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Tecnología en
América Latina
Ciencia y
Tecnología en
América Latina
Manuel Marí
Hernán Thomas
Carpeta de trabajo
© Universidad Nacional de Quilmes
Maestría en Ciencia, Tecnología y Sociedad: Ciencia y Tecnología
en América Latina
Primera edición: agosto de 2000
Impreso en Argentina
Íconos
Bibliografía obligatoria
Actividades
Para reflexionar
Índice
Introducción........................................................................................13
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3.2.5. Síntesis................................................................................................142
Referencias bibliográficas...................................................................144
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Introducción
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Objetivos
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A inicios de los años ‘60, comienza a gestarse en América Latina una ac-
tividad, relativamente intensa, de reflexión acerca del desarrollo científico y
tecnológico, que dio lugar a críticas y propuestas alternativas para la orien-
tación de las actividades y políticas científicas y tecnológicas locales. En es-
te contexto, se desarrolló durante dos décadas un enfoque original sobre
Ciencia, Tecnología y Desarrollo, orientado al aumento de los márgenes de
autonomía tecnológica y la satisfacción de necesidades sociales de la re-
gión. Este enfoque alcanzó tal grado de afinidad y difusión que llevó a que
algunos investigadores lo caracterizaran como una “escuela” de pensamien-
to. Desde mediados de los ‘70, y durante la década del ‘80, este proceso de
reflexión se quiebra y problematiza. Hacia fines de los ‘80, y con mayor pro-
fundidad durante los ‘90, es posible registrar una intensificación de la refle-
xión -y la generación de iniciativas políticas- en C&T.
El objetivo de esta área es analizar el proceso de construcción de una re-
flexión latinoamericana en C&T, su problemática evolución a lo largo de las
últimas cuatro décadas y su relación con el contexto sociohistórico en que
se enmarca. Se observará, en particular, la secuencia de “modelos de inno-
vación”, adoptados por esta reflexión, que orientaron los procesos de policy
making en la región.
La organización de estos contenidos da origen a la segunda unidad del
programa:
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Modalidades de trabajo
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Formas de evaluación
• Realización de los trabajos prácticos propuestos para cada una de las uni-
dades. El cursante enviará estos trabajos en las fechas indicadas por el
coordinador del curso. En estos trabajos se evaluará, particularmente, la
comprensión de las lecturas y la capacidad de análisis del cursante.
• Realización de un trabajo monográfico individual, que será presentado al
finalizar el curso. El estudiante podrá optar entre temas correspondientes
a las unidades temáticas del programa. La estructura de estas monogra-
fías será semiabierta: un pautado de cuestiones puntuales, a proponer
por el coordinador, orientará la realización de cada monografía.
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1.1.1. Introducción
1.1.2. Antecedentes
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En este apartado presentamos una primera síntesis del debate que dio
origen a las ideas sobre política científica y tecnológica en América Latina y
que, por tanto, inicia un nuevo período en el desarrollo de la ciencia y la tec-
nología en la región. En la Unidad 2 se encuentra un análisis conceptual más
pormenorizado de este debate y de su evolución histórica. Para esta síntesis
nos hemos basado en la bibliografía de la Unidad 2, particularmente en M.
Marí (1982) y L. Vaccarezza (1998).
La ciencia latinoamericana cobra un nuevo impulso en los años ‘50. Este
movimiento se nutre del debate y la preocupación de los países entonces
Véase, a este respec- avanzados por fomentar desde el Estado, y no sólo en las universidades, la
to, de Vannebar Bush
-el impulsor de la política ciencia y la tecnología.
científica en los Estados
Unidos- “Ciencia, la fronte-
ra sin fin”, en: REDES. Re-
vista de Estudios Sociales Dos elementos son fundamentales en el debate: a) la
de la Ciencia, No. 14, Dos- importancia de la ciencia básica, impulsada por los
sier, noviembre de 1999, Estados Unidos y por la Unión Soviética y puesta de
pp. 97-137.
relieve en las carreras nuclear y espacial entre los dos
países, la “Big Science” (en la expresión de uno de los
pioneros de la política científica, Derek de Solla Price,
de la Universidad de Princeton y conocedor de Améri-
ca Latina); b) la constatación de los europeos de que
las aventuras espacial, militar y nuclear estaban
otorgando a las empresas de los Estados Unidos, a
raíz del efecto de derrame de esas investigaciones,
una ventaja competitiva desleal, subsidiada desde el
Estado. Surge entonces la idea de la necesidad de
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1.2.1. Introducción
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• Argentina 12,3
• México 25,1
• Brasil 30,7
• Canadá 31,1
Este tema está tomado del • España 86,3
análisis realizado en la publi-
cación de la Secretaría de • Estados Unidos 41,3
Ciencia y Tecnología (SCYT)
de la Argentina, “La investiga-
ción científica y tecnológica Estas cifras revelan para la Argentina una situación preocupante, que va
argentina. Diagnóstico de sus a la par con el “envejecimiento” de la población investigadora del país, ya
áreas de vacancia”, Buenos constatado por los diagnósticos de la base científica y tecnológica.
Aires, octubre de 1999.y M.
Marí (1998), de la Bi-
bliografía obligatoria. 1.2.2.3. Fortalezas y debilidades en las distintas disciplinas científicas
Los datos están toma- Un análisis bibliométrico citado en el libro de Indicadores de C&T de
dos de Braun, T. y otros, Venezuela de 1997 sugiere algunas conclusiones sobre fortalezas y debilida-
“The Scientometric Weight of
50 nations in 27 Science Areas, des de los países con más desarrollo científico de la región:
1989-93”, Scientometrics, Vol.
34, No. 2, octubre de 1997.
Véase también el análisis de M. • la fortaleza relativa del Brasil en Matemáticas, en Ingeniería Electrónica
Marí (1998), de la Bibliografía (un subproducto nada despreciable del período de su reserva de merca-
obligatoria. do informático), Salud Pública y Tecnología Médica;
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Hay que ser cuidadoso con la interpretación de los datos del SCI. En ge-
Véase a este respecto el li-
neral, los países de habla no inglesa están subrepresentados en dicha base bro La investigación cientí-
de datos, en particular América Latina. Se ha señalado también que en algu- fica y tecnológica en Argen-
nos campos, de carácter más aplicado, como la agronomía y algunas inge- tina: diagnóstico e identifi-
cación de áreas de vacan-
nierías, el SCI presenta un sesgo aún mayor. Pero para disciplinas más bási- cia, Secretaría de Ciencia y
cas, como las que entran en discusión aquí, y especialmente para una com- Tecnología, Ministerio de
Cultura y Educación, Repú-
paración entre países latinoamericanos, se pueden aceptar los datos. blica Argentina, 1999. Este
De los dos estudios mencionados es posible extraer las siguientes con- libro es una fuente que se
clusiones sobre la ciencia y la tecnología en los cinco países: recomienda al estudiante
para el conocimiento de las
La Argentina tiene una fortaleza tradicional en Química, en particular en disciplinas científi-
Química inorgánica, así como en Ingeniería química, a pesar de que se han cas en la Argentina.
señalado debilidades
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PAÍS TOTAL Biolog. general Cs. médicas Geociencias Física Materiales Ingeniería Astronomía
ARG 4,6 3,7 5,6 2,5 8,3 5,4 3,1 11,9
BRA 6,1 5,9 5,9 7,2 13,4 10,2 6,2 18,1
CHI 2,8 3,2 2,8 2,6 3,2 1,3 1,2 23,7
MEX 3,8 4,1 4,1 4,2 6,2 4,4 1,7 14,0
VEN 1,3 2,8 1,5 0,8 0,7 1,6 1,0 0,9
LAT.A 16,7 20,1 17,9 17,6 24,9 18,8 11,8 n.d.
S.KOR 2,0 1,0 0,7 1,1 7,3 4,2 4,8 n.d
TAIW 2,9 2,9 2,3 0,9 5,4 4,7 5,4 n.d.
IND 15,4 21,1 13,4 18,8 31,7 27,6 22,8 n.d.
FRA 49 34,1 57,8 49,1 62,6 59,3 30,1 n.d.
JAP 47,6 31,5 59,0 36,2 62,2 67,7 42,4 n.d.
USA 96 92,4 98,5 95,6 97,0 91,9 87,8 n.d.
Fuente: “Indicadores Regionales de C y T”, RICYT. Univ. Nac. de Quilmes. Las áreas temáticas fueron defi-
nidas por el Modelo Mundial del Center for Research Planning y fueron aplicadas a los datos de 1985 del SCI.
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Lecturas obligatorias
Punto 1.1.
Marí, Manuel (1982), Evolución de las concepciones de
política científica y tecnológica en América Latina, Serie
“Estudios sobre el desarrollo científico y tecnológico”,
OEA, Washington, DC, 1982.
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Punto 1.2.
Marí, Manuel, Estébanez, María Elina y Suárez, Daniel
(1998), La cooperación en ciencia y tecnología entre los
países del MERCOSUR, Informe final del proyecto del
mismo nombre, IEC/UNQ, 1998.
Referencias bibliográficas
Bush, Vannebar (1945), “Ciencia, la frontera sin fin”, REDES. Revista de Estudios
Sociales de la Ciencia, Dossier, No. 14, noviembre de 1999, pp. 97-137.
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Vessuri, Hebe (1995), “Science in Latin America”, en: Science in the XXth Century,
John Kriege & Dominique Pestre (ed.), cap. 43, CREST, Harwood Academic
Publishers, París.
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El apartado 2.3 ha si- De cualquier forma, los autores entendemos que la confrontación de en-
do concebido desde foques y puntos de vista diferentes permitirá a los cursantes profundizar la
la perspectiva del análisis
político; la presentación he- comprensión de la temática. Nosotros, entretanto, continuaremos discutien-
cha en los dos primeros mó- do en busca de consenso.
dulos, en cambio, presenta
un enfoque basado en las
teorías del desarrollo, y el 2.1.2. Antecedentes
análisis de las publicaccio-
nes y de las realizaciones
concretas de miembros de Como antecedentes para el apartado 2.1 se aconseja
ELAPCYTED. repasar los apartados “Antecedentes” y “La evolución
de la ciencia y la tecnología en América Latina en los
últimos 50 años” (en particular sus primeros dos pun-
tos).
