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La ley Aquilia: del tribuno Aquilius. Los delitos perseguidos presentaban los
siguientes caracteres:
a) el delito debía ser el deterioro o destrucción de una cosa corporal, y
causado por la acción del cuerpo. Ej.: era delito matar un esclavo con la
mano, y no dejarlo morir en un cuarto aislado de hambre.
b) el daño debía ser causado sin derecho. Con dolo y con culpa también,
aunque haya sido sin intención de dañar. Con derecho, legitima defensa
por ejemplo, la persona no podía ser perseguida.
c) era necesario que el daño proviniese de un hecho de un hombre. Para
que existiese delito era necesario un acto, un hecho por el cual una
persona se hubiese ligado e inmiscuido en la esfera de otra. Ej.: era
culpable el médico que luego de operar dejaba morir al paciente, pero no
aquel que veía un incendio, en el que no había intervenido, y dejaba que
se queme todo sin hacer nada.
Los delitos privados del “ius civile”: delitos castigados por multa o pena doble
en la “ley de las doce tablas”:
a) mutilación de árboles.
b) hacer pastar ganado fuera del tiempo de las cosechas en terreno ajeno.
c) daños causados por animales.
Sin embrago, los principales delitos del “ius civile” eran:
a) la injuria: acto cometido sin derecho, ej: ataques a la persona física, al
honor, y al libre ejercicio de los derechos de la persona.
b) el robo: gran importancia en la evolución de este delito gracias a las
reformas pretorianas.
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c) el daño causado injustamente.
d) la rapiña.
e) delitos pretorianos: eran sancionados por el pretor, ej: violencia y el dolo
(hoy serían los vicios de la voluntad).
Los cuasidelitos: además de los hechos ilícitos, había otros hechos que el
pretor reprimía. Sancionaba a personas que habían cometido un acto culposo o
doloso, y quedaban obligados del mismo modo que si la obligación hubiese
nacido de un delito. El pretor sancionaba con pena o multa. Vemos algunos de
los cuasidelitos que figuraban en las “institutas de Justiniano”:
a) “cuando el juez dicta una sentencia inicua o tachada de ilegalidad, sea
por culpa o por dolo, vuelve el proceso contra el. Queda obligado a
reparar el daño causado”.
b) “si objetos sólidos o líquidos son arrojados desde un edificio a un lugar
donde el público tiene el hábito de pasar y se causa un daño, el autor
puede caer bajo la aplicación de la Ley Aquilia”.
c) “Si han sido colocados o suspendido objetos en un edificio sobre un
pasaje público y amenazan causar un daño por su caída, el habitante de
la casa es también responsable y obligado al pago de una multa. La
acción es popular”.
d) “Si los pasajeros de un buque o los que se hospedan en un hotel sufren
pérdidas o daños en sus efectos, ocasionados por la tripulación o los
dependientes, responden los patrones de buques y hoteleros.
Capítulo 3.
La cuestión en Francia:
El antiguo derecho: no existía, ni en las leyes bárbaras, ni en la antigua Roma,
un principio general de la responsabilidad civil. El sistema que operó durante
mucho tiempo fue el de la composición legalmente obligatoria. Recién en el siglo
12, en Francia, se diferenció el delito civil del delito penal. Allí se separó la
reparación de la pena.
Principio de Domat: “compromiso general de no causar mal a nadie, que aquellos
que ocasionan algún daño, sea por haber contravenido algún deber o por haber
faltado al mismo, están obligados a reparar el daño que han hecho”.
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La generalidad de los autores franceses previos al código napoleónico,
distinguían tres clases de culpa:
a) culpa dolosa (dolo).
b) culpa lata (culpa grave, similar al dolo).
c) culpa leve y culpa levísima.
Capítulo 4
La cuestión en el derecho argentino:
Síntesis de evolución: cuando Vélez redactó el C.C. Argentino, se sostenía la
tesis de la culpa como único fundamento de la responsabilidad civil. La
responsabilidad extracontractual halla su eje en el art. 1109 (Art. 1109.- “Todo el
que ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona un daño a otro, está
obligado a la reparación del perjuicio. Esta obligación es regida por las mismas
disposiciones relativas a los delitos del derecho civil”). Solo la culpa justifica la
responsabilidad. Para el caso de la responsabilidad del principal por los hechos
de los dependientes, la culpa se presume “iure et de iure”, por lo que la víctima
no debe probar nada, se presume la culpa del principal. También hay culpa
presumida al guardián de la cosa inanimada o de animales. Para liberarse, el
dueño debe probar la culpa de la víctima, de un tercero del cual no responde, o
caso fortuito o fuerza mayor.
La teoría del riesgo creado no tuvo adhesión por estas tierras. La jurisprudencia
Argentina tampoco acogió a la teoría objetiva. Se adoptaron criterios casi
unánimes que daban satisfacción a la mayoría de los casos, como por ejemplo en
los accidentes de transporte, no importa que el conductor pruebe o no su falta de
culpa y se libere, solo dejará de ser responsable si prueba la culpa de la víctima,
de un tercero por el cual es no responde o el caso fortuito o la fuerza mayor.
Probada la responsabilidad del conductor, inmediatamente comienzan a
funcionar los mecanismos de responsabilidad indirecta del principal.
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En algunos casos se adoptó la responsabilidad objetiva, como por ejemplo en el
caso de accidentes nucleares, aviniendo a la Convención de Viena sobre
Accidentes Nucleares. Solo podrá liberarse parcial o totalmente si
prueba la culpa por negligencia grave o acción u omisión dolosa de la víctima.
Finalmente, la teoría objetiva ganó terreno en los art. 1874 del Código de
Comercio, en el art. 1113 del reformado Código Civil (responsabilidad objetiva por
el riesgo creado en los daños causados por el riesgo o vicio de las cosas) y en el
art. 907 del CC. (responsabilidad objetiva por los daños que causen las personas
sin discernimiento, con fundamento en razones de equidad).
Opción entre ambos sistemas: pueden las partes invocar, cuando así les
conviene, el régimen de responsabilidad que deriva de la culpa aquiliana? no se
pueden invocar ambos sistemas, y acumular ambas responsabilidades. Sería
recibir doble indemnización. Nuestro código admite la compatibilidad de ambos
sistemas decidiéndose por una opción limitada o restringida, en los términos del
art. 1107 referido a los hechos ilícitos. Existe la vía de “opción” (aceptada) y la de
“cúmulo”, no aceptada en nuestra doctrina. Cuando el incumplimiento contractual
configura un delito del derecho criminal, nace la opción para el acreedor, quién
podrá optar su acción resarcitoria en el sistema contractual o extracontractual,
conforme le convenga. De esto se desprende que el art. 1107 exige la doble
configuración, civil y penal, para los casos de incumplimiento doloso o culposo,
para la opción.
Todo esquema de responsabilidad civil se integra con los siguientes elementos
esenciales: antijuricidad, daño, relación de causalidad entre el hecho antijurídico
y su consecuencia dañosa y un factor atributivo de responsabilidad que le sirve
de justificación ético-jurídica, ya sea subjetivo u objetivo.
La responsabilidad civil desde una óptica moderna no pone el acento sobre el
autor para castigarlo por haber concurrido en culpa, sino en la victima para
repararle el daño que injustamente ha sufrido.
