You are on page 1of 40

nerudiana

Fundación Pablo Neruda Santiago Chile nº 9 Agosto 2010 Director Hernán Loyola

«Miguel...
arcángel de las cabras...
hijo mío...»

escriben
Carmen Alemany B. Miguel Hernández Alain Sicard
Jaime Concha Héctor Jaimes Mario Valdovinos
Greg Dawes Selena Millares José Miguel Varas
Julio Gálvez B. Sergio Olivares
Jorge Guzmán Enrique Robertson

NERUDIANA – nº 9 – 2010 1

nerudiana9 imprenta.P65 1 25/10/10, 15:01


Sumario
Las formas del Día en Estravagario 4
JAIME CONCHA

DOSSIER: MIGUEL HERNÁNDEZ


«Miguel, hijo mío…» 7
ALAIN SICARD

Otros datos poéticos sobre las


composiciones de Miguel Hernández
a Pablo Neruda y a Delia del Carril 11
CARMEN ALEMANY BAY

Miguel Hernández
y Pablo Neruda dos ríos paralelos 13
SELENA MILLARES

Oficio de biógrafo 15
JULIO GÁLVEZ BARRAZA

Buero Vallejo: el retrato de Miguel en prisión 17


SERGIO OLIVARES ARTIGAS

Miguel Hernández en la revista Luna 18


ENRIQUE ROBERTSON

TESTIMONIO
Neruda y el teatro 20
MARIO VALDOVINOS

CRÓNICAS
Fragmentos de un rechazo 24
HERNÁN LOYOLA

Libros y caracoles 28
JOSÉ MIGUEL VARAS

ADIOSES
Alejandro Cotera 32
1961-2010
HERNÁN LOYOLA

Ella Braguínskaia
1926-2010
JOSÉ MIGUEL VARAS

María Martner
1921-2010
RESEÑAS
RAE-ALF / (Dawes)
33

34

35
nerudiana 9
MANSILLA / (Guzmán) 37
DAWES / (Jaimes) 38

Oda entre sangre y vino a Pablo Neruda 40


MIGUEL HERNÁNDEZ

Los juicios y opiniones vertidos en los artículos y demás materiales


aquí publicados, son responsabilidad de sus respectivos autores.

Ilustraciones de Portada: Dibujos sobre Miguel Hernández de Araceli


Villalba A., diseñadora gráfica, Santander, España.

nerudiana
nº 9 Agosto 2010

director y editor
Hernán Loyola

secretaria de edición
Adriana Valenzuela

diseño y diagramación
Juan Alberto Campos Ilustración: Slowakische
Volkskunst II, Bratislava, 1954.
FUNDACIÓN PABLO NERUDA
Fernando Márquez de la Plata 0192
De la Biblioteca del Poeta,
Providencia. Santiago Chile FPN.

2 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 2 25/10/10, 15:01


E STE NÚMERO
in memoriam Alejandro Cotera

D edicamos este número de nerudiana a la memoria del


Dr. Alejandro Cotera, que fue colaborador de nuestra
revista hasta su fallecimiento, a sólo 48 años, el pasado 10 de
Carmen Alemany Bay (Universidad de Alicante) propo-
ne en cambio un examen al microscopio. Responsable nada
menos —con José Carlos Rovira y Agustín Sánchez-Vidal—
junio (véase al interior la sección Adioses). Había comenzado de la edición crítica de la Obra Completa de Miguel Hernández
con el artículo “Neruda y la resistencia a los antibióticos” en tres volúmenes (Madrid, Espasa Calpe, 1992), Carmen ha
(nerudiana nº 8, 2009), pero un mal fulminante cercenó su tenido acceso a manuscritos y documentos que, como un cier-
propósito de seguir colaborando regularmente e incluso de es- to boceto en este caso, le consienten penetrar en el taller del
cribir un libro sobre la dimensión científica en la obra de Neruda. poeta de Orihuela e iluminar para nosotros, con nuevos datos,
A través de Alejandro queremos rendir homenaje a la figura el secreto —o subterráneo— proceso de elaboración de sus
que encarnan los muchos miles de apasionados lectores de conocidos poemas a Neruda y a Delia del Carril.
Neruda distribuidos por todo el mundo y cuyo amor, inmune a La experta mirada comparatística de Selena Millares (Uni-
los ninguneos políticos y letrados, sigue haciendo de su obra versidad Autónoma de Madrid), autora de El fuego y la fragua,
un best seller planetario, silencioso y siempreverde. Lo de- establece con minucia de ejemplos la trayectoria del magiste-
muestra la excepcional acogida en el ámbito hispánico de la rio nerudiano sobre la poesía de Hernández. Por su lado el
Antología general de Neruda (edición RAE –Academias– chileno Julio Gálvez Barraza, investigador especializado en
Alfaguara, 2010) que en Chile permaneció por muchas sema- la relación Neruda-España, opone un contundente y erudito
nas en el primer lugar de los libros más vendidos, según el bagaje de documentación a las tergiversaciones antinerudianas
ranking de El Mercurio. Acontecimiento verdaderamente ex- que abundan en la nueva biografía de Miguel Hernández escri-
traordinario tratándose de un volumen de poesía, como subra- ta por Eutimio Martín (El oficio de escritor, Madrid, Aguilar,
ya Greg Dawes en su reseña de la Antología. 2010). Completan el dossier dos notas breves: una de Sergio
Con Alejandro en nuestro recuerdo, echemos ahora un vis- Olivares sobre Buero Vallejo y el retrato que hizo a Miguel
tazo al material de este número. Hernández en prisión; otra de Enrique Robertson sobre la
Casi 50 años atrás el joven profesor Jaime Concha irrumpió presencia de la poesía del oriolano en la singular revista Luna
en la nerudología con un espectacular ensayo (publicado en de los españoles refugiados en la embajada chilena durante los
Mapocho, 2, 1963) que establecía el rol fundamental de la No- primeros meses del franquismo (1939-1940).
che en la estructura simbólica de Residencia en la tierra [1925- El dramaturgo Mario Valdovinos (también narrador y en-
1935]. Ahora, desde su cátedra en la Universidad de California, sayista) aplica su propia experiencia al entregarnos una rápida
el profesor Concha vuelve a las páginas de nerudiana trayen- sinopsis de las incursiones teatrales de Neruda: la traducción
do un examen de las formas del Día en Estravagario [1957- de Romeo y Julieta publicada en ese 1964 en que Shakespeare
1958] y su implícita dialéctica con el discurso poético cumplió 400 años (y Neruda 60); y el Joaquín Murieta de 1967.
residenciario. En apertura, pues, un excelente retorno. En la sección Crónica registramos el rechazo, en la Cáma-
Al centro de este número 9 un dossier de homenaje a Mi- ra de Diputados, del proyecto de ley que rebautizaba Pablo
guel Hernández en el centenario de su nacimiento y en su Neruda al aeropuerto internacional de Santiago-Pudahuel. Sin
relación con Neruda. Nos enorgullece que algunos de los me- comentarlos, reproducimos fragmentos significativos de cada
jores especialistas en la obra del poeta oriolano hayan acepta- una de las intervenciones que jalonaron el debate parlamenta-
do honrar a nuestra revista con sus contribuciones. A comen- rio. El rechazo no provocó, que sepamos, reacciones dignas de
zar por Alain Sicard (Université de Poitiers), quien desmenuza notar en el mundo cultural chileno. Tras la paletada... [«A
y replantea, con el estilo fragmentado (una suerte de ‘gregue- veces pienso: ¿no me equivocaría de universidad? ¿no me equi-
rías’) que caracteriza sus recientes trabajos breves, los muchos vocaría de país?» — Neruda, 1969, a propósito de la general
temas de comparación y de discusión que siguen suscitando los desatención de entonces hacia los preciosos libros y caracoles
vínculos —de amistad y de escritura— entre Pablo y Miguel. que había donado a la Universidad de Chile.]

— El Director
loyolalh@gmail com

NERUDIANA – nº 9 – 2010 3

nerudiana9 imprenta.P65 3 25/10/10, 15:01


Las formas del Día en Estravagario (*)
JAIME CONCHA
University of California – La Jolla

E stravagario es un volumen de 68 ó
69 poemas que, en su primera edi-
ción (Buenos Aires, Losada, 1958), se pre-
y de la Noche: la de las Residencias (1935)
y la del Canto general (1950). En el pri-
mer caso, toda la arquitectura cósmica del
sentó rodeado por dos elementos externos: gran libro nerudiano descansaba en la opo-
una cancioncilla que lo precede, “Para su- sición de esas dos mitades del día solar: la
bir al cielo”, y una serie de ilustraciones Noche como fuente de unidad y de ener-
en los márgenes. Ambos elementos intro- gía, el Día como medida humana y social,
ducen ciertamente un guiño lúdico sobre infinitamente precaria y negativa. En el
el texto en su conjunto. La canción era un Canto general esta antítesis de algún modo
aire conocido en ese tiempo, popular en se invierte, por efecto de la historia lati-
América Latina gracias al vehículo difusor noamericana, vista como tránsito de las ti-
de la radio (incluso dio título a una novela nieblas de la explotación y la miseria a la E l poema inicial, al cual me referí,
de Enrique Lafourcade, Para subir al cie- luz de la utopía y la justicia social. El es- concluye con tres versos simétricos que
lo, justamente de 1959)1. Las ilustracio- quema iluminista y la filosofía histórica de insisten en una oposición básica entre bu-
nes, por su parte, responden a una de las la Ilustración, armas ideológica de los hé- rocracia y naturaleza:
técnicas editoriales del comic —libritos que, roes de la Independencia, se unen a la vi-
al ser hojeados rápidamente, reproducen sión del movimiento obrero y de su acción certificados de ojo largo y lento,
como en un filme la secuencia y la acción política organizada. La luz es aurora, un inscripción en las uñas del almendro,
de personajes cómicos, levemente gran Día que se asocia con el futuro en títulos de la hierba en la mañana.
caricaturescos: caballeros serios y solem- trance de construcción colectiva. En
nes vestidos de frac, damas galantes, un Estravagario, por su parte, no hay poesía Certificados, inscripción, títulos, por
mundo entre risueño y guiñolesco muy fin nocturna a la manera de las Residencias ni un lado; almendro, hierba, por otro: la con-
de siècle. Son principalmente francesas, ins- fe iluminista como en la epopeya de 1950; traposición data por lo menos de sus poe-
piradas en Verne; unas pocas mexicanas, hay simplemente la percepción del día mas residenciarios, sobre todo los escritos
tomadas de Guadalupe Posada. Estas dos como ámbito de trabajo, espacio de la vida en Chile entre su retorno del Asia y su sa-
características externas fijan un tono, sien- y tiempo de un constante renacer. Estudia- lida para España. “Walking around” y
tan una tónica que guía eventualmente al ré en seguida algunas formas de esta te- “Desespediente”, en particular, expresaban
lector en su recepción de esta poesía. mática cotidiana del día (la redundancia es con singular fuerza el desgaste del mundo
Entre los temas y motivos que se desa- deliberada). y de la naturaleza que acarreaba el princi-
rrollan en Estravagario –libro visiblemen- pio burocrático. El vocabulario es prácti-
te unitario, hay que decirlo de una vez por camente idéntico.
todas– he elegido el tema del día, o de lo Aquí, sin embargo —en este primer
diurno. El tema surge desde las primeras poema y en el libro en general— el prin-
páginas, alcanzando una dimensión que cipio y su léxico manifiestan un funcio-
obviamente realza su significación cualita- namiento algo diferente; operan una espe-
tiva. Así, la conclusión del poema liminar cie de extrapolación existencial, por me-
(el de la canción inicial) indica muy clara- dio de la cual el dominio de la burocracia
mente el horizonte temporal de la mañana: (administración, propiedad, etc.) tiñe la
«títulos de la hierba en la mañana». vida humana con una esclavización cons-
La mañana: un mañana hecho presen- tante a los poderes del tiempo. En el fon-
te, hoy actualizado en la raíz y cimiento do, en Estravagario, el tiempo es en una
del día, que posibilita un nacer fresco y re- de sus caras principales y peores el gran
currente del tiempo. burócrata: una deidad maléfica que ad-
En la poesía anterior de Neruda se pre- ministra, restringe y limita el día de los
sentan dos dialécticas principales del Día humanos y del poeta en especial.

4 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 4 25/10/10, 15:01


El poema siguiente es “Pido silencio”, ces a este rito de la infancia. En nuestro caso U na nueva modalidad en esta amplia
al que se ha visto con razón como fijan- concreto, se trata de dos deseos que tienen variación es la poetización de la semana
do de entrada la actitud del poemario: irre- que ver con el amor («el amor sin fin», los que, como todo lo que estamos viendo,
verencia, ironía, desacato. De todo esto hay ojos de Matilde) y, en el medio y en el cen- también tiene sus antecedentes en la obra
sin duda, ya que se trata de un poema tor- tro, más conspicuos por la lógica imagina- nerudiana. Ahora, Neruda combina
nasolado. Basta pensar solamente en las tiva que los preside, tres deseos relaciona- graciosamente el arco de la semana con las
asociaciones que la fórmula suscita. Se dos con el curso de las estaciones: el otoño, cartas del naipe español, nombrando y ata-
pide silencio habitualmente para hablar en el invierno y el verano, espléndidamente viando cada día con figuras de la baraja.
público, para empezar o introducir una ce- envueltos en los atavíos que Neruda sabe El poemita se denomina precisamente
remonia. En vez de acentuar las fuerzas de desplegar en su mejor poesía de la natura- “Baraja” y es a todas luces un divertimento
aislamiento, el poema marca un lazo leza. Son las fases del año solar (del año nerudiano, en que éste se complace en
irrecusable entre el poeta y su audiencia; trópico, habría que decir con pedantería divagar (¡cómo se asocia esto con
en este caso, la audiencia preferida de sus astronómica, la del transcurso del sol de estravagario!) sobre un tiempo laboral que
amigos y la inevitable de sus enemigos equinoccio a equinoccio), las que estable- antes lo irritaba y estremecía. El poema es
potenciales. Por otra parte, pido silencio cen una importante dimensión temporal de una gracia y levedad inimitables:
suele usarse en circunstancias funerales, válida para todo el libro.
para expresar el sentimiento de pérdida y Sin embargo, esta unidad temporal co- Dentro del Lunes caben
congoja por alguien que acaba de dejar- existe con otra que parece tener un acusa- todos los días juntos,
nos. El tercer verso del poema, «Yo voy a do relieve en el desarrollo del poema, la hacen una baraja
cerrar los ojos», insinúa en uno de sus del ahora y del día. «Ahora..., ahora», se que resplandece y silba
ángulos esa posibilidad. Así, la frase re- repite en los dos primeros versos; «ahora, cortando el tiempo con
sulta antitética a lo que es central en el como siempre, es temprano», se retoma en copas, bastones, oros.
poemita: el afán de persistencia y la afir- la penúltima estrofa, marcando y
mación de las fuerzas vitales. Este par de enmarcando el poema con el mismo én- La iconografia preciosa del naipe, con
versos encapsula bien la idea: fasis. Esta relevancia del instante, que todas sus asociaciones de suerte y de des-
signará todo Estravagario, no recalca ne- tino, es otra variante de los dibujos margi-
sucede que voy a vivirme. cesariamente su condición efímera (de la nales —no lateral sino central, un íntimo
Sucede que soy y que sigo. que no se prescinde, por supuesto), sino el habitante suyo. En el recinto mágico del
elemento de presente y de presencia, la Día están todos los días, desplegando una
La fórmula no puede ser más ne- inmediatez vívida del momento. El ahora combinatoria que es menos distributiva que
rudiana. Es apenas una metamorfosis de engrana con lo temprano a través del siem- sintética, pues está presidida por un signo
los memorables versos de Residencia: «Su- pre: es el germen continuo en el discurrir de hospitalidad: el espacio del juego y la
cede que me canso de ser hombre», en de los días. Así, en un magnífico ejemplo amistad, el ámbito de un tête à tête múltiple
“Walking around”, ya mencionado, y del de la temporalidad nerudiana, el poema fi-
comienzo de “No hay olvido (sonata)”: «Si naliza de esta manera:
me preguntáis en dónde he estado / debo
decir sucede». En ambos casos, sucede era Nunca me sentí tan sonoro,
el índice del paso de un tiempo devasta- nunca he tenido tantos besos.
dor, lo que corroe al hombre y al ser, lo
que degrada su ser en estar. Aquí, en Ahora, como siempre, es temprano.
Estravagario, se pone del lado del ser y de Vuela la luz con sus abejas.
su continuidad. Nadie ha muerto, no hay
nadie por quien haya que pedir silencio: el Déjenme solo con el día.
poeta está vivo y sigue resucitando. Pido permiso para nacer.

A pesar de su aparente simplicidad, El poema se cierra con perfecta


el poema es bastante complejo y tiene un circularidad, gracias al eco de dos pala-
desenvolvimiento que cubre varias zonas. bras iniciales: el pido del título y el déjen-
Subrayo apenas tres puntos. me (= «me dejen») del primer verso. En-
El poema comienza con un tono jugue- tre inicio y fin se despliega una variación
tón, con gesto casi infantil: una lista de cin- sobre el tiempo que lo recorre en sus esta-
co deseos. El acto de cerrar los ojos, que ciones anuales, en el grano minúsculo del
acabo de citar, apunta en otro de sus vérti- presente y en el día visto en su raíz natal.

NERUDIANA – nº 9 – 2010 5

nerudiana9 imprenta.P65 5 25/10/10, 15:01


y compartido. No es el “Truco” de Borges, desenvolvimiento poético de Neruda; tor- do, los sollozos de la gente, el encierro de
sino una risueña “Baraja” nerudiana. nasolado también, pues refracta contra- los prisioneros, todo lo cual hace pesado
De este modo, la ronda de la semana, puestas tonalidades de sentimiento y de su corazón. En este sentido, y de nuevo
con un «Martes maligno» y una pareja heb- emociones. Árbol otoñal, como el mismo ambivalentemente, el libro se sitúa junto a
domadaria exactamente en el centro, gira poeta sugiere, en que las hojas se van des- las denuncias del XX Congreso, en 1956,
hasta un Viernes de nuevo «con su copa» y granando como el sucederse lento de los y el lanzamiento del Sputnik al año siguien-
se despeña por los despeñaderos humanos días. En efecto, según he tratado de suge- te. El gran amor histórico que fue para
del Sábado y del Domingo, para volver de rir, su intensa preocupación por los traba- Neruda la Unión Soviética enmarca un
nuevo a emprender el giro eterno de los jos y los días, a veces disfrazada de contexto general que determina precisa-
siete días. En el abanico de la experiencia bonhomía y nonchalance, en el fondo re- mente estas coordenadas contrapuestas.
humana, la semana ha dejado de ser régi- mite a una obsesión por el transcurso del Quizás la elección de Verne para ilustrar
men de esclavitud laboral para convertirse tiempo y el escurrirse de la vida. Lo diur- su libro, entre muchas otras razones, pudo
en una forma natural de vivir el tiempo en- no es aquello que se va, pero que hay des- derivar de que fue y es el autor del Viaje
tre la plenitud del instante y el transcurso esperadamente que coger y capturar para de la tierra a la luna, anticipando los via-
mayor de las cuatro estaciones: la tarea poética cotidiana. Otra forma del jes al cosmos. En uno de los poemas de
carpe diem, menos gozoso y exaltado, cier- Estravagario, es posible divisar una alu-
El Viernes con su copa tamente «otoñabundo», como dice el poe- sión a la aventura espacial que entonces
galopa en la semana ta en su poema final. Neruda se definirá comienza y que no se deja de mirar, lo
como dentro de un aro poco después como un obrero de la poe- mismo que Russell décadas atrás, como
angosto, azul, eterno. sía, que se levanta día a día muy temprano una suerte de «impiedad cósmica»:
para, a orillas del mar y frente a sus aguas,
Entre el primer poema y éste de “Bara- ganarse el pan con el sudor tranquilo de Continuarán viajando cosas
ja”, el tema del tiempo se ha intensificado. sus versos. Es su plusvalía personal, ina- de metal entre las estrellas,
En grado extremo, esto se manifiesta en lienable. Es lo que poetiza justamente en subirán hombres extenuados,
“Ya se fue la ciudad”: varios, si no en todos, los poemas de violentarán la suave luna
Estravagario. y allí fundarán sus farmacias.
Como marcha el reloj sin darse prisa Pero el día es también el diario, las
con tal seguridad que se come los años: noticias de toda laya que llegan del mun- En su amplio “Testamento de otoño”,
los días son pequeñas y pasajeras uvas, que cierra y concluye el libro, el poeta afir-
los meses se destiñen descolgados del ma y reafirma su «fe en la poesía». «Can-
tiempo. taré en silencio», nos dice allí mismo,
retomando una vez más su liturgia inicial.
Todas las divisiones naturales del tiem- Así es, de verdad: a 30 años de su muerte,
po (años, meses, días) se ponen bajo la es- a un siglo de su nacimiento, seguimos es-
pada de Damocles del reloj, la suprema cuchando ese silencio que él desgranó día
entidad que lo mide artificialmente, mecá- a día, verso a verso, a lo largo de una vida
nicamente, desnaturalizándolo en sentido gozosa y, también, atormentada. Es su le-
propio. gado mayor y, tal vez, su mejor epitafio 2.♦
Por otra parte, es éste uno de los pocos
poemas en que la relación entre texto y
grafismo es clara y explícita. En otros, el NOTAS
objeto del dibujo está en conexión antitética
o metonímica con el asunto del poema; (*) Versión reducida de unas páginas leídas en El
aquí, por el contrario, el orondo reloj que Cairo, en ocasión del centenario de Neruda.
vemos a un lado de la página es un 1
En un CD preparado por Jacques Eward: Echos,
correlato inequívoco, emblemático, de lo sons et musiques du monde (Bruxelles, 1999) ,
que el poema nos dice. Objeto y poema ítem 6, se da la canción como «pericona du Chili».
son vástagos de una misma cepa –de esas No estoy muy seguro de que esto sea correcto.
«uvas» epicúreas que el tiempo deja caer. 2
Para los temas más generales del libro («solitude»,
«lonelyness», etc.), ver de John Neyenesch, The
T ras su aparente sencillez, Estrava- Dialectics of Personal Salvation: An Analysis of
gario es un libro variado y complejo, que Estravagario by Pablo Neruda (Ph. D.
refleja circunstancias transicionales en el Dissertation, New Yok University, 1975).

