La Voluntad absoluta no consiente


el daño; mas consiente cuando teme
que en más penas caerá si lo rehúsa. 111 Comentario [L1114]: Existe una
voluntad absoluta que siempre quiere el
bien y rechaza el mal, y otra relativa que
Así, cuando Piccarda dijo aquello escoge un mal menor para evitar uno
mayor.
de la primera hablaba, y yo de la otra;
y las dos te dijimos la verdad.» 114

Fluyó así el santo río que salía


de la fuente en que toda verdad mana;
así mis dos deseos se aplacaron. 117

«Oh amada del primer Amante, oh diosa,


cuyas palabras --dije así me inundan,
y enardecen, que más y más me avivan, 120

no son mis facultades tan profundas


que a devolverte don por don bastasen;
mas responda por mí Quien ve y Quien puede. 123 Comentario [L1115]: Dios.

Bien veo que jamás se satisface


sino con la verdad nuestro intelecto,
sin la cual no hay ninguna certidumbre. 126 Comentario [L1116]: La ciencia
divina.

Cual fiera en su cubil, reposa en ella


en cuanto que la alcanza; y puede hacerlo;
si no, frustra sería los deseos. 129 Comentario [L1117]: Frustra, término
escolástico que equivale a en vano.

Por ello nacen dudas, cual retoños,


al pie de la verdad; y a lo más alto,
cima a cima, nos lleva de este modo. 132 Comentario [L1118]: La duda es el
camino que lleva a la certeza.

Esto me invita y esto me da fuerzas


a preguntar, señora, reverente,
aún por otra verdad que me es oscura. 135

Quiero saber si pueden repararse


los votos truncos con acciones buenas,
que no pesaran poco en la balanza.» 138

Y Beatriz me miró, llenos sus ojos


de amorosas centellas tan divinas,
que, vencida, mi fuerza dio la espalda, 141
casi perdido con la vista en tierra.

CANTO V
«Si te deslumbro en el fuego de amor
más que del modo que veis en la tierra,
tal que venzo la fuerza de tus ojos, 3

no debes asombrarte; pues procede


de un ver perfecto, que, como comprende, 5 Comentario [L1119]: De la visión de
Dios.
así en pos de aquel bien mueve los pasos. 6

Bien veo de qué forma resplandece


la sempiterna luz en tu intelecto,
que, una vez vista, amor por siempre enciende; 9

y si otra cosa vuestro amor seduce,


de aquella luz tan sólo es un vestigio,
mal conocido, que allí se refleja. 12

Quieres saber si con otras ofrendas,


halla reparo quien rompe su voto,
tal que en el juicio su alma esté segura.» 15

Así Beatriz principio dio a este canto;


y como el que el discurso no interrumpe,
prosiguió así sus santas enseñanzas: 18

«El don mayor que Dios en su largueza


hizo al crearnos, y el que más conforme
está con su bondad, y él más lo estima, 21

tal fue la libertad del albedrío;


del cual, a los que dio la inteligencia,
fueron y son dotados solamente. 24 Comentario [L1120]: Únicamente el
hombre y los ángeles son libres.

Ahora verás, si tú deduces de esto,


el gran valor del voto, si se hace
cuando consiente Dios lo que consientes: 27 Comentario [L1121]: El
consentimiento del hombre al hacer el voto
debe ir acompañado del consentimiento
porque al cerrar el pacto Dios y el hombre divino.
se hace holocausto de aquel gran tesoro,
que antes te dije; y lo hace un acto suyo. 30 Comentario [L1122]: De la misma
libertad, que se sacrifica al hacer el voto
libremente.
¿Así pues qué reparo se hallaría?
Si piensas que usas bien lo que ofreciste,
con latrocinios quieres dar limosna. 33

Ya lo más importante te he explicado;


mas puesto que la Iglesia los dispensa
y esto a lo que te digo contradice, 36

en la mesa es preciso que aún te sientes,


pues el seco alimento que comiste,
para su digestión requiere ayuda. 39

Abre tu mente a lo que te revelo


y guárdalo bien dentro; pues no hay ciencia
si lo que has aprendido no retienes. 42

Dos cosas intervienen en la esencia 43 Comentario [L1123]: En el voto hay


dos elementos: uno material y otro formal
de este gran sacrificio: una es la cosa
que se ofrece; y la otra el pacto mismo. 45

Esta segunda nunca se cancela


si no es cumplida; y con respecto a ella
antes te hablé con toda precisión: 48

por ello los hebreos precisaron


el seguir ofreciendo, aunque la ofrenda
se pudiera cambiar, como ya sabes. 51 Comentario [L1124]: Levítico, XXVII,
38.

La otra, que te mostré como materia,


bien puede ser de un modo que no hay yerro
si por otra materia se permuta. 54

Mas la carga no debe transmutarse


libremente, y precisa de la vuelta
de la llave amarilla y de la blanca; 57 Comentario [L1125]: De la autoridad
eclesiástica (Purgatorio, IX, 122).

y sabrás que los cambios nada valen,


si la cosa dejada en la cogida Comentario [L1126]: La nueva
materia del voto no puede ser de menos
como el cuatro en el seis no se contiene. 60 valor que la primera.
Comentario [L1127]: Por ejemplo, la
Y por ello a las cosas tan pesadas ofrenda de la virginidad, que no encuentra
que la balanza inclinan por sí mismas, substitución por otro voto.

satisfacer no puede otra ninguna 63 Comentario [L1128]: Recuérdese la


historia narrada en Jueces, XI, 30-40. El
caudillo hebreo Jefté ofreció como prenda
No bromeen con el voto los mortales; de la ayuda divina en la lucha contra los
ammonitas el sacrificio del primer ser que
sed fieles; mas no hacerlos ciegamente, saliera a su encuentro al regresar a casa, tal
como Jefté ofreciendo lo primero; 66 vez pensando en su fiel perro. En lugar de
éste fue su hija, aún doncella, quien salió a
recibirle. Antes de ser sacrificada, obtuvo
quien hubiera mejor dicho "Mal hice", de su padre el plazo de un mes para gozar
de los últimos días de su vida en compañía
que hacer peor cumpliéndolo; y tan necio de sus amigas. Los Padres de la Iglesia
podrás llamar al jefe de los griegos, 69 condenaron este voto y su cumplimiento.
Comentario [L1129]: Para contentar a
la diosa Artemisa que mantenía paralizada
por quien lloró Ifigenia su belleza, la escuadra griega en Aulide, Agamenón
y con ella las necios y los sabios prometió sacrificarle, según la versión de
Cicerón que Dante debe manejar, el ser más
que han escuchado de tal sacrificio. 72 hermoso que hubiese nacido ese año, que
resultó ser su hija lfigenia. Dante sigue aquí
a Cicerón que condenaba el proceder del
Sed, cristianos, más firmes al moveros: caudillo aqueo (De officiis, III, 25). Hay
no seáis como pluma a cualquier soplo, otras versiones del sacrificio de la princesa
micénica.
y no penséis que os lave cualquier agua. 75

Tenéis el viejo y nuevo Testamento,


y el pastor de la Iglesia que os conduce;
y esto es bastante ya para salvaros. 78

Si otras cosas os grita la codicia, 79 Comentario [L1130]: Algunos


religiosos desligaban de los votos de difícil
¡sed hombres, y no ovejas insensatas, cumplimiento a cambio de dinero.
para que no se burlen los judíos! 81 Comentario [L1131]: Los hebreos
practicaban una religión más austera que los
cristianos.
¡No hagáis como el cordero que abandona
la leche de su madre, y por simpleza,
consigo mismo a su placer combate!» 84

Así me habló Beatriz tal como escribo;


luego se dirigió toda anhelante
a aquella parte en que el mundo más brilla. 87 Comentario [L1132]: Hacia el
Ecuador, o el propio Empíreo.

Su callar y el mudar de su semblante


a mi espíritu ansioso silenciaron,
que ya nuevas preguntas preparaba; 90

y así como la flecha da en el blanco


antes de que la cuerda quede inmóvil,
así corrimos al segundo reino. 93 Comentario [L1133]: El cielo de
Mercurio, donde se encuentran los espíritus
activos. Su actividad se encaminaba a dejar
Allí vi tan alegre a mi señora, mayor memoria de sí mismos y esto los
coloca en un lugar inferior del Paraíso.
al encontrarse en la luz de aquel cielo,
que se volvió el planeta aún más luciente. 96

Y si la estrella se mudó riendo,


¡yo qué no haría que de mil maneras
soy por naturaleza transmutable! 99

Igual que en la tranquila y pura balsa


a lo que se les echa van los peces
y piensan que es aquello su alimento, 102

así yo vi que mil y aún más fulgores


venían a nosotros, y escuchamos:
«ved quién acrecerá nuestros amores». 105 Comentario [L1134]: «Ved a Dante,
que acrecentará nuestro amor cuando
gustosamente resolvamos las dudas que nos
Y así como venían a nosotros plantee.»
se veía el placer que las colmaba
en el claro fulgor que desprendían. 108

Piensa, lector, si lo que aquí comienza


no siguiese, en qué forma sentirías
de saber más un anhelo angustioso; 111
y verás por ti mismo qué deseo
tenía de saber quién eran éstas,
cuando las vi delante de mis ojos. 114

«Oh bien nacido a quien el ver los tronos


del triunfo eternal fue concedido,
antes de que dejase la milicia. 117 Comentario [L1135]: La vida. Dante
pertenece a la iglesia militante.

de la luz que se extiende en todo el cielo


nos encendemos; por lo cual, si quieres
de nosotros saber, sáciate a gusto.» 120

De este modo una de esas almas pías 121 Comentario [L1136]: Como veremos,
se trata del emperador Justiniano.
me dijo; y Beatriz: «Habla sin miedo,
y cree todas las cosas que te diga.» 123

«Bien puedo ver que anidas en tu propia


luz, y que la desprendes por los ojos,
porque cuando te ríes resplandecen; 126

mas no quien eres, ni por qué te encuentras


alma digna, en el grado de la esfera
que a los hombres ocultan otros rayos.» 129

Esto dije mirando a aquella lumbre


que primero me habló; y entonces ella
se hizo más luminosa que al principio. 132 Comentario [L1137]: «Para ejercitar
hacia mí su caridad.»

Y como el sol que se oculta a sí mismo


por la excesiva luz, cuando disipa
el calor los vapores más templados, 135

al aumentar su gozo, se ocultó


en su propio fulgor la santa imagen;
y así me respondió, toda encerrada 138
del modo en que el siguiente canto canta.

CANTOVI

«Después que Constantino volvió el águila


contra el curso del cielo, que ella antes
siguió tras el esposo de Lavinia, 3 Comentario [L1138]: Constantino
trasladó la capital a oriente, de donde
muchos siglos atrás había salido Eneas para
más de cien y cien años se detuvo dar lugar a la fundación de Roma.
en el confín de Europa aquel divino
pájaro, junto al monte en que naciera; 6 Comentario [L1139]: Constantinopla,
la nueva capital del imperio, se encontraba
cerca de la región de la Tróada, en el Asia
a la sombra de las sagradas plumas Menor, donde se encontraba la ciudad de
Troya, antecedente de Roma.
gobernó el mundo allí de mano en mano,
y así cambiando vino hasta las mías. 9 Comentario [L1140]: Justiniano,
nacido en 483, fue elegido emperador de
oriente en 527 y murió en 565. Más que por
César fui, soy el mismo Justiniano sus intentos de reconstruir el imperio de sus
mayores, Dante nos lo presenta como
que quitó, inspirado del Espíritu, legislador, cuya tarea de recopilar y depurar
lo excesivo y superfluo de las leyes. 12 todas las leyes romanas se atribuye a una
inspiración divina.
Comentario [L1141]: La herejía
Y antes de que a esta obra me entregara, monofisita, extendidisima en las provincias
una naturaleza en Cristo sólo de Siria y de Egipto, que negaba la unión
creía, y esta fe me era bastante; 15 hipostática.
Comentario [L1142]: Agapito I, papa
desde 533 a 536, enviado por Teodato, rey
mas aquel santo Agapito, que fue ostrogrodo, a Constantinopla para pedir la
sumo pastor, a la fe verdadera paz a Justiniano, y aunque no pudo
conseguirla, al parecer sí logró convertir a
me encaminó con sus palabras santas. 18 Justiniano,
Comentario [L1143]: Es decir, ahora
Yo le creí; y claramente veo cree en la doble naturaleza de Cristo con la
misma claridad que en un juicio
lo que había en su fe, como tu ves contradictorio si uno de los términos es
en la contradicción lo falso y cierto. 21 verdadero el otro es necesariamente falso.
Comentario [L1144]: A su dedicación
legislativa.
Y en cuanto que eché andar ya con la Iglesia,
por gracia a Dios le plugo el inspirarme Comentario [L1145]: Belisario
(490-565) fue el más importante de los
la gran tarea y me entregué de lleno; 24 generales de Justiniano. Combatió
gloriosamente en el frente persa, en el norte
de África y en Italia. Parece que Dante no
y a Belisario encomendé las tropas, conociese las desavenencias entre el
quien gozó tanto del favor del cielo, emperador y su general, al que llama «mío»
en el original. Los éxitos de Belisario
que fue señal de que en él reposara. 27 permitieron que él se dedicara a su tarea de
recopilar el «Corpus luris civilis».

Ahora ya he contestado a tu primera Comentario [L1146]: Dante, por boca


de Justiniano, va a dedicar una larga
pregunta: mas me obliga a que te añada digresión a la historia de Roma, y
su condición algunas otras cosas, 30 posteriormente a la del imperio germánico,
legítimo sucesor de las glorias de aquélla,
simbolizados ambos por el águila
para que veas con cuánta injusticia se emblemática. Dante se complace en unir la
historia del Imperio con la redención y la
mueve contra el signo sacrosanto Iglesia. Anotaré brevemente las etapas del
quien de él se apropia o quien a él se opone. 33 relato.
Comentario [L1147]: Los gibelinos y
los güelfos.
Mira cuánta virtud digno le hizo
de reverencia; ya desde la hora Comentario [L1148]: Personaje de la
Eneida, hijo del rey del Lacio, Evandro, que
en que murió Palante por su reino. 36 murió en la lucha contra Turno, rey de los
rútulos, apoyando la causa de Eneas. Esta
digresión enlaza, pues, con el final del
Sabes que en Alba tuvo su morada poema de Virgilio.
más de trescientos años, hasta el día Comentario [L1149]: Alba Longa,
que por él combatieron tres y tres 39 mítica ciudad a la que Roma estuvo
sometida en los primeros años de su
historia, hasta el combate de los Horacios
Y sabes lo que obró en siete reinados, contra los Curiacios, en que los primeros,
romanos, vencieron a los segundos, de
del mal de las Sabinas a Lucrecia, Alba, pasando a Roma la supremacía
venciendo en torno a los pueblos vecinos. 42 imperial.
Comentario [L1150]: Durante la época
de los siete reyes, desde el rapto de las
Y lo que obró llevado contra Breno Sabinas hasta la caída de los Tarquinos, tras
por los magnos romanos, contra Pirro, la violación de Lucrecia, que dio lugar al
comienzo de la etapa republicana.
y las otras repúblicas y príncipes; 45 Comentario [L1151]: Breno, jefe de
los galos que invadieron Italia en el siglo IV
a.C. Pirro, rey de Epiro, defensor de las
donde Torcuato y Quincio, a quien dio nombre ciudades griegas atacadas por Roma en su
proceso de expansión por la península
su pelo descuidado, Fabios, Decios Itálica.
ganaron fama que con gusto incienso. 48 Comentario [L1152]: Algunos grandes
hombres de la etapa heroica de Roma: Tito
Manlio Torcuato, vencedor de los galos;
Luego humilló el orgullo de los árabes 49 Cincinato, así llamado por su pelo rizado,
que tras Aníbal las alpestres rocas fue dictador contra los samnitas, y acabada
la guerra regresó pacíficamente a sus tareas
de las que bajas tú, Po, atravesaron. 51 agrícolas. Son muchos los Fabios y los
Decios que merecieron las alabanzas de
Justiniano.
Bajo aquél, siendo aún jóvenes, triunfaron 52
Escipión y Pompeyo; y a ese monte Comentario [L1153]: Es decir,
africanos: los cartagineses.
a cuyo pie naciste, le fue amargo. 54
Comentario [L1154]: 52-54 Publio
Cornelio Escipión Africano obtuvo a edad
Luego, cercano el tiempo en el que el cielo muy temprana sus principales triunfos en
España contra Cartago. Cneo Pompeyo
quiso ordenar el mundo a su manera, luchó también muy joven en el partido de
César por gusto de Roma lo obtuvo. 57 Sila contra Mario y obtuvo el triunfo a los
25 años; el cónsul Fiorino destruyó la
ciudad etrusca de Fiésole, junto a Florencia
Y lo que obró desde el Varo hasta el Rin, 58 (Infierno, XV, 61-63; Paraíso, XV, 125-6).
lo vio el Isara, el Era y lo vio el Sena Comentario [L1155]: César se hizo
con el poder algunos años antes del
y los ríos que al Ródano engrandecen. 60 nacimiento de Cristo.
Comentario [L1156]: Alusión a la
Lo que obró luego al marcharse de Rávena 61 conquista de las Galias, delimitada por esos
y cruzó el Rubicón, fue tan aprisa ríos, que llevó a cabo César.

que ni pluma ni lengua alcanzarían. 63 Comentario [L1157]: Ahora se refiere


a la guerra civil entre César y Pompeyo.

Luego marchó con sus tropas a España,


Comentario [L1158]: Batalla en que
luego a Durazzo, y tal golpe en Farsalia 65 César derrotó a Pompeyo, el cual huyó a
dio, que hasta el Nilo se dolió del daño. 66 Egipto, donde fue asesinado por orden de
Tolomeo, para congraciarse con el
triunfador.
A Antandro y al Simoes, patria suya, 67 Comentario [L1159]: 67-89 El águila,
vio otra vez, y el lugar que a Héctor sepulta; en manos de César, volvió a visitar los
lugares de Asia Menor, de donde había
y partió para mal de Tolomeo. 69 partido, la ciudad de Antandro y el río
Simoes. De aquí César marchó a Egipto y
puso -a Cleopatra como reina, en lugar de
De allí fue como un rayo contra Juba; 70 su hermano Tolomeo.
y desde allí se volvió al occidente Comentario [L1160]: 70-72 César
donde escuchó la trompa pompeyana. 72 venció a Juba de Mauritania, y
posteriormente al resto de los partidarios de
Pompeyo en Munda, España.
Por lo que obró en las manos del siguiente, 73
Comentario [L1161]: 73-75 Alusión a
en el infierno ladran Bruto y Casio, la batalla de Filipos, en la que Octavio,
y se dolieron Módena y Perugia. 75 sucesor de César, venció a Bruto y Casio,
los asesinos de su tío (Infierno, XXXIII,
64-67). Posteriormente venció a Marco
Aún lo llora la triste de Cleopatra, 76 Antonio en Módena y asedió Perugia.

que, escapando de aquél, con la culebra Comentario [L1162]: 76-78 Cleopatra


se suicidó tras la derrota naval en Accio,
se dio la muerte atroz e inesperada. 78 para burlar la prisión que Octavio le había
impuesto.
Con él llegó a la orilla del mar Rojo, 79 Comentario [L1163]: 79-81 Con la
conquista de Egipto se inició la paz
con él en tanta paz al mundo puso, octaviana. Recuérdese que en tiempos de
que las puertas de Jano se cerraron. 81 paz las puertas del templo de Jano
permanecían cerradas.
Mas lo que el signo del que estoy hablando, 82 Comentario [L1164]: 82-90 Va a
aludir ahora a la muerte de Cristo en la
hizo primeramente y luego haría, época de Tiberio, tercer emperador si
por el reino mortal al que subyuga, 84 contamos, impropiamente, a César. Roma,
por medio de Poncio Pilatos, colaboró en la
empresa de la Redención.
se vuelve en apariencia oscuro y poco,
si en manos del tercer César la vemos
con vista clara y con afecto puro; 87

pues la viva justicia que me inspira,


le concedió, en las manos del que digo,
la gloria de vengar su santa cólera. 90

Y asómbrate de lo que digo ahora: 91 Comentario [L1165]: 91-93 Tito


destruyó Jerusalén en el año 70, vengando
corrió después con Tito a hacer venganza así la muerte de Cristo. Esta contradicción
de la venganza del pecado antiguo. 93 entre apoyo a la crucifixión y venganza de
la misma, se explicará en el siguiente canto.

Y al morder los lombardos a la Santa 94 Comentario [L1166]: 94-96 Como


vemos, la idea del imperio, aunque esté
Iglesia con sus dientes, Carlomagno hablando Justiniano, legítimo sucesor de las
la socorrió, venciendo, con sus alas. 96 glorias de Roma, no va a pasar al imperio
bizantino, sino al imperio Romano
Germánico, a través de Carlo Magno. Dante
Ahora puedes juzgar a esos que antes necesita llevar el agua al molino de sus
nuevas opiniones políticas. Como vemos,
me escuchaste acusar, y sus pecados, Justiniano pasa de la crónica de la
que son causa de todas vuestras penas. 99 antigúedad a la actualidad palpitante.

Uno al signo común los amarillos 100 Comentario [L1167]: Los que se
apropian del signo imperial para sus
lirios opone, y otro se lo apropia, intereses particulares, y los que se oponen a
y es difícil saber quién más se engaña. 102 él favorecen la política francesa de los
Valois, es decir, los güelfos negros.

Urdan los gibelinos, urdan tretas


bajo otro signo, que mal sigue a éste
aquel que de él aparta la justicia; 105

y que este nuevo Carlos no lo abata 106 Comentario [L1168]: 106-108 Carlos
II de Anjou (Purgatorio, VII, 24-29; XX,
con sus güelfos, mas tema de sus garras 79-81), líder del partido güelfo, cuyo
que a leones más fuertes han vencido. 108 emblema era un león, aquí vencido por las
garras del águila.

¡Muchas veces los hijos han llorado 109 Comentario [L1169]: Tal vez alusión a
la muerte de Carlos Martel (Paraíso, VIII,
por las culpas del padre, y no se crea 49 y ss.), hijo de Carlos II de Anjou, que
que Dios cambie su emblema por las lises! 111 encontraremos próximamente. Aquí acaba
la digresión de Justiniano sobre el imperio.
Comentario [L1170]: Es decir, que la
Esta pequeña estrella se engalana casa de Anjou triunfe sobre el Imperio.
de los buenos espíritus activos
para que fama y honra les alcance; 114 Comentario [L1171]: Como ya
anotamos, de los espíritus que emplearon su
actividad en obtener gloria y fama, por lo
y cuando a esto dirigen sus deseos, que ocupan un lugar más bajo en la
jerarquía celeste.
desviándose así, más apagados
del verdadero amor los rayos sienten. 117
Mas comparar los méritos y el premio
de nuestra dicha también forma parte,
no viéndolos mayores ni menores. 120

Tal nos endulza la viva justicia


el afecto, y por ello no se puede
ya a la malicia nunca desviarlo. 123

Diversas voces cantan dulces notas;


tal los diversos grados de esta vida
dulce armonía en estas ruedas forman. 126

Y dentro de esta perla en la que estamos


luce la luz de Romeo, de quien 128 Comentario [L1172]: Romieu de
Villeneuve, nacido en torno a 1170,
fue su gran obra mal agradecida. 129 ministro de Ramón Berenguer IV de
Provenza, y posteriormente regente de su
hija Beatriz (Purgatorio, VII, 128, y XX,
Pero sus enemigos provenzales 61), casada luego con Carlos I de Anjou.
no ríen; pues camina erradamente Murió en 1250. Dante se apoya en una
leyenda de la época, y acaso, en su posterior
el que se duele del bien de los otros. 132 caída en desgracia, se identifique con esta
víctima de las ajenas calumnias.
Cuatro hijas tuvo, y las cuatro reinaron, 133 Comentario [L1173]: Margarita,
Raimundo Berenguer, y esto lo hizo esposa de Luis IX de Francia; Leonor,
casada con Enrique III de Inglaterra;
Romeo, un hombre humilde y peregrino 135 Sancha, esposa de Ricardo, elegido Rey de
Romanos; y la citada Beatriz, heredera de
Provenza y esposa de Carlos I de Aujou.
Y luego las calumnias le movieron a
pedirle las cuentas a este justo,
quien devolvió siete y cinco por diez, 138

tras de lo cual partió, viejo y mendigo;


y si el mundo supiera su coraje
mendigando su vida hogaza a hogaza 141
mucho lo alaba, y más lo alabaría.

CANTO VII

«Ossanna, sanctus Deus sabaoth,


superilunstrans claritate tua
felices ignes borum malacth!» 3 Comentario [L1174]: «Salve a ti, señor
de los ejércitos, que iluminas desde lo alto
con tu luz a los felices esplendores de este
De este modo, volviéndose a sus notas, reino.»
escuché que cantaba esa sustancia,
sobre la cual doble luz se enduaba; 6 Comentario [L1175]: En el original,
«s'addua», del verbo neológico «adduarsi»,
hacerse dos.
y reemprendió su danza con las otras,
y como velocísimas centellas
las ocultó la súbita distancia. 9

Dudoso estaba y me decía: «¡Dile!


Dile, dile -decía- a mi señora
que mi sed sacie con su dulce estilo.» 12

Mas el respeto que de mí se adueña


tan sólo con la B o con el IZ, 14 Comentario [L1176]: Con cualquier
parte del nombre de Beatriz.
como el sueño la frente me inclinaba. 15

Poco tiempo Beatriz consintió esto,


y empezó, iluminándome su risa,
que aun en el fuego me haría dichoso: 18

«Según mi parecer siempre infalible,


cómo justa venganza justamente
ha sido castigada, estás pensando; 21

mas yo desataré pronto tu mente;


y escúchame, porque lo que te diga
te hará el regalo de una gran certeza. 24

Por no poner a la virtud que quiere


un freno por su bien, el no nacido,
se condenó a sí mismo y su progenie; 27

por lo cual los humanos muchos siglos 28 Comentario [L1177]: Adán, que no
nació, sino que fue directamente creado por
en el error yacieron como enfermos, Dios, se condenó por no poner freno a su
hasta que al Verbo descender le plugo, 30 voluntad.

y la naturaleza extraviada
de su creador, añadió a su persona,
sólo por obra de su amor eterno 33 Comentario [L1178]: A su persona
divina añadió la naturaleza humana.

Ahora atiende a lo que ahora se razona:


a su hacedor unida esta natura,
cual fue creada fue sincera y buena; 36

mas desterrada fue del Paraíso


estando sola, pues torció el camino
de la verdad y de su propia vida. 39

Y así la pena de la cruz, medida


con la naturaleza que asumiera,
aplicóse más justa que ninguna; 42 Comentario [L1179]: Al haberse
extraviado en el pecado la naturaleza
humana, con la que el Verbo se unió, se
y así ninguna fue tan injuriosa, hizo merecedora de la muerte en la cruz.
si a la persona que sufrió atendemos,
a la que se juntara esa natura. 45 Comentario [L1180]: Si atendemos, en
cambio, a la naturaleza divina, la cruz fue
una monstruosa injusticia.
Mas tuvo un acto efectos diferentes:
Comentario [L1181]: La crucifixión
plació una muerte a Dios y a los judíos; satisfizo a los judíos, pero también a Dios,
hizo temblar la tierra y abrió el cielo. 48 pues así se cumplían sus planes de
redención.
Ya no te debe parecer extraño,
al escuchar que una justa venganza
castigó luego un justo tribunal. 51

Mas ahora veo oprimida tu mente


de un pensamiento en otro por un nudo,
que ardientemente desatar esperas. 54

Te dices: "Bien comprendo lo que escucho;


mas porque Dios quisiera, se me esconde,
de redimirnos esta forma sólo." 57

Sepultado está, hermano, este decreto


a los ojos de aquellos cuyo ingenio
en la llama de amor no ha madurado. 60

Y en verdad, como en este punto mucho


se considera y poco se comprende,
diré por qué este modo fue el más digno. 63

La divina bondad, que de sí aparta 64 Comentario [L1182]: Va a comenzar


ahora Beatriz un largo discurso acerca del
cualquier rencor, ardiendo en sí, destella misterio de la encarnación de Cristo, que
las eternas bellezas desplegando. 66 creo de fácil comprension para el lector y
por ello no anoto.

Lo que sin mediación de ella destila 67 Comentario [L1183]: 67-72 Las cosas
que crea Dios directamente son eternas y
luego no tiene fin, porque su impronta libres.
nunca se borra en donde pone el sello. 69

Lo que sin mediación llueve de ella


del todo es libre porque no depende
de la influencia de las nuevas cosas. 72

Más le placen, pues más se le asemejan;


que el santo amor que toda cosa irradia,
es más brillante en la más parecida. 75

Tiene ventaja en todos estos dones 76 Comentario [L1184]: Eternidad,


libertad y conformidad con Dios.
la humana criatura, y si uno falta,
privada debe ser de su nobleza. 78

Sólo el pecado es el que la encadena


del sumo bien haciéndola distinta,
por lo que con su luz poco se adorna; 81

y a aquella dignidad ya nunca vuelve


si no llena el vacío de la culpa
con justas penas contra el mal deleite. 84
Vuestra naturaleza, al pecar tota
en su simiente, de estas dignidades,
como del paraíso, fue apartada; 87

sin poder recobrarla, si lo piensas


bien sutilmente, por ningún camino
que por estos dos vados no atraviese: 90

o que Dios solo generosamente


perdonara, o el hombre por sí mismo
diese satisfacción de su locura. 93

Ahora clava la vista en el abismo


del eterno saber, a mis palabras
cuanto puedas atentamente fijo. 96

No podría en sus límites el hombre


satisfacer, pues no puede ir abajo
luego con humildad obedeciendo, 99

cuanto desobediente quiso alzarse;


y es esta la razón que incapacita
a reparar al hombre por sí mismo. 102

A Dios, pues, convenía con sus medios


al hombre devolver la vida entera,
con uno digo, o con los dos acaso. 105 Comentario [L1185]: Por misericordia,
por justicia, o por ambas a un tiempo.

Mas pues la obra es tanto más querida


por quien la hace, cuanto más nos muestra
el pecho bondadoso del que sale, 108

la divina bondad que el mundo sella,


de proceder por todos sus caminos
gustó para volvernos a lo alto. 111

Y entre la última noche y el primero 112 Comentario [L1186]: Desde el


principio del mundo al día del juicio Final.
de los días, un hecho tan sublime
por uno y otro, ni hubo ni lo habrá: 114 Comentario [L1187]: Cfr. v. 105.

pues fue más generoso al darse él mismo,


para hacer digno al hombre de elevarse,
Dios, que si hubiera sólo perdonado; 117

y ningún otro modo le bastaba


a la justicia, si el Divino Hijo
no se hubiese humillado al encarnarse. 120

Ahora para calmar cualquier deseo,


vuelvo para aclararte sólo un punto
para que puedas, como yo, entenderlo. 123

Tú dices: "Veo el fuego, y veo el agua,


la tierra, el aire y sus combinaciones
que se corrompen y que duran poco; 126

y creadas han sido sin embargo;


por lo que, si es verdad lo que me has dicho
de corrupción debieran verse libres." 129

Los ángeles, hermano, y este puro 130 Comentario [L1188]: 130-141 Los
elementos no fueron, a diferencia del
país en el que estamos, fueron hechos hombre, los ángeles o el ciclo, directamente
tal como son, en su entera existencia; 132 creados por Dios, como tampoco el alma de
las plantas y lo animales

pero los elementos que has nombrado


y aquellas cosas que proceden de ellos
de creada potencia toman forma. 135

Creada fue la materia que tienen;


creada fue la potencia formante
en los astros que en torno suyo giran. 138

Las luces santas sacan con su rayo


de su virtualidad y con sus giros
el alma de las plantas y los brutos; 141

pero sin mediación la vuestra exhala 142 Comentario [L1189]: 142-148 El alma
humana, y su propio cuerpo, en el cuerpo de
la suprema bondad, y la enamora los primeros padres, fue creada
de sí, tal que por siempre la desea. 144 directamente por Dios, por lo cual tanto el
alma como el cuerpo son inmortales, lo que
permite la idea de la resurrección.
Y deducir aún puedes de este punto
vuestra resurrección, si otra vez piensas
cómo la humana carne fue creada 147
al ser creados los primeros padres.»

CANTO VIII

Solía creer el mundo erradamente


que la bella Cipriña el amor loco 2 Comentario [L1190]: Venus, así
llamada por haber nacido en Chipre.
desde el tercer epiciclo irradiaba; 3 Estamos en el tercer cielo, el de los
espíritus amantes.
y por esto no honraban sólo a ella
con sacrificios y votivos ruegos Comentario [L1191]: Dione, hija de
en su antiguo extravío los antiguos; 6 Tetis y el Océano, madre de Venus según
algunos mitógrafos. Cuenta Virgilio en
Eneída, I, 685-88, que Cupido tomó la
mas a Dione honraban y a Cupido, figura de Ascanio, hijo de Eneas, aún de
corta edad, para que Dido, reina de Cartago,
por madre a una, al otro como hijo, lo tomara entre sus brazos, aprovechando
y en el seno de Dido lo creían; 9 esta ocasión para infundirle el trágico amor
por el héroe troyano.
y por la que he citado en el comienzo,
le pusieron el nombre a aquella estrella
que al sol recrea de nuca o de frente. 12 Comentario [L1192]: Venus precede al
sol por la mañana y lo sigue en el ocaso.

Hasta ella ascendí sin darme cuenta;


pero me confirmó que en ella estaba
el ver aún más hermosa a mi señora. 15

Y cual la chispa se observa en la llama,


y una voz se distingue entre las voces,
si una se para y otra el canto sigue, 18

en esa luz vi yo otras luminarias


dar vuelta más o menos velozmente,
acordes, pienso, a su visión interna. 21

De fría nube vientos no descienden,


tan raudos, ya visibles, ya invisibles,
que ni lentos ni torpes pareciesen 24

a quien hubiese esas luces divinas


visto venir, dejando aquella danza
que empezaba en los altos serafines; 27

y en los primeros que se aparecieron


tal hosanna se oía, que las ansias
de escucharlo otra vez nunca he perdido. 30

Entonces uno se acercó a nosotros 31 Comentario [L1193]: Se trata del ya


citado Carlos Martel, hijo de Carlos II de
y dijo: «Estamos todos preparados Anjou y de María, hermana de Ladislao IV,
para darte placer y recrearte. 33 rey de Hungría. Nació en 1271, y a los
dieciseis años casó con Clemencia, hija de
Rodolfo de Habsburgo. Fue coronado rey
Girarnos con los príncipes celestes de Hungría a la muerte de su tío, pero esta
coronación no se llevó nunca a efecto.
con un mismo girar y una sed misma, Estuvo en Florencia en 1294, donde debió
de la cual tú en el mundo ya cantaste: 36 conocer y estimar a nuestro poeta. Murió en
1295.

«Los que moveis pensando el tercer áeio»; 37 Comentario [L1194]: «Voi chè
intendendo il terzo ciel movete» es el
y tal amor nos colma, que no menos comienzo de una canción de Dante escrita
dulce, por complacerte, es el pararnos.» 39 en 1294, comentada por él en Convivium,
II.

