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Revista de Bioética y Derecho NÚMERO 18 - E NERO 2 01 0 P ÁGINA 31

Bioética y Cine RICARDO G ARCÍA M ANRIQUE


1
La vocación narrativa de lo bioético

h Ricardo García Manrique. Profesor Titular de Filosofía del Derecho y Miembro del Observatorio de Bioética y Derecho
de la Universidad de Barcelona.

hLa suerte de la bioética en el cine por Lasse Hallström en 1999, tam- “narrativa”. De estas características
En 2005, Mar adentro, la película bién nominada a siete oscars, de los quiero hablar aquí.
de Alejandro Amenábar sobre Ramón que ganó dos, uno de ellos para el La hipótesis que aventuro es la
Sampedro, consiguió el Oscar a la gran Michael Caine) o El secreto de siguiente: los asuntos o problemas
mejor película extranjera. Además, Vera Drake (dirigida por Mike Leigh que calificamos como “bioéticos” se
arrasó en los premios Goya y, lo que en 2004, nominada a tres oscars, prestan particularmente bien a una
es todavía más difícil, fue la tercera aunque no ganó ninguno). En estado presentación narrada, es decir, a su
película más vista en los cines espa- crítico (de Sidney Lumet, 1997) se presentación en el seno de una histo-
ñoles durante 2004, cuando lo habi- centraba en algunos de los dilemas ria individual, de manera que el pro-
tual es que los primeros puestos de éticos generados por los cuidados blema quede ligado con un contexto,
esa lista sean copados por grandes paliativos. La isla (de Michael Bay, una trama y unos personajes concre-
producciones de la potente industria 2005) trataba de la clonación huma- tos. Sin duda, todo problema moral,
de Hollywood. Ese mismo año Million na. Y películas como Blade Runner en tanto que problema y en tanto que
Dollar Baby fue nominada a siete de (de Ridley Scott, 1982) o Yo, robot moral, se presta a ese tratamiento,
esos premios Oscar, de los que obtu- (de Alex Proyas, 2004) atendían a la pero, por los motivos que desgranaré
vo cuatro de los más importantes: más genérica, pero también bioética, a continuación, no en la misma medi-
mejor película, mejor director (Clint cuestión de los límites o de la medida da que los bioéticos. Ni que decir
Eastwood), mejor actriz principal de lo humano. tiene que ello no significa que la bio-
(Hillary Swank) y mejor actor secun- Podemos decir, pues, que la bio- ética haya de renunciar al enfoque
dario (Morgan Freeman). Y un año ética ha tenido suerte en el cine: ha analítico, que es el más apropiado
antes el Oscar a la mejor película recibido mucha y buena atención. para el tratamiento académico de las
extranjera fue para Las invasiones Una de las razones es de seguro el cosas; pero comprender los porqués
bárbaras, la película canadiense diri- interés que suscita entre el público: del interés del cine por la bioética
gida por Denys Arcand, que, como un interés que deriva, por un lado, puede ayudarnos a captar mejor la
las anteriores, también trata de la del desarrollo fulgurante de las nue- naturaleza de la bioética y a sugerir
eutanasia, quizá la cuestión bioética vas tecnologías biomédicas y de su vías de acercamiento a sus proble-
de mayor actualidad en los últimos puesta a disposición de ese público; mas que sean más atractivas y más
tiempos. Además, resulta que las tres y, por otro, de la cada vez más pe- fértiles, bien que modestamente com-
películas, a las que Benjamín Rivaya rentoria exigencia de respeto de la plementarias de esa otra reflexión
ha calificado como “trilogía cinemato- autonomía individual en situaciones más abstracta.
gráfica de la eutanasia”, son muy vitales especialmente dramáticas, Los motivos son otros tantos ras-
buenas2. vinculadas con el inicio y el fin de la gos o caracteres de los problemas
La trilogía en cuestión es sólo una vida, una exigencia que se extiende, bioéticos: su apertura, complejidad,
instancia, aunque muy significativa, en general, a toda relación entre los personalidad o privacidad, radicalidad
de la suerte que la bioética ha tenido pacientes y los médicos y demás y principialidad. No es fácil deslindar
en el cine. Otros asuntos propios de personal sanitario. Otra de las razo- con precisión unos de otros y, por
su ámbito han sido abordados por nes es ésta: los problemas bioéticos eso, no ha de esperarse una exposi-
películas recientes, a menudo produ- tienen ciertas características que los ción estrictamente separada de cada
cidas con abundancia de medios, hacen especialmente apropiados uno de ellos.
protagonizadas por figuras del star para el relato fílmico (y, por lo mismo,
system y destinadas al gran público. para el relato literario), hasta el punto h 1. La bioética como campo abierto
Del aborto se han ocupado Las nor- de que podemos decir que los proble- La bioética es probablemente el
mas de la casa de la sidra (dirigida mas bioéticos tienen una naturaleza campo más abierto de la ética, tanto
1. Texto elaborado a partir de dos intervenciones en el Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas, de la Universidad Carlos III de Madrid, el 6 de
noviembre de 2009, y en el Hospital Mútua de Terrasa, el 10 de diciembre del mismo año. Agradezco a Javier Ansuátegui y a Salvador Quintana las respecti-
vas invitaciones.
2. B. Rivaya, “¡No hay salida! Eutanasia y cine”, pp. 14ss. (en B. Rivaya, R. García Manrique, V. Méndez Baiges, Eutanasia y cine, Valencia, Tirant lo Blanch,
2008).