6 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 6 25/10/10, 15:01


DOSSIER
«Miguel, hijo mío…»
(apuntes sobre Miguel Hernández y Pablo Neruda)
ALAIN SICARD
Université de Poitiers, CRLA

«Miguel...
arcángel de las cabras...
hijo mío...»
— Las uvas y el viento, IV, iii

M iguel según Pablo: «Una cara de


terrón o de papa que se saca de
entre las raíces y que conserva frescura
segunda salida, al rústico quijote de
Orihuela, el poeta-cónsul se haya recono-
cido, a través de los años, en la «virgini-
manos amigas –antiguas (Góngora,
Garcilaso) o recientes (Aleixandre)– to-
caron también el pecho del oriolano, la de
subterránea» 1 ; Pablo según Miguel: dad selvática»4 de su visitante (autoriza Pablo Neruda fue la que hizo posible que
«Llegas entre apariencias de océano / que pensarlo esta insólita anexión del Levante del poeta-cabrero saliera el poeta-soldado.
ha perdido las olas y sus peces / a fuerza a la geografía chilena). Lo demás lo hicieron la guerra, la cár-
de entregarlos a la red y a la playa»2. 4 cel, el sufrimiento.
Rostro de la España tirante y seca el de En la tahona de Carlos Fenoll donde se
Miguel. Misteriosamente acuático el de reunían Miguel y los poetas oriolanos se 8
Pablo, emblema de un país donde todo lo cocía el pan de la poesía. ¿Por qué inex- Odas simétricas: «entre sangre y vino» a
que no es cordillera es océano. plicable asociación surge en mí el recuer- Pablo Neruda, «entre arena y piedra» a
do de la Panadería (se ruega respetar la ma- Vicente Aleixandre. Tanto monta y monta
2 yúscula) donde, en su infancia temucana, tanto en la admiración de Miguel un poeta
Fotografías. Ambos llegan de su provin- el que iba a ser el buen «poeta panade- como el otro (sus corazones «casi rozan-
cia. El mismo tren de noche los ha traído ro»5 , descubre temblando «la / flor / ham- do»9 el suyo). Pero sólo la poesía de Resi-
a Santiago (1921) y a Madrid (1932). brienta / y pura / del deseo»6? dencia en la tierra podía tener en su lector
«Supe, porque sangraba, / que me habían deslumbrado aquel efecto libertador. Por
cortado las raíces»3 , recordará nostálgi- 5 su americana impureza.
co Pablo. Miguel –que no hace mucho Arte de pájaros. Paseo del Prado. «En mi
pastoreaba las cabras paternales en su país no existen ruiseñores», comenta Pa- 9
vega levantina–, anda de alpargatas y pan- blo. Encarámase Miguel a un árbol y, tri- Confieso que he vivido: «Entre america-
talón de pana, tal vez con boina. Lleva nando de rama en rama, le regala uno. nos y españoles el idioma nos separa algu-
Perito en lunas bajo el brazo. Pablo, peri- nas veces. Pero sobre todo es la ideología
to en crepúsculos y canciones desespera- 6 del idioma la que se parte en dos»10 . An-
das, gasta un sombrero de anchas alas y El oído pegado al cuerpo de sus cabras, el tes de habitar la conciencia de los poetas
esconde bajo la tosca capa de ferroviario pastor-poeta escucha el ruido de la leche la identidad habita su lenguaje. La
robada a su padre quién sabe si llegar a las ubres, como lo escuchará, ca- americanidad de las Residencias Juan
Crepusculario o Veinte poemas de amor. yendo «de blancura en blancura a los pe- Ramón Jiménez ya la había intuido –sin
En la cara del primero la sonrisa es un zones»7 , el memorialista de Isla Negra. entenderla– en su célebre crítica a la poe-
sol inmenso. Una lluviosa melancolía Unidos al / en el crecimiento. sía nerudiana (aquello del «gran mal poe-
envuelve al segundo. ta»). Y también –con profunda empatía–
7 Julio Cortázar cuando, en la «Carta abier-
3 «Lo amé y puse en su pecho / mi masculi- ta» que prologa la edición francesa de Re-
La vocación en los dos ha sido precoz e na mano / y creció su estatura podero- sidencia en la tierra en 1972, habla de
irresistible. Es probable que, al abrirle la sa…»8 . El gesto es solemne, demiúrgico. «… un enorme aluvión de palabras carga-
puerta de la Casa de las Flores, cuando su Tal vez peque de inmodesto. Pero si otras das de materia espesa, de piedras y

NERUDIANA – nº 9 – 2010 7

nerudiana9 imprenta.P65 7 25/10/10, 15:01


líquenes, de esperma sideral, de vientos chorreando pus y peste… / con una cola los hábitos de la rusticidad: el ruise-
marinos y de gaviotas de fin de mundo, una en bruma, fantasmal y fantástica, / vestida ñor de la huerta cantando con la voz
nomenclatura de maderas y de metales, de de asma y huecos levitones sangrien- de Garcilaso.
peines y de mujeres, de acantilados y de tos…»19 .
borrascas…». «El Chile de las Residen- 1936: el combate con el dragón se hace 23
cias», añade, «ya es el mundo latinoame- colectivo. 1935: «Sino sangriento», «Mi sangre es un
ricano abarcado en su totalidad por una camino», «Oda entre sangre y vino a Pablo
poesía omnipotente»11. 17 Neruda»: la sangre –elemental, existencial,
«¿Qué hice para que pusieran a mi vida erótica, irreprimible– irrumpe en la poesía
10 tanta cárcel?» 20 , preguntaba Miguel. de Miguel Hernández.
El primer contacto con la naturaleza: para Orihuela, la primera cárcel.
Miguel el huerto de la casa paterna 24
(imagino un limonero, un olivo, una 18 En el recuerdo de Neruda, el primer encuen-
higuera, varias chumberas); para Pablo Orihuela «sotánica y satánica», despotri- tro fue en «un fuerte verano seco de Ma-
–que aún se llama Neftalí Ricardo– la caba el chileno a quien el cielo había drid»23 . Más probablemente, aquella tarde
inhabitada «espesura» donde le gusta eximido de celestiales sinsabores. de diciembre de 1934 cuando Lorca pre-
perderse mientras su padre establece «el sentó a los estudiantes madrileños un poe-
sol de sus ferrocarriles»12. 19 ta «más cerca de la sangre que de la tinta».
Trampas de la Tradición: la amistad pue-
11 de ser su disfraz (Ramón Sijé). 25
La selva araucana abre los sentidos a La sangre, en la poesía del chileno, no es
lo inagotable. El huerto oriolano reca- 20 nunca, como en la de Hernández, esa fuerza
lentado por el sol los exacerba. Todo se Frente a la Tradición esterilizante de la oli- que habita al hombre y que lo rebasa, que lo
vuelve valla. garquía, la Tradición de los poetas, fecun- «agiganta» y lo anonada: es la instancia más
da y fecundante: «Los únicos verdaderos profunda de lo subjetivo, la que certifica y
12 ríos de España son sus poetas» escribe autentifica: «…y en la casa de la poesía no
«El ansia de brotar y de prodigarse»13: Neruda en Confieso que he vivido, permanece nada sino lo que fue escrito por
estallar (Miguel), abarcar (Pablo). «Quevedo con sus aguas verdes y profun- la sangre o para la sangre»24 .
das, de espumas negras; Calderón, con sus
13 sílabas que cantan; los cristalinos 26
«Un rayo soy sujeto a una redoma»14 … «Un Argensolas; Góngora, río de rubíes»21. «Para cantar ¡qué rama terminante, / qué es-
huracán de lava / en el presidio de una al- Hernández, río de sangre. peso aparte de escogida selva…!»25 . La ta-
mendra esclava»15 . Neruda destapa la redo- berna como selva, como urbana espesura.
ma, rompe la almendra. 21
Para los poetas españoles que pug- 27
14 naban para romper la cárcel En la entrevista que le hizo Rita Guibert,
Lamentación de la carne 16 . La lucha de gongorina que ellos mismos habían Neruda dice que para él la poesía es un ele-
Miguel con «la serpiente de múltiples labrado, Residencia en la tierra pre- mento como lo son el agua, el fuego, la tie-
cúpulas»: «…sus anillos verdugos / repri- sentaba el caso monstruoso y mara- rra y el aire. Corolario: los elementos en-
mieron y malaventuraron la nudosa san- villoso de una poesía sin tradición. carnándose en el verbo, lo elemental ha-
gre de mi corazón…»17 . Y lo era, por más veneración que el ciéndose lenguaje...
chileno tuviera hacia Quevedo, La «Oda entre sangre y vino a Pablo
15 Góngora, Villamediana y aquellos Neruda» poetiza este doble proceso.
Influencia. No de forma ni de estilo se poetas en pos de los cuales andaba
trata (el de las Residencias no afecta más hurgando las librerías de segunda 28
que a media docena de poemas) sino de mano de la estación Atocha. Beber el mundo («Me bebería todo el
liberación. mar»)26, comerlo («Me comería toda la
22 tierra») 27 , incorporar lo elemental y
16 «Me traías, / pastor de cabras, tu ino- «sus altos privilegios / con toda propiedad
«La serpiente de las múltiples cúpulas… cencia arrugada, / la escolástica de a nuestra sangre»28 . A la carne del poema.
la serpiente escamada de casullas y cáli- viejas páginas, un olor / a Fray Luis,
ces»18 . España en el corazón desarrollará a azahares, al estiércol quemado / so- 29
la misma mitología teratológica al evocar bre los montes…» 22 . Al chileno más Vino, sangre, lenguaje: la poesía como
la Tradición «llena de mocos muertos, / que nada lo fascina la Tradición con material transubstanciación.

8 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 8 25/10/10, 15:01


30
En los últimos versos de la Oda, la li-
cuefacción de lo elemental en palabra lle-
ga a su término. Entonces, al salir de la
taberna, hay esa sorprendente
escenificación del acto poético: «Te en-
comiendas al alba y las esquinas / donde
describes letras y serpientes / con tu pal-
ma de orín inacabable»29 .

31
Dignificaciones de lo excrementicio:
«… oírte orinar, en la oscuridad, en el fon-
do de la casa / como vertiendo una
miel delgada, trémula, argentina, obstina-
da»30 («Tango del viudo», primera Resi-
dencia).

32
Definición del sujeto poético nerudiano:
«…te arrancas raíces que te nacen / en todo
lo que tocas y contemplas»31: escribir des-
de lo que se toca y contempla.

33
«Estatuto del vino»32 , versión trágica de
lo elemental.
Óleo sobre Miguel Hernández del pintor Juanjo Viota , Santander, España.
34
Estatuto metapoético, del vino (sangre) 38 nuto de sombra no nos ciega: / con nin-
hernandiano, y existencial del vino Habla el Herido: «Herido estoy, miradme: guna agonía moriremos»43, ratifica Pablo
nerudiano. necesito más vidas. / La que contengo es frente al océano.
poca para el gran cometido / de sangre que 42
35 quisiera perder por las heridas»38 . Visión «Los desgranados, los muertos de rostro
«Informado de risas y solsticios, / y sacrificial y finalmente cristiana de la san- tierno, / los que amamos, los que brillan
malogrando llantos y suicidios» 33 , gre, ajena al compromiso nerudiano. / en el firmamento, en la multitud del
suntuosamente «episcopal» 34 el vino silencio…». El 28 de marzo del año 1942
hernandiano. 39 Miguel Hernández muere en la enferme-
Paseando sus «erizos lúgubres», «Mi sangre es un camino»39 , afirmaba ría de la cárcel de Alicante. De Alicante a
«aullando llanto y manos de cadá-veres»35 , Miguel Hernández en 1935. «Es sangre no Isla Negra, la misma noche estrellada.♦
violentamente asocial el nerudiano. granizo, lo que azota mis sienes…»40 , es-
cribe en 1938 en El hombre acecha. La llu-
36 via duraría todo el siglo. Neruda en Fin de
Criminalizado por la violencia a la que mundo (1969): «Ustedes vivirán tal vez /
lo somete su paso entre los hombres, el resbalando sólo en la nieve. / A mí me tocó *******
vino fugitivo busca refugio en el «azul este dolor / de resbalar en la sangre»41 .
de la tierra / en donde se confunden la Corpus y cronología. La “Oda entre sangre y
40
lluvia y los ausentes»36 , en lo inhabita- vino” que Miguel Hernández dedica a Pablo
Alicante ‘42, Santiago ‘73: ¿tentación de
do, en su elemento. Neruda fue escrita en 1935, año de la publica-
la desesperanza?
ción por Cruz y Raya en Madrid de la primera
37 41 edición completa de Residencia en la tierra
«Venid a ver la sangre por las calles !»37. «Pero hay un rayo de sol en la lucha / que (1925-1935). Es un retrato de la poesía resi-
Rómpense las copas en la taberna de siempre deja la sombra vencida»42 . Es el denciaria y al mismo tiempo un autorretrato
la Oda. último poema del encarcelado. «Un mi- de la poesía hernandiana de aquel período.

NERUDIANA – nº 9 – 2010 9

nerudiana9 imprenta.P65 9 25/10/10, 15:01


23
NOTAS Pablo Neruda: “Viaje al corazón de Quevedo” (en
OC, IV, p. 461).
1 24
Pablo Neruda: Confieso que he vivido: “Miguel Pablo Neruda: Los prólogos a los Caballos Verdes :
Hernández”, en Obras Completas, ed. Hernán “Conducta y poesía” (en OC, IV, p. 384).
25
Loyola, Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, Miguel Hernández: “Oda…” (op. cit., p. 273).
26
Barcelona 2002, vol. V, p. 523. Todas las citas Pablo Neruda: Confieso que he vivido (en OC, V, p. 691).
27
según esta edición (OC). Ibídem.
2 28
Miguel Hernández: “Oda entre sangre y vino a Pablo Miguel Hernández: “Oda…” (op. cit., p. 273)..
29
Neruda” en Miguel Hernández: Obra Poética Ibídem, p. 275.
30
Completa, introducción, estudios y notas de Leopoldo Pablo Neruda: “Tango del viudo” (Residencia en
de Luis y Jorge Urrutia, Edición Zero, Madrid 1976, la tierra, I, en OC, I, p. 292).
31
p. 272. Todas las citas según esta edición. Miguel Hernández: “Oda…” (op. cit., p. 275).
3 32
Pablo Neruda: “El tren nocturno” (Memorial de Isla Pablo Neruda: “Estatuto del vino” (Residencia en
Negra I, en OC, II, p. 1172). la tierra II, en OC, I, p. 327).
4 33
Pablo Neruda: “Miguel Hernández” (OC, V p. 523). Miguel Hernández: “Oda…” (op. cit., p. 273).
5 34
Pablo Neruda: “Artes poéticas I” (Fin de mundo, Ibídem.
35
OC, III, p. 439). Pablo Neruda: “Estatuto del vino” (Residencia en
6
Pablo Neruda: “El sexo” (Memorial de Isla Negra la tierra II, en OC, I, p. 330).
36
I, en OC, II, p. 1155). Pablo Neruda: ibídem.
7 37
Pablo Neruda: “Lo que nace conmigo” (Memorial Pablo Neruda: “Explico algunas cosas” (“España
de Isla Negra IV, en OC, II, p. 1261). en el corazón”, Tercera residencia, en OC, I, p. 371).
8 38
Óleo: Juanjo Viota. Pablo Neruda:“El pastor perdido” (La uvas y el Miguel Hernández: “Mi sangre es un camino” (op.
viento IV, en OC, I , p. 968). cit., p. 257).
9 39
Miguel Hernández: “Llamo a los poetas” (El hombre Miguel Hernández: ibídem.
40
acecha, op. cit. p. 366). Miguel Hernández: “18 de julio 1936-18 de julio
Los textos que Neruda dedica a Miguel 10
Pablo Neruda: Confieso que he vivido: “La poesía 1938” (El hombre acecha, op. cit., p. 369).
Hernández son posteriores a la muerte de éste. 41
es un oficio” (en OC, V, p. 688). Pablo Neruda: “El peligro” (Fin de mundo, en OC,
El poeta que los escribe ya no es –ni quiere ser 11
Julio Cortázar: “Lettre ouverte” (préface à III, p. 410).
más– el de Residencia en la tierra, lo que tal 42
Résidence sur la terre de Pablo Neruda, col. Miguel Hernández: “Eterna sombra” (Poemas
vez explica que no se encuentra en ellos ningu-
Poésie / Gallimard, Paris 1972). últimos, op. cit., p. 476).
na referencia a la oda hernandiana. Son, amén 12 43
Pablo Neruda: “Carta para que me manden madera” Pablo Neruda: “El episodio” (Memorial de Isla
de algunos recuerdos en prosa principalmente
(Estravagario, en OC, . II, p. 705). Negra V, en OC, II, p. 1306).
en Confieso que he vivido, dos poemas. El 13
Miguel Hernández: “Oda entre sangre y vino a
primero, en el Canto general (1950), ocupa dos
Pablo Neruda” (op. cit., p. 272) De aquí en
páginas de “Los ríos del canto” bajo el título
adelante : “Oda…”)
de “A Miguel Hernández, asesinado en los pre- 14
Miguel Hernández: El rayo que no cesa (op. cit.,
sidios de España”. El segundo, “El pastor per-
p. 225).
dido”, pertenece a Las uvas y el viento (1952). 15
Ibídem.
Su dimensión (más de siete páginas) muestra, 16
“Primera lamentación de la carne” (op. cit., p. 140)
más allá de la retórica reiterativa que caracte-
es el título de uno de los poemas oriolanos de
riza gran parte del libro, el lugar que ocupa
Miguel Hernández.
Miguel Hernández en el recuerdo del chileno 17
Miguel Hernández: “Sonreídme” (op. cit., p. 278).
como amigo, como poeta y como mártir de la 18
Miguel Hernández: ibídem.
lucha antifascista.♦ 19
Pablo Neruda: “España en el corazón” (Tercera
Residencia, en OC, I, p. 368).
20
Miguel Hernández: “El último rincón” (Cancionero
y romancero de ausencias, op. cit., p. 458).
21
Pablo Neruda: Confieso que he vivido (en OC,
V, p. 525).
22
Pablo Neruda: “A Miguel Hernández, asesinado en
los presidios de España” (Canto general XII, Acuarela sobre Miguel Hernández de la
“Los ríos del canto”, en OC, I, p. 745). pintora Ana Laza, Santander, España.