Luego de haber mis ojos reverentes


puesto en mi dama, y que ella les hubiera
satisfecho mostrando su aquiescencia, 42

volviéronse a la luz que una tan grande


promesa había hecho, y: «Quiénes sois»
dijo mi voz de gran afecto llena. 45
¡Y cuánto y cómo vi que se crecía
con esta dicha nueva que aumentaba
su dicha, al dirigirle mi pregunta! 48

Dijo, así transformada: «Poco tiempo


del mundo fui; y si más hubiera sido,
muchos males que habrá, no los habría. 51 Comentario [L1195]: Si no hubiese
muerto joven hubiese evitado muchos
males que acaecieron.
Mi contento no deja que me veas
porque brillando alrededor me oculta
como animal en su seda encerrado. 54

Mucho me amaste, y tuviste motivos;


pues si hubiese vivido, hubieras visto
de mi cariño más que sólo hojas. 57 Comentario [L1196]: Recuérdese que
los dos jóvenes se habían conocido en
Florencia.
Aquella orilla izquierda que al mezclarse 58 Comentario [L1197]: 58-60 Provenza.
bañan el río Ródano y el Sorga,
por señor a su hora me esperaba, 60

Y aquel cuerno de Ausonia limitado 61 Comentario [L1198]: 61-63 El reino


de Nápoles.
por Catona, por Baria, por Gaeta,
donde el Verde y el Tronto desembocan. 63

Ya lucía en mi frente la corona 64 Comentario [L1199]: 64-66 Ya había


sido coronado rey de Hungría.
de aquella tierra que el Danubio riega
cuando abandona la margen tedesca. 66 Comentario [L1200]: 67-69 También
debería haber sido rey de Sicilia, llamada
Trinacria por su forma triangular. Pachino y
Y la hermosa Trinacria, que se anubla 67 Peloro (Hoy Passaro y Faro) son dos cabos
sicilianos uno al norte y otro al sur, en la
entre Peloro y Pachino, en el golfo costa oriental.
que el ímpetu del Euro más recibe, 69 Comentario [L1201]: Las nubes que
oscurecen Sicilia se deben, no como cuenta
la leyenda, al gigante Tifeo, rebelde contra
no por Tifeo sino del azufre, 70 Júpiter, que se encuentra enterrado bajo el
aún hubiera esperado sus monarcas, 71 Etna -recuérdese el comienzo del Poliferno
gongorino-, sino a las emanaciones de
de Carlos y Rodolfo en mí nacidos, 72 azufre.
Comentario [L1202]: 71-72 «Mis
si el mal gobierno, que atormenta siempre 73 hijos, que serían nietos de Carlos II de
Anjou y de Rodolfo de Habsburgo.»
a los pueblos sujetos no forzase
a gritar a Palermo: "Muerte, muerte." 75 Comentario [L1203]: 73-75 El grito de
los palermitanos en la jornada de las
Vísperas sicilianas «Muerte a los franceses»
Y si mi hermano hubiese esto previsto, 76 con el que se sublevaron contra la tiranía
angevina, ofreciendo Sicilia a la casa de
de Cataluña la pobreza avara Aragón.
evitaría que daño le hiciese; 78 Comentario [L1204]: Roberto de
Anjou, hermano pequeño de Carlos Martel,
estuvo como rehén de los aragoneses de
pues proveer debieran ciertamente, 1288 a 1295. Durante este periodo conoció
él u otros, a fin de que a su barca a muchos catalanes que al parecer llevaría
posteriormente a Nápoles, donde dejaron
cargada, aún otra carga no se agregue. 81 una mala memoria de avaricia.
Comentario [L1205]: El gobierno de
Y su carácter que de largo a parco Roberto de Anjou en Nápoles se caracterizó
por las grandes cargas impuestas al pueblo.
bajó, precisaría capitanes
no preocupados de amasar dinero.» 84

«Puesto que creo que la alta alegría


que tu hablar, señor mío, me ha causado,
donde se inicia y cesa todo bien 87

la ves del mismo modo que la veo,


me es más grata; y también me causa gozo
pues contemplando a Dios la has advertido. 90

Gusto me diste, ponme en claro ahora,


pues me han causado dudas tus palabras,
cómo dulce semilla da amargura.» 93 Comentario [L1206]: Su padre, Carlos
II, fue un rey generoso. Esto va a llevar a
Dante a preguntar por qué de un padre
Esto le dije; y él a mi «Si puedo bueno puede salir un mal hijo.
mostrarte una verdad, a tu pregunta
el rostro le darás y no la espalda. 96

El bien que todo el reino que tú asciendes 97 Comentario [L1207]: Dios.


alegra y mueve, con su providencia
hace que influyan estos grandes cuerpos. 99 Comentario [L1208]: Los planetas.

Y no sólo provistas las naturas


son en la mente que por sí es perfecta,
mas su conservación a un tiempo mismo: 102 Comentario [L1209]: Dios no sólo da
el ser a las cosas, sino que también crea la
manera desenvolverse hacia un fin
por lo que todo aquello que dispara determinado, diferente para cada uno.
este arco a su fin previsto llega,
cual se clava la flecha en su diana. 105

Si así no fuese, el cielo que recorres


tendría de este modo efectos tales
que no serían arte, sino ruinas; 108

y esto no puede ser, si los ingenios 109 Comentario [L1210]: Los ángeles.
que las estrellas mueven no son torpes,
y torpe aquel que las creó imperfectas. 111

¿Quieres que esta verdad te aclare un poco?»


Y yo: «No; pues ya sé que es imposible
que a lo que es necesario Dios faltase.» 114

Y él: «Dime, ¿no sería para el hombre


peor si no viviese en sociedad?»
«Sí -respondí- y la causa no preguntó.» 117

«¿Y puede ser así, si no se tienen


diversamente oficios diferentes?
No, si bien lo escribió vuestro maestro.» 120 Comentario [L1211]: Aristóteles, en
Política, I.

Fue hasta aquí de este modo deduciendo;


y luego concluyó: «Luego diversas
serán de vuestros hechos las raíces: 123

por lo que uno es Solón y el otro es Jerjes, 124 Comentario [L1212]: 124-126
Estadista como Solón, general como Jerjes,
y otro Melchisedec, y el otro aquel sacerdote como Melquisedec, o sabio como
que, volando en el aire, perdió al hijo. 126 Dédalo.

La circular natura, que es el sello


de la cera mortal, obra con tino,
mas no distingue de uno al otro albergue. 129

Por eso ya en el vientre se apartaron


Esaú de Jacob; y de un vil padre
nació Quirino, a Marte atribuido. 132 Comentario [L1213]: Quirino es
Rómulo, que pese a haber nacido de un
padre humilde, su paternidad fue atribuida a
La natura engendrada haría siempre Marte.
su camino al igual que la engendrante,
si el divino poder no la venciese. 135 Comentario [L1214]: La naturaleza de
los hijos seguiría a la de los padres si no
fuese por la providencia divina que actúa
Ahora tienes delante lo de atrás: mediante la influencia de los astros.
mas por que sepas que de ti me gozo,
quiero añadirte aún un corolario. 138

Si la naturaleza encuentra un hado


adverso, como todas las simientes
fuera de su región, da malos frutos. 141

Y si el mundo de abajo se atuviera


al fundamento que natura pone,
siguiendo a éste habría gente buena. 144 Comentario [L1215]: Se debería
permitir que el hombre siguiera sus
inclinaciones naturales a la hora de ejercer
Mas vosotros hacéis un religioso 145 alguna actividad.
de quien nació para ceñir espada, Comentario [L1216]: 145-148 Acaso
Carlos Martel alude aquí a sus propios
y hacéis rey del que gusta de sermones; 147 hermanos: Luis, hecho obispo de Tolosa en
y así pues vuestra ruta se extravía.» 1296; y a Roberto, hecho rey de Nápoles en
1309, y cuya ciencia teológica alaban
Petrarca y Boccaccio. También este último
CANTO IX puede ser el Roberto aludido en vv. 76-84,
del que se nos han conservado innumera-
bles textos religiosos.
Después, Bella Clemencia, que tu Carlos 1
Comentario [L1217]: Se trata de su
las dudas me aclaró, contó los fraudes hija, nacida alrededor de 1290, casada con
que debiera sufrir su descendencia; 3 Luis X de Francia en 1315 y muerta en
1328. Para otros, el poeta alude a la esposa,
la ya citada Clemencia de Habsburgo. Pero
mas dijo: «Calla y deja andar los años»; 4 no olvidemos que la primera aún vivía, lo
que hace preferible su identificación.
nada pues os diré, sólo que un justo
Comentario [L1218]: Carlos Martel
duelo vendrá detrás de vuestros males. 6 pide al poeta que guarde en secreto su
revelación.
Y ya el alma de aquel santo lucero
se había vuelto al sol que le llenaba
como aquel bien que colma cualquier cosa. 9

¡Ah criaturas impías, necias almas,


que el corazón torcéis de un bien tan grande,
hacia la vanidad volviendo el rostro! 12

Y entonces otro de los esplendores 13 Comentario [L1219]: Se trata, como


veremos, de Cunizza da Romano, hija de
vino a mí, y que quería complacerme Ezzelino II y hermana del cruel Ezzelino II,
el brillo que esparcía me mostraba 15 nacida en torno a 1198. Ya casada con el
señor de Verona fue raptada por el trovador
Sordello, ya conocido por nosotros (Pur-
Los ojos de Beatriz, que estaban fijos gatorio, VI), y tras llevar una vida
sentimental bastante escandalosa y contraer
sobre mí, igual que antes, asintieron dos nuevas nupcias se recluyó en Toscana,
dando consentimiento a mi deseo. 18 donde murió a una muy avanzada edad,
después de 1279, dedicada a la caridad, es
decir, trocó el influjo de Venus del amor
«Dale compensación pronto a mis ansias, mundano por el espiritual.
santo espíritu y muéstrame -le dije-
que lo que pienso pueda en ti copiarse.» 21 Comentario [L1220]: «Que puedes ver
en mi interior sin que yo necesite hablarte.»

Y aquella luz a quien no conocía,


desde el profundo seno en que cantaba,
dijo como quien goza el bien haciendo: 24

«En esa parte de la depravada 25 Comentario [L1221]: En la marca de


Treviso, que se extiende entre Venecia y los
Italia que se encuentra entre Rialto 26 Alpes de Trentino y de Cadore, de donde
y las fuentes del Brenta y del Piave, 27 procedían los Ezzelini.
Comentario [L1222]: Rialto es una de
las islitas sobre las que surgió Venecia.
un monte se levanta, no muy alto, 28
desde el cual descendió una mala antorcha 29 Comentario [L1223]: El monte
Ramano, entre Vicenza y Treviso.
que infligió un gran estrago a la comarca. 30
Comentario [L1224]: Ezzelino III da
Romano, tirano de dicha comarca.
De una misma raíz nacimos ambos:
Cunizza fui llamada, y aquí brillo
pues me venció la lumbre de esta estrella. 33 Comentario [L1225]: El planeta
Venus, recordémoslo, es el planeta que rige
la pasión amorosa, a la que Cunizza fue al
Mas alegre a mí misma me perdono parecer tan inclinada.
la causa de mi suerte, y no me duelo;
y esto tal vez el vulgo no lo entienda. 36

De la resplandeciente y cara joya 37 Comentario [L1226]: La


«resplandeciente y cara joya» que se
de este cielo que tengo más cercana encuentra más próxima a Cunizza es la
quedó gran fama; y antes de extinguirse, 39 sombra de Folco de Marsella, de quien
hablaremos más adelante. Cunizza afirma
que la fama de éste se extenderá aún
se quintuplicará este mismo año: quinientos años más.
mira si excelso debe hacerse el hombre, Comentario [L1227]: Los habitantes
tal que otra vida a la vida suceda. 42 de la marca de Treviso, cuyos ríos son el
Adige y el Tagliamento. Cunizza va a
profetizar a continuación una serie de
Y esto no piensa la turba presente 43 desgracias que ocurrirán próximamente en
dicha marca.
que el Tagliamento y Adigio rodean:
ni aun siendo golpeada se arrepiente; 45

mas pronto ocurrirá que Padua cambie 46 Comentario [L1228]: Se refiere a la


derrota de los paduanos en 1314 a manos de
el agua del pantano de Vincenza, Cangrande della Scala, señor de Verona,
porque son al deber gentes rebeldes; 48 que Dante ve como un castigo a sus errores.
El agua se cambiará en sangre a causa de la
derrota.
y donde el Silo y el Cagnano se unen, 49 Comentario [L1229]: El Silo y el
alguien aún señorea con orgullo, Cagnano se unen en Treviso. El que aún
y ya se hace la red para atraparle. 51 señorea del v. siguiente es Rizzardo da
Camino, hijo del buen Gherardo
(Purgatorio, XVI, 124) y marido de
Llorará también Feltre la traición 52 Giovanna Visconti (Purgatorio, VIII, 71).
Sucedió a su padre en 1306, pero ya desde
de su impío pastor, y tan enorme antes se había mostrado como hombre
será, que en Malta no hubo semejante. 54 soberbio. Fue muerto por una conjetura en
1312.
Comentario [L1230]: Alude a la
Muy grande debería ser la cuba traición del obispo de Feltre, Alessandro
que llenase la sangre ferraresa, Novello, que en 1314 entregó al obispo de
Ferrara algunos ferrarenses gibelinos que se
cansando a quien pesara onza por onza, 57 habían exiliado de su ciudad y que fueron
posteriormente decapitados.

la que dará tan cortés sacerdote Comentario [L1231]: Malta es el


nombre de una prisión destinada a los
por mostrar su partido; y dones tales 59 condenados por causas notoriamente
al vivir del país se corresponden. 60 graves.
Comentario [L1232]: Su partido era,
naturalmente, el partido güelfo.
Hay espejos arriba que vosotros 61
llamáis Tronos, y Dios por medio de ellos Comentario [L1233]: Los tronos
angélicos certifican la veracidad de la
nos alumbra, y mis dichos certifican.» 63 profecía de Cunizza.

Aquí dejó de hablar; y me hizo un gesto


de volverse a otra cosa, pues se puso
una vez más en la rueda en la que estaba. 66

El otro gozo a quien ya conocía 67 Comentario [L1234]: De nuevo Foico


de Marsella.
como preciada cosa, ante mis ojos
era cual un rubí que el sol hiriese. 69

Arriba aumenta el resplandor gozando, 70 Comentario [L1235]: «Arriba», en el


cielo; «aquí» y «abajo», en la tierra.
como la risa aquí; y la sombra crece
abajo, al par que aumenta la tristeza. 72

«Dios lo ve todo, y tu mirar se enela 73 Comentario [L1236]: «Enela», en el


original «inluia», neologismo dantesco con
-le dije santo espíritu, y no puede el sentido de «hacerse él».
para ti estar oculto algún deseo. 75

Por lo tanto tu voz, que alegra el cielo


con el cantar de aquellos fuegos píos
que con seis alas hacen su casulla, 78 Comentario [L1237]: Los serafines,
según Isaías, poseen seis alas.

¿por qué no satisface mis deseos?


No esperaría yo a que preguntaras
si me intuara yo cual tú te enmías.» 81 Comentario [L1238]: En el original
«intuassi», «inmi», respectivamente. Como
en v. 73, hacerse tú, hacerse yo.
«El mayor valle en que el agua se vierte 82 Comentario [L1239]: El «Mayor
-sus palabras entonces me dijeron- valle» es el mar Mediterráneo, el más
grande de los mares si exceptuamos el
fuera del mar que a la tierra enguirnalda, 84 Océano que abarca toda la tierra y ocupa
todo el hemisferio austral. Se extiende entre
enemigas playas, es decir, las cristianas y la
entre enemigas playas contra el curso sarracenas; hay cierta inexactitud en los
del sol tanto se extiende, que ya hace cálculos cartográficos de Dante en este
pasaje, pues Dante le supone una extensión
meridiano donde antes horizonte. 87 de 90º cuando en realidad no tiene más de
42º.
Ribereño fui yo de aquellas costas Comentario [L1240]: Es decir, nació
entre el Ebro y el Magra, que divide en Marsella, a medio camino entre Italia y
España, y en la misma longitud que Bugía,
en corto trecho Génova y Toscana. 90 ciudad de la costa argelina. Folco o
Folchetto, nació poco después de la
segunda mitad del siglo XII. Entre 1180-95
Casi en un orto mismo y un ocaso compuso gran cantidad de canciones
están Bugía y mi ciudad natal, trovadorescas, y tras la muerte de su amada
Adalasia di Roquemartine, mujer del conde
que enrojeció su puerto con su sangre. 93 de Marsella, se hizo cisterciense, siendo
elegido abad en 1201 y obispo de Tolosa en
1205, cargo en el que se ocupó en la perse-
Era llamado Folco por la gente cución de los albigenses, con ayuda de la
que sabía mi nombre; y a este cielo, recién creada Inquisición. Murió en 1231.

como él me iluminó, yo ahora ilumino; 96 Comentario [L1241]: El río Marra


separa la Toscana de la Liguria.
Comentario [L1242]: Bruto conquistó
que más no ardiera la hija de Belo, 97 Marsella por orden de César (Purgatorio,
a Siqueo y a Creusa dando enojos, XVIII, 102).
que yo, hasta que mi edad lo permitía; 99 Comentario [L1243]: Tres ejemplos de
pasión amorosa: la hija de Belo es Dido,
esposa de Siqueo. Creusa es la esposa de
ni aquella Rodopea que engañada 100 Eneas, antes de la reina fenicia.
fue por Demofoonte, ni Alcides 101 Comentario [L1244]: Filide, hija de
cuando encerró en su corazón a Iole. 102 Sitón, que vivía junto al monte Rodope,
murió creyéndose abandonada por
Demofoonte, hijo de Tesco y Fedra
Pero aquí no se llora, mas se ríe, (Ovidio, Heroid., II
no la culpa, que aquí no se recuerda, Comentario [L1245]: Alcides es
Heracies o Hércules, que se enamoró de
sino el poder que ordenó y que provino. 105 Yole, suscitando así los celos de su esposa
Deyanira, que provocaron su muerte con la
tunica envenenada (Ovidio, Hiroid., IX).
Aquí se admira el arte que se adorna
de tanto afecto, y se comprende el bien
que hace que influya abajo lo de arriba. 108

Y a fin de que colmados tus deseos


lleves que en esta esfera te han surgido,
debiera referirte aún otras cosas. 111

Quieres saber quién hay en esa hoguera


que aquí cerca de mí lanza destellos Comentario [L1246]: Prostituta de
como el rayo de sol en aguas limpias. 114 Jericó que ayudó a escapar a los espías que
Josué había enviado a dicha ciudad (Josué,
III-21, VI 15-25). Los comentaristas ponen
Sabrás que en su interior se regocija de manifiesto la similitud entre la toma de
Jericó al son de las trompetas y la conquista
Raab; y en compañía de este coro, 116 de la ciudad albigense de Lavour en 1211,
en su más sumo grado resplandece. 117 dirigida entre cánticos religiosos por el
obispo de Tolosa sucesor de Folquetto.
A nuestro cielo, en que la sombra acaba
de vuestro mundo, aún antes que alma alguna
por el triunfo de Cristo, fue subida. 120

Convenía ponerla por trofeo


en algún cielo, de la alta victoria
obtenida con una y otra palma, 123

pues ella el primer triunfo de Josué 124 Comentario [L1247]: La «alta


victoria» más que la toma de Jericó es la
favoreció en la Tierra Prometida, propia Redención, conseguida «con una y
que poco tiene el Papa en la memoria. 126 otra palma», es decir, con las manos de
Cristo clavadas al madero.

Tu ciudad, que es retoño del primero 127 Comentario [L1248]: Folquetto


reprocha ahora el desinterés del papado por
que a su creador volviera las espaldas, la recuperacion de los Santos Lugares.
cuya envidia ha causado tantos males, 129 Recordemos de nuevo su celo antiherético.
Comentario [L1249]: Florencia es el
retoño de Lucifer, el ángel rebelde a Dios.
crea y propaga las malditas flores 130
Comentario [L1250]: Las malditas
que han descarriado a ovejas y a corderos, flores son la moneda de Florencia, el florín,
pues al pastor en lobo han convertido. 132 acuñado con una flor de lis. La avaricia ha
desviado al papado de su tarea de cruzada.
Comentario [L1251]: Por la avaricia
Por esto el Evangelio y los Doctores los estudiosos abandonan el Evangelio y los
se olvida, y nada más las Decretales Santos Padres y sólo se preocupan del
estudio más lucrativo de las Decretales, es
se estudian, cual sus márgenes indican. 135 decir, del derecho canónico, como lo
muestran las anotaciones en los márgenes
de estos tratados.
De esto el Papa y la curia se preocupa; 136
y a Nazaret no van sus pensamientos, Comentario [L1252]: De acumular
riqueza.
allí donde Gabriel abrió las alas. 138

Mas pronto el Vaticano y otros sitios 139 Comentario [L1253]: Se refiere a la


muerte de Bonifacio VIII o al traslado de la
elegidos de Roma, cementerios Curia a Aviñon. O mejor, como muchas
de la milicia que a Pedro siguiera, profecías de Dante, a un futuro hipotético
en que la Iglesia recupere su primitiva
del adulterio habrán de verse libres.» 141 pureza.
Comentario [L1254]: Los mártires.
CANTO X

Con el Amor que eternamente mana 1 Comentario [L1255]: 1-3 La potencia


primera es el Padre; el Amor, el Espíritu
del uno al otro, contemplando al Hijo Santo; el Hijo es el Verbo.
la Potencia primera e inefable 3

cuanto en espacio o mente se concibe


con tanto orden creó, que estar no puede
sin gustar de ello aquel que vuelve a verlo. 6

Alza, lector, hacia las altas ruedas 7 Comentario [L1256]: Dante invita al
lector a levantar la vista a las esferas
con la mía tu vista, hacia aquel sitio superiores donde se encuentran dos
donde dos movimientos se entrecruzan; 9 movimientos celestes contrarios: el diurno
ecuatorial, de oriente a occidente, y el de
los signos zodiacales, anual, que va de
y allí comienza a disfrutar del Arte occidente a oriente. Ambos giros coinciden
en los puntos equinocciales.
de aquel maestro que tanto lo ama 11 Comentario [L1257]: El maestro es
Dios.
en sí, que nunca de él quita la vista. 12

Mira cómo de allí se aparta el círculo 13 Comentario [L1258]: 13-18 El círculo


zodiacal es oblicuo con respecto al ecuador
oblicuo que conduce los planetas, terrestre. Si así no fuese no existiría la
satisfaciendo al mundo que los llama. 15 rotación de las estaciones, se anularían las
influencias astrales y la vida en la tierra
sería difícil.
Pues no siendo inclinado su camino,
vano sería el influir del cielo
y casi muerta aquí cualquier potencia; 18

y si más o si menos se alejara


girando, de la perpendicular,
se rompería el orden de los mundos. 21

Quédate ahora, lector, sobre tu banco,


meditando en aquello que sugiero,
si quieres disfrutar y no cansarte. 24

Te lo he mostrado: come tú ahora de ello; 25 Comentario [L1259]: Dante no quiere


insistir más en consideraciones
que a ella reclama todos mis cuidados astronómicas, que deja al cuidado del
esa materia de que soy escriba. 27 lector, y avanza en su materia.

De la naturaleza el gran ministro, 28 Comentario [L1260]: El sol.


que la virtud del cielo imprime al mundo
y es la medida, con su luz, del tiempo, 30

a aquella parte arriba mencionada 31 Comentario [L1261]: La constelación


de Aries. Recuérdese que nos encontramos
junto, giraba por las espirales en el equinoccio primaveral.
que le traen cada día más temprano; 33

y yo estaba con él; mas del subir 34 Comentario [L1262]: «Yo me


encontraba, sin saber cómo había llegado,
no me di cuenta, como aquel que nota, en el mismo sol. Como quien tras tener una
tras la idea, de dónde le ha venido. 36 idea advierte de dónde procede ésta.»

Era Beatriz aquella que guiaba


de un bien a otro mejor, tan raudamente
que el tiempo no medía sus acciones. 39

¡Cuán luminosa debería ser


por sí, la que en el sol donde yo entraba
no por color, por luz era visible! 42

Aunque costumbre, ingenio y arte invoque


no diría lo nunca imaginado;
mas puede ser creído y desear verlo. 45

Y si son bajas nuestras fantasías


a tanta altura, no hay por qué extrañarse;
que más que el Sol no hay ojos que hayan visto. 48

Tal se mostraba la cuarta familia 49 Comentario [L1263]: La cuarta familia


es la de los espíritus sabios, que se
del Alto Padre, que siempre la sacia, encuentra en la esfera del sol, que rige la
mostrando cómo espira y cómo engendra. 51 sabiduría.
Comentario [L1264]: El Padre genera
al Hijo y de ambos procede el Espíritu
Y comenzó Beatriz: «Dale las gracias Santo.
al angélico sol, puesto que a éste 53
Comentario [L1265]: El «angélico
sensible te ha traído a gusto suyo.» 54 sol» es el propio Dios.

Nunca hubo un corazón tan entregado


a devoción y a someterse a Dios
prestamente con toda gratitud, 57

como yo al escuchar esas palabras;


y tanto todo en él mi amor se puso,
que a Beatriz, eclipsó en el olvido. 60

No se enfadó; mas se rió en tal forma,


que el esplendor de sus risueños ojos
mi mente unida dividió en más cosas. 63 Comentario [L1266]: «Mi mente,
unida, sólo ocupada en Dios, se dividió
interesándose por los moradores de la esfera
Muchos fulgores vivos y triunfantes solar.»
vi en torno nuestro como una corona,
en voz más dulce que en rostro lucientes: 66

ceñida así la hija de Latona 67 Comentario [L1267]: La luna.


vemos a veces, cuando el aire es denso,
y retiene los restos de su halo. 69

En la corte celeste que he dejado,


bellas y ricas se hallan muchas joyas
que no pueden sacarse de aquel reino; 72

y de éstas era el canto de las luces;


quien no tiende sus plumas a lo alto,
como de un mudo espera las noticias. 75

Luego, cantando así, los rojos soles


a nuestro alrededor tres vueltas dieron,
cual astros cerca de los polos fijos, 78

pareciendo mujeres que no rompen


su danza, más calladas se detienen
para escuchar la nueva melodía; 81

y escuché dentro de una de ellas: «Cuando


el rayo de la gracia, en que se enciende
un verdadero amor que amando aumenta, 84
tanto ilumina en ti multiplicado,
que por esa escalera te conduce
que nadie baja sin subir de nuevo; 87

quien te negase el vino de su bota


para tu sed, más libre no sería
que el agua de correr hacia los mares. 90

Quieres saber qué flores engalanan


esta guirnalda con que se embellece
la hermosa dama que al cielo te empuja. 93

Yo fui cordero del rebaño santo 94 Comentario [L1268]: Habla Tomás de


Aquino que, recordemos, perteneció a la
que conduce Domingo por la senda Orden de los dominicos o predicadores.
que hace avanzar a quien no se extravía. 96 Nació de noble familia en 1225. Entró en la
Orden dominica en 1243 y posteriormente
estudió en París y Colonia, con San Alberto
Este que a mi derecha está más cerca Magno. Fue teólogo de la corte pontificia y
posteriormente profesor de nuevo en París.
fue mi hermano y maestro, él es Alberto 98 Invitado al Concibo de Lyon por el Papa
de Colonia, y yo soy Tomás de Aquino. 99 murió mientras se dirigía a dicha ciudad, se
dice que acaso envenenado (Purgatorío,
XX). Fue el más grande filosofo y teólogo
Y si quieres saber de los demás de su siglo. Su influencia en la Comedia es
enorme.
sigue con tu mirada mis palabras
dando la vuelta en este santo círculo. 102 Comentario [L1269]: San Alberto
Magno (1195-1280). También dominico y
maestro del Aquinate.
Sale aquel resplandor de la sonrisa
de Graziano, que al uno y otro fuero 104 Comentario [L1270]: Graciano fue un
célebre canonista del siglo XII, autor del
dio su ayuda, ganando el paraíso. 105 Decretum sive concordia discordantíum
canonum en torno a 1140. El «uno y otro
fuero» son el derecho civil y el canónico.
Quien cerca de él adorna nuestro coro
fue el Pedro que al igual que aquella viuda,
su tesoro ofreció a la Santa Iglesia. 108 Comentario [L1271]: Pedro Lombardo
(m. en 1164), autor de Sententíarum liber
IV, libro teológico de enorme difusión e
La quinta luz, de todas la más bella, 109 influjo en su tiempo. En el prólogo de dicha
obra P. L. afirma que ofrece su tarea a la
respira tanto amor, que todo el mundo Iglesia, como la viuda que relata Lucas,
saber aquí desea sus noticias; 111 XXI, 1-4, ofreció a Cristo toda su hacienda.
Comentario [L1272]: La quinta luz es
dentro está la alta mente, en la que tanto Salomón.

saber latió, que si lo cierto es cierto,


a tanto ver no surgió aún un segundo. 114
Comentario [L1273]: Se trata de
Dionisio Aeropagita, convertido por San
Ve la luz de aquel cirio, junto a ella 115 Pablo (Hechos, XVII, 34), a quien se
atribuyen tratados apócrifos sobre la
que aun en carne mortal por dentro supo organización de los ángeles, como veremos
la angélica natura y sus oficios. 117 más adelante.
Comentario [L1274]: Se trata del
español Pablo Orosio, antecesor del Cívítas
En la luz pequeñita está riendo Dei agustiniano, con su obra Historiarum
el abogado de tiempos cristianos adversus paganos, muy conocida por
Dante, que apreciaba su estilo latino.
cuyos latines a Agustín sirvieron. 120 También se ha pensado en San Ambrosio
de Milán, que tuvo una enorme influencia
en la conversión del santo de Hipona.
Ahora si el ojo de la mente llevas
de luz en luz tras de mis alabanzas,
ya de la octava te encuentras sediento. 123

Viendo todos los bienes dentro goza


el alma santa que el mundo falaz 125 Comentario [L1275]: El alma de
Boecio, senador romano nacido alrededor
de manifiesto pone a quien le escucha: 126 de 480; elevado a los más altos cargos del
reino y luego condenado por Teodorico a
muerte en 526. Su obra más famosa es De
el cuerpo del que fue arrojada yace consolatione filosophíae, escrita en la cárcel
allá abajo en Cieldauro; y a esta calma en una mezcla de prosa y verso, donde
intenta hacer un primer compromiso entre
vino desde el martirio y el destierro 129 el paganismo y la doctrina cristiana, cuyo
espíritu debió compartir, aunque no es
seguro que llegase a estar bautizado. El
ve más allá las llamas del espíritu medioevo lo consideró como uno de los
de Isidoro, de Beda y de Ricardo, 131 mártires de la fe, y su obra ejerció una
enorme influencia.
que en su contemplación fue más que un hombre. 132
Comentario [L1276]: Isidoro de
Sevilla (570-636), autor de Ethymologíae.
Esa de la cual pasa a mí tu vista, Beda el venerable, normando (674-735),
es la luz de un espíritu que tarde autor de Hístoria eclesíastíca gentis
Anlgiorum.
meditando, pensaba que moría: 135 Ricardo de San Víctor (m. 1173), místico
escocés llamado «Magnus contemplator».

esa es la luz eterna de Sigiero 136 Comentario [L1277]: Sigiero de


Brabante, filósofo seguidor de Averroes y
que, enseñando en el barrio de la Paja, por ello perseguido. Fue profesor en París y
silogismo verdades envidiadas.» 138 murió asesinado en Orvieto por su
secretario loco. Fue contradictor de los
postulados escolásticos y atacado por Santo
En fin, lo mismo que un reloj que llama Tomás, y por ello se discute el porqué de
haberlo Dante elegido entre los santos del
cuando la esposa del Señor despierta 140 saber teológico. Su obra ha sido
a que cante maitines a su amado, 141 recientemente descubierta y revalorizada
por los estudiosos de la filosofía medieval a
causa de su valor precursor del pensamiento
que una pieza a la otra empuja y urge, moderno (negación de la inmortalidad del
alma, de la libertad, de la creación ex
tintineando con tan dulces notas, nihilo, etc.). Acaso Dante premie con el
que el alma bien dispuesta de amor llenan; 144 cielo la honesta y perseguida tarea filo-
sófica, sin tener en cuenta sus conclusiones
heterodoxas.
así vi yo la rueda gloriosa Comentario [L1278]: La Iglesia,
moverse, voz a voz dando respuesta representada como una comunidad
monástica.
tan suave y templada, que tan sólo 147
se escucha donde el gozo se eterniza.

CANTO XI

¡Oh cuán vano el afán de los mortales,


qué mezquinos son esos silogismos
que las alas te arrastran por el suelo! 3

Tras de los aforismos o los Iura 4 Comentario [L1279]: Los «aforismos»


hacen referencia al estudio de la medicina,
iban unos, o tras del sacerdocio por los aforismos de Hipócrates; los «iura»
o del mandar por fuerza o por sofismas. 6 representan el estudio del Derecho.
Comentario [L1280]: ¿Alusión a sus
tras negocios civiles o robando, enemigos florentinos?

o envueltos en el gozo de la carne


se fatigaban, o en la vida ociosa, 9

cuando, de todas estas cosas libre,


con Beatriz por el cielo caminaba
de forma tan gloriosa recibido. 12

Después que cada uno volvió al punto


del círculo en el que antes se encontraba,
se detuvo, cual vela en candelero. 15

Y yo escuché dentro de esa lumbrera


que antes me había hablado, sonriendo, 17 Comentario [L1281]: Tomás de
Aquino.
palabras que le daban aún más lustre: 18

«Igual que yo con sus rayos me enciendo,


así, mirando en esa luz eterna,
adivino el porqué de lo que piensas. 21

Tú dudas y deseas que te aclare


con un lenguaje claro y manifiesto,
para entender aquello que te digo, 24

donde antes dije: «Por donde se avanza», 25 Comentario [L1282]: 25-26 Paraíso,
X, 96 y 114.
o donde dije: «No nació un segundo»;
y es necesario distinguir en esto. 27

La Providencia que gobierna el mundo


de modo que derrota a cualquier mente
creada, antes que llegue a ver el fondo, 30

para que caminase a su deleite


la esposa de quien quiso desposarla 32 Comentario [L1283]: 32-33 La Iglesia,
desposada con Cristo mediante su agonía en
con su bendita sangre a grandes voces, 33 la cruz.

sintiéndose más fiel y más segura,


dos príncipes mandó para ayudarla,
y en una cosa y otra la guiasen. 36 Comentario [L1284]: En caridad y en
sabiduría.

Todo en fuego seráfico uno ardía; 37 Comentario [L1285]: 37-39 San


Francisco, llamado querúbico por la fuerza
por su saber el otro fue en la tierra de su caridad. Santo Domingo, llamado
de querúbica luz un resplandor. 39 seráfico por su sabiduría.

