Dermatologia y Literatura.
Minificciones.
“Cuando el verbo tenso su cuerda”. Sergio Pravaz: Algunos poetas latinoamericanos.
TRISTEZA EN EL CIELO
demasiado solemne?
MINIFICCIONES EN PROSA
UMBERTO SENEGAL
La Gran Muralla
Durante los primeros meses, llegaba gente de todos los pueblos y ciudades a mirar a
Wang Kuo-‐Wei. Wang era apuesto, joven y poeta. Wang no fue fiel a su primer amor y por
culpa suya la frágil Tzu-‐yeh puso fin a sus días, dejándole a Kuo-‐Wei una nota: “Si la vida
debe terminar, entonces déjala terminar”. Con el paso de los años, a nadie le preocupó
ese anciano escribiendo en cada uno de los ladrillos de la Gran Muralla China: “Perdón,
Tzu-‐yeh”.
GUILLERMO BUSTAMENTE ZAMUDIO
Sheherezade, Reina
La habilidad narrativa había salvado a Sheherezada de la costumbre capital del Califa.
Ahora era reina. Su erotismo, presente ya en sus relatos, colmaba al Califa. Pero ella, que
había contado mil y una veces las peripecias de las infidelidades, buscaba en las largas
noches de palacio, insinuando su cuerpo lascivo, al sirviente que habría de satisfacerla
secretamente. Cada vez, tras la batalla amorosa, pedía a su compañero que le narrara una
historia entretenida. Siempre le causaba gracia no encontrar alguno que tuviera su don
narrativo. Siempre, inexplicablemente se enfurecía y cortaba la cabeza de su amante.