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por sus límites temáticos, mucho más mos como bioéticos. Sin embargo, el asociada con otros progresos como
imprecisos que los de otros campos, concepto de dignidad es uno de los el de los medios de comunicación o
como por la indefinición de sus pro- más oscuros de la ética5. Algunos el del maquinismo en general (la obra
blemas y por la indeterminación de han llegado a considerarlo un con- de Julio Verne sería una muestra
sus soluciones. Por una parte, no cepto completamente inútil a estos típica).
estamos seguros de hasta dónde efectos6.
llega lo bioético y, por tanto, duda- No es de extrañar, pues, que las h2. La complejidad de la bioética
mos de si las herramientas que han soluciones a esos problemas tan im- Los problemas bioéticos son pro-
sido especialmente afiladas para la precisamente identificados lleguen a blemas complejos. Lo son en tanto
bioética, o sus principios característi- ser tan distantes entre sí como, sin ir que problemas éticos, que involucran
cos, son de aplicación a ciertos asun- más lejos, lo muestran los ejemplos concepciones sobre lo bueno y lo
tos. ¿Es bioética la ética ambiental? clásicos del aborto o de la eutanasia. correcto, intereses propios y ajenos,
¿Es una cuestión bioética la de la Si los problemas están abiertos en su públicos y privados, arreglos institu-
gestión pública o privada del sistema definición, el rango de posibles solu- cionales y actitudes personales, nor-
sanitario? No disponemos de una ciones lo está igualmente. mas generales y decisiones indivi-
definición precisa de lo bioético. Pues bien, como la bioética es un duales. En este sentido, la bioética
Por otra parte, es frecuente que campo abierto (en sus temas, en sus es compleja como lo es cualquier otra
no nos pongamos de acuerdo sobre términos o elementos relevantes, en parte de la ética. Sin embargo, los
los términos o dimensiones de los sus soluciones) se aviene muy bien problemas bioéticos son complejos
problemas bioéticos. Por ejemplo: al abordaje tópico, o puntual, o cir- también en otro sentido: no son sus-
discrepamos acerca de si la cuestión cunstancial, de sus problemas, al ceptibles de abordaje simplificado, o
de la dispensación de la píldora del relato de cada uno de ellos como un no en la misma medida en que sí lo
día después es una instancia del pro- problema concreto, todavía no clasifi- son otros problemas éticos.
blema del aborto o tiene que ver más cado, no categorizado ni aislado, ¿Por qué no pueden simplificarse
bien con la contracepción. O, a la todavía contaminado por todo tipo de los problemas bioéticos? Precisa-
hora de determinar si el perfecciona- ingredientes que aún no sabemos si mente porque son problemas abier-
miento humano por vía de las altera- serán o no relevantes, o en qué me- tos: como quedó dicho ya, no somos
ciones genéticas es legítimo y desea- dida lo serán. Ese carácter tópico de capaces de identificar con precisión
ble, no estamos seguros de cuáles lo bioético, a su vez, nos ofrece la ni la calidad o especificidad de lo
son las variables a tener en cuenta: posibilidad de relatar el problema bioético, ni las variables relevantes,
¿la naturaleza humana? ¿El perfec- como una historia individual, con todo ni disponemos de un conjunto consis-
cionamiento? Pero no concordamos a lujo de detalles porque todavía no tente de soluciones básicas. Nos
la hora de determinar cuál es esa podemos determinar cuáles de esos cuesta captar, comprender, aislar y
naturaleza ni tenemos una idea clara detalles importan y cuáles no. valorar todas las dimensiones pre-
de lo que ha de entenderse por un Pero, además, la bioética está sentes en cada problema, y tanto
ser humano perfecto3. O, cuando abierta al futuro de una manera en más cuanto más novedoso o volcado
abordamos la cuestión del consenti- que no lo están los restantes campos hacia el futuro sea. Incluso el aborto
miento informado, aún dudamos de de la ética, debido a su especial co- sigue siendo un asunto complejo (al
los roles que han de ser atribuidos nexión con técnicas en pleno desa- menos para mí), a pesar de que la
respectivamente a la autonomía indi- rrollo. De aquí que se preste a la for- literatura académica y no académica
vidual y a la confianza del paciente mulación de hipótesis más o menos parece haber diseccionado todos sus
en el profesional sanitario4. Más allá realistas, a la fantasía, la imaginación elementos relevantes. Con mayor
de todo esto, recuérdese la idea de la y la curiosidad. No ha de extrañar motivo encontraremos complejos
dignidad humana. Muchos dirían que que mucha de la ciencia ficción con- aquellos asuntos que son más nove-
es el valor rector fundamental a tener temporánea sea lo que podemos lla- dosos o que han sido objeto de re-
en cuenta cuando se aborda la mayor mar ficción bioética, por contraste planteamientos novedosos, sea el de
parte de los problemas que califica- con la del siglo XIX y parte del XX, la terapia genética, la clonación o la
3. M. Sandel, Contra la perfección (Barcelona, Marbot, 2007).
4. O. O’Neill, Autonomy and Trust in Bioethics (Cambridge University Press, 2002).
5. M. Casado (coordinadora), Sobre la dignidad y los principios (Civitas, 2009).
6. R. Macklin, “Dignity is a useless concept” (en British Medical Journal, nº 327, 2003).