Antecedentes históricos
En la literatura dedicada al desarrollo de la región (F. H. Cardoso y E. Faletto,
Ec., op. cit.) se ha señalado abundantemente la orientación hacia el exterior de
sus economías, desde la colonia hasta el presente siglo, orientación dada por
la abundancia de recursos naturales, que la hizo presa de la codicia de los pri-
meros conquistadores y de negocios fáciles para las clases terratenientes loca-
les, antes y después de la independencia.
véase F. H. Cardoso y E.
Faletto, “Dependencia y de- Resumen cronológico: de la economía agroexportadora a la industrialización
sarrollo en América Suele aceptarse la siguiente cronología, útil para ubicar el contexto histó-
Latina”, en particular
su análisis de las rico inmediato y contemporáneo al nacimiento de la Escuela:
“economías de enclave” y la
transición hacia la industria-
lización -particularmente • Desde la colonia a la independencia: economías de enclave mineras y
capítulo IV, “Desarrollo y agroexportadoras.
cambio social en el momen- • Independencia hasta 1930 (con diferencias según países): continúan las eco-
to de transición”, pp. 54-102
nomías de enclave, intensificándose el modelo extractivo y agroexportador.
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propio Marx hizo en su Cada país muestra modalidades y situaciones distintas, algunas de las
tiempo. Sin dejar de utilizar cuales se acercan más que otras al modelo simplista que criticamos aquí.
su marco conceptual bien
conocido, los análisis de las Pero resumiendo la polémica revisionista podemos afirmar que, efectivamen-
luchas políticas que vemos te, la historia latinoamericana ha estado signada por conflictos no resueltos
en El 18 de Brumario, por
ejemplo, son todo lo contra- entre intereses económicos opuestos, tanto en el siglo pasado como en el
rio de los esquemáticos aná- presente, si bien ellos no siempre son fácilmente identificables con actores,
lisis de muchos que se han grupos o clases definidas y excluyentes. Estos conflictos asumieron múlti-
llamado “marxistas”. Véan-
se también los análisis de ples formas, que determinaron desfasajes y alianzas entre grupos, según se
Eric Hobsbawm. sintieran más identificados con unos u otros intereses.
También es claro que debido a ese conjunto de intereses entrecruzados,
y excepto en determinados momentos, no hubo un grupo o clase social que
Es probable que eso empujara coherentemente un proyecto nacional y que concitara el consenso
se haya dado con el de vastos sectores sociales.
proyecto que para la Argenti- Salvo esas excepciones, y en algún sentido en el caso del Brasil, no se
na tenía la Generación del
‘80, cuando, unificado el han dado grandes consensos ni proyectos nacionales. Las alianzas siempre
país, se inició una etapa de han sido frágiles, probablemente debido a la violencia y al entrecruzamiento
crecimiento que, aunque ba-
sada en la exportación de re- de los conflictos de intereses. Y, desde luego, tampoco se han dado para
cursos naturales, posibilitó el acometer los procesos de industrialización.
crecimiento de una clase me-
dia urbana. Sin embargo, esa
clase pronto generó una puja Conflictos distributivos
distributiva que más tarde se A los conflictos entre intereses económicos de las clases o grupos domi-
combinaría con los conflictos
de intereses creados al albor nantes, que organizaron la producción y el gobierno, se sumaron los conflic-
de la primera industrializa- tos que hoy llamaríamos distributivos.
ción de la década de 1930. En realidad, todo conflicto de intereses sectoriales (entre agricultura e in-
Por ejemplo, como los dustria) implica una puja distributiva. Aquí nos referimos particularmente a la
descritos en el apartado
“Conflictos económicos existente entre los grupos propietarios de los recursos y las empresas y los
de intereses desde la Colonia trabajadores, aunque también se verificaron entre los grandes propietarios y
hasta la industrialización sustitu-
tiva: la transición” los pequeños de empresas.
Durante toda la etapa colonial, la dominación cuasi feudal que caracterizó la
organización de la economía hacia la exportación mantuvo a la población indíge-
na y a los criollos pobres sin posibilidad de establecer mínimas reivindicaciones,
con la excepción de algunas revueltas aisladas -como la rebelión de Túpac Ama-
ru y los movimientos mesiánicos en el Brasil-. Esta situación se mantuvo sin
grandes variaciones durante el primer siglo posterior a la independencia.
Pero ya desde inicios del siglo XX, la ampliación de los mercados inter-
nos y la creación de industrias a comienzos del período de sustitución de
importaciones trajo consigo, naturalmente, la irrupción de nuevos actores
en las escenas nacionales: los trabajadores industriales en algunas zonas,
y en otras las masas campesinas o los trabajadores vinculados con la ex-
plotación y la exportación de materias primas, actores que asumieron mu-
chas veces un rol reivindicativo al ser animados por las incipientes ideas so-
cialistas o simplemente “distribucionistas” y por la organización de los mo-
vimientos sindicales traídos de Europa por las sucesivas olas de inmigran-
tes. Se registran entonces por primera vez movimientos sociales organiza-
dos tras la exigencia de una mejor distribución: así, los conflictos de los tra-
bajadores del quebracho y las lanas de la Patagonia en la Argentina, la pro-
fundización de la Revolución mexicana, el surgimiento del movimiento labo-
rista en el Brasil, el Aprismo en el Perú y Acción Popular en Venezuela. En
Centroamérica, los conflictos iniciados con la guerra de Sandino contra la
invasión americana en Nicaragua tenían todavía una base agraria y campe-
sina que se mantuvo aún después de la contienda mundial.
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2.2.1. Introducción
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En palabras de Sábato,
b) Ruptura con el modelo lineal ofertista. Como se dijo más arriba, el pen-
samiento de la que llamamos la Escuela Latinoamericana de Pensamiento so-
bre Ciencia, Tecnología y Sociedad nace en forma pragmática, casi al mismo
tiempo que los primeros científicos que propusieron una política científica pa-
ra América Latina, como, por ejemplo, Bernardo Houssay en la Argentina y
Marcel Roche en Venezuela. Houssay era un convencido de que “la mejor ma-
nera de tener ciencia aplicada es intensificar la investigación científica funda-
mental, pues de ella derivarán abundantes aplicaciones”(Houssay, “Importan-
cia del adelanto científico para el desarrollo y prosperidad de las Américas”,
Ciencia Interamericana, enero-febrero de 1960, p. 11), sin cuestionarse en
qué contexto ni en qué condiciones pueden darse esas aplicaciones. Por tan-
to, plantearon como políticas aumentar los presupuestos de investigación:
esa oferta crearía su propia demanda.
La escuela latinoamericana rompe con ese esquema en su práctica. Sin C. Martínez Vidal re-
cuerda que cuando
embargo, la CNEA desarrolló una bien conocida labor de excelencia científi- entró en la CNEA en 1955
ca en física nuclear, pero fue a partir de la tecnología, podríamos decir, a par- Sábato le aconsejó: “[...]
que [...] deje [...] la física y
tir de la demanda. vuelva a los fierros de la in-
Es frecuente escuchar que las políticas científicas y tecnológicas de geniería”; en Ariel Barrios
América Latina han estado signadas hasta ahora por el ofertismo, como si Medina, op. cit., p. 7.
sólo recientemente, y gracias al modelo neoliberal, se hubiera empezado a
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2.3.1. Introducción
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Este recorrido presenta un pun- Resulta, entonces, conveniente intentar reconstruir la trayectoria de la
to de interés suplementario: la reflexión local de la PCT, no sólo para intentar comprender lo “pensado”,
reflexión de algunos intelectua-
les argentinos sobre la sino también lo “pensable” en distintos momentos del proceso. Intentar
temática se difundió por reconstruir lo “existente”, lo “bueno” y lo “posible” -en términos de G.
distintos países de Amé-
rica Latina, y, en algunos casos, Therborn (1992)- para las diferentes racionalidades de los actores (o,
su influencia se extendió hasta aun, de los sujetos ideológicos) involucrados en la concepción e imple-
España. Tal es el caso, por ejem- mentación de la PCT.
plo, de la producción de J. A.
Sábato. Su triángulo de relacio- A lo largo de este punto se revisarán las tendencias más significativas en
nes (Sábato y Botana, 1968) se la reflexión latnoamericana en PCT, tanto oficiales (las que llegaron a trans-
incorporó a la refexión sobre
PCT en todo el territorio iberoa- formarse en políticas públicas) como los pensamientos alternativos en con-
mericano: “Uno de los puntos texto histórico. El punto de partida de este ejercicio es la década del ’60.
de partida clásicos para efectuar En esta interpretación se relacionarán las estrategias de industrialización
el análisis de la situación del
‘sector C&T’y formular así una sustitutiva en América Latina, el pensamiento latinoamericano alternativo en
política era el modelo concep- C&T (Sábato, Herrera, Varsavsky, Sagasti, Halty, etc.), las políticas de apertu-
tual conocido como el ‘triángu-
lo de Sábato’, posteriormente ra y desregulación (años ‘80 y ‘90) y las tendencias recientes de la reflexión
transformado en polígonos de sobre ciencia-tecnología-desarrollo. Asimismo, se observará la evolución de
cuatro o más vértices y luego en los modelos de innovación adoptados: lineal ofertista, demand pull, “inde-
sistemas con articulaciones
múltiples” (Oteiza, 1996, p. 78). pendentismo latinoamericano”, interactivo, sistemas locales de innovación.
Resulta dificultoso
definir un momento
inicial de esta trayectoria. Con el fin de ordenar este análisis se adoptó la siguien-
Por ejemplo, en sentido am-
plio, la reflexión sobre polí- te estructura expositiva. En la trayectoria de la refle-
tica tecnológica podría re- xión se diferenciaron dos períodos: el primero com-
montarse a las discusiones prende las décadas del ‘60 y del ‘70, el segundo, los ‘80
entre librecambistas y pro- y los ‘90. Por otra parte, dentro de cada período se han
teccionistas a comienzos de diferenciado tres niveles: a) dinámica de contexto, b)
la consolidación de la Ar-
gentina como estado-na- política de C&T y c) reflexión.
ción, durante la segunda mi- En el nivel de “dinámica de contexto” se sintetizan al-
tad del siglo XIX. La corres- gunos aspectos considerados relevantes para la com-
pondiente a política científi- presión de la situación de reflexión, diferenciados en
ca podría tomar como mo- tres subniveles: a) externo: política y economía inter-
mento inicial las primeras
décadas del siglo XX. Si nacional; b) interno: política y economía latinoamerica-
bien algunos elementos de na; c) patrón tecnológico: tendencias dominantes en
esa reflexión podrían ser tecnología de producto, procesos y organización.