De uno hablaré, si bien de ambos se habla


alabando a cualquiera de los dos,
puesto que a un mismo fin se encaminaron. 42 Comentario [L1286]: Comienza ahora
la biografía y panegírico de San Francisco,
puesta en boca del dominico Tomás de
Entre Tupino y el agua que baja 43 Aquino, y en primer lugar nos localiza la
ciudad de Asís, en la Umbría, lugar de
de la cima escogida por Ubaldo, nacimiento del santo. San Ubaldo, luego
fértil ladera pende de alto monte, 45 obispo de Gubbio, fue ermitaño en el monte
Inzino.
que el frío y el calor manda a Perugia
por la Puerta del Sol; y detrás lloran 47 Comentario [L1287]: Una puerta de
Perugia de donde salía el camino de Asís,
Nocera y Gualdo su pesado yugo. 48 por donde entran los vientos fríos y
calientes que bajan del monte Subasio.
Por donde esta ladera disminuye Comentario [L1288]: No porque
estuviesen bajo el dominio de Perugia, sino
su pendiente, nacióle un sol al mundo, porque se encuentran en una desventajosa
como hace a veces éste sobre el Ganges. 51 situación geográfica. La primera
interpretación ha sido también sostenida por
algún comentarista
Y así pues quien a aquel lugar nombrara
Comentario [L1289]: San Francisco es
que no le llama Asís, pues esto es poco, comparado en todo este pasaje con el sol en
sino Oriente, si quiere ser exacto. 54 el que se encuentran ahora los viajeros.
Comentario [L1290]: Porque el
nombre de Asís se emparenta con «scesi»
No se hallaba del orto muy distante, 55 del verbo «scendere»: «subir»
cuando a la tierra por su gran virtud Comentario [L1291]: Muy joven aún,
logró hacer que sintiese algún consuelo; 57 Francisco tenía 24 años cuando comenzó su
vida de santidad en 1206.

que por tal dama, aún jovencito, en guerra 58 Comentario [L1292]: 58-63 La dama a
la que todos cierran las puertas como a la
con su padre incurrió, a la cual las puertas muerte, es la pobreza, a la que Francisco se
del gozo, cual a muerte, no abre nadie; 60 entregó desde muy joven, enfrentándose
con su padre, al quedarse desnudo delante
de una enorme concurrencia y del propio
y ante toda su corte espiritual obispo, cuando aquél le pidió que
renunciase a los bienes que le
et coram patrem a ella quiso unirse; correspondían por herencia. Ocurrió este
luego la amó más fuerte cada día. 63 hecho en 1207.

Ésta, privada del primer marido, 64 Comentario [L1293]: El primer marido


de la pobreza es Cristo.
mil cien años y más vivió olvidada 65
sin que nadie, hasta aquél, la convidase; 66 Comentario [L1294]: San Francisco
nació en 1182.

no valió oír que al lado de Amiclates


segura la encontró, al oír sus voces,
aquel que fue el terror del mundo entero; 69 Comentario [L1295]: Amiclates es un
ejemplo de la virtud de la pobreza. Se
trataba, según Lucano, de un pobre
ni le valió haber sido tan constante pescador en cuya cabaña entró un día César,
al encontrar la puerta abierta, sin ningún
y firme, que al quedar María abajo, miedo. (Farsalia, V, 519-3 l.)
ella sobre la cruz lloró con Cristo. 72

Pero para no hablarte tan oscuro,


Francisco y la Pobreza estos amantes
has de saber que son de los que te hablo. 75

Su concordia y sus rostros tan felices,


amor y maravilla y gestos dulces,
inspiraban muy santos pensamientos; 78

tanto que aquel Bernardo venerable 79 Comentario [L1296]: 79-81 El primer


seguidor de San Francisco, Bernardo da
se descalzó, y detrás de tanta paz Quintavalle.
corrió, y corriendo tardo se creía. 81
¡Oh secreta riqueza! ¡Oh bien fecundo!
Egidio se descalza, el buen Silvestre, 83 Comentario [L1297]: Otros seguidores
de la primera hora.
tras del esposo, así a la esposa place 84

De allí se fue aquel padre, aquel maestro


con su mujer y su demás familia
que el humilde cordón ya se ceñía. 87

No le inclinó la frente la vergüenza


de ser hijo de Pietro Bernardone, 89 Comentario [L1298]: El padre de San
Francisco era un rico comerciante, acaso de
ni porque pareciera despreciable; 90 lana.

mas dignamente su dura intención


a Inocencio le abrió, y de aquél obtuvo 92 Comentario [L1299]: Inocencio III se
mostró primeramente reacio a aprobar la
el permiso primero de su orden. 93 Orden, hasta que tuvo un sueño en el que la
basílica de San Juan de Letrán, amenazada
de ruina, era salvada por el pobre de Asís.
Después creciendo ya los pobrecillos Después de esto el Papa dio su aprobación
detrás de aquél, cuya admirable vida verbal.
mejor gloriando al cielo se cantara, 96

de segunda corona el Santo Espíritu


ciñó, por mediación de Honorio, aquel 98 Honorio II aprobó
definitivamente la Orden en 1223.
santo deseo de este archimandrita. 99

Y después que, sediento de martirio,


en la presencia del Sultán soberbia
predicó a Cristo y quienes le siguieron, 102 Comentario [L1300]: San Francisco
viajó a Palestina con algunos de los suyos
en 1219, siendo hecho prisionero en San
y encontrando a esas gentes demasiado Juan de Acre. Como Dante dice, intentó en
vano convertir al sultán.
reacias, para no estar inactivo,
volvióse al fruto del huerto de Italia, 105

en el áspero monte entre Arno y Tiber 106 Comentario [L1301]: En el monte


Verna, donde el santo se había retirado a
de Cristo recibió el último sello, hacer penitencia en 1224, recibió los
que sus miembros llevaron por dos años. 108 estigmas de la pasión de Cristo.

Cuando el que a tanto bien le destinara


quiso hacerle subir al galardón
que él mereció por hacerse pequeño, 111

a sus hermanos, como justa herencia,


recomendó su dama más querida,
y les mandó que fielmente la amasen; 114

y de su seno el ánima preclara


quiso salir y volver a su reino, Comentario [L1302]: Del seno de la
pobreza el alma de San Francisco marchó al
y para el cuerpo otra caja no quiso. 117 cielo, mientras el cuerpo fue depositado,
por deseo del mismo, en el suelo antes de
morir.
Ahora piensa en quien fuese aquel colega 118 Comentario [L1303]: Santo Domingo.
digno con él de mantener la barca
de Pedro en alta mar derechamente; 120

y este segundo fue nuestro patriarca;


por lo cual, quien le sigue, como él manda,
sabe que carga buenas mercancías. 123

Mas su rebaño, de nuevas viandas 124 Comentario [L1304]: Acabado el


panegírico de San Francisco, Santo Tomás
se encuentra tan ansioso, que es difícil se vuelve contra la corrupción de su Orden.
que por pastos errados no se pierda; 126

y cuanto sus ovejas más se apartan


y más lejos de aquél vagabundean,
más tornan al redil faltas de leche. 129

Aún hay algunos que temen el daño


y a su pastor se estrechan; mas tan pocas
que a sus capas les basta poca tela. 132

Ahora, si te han bastado mis palabras


y si me has escuchado atentamente,
si recuerdas aquello que te he dicho, 135

en parte habrás tus ganas satisfecho


al ver por qué la planta se marchita,
y verás por qué causa yo te dije
"Que hace avanzar a quien no se extravía". 138

CANTO XII

Tan pronto como la última palabra


la bienaventurada llama dijo,
a girar comenzó la santa rueda; 3

y aún su vuelta no había completado,


cuando otra rueda giró en su redor,
uniendo canto a canto y giro a giro; 6

canto que tanto vence a nuestras musas


y sirenas en esas dulces trompas,
como la luz primera a sus reflejos. 9

Como se ven tras la nube ligera


dos arcos paralelos y de un mismo
color, cuando a su sierva envía Juno, 12 Comentario [L1305]: La mensajera de
Juno es, claro está, Iris, que se muestra en el
cielo con su arco.
que aquel de fuera nace del de dentro,
al modo del hablar de aquella hermosa
que agostó Amor cual sol a los vapores, 15 Comentario [L1306]: Como la ninfa
Eco, consumida por el amor imposible de
Narciso. Fue condenada por la celosa Juno
haciendo que la gente esté segura, a repetir únicamente la última sílaba de las
palabras de los otros.
por el pacto que Dios hizo a Noé,
que al mundo nunca más anegaría: 18 Comentario [L1307]: Recuérdese
Génesis, IX, 8-17.

así de aquellas rosas sempiternas


las dos guirnaldas cerca de nosotros
giraba, respondiendo una a la otra. 21

Cuando la danza y otro gran festejo


del cántico y del mutuo centelleo,
luz con luz jubilosa y reposada, 24

a un mismo tiempo y voluntad cesaron,


como los ojos se abren y se cierran
juntamente al placer que les conmueve; 27

del corazón de una de aquellas luces 28 Comentario [L1308]: Se trata de San


Buenaventura, de quien hablaremos más
se alzó una voz, que como aguja al polo 29 adelante, a quien corresponde hacer el
me hizo volverme al sitio en que se hallaba; 30 panegírico de Santo Domingo de Guzmán,
luego que un dominico ha hecho la
alabanza de San Francisco.
y comenzó: «El amor que me hace bella Comentario [L1309]: Dante compara
me obliga a que del otro jefe trate la atracción que sobre él ejerce la voz del
santo con la que ejerce siempre el polo
por quien del mío aquí tan bien se ha hablado. 33 norte sobre la aguja imantada de la brújula.

Justo es que, donde esté el uno, esté el otro: 34 Comentario [L1310]: Las
desavenencias históricas o la simple
y así pues como a una combatieron, competencia de dominicos y franciscanos
así luzca su gloria juntamente. 36 (piénsese en las iglesias de Santa María
Novella o Santa Croce en Florencia, o la de
los Frari y santos Giovanni y Paolo en
La milicia de Cristo, que tan caro Venecia) que llenaron la historia de ambas
en la época de su desarrollo e implantación
costó rearmar, detrás de sus banderas en Europa, quedan totalmente superadas en
marchaba escasa, lenta y recelosa, 39 el cielo.

cuando el Emperador que siempre reina 40 Comentario [L1311]: Dios, o Cristo.


ayudó a su legión en el peligro,
por gracia sólo, no por merecerlo. 42

Y, ya se ha dicho, socorrió a su esposa


con dos caudillos, a cuyas palabras
y obras reunióse el pueblo descarriado. 45

Allí donde se alza y donde abre 46 Comentario [L1312]: En España, lugar


de Europa en que primero comienza la
Céfiro dulce los follajes nuevos, primavera.
de los que luego Europa se reviste, 48

no lejos del batir del oleaje


tras el cual, por su larga caminata, Comentario [L1313]: Tras el golfo de
el sol se oculta a todos ciertos días, 51 León donde ciertos días -los de solsticio de
verano--se oculta el sol.
está la afortunada Caleruega
bajo la protección del gran escudo
del león subyugado que subyuga: 54 Comentario [L1314]: El escudo de
Castilla está formado por cuatro cuarteles.
A un lado, uno ocupado por un león
allí nació el amante infatigable 55 rampante se encuentra bajo otro donde
figura un castillo, y a la inversa en la parte
de la cristiana fe, el atleta santo contraria.
fiero al contrario y bueno con los suyos; 57 Comentario [L1315]: Santo Domingo
de Guzmán nació en Caleruega en 1170. En
y en cuanto fue creada, fue repleta 1215 fundó la Orden de los predicadores,
destinada a la lucha contra los albigenses y
tanto su mente de activa virtud murió en 1221. Dante sigue a los antiguos
que, aún en la madre, la hizo profetisa. 60 biógrafos.
Comentario [L1316]: Según la
leyenda, estando la madre del santo encinta
Al celebrarse ya en la santa fuente de éste como reflejo de la sabiduría de su
los esponsales entre él y la Fe, 62 hijo soñó que daba a luz un perro blanco y
negro. Recuérdese que el hábito dominico
la mutua salvación dándose en dote, 63 es blanco con manto negro, y los
predicadores gustaban llamarse «Domini
Canes» o perros del Señor (así aparecen
la mujer que por él dio asentimiento, representados en los frescos de Santa María
vio en un sueño ese fruto prodigioso Novella.)

que saldría de aquél y su progenie; 66 Comentario [L1317]: Al igual que San


Francisco desposa a la pobreza, Santo
Domingo lo hace con la fe.
y porque fuese cual era, aun de nombre, 67 Comentario [L1318]: Su madrina tuvo
un espíritu vino a señalarlo un sueño profético sobre la suerte del santo
y sus herederos los dominicos.
del posesivo de quien era entero. 69
Comentario [L1319]: Domingo
(Dominicus) significa «Del Señor».
Fue llamado Domingo; y hablo de él
como del labrador que eligió Cristo
para que le ayudase con su huerto. 72

Bien se mostró de Cristo mensajero;


pues el primer amor del que dio prueba
fue al consejo primero que dio Cristo. 75 Comentario [L1320]: El amor a la
pobreza.

Muchas veces despierto y en silencio


lo encontró su nodriza echado en tierra
cual diciendo: «He venido para esto.» 78

¡Oh en verdad padre suyo venturoso!


¡Oh madre suya Juana verdadera, 80 Comentario [L1321]: El nombre del
padre de Domingo acaso fuera Félix; el de
si se interpreta tal como se dice! 81 la madre, Juana, que significa,
aproximadamente, «agraciada de Dios».
No por el mundo, por el cual se afanan
hoy detrás del Ostiense y de Tadeo,
mas por amor del maná sin mentira, 84 Comentario [L1322]: Domingo no
siguió los estudios de Derecho (como los
alumnos de Eurico de Susa llamado el
en poco tiempo gran doctor se hizo; Ostiense) ni de Medicina (como los de
Tadeo Alderoto), los más lucrativos de la
por vigilar la viña, que marchita época, sino que puso todo su talento al
pronto, si el viñador es perezoso. 87 servicio de la causa de Dios: es decir, se
hizo teólogo.
Comentario [L1323]: Alusión al Papa.
Y a la sede que fue más bienhechora 88 Comentario [L1324]: A la sede
pontificia, donde Domingo se dirigió en
antes de los humildes, no por ella, 1205, comenzando en 1207 su predicación
por aquel que la ocupa y la mancilla, 90 contra los albigenses.
Comentario [L1325]: El papado era
antes protector de los humildes, pero ahora,
no dispensas de dos o tres por seis, por la malicia de aquellos que lo ocupan,
no el primer cargo que libre quedara, les han vuelto la espalda. Dante hace
hincapié en la pobreza de Domingo y
no decimas, quae sunt pauperum Dei, 93 Francisco frente a las otras riquísimas
órdenes y frente al mismo papado.
sino pidió contra la gente errada Comentario [L1326]: Domingo no se
licencia de luchar por la semilla dirigió al Papa en busca de prebendas o
cargos, como tantos otros, sino permiso
donde estas veinticuatro plantas brotan. 96 para luchar contra la herejía. Domingo
solicitó la aprobación de la Orden a
Inocencio III, mas no la obtuvo hasta 1216
Después, con voluntad y con doctrina, de Honorio III.
emprendió su apostólica tarea Comentario [L1327]: Los
cual torrente que baja de alta cumbre; 99 bienaventurados que forman las dos
coronas que rodean al poeta.

y en el retoño herético su fuerza


golpeó, con más saña en aquel sitio
donde la resistencia era más dura. 102 Comentario [L1328]: En Provenza,
donde, como se sabe, los albigenses o
cátaros se habían hecho más fuertes.
De él se hicieron después diversos ríos 103 Comentario [L1329]: Los dominicos
donde el huerto católico se riega, (Purgatorío, XI, 28-123).
y más vivos se encuentran sus arbustos. 105

Si fue tal una rueda de la biga


con que se defendió la Santa Iglesia
y su guerra civil venció en el campo. 108

bien debería serte manifiesta


la excelencia de la otra, que Tomás
antes de venir yo te alabó tanto. 111

Mas la órbita trazada por la parte 112 Comentario [L1330]: Acabado el


panegírico de Santo Domingo, San
superior de su rueda, está olvidada; Buenaventura vuelve su vista a la
y ahora es vinagre lo que era antes vino. 114 degradación de su propia Orden
franciscana.

Su familia que recta caminaba


tras de sus huellas, ha cambiado tanto,
que el de delante al de detrás empuja; 117

y pronto podrá verse la cosecha


de tan mal fruto, cuando la cizaña
lamente que le cierren el granero 120 Comentario [L1331]: Pero estos
buenos observadores de la regla que aún
quedan no serán los seguidores de Ubertino
Bien sé que quien leyese hoja por hoja de Casale, ni de Mateo de Acquasperta.
Uno y otro representan las dos posturas
nuestro Ebro, un pasaje aún hallaría extremas en la interpretación de la regla
donde leyese: "Soy el que fui siempre." 123 franciscana: los espirituales, o partidarios
de la línea rígida, y los conventuales, o
relajados, respectivamente. Dante reprueba,
Pero no de Casal ni de Acquasparta, por boca de San Buenaventura, una y otra
interpretación.
de donde tales vienen a la regla, Comentario [L1332]: San
que uno la huye y otro la endurece. 126 Buenaventura, llamado Giovanni di
Fidanza, nació en 1221. En 1238 entró en la
Orden franciscana en la que ocupó altos
Yo soy el alma de Buenaventura cargos, llegando a ser obispo de York.
Murió en Lyon en 1274. Fue llamado
de Bagnoregio, que en los altos cargos «Doctor Seraphicus». Su obra sigue la línea
los errados afanes puse aparte. 129 mística de Hugo y Ricardo de San Víctor.
Comentario [L1333]: Agustín de Asís,
Aquí están Agustín e Iluminado, 130 uno de los primeros seguidores de San
Francisco, y dicen que murió el mismo día
los primeros descalzos pobrecillos y hora que el santo. Iluminado de Rieti
con el cordón amigos del Señor. 132 acompañó al santo en su viaje a Oriente.
Comentario [L1334]: Hugo de San
Víctor (1097-1141), escritor de orientación
Está con ellos Hugo de San Víctor, 133 mística.
y Pedro Mangiadore y Pedro Hispano, 134 Comentario [L1335]: Pedro
que con sus doce libros resplandece; 135 Mangiadore («comestor» en latín, es decir
«comilón») fue un teólogo francés del siglo
XII. Pedro Hispano, lisboeta, nacido en
el profeta Natán, y el arzobispo 136 torno a 1226. Fue elegido Papa en 1276 con
el nombre de Juan XX. Murió al año
Crisóstomo y Anselmo, y el Donato 137 siguiente en un accidente del palacio papal
que puso mano en el arte primera. 138 en Viterbo
Comentario [L1336]: Natán es el
profeta que reprochó a David el adulterio
Está Rabano aquí, y luce a mi lado 139 con Betsabé (II Samuel).
el abad de Calabria Joaquín 140
Comentario [L1337]: San Juan
dotado del espíritu profético. 141 Crisósotomo (Boca de Oro), patriarca de
Constantinopla entre los siglos IV y V.
Representa una de las cimas de la iglesia
A celebrar a paladín tan grande 142 griega. Anselmo de Aosta, obispo de
me movió la inflamada cortesía Canterbury a finales del siglo XI a quien se
debe el famoso argumento ontológico,
de fray Tomás y su agudo discurso; 144 como prueba de la existencia de Dios. Elio
y conmigo movió a quien me acompaña.» Donato enseñó en Roma a mediados del
siglo IV.
Comentario [L1338]: En la gramática,
CANTO XIII primera de las disciplinas de la enseñanza
medieval.
Imagine quien quiera comprender 1 Comentario [L1339]: Rabano Mauro
de Magonza, benedictino del siglo VIII, fue
lo que yo vi -y que la imagen retenga llamado «Preceptor Germaniae».
mientras lo digo, como firme roca- 3
Comentario [L1340]: Joaquín da
Celico nació en torno a 1130 y murió en
quince estrellas que en zonas diferentes 1203. Es el escritor apocalíptico, más
conocido como Joaquín de Fiore, que
el cielo encienden con tanta viveza ejerció una enorme influencia en todos los
que cualquier densidad del aire vencen; 6 movimientos milenaristas medievales, con
su interpretación de los textos bíblicos
sobre la venida del Anticristo. Sus escritos
imagine aquel carro a quien el seno fueron muy criticados por la Iglesia por su
potencialidad revolucionaria, como de he-
basta de nuestro cielo noche y día cho ocurrió. Dante, como en el caso de
y al dar vuelta el timón no se nos marcha; 9 Sigiero de Brabante (Paraíso, IX), de-
muestra su libertad de juicio con respecto a
las opiniones oficiales de su tiempo.
imagine la boca de aquel cuerno Comentario [L1341]: En el original
que al extremo del eje se origina, «ad inveggiar»: «envidiar»; «tan gran
paladín» es, claro
al que da vueltas la primera esfera, 12 está, Santo Domingo.
Comentario [L1342]: 1-21 Terminadas
haciéndose dos signos en el cielo, las palabras de San Buenaventura, las
veinticuatro almas de la doble corona
como hiciera la hija del rey Minos reemprenden su danza, y para hacemos
sintiendo el frío hielo de la muerte; 15 imaginar este prodigio alude Dante a las
quince estrellas de mayor grandeza según ...
y uno poner sus rayos en el otro,
y dar vueltas los dos de tal manera
que uno fuera detrás y otro delante; 18

y tendrá casi sombra de la cierta


constelación y de la doble danza
que giraba en el punto en que me hallaba: 21

pues tan distante está de nuestros usos,


cuanto está del fluir del río Chiana 23 Comentario [L1343]: El río Chiana, en
la región de Arezzo, tenía un curso
del cielo más veloz el movimiento. 24 lentísimo a causa de los pantanos que
atravesaba.
Allí cantaron no a Pean ni a Baco, 25 Comentario [L1344]: 25-27 Los santos
no cantaron a Apolo ni a Baco, sino a La
a tres personas de naturaleza Trinidad.
divina, y una de ellas con la Humana. 27

Las vueltas y el cantar se terminaron;


y atentas nos miraron esas luces,
alegres de pasar a otro cuidado. 30

Rompió el silencio de concordes númenes


luego la luz que la admirable vida
del pobrecillo del Señor narrara, 33 Comentario [L1345]: De nuevo Santo
Tomás, que una vez solucionada una duda
de Dante (el camino que hace avanzar al
dijo: «Cuando trillada está una paja, que no se extravía), va a resolver la
segunda, acerca del rey Salomón (Paraíso,
cuando su grano ha sido ya guardado, X, 112-14).
a trillar otra un dulce amor me invita. 36

Crees que en el pecho del que la costilla 37 Comentario [L1346]: 37-45 Adán, de
cuyo pecho salió Eva, y Cristo en cuanto
se sacó para hacer la hermosa boca hombre, cuyo pecho fue traspasado por la
y un paladar al mundo tan costoso, 39 lanza, son los más perfectos seres humanos
creados por Dios.

y en aquel que, pasado por la lanza


antes y luego tanto satisfizo,
que venció la balanza de la culpa, 42

cuanto al género humano se permite


tener de luz, del todo fue infundido
por el Poder que hiciera a uno y a otro; 45

por eso miras a lo que antes dije,


cuando conté que no tuvo segundo
quien en la quinta luz está escondido. 48 Comentario [L1347]: Salomón.

Abre los ojos a lo que respondo,


y verás lo que crees y lo que digo
como el centro y el círculo en lo cierto. 51
Lo que no muere y lo que morirá
no es más que un resplandor de aquella idea
que hace nacer, amando, nuestro Sir; 54

que aquella viva luz que se desprende 55 Comentario [L1348]: 55-57 La luz que
sin hacerse diferente se desprende del astro,
del astro del que no se desaúna, es el Hijo que procede del Padre, y el amor
ni del amor que tres hace con ellos, 57 que hace tres con ellos, es el Espíritu Santo.

por su bondad su iluminar transmite,


como un espejo, a nueve subcriaturas, 59 Comentario [L1349]: Las nueve
jerarquías angélicas.
conservándose en uno eternamente. 60

De aquí desciende a la última potencia


bajando de acto en acto, hasta tal punto,
que no hace más que contingencias breves; 63

y entiendo que son estas contingencias


las cosas engendradas, que produce
con simiente o sin ella el cielo móvil. 66

No es siempre igual la cera y quien la imprime; 67 Comentario [L1350]: La cera, es decir,


la materia de las cosas, y quien la imprime,
y por ello allá abajo más o menos es decir, las influencias celestes.
se traslucen los signos ideales. 69

Por lo que ocurre que de un mismo árbol,


salgan frutos mejores o peores;
y nacéis con distinta inteligencia. 72

si perfecta la cera se encontrase, 73 Comentario [L1351]: Si la materia


fuese elaborada hasta la perfección y el
e igual el cielo en su virtud suprema, cielo obrase con toda la fuerza de su influjo
la luz del sello toda brillaría; 75 sobre ella.

mas la natura siempre es imperfecta,


obrando de igual modo que el artista
que sabe el arte mas su mano tiembla. 78

Y si el ardiente amor la clara vista 79 Comentario [L1352]: 79-84 En ciertos


casos puede alcanzarse la total perfección
del supremo poder dispone y sella, como en el de Adán, hecho de tierra, y el
toda la perfección aquí se adquiere. 81 propio Cristo.

Tal fue creada ya la tierra digna


de toda perfección animalesca;
y la Virgen preñada de este modo; 84

de tal forma yo apruebo lo que opinas,


pues la humana natura nunca fue
ni será como en esas dos personas. 87

Ahora si no siguiese mis razones,


"¿pues cómo aquél no tuvo par alguno?"
me dirían entonces tus palabras. 90

Mas porque veas claro lo confuso,


piensa quién era y la razón que tuvo,
al pedir cuando "pide" le dijeron. 93

No te he hablado de forma que aún ignores 94 Comentario [L1353]: 94-102 Según


cuenta el libro de los Reyes, III, 2-12,
que rey fue, y que pidió sabiduría siendo Salomón aún muy pequeño recibió
a fin de ser un rey capacitado; 96 la visita de Dios, quien le prometió
otorgarle el don que el muchacho pidiese.
Éste no pidió, dice Dante, sabiduría para
no por saber el número en que fuesen resolver vanos problemas metafísicos o
lógicos, sino prudencia para regir a su
arriba los motores, si necesse pueblo derechamente y poder así seguir el
con contingentes hacen un necesse; 99 camino trazado por su padre, David. Esta
petición fue muy apreciada por Dios.

no si est dare primum motum esse,


o si de un semicírculo se hacen
triángulos que un recto no tuviesen. 102

Y así, si lo que dije y esto adviertes,


es real prudencia aquel saber sin par
donde la flecha de mi hablar clavaba; 105

y si al "surgió" la vista clara tiendes, 106 Comentario [L1354]: 106-111 Las


palabras de Tomás de Aquino sobre que no
la verás sólo a reyes referida, surgió nadie equiparable a Salomón
que muchos hay, y pocos son los buenos. 108 (Paraíso, X-14), que han dado motivo a la
duda del poeta y a su aclaración, sólo se
referían a aquél en cuanto rey, con lo cual
Con esta distinción oye mis dichos; no está en contradicción con que Cristo y
Adán sean los seres humanos más
y así casan con eso que supones perfectos.
de nuestro Gozo y del padre primero. 111

Plomo a tus pies te sea este consejo,


para que andes despacio, como el hombre
cansado, al sí y al no de lo que ignoras: 114

pues es de los idiotas el más torpe,


el que sin distinguir niega o afirma
en el uno o el otro de los casos; 117

puesto que encuentra que ocurre a menudo


que sea falsa la opinión ligera,
y la pasión ofusca el intelecto. 120

Más que en vano se aparta de la orilla,


porque no vuelve como se ha marchado,
el que sin redes la verdad buscase. 123
Comentario [L1355]: Ejemplos de
Y de esto son al mundo claras muestras 124 filósofos errados en el camino hacia la
Parménides, Meliso, Briso, y muchos, verdad, porque no contaban con la
asistencia divina.
que caminaban sin saber adónde; 126

Y Arrio y Sabelio y todos esos necios, 127 Comentario [L1356]: Arrio (270-336)
negaba el carácter divino de Cristo. Esta
que deforman, igual que las espadas, 128 herejía, extendidísima en los tres siglos
la recta imagen de las Escrituras. 129 siguientes, fue condenada en el concilio de
Nicea, donde se definió el dogma de la
Trinidad (325). Sabelio, medio siglo antes,
No se aventure el hombre demasiado también había negado dicho misterio y fue
condenado en el concilio de Alejandría en
en juzgar, como aquel que aprecia el trigo 261.
sembrado antes de que haya madurado; 132 Comentario [L1357]: La hoja de la
espada deforma la imagen de quien se
refleja en ella.
que las zarzas he visto en el invierno
cuán ásperas, cuán rígidas mostrarse;
y engalanarse luego con las rosas; 135

y vi derecha ya y veloz la nave


correr el mar en todo su camino,
y perecer cuando llegaba a puerto. 138

No crean seor Martino y Doña Berta, 139 Comentario [L1358]: Seor Martino y
Doña Berta valen como nombres genéricos
viendo robar a uno y dar a otro, que representan la opinión del vulgo
verlos igual en el juicio divino; 141 iletrado y presuntuoso, y presuntamente
bien pensante.
que uno puede caer y otro subir.»

CANTO XIV

Del centro al borde, y desde el borde al centro 1 Comentario [L1359]: 1-9 No


olvidemos que Dante y Beatriz se
se mueve el agua en un redondo vaso, encuentran en el centro de la doble corona,
según se le golpea dentro o fuera: 3 desde la que ha hablado Tomás de Aquino.
Ahora Beatriz habla desde el centro al
borde, como antes del borde al centro.
de igual manera sucedió en mi mente
esto que digo, al callarse de pronto
el alma gloriosa de Tomás, 6

por la gran semejanza que nacía


de sus palabras con las de Beatriz,
a quien hablar, después de aquél, le plugo: 9

«Le es necesario a éste, y no lo dice,


ni con la voz ni aun con el pensamiento,
indagar la raíz de otra certeza. 12

Decidle si la luz con que se adorna 13 Comentario [L1360]: 13-18 La duda


que Dante no necesita expresar es si este
vuestra sustancia, durará en vosotros resplandor de los bienaventurados durará
igual que ahora se halla, eternamente; 15 tras la resurrección de la carne, con lo cual
los sentidos corporales restituidos podrían
darlarse con semejante luz.
y si es así, decidle cómo, luego
de que seáis de nuevo hechos visibles,
podréis estar sin que la vista os dañe.» 18
Cual, por más grande júbilo empujados,
a veces los que danzan en la rueda
alzan la voz con gestos de alegría, 21

de igual manera, a aquel devoto ruego


las santas ruedas mostraron más gozo
en sus giros y notas admirables. 24 Comentario [L1361]: Como siempre,
por la alegría que les produce aclarar alguna
duda al poeta.
Quien se lamenta de que aquí se muera
para vivir arriba, es que no ha visto
el refrigerio de la eterna lluvia. 27

Que al uno y dos y tres que siempre vive 28 Comentario [L1362]: 28-33 De nuevo
alaban a la Trinidad.
y reina siempre en tres y en dos y en uno,
nunca abarcado y abarcando todo, 30

tres veces le cantaba cada una


de esas almas con una melodía,
justo precio de mérito cualquiera. 33

Y escuché dentro de la luz más santa 34 Comentario [L1363]: 34-57 Quien


habla con la misma dulzura que la de
del menor círculo una voz modesta, Gabriel anunciando el parto de María ha
quizá cual la del Ángel a María, 36 sido identificado como el propio Salomón.
La respuesta del rey Sabio es, lógicamente,
sí. Espero que su razonamiento sea
responder: «Cuanto más dure la dicha suficientemente claro y no necesite de
anotación.
del paraíso, tanto nuestro amor
ha de esplender en tomo a estos vestidos. 39

De nuestro ardor la claridad procede;


por la visión ardemos, y esa es tanta,
cuanta gracia a su mérito se otorga. 42

Cuando la carne gloriosa y santa


vuelva a vestirnos, estando completas
nuestras personas, aún serán más gratas; 45

pues se acrecentará lo que nos dona


de luz gratuitamente el bien supremo,
y es una luz que verlo nos permite; 48

por lo que la visión más se acrecienta,


crece el ardor que en ella se ha encendido,
y crece el rayo que procede de éste. 51

Pero como el carbón que da una llama,


y sobrepasa a aquella por su brillo,
de forma que es visible su apariencia; 54

así este resplandor que nos circunda


vencerá la apariencia de la carne
que aún está recubierta por la tierra; 57

y no podrá cegarnos luz tan grande: 58 Comentario [L1364]: 58-60 El cuerpo


resucitado poseerá órganos superiores a los
porque ha de resistir nuestro organismo de la vida terrena, aptos para los nuevos
a todo aquello que cause deleite.» 60 gozos que les ofrece el Paraíso.

Tan acordes y prontos parecieron


diciendo «Amén» el uno y otro coro,
cual si sus cuerpos muertos añoraran: 63 Comentario [L1365]: Cual si descaran
resucitar ya en el juicio, para resplandecer y
gozar más aún.
y no sólo por ellos, por sus madres,
por sus padres y seres más queridos,
y que fuesen también eternas llamas. 66

De claridad pareja entorno entonces,


nació un fulgor encima del que estaba,
igual que un horizonte se ilumina. 69

Y como a la caída de la noche


nuevos fulgores surgen en el cielo,
ciertos e inciertos ante nuestra vista, 72

me pareció que en círculo dispuestas


unas nuevas sustancias contemplaba
por fuera de las dos circunferencias. 75

¡Oh resplandor veraz del Santo Espíritu!


¡qué incandescente apareció de pronto
a mis ojos que no lo soportaron! 78

Mas Beatriz tan sonriente y bella


se me mostró, que entre aquellas visiones
que no recuerdo tengo que dejarla. 81

Recobraron mis ojos la potencia


de levantarse; y nos vi trasladados
solos mi dama y yo a gloria más alta. 84 Comentario [L1366]: Al cielo quinto,
regido por Marte, planeta rojo. Aquí nos
encontramos con los espíritus militantes
Bien advertí que estaba más arriba, que lucharon por la gloria de Dios y de la
Iglesia.
por el ígneo esplendor de aquella estrella,
mucho más rojo de lo acostumbrado. 87

De todo corazón, con la palabra


común, hícele a Dios un holocausto,
como a la nueva gracia convenía. 90

Y apagado en mi pecho aún no se hallaba


del sacrificio el fuego, cuando supe
que era mi ofrenda fausta y recibida; 93

que con tan grande brillo y tanto fuego


un resplandor salía de sus rayos
que dije: «¡Oh Helios, cómo los adornas!» 96 Comentario [L1367]: Dios mismo,
identificado con la divinidad solar de los
griegos.
Cual con mayores y menores luces
blanquea la Galaxia entre los polos 98 Comentario [L1368]: Se refiere a la
Vía Láctea, sobre cuyo origen y naturaleza
del mundo, y a los sabios pone en duda; 99 se produjeron en la ciencia antigua muchas
controversias. Dante mismo trató del tema
en Convivium, II, XIV, 5-8, siguiendo a su
así formados hacían los rayos otro gran maestro, San Alberto Magno.
en el profundo Marte el santo signo
que del círculo forman los cuadrantes. 102 Comentario [L1369]:

Aquí vence al ingenio la memoria; 103 Comentario [L1370]: No que Cristo


resplandezca en la Cruz, sino que la Cruz
que aquella Cruz resplandecía a Cristo, producía un resplandor que era el propio
y no encuentro un ejemplo digno de ello; 105 Cristo; fenómeno para cuya explicación
Dante no encuentra ejemplo ninguno.

mas quien toma su cruz y a Cristo sigue,


podrá excusarme de eso que no cuento
viendo en aquel albor radiar a Cristo. 108

De un lado al otro y desde arriba a abajo


se movían las luces y brillaban
aún más al encontrarse y separarse: 111

así aquí vemos, rectos o torcidos, 112 Comentario [L1371]: 112-117 Las
partículas de polvo que se ven en un rayo
lentos o raudos renovar su aspecto de luz que penetra por un toldo o una
los corpusculos, cortos y más largos, 114 persiana.

moviéndose en el rayo que atraviesa


la sombra a veces que, por protegerse,
dispone el hombre con ingenio y arte. 117

Y cual arpa y laúd, con tantas cuerdas


afinadas, resuenan dulcemente
aun para quien las notas no distingue, 120

tal de las luzes que allí aparecieron


a aquella cruz un canto se adhería,
que arrebatóme, aun no entendiendo el himno. 123

Bien me di cuenta que era de altas loas,


pues llegaba hasta mi «Resurgi» y «Vinci» Comentario [L1372]: 127-136 La
como a aquel que no entiende, pero escucha. 126 contemplación de la maravillosa cruz le
produce un placer mayor de lo que hasta el
momento había sentido, incluido los ojos de
Y me sentía tan enamorado, 127 Beatriz tal como hasta allí los había visto.
Pero al ascender a una esfera superior la
que hasta ese entonces no hubo cosa alguna belleza de la muchacha se ha acrecentado,
que me atrapase en tan dulces cadenas. 129 cosa que Dante no había advertido por no
haberla mirado aún.
Tal vez son muy atrevidas mis palabras,
al posponer el gozo de los ojos,
que si los miro, cesan mis deseos; 132

mas el que sepa que los cielos vivos


más altos más acrecen la belleza,
y que yo aún no me había vuelto a aquéllos, 135

podrá excusarme de lo que me acuso


por excusarme, y saber que no miento:
que aquí el santo placer no está excluido, 138
pues más sincero se hace mientra sube.

