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Cultura Chavín

La cultura Chavín fue una civilización heterogénea del Antiguo Perú constituida alrededor del centro astronómico-religioso de Chavín
de Huántar. Esta cultura se extendió por gran parte de los Andes Centrales entre los años ca. 800 y 200 a. C. [1] [2]

El arqueólogo peruano Julio César Tello (1880-1947) la identificó como «cultura matriz del Perú», pero más tarde se descubrió la cultura
de Caral, más antigua aún. Corresponde al primer momento de unificación de las culturas de los Andes peruanos. También se le llama
la etapa formativa de la historia del Perú, por lo tanto se encuentra en el Primer Horizonte (u Horizonte Temprano) del Antiguo Perú.

Destacaron en el dominio de la piedra, utilizándola en construcciones y en esculturas. [3]

Influencia cultural

Se han encontrado cerámicas en diversas partes del territorio peruano cuyas características son semejantes a las de esta cultura. Su
cerámica era monocroma.

Entre los siglos X a IV a. C. —la época de mayor florecimiento de esta cultura—, no hay pruebas de la existencia de una organización
estatal. Julio César Tello la consideró una civilización expansiva, al estudiar el área de influencia chavín; en cambio Rebeca Carrión
Cachot y otros estudiosos, hablaron sobre un imperio megalítico, ya que su área de influencia ocupaba un territorio muy extenso.
Posteriores estudios han reducido esta área y han precisado la naturaleza de esa influencia.

Se considera hoy que no hubo una expansión de la cultura chavín, sino que esa área de influencia se debe a contactos comerciales
entre los chavín y los territorios donde aparecen rasgos asimilados a esa cultura. Puede que los chavines establecieran esa
preporderancia gracias a su oráculo. Una evidencia importante es que en la ciudad de Chavín de Huántar, han aparecido ofrendas que
proceden de un ámbito que incluye Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Ancash, Lima y Huánuco, con materiales que, al parecer,
provenían de las costas del Guayas y de Ica, Huancavelica y Ayacucho.

En todos esos territorios se encuentran, además, indicios del contacto con Chavín, que se expresa, en los mejor conocidos, en una
época en la que se produjo una suerte de «moda» chavinense, que se expresa en el hecho de que el arte local es alterado por la
inserción de una serie de motivos y personajes que tienen una madura representación en la cultura chavinense misma. Eso ocurre, en
casi todas partes, entre los años 800 y 500 a. C. Desde luego, antes de esa época, durante más de un milenio, los pueblos de ese
territorio habían desarrollado sus propias maneras de hacer las cosas, en una larga etapa formativa, conocida como «inicial» y aun
antes, durante el período arcaico.

El grado de impacto de la influencia chavinense fue muy diverso. Nada indica que «exportaran» sus divinidades propias; en
cambio sí sus temas sacralizantes, como la forma de las bocas, las bocas agnáticas, los ojos excéntricos, las garras, las
cabezas de serpientes y, sobre todo, los colmillos. Los estilos contemporáneos, como los de Jequetepeque, Cupisnique,
Huacaloma, Kuntur Wasi, Ancón y Paracas, tomaron mucho de esta «moda», que incluye usos y formas del espacio
arquitectónico y el traslado multidireccional de diversas tecnologíasCultura Paracas

La cultura Paracas en su época de mayor expansión, se desarrolló por el norte hasta la ciudad de Chincha y por el sur hasta Yauca en
el departamento de Arequipa.

La ubicación de la cultura Paracas en la época pre-inca fue entre los ríos Ica y Pisco en el departamento de Ica.

La zona de Paracas es bastante árida y al carecer de agua sus suelos son improductivos. Por esta razón no fue habitada esta zona.

Los cuerpos encontrados en el Cerro Colorado nos hacen saber que este lugar era usado como cementerio.

. Pero mantuvieron siempre su autonomía regional. El hombre de Paracas se sustentaba básicamente de la agricultura y en un segundo
lugar de la pesca, testimonio de ello son los alimentos encontrados en los fardos funerarios.

Historia del descubrimiento de la cultura Paracas


La cultura Paracas fue descubierta por el arqueólogo peruano Julio C. Tello en el año 1925.

Julio C Tello halló el cementerio de esta civilización en la península de Paracas en el Cerro Colorado al sur de Pisco.

En este cementerio de la cultura Paracas, Julio c. Tello descubre 429 fardos funerarios que contenían importantes personajes
momificados, envueltos en finos mantos y rodeados de ceramios, instrumentos de caza, pieles de animales y alimentos. Los fardos
encontrados con todos los demás vestigios datan de los años 500 a.C.

Julio C. Tello sostuvo que la cosmovisión de la cultura Paracas sobre la naturaleza se basó en creencias mitológicas, que eran normas
de ordenamiento social. Por ello se puede ver en los Mantos Calendarios, cómo estaban definidos los ciclos biológicos de la flora y
fauna, así como los oficios y costumbres de esta sociedad.

Julio C. Tello estudió la forma que tenían de enterrar a sus muertos los Paracas y descubrió que esta cultura pasó por dos épocas bien
definidas. Llamó a la primera “Paracas Cavernas” porque enterraban a sus muertos en posición fetal dentro de tumbas en forma de copa
invertida o caverna. Llamó a la segunda “Paracas Necrópolis” porque enterraban a los muertos en cementerios más sofisticados.

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