útiles para comprender En el nivel de “política de C&T” se sintetizan los prin-
ideas más recientes, resulta cipales aspectos del accionar del estado en esta área:
conveniente restringir este
apartado al análisis de las naturaleza de las medidas adoptadas, orientación de
ideas relacionadas con la las estrategias, modos de cooptación, etcétera.
aparición de las grandes ins- En el nivel de “reflexión” se resumen las posiciones adop-
tituciones, a fines de los ‘50 tadas por distintos autores que tuvieron vigencia en
y principios de los ‘60. América Latina durante las cuatro décadas observadas:
su origen, motivaciones, alcance y restricciones. En este
nivel se hace particular referencia a la evolución de la re-
flexión argentina, en contexto con la reflexión regional.
Dinámica externa
A partir de la Segunda Guerra Mundial, comienza a desarrollarse un pe-
ríodo de internacionalización de la dinámica económica mundial: rápida
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Dinámica interna
A partir de la crisis de 1929, y la recesión subsecuente, comienza a alte-
rarse el comportamiento productivo de algunos países periféricos (incluyen-
do los principales países latinoamericanos: el Brasil, la Argentina, México)
que, a partir de la iniciativa del Estado, encaran procesos de industrialización
por sustitución de importaciones (ISI). Durante y después de la Segunda Gue-
rra Mundial se profundiza esta estrategia, cuyo principal motor era el capital
nacional, con una mayor intervención del Estado en la producción. A partir de
los ‘60 se complejiza el modelo sustitutivo al incentivarse la integración de
un nuevo actor económico: las empresas transnacionales.
A través de políticas de desarrollo económico e industrial, el Estado im-
plementa, a partir de este momento, una política “modernizante”, de carac-
terísticas anticipatorias y estructurantes. Su objetivo era la articulación de ca-
pital nacional y transnacional (del cual se esperaba una contribución en cuan-
to a inversión directa y tecnología) a través de la protección del mercado in-
terno e incentivos directos e indirectos a las exportaciones. El Estado avan-
zó en el aspecto productivo, responsabilizándose no sólo por la infraestruc-
tura de transporte, energía y comunicación, sino también por el desarrollo de
algunas industrias básicas. La protección excesiva, la ineficaz implementa-
ción de la legislación “compre-nacional”, la concesión indiscriminada de sub-
sidios y el insuficiente desarrollo tecnológico, determinaron una situación ca-
racterizada por productividad, calidad y competitividad de los productos y pro-
cesos locales inferiores a la media mundial. Más allá de algunas excepcio-
nes, la producción generada a través de ISI resultó inadecuada –al menos ini-
cialmente, como veremos más adelante- para su colocación en los mercados
internacionales.
Dinámica tecnológica
El desarrollo tecnológico de posguerra de los países llamados “avanza-
dos” se gestó a partir de la explotación de un stock de innovaciones mayo-
res generadas desde mediados de la década del ‘30 hasta el fin de la Se-
gunda Guerra Mundial, que permitió el despliegue de un intenso período de
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“[...] prácticamente todas las acciones de política de CT sugeridas ca hasta la tecnología, co-
y financiadas por el Programa Regional de la OEA, así como por mo supuesto epistemológi-
co. En tanto es posible
muchas otras instituciones, se basaron en las premisas básicas coincidir con la primera y,
de este enfoque. Asimismo, en los objetivos asignados a la mayo- parcialmente, con la tercera
afirmaciones, es de notar
ría de los consejos [de C&T] en América Latina y en las declara- que la segunda se restringe
ciones gubernamentales sobre este tema, la consolidación del a un grupo más acotado de
‘sistema científico’ es considerada clave para una política ventu- autores.
rosa en esta área.”
(Amadeo, 1978, p. 1440)
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nacional estaría dada por la integración del desarrollo tecnológico así gene-
rado en un proyecto nacional determinado, en primera instancia, en el plano
político (Sábato, 1971). No se trataba, es necesario aclarar, de seleccionar
siempre las tecnologías más “avanzadas” o las best practices que se presen-
taban en el estado del arte internacional, sino aquellas tecnologías que res-
pondieran al mayor grado de adecuación a la estrategia de desarrollo. La
construcción de una capacidad científica local debía ser diseñada en función
de la capacidad local de producción del mix (Sábato, 1972).
De hecho, esta ampliación del papel del Estado parece ser el primer punto
de coincidencia entre ELAPCYTED y la PCT oficial. Los teóricos de ELAPCYTED
otorgaban un peso fundamental al papel del Estado: el “triángulo de Sábato”
le concedía al Estado el vértice superior (dedicándole la mayor parte de la re-
flexión). El modelo de Halty Carrere estaba basado en la concepción de un Es-
tado que se desempeñaba como actor de iniciativa (Albornoz, 1996, p. 41).
Otros autores involucrados en esta corriente otorgaban al Estado algunas fun-
ciones clave para el desarrollo tecno-ecnómico. Alberto Aráoz y Javier Jarami-
llo, por ejemplo, plantearon la posibilidad de utilizar el poder de compra del Es-
tado para la generación de una demanda de C&T local.
Existe, aparentemente, un punto de convergencia entre la política oficial
desarrollista de “transferencia de tecnologías” y el planteo de ELAPCYTED
acerca de la “selección de tecnologías”. Sin embargo, en tanto la política ofi-
cial dejaba librada la selección de tecnologías a la decisión de los agentes
microeconómicos, ELAPCYTED consideraba imprescindible una posición acti-
va por parte del Estado, en la cual esa selección debería darse de manera Sin embargo, detrás de la
relativamente centralizada, a partir de criterios macroeconómicos. Corrobora crítica de ELAPCYTED a
la política de transferencia
esta diferencia el hecho de que cuando algunos integrantes de ELAPCYTED es posible observar una vi-
lograron cierto grado de inserción en el aparato del Estado, tendieron a redi- sión mecanicista del cambio
reccionar la política de transferencia oficial centralizando -en instancias cali- tecnológico: el desarrollo
local de tecnología era visto
ficadas, como el INTI o el Banco Nacional de Desarrollo (BANADE)- la adjudi- como un sustitutivo
cación de autorizaciones de contratación. de la transferencia de
tecnologías. No se
Las visiones macro y relativamente lineales utilizadas durante el período percibía de forma suficien-
parecen haber ocasionado problemas de visibilidad sobre algunos fenóme- temente clara, más allá de la
nos de generación de tecnología que sólo teorizaciones de naturaleza mi- idea de “mix tecnológico”,
la complejidad de los proce-
croeconómica permitieron comprender posteriormente. En particular, los sos de innovación.
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2.3.3. Las décadas de los ‘80 y los ‘90: cambios de contexto y nuevas
vías de reflexión
Dinámica tecnológica
La situación de relativa estabilidad tecnológica se vio radicalmente alte-
rada en la década de los ‘80. Uno de los aspectos más notables del cambio
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Dinámica externa
Frente al agotamiento del modelo de crecimiento de posguerra, basado en
un patrón tecnológico y una estructura de producción llevados a su límite por
los procesos de internacionalización y multinacionalización, los países cen-
trales tienden a adoptar políticas orientadas a revertir el desajuste entre la
base productiva internacionalizada y la circulación financiera. Más allá de las
especificidades de la evolución de cada país, es evidente en todos ellos un
intento de adaptación a las nuevas tendencias económicas y al proceso de
globalización de la economía mundial. Este proceso, como el de multinacio-
nalización que lo precedió, es impulsado por la acumulación y centralización
de recursos y, ahora más acentuadamente, por el intenso ritmo de innova-
ción protagonizado por los conglomerados transnacionales. Su resultado es
una reorganización de la producción (flujos de tecnologías e insumos, estruc-
turas de decisión y control), de la comercialización (estrategias de mercados
supranacionales, regulados por normas mundiales) y de consumo (generali-
zación de patrones de consumo, y, al mismo tiempo, explotación de la posi-
bilidad de atender a diferencias y preferencias regionales) en bases mundia-
les, y una radical disminución de la importancia de las fronteras nacionales.
El proceso de multinacionalización anterior tropezaba con los límites na-
cionales. La inexistencia de mecanismos institucionales reguladores, capa-
ces de lidiar con una estructura supranacional cada vez menos compatible
con el proceso de toma de decisiones de los centros nacionales de poder,
termina por forzar una reformulación del papel del Estado. Éste actúa cada
vez más como un facilitador de las acciones de las empresas transnaciona-
les, en dirección a la profundización de la mundialización: a) remoción de los
límites nacionales, tanto externos (esfera diplomática, formación y consolida-
ción de bloques económicos) como internos (atenuación de la presión de los
actores perjudicados por los efectos de la globalización, inclusive a través
del gasto social); y b) presencia del estado en la generación de condiciones
financieras y humanas que demanda el desarrollo científico y tecnológico.
80
Ciencia y Tecnología en América Latina
Dinámica interna
Los impactos que producen las nuevas tecnologías en los países latinoa-
mericanos pueden ser clasificados en: a) “exógenos”: que afectan a la eco-
nomía de la región debido a su difusión desde los países centrales; y b) “en-
dógenos”: devenidos de su difusión en el interior de las economías naciona-
les. La pérdida de las ventajas comparativas, determinada por los efectos
exógenos, tiende a causar una disminución de los ingresos y una limitación
del rango de los productos exportables. El establecimiento de una nueva di-
visión internacional del trabajo tiende a anular ventajas comparativas estáti-
cas (al independizar la actividad productiva de las materias primas naturales
y al aumentar el contenido científico y tecnológico de los productos y proce-
sos) y lleva, durante los ‘80, a una reversión del flujo de capital entre el nor-
te y el sur. Sin embargo, durante los años ‘90, los flujos de inversión extran-
Aun sin ser los re-
jera directa han crecido sostenidamente hacia los países en desarrollo, al rit- ceptores principales,
mo de la aceleración de procesos de apertura económica, desregulación, pri- algunos países latinoameri-
vatización y take over de las empresas locales más dinámicas. canos como México y la
Argentina han recibido una
El estado de crisis permanente de las economías de la región generó, al corriente significativa. En
mismo tiempo, una sensación de necesidad de estabilización macroeconómi- su mayor parte han estado
dirigidos al aprovecha-
ca. En ese contexto, la realización de grandes inversiones por parte del Esta- miento de ventajosas condi-
do en obras de infraestructura pareció, si no imposible, contraindicada. Las di- ciones ofrecidas por los
ficultades “de caja” de las economías de la región implicaron la necesidad de programas de privatizacio-
nes de estos países
fuertes ajustes presupuestarios focalizados en la reducción del gasto público. (Chudnovsky et al., 1995).