CANTO XV

La buena voluntad donde se licúa


siempre el amor que inspira lo que es recto,
como en la inicua la pasión insana, 3

silencio impuso a aquella dulce lira,


aquietando las cuerdas que la diestra
del cielo pulsa y luego las acalla. 6

¿Cómo estarán a justas preces sordas


esas sustancias que, por darme aliento
para que hablase, a una se callaron? 9

Bien está que sin término se duela


quien, por amor de cosas que no duran,
de ese amor se despoja eternamente. 12

Cual por los cielos puros y tranquilos 13 Comentario [L1373]: 13-18 Igual que
vemos una estrella fugaz, que nos hace
de cuando en cuando cruza un raudo fuego, pensar que algún astro haya cambiado de
y atrae la vista que está distraída, 15 sitio si no fuese porque todos siguen en su
lugar.

y es como un astro que de sitio mude,


sino que en el lugar donde se enciende
no se pierde ninguno, y dura poco: 18

tal desde el brazo que a diestra se extiende


hasta el pie de la cruz, corrió una estrella
de la constelación que allí relumbra; 21

no se apartó la gema de su cinta,


mas pasó por la línea radial
cual fuego por detrás del alabastro. 24 Comentario [L1374]: El encuentro de
Anquises y Eneas lo cuenta Virgilio en
Eneida, VI, 684-86. Quien ahora viene a
Fue tan piadosa la sombra de Anquises, 25 recibir a nuestro poeta es su tatarabuelo
Cacciaguida, como ya veremos.
si a la más alta musa damos fe,
reconociendo a su hijo en el Elíseo. 27

«O sanguis meus, o superinfusa 28 Comentario [L1375]: 28-30 «Oh


sangre mía, oh sangre divina infusa de tal
gratia Dei, sicut tibi cui manera, ¿a quién como a ti fue abierta
bis unquam celi ianüa reclusa?» 30 alguna vez dos veces la puerta del cielo?»
Lo dice el propio Anquises, refiriéndose a
César en Eneída, II, 836.
Dijo esa luz llamando mi atención;
luego volví la vista a mi señora,
y una y otra dejáronme asombrado; 33

pues ardía en sus ojos tal sonrisa,


que pensé que los míos tocarían
el fondo de n-ú gloria y paraíso. 36

Luego gozoso en vista y en palabras,


el espíritu dijo aún otras cosas
que no las entendí, de tan profundas; 39

Y no es que por su gusto lo escondiera,


mas por necesidad, pues su concepto
al ingenio mortal se superpone. 42

Y cuando el arco del afecto ardiente


se calmó, y se abajaron sus palabras
a la diana de nuestro intelecto, 45

la cosa que escuché primeramente


«¡Bendito seas -fue tú, el uno y trino,
que tan cortés has sido con mi estirpe!» 48

Y siguió: «Un grato y lejano deseo,


tomado de leer el gran volumen
del cual el blanco y negro no se mudan, 51 Comentario [L1376]: Dios es como un
libro inmutable para los bienaventurados.

has satisfecho, hijo, en esa luz


desde la cual te hablo, gracias a ésa
que alas te dio para tan alto vuelo. 54

Tú crees que a mí llegó tu pensamiento


de aquel que es el primero, como sale
del uno, al conocerlo, el seis y el cinco; 57

y por ello quién soy, y por qué causa


más alegre me ves, no me preguntas,
que algunos otros de este alegre grupo. 60

Crees bien; pues los menores y mayores


de esta vida se miran al espejo
que muestra el pensamiento antes que pienses; 63

mas por que el sacro amor en que yo veo


con perpetua vista, y que me llena
de un dulce desear, mejor se calme, 66

¡segura ya tu voz, alegre y firme


suene tu voluntad, suene tu anhelo,
al que ya decretada es mi respuesta!» 69

Me volví hacia Beatriz, que antes que hablara


me escuchó, y sonrió con un semblante
que hizo crecer las alas del deseo. 72

Dije después: «El juicio y el afecto, 73 Comentario [L1377]: La sabiduría y el


amor.
pues que gozáis de la unidad primera,
en vosotros operan de igual modo, 75

porque el sol que os prendió y en el que ardisteis,


en su calor y luz es tan igual,
que otro símil sería inoportuno. 78

Mas querer y razón, en los mortales,


por causas de vosotros conocidas,
tienen las alas de diversas plumas; 81

y yo, que soy mortal, me siento en esta


desigualdad, y por ello agradezco
sólo de corazón esta acogida. 84 Comentario [L1378]: Pues mi
sabiduría escasa no logra comunicarlo con
palabras.
Te imploro con fervor, vivo topacio,
precioso engaste de esta joya pura,
que me quede saciado de tu nombre.» 87

«¡Oh fronda mía, que eras mi delicia


aguardándote, yo fui tu raíz!»: 89 Comentario [L1379]: Cacciaguida era
el más lejano pariente del que Dante
comenzó de este modo a responderme. 90 conservaba noticias. Fue el padre de
Alighiero I, que dio nombre a la familia, el
cual lo fue de Bellincione, padre a su vez de
Luego me dijo: «Aquel de quien se toma Alighiero II, el padre de Dante.
tu apellido, y cien años ha girado
y más el monte en la primera cornisa, 93 Comentario [L1380]: Alighiero I debió
morir poco después de 1201, lleva por tanto
casi un siglo en la cornisa de los soberbios.
fue mi hijo, y fue tu bisabuelo:
y es conveniente que tú con tus obras
a su larga fatiga des alivio. 96 Comentario [L1381]: Va a comenzar
ahora Cacciaguida una alabanza de las
viejas virtudes florentinas, cuando aún era
Florencia dentro de su antiguo muro, 97 una ciudad de pequeños límites dentro del
antiguo muro sustituido en 1173 por un
donde ella toca aún a tercia y nona, segundo y en 1284 por un tercero. Las
en paz estaba, sobria y pudorosa. 99 campanas que suenan aún a tercia y a nona
son las de la vieja Badía.
No tenía coronas ni pulseras,
ni faldas recamadas, ni cintillos
que gustara ver más que a las personas. 102

Aún no le daba miedo si nacía


la hija al padre, pues la edad y dote
ni una ni otra excedían la medida. 105 Comentario [L1382]: Porque la edad
de la novia al desposarse no era
excesivamente corta, ni la dote
No había casas faltas de familia; 106 excesivamente cuantiosa.
aún no había enseñado Sardanápalo 107 Comentario [L1383]: No había
lo que se puede hacer en una alcoba. 108 palacios desmesurados para las necesidades
reales de sus moradores.
Comentario [L1384]: Sardanápalo (el
Aún no estaba vencido Montemalo 109 histórico Asurbanipal) era el ejemplo de la
por vuestro Uccelatoio, que cayendo vida disoluta, entregada al lujo y a los
placeres sensuales.
lo vencerá al igual que en la subida. 111
Comentario [L1385]: 109-111 Aún el
esplendor de los edificios florentinos,
Vi andar ceñido a Belincione Berti 112 contemplados desde el monte Uccilatoio, no
superaban a la Roma divisada desde monte
con piel de oso, y volver del espejo Mario (Montemalo). Pero Florencia
a su mujer sin la cara pintada; 114 superará aún más a Roma en su caída.
Comentario [L1386]: Belincione Berti
fue uno de los grandes señores florentinos
y vi a los Nerli alegres y a los Vechio 115 del siglo XII, padre de la Bella Gualdrada
de vestir simples pieles, y a la rueca (Infierno, XVI, 137).
atendiendo y al huso sus esposas. 117 Comentario [L1387]: Dos antiguas
familias güelfas.

¡Oh afortunadas! estaban seguras 118 Comentario [L1388]: 118- 120 Porque
estaban seguras que morirían en el mismo
del sepulcro, y ninguna aún se encontraba lugar en que habitaban y porque Francia
abandonada por Francia en el lecho. 120 aún no era la meta de los comerciantes
florentinos.
Comentario [L1389]: Tres ciclos
Una cuidaba atenta de la cuna, legendarios muy queridos de los
y, por consuelo, usaba el idioma florentinos, pues se relacionaban con la
fundación de la ciudad.
que divierte a los padres y a las madres; 123
Comentario [L1390]: 127-129
Cianghella della Tosa, mujer célebre por su
otra, tirando a la rueca del pelo, vida disipada, al contrario que la romana
charloteaba con sus familiares Cornelia, madre de los Gracos, ejemplo de
las virtudes republicanas. Lapo Saltarello, a
de Fiésole, de Roma, o los troyanos. 126 pesar de ser correligionario de Dante,
merece su desprecio por corrupto y
deshonesto en los asuntos públicos, frente
Entonces por milagro se tendrían 127 al ya conocido Cincinto, el dictador romano
una Cianghella, un Lapo Saltarello, célebre por su integridad.

como ahora Cornelia o Cincinato. 129 Comentario [L1391]: María, invocada


en el parto por mi propia madre.
Comentario [L1392]: De Cacciaguida
A un tan hermoso, a un tan apacible apenas sabemos más de lo que el propio
vivir de ciudadano, a una tan fiel Dante nos dice. Debió pertenecer a la
familia Elisei, de supuesto origen romano, y
ciudadanía, y a un tan dulce albergue, 132 nació en torno a 1091, casó con una mujer
del valle del Po, que dio nombre a su hijo
Alighiero; combatió acaso en la segunda
me dio María, a gritos invocada; 133 cruzada junto al emperador Conrado III, en
y en el antiguo bautisterio vuestro la que murió cerca de 1147, si es que Dante
no confunde una serie de datos históricos
fui cristiano a la par que Cacciaguida. 135 relativos a otro emperador, Contado II, que
luchó en Calabria contra los sarracenos,
sólo que un siglo antes.
Moronto fue mi hermano y Eliseo; 136 Comentario [L1393]: Su hermano
Moronto, del que nada sabemos, conservó
desde el valle del Po vino mi esposa, el nombre de los Elisei (o acaso Eliseo se
de la cual se origina tu apellido. 138 refiera a un hermano diferente, como
quieren otros comentarios), mientras que de
él salió la rama de los Alighieri.
Luego seguí al emperador Conrado;
y él me armó caballero en su milicia,
tan de su agrado fueron mis hazañas. 141

Marché tras él contra la iniquidad


de aquella secta cuyo pueblo usurpa,
por culpa del pastor, vuestra justicia. 144 Comentario [L1394]: Porque el
Pontífice no hace nada para recuperar los
Santos Lugares.
Allí fui yo por esas torpes gentes,
ya desligado del mundo falaz,
cuyo amor muchas almas envilece;
y vine hasta esta paz desde el martirio. 147

CANTO XVI

Oh pequeña nobleza de la sangre,


que de ti se gloríen aquí abajo
las gentes donde es débil nuestro afecto, 3

nunca habrá de admirarme: porque donde


el apetito nuestro no se tuerce,
digo en el cielo, yo me glorié. 6 Comentario [L1395]: Dante, aún en el
cielo, se sintió envanecido de su noble
ascendencia.
Eres un manto que pronto se acorta:
tal que, si no se agranda día a día,
Comentario [L1396]: La nobleza de la
el tiempo va en redor con las tijeras. 9 sangre tiene que ser acrecentada por las
sucesivas generaciones.
Con el «vos» que primero sufrió Roma, 10 Comentario [L1397]: Dante sólo trata
y que sus descendientes no conservan, con el «vos» («voi» en el original) de
respeto a Bruneto Latino, Farinata,
comenzaron de nuevo mis palabras; 12 Cavalcante Cavalcanti y Beatriz. A
Cacciaguida primeramente le trató de «tú»,
pero ahora, mezcla de respeto y vanidad, le
por lo cual Beatriz, que estaba aparte 13 trata de «vos». El uso del «vos» que Dante
la que tosió, al reírse parecía, atribuye acaso dirigido primeramente a
Julio César -que era simplemente un
al primer fallo escrito de Ginebra. 15 hombre- no se regularizó en Roma hasta el
siglo III. En la época de Dante el tuteo
estaba más generalizado en Roma que en
Yo le dije: «Vos sois el padre mío; otras ciudades italianas: «hasta a los
vos infundís aliento a mis palabras; emperadores y a los papas», dice un cronis-
ta de la época.
vos me eleváis, y soy más que yo mismo. 18
Comentario [L1398]: La vanidad de
Dante provoca la risa de Beatriz, al igual
Por tantos cauces llena la alegría que la dama de Malehaut en la novela de
Lanzarote del Lago -la misma que leían
mi mente, y de sí misma se recrea Paolo y Francesca- tosió discretamente al
pues soportarlo puede sin fatiga. 21 advertir el amor de la reina Ginebra por el
famoso caballero, para indicarles que les
estaba escuchando.
Habladme pues, mi caro antecesor, Comentario [L1399]: La capacidad de
de los mayores vuestros y los años dicha es limitada en el hombre, pero ahora
Dante se ha superado a sí mismo.
que dejaron su huella en vuestra infancia; 24

decidme cómo era en aquel tiempo


el redil de san Juan, y quiénes eran 26 Comentario [L1400]: Como ya
sabemos, Florencia, puesta bajo el
los dignos de los puestos elevados.» 27 patronazgo del Bautista.

Como se aviva cuando el viento sopla


el carbón encendido, así vi a aquella
luz brillar con mi hablar respetuoso; 30 Comentario [L1401]: Porque habla un
dialecto florentino más arcaico que el del
tiempo de Dante.
y haciéndose más bella ante mis ojos, Comentario [L1402]: 34-39 «Desde el
así con voz más dulce y más suave, día de la Anunciación hasta mi nacimiento,
Marte volvió 580 veces al signo Leo.»
mas no con este lenguaje moderno, 33 Según los cálculos pertinentes, siguiendo
--como hace siempre el poeta en sus
cálculos astronómicos- a Alfagrani, nos da
me dijo: «Desde el día en que fue dicho 34 la fecha del 25 de marzo de 1091, fiesta de
"Ave", hasta el parto en que mi santa madre, la Anunciación y primer día del año civil.
se vio libre de mí, que la gravaba, 36 Comentario [L1403]: A la entrada del
distrito sexto de Florencia dentro de la
antigua muralla, el último al que llegaban
a su León quinientas y cincuenta los corredores del palio anual celebrado en
honor del santo patrón.
y treinta veces este fuego vino
a inflamarse otra vez bajo sus plantas. 39 Comentario [L1404]: O por su
insignificancia o por su grandeza, según las
diversas opiniones. En realidad, el poeta
Mis mayores y yo nacimos donde poco más sabía de sus antepasados.

primero encuentra el último distrito Comentario [L1405]: Dante no busca


la exactitud del dato, pero dice que entre
quien corre en vuestros juegcos anuales. 42 Pontevecchio -donde se encontraba la ya
citada estatua atribuida a Marte- y la
también conocida iglesia de San Juan,
De mis mayores basta escucha-- esto: límites de la vieja ciudad, la población era
quiénes fueran y cuál su procedencia, de unos seis u ocho mil habitantes, y aptos
para las armas -de 16 a 60 años- alrededor
más conviene callar que declararlo. 45 de dos mil.
Comentario [L1406]: Toda la
Todos los que podían aquel tiempo población, ahora mezclada de pueblos
vecinos, era de pura casta florentina, de las
entre el Bautista y Marte llevar armas, grandes familias hasta el último humilde
eran el quinto de los que hay ahora. 48 artesano. De los citados pueblos,
insignificantes en la época de Cacciaguida,
vinieron a Florencia algunos personajes que
Mas la ciudadanía, ahora mezclada contribuyeron a su ruina.
de Campi, de Certaldo y de Fegghine, Comentario [L1407]: Galluzzo, un
pura se hallaba hasta en los artesanos. 51 pueblo en el camino de Siena; Trespiano en
el camino de Bolonia, ambos muy cerca de
la ciudad, con lo cual los pueblos citados en
¡Oh cuánto mejor fuera ser vecino el terceto anterior serían afortunadamente
sólo vecinos de Florencia.
de esas gentes que digo, y a Galluzzo
Comentario [L1408]: Otros dos
y a Trespiano tener como confines, 54 enemigos de Dante pertenecientes a
familias de origen campesino. Baldo de
Aguglión, jurista, autor de la ley de
que tener dentro y aguantar la peste amnistía de 1311 de la que Dante fue
de ese ruin de Aguglión, y del de Signa, excluido; Fazio de Signa, gúelfo blanco que
se pasó a los negros posteriormente.
de tan aguda vista para el fraude! 57
Comentario [L1409]: Dante ve en las
luchas del papado contra el Imperio una de
Si la gente que al mundo más corrompe 58 las causas de ese extralimitarse de Florencia
que ha terminado por corromper sus
no hubiera sido madrastra del César, antiguas virtudes. En estas luchas la Iglesia
mas cual benigna madre para el hijo, 60 empujó al pueblo llano contra los señores
feudales partidarios del Imperio.
quien es ya florentino y cambia y merca,
a Simifonte habría regresado, 62 Comentario [L1410]: Dante debe
aludir a la familia de los Velluti, famosos
donde pidiendo su abuelo vivía; 63 comerciantes procedentes de Simifonte, a la
que perteneció un tal Lippo, de la facción
negra.
de los Conti sería aún Montemurlo; 64
Comentario [L1411]: 64-66 Tres
los Cerchi habitarían en Acona, grandes familias feudales que, vencidas por
los Buondelmonti acaso en Valdigrieve. 66 la causa popular, promovida por Florencia,
terminaron emigrando a dicha ciudad,
contribuyendo a su engrandecimiento
Siempre la confusión de las personas territorial y a su degradación moral. Los
Conti abandonaron Montemurlo en 1219;
principio fue del mal de las ciudades, los Cerchi emigraron a mitad del siglo XII;
cual del vuestro el comer más de la cuenta; 69 los Buondelmonti fueron despojados de su
castillo de Val di Greve en 1135.

y más deprisa cae si ciega el toro


que el cordero; y mejor que cinco espadas
y más corta una sola muchas veces. 72

Si piensas cómo Luni y Orbisaglia 73 Comentario [L1412]: 73-75 Cuatro


antiguas y ricas ciudades etruscas ya
han desaparecido, y cómo van desaparecidas y en completa decadencia.
Sinagaglia y Chiusi tras de aquéllas, 75

oír cómo se pierden las estirpes


no te parecerá nuevo ni fuerte,
ya que también se acaban las ciudades. 78

Tienen su muerte todas vuestras cosas,


como vosotros; mas se oculta alguna
que dura mucho, y son cortas las vidas. 81

Y cual girando el ciclo de la luna


las playas sin cesar cubre y descubre,
así hace la Fortuna con Florencia: 84

por lo cual lo que diga de los grandes


florentinos no debe sorprenderte,
que ya su fama en el tiempo se esconde. 87

Yo vi a los Ughi y a los Catellini, 88 Comentario [L1413]: 88-93 Todas


ellas antiguas grandes familias ya en
Filippi, Creci, Orrnanni y Alberichi, extinción o desaparecidas del todo.
ya en decadencia, ilustres ciudadanos; 90

y vi tan grandes como los antiguos,


con el de la Sanella, a aquel del Arca,
y a Soldanieri y Ardinghi y Bostichi. 93
Comentario [L1414]: 94-99 En el
barrio de San Pedro, junto a la puerta vieja,
junto a la puerta, que se carga ahora 94 donde vivían los Ravignani, familia a la que
de nueva felonía tan pesada pertenecía el citado Belincione Berti
(Paraíso, XV, 112) y Guido Guerra VI
que hará que vuestra barca se hunda pronto, 96 (Infierno, XVI, 36-39), viven ahora los
advenedizos Cerchi que en sus luchas con
los Donati ensangrentaron la ciudad.
los Ravignani estban, de los cuales
descendió el conde Guido, y los que el nombre
del alto Bellinción después tomaron. 99

Los de la Pressa sabía ya cómo 100 Comentario [L1415]: Algún miembro


de la familia gibelina de la Pressa había
gobernar, y tenía Galigaio 101 obtenido ya cargos públicos.
ya en su casa dorados pomo y funda. 102 Comentario [L1416]: Otra familia
gibelina que ya había obtenido el orden de
la caballería.
Era ya grande la columna oscura, 103
Sachetti, Giuochi, Fifanti y Barucci, Comentario [L1417]: Alude al escudo
de la familia Pigli: una barra oscura sobre
Galli y a quien las pesas avergüenzan. 105 campo rojo.
Comentario [L1418]: Los que se
La cepa que dio vida a los Calfucci avergüenzan de las pesas falseadas por uno
de los suyos son los Chiaramontesi.
era ya grande, y ya fueron llamados (Purgatorio, XV, 105.)
los Sizzi y Arrigucci a las curules. 108 Comentario [L1419]: Dos familias
güelfas.
¡Cuán altos vi a los que ahora están deshechos 109 Comentario [L1420]: Los Uberti,
familia gibelina, considerados casi como los
por su soberbia! y las bolas de oro 110 padres de la ciudad (Infierno, X, 83-84).
con sus gestas Florencia florecían. 111
Comentario [L1421]: El escudo de los
Lanberti (Infierno, XXVIII, 109), familia
Así hacían los padres de esos que, 112 gibelina.

cuando queda vacante vuestra iglesia, Comentario [L1422]: 112-114 Los


Visdornini y los Tosinghi, familias güelfas
engordan acudiendo al consistorio. 114 negras, que administraban los bienes del
obispado cuando éste se encontraba
vacante.
Esa insolente estirpe que se endraga 115
Comentario [L1423]: 115-117 Los
tras los que huyen, y a quien muestra el diente Adimari, familia güelfa de humilde origen
o la bolsa, se amansa cual cordero, 117 alemán, entroncada con las familias más
importantes de la ciudad, de carácter
violento. «Se endraga» (en el original
iba ascendiendo, mas de humilde origen; «s'indraca»), es decir, se hacen fieros como
dragones.
y a Ubertino Donati no placía 119
que luego el suegro con ella le uniese. 120 Comentario [L1424]: A Ubertino
Donati, marido de una Ravigniani, no le
satisfacía que su suegro, Bellincione Berti,
Ya hasta el mercado había el Caponsacco 121 casase con un Adimari a otra de sus hijas.

de Fiésole venido, y ciudadanos Comentario [L1425]: Los Caponsacco,


familia luego gibelina, vivían junto al
eran ya buenos Guida e Infangato. 123 Mercado Viejo.
Comentario [L1426]: Otras dos
Diré una cosa cierta e increíble: familias que posteriormente seguirían el
partido feudal.
daba la entrada al recinto una puerta
que de los Pera su nombre tomaba. 126 Comentario [L1427]: La llamada porta
Peruzza, por la familia que vivía junto a
ella, desaparecida ya en tiempos de Dante.
Los que hoy ostentan esa bella insignia 127 Comentario [L1428]: Alude ahora
del gran barón con cuya prez y nombre Cacciaguida a las familias a las que Ugo de
Brandeburgo, marqués de Toscana, otorgó
la fiesta de Tomás se reconforta, 129 su escudo a finales del siglo X. Este noble
murió en 1001 en la festividad de Santo
Tomás y fue enterrado en la Badía de
de él recibieron mando y privilegio; Florencia, donde en el aniversario de su
aunque se ponga hoy junto a la plebe muerte se celebraban grandes fiestas.
quien la rodea con franja de oro. 132 Comentario [L1429]: Gianno della
Bella había tomado el partido popular en
1293, pero al pertenecer a una familia
Ya estaban Gualterotti e Importuni; noble, el pueblo no confió en él y lo
expulsó de la ciudad.
y aún estaría el Burgo más tranquilo,
ayuno de estas nuevas vecindades. 135 Comentario [L1430]: Estas dos
familias habitaban en el Burgo de los
Santos Apóstoles donde luego vivieron los
La casa en que naciera vuestro llanto, 136 Buondelmonti, que dieron lugar a
numerosas luchas ciudadanas.
por el justo rencor que os ha matado,
y puso fin a vuestra alegre vida, 138 Comentario [L1431]: La familia de los
Amidei, que dio origen a la división entre
güelfos y gibelinos.
era honrada, con todos sus secuaces: 139 Comentario [L1432]: Buondelmonte
¡Oh Buondelmonti, mal de aquellas bodas Buondelmonti estaba prometido a una
Amidei, a la cual abandonó en 1215 para
huiste, y el consuelo nos quitaste! 141 desposar a una Donati (Infierno, XXVIII,
106). Los Amidei, junto con otras nobles
familias, lo asesinaron el domingo de
Alegres muchos tristes estarían, 142 Pascua, dando lugar a que estallasen las
si al Ema Dios te hubiese concedido, sangrientas luchas entre guelfos y gibelinos,
aunque su origen fuera más antiguo.
cuando llegaste allí por vez primera. 144
Comentario [L1433]: 142-144 «Si
Dios te hubiera hecho ahogar en el río
Mas convenía que en la piedra rota 145 Emma, antes de venir a Florencia, se
habrían ahorrado muchas desgracias.»
que el puente guarda, hiciera un sacrificio
Comentario [L1434]: 145-148 De
Florencia al terminarse ya su paz. 147 nuevo la estatua de Marte (Infierno, XIII,
146) a la que se le atribuía un influjo
maligno sobre la ciudad. El final de la
Con estas gentes, y otras con aquéllas, tranquilidad florentina está marcado, por
vi yo a Florencia con tan gran sosiego, ello, por el sacrificio de una víctima
humana, pues, según los cronistas,
que no había motivos para el llanto. 150 Buondelmonte fue asesinado al pie de dicha
estatua.
Con esas gentes yo vi glorioso Comentario [L1435]: 150-154 El lirio
y justo al pueblo, tanto que su lirio blanco sobre fondo rojo era el emblema de
Florencia. En las batallas los vencedores
nunca al revés pusieron en el asta, acostumbraban a pasear el estandarte
ni fue hecho rojo por las disensiones.» 153 enemigo puesto al revés, cosa que a los
florentinos les ocurrió en ocasiones. Los
guelfos triunfantes en 1251 cambiaron el
CANTO XVII emblema por un lirio rojo sobre campo
blanco, como quedó para la posterioridad.

Como acudió a Climene, a consultarle 1 Comentario [L1436]: 1-5 Dante se


parangona al joven Faeton (ya citado en
de aquello que escuchara en contra suya, otros lugares de la Comedia), quien acusado
quien remiso hace al padre aún con el hijo; 3 por su rival Epafo de no ser hijo de Apolo,
dios del Sol, corrió a interrogar a su madre,
Climene, acerca de su verdadero origen,
tal me encontraba, y tal lo comprendían dando lugar al trágico episodio del carro,
con cuyo ejemplo los padres deben
Beatriz y aquella luz santa que antes mostrarse cincunspectos a la hora de
por causa mía se cambió de sitio. 6 consentir en las peticiones de sus hijos
(Metamorfosis, I, 748 y ss.)

Por lo cual mi señora «Expulsa el fuego


de tu deseo -dijo- y que éste salga
por tu imagen interna bien sellado: 9

no para acrecentar lo que sabemos


al decirlo: mas para acostumbrarte
a que hables de tu sed, y otros te ayuden». 12

«Cara planta que te alzas de tal modo


que, cual saben los hombres que no caben
dos ángulos obtusos en un triángulo, 15
igual sabes las cosas contingentes
antes de que sucedan, viendo el punto
en quien todos los tiempos son presentes; 18 Comentario [L1437]: Como siempre,
la visión de los bienaventurados halla su
origen en Dios mismo.
mientras que junto a Virgilio subía
por la montaña que cura las almas,
o por el reino difunto bajando, 21

dichas me fueron respecto al futuro


palabras graves, y aunque yo me sienta
a los golpes de azar como el tetrágono; 24 Comentario [L1438]: El tetrágono es
el cubo, que aquí eiemplifica la firmeza
ante cualquier adversidad.
mi deseo estaría satisfecho
sabiendo la fortuna que me aguarda:
pues la flecha prevista daña menos.» 27

Así le dije a aquella misma luz


que antes me había hablado; y como quiso
Beatriz, fue mi deseo confesado. 30

No con enigmas, donde se enviscaba 31 Comentario [L1439]: No con lenguaje


ambiguo como el que confundía a los
la gente loca, antes de que muriera paganos, que consultaban los oráculos,
el Cordero que quita los pecados, 33 cuyas respuestas eran siempre enigmáticas.

mas con palabras claras y preciso


latín, me respondió el amor paterno,
manifiesto y oculto en su sonrisa: 36

«Los hechos contingentes, que no salen 37 Comentario [L1440]: 37-42 De nuevo


la presencia divina no supone una cortapisa
de los cuadernos de vuestra materia, a la libertad, de igual manera que el que
en la mirada eterna se dibujan; 39 mira un barco arrastrado por la corriente no
es el causante de dicho movimiento.

Mas esto no los hace necesarios,


igual que la mirada que refleja
el barco al que se lleva la corriente. 42

De allí, lo mismo que viene al oído


el dulce son del órgano, me viene
hasta mi vista el tiempo que te aguarda. 45
Comentario [L1441]: Fedra, segunda
Como se marchó Hipólito de Atenas 46 esposa de Teseo, acusó a su hijastro
Hipólito de haberla intentado seducir, en
por la malvada y pérfida madrastra, venganza de haber éste rechazado su insano
así tendrás que salir de Florencia. 48 amor: el muchacho fue desterrado por su
padre y posteriormente muerto a causa de
un monstruo marino que hizo volcar el
Esto se quiere y esto ya se busca, 49 carro en el que marchaba (Metamorfosis,
XV, 493 y ss.).
y pronto lo han de ver los que esto piensan
Comentario [L1442]: Los antecedentes
donde se vende a Cristo cada día. 51 del exilio de Dante podían ya rastrearse
tiempo antes, debido a la política del Papa
Bonifacio VIII.
Se atribuirá la culpa a los vencidos,
como se suele hacer; mas el castigo
testimonio será de la verdad. 54 Comentario [L1443]: La culpa de las
desgracias de Florencia será atribuida a los
blancos vencidos, pero el mal gobierno que
Tú dejarás cualquier cosa que quieras posteriormente harán los negros pondrá en
evidencia la inocencia de los primeros. O
más fuertemente; y. esto es esa flecha mejor, las muertes de Corso Donati
que antes dispara el arco del exilio. 57 (Purgatorio, XX, 85-90) y del Papa
Bonifacio (Purgatorio, XXIV, 82-87).

Probarás cuán amargamente sabe


el pan ajeno y cuán duro es subir
y bajar las ajenas escaleras. 60

Y lo que más te pesará en los hombros, 61 Comentario [L1444]: 61-69 La


mezquindad de sus principios
será la ruin y necia compañía correligionarios del exilio, de los que
con la que has de caer en ese valle; 63 terminará apartándose tras la derrota de
Lastra en 1304 (Infíerno, XV, 70-72).

que ingrata, impía y loca contra ti


ha de volverse; mas al poco tiempo
ella, no tú, tendrá las sienes rojas. 66

De su bestialidad dará la prueba


su proceder; y grato habrá de serte
haber hecho un partido de ti mismo. 69

El refugio primero que te albergue


será la cortesía del Lombardo 71 Comentario [L1445]: Bartolomé della
Scala, señor de Verona y caudillo gibelino
que en la escalera tiene el ave santa; 72 (lo que explica la figura del águila en su
escudo) dio albergue a Dante desde
mediados de 1303 hasta su muerte en marzo
que te dará tan benigna acogida, de 1304. Los años siguientes Dante gozó de
que de hacer y pedir, entre vosotros, la hospitalidad de otras grandes familias
como los da Camino, los Malaspina, etc.
antes irá el que entre otros el postrero. 75 Posteriormente, en 1312 regresará a Verona
donde residirá seis años bajo la tutela del
hermano de Bartolomé, Cangrande.
Con él verás a aquel que fue signado, 76
tanto, al nacer, por esta fuerte estrella, Comentario [L1446]: Para la demás
gente suele ser primero el pedir que el
que hará notables todas sus acciones. 78 recibir lo que se pide; no asi con la
munificencia de los Escalígeros, que
otorgarán a Dante sus mercedes antes de
En él nadie repara todavía que éste las solicite.
por su temprana edad, pues nueve años Comentario [L1447]: Junto a
sólo esta rueda gira en torno suya; 81 Bartolomé Dante conocerá a Cangrande,
nacido en 1291 bajo el signo de Aries, al
que rige Marte. Fue señor de Verona de
mas antes que el Gascón engañe a Enrique, 82 1312 a 1329 y representaba para Dante la
posibilidad de restaurar el poder gibelino en
de su virtud veremos los fulgores, Italia.
despreciando la playa y las fatigas. 84 Comentario [L1448]: Antes de que el
Papa gascón Clemente V (Bertrand del Got
de verdadero nombre) engañe al joven
Y sus magnificencias tan famosas emperador Enrique VII fingiendo apoyarle
serán entonces, que sus enemigos y traicionándole después, es decir, antes de
1312.
no podrán evitar el referirlas. 87

Pon la esperanza en él y en sus mercedes;


por él será cambiada mucha gente,
mudando condición rico y mendigo; 90

y llevarás escrito sin decirlo


en tu memoria de él»; y dijo cosas
que no creyese aun quien las escuchara. 93 Comentario [L1449]: Dante, como
vernos por su silencio, obedece la
indicación de no referir el resto de la
Dijo después: «La explicación es esto revelación sobre el destino de Cangrande.
de lo que te fue dicho; ve las trampas
que se esconden detrás de pocos años. 96

Mas no quiero que envidies a tu gente,


pues sabrás que tu vida se enfutura
más allá que el castigo de su infamia.» 99

Cuando al callar mostró que concluido


ya había el alma santa el entramado
de la tela en que yo puse la urdimbre, 102

yo comencé lo mismo que el que anhela,


en la duda, el consejo de personas
que ven y quieren rectamente y aman: 105

«Bien veo padre mío, cómo aguija


contra mí el el tiempo, para darme un golpe
tal, que es más grave a quien más se descuida; 108

de previsión por ello debo armarme,


y si el lugar más amado me quitan,
yo no pierda los otros por mis versos. 111 Comentario [L1450]: 111-120 «Si
pierdo un hogar, no vaya a perder otros
posibles a causa de mis versos demasiado
Por el amargo mundo sempiterno, duros para alguna de las grandes familias
italianas, a muchos de cuyos miembros he
y por el monte desde cuya altura visto en mi viaje de ultratumba, y que por lo
me elevaron los ojos de mi dama, 114 que de ellos refiero podrían molestarse los
vivos.»
Es siempre de admirar la conciencia de la
y en el cielo después, de fuego en fuego, posteridad que tiene Dante, y de la
dimensión ética y testimonial del poeta, que
aprendí muchas cosas, que un agriado prefiere, antes que el favor de sus a
sabor daría a muchos si las cuento; 117 contemporáneos, la gloria que le ofrecerán
los hombres futuros.

mas si amo la verdad tímidamente,


temo perder mi fama entre esos hombres
que a nuestro tiempo han de llamar antiguo.» 120

La luz donde reía mi tesoro,


que allí encontré, centelleó primero,
como al rayo de sol un áureo espejo; 123

después me replicó: «Sólo a una mente,


por la propia vergüenza o por la ajena
turbada, será brusco lo que digas. 126

No obstante, aparta toda la mentira


y pon de manifiesto lo que has visto;
y deja que se rasquen los sarnosos. 129

Porque si con tu voz causas molestia


al probarte, alimento nutritivo
dejará luego cuando lo digieran. 132

Este clamor tuyo hará como el viento,


que las más altas cumbres más golpea;
y esto no poco honor ha de traerte. 135

Por ello se han mostrado a ti en los cielos,


en el monte y el valle doloroso
sólo las almas de notoria fama, 138

pues fe no guarda el ánimo que escucha


ni observa los ejemplos que escondidas
o incógnitas tuvieran las raíces, 141
ni razones que no son evidentes.»