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a) Culpa “in contrahendo”: (Ihering) consiste en la violación de la obligación
de diligencia que las partes deben observar no solo en el cumplimiento
del contrato, sino también en el transcurso de las relaciones anteriores al
mismo. Por ello la responsabilidad, para esta doctrina, es contractual. Se
violó el deber de diligencia que debe regir tanto en el contrato como en el
período previo de formación del mismo. Teoría del interés negativo: debe
resarcirse “el interés negativo o de confianza”, consistente en el daño
sufrido por haber confiado en la validez del negocio, y que no hubiera
sufrido de otro modo. Debe restablecerse el patrimonio a los mismos
términos que si no se hubieran iniciado las negociaciones. Comprenderá
el daño emergente (perjuicio que no hubiere sufrido y que provocó
empobrecimiento), y el lucro cesante (ganancia frustrada).
b) Responsabilidad precontractual: (Fagella) divide al período previo de
negociaciones en dos etapas: 1) antes de la oferta y 2) desde la oferta
hasta la firma del contrato. La primer etapa, a su vez, tiene dos períodos:
1) negociaciones preliminares, y 2) la concreción de la oferta. Ninguna de
estas etapas se diferencian en lo concerniente a la responsabilidad. Las
partes conservan en todo momento el derecho de separarse de las
negociaciones, sin consecuencias jurídicas. El tema esta en la ruptura
intempestiva, imprevistas, injustificada de una de ellas, lo que si dará
lugar a consecuencias jurídicas. Puede no ha-ber culpa o dolo, basta con
que haya una separación arbitraria e intempestiva. Se debe resarcir por
da-ño emergente solamente (gastos realizados). A esta doctrina adhieren
Salleilles, Demolombe y Planiol.
Art. 1109: “Todo el que ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia
ocasiona un daño a otro, está obligado a la reparación del perjuicio. Esta
obligación es regida por las mismas disposiciones relativas a los delitos
del derecho civil.
(Párrafo agregado por Ley 17.711) Cuando por efecto de la solidaridad derivada
del hecho uno de los coautores hubiere indemnizado una parte mayor que la que
le corresponde, podrá ejercer la acción de reintegro”.
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El cumplimiento en la responsabilidad contractual están regulados
normativamente el modo, tiempo y lugar en que se deberá cumplir con la
prestación, independientemente de la imputabilidad del deudor, que supone
haber actuado con culpa o dolo.
El tiempo es importantísimo, ya que determina cuando debe cumplirse, y da
origen al tema de los D y P.
Art.1050: “La nulidad pronunciada por los jueces vuelve las cosas al mismo o igual estado
en que se hallaban antes del acto anulado”.
Incumplimiento relativo: MORA: “se entiende por mora del deudor al retardo en
el cumplimiento de la obligación”.
Da origen a los daños moratorios. Es un retardo relativo, ya que si bien no se ha
cumplido en término, aún puede cumplirse.
Elementos:
a) retardo, o sea, el incumplimiento material en relación al tiempo en que la
obligación debió cumplirse. La realización aún es posible.
b) imputable al deudor por su culpa o dolo.
c) que el acreedor haya sufrido un daño.
d) relación de causalidad entre el incumplimiento y el daño.
e) finalmente, el deudor debe ser constituido en mora por el acreedor.
Puede ser por interpelación (“ex persona”) o por el mero transcurso del
tiempo (“ex re”).
Nuestro código: Vélez optó por la mora “ex persona”, como lo decía en el art. 509
anteros a la reforma. No era de carácter absoluto, ya que había casos, como las
obligaciones de plazo esencial, que la mora era “ex re”.
Mora legal: la mora se constituye en “ex re” por disposición de la ley. Ej:
a) promesa de dote.
b) restitución de bienes dotales.
c) el socio que no aporto lo prometido a la sociedad, debe automáticamente
los intereses de ella, desde el día en que debió haberlos aportado.
d) cuando la fuente de la obligación sea un acto ilícito.
e) cuando la obligación resulte a la posesión de mala fe o de un delito.
Principio: mora “ex re”: plazo expresamente convenido. Difiere de otros códigos,
donde las excepciones supe-ran al principio. Entonces en nuestro código se
invirtió la técnica para consagrar el mismo principio, determi-nando uno general
según el cual la mora es automática.
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Excepción: mora “ex persona”: son casos excepcionales a la mora ex re, y son
los siguientes:
a) interpelación convencional: (art. 1197 del CC.) las partes convienen que
para quedar constituido en mora se debe interpelar.
b) existencia de un plazo tácito: (art. 509 2º parte del CC) “si el plazo no
estuviere expresamente convenido, pero resultare tácitamente de la
naturaleza y circunstancias de la obligación, el acreedor deberá interpelar
al deudor para constituirlo en mora”. Ya no alude a un “plazo esencial”, lo
cual sería otra categoría.
c) Obligaciones puras y simples: “exentas de toda modalidad, y son
exigibles desde su misma constitución, en la oportunidad mas próxima
que su índole consienta” (Llambías). Para ello el acreedor debe informar
al deudor su deseo de cobrar, dándole un plazo razonable al tiempo de
querer ejecutar la obligación, obrando así de buena fe.
d) existencia de plazo indeterminado: (509) “si no hubiere plazo, el juez, a
pedido de parte, lo fijará en procedimiento sumario, a menos que el
acreedor opte por acumular las acciones de fijación de plazo y
cumplimiento, en cuyo caso el deudor quedará constituido en mora en la
fecha indicada por la sentencia para el cumplimiento de la obligación”.
e) plazo expreso en obligaciones recíprocas con pacto comisorio tácito: se
debe interpelar al deudor, acordándole un plazo no menor a 15 días para
que cumpla la obligación.
f) Plazo incierto: el plazo incierto es un plazo cierto a la fecha del
acaecimiento del hecho fatal. Se rigen por el mismo método de la mora
“ex re”.
Inimputabilidad de la inejecución:
a) Caso fortuito o fuerza mayor. Remisión: interrumpen el nexo causal, y
ubica la causa del daño fuera de la órbita de actuación del deudor. Se
extingue el vínculo obligacional y el deudor no es responsable de los daños
sufridos por el acreedor.
b) Imprevisión: (1198 reformado) “facultad atribuida al deudor, para demandar
la extinción de la obligación y su consiguiente liberación sin responsabilidad”.
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Aquí no se interrumpe el nexo causal, no se extingue la obligación. Lo que
sucede es que la obligación se torna de cumplimiento imposible, salvo que el
deudor mejore la oferta de las condiciones.
1) Orígenes y desenvolvimiento de la teoría: Su origen esta en el
derecho canónico romano, por la usura. “Pacta sunt servanda”, siempre
que “rebus sic stantibus”, era la regla y excepción. Es muy aplicada en
condiciones de inestabilidad económicas donde las convenciones de los
contratos varían rápidamente por los desajustes monetarios.
2) Fundamentos jurídicos: son varis las teorías para fundamentar, a
saber:
A. Presuposición: (Winscheid) “Debe considerarse no solamente
lo que las partes plasman en el contrato, sino también aquello que
presuponen y forma el sustrato del mismo. Sin esa base que crea al
clima de la negociación se desintegra la voluntad contractual, y la
obligación pierde su causa”.
B. Base del negocio: (Oertmann) “El negocio jurídico constituye la
condición implícita del acto jurídico, que resultaría sustancialmente
modificada al cambiar las bases sobre las que se contrató”.
C. Equilibrio de las prestaciones: (Giorgi) “Razones de equidad y de
justicia retributiva exigen que la ley obligue al magistrado restablecer
el equilibrio legal, suprimiendo toda desigualdad entre las partes”.
D. Abuso de derecho: (Ripert) “En el hecho imprevisto, el acreedor, al
intentar exigir el cumplimiento de la obligación, comete una suprema
injusticia, haciendo uso abusivo de sus derechos, lo cual puede
hasta configurar el enriquecimiento ilícito”.
E. Buena fe: “Pretender imponer a una de las partes la ejecución
de una obligación donde han variado sustancialmente las
condiciones originales es contrario a la buena fe que debe regir la
convención de los contratos”.
3) Régimen legal:
A. el hecho debe reunir las características del caso fortuito o fuerza
mayor, salvo en lo que respecta al vínculo. Debe provocar excesiva
onerosidad en el cumplimiento de la prestación para la parte
perjudicada.
B. Ámbito de aplicación: esta doctrina tiene aplicación solo en los
contratos a los que se refiere expresamente la citada norma legal.
C. Requisitos de aplicabilidad: para que el deudor se halle obligado y
pueda imponer la imprevisibilidad no debe haber actuado con culpa o
incurrido en mora (1198 in fine).
D. Pacto de garantía: análogo al caso fortuito. El deudor puede
obligarse a cumplir aún en el caso de imprevisión.
E. Efectos: “Si la parte perjudicada pide la rescisión, la otra parte
puede oponer mejorar las condiciones del contrato”.
c) Rescisión:
1) la obligación se extingue sin responsabilidad para el deudor. La
imprevisión obra como causa de inimputabilidad.
2) solo puede ser pedida por la parte perjudicada.
3) el juez NO puede declararla de oficio.
d) Revisión:
a) la parte beneficiada puede ofrecer mejorar las condiciones del contrato.
Es su facultad.
b) si no se ponen de acuerdo entre las partes, el juez ajusta aplicando el
criterio de equidad.
Daño resarcible: daño patrimonial y/o daño moral. No solo la afectación del
patrimonio, sino también los sentimientos, el honor y todas las afecciones
legítimas.
Daño patrimonial: (1068) “Habrá daño siempre que se causare a otro algún
perjuicio susceptible de apreciación pecuniaria, o directamente en las cosas de
su dominio o posesión, o a sus derechos o facultades”.
Método del código: el código legisla sobre este tema en la parte “de las
obligaciones con cláusula penal”. Este método es criticado por la doctrina, ya que
debería estar, por su función resarcitoria, en la parte de los daños e intereses.
Finalidad práctica: originalmente en Roma tenía la finalidad práctica para el
acreedor de no tener que probar los perjuicios ni establecer su monto, ya que el
mismo estaba fijado desde el comienzo de la obligación a través de la CP. En la
actualidad, se mantiene esa finalidad práctica, y se agrega el beneficio para el
deudor, ya que limita su responsabilidad por D y P al monto estipulado.
Clasificación:
a) cláusula penal moratoria: la estipulada para el caso de retardo o mora.
Esta es acumulable con el pedido de cumplimiento de la obligación
b) cláusula penal compensatoria: la estipulada para el caso de
incumplimiento total de la obligación. Esta no puede ser reclamable junto
con el cumplimiento de la obligación, ya que la misma es de
incumplimiento definitivo. Actúa en lugar de la prestación principal, y
compensa el daño que genera la inejecución total y definitiva.
Caracteres:
a) accesoria: depende de una obligación principal, y solo se aplica ante el
incumplimiento de aquella. Si la obligación principal se anula o extingue lo mismo
ocurre con la CP. Hay excepciones:
4) obligación natural: puede ser puesta para asegurar el
cumplimiento de una obligación natural, no exigible judicialmente, pero si lo será
la obligación contenida en la CP.
5) Venta de cosa ajena: si la cosa vendida es ajena y el comprador
lo ignoraba, el contrato es nulo y el vendedor debe daños y perjuicios. Se anula la
obligación principal, pero subsiste la obligación contenida en la CP.
6) cosas inexistentes: lo mismo ocurre si en contrato se estipuló
como objeto una cosa inexistente. Subsiste la CP. pactada.
b) subsidiaria: tiene el mismo carácter subsidiario que se le ha reconocido a
la indemnización de D y P. Por ello no es acumulable a la prestación principal.
c) condicional: la obligación de la CP. está sometida a la condición
suspensiva de carácter negativo, de que la obligación principal no se cumpla por
el deudor. Es potestativa del deudor, ya que se activará solo con su
incumplimiento.
d) es de interpretación restrictiva: puesto que es un derecho excepcional
que le corresponde al acreedor, debe siempre interpretarse y aplicarse con
criterio restrictivo.
e) es inmutable: su monto, en principio, no es susceptible de modificación o
ajuste. Se fija de antemano.
f) es definitiva: una vez que se hace exigible, tiene carácter definitivo, y no
puede el deudor negarse a pagarla.
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Con las obligaciones alternativas: CP: “A” se obliga a entregar un caballo a “B”.
De no cumplir se obliga a entregar $ 500. Alternativa: “A” se obliga entregarle a
“B” un caballo, o $ 500.
a) en la obligación con CP existen dos vínculos obligatorios en relación de
interdependencia. En la obligación alternativa existe un solo vínculo con
diversas prestaciones.
b) en las prestaciones de la obligación con CP. hay una relación de
subordinación entre ambas. En la obligación alternativa, las prestaciones
están a un mismo rango.
c) por la misma razón, en la obligación con CP. se producen los efectos
propios de accesoriedad en cuanto a la nulidad y extinción de la
obligación principal. En la obligación alternativa, el vicio que afecta a una
de las prestaciones o la pérdida de cualquiera de ellas, por caso fortuito o
fuerza mayor, no afecta la obligación, la cual subsiste con respecto a las
demás prestaciones.
d) en la obligación con cláusula penal, el deudor no puede eximirse de la
obligación pagando la pena. En la obligación alternativa tiene la elección
el deudor entre una u otra prestación, para extinguir la obligación
cumpliendo una sola.
Con las obligaciones facultativas: CP: “A” se obliga a entregar un caballo a “B”.
De no cumplir se obliga a entregar $ 500. Facultativa: “A” se obliga a entregar a
“B” un caballo, con la facultad de sustituir el caballo por $ 500.
a) en la obligación con CP. existen dos vínculos obligatorios en relación de
interdependencia, cada uno con su respectiva prestación. En la
obligación facultativa hay una sola obligación con una prestación debida y
otra en facultad de pago, aunque en relación de accesoriedad con
aquella.
b) en la obligación facultativa, el deudor puede sustituir el objeto del
pago. En la obligación con CP. no puede eximirse de de la obligación
principal pagando la pena.
Daño moral:
Concepto. Si la lesión se dirige a los bienes que forman el patrimonio, el daño es
material o patrimonial, si la lesión afecta la integridad corporal o la salud de las
personas, el daño es moral, porque los bienes atacados son inmateriales.
Definición. “lesión en los sentimientos que determina dolor o sufrimiento físicos,
inquietud espiritual o agravio a las afecciones legítimas, y en general toda clase
de padecimientos insusceptibles de apreciación pecuniaria”.
Otra: “alteración de la tranquilidad espiritual”.
Bien jurídico e interés legítimo: los bienes jurídicos son las cosas que
constituyen objeto de los derechos patrimoniales, así como los derechos mismos.
Son también bienes jurídicos los atributos o calidades de la persona humana
como sujeto de derecho. El objeto del daño en sentido jurídico no es otra cosa
que un interés humano jurídicamente tutelado.
Daño patrimonial y daño extrapatrimonial: el interés y el daño patrimonial es
aquel susceptible de apreciación pecuniaria. Si el daño recae en un bien jurídico,
cualquiera sea este, y repercute en el patrimonio
afectando un interés legítimo, es patrimonial.
Ahora, si el daño recae sobre un bien jurídico cualquiera y repercute en la
persona afectando interés jurídico no patrimonial, como el espíritu o los
sentimientos, el daño es extrapatrimonial o perjuicio moral. Clasificación:
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Un perjuicio material puede repercutir en la persona, en su moral, en su honra e
importar también un daño moral. Y un daño moral, como el devenido del
resultado de una lesión, puede acarrear un daño material en tratamientos,
pérdida de chance, etc.
Cuando el daño moral lo padece indirectamente otra persona distinta de la
victima, se denomina perjuicio de afección. En nuestra legislación no puede
invocarlo ningún tercero y no cualquier pariente de la victima, sino solamente los
herederos forzosos.
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“La relación causal es un elemento del acto ilícito, o del incumplimiento
contractual, que vincula el daño directamente con el hecho, e indirectamente con
el elemento de imputación subjetiva o de atribución objetiva”.
Hay varias teorías:
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e) Resarcimiento suplementario: los interese moratorios cumplen una
función indemnizatoria específica correspondiente al retardo en el
cumplimiento de obligaciones pecuniarias. En la cláusula penal moratoria
la suma que se adeuda es fija, en la moratoria se acrecienta a “prorrata
temporis”. Para el caso que el deudor incurra en dolo en la inejecución,
hay mayor extensión del resarcimiento. Otro caso sería el de la
indexación, ante la depreciación sufrida por aplicar el criterio nominalista,
y ante un cambio de las condiciones de la economía, el juez podría
revalorizar la deuda a u valor constante real.
f) Intereses represivos: al deudor moroso que incurre en mala fe procesal,
se le aplica un interés adicional al compensatorio, como función represiva
de su conducta.
Capítulo 11
Interrupción del nexo causal:
A) La causa ajena: “falta, o se interrumpe el nexo causal, todas las veces que el
daño es el resultado de una causa ajena”. Serían estos casos los de culpa de
la víctima, o de un tercero, como también el caso fortuito o la fuerza mayor
(acontecimiento no imputable a nadie: tempestad o guerra). Le incumbe al
demandado demostrarlo, para ser excusado por sus actos, los de sus
subordinados o de las cosas de que es dueño o guardián.
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B) Culpa de tercero: tercero es quien no tiene vinculo jurídico alguno de
subordinación ni con la victima ni con el presunto responsable. Si en el
proceso causal, sobreviene el hecho culposo de un tercero que determina
normalmente el daño que otro experimenta, ese hecho constituye una causa
ajena al presunto responsable demandado por la víctima”. La responsabilidad
se proyecta fuera de la órbita de demandado, o de la cosa riesgosa que le
pertenece o que esta bajo su guarda. Esto esta comprendido en el art. 1113
primer párrafo. Principio de responsabilidad objetiva por riesgo: para excusar
la responsabilidad del dueño o guardián de la cosa, es necesario comprobar
la culpa de la víctima, o de un tercero por quien no se debe responder. Que la
víctima sea menor de edad no constituye un eximente de responsabilidad
para la otra parte la prueba de la culpa de los padres por haberlo dejado salir
a la calle, ya que la culpa debe ser de la víctima.
C) Caso fortuito: falta de nexo causal por producirse un perjuicio no atribuible a la
culpa de nadie. Caso fortuito: lo que no ha podido preverse, o que previsto no
ha podido evitarse. Fuerza mayor: lo irresistible. Desde el punto de vista
jurídico no hay diferencia alguna.
1) Caracteres generales del caso fortuito:
a) Imprevisibilidad: imposible de prever.
b) Inevitabilidad: imposible de evitar, aplicando la atención,
cuidados y esfuerzos normales. El juzgamiento de la conducta
determinara la existencia de la culpa o del caso fortuito. Este rasgo
es el definitorio del “casus”.
c) Hecho ajeno: al presunto responsable, o exterior al vicio o riesgo de
la cosa (que el caso fortuito no ocurra por culpa del autor).
2) Caracteres particulares:
a) Hecho sobreviniente: la causa que determina la
imposibilidad de ejecutar la obligación debe sobrevenir después de
la creación de la misma.
b) Hecho actual: debe presentarse en el momento mismo
de cumplimiento de la obligación.
c) Obstáculo invencible: el deudor no debe poder vencer el
obstáculo.
Distintos casos:
a) Fuerzas naturales: se refiere a fenómenos naturales que salen del orden
común. Ej: Tsunami, Terremoto grave, etc.
b) Acto de autoridad pública: o “hecho del príncipe”. Disposición general (no
particular) realizada por las autoridades, y que afecta el cumplimiento de
la obligación previamente pactada.
c) Huelga: no es un hecho fortuito en si mismo, pero exime en ciertos casos.
El empleador no debe haber dado pie a la misma, y luego incumplir con
la obligación aduciéndola.
d) Guerra: o revolución o subversión interna. Debe demostrase que afecto al
cumplimiento, que no se sabia de la posibilidad al momento de contratar,
que no se haya desatado estando en mora.
e) Incendio: se refiere al incendio masivo, provocado por fuerzas extrañas y
no dentro del mismo ámbito de la propiedad del deudor (se tomaría como
imprevisión). Tampoco tiene que haber sido causado por el propio
obligado o sus dependientes.
f) Hechos de terceros: alguien extraño al vínculo obligacional, pero
interfiere en el normal cumplimiento de la obligación. Ej: ladrón que roba
el camión que lleva la mercadería objeto de la prestación.
g) Enfermedad: enfermedad inculpable, y en obligaciones de hacer por el
deudor exclusivamente.
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PUNTO 48. Capítulo 12.
FACTORES DE RESPONSABILIDAD
Probada la relación entre el daño y la persona o la cosa, sin prueba en contrario
de la falta del nexo causal, queda por demostrar el factor imputativo o atributivo,
sin el que no existirá responsabilidad.
Evolución histórica.
No basta el daño, para pedir reparación. Ese daño debe conjugarse con el factor
responsabilidad subjetiva u objetiva que la ley reputa idóneo para atribuirlo a una
determinada persona, que debe responder por el daño causado.
En tiempos de la venganza privada la imputabilidad era puramente material. La
víctima descargaba su furia o pasión contra el autor físico del daño, ojo por ojo,
diente por diente. Hasta en la Ley Aquilia el autor físico del daño debía pagar la
pena fuera de toda valoración de su conducta. Inocente o culpable, debía
responder. Los jurisconsultos introdujeron la distinción según que el autor hubiere
incurrido en culpa, sea por negligencia o imprudencia, pero a la mas leve culpa
se respondía. Así se llega al derecho francés, donde la culpa es el elemento
inexcusable de la responsabilidad. Con el maquinismo y la creciente cantidad de
accidentes, se llego a la conclusión que era mas justo indemnizar a la víctima que
castigar a un culpable. Nació en Francia la “teoría del riesgo creado”, lo que
introdujo la responsabilidad sin culpa.
Tratándose de daños causados por las cosas, se presume la culpa del guardián,
y por consiguiente inversión de la prueba éste solo puede excusar su
responsabilidad probando el caso fortuito, la culpa de la victima o un tercero.
Después de la reforma de 1968 por la ley 17.711, existen dos factores de
imputabilidad subjetiva: el dolo y la culpa, y cinco factores objetivos de atribución
legal de responsabilidad: el riesgo, la garantía, la equidad, el abuso del derecho y
el exceso de la normal tolerancia.
Factores Subjetivos Factores Objetivos
• Dolo • Riesgo (Punto 51).
• Culpa. • Garantía (Punto 53).
• Equidad (Punto 55).
• Abuso del derecho (Punto 55).
• Exceso de la normal tolerancia (Punto 55).
Imputabilidad.
Imputar es atribuir a una persona la autoridad un hecho y sus consecuencias.
Distinguimos así "imputabilidad" de "atribución".
Para que a una persona puedan imputársele los efectos dañosos de un acto
ilícito o el incumplimiento de una obligación contractual es necesario, que entre el
daño producido y el hecho obrado por la persona a quien se le atribuye
responsabilidad debe existir una relación de causalidad física o material.
No basta con establecer el nexo de causalidad, debe determinarse la existencia
de culpa o dolo, del autor del acto ilícito o deudor de la obligación incumplida.
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Si el hecho fue resultado de un comportamiento querido por el agente en
necesario previamente comprobar si gozaba de discernimiento al tiempo de
ejecutarlo, y si su voluntad no se hallaba viciada por el error, el dolo o la
violencia.
Art. 921.- Los actos serán reputados hechos sin discernimiento, si fueren actos lícitos
practicados por menores impúberes, o actos ilícitos por menores de diez años; como
también los actos de los dementes que no fuesen practicados en intervalos lúcidos, y los
practicados por los que, por cualquier accidente, están sin uso de razón.
Causas de Inimputabilidad.
A) Incumplimiento Contractual.
No es imputable el que no ha tenido capacidad para obligarse por el contrato de
cuya violación se trata. Desde los catorce a años existe discernimiento de la
persona pero es incapaz de obligarse, el acto que habría dado nacimiento a la
obligación no ejecutada esta viciado de nulidad.
Tampoco es imputable el deudor que siendo capaz de otorgar el acto que lo
obligo, cae posteriormente el estado de demencia y la obligación no se ejecuta
aunque no fuese interdicto. La falta de discernimiento en el deudor impide que se
le pueda imputar dolo o culpa en la inejecución.
CULPABILIDAD.
A) DOLO.
a) Acepciones. Como vicio de la voluntad.
Art. 931.- Acción dolosa para conseguir la ejecución de un acto, es toda aserción de lo que
es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se
emplee con ese fin.
Art. 933.- La omisión dolosa causa los mismos efectos que la acción dolosa, cuando el
acto no se hubiera realizado sin la reticencia u ocultación dolosa.
b) Dolo Contractual
Concepto. El deudor de una obligación contractual puede cometer dolo en la
inejecución de la misma. El dolo en el incumplimiento de la obligación queda
configurado por la deliberada intención de no cumplir pudiendo hacerlo. Es una
inejecución consciente, deliberada, cuando el deudor no está impedido de
cumplir.
Efectos. El artículo 506 señala los efectos, disponiendo: “El deudor, es
responsable al acreedor de los daños e intereses que a éste resultaren por dolo
suyo en el cumplimiento de la obligación”
Dispensa. El artículo 507 dispone que: “El dolo del deudor no podrá ser
dispensado al contraerse la obligación.” no existiría obligación alguna allí donde
queda librado a la sola voluntad del deudor cumplir o no la prestación nada
impide, en cambio, renunciar a los efectos del dolo ya producido.
Prueba. La prueba del dolo le corresponde al acreedor, quien puede tener interés
en demostrarlo en vista de la obtención de un mayor resarcimiento o para
reclamar una reparación integral a despecho de la cláusula penal pactada en el
contrato.
c) Dolo Delictual.
El dolo como elemento de imputabilidad del delito, consiste en la ejecución del
hecho "a sabiendas y con intención de dañar la persona o los derechos de otros".
Art. 1072. “El acto ilícito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar la
persona o los derechos de otro, se llama en este Código "delito".”
En el dolo la intención se dirige a la causación del daño, y donde el autor quiere
el acto y quiere también el resultado que aparece previsto en su conciencia. En la
culpa se quiere el acto pero el resultado no se ha previsto cuando era previsible o
no se ha evitado cuando era evitable, si se hubiese actuado en ambos casos con
la debida prudencia y diligencia.
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La doctrina distingue el dolo directo del dolo eventual. En el primer caso la acción
se dirige a causar el daño; en el segundo, la acción no se ejecuta para causar el
daño, pero el autor del hecho desdeña el daño que pueda causar.
El dolor agravar la responsabilidad del acto ilícito, extendiendo el daño resarcible
a las consecuencias causales previstas al ejecutarse el mismo y que hayan sido
tenidas en mira. Art. 905 “Las consecuencias puramente casuales no son
imputables al autor del hecho, sino cuando debieron resultar, según las miras que
tuvo al ejecutar el hecho.”
B) CULPA.
a) Concepto. El código civil la define en el Art. 512 “La culpa del deudor en el
cumplimiento de la obligación consiste en la omisión de aquellas diligencias que
exigiere la naturaleza de la obligación, y que correspondiesen a las
circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar”, refiriéndola al
incumplimiento de las obligaciones.
La culpa así definida se caracteriza por: 1) ausencia de intención maléfica, 2)
omisión de la conducta debida, positiva o negativa, para prever y evitar un daño a
otro.
La ausencia de intención maléfica separa la culpa del dolo y ubica el acto en un
ámbito responsabilidad más benigna que el dolo, ya se trate de un acto ilícito o
del incumplimiento de las obligaciones.
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(referida a ciertas culpas). En el segundo caso, tales cláusulas no serian
válidas.
2) Culpa Extracontractual. en cuanto a la culpa extracontractual no son, sin
duda, admisibles aquellas cláusulas que tienden a limitar la
responsabilidad derivada de un delito; ellas serían contrarias a la moral y
las buenas costumbres.
La cuestión no es tan clara cuando se trata de cuasidelitos. Primero, la
cuestión de la responsabilidad extracontractual se plantea generalmente
entre personas extrañas entre sí. Segundo, tales convenciones
conducirían a los individuos a apartarse de sus deberes generales de
prudencia y diligencia en la forma de conducirse en relación a los demás.
Hecho propio.
Cuando el daño es causado por el hecho propio el autor solo responde si el autor
ha obrado con dolo o culpa. Delito (intención de dañar) y cuasidelito (dañar por
negligencia o imprudencia).
1) Hurto: (1091) “Si el delito fuere de hurto, la cosa hurtada será restituida al
propietario con todos sus accesorios, y con indemnización de los deterioros
que tuviere, aunque sean causados por caso fortuito o fuerza mayor”.
Conforme al principio de reparación integral, corresponde pagar el valor de la
cosa si esta se hubiere destruido totalmente y fuere imposible su restitución.
No exime al responsable probar el CF o FM.
2) Usurpación de dinero: (1093) “Si el delito fuere de usurpación de dinero, el
delincuente pagará los intereses de plaza desde el día del delito”. Se deben
los intereses moratorios de pleno derecho desde el día del delito. Además se
debe el resarcimiento de todo perjuicio que se hubiere ocasionado a la
víctima.
3) Destrucción de cosa ajena: (1094) “Si el delito fuere de daño por destrucción
de la cosa ajena, la indemnización consistirá en el pago de la cosa destruida;
si la destrucción de la cosa fuere parcial, la indemnización consistirá en el
pago de la diferencia de su valor actual y el valor primitivo”.
Hecho ajeno.
También actúa la culpa como factor de imputación en la responsabilidad indirecta
de los padres, tutores, curadores, maestros artesanos y directores de colegios
respecto de los daños ocasionados por los hijos, pupilos, aprendices y alumnos.
Responsabilidad contractual:
a) Hecho propio: el deudor es responsable al acreedor de los daños e intereses
que a este resultaren por dolo suyo en el cumplimiento de la obligación
(506). También lo es cuando por culpa propia ha dejado de cumplirla (512).
b) Hecho ajeno: es caso que el deudor ocupe a terceros para el cumplimiento
de una obligación (representantes, dependientes). Hay una obligación de
garantía inexcusable por parte del deudor, aunque el dolo o la culpa haya
sido del tercero.
a) Cosas Inanimadas:
Antes de la ley 17711: estaba regido por el art. 1133, que establecía la
responsabilidad del guardián por el daño producido por las cosas de que uno se
sirve o tiene a su cuidado. Este art. regía para el caso en que el dueño no fuese a
la vez guardián de la cosa. Si lo era, entonces se regía por el art. 1113, por ser la
culpa de este una culpa demostrada o revelada y no meramente presumida. Para
eludir su responsabilidad el guardián debía demostrar la culpa de víctima, o de un
tercero, el CF o FM. Respondían el dueño, salvo no tener la cosa a su cuidado, o
habérsele quitado de su órbita por robo o hurto, o el guardián, por la culpa
presumida en el cuidado y atención que debió tener en la guarda y empleo de la
cosa. En el caso del daño causado con la cosa, regido por el art. 1109, la
responsabilidad era naturalmente del conductor culpable, pero se llegaba
fácilmente a la responsabilidad del dueño o guardián, por la aplicación de las
normas de responsabilidad indirecta del principal por el hecho del subordinado.
El sistema impuesto por la ley 17711: se incorpora la teoría del riesgo creado en
los casos de daños causados por las cosas. En realidad lo que cambió con la
reforma fue actualizar el código a lo que venía ocurriendo en la jurisprudencia
realista. En lo que refiere a los daños causados con automóviles, la
jurisprudencia había también suprimido ya, en cuanto a la prueba de la culpa, la
distinción entre en hecho con la cosa o por la cosa. Resulta razonable que quién
provocó el daño, aún sin culpa, en una actividad lícita y útil para el, cargue con
las consecuencias del riesgo que creó. Ya no es cuestión de juzgar conductas
sino de repartir los daños que la actividad necesaria y útil de los hombres va
produciendo, y parece justo que soporte el daño quien obtiene el beneficio
inmediato de dicha actividad. Se suprimió el art. 1133y se agregó al art. 1113 los
siguientes párrafos: “En los supuestos de daños causados con las cosas, el
dueño o guardián, para eximirse de responsabilidad, deberá demostrar que de su
parte no hubo culpa; pero si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio de
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la cosa, sólo se eximirá total o parcialmente de responsabilidad acreditando la
culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder”.
Si la cosa hubiese sido usada contra la voluntad expresa o presunta del dueño o
guardián, no será responsable”.
El nuevo texto del artículo 1113 se refiere a dos situaciones distintas que son
objetivamente reguladas de distinta manera. Por un lado se trata de los daños
causados con las cosas, y por el otro, se trata de los daños causados por las
cosas o por el hecho de las cosas.
El criterio adoptado por la reforma es. Sin duda, el de cosas que tienen riesgos y
cosas que no los tienen.
Cosas peligrosas (tienen autonomía para dañar, ej: pólvora) y no peligrosas
(carecen de autonomía para dañar, ej: un bastón bien usado).
Vicio y riesgo: con haber mencionado el riesgo hubiera sido suficiente, ya que el
vicio lo que hace es introducir un riesgo. El damnificado puede dirigir su acción
directamente contra el fabricante de la cosa viciada. En cambio, el responsable
como dueño o guardián de la cosa, no tiene acción recursoria contra el
fabricante. Es una responsabilidad personal del dueño o guardián frente a la
víctima, porque el factor objetivo esta dado por el uso de algo riesgoso.
Personas responsables: el dueño de la cosa es quien tiene el dominio de la
misma lo ejerza por si o por otro. En cambio con el concepto de guardián hay
varias posiciones: unos sostiene que es quien posee materialmente la cosa, otros
que es quien la posee a derecho (no el ladrón). Una tercera dice que es quién la
aprovecha económicamente. Lo mas correcto sería la “guarda intelectual”, que la
posee quién tiene poder de mando sobre la cosa.
Entonces:
a) son guardianes: el dueño si no se ha desprendido
voluntariamente de la cosa. Los tenedores legítimos de la cosa con
facultad de uso y goce, como los inquilinos. Los tenedores legítimos de
la cosa sin facultad de uso y goce, como los tenedores desinteresados.
Los poseedores ilegítimos como los ladrones.
b) no son guardianes: a pesar que detentan la cosa, aquellos que lo
hacen por una relación o por el servicio que prestan, ej: chofer,
mecánico, sereno, etc.
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3) Edificios: se rige por el art. 1113, cosas inanimadas en general.
Responsable el dueño o guardián, solo se exime probando lo de los art.
anteriores. En construcción responde el constructor que ocupa el lugar del
guardián, mientras dura la obra. También responde el dueño, pero de la
ruina total, no por las cosas caídas o utilizadas en la obra. La obligación de
ambos no es conjunta, sino alternativa, y por lo tanto no existe solidaridad
entre ambos.
4) Productos elaborados: existen acciones contra el proveedor o vendedor y
acciones contra el fabricante. La primera reside en el contrato de
compraventa y no requiere prueba de la culpa. La acción se origina en la
obligación de seguridad que se halla implícita en el contrato de
compraventa. El vendedor o proveedor del producto que vende
habitualmente asume una obligación de seguridad o garantía de que la
cosa vendida no causara daño al comprador, por defectos o vicios que la
tornen nociva. La segunda no se puede fundamentar en el contrato de
compraventa, ya que el fabricante de la cosa no participó en el. Sería
accionando a través del art. 1113 como responsabilidad extracontractual.
Excluido este, solo queda invocar el art. 1109 (“todo el que ejecuta un hecho,
que por su culpa o negligencia ocasiona un daño a otro, está obligado a la
reparación del perjuicio”) si se demostrara que el producto fue deficientemente
conservado o no fue revisado antes de entregar, conociendo su defecto.
Debe ser demostrada por la víctima. Puede haber presunciones “hominis”
que inviertan la carga de la prueba, favoreciendo a la victima, y poniendo al
demandado en situación de demostrar que no tuvo culpa, fue CF, fue FM,
culpa de la victima misma o de un tercero. Ley de defensa del consumidor
de 1994. Art. 40: “Responsabilidad solidaria. Si el daño al consumidor
resulta del vicio o defecto de la cosa o prestación del servicio responderá el
productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor, el
vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o servicio. El
transportista responderá por los daños ocasionados a la cosa con motivo o
en ocasión del servicio. La responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de las
acciones de repetición que corresponda. Solo se liberara total o
parcialmente quien demuestre que la causa del daño le ha sido ajena”.
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Código de Comercio.
Causas de exoneración: el transportador solo se exonera si el nexo causal fue
interrumpido por FM, culpa de la víctima, de un 3º no dependiente o CF.
Prescripción: no corresponde aplicar la prescripción anual a estos casos.
Prohibición de dispensa. El artículo 184 del Código de Comercio impone esta
responsabilidad de modo que no puede dispensarse convencionalmente por un
pacto en contrario. Toda cláusula que tienda a suprimir la responsabilidad del
transportador con respecto al supuesto enunciado por dicho artículo, es nula.
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DAÑOS CAUSADOS POR ANIMALES.
Responsabilidad extracontractual: este factor objetivo de responsabilidad tiene
aplicación en los casos de daños causados por los animales (1124 y ss):
Este factor de atribución del daño funciona con independencia de la culpa. Este
factor se manifiesta en el ejercicio antifuncional de los derechos subjetivos, es tan
amplio que excede el campo propio de los derechos personales.
Punto 55. Capítulo 20.
Naturaleza de la obligación.
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Es necesario distinguir la doble actuación como letrado apoderado (procurador) y
como abogado consultor, asesor o patrocinante o defensor de un proceso.
Naturaleza de la obligación.
La obligación que asume el médico no es una obligación de resultados, sino
solamente de medios.
Relación de causalidad.
No puede imputarse al medico las consecuencias perjudiciales que sufre un
paciente, si no se determina la existencia del respectivo nexo causal.
Casos de responsabilidad.
La responsabilidad del medico debe apreciarse, según las circunstancias
particulares de cada caso.
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aconsejable. El enfermo tiene el derecho de saber su estado de salud y el
pronóstico del mismo.
b) Consentimiento. En principio, el medico no debe emprender ningún tratamiento
ni ninguna intervención, sin haber obtenido el consentimiento del enfermo. Sobre
todo cuando deba efectuar una operación mutilante (amputación, castración,
etc.), la que podrá ser exigida por escrito.
La vida, la salud, la integridad física, son bienes personales que la ley protege no
solo en mira de intereses individuales sino también generales. Por ello, el
consentimiento del paciente no seria suficiente para privarlo de la vida
(eutanasia).
Si el paciente niega su consentimiento el medico no puede intervenir. Se ha
admitido su intervención, en supuestos de tratamientos médicos y transfusiones
sanguíneas con fines terapéuticos, aun contra la voluntad de la misma.
c) Diagnóstico. El error de diagnóstico o un tratamiento inadecuado
responsabiliza al médico por los daños que sufre el paciente. El error debe ser
grave e inexcusable.
d) Tratamiento. El médico es responsable por un tratamiento equivocado, en
forma grave e inexcusable. Si el médico actuó poniendo su celo profesional, el
fracaso del método elegido no puede ser imputable.
e) Intervención quirúrgica. El cirujano no es responsable, si no incurre en algún
error no tolerable, o en alguna falta inexcusable. El profesional tiene en la
intervención, una obligación de medios o de prudencia y diligencia.
Equipos médicos.
La responsabilidad es individual de cada miembro del equipo, aunque también
hay responsabilidad refleja del jefe del equipo, solamente si se prueba culpa en la
elección de los colaboradores o por instrucciones equivocadas o ineficientes o
falta de vigilancia por parte del cirujano. Si no se puede individualizar, el equipo
es responsable y la culpa de todos, salvo prueba en contrario.
En casos de prestaciones separadas pero simultáneas, la responsabilidad es
individual, si no se pudiera determinar el origen del daño, la responsabilidad es
colectiva, a menos que alguno pruebe que no lo ha sido.
Establecimientos médicos.
Si bien el paciente tiene acción directa contra el medico en caso de
incumplimiento de su obligación, también tiene acción directa en el mismo caso
contra la entidad estipulante en razón del contrato de asistencia pasado entre
ellos.
No es la responsabilidad por el hecho de los dependientes (Art. 1113.- La obligación
del que ha causado un daño se extiende a los daños que causaren los que están bajo su
dependencia, o por las cosas de que se sirve, o que tiene a su cuidado. En los supuestos
de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para eximirse de responsabilidad,
deberá demostrar que de su parte no hubo culpa; pero si el daño hubiere sido causado por
el riesgo o vicio de la cosa, sólo se eximirá total o parcialmente de responsabilidad
acreditando la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder. Si la cosa
hubiese sido usada contra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no será
responsable.), por que si bien puede haber un contrato con relación de
dependencia, la actividad profesional es independiente de subordinación a
ordenes de las autoridades del establecimiento.
CIRUGIA ESTETICA
No estamos considerando cirugía reparadora o correctora, en los casos de
cirugía estética el cliente generalmente no padece afección. La intervención del
médico, persigue lograr un efecto favorable desde el punto de vista estético,
pronosticando al cliente un resultado.
El juzgamiento de la responsabilidad del medico se basa en el fracaso de la
intervención, tanto si no se obtiene el mejoramiento estético buscado, como si de
la intervención resulta una secuela desfavorable. Solo podrá exonerarse de
responsabilidad demostrando un caso fortuito o de fuerza mayor.
Naturaleza de la obligación.
Considerando que el escribano se obliga a realizar determinados actos propios
de la función y competencia, el contrato de que tratamos es de locación de obra.
Siendo una obligación de resultado valido, pues se compromete al otorgamiento
de un instrumento valido en cuanto a las formalidades legales que el debe
observar como autorizante.
En relación a los terceros extraños al contrato entre el cliente y el escribano, la
responsabilidad tiene carácter extracontractual.
La responsabilidad contractual que existe en relación al cliente puede derivar en
una responsabilidad por acto ilícito, que abre la opción aquiliana para el
damnificado en los términos del articulo 1107 (Art. 1107.- Los hechos o las omisiones
en el cumplimiento de las obligaciones convencionales, no están comprendidos en los
artículos de este título, si no degeneran en delitos del derecho criminal.). En la doctrina y
jurisprudencia nacional, bajo el concepto de funcionario publico, se ha
considerado que la responsabilidad que surge para el escribano frente a su
cliente es extracontractual.
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL
Tratándose de la responsabilidad de las personas jurídicas por actos ilícitos, se
han expuesto diversas teorías.
La Cuestión en la Doctrina. Diversas doctrinas sobre la naturaleza de las
personas jurídicas, han dado también distintas soluciones al problema de la
responsabilidad extracontractual.
a) Teoría de la ficción. Savigny. Las personas jurídicas no responden de los actos
ilícitos cometidos por sus órganos o agentes, por que: 1. la persona jurídica
carece de voluntad. 2. no tiene por fin cometer delitos. 3. los actos ilícitos de sus
administradores no pueden alcanzarla, porque exceden el límite del manejo
ejercido.
b) Teorías Negatorias. Niegan la personalidad jurídica de estos entes ideales. Por
falta de responsabilidad delictual, por falta de subjetividad (desecha la culpa, pero
acepta la idea de riesgo), por que la responsabilidad es producto de una
asociación personificada, por ser solo patrimonios colectivos comprometidos por
los actos de los administradores.
c) Teorías Realistas. Son doctrinas que consagran de forma amplia su
responsabilidad civil por actos ilícitos. La responsabilidad de las personas
jurídicas resulta comprometida por: 1. la culpa del órgano, salvo cuando el
fundamento de la responsabilidad es objetivo, 2. el órgano debe obrar en calidad
de tal y en la actividad de la persona jurídica, y si es un agente o dependiente, en
el ejercicio de las funciones.
a) El texto legal y sus fuentes. El Art. 43 escrito por Velez Sarsfield decía: “No
se puede ejercer contra las personas jurídicas, acciones criminales o civiles por
indemnización de daños, aunque sus miembros en común, o sus administradores
individualmente, hubiesen cometido delitos que redunden en beneficio de ellas”.
Las fuentes del Codificador fueron Savigny y Freitas, que rechazaban
categóricamente la responsabilidad por actos ilícitos.
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c) Evolución jurisprudencial. La jurisprudencia de nuestros tribunales siguió
una evolución tendiente a extender el radio de responsabilidad de las personas
jurídicas. Desde la negación absoluta y total, se llego hasta a afirmar en forma
categórica esa responsabilidad de las personas jurídicas por cualquier acto ilícito,
cometido por sus órganos o simplemente por los empleados o dependientes.
Hasta 1933 la CSJN sostenía la irresponsabilidad contractual del Estado, basada
en la interpretación estricta del Art. 43, pero separando actos de gestión de actos
de autoridad, los cuales se hubiesen realizado como poder publico en ejercicio de
su soberanía. Excepcionalmente se aceptaba negligencia de empleados. A partir
de ese año modifica su jurisprudencia, al condenar a la Nación en un daño por
incendio, invocando los Art. 1109 y 1113
Art. 1109.- “Todo el que ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona un
daño a otro, está obligado a la reparación del perjuicio. Esta obligación es regida por las
mismas disposiciones relativas a los delitos del derecho civil….”
Art. 1113.- “La obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que
causaren los que están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve, o que tiene
a su cuidado. En los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián,
para eximirse de responsabilidad, deberá demostrar que de su parte no hubo culpa; pero
si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, sólo se eximirá total o
parcialmente de responsabilidad acreditando la culpa de la víctima o de un tercero por
quien no debe responder….”
Reforma introducida por la Ley 17.711 de los Art. 43 y 1720. Estos artículos
reformados eliminaron la absoluta inoperancia de los anteriores, ante la evolución
de la jurisprudencia.
Art. 43.- Las personas jurídicas responden por los daños que causen quienes las dirijan o
administren, en ejercicio o con ocasión de sus funciones. Responden también por los
daños que causen sus dependientes o las cosas, en las condiciones establecidas en el
título: "De las obligaciones que nacen de los hechos ilícitos que no son delitos".
Art. 1720.- En el caso de los daños causados por los administradores son aplicables a las
sociedades las disposiciones del título "De las personas jurídicas".
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Consideramos que el Art. 1112 tiene un sentido y alcance propios en cuanto a la
responsabilidad de los funcionarios públicos, por los cuasidelitos que solamente
ellos pueden cometer, precisamente por el carácter de la tarea que realizan.
Así, por ejemplo, un medico, un abogado, un arquitecto, están sometidos a la
responsabilidad general por los daños que causen a otros por su culpa (Art.
1109) y cuando actúan en el ejercicio de sus respectivas profesiones liberales, su
responsabilidad como tales profesionales se modifica en la misma medida en que
están sometidos a otros deberes específicos.
Esto mismo sucede en relación a los funcionarios públicos. Como personas tiene
aptitud genérica para ser imputados, dentro del régimen legal de imputabilidad,
por los daños que causen culposamente (Art. 1109). Como funcionarios tiene una
responsabilidad especial prevista en el Art. 1112. Este artículo le atribuye una
responsabilidad más circunscripta que aquella que le corresponde como simple
individuo.
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Art. 1079.- La obligación de reparar el daño causado por un delito existe, no sólo respecto
de aquel a quien el delito ha damnificado directamente, sino respecto de toda persona,
que por él hubiese sufrido, aunque sea de una manera indirecto.
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Cuando el asegurador paga la indemnización al beneficiario de un seguro de
vida, no tiene acción alguna contra el homicida para obtener el reintegro de la
suma abonada. El Art 80 de la Ley 17.418 dispone que “…la subrogación no es
aplicable en los seguros de personas”.
e) Cesionario. El crédito por daños y perjuicios puede cederse (Art. 1444.- Todo
objeto incorporal, todo derecho y toda acción sobre una cosa que se encuentra en el
comercio, pueden ser cedidos, a menos que la causa no sea contraria a alguna prohibición
expresa o implícita de la ley, o al título mismo del crédito).
B. Legitimación pasiva.
La acción de daños y perjuicios puede intentarse contra las siguientes personas,
legitimadas pasivamente en carácter de responsables directos o indirectos,
originarios o por sucesión:
a) Autor del hecho. Ejecutor imputable por su culpa o dolo (Art. 1109.- Todo el que
ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona un daño a otro, está obligado a
la reparación del perjuicio. Esta obligación es regida por las mismas disposiciones relativas
a los delitos del derecho civil. Cuando por efecto de la solidaridad derivada del hecho uno
de los coautores hubiere indemnizado una parte mayor que la que le corresponde, podrá
ejercer la acción de reintegro).
c) Persona que lucro con los efectos de un delito. Hasta la concurrencia de lo que
hubiere recibido.
d) Dueño o guardián de la cosa cuyo vicio o riesgo causo daño a otro. (Art. 1113.-
La obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que causaren los que
están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve, o que tiene a su cuidado. En
los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para eximirse de
responsabilidad, deberá demostrar que de su parte no hubo culpa; pero si el daño hubiere
sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, sólo se eximirá total o parcialmente de
responsabilidad acreditando la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe
responder. Si la cosa hubiese sido usada contra la voluntad expresa o presunta del dueño
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o guardián, no será responsable).
e) Personas que responden por los hechos del otro, como el principal, los padres,
tutores, curadores, etc. (Arts. 1113 al 1119).
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a) sentencia condenatoria: la sentencia dictada en el juicio penal tiene un
valor absoluto impuesto por la autoridad de la cosa juzgada, en cuanto
a lo que deba decidirse en el juicio civil en cuanto a:
1) la existencia del hecho principal que constituye el delito (si el juez en
lo penal considera que ha existido un delito, no puede el proceso civil
pretender la inexistencia del mismo) y
2) la existencia de culpa del condenado (no puede el proceso civil
renovar la culpa del autor reconocida en el proceso criminal).
La condena criminal no solo hace cosa juzgada respecto del autor sino
también de los terceros, ya que es una responsabilidad refleja, si uno
es culpable, los otros también.
b) sentencia absolutoria: absuelto el imputado en el proceso penal no se
podrá alegar en el juicio civil la existencia del hecho sobre el cual ha
recaído la sentencia.
La jurisprudencia ha orientado que la sentencia absolutoria en el
proceso penal, no produce el efecto de cosa juzgada en el civil,
permitiendo condenarlo como autor de un cuasidelito, a pagar la
indemnización por daños y perjuicios, ya que la absolución no implica
no invocar la culpa del mismo, y el concepto “in dubio pro reo”, es
diferente a la culpa civil que se juzga con criterio amplio y favorable a la
victima.
c) sobreseimiento: la jurisprudencia actual interpreta que el
sobreseimiento penal no hace cosa juzgada en lo civil, ni aun cuando
se fundara en la inexistencia del hecho mismo que sirve de base a la
acción resarcitoria. Carece de efecto sobre la acción civil un
sobreseimiento basado en inimputabilidad del menor, o por no poder
individualizarse a los autores.
A) cosa juzgada:
a) la sentencia sobre validez o nulidad del matrimonio hace cosa juzgada
en el proceso penal.
b) la sentencia sobre D y P en el juicio civil cierra el reclamo de D y P en
el proceso penal.
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