La necesidad de acceder a fuentes externas de financiación condicionó la
orientación socioeconómica del ajuste. Frente a la crisis de la balanza de pa-
gos, el aumento de las exportaciones pasó a ser la vía privilegiada de salida.
Durante la década de los ‘80 -conocida como la “década perdida”- el he-
cho más significativo fue el crecimiento de las exportaciones -de commodi-
ties- en algunas de las principales economías de la región. Fue tan notable
este fenómeno que pasó a ser interpretado como síntoma de un proceso
de características estructurales, que marcaba una superación del modelo
de desarrollo vía ISI. Por lo tanto, se dedujo, la continuación del proceso
de desarrollo debería efectuarse teniendo como base la explotación de las
posibilidades de inversión abiertas por las nuevas tecnologías, a partir de
una agresiva política de promoción de exportaciones, a semejanza de lo
que parecía haber ocurrido en los NICs del sudeste asiático. El nuevo mo-
delo de crecimiento buscado permitiría, en teoría, la expansión de las ex-
portaciones y la integración competitiva en el mercado internacional. Esta
política respondió, por otra parte, a la postura de los gobiernos latinoame- Podría plantearse que esto
ricanos de cumplir con los compromisos de la deuda externa, la cual fun- significa la inexistencia de
cionó así como un elemento inductor de esa estrategia de desarrollo. La políticas económicas, en
general, e industriales, en
producción para la exportación fue privilegiada en detrimento de la orienta- particular, de largo plazo.
da al mercado interno. Es, en cambio, más adecua-
do precisar que la política
La liberalización del comercio, el reajuste estructural, la competitividad, neoliberal es en sí una es-
tienden a ser adoptados como conceptos directrices, integrándose, dado su trategia de largo pla-
nivel de generalización, en un nuevo sentido común. zo, dado que implica
concretas reglas de
Tanto el surgimiento, consolidación o diversificación de grandes grupos juego, sistemas de premios
económicos de la región como el cambio de estrategia de las transnaciona- y castigos, para el capital.
La implementación del en-
les determinaron, en las dos últimas décadas, un aumento del grado de con- foque neoliberal lleva im-
centración de la economía latinoamericana. Las nuevas reglas de juego faci- plícita una política indus-
litaron e incentivaron este proceso. Los estados nacionales aparecen así co- trial, y, por derivación, co-
mo se verá más adelante,
mo garantes y viabilizadores de la concentración. una política tácita de C&T.
81
Universidad Virtual de Quilmes
Parece erróneo interpretar este nuevo papel del Estado-neoliberal como pa-
sivo. Si bien se retrotrae de su rol intervencionista-productivo en la economía,
el nuevo papel se orienta a la concertación de intereses corporativos y, funda-
mentalmente, a la “seducción” del capital financiero, nacional e internacional,
Bonefeld y Holloway a fin de lograr su radicación local, al menos en términos coyunturales.
(1995) describen esta
transformación del papel del La búsqueda de una “integración competitiva” al mercado internacional
Estado, y sus implicaciones supone el crecimiento de sectores productores de bienes de contenido tec-
político-sociales. nológico relativamente alto, destinados a la exportación. Las características
y especificaciones de estos bienes torna prácticamente ineludible la utiliza-
ción de tecnologías semejantes a las empleadas por las empresas transna-
cionales de los países capitalistas avanzados. La percepción de la imposibi-
lidad de realizar ese desarrollo a partir de esfuerzos endógenos motivó que
se otorgara, una vez más, un papel central en las estrategias de desarrollo
a la radicación de subsidiarias de transnacionales.
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Ciencia y Tecnología en América Latina
“ineficacia” y “mayores costos” para satisfacer las demandas del aparato pro-
ductivo. La transferencia de tecnologías queda así planteada como la vía exclu-
yente de obtención de tecnología avanzada. Aun la capacidad de compra local,
en términos de selección de tecnologías, es relativamente desvalorizada, al
adoptarse -en algunos países de la región- modalidades de implementación de
privatizaciones donde el socio extranjero se encarga de los aspectos tecnoló-
gicos de las operaciones y de la adquisición de equipamientos.
Más allá de la enunciación de intenciones de dinamizar el área de C&T,
en la práctica la implementación de las políticas explícitas se subordinó a la
racionalidad general de la política económica de ajuste y apertura. Discurso
y acción circularon por carriles divergentes.
La adopción del “mercado” como criterio básico para la definición de ne-
cesidades y prioridades generó una situación tal, que el argumento de la “efi-
ciencia” de una institución o una línea de investigación no resulta ya suficien-
te para continuar apoyándola. Ahora es la “funcionalidad” de esa actividad,
definida por la colocación de su output en el mercado, el principal criterio pa-
ra determinar la justificación de la continuidad del financiamiento. Coheren- En particular éstas últimas
temente con las determinaciones globales del modelo neoliberal de Estado - reflejan con claridad el nue-
vo sentido común que
que implican la restricción del papel subsidiario del mismo a las áreas de se- orienta al patrón de inter-
guridad, salud y educación- la función de promover la generación de saber vención. Las instituciones
desestatizadas que resulten
científico e innovaciones tecnológicas escapa del ámbito estatal para inser- funcionales al sistema lo-
tarse en una problemática esfera público-privada. Más allá del deficitario grarán una exitosa vincula-
ejercicio de las funciones de salud y educación, el Estado latinoamericano ción con las unidades pro-
ductivas, que, como contra-
avanzó en la última década en la línea de restricción de su función de C&T. partida, financiarán su acti-
Tres indicadores muestran esto claramente: a) no se tendió a la creación de vidad, y por lo tanto sobre-
vivirán. En el caso de aque-
nuevas instituciones; b) la participación estatal en el presupuesto de los sis- llas que no logren hacerlo,
temas de I&D nacionales se encuentra en estado estacionario; c) se están se deberá interpretar
instrumentando políticas de desestatización de unidades de I&D. que si el mercado no
las sostuvo, se debió
El cambio global en el patrón de intervención del Estado refleja y provoca a que no eran funcionales y,
una crisis de legitimación de la realización de actividades de C&T sostenidas si no eran funcionales, no
existía justificación para
por el Estado en el ámbito nacional. Frente al sentido común del período an- continuar gastando en ellas.
terior, donde el deseo de autonomía justificaba la inversión en instituciones El Estado aparece así como
y recursos humanos, en los ‘90 la actividad se enfrenta al desafío de justifi- un protector del dinero de
los contribuyentes. Esta ló-
car el destino del gasto. gica -por simplista, podero-
A partir de los ‘80 parece claro que, para el nuevo patrón de intervención, sa- resulta difícil de respon-
der en sus propios términos.
ya no son los institutos públicos de investigación, los centros de I&D de las
empresas estatales, etc., los elementos que irían a propiciar, mediante su El traslado mecánico de es-
acción de interfase, la anhelada vinculación entre universidad y empresa. En tos nuevos modelos, justifi-
la teoría económica, por lo menos, el nuevo locus de la innovación es la em- cado por el viraje ideológi-
co librecambista de los ‘80,
presa misma, eximiendo así al Estado de realizar políticas activas de C&T. deja sin responder -o delega
Por otra parte, de modo problemáticamente convergente con esta concep- a las “fuerzas naturales” del
mercado- cuestiones ya
ción, se promueven instituciones vinculacionistas (entre universidad y empre- abiertas en el modelo ofer-
sa) como oficinas de transferencia de tecnologías, incubadoras de empresas tista-vinculacionista de los
y parques tecnológicos. Esta estrategia emuladora intenta reiterar en el nivel ‘60-‘70. ¿La racionalidad
de los actores económicos
local algunas exitosas experiencias de los países centrales, o, lo que tal vez locales admite hoy lo que
sea aún más significativo, implementar en el plano local las idealizaciones rechazaba en otro formato?,
¿la sola presencia de las in-
de esas experiencias. El Estado no va a continuar subsidiando el vinculacio- cubadoras es condición su-
nismo, y terceriza la iniciativa tecnológica hacia los microactores. Por una par- ficiente para generar un ci-
te, la crisis del “Estado intervencionista” transforma la política vinculacionis- clo de innovaciones auto-
sustentado?, ¿las ex-
ta en no deseable o no posible; por otra, la racionalización de raíz neoliberal periencias son com-
plantea que no es necesaria. patibles con la lógica
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Universidad Virtual de Quilmes
del contexto socioeconómi- La implementación de esta nueva versión del vinculacionismo implica, en la
co? O, de otro modo: ¿son práctica, la aparición de dos epifenómenos: a) la supuesta existencia de una
viables los experimentos
vinculacionistas latinoame- nueva fuente de financiación para la investigación universitaria es utilizada co-
ricanos fuera, o aun en con- mo argumento por parte de los gobiernos, para no realizar mayores inversio-
tra, de una política secto-
rial, industrial o económica nes; b) frente a la indefinición de políticas globales de investigación generadas
que los ampare? por las propias universidades, la demanda de las empresas implica el direccio-
namiento de las mismas hacia objetivos de corto plazo y escasa trascenden-
Acerca de la idea de
la nueva versión de cia. Es necesario observar que esta política -nuevo dogma del planeamiento
vinculacionismo, véase universitario- tiende a presentarse como única alternativa viable al viejo proble-
Dagnino y Davyt (1995).
ma de la utilidad social de la investigación universitaria y torna a la universidad
única responsable de una relación que, en realidad, la excede largamente.