CANTO XVIII

Se recreaba ya en sus reflexiones


aquel beato espejo, y yo en las mías,
temperando lo amargo con lo dulce; 3 Comentario [L1451]: Por una parte la
amargura del exilio, por otra la gloria
literaria y el favor divino.
y la mujer que a Dios me conducía
dijo: «Cambia de idea; porque estoy
cerca de aquel que lo injusto repara.» 6

Yo entonces me volví al son amoroso


de mi consuelo; y no he de referiros
el mucho amor que vi en sus santos ojos: 9

no sólo es que no fíe en mis palabras,


sino que la memoria no repite,
sin una gracia, lo que la supera. 12

Sólo puedo decir de aquel instante,


que, volviendo a mirarla, estuvo libre
mi afecto de cualquier otro deseo, 15

mientras el gozo eterno, que directo 16 Comentario [L1452]: 16-18 La luz


divina irradiaba por los ojos de Beatriz,
irradiaba en Beatriz, desde sus ojos como la imagen (el segundo aspecto) en un
con su segundo aspecto me alegraba. 18 espejo.
Vencido con la luz de su sonrisa,
ella me dijo: «Vuélvete y escucha;
no está en mis ojos sólo el Paraíso.» 21

Como se ve en la tierra algunas veces


el afecto en la vista, si es tan grande,
que por él todo el alma es poseída, 24

así en el flamear del fulgor santo 25 Comentario [L1453]: Cacciaguida.


al que yo me volví, supe el deseo
que tenía aún de hablarme un poco más, 27

y él comenzó: «En este quinto grado


del árbol de la cima, que da fruta
siempre y que nunca pierde su follaje, 30

hay almas santas, que en la tierra, antes


que vinieran al cielo, tan famosas
fueron que harían rica a cualquier musa. 33 Comentario [L1454]: Los espíritus
militantes del cielo de Marte darían ocasión
para una gran cantidad de poemas épicos
Contempla pues los brazos de la cruz: que narrasen sus hazañas. A continuación
se harán presentes al ser nombrados por el
los que te nombraré aparecerán viejo florentino.
como el rayo veloz hace en la nube.» 36

Por la cruz vi un fulgor que se movía


al nombre de Josué, nada más dicho;
no sé si fue primero el ver que el nombre. 39

Y al nombre de aquel grande Macabeo


vi que otro se movía dando vueltas,
y era cuerda del trompo la alegría. 42

Así con Carlo Magno y con Oriando


siguió dos luces mi mirar atento
como a su halcón volando sigue el ojo. 45

Después vi a Rinoardo y a Guillermo 46 Comentario [L1455]: 46-48 Guillermo


de Orange, personaje histórico que dio
y al duque Godofredo con la vista lugar a un amplio ciclo de la épica francesa,
por esa cruz, y a Roberto Guiscardo. 48 centrado en sus luchas contra los
sarracenos. A este mismo ciclo, pero ya
totalmente ficticio, pertenece el gigante
Yendo a mezclarse luego con los otros, Ricardo. Godofredo de Bouillon condujo la
primera cruzada que conquistó Jerusalén. El
me mostró el alma que me había hablado normando Roberto Guiscardo liberó el sur
qué clase de cantor era en el cielo. 51 de Italia y Sicilia de los sarracenos y luchó
contra Enrique IV de Alemania en defensa
del Papa. Murió en 1085.
Me volví entonces hacia la derecha Comentario [L1456]: Cacciaguida, al
para ver si Beatriz, o por su gesto ir a reunirse con los héroes citados, pone de
manifiesto que comparte con ellos su
o sus palabras, mi deber mostraba. 54 condición de tal.

Y contemplé sus luces tan serenas,


tan gozosas, que a los demás vencía
su semblante y al último que tuvo. 57 Comentario [L1457]: Está aún más
hermosa de lo que estaba antes, lo cual
prueba que han ascendido a otro cielo.
Y como por sentir mayor deleite
obrando bien, el hombre día a día
se da cuenta que aumenta su virtud, 60

así yo me di cuenta que girando


junto al cielo mi círculo crecía,
viendo aún más luminoso aquel milagro. 63

Y como se transmuta en poco rato 64 Comentario [L1458]: 64-69 Del rojo


de Marte al blanco de Júpiter.
en blanca la mujer, cuando su rostro
de la vergüenza el peso se descarga, 66

tal fue en mis ojos, cuando me volví,


por su blancura la templada estrella
sexta, que en ella habíame acogido. 69

Yo vi en aquella jovial antorcha


el destellar del amor que allí estaba
signando el alfabeto ante nosotros. 72

Y cual aves que se alzan de la orilla,


casi alabando ya el haber comido,
hacen bandadas largas o redondas, 75

así en las luces las santas criaturas


al revolotear iban cantando,
haciéndose una D, una I, una L. 78

Al compás de su canto se movían;


y al formar luego uno de aquellos signos,
callaban deteniéndose un momento. 81

¡Oh pegasea diosa, que a los sabios 82 Comentario [L1459]: 82-87


Invocación a una musa, tal vez Euterpe,
los haces gloriosos y longevos, llamada aquí Pegasca porque la fuente
y ellos contigo a reinos y a ciudades, 84 Helicona, asociada como ya sabemos a su
culto, brotó de una patada del caballo
Pegaso.
ilústreme tu ayuda, y haz que muestre Comentario [L1460]: La gloria de los
tal como aparecieron sus figuras: sabios inmortaliza también a sus ciudades
y en breves versos tu poder demuestra! 87 (Virgilio a Mantua; Dante a Florencia).

Se me mostraron cinco veces siete


unas vocales y otras consonantes;
y en cuanto se formaban las leía. 90
Comentario [L1461]: 91-93
«DILIGITE IUSTITIAM QUI IUDICATIS
«DILIGITE IUSTITIAM», verbo y nombre 91 TERRAM», «Amad la justicia los que
fueron los que primero se formaron; gobernáis la tierra», versículo con el que
comienza el libro biiblíco de la Sabiduría.
«QUI IUDICATIS TERRAM», las postreras. 93

Luego en la eme del vocablo quinto


ordenadas quedaron; y tal plata
bañada en oro Júpiter lucía. 96

Y vi otras luces que a la parte alta


bajaban de la eme, y se quedaban
cantando, creo, el bien que las traía. 99

Luego, como al chocar de los tizones


ardientes, surgen chispas a millares,
donde los necios suelen ver augurios, 102

pareció que de allí surgían miles


de luces que subían, mucho o poco,
tal como el sol que las prendió dispuso; 105

y en su lugar ya quietas cada una,


vi de un águila el cuello y la cabeza
representada en el fulgor distinto. 108 Comentario [L1462]: Pensar que la M
en cuyo dibujo se detienen los espíritus, ya
forma el esquema del águila con las alas
Quien pinta allí no tiene quien le guíe, desplegadas, pero aún sin cabeza; la cual
formarán los bienaventurados
sino que guía, y de aquél se origina posteriormente llegados, antes de unirse con
la virtud que a los nidos da su forma. 111 el resto.

Las otras beatitudes, que dichosas


de enliliarse en la ema parecieron,
moviéndose siguieron la figura. 114

¡Oh dulce estrella, cuáles, cuántas gemas


me demostraron que nuestra justicia
es efecto del cielo que tú enjoyas! 117

Y yo pido a la mente en que comienza


tu virtud y tu obrar, que vuelva a ver
de dónde sale el humo que te nubla; 120 Comentario [L1463]: De nuevo
alusión al Papa Bonifacio VIII, o más
generalmente al papado de su tiempo.
tal que se encolerice nuevamente
del comprar y el vender dentro del templo
murado con milagros y martirios. 123

¡O milicia de cielo que ahora miro,


ruega por los que se hallan en la tierra
detrás del mal ejemplo desviados! 126

Antes se hacía con armas la guerra; Comentario [L1464]: Con la


excomunión, terrible arma en manos del
y ahora se hace quitando a unos y a otros pontífice, que la utilizó en muchas
el pan que a nadie niega el santo Padre. 129 ocasiones, aunque de poco le valió contra
Felipe el Hermoso.
Pero tú que borrando sólo escribes, 130 Comentario [L1465]: Ahora se dirige
al Papa directamente, en esta ocasión al
piensa que aún viven Pedro y Pablo, muertos cahorsino Juan XXII, al que achaca un
por la viña que ahora tú devastas. 132 desmesurado afán por los florines, moneda
que tenía impresa la figura de San Juan
Bautista. Otros comentaristas siguen viendo
Puedes decir: «Tan fijo está mi amor a Bonifacio VIII.
en quien quiso vivir en el desierto
y fue martirizado por un baile,
que al Pescador y a Pablo desconozco.» 135

CANTO XIX

Apareció ante mí la bella imagen


con las alas abiertas, que formaban
las almas agrupadas en su dicha; 3

un rubí parecía cada una


donde un rayo de sol ardiera tanto,
que en mis ojos pudiera reflejarse. 6

Y lo que debo de tratar ahora


ni referido nunca fue, ni escrito,
ni concebido por la fantasía; 9

pues vi y también oí que hablaba el pico,


y que la voz decía «mío» y «yo»
y debía decir «nuestro» y «nosotros». 12 Comentario [L1466]: Habla en
singular, como si fuera un solo ser, y
tendría que hacerlo en plural, al estar
Y comenzó: «Por ser justo y piadoso compuesta de innumerables almas.
estoy aquí exaltado a aquella gloria
que vencer no se deja del deseo; 15

y dejé tan completa mi memoria


en la tierra, que abajo los malvados
aun sin seguir su ejemplo, la veneran.» 18

Como un solo calor de muchas brasas,


de entre muchos amores, de igual modo,
salía un solo son de aquella imagen. 21

Y entonces respondí. «Oh perpetuas flores


de la alegría eterna, que uno sólo
me hacéis aparecer vuestros aromas, 24

aclaradme, espirando, el gran ayuno


que largamente en hambre me ha tenido,
pues ningún alimento hallé en la tierra. 27

Bien sé que si en el cielo de otro reino


la justicia divina hace su espejo
veladamente el vuestro no la mira. 30 Comentario [L1467]: El espejo de la
justicia divina es el reino de los Tronos
(Paraíso, IX, 50-63).
Sabéis que atentamente me: dispongo
a escucharos; sabéis cuál es la duda
que en ayunas me tuvo tanto tiempo.» 33 Comentario [L1468]: La duda que
Dante no necesitaba expresar es que si no
hay salvación fuera de la fe cristiana, todos
Como halcón al que quitan la capucha, los hombres deberían estar en condiciones
de conocerla y de bautizarse. Si esto no es
que mueve la cabeza y bate alas así, no se comprende por qué hayan de ser
ganas mostrando y haciéndose hermoso, 36 condenados los gentiles que, sin culpa
alguna, no conocieron la verdadera doc-
trina. Así, pues, la justicia divina parece una
contemplé a aquella imagen, que con loas injusticia.
a la divina gracia era formada,
con cantos que conoce el que lo goza. 39

Dijo después: «El que volvió el compás


hasta el confín del mundo, y dentro de éste 42
guardó lo manifiesto y lo secreto,

no podía imprimir su poderío


en todo el universo, de tal modo
que su verbo no fuese aún infinito. 45 Comentario [L1469]: Aunque Dios
difundiera todo su saber entre los hombres
seguiría siendo inalcanzable para ellos.
Y esto confirma que el primer soberbio,
que de toda criatura fue la suma,
por no esperar la luz cayó inmaduro; 48

mostrando que cualquier naturaleza


menor, es sólo un corto receptáculo
del bien que no se acaba y no se mide. 51

Por lo cual nuestra vista, que tan sólo


ha salido de un rayo de la mente
de que todas las cosas están llenas, 54

no puede valer tanto por sí misma,


que no sepa que está mucho más lejos
su principio de lo que se le muestra. 57

Por eso en la justicia sempiterna


la vista que recibe vuestro mundo,
igual que el ojo por el mar, se adentra; 60

que, aunque en la orilla puede ver el fondo,


no lo ve en alta mar; y no está menos
allí, pero lo esconde el ser profundo. 63

No hay luz, si no procede de la calma


imperturbable; y fuera es la tiniebla,
o sombra de la carne, o su veneno. 66

Bastante ya te he abierto el escondrijo


que te escondía la justicia viva,
que con tanta frecuencia cuestionaste; 69

diciendo: "Un hombre nace en la ribera


del Indo, y no hay allí nadie que hable
de Cristo ni leyendo ni escribiendo; 72

y todos sus deseos y actos buenos,


por lo que entiende la razón del hombre,
están sin culpa en vida y en palabras. 75

Y muere sin la fe y sin el bautismo:


¿Dónde está la justicia al condenarle?
¿y dónde está su culpa si él no cree?" 78

¿Quién eres tú para querer sentarte


a juzgar a mil millas de distancia
con tu vista que sólo alcanza un palmo? 81

Cierto que quien conmigo sutiliza,


si sobre él no estuviera la Escritura,
su dudar llegaría hasta el asombro. 84

¡Oh animales terrenos! ¡Mentes zafias!


La voluntad primera, por sí buena,
de sí, que es sumo bien, nunca se mueve. 87

Sólo es justo lo que a ella se conforma:


ningún creado bien puede atraerla,
pero aquella, espiendiendo, los produce.» 90 Comentario [L1470]: Como hemos
podido ver, la respuesta del águila sobre tan
arduo problema sólo puede convencer a los
Igual que sobre el nido vuela en círculos ya previamente convencidos.
tras cebar a sus hijos la cigüeña,
y como la contempla el ya cebado; 93

hizo así, y yo los ojos levanté,


esa bendita imagen, que las alas
movió impulsada por tantos espíritus. 96

Dando vueltas cantaba, y me decía:


«Lo mismo que mis notas, que no entiendes,
tal es el juicio eterno a los mortales.» 99

Al aquietarse las lucientes llamas


del Espíritu Santo, aún en el signo
que a Roma hizo temible en todo el mundo, 102 Comentario [L1471]: Aún formando la
imagen del águila.
volvió a decir aquél: «No sube a este
reino, quien no creyera en Cristo, antes
o después de clavarle en el madero. 105

Mas sabe: muchos gritan "¡Cristo, Cristo!"


y estarán en el juicio menos prope 107 Comentario [L1472]: En latín,
«cerca».
de aquel, que otros que a Cristo no conocen; 108

serán por el etíope afrentados


cuando los dos colegios se separen,
los para siempre ricos y los pobres. 111 Comentario [L1473]: Los condenados
y los bienaventurados.

¿A vuestros reyes qué dirán los persas


al contemplar abierto el libro donde Comentario [L1474]: 114-148 El
águila va a pasar revista ahora a los
escritos se hallan todos sus pecados? 114 gobernadores inicuos -casi todos, por lo que
vamos a ver- de su época. En este pasaje
Dante va a utilizar de nuevo el artificio del
La que muy pronto moverá las plumas acróstico. Tres tercetos comienzan con I,
y que devastará el reino de Praga, (en el original «Lí si vedrá»); otros tres con
V (en el original «Vedrasi», que he podido
de Alberto podrá verse entre las obras. 117 conservar); los tres siguientes por E (en el
original la conjunción copulativa «e»). Las
tres forman la palabra LVE, es decir,
La pena podrá verse que en el Sena «peste»
causará, la moneda falseando, Comentario [L1475]: Entre las
quien por un jabalí hallará la muerte. 120 hazañas de Alberto I, ya citado en
Purgatorio, VI, 97 y ss., se encontrará
injusta la invasión de Bohemia en 1304.
La insaciable soberbia podrá verse, Comentario [L1476]: De nuevo Felipe
que al de Inglaterra y al de Escocia ciega, IV el Hermoso y el dudoso episodio de la
falsificación de la moneda; el rey murió en
sin poder aguantarse en sus fronteras. 123 1314 en una cacería.
Comentario [L1477]: Eduardo II de
Veráse la lujuria y vida muelle Inglaterra, rey desde 1307 a 1327; y
de aquel de España y del de la Bohemia, Roberto Bruce, rey de Escocia de 1306 a
1329.
que ni supo ni quiso del valor. 126
Comentario [L1478]: Fernando IV,
llamado «El Emplazado», rey de Castilla
Veráse al cojo de Jerusalén desde 1295 a 1312; Wencestao IV
(Purgatorio, VII, 101-2).
su bondad señalada con la I,
Comentario [L1479]: Carlos II de
y con la M el contrario señalado. 129 Anjou, rey de Nápoles y de Jerusalén. Sus
buenas obras se anotan con el I (la unidad)
y las malas con M (mil).
Veráse la avaricia y la vileza
de quien guardando está la isla del fuego, Comentario [L1480]: Federico II de
Aragón, rey de Sicilia, en la que según
donde Anquises su larga edad dejara; 132 Virgilio murió Anquises, padre de Eneas.
Comentario [L1481]: 137-141 Dionís,
en abreviadas letras su escritura rey de Portugal de 1279 a 1325, cuñado de
los anteriores, Acon VII de Noruega, rey
para dar a entender cuán poco vale, desde 1299 a 1319, y del que Dante, por lo
que mucho anotarán en poco espacio. 135 demás, debía saber bastante poco; el de
Regusa (en el original Rascia) es Esteban II
de Serbia occidental, que acuñó astutamente
Enseñará las obras indecentes una moneda muy parecida a la de Venecia.
de su tío y su hermano, que una estirpe 137 Comentario [L1482]: 38 Su tío es
Jaime de Mallorca, rey desde 1262 a 1311;
tan egregia y dos tronos ensuciaron. 138 el hermano es Jaime II (Purgatorio, VII,
119-20), que ensucian el recuerdo de Pedro
III el Grande.
El que está en Portugal y el de Noruega
allí se encontrarán, y aquel de Rascia
que mal ha visto el cuño de Venecia. 141

¡Dichosa Hungría, si es que no se deja 142 Comentario [L1483]: Finalmente


Dante, el político, anima a Hungría y a
mal conducir! ¡y dichosa Navarra, Navarra que no caigan en la órbita francesa,
si se armase del monte que la cerca! 144 una vez extinguidas sus dinastías
originarias. Una y otra cayeron en manos de
la casa de Anjou, tan odiada por nuestro
Y creer se debiera como muestra 145 poeta.
de esto, que Nicosia y Famagusta Comentario [L1484]: 145-148 El mal
gobierno de Enrique II de Lusignan en
se reprueban y duelen de su bestia, 147 Chipre (1285-1324) es buena muestra de lo
que del lado de aquéllas no se aparta. 148 que podría ocurrir en esos dos países si
cayeran en la órbita francesa.

CANTO XX Comentario [L1485]: Del lado de los


otros injustos monarcas.

Cuando aquel que da luz al mundo entero 1 Comentario [L1486]: 1-6 Al caer la
noche es cuando pueden verse las estrellas
del hemisferio nuestro así desciende que iluminan el cielo difundiendo la luz que
que el día en todas partes se consuma, 3 reciben del mismo sol.

el cielo, que aquél solo iluminaba,


súbitamente vuelve a hacerse claro,
con muchas luces, que a una reflejan. 6

Recordé este fenómeno celeste,


cuando calló aquel símbolo del mundo
y de sus jefes su bendito pico; 9 Comentario [L1487]: El águila es el
signo del mundo, cuyo poder civil
representa el imperio; y al mismo tiempo es
pues que todas aquellas vivas luces símbolo de los grandes caudillos.
entonaron, luciendo aún más, cantigas
que se han borrado ya de mi memoria. 12

¡Oh dulce amor que de risa te envuelves,


qué ardiente en esos sistros te mostrabas,
de santos pensamientos inspirados! 15

Cuando las caras y lucientes piedras


de las que vi enjoyado el sexto cielo
sus angélicos sones terminaron, 18

creí escuchar el murmurar de un río


que claro baja de una roca en otra,
mostrando la abundancia de su fuente. 21

Y como el son del cuello de la cítara


toma forma, y así del orificio
de la zampoña por donde entra el viento, 24

de igual manera, sin tardanza alguna,


por el cuello del águila el murmullo
subió, cual si estuviese perforado. 27

Allí se tornó voz, y por el pico


salió en palabras, como lo esperaba
mi corazón, en donde las retuve. 30

«La parte en mí que ve y que al sol resiste 31 Comentario [L1488]: Los ojos. Según
creencia muy común, el águila podía mirar
siendo águila mortal -me dijo entonces- al sol directamente.
ahora debes mirar atentamente, 33

pues de los fuegos que hacen mi figura,


esos por los que brillan mis pupilas,
son los más excelentes de entre todos. 36

Ese que en medio luce como el iris, 37 Comentario [L1489]: 37-42 David
(Purgatorio, X, 93).
fue el gran cantor del Espíritu Santo,
que el arca trasladó de pueblo en pueblo: 39

ahora sabe ya el mérito del canto,


en cuanto efecto fue de su deseo,
por el pago que le ha correspondido. 42

De los cinco del arco de mis cejas, 43 Comentario [L1490]: 43-48 Trajano.
Recuérdese todo lo que dijimos acerca de
quien del pico se encuentra más cercano, este emperador «cristiano» en Purgatorio,
consoló a aquella viuda por su hijo: 45 X, 73-93.

ahora sabe lo caro que resulta


el no seguir a Cristo, conociendo
esta vida tan dulce y su contraria. 48

Y aquel que sigue en la circunferencia 49 Comentario [L1491]: 49-54 El rey de


Judá, Ezequías, que obtuvo por mediación
que te digo, en lo más alto del arco, de Isaías el don de vivir quince años más.
con penitencias aplazó su muerte: 51

ahora sabe que el juicio sempiterno


no cambia, aun cuando dignas oraciones
de lo de hoy abajo hace mañana. 54

El que sigue, conmigo y con las leyes, 55 Comentario [L1492]: 55-60


Constantino, que trasladó la capital a
bajo buena intención que dio mal fruto, Constantinopla, para dejar Roma al Papa.
por ceder al pastor se tornó griego: 57 (Infierno, XIX, 115-117; Purgatorio,
XXXII, 124-29.)

ahora sabe que el mal que ha derivado


de aquel buen proceder, no le es dañoso
aunque por ello el mundo se destruya. 60 Comentario [L1493]: 61-66 Guillermo
II el Bueno, nacido en 1154, rey de Sicilia
en 1166 y muerto en 1189. Su muerte dejó
Y aquel que está donde el arco desciende, 61 desconsolados a sus vasallos, los cuales
tiempo más tarde padecen a Carlos II de
fue Guillermo, a quien llora aquella tierra Anjou y a Federico de Aragón, en Nápoles
que a Federico y Carlos ahora sufre: 63 y Sicilia respectivamente (Paraíso, XIX,
127-32.)
ahora sabe en qué modo se enamora
de un justo rey el cielo, y en el brillo
de su semblante así lo manifiesta. 66

¿Quién creería en el mundo en que se yerra 67 Comentario [L1494]: 67-72 Rifeo es


un personaje de la Eneida (II, 339, 394,
que el troyano Rifeo en este arco 425-27), en la que aparece como un hombre
fuese la quinta de las santas luces? 69 «justísimo», en palabras de Virgilio. La
presencia de éste, aún más que la de
Trajano en el cielo, motivará las lógicas
Ahora ya sabe más de eso que el mundo dudas de Dante y las consiguientes
explicaciones del Aguila Santa. Al haberse
no puede ver de la divina gracia, salvado, Rifeo sabe algo más de la
aunque su vista el fondo no discierna.» 72 insondable voluntad divina, aunque no la
comprenda tampoco él del todo.

Como la alondra que vuela en el aire


cantando, y luego calla satisfecha
de la última dulzura que la sacia, 75

tal pareció la imagen del emblema


del eterno poder, a cuyo gusto
todas las cosas adquieren su ser. 78

Y aunque yo con mis dudas casi fuese


cristal con el color que le recubre,
no pude estar callado mucho tiempo, 81

mas por la boca: «¿Qué cosas son éstas?»


me impulsó a echar la fuerza de su peso:
por lo cual vi destellos de alegría. 84

Y luego, con la vista más ardiente,


aquel bendito signo me repuso
para que yo saliera de mi asombro: 87

«Ya veo que estas cosas has creído


pues yo lo digo, mas no ves las causas;
y te están, aun creyéndolas, ocultas. 90

Haces como ése que sabe de nombre


las cosas, pero si otros no le explican
su sustancia, él no puede conocerla. 93

Regnum caelorum sufre la violencia 94 Comentario [L1495]: El reino de los


cielos se deja por su propio gusto vencer
de ardiente amor y de viva esperanza, por el amor y la esperanza de los hombres,
que vencen la divina voluntad: 96 y sus designios, como veremos enseguida,
son por completo inexcrutables (Mateo, XI,
12; Lucas, XVI, 16).
no como el hombre al hombre sobrepuja,
mas la vencen pues quiere ser vencida,
y con su amor, así vencida, vence. 99
La primer alma y quinta de las cejas 100 Comentario [L1496]: 100-129 Rifeo,
que tuvo fe en el Cristo por venir; Trajano,
ha causado tu asombro, pues las ves que tuvo fe en Cristo ya venido. El primero
pintando las angélicas regiones. 102 fue milagrosamente instruido por Dios en
los misterios de la fe; el segundo vuelto a la
vida por intercesión del Papa Gregorio
No dejaron sus cuerpos, como piensas, Magno, para que su alma recibiera la
enseñanza del cristiano, y muerto por se-
gentiles, mas cristianos, con fe firme gunda vez ya salvado (Purgatorio, XXIV,
en los pies por clavar o ya clavados. 105 84).

Pues una del infierno, donde nunca


se vuelve al buen querer, tornó a los huesos;
y esto fue en premio de esperanza viva: 108

de una viva esperanza que dio fuerzas


a la súplica a Dios de revivirle,
para poder corregir su deseo. 111

El alma gloriosa de que hablo,


vuelta a la carne, en la que estuvo un poco,
creyó en aquel que podía ayudarla; 114

y creyendo encendióse en tanto fuego


de verdadero amor, que en su segunda
muerte, fue digna de estas alegrías. 117

La otra, por gracia que de tan profunda


fuente destila, que nadie ha podido
ver su vena primera con los ojos, 120

puso todo su amor en la justicia:


y así, pues, Dios le abrió, de gracia en gracia
la vista a la futura redención; 123

y él en ella creyó, y no toleraba


la peste de su antiguo paganismo;
y reprendía a las gentes perversas. 126

Las tres mujeres que viste en la rueda 127 Comentario [L1497]: Las virtudes
teologales que Dante encontró en el Paraíso
derecha le sirvieron de bautismo, Terrenal.
antes del bautizar más de un milenio. 129

¡Oh predestinación, cuán alejada


se encuentra tu raíz de aquellos ojos
que la causa primera no ven tota! 132

Y vosotros mortales, sed prudentes


juzgando: pues nosotros, que a Dios vemos,
aún no sabemos todos los que elige; 135

y nos es dulce ignorar estas cosas,


y nuestro bien en este bien se afina,
pues lo que Dios desea, deseamos.» 138

Por la divina imagen de este modo,


para aclarar mi vista tan escasa,
me fue dada suave medicina. 141

Y como a un buen cantor buen citarista


hace seguir el pulso de las cuerdas,
por lo que aún más placer adquiere el canto, 144

así, mientras hablaba, yo recuerdo


que vi a los dos benditos resplandores,
igual que el parpadeo se concuerda,
llamear al compás de las palabras. 147

CANTO XXI

Volví a fijar mis ojos en el rostro


de mi dama, y mi espíritu con ellos,
de cualquier otro asunto retirado. 3

No se reía; mas «Si me riese


-dijo- te ocurriría como cuando
fue Semele en cenizas convertida: 6 Comentario [L1498]: La risa de
Beatriz, tan hermosa ya en este punto del
viaje, produciría en Dante los mismos
pues mi belleza, que en los escalones efectos devastadores, como produjo en
Sernele la aparición de su amante Zeus en
del eterno palacio más se acrece, todo su esplendor (Metamorfósís, III, 307,
como has podido ver, cuanto más sube, 9 309).

si no la templo, tanto brillaría


que tu fuerza mortal, a sus fulgores,
rama sería que el rayo desgaja. 12

Al séptimo esplendor hemos subido, 13 Comentario [L1499]: Al cielo de


Saturno, donde se encuentran los espíritus
que bajo el pecho del León ardiente contemplativos, que ahora se halla en
con él irradia abajo su potencia. 15 conjunción con la constelación de Leo.

Fija tu mente en pos de tu mirada,


y haz de aquélla un espejo a la figura
que te ha de aparecer en este espejo.» 18

Quien supiese cuál era la delicia


de mi vista mirando el santo rostro,
al poner mi atención en otro asunto, 21

sabría de qué forma me era grato


obedecer a rrú celeste escolta,
si un placer con el otro parangono. 24
En el cristal que tiene como nombre,
rodeando el mundo, el de su rey querido
bajo el que estuvo muerta la malicia, 27 Comentario [L1500]: Saturno, que da
nombre a la séptima esfera («cristal») fue el
dios que rigió la mítica edad de oro, aludida
de color de oro que el rayo refleja ya en varias ocasiones (Infierno, XIV, 96;
Purgatorio, XXVIII, 140).
contemplé una escalera que subía
tanto, que no alcanzaba con la vista. 30

Vi también que bajaba los peldaños


tanto fulgor, que pensé que la luz 32 Comentario [L1501]: Tantas almas de
bienaventurados.
toda del cielo allí se difundiera. 33

Y como, por su natural costumbre,


juntos los grajos, al romper del día,
se mueven calentando su plumaje; 36

después unos se van y ya no vuelven;


otros toman al sitio que dejaron,
y los demás se quedan dando vueltas; 39

me parecio que igual aconteciese


en aquel destellar que junto vino,
al llegar y pararse en cierto tramo. 42

Y aquel que más cercano se detuvo, 43 Comentario [L1502]: Como veremos,


es la voz de San Pedro Damián.
era tan luminoso, que me dije:
«Bien conozco el amor que me demuestras. 45

Mas aquella en que espero el cómo y cuándo


callar o hablar, estáse quieta; y yo
bien hago y, aunque quiero, no pregunto.» 48

Por lo cual ella, viendo en mi silencio,


con el ver de quien puede verlo todo,
me dijo: «Aplaca tu ardiente deseo.» 51

Y yo comencé así. «Mis propios méritos


de tu respuesta digno no me hacen;
mas por aquella que hablar me permite, 54

alma santa que te hallas escondida


dentro de tu alegría, haz que yo sepa
por qué de mí te has puesto tan cercana; 57

y por qué en esta rueda se ha callado


la dulce sinfonía de los cielos,
que tan piadosa en las de abajo suena.» 60
«Mortal tienes la vista y el oído,
por eso no se canta aquí –repuso-
al igual que Beatriz no tiene risa. 63 Comentario [L1503]: «Porque tus
sentidos mortales no podrían soportar ni la
risa de Beatriz, ni el son de nuestros
Por la santa escalera he descendido cantos.»
únicamente para recrearte
con la voz y la luz que me rodea; 66

mayor amor más presta no me hizo, 67 Comentario [L1504]: «No he


descendido más cerca porque sienta mayor
que tanto o más amor hierve allá arriba, amor por ti que las otras.»
tal como el flamear te manifiesta. 69

Mas la alta caridad, que nos convierte


en siervas de aquel que el mundo gobierna
aquí nos destinó, como estás viendo.» 72

«Bien veo, sacra lámpara, que un libre


amor -le dije basta en esta corte
para seguir la eterna providencia; 75

mas no puedo entender tan fácilmente


por qué predestinada sola fuiste
tú a este encargo entre todas las restantes.» 78

Aun antes de acabar estas palabras,


hizo la luz un eje de su centro,
dando vueltas veloz como una rueda; 81

luego dijo el amor que estaba dentro:


«Desciende sobre mí la luz divina, 83 Comentario [L1505]: Nuevamente se
plantea el problema de la predestinación.
en ésta en que me envientro penetrando, 84

la cual virtud, unida a mi intelecto,


tanto me eleva sobre mí, que veo
la suma esencia de la cual procede. 87

De allí viene esta dicha en la que ardo;


puesto que a mi visión, que es ya tan clara,
la claridad de la llama se añade. 90

Pero el alma en el cielo más radiante,


el serafín que más a Dios contempla,
no podrá responder a tu pregunta, 93

porque se oculta tanto en el abismo


del eterno decreto lo que quieres,
que al creado intelecto se le esconde. 96

Y al mundo de los hombres, cuando vuelvas,


contarás esto, a fin que no pretenda
a una tan alta meta dirigirse. 99

La mente, que aquí luce, en tierra humea;


así que piensa cómo allí podrá
lo que no puede aun quien acoge el cielo.» 102 Comentario [L1506]: «La inteligencia
que aquí es luz, es sombra allá abajo: así
que piensa cómo podríais entender los
Tan terminantes fueron sus palabras hombres lo que ni siquiera entienden por
completo los elegidos.»
que dejé aquel asunto, y solamente
humilde pregunté por su persona. 105

«Álzanse entre las costas italianas 106 Comentario [L1507]: San Pedro
Damián nació en 1007 de una familia muy
montes no muy lejanos de tu tierra, humilde de Rávena. A los treinta años
tanto que el trueno suena más abajo, 108 ingresó en el convento camaldulense de
Fonte Avellana, cercano a Gubbio, en el
monte Catria, que según la tradición visitó
y un alto forman que se llama Catria, el propio Dante. Fue prior y posteriormente
obispo y cardenal, cargos a los que renunció
bajo el cual hay un yermo consagrado tras haber mostrado un gran celo contra la
para adorar dispuesto únicamente.» 111 simonía y la corrupción eclesiástica (vv.
130-35), volviendo de nuevo a su
monasterio, famoso éste por la severidad de
Por vez tercera dijo de este modo; la regla. Solía firmar como Pedro Pecador y
representa la figura del antihumanismo.
y, siguiendo, después me dijo: «Allí Murió en Faenza en 1072.
tan firme servidor de Dios me hice, 114

que sólo con verduras aliñadas


soportaba los fríos y calores,
alegre en el pensar contemplativo. 117

Dar solía a estos cielos aquel claustro


muchos frutos; mas ahora está vacío,
y pronto se pondrá de manifiesto. 120 Comentario [L1508]: Tal vez se
refiere a la transformación del monasterio
en abadía en la época de Juan XXII.
Yo fui Pedro Damián en aquel sitio,
y Pedro Pecador en la morada
de nuestra Reina junto al mar Adriático. 123 Comentario [L1509]: En la abadía de
Santa María de Rávena.