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relevancia del consentimiento en los mite la pantalla, para ver si desentra- gonistas de esa novela son, entre
tratamientos médicos. ñamos el enigma. otros, Karen Ann Quinlan, Nancy
Lo bioético, por tanto, es complejo Ejemplos de lo complejo en el Cruzan, Anthony Bland, Ramón Sam-
no en el sentido de que reúna dimen- cine bioético son la relación entre pedro, Terry Schiavo, Eluana Engla-
siones y elementos varios y diversos, Rick Deckard y Rachel en Blade Run- ro… y no sería impertinente añadir a
sino en el sentido de que resulta difí- ner, o las cavilaciones del joven pro- esta lista muchos otros personajes de
cil, si acaso posible, desentrañarlos o tagonista de Las normas de la casa ficción. Como asunto de personas o
diseccionarlos, porque no poseemos de la sidra en torno al aborto, o el de personajes, la eutanasia (y la bio-
herramientas adecuadas para ello. La desconcierto de Frank ante la des- ética en general) es campo abonado
complejidad de lo bioético, por eso, la afortunada situación final de Maggie para el relato cinematográfico, y el
expresa mejor la impotencia del ex- en Million Dollar Baby. cine de la eutanasia (y de lo bioético
perto que la perplejidad del profano. en general) resultará particularmente
Nada mejor, pues, que la presen- h3. La dimensión intensamente per- interesante porque la imagen perso-
tación cruda del asunto, tal cual tiene sonal de los problemas bioéticos nalizada que nos ofrece es el tipo de
lugar, reproduciendo el galimatías lo Cierto que todo problema ético es imagen que necesitamos para hacer-
más fielmente posible y renunciando un problema personal en tanto que nos cargo de la auténtica calidad del
a determinar qué es lo relevante y entraña la toma de decisiones por problema.
qué no lo es. Nada mejor, porque parte de los afectados. Pero hay tres
toda presentación simplificada o inte- sentidos en los que un problema bio- h 4. La radicalidad de la bioética
lectuamente cocinada corre el peligro ético es más personal (más privado, Los problemas bioéticos son radi-
del sesgo y de la mala orientación. El si se quiere): (1) La dimensión bio- cales en el sentido propio de la pala-
relato fílmico, incluso más que el lite- gráfica del sujeto implicado es parti- bra, esto es, problemas que afectan a
rario, ofrece la imagen, la estampa cularmente relevante, porque sólo a nuestras creencias más básicas o
real, la foto del suceso, y por eso nos la luz de esa peripecia vital concreta profundas. Si no lo detectamos a pri-
atrae, porque en la renuncia a resal- puede definirse todo el alcance del mera vista, sí en cuanto surgen las
tar lo que es importante y lo que no lo problema. (2) La salida que reciba el discrepancias acerca de cómo resol-
es percibimos sinceridad o autentici- problema afectará notablemente a la verlos, que suelen llevarnos casi
dad y, sobre todo, verdad. Para ser vida del sujeto implicado (el ejemplo siempre a una discusión que implica
más precisos: el relato fílmico permi- de la eutanasia es el mejor en este a ese tipo de creencias, por ejemplo
te esta aproximación inocente, aun- caso). (3) En consecuencia, la auto- a las concepciones acerca del senti-
que no la garantiza, porque también nomía del sujeto adquiere un valor do último de lo humano o de nuestra
permite otras que no lo son tanto: especial, de manera que en la mayo- vida.
toda filmación o toda fotografía exige ría de los problemas bioéticos será la Cuanto más radicales son nues-
la determinación previa del enfoque y autonomía la que haya de prevalecer tras creencias, menos racionales
del encuadre, y esa determinación lo sobre cualesquiera otras considera- suelen ser, y de más difícil racionali-
es de lo que se ve y de lo que no se ciones. Porque nadie mejor que el zación. De nuevo la idea de la digni-
ve. sujeto implicado conoce su propia dad humana puede constituir el mejor
Lo misterioso, y lo bioético lo es, biografía y es capaz de darle un sen- ejemplo. Creemos que los seres
permite la reiteración, no cansa. Por tido global o unitario, y porque nadie humanos tienen un valor intrínseco,
eso quizá el cine bélico resulta tan como él sufrirá las consecuencias de un valor común a todos ellos, inde-
atractivo y un mismo suceso la decisión. pendiente de las circunstancias de
(digamos el desembarco de Norman- En tanto asunto personal que es, cada uno y superior a cualquier otro
día o la guerra del Vietnam) permite no hay que sorprenderse de que la valor. Sin embargo, no es fácil deter-
la representación una y otra vez, si historia de la eutanasia haya sido minar cuál es el fundamento de este
cada vez se nos añade una más de “una historia de casos concretos”, valor ni, por tanto, el sentido que de-
sus múltiples caras. Porque la guerra escribe Víctor Méndez, que también bemos atribuirle o las consecuencias
sigue siendo otro de los misterios de usa el término “novela” para referirse que se siguen de su afirmación a la
lo ético y no nos cansamos de mirar- al “elenco de casos famosos relacio- hora de resolver cuestiones más con-
la, con la prudente distancia que per- nados con la eutanasia”7. Los prota- cretas. A la hora de argumentar con