Dentro de la comunidad científica el cambio de patrón de intervención pa-
rece haber generado, en algunos sectores, una suerte de “retirada táctica”
(defensiva y en general corporativa) en dirección a las ciencias básicas. Es-
te accionar responde a dos líneas de argumentación, no necesariamente ex-
cluyentes: a) la necesidad cultural de los saberes científicos básicos en cual-
quier sociedad moderna que se precie de tal; b) el papel dinamizador de las
ciencias básicas en la cadena lineal de innovación. Algunos rasgos de estos
planteos parecen resultar funcionales para la legitimación del nuevo patrón
de intervención: el autocontrol ejercido por la propia comunidad en términos
de “calidad” de la producción tiende a evidenciar un “gasto excesivo” en la
base de la pirámide de la comunidad científica. La elite científica, en su in-
El límite pasa, así, de
externo, presupues- tento de supervivencia, se somete a políticas de optimización del gasto.
to, a interno, adjudicación
de recursos disponibles. De 2.3.3.3. Reflexión de los ‘80-‘90
este modo la comunidad in-
ternaliza parte del costo po-
lítico del presupuesto estan- En rigor, a partir de mediados de los ‘70 parece interrumpirse el proceso
cado, y el gobierno se bene-
ficia con algunas justifica-
de construcción de consensos vigente durante la década anterior. En adelan-
ciones para su política res- te, la trayectoria de la reflexión se vuelve más discontinua y diversificada. Re-
trictiva. Financiar un poco sulta dificultoso realizar un seguimiento a escala latinoamericana, debido a
de ciencia resulta política-
mente funcional al modelo: la diversidad de trayectorias nacionales. Tomando como pauta la trayectoria
lejos de aparecer como “an- de la reflexión argentina, se analiza este proceso diferenciando tres perío-
ticientífico”, el gobierno se
presenta como defensor de
dos, de quiebre (1976-1983); retomada diversificada (1983-1990), y recon-
la “buena ciencia”. figuración (1990-1995). Más allá de las diferencias nacionales, y las conse-
cuentes diferencias cronológicas, parece posible plantear que, en términos
generales, el proceso alcanzó escala regional.
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La aparición del Japón y luego los NICs como fuertes competidores en el merca-
do internacional y la eclosión de procesos económicos de rápido cambio tecno-
lógico constituye el principal motivo que explica la vigencia y profundización de es-
tos planteos por parte de teorizaciones evolucionistas.
En los ‘70, se inició la generación -y paulatina expansión- de grupos de in-
vestigación y, posteriormente, de unidades académicas, orientados a estu-
dios en economía de la innovación. Esta actividad dio origen a publicaciones
periódicas exclusivamente ligadas con la temática PCT (Elzinga y Jamison,
1996), así como a distintos cursos de posgrado. Por otra parte, dio lugar a
la creación de nuevas instituciones orientadas a viabilizar y acelerar proce-
sos de innovación y a la gestación de nuevos abordajes descriptivo-normati-
vos para las instituciones de I&D.
En América Latina, la difusión de estos conocimientos converge con algu-
nos desarrollos y acumulaciones previas que responden a distintos orígenes
y líneas de actividad académica:
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Al mismo tiempo que asumía este cariz economicista, la PCT oficial se tornó
crecientemente eficientista. En el transcurso de los ‘90, mucho más marcadamen-
te que durante las fases anteriores, la gestión tiende a desplazar a la política:
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Claro que, por otra parte, constituirse como marco teórico o instrumental
heurístico no fue la preocupación central de ELAPCYTED. Aun en los desarro-
llos de Varsavsky (tal vez uno de los intentos teóricos más integrales), el ob-
jetivo principal fue transformar la realidad. ELAPCYTED surgió, en el marco de
la teoría de la dependencia, como una visión policy oriented destinada a ge-
nerar instrumental normativo, a partir de explícitos compromisos ideológicos.
La relación de ECTSAL entre teorías y producción intelectual responde a
otros objetivos y se desenvuelve por otras vías. De allí que el acento en te-
mas como la inclusión social, el desarrollo generalizado y las tecnologías
apropiadas haya sido reemplazado por el énfasis en los efectos de la globa-
lización, la inserción internacional y la competitividad. En la dinámica global,
el “voluntarismo” sesentista fue sustituido por el “profesionalismo” de los
‘80, el “compromiso militante” por el “ethos académico”.
El ámbito dominante de la reflexión latinoamericana en CTS ha sido, du-
rante los últimos cuarenta años, la universidad. Sin embargo, tras esta ca-
racterística común a los dos períodos analizados, subyacen diferencias ta-
les que permiten explicar distintos comportamientos. En relación con las
instituciones, es de notar que la universidad latinoamericana de los ‘60-‘70
excedía a la academia. La universidad de los ‘80-‘90 resulta, en compara-
ción, coextensiva con la academia. Inevitablemente, este cambio se vincula
con el accionar y los actores. Parece posible diferenciar dos tipos de com-
promiso ético: político-social en los ‘60 y ‘70, académico-disciplinar en los
‘90. Lo dominante hoy, aparentemente, es intentar presentar la producción
científica y la actividad docente como independientes de definiciones perso-
nales, “ideológicas”.
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Ciencia y Tecnología en América Latina
Parece posible afirmar que la temática CTS ha tenido una inserción rela-
tivamente exitosa en el ámbito universitario. Ese éxito se refleja en una ex-
pansión de la base material sobre la que se desenvuelve. En las décadas del
‘60 y del ‘70, la reflexión sobre PCT era una cuestión de individuos, con ca-
rreras relativamente consolidadas en distintas disciplinas “duras”, que dedi-
caban parte de su “tiempo libre” a una temática que los inquietaba. Hoy es
una actividad de “dedicación exclusiva” desarrollada por grupos cuyos inte-
grantes son de origen disciplinar diverso. La consolidación se refleja en el
aumento exponencial del número de investigadores en la temática y la mul-
tiplicación de los ámbitos de pertenencia. Los posgrados posibilitan la auto-
rreproducción de científicos CTS, la reproducción ampliada de trabajos en y
para el área.
La orientación disciplinar (tanto devenida de la formación personal previa
como la recibida en los estudios realizados en el exterior) parece reflejarse
en la producción de los ‘90. La normatividad de diferentes disciplinas (por
ejemplo: sociología de la ciencia, economía de la innovación, demografía,
etc.) permea el discurso de ECTSAL. La integración interdisciplinaria parece
pertenecer aún al plano de los objetivos, antes que al de las realizaciones.
Una nueva generación, formada en los posgrados latinoamericanos creados
en el período ‘80-‘90, está entrando en escena.
Del análisis de la reflexión CTS del período ‘60-‘90 se desprende una sen-
sación de ruptura. Las primeras producciones no podrían considerarse el inicio
de una tradición que se continúa hasta nuestros días. Esto se debe, en parte,
a que ELAPCYTED no se institucionalizó, ni generó publicaciones propias. En
derredor de ELAPCYTED no surgió una comunidad. La agenda de los ‘60 no fue
apropiada por las generaciones ulteriores. No puede interpretarse, entonces,
el proceso como una continuidad lineal, acumulativa, cuyo núcleo inicial fue el
pensamiento de ELAPCYTED. Tampoco puede entenderse la reflexión de los
‘90 como una respuesta, una contradicción dialéctica a ELAPCYTED. Si existen
La preferencia por lí-
algunas convergencias, éstas son parciales, puntuales. neas de análisis insti-
A diferencia de ELAPCYTED, donde sería posible detectar una agenda do- tucionalistas de algunos
economistas latinoamerica-
minante, las líneas de reflexión de los ‘90 parecen estar orientadas por dife- nos de la innovación podría
rentes agendas. Es en este sentido que hablar de una comunidad CTS lati- interpretarse como una con-
noamericana en los ‘90 resulta dificultoso. La realización de actividades de tinuidad parcial de
ELAPCYTED.
diálogo e integración (reuniones, revistas periódicas, redes, etc.) permitirá,
probablemente, su constitución futura. De hecho, a pesar de las limitaciones
antes enunciadas, nunca, durante los últimos 40 años, se estuvo tan cerca
de generar esta comunidad.
Desde una perspectiva política, es posible registrar un común denomina-
dor entre ELAPCYTED y ECTSAL. A pesar de los diversos intentos, estilos y
objetivos, la reflexión latinoamericana en CTS nunca alcanzó a determinar las
políticas globales de ciencia y tecnología de los estados. Así como las acti-
vidades de ciencia y tecnología no se constituyeron en objetivos centrales de
las estrategias de desarrollo económico y/o social de los gobiernos de la re-
gión, los conocimientos sobre esas actividades no influyeron de forma rele-
vante sobre el proceso de toma de decisiones. Ambos han sido hasta hoy
subutilizados.
Paradójicamente, la propia dinámica de la reflexión actual ha restado im-
portancia a las pioneras y originales producciones locales. Los planteos de
ELAPCYTED han sido dejados de lado sin haber merecido, hasta el momen-
to, mayores revisiones ni refutaciones.
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Lecturas Obligatorias
Punto 2.1
Marí, Manuel (1985), “Perspectivas de los modelos de
Política Científica y Tecnológica en América Latina”,
Ciencia, Tecnología y Desarrollo, Vol. 9, pp.143-160.
Punto 2.2
Sábato, Jorge (1994), “El origen de algunas de mis
ideas”, en: Ciapuscio, H. (coord.), Repensando la políti-
ca tecnológica. Homenaje a Jorge A. Sábato, Nueva Vi-
sión, Buenos Aires, pp. 103-114.
Punto 2.3
Bastos, María Inés y Cooper, Charles (1995), “A politi-
cal approach to science and technology policy in Latin
America”, en: Bastos, María Inés y Cooper, Charles
(eds.), Politics of Technology in Latin America, UNU/IN-
TECH, Londres.
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3
3.1.1. Introducción
Una imagen presente en el sentido común reside en que en los países pe-
riféricos la actividad tecnológica es escasa y con un bajo contenido innovador;
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Fabricación de máquinas-herramienta
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Industria siderúrgica
Producción de sembradoras
No se trata, en esta
Producción de maquinaria agrícola ocasión, de una cita
de un estudio de caso, sino
“Todo comenzó en un pequeño garaje, cuando un grupo de ex emplea- de una información apareci-
dos de una fábrica de implementos fundaron una tornería para proveer re- da en el “Suplemento Ru-
puestos agrícolas. En 1983 se constituye una sociedad familiar que inicia ral” del diario de mayor ti-
rada de la Argentina.
la fabricación de sembradoras de cinco y siete surcos y cultivadores [...]