Cuando ya me quedaba poca vida,


a la fuerza me dieron el capelo, 125 Comentario [L1510]: En realidad el
uso del capelo como símbolo de la dignidad
que de malo a peor ya se transmite. 126 cardenalicia no se prescribió hasta la mitad
del siglo XIII con Inocencio IV.
Vino Cefas y vino el Santo Vaso 127 Comentario [L1511]: San Pedro y San
Pablo, que predicaron el evangelio con
del Espíritu, flacos y descalzos, suma pobreza.
tomando en cualquier sitio la comida. 129

Los modernos pastores ahora quieren 130 Comentario [L1512]: 130-134


Divertida y llena de plasticidad esta
que les alcen la cola y que les lleven, caricatura que Dante nos presenta de los
tan gordos son, sujetos a los lados. 132 lustrosos personajes de la curia papal.

Con mantos cubren sus cabalgaduras,


tal que bajo una piel marchan dos bestias:
¡Oh paciencia que tanto soportas! 135

Al decir esto vi de grada en grada


muchas llamas bajando y dando vueltas,
y a cada giro estaban más hermosas. 138

Se detuvieron al lado de ésta,


y prorrumpieron en clamor tan alto,
que aquí nada podría asemejarse; 141
ni yo lo oí; tan grande fue aquel trueno.

CANTO XXII

Presa del estupor, hacia mi guía


me volví, como el niño que se acoge
siempre en aquella en que más se confía; 3

y aquélla, como madre que socorre


rápido al hijo pálido y ansioso
con esa voz que suele confortarlo, 6

dijo: «¿No sabes que estás en el cielo?


y ¿no sabes que el cielo es todo él santo,
y de buen celo viene lo que hacemos? 9

Cómo te habría el canto trastornado, 10 Comentario [L1513]: 10- 12 Cfr.


Paraíso, XXI, 61-63.
y mi sonrisa, puedes ver ahora,
puesto que tanto el gritar te conmueve; 12

y si hubieses su ruego comprendido, 13 Comentario [L1514]: Es decir, lo que


aquel grito pedía.
en él conocerías la venganza
que podrás ver aún antes de que mueras. 15

La espada de aquí arriba ni deprisa 16 Comentario [L1515]: La venganza


divina sólo parece que tarde en venir o que
ni tarde corta, y sólo lo parece llega demasiado pronto a quien la espera o
a quien teme o desea su llegada. 18 la teme.

Mas dirígete ahora hacia otro lado;


que verás muchas almas excelentes,
si vuelves la mirada como digo.» 21

Como ella me indicó, volví los ojos,


y vi cien esferitas, que se hacían
aún más hermosas con sus mutuos rayos. 24 Comentario [L1516]: Es uno de los
frutos de la caridad mutua que existe en el
Paraíso.
Yo estaba como aquel que se reprime
la punta del deseo, y no se atreve
a preguntar, porque teme excederse; 27
y la mayor y la más encendida
de aquellas perlas vino hacia adelante,
para dejar satisfechas mis ganas. 30

Dentro de ella escuché luego: «Si vieses 31 Comentario [L1517]: Habla ahora el
alma de San Benito de Nursia el gran
la caridad que entre nosotras arde, fundador del movimiento monástico de la
lo que piensas habrías expresado. 33 Iglesia de occidente (480-543).

Mas para que, esperando, no demores


el alto fin, habré de responderte
al pensamiento sólo que así guardas. 36

El monte en cuya falda está Cassino 37 Comentario [L1518]: El monte Cairo,


en cuya cima se encontraba un templo de
estuvo ya en su cima frecuentado Apolo y donde el santo comenzó su labor
por la gente engañada y mal dispuesta; 39 evangelizadora.

y yo soy quien primero llevó arriba


el nombre de quien trajo hasta la tierra
esta verdad que tanto nos ensalza; 42

y brilló tanta gracia sobre mí,


que retraje a los pueblos circundantes
del culto impío que sedujo al mundo. 45

Los otros fuegos fueron todos hombres


contemplativos, de ese ardor quemados
del que flores y frutos santos nacen. 48 Comentario [L1519]: San Macario de
Alejandría, discípulo de San Antonio, fue el
promotor del monaquismo en oriente. San
Está Macario aquí, y está Romualdo, 49 Romualdo de Rávena (956-1027), que
fundó la Orden de los camaldulenses.
y aquí están mis hermanos que en los claustros
Comentario [L1520]: Los
detuvieron sus almas sosegadas. 51 benedictinos.

Y yo a él: «El afecto que al hablarme


demuestras y el benévolo semblante
que en todos vuestros fuegos veo y noto, 54

de igual modo acrecientan mi confianza,


como hace al sol la rosa cuando se abre
tanto como permite su potencia. 57

Te ruego pues, y tú, padre, concédeme


si merezco gracia semejante,
que pueda ver tu imagen descubierta.» 60

Y aquél: «Hermano, tu alto deseo 61 Comentario [L1521]: «Podrás verme


enteramente en el cielo Empíreo, donde
ha de cumplirse allí en la última esfera, todos los deseos, el tuyo de verme y el mío
donde se cumplirán todos y el mío. 63 de ver a Dios se ven cumplidos.»

Allí perfectos, maduros y enteros


son los deseos todos; sólo en ella
cada parte está siempre donde estaba, 66 Comentario [L1522]: El Empíreo es
inmutable, pues representa la perfección
divina.
pues no tiene lugar, ni tiene polos,
y hasta aquella conduce esta escalera,
por lo cual se te borra de la vista. 69

Hasta allá arriba contempló el patriarca


Jacob que ella alcanzaba con su extremo,
cuando la vio de ángeles colmada. 72

Mas, por subirla, nadie aparta ahora 73 Comentario [L1523]: 73-93 Como los
franciscanos y los dominicos, a pesar de ser
de la tierra los pies, y se ha quedado órdenes recientes, la vieja Orden
mi regla para gasto de papel. 75 benedictina ha degenerado con el tiempo,
mereciendo la reprobación de su fundador,
en términos a los que ya Dante nos tiene
Los muros que eran antes abadías acostumbrados.
espeluncas se han hecho, y las cogullas
de mala harina son talegos llenos. 78

Pero la usura tanto no se alza 79 Comentario [L1524]: 79-81 La usura


no es tan grave pecado como la codicia de
contra el placer de Dios, cuanto aquel fruto los sacerdotes.
que hace tan loco el pecho de los monjes; 81

que aquello que la Iglesia guarda, todo


es de la gente que por Dios lo pierde;
no de parientes ni otros más indignos. 84

Es tan blanda la carne en los mortales,


que allá abajo no basta un buen principio
para que den bellotas las encinas. 87

Sin el oro y la plata empezó Pedro,


y con ayunos yo y con oraciones,
y su orden Francisco humildemente; 90

y si el principio ves de cada uno,


y miras luego el sitio al que han llegado,
podrás ver que del blanco han hecho negro. 93

En verdad el Jordán retrocediendo, 94 Comentario [L1525]: 94-96 El Jordán


volvió su curso para permitir el paso de
más fue, y el mar huyendo, al Dios mandarlo, Josué, de modo parecido a como antes se
admirable de ver, que aquí el remedio.» 96 había abierto el mar Rojo. Estos milagros
son menos asombrosos, dice el poeta, que el
remedio de la corrupción.
Así me dijo, y luego fue a reunirse
con su grupo, y el grupo se juntó;
después, como un turbión, voló hacia arriba. 99

Mi dulce dama me impulsó tras ellos


por la escalera sólo con un gesto,
venciendo su virtud a mi natura; 102 Comentario [L1526]: Por dicha escala
ascienden al octavo cielo, el de las estrellas
fijas.
y nunca aquí donde se baja y sube
por medios naturales, hubo un vuelo
tan raudo que a mis alas se igualase. 105

Así vuelva, lector, a aquel devoto


triunfo por el cual lloro con frecuencia
mis pecados y el pecho me golpeo, 108 Comentario [L1527]: «Así pueda yo
volver a ver el Paraíso.»

puesto y quitado en tanto tú no habrías


del fuego el dedo, en cuanto vi aquel signo
que al Toro sigue y dentro de él estuve. 111 Comentario [L1528]: La constelación
de Géminis, bajo la cual nació Dante,
aunque no conozca aún el día exacto.
Oh gloriosas estrellas, luz preñada
de gran poder, al cual yo reconozco
todo, cual sea, que mi ingenio debo, 114

nacía y se escondía con vosotras


de la vida mortal el padre, cuando
sentí primero el aire de Toscana; 117

y luego, al otorgarme la merced


de entrar en la alta esfera en que girais,
vuestra misma region me cupo en suerte. 120 Comentario [L1529]: Al entrar en la
esfera de las estrellas fijas, lo hacen por el
lado en que se encuentra dicha
Con devoción mi alma ahora os suspira, constelación.
para adquirir la fuerza suficiente
en este fuerte paso que la espera. 123

«Ya de la salvación están tan cerca


-me dijo Beatriz-- que deberías
tener los ojos claros y aguzados; 126

por lo tanto, antes que tú más te enelles,


vuelve hacia abajo, y mira cuántos mundos
debajo de tus pies ya he colocado; 129

tal que tu corazón, gozoso cuanto


pueda, ante las legiones se presente
que alegres van por el redondo éter.» 132

Recorrí con la vista aquellas siete


esferas, y este globo vi en tal forma
que su vil apariencia me dio risa; 135 Comentario [L1530]: La tierra.

y por mejor el parecer apruebo 136 Comentario [L1531]: 136-8«Mi


parecer está con el de aquellos que la
que lo tiene por menos; y el que piensa menosprecian y piensan sólo en el cielo.»
en el otro, de cierto es virtuoso. 138
Vi encendida a la hija de Latona 139 Comentario [L1532]: La luna,
despojada de las manchas.
sin esa sombra que me dio motivo
de que rara o que densa la creyera. 141

El rostro de tu hijo, Hiperïón, 142 Comentario [L1533]: El hijo de


Hiperión es el sol.
aquí afronté, y vi cómo se mueven,
cerca y en su redor Maya y Dïone. 144 Comentario [L1534]: Mercurio era
hijo de la ninfa Maya. Ya hemos visto que
Dione era la madre de Venus.
Y se me apareció el templar de Júpiter 145 Comentario [L1535]: Entre Saturno,
entre el padre y el hijo: y vi allí claro su padre, y Marte, su hijo. Júpiter mitiga el
las variaciones que hacen de lugares; 147 frío del uno y el calor del otro.

y de todos los siete puede ver


cuán grandes son, y cuánto son veloces,
y la distancia que existe entre ellos. 150

La era que nos hace tan feroces, 151 Comentario [L1536]: En el original
«aiuola», diminutivo de «aia»: «era» (de
mientras con los Gemelos yo giraba, trillar).
vi con sus montes y sus mares; luego 153
volví mis ojos a los ojos bellos.

CANTO XXIII

Igual que el ave, entre la amada fronda,


que reposa en el nido entre sus dulces
hijos, la noche que las cosas vela, 3

que, por ver los objetos deseados


y encontrar alimento que les nutra
-una dura labor que no disgusta-, 6 Comentario [L1537]: Sale antes del
amanecer para encontrar presas.

al tiempo se adelanta en el follaje,


y con ardiente afecto al sol espera,
mirando fijo a donde nace el alba; 9

así erguida se hallaba mi señora


y atenta, dirigiéndose hacia el sitio
bajo el que el sol camina más despacio: 12

y viéndola suspensa, ensimismada,


me puse como aquel que deseando
algo que quiere, se calma en la espera. 15

Mas poco fue del uno al otro instante


de que esperara, digo, y de que viera
que el cielo más y más resplandecía; 18

Y Beatriz dijo: «¡Mira las legiones


del tyiunfo de Cristo y todo el fruto
que recoge el girar de estas esferas!» 21

Pareció que le ardiera todo el rostro,


y tanta dicha llenaba sus ojos,
que es mejor que prosiga sin decirlo. 24

Igual que en los serenos plenilunios


con las eternas ninfas Trivia ríe 26 Comentario [L1538]: Trivia es la luna,
y las ninfas las estrellas.
que coloran el cielo en todas partes, 27

vi sobre innumerables luminarias


un sol que a todas ellas encendía,
igual que el nuestro a las altas estrellas; 30

y por la viva luz transparecía


la luciente sustancia, tan radiante
a mi vista, que no la soportaba. 33

¡Oh Beatriz, mi guía dulce y cara!


Ella me dijo: «Aquello que te vence
es virtud que ninguno la resiste. 36

Allí están el poder y la sapiencia 37 Comentario [L1539]: Jesucristo,


«potencia de Dios y sabiduría de Dios»,
que abrieron el camino entre la tierra según San Pablo.
y el cielo, tanto tiempo deseado.» 39

Cual fuego de la nube se desprende


por tanto dilatarse que no cabe,
y contra su natura cae a tierra, 42

mi mente así, después de aquel manjar,


hecha más grande salió de sí misma,
y recordar no sabe qué se hizo. 45

«Los ojos abre y mira cómo soy;


has contemplado cosas, que te han hecho
capaz de sostenerme la sonrisa.» 48

Yo estaba como aquel que se resiente


de una visión que olvida y que se ingenia
en vano a que le vuelva a la memoria, 51

cuando escuché esta invitación, tan digna


de gratitud, que nunca ha de borrarse
del libro en que el pasado se consigna. 54

Si ahora sonasen todas esas lenguas 55 Comentario [L1540]: Todas las


lenguas de los poetas alimentados por las
que hicieron Polimnía y sus hermanas musas, de las que Polimnia formaba parte.
de su leche dulcísima más llenas, 57

en mi ayuda, ni un ápice dirían


de la verdad, cantando la sonrisa
santa y cuánto alumbraba al santo rostro. 60

Y así al representar el Paraíso,


debe saltar el sagrado poema,
como el que halla cortado su camino. 63

Mas quien considerase el arduo tema


y los humanos hombros que lo cargan,
que no censure si tiembla debajo: 66

no es derrotero de barca pequeña


el que surca la proa temeraria,
ni para un timonel que no se exponga. 69

«¿Por qué mi rostro te enamora tanto,


que al hermoso jardín no te diriges
que se enflorece a los rayos de Cristo? 72

Este es la rosa en que el verbo divino 73 Comentario [L1541]: La Virgen


María.
carne se hizo, están aquí los lirios 74
Comentario [L1542]: Los apóstoles.
con cuyo olor se sigue el buen sendero.» 75

Así Beatriz; y yo, que a sus consejos


estaba pronto, me entregué de nuevo
a la batalla de mis pobres ojos. 78 Comentario [L1543]: «A contemplar
el divino espectáculo con mis débiles ojos.»

Como a un rayo de sol, que puro escapa


desgarrando una nube, ya un florido
prado mis ojos, en la sombra, vieron; 81

vi así una muchedumbre de esplendores,


desde arriba encendidos por ardientes
rayos, sin ver de dónde procedían. 84 Comentario [L1544]: Es la luz de
Cristo la que ilumina desde lo alto, como un
rayo las flores de un prado, a la
¡Oh, benigna virtud que así los colmas, muchedumbre de los bienaventurados.
para darme ocasión a que te viesen
mis impotentes ojos, te elevaste! 87

El nombre de la flor que siempre invoco 88 Comentario [L1545]: La palabra


«rosa» que Dante ha dado a la Virgen.
mañana y noche, me empujó del todo
a la contemplación del mayor fuego; 90

y cuando reflejaron mis dos ojos


el cuál y el cuánto de la viva estrella
que vence arriba como vence abajo, 93
por entre el cielo descendió una llama
que en círculo formaba una corona
y la ciñó y dio vueltas sobre ella. 96 Comentario [L1546]: Se trata del
Arcángel San Gabriel.

Cualquier canción que tenga más dulzura


aquí abajo y que más atraiga al alma,
semeja rota nube que tronase, 99

si al son de aquella lira lo comparo


que al hermoso zafiro coronaba
del que el más claro cielo se enzafira. 102

«Soy el amor angélico, que esparzo


la alta alegría que nace del vientre
que fue el albergue de nuestro deseo; 105

y así lo haré, reina del cielo, mientras


sigas tras de tu hijo, y hagas santa
la esfera soberana en donde habitas.» 108

Así la melodía circular


decía, y las restantes luminarias
repetían el nombre de María. 111

El real manto de todas las esferas


del mundo, que más hierve y más se aviva
al aliento de Dios y a sus mandatos, 114 Comentario [L1547]: El primer Móvil,
o noveno cielo, que contiene todos los
restantes, y está más cerca del Empíreo.
tan encima tenía de nosotros
el interno confín, que su apariencia
desde el sitio en que estaba aún no veía: 117 Comentario [L1548]: Estaba aún tan
lejano de Dante y Beatriz, aún en el cielo
octavo, que no podía verlo. El «Interno
y por ello mis ojos no pudieron confín», en el original «interna riva» es la
parte cóncava del cielo, por la que
seguir tras de esa llama coronada lógicamente llegan los viajeros que
que se elevó a la par que su simiente. 120 proceden de la tierra.
Comentario [L1549]: La Virgen se
Y como el chiquitín hacia la madre eleva tras de Cristo.

alarga, luego de mamar, los brazos


por el amor que afuera se le inflama, 123

los fulgc>res arriba se extendieron


con sus penachos, tal que el alto afecto
que a María tenían me mostraron. 126

Permanecieron luego ante mis ojos


Regina caeli, cantando tan dulce
que el deleite de mí no se partía. 129
¡Ah, cuánta es la abundancia que se encierra
en las arcas riquísimas que fueron
tan buenas sembradoras aquí abajo! 132

Allí se vive y goza del tesoro


conseguido llorando en el destierro
babilonio, en que el oro desdeñaron. 135 Comentario [L1550]: La Vida terrena
es como el exilio judío en Babilonia,
comparada con el Cielo.
Allí trïunfa, bajo el alto Hijo
de María y de Dios, de su victoria,
con el antiguo y el nuevo concilio 138 Comentario [L1551]: Los
bienaventurados que creyeron en Cristo por
el que las llaves de esa gloria guarda. 139 venir; y los que creyeron en Cristo ya
CANTO XXIV venido.
Comentario [L1552]: San Pedro.
«Oh compañía electa a la gran cena
del bendito Cordero, el cual os nutre
de modo que dais siempre saciadas, 3

si por gracia de Dios éste disfruta


de aquello que se cae de vuestra mesa,
antes de que la muerte el tiempo agote, 6

estar atentos a su gran deseo


y refrescarle un poco: pues bebéis
de la fuente en que mana lo que él piensa.» 9

Así Beatriz; y las gozosas almas


se hicieron una esfera en polos fijos,
llameando, al igual que los cometas. 12

Y cual giran las ruedas de un reloj


así que, a quien lo mira, la primera
parece quieta, y la última que vuela; 15

así aquellas coronas, diferente-


mente danzando, lentas o veloces,
me hacían apreciar sus excelencias. 18

De aquella que noté más apreciada 19 Comentario [L1553]: La corona más


bella de todas es la que pertenece a los
vi que salía un fuego tan dichoso, apóstoles, de la que van a salir San Pedro, y
que de más claridad no hubo ninguno; 21 luego Santiago y San Juan, que interrogarán
a Dante acerca de la fe, la esperanza y la
caridad, respectivamente.
y tres veces en torno de Beatriz
Comentario [L1554]: No ya el
dio vueltas con un canto tan divino, lenguaje, sino la propia imaginación es
que mi imaginación no lo repite. 24 insuficiente para representar lo que vi,
como un color burdo es inadecuado para
representar los matices que presentan los
Y así salta mi pluma y no lo escribo: pliegues de una vestidura. (Recordad la
admiración de Dante por Giotto, el cual, en
pues la imaginativa, a tales pliegues, los frescos de la Capilla de la Arena de
no ya el lenguaje, tiene un color burdo. 27 Padua, se había esforzado en estas
sutilezas.)
«¡Oh Santa hermana mía que nos ruegas
devota, por tu afecto tan ardiente
me he separado de esa hermosa esfera.» 30

Tras detenerse, aquel bendito fuego,


dirigió a mi señora sus palabras,
que hablaron en la forma que ya he dicho. 33

Y ella: «Oh luz sempiterna del gran hombre


a quien Nuestro Señor dejó las llaves,
que él llevó abajo, de esta ingente dicha, 36

sobre cuestiones serias o menudas,


a éste examina en torno de esa fe,
por lo cual sobre el mar tú caminaste. 39

Si él ama bien, y bien cree y bien espera,


no se te oculta, pues la vista tienes
donde se ve cualquier cosa pintada, 42

pero como este reino ha hecho vasallos


por la fe verdadera, es oportuno
que la gloríe más, hablando de ella.» 45

Tal como el bachiller se arma y no habla 46 Comentario [L1555]: 46-48 Se trata de


una práctica común en las escuelas de
hasta que hace el maestro la pregunta, teología y filosofía medievales. El maestro
argumentando, mas sin definirla, 48 proponía una cuestión que era discutida por
los alumnos con diversos argumentos
(«approvare» en el original) y otro día el
yo me armaba con todas mis razones, maestro la resolvía dando su dictamen (en
el original «terminare»).
mientras ella le hablaba, preparado
a tal cuestionador y a tal examen. 51

«Di, buen cristiano, y hazlo sin rodeos:


¿qué es la fe?» Por lo cual alcé la frente
hacia la luz que dijo estas palabras; 54

luego volví a Beatriz, y aquella un presto


signo me hizo de que derramase
afuera el agua de mi fuente interna. 57

«La gracia que me otorga el confesarme


-le dije con el alto primopilo, 59 Comentario [L1556]: Los primopilos
eran en el ejército romano los centuriones
haga que bien exprese mis conceptos.» 60 de la primera escuadra de triarios. Los que
iniciaban el combate, como los apóstoles en
su lucha por la fe.
Y luego: «Cual la pluma verdadera
lo escribió, padre, de tu caro hermano
que contigo fue guía para Roma, 63 Comentario [L1557]: Como escribió
San Pablo en la Epístola a los Hebreos, XI,
1.
fe es la sustancia de lo que esperamos, 64 Comentario [L1558]: 64-65 Según
Tomás de Aquino, «sustancia» es el
y el argumento de las invisibles; fundamento de las cosas que se esperan y
pienso que ésta es su esencia verdadera.» 66 «argumento» es la adhesión del intelecto a
la verdad que no se comprende sin pruebas.

Entonces escuché: «Bien lo has pensado,


si comprendes por qué entre las sustancias,
luego en los argumentos la coloca.» 69

Y respondí: «Las cosas tan profundas


que aquí me han ofrecido su apariencia,
están a los de abajo tan ocultas, 72

que sólo está su ser en la creencia,


sobre la cual se funda la esperanza;
y por ello sustancia la llamamos. 75

Y de esto que creemos es preciso


silogizar, sin más pruebas visibles:
por ello la llamamos argumento.» 78

Escuché entonces: «Si cuanto se adquiere


por la doctrina abajo, así entendierais,
no cabría el ingenio del sofista.» 81

Así me dijo aquel amor ardiente;


luego añadió: «Muy bien has sopesado 83 Comentario [L1559]: 83-85 Después
de preguntarle qué es la fe y de haber sido
el peso y la aleación de esta moneda; 84 respondido por Dante, San Pedro le
pregunta si él la tiene, y luego de dónde le
ha venido.
mas dime si la llevas en la bolsa.»
«Sí -dije , y tan brillante y tan redonda,
que en su cuño no cabe duda alguna.» 87

Luego salió de la luz tan profunda


que allí brillaba: «Esta preciosa gema
que de toda virtud es fundamento, 90

¿de dónde te ha venido?» Y yo: «Es la lluvia


del Espíritu Santo, difundida
sobre viejos y nuevos pergaminos, 93 Comentario [L1560]: El Viejo y
Nuevo Testamento.

el silogismo que esto me confirma


con agudeza tal, que frente a ella
cualquier demostración parece obtusa.» 96

Y después escuché: «¿La antigua y nueva


proposición que así te han convencido
por qué las tienes por habla divina?» 99

Y yo: «Me lo confirman esas obras


que las siguieron, a las que natura
ni bate el yunque ni calienta el hierro.» 102 Comentario [L1561]: Los milagros y
el resto de obras maravillosas son la
garantía del origen divino de las Escrituras,
«Dime -me respondió- ¿quién te confirma pues no son obras de la naturaleza.
que hubiera aquellas obras? Pues el mismo
que lo quiere probar, sin más, lo jura.» 105 Comentario [L1562]: «¿Quién te
garantiza que esos milagros existieran?
Porque lo cuentan aquellos mismos que
Si el mundo al cristianismo se ha inclinado, 106 quieren convencernos, sin ningún otro
testimonio ajeno, luego nos encontrarnos en
-le dije sin milagros, esto es uno un peligroso círculo vicioso.»
aún cien veces más grande que los otros: 108 Comentario [L1563]: 106-108 El
mayor milagro, aunque otro no hubiera
pues tú empezaste pobre y en ayunas habido, es para Dante la
propia difusión del, cristianismo, y como
en el campo a sembrar la planta buena ese hecho es evidente, no necesita mayores
que fue antes vid y que ahora se ha hecho zarza.» 111 pruebas de que los libros en que se basa su
fe están inspirados por Dios. Como vernos,
el argumento dantesco no es excesivamente
Esto acabado, la alta y santa corte sutil. Cfr. San Agustín, Civítas Dei, XXII,
5.
cantó por las esferas: «Dio Laudamo»
con esas notas que arriba se cantan. 114

Y aquel varón que así de rama en rama,


examinando, me había llevado,
cerca ya de los últimos frondajes, 117

volvió a decir: «La Gracia que enamora


tu mente, ha hecho que abrieras la boca
hasta aquí como abrirse convenía, 120

de tal forma que apruebo lo que has dicho;


mas explicar qué crees debes ahora,
y de dónde te vino la creencia.» 123

«Santo padre, y espíritu que ves


aquello en que creíste, de tal modo,
que al más joven venciste hacia el sepulcro, 126 Comentario [L1564]: San Pedro,
según Juan, XX, 3-9, llegó al sepulcro de
Cristo antes que el propio evangelista, que
tú quieres --comencé- que manifieste debía ser más joven, según normalmente se
admite.
aquí la forma de mi fe tan presta,
y también su motivo preguntaste. 129

Y te respondo: creo en un Dios solo


y eterno, que los cielos todos mueve
inmóvil, con amor y con deseo; 132

y a tal creer no tengo sólo prueba


física o metafísica, también
me la da la verdad, que aquí nos llueve 135 Comentario [L1565]: 135-138 No sólo
las pruebas de la razón, sino sobre todo las
fuentes de la sabiduría revelada.
por Moisés, por profetas y por salmos,
y por el Evangelio y por vosotros
que con ardiente espíritu escribisteis; 138

y creo en tres personas sempiternas,


y en una esencia que es tan una y trina,
que el "son" y el "es" admite a un mismo tiempo. 141

Con la profunda condición divina


que ahora toco, la mente me ha sellado
la doctrina evangélica a menudo. 144

Aquí comienza todo, esta es la chispa


que en vivaz llama luego se dilata,
y brilla en mí cual en el cielo estrella.» 147

Como el señor que escucha algo agradable,


después abraza al siervo, complacido
por la noticia, cuando aquél se calla; 150

de este modo, cantando, me bendijo,


ciñéndome tres veces al callarme,
la apostólica luz, que me hizo hablar: 153
¡tanto le complacieron mis palabras!

CANTO XXV

Si sucediera que el sacro poema 1 Comentario [L1566]: 1-9 Dante


siempre conservó las esperanzas de volver
en quien pusieron mano tierra y cielo, triunfante y rehabilita-
y me ha hecho enflaquecer por muchos años, 3 do a su Florencia natal, gracias al éxito de
su Comedia.

venciera la crueldad que me ha exiliado


del bello aprisco en el que fui cordero,
de los hostiles lobos enemigo; 6

con otra voz entonces y cabellos,


poeta volveré, y sobre la fuente
de mi bautismo habrán de coronarme; 9

porque en la fe, que hace que conozcan


a Dios las almas, aquí vine, y luego
Pedro mi frente rodeó por ella. 12

Después vino una luz hacia nosotros


de aquella esfera de la que salió
el primer sucesor que dejó Cristo; 15

y mi Señora llena de alegría


me dijo: «Mira, mira ahí al barón
por quien abajo visitan Galicia.» 18 Comentario [L1567]: Santiago el
Mayor, patrón de Galicia.
Tal como cuando el palomo se pone
junto al amigo, y uno y otro muestra
su amistad, al girar y al arrullarse; 21

así yo vi que el uno al otro grande


príncipe glorïoso recibía,
loando el pasto que allí se apacienta. 24

Mas concluyendo ya los parabienes,


callados coram me se detuvieron, 26 Comentario [L1568]: «Frente a mí.»
tan ígneos que la vista me vencían. 27

Entonces dijo Beatriz riendo:


«Oh ínclita alma por quien se escribiera
la generosidad de esta basílica, 30 Comentario [L1569]: En la llamada
Epístola Católica, atribuida ahora a
Santiago el Menor, se contenía un pasaje
haz que resuene en lo alto la esperanza: que hablaba de la misericordia de Dios y de
su generosidad a la hora de salvar a los
puedes, pues tantas veces la has mostrado, 32 hombres. La basílica es el ciclo
cuantas jesús os prefirió a los tres.» 33 Comentario [L1570]: 32-33 «Puedes
hacerlo, pues todas las veces que Jesús te
eligió a ti, a Juan y a Pedro de manera
«Alza el rostro y sosiega, pues quien viene especial -resurrección de la hija de Jairo,
desde el mundo mortal hasta aquí arriba, transfiguración, la oración en el huerto-, tú
representabas la esperanza.»
en nuestros rayos debe madurarse.» 36

Este consuelo del fuego segundo


me vino; y yo miré a aquellos dos montes
que me abatieron antes con su peso. 39 Comentario [L1571]: A San Pedro y a
Santiago, que antes me habían hecho
inclinar la cabeza.
«Pues nuestro emperador te ha concedido
que antes de muerto puedas con sus condes
avistarte en la sala más secreta, 42

y viendo la verdad de este palacio,


la esperanza, que abajo os enamora,
a ti y a otros pueda consolaros, 45

dime qué es, y di cómo florece


en tu mente: y de dónde te ha venido.»
Así continuó la luz segunda. 48

Y la piadosa que guió las plumas


de mis alas a vuelo tan cimero,
previno de este modo mi respuesta: 51

«La iglesia militante hijo ninguno 52 Comentario [L1572]: Beatriz alude


ahora al propio Dante.
tiene que más espere, como escrito
está en el sol que alumbra nuestro ejército: 54 Comentario [L1573]: Como está
escrito en la propia sabiduría divina.

por eso le otorgaron que de Egipto


venga a Jerusalén para que vea, 56 Comentario [L1574]: Como antes a
Babilonia, la vida terrena es ahora
antes de concluir en su milicia. 57 comparada a la permanencia de los hebreos
en Egipto. Jerusalén es el cielo, que Dante
puede ver antes de morir.
Los otros puntos, que no por saber
le preguntaste, mas para que muestre
lo mucho que te place esta virtud, 60

a él se los dejo, pues que son sencillos


y no se jactará; que él os responda,
y esto merezca la divina gracia.» 63

Como el alumno que al doctor secunda


pronto y con gusto en eso que es experto,
para que se demuestre su valía. 66

«La esperanza -repuse es cierta espera


de la gloria futura, que produce
la gracia con el mérito adquirido. 69 Comentario [L1575]: La gracia divina
y las buenas obras que aseguran la
salvación.
Muchas estrellas me han dado esta luz; 70 Comentario [L1576]: 70-72 Por
mas quien primero la infundió en mi pecho muchas autoridades sagradas conozco qué
fue el supremo cantor del rey supremo. 72 es la esperanza, pero sobre todo por los
salmos de David, cantor del Espíritu Santo.

"Que esperen en ti --dice en su divino 73 Comentario [L1577]: Paráfrasis del


salmo IX, 11.
cántico- los que saben de tu nombre":
¿quién que tenga mi fe no lo conoce? 75

Y con su inspiración tú me inspiraste


con tu carta después; y ahora estoy lleno, 77 Comentario [L1578]: La citada
epístola de Santiago.
y en los otros revierto vuestra lluvia.» 78

Dentro del vivo seno, cuando hablaba,


de aquel incendio tremolaba un fuego
raudo y súbito a modo de relámpago. 81

Luego dijo: «El amor en que me inflamo


aún por la virtud que me ha seguido
hasta el fin del combate y el martirio, 84

aún quiere que te hable, pues te gozas


con ella, y me complace que me digas
qué es lo que la esperanza te promete.» 87

Y yo: «Los nuevos y los viejos textos


Comentario [L1579]: La meta es el
fijan la meta, y esto me lo indica, 89 propio Paraíso.
de quien desea ser de Dios amigo. 90 Comentario [L1580]: Isaías había
hablado de que los elegidos poseerían «el
doble» de lo que antes poseyeran (LXI, 7).
Dice Isaías que todos vestidos 91 Dante explica que en su patria verdadera, en
en su patria estarán con dobles vestes: el cielo, estarán con doble vestidura, es
decir, en cuerpo y alma.
¿y es que esta dulce vida no es su patria? 93

Y tu hermano de forma aún más patente, 94 Comentario [L1581]: San Juan,


hermano de Santiago, en el Apocalipsis,
al hablar de las blancas vestiduras, VII, 9, presenta a los bienaventurados
esta revelación nos manifiesta. 96 vestidos de blanco.