10 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 10 25/10/10, 15:01


Otros datos poéticos sobre las composiciones de
Miguel Hernández
a Pablo Neruda y a Delia del Carril
CARMEN ALEMANY BAY
Universidad de Alicante - España

E ntre dos libros fundamentales de la


trayectoria poética hernandiana, El
rayo que no cesa (1936) y Viento del pue-
decimiento al escritor de Veinte poemas de
amor y una canción desesperada nacerá
la composición “Oda entre sangre y vino a
blo (1937), Miguel Hernández escribió un Pablo Neruda” y, ligada a ésta, el poema a
conjunto de poemas –un total de diecisie- Delia del Carril, reciente compañera sen-
te– que en su mayor parte fueron publica- timental del poeta chileno.
dos en revistas. Este corpus poético es El poema a Pablo Neruda es sobrada- también en el soneto 24 de El rayo, «fati-
crucial porque supone un resumen de su mente conocido, pero no tanto su proceso ga tanto andar sobre la arena», encontra-
poética inmediatamente anterior y un pri- de creación. De él existe un boceto que nos remos las mismas resonancias:
mer atisbo de hacia dónde podría haberse puede ofrecer nuevas pistas de la mella de
dirigido su creación. En este breve lapso la poesía nerudiana en la hernandiana y que un dulce tiburón, que una manada
de tiempo, el oriolano vivirá en Madrid un cómo este esbozo se relaciona con otros de inofensivos cuernos recentales,
profundo cambio estético e ideológico que poemas del escritor oriolano. Si en la ver- habitándome días, meses, años (507).
tendrá, obviamente, repercusiones en sus sión definitiva Miguel Hernández intentó
escritos. La Guerra Civil española rompió elaborar un retrato poético del chileno a Asimismo, el esbozo, al menos en las
esas expectativas y sus versos derivaron través del primer poema de El hondero líneas trascritas anteriormente, nos remite
hacia una poética de circunstancias mar- entusiasta, “Hago girar mis brazos como a algunos versos del primer poema de la
cada por el acontecimiento bélico. En cual- dos aspas locas”, y del “Estatuto del vino” segunda Residencia en la tierra de Pablo
quier caso, esas mutaciones no sólo son de Residencia en la tierra; en el esbozo apa- Neruda, “Un día sobresale”:
evidentes en las versiones definitivas sino rece difuminada esta influencia concreta y
también en una nueva forma de encarar el comienza la descripción con frases que nos Peces en el sonido, lentos, agudos, húmedos,
proceso de creación. remiten al primer cuarteto del soneto 3 de arqueadas masas de oro con gotas en la cola,
En su estancia en la corte, Miguel El rayo que no cesa, “Guiando un tribunal tiburones de escama y espuma temblorosa,
Hernández conoció a dos escritores que le de tiburones”. Veamos ambos textos. En el salmones azulados de congelados ojos 2.
abrieron las miras hacia una nueva visión esbozo a la “Oda” reza lo siguiente:
de la poesía: Pablo Neruda y Vicente Y el comienzo del esbozo, «Y pájaros
Aleixandre. Al mismo tiempo que está es- un sentimiento, un tiburón muy dulce –en- de todas las especies y guitarras de todas
cribiendo composiciones para El Gallo cima de los ojos tus dos velludas guadañas las edades –y órganos de todos los tama-
Crisis, revista dirigida por su amigo enfurecidas –repugnantes espumas, aguas ños– cañaveral de flautas añadidas –pája-
oriolano Ramón Sijé, publica poemas de maldición caen de mis ojos –maldecidas ros con las alas entornadas–», vuelve a re-
cargados de impureza en la revista Ca- espumas maldicientes [...] tu boca con sus mitirnos a algunos versos de “Sabor”, poe-
ballo verde para la poesía abanderada cuatro guadañas de hacer daño y besar el ma de la primera Residencia:
por el poeta chileno. Nuestro escritor ha barro y su ternura de pezuña que acaba de
caído en la órbita de Pablo Neruda y en nacer y no ha pisado el mundo todavía– En mi interior de guitarra hay un aire viejo
la de Vicente Aleixandre y empieza a (997)1. (...)
abrirse una brecha respecto a su poética un pájaro de rigor cuida mi cabeza:
anterior. A partir de esos momentos Mi- Y en el soneto del Rayo dice así: un ángel invariable vive en mi espada (19).
guel Hernández sufre una metamorfosis
poética, similar a la de los tiempos de Guiando un tribunal de tiburones, Sigue la descripción de Pablo Neruda
creación de Perito en lunas, que le lleva como con dos guadañas eclipsadas, en el esbozo, pero ahora con un vocabu-
nuevamente a experimentar otra forma de con dos cejas tiznadas y cortadas lario aún más cercano al del poeta chile-
escribir poesía. Del magisterio y del agra- de tiznar y cortar los corazones (495); no que se entrecruza con el suyo: «unos

NERUDIANA – nº 9 – 2010 11

nerudiana9 imprenta.P65 11 25/10/10, 15:01


dientes cansados de comer saliva sola- bozo muy breve, se hace una descripción Tras la escritura de la primera frase, «tie-
mente –el corazón de un canario– la len- de encuentros y desencuentros de fuerzas nes las manos blancas de tratar con la luna
gua de un verderol» (997). La presencia cosmológicas que describen simbólica- y los ojos azules de penar en el mar» –pa-
del término «corazón», tan frecuente en mente las relaciones entre Pablo y Delia. labras que indudablemente guardan rela-
este boceto y por otra parte tan nerudiano, En el boceto, como será habitual en este ción con lo escrito en el primero–, apunta
penetra en el esbozo donde se repite en momento de su producción, el poeta crea que aquello que está escribiendo es «para
varias ocasiones: «mi corazón, un sapo una primera idea que aún no se aproxima el poema Delia». Estas palabras actúan
atribulado –la calavera una nuez, cárcel al resultado definitivo: como un mecanismo de memoria que será
de mi corazón– mi corazón enjaulado utilizado, de otra forma, en el último libro
–[...] fuerte corazón» (997). Creo que es- tragársela quisiera, devorarla ambiciona poético de Miguel Hernández, el del Can-
tamos ante un atisbo de creación donde –un planeta de amor y otro de guerra cho- cionero y romancero de ausencias. Sigue
Hernández ha intentado hacer un retrato can y se entrelazan, se rechazan, se buscan el boceto: «tu cabeza de espiga cubierta de
del poeta con un vocabulario forjado ya en y se abrazan el mar de sangre y su mujer de abundancia se atiene a sus lados con un
su poética anterior que se entrelaza con el arcilla– la muerte chocante ante la [ilegi- desmayo de oro cansado de brillar y se
nerudiano y con referencias que resuenan ble] se mece, se detiene, se arrodilla como yergue emitiendo cereales relámpagos», lo
a algunos poemas del chileno. A diferen- a veces el mar ante la tierra (998). que casi de forma idéntica aparecerá en los
cia de lo que ocurría en el proceso de crea- versos del 12 al 14:
ción de etapas anteriores, en este caso sólo Tras este primer esbozo redacta un se-
se recuperarán casi íntegramente algunas gundo que comienza con un breve boceto Tu cabeza de espiga se vence hacia los lados
palabras para la versión definitiva: «tu boca y a continuación desarrolla el poema con con un desmayo de oro cansado de abundar
con sus cuatro guadañas de hacer daño y variantes. Este proceso que acabamos de y se yergue relampagueando trigo por
besar el barro y su ternura de pezuña que describir fue un modo de concebir el poe- todas partes (525).
acaba de nacer y no ha pisado el mundo ma muy habitual en el primer ciclo de su
todavía» (997), que se resuelven poética- poética, el correspondiente a Perito en lu- Nótese que palabras tan nerudianas
mente del siguiente modo en la versión nas, y con alguna presencia en el segundo, como «cereales relámpagos» han sido sus-
definitiva de “Oda entre sangre y vino a el que desembocará en El rayo que no cesa. tituidas por «relampagueando trigo», in-
Pablo Neruda”: «la bipartida huella de una tentando mitigar la excesiva presencia
boca, / la más dulce pezuña que ha pisa- nerudiana. A continuación, el esbozo con-
do» (vv. 97-98, 524). tiene frases como «tu ternura de agua que
La sombra de Neruda no sólo estuvo pasa entre unos márgenes de zarzas y de
presente en los sonetos de El rayo sino que toros» (998) que en la versión definitiva
también lo estará en poemas pertenecientes comprenderán los versos del 9 al 11:
a este corpus y que publicó en Caballo ver-
de para la poesía: “Vecino de la muerte” y tu ternura es capaz de abrazar a los cardos
“Mi sangre es un camino”. Asimismo, los y en ella veo un agua que pasa y no se altera
versos nerudianos –desatados, telúricos y entre orillas ariscas de zarza y tauromaquia
crispados– tendrán su réplica en poemas de (525).
este corpus como “Alba de hachas”, “Me
sobra corazón” y “Sino sangriento”. Los esbozos, como se puede compro-
La misma liberación del verso que apa- bar, son una guía para crear la versión en
recía en el poema dedicado a Pablo Neruda, verso; pero estos bocetos, y a diferencia
y en otros de este ciclo, se repite en “Rela- de los que precedían a los poemas en ci-
ción que dedico a mi amiga Delia”. En esta clos anteriores, forman redes metafóricas
ocasión el poeta, a través de imágenes de que no siempre se resolverán de igual ma-
un surrealismo sui generis, nos describe la nera en la versión definitiva.
personalidad de la compañera del chileno; Miguel Hernández aprendió de Pablo
y en este caso, el proceso de creación nos Neruda el verbo torrencial y también otra
deparará una curiosidad significativa. En manera de entender la poesía, y ésta los
la primera concepción del poema, un es- Acuarela: Ana Laza. unió en eterna fraternidad.♦

12 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 12 25/10/10, 15:01


NOTAS

1
Miguel Hernández y Pablo Neruda,
Uno de los muchos mitos que giran en torno a la
obra de Miguel Hernández es que escribía de for- dos ríos paralelos
ma tan espontánea que sus poemas no tenían ex-
cesiva elaboración. Al menos este mito nada tie- SELENA MILLARES

ne de verdad tal como se puede comprobar en el Universidad Autónoma de Madrid


anexo de la Obra completa. Miguel Hernández
tenía un proceso de creación muy peculiar, ya
que gran parte de sus composiciones partían de
la escritura de frases que separaba entre guio-
nes; ideas que después volcaba en versiones frag-
R íos del canto en términos de Neruda,
viento del pueblo en la voz de
Hernández: poesía y poetas son concebi-
mentarias escritas en verso hasta llegar a la ver- dos por ambos como una fuerza poderosa,
sión definitiva. Las referencias a los esbozos y a natural y vehemente, fecunda y vibrante,
los poemas de Miguel Hernández las tomamos en movimiento perpetuo. El primer y fu-
de la Obra completa: Miguel Hernández, Poesía gaz encuentro de ambos en Madrid, en el
(edición crítica de Agustín Sánchez Vidal, José verano tórrido de 1934, vería brotar la amis-
Carlos Rovira y Carmen Alemany), tomo I, Ma- tad de una manera inmediata, en tanto que
drid, Espasa- Calpe, 1992. Tras la cita pondre- su intercambio creador tendría una condi-
mos entre paréntesis el número de página de esta ción casi especular: ambas poéticas se con-
edición. templaban como en un espejo en el que se
2
Pablo Neruda, Residencia en la tierra, Buenos Aires, reconocían. Ya en febrero de 1935, Neruda ha dado contemplar un fenómeno igual de
Losada, 1971, p. 73. En adelante citaremos por traslada su residencia desde Barcelona a la vocación y de eléctrica sabiduría verbal”.
esta edición los poemas de Pablo Neruda y capital, y se entusiasma con el clima frater- La autenticidad y la potencia expresiva
anotaremos en el texto principal, entre paréntesis, no que allí protagonizan sus amigos de la serían lo mismo que atrajera del chileno
el número de página. generación del 27, ajenos a las pugnas y al joven Hernández. Ambos poetas com-
rivalidades de sus compañeros latinoame- partían el origen popular y la comunica-
ricanos. Del lado español, su irrupción en ción directa con los estratos más humil-
el panorama literario supuso –como muchos des, así como la comunión primigenia,
ya lo han observado– una conmoción y un táctil y visceral, con la naturaleza, sin
magisterio parangonables a los de la llega- intermediaciones librescas. Y ambos ha-
da de Rubén Darío algunas décadas antes, bían llegado a la poesía como una necesi-
y se proyectaría después en el tiempo de dad casi nutricia, como un destino que
posguerra. imanta indeleble. Muestra de esa con-
Neruda conoce a Hernández recién lle- fluencia puede ser la secreta sintonía en-
gado de Orihuela, envuelto en el aura de su tre poemas como el hernandiano “Silbo
aldea y de su oficio de pastor, y se identifi- de afirmación en la aldea” –formidable
ca de inmediato con su alianza intensa con diatriba contra la gran ciudad, con sus ár-
la tierra, que ve incluso en los surcos de su boles prisioneros y su prisa frenética, para
rostro curtido en la intemperie. Su relación reivindicar «el romero y la pobreza»–, y
se hace casi filial; el joven oriolano vive y la condena de la urbe contenida en el
escribe en su casa durante sus estancias nerudiano “Walking around”, con su
madrileñas, y Neruda lo retrata como “ese anhelo de huida y su agónico «sucede que
escritor salido de la naturaleza como una me canso de ser hombre».
piedra intacta, con virginidad selvática y En abril de 1935 Miguel participa en
arrolladora fuerza vital”. Miguel le cuenta el homenaje de los poetas españoles a Pa-
vivencias de la aldea, como el placer de blo Neruda, del que se publican sus Tres
escuchar el rumor del vientre de las cabras cantos materiales. Éstos incluyen “Esta-
Óleo: Juanjo Viota. donde bulle la leche, y le trae también el tuto del vino”, un poema visionario que
canto de los ruiseñores, desconocido para se debate entre lo dionisíaco y lo funéreo,
su vocación ornitológica. El poeta chileno donde se presenta al vino huyendo por las
consigna: “En mis años de poeta, y de poe- calles con sus alas de amaranto en busca
ta errante, puedo afirmar que la vida no me de la tierra limpia, cobijada por la lluvia.

NERUDIANA – nº 9 – 2010 13

nerudiana9 imprenta.P65 13 25/10/10, 15:01


En su estela, Miguel escribirá su extraor- ción de esa impureza que tanto atacara Juan También paralelo será el alineamiento
dinaria “Oda entre sangre y vino a Pablo Ramón Jiménez, enaltece la nerudiana Re- con la España republicana frente al adve-
Neruda”, articulada por esa sangre que sidencia como un libro revolucionario y nimiento del fascismo, ante el cual, como
domina la poética del chileno, y que tam- eterno, y califica la voz del poeta chileno lo recordara Max Aub, el pueblo español
bién recordara Lorca al retratarlo como como oceánica, virgen, grande y primitiva, fue el único del mundo que se levantó en
poeta «más cerca de la sangre que de la ajena a «presidios retóricos», a los burócra- armas, en una guerra que habrá de separar
tinta». Su oda es una celebración de la tas de la poesía y a los «poetas que parecen a ambos amigos para siempre. En El hom-
amistad y la poesía, donde se visiona al monjas confiteras», al igual que muchos bre acecha, la dedicatoria de Hernández a
amigo americano en la conversación de la años después la reconocería otro poeta es- Neruda aún se aferra a la esperanza, no sin
taberna, en esa intimidad que hay entre la pañol, Gabriel Celaya, que la calificaría melancolía: «y las tabernas, hoy tenebro-
púrpura del vino y la del corazón. Sus enu- como «poder ctónico desencadenado». El sas como funerarias, irradiarán el resplan-
meraciones rituales son un conjuro mági- oriolano ve en él una sangre atenta a la lla- dor más penetrante del vino y la poesía».
co que imprime una música nueva –aun- mada enamorada de todas las cosas, un río Su último encuentro se produce cuando en
que siempre personal– en el verso de Mi- desbordado y omnívoro, y concluye que «en 1937 Neruda acude a Madrid con motivo
guel Hernández, ahora liberado de las ata- él se dan las cosas como en la Biblia y el del II Congreso Internacional de Escrito-
duras métricas y también religiosas de su mar: libre y grandiosamente». res Antifascistas, y lo recibe un Miguel
producción anterior, tan condicionada por Sus poemas de esa época acusan el re- Hernández con uniforme de miliciano y
su mentor Ramón Sijé. vulsivo de ese encuentro, presente en “Mi fusil, que lo acompaña a visitar la que fue-
Tanto el referente nerudiano como los sangre es un camino”, “Sino sangriento” ra su vivienda, en el quinto piso de la Casa
de la vanguardia poética española, en es- o “Vecino de la muerte”, y también en de las Flores –en la calle Hilarión Eslava
pecial Aleixandre y Lorca, impulsan la “Sonreídme”, secreta respuesta a la críti- del barrio de Argüelles–, tan cercana al
evolución de su palabra, que se traduce en ca afectuosa que le hiciera Neruda, quien frente, y ya arrasada por el caos y la vio-
un nuevo aliento en su poesía. Aunque veía sus versos ahogados en incienso. lencia. No volverían a encontrarse. El poeta
Hernández es mucho más joven, su gran Ahora Hernández celebra la liberación de chileno le dedicaría elegías y prosas a su
precocidad y su sentido de la musicalidad la «serpiente escamada de casullas y cá- memoria, y siempre se dolió de que sus
ya se habían testimoniado en Perito en lices» que «reprimieron y malaventuraron tentativas diplomáticas no lograran salvar-
lunas, de 1933 –cuando sólo contaba 23 la nudosa sangre de mi corazón», y abre lo. Y en esos días españoles de los años
años–, un hito del neogongorismo im- su verso plenamente a la sensualidad y treinta, donde tantos jóvenes poetas culti-
perante en la época. Dos años después, El el erotismo. Por lo demás, la filiación vaban el humanismo más vitalista, y la li-
rayo que no cesa lo consagraba como una con lo terrestre o la armonía mediterrá- bertad como oficio, norte y bandera, que-
de las voces más altas de la lírica hispáni- nea –«mi mar suave»– dejan paso tam- daron sus días más memorables, como lo
ca, con sus poemas de amor herido de nos- bién a lo oceánico, y se intensifica la pre- anota en una entrevista concedida después
talgia y soledumbre. Más tarde, las piezas sencia de motivos como la lluvia y las de recoger el premio Nobel, en 1970: «Los
escritas antes de Viento del pueblo acusan caracolas, así como las amapolas y los recuerdos más intensos de mi vida posi-
esa metamorfosis, que asume formas y relámpagos, o el fragmentarismo que blemente son los recuerdos de mi vida en
motivos nuevos, así como la impureza que atomiza el cuerpo en dedos, ojos, uñas España».♦
Neruda defendía en el manifiesto de su re- o párpados, mientras irrumpen los
vista Caballo Verde para la Poesía, en cuyo gerundios y el verso libre se desboca. La
primer número colabora Miguel. palabra se politiza cada vez más, y se
Se ha hecho ya lugar común, a partir incrementan las menciones de lo impuro,
de los estudios de Juan Cano Ballesta, la como el sudor y la orina, o los vocablos
referencia a una posible influencia de malsonantes, sano desahogo despre-
Neruda sobre la escritura del poeta oriolano, juiciado de los hijos del pueblo. Ese
y a ella se han dedicado muchas páginas aprendizaje e intercambio no supone
críticas, si bien lo que realmente encontra- en ningún caso una sumisión de una a
mos es un encendido y consciente homena- otra poética: ambas mantienen su
je al magisterio nerudiano, ya proyectado identidad poderosa, y fluyen parale-
en la reseña de Residencia en la tierra que las; en todo caso cabe anotar que tam-
publica Hernández en El Sol de Madrid el 2 bién hubo el movimiento inverso, y en
de enero de 1936, parcialmente reproduci- las singulares odas al limón o al vino
da en 1955 por Juan Guerrero Zamora, y de Hernández, con su ritmo entrecorta-
después íntegramente publicada por Robert do, se ha visto un antecedente de las Faragás, Lengyel Györgyi, Budapest, 1961.
Marrast en 1978. Ahí, en un acto de afirma- Odas elementales del chileno. De la Biblioteca del Poeta, FPN.

14 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 14 25/10/10, 15:01


Oficio de biógrafo
JULIO GÁLVEZ BARRAZA
Escritor-Investigador

Y si la conducta de Alberti ya fue de-


plorable, la de Neruda fue simple-
mente abyecta, es una de las tantas refe-
Viento del pueblo». Con esta última frase,
Eutimio Martín cita y se refiere a una car-
ta enviada el 25 de julio de 1939, por el
rencias a Neruda que hace el profesor Embajador de España en Chile a sus auto-
Eutimio Martín en la nueva biografía de ridades en Madrid. En ella el Embajador
Miguel Hernández1. español relata que: «Durante la recepción
Algunos biógrafos de Miguel Hernández, dada en esta Embajada el día 18 de julio,
entre ellos Juan Guerrero Zamora, Arturo el señor Ministro de Relaciones Exterio-
del Hoyo y José Luis Ferris, niegan la ges- res [Abraham Ortega Aguayo] me invitó a
tión realizada por María Teresa León y un breve aparte y me expresó que había Valencia, Barcelona y París en el mes de
Neruda ante el cardenal Baudrillart por la recibido la visita de literatos e intelectua- julio del mismo año, la Alianza chilena fue
liberación de Miguel. Ahora, a este grupo les de todas las tendencias pidiéndole se presidida por Pablo Neruda y su vicepre-
se suma Eutimio Martín. Es muy posible interesara cerca del Gobierno español en sidente fue el escritor Alberto Romero, que
que la gestión de Neruda y los Alberti ante demanda de clemencia para el poeta Mi- a la vez era presidente de la Sociedad de
el cardenal no fuera el detonante para libe- guel Hernández, quien, según ha trasmiti- Escritores de Chile.
rar a Miguel de la cárcel. Adhiero a la opi- do el cable, ha sido condenado a muerte. Los intelectuales chilenos, a través de
nión más generalizada; fue puesto en li- (...) La prensa de izquierdas ha dedicado su organización, hicieron suya la causa re-
bertad por el caos administrativo de aque- numerosos comentarios al caso de Miguel publicana. Dieron muchísimas muestras de
llos días y/o por la orden gubernamental Hernández que aquí se sigue con expecta- ello, que aquí sería muy largo de enume-
de poner en libertad a los presos que no ción en los medios culturales donde sería rar. Una de estas acciones fue la de solici-
habían sido juzgados a la fecha. Eso no es muy bien recibida la noticia de que no se tar del Gobierno del Frente Popular el asi-
motivo para negar la veracidad de la ges- ha de consumar la sentencia de muerte que lo de los republicanos en la Embajada de
tión conjunta de los Alberti y de Neruda, parece haberse ya dado. Acompaño un re- Chile en Madrid. Lo afirma, entre otros, el
independiente de sus resultados. En ningún corte de La Nación (día 13-7) y dos del mismo Morla cuando dice: «Por recomen-
caso creo que María Teresa y Neruda na- Frente Popular (18 y 20-7)». dación de mi Gobierno atendí, con espe-
rraran este episodio en sus memorias sólo cial interés, a los miembros de la “Alian-
para atribuirse la hazaña de haber protago- D e esta cita del autor de Oficio de za de Intelectuales de Madrid”»2. Otra ac-
nizado la puesta en libertad de Hernández. poeta, si leemos con detenimiento y estu- ción urgente fue intentar conseguir la li-
Una de las citas más tergiversadas en la diamos el contexto, podemos rescatar va- bertad de Miguel Hernández. En esta cam-
nueva biografía se encuentra en la página rias conclusiones importantes. Una de paña no sólo estaba comprometido el sen-
572. Viene precedida de un comentario poco ellas es que el poeta oriolano no era tan tido de solidaridad de los intelectuales con
afortunado en contra de Neruda. Refirién- desconocido para las autoridades fran- el poeta oriolano, sino, también, de por
dose a las gestiones del poeta chileno y los quistas como se insinúa en las biografías. medio estaba la profunda amistad con
Alberti ante el cardenal Baudrillart, dice: Y otra, que es la que nos ocupa, es que el Hernández de Luis Enrique Délano,
«Neruda, en su desmedido afán por al- autor cita, en la misma página en que cri- Juvencio Valle, el poeta argentino y resi-
zarse con el santo y la limosna, no dejó tica a Neruda, una carta que es también dente en Chile Raúl González Tuñón,
de reivindicar su protagonismo en la ex- gestión de Neruda. Delia del Carril y del propio Neruda, in-
carcelación del oriolano» (p. 569). «No La Alianza de Intelectuales de Chile, tegrantes y directivos de la Alianza de In-
creemos que se haya quedado nadie sin fundada por Neruda el 7 de noviembre de telectuales de Chile.
conocer el asunto Baudrillart eficazmen- 1937 (fecha del primer aniversario de la Es más, los recortes de prensa que dice
te propagado por el altavoz literario de defensa de Madrid) surgió en torno a la adjuntar el Embajador español en Chile,
un premio Nobel» (p. 572). solidaridad con el pueblo español y a corresponden a periodistas que, bajo las
Sin embargo, en la misma página 572 imagen y semejanza de la Alianza de In- consignas de la Alianza, conformaban la
del libro, podemos leer: «No obtuvieron la telectuales Españoles. Bajo las directri- campaña en favor de Miguel. Uno de los
misma publicidad otras intervenciones, de ces del II Congreso Internacional de Es- más activos sostenedores de esta intensiva
no menor relieve, en favor del autor de critores Antifascistas, celebrado en Madrid, campaña de prensa fue Luis Enrique