Este camión agrícola es un producto único. Fue una iniciativa del in-
geniero Carlos Powell y surgió como una necesidad de los contratistas. En
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Ciencia y Tecnología en América Latina
fabricar hasta cigarrillos de 100 mm. con algunas elaboradoras de 4ta. ge-
neración, según los diseños originales.”
(Fidel y Lucángeli, 1978, p. 19)
Fabricación de rastras
Fabricación de motores
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Producción de automotores
Industria celulósica-papelera
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No sólo son numerosos. Tal vez lo más significativo es que estas opera-
ciones están presentes en la mayoría de los estudios de caso y sectoriales.
En otros términos, la presencia de estas actividades parece ser absoluta-
mente generalizada. B. Kosakoff (1996) calcula que alrededor de 25.000
empresas argentinas -o sea, la mayoría de las plantas productivas locales- Sin contar los talle-
res, restaría según
sostienen estrategias defensivas basadas en esta operatoria: sus cálculos un conjunto de
aproximadamente 400 em-
presas que ejecutan estrate-
gias ofensivas. Como se ve-
“Básicamente, lo que se hace es operar sobre máquinas y equipos ad- rá más adelante, en estos
quiridos en los años 50 o 60, por lo que una típica planta industrial casos el cambio tecnológico
se basa en una intensiva in-
posee un gran desbalance, con grandes cuellos de botella, y en don- versión en importación de
de coexisten una gran cantidad de tecnologías de distinta generación. tecnologías.
Cuando el nivel de actividad crece, lo que se verifica es una inversión
puntual que intenta solucionar algunos de esos problemas específi-
cos. [...] no se modifica la estructura de la planta, sino, se efectúa una
inversión puntual y selectiva que impacta en la productividad de la
empresa. Pero esas plantas industriales siguen teniendo los rasgos
básicos que tenía un taller de la sustitución de importaciones. Son
plantas fuera de escala; en promedio, en la industria argentina, tienen
el 5% o 10% de la escala óptima que se observa en la frontera inter-
nacional, y tienen pocas economías de especialización. El tramado in-
dustrial argentino sigue caracterizado por un escaso desarrollo de
proveedores especializados y de subcontratistas, con lo cual las plan-
tas son excesivamente integradas y de escala reducida.”
(Kosakoff, 1996, p. 6)
Es posible sostener que no podría ser de otro modo, dado que todas las
plantas productivas requieren algunas intervenciones intra-planta para su
funcionamiento, pero lo particular de esta forma de intervención tecnológica
en el contexto local es que su incidencia sobre la trayectoria tecnológica de
la firma permite explicar no sólo la adecuación de equipos adquiridos a par- Estandarizar: diseñar de
ticulares, condiciones de puesta en marcha y funcionamiento, sino la apari- acuerdo con patrones fijos,
buscando utilizar elementos
ción de nuevos productos o procesos en la estructura productiva. disponibles en el mercado o
En términos de descripción de operaciones tecnológicas, éstas implican - partes normalizadas. Por su
naturaleza, esta operación
sin intenciones de realizar un listado exhaustivo-: depende de la diversidad y
el nivel de organización del
• utilización de maquinaria de segunda mano; mercado proveedor. En el
caso sudamericano Este
• utilización/conversión de maquinaria universal como maquinaria especializada; factor limita su aplicabili-
• prolongación de la vida útil de bienes de capital más allá de las especifi- dad. La aplicación de ope-
raciones de estandarización
caciones de su diseño; posibilita la reducción de
• modificación de maquinaria para la realización de operaciones alternati- costos internos, vía externa-
vas (no contempladas o contempladas sólo parcialmente en su diseño); lización y simplificación de
la producción, al permitir
• modificación de maquinaria para aumentar la capacidad cuantitativa de producción; una reducción de la vertica-
• modificación de productos para que puedan ser realizados con la maqui- lización. Estas operaciones
no significan, más allá de
naria disponible; las modificaciones en los
• modificación de productos para que puedan ser realizados con la materia equipos para dar cabida a
prima o los insumos disponibles a nivel local; los nuevos componentes,
un alto grado de creativi-
• modificación de productos para que puedan responder a particulares con- dad. Sin embargo, su reper-
diciones de la demanda local, o para mercados específicos; cusión a nivel costos
puede alcanzar gran
• modificación de productos a fin de estandarizar su producción; importancia.
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Si bien las innovaciones radicales aparecen como las “estrellas” de la nicos surgidos de la acumu-
evolución tecnológica y las incrementales carecen de brillo, son las segun- lación de experiencia en la
planta, así como de las me-
das las que posibilitan la realización efectiva de procesos de desarrollo in- joras de productos o proce-
dustrial. Una innovación adquiere significación económica solamente a tra- sos introducidas con poste-
rioridad a la innovación
vés de un largo proceso de rediseño, modificación y mejoras que la adecuan mayor. Son las mejoras su-
a un mercado masivo (Rosenberg, 1976). Es más: mejoramientos técnicos cesivas a las que son some-
anónimos, no patentados e incrementales, así como invenciones menores tidos los productos y proce-
sos: aumentos en la eficien-
patentadas, han tenido consecuencias muy importantes y en muchos casos cia técnica, productividad,
muy superiores a las invenciones mayores (Schmookler, 1966). precisión, calidad, reduc-
ción de costos, etcétera.
Es de notar, en particular, el alto grado de creatividad comprometido en al-
gunas de las operaciones tecnológicas locales. El gradiente de innovación
implicado impide designar a algunas de estas operaciones como meros fe-
nómenos de “difusión” o “transferencia mecánica” (o, en todo caso, como
veremos más adelante, la “difusión tecnológica” es una operación más com-
pleja, en algunas circunstancias, que una traslación directa de tecnologías).
Algunas operaciones tecnológicas pueden ser al mismo tiempo “rediseño”,
“adaptación” y “modificación”.
El conocimiento requerido es de la misma índole que el que exige, por
ejemplo, la fabricación de la maquinaria original, y es similar en sus condi-
ciones y características a la actividad de diseño básico. Se engloban en este
concepto acciones
Ese “estilo tecnológico” sólo es realizable dadas ciertas condiciones de tales como la creación del
interjuego entre las dotaciones tecnológicas, las condiciones sociales, las colectivo (inicialmente un
coche de alquiler con un ré-
condiciones político-económicas, las constituciones ideológicas de los acto- gimen de explotación alter-
res sociales, etcétera. nativo, luego un camión
Algunos conceptos resultan de utilidad para definir este estilo: “activi- corto precariamente carro-
zado), una recomendación
dad inventiva de adaptación”, acuñado por Jorge Katz y Eduardo Ablin para el uso del dirigible pa-
(1977), que se define como “el flujo acumulado de innovaciones menores ra transporte de cargas en
Bolivia, la utilización de
surgidas de un conjunto de actividades científico-técnicas cuyo producto aviones Douglas DC-3 de la
son tecnologías sustancialmente modificadas respecto de las originales” Segunda Guerra Mundial
(1977, p. 91); y también, “I-D implícito” (o I-D informal): “operación de mo- para vuelos de cabotaje en
Venezuela (Carranza, 1984,
dificación y adaptación de los paquetes tecnológicos importados realiza- p. 34), el “revival” del ven-
das en las empresas, efectuada en forma asistemática, a medida que lo tilador de techo como siste-
ma de aireación de vivien-
exigen las circunstancias. Actividad no autónoma, no diferenciada neta- das, la fabricación de vacu-
mente de otras que se realizan en las empresas, no planificada con anti- nas anti-fiebre amarilla me-
cipación” (Sábato,1982, p. 223). diante una técnica que data
de los años ‘30 en Dakar, la
También se ha propuesto el concepto de “Reciclaje Tecnológico” (/RE/ modificación de maquina-
preposición que denota reiteración, repetición, /CICLO/, período de tiem- ria agrícola según la natura-
leza del suelo, la alteración
po que, una vez transcurrido, se empieza a contar de nuevo) (Thomas, de la boca del carburador
1995; 1999) para denominar operaciones de reutilización o sobreutiliza- del Renault 12 en Venezue-
ción de cierta tecnología o técnica previamente disponible. Estas opera- la para responder a distintas
alturas, la colocación de
ciones suponen una resignificación de esa tecnología y de su medio de válvulas de gas en encende-
aplicación. No se limitan a realizar una mera reutilización de partes, sino dores descartables, la elec-
trificación de máquinas de
que, en algunos casos, se refuncionaliza, o, aun, se encuentra un nuevo coser a pedal, la generaliza-
sentido, dando lugar a una utilización creativa de tecnología ya disponible. ción de talleres de repara-
Es posible proponer una tipología de estas operaciones a partir del ti- ción, entre cientos de ejem-
plos más.
po de alteraciones que se producen en las tecnologías o artefactos origi-
narios. Como suele ocurrir con toda tentativa taxonómica, resulta dificul-
toso establecer divisiones taxativas. En la práctica, la clasificación de
ciertas alteraciones implicará, necesariamente, la aparición de participa-
ciones múltiples.
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en mano” de plantas productivas crea -creó durante años en los países sub-
desarrollados- la falsa ilusión de que el título de propiedad de la planta inclu-
ye la apropiación de la tecnología. El hecho de saber operar maquinaria no
implica la capacidad de producirla, ni siquiera implica la comprensión de su
funcionamiento. Poseer cierta maquinaria, operar cierto proceso, no significa
poseer la tecnología que posibilitó su diseño. Es más, de acuerdo con lo se-
ñalado por E. Sercovich (1978), el mero saber operativo no basta para alcan-
zar mayor eficiencia ni para la elección entre tecnologías alternativas: para
realizar las elecciones adecuadas de tecnología no basta con operar las plan-
tas; es necesario desarrollar también actividades tendientes a mejorar los
conocimientos sobre ingeniería de procesos. A. López y S. Chidiak coinciden
con esta posición:
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• Son muy contados los estudios de caso en los que se registran desarrollos
completos locales y, más escasos aún, los que relatan innovaciones mayores.