Y primero, después de estas palabras,


«Sperent in te» se oyó sobre nosotros; 98 Comentario [L1582]: Comienzo del
salmo IX ya citado.
y replicaron todos los benditos. 99

Luego tras esto se encendió una luz 100 Comentario [L1583]: Es la luz de San
Juan Evangelista, que se une a los otros dos
tal que, si en Cáncer tal fulgor hubiese, 101 apóstoles preferidos de Cristo.
sólo un día sería el mes de invierno. 102 Comentario [L1584]: 101-102 El signo
de Cáncer es el opuesto al de Capricornio,
que se extiende entre el 21 de diciembre y
Y como se alza y va y entra en el baile el 21 de enero. Durante este mes, en
una cándida virgen, para honrar cualquier punto del horizonte se encuentra o
bien el sol, o bien alguna estrella de Cáncer.
a la novicia, y no por vanagloria, 105 Así pues, si alguna de ellas brillara tanto
corno Santiago, durante ese mes habría
siempre luz, es decir, sería sólo un día.
así vi yo al encendido esplendor
acercarse a los dos que daban vueltas Comentario [L1585]: Para festejar a la
novia, no para lucirse ella.
al ritmo que su ardiente amor marcaba. 108

Se ajustó allí a su canto y a su rueda;


y atenta los miraba mi señora,
como una esposa inmóvil y callada. 111

«Es éste quien yaciera sobre el pecho


de nuestro pelicano, y éste fue 113 Comentario [L1586]: De este animal
se pensaba que se desgarraba el pecho para
desde la cruz propuesto al gran oficio.» 114 dar de comer a sus crías, y por ello es
símbolo de Cristo, San Juan se apoya en el
pecho de Cristo en la última Cena; y recibe
Dijo así mi señora; mas por esto el encargo de cuidar de María en el
su vista no dejó de estar atenta 116 Calvario.
despues como antes de que hubiera hablado. 117 Comentario [L1587]: 116-126 Como
aquel que mira al sol durante un eclipse
parcial y por ello queda ciego, así miraba
Como es aquel que mira y que pretende yo a San Juan. (Dante quiere ver si el
ver eclipsarse el sol por un momento, evangelista está en el cielo con su cuerpo,
pues se pensaba que San Juan había sido
y que, por ver, no vidente se vuelve 120 arrebatado en Patmos por un águila y
llevado al cielo antes de morir. Dante
desmiente esta leyenda.)
con el último fuego hice lo mismo
hasta que se me dijo: «¿Por qué ciegas
para ver una cosa que no existe? 123

Mi cuerpo es tierra en tierra, y lo será


con todos los demás, hasta que el número
al eterno propósito se iguale. 126

Con las dos vestes en el santo claustro


sólo están las dos luces que ascendieron; 128 Comentario [L1588]: Jesús y la
Virgen, a los que hemos visto ascender en
y esto habrás de decir en vuestro mundo.» 129 el canto anterior.
Con esta voz el inflamado giro
se detuvo y con él la mezcolanza
que se formaba del sonido triple, 132

como para evitar riesgo o fatiga,


los remos que en el agua golpeaban,
todos se aquietan al sonar de un silbo. 135

¡Qué grande fue mi turbación entonces,


al volverme a Beatriz para mirarla,
y no la pude ver, aunque estuviese 138 Comentario [L1589]: Porque se ha
quedado ciego por mirar a San Juan tan
en el mundo feliz, y junto a ella! fijamente.

CANTO XXVI

Mientras yo deslumbrado vacilaba,


de la fúlgida llama deslumbrante
salió una voz a la que me hice atento. 3

«En tanto que retorna a ti la vista


que por mirarme -dijo,--- has consumido,
bueno será que hablando la compenses. 6

Empieza pues; y di a dónde diriges 7 Comentario [L1590]: Mientras Dante


está ciego San Juan le interroga sobre la
tu alma, y date cuenta que tu vista caridad.
está en ti desmayada y no difunta: 9

porque la dama que por la sagrada


región te lleva, en la mirada tiene
la virtud de la mano de Ananías.» 12 Comentario [L1591]: Ananías,
cristiano de Damasco, devolvió la vista a
San Pablo (Hechos, XI, 10-22) despues de
«A su gusto -repuse pronto o tarde haberle cegado Cristo en el camino hacia
dicha ciudad.
venga el remedio, pues que fueron puertas
que ella cruzó con fuego en que ardo siempre 15 Comentario [L1592]: «Mis ojos fueron
puertas por donde me entró el amor de
Beatriz.»
El bien que hace la dicha de esta corte,
es Alfa y es O de cuanta escritura
lee en mí el Amor o fuerte o levemente.» 18 Comentario [L1593]: «Dios, principio
y fin de todas las cosas, es la meta de mi
amor.»
Aquella misma voz que los temores
del súbito cegar me hubo quitado,
a que siguiese hablando me animaba; 21

y dijo: «Por aún más angosta criba 22 Comentario [L1594]: 22-24 Dante
tiene ahora que explicarse más claramente,
te conviene cerner; decirnos debes o mejor, pasar una prueba más difícil y
quién a tal blanco dirigió tu arco.» 24 contestar quién dirigió su amor hacia Dios.

Y yo: «Por filosóficas razones


y por la autoridad que de ellas baja
tal amor ha debido en mí imprimirse: 27

que el bien en cuanto bien, al conocerse, 28 Comentario [L1595]: 28-36 Advierta


el lector el carácter silogístico que tienen
nos enciende el amor, tanto más grande los siguientes tercetos: primera premisa: el
cuanta mayor bondad en sí retiene. 30 bien enciende el amor tanto más
intensamente cuanto mayor es; segunda
premisa: Dios es la esencia misma de la
Y así a una esencia que es tan ventajosa, bondad y supera a cualquier otro bien;
conclusión, la mente debe moverse,
que todo bien que esté fuera de ella amando, hacia Dios.
no es nada más que un brillo de su rayo, 33

más que a otra es preciso que se mueva


la mente, amando, de los que conocen
la verdad que esta prueba fundamenta. 36

Tal verdad demostró a mi entendimiento 37 Comentario [L1596]: Según la


mayoría de los comentaristas, se refiere a
aquel que me enseñó el amor primero Aristóteles, que demostró racionalmente
de todas las sustancias sempiternas. 39 cómo Dios es la causa eficiente y final del
universo, por tanto el bien supremo al que
tienden todas las criaturas amorosamente.
Lo demostró la voz del Creador
que a Moisés dijo hablando de sí mismo:
«Yo haré que veas el poder supremo.» 42 Comentario [L1597]: La voz de Dios
que habló a Moisés en Éxodo, XXXIII, 19.

Y tú lo demostraste, al comenzar
el alto pregón que grita el arcano
de aquí allá abajo más que cualquier otro. 45 Comentario [L1598]: Son varios los
pasajes del Acocalípsís a los que Dante
quiere aludir, pero sobre todo al versículo I,
Y escuché: «Por la humana inteligencia 46 8: «Yo soy el alfa y la omega, principio y
fin, dice el Señor ... »
y por la autoridad con él concorde,
de tu amor tiende a Dios lo soberano. 48 Comentario [L1599]: 46-47 De nuevo
la razón y la revelación.

Mas dime aún si sientes otras cuerdas


que a él te atraigan, de modo que me digas
con cuántos dientes este amor te muerde.» 51

No estaba oculta la santa intención


del Águila de Cristo, y me di cuenta
a qué tema quería conducirme. 54

Por eso repliqué: «Cuantos mordiscos


pueden volver a Dios un corazón,
juntos mi caridad han fomentado: 57

que el que yo exista y el que exista el mundo, 58 Comentario [L1600]: 58-60 La


creación del mundo, la creación del
la muerte que Él sufrió y por la que vivo, hombre, y la redención.
y lo que esperan como yo los fieles, 60

con el conocimiento que antes dije,


me han sacado del mar del falso amor,
y del derecho me han puesto en la orilla. 63

Las frondas que enfrondecen todo el huerto


del eterno hortelano, yo amo tanto,
cuanto es el bien que de Él desciende a ellas.» 66

Cuando callé, un dulcísimo canto


resonó por el cielo, y mi señora
«Santo, santo», decía con los otros. 69

Y como ahuyenta el sueño una luz viva,


pues la vista se acerca al resplandor
que atraviesa membrana tras membrana, 72

y al despertado aturde lo que mira,


pues tan torpe es la súbita vigilia
mientras la estimativa no le ayuda; 75 Comentario [L1601]: Hasta que cobra
del todo el conocimiento después de
despertar.
lo mismo de mis ojos cualquier mota
me quitaron los ojos de Beatriz,
con rayos que mil millas refulgían: 78

y vi después mucho mejor que antes;


y casi estupefacto pregunté
por una cuarta luz tras de nosotros. 81 Comentario [L1602]: Mientras duró su
ceguera se ha añadido una cuarta luz a las
tres anteriores, la de Adán.
Y mi señora: «Dentro de ese rayo
goza de su hacedor la primer alma
que hubo creado la primer potencia.» 84

Como la fronda que inclina su copa


del viento atravesada, y la levanta
por la misma virtud que la endereza, 87

hice yo mientras ella estaba hablando,


asombrado, y después me recobré
con las ganas de hablar en las que ardía. 90

«Oh fruto que maduro únicamente


fuiste creado --dije , antiguo padre
de quien cualquier esposa es hija y nuera, 93

con la más grande devoción te pido


que me hables: advierte mi deseo,
que no lo expreso para oírte antes.» 96

Un animal a veces en un saco


se revuelve de modo que sus ansias
se advierten al mirar lo que le cubre; 99
y de igual forma el ánima primera
escondida en su luz manifestaba
cuán gustosa quería complacerme. 102

Y dijo: «Sin que lo hayas proferido,


mejor he comprendido tu deseo
que tú cualquiera cosa verdadera; 105

porque la veo en el veraz espejo


que hace de sí reflejo en otras cosas,
mas las otras en él no se reflejan. 108

Quieres oír cuánto hace que me puso


Dios en el bello Edén, desde donde ésta 110 Comentario [L1603]: Adán señala a
Beatriz.
a tan larga subida te dispuso, 111

y cuánto fue el deleite de mis ojos, 112 Comentario [L1604]: «Cuánto tiempo
estuve en el Paraíso, y cuánto tiempo hace
y la cierta razón de la gran ira, de ello, y por qué fui expulsado y qué
y el idioma que usé y que inventé. 114 lengua hablaba.»

Ahora, hijo mío, no el probar del árbol


fue en sí misma ocasión de tanto exilio,
mas sólo el que infringiese lo ordenado. 117

Donde tu dama sacara a Virgilio,


cuatro mil y tres cientas y dos vueltas
de sol tuve deseos de este sitio; 120 Comentario [L1605]: 120-123 Adán
pasó 4302 años en el limbo, hasta el día de
la muerte de Cristo y vivió 930.
y le vi que volvía novecientas
treinta veces a todas las estrellas
de su camino, cuando en tierra estaba. 123

La lengua que yo hablaba se extingió


aun antes que a la obra inconsumable
la gente de Nembrot se dedicara: 126 Comentario [L1606]: Antes aún de
que comenzase la construcción de la torre
de Babel, que dio origen a la confusión de
que nunca los efectos racionales, las lenguas (Purgatorio, XII, 34-36;
Infierno, XXX, 77-78).
por el placer humano que los muda
siguiendo al cielo, duran para siempre. 129

Es obra natural que el hombre hable;


pero en el cómo la naturaleza
os deja que sigáis el gusto propio. 132

Antes que yo bajase a los infiernos,


I se llamaba en tierra el bien supremo 134 Comentario [L1607]: Es un invento de
Dante, I es el número romano que designa
de quien viene la dicha que me embarga; 135 la unidad.
Y Él después se llamó: y así conviene, 136 Comentario [L1608]: Elí en hebreo.
que es el humano uso como fronda
en la rama, que cae y que otra brota. 138

En el monte que más del mar se alza,


con vida pura y deshonesta estuve,
desde la hora primera a la que sigue
a la sexta en que el sol cambia el cuadrante.» 141 Comentario [L1609]: Desde el
amanecer hasta poco después del mediodía.
Entre las varias opiniones dadas en la época
CANTO XXVII sobre esta cuestión, Dante se atiene a la más
estricta.

«.Al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo


-empezó- Gloria» -todo el Paraíso,
de tal modo que el canto me embriagaba. 3

Lo que vi parecía una sonrisa


del universo; y mi embriaguez por esto
me entraba por la vista y el oído. 6

¡Oh inefable alegría! ¡Oh dulce gozo!


¡Oh de amor y de paz vida completa!
¡Oh sin deseo riqueza segura! 9

Delante de mis ojos encendidas


las cuatro antorchas vi, y la que primero
vino, empezó a avivarse de repente, 12 Comentario [L1610]: 12-15 Los tres
apóstoles y Adán. San Pedro se toma más
encendido, como si el blanco planeta
y su aspecto cambió de tal manera, Júpiter se volviera rojo como Marte
(Paraíso, XIV, 86-87).
cual cambiaría jove si él y Marte
cambiaran su plumaje siendo pájaros. 15

La providencia, que allí distribuye


cargas y oficios, al dichoso coro
puesto había silencio en todas partes, 18

cuando escuché: «Si mudo de color


no debes asombrarte, pues a todos
éstos verás cambiarlo mientras hablo. 21

Quien en la tierra mi lugar usurpa, 22 Comentario [L1611]: Se va a abrir


ahora una dura invectiva del primer vicario
mi lugar, mi lugar que está vacante de Cristo contra el papado de su tiempo.
en la presencia del Hijo de Dios, 24 Ahora sabemos que su color rojo es
producido por la santa cólera.

en cloaca mi tumba ha convertido


de sangre y podredumbre; así el perverso
que cayó desde aquí, se goza abajo.» 27 Comentario [L1612]: El Diablo se
goza de la corrupción de Roma.

Del color con que el sol contrario pinta


por la mañana y la tarde las nubes,
entonces vi cubrirse todo el cielo. 30

Y cual mujer honrada que está siempre


segura de sí misma, y culpas de otras,
sólo con escucharlas, ruborizan, 33

así cambió el semblante de Beatriz;


y así creo que el cielo se eclipsara
cuando sufrió la suprema potencia. 36 Comentario [L1613]: Cuando Cristo
fue crucificado el cielo se volvió como de
sangre.
Luego continuaron sus palabras
con una voz cambiada de tal forma,
que más no había cambiado el semblante: 39

«No fue nutrida la Esposa de Cristo


con mi sangre, de Lino, o la de Cleto, 41 Comentario [L1614]: Lino (Papa del
66 al 78) y Cleto (del 78 al 91) son los
para ser en el logro de oro usada; 42 sucesores de San Pedro en el obispado de
Roma y ambos fueron martirizados.
mas por lograr este vivir gozoso
Sixto y Urbano y Pío y Calixto 44 Comentario [L1615]: De nuevo cuatro
pontífices mártires de los primeros tiempos
tras muchos sufrimientos la vertieron. 45 en diferentes persecuciones.

No fue nuestra intención que a la derecha


de nuestros sucesores, se sentara
parte del pueblo, y parte al otro lado; 48 Comentario [L1616]: Que el Papa
favoreciera a una parte de los cristianos y
despreciara a la otra.
ni que las llaves que me confiaron,
se volvieran escudo en los pendones
que combatieran contra bautizados; 51 Comentario [L1617]: Así, en 1229 los
pendones del Papa en la lucha contra
Federico II.
ni que yo fuera imagen en los sellos,
de privilegios vendidos y falsos,
que tanto me avergüenzan y me irritan. 54 Comentario [L1618]: El sello
pontificio que convalidaba las bulas o las
ventas de cargos eclesiásticos.
En traje de pastor lobos rapaces
desde aquí pueden verse prado a prado:
Oh protección divina, ¿por qué duerme? 57

Cahorsinos y Gascones se apresuran 58 Comentario [L1619]: El cahorsino


Juan XXII y el gascón Clemente V, ya de
a beber nuestra sangre: ¡oh buen principio, sobra conocidos.
a qué vil fin has venido a parar! 60

Pero la providencia, que de Roma


con Escipión guardar la gloria pudo, 62 Comentario [L1620]: Escipión obligó
a Aníbal a retirarse a África y le venció en
pronto nos salvará, según lo pienso; 63 Zama.

y tú, hijo mío, que a la tierra vuelves


por tu peso mortal, abre la boca,
y tú no escondas lo que yo no escondo.» 66
Cual vapores helados nos envía
abajo el aire nuestro, cuando el cuerno
de la cabra del cielo el sol tropieza, 69 Comentario [L1621]: En pleno
invierno, bajo el signo de Capricomio.

así yo vi que el éter adornado


subía despidiendo los vapores
triunfantes, que estuvieron con nosotros. 72 Comentario [L1622]: Dante miró la
tierra al final del canto XXII. Desde
entonces ha recorrido en el octavo cielo un
Con mis ojos seguia sus semblantes, cuarto de su circunferencia, es decir, 90° , y
si antes estaba sobre el meridiano de
hasta que la distancia, al ser ya mucha, Jerusalén ahora lo está sobre el de Cádiz, y
les impidió seguir detrás de ellos. 75 ve a un lado el océano Atlántico que navegó
Ulises (Infierno, XXVI) y al otro lado las
costas de Fenicia en que Europa fue raptada
Por ello mi señora, al verme libre por Zeus transformado en Toro. Los climas
eran siete zonas en que los geógrafos
de mirar hacia arriba, dijo: «Baja dividían la tierra.
la vista y mira cuánta vuelta has dado.» 78

Desde el momento en que mire primero


vi que había corrido todo el arco
que hace del medio al fin el primer clima; 81

viendo, pasado Cádiz, la insensata


ruta de Ulises, y la playa donde
fue dulce carga Europa al otro lado. 84

Y hubiera descubierto aún más lugares


de aquella terrezuela, pero el sol
bajo mis pies distaba más de un signo. 87 Comentario [L1623]: Dante está en el
signo de Géminis, y el Sol en Aries. En
medio está Tauro. Por tanto, el sol no
La mente enamorada, que requiebra ilumina más allá de la costa de fenicia,
impidiendo ver más a Dante.
siempre a mi dama, más que nunca ardía
por dirigir de nuevo a ella mis ojos; 90

y si es el cebo el arte o la natura 91 Comentario [L1624]: 91-102 La


belleza de Beatriz, mayor que cualquier
que atrae los ojos, y la mente atrapan otra, aun sumada la belleza natural con la
ya con la carne viva o ya pintada, 93 que el arte produce, impulsa a Dante a dejar
el signo de Géminis (Cástor y Pólux eran
hijos de Leda, y nacieron de un huevo, pues
juntas nada serían comparadas Zeus para poseerla se convirtió en cisne) y
ascender al cielo cristalino o Primer Móvil,
al divino placer que me alumbró, que es tan perfecto que carece de partes
al dirigirme a sus ojos rientes. 96 diferenciadas.

Y el vigor que me dio aquella mirada,


me dio impulso hasta el cielo más veloz
al separarme del nido de Leda. 99

Sus partes mas cercanas o distantes


son tan iguales, que decir no puedo
la que escogió Beatriz para mi entrada. 102
Mas ella que veía mis deseos,
empezó con sonrisa tan alegre,
cual si Dios en su rostro se gozase: 105

«El ser del mundo, que detiene el centro


y hace girar en torno a lo restante,
tiene aquí su principio como meta; 108 Comentario [L1625]: El centro es la
Tierra, en torno a la que giran todos los
demás planetas, hasta llegar a la novena
y este cielo no tiene más comienzo esfera que es la que imprime el movimiento
a todas las restantes, por el poder que recibe
que la mente divina, donde prende directamente de Dios.
la influencia y amor que él llueve y gira. 111

El amor y la luz, a éste rodean 112 Comentario [L1626]: Este Primer


Móvil esta redeado por el Empíreo, o
como a los otros éste; y solamente verdadero Paraíso.
a este círculo entiende quien lo ciñe. 114

Su movimiento no mide con otro,


pero los otros se miden con éste,
cual se divide el diez por dos o cinco; 117

y cómo el tiempo tenga en este vaso


su raíz y en los otros la enramada,
ahora podrás saberlo claramente. 120

¡Oh tú, concupiscencia que en tu seno


los mortales ahogas, sin que puedan
sacar los ojos fuera de tus ondas! 123

La voluntad florece en los humanos;


mas la lluvia constante hace volverse
endrinas las ciruelas verdaderas. 126

La inocencia y la fe sólo en los niños


se encuentran repartidas; luego escapan
antes de que se cubran las mejillas. 129

Tal, aún balbuciente, guarda ayuno,


y luego traga, con la lengua suelta,
cualquier comida bajo cualquier luna; 132

y tal, aún balbuciente, ama y escucha


a su madre, y teniendo el habla entera,
verla en la sepultura desearía. 135 Comentario [L1627]: Para heredar sus
bienes.

Así se vuelve negra la piel blanca Comentario [L1628]: Muy discutidos


por los comentaristas son estos versos, pues
en el rostro de aquella hermosa hija no se ponen de acuerdo en quién sea «La
de quien lleva la noche y trae el día. 138 hermosa hija de quien lleva la noche y trae
el día», aunque está claro que éste sea el
Sol. ¿La naturaleza humana? ¿La luna?
Y tú, para que de esto no te asombres, ¿Circe, la hechicera? En cualquier caso, el
sentido de los versos es muy claro.
piensa que no hay quien en la tierra mande;
y así se pierde la humana familia. 141

Mas antes de que enero desinvierne, 142 Comentario [L1629]: 142-143 En el


calendario Juliano, vigente en la época, el
por la centésima parte olvidada, año constaba de 365 días y seis horas, con
de tal manera rugirán los cielos, 144 una diferencia aproximada de una
centésima de día. Sumadas estas centésimas
de cada año, llegaría un momento muy
que la tormenta que tanto se espera, lejano en que estando oficialmente en
enero, habría dejado de ser invierno.
donde la popa está pondrá la proa,
y así la flota marchará derecha; 147
y tras las flores vendrán buenos frutos.

CANTO XXVIII

Luego que contra la vida presente


de los ruines mortales, me mostró
la verdad quien mi mente emparaísa, 3

cual la llama de un hacha en un espejo


ve quien con ella por detrás se alumbra,
antes de que la vea o la imagine, 6

y atrás se vuelve para ver si el vidrio


le dice la verdad, y ve que casa
con ella cual la música y su texto; 9

de igual forma recuerda mi memoria


que hice mirando a los hermosos ojos
donde hizo Amor su cuerda para herirme. 12

Y al volverme y al golpear los míos


lo que en aquellos cielos aparece,
cada vez que en sus giros se repara, 15

vi un punto que irradiaba tan aguda 16 Comentario [L1630]: Este punto, junto
al que la estrella más pequeña parecería la
luz, que la vista que enfocaba en ella luna, es Dios mismo en torno al cual gira un
por tan grande agudeza se cerraba; 18 nuevo sistema de círculos concéntricos: los
nueve coros angélicos, que tienen una
correspondencia inversa con las nueve
y la estrella que aquí menor parece, esferas, como ya veremos.
luna parecería junto a ella,
si se pusieran una junto a otra. 21

Acaso tanto cuanto cerca vemos


de su halo la luz que lo desprende
cuando son más espesos sus vapores, 24

distante de ese punto un círculo ígneo


giraba tan veloz, que vencería
el curso que más raudo el mundo ciñe; 27
y aquél era por otro rodeado,
y de un tercero aquél, y éste de un cuarto,
de un quinto el cuarto, y por un sexto el quinto. 30

El séptimo seguía tan extenso


sobre ellos, que de Juno el emisario 32 Comentario [L1631]: El arco iris.
abarcarlo del todo no podría. 33

Y el octavo, y el nono; y cada uno


más lento se movía, cuanto estaba
en número del uno más distante; 36 Comentario [L1632]: Iban girando con
más lentitud progresivamente.

y una más clara llama desprendía


el más cercano de la lumbre pura,
pues más, yo creo, de ella participa. 39

Al verme preocupado mi señora


y sorprendido, dijo: «De ese punto
depende el cielo y toda la natura. 42

Ve el círculo que está de él más cercano;


y sabrás que tan rápido se mueve
por el amor ardiente que le impulsa.» 45

«Si estuviera dispuesto --dije el mundo


con el orden que veo en estas ruedas,
satisfecho me habría lo que dices; 48

mas el mundo sensible nos enseña


que las vueltas son tanto más veloces,
cuanto del centro se hallan más lejanas. 51 Comentario [L1633]: En efecto, con
respecto a la tierra, las esferas celestes son
tanto más rápidas cuanto más se alejan de
Por lo cual, si debiera terminarse ella.
mi desear en este templo angélico
que sólo amor y luz lo delimitan, 54

aún debiera escuchar cómo el ejemplo


y su copia no marchan de igual modo, 56 Comentario [L1634]: Por qué no
sucede lo mismo en el Cielo y en la Tierra.
que en vano por mí mismo pienso en ello.» 57

«Si tus dedos no son para tal nudo 58 Comentario [L1635]: 58-60 «No es
extraño que tu ingenio sea torpe para
suficientes, no debes extrañarte, comprender esto, pues aún nadie ha tratado
¡tan difícil lo ha hecho el no intentarlo!» 60 este tema.»

Dijo así mi señora; y luego: «Atiende


si es que quieres saciarte, a lo que digo;
y sobre estas cuestiones sutiliza. 63
Las esferas corpóreas son más amplias
o estrechas según sea la virtud
que se difunde por todas sus partes. 66 Comentario [L1636]: Según vayan a
recibir un mayor o menor poder para influir
en la Tierra.
Da una bondad mayor mayores bienes;
y a un bien mayor contiene un mayor cuerpo,
siendo sus partes igual de perfectas. 69

Así pues este círculo que arrastra


todo el otro universo, corresponde
con aquel que más ama y que más sabe: 72 Comentario [L1637]: El Primer Móvil,
el más alejado de la Tierra, se corresponde
con el coro de los serafines, más próximo a
y si aplicaras pues a la virtud Dios.
tus medidas, y no a las apariencias
de los seres que en círculo se muestran, 75

la proporción perfecta admirarías


de más con más, y de menor con menos,
cada cielo, con cada inteligencia.» 78

Como se queda espléndido y sereno


el aéreo hemisferio cuando sopla
Bóreas con su mejilla más suave, 81

y se disuelven y limpian las brumas


que le turbaban, y sonríe el cielo
con las bellezas todas de su corte; 84

así hice yo, después que mi señora


tan claro respondió, y como en el cielo
brilla una estrella supe la verdad. 87

Y cuando terminaron sus palabras,


no de otro modo el hierro centellea
candente, cual los círculos hicieron. 90

Su incendio cada chispa propagaba;


y tantas eran, que el número de ellas Comentario [L1638]: Recuérdese la
más que el doblar del ajedrez subía. 93 vieja leyenda de la progresión geométrica,
según la cual el inventor del ajedrez pidió
como recompensa, aparentemente
Yo escuchaba hosanar de coro en coro insignificante, el trigo que resultara de
poner un grano en la primera casilla, dos en
al punto fijo que los tiene ubi 95 la segunda, cuatro en la tercera, dieciséis en
y siempre los tendrá, en que siempre fueron. 96 la cuarta y seguir así poniendo en cada una
el cuadrado del anterior, con lo que se
llegaba a una cifra astronómica de trigo,
Y aquella que las dudas de mi mente imposible de pagar. Quiere decir Dante,
naturalmente, que el número de ángeles es
sabía, dijo: «Los primeros círculos 98 incalculable.
te muestran Serafines y Querubes. 99 Comentario [L1639]: En latín:
«donde».
Tras sus vínculos siguen tan aprisa Comentario [L1640]: Beatriz ahora va
a enumerar las jerarquías angélicas.
por parecerse al punto cuanto puedan;
y tanto pueden cuanto están más altos. 102

Esos amores que en torno se encuentran,


llámanse Tronos del poder divino,
y acaba en ellos el primer ternario; 105

y deberás saber que todos gozan


cuando se profundiza su mirada
en la verdad que aquieta el intelecto. 108

De aquí se puede ver cómo se funda


la beatitud en el acto de ver,
no en el de amar, que detrás de aquél viene; 111 Comentario [L1641]: Dante sigue a
Tomás de Aquino, en que es la visión de
Dios lo que produce la beatitud, no el amor
y del ver son los méritos medida, 112 de Dios, como pensaba Duns Escoto.
que genera la gracia y buen deseo: Comentario [L1642]: Los méritos
así es como sucede grado a grado. 114 adquiridos son la medida de la visión de
Dios que es concedida a cada
bienaventurado.
El siguiente ternario que florece
en esta sempiterna primavera
que nocturno carnero no despoja, 117 Comentario [L1643]: Es decir, la
primavera está siempre en su primer mes,
cuando el sol está en Aries, pues los once
perpetuamente «Hosanna» jubilea restantes, Aries está bajo el dominio de la
noche.
en triple melodía, por los tres
órdenes de alegría en que se enterna. 120

En esa jerarquía hay otras diosas:


Dominaciones, y después Virtudes;
de Potestades es el tercer orden. 123

Luego en los dos penúltimos festejos


Principados y Arcángeles dan vueltas;
todo el último de ángeles dichosos. 126

Estos órdenes miran a lo alto,


y abajo tanto influyen, que hacia Dios
son arrastrados y de todo arrastran. 129

Y Dionisio con tanto deseo 130 Comentario [L1644]: 130-135


Dionisio Aeropagita ya citado en Paraíso,
a contemplar se dedicó estos órdenes X, 116-17, que describió estas jerarquías, y
que como yo, los nombra y los distingue. 132 cuyo tratado no fue creído por el Papa
Gregorio Magno, de modo que cuando éste
llegó al cielo y vio que Dionisio tenía
Pero de él se apartó luego Gregorio; razón, no pudo por menos de reírse por su
error. Dante en Convivium, II, v. 6, había
y en cuanto abrió los ojos en el cielo seguido la opinión del Papa Gregorio.
de sí mismo por esto se reía. 135

Y si mostrado fue tanto secreto


por un mortal, no quiero que te admires:
porque se lo enseñó quien vio aquí arriba, 138 Comentario [L1645]: San Pablo reveló
la verdad sobre los ángeles a Dionisio, al
y otras muchas verdades de este mundo!» volver del cielo al que había sido arrebatado
(Infíerno, II, 28-30).
CANTO XXIX

Cuando uno y otro hijo de Latona,


por debajo de Libra y del Carnero,
son límites los dos de un horizonte, 3

cuanto hay desde el momento de equilibrio


hasta que el uno u otro de aquel cinto,
cambiando de hemisferio, se desata, 6

tanto, la risa pintada en su rostro,


muda estuvo Beatriz mirando fijo
el punto que me había derrotado. 9 Comentario [L1646]: La Luna y el
Sol, situados en Libra y Aries --signos
opuestos-- coinciden en un momento de
Dijo después: «Diré, sin que preguntes, equilibrio en que ambos asoman, uno para
salir y otro para ponerse a un lado y al otro
lo que quieres oír, porque lo he visto del horizonte. Este momento es apenas un
donde convergen todo quando y ubi. 12 instante, pues enseguida uno sube y el otro
baja; ese breve momento duró la mirada de
Beatriz hacia el punto divino, lo cual acaso
No por acrecentar sus propios bienes, 13 sea mucho para la intensidad de su luz.
que es imposible, mas porque su luz Comentario [L1647]: Ahora explicará
pudiese, en su esplendor decir "Subsisto", 15 Beatriz el origen de los ángeles.
Lógicamente Tomás de Aquino y su
terminología están en la base de su
allí en su eternidad, fuera de toda exposición.

comprensión y de tiempo, libremente,


se abrió en nuevos amores el eterno. 18

No es porque antes ocioso estuviera;


pues ni después ni antes precedió 20 Comentario [L1648]: 20-21 Antes de
la creación no existía el tiempo.
el discurrir de Dios sobre estas aguas. 21

Forma y materia, ya puras o juntas, 22 Comentario [L1649]: 22 y ss. Es decir,


ya forma o acto puro, los ángeles a los que
salieron a existir sin fallo alguno, puso en el cielo; ya materia o potencia pura,
como de arco tricorde tres saetas. 24 es decir, el mundo material que quedó
abajo; ya forma y materia unidas, es decir,
el hombre que quedó entre uno y otro. Estos
Y como en vidrio, en ámbar o en cristales tres rangos fueron creados
simultáneamente.
el rayo resplandece, de tal modo
que el llegar y el lucir es todo en uno, 27

de igual forma irradió el triforme efecto


de su Sir a su ser a un tiempo mismo
sin que hubiese ninguna diferencia. 30

Concreado fue el orden y dispuesto 31 Comentario [L1650]: Al mismo


tiempo que las sustancias fue creado el
a las sustancias; y del mundo cima orden que las regía.
fueron aquellas hechas acto puro; 33
a la potencia pura puso abajo;
la potencia y el acto, en medio, atadas
tal nudo que jamás se desanuda. 36

Jerónimo escribió que muchos siglos 37 Comentario [L1651]: 37-45 San


Jerónimo estaba equivocado, según Santo
antes fueron los ángeles creados Tomás, porque si los ángeles son acto puro,
de que el resto del mundo fuera hecho; 39 y su misión es mover los cielos, no podían
estar inactivos si hubieran sido creados
antes que el resto del universo, pues
mas en muchos parajes que escribieron entonces estarían sólo en potencia. Así es
que la razón confirma la autoridad de la
los inspirados, se halla esta verdad; doctrina.
y si bien juzgas te avendrás a ello; 42

y en parte la razón también lo prueba,


pues no admite motores que estuviesen
sin su perfecto estado mucho tiempo. 45

Ya sabes dónde y cuándo estos amores


y cómo fueron hechos: ya apagados
tres ardores ya están en tu deseo. 48

Hasta veinte, contando, no se llega


tan pronto, como parte de los ángeles
turbó el más bajo de los elementos. 51 Comentario [L1652]: Enseguida se
produjo la rebelión de Lucifer y sus
secuaces, que turbaron la paz de la tierra.
La otra quedóse, y dio comienzo el arte
que puedes ver, y con tanto deleite,
que de sus giros nunca se ha apartado. 54

La ocasión de caer fue la maldita


soberbia de quien viste que oprimían
las pesadumbres todas de este mundo. 57

Esos que ves aquí fueron humildes,


admitiendo existir por la bondad
que a tanto conocer hizo capaces: 60 Comentario [L1653]: Que su
existencia dependía de la voluntad de Dios.

por lo que fue su vista acrecentada


por méritos y gracia iluminante,
y tienen voluntad constante y plena; 63

y no quiero que dudes, mas que sepas,


que recibir la gracia es meritorio
según como el afecto la recibe. 66

Por lo que a este colegio se refiere


ya comprendes bastante, si entendiste
lo que te dije, ya sin otra ayuda. 69

Mas como en las escuelas de la tierra


se enseña que la angélica natura
es tal que entiende, que recuerda y quiere, 72 Comentario [L1654]: ¿Tienen
memoria los ángeles? Ardua cuestión ésta
para los teólogos medievales, para cuya
aún te diré, para que pura sepas resolución hay que distinguir el doble
significado de la palabra «memoria». Si
la verdad, que allí abajo se confunde, ésta significa la facultad de conservar en la
porque equivocan los significados. 75 mente una cognición, está claro que la
tienen, pues las conservan todas; si se trata
en cambio de traer a la mente una cognicion
Estas sustancias, desde que gozaron pasada, carecen de ella, pues para esto
deberían haber primero olvidado, cosa que
de la cara de Dios, no apartan de ella en los ángeles es imposible.
la mirada, a quien nada está escondido: 78

Así pues no interceptan su mirada


nuevos objetos, y no necesitan
recordar con conceptos divididos; 81

y así allá abajo, sin dormir, se sueña,


creyendo y no creyendo en lo que dicen;
pero éstos tienen más vergüenza y culpa. 84 Comentario [L1655]: Los que enseñan
aquello en lo que ellos mismos no creen.

Vais por distintas rutas los que abajo


filosofáis: pues que os empuja tanto
el afán de que os tengan como sabios. 87

Y aún esto es admitido aquí en lo alto


con un rigor menor que si se olvida
la sagrada escritura o se confunde. 90

No meditáis en cuánta sangre cuesta


sembrarla allá en el mundo, y cuánto agrada
el que con ella humilde se conforma. 93 Comentario [L1656]: Beatriz equipara
el afán de saber con el orgullo de los
ángeles rebeldes.
Por la apariencia pruebas dan de ingenio
y de imaginación; y quien predica
dase a esto y se calla el Evangelio. 96

Que se volvió la luna, dice el uno, 97 Comentario [L1657]: 97-102 Ejemplos


de discusiones inútiles que hacen olvidar las
en la pasión de Cristo, y se interpuso simples enseñanzas evangélicas. Unos
para ocultar la luz del sol abajo; 99 dicen que la luna eclipsó al sol cuando
murió Cristo. Otros que la luz se apagó por
sí misma, por lo que el cielo se oscureció
y otro que por sí misma se escondió por igual en todas partes, y no sólo en
Jerusalén.
la luz, y que en la India y en España
hubo eclipse lo mismo que en Judea. 102

No hay en Florencia tantos Lapi y Bindi 103 Comentario [L1658]: Nombres muy
comunes en la Florencia de la época.
cuantas fábulas tales en un año,
aquí y allá en los púlpitos se gritan: 105

y así las ovejuelas, que no saben,


vuelven del prado pacidas de viento,
y que el daño no vean no es excusa. 108 Comentario [L1659]: Estas falsas
doctrinas hacen que el rebaño de los fieles
no sepa a qué carta quedarse y se extravíe.
No dijo a su primer convento Cristo:
"Id y patrañas predicad al mundo";
sino les dio cimientos de certeza; 111

y ésta sonó en sus bocas solamente,


de modo que luchando por la fe
del Evangelio escudo y lanza hicieron. 114

Y ahora con bufonadas y con trampas


se predica, y con tal que cause risa,
la capucha se hincha y más no pide. 117 Comentario [L1660]: Alusión a la
capa de los dominicos o predicadores, muy
dados a inútiles disquisiciones teológicas,
Mas tal pájaro anida en el capuz, 118 que se hincha de vanidad.
que si lo viese el vulgo, allí vería Comentario [L1661]: Ahora Beatriz,
trayéndolo un poco por los pelos, va a
qué indulgencias tendrá confiando en ése: 120 aludir a las indulgencias, con las que el
clero engaña al pueblo sencillo y crédulo,
sin saber ellos mismos si en realidad sirven
que en la tierra acrecientan la estulticia, para algo, El pájaro que anida en el capuz
de tal manera que, sin prueba alguna es el propio diablo.
de su certeza, corren tras de ellas. 123

Esto engorda al cebón de San Antonio, 124 Comentario [L1662]: Los monjes
antonianos. Recordad que el famoso
y a otros muchos más cerdos todavía, eremita San Antonio era representado con
que pagan con monedas no acuñadas. 126 un cerdo, y aún hoy es el patrón de los
animales.

Mas como es larga ya la digresión,


vuelve los ojos a la recta vía,
y se abrevien el tiempo y el camino. 129

Esta naturaleza tanto aumenta


en número al subir, que no hay palabras
ni conceptos mortales que las sigan; 132

y si recuerdas lo que se revela


en Danïel, verás que en sus millares 134 Comentario [L1663]: Daniel VII, 10,
«diez mil millares le servían, y diez mil
y millares su número se esconde. 135 decenas de millares estaban ante él».

La luz primera que toda la alumbra, 136 Comentario [L1664]: 136-141 Cada
uno de los ángeles recibe la luz divina con
de tantas formas ella en sí recibe, un diferente grado de intensidad. El
cual son las llamas a las que se une. 138 antecedente de «la» es «esta naturaleza» del
v. 130.

Y así, al igual que al acto que concibe


sigue el afecto, de amor la dulzura
ardiente o tibio en ella es diferente. 141

Ve pues la excelsitud y la grandeza


del eterno poder, puesto que tantos
espejos hizo en que multiplicarse, 144
permaneciendo en sí uno como antes.

CANTO XXX

Acaso a seis mil millas de distancia 1 Comentario [L1665]: 1-13 Cuando es


mediodía a seis mil millas de distancia,
hierve aquí la hora sexta, y este mundo donde nos encontramos nosotros es una
horizontal reclina ya la sombra, 3 hora antes del alba, y la tierra proyecta un
cono de sombra horizontal en dirección
opuesta al sol; en ese momento el ciclo
cuando el centro del cielo, tan profundo, comienza a esclarecer y algunas de las
estrellas van desapareciendo; luego, con la
se pone de tal forma, que en el fondo llegada de la aurora, terminan por
van desapareciendo las estrellas; 6 desaparecer todas ellas. De igual manera
desapareció de su vista el coro de los
ángeles que rodeaban a Dios.
y cuando se adelanta la sirviente
clarísima del sol, apaga el cielo
una por una hasta la más hermosa. 9

No de otro modo el triunfo que se goza


en torno al punto que antes me cegara,
creyéndolo incluido en lo que incluye, 12

se apagó poco a poco de mi vista;


por lo cual el amor y el no ver nada
me hicieron que a Beatriz volviera el rostro. 15

Si cuanto de ella he dicho hasta el presente


fuese encerrado todo en una loa,
poco sería a conseguir mi intento. 18

La belleza que vi no sobrepasa


solamente a nosotros, mas yo creo
que sólo su creador la goce entera. 21

Vencido me confieso en este paso


más que nunca en un punto de su obra
fue superado el trágico o el cómico: 24 Comentario [L1666]: «Los autores de
tragedias o los de comedias nunca tuvieron
que superar un escollo tan insalvable en
pues, como el sol la vista menos firme, algún pasaje de sus obras como el que yo
debo atravesar ahora, al describir la belleza
así el recuerdo de su dulce risa de Beatriz», ahora que van a pasar del
a mí mismo me priva de mi mente. 27 Primer Móvil al cielo Empíreo, meta de su
viaje.

Desde el día primero que su rostro


en esta vida vi, hasta esta visión,
he podido seguirla con mi canto; 30

mas es forzoso que desista ahora


de seguir su belleza, poetizando,
cual todo artista que a su extremo llega. 33

Y ella, cual yo la dejo a voz más digna


que la de mi trompeta, que se acerca
a dar fin a materia tan difícil, 36

con ademán y voz de guía experto


«Hemos salido ya -volvió a decirme-
del mayor cuerpo al cielo que es luz pura: 39

luz intelectüal, plena de amor;


amor del cierto bien, pleno de dicha;
dicha que es más que todas las dulzuras. 42

Aquí verás a una y otra milicia


del paraíso, y una de igual modo
que en el juicio final habrás de verla.» 45 Comentario [L1667]: »Los ángeles y
los bienaventurados, que se te mostrarán tal
como son, y no como hasta ahora, que sólo
Como un súbito rayo que nos ciega los has visto en forma de luces diversas.»
los visivos espíritus, e impide
que vea el ojo aun cosas muy brillantes, 48

así circumbrillóme una luz viva, 49 Comentario [L1668]: Brilló alrededor


mío.
y cubrióme la cara con tal velo
de su fulgor, que nada pude ver. 51

«El amor que este cielo tiene inmóvil


siempre recibe en él de igual manera,
por disponer una vela a su llama.» 54

Apenas penetraron dentro de mí


estas breves palabras, comprendí
que sobre mi virtud estaba alzado; 57

y de una vista nueva disfrutaba


tal, que ninguna luz es tan brillante,
que con mis ojos no la resistiera; 60

y vi una luz que un río semejaba 61 Comentario [L1669]: Es el río de la


gracia divina. El significado alegórico de
fulgiendo fuego, entre sus dos orillas esta visión casi entorpece su belleza, pero
pintadas de admirable primavera. 63 digamos que las dos orillas suelen ser
interpretadas como los dos testamentos, las
chispas son los ángeles y las flores los
Salían del torrente chispas vivas, bienaventurados, que luego se convertirán
en una inmensa rosa que imaginaremos
que entre las flores se desparramaban, mejor como un anfiteatro.
cual rubíes que el oro circunscribe; 66

después, como embriagadas del aroma,


al raudal asombroso se arrojaban
de nuevo, y si una entraba otra salía. 69

«El gran deseo que ahora te urge y quema,


de que te diga qué es esto que ves,
más me complace cuanto más intento; 72

mas de este agua es preciso que bebas


antes que tanta sed en ti se sacie.»
De este modo me habló el sol de mis ojos. 75

Y después: «Son el río y los topacios


que entran y salen, y el prado riente,
sólo de su verdad velados prólogos. 78

No que de suyo estén aún inmaduros;


más el defecto está de parte tuya,
que aún no tienes visión tan elevada.» 81

No hay un chiquillo que corra tan raudo


con la vista a la leche, si despierta
mucho más tarde de lo que acostumbra, 84

como yo, para hacer mejor espejo


mis ojos, agachándome a las ondas,
que para enmejorarnos van fluyendo; 87

y en el momento que bebió de aquellas


el borde de mis párpados, creí
que redonda se hacía su largura. 90

Después, como la gente enmascarada,


que otra que antes parece, si se quita
el semblante no suyo que la esconde, 93

así en mayores gozos se trocaron


las chispas, y las flores, y ver pude
las dos cortes del cielo manifiestas. 96

¡Oh divino esplendor por quien yo vi


el alto triunfo del reino veraz,
ayúdame a decir cómo lo vi! 99

Hay arriba una luz que hace visible


el Creador a aquellas crïaturas
que en su visión tan sólo paz encuentran. 102

Y en circular figura se derrama,


tanto que al sol sería demasiado
cinturón con su gran circunferencia. 105

De un rayo reflejado en lo más alto


del Primer Móvil viene su apariencia, 107 Comentario [L1670]: En la superficie
convexa del Primer Móvil.
que de él recibe su poder y vida. 108
Y cual loma en el agua de su base
se espejea cual viéndose adornada,
cuando de hierba y flores es más rica, 111

superando a la luz en torno suyo,


vi espejearse en más de mil peldaños
cuanto arriba volvió de entre nosotros. 114 Comentario [L1671]: Los
bienaventurados.

Y si el último grado luz tan grande


abarca, ¡cuál la anchura no sería
de esta rosa en las hojas más lejanas! 117

Mi vista ni en lo ancho ni en lo alto


desfallecía, comprendiendo todo
el cuánto y cómo de aquella alegría. 120

Allí el cerca ni el lejos quita o pone:


que donde Dios sin ministros gobierna,
las leyes naturales nada pueden. 123

A lo amarillo de la rosa eterna, 124 Comentario [L1672]: Al mismo centro


de la rosa.
que se degrada y se extiende y transmina
loas al sol que siempre es primavera, 126

como a aquel que se calla y quiere hablar


me llevó Beatriz y dijo: «¡Mira
el gran convento de las vestes blancas! 129

Ve cómo abre su círculo este reino,


mira nuestros escaños tan repletos,
que poca gente más aquí se espera. 132

Y en el gran trono en que pones los ojos,


por la corona que está sobre él puesta,
antes de que a estas bodas te conviden, 135

vendrá a sentarse el alma, abajo augusta,


del gran Enrique, que a guiar a Italia 137 Comentario [L1673]: Enrique VII,
tantas veces aludido ya en estas notas, que
vendrá sin que a ésta encuentre preparada. 138 morirá .n 1313, siete años antes que Dante.

Esa ciega codicia que os enferma


os ha vuelto lo mismo que al chiquillo
que muere de hambre y echa a la nodriza. 141

Y habrá un prefecto en el foro divino


entonces tal, que oculto o manifiesto,
Comentario [L1674]: Y de nuevo una
no seguirá con él la misma ruta. 144 alusión a Clemente V, que fingía ayudar a
Enrique cuando en realidad lo estaba
traicionando (Paraíso, XVII, 82).
Mas Dios lo aguantará por poco tiempo 145 Comentario [L1675]: Clemente V
murió en 1314. Sobre su suerte en los
en la santa tarea, y será echado infiernos recuérdese el canto XIX, 76-87,
donde Simón el mago el premio tiene, 147 de la primera cantiga.
y hará al de Anagni hundirse más abajo. 148 Comentario [L1676]: Lo mismo para
Bonifacio VIII.

CANTO XXXI

En forma pues de una cándida rosa 1 Comentario [L1677]: 1- 12 Una


milicia es la de los mortales que han
se me mostraba la milicia santa alcazado la salvación; la otra que vuela en
desposada por Cristo con su sangre; 3 torno a la rosa que aquéllos forman igual
que las abejas, son los ángeles.

mas la otra que volando ve y celebra


la gloria del señor que la enamora
y la bondad que tan alta la hizo, 6

cual bandada de abejas que en las flores


tan pronto liban y tan pronto vuelven
donde extraen el sabor de su trabajo, 9

bajaba a la gran flor que está adornada


de tantas hojas, y de aquí subía
donde su amor habita eternamente. 12

Sus caras eran todas llama viva,


de oro las alas, y tan blanco el resto,
que no es por nieve alguna superado. 15

Al bajar a la flor de grada en grada,


hablaban de la paz y del ardor
que agitando las alas adquirían. 18

El que se interpusiera entre la altura 19 Comentario [L1678]: «Aun colocada


entre la rosa y el trono divino, no nos
y la flor tanta alada muchedumbre impedía verla a nosotros ni al mismo Dios
ni el ver nos impedía ni el fulgor: 21 derramar su luz sobre la rosa.»

pues la divina luz el universo


penetra, según éste lo merece,
de tal modo que nada se lo impide. 24

Este seguro y jubiloso reino,


que pueblan gentes antiguas y nuevas,
vista y amor a un punto dirigía. 27

¡Oh llama trina que en sólo una estrella


brillando ante sus ojos, las alegras!
¡Mira esta gran tempestad en que estamos! 30

Si viniendo los bárbaros de donde 31 Comentario [L1679]: Del norte, donde


siempre brillan Helice y Bootes, es decir, la
todos los días de Hélice se cubre, Osa Mayor.
girando con su hijo, en quien se goza, 33

viendo Roma y sus arduos edificios,


estupefactos se quedaban cuando
superaba Letrán toda obra humana; 36 Comentario [L1680]: Letrán era el
palacio imperial y posteriormente el de los
Papas.
yo, que desde lo humano a lo divino,
desde el tiempo a lo eterno había llegado,
y de Florencia a un pueblo sano y justo, 39

¡lleno de qué estupor no me hallaría!


En verdad que entre el gozo y el asombro
prefería no oír ni decir nada. 42

Y como el peregrino que se goza


viendo ya el templo al cual un voto hiciera,
y espera referir lo que haya visto, 45 Comentario [L1681]: Una vez haya
vuelto de su peregrinación.

yo paseaba por la luz tan viva,


llevando por las gradas mi mirada
ahora abajo, ahora arriba, ahora en redor, 48

veía rostros que el amor pintaba,


con su risa y la luz de otro encendidos, 50 Comentario [L1682]: Con la luz de
Dios.
y de decoro adornados sus gestos. 51

La forma general del Paraíso


abarcaba mi vista enteramente,
sin haberse fijado en parte alguna; 54

y me volví con ganas redobladas


de poder preguntar a mi señora
las cosas que a mi mente sorprendían. 57

Una cosa quería y otra vino:


creí ver a Beatriz y vi a un anciano
vestido cual las gentes glorïosas. 60 Comentario [L1683]: Como antes
Virgilio, ahora también Beatriz abandona al
poeta peregrino sin despedirse y viene a su
Por su cara y sus ojos difundía encuentro San Bernardo de Claraval
(1091-1153), promotor de la segunda
una benigna dicha, y su semblante cruzada e impulsor del culto mariano en la
era como el de un padre bondadoso. 63 Edad Media. Fue una de las más grandes
lumbreras de la espiritualidad medieval.

«¿Dónde está ella?» Dije yo de pronto.


Y él: «Para que se acabe tu deseo
me ha movido Beatriz desde mi Puesto: 66

y si miras el círculo tercero


del sumo grado, volverás a verla
en el trono que en suerte le ha cabido.» 69
Sin responderle levanté los ojos,
y vi que ella formaba una corona
con el reflejo de la luz eterna. 72

De la región aquella en que más truena 73 Comentario [L1684]: De la más alta


región de la atmósfera hasta lo más
el ojo del mortal no dista tanto profundo del océano.
en lo más hondo de la mar hundido, 75

como allí de Beatriz la vista mía;


mas nada me importaba, pues su efigie
sin intermedio alguno me llegaba. 78

«Oh mujer que das fuerza a mi esperanza,


y por mi salvación has soportado
tu pisada dejar en el infierno, 81 Comentario [L1685]: Cfr. Infierno, II.

de tantas cosas cuantas aquí he visto,


de tu poder y tu misericordia
la virtud y la gracia reconozco. 84

La libertad me has dado siendo siervo


por todas esas vías, y esos medios
que estaba permitido que siguieras. 87

En mí conserva tu magnificencia 88 Comentario [L1686]: «Mi libertad.»


y así mi alma, que por ti ha sanado,
te sea grata cuando deje el cuerpo.» 90

Así recé; y aquélla, tan lejana


como la vi, me sonrió mirándome; 92 Comentario [L1687]: Es la última
sonrisa que Beatriz dirige a su antiguo
luego volvió hacia la fuente incesante. 93 enamorado. Borges, el viejo dantista, glosa
esta sonrisa en una página memorable, y
supone que toda la ingente obra de la
Y el santo anciano: «A fin de que concluyas Comedia sea sólo un pretexto para alcanzar
perfectamente -dijo,- tu camino, este brevísimo momento.
al que un ruego y un santo amor me envían, 96

vuelven tus ojos por estos jardines;


que al mirarlos tu vista se prepara
más a subir por el rayo divino. 99

Y la reina del cielo, en el cual ardo


por completo de amor, dará su gracia,
pues soy Bernardo, de ella tan devoto.» 102

Igual que aquel que acaso de Croacia, Comentario [L1688]: Un supuesto


viene por ver el paño de Verónica, paño de la Verónica se guarda en San Pedro
de Roma; allí acudían innumerables
a quien no sacia un hambre tan antigua, 105 peregrinos hasta de los más remotos
lugares, por ejemplo de Croacia, para
reverenciarlo.
mas va pensando mientras se la enseñan:
«Mi señor Jesucristo, Dios veraz,
¿de esta manera fue vuestro semblante?»; 108

estaba yo mirando la ferviente


caridad del que aquí en el bajo mundo,
de aquella paz gustó con sus visiones. 111

«Oh hijo de la gracia, el ser gozoso


-empezó- no es posible que percibas,
si no te fijas más que en lo de abajo; 114

pero mira hasta el último los círculos,


hasta que veas sentada a la reina
de quien el reino es súbdito y devoto.» 117

Alcé los ojos; y cual de mañana


la porción oriental del horizonte,
está más encendida que la otra, 120

así, cual quien del monte al valle observa,


vi al extremo una parte que vencía
en claridad a todas las restantes. 123

Y como allí donde el timón se espera


que mal guió Faetonte, más se enciende, 125 Comentario [L1689]: Por donde sale el
sol.
y allá y aquí su luz se debilita, 126

así aquella pacífica oriflama


se encendía en el medio, y lo restante
de igual manera su llama extinguía; 129

y en aquel centro, con abiertas alas,


la celebraban más de un millar de ángeles,
distintos arte y luz de cada uno. 132

Vi con sus juegos y con sus canciones


reír a una belleza, que era el gozo 134 Comentario [L1690]: La belleza de la
propia María.
en las pupilas de los otros santos; 135

y aunque si para hablar tan apto fuese


cual soy imaginando, no osaría
lo mínimo a expresar de su deleite. 138

Cuando Bernardo vio mis ojos fijos


y atentos en lo ardiente de su fuego,
a ella con tanto amor volvió los suyos, 141
que los míos ansiaron ver de nuevo.
CANTO XXXII

Absorto en su delicia, libremente


hizo de guía aquel contemplativo,
y comenzaron sus palabras santas: 3

«La herida que cerró y sanó María,


quien tan bella a sus plantas se prosterna
de abrirla y enconarla es la culpable. 6 Comentario [L1691]: Eva, culpable de
la muerte de Cristo por su pecado, se sienta
a los pies de la Virgen.
En el orden tercero de los puestos,
Raquel está sentada bajo ésa, 8 Comentario [L1692]: La hermana de
Lía (Purgatorio, XXVII), que representa la
como bien puedes ver, junto a Beatriz. 9 vida contemplativa.

Judit y Sara, Rebeca y aquella


del cantor bisabuela que expiando 11 Comentario [L1693]: Se trata de Ruth,
bisabuela de David, el cual compuso el
su culpa dijo: "Miserere mei", 12 famoso salmo conocido como «Miserere»
para expiar la muerte de Urias.
de puesto en puesto pueden contemplarse
ir degradando, mientras que al nombrarlas
voy la rosa bajando de hoja en hoja. 15

Y del séptimo grado a abajo, como


hasta aquél, se suceden las hebreas,
separando las hojas de la rosa; 18 Comentario [L1694]: 18 y ss. Esta
serie de santas mujeres bíblicas sirve de
separación entre aquellos que creyeron en
porque, según la mirada pusiera Cristo antes de su llegada -el Viejo
Testamento-- y los que creyeron después y
su fe en Cristo, son esas la muralla pudieron ser bautizados.
que divide los santos escalones. 21

En esa parte donde está colmada


por completo de hojas, se acomodan
los que creyeron que Cristo vendría; 24

por la otra parte por donde interrumpen


huecos los semicírculos, se encuentran 26 Comentario [L1695]: Porque aún
quedan bienaventurados por venir, pues o
los que en Cristo venido fe tuvieron. 27 bien no han muerto aún o están en el
Purgatorio.
Y como allí el escaño glorioso
de la reina del cielo y los restantes
tan gran muralla forman por debajo, 30

de igual manera enfrente está el de Juan 31 Comentario [L1696]: San Juan


Bautista, cuyo escaño hace pareja con el de
que, santo siempre, desierto y martirio la Virgen y bajo el cual hay una línea de
sufrió, y luego el infierno por dos años; 33 santos varones que separan también una de
otra zona de la rosa.

y bajo él separando de igual modo


mira a Benito, a Agustín y a Francisco
y a otros de grada en grada hasta aquí abajo. 36

Ahora conoce el sabio obrar divino:


pues uno y otro aspecto de la fe
llenarán de igual modo estos jardines. 39

Y desde el grado que divide al medio


las dos separaciones, hasta abajo,
nadie por propios méritos se sienta, 42

sino por los de otro, en ciertos casos: 43 Comentario [L1697]: No por sus
méritos, sino por los de sus padres.
porque son todas almas desatadas
antes de que eligieran libremente. 45

Bien puedes darte cuenta por sus rostros


y también por sus voces infantiles,
si los miras atento y los escuchas. 48

Dudas ahora y en tu duda callas;


mas yo desataré tan fuerte nudo
que te atan los sutiles pensamientos. 51

Dentro de la grandeza de este reino


no puede haber casualidad alguna,
como no existen sed, hambre o tristeza: 54

y por eterna ley se ha establecido


tan justamente todo cuanto miras,
que corresponde como anillo al dedo; 57

y así esta gente que vino con prisa


a la vida inmortal no sine causa
está aquí en excelencias desiguales. 60 Comentario [L1698]: La diferencia
puesta por Dios entre los hombres se
ejemplifica en el caso de Esaú y Jacob.
El rey por quien reposan estos reinos
en tanto amor y en tan grande deleite,
que más no puede osar la voluntad, 63

todas las almas con su hermoso aspecto


creando, a su placer de gracia dota
diversamente; y bástete el efecto. 66

Y esto claro y expreso se consigna


en la Escritura santa, en los gemelos
movidos por la ira ya en la madre. 69

Mas según el color de los cabellos, 70 Comentario [L1699]: Es decir, como


Dios quiere, al igual que hace a unos rubios
de tanta gracia, la altísima luz y a otros morenos.
dignamente conviene que les cubra. 72
Así es que sin de suyo merecerlo
puestos están en grados diferentes,
distintos sólo en su mirar primero. 75

Era bastante en los primeros siglos 76 Comentario [L1700]: 76-84 Son las
condiciones aludidas en el v. 43 Desde
ser inocente para estar salvado, Adán hasta Abraham bastaba con la fe de
con la fe únicamente de los padres; 78 los padres, desde Abraham a Cristo era
menester la circuncisión; desde Cristo hasta
ahora se necesita el bautismo, y los que
al completarse los primeros tiempos, mueren sin él deben permanecer en el
Limbo (Infíerno, IV).
para adquirir virtud, circuncidarse
a más de la inocencia era preciso; 81

pero llegado el tiempo de la gracia,


sin el perfecto bautismo de Cristo,
tal inocencia allá abajo se guarda. 84

Ahora contempla el rostro que al de Cristo 85 Comentario [L1701]: La Virgen


nuevamente celebrada por el arcángel
más se parece, pues su brillo sólo Gabriel.,
a ver a Cristo puede disponerte.» 87

Yo vi que tanto gozo le llovía,


llevada por aquellas santas mentes
creadas a volar por esa altura, 90

que todo lo que había contemplado,


no me colmó de tanta admiración,
ni de Dios me mostró tanto semblante; 93

y aquel amor que allí bajara antes


cantando: «Ave María, gratia plena»
ante ella sus alas desplegaba. 96

Respondió a la divina cancioncilla


por todas partes la beata corte,
y todos parecieron más radiantes. 99

«Oh santo padre que por mí consientes


estar aquí, dejando el dulce puesto
que ocupas disfrutando eterna suerte, 102

¿quién es el ángel que con tanto gozo


a nuestra reina le mira los ojos,
y que fuego parece, enamorado?» 105

A la enseñanza recurrí de nuevo


de aquel a quien María hermoseaba,
como el sol a la estrella matutina. 108
Y aquél: «Cuanta confianza y gallardía
puede existir en ángeles o en almas,
toda está en él; y así es nuestro deseo, 111

porque es aquel que le llevó la palma


a María allá abajo, cuando el Hijo
de Dios quiso cargar con nuestro cuerpo. 114

Mas sigue con la vista mientras yo


te voy hablando, y mira los patricios
de este imperio justísimo y piadoso. 117 Comentario [L1702]: San Bernardo
enumeró a bienaventurados ya conocidos
por nosotros, pero ahora ocupando el
Los dos que están arriba, más felices verdadero lugar que les corresponde en el
Empíreo: Adán, San Pedro, San Juan
por sentarse tan cerca de la Augusta Evangelista, Moisés.
son casi dos raíces de esta rosa: 120

quien cerca de ella está del lado izquierdo


es el padre por cuyo osado gusto
tanta amargura gustan los humanos. 123

Contempla al otro lado al viejo padre


de la Iglesia, a quien Cristo las dos llaves
de esta venusta flor ha confiado. 126

Y aquel que vio los tiempos dolorosos


antes de muerto, de la bella esposa
con lanzada y con clavos conquistada, 129

a su lado se sienta y junto al otro


el guía bajo el cual comió el maná
la gente ingrata, necia y obstinada. 132

Mira a Ana sentada frente a Pedro, 133 Comentario [L1703]: Ana, madre de la
Virgen.
contemplando a su hija tan dichosa,
que la vista no mueve en sus hosannas; 135

y frente al mayor padre de familia,


Lucía, que moviera a tu Señora 137 Comentario [L1704]: Santa Lucia
(Infierno, II; Purgatorio, IX) se encuentra
cuando a la ruina, por no ver, corrías. 138 frente a Adán.

Mas como escapa el tiempo que te aduerme 139 Comentario [L1705]: Pues se está
acabando el tiempo concedido a tu
pararemos aquí, como el buen sastre contemplación, que es casi como un sueño.
que hace el traje según que sea el paño; 141

y alzaremos los ojos al primer


amor, tal que, mirándole, penetres
en su fulgor cuanto posible sea. 144

Mas para que al volar no retrocedas,


creyendo adelantarte, con tus alas
la gracia orando es preciso que pidas: 147

gracia de aquella que puede ayudarte;


y tú me has de seguir con el afecto,
y el corazón no apartes de mis ruegos.» 150
Y entonces dio comienzo a esta plegaria.

CANTO XXXIII

«¡Oh Virgen Madre, oh Hija de tu hijo,


alta y humilde más que otra criatura,
término fijo de eterno decreto, 3

Tú eres quien hizo a la humana natura


tan noble, que su autor no desdeñara
convertirse a sí mismo en su creación. 6

Dentro del viento tuyo ardió el amor,


cuyo calor en esta paz eterna
hizo que germinaran estas flores. 9

Aquí nos eres rostro meridiano


de caridad, y abajo, a los mortales,
de la esperanza eres fuente vivaz. 12

Mujer, eres tan grande y vales tanto,


que quien desea gracia y no te ruega
quiere su desear volar sin alas. 15

Mas tu benignidad no sólo ayuda


a quien lo pide, y muchas ocasiones
se adelanta al pedirlo generosa. 18

En ti misericordia, en ti bondad,
en ti magnificencia, en ti se encuentra
todo cuanto hay de bueno en las criaturas. 21

Ahora éste, que de la ínfima laguna


del universo, ha visto paso a paso
las formas de vivir espirituales, 24

solicita, por gracia, tal virtud,


que pueda con los ojos elevarse,
más alto a la divina salvación. 27

Y yo que nunca ver he deseado


más de lo que a él deseo, mis plegarias
te dirijo, y te pido que te basten, 30
para que tú le quites cualquier nube
de su mortalidad con tus plegarias,
tal que el sumo placer se le descubra. 33

También reina, te pido, tú que puedes


lo que deseas, que conserves sanos,
sus impulsos, después de lo que ha visto. 36

Venza al impulso humano tu custodia:


ve que Beatriz con tantos elegidos
por mi plegaria te junta las manos!» 39 Comentario [L1706]: «Para que
atiendas mis plegarias.»

Los ojos que venera y ama Dios,


fijos en el que hablaba, demostraron
cuánto el devoto ruego le placía; 42

luego a la eterna luz se dirigieron,


en la que es impensable que penetre
tan claramente el ojo de ninguno. 45

Y yo que al final de todas mis ansias


me aproximaba, tal como debía,
puse fin al ardor de mi deseo. 48

Bernardo me animaba, sonriendo


a que mirara abajo, mas yo estaba
ya por mí mismo como aquél quería: 51

pues mi mirada, volviéndose pura,


más y más penetraba por el rayo
de la alta luz que es cierta por sí misma. 54

Fue mi visión mayor en adelante


de lo que puede el habla, que a tal vista,
cede y a tanto exceso la memoria. 57

Como aquel que en el sueño ha visto algo,


que tras el sueño la pasión impresa
permanece, y el resto no recuerda, 60 Comentario [L1707]: Que sólo
conserva una vaga impresión del sueño,
pero sin poder recordar los detalles.
así estoy yo, que casi se ha extinguido
mi visión, mas destila todavía
en mi pecho el dulzor que nace de ella. 63

Así la nieve con el sol se funde;


así al viento en las hojas tan livianas
Comentario [L1708]: Cuenta Virgilio
se perdía el saber de la Sibila. 66 que La Sibila de Cumas escribía sus
oráculos en hojas de árboles, que el viento
no tardaba en llevarse (Eneida, III).
¡Oh suma luz que tanto sobrepasas
los conceptos mortales, a mi mente
di otro poco, de cómo apareciste, 69

y haz que mi lengua sea tan potente,


que una chispa tan sólo de tu gloria
legar pueda a los hombres del futuro; 72

pues, si devuelves algo a mi memoria


y resuenas un poco en estos versos,
tu victoria mejor será entendida. 75

Creo, por la agudeza que sufrí


del rayo, que si hubiera retirado
la vista de él, hubiéseme perdido. 78 Comentario [L1709]: Al contrario que
las otras luces que se ha encontrado en el
Paraíso que le han obhgado a cerrar los
Y esto, recuerdo, me hizo más osado ojos, la luz divina acrecienta la capacidad
de ver en aquel que la contempla y ciega si
sosteniéndola, tanto que junté se apartan los ojos de ella.
con el valor infinito mi vista. 81

¡Oh gracia tan copiosa, que me dio


valor para mirar la luz eterna,
tanto como la vista consentía! 84

En su profundidad vi que se ahonda,


atado con amor en un volumen,
lo que en el mundo se desencuaderna: 87

sustancias y accidentes casi atados


junto a sus cualidades, de tal modo
que es sólo débil luz esto que digo. 90

Creo que vi la forma universal


de este nudo, pues siento, mientras hablo,
que más largo se me hace mi deleite. 93

Me causa un solo instante más olvido 94 Comentario [L1710]: «El breve


instante que pude contemplar la luz divina
que veinticinco siglos a la hazaña ha causado en mí más olvido que
que hizo a Neptuno de Argos asombrarse. 96 veinticinco siglos a la hazaña de los
Argonautas, que fue admiración del propio
Neptuno, por ser el primer navío que
Así mi mente, toda suspendida, surcaba los mares.» De todas maneras, es
un terceto que ha suscitado muchas
miraba fijamente, atenta, inmóvil, controversias.
y siempre de mirar sentía anhelo. 99

Quien ve esa luz de tal modo se vuelve,


que por ver otra cosa es imposible
que de ella le dejara separarse; 102 Comentario [L1711]: 102-114 Dios es
inmutable y también su luz, pero al ir
transformándose Dante, haciéndose más
Pues el bien, al que va la voluntad, perfecto, parece que la luz también
cambiase.
en ella todo está, y fuera de ella
lo que es perfecto allí, es defectuoso. 105

Han de ser mis palabras desde ahora,


más cortas, y esto sólo a mi recuerdo, 107 Comentario [L1712]: No para decir lo
que vi, sino sólo lo que puedo recordar.
que las de un niño que aún la leche mama. 108

No porque más que un solo aspecto hubiera


en la radiante luz que yo veía,
que es siempre igual que como era primero; 111

mas por mi vista que se enriquecía


cuando miraba su sola apariencia,
cambiando yo, ante mí se transformaba. 114

En la profunda y clara subsistencia


de la alta luz tres círculos veía
de una misma medida y tres colores; 117 Comentario [L1713]: 117-120 Las tres
personas de la Trinidad; el Hijo es reflejo
del Padre, y el Espíritu Santo es el vínculo
Y reflejo del uno el otro era, que une a la Primera con la Segunda
persona.
como el iris del iris, y otro un fuego
que de éste y de ése igualmente viniera. 120

¡Cuán corto es el hablar, y cuán mezquino


a mi concepto! y éste a lo que vi,
lo es tanto que no basta el decir «poco». 123

¡Oh luz eterna que sola en ti existes,


sola te entiendes, y por ti entendida
y entendiente, te amas y recreas! 126

El círculo que había aparecido 127 Comentario [L1714]: En el círculo que


corresponde a la persona del Hijo
en ti como una luz que se refleja, encarnado, Dante cree ver una figura
examinado un poco por mis ojos, 129 humana.

en su interior, de igual color pintada,


me pareció que estaba nuestra efigie:
y por ello mi vista en él ponía. 132

Cual el geómetra todo entregado


al cuadrado del círculo, y no encuentra,
pensando, ese principio que precisa, 135

estaba yo con esta visión nueva:


quería ver el modo en que se unía
al círculo la imagen y en qué sitio; 138 Comentario [L1715]: Cómo se unía la
naturaleza divina de Cristo -el círculo- con
la humana -la imagen del hombre. Como se
pero mis alas no eran para ello: ve, la imagen está en correspondencia con
la del geómetra empecinado en cuadrar el
si en mi mente no hubiera golpeado círculo.
un fulgor que sus ansias satisfizo. 141 Comentario [L1716]: Un nuevo rayo
de la sabiduría divina, que por un momento
colmó todos los anhelos de saber de Dante,
Faltan fuerzas a la alta fantasía; aunque luego lo haya olvidado.
mas ya mi voluntad y mi deseo
giraban como ruedas que impulsaba 144
Aquel que mueve el sol y las estrellas.

You might also like