NERUDIANA – nº 9 – 2010 15

nerudiana9 imprenta.P65 15 25/10/10, 15:01


Délano, director de la Alianza y director estaba impulsada por la Alianza de Intelec- NOTAS
del semanario Qué Hubo en la semana. tuales de Chile, presidida por Pablo Neruda.
Délano sensibilizó a las mentes pensantes Creemos que el profesor Eutimio Mar- 1
Eutimio Martín, El oficio de poeta. Miguel
del país. En la revista Aurora de Chile tín no fue riguroso en sus apreciaciones. Hernández, Aguilar, Madrid 2010.
Nº 13, de la que era el Jefe de Redacción, Aunque puedan parecer exageradas, son 2
Carlos Morla Lynch. Informes Diplomáticos sobre
aparece publicado el Recuerdo de Miguel más cercanas las palabras de Germán la Guerra Civil Española. Ril Editores (Adica)
Hernández, de Raúl González Tuñón. La Vergara Donoso cuando afirma que: «el Santiago, 2003, pp. 62-63.
Sociedad de Escritores de Chile se sumó a Gobierno de Chile hizo todo lo que pudo y 3
Miguel Hernández; el poeta hispano. Revista HOY
la campaña. En una sesión solemne, de- creo que ningún otro gobierno en la histo- nº 401, año VIII, Santiago, 27 de julio 1939,
claró que la obra y la vida de Miguel ria ha hecho más, ni durante la guerra ni pp. 61-62.
Hernández eran patrimonio de toda el ha- después de ella en Madrid»4. Y en este 4
Ercilla Nº 1.208, Santiago, 16 de julio de 1958, p.20
bla castellana y de la literatura mundial. buen hacer, como hemos visto, tienen res-
Además, en la misma sesión, ofreció al ponsabilidad los intelectuales chilenos con
oriolano patria y hogar en un suelo libre y Neruda a la cabeza.
de lengua castellana. Todos los datos apuntan a señalar como
En julio de 1939, Luis Enrique Délano una equivocación de Neruda el injustifica-
publicó un dramático artículo en el diario do y contradictorio ataque a Morla Lynch.
La Nación (El mismo que adjuntaba el No sabemos si fue por un lapsus de me-
Embajador español a su país). En él ex- moria o por una siniestra intención. No te-
presaba su sentir por el poeta oriolano: nemos datos ni base para especular con lo
«...Ahora está preso, y según se informa, que pasaba por la cabeza del poeta. Pero,
condenado a muerte. A muerte, a morir, a del mismo modo en que los biógrafos no
sentir el pecho destrozado por las balas, se ponen de acuerdo en la «inocencia» o
como García Lorca y Antonio Espina. ¡A en la «picardía» de Miguel Hernández y
morir, él, que amaba la vida, que habla- su propia responsabilidad en las erradas
ba tiernamente de su novia de Orihuela, decisiones tomadas, tampoco podemos juz-
que pensaba venir un día a América... gar a Neruda por un lamentable error en
¿Se va a repetir el caso de Federico su desempeño solidario. A Hernández se
García Lorca? ¿Va a perder España a le juzga y se le quiere por el global que
otro de sus más grandes genios poéticos? dicta la balanza. Y la conclusión es unáni-
Acusar de bandidaje y crimen a un ene- me. Fue un hombre bueno y consecuente,
migo vencido es muy fácil, y fusilarlo en el sentido machadiano de la palabra
después ignominiosamente, no presenta bueno, fue un genio poético y un luchador
mayores complicaciones». de la libertad y la justicia.
Días después, la revista Hoy reproduce Neruda, aparte de su inmenso genio
parcialmente el artículo. El redactor, des- poético, con el pueblo español fue un soli-
pués de resumir el texto no reproducido del dario activo. Proyectó y buscó el
artículo, termina haciendo sus propios vo- financiamiento para la campaña del
tos por la suerte del oriolano: «Por nues- Winnipeg. Forzó su nombramiento como
tra parte, hacemos votos fervorosos por Cónsul especial para la inmigración espa-
que la sangre de Miguel Hernández no se ñola en Chile. Gracias a él llegaron a su país
sume a la que la tragedia hizo ya derra- miles de refugiados, entre ellos los herma-
mar a Federico García Lorca, el prematu- nos de Antonio Machado, los poetas Anto-
ramente silenciado poeta granadino, cuya nio Aparicio y Serrano Plaja y tantos otros.
muerte es sin duda alguna una de las pe- No debemos olvidar que los Alberti viaja-
sadas lápidas que oprimen la victoria de ban a Chile, con visa firmada por Neruda
las fuerzas que acaudilla el general Fran- cuando, por razones editoriales, decidieron
cisco Franco»3. quedarse en Buenos Aires. Algunos aspec- Acuarela: Ana Laza.
Ésta campaña de prensa en favor de la tos de su labor en pro de la libertad de Mi-
libertad del poeta de Orihuela, extensiva ante guel Hernández, la hemos esbozado aquí.
las autoridades gubernativas (entre ellas el Entonces, ¿podemos condenarlo y dedicar-
Presidente Aguirre Cerda y el Ministro de le los más ofensivos epítetos por un error?
Relaciones Exteriores, Abraham Ortega), Humildemente, creemos que no.♦

16 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 16 25/10/10, 15:01


Buero Vallejo:
el retrato de
Miguel en prisión

T odavía guardo una entrevista que le


hiciera el periodista Víctor-M. Ame-
la al laureado dramaturgo español Anto-
nio Buero Vallejo para el suplemento “La
Contra” del diario barcelonés La Vanguar-
dia. Apareció el 07.07.1999, a nueve me-
ses de la muerte de Buero Vallejo. Se que-
ría anunciar con ella el reestreno en sep-
tiembre de su obra La Fundación en mon-
taje del Teatro Nacional de Cataluña. Pero
Amela destacó un hecho que le pareció más
impactante. Tituló a todo lo ancho de pá-
gina algo que había ocurrido hacía ya 59
años: “Dibujé a Miguel Hernández en
prisión” y, en un recuadro aparte, sobre
fondo amarillo, bajo una foto de Buero
Vallejo, venía el título en letras rojas: “El
retrato”, al que le siguen algunas apreta-
das líneas, de las que cito: «Buero Vallejo cuando ya había pasado un año del fin de «Se refería al dibujo que le hizo Buero
me recibe en su casa. Ahí, en la pared, veo la guerra. Antonio Buero Vallejo tenía 24 Vallejo, tan difundido ya», precisa Josefina.
el retrato que le hizo a Miguel Hernández años y quería dedicarse a la pintura. Se vol- «Por desgracia me desapareció este dibujo
en 1940, en la cárcel, dos años antes de verían a ver en la cárcel de Yeserías de la en la visita que me hizo Juan Guerrero
morir el poeta. Recuerdo ese dibujo de los capital española donde continuaron su diá- Zamora cuando vino a Cox, donde yo vivía
libros de texto del colegio...». logo interrumpido por «el turismo carce- entonces, a recoger datos para la biografía
Lo tenemos aquí con la dedicatoria de lario». En esos momentos de persecución que estaba escribiendo él sobre Miguel. Lo
puño y letra de su autor: «Para Miguel y de incertidumbres, de dolor y de trage- puso en la biografía y ya no me lo devolvió,
Hernández en recuerdo de nuestra amis- dias que dividía a los españoles, ellos no a pesar de que le escribí pidiéndoselo, el
tad de la cárcel». Su firma y la fecha: 28 sólo miraban hacia el pasado, sino que es- cual no me contestó. Me devolvió el dibujo
de enero de 1940, en números romanos. taban conscientes de que tenían futuro y en que está Miguel de cuerpo presente y
Esto nos dice que por esos días Miguel se abrazaban a las fuerzas de la esperanza. todos los retratos que yo le había dejado para
Hernández todavía no cumplía los 30 años El retrato como tal tiene su propia his- la biografía, menos éste».
de edad y estaba a dos años y dos meses toria. Sus orígenes los cuenta Josefina En la segunda edición de su libro
de su muerte en las mazmorras del Manresa, en su libro Recuerdos de la viu- Josefina Manresa aclarará: «En la página
franquismo. da de Miguel Hernández citando una carta 132 de la primera edición de este libro don-
Este retrato fue hecho en la antigua de su esposo 04.03.1940) que decía: de denuncio la sustracción del original del
cárcel ubicada en la plaza Conde de Toreno dibujo que le hizo Antonio Buero Vallejo
de Madrid, muy cerca de la Plaza España, «No quiero dejar de cumplir en lo que a Miguel en la cárcel, habiéndoselo yo
entre las calles Amaniel y San Bernardino, puedo mi palabra, y ya que no puedo ir dado al señor Guerrero Zamora, y no sién-
desmontada a principios de los años sesen- de carne y hueso, iré de lápiz, o sea, dome devuelto, me vi obligada a poner en
ta del siglo pasado. Allí se encontraron dos dibujado por un compañero de fatigas, mi libro la susodicha operación. Debo
brillantes representantes de la cultura es- como verás, bastante bien. Se lo ense- anunciar que después de mi aclaración so-
pañola del siglo veinte, en la galería de los ñarás al niño todos los días para que bre este asunto he recuperado el dibujo.
condenados a muerte «por adhesión a la vaya conociéndome, y así no se extra- Estaba en poder de un amigo que vivía en
rebelión». Allí convivieron diez meses, ñará cuando me vea». Alicante en aquel tiempo, en que yo le dejé

NERUDIANA – nº 9 – 2010 17

nerudiana9 imprenta.P65 17 25/10/10, 15:01


Miguel Hernández
en la revista Luna

T odos los números originales de Luna,


primera revista cultural clandestina en
la España franquista –un total de 30 núme-
ros– se conservan en el Archivo Central
Andrés Bello de la Universidad de Chile.
[Inédita durante más de medio siglo, la co-
lección completa de Luna se dio a conocer
en el año 2000, en edición EDAF, Madrid.]
Fueron redactados, en un único ejemplar por
número, por intelectuales y artistas republi-
canos españoles que al término de la guerra
civil buscaron refugio y permanecieron aco-
gidos durante un año y medio (1939-1940)
en la Embajada de Chile, calle del Prado, 26,
Madrid, España. De los 17 republicanos allí
Óleo: Juanjo Viota. asilados, 8 de ellos proyectaron e hicieron
realidad esta extraordinaria revista nocturna.
al señor Guerrero Zamora dicho dibujo y dos o tres más. Taciturno unas veces, ex- Ellos fueron: Aurelio Romeo del Valle
toda la documentación para el libro que pansivo y chistoso otras, conversamos a me- (26 años, abogado), José Campos
estaba escribiendo sobre Miguel». nudo acerca de poesía, de libros; y, cómo Arteaga (24 años, estudiante), Antonio
A pesar de esos contratiempos desagra- no, de política. Tradujimos juntos de algún de Lezana (57 años, periodista), Pablo
dables, el retrato, con el correr del tiempo, libro francés, lengua que él conocía algo de la Fuente (33 años escritor), Julio
se transformó en un símbolo de las luchas mejor que yo. Y me honró susurrándome, Romeo del Valle (24 años, estudiante),
del pueblo español durante el largo perío- de vez en vez, algún poema suyo quizá ter- Antonio Aparicio Herrero (22 años, es-
do del franquismo y en los años de la tran- minado en aquellos mismos días. Era una critor), Edmundo Barbero (39 años, ar-
sición a una democracia todavía incomple- persona admirable, de una delicadeza ex- tista) y Santiago Ontañón Fernández
ta. El escritor español Antonio Muñoz quisita y de una radical hombría de bien». (35 años, artista).
Molina ilustra así ese período: «Fue ese Y agrega: «Con palabras recatadas que La poesía ocupó un lugar preeminente
dibujo el que convirtió a Miguel Hernández parecían velar un pensamiento aún no en todos los números de Luna. La de Mi-
no en un hombre real, sino en un ícono re- maduro, díjonos él [Miguel] que tal vez no guel Hernández, en los números 7 y 18.
verenciado de algo, de muchas cosas, de- escribiría más y que, de alguna manera En Luna 7 (fechada en la noche del 7 al 8
masiadas, cuando lo veíamos reproducido todavía no bien determinada, volvería al de enero 1940) la sección Cuaderno de
en los pósteres del antifranquismo, en nues- campo y a él y a sus afanes dedicaría su Poesía incluye una selección de poemas (de
tras galerías de retratos de la resistencia, vida. Esta reacción ‘tolstoyana’ nos El rayo que no cesa y de Viento del pue-
junto a Lorca, junto a Antonio Machado, desconcertó, y, por supuesto, se la blo), encabezados por una nota cuyo autor
tal vez junto a Salvador Allende, Che combatimos... Aquel era tiempo de probablemente haya sido su amigo Anto-
Guevara, Dolores Ibárruri. En ciertos ba- reflexión para todos, más raramente de nio Aparicio, a quien Miguel Hernández
res, en ciertos pisos de estudiantes, la cara desánimo; y que él no era un desanimado había visitado el 17 de septiembre de 1939,
y la mirada de Miguel Hernández forma- estaba fuera de duda... Se trataba de un leal en esa misma sede de la calle del Prado.
ban parte de un paisaje visual que también replanteamiento interior de su verdad Dice esta nota:
incluía las reproducciones del Guernica». humana, lo que me confirmó tiempo
En otras entrevistas Buero Vallejo ha después al decirme: —«Mañana, tú y yo «Bronco y noble como la piedra
relatado algo más de la estadía en la cárcel tenemos que hacer cine juntos».♦ ♦ viva, forjado en la dureza de la vida
de Conde de Toreno: «Miguel y yo inti- pobre y campesina, buen hijo de la tie-
mamos mucho entonces. Yo sabía muchas — Sergio Olivares Artigas rra y de su poesía indestrucible, Miguel
canciones de guerra; él me enseñó todavía Bielefeld, Alemania Hernández ha sido en los últimos años

18 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 18 25/10/10, 15:01


Le Livre des Chansons, Henry Davenson, Club des Libraires de France, 1958.
De la Biblioteca del Poeta, FPN.

la voz más pura y natural, auténtico de la tragedia de su pueblo. El fascis- Alberti y Miguel Hernández, conmueve
poeta del pueblo encallado en el traba- mo amenaza la vida del joven poeta leer lo siguiente:
jo. Nacido a la sombra de los clásicos, levantino cuya obra ha sido conquista-
alzó pronto un aliento personal que lo da ya para la historia de nuestra mejor «Luna ni puede ni quiere sustraerse a la
hace ocupar el primer puesto de la nue- literatura». emoción del momento y éste es, actual-
va generación española. La poesía mente, el recuerdo doloroso e indeleble del
ahonda por las vías del corazón persi- En la primera página del número 18, 28 de marzo de 1939. En esa fecha de cruel
guiendo la raíz misma de los sentimien- de la noche del 24 al 25 de marzo de memoria la República española, nacida en-
tos, el fundamento de la sangre. Poeta 1940, con poesías de guerra de Rafael tre alegrías abrileñas, sucumbió en una pri-
superdotado por la naturaleza, fecun- mavera trágica. Ese día, omega y alfa para
do e infatigable, tiene ya a los lados de nosotros, nos mataron una ilusión y nació
su camino una obra amplia y digna. una esperanza. Ni lloramos cobardes ni nos
Abierto bajo el signo refulgente de alborozamos inconscientes, porque al am-
Góngora, se acerca enseguida a las pararnos bajo los tres colores del pabe-
cumbres de la poesía moderna y pone llón chileno conservamos en el fondo
su ambición en las más difíciles metas. de nuestra alma los tres colores de nues-
Ha escrito varios libros de poesía y al- tra abatida bandera para hacerlos fla-
gunas obras de teatro. Durante la gue- mear, otra vez triunfantes, aún a costa
rra española, los campesinos lo vieron de nuestra propia vida. / Luna, los que
a su lado empuñando un fusil enarde- en tus páginas ponemos lo mejor del ce-
cido. Toda su conducta corre pareja a rebro y todo el corazón, unimos el amor
la dignidad y la limpieza de sus versos. a España la gratitud a Chile. / ¡28 de mar-
Hoy, en las cárceles fascistas, es un gran zo de 1939! ¡La República ha muerto!
corazón que recoge en sí todo el dolor ¡Viva la República!».♦ ♦

— Enrique Robertson
Bielefeld, Alemania

Acuarela: Ana Laza.

NERUDIANA – nº 9 – 2010 19

nerudiana9 imprenta.P65 19 25/10/10, 15:01


TESTIMONIO sometió González Videla, hasta rupturas
sentimentales catastróficas, como las pro-
Neruda y el teatro vocadas y/o padecidas con Josie Bliss,
Delia del Carril y, al fin de sus días, la cua-
MARIO VALDOVINOS si separación de su tercera esposa, Matilde
Urrutia, al enamorarse perdidamente, como
debe hacerlo un poeta, de la sobrina de su
P ara la celebración de los cien años del
nacimiento de Neruda, varios drama-
turgos chilenos, de distintas generaciones,
mujer, Alicia Urrutia.
Sin embargo, a pesar de no sacarle par-
escribieron obras teatrales y fueron mon- tido al teatro fundiéndolo con la vida real,
tadas en la sala Antonio Varas. Entre ellos que en tal intento se vuelve irreal –en este
estuvieron Marco Antonio de la Parra, sentido fueron maestros, por ejemplo, la
Flavia Radrigán, Fernando Sáez. La ma- Bombal, Lihn y hasta hoy Jodorowsky–,
yoría de ellos tomó aspectos biográficos no se negaba a la escena. Así, podríamos
conflictivos del poeta y en la síntesis final considerar escenografías teatrales la pro-
no salió bien parado: con frecuencia bíga- fusa decoración de sus casas. De la misma
mo, padre ausente y de personalidad forma, la famosa conferencia al alimón,
egocéntrica, entre otros defectos escogidos. que pronunció en Buenos Aires (1933),
Si bien ninguno se sumó al antinerudismo junto a García Lorca, a propósito de la ad-
profesional, de larga data en la considera- Pero la anécdota sobre la composición miración de ambos poetas por Rubén
ción de la obra del poeta. de su solitaria pieza dramática viene de Darío. El acto fue, sin duda, una lectura
Hubo en los dramaturgos una propues- más atrás, cuando Matilde Urrutia leyó los dramatizada, la antesala misma de un mon-
ta crítica que descubría las zonas mudas originales del largo poema que Neruda le taje propiamente dramático.
de la vida de un hombre imperfecto. De dedicó al singular bandido en su libro La También fue capaz, durante toda su
cualquier forma, algo más positivo que la barcarola (Cuarto episodio: Fulgor y vida, de vencer el pánico escénico e inter-
visión canónica, reverencial y sin fisuras. muerte de Joaquín Murieta, editado el 4 venir en recitales, conferencias y, en el pla-
En la biografía del poeta escrita por de diciembre de 1967) y, como ella sabía
Volodia Teitelboim (1984), tras la prime- de escenario y de artes representativas, co-
ra, complaciente, y muy cercana al pane- mentó entusiasmada:
gírico que redactó su amiga y admiradora,
Margarita Aguirre, Las vidas del poeta -¡Pero, Pablo, si esto es teatro! La res-
(1967), Neruda cuenta en una entrevista, a puesta del ensimismado poeta fue una gran
un reportero anónimo: sorpresa porque confesó, sin más, que le
había salido de esa forma.
«Hace algunos años el gran actor y direc-
tor francés, Jean-Louis Barrault, me pidió
que le escribiera algo para presentar”. EL TEATRO EN LA VIDA REAL
-Soy sólo un poeta y no me interesa sino
escribir mis versos. Y, además, no sabría Neruda era poco histriónico, su personali-
cómo escribir para el teatro, le dije. dad correspondía a la de un provinciano,
-Ésa es tu equivocación –me contestó tímido en los salones, por propia confesión,
Barrault–, tú escribes tu poesía y yo te la nada exuberante, inexperto en habilidades
hago teatro». sociales, lento de respuestas, ocurrente
años después, como también confesaba.
En definitiva el trueque con el actor Carecía del don de la puesta en escena para,
francés no se consumó y cada uno siguió por ejemplo, dramatizar los actos de su
su propio camino. vida, que los hubo a raudales con auténti-
Una vez escrita su obra sobre Joaquín ca estructura teatral, varios con la
Murieta, la primera y última, unigénita, de- indesmentible aureola de la tragedia,
but y despedida, Neruda concluyó: como su primer matrimonio y posterior
paternidad de su hija única, Malva Mari-
«El teatro es ajeno a mí y estoy seguro de na, pasando por el horror de la guerra es-
haber escrito una pésima obra teatral». pañola, la persecución política a que lo

