You are on page 1of 3
Habitar. José Quetglas 2 vivienda de nuesto tiempo atin no existe. Con esta frase, aforistca com todas las suas, Mies incieba programa para la Exposicign de a Cons- ‘ruccén oxibrada en Ben en 1990; sin ‘embargo -sequia Mrs-, la transtormacion dl modo de vida enige su realzacitn'! La frase sugiere varios sentidos, El prime- to se abre al leer a frase por el envés: a vivienda que existe no es la de nuestro tiempo’. El segundo se desprende al con- cluria: “sentimos earencia de vivienda rest (Quiero apuntar por donde podtan circular pase0s en amas drecciones. Respecto al segundo sentido —‘carace- mos de vivienda'-, quien quisiera dar ‘weltas por esa cuestién quizés podria ‘empezar leyendo entrecruzade iteratura americana y alemana de los afos trina, John Steinbeck y Joseph Roth: Las uvas de la ray Fuga sin fn, por ejemplo. Cada tuna de els, po separado, parece proce- der de unas condiciones espectcas,pro- pias, cistintas: el exilo interior dl judo ‘cerivoeuropeo de eniregueras, la cise

You might also like