• Son distinguibles en la trayectoria innovativa de la mayoría de las firmas
dos etapas: una primera en la que se selecciona un modelo extranjero de
aceptación en el mercado local, se lo copia y se realiza un producto simi-
lar que, dadas las limitaciones de maquinaria, insumos, materia prima y
know how, resulta de menor calidad que el original; y una segunda en que
el aprendizaje acumulado aumenta la capacidad de diseño local y se rea-
liza una mayor adaptación al/del proceso de producción propio, que a su
vez tiende a aumentar la calidad del producto final.
• El nivel técnico de los productos y procesos de producción es de baja
complejidad inicial en la mayor parte de los casos. La tendencia al aumen-
to en la complejidad, sofisticación, calidad y capacidad de los productos
mediante operaciones de resignificación y copia es común a todos los ca-
sos. Según estos parámetros de evaluación, disminuye tendencialmente
la distancia que separa los productos locales de los importados.
• La sucesión de operaciones posibilitó realizar una trayectoria de califica-
ción tecnológica que, partiendo de operaciones de baja complejidad, per-
mitió alcanzar, en algunos casos (siderurgia, máquinas-herramienta, ma-
quinaria agrícola, alimentos), estándares productivos cercanos a los al-
canzados por aparatos productivos de países desarrollados.
• En la mayoría de los casos, la empresa comenzó su gestión con una es-
tructura de pequeño taller, normalmente de reparaciones, a partir de un
núcleo familiar, no constituido por técnicos sino por personal de forma-
ción empírica, produciendo a nivel artesanal.
• Es de notar que la mayoría de las empresas estudiadas comenzaron su
gestión a partir de una baja inversión inicial, donde el proceso acumulati-
vo viabilizó nuevas operaciones de optimización de procesos y cambio y
diversificación de productos.
• Es posible registrar operaciones de resignificación de tecnologías aun en
empresas transnacionales. No se trata, en este caso, sólo de operacio-
nes de debugging, sino también de respuestas de mayor complejidad a
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3.2.1. Introducción
3.2.2. Desde los ‘30 hasta los ‘80: auge del estilo tecnológico basado
en resignificación y copia
A partir de los años ‘30 comienza en algunos países de América Latina (la
Argentina, México, el Brasil, en particular) un proceso de lenta y gradual acu-
mulación tecnológica que acompaña el desarrollo del sector industrial. Esta
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3.2.3. De los ‘80 a los ‘90: crisis del estilo de innovación basado en
resignificación y copia de tecnologías
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Por su parte, las firmas beneficiadas por las políticas de promoción tendie-
ron a actualizar su dotación tecnológica mediante importación de maquinaria
y equipos y contratación de asesoramiento tecnológico en el exterior. Los
grandes grupos económicos locales, en particular, adoptaron esta vía de cam-
bio tecnológico (Aspiazu, Khavisse y Basualdo, 1988; Acevedo, Basualdo y
Khavisse, 1990; Basualdo y Aspiazu, 1990).
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de adquisición eran los cri- priorizando actividades de comercialización de productos importados, nor-
terios dominantes” (Aspia- malmente aprovechando la red de distribución y el conocimiento del mer-
zu, Basualdo y Nochteff,
1988, p. 259) cado local alcanzado durante la ISI.
Este factor parece alcanzar al conjunto de los países latinoamericanos.
La “década perdida” afectó tanto a la Argentina como a México o al Brasil.
Es de notar, sin embargo, que otros factores hicieron que la incidencia de es-
ta estagnación sobre las dinámicas innovativas nacionales tuviera repercu-
siones diferenciadas.
Un nuevo período, moderadamente proteccionista, iniciado por el conflic-
to de Malvinas y continuado durante la restauración democrática 1983-
1989, no parece haber planteado alteraciones significativas en los patrones
de aprendizaje locales. Si bien es posible registrar algunas iniciativas en el
sentido de optimizar algunos mecanismos de promoción industrial, las limi-
taciones macro-económicas parecen haber sido lo suficientemente significa-
tivas como para no alterar el comportamiento tecnológico de las firmas.
El panorama regional no es homogéneo durante este período. En tanto la
Argentina fue país pionero en la adopción de políticas de apertura y desregu-
lación, otros países de la región siguieron estrategias más moderadas, mez-
clando, en algunos casos, medidas proteccionistas con iniciativas aperturis-
tas sectoriales. En algunos casos, como el mexicano, se favorece la inser-
ción de plantas productivas en un sistema de enclave (las “maquiladoras”)
que otorgan a sectores completos (por ejemplo, el automotriz) una dinámica
diferenciada del resto del sector industrial local.
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3.2.5. Síntesis
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Lecturas Obligatorias
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Referencias bibliográficas
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4.1.1. Introducción
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4.1.2. Antecedentes
4.1.3.1. Introducción
• El sector destinatario
• El instrumento central de la PCTA es de carácter institucional: las organi-
zaciones y el financiamiento de las instituciones que hacen ciencia y tec-
nología.
• La diferencia principal reside en la importancia que han tenido los orga-
nismos tipo INTA.
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requieren del sector público. Además, no se compite con el vecino. Los dos
venden lo mismo. De ahí la posibilidad de que se colabore en I&D. La tecno-
logía es un bien público. Esto explica los grupos CREA (Consorcios Regiona-
les de Extensión Agropecuaria).
Hay que añadir que esto se ha ido perdiendo a medida que las etapas han
ido perdiendo importancia, sobre todo la mecánica y la química. De ahí que
la I&D de esas empresas se ha hecho más importante en el conjunto del de-
sarrollo tecnológico.
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una comunidad desarticulada y con pocos recursos, y que llega a pocos re-
sultados tecnológicos y aun científicos.
Un segundo punto tiene que ver con el hecho de que la mayor parte del gas-
to se hace en las instituciones públicas. En la Argentina, el Brasil, Colombia y
el Uruguay, la mitad del gasto nacional va al INTA (y similares). Tal vez no en
Chile y tampoco en Costa Rica, donde la Universidad es el elemento central.
¿Qué pasa con los INTA/INIAS? Han tenido un proceso de envejecimiento
institucional y se han quedado sin mandato. Quedaron en las etapas agronó-
mica y genética. Pero el dinamismo ahora está en los insumos. Y, finalmen-
te, a través de los insumos se hace agronomía. Ahora voy a Carhill, donde te
dan el paquete completo. O sea, que aun en lo agronómico el INTA se que-
da sin libreto. Y ahí ocurre que empieza a perder la orientación. El gasto de
150 millones del INTA, 350 millones de EMBRAPA del Brasil, 10 millones del
Uruguay y Costa Rica, se podría poner en otras instituciones.
Es necesaria una reingeniería institucional que permita definir con mayor cla-
ridad qué es lo que el sector público puede hacer en forma directa. Hay mu-
chas cosas que el mercado o los productores privados de tecnología no van a
poder hacer. Éstos van a mercados reales, donde hay muchos usuarios y con
capacidad tecnológica: los mercados de cereales, banano, y algunas frutas.
Pero hay sectores pequeños y en áreas marginales de los que el sector
privado no se va a ocupar.
Otra novedad de los años ‘90 es que han aparecido iniciativas de coopera-
ción regional y/o subregional. Los organismos internacionales se han dado
cuenta de que hay problemas que se pueden resolver mejor en esa forma.
Se han creado redes e instituciones de carácter regional o subregional, que
ocupan espacios entre centros internacionales. Por ejemplo, FONTAGRO,
creado por el BID: un Fondo al que los países aportan capital, y los intereses
se usan para financiar proyectos de carácter regional. Esto permitirá ir con-
formando un esfuerzo de carácter latinoamericano con dimensión y masa crí-
tica que pueda dar tratamiento a algunos problemas de interés regional.
Por tanto, como orientaciones de política CTIA, teniendo en cuenta:
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Lectura
recomendada 4.1.4.5. Un caso particular: el caso FATE
Dr. Roberto Zubieta, clase
dictada en la Maestría Pre- FATE siguió la estrategia adoptada anteriormente por Texas Instruments,
sencial en la que se basan
los puntos anteriores el gran líder de los circuitos integrados durante 20 años: ir de lo más simple
Adler (1989), capítulo “Ar- a lo más complejo. De la calculadora de mesa a productos más sofisticados.
gentina´s Avorted Venture
into Computers in the Mid- También se decidió no recurrir a empresas extranjeras, a excepción de casos
1970´s”. muy particulares. Por otro lado, hubo una inversión notable. Asimismo, se de-
cidió tomar una línea y no salirse de ella, desarrollando todo en una estrate-
gia de integración vertical por etapas sucesivas.
Con respecto a la distribución también se optó por una estrategia de dis-
tribuirse escalonadamente y poco a poco por todo el país, y descentralizar la
distribución y los servicios a través de distribuidores. Finalmente, se llegó a
exportar hasta el 30% de la producción.
FATE tuvo facilidades gracias a la política de promoción industrial, que per-
mitió la importación de componentes sin recargo. En el sector de calculado-
ras de mesa y en el de calculadoras de mano -el break-through de los ‘70 y
precursor de la computadora personal (por la tendencia que inició a la minia-
turización)- FATE llegó a vender 70 millones, lo que le permitió dominar el
60% del mercado nacional.
La calculadora, pieza clave de la estrategia, estaba pensada como una PC:
se encontraban 6 meses o un año detrás de la frontera mundial, mientras el
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4.2. La Biotecnología
4.2.1. Introducción
4.2.2. Antecedentes
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Se recomienda la lec-
tura del conocido li- 4.2.4. Características de la Biotecnología
bro de J. Rifkin, The Biotech
Century. 4.2.4.1. La ovejita Dolly y Business Week: ciencia y negocios
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esto está financiado por una empresa. Cuando se hizo el anuncio de la oveji-
ta, subieron las acciones fuertemente y se logró capital para seguir investigan-
do. Pensar que la ciencia está separada de la producción y de la sociedad es
una idea de país subdesarrollado. En ninguna parte se lo considera así.
Un síntoma de la importancia de la biotecnología en el mundo moderno
es que las noticias importantes del sector se pueden leer cada vez más en
Business Week y menos en Science (hay que seguir leyendo Science, por su-
puesto, pero los alumnos que estudian tecnología deberían leer más el Bus-
sines Week). Hoy no hay ya separación entre ciencia, tecnología, industria, po-
lítica, negocios, y aunque resulta más fácil percibirlo en las ciencias socia-
les, en las demás ciencias ocurre lo mismo. Un artículo de Business Week de
abril del ‘99 compara la Biotecnología con la Revolución Verde.
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pone en una planta un gen de un insecticida que se saca de algún otro lado, de
modo tal que repela a los insectos. Ese manejo -el traspaso de un gen de un la-
do a otro- se llama tecnología de ADN recombinante, y es lo que provocó el cam-
bio esencial en lo que hoy llamamos Biotecnología.
Después vino el descubrimiento de los anticuerpos “monoclonales”, por el
que César Milstein sacó su premio Nobel hace 15 años. Básicamente es lo
mismo; lo que hizo Milstein fue tratar de sacar un pedazo de DNA de un la-
do y otro pedazo de DNA de otro y combinar células que combinarán los DNA.
Pero en este caso lo que produjo fue un anticuerpo, que es lo que nosotros
producimos espontáneamente cuando nos infectamos. Estos anticuerpos se
producen en animales y es una mezcla rara de anticuerpos; los que se tra-
bajan en la industria son más complicados. Se producen en un calentador,
en un aparato industrial, no en un animal, de modo que se los pueda usar
en la medida en que se los necesita; esto es una revolución enorme, tan es
así que actualmente está siendo aplicada extensivamente en el diagnóstico
médico. Es además un negocio de cientos de miles de millones de dólares.
La Biotecnología es una de las tecnologías más integrales (como la infor-
mática), es una tecnología multidisciplinaria. En ella confluyen disciplinas téc-
nicas con temas de las ciencias sociales, como el derecho, las patentes, la
ética y la gestión, fundamentalmente.
Para mostrar con dos ejemplos la complejidad de la biotecnología indus-
trial: las moléculas que maneja la industria farmacéutica tradicional, por
ejemplo las que bajan el colesterol, los antihipertensivos o la aspirina, son
moléculas pequeñas y simples, fáciles de hacer para un químico. Las que ha-
ce la biotecnología son proteínas. Para que tengan una idea de la dimensión,
si una aspirina tiene un peso de 0,500, las proteínas más chicas son de
5.000. Son relaciones de dimensión de 10, a 20, a 50, a 100 veces más
grandes: esto da una idea de la complejidad de la Biotecnología.
En la insulina podemos ver otra de las diferencias entre la producción tradi-
cional y la biotecnológica. La insulina se fabricó siempre, desde los años ‘20 en
que se la estudió, en el páncreas de animales (chanchos y vacas); la Argentina
sigue produciendo así y otros países del mundo también. Eso depende de que
uno tenga esos animales y la capacidad de producción está regulada por la can-
tidad de animales que tengamos. Además, es insulina animal, no humana; hay
diabéticos que no se pueden inyectar la insulina de vaca, deben inyectarse la
del cerdo, que es más parecida a la nuestra que la bovina.
Con la biotecnología fabrico la cantidad que yo quiero: si tengo una pobla-
ción de 30 millones de habitantes hago un fermentador de 1.000 litros y si ten-
go una población de 100 millones hago 10.000 litros y así me independizo y
además lo hago humano, igual a la que ya tengo, lo que antes no se podía ha-
cer. Es un cambio radical. Desde ahí podemos fabricar todas las proteínas que
queramos. Esto es como lo elemental de la biotecnología, de fines de los ‘70.
Actualmente hay una resis-
tencia y un debate interna- En diagnóstico pasa lo mismo: todos los diagnósticos que se van a hacer en
cional sobre el tema de los laboratorios de análisis clínicos van a usar anticuerpos monoclonales.
transgénicos: la gente se re-
siste a esto, porque se resis- Todo lo que hemos dicho de la salud humana ocurre también en la salud
te al uso de algo tratado de animal, por ejemplo una hormona de crecimiento del bovino, que provoca que
esta manera, por el que la en la vaca lechera la producción de leche aumente un 30%, con lo que esto
leche deja de ser le-
che, etc. Pero tam- implica en el costo de producción, etc. A esto se añade el tema de los ani-
bién está el problema males y plantas transgénicos. Por ejemplo, respecto de los peces, hay peces
de quiénes podrían utilizar
esto porque carece de facili- transgénicos, peces más grandes, salmones más grandes, o con caracterís-
dades de producción. ticas nuevas.
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Surge una cantidad de cuestiones en relación con la ética. Por ejemplo, con
los transplantes desde animales, en órganos más complejos. Actualmente
se piensa hacerlos con órganos de los cerdos, que tienen parecido con los
humanos. Esto se hace con válvulas cardíacas. Pero en órganos más com-
plejos, hay temor a reproducir una “bomba biológica”: que un virus que es en-
dógeno de un cerdo pase al ser humano produciendo algún daño terrible.
Las terapias genéticas están todavía en pañales, falta mucho conocimiento
científico para hacer estas cosas, aunque se está trabajando en ello en nuevas
empresas y en universidades. El primer ejemplo exitoso de esto es el de la en-
fermedad de la burbuja. Hay 4 ó 5 enfermos que están siendo tratados con es-
te tratamiento. Son chicos a los que les falta una enzima que es la que permite
producir todo ese mecanismo. Se les inyecta esa enzima, pero además a sus gló-
bulos blancos se les da el DNA que codifica. El tema de la hemofilia es relativa-
mente fácil. Las cosas son más difíciles cuando las enfermedades son más com-
plejas. Otro problema es que las enfermedades genéticas son de bajo mercado.
En todo esto hay otro problema ético: ¿qué derecho tenemos a cambiar el
gen de alguien que nació así? ¿Vamos hacia una generalización de la selec-
ción (por ejemplo, aceptar un nacimiento según el seco, o si no padece tal
enfermedad cardiovascular)? ¿Vamos hacia un eugenismo molecular? Hay
muchas cuestiones por discutir y resolver, pero acá estamos, en otra etapa
revolucionaria de la medicina.
Hoy hay un gran debate público en torno al proyecto del Genoma humano,
un proyecto que está en estado muy avanzado; se calculaba que podría ter-
minarse hacia el 2003, aunque ahora parece que podría hacerse en el 2001:
se trata de conocer todos los genes humanos y esto permitirá conocer el ori-
gen genético de muchas enfermedades.
También se está avanzando en el conocimiento del mapa genético del tri-
panosoma crucis, el parásito causante del mal de Chagas, así como de otras
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timo nivel reside en la necesidad de contar con capitales y tiempo para los lar-
gos períodos de prueba y de aprobación de los medicamentos (que, en gene-
ral, deben hacerse según la FDA de los Estados Unidos), proceso que es mu-
cho más rápido por lo que respecta al diagnóstico.
La situación en la Argentina
La industria farmacéutica argentina es importante debido a su gran enver-
gadura en términos de producción: por su producto, el mercado argentino
ocupa mundialmente el lugar número 10 (hay que destacar que se trata so-
bre todo del mercado interno, pues la exportación es baja, y que esto se re-
laciona con nuestra historia, con el tipo de desarrollo de nuestro país y con
la “viveza argentina”). Hay un alto consumo y un alto precio. A diferencia de
otros países de América Latina, la industria farmacéutica nacional argentina
representa el 50%, y ésa es la razón de que la Ley de Patentes aprobada no
respondiera a las exigencias de los Estados Unidos, e incluso de que se in-
tente ahora prorrogar los plazos, con el fin de que la industria de origen na-
cional pueda prepararse para una competencia abierta absoluta. A diferen-
cia de lo que ocurre en la Argentina, en otros países de América Latina -co-
mo el Brasil, Chile o México- la industria nacional representa el 20 o 25%
de la producción.
Las empresas nacionales argentinas producen bien. Los medicamentos
son de buena calidad, al menos en las 30, 40 ó 50 empresas mayores y tam-
bién en algunas pequeñas.
Sin embargo, la Argentina tiene en promedio precios que representan el do-
ble que en el Brasil, Chile, México u otros países, lo que significa que nues-
tra industria farmacéutica ha ido perdiendo su carácter de asistencia social,
si bien esto no ocurre sólo en la Argentina, sino también en el Brasil y en ge-
neral en todas partes.
Los laboratorios nacionales afirman que cuando se establezcan las pa-
tentes los medicamentos aumentarán el 300%. Es evidente que aunque
están vendiendo menos lo hacen con un precio mucho más alto, lo que
les resulta conveniente porque obtienen una ganancia mayor. Y esto es
posible porque en lo que respecta a los precios de los medicamentos no
se trata sólo de una cuestión industrial, sino de la necesidad de modifi-
car la estructura sanitaria en tanto se trata de un mercado cautivo en que
están comprometidos los laboratorios y los médicos, y en el que hay un
problema de corrupción muy fuerte, tanto en el sector nacional como en
el transnacional.
Una empresa argentina importante en Biotecnología es SIDUS, que com-
La creación de ELEA tiene
una historia muy peculiar.
pró a Biosidus (empresa pequeña) y comercializa sus productos. Otra de las
Hubo una epidemia empresas nacionales, ELEA, eligió una estrategia distinta: importa productos
de meningitis que no cubanos, entre otros la vacuna contra la meningitis, y los comercializa en el
se pudo cubrir con
las vacunas existentes, por- país. También importa y comercializa otros productos, si bien actualmente
que eran de distinta cepa. está haciendo investigación, pero sólo en algunos rubros.
Cuba ofreció su vacuna, pe-
ro el gobierno no permitió
Son éstas las dos únicas empresas que se asemejan al modelo de las
la importación, por tratarse empresas biotecnológicas del Norte, aunque no tienen una producción total-
de ese país. ELEA fue en- mente original; sin embargo, están bastante activas en investigación, con
tonces a Cuba y propuso un
acuerdo: importar y vender fuertes contactos en las universidades, la UBA, CONICET, etcétera.
aquí como producto de En el campo diagnóstico, como se dijo, la innovación es más rápida porque
ELEA. Más tarde se permi-
tió la importación.
no es necesario traer regulaciones, si bien se presentan dificultades crecientes
debido a que las grandes empresas juntan la técnica del reactivo en sí con los
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Ciencia y Tecnología en América Latina
La situación en el Brasil
En el Brasil ha habido más iniciativas, pero hay poca producción. Existe
Biobras, una empresa que comenzó a trabajar desde la insulina y produjo de-
sarrollos interesantes. Surