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REPORTE DE LECTURA

CARLO VERCELLONE

Capitalismo cognitivo y modelos de regulación de la relación salarial

MARTHA RODRÍGUEZ RIESTRA

En esta lectura nos ofrece las principales definiciones y conceptos del capitalismo
cognitivo y cómo afecta éste en particular a los jóvenes que se emplean por
primera vez.

Si el capitalismo industrial se caracterizaba principalmente por la polarización


social de los saberes, la separación entre trabajo manual e intelectual y la
incorporación de los saberes en el capital fijo; encontramos ahora en el capital
cognitivo una tendencia completamente opuesta donde la valorización de éste
pasa directamente a través del control y la transformación del conocimiento en una
mercancía ficticia y, sobre todo la forma de difusión del saber (expansión de la
escolarización y crecimiento del nivel medio de formación), donde el conocimiento
es cada vez más conocimiento compartido.

Se abordan también el término de flexibilidad en la cual ofrece dos acepciones


diferentes, una que conviene al trabajador a estar lo suficientemente preparado- y
dispuesto- ante cualquier eventualidad o imprevisto y, la otra es precisamente
oponerse al quedarse “quietos” ante los cambios del mercado de trabajo y dejar de
reclamar así y para sí cualquier cambio. No tiene derecho al desconocer y mucho
menos el no estar dispuesto a…

Si tenemos una élite del trabajo intelectual (dueña de la “industria” del


conocimiento) y una sub-élite que se encarga de realizar todos los servicios que
esta “industria” requiera y, a la vez se manejan bajo un esquema privatizador de
servicios del Estado- que además pueden costear y ven como una tendencia
natural- , no es extraño entonces considerar el difícil lugar y condiciones al que
están accediendo los jóvenes recién empleados.

Si están lo suficientemente capacitados, ingresan por apenas un porcentaje ínfimo


de salario que realmente debieran percibir (flexibilidad/descualificación). Otra
tendencia es entrar al sector de servicios (McJobs).

1 Los restaurantes de comida rápida dependen en gran parte de empleado adolescentes: casi el 70% de sus
empleados tiene 20 años o menos. Para muchos, el restaurante de comida rápida es probablemente su
primer empleador. (…) La inmensa mayoría de los empleados son trabajadores a tiempo parcial; la semana
laborable
1 Ritzer, George. Los tentáculos de la McDonaldización,Editorial Popular, S.A..2007.p 189

promedio en la industria de comida rápida es de 29.5 horas. Hay un alto índice de recambio laboral: sólo poco
más de la mitad de los trabajadores permanece empleado por un año o más. (…) son ocupaciones de bajos
salarios; muchas veces reciben el salario mínimo o un salario ligeramente superior. En consecuencia, estos
trabajos están enormemente afectados por los cambios en el salario mínimo: un alza en éste puede tener un
efecto importante en el ingreso de estos trabajadores.

Además de tener nulo o poca entrada a los beneficios que ofrece – ya sea por la
privatización de ellos o por tener sólo trabajos temporales donde no cubren el
perfil para adquirirlos-, se debe añadir que un gran número de jóvenes se van
desfasando entre sus estudios y su primer trabajo ya que éste llega muy tarde o
cuando aún son estudiantes demorando su término y finalmente un alto costo en
los insumos que precariamente pueden sufragar con su primer sueldo.

LEY DE CONTRATO DEL PRIMER TRABAJO EN FRANCIA

El Contrato de Primer Empleo fue una modalidad de contratación laboral que el


Gobierno francés de Villepin intentó aprobar. La medida, que formaba parte del
Proyecto de Ley para la Igualdad de Oportunidades, pretendía fomentar la
contratación juvenil reduciendo los derechos de los trabajadores menores de 26
años. El Contrat Première Embauche o CPE era un tipo de contrato de trabajo sin
limitación de duración. El CPE estaba dirigido a jóvenes de menos de 26 años,
contratados por empresas que cuenten con más de 20 trabajadores. El texto
contemplaba que empleador pudiera romper el contrato sin dar ninguna
explicación durante los dos primeros años. Salvo falta grave por parte del
trabajador, éste tendría una indemnización de fin de trabajo de un 8% -siempre
que el empleador sea el origen de la ruptura del contrato-. Además, cuando el
titular de un CPE fuera despedido después de estar trabajando 4 meses, contaría
con una especie de “mini-paro” de 490 euros al mes durante los dos primeros
meses de desempleo.

Si el trabajador llevaba en plantilla menos de un mes, el CPE decía que no era


necesario un preaviso de despido. Si el periodo durante el que ha estado
prestando servicios a la empresa se comprendía entre 1 y 5 meses, el empresario
tenía obligación de preavisar con 15 días el despido. Si el trabajador lleva en la
compañía más de 6 meses, el empresario debía preavisar con un mes de
antelación como mínimo.

La lay decía que trabajador debía ser contratado de manera indefinida si superaba
los dos años. El periodo de "consolidación" podría ser más corto, ya que al ser un
contrato de “Primer Empleo”, los periodos de trabajo anterior –becas, contratos
eventuales, otros CPEs, etc...- se descontarían de los 2 años.

El Gobierno francés anunció la creación del nuevo contrato el pasado 16 de enero


de 2006. El Proyecto de Ley de Igualdad de Oportunidades, donde se enmarca la
nueva normativa, fue adoptado por la Asamblea Nacional durante la noche del 8 al
9 de febrero de 2006 mediante la utilización del artículo 49-3 de la constitución
gala. Este procedimiento, poco utilizado, permitió que se aprobara el proyecto con
los votos de 43 de los 250 diputados con que cuenta la Asamblea. Tan sólo
estaban presentes 53 diputados en la sala. Por otro lado, el Decreto estaba
paralizado gracias a un recurso de la oposición ante el Tribunal Constitucional
Francés, que el 30 de marzo decretó la legalidad del texto. El presidente de la
República, Jacques Chirac, lo ha ratificado con una moratoria que impide su
entrada en vigor hasta que sea reformado con el acuerdo del mayor número
posible de sectores. Hoy lo ha retirado.

Después de la aprobación en la Asamblea, surge el conflicto entre los sindicatos y


el gobierno y comienzan a movilizarse los estudiantes de los principales liceos y
universidades. Más tarde comienzan a apoyar las movilizaciones también los
trabajadores, los partidos políticos de oposición y la mayor parte de los sindicatos,
creando el movimiento anti-CPE.

El presidente de la República, Jacques Chirac, lo ha ratificado con una moratoria


que impide su entrada en vigor hasta que sea reformado con el acuerdo del mayor
número posible de sectores. Hoy lo ha retirado . www.elpais.es 04/04/2006
Lo anterior es una breve reseña de lo pasado en Francia al tratar de implementar
la CPE. En México se implementó sin aspavientos en octubre/2010 –después de
dos intentos fallidos 1995 y 2002 intentaran PRI y PAN aprobarla sin éxito-.Esta
vez la propuesta es hecha por Beltrones (PRI) y es aprobada (junto con el paquete
fiscal del 2011) sin resistencias, curiosamente por las mismas fechas se
aprobaron planes semejantes en Colombia y República Dominicana.

Me es difícil encontrar los puntos negativos a esta ley ya que si me remito al Diario
Oficial de la Federación 26/10/10 cuando se da a conocer sólo encuentro
conceptos técnicos específicos a beneficios fiscales a las empresas (disminución
del IETU, etc). Después me remití a diferentes fuentes periodísticas en línea como
la Jornada, El universal o el Economista y, salvo el artículo en

México SA de Carlos Fdez-Vega


(http://www.jornada.unam.mx/2010/03/22/index.php?
section=economia&article=024o1eco)

Donde las afirmaciones que hace en contra de esta ley son en el rubro de poner a
los jóvenes trabajadores en un período de prueba de 3 meses (lo que se hace muy
frecuentemente) y de trabajos de tiempo parcial- todo ésto en palabras del
Secretario del Trabajo Lozano-; además de sólo proporcionar cifras de la falta de
fomento – y pérdida- de trabajo en el País. Ese siendo el único artículo que ataca
dicha ley comparándola con la que se rechazó en Francia pero sin decir
puntualmente en qué puntos.

Revisé otros artículos donde la oposición o fallas a esta ley eran por muy
diferentes razones: incapacidad del IMSS de recibir una oleada de nuevos
trabajadores, empresas sin capacidad de otorgar las prestaciones que se exigen,
críticas a Beltrones por meter esta ley para que sea aprobado todo el paquete, etc.

Supongo que la ley para el fomento del primer trabajo (LFPT), debe tener
seguramente muchas razones para ser considerada nefasta para los jóvenes e
institucionalizar en ellos – y en todos- el trabajo precario… sólo que no se
encuentra fácilmente la información y, además ya tenemos en la radio al menos,
un bombardeo de mensajes anunciando las “bondades” de ella.

Lo que por otro lado es inquietante, es el contraste entre las reacciones en París y
la falta de reacciones en México. Si la ley que se acaba de aprobar en México es
tan semejante a aquella ¿cómo es que aquí apenas si se menciona? y el sector
aludido no ha emitido- hasta donde tengo conocimiento- una voz discordante.
Pareciera que no despierta el menor interés en ellos y que por supuesto esto
indicaría el poco conocimiento del tema y una apatía y desprecio generalizado a
sus propios intereses; muy contrario a lo expresado en los jóvenes franceses:

Así, es entonces un déficit democrático (el círculo de personas que deciden no


abarca el círculo de los que sufren las consecuencias) el que explica, para mí, la
única opción que queda para expresar el desacuerdo : la calle.

A ello podemos añadir un hecho de sociología política : en Francia, debido al


ejemplo que vivieron sus padres en los últimos veinte años, los jóvenes son
conscientes de sus propios intereses y, a la vez, reaccionan ante el hostigamiento
social. En principio, un joven forzado a firmar un CPE para obtener su primer
empleo siente que actúa en contradicción con sus propios intereses. Luego, se
percibe a sí mismo como parte de una categoría desfavorecida (lo cual puede ser
una humillación) y percibe la ley como la que legaliza un acto arbitrario (el de
reservar a los jóvenes los únicos contratos precarios de la legislación laboral
francesa, simplemente para compensar un comportamiento patronal que consiste
en no contratarlos o en hacerlo con una remuneración reducida. Por último, el
CPE es nada más que un revelador de las tendencias profundas de la sociedad
francesa.

Gilles J. GUGLIELMI Catedrático de derecho público, Universidad de Paris-II


(Panteón-Assas) Texto El CPE visto desde un ciudadano jurista

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