7. V. Méndez, “Salida, voz y eutanasia”, p. 101, en Eutanasia y cine, citado; y Sobre morir, Madrid, Trotta, 2002, p. 13.

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base en la dignidad, de cara a encon- la presentación fílmica de un proble- fundamentales.


trar fundamentos para la solución de ma bioético puede ayudar a captar El abordaje de los problemas bio-
un problema bioético concreto, no todo su sentido e implicaciones, a éticos exigirá el contraste de princi-
será raro que acaben oponiéndose partir de la sacudida emocional, de la pios enfrentados, que necesariamen-
concepciones radicalmente diferentes conmoción. ¿Cómo, por ejemplo, te habrá que ponderar a la luz del
de la misma y que surja la duda de si podríamos reconocer a un robot, a contexto particular: algo parecido a lo
no será mejor dejarlas de lado y bus- una máquina, como un igual? La ar- que hacen los tribunales constitucio-
car una vía supuestamente más prag- gumentación racional podría servir, nales, y cualquier juez, cuando han
mática que evite disquisiciones in- pero parece mucho más útil observar de decidir asuntos en los que se
acabables. Es tentador, pero creo cómo uno de nuestros actores favori- hallan afectados distintos derechos
que poco práctico, por poco estable: tos (digamos Harrison Ford) se ena- fundamentales, que también suelen
tarde o temprano, volverán a surgir mora de uno de ellos… Razonar enunciarse mediante normas princi-
las discrepancias. Más vale recono- acerca de la eutanasia es ineludible, piales. Si la bioética es cuestión de
cer que, en efecto, este tipo de cues- pero contemplar la relación entre los principios, si no hay reglas en la bio-
tiones atañen a nuestras creencias protagonistas de Million Dollar Baby ética, esto significa que no podemos
radicales y razonar en consecuencia. en toda su trayectoria y, al final, con predecir la solución de sus proble-
Si así lo hacemos, nos veremos todo su desgarro, nos provoca un mas, que debemos dejarla en sus-
obligados a revisar una y otra vez nudo en la garganta que puede ser el penso hasta que el caso concreto
nuestras intuiciones básicas, esas estímulo que necesitamos para que tenemos delante se nos desvele
creencias de origen no racional que hacernos cargo de la auténtica natu- con toda su peculiaridad, pues es
conforman la esencia de nuestra vi- raleza del problema. precisamente esta peculiaridad, com-
sión del mundo y que tienen su ori- puesta por un número indeterminado
gen en procesos inconscientes de h 5. La bioética como cuestión de matices, la que debe ser tenida en
formación de la personalidad. Sin de principios cuenta a la hora de la ponderación, y
embargo, no es fácil acceder a revi- Uso ahora la palabra “principios” la que en última instancia inclinará el
sar nuestras intuiciones, tanto menos por oposición a la palabra “reglas”. resultado de la misma8.
fácil cuanto más profundas e incons- Por contraposición con el derecho, Esta es la última razón que aduci-
cientes son. Y diría que, como las que recurre típicamente a normas del mos aquí para explicar por qué el
intuiciones son irracionales, y en este tipo “regla” (normas cerradas, porque cine es un vehículo adecuado para la
sentido emocionales, no es la apela- en ellas el supuesto de hecho y la presentación de los problemas de la
ción racional la mejor vía para cues- consecuencia están determinados bioética. Este tipo de problemas re-
tionarlas, sino precisamente una ape- con precisión), la moral es cuestión quiere una presentación detallada
lación de su misma sustancia emo- de principios, es decir, normas abier- que, a ser posible, no descuide nin-
cional, que hable su mismo lenguaje. tas, más genéricas, que no determi- gún matiz, pues todos pueden ser
El lenguaje del cine es precisa- nan ni el supuesto de hecho ni las relevantes. Y no hay duda de que la
mente un lenguaje emotivo que bus- consecuencias de su aplicación. No presentación narrativa, contextual,
ca establecer un vínculo cordial entre es que no haya principios jurídicos, individualizada que suele ofrecernos
los personajes y los espectadores. que los hay, o reglas morales, que el cine es una forma muy adecuada
Las venturas y desventuras de los también las hay. Se trata, más bien, de dar cuenta del mayor número de
protagonistas, narradas y contextuali- de una tendencia general. Esa ten- circunstancias que rodean un caso.
zadas, acompañadas por la expre- dencia o predisposición de la moral a No hay más que fijarse en las senten-
sión de los sentimientos que provo- su plasmación en principios se agudi- cias judiciales en las que se decide
can, son estímulo de la sensibilidad za en el caso de la bioética, donde la por principios: cada una de ellas
del que mira. No se apela a su razón, formulación de reglas se torna aún cuenta una historia, y la decisión,
sino a su simpatía, a la percepción más difícil, seguramente por causa cuando está bien fundamentada, tie-
directa del estado emocional del otro, de todos los caracteres anteriores: se ne en cuenta un número elevado de
y así a la solidaridad, que es una trata de una materia abierta y com- episodios de esa historia. Por eso,
forma de unión sólo posible si los pleja que afecta particularmente a ninguna decisión por principios puede
sentimientos se comparten. Por eso, nuestra vida y a nuestras creencias aplicarse sin más a otro caso, porque

8. G. Zagrebelsky, El derecho dúctil, capítulos 6 y 7 (Madrid, Trotta, 2005).

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este otro caso encierra una historia siempre una cuestión de historias caso que salta al campo de la opi-
diferente, que requerirá un nuevo personales, de ahí la “novela de la nión pública; de ahí, en fin, que los
análisis y, es probable, otra solu- eutanasia”; de ahí la atención que interesados por la bioética deban ir
ción. En este sentido, la bioética es suscitan los pormenores de cada al cine.

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