20 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 20 25/10/10, 15:01


no del poeta ciudadano, actuar como ora-
dor en las varias campañas senatoriales y
presidenciales en que participó durante su
vida política. De González Videla a Salva-
dor Allende, sobre este último las tres pri-
meras campañas en tiempos del FRAP y
la última con el apoyo de la UP.
De idéntica manera, en sus apasiona-
das intervenciones como senador en el Par-
lamento y en las innumerables entrevistas
que sostuvo con personajes importantes de
su tiempo, primeros ministros, intelectua-
les, presidentes. Así también su apostura y
humildad para dar recitales en los lugares
más opuestos, universidades de prestigio
mundial y sindicatos de cargadores; gre-
mios mineros y organizaciones de obreros
australes. De allí, confesaba, que la gran
lección de su vida se la había proporcio-
nado la multitud, esa masa que lo contem-
plaba y escuchaba hechizada su palabra.
Con la música tuvo relaciones seme-
jantes a las mantenidas con el drama. Véa-
se al respecto los poemas escritos para
ser musicalizados en Canto general:
A Emiliano Zapata, con música de Tata
Nacho. Sección IV. Los Libertadores. A
Silvestre Revueltas, en México, en su medida el tono whitmaniano, sin caer en Pero traducir a Shakespeare es una
muerte (Oratorio menor). Sección XII. Los los desbordes de los poetas soviéticos como tarea titánica, aún hoy. Al respecto
ríos del canto. Años después, en torno a Maiakovsky y Evtuchenko. recuérdense las demoras y padecimien-
varios de ellos, dedicados a los próceres Así, en 1964, a propósito del año tos de Nicanor Parra con el Rey Lear
de la Independencia de Chile, Vicente shakesperiano internacional, el cuarto cen- (1990) y los sudores fríos nerudianos con
Bianchi hizo los arreglos musicales, que tenario del nacimiento del dramaturgo inglés, la palabra endemoniada y sublime del
provocaron la entusiasta adhesión de le encargaron la traducción al español de cisne de Stratford. Así, Shakespeare y
Neruda; el mismo poema La barcarola, Romeo y Julieta, que publicó editorial Losada Neruda cumplieron la ecuación al revés.
que incluye una partitura musical en su el 9 de septiembre de 1964. Neruda hablaba Shakespeare compuso un libro de
inicio, canción popular de marineros, de inglés, aprendido en las dilatadas lecturas de sonetos y Neruda se atrevió con una
gondoleros venecianos; también el Long los autores de esa lengua, Lawrence, Huxley, obra de teatro.
Play Arte de pájaros, con música del Conrad, cumplidas en sus cinco años de so- No obstante, salió a flote y la obra se es-
folclorista Ángel Parra. Nada mal para ledad en Oriente, a propósito de su destina- trenó en el teatro Antonio Varas, de la Uni-
quien confesaba ser torpe de oído y, en tan- ción consular a Birmania y a otros países del versidad de Chile, el 10 de octubre de 1964.
to bailarín, nunca haber pasado del vals Asia; tal vez lo perfeccionó en extensos diá-
Sobre las olas, al que compuso una oda, logos con sus amigos diplomáticos británi- «Romeo y Julieta no es sólo la historia de
donde dice: «No conozco los signos de la cos, con el escritor Andrew Boyd, conoce- un amor absoluto sino una cantata contra
música ni sus libros sagrados, soy un po- dor del castellano y traductor, y en los colo- el odio y la guerra, un doloroso y elevado
bre poeta de las calles…». quios con su amante nativa, la tempestuosa, mensaje por la paz entre los hombres.
Música y baile son artes performativas la pantera birmana, cuando los enamorados Lo he traducido con devoción para que
y Neruda fue un poeta militante, un viejo intercambian poco a poco fragmentos de las palabras de Shakespeare puedan comu-
vate, épico, apegado a la tierra y al pueblo, sus vidas y se van adentrando en la del nicar a todos, en nuestro idioma, el fuego
provinciano, popular y pajarero; diestro en otro; para eso habrán servido los encuen- transparente que arde en ella sin consumir-
el arte de divulgar sus versos, para lo que tros y desencuentros con Josie Bliss. Pa- se desde hace siglos».
se requiere una gran personalidad y mane- labras. Monólogos, murmullos, diálogos,
jo escénico, además de dominar en mayor rezongos, discusiones, amenazas. Isla Negra, octubre de 1964.

NERUDIANA – nº 9 – 2010 21

nerudiana9 imprenta.P65 21 25/10/10, 15:01


trágica, “cantata trágica” y “oratorio
insurreccional” la llama el autor, ya que
presenta un conflicto solemne y de final
catastrófico, en el que actúa el fátum, el
destino, la hybris o cólera demencial,
la culpa heredada, como co-
rresponde a toda tra-
gedia, pero tampoco
excluye un tono satíri-
co, melodrámatico y di-
vertido, con alusiones hu-
morísticas y sutilezas iró-
nicas, en especial en los par-
lamentos de los personajes
Juan Tresdedos, el Caballero
tramposo, el Músico vagabundo.
El conflicto es prístino: los
inmigrantes chilenos, en especial
porteños, viajan en pésimas condi-
ciones hacia California, subyugados
por la fiebre del oro. En tierras de Es-
tados Unidos hallan la discriminación,
junto a inmigrantes de otras nacionali-
dades que han viajado por la misma cau-
sa, particularmente mexicanos, la furia de
los galgos rubios, la cárcel, la decepción
y la muerte.
«Hacia California la muerte y el oro
llamaban con voces ardientes que al fin
decidieron su negro destino», dice el
texto teatral.
Ante este panorama, desplegado con una
atmósfera épico/lírica, las dos fuerzas del
conflicto aparecen como maniqueas. Con
ambas el autor del drama intenta demos-
trar la nobleza en los propósitos de los via-
Escribió Neruda en el Programa de la El estreno de Joaquín Murieta se veri- jeros y la abyección en los dueños de casa.
obra teatral presentada por el ITUCH. Insti- ficó el 14 de octubre de 1967, en la sala Una lectura actual de la obra la mues-
tuto del Teatro de la Universidad de Chile. Antonio Varas, pertenenciente al ITUCH, tra, en el plano de la dramaturgia, como
con Pedro Orthus en la dirección escénica, una obra llena de fusiones e intercambios,
Nota a pie de página. *Una anécdota per- la música de Sergio Ortega, la escenogra- donde se mezclan varios estilos: el
sonal. Mientras trabajaba como profesor en The fía del pintor Guillermo Núñez y en las can- brechtiano, en el sentido de la propuesta
Grange School y ante la asamblea de profeso- ciones las voces de Matilde Broders y de esencial del dramaturgo alemán: el efecto
res presidida por un torpe y olvidable rector y Kerry Keller. Asistieron, entre otras cele- de distanciamiento, darle al teatro su ca-
un grupo de pedagogos británicos, intervine, a bridades, Volodia Teitelboim, Margarita rácter de teatralidad y evitar la hipnosis del
propósito de un aniversario de Neruda, recor- Aguirre, el cineasta Leopoldo Torre público con la ficción escénica. Desde el
dándoles que el poeta chileno era el primer la- Nilsson y el cantante Leonardo Favio. comienzo está muy claro el deseo de apo-
tinoamericano galardonado con el doctorado logizar a un bandido que tiene en su reco-
honoris causa de la Universidad de Oxford y, GÉNERO DE LA OBRA rrido muchos más rasgos de vengador
además, traductor al castellano de Romeo y antirracista y antimperialista que de delin-
Julieta. No pude evitar, como sutil venganza, Neruda actuó sabiamente al darle a su obra cuente. Por otro lado, el protagonista no
afirmar que la traducción de Neruda era supe- teatral un carácter híbrido. Es una cantata aparece en escena, es evocado por la voz
rior al texto original de William. dramática, con una evidente dimensión del poeta, un personaje que conduce el re-

22 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 22 25/10/10, 15:01


lato de los acontecimientos, y por el diálo-
go que remarca y enfatiza las acciones en
que participan quienes estuvieron relacio-
nados con él.
Murieta es una presencia fantasmal,
elusiva, sin duda heroica. Un líder ideoló-
gico que con sus hazañas y ejemplo marca
a sus seguidores una línea de conducta.
También aparece el estilo irónico y
paródico de la comedia. Hay un propósito
epopéyico en la actitud reverencial hacia
Murieta y, al mismo tiempo, un deseo de
no tomarlo demasiado en serio, lo que pue-
de provocar algún desconcierto, cuando
advertimos que, en especial, el montaje
dirigido por Pedro Orthus, incluyó elemen-
tos expresionistas en la caracterización de
los personajes y, al asistir los espectadores
a la génesis de una pieza teatral, un toque
pirandelliano, lo mismo que ciertos aires del
happening, técnica teatral en plena explo-
sión por los revoltosos y rebeldes años 60.
Neruda, autoconsiderado un advene-
dizo en la praxis teatral, revela una intui-
ción magnífica y toda una asimilación de
los postulados transgresores de la época,
sin soslayar las connotaciones ideológicas
de ese tiempo.
El bandido vuelto un paradigma
no es nuevo, en especial en la litera-
tura chilena. Véase la novela Eloy de
Carlos Droguett, los cuentos de Rafael
Maluenda, Guillermo Blanco, Óscar
Castro, y el propio poeta Neruda, quien
escribe su única novela, El habitante y
su esperanza (1926) en un marco de
hombres fuera de la ley y deja estampa-
do en el prólogo esta declaración de Debesa escribió el domingo 15 de febrero cia del cortejo. Lo inesperado en estas imá-
principios: «Como ciudadano, soy hom- de 1981, evocando el estreno de 1967, al genes es su valor teatral. No son imáge-
bre tranquilo, enemigo de leyes, gobier- que asistió: nes poéticas comunes –bellos cromos
nos e instituciones establecidas. Tengo indolentes–, sino alegorías vibrantes de
repulsión por el burgués, y me gusta la «Pero Fulgor y muerte de Joaquín energía interior, que las hace desplegarse
vida de la gente intranquila e insatisfe- Murieta es una grande, una inmensa can- sobre el escenario con vida propia.
cha, sean éstos artistas o criminales». tata trágica. Como en ninguna otra obra Ellas hacen de Fulgor y muerte de Joa-
Fulgor y muerte de Joaquín Murieta teatral chilena, tenemos aquí una poesía quín Murieta una concepción de gran tea-
ha sido representada innumerables veces densa que adquiere total corporeidad tro, a la vez teatro nuevo, creativo».♦
tras su estreno, no en Chile, pero sí en el escénica ¡Y qué riqueza de imágenes dra-
extranjero. Fue transformada en una ópera máticas¡ Esta tragedia ha sido concebida
por Sergio Ortega y se presentó en el Tea- por completo alrededor de poderosas imá-
tro Municipal de nuestro país luego del fin genes básicas, tales como Murieta galopan-
de la dictadura. do “en su caballo con alas”. El bergantín
Tras su debut en Santiago, el drama- que se arma y se desarma, el sorprendente
turgo y crítico de El Mercurio Fernando atraso de la diligencia y la estupenda secuen-

NERUDIANA – nº 9 – 2010 23

nerudiana9 imprenta.P65 23 25/10/10, 15:02


CRÓNICAS de destacar, dentro de esa diversidad, la sig-
nificación que tiene Pablo Neruda... No
Fragmentos de un rechazo está en juego contraponer a Neruda a un
comodoro; no está en juego... el que fue o
no el fundador de nuestra Fuerza Aérea.
Leonardo da Vinci no fundó ninguna fuer-
za aérea; sin embargo, ha recogido el re-
conocimiento por su aporte como otro
Para futura memoria reproducimos a continuación, sin comentarios, frag- gran embajador que trasciende etapas,
mentos textuales del debate parlamentario que desembocó en el rechazo del épocas y culturas.
proyecto de ley destinado a rebautizar con el nombre de Pablo Neruda el MARÍA ANGÉLICA CRISTI.– [El
aeropuerto de Santiago-Pudahuel. Nos hemos esforzado –lealmente– por Comodoro Merino Benítez] en 1929 creó
extractar y destacar los momentos que nos parecieron más representativos la Línea Aeropostal Santiago-Arica con un
en cada una de las intervenciones. La fuente es el acta oficial de la sesión sistema de postas que llegaba a Arica en
del jueves 08.04.2010 de la Cámara de Diputados de la República de Chile momentos muy difíciles. Impulsó también
(Legislatura 358ª, sesión 12ª), presidida por los señores Germán Becker la fusión de los servicios aéreos del Ejér-
Alvear e Iván Moreira Barros. cito y de la Armada a fin de crear una Fuer-
Sobre lo acaecido aquel jueves 8 de abril 2010 el diario El Mercurio de za Aérea autónoma. Mediante el decreto
Santiago informó en su edición del viernes 9, en la sexta y última columna supremo Nº 1.167, de marzo de 1930, creó
de página C8, bajo este título en caracteres de modesto formato: “Rechazan la Fuerza Aérea Nacional, actual Fuerza
rebautizo del aeropuerto”. La noticia mereció 16 líneas, una línea menos de Aérea de Chile.
la noticia que seguía hacia abajo: “Aprueban construir hotel en Viña”. RENÉ SAFFIRIO.– Votaré favorable-
mente... Neruda nació en Temuco, ciudad
—Hernán Loyola que represento... Hace algunos años,
cuando inaugurábamos en la ciudad de
Temuco el Museo Nacional Ferroviario
Pablo Neruda hice la misma afirmación
y el alcalde de Parral me contestó a tra-
vés de los medios diciendo: «El alcalde
V. ORDEN DEL DÍA Usarán de la palabra los diputados que de Temuco es un ignorante. Neruda na-
CAMBIO DE NOMINACIÓN DE AEROPUER- quedaron inscritos y los que hoy se han ció en Parral» y entregó a los medios de
TO INTERNACIONAL DE SANTIAGO agregado. comunicación la partida de nacimiento
de Neftalí Reyes. Por mi parte, le repli-
Primer trámite constitucional. (Conti-
[Siguen fragmentos textuales del de- qué diciendo que esta discusión no era
nuación).
bate. Los nombres de los diputados que jurídica ni geográfica, sino poética, y los
El señor BECKER (Vicepresidente).– intervinieron van en el mismo orden del poetas nacen donde inspiran su obra y
Corresponde tratar, en primer trámite cons- acta oficial.] Neruda inspiró la suya principalmente en
titucional, el proyecto de ley, originado en los bosques, los ríos, la lluvia, el frío y
moción, que denomina “Aeropuerto In- PEPE AUTH.– Pablo Neruda se ha con- el viento del sur. A poco más de dos años
ternacional Pablo Neruda” al aeropuer- vertido en la figura emblemática del país. de edad, de la mano de su padre, transi-
to ubicado en la comuna de Pudahuel, de Me correspondió vivir en el extranjero en taba en un tren lastrero entre Temuco y
la Región Metropolitana de Santiago, distintos períodos y, en verdad, Chile es Carahue y allí conoció los parajes de mi
y reserva el nombre de “Carretera conocido por Pablo Neruda. Denominar el región que fueron la fuente inspiradora
Comodoro Arturo Merino Benítez” al aeropuerto con su nombre nos recordará de su obra.
camino de acceso a dicho aeropuerto. las veces que Neruda partió a difundir la PATRICIO MELERO.– ¿Quién va a
El informe de la Comisión de Educa- palabra de nuestra tierra por todo el plane- poner en duda la importancia y el honor
ción, Cultura, Deportes y Recreación fue ta y las ocasiones en que regresó a Chile a de poner al aeropuerto el nombre de un
rendido por el diputado señor Carlos Mon- traer el mensaje de solidaridad planetaria. Premio Nobel de Literatura, de la tras-
tes en la sesión del 4 de abril de 2006. En LAUTARO CARMONA.– Además, da- cendencia y trayectoria de Pablo Neruda?
aquella ocasión intervinieron los diputados ría cuenta de la madurez de una comuni- Pero esta actitud deja de lado otra visión,
señores Jorge Ulloa, Guillermo Ceroni, dad que es capaz de reconocer, indistinta- cual es resaltar a otras figuras de nuestro
Alberto Cardemil, Carlos Abel Jarpa y mente de las posiciones que, en lo particu- país, de menos proyección nacional e in-
Gabriel Ascencio. lar, tenga uno u otro, la diversidad plena, y ternacional, pero que también han sido

24 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 24 25/10/10, 15:02


o fueron relevantes en su actuar, como
es el caso del comodoro Arturo Merino
Benítez.
ALFONSO DE URRESTI.– Entenda-
mos que el país que hemos construido y
que el reconocimiento que tiene Chile en
el mundo puede ser consagrado aún más
con el nombre de Pablo Neruda para nues-
tro aeropuerto internacional... Sería ideal
que cualquier turista, dignatario extranje-
ro o chileno que regrese a su patria ingre-
sara a través del Aeropuerto Pablo Neruda.
Eso debiera ser un motivo de orgullo, re-
gocijo y unidad en el país. Por las razones
señaladas, solicito que este debate no se
tiña y no se limite por ese prejuicio ideo-
lógico de no cambiar las cosas... Para fina- Fotografía de Roberto Figueroa.
lizar, sólo quiero recordar unas palabras
escritas con carbón en los muros de la casa
de Pablo Neruda en Isla Negra, frente al
mar, en plena dictadura: «Neruda no es chi- ¿Qué queremos? Que el nombre de un per- denominada con nombre mapuche y no con
leno, Chile es nerudiano». sonaje de la talla y la significación de Pa- nombres exóticos, más bien europeizantes.
JOAQUÍN TUMA.– Así como los fran- blo Neruda sea el que se asigne a la puerta KARLA RUBILAR.– Arturo Merino
ceses nos invitan a arribar a París a través de entrada de Chile, por lo que representa Benítez fue el precursor de la conexión
del Aeropuerto Charles de Gaulle, o los ita- como sensibilidad, proyecto y poesía... del país por postas –aeronáuticamente ha-
lianos a través del Aeropuerto Leonardo da GUILLERMO CERONI.– Por supues- blando– desde Santiago hasta Arica. Él po-
Vinci, ¡qué orgullo sentiríamos que nues- to, el hecho de cambiar el nombre al aero- sibilitó la unión de la capital con las regio-
tros visitantes pisaran suelo chileno en un puerto por el de Pablo Neruda no tiene por nes y comunas que muchos colegas repre-
edificio cargado con la poesía y con el es- objeto rendir un homenaje al poeta. Neruda sentan. Asimismo... fue el precursor de la
píritu del mejor exponente de la creativi- no necesita homenajes; es el país el que Fuerza Aérea de Chile... Ahora, si no es-
dad literaria nacional! necesita de Neruda... Siempre hemos tra- cribió poemas o no recibió un premio
ALBERTO CARDEMIL.– Como todos bajado, especialmente en el mundo moder- Nobel, no significa que no merezca un re-
los chilenos, soy un gran lector y gran ad- no de hoy, para vender la imagen de Chile. conocimiento a través de asignar su nom-
mirador de don Pablo Neruda, pero no tie- Para ello se gastan millones y millones de bre al principal aeropuerto del país.
ne por qué agraviarse la memoria de otro pesos y se hace una serie de esfuerzos. Pero ENRIQUE JARAMILLO.– Los extran-
gran chileno, como fue el comodoro Arturo que el aeropuerto lleve el nombre de Pa- jeros que nos visitan se refieren a Chile
Merino Benítez... El que [Neruda] haya blo Neruda es algo que no nos cuesta nada. como el país de Pablo Neruda y de Gabriela
escrito una maravillosa “Oda al aire” tam- ¡Y por Dios que hace que se refuerce la Mistral. Por ello, se debe hacer justicia co-
poco es título suficiente para darle su nom- imagen de Chile! locando su nombre al principal aeropuerto
bre al aeropuerto. También le escribió una JUAN LOBOS.– Me gustaría que bus- del país, siguiendo los ejemplos de Italia,
oda “al caldillo de congrio” y una oda “a cásemos para Neruda un lugar distinto... con el aeropuerto Leonardo da Vinci; de la
un camión colorado cargado con toneles”. el nombre del vate... me gustaría para un India, con el aeropuerto Mahatma Gandhi,
CARLOS MONTES.– Estoy seguro de puerto, un lugar donde el océano se junte y de Francia, con el aeropuerto Charles de
que si hacemos un estudio aquí, compro- con la tierra con respeto, con cadencia, con Gaulle, de París. Sabemos que Merino
baremos que, salvo el diputado Jarpa y dos esa tersura que tiene esa caricia que se es- Benítez fue un gran Aviador... Pero entre
o tres diputados más, nadie sabe quién fue tablece entre la tierra y el mar. los nombres de ambos personajes hay di-
el comodoro Arturo Merino Benítez. No MARCELO SCHILLING.– Pero me ferencias muy grandes en el ámbito inter-
quiero pasar por encima de él. Lo que ocu- temo mucho que cualquiera sea la solución nacional y hay que reconocerlo.
rre es que no sabemos quién es. Cuando que tenga esta controversia, el pueblo chi- IGNACIO URRUTIA.– [L]a última vez
en un avión se comunica a los pasajeros: leno va a seguir llamando Pudahuel al ae- que viajé, el piloto de la nave anunció por
«Vamos a aterrizar en el aeropuerto ropuerto en cuestión. Finalmente, en mi los parlantes que estábamos a pocos mi-
Comodoro Arturo Merino Benítez», un opinión, no es malo que los extranjeros que nutos de aterrizar en el aeropuerto Arturo
extranjero o un chileno no saben quién es. vienen a Chile aterricen en tierra mapuche, Merino Benítez y rogaba a los pasajeros

NERUDIANA – nº 9 – 2010 25

nerudiana9 imprenta.P65 25 25/10/10, 15:02


comodoro, nadie tiene idea; pero si le pre-
guntan a su gente si les gustaría que el ae-
ropuerto llevara el nombre de Pablo
Neruda, no me cabe la menor duda de que
dirían que sí.
PATRICIO HALES.– Realmente, usar
el tiempo de los dos discursos, de 15 y 5
minutos, para defender la imagen de
Neruda, me resulta tan brutalmente des-
proporcionado que, por su intermedio,
prefiero recitar a los honorables diputa-
dos parte del Poema 15: «Me gustas cuan-
do callas porque estás como ausente (…)
Déjame que te hable también con tu si-
Fotografía de Roberto Figueroa. lencio / claro como una lámpara, simple
como un anillo».
CARLOS ABEL JARPA.– Todos sabe-
abrocharse los cinturones y enderezar los HUGO GUTIÉRREZ.– Con todo el res- mos lo que [Neruda] representa como poe-
asientos. En ese minuto, el nombre de peto que nos merece la figura del comodoro ta, humanista o político. Sin embargo, es-
Arturo Merino Benítez es lo que menos Arturo Merino, éste es un aeropuerto in- toy en contra de cambiar los nombres de
preocupa a los pasajeros. Todos están pen- ternacional y, por supuesto, lo que nos da las instituciones o edificios ya bautizados.
dientes de enderezar sus asientos, abrochar- a los chilenos y chilenas identidad inter- No hay nada más oportuno que un aero-
se el cinturón y persignarse. Muchos co- nacional es Pablo Neruda... Lo que se bus- puerto, ligado con la Aviación, lleve el
mienzan a tiritar pensando: «¿Irá a aterri- ca en este Bicentenario que está ad portas nombre de Arturo Merino Benítez.
zar bien el piloto? ¿No nos mataremos?» es dar a nuestro aeropuerto internacional MARCO ANTONIO NÚÑEZ.– El Bi-
¡A nadie le preocupa el nombre del aero- la identidad internacional que requiere. No centenario exige que tengamos actos de
puerto!... Por eso, quiero proponer otras al- veo más que eso. unidad, como lo ha dicho el Presidente
ternativas mejores. ¿Qué significa en otros EDMUNDO ELUCHANS.– Hoy, no es- Sebastián Piñera y lo ha refrendado el dipu-
países la palabra «chile»? Significa «pican- tamos discutiendo sobre Neruda ni acerca tado Pepe Auth, al decir que no aparezca que
te». ¿Por qué no cambiamos el nombre de de sus méritos; estamos discutiendo si le los parlamentarios de la UDI y de Renova-
nuestro país por el de Pablo Neruda? cambiamos o no el nombre a un aeropuer- ción Nacional votan en contra de Pablo
GABRIEL SILBER.– Por lo tanto... to. Pues bien, ese aeropuerto lleva el nom- Neruda en un gobierno de Sebastián Piñera.
queremos que en la propuesta presentada bre de una figura destacada de la Fuerza ¿Qué signo de unidad nacional es ése?
–la vamos a respaldar– se indique clara- Aérea... y cambiarle el nombre significa- MARÍA ANTONIETA SAA.– El nom-
mente su condición de Aeropuerto Inter- ría un agravio a su memoria, a su familia y bre de comodoro Arturo Merino Benítez
nacional Pablo Neruda de Pudahuel. a la Fuerza Aérea y no quiero prestarme lo puso Pinochet, sin votaciones y sin nin-
MARIO BERTOLINO.– ¿De qué vale para eso. Debemos respetar nuestra tradi- gún acuerdo. Por lo tanto, es lícito que pi-
que una generación reconozca a un chile- ción y nuestra historia. damos el acuerdo del Congreso, una ins-
no ejemplar, visionario, cuyo nombre que- RAMÓN FARÍAS.– Pablo Neruda es un tancia democrática, para nominar a nues-
dó en nuestra historia, si después ese reco- hombre que, insisto, no sólo a través de su tro aeropuerto como Pablo Neruda. Sería
nocimiento le será restado para dárselo a poesía nos entregó una visión de la vida muy bien visto que en el gobierno de
otro chileno que también tiene méritos en integral y consecuente. Murió, extraña- Sebastián Piñera, el Congreso apruebe que
otro ámbito? mente, a los pocos días de producido el nuestro aeropuerto se llame Pablo Neruda.
RENÉ ALINCO.– Todos reconocen los golpe de Estado. Creo que esto fue como ¡Piénsenlo bien! ¡Dejen a un lado las
méritos de nuestro poeta Pablo Neruda. En un símbolo, porque no habría resistido ver pasiones! Acuérdense de que esto no se
él nos sentimos representados los obreros, todo lo que ocurrió después de ese fatídico votó en el Congreso, que fue una imposi-
los profesionales, los intelectuales del 11 de septiembre. Neruda se fue y nos dejó ción y que es el momento de votar y de
mundo entero; pero aquí eso se separa y un legado que fue acogido por todo el corregir. No nos quedemos en las cosas
ése es el problema de fondo... [El] proble- mundo. pequeñas. Todos ustedes han recitado poe-
ma no es Neruda poeta; el problema es ENRIQUE ACCORSI.– Les aseguro a mas de Pablo Neruda, saben lo que es.
Neruda militante; el problema es Neruda nuestros amigos de la Alianza que si ha- Abramos los corazones, como dice el Pre-
luchador social y político; el combatiente cen una encuesta en cada uno de sus dis- sidente Piñera, y hagamos un gesto que va
Neruda. ¡Ése es el problema! tritos y le preguntan a la gente quién es el a enaltecer a nuestro país...

26 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 26 25/10/10, 15:02


[LA VOTACIÓN] –Votaron por la negativa los siguien- tonio; Lobos Krause Juan; Macaya
tes señores diputados: Danús Javier; Melero Abaroa Patricio;
El señor BECKER (Vicepresidente).– En Molina Oliva Andrea; Monckeberg
votación general el proyecto de ley, inicia- Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Bruner Cristián; Nogueira Fernández
do en moción, que denomina “Aeropuerto Pablo; Araya Guerrero Pedro; Baltolu Claudia; Norambuena Farías Iván;
Internacional Pablo Neruda” al aeropuer- Rasera Nino; Barros Montero Ramón; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas
to ubicado en la comuna de Pudahuel, de la Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel;
Región Metropolitana de Santiago, y reser- Germán; Bertolino Rendic Mario; Rubilar Barahona Karla; Sabat
va el nombre de “Carretera Comodoro Bobadilla Muñoz Sergio; Calderón Fernández Marcela; Salaberry Soto Fe-
Arturo Merino Benítez” a la carretera de Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Al- lipe; Sandoval Plaza David; Santana
acceso a dicho aeropuerto. berto; Cristi Marfil María Angélica; Tirachini Alejandro; Squella Ovalle
Edwards Silva José Manuel; Eluchans Arturo; Turres Figueroa Marisol;
–Efectuada la votación en forma eco- Urenda Edmundo; Estay Peñaloza En- Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia
nómica, por el sistema electrónico, dio el rique; García-Huidobro Sanfuentes Ale- Bonilla Ignacio; Van Rysselberghe
siguiente resultado: por la afirmativa, 38 jandro; Godoy Ibáñez Joaquín; Herrera Enrique; Verdugo Soto
votos; por la negativa, 44 votos. No hubo Hernández Hernández Javier; Germán; Vilches Guzmán Carlos; Ward
abstenciones. Hoffmann Opazo María José; Jarpa Edwards Felipe; Zalaquett Said
El señor BECKER (Vicepresidente).– Wevar Carlos Abel; Kast Rist José An- Mónica.♦♦
RECHAZADO.

–Votaron por la afirmativa los siguien-


tes señores diputados:

Accorsi Opazo Enrique; Aguiló


Melo Sergio; Alinco Bustos René; Auth
Stewart Pepe; Browne Urrejola Pedro;
Carmona Soto Lautaro; Castro
González Juan Luis; Ceroni Fuentes ACOTACIÓN AL MARGEN
Guillermo; Cornejo González Aldo; Destacamos una carta al director de El Mercurio,
De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz publicada el lunes 26.04.2010
Marcelo; Espinosa Monardes Marcos;
Espinoza Sandoval Fidel; Farías Ponce «Hace aproximadamente 10 años, 3. Hubo quienes nos criticaron por
Ramón; Girardi Lavín Cristina; desde el Consejo Superior de Turis- promover a un comunista, lo cual es
Gutiérrez Gálvez Hugo; Hales Dib Pa- mo (Consetur) propusimos e hicimos a todas luces absurdo, considerando
tricio; Harboe Bascuñán Felipe; las gestiones que estaban a nuestro que la historia reconoce a Neruda por
Jiménez Fuentes Tucapel; Lemus alcance para conseguir el cambio del su calidad de poeta y no por su filia-
Aracena Luis; León Ramírez Rober- nombre de nuestro aeropuerto, basa- ción política.
to; Monckeberg Díaz Nicolás; Montes dos en las siguientes premisas:
Cisternas Carlos; Muñoz D’Albora 4. Pudahuel es un buen nombre, pero
Adriana; Núñez Lozano Marco Anto- 1. Neruda es la marca más reconocida de ninguna manera tiene el peso y ni-
nio; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa que tenemos como país en el mundo. vel de recordación de Neruda. Lamen-
José Miguel; Pascal Allende Denise; tamos profundamente que una vez más
Saa Díaz María Antonieta; Saffirio 2. Arturo Merino Benítez es un per- nuestro Congreso haya perdido la opor-
Espinoza René; Schilling Rodríguez sonaje al que indudablemente el país, tunidad de dar este paso que apunta a
Marcelo; Silber Romo Gabriel; Tarud y en particular la aviación, le debe ayudar decididamente a nuestra activi-
Daccarett Jorge; Torres Jeldes Víctor; mucho, pero es un ilustre desconoci- dad turística, siempre tan olvidada y
Tuma Zedan Joaquín; Vallespín López do para los chilenos y más aún para postergada...
Patricio; Vargas Pizarro Orlando; los extranjeros.
Walker Prieto Matías. — [Fdo.] Gabriel Délano Ortúzar,
Ex presidente Consetur.»

NERUDIANA – nº 9 – 2010 27

nerudiana9 imprenta.P65 27 25/10/10, 15:02


Libros y caracoles
JOSÉ MIGUEL VARAS
Premio Nacional de Literatura

Fotografía: Claudio Pérez.


P ara comenzar, debo plantear un deli-
cado problema semántico o acaso
epistemológico, según mi amigo el profe-
el primero en celebrar el asunto y hasta po-
dría haberle dedicado un poema. Lo cierto
es que su colección incluye varias caracolas
sor von Kretschmer-Mardones. Es algo muy bellas y de gran tamaño, junto a mu-
que, según él, puede poner en peligro los chos otros caracoles que no son caracolas.
fundamentos mismos de esta reunión de- Por otra parte, una información de la
nominada “Amor al mar. Las caracolas de Wikipedia registrada por nuestro señor Las caracolas se emplean para fa-
Neruda”. ¿Por qué? Pues, porque al hablar Google (que todo lo sabe) relativiza el pro- bricar un instrumento musical de
de su manía de coleccionar caracoles y en blema diciendo: viento que se sopla desde el extremo o
diferentes textos sobre la materia, tanto en desde un lado y al que se puede aco-
verso como en prosa, Pablo Neruda no usa «Se llama caracola a la concha de plar una boquilla. Los labios del in-
jamás (o casi nunca) la palabra caracola. diversos caracoles marinos de tama- térprete actúan como una doble len-
Habla siempre de caracoles. ño medio perteneciente a varias espe- güeta para producir las notas que re-
El diccionario de la Real Academia Espa- cies. Las auténticas caracolas son las sonarán en el interior de la caracola. En
ñola, al que siempre acudo ante graves emer- de los moluscos gasterópodos mari- la India se utiliza desde hace miles de
gencias como ésta, define caracol, primera nos pertenecientes al género Strombus años como instrumento musical. Los
acepción, como «Cada uno de los moluscos (familia Strombidae), pero el nombre hinduistas creen que el dios Vishnú
testáceos de la clase de los gasterópodos». Se- se aplica a las conchas de caracoles de sostiene una shankhá (caracola) en
gunda acepción: «concha de cara- una de sus cuatro manos, y que
col». Bueno, entonces, ¿caracola lo sopla cuando destruye a al-
qué? ¿No es acaso otra manera, más gún demonio, como signo de
bonita, más literaria, de nombrar a victoria. Su sonido estrepitoso
las conchas de los caracoles? se considera «auspicioso» (por-
I am sorry. La Academia dice que aleja a los fantasmas). En
NO. Niet! Para el diccionario, ca- los templos de toda India se uti-
racola es «Concha de un caracol lizan caracolas para comenzar y
marino de gran tamaño, de forma terminar las adoraciones a los
cónica que, abierto por el ápice y murtis (deidades o ídolos): se so-
soplando por ella, produce un so- pla tres veces consecutivas, cada
nido como de trompa». Caracola una de pocos segundos de dura-
es, pues, una especie en el abun- ción. Algunos sacerdotes, me-
dante género de losss caracoles. diante una disposición especial
El profesor von Kretschmer- de los labios, pueden soplar dos
Mardones opina que la situación caracolas simultáneamente.
es grave. Considera que esta re- Otros (muy raros) pueden soplar
unión debe suspenderse hasta nueva or- otras especies que tienen ambos extre- una caracola durante varios minutos,
den para analizar la situación en petit co- mos puntiagudos, es decir, que tienen mediante una complicada técnica:
mité y que los concurrentes deben retirar- espiras altas y un canal sifonal nota- mientras soplan la caracola con aire de
se discretamente. ble. Entre estas otras especies se inclu- los pulmones, inflan las mejillas; des-
Yo pienso que en esto hay cierto grado yen las del género Melongena, la ca- pués, mientras desinflan el aire de los
de exageración. El rigor académico lleva racola gigante sagrada o caracol chactel carrillos (de manera controlada) por la
demasiado lejos a mi amigo. Nuestro poe- (Pleuroploca gigantea) y las del géne- boca, aprovechan ese par de segundos
ta, gran jugador con las palabras, habría sido ro Turbinella. de aire extra para inspirar».

28 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 28 25/10/10, 15:02


¿De donde viene el afán nerudiano de
las colecciones de caracoles y otros obje-
tos? El niño Neftalí nunca pisó la arena de
una playa, ni vivió la maravillosa experien-
cia de recoger conchitas. No pudo hacerlo
porque tenía 15 años cuando vio el mar por
primera vez, en Puerto Saavedra. Tal vez
comenzó entonces su fascinación con los
caracoles. No tuvo una infancia caracolea-
da (fuera probablemente de los caracoles
de jardín, que sacan sus cachitos al sol)
pero en la edad adulta se desquitó de esa
carencia contemplándolos y coleccionán-
dolos con frenesí; como se desquitó de su
niñez sin juguetes rodeándose de ellos en
sus casas. Algunos de tamaño descomunal
como sus mascarones de proa, su caballo
de talabartería, el locomóvil y el zapato
gigante de la zapatería de Temuco. Ade-
más, como se sabe, coleccionó botellas de
diversas formas, con o sin barcos en su in-
terior, tarjetas postales, zapatos. Psicólo-
gos alemanes y de otras nacionalidades han
publicado extensos trabajos acerca de los
motivos que llevan a los seres humanos a
coleccionar sellos de correo, envolturas de reconocer que fue el mar de París el
cigarrillos, candados, encendedores, autos que, entre ola y ola, me descubrió más
de carrera, líneas aéreas, etc. Por otra par- caracoles. Todo el nácar de las oceanías
te, los psicoanalistas freudianos sacan las había transmigrado a sus tiendas natu-
más inquietantes conclusiones de estas ralistas, a sus mercados de pulgas.
adicciones y específicamente de la que se Y más fácil que meter las manos en
concentra en las conchas. las rocas de Veracruz o Baja California
Pero mejor leamos lo que Neruda escri- fue encontrar bajo el sargazo de la urbe
bió al respecto en su artículo “Libros y cara- entre lámparas rotas y zapatos viejos,
coles”, publicado en la revista Ercilla el 21 de la exquisita silueta de la Oliva textil. O
mayo de 1969 y reproducido en sus memo- sorprender la lanza de cuarzo que se
rias póstumas Confieso que he vivido: alarga, como un verso del mar, en la
Rosellaria fusus. Nadie me quitará el
«… lo mejor que coleccioné en mi deslumbramiento de haber extraído del
vida fueron mis caracoles. Éstos me die- mar el Espondylus oseo, de púas neva-
ron el placer de su prodigiosa estructura: das como estalagmitas de una gruta
la pureza lunar de una porcelana miste- gongorina.
riosa, agregada a la multiplicidad de las Algunos de estos trofeos pudieron
formas, táctiles, góticas, funcionales. ser históricos. Recuerdo que en el Mu-
Miles de pequeñas puertas subma- seo de Pekín abrieron la caja más sa-
rinas se abrieron a mi conocimiento grada de los moluscos del mar de China
desde aquel día en que don Carlos de para regalarme el segundo de los dos
la Torre, ilustre malacólogo de Cuba, únicos ejemplares de la Thatcheria
me regaló los mejores ejemplares de su mirabilis. Y así pude guardar esa increí-
colección. Desde entonces y al azar de ble obra en que el océano regaló a Chi-
mis viajes recorrí los siete mares, na el estilo de templos y pagodas que
acechándolos y buscándolos. Pero debo persistió en aquellas latitudes».

NERUDIANA – nº 9 – 2010 29

nerudiana9 imprenta.P65 29 25/10/10, 15:02


A partir del Premio Stalin, que recibió caracología o malacología, como se le como pocos. Se había metido las alas
en 1953, otros premios literarios contan- llame, llenaron mi biblioteca». adentro de su pequeña chaqueta, pero
tes y sonantes ayudaron al poeta a adqui- no era misterio para nadie su autono-
rir, a precios a veces extravagantes, como Fue en este momento cuando Neruda mía secreta de vuelo alto y profundo.
lo reconoce, los libros de su primera bi- decidió donar sus libros y sus caracoles a Trasmontaba la corriente de los libros
blioteca y los siete mil caracoles de su pri- la Universidad de Chile. Pero lo cierto es pescando aquí y allá hallazgos de oro,
mera colección. En 1954, esa biblioteca y que su afán de coleccionista no se extin- agitando la luz’. /…/ Llegué demasia-
esos caracoles fueron donados por el poe- guió por eso. Entre 1954 y 1973, el año de do tarde para encontrar, Jorge
ta a la Universidad de Chile. Su rector, Juan su muerte (y de tantas otras), habían vuel- Sanhueza, tu ausencia tan leve, tan con-
Gómez Millas, recibió la donación en un to a proliferar en sus casas otros miles de fundida con el aire como tu persona,
acto solemne. Esa colección de caracoles libros y caracoles que hoy son parte del como tu voluntad de no ser, como tu a-
es la que hoy podemos contemplar en esta patrimonio de la Fundación. pesar-de-ti-mismo con lo que nos en-
magnífica exposición. No se puede hablar de este tema sin gañabas para ocultar tus alas. Adiós».
Comentó Neruda en sus memorias: recordar al diminuto, movedizo y erudito
Jorge Sanhueza, por quien Neruda tenía un Años más tarde, en su libro póstumo
«Cualquier hombre cristalino pen- Las manos del día, Neruda volvió a recor-
sará en el regocijo con que recibirían darlo y le dedicó un poema, titulado “J.S.”.
en Chile esa donación mía. Pero hay Leo el primer quinteto:
también hombres anticristalinos.
Un crítico oficial escribió artícu- De distraído murió Jorge Sanhueza.
los furiosos. Protestaba con ve- Iba tan pálido en la calle
hemencia por mi gesto. que poco a poco se perdió en sí
Cuándo se podrá atajar al co- mismo.
munismo internacional? Y ahora cómo hallar
proclamaba. Otro señor las lágrimas que faltan!
hizo en el parlamento un
discurso encendido contra Allá por los años 60, un día
la universidad por haber Neruda estaba impaciente –así
aceptado mis maravillosos lo recuerdo– porque Jorge, para
cunables e incunables; ame- sus amigos “El Queque”, le ha-
nazó con cortarle los subsi- bía prometido entregarle algo
dios que recibe». que necesitaba para un discurso,
para un artículo, para un poema: un
Describiendo el proceso de forma- libro, una cita, un dato una página de
ción de su malacomanía y de su malaco- una separata de un informe académico,
teca a lo largo de decenios dice Neruda: qué sé yo, y no aparecía. «Sanhueza es
así –dijo el poeta– cuando se le busca no
«En México me fui por las playas, gran afecto y una alta estimación. Lo con- se le encuentra y cuando se le encuentra,
me sumergí en las aguas transparentes sideraba uno de los pocos verdaderos inte- no se le entiende».
y cálidas, y recogí maravillosas conchas lectuales de Chile. Sanhueza fue durante Los caracoles ocupan un ancho lu-
marinas. Luego en Cuba y otros sitios, trece años el curador o guardián de las co- gar en la poesía de Neruda. La apoteo-
así como por intercambio y compra, lecciones nerudianas en la Biblioteca de sis es el bellísimo poema “Molusca
regalo y robo (no hay coleccionista la Universidad de Chile. Cuando murió, Gongorina”, que forma parte del capítu-
honrado) mi tesoro maravilloso se fue en 1967, el poeta le dedicó un artículo, lo “El gran Océano” del Canto general.
acrecentando hasta llenar habitaciones publicado en el diario El Siglo. Allí dice, Vuelve sobre el tema en un libro poco
y habitaciones de mi casa. (…) Exage- entre otras cosas: conocido, titulado Maremoto. La recien-
ré mi caracolismo hasta visitar mares te catástrofe conjura imágenes de la vio-
remotos. Mis amigos también comen- «En un aeropuerto en el camino me lencia desatada y cruel de la naturaleza,
zaron a buscar conchas marinas, a encontré con la Muerte. ‘Me llevé a Jor- de muerte y destrucción. En los 17 poe-
encaracolarse. En cuanto a los que me ge Sanhueza’–me dijo al oído. ‘Por qué? mas del libro mencionado, se inspira
pertenecían (…) empezaron a ocupar –le pregunté sin creerlo –‘por qué?’ Neruda en un maremoto muy menor,
todas las estanterías y a caerse de las ‘Lo necesitábamos –me contestó la comparado con el de febrero o con el de
mesas y de las sillas. Los libros de Muerte–, porque aunque frágil, volaba 1960. Son una crónica poética de la fuer-

30 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 30 25/10/10, 15:02


te marejada que azotó las costas chile- Y la estrofa final:
nas el 25 de julio de 1968. (Debo al pro-
fesor Hernán Loyola ésta y otras refe- Pero debo nombrar, tocando apenas
rencias sobre este tema). En el libro Ma- oh Nautilus, tu alada dinastía,
remoto encuentro un poema de gran fuer- la redonda ecuación en que navegas
za titulado “Picoroco” que quisiera leer- deslizando tu nave nacarada
les. Es breve y lo traigo a colación aquí tu espiral geometría en que se funden,
a pesar de que la concha del picoroco no reloj del mar, el nácar y la línea,
ha merecido, que se sepa, los honores de y debo hacia las islas, en el viento
ninguna colección. irme contigo, dios de la estructura.

El picoroco encarcelado Y basta. No hablemos más, dejemos la


está en una torre terrible, palabra al rector de la Universidad de Chi-
saca una garra azul, palpita le quien abrirá las puertas de esta exposi-
desesperado en el tormento. ción de las caracolas de Neruda.♦

Es tierno adentro de su torre


tierno como harina del mar
pero nadie alcanza el secreto
de su frío castillo gótico.

En cada una de las diez estrofas


q u e componen el poema “Molusca
Gongorina”, Neruda trata metódicamente
las especies en que los malacólogos han
clasificado a los caracoles: el múrex, la
cyprea, la scalaria, el spondylus, la oliva,
la caracola del tritón, la castellaria, el
argonauta, la tridacna, el Nautilus. A la ma-
nera del poeta español del siglo de oro don
Luis de Góngora y Argote, el nuestro se
engolosina en una prodigiosa sucesión ba-
rroca de metáforas, en un juego sensual con
el sonido de las palabras y las imágenes
que suscitan. Leo una muestra de “Molusca
gongorina”:

De California traje un múrex espinoso


la sílice en sus púas, ataviada con humo
su erizada apostura de rosa congelada,
y su interior rosado de paladar ardía
con una suave sombra de corola carnosa.

Mas tuve una cyprea cuyas manchas cayeron


sobre su capa, ornando su terciopelo puro
con círculos quemados de pólvora o pantera,
y otra llevó en su lomo liso como una copa
una rama de ríos tatuados en la luna. Fotografías de caracoles: Claudio de Casas, español.

Oh rostellaria, flor impenetrable


como un signo elevado en una aguja,
mínima catedral, lanza rosada
espada de luz, pistilo de agua.

NERUDIANA – nº 9 – 2010 31

nerudiana9 imprenta.P65 31 25/10/10, 15:02


ADIOSES

Alejandro Cotera
1961—2010

A lo largo de los años he conocido a muchos nerudianos, de todos los


niveles y pelajes, pero ninguno como Alejandro. Su nerudismo no
enraizaba en razones políticas ni en motivos estrictamente literarios ni
filosóficos. Desde muy joven estableció una especie de comunión perso-
nal con el poeta, algo raro, envidiable y difícil de explicar. Nombró Pablo
a su primer hijo. Durante el funeral, sus ex compañeros de estudios, sus El Dr. Alejandro Cotera Farías nació
colegas y hasta las autoridades de la Universidad de Chile recordaron di- en Santiago el 3 de octubre 1961, estudió
versas anécdotas de su pasión nerudiana, incluso que leyó un texto de Medicina en la Universidad de Chile,
Neruda durante su propia ceremonia de graduación como médico en 1987, egresó como Médico Cirujano en enero de
todavía en dictadura. En 2007 me invitó a dictar la conferencia (sobre La 1987. Posteriormente cursó la especialidad
dimensión científica en la poesía de Neruda) que inauguró en Pucón el de Medicina Interna y la subespecialidad
Congreso Internacional de Nefrología. Y a su vez, por insistencia mía, de Nefrología en el Hospital Clínico de su
comenzó a dar forma escrita a personales reflexiones sobre Neruda desde Universidad. En 2002 el Dr. Cotera devino
su perspectiva de médico, la primera de las cuales se publicó en nerudiana Profesor Asociado de Medicina y, desde
nº 8 (2009) bajo el título “Neruda y la resistencia a los antibióticos”. 2006, Director del Departamento de
Alejandro había frecuentado el ciclo de conferencias que dicté en la Medicina y médico de la Sección de
Casona de la Universidad Andrés Bello, Santiago, octubre-noviembre 2004. Nefrología del Hospital Clínico Universi-
Desde entonces fue mi amigo entrañable, y no sólo en razón de nuestro dad de Chile. Murió el jueves 10 de junio
común interés por Neruda. Aunque mucho menor que yo, fue él quien me 2010, a sólo 48 años, para dolor de Miriam
propinó lecciones de vida, y no vacilo en declarar que hasta le debo estos Alvo, del común hijo Pablo y de los hijos
últimos años de existencia porque a comienzos de 2006 insistió en promo- de Miriam (Alejandro, Felipe y Andrea) que
ver, a través de sus colegas cardiólogos del Hospital Clínico de la Univer- él amó como suyos.
sidad de Chile, un test que no parecía necesario pero que se revelará más En su funeral la Universidad de Chile
que oportuno. manifestó su pesar por la pérdida del
Alejandro fue un amigo excepcional que la vida me regaló tardíamente académico a través del rector Víctor
y por un tiempo demasiado breve. Pero nunca podré agradecer bastante Pérez, de la decana Cecilia Sepúlveda y
ese regalo, así como fue. Mi amigo partió cuando comenzaba a realizar del director de investigación Luis
algunos de sus sueños y reajustes vitales. En particular, cuando comenza- Michea. Intervinieron después sus ami-
ba a expresar y a comunicar su intensa visión de la obra de Neruda. Me gos personales Rodrigo Escalona, Pablo
complace imaginar que quizás, en algún laico espacio de cósmica trascen- D’Avanzo, Aníbal Hurtado y Érico
dencia, Pablo recibió sonriendo a su mejor lector y que por ahí van los dos, Segovia; el abogado y bibliófilo nerudiano
conversando como los viejos amigos que en efecto son. Nurieldín Hermosilla, que habló en su
nombre, en el mío y en el de todos los
nerudianos; los sobrinos Benjamín Alvo y
Gabriela Cotera; y Andrea Florenzano, por
la familia más próxima y por ella misma.

— Hernán Loyola

32 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 32 25/10/10, 15:02


amor, y nombraste a tu primer hijo con el
nombre Pablo. A nosotros [los hijos de
Miriam], nos elegiste y nos llamaste hijos.
/ Además de todas tus cualidades, de todos
tus dones, virtudes y tantas otras cosas
buenas que me diste y que nunca se irán, y
siempre estarán conmigo, me hiciste un
regalo que no tiene nombre en su impor-
tancia para mí: mis hermanos. Siempre
amaré a mis abuelos, a mis padres y a ti.
Los ancestros son necesarios para existir.
Los hermanos son necesarios para vivir. Tú
hiciste además muchos hermanos en el Ella Braguínskaia
camino, de la amistad, de la admiración,
de las letras, de la sensibilidad, del amor». 1926-2010
NURIELDÍN HERMOSILLA: «Estoy ha- A los 84 años de edad murió en Mos-
blando ahora como el hombre viejo que cú, el 2 de junio del presente año, Ella
habla de la muerte siempre con mucha tran- Braguínskaia, extraordinaria traductora
quilidad y conformidad, como si en ver- que puso al alcance de los lectores rusos
dad no importara, como si para eso vivié- obras fundamentales de la literatura chile-
ramos y lo estoy haciendo en el funeral de na, latinoamericana y española. Persona
Alejandro Cotera que fue un ejemplo, una cálida, de gran personalidad, cultísima,
demostración muy viva de que a la muerte dotada de un gran sentido del humor, fue
PABLO D’AVANZO: «Hay tantos que tie- se la derrota cada día, incluso a pesar de la amiga muy cercana de Pablo Neruda y de
nen concedido el derecho a irse, tanto mer- enfermedad agorera. En actitud ni desa- Matilde Urrutia, a quienes acompañó du-
cenario, tanto emperador invisible, fiante ni de humildad, desafió a la muerte rante sus visitas a la Unión Soviética. Co-
profanadores del mar y de la tierra; que son esperándola, con plena conciencia, y sin noció además y fue amiga de escritores
pocos los que como tú deberían vivir para embargo sin queja, por lo menos las pocas chilenos como Francisco Coloane,
siempre. / No se sabe cómo nacimos a ve- horas en que estuvimos juntos en el últi- Diego Muñoz, Juvencio Valle, Volodia
ces al mismo tiempo y nos reconocimos la mo año. Siempre tratando de aprender Teitelboim, José Miguel Varas. Estuvo en
cara: yo me acuerdo de ti, de tu inteligen- algo de Neruda. Tratando de acercarse a Chile en los años 60.
cia y tu estatura, tu visión, no sólo la vaina la poesía y al hombre, pero sin dejar de Su trabajo como traductora de gran ta-
de medir y de sumar, pero también el afán tener muy presente todo el día, cada día, a lento literario y con un gran dominio de la
de ver el lado oculto de las cosas, los teji- su familia y a algunos amigos que siempre lengua castellana, es vastísimo. Expertos
dos humanos, la vida más allá del brillo.» nombraba. En su voz más bien baja, casi rusos valoran en especial la elevada cali-
no emitía opinión sino hacía preguntas, de dad de sus traducciones de poesía: de Chi-
ÉRICO SEGOVIA: «Durante su camino aquéllas que descolocan, que hacen difícil le tradujo a Gabriela Mistral, Pablo Neruda
por la nefrología, encontró a Miriam, la respuesta y que a veces generaron dis- y Vicente Huidobro. A su trabajo se debe
quien sería el gran amor de su vida. Con cusiones agudas y siempre interesantes. la difusión en Rusia de gran parte de la me-
su profundo cariño, preocupación y [...] Yo lo conocí recién. Quienes conver- jor literatura latinoamericana contemporá-
generosidad, se ganó uno a uno a los samos con él en estos últimos tiempos, nea: Gabriel García Márquez, Jorge Luis
entonces niños, Andrea, Alejandro y cultivando la buena amistad junto al pro- Borges, Julio Cortázar, Carlos Fuentes,
Felipe, a quienes siempre consideró sus fesor Hernán Loyola, comprendimos que Alejo Carpentier. También tradujo al ruso
hijos, queriéndolos sin hacer diferencia también calladamente había aceptado, sin a Rafael Alberti y a la escritora española
alguna con Pablito, que nacería unos años depresión ni abandono, la espera del des- Mercedes Rodoreda.
después. Se integró rápidamente a la canso final y por ello no debemos estar tris- Ella Braguínskaia se formó en el Insti-
familia Alvo, como uno más del clan...». tes, porque aun los incrédulos como yo, tuto de Lenguas Extranjeras de Moscú (ac-
sabemos que nacemos con la muerte y vi- tualmente Universidad Estatal de Lingüís-
ANDREÍTA FLORENZANO: «Neftalí Reyes vimos siempre con ella. En las palabras tica de Moscú) y recibió la distinción de
eligió su nombre, Pablo Neruda. Tú elegiste de Neruda ‘Hay una sola enfermedad que Maestra de la Traducción Literaria.♦
a tu familia. Bautizaste a tu mujer como mata y ésa es la vida’».♦
— José Miguel Varas

NERUDIANA – nº 9 – 2010 33

nerudiana9 imprenta.P65 33 25/10/10, 15:02


María Martner
1921 – 2010

L a premiada muralista y vitralista


nacional María Martner falleció a los
89 años, dejando como legado una importante
se orientó al trabajo en piedra y minerales,
inspirándose primero en las técnicas de los
mosaicos venecianos. Luego derivó a un
obra que es reconocida en Chile y el estilo particular que no pule las piedras.
extranjero. La artista tuvo una estrecha María Martner es una de las ilustradoras
amistad con Pablo Neruda, quien organizó de la primera edición del libro Fin de mundo,
su primera muestra en el Ministerio de de 1969, que hizo la Sociedad de Arte
Educación y le dedicó el poema Piedras para Contemporáneo, y en la que participaron
María. Neruda, además, escribe un texto otras figuras destacadas del arte nacional,
titulado “Mi casa allá en las rocas”, donde como Mario Carreño, Nemesio Antúnez,
describe a la artista: «María Martner, Pedro Millar, Julio Escámez, y el gran
piedrecista, artista del granito redondo y las maestro ecuatoriano Osvaldo Guayasamín.
rocas litorales (…)». En el año 2003 recibe junto a su marido el
Casada durante 65 años con el Dr. Premio Medalla de Honor, otorgado por la
Francisco Velasco, María Martner de Velasco Fundación Pablo Neruda a importantes
fue profesora de Arte de la Escuela de personalidades del ámbito cultural.♦
Arquitectura de la Universidad de Chile en Dr. Francisco Velasco, su hijo Francisco y María
Valparaíso. Conoció a Pablo Neruda junto a Martner en La Sebastiana el 12 de julio de 2005.
Archivo FPN.
su marido en 1952, durante una mani-
festación que le brindaron artistas e
intelectuales cuando el poeta regresó del
exilio. De amigos pasaron a ser vecinos en
1959 cuando adquieren en conjunto la
propiedad porteña del cerro Bellavista que
luego se transformaría en La Sebastiana. En
una entrevista publicada en El Mercurio de
Valparaíso, reconoció que Neruda movió
todo para que ella expusiera sus obras, y que
no podría haberlo hecho sola. «Pablo siempre
me impulsó, como lo hizo con tanta gente
joven», recordaba la artista. Marie Martner,
por su parte, creó murales de piedra que
visten las casas de Neruda. Los peces del frío
en La Chascona, Mural azul, que decora la
chimenea de la casa de Isla Negra y
Maremoto instalado en la sala de estar de La
Sebastiana. En esta última casa también hay
un maravilloso mapa de la Antártica y la
Patagonia basado en un documento original
que le prestó Neruda.
Nacida en Santiago, María Martner
ingresó en 1940 a la Escuela de Bellas Artes
de la Universidad de Chile, donde tuvo
maestros como Julio Vásquez y Lily
Garafulic en escultura y Gregorio de la María Martner trabajando en la casa de Isla Negra junto a su amigo Pablo Neruda.
Fuente en dibujo. Desde un principio su obra Fotografía de Rolando Rojas B.

34 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 34 25/10/10, 15:02


RESEÑAS Unidad Popular, la tensión matrimonial y
el romance otoñal con Alicia Urrutia ex-
plican, según Edwards, el tono sombrío de
pablo neruda: Geografía infructuosa. Además, hay acon-
antología general tecimientos históricos que van cambiando
la cosmovisión del poeta: la carta de los
intelectuales y artistas cubanos en 1966,
Pablo Neruda. Antología general. Se- la invasión soviética de Checoslovaquia en
lección y organización de Hernán 1968 y el triunfo de la Unidad Popular en
Loyola. Madrid: Real Academia Es- Chile 1970 (xvii). No es el intento de
pañola / Asociación de Academias de Edwards subrayar «el sentimiento trágico
la Lengua Española / Alfaguara, 2010. de la vida» de Neruda (à la Unamuno),
como hace José Luis Vega en una evoca-
Desde su aparición en febrero de este año ción hacia el final del volumen. Se trata,
2010, la Antología general de Pablo más bien, de una dialéctica entre «una ener-
Neruda, publicada por la Real Academia gía renovada, una sensación de nuevo co-
Española y la Asociación de Academias de mienzo» y «una sombra doble, ominosa»
la Lengua Española, gozó de un éxito in- referente a su salud y los sucesos políticos
sólito: por varias semanas seguidas fue el en esos años (xxii).
libro más vendido en Chile. Hay varios fac- Los estudios sucesivos tienen una
tores que podrían explicar este éxito asom- orientación más académica y se proponen
broso, a comenzar por la fama de quien subrayar temas sobresalientes en la obra
Gabriel García Márquez —y no sin razón— completa de Neruda. El de Alain Sicard
considera el mejor poeta del siglo XX; por textos dispersos (cartas, artículos periodís- —“Pablo Neruda: entre lo inhabitado y la
ser una edición de muy buena calidad, con ticos, fragmentos de sus memorias, una fraternidad”— ofrece una nueva teoría del
tapa dura y a precio razonable; y porque el historia inédita) que se entrelazan con los opus del chileno que, sin embargo, se liga
responsable de la selección y coordinación textos canónicos siguiendo el orden a ideas que Sicard ha presentado en su obra
del volumen es Hernán Loyola, notorio es- cronológico de las composiciones y/o de crítica, sobre todo en su libro capital: El
pecialista y editor de las Obras completas las primeras publicaciones. A esto el libro pensamiento poético de Pablo Neruda
de Neruda en 5 volúmenes (Barcelona, Ga- agrega varias “evocaciones y lecturas (1981). En la primera parte de su ensayo,
laxia Gutenberg, 1999-2002). nerudianas” de miembros de la Asociación “La experiencia temporal”, se aboca al
Dificilmente se podría ver algo similar de Academias –algunas más convincen- tema del enfrentamiento de Neruda con el
en los Estados Unidos. Sería como si en tes que otras–, una bibliografía actualiza- tiempo encarnado en la destrucción que
las listas de los libros más vendidos del da de las obras primarias y secundarias, y percibe en la naturaleza y, en la segunda
New York Times Book Review aparecieran un glosario de –fundamentalmente– parte de las Residencias, en la sociedad.
como los libros más exitosos las obras chilenismos, organizado por Manuel Jofré El vate lucha con el tiempo pero luego lo
completas de Whitman, Eliot, Frost o y Carlos Domínguez. asume (lo habita); se somete «al tiempo
Pound. ¡Si a duras penas aparecen las Los estudios brindan una visión global para vencerlo» (xxxii). Y el elemento poco
obras de los autores de más peso en dichas de la obra del poeta, salvo “El último explorado por los críticos que lo lleva para
listas! De vez en cuando asoman en ellas Neruda”, de Edwards, que se separa de adelante es la esperanza que tiene este «tes-
Cormac McCarthy, Philip Roth o John ellos porque ofrece recuerdos subjetivos en tigo ontológico» (xxxii-xxxiii).
Updike, pero nunca poetas. Aun en ese el marco histórico de fines de los años 60 Para Sicard, la experiencia históri-
país de poetas que es Chile, el reconoci- a su muerte en 1973. A su juicio, Fin de ca –la entrada a la historia de parte de
miento de la Antología general de Neruda mundo (1969) y Geografía infructuosa Neruda– coincide con los acontecimien-
en esta época de globalización resulta, por (1972) sobresalen por ser libros tardíos en tos políticos que influyen al poeta a partir
decir lo menos, sorprendente. los cuales Neruda –que enfrentaba graves de la guerra civil española. Un cierto
Destaquemos su organización, que in- problemas de salud– muestra «un renaci- voluntarismo es visible en Canto general
cluye agudos estudios de Alain Sicard, miento milagroso de sus facultades» (xiv) y en Las uvas y el viento: la historia parece
Selena Millares y Hernán Loyola, una im- a pesar de que «estaba enfermo, tenía con- encaminarse ineludiblemente hacia el so-
portante nota personal de Jorge Edwards, ciencia de su enfermedad, y mostraba al- cialismo. Pero el bardo seguiría adhirien-
más la selección de poemas que el mismo gunos signos inevitables de cansancio» do al materialismo histórico pese a la cri-
Loyola dispone en forma novedosa según (xiv). Sus operaciones y visitas al hospi- sis que sufre en 1956 con las revelaciones
nudos biográficos y poéticos, incluyendo tal, la estadía en Francia en época de la de Jruschov en el XX Congreso del PCUS,

NERUDIANA – nº 9 – 2010 35

nerudiana9 imprenta.P65 35 25/10/10, 15:02


en parte «por falta de distancia y de infor- quimérico anhelo de originalidad de raíz Las revelaciones de Jruschov en el XX
mación» en relación a las fallas del socia- romántica le suceden, con el clima de la Congreso del PCUS obligan al vate a en-
lismo real. A diferencia de otros críticos, posguerra, el escepticismo y el desencan- frentarse con los errores cometidos sin
Sicard no considera que esta crisis produz- to» (lv). Si se trata de un romanticismo con- abandonar el socialismo como meta social.
ca modificación alguna en la relación de cebido de forma variada y actualizada, Surge así un «nuevo registro autobiográ-
Neruda con la historia (xlviii). Pero sí se como me parece que Millares lo imagina, fico», visible ya en el Tercer libro de las
va esbozando, de Estravagario en adelan- con tendencias anticapitalistas que se li- odas y claramente manifiesto desde
te, una nueva concepción del sujeto poéti- gan a la deshumanización de ese sistema Estravagario en adelante, que se sintoniza
co en su entorno histórico. De este momen- económico y a la crisis irresuelta que pro- con la posmodernidad, vale decir, con el
to en adelante, Neruda identificaría la voca, entonces tiene sentido vincularlo a comienzo del fin de la modernidad (ci).
«negatividad histórica con la propia Neruda con dicho movimiento. Sin embar- Hace ya unos quince años que Loyola vie-
negatividad existencial» (xlix). go (y aquí sigo a Michael Löwy y Robert ne definiendo y precisando su peculiar con-
El sugerente ensayo de Selena Milla- Sayre)2, al ubicar al poeta en esa orienta- cepción de modernidad / posmodernidad
res se aproxima a la obra completa de ción ideológica ¿no estaríamos suponien- (ver, por ejemplo, el apéndice al tomo I de
Neruda desde el ángulo de la inter- do que para él las soluciones a la crisis –y su biografía literaria de Neruda –Seix
textualidad y la ubicación del poeta en la al capitalismo como tal– radican en el pa- Barral 2006). Según esa teoría, Neruda se
tradición poética. A partir de un pionero sado, en un momento precapitalista? Y se inserta en la posmodernidad (hoy vigente)
examen directo de las bibliotecas que legó sabe que para Neruda (baste mencionar oponiéndose a la dominante histórico-cul-
Neruda (a la Universidad de Chile y a la Canto general y Las uvas y el viento) el tural posmoderna y situándose en las filas
Fundación), Millares hace un análisis mi- camino hacia el socialismo en gran parte de (según la fórmula que Loyola acuña) la
nucioso de las herencias formales y temá- dependía del desarrollo de las fuerzas pro- resistencia posmoderna, noción teórica su-
ticas que le dejaron los poetas precursores ductivas (o sea, del «progreso»). Por lo tan- mamente sugerente para entender no sólo
allí coleccionados, siguiendo así la pista to, sin perjuicio del análisis a ratos deslum- la trayectoria de Neruda, sino de otros es-
teórica de Harold Bloom1. Tras «su apa- brante de la intertextualidad y de la tradi- critores de la izquierda de los años ‘50 en
rente actitud antilibresca», apunta Milla- ción poética en la obra de Neruda que Mi- adelante.
res, «latía la devoción hacia la tradición llares despliega, esa caracterización me que- De Loyola es, por cierto, la excelente
poética, con la que mantuvo un controver- da entre dudas. selección de poemas y escritos dispuesta
tido diálogo: fecundo, constante y a me- El ensayo de Hernán Loyola es más para esta antología a base de una cronolo-
nudo secreto» (lv). Esta influencia fructí- que la “Guía a esta selección de Neruda” gía y núcleos temáticos. Así, por ejemplo,
fera comenzaría con el romanticismo y sus que su título propone: es una original ten- la primera parte versa sobre la “Adolescen-
manifestaciones posteriores (de Whitman tativa de sintetizar la poesía y sus otros cia y rebeldía (1918-1923)”; la segunda,
a Darío, reza el subtítulo de esta sección) escritos (cartas, conferencias, prosa, y ar- trata el “Viaje a través de la noche (1923-
y llegaría a “La lámpara barroca: Quevedo tículos periodísticos) con la historia, el 1926)”; la tercera, “El retorno al día (1926-
y Góngora”, y recorrería toda la obra del sujeto poético y la persona de carne y hue- 1927)”, y así sucesivamente, de tal suerte
poeta chileno. La figura clave de la tradi- so; o sea, de introducirnos al tipo de que se compagina muy bien con el ensayo
ción romántica es, claramente, Whitman. contextualización vital que ofrece la Anto- teórico y biográfico del crítico chileno en
Determinante resulta ser el peso del logía como tal. Siguiendo una propuesta este libro. Es tal la calidad de la selección
simbolismo francés en las bibliotecas y de periodización que ha divulgado en otras que –junto con los estudios, la bibliogra-
en los textos nerudianos. Hay «once edi- publicaciones3, el crítico chileno divide las fía, el glosario y el índice que la acompa-
ciones de Mallarmé, diecisiete de lecturas en secciones que reflejan las eta- ñan– logra dar una visión más que satis-
Laforgue, dieciséis de Baudelaire, diez de pas fundamentales del desarrollo biográfi- factoria al lector no académico y podría
Lautréamont, ocho de Musset, veintiocho co, literario y político del versista. Se tra- servir de texto para un curso universitario
de Nerval y cuarenta y una de Rimbaud». ta de tres fases: (I) 1918-1923, sección I: sobre Neruda.♦
El fantasma de Lautréamont perseguirá a modernidad del siglo XIX o clásica; (2)
Neruda hasta en su obra tardía, como tam- 1923-1955, secciones II a VIII: moderni- — Greg Dawes
bién el de Arthur Rimbaud. En la versión dad del siglo XX; (3) 1956-1973, seccio- North Carolina State University at Raleigh
hispánica del simbolismo –el modernismo– nes IX a XII: posmodernidad; esta última
Millares también encuentra figuras precur- marcando una ruptura con la trayectoria
soras, sobre todo la de Darío, mientras en anterior (lxxxv).
la tradición barroca muy especialmente las La mayor novedad –y la clave– de esta
de Quevedo y Góngora. periodización es precisamente la configu-
Sólo una observación sobre el concep- ración de un Neruda posmoderno, que se
to del romanticismo. Según la autora «al va formando a partir de la crisis de 1956.

36 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 36 25/10/10, 15:02


NOTAS rente de valoraciones y que ellas confor-
man un retrato del autor, que a su vez es
1
Ver, sobre todo, The Anxiety of Influence: A reconocible como perteneciente a lo mu-
Theory of Poetry (Oxford: Oxford cho de bueno que echamos de menos del
University Press, 1973). siglo XX. Entre paréntesis, no soy de los
2
Romanticism Against the Tide of Modernity que creen que «todo tiempo pasado fue me-
(Durham, NC: Duke University Press, jor». Tenemos hoy cosas mejores de las que
2001). tuvimos. Desgraciadamente, la enorme ma-
3
Ver su artículo “Neruda posmoderno” en A yoría de las cosas mejores no es cultural.
contracorriente, Vol. 6, No. 1 (Fall 2008): Honestamente creo que en materia de crea-
1-14 (www.ncsu.edu/acontracorriente) y ción literaria y de pensamiento reflexivo,
el apéndice a su Neruda. La biografía vivimos tiempos de oscuridad. Pero vol-
literaria. La formación de un poeta vamos a nuestro libro.
(1904-1932) (Santiago: Seix Barral, Varias líneas unitarias lo recorren. La
2006), 545-554. más visible es que los diez personajes per-
tenecen al sector progresista de la historia
chilena, eso que alguna vez se llamó la iz-
quierda. Como todos sabemos, Neruda y
Volodia Teitelboim pertenecieron al Parti-
do Comunista. Pero también los que no
luis alberto tuvieron filiación política formal aparecen
mansilla invariablemente en relación con ideas o
acciones de tendencia igualitaria, libertaria,
Luis Alberto Mansilla, Gente del siglo XX, y opuesta a toda tiranía. Incluso un autor
Santiago, LOM, 2010. como Juvencio Valle, que dijo expresamen-
te «Creo que en mi poesía no hay doctri-
nas políticas», no quiso sustraer su perso-
Me llevé una sorpresa leyendo el libro que na a la riesgosa acción de varios intelec-
presentamos. No ignoraba parte de la tra- tuales (entre ellos Inés Moreno y Francis-
yectoria del autor y su merecida reputación co Coloane) y en 1978 participó en la pri-
de gran periodista, pero no esperaba que esta mera huelga de hambre en defensa de las
selección de artículos, prólogos y entrevis- víctimas de la dictadura al interior de una
tas que ofrece la edición de LOM como iglesia, a sus 78 años, y luego comentó que
«crónicas culturales» me resultara tan rica le había extrañado no sentir hambre y que
en sentidos y significaciones como me re- le «pareció que no era tan terrible ser hé-
sultó. No he encontrado con frecuencia una roe». Puede agregarse también destaca-
selección de textos tan sugerente y a tantos damente a Olga Poblete y su participación
niveles como el libro de Luis Alberto. invariable en campañas contrarias a toda
El libro consiste en diez trabajos sobre discriminación, a cualquier tiranía, fuera
otros tantos personajes de la cultura nacio- en España o en Chile, lo que le valió ser
nal en el siglo XX. Varias cosas me resul- acusada de compañera de ruta de los co-
taron gustosas en las diez «crónicas». Pero munistas. De todos los personajes del li-
quiero empezar por algunos componentes bro pueden darse argumentos para agregar-
que las unen. La unidad del conjunto la los a la lista. Pero destaquemos aún otro
siente, creo, todo lector, pero un poco es- ejemplo. Por lo inesperado, el de Vicente
quiva al querer ponerla en palabras. No es Huidobro. En una entrevista a su hijo
temática, por cierto, porque las figuras cul- Vladimir, le preguntó Mansilla «¿Era un
turales que se estudian son muy diferentes hombre de izquierda?» Y la respuesta fue
y naturalmente están tratadas con concep- «Indudablemente. Nunca simpatizó con la
tos que solo les convienen a cada uno. Tam- derecha», y agregó que su oposición al
poco es unidad formal (dos son entrevis- nazismo fue tan decidida que terminó
tas y dos son prólogos). Leyendo con cui- enrolado voluntariamente en el ejército
dado se ve que las une un conjunto cohe- norteamericano, donde llegó a capitán y

NERUDIANA – nº 9 – 2010 37

nerudiana9 imprenta.P65 37 25/10/10, 15:02


entró en el bunker de Hitler después de su muy citado distinguió entre gozo y placer. aspecto de la modernidad (espero
suicidio. Detengamos aquí la enumeración Creo que dos ejemplos representarán bien fervientemente que otros no vuelvan nunca)
que, repito, comprende a los diez persona- lo que quiero decir. Gozo es algo así como y libros como el de Luis Alberto Mansilla
jes, aunque con diferentes razones. la alegría que producen las cosquillas, que ayudan a mantener abierto el camino.♦
Otra línea unitiva recorre estas cróni- es muy fácil, muy breve, y muy aburridor.
cas. Los personajes y el autor tienen en Placer, en cambio, es lo que se siente mien- — Jorge Guzmán
mucho la modestia. Tal como presenta a tras se asciende un cerro durante horas y Universidad de Chile
Claudio Arrau, da la impresión de que com- culmina al alcanzar la cumbre; implica es-
batió toda su vida la vanidad y que le des- fuerzo, constancia, preparación y nunca
agradaba encontrarla en cualquier artista; hastía. El que alguna vez subió una mon-
parece haber sido un principio suyo que taña queda para siempre con deseos de re-
«Cuanto menor es la vanidad, mayor es la petir la experiencia.
facultad creadora». Otro ejemplo de retrai- El beneficio cultural, creo yo, da pla-
miento y falta de egocentrismo es Juvencio cer, no gozo. Por eso aparece afectivamente
Valle, poeta silencioso que llevaba el des- desprestigiado en esta época del «tú te lo
interés por su propio yo al punto de decla- mereces». Y por eso es tan refrescante en-
rar «no me he preguntado si soy surrealista, contrar un libro como éste, sostenido por
realista, expresionista o dadaísta»; simple- un largo esfuerzo de información y forma-
mente escribía como cantan los pájaros, ción. Son textos amenos, sencillos y lle-
como una celebración. De José Santos nos de datos interesantes, pero tienen como
González Vera recuerda muchas cosas que cimiento la estructura de una larga y
muestran la extrema modestia del excelente esforzada formación. De ahí proviene que
narrador. Un ejemplo: cuando le anuncia- un autor profundamente izquierdista como
ron por teléfono que había recibido el Pre- es Mansilla, pueda decir tranquilamente
mio Nacional de Literatura, creyó que era que a su juicio, Fulgor y muerte de Joa-
una broma; otro, incluía en la edición de quín Murieta de Neruda «no se salvaba ni
sus libros los juicios despreciativos de otros con el talento de Orthous ni con la música
escritores; y uno más: escribía sobre sí de Ortega». Y a que sin temor a ser lla-
mismo en tercera persona, sin duda para mado elitista dijera de Claudio Arrau en
evitar la palabra «yo». 1988 que era «tal vez el último gran
Pero aún hay otro componente que para monstruo vivo de una brillante generación
mí es lo más valioso de todo el libro y le ya desaparecida». El refinamiento musi-
da cabal cohesión: el respeto verdadero que cal que muestra en ese mismo texto debe greg
le da a la cultura en general y a la música y haber requerido dedicación seria y larga. dawes
la literatura en especial. Reproduce con seguridad y seriedad los
Al terminar el libro, se lo cierra con la juicios de Arrau sobre Chopin, Beethoven Greg Dawes, Poetas ante la moder-
convicción de haber leído a un autor de o Schubert, obviamente con pleno conoci- nidad: las ideas estéticas y políticas
gusto muy refinado, información extensa miento de lo que dice. de Vallejo, Huidobro, Neruda y Paz.
y cultura sólida. Soy de los que lamentan En cuanto a juicios literarios, el lector Madrid, Editorial Fundamentos,
profundamente el rechazo general que hoy puede concordar o no con los del autor, pero 2010.
soporta la excelencia y que no hay para qué no puede dudar nunca de que están sólida-
especificar, porque nadie ignora el despla- mente fundados en un gusto formado por Los estudios críticos sobre la poesía lati-
zamiento de la calidad artística por la fa- muchos años de esfuerzo placentero. noamericana se han caracterizado por el
rándula. Yo creo que ese rechazo está aso- Leer Gente del siglo XX es un ejercicio enfoque en el aspecto estrictamente textual,
ciado con la entronización del «tú te lo esperanzador. Repone frente a los lectores es decir, literario. Entre estos estudios,
mereces» con que la propaganda comer- un mundo cultural que a mi juicio no ha cabe mencionar: Política de la teoría del
cial, a modelo de los EE.UU., incita al pú- desaparecido, solo está adormecido, pero si- lenguaje y la poesía en América Latina en
blico a consumir. Mediante los medios se gue dando señas de su vigencia. Lo mantie- el siglo XX (Diógenes Céspedes); Direc-
le enseña a todo el mundo a tener el gozo nen los esfuerzos de muchos jóvenes y no ciones del vanguardismo hispanoamerica-
como finalidad central de la existencia. Y tan jóvenes que buscan y encuentran otras no: estudios sobre poesía de vanguardia
esto me parece grave, porque decae seria- vías de satisfacción difícil y mucho más pla- en la década del veinte: documentos (Glo-
mente la calidad de la vida, y afecta en es- centera que las cosquillas del consumo. Per- ria Videla de Rivero); Fundadores de la
pecial a los jóvenes. Algún autor francés sonalmente estoy seguro de que volverá ese nueva poesía latinoamericana: Vallejo,

38 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 38 25/10/10, 15:02


Huidobro, Borges, Girondo, Neruda, Paz, mo, modernidad y modernización, el libro creativo individual. Según Dawes, «des-
Lezama Lima (Saúl Yurkievich); Poesía se compone de cuatro capítulos: 1. “Más pués de la desilusión con el socialismo y
hispanoamericana del siglo XX: Darío, allá de la vanguardia: La dialéctica y la teo- la revolución, quedan los neovanguardistas
Vallejo, Huidobro, Neruda, Paz, Parra, ría estética de César Vallejo”; 2. y neorrománticos»; más aún: «desplazada
Gelman (Raúl H. Silva-Cáceres); Poesía “Huidobro: Entre el esteticismo vanguar- la revolución socialista, queda la revolu-
hispanoamericana de vanguardia: pro- dista y la izquierda”; 3. “La superación de ción en la poesía misma».
cedimientos de interpretación textual la estética vanguardista y del anarquismo Por otro lado, aunque el libro puede
(Raúl Bueno) y el texto clásico: La más- en Pablo Neruda”; y 4. “Paz. Del sendero leerse como una especie de tetralogía crí-
cara, la transparencia (Guillermo Sucre). de los solidarios al sendero de los solita- tica, el lector notará que existe una herme-
No obstante esto, se ha dejado a un lado el rios”. En el capítulo 1, Dawes sostiene que néutica paralela: una es aplicada a los ca-
estudio de la influencia de los contextos la aceptación del marxismo por parte de pítulos de Huidobro y Paz, pues ambos se
ideológicos, económicos, sociales y polí- Vallejo se debe al «descubrimiento del «desilusionan» con el comunismo, y otra
ticos en la elaboración de las estéticas par- método dialéctico que le permite hacer una a los capítulos de Vallejo y Neruda, ya que
ticulares de los poetas, así como el de la crítica a la espontaneidad y al individua- ambos asumen el marxismo de manera
periodización de su poesía. lismo de la vanguardia y le sirve luego para permanente en su cosmovisión.
En este sentido, y sin descuidar el as- desarrollar un método poético más afín al Asimismo, el lector apreciará que con-
pecto literario, el reciente estudio de Greg marxismo»; en el capítulo 2, descubre con- ceptos y tendencias literarias, a veces no
Dawes, Poetas ante la modernidad: Las tradicciones en la postura política y la pos- muy bien definidos ni descifrados por los
ideas estéticas y políticas de Vallejo, tura estética de Huidobro, y destaca que críticos, sean explicados y analizados de
Huidobro, Neruda y Paz (Madrid, Funda- las ideas estéticas de Huidobro prevalecie- una manera clara y erudita en este impor-
mentos, 2010) presenta al lector un análisis ron sobre su izquierdismo, esencialmente tante estudio. Las ideas fundamentales de
crítico de los itinerarios estéticos de los poe- expresado por su acercamiento inicial al Poetas ante la modernidad, que viene sus-
tas indicados, en relación a los contextos comunismo. Así, se observa que la obra de tentado con un robusto aparato bibliográ-
históricos y sociales donde estas poéticas Huidobro supera el modernismo, transita fico, quedan una vez más revisadas en un
emergen, explorando, a su vez, su visión por el vanguardismo (cuya consecuencia refrescante epílogo.♦
política y diferentes aspectos culturales de directa es el florecimiento del crea-
Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. cionismo); de esta manera, su compromi- — Héctor Jaimes
De entrada, el libro plantea que el so político se ve cercado por el mismo North Carolina State University
vanguardismo artístico tiene su raíz en la vanguardismo, que no supera del todo, y
ideología anarquista; pero, al representar que al final lo hace asumir una postura
la «derrota histórica» de las aspiraciones política conservadora o por lo menos no
del pensamiento libertario, el anarquismo tan radical como al comienzo.
pasa a ser un proyecto artístico sin ningu- En el capítulo 3, el más largo de todos,
na incidencia en el ámbito político. Esto hace un recorrido detallado por las dife-
es: el vanguardismo artístico «viene a ser rentes etapas de Neruda, las cuales se des-
la articulación de una política cultural que criben y analizan con gran detalle. Aquí
carece de organización y planteamientos se demuestra que el itinerario político de
políticos a partir de 1917»; más aún, dice Neruda procede de una dialéctica en rela-
Dawes: «el vanguardismo es una espontá- ción a su obra literaria, que a su vez refleja
nea respuesta posterior y más intensa al el proceso de las vivencias del poeta; es de-
tipo de modernización periférica depen- cir, se trata de un proceso evolutivo más que
diente del sistema mundial, una formula- un salto espontáneo. Además, se destaca que
ción de propuestas artísticas y políticas ante el compromiso político que asume Neruda
el modernismo anglosajón y el liberalis- diluye cualquier posibilidad de que el poeta
mo en los países imperialistas» (p. 18). Así, chileno busque crear una estética «indepen-
el libro hace una exploración de las vincu- diente» y sin raigambre social.
laciones intermitentes de los poetas con el Finalmente, en el capítulo 4, Dawes
anarquismo y el vanguardismo, para ex- explica que el profundo «desencanto» que
plorar de qué manera evolucionan sus pos- tuvo Paz con el marxismo repercutió di-
turas estéticas y políticas. rectamente en su visión política y estética;
Precedido por una introducción donde en el caso de la política, Paz queda atrapa-
se esgrime la estructura teórica del libro do por el liberalismo, en el caso de la esté-
con respecto a los conceptos de modernis- tica, su obra se repliega en el espíritu

NERUDIANA – nº 9 – 2010 39

nerudiana9 imprenta.P65 39 25/10/10, 15:02


Oda entre sangre y vino a Pablo Neruda [1935]
de MIGUEL HERNÁNDEZ

Para cantar ¡qué rama terminante, De corazón cargado, no de espaldas,


qué espeso aparte de escogida selva, con una comitiva de sonrisas
qué nido de botellas, pez y mimbres, llegas entre apariencias de océano
con qué visibles ecos, la taberna! que ha perdido sus olas y sus peces
a fuerza de entregarlos a la red y a la playa.
Hay un rumor de fuente vigorosa
que yo me sé, que tú, sin un secreto, Con la boca cubierta de raíces
con espumas creadas por los vasos que se adhieren al beso como ciempeses fieros,
y el ansia de brotar y prodigarse. pasas ante paredes que chorrean
En este aquí más íntimo que un alma, capas de cardenales y arzobispos,
más cárdeno que un beso del invierno, y mieras, arropías, humedades
con vocación de púrpura y sagrario, que solicitan tu asistencia de árbol
en este aquí te cito y te congrego, para darte el valor de la dulzura. [...]
de este aquí deleitoso te rodeo.
(ESTROFAS INICIALES)

Dedico este libro a Pablo Neruda [1938]

Pablo: Te oigo, te recuerdo en esa tierra tuya, luchando con tu voz frente a los aluviones que arrebatan la vaca
y la niña para proyectarlas en tu pecho. Oigo tus pasos hechos a cruzar la noche, que vuelven a sonar sobre las losas
de Madrid, junto a Federico, a Vicente [Aleixandre], a Delia, a mí mismo. Y recuerdo a nuestro alrededor aquellas
madrugadas, cuando amanecíamos dentro del azul de un topacio de carne universal, en el umbral de la taberna
confuso de llanto y escarcha, como viudos y heridos de la luna.
Pablo: Un rosal sombrío viene y se cierne sobre mí, sobre una cuna familiar que se desfonda poco a poco,
hasta entreverse dentro de ella, además de un niño de sufrimiento, el fondo de la tierra. Ahora recuerdo y
comprendo más tu combatida casa, y me pregunto: ¿qué tenía que ver con el consulado cuando era cónsul
Pablo?
Tú preguntas por el corazón, y yo también. Mira cuántas bocas cenicientas de rencor, hambre, muerte, pálidas
de no cantar, no reír: resecas de no entregarse al beso profundo. Pero mira el pueblo que sonríe con una florida
tristeza, augurando el porvenir de la alegre sustancia. Él nos responderá. Y las tabernas, hoy tenebrosas como
funerarias, irradiarán el resplandor más penetrante del vino y la poesía.

— Esta dedicatoria a El hombre acecha [1938] fue escrita con recuerdos de Madrid 1935
y con el actual dolor por la enfermedad de Manuel Ramón, el primer hijo de Miguel,
que víctima de una infección intestinal por las dificultades de alimentación durante la guerra civil,
morirá el 19.10.1938. El texto alude al similar dolor de Pablo por la enfermedad de Malva Marina.

40 NERUDIANA – nº 9 – 2010

nerudiana9 imprenta.P65 40 25/10/10, 15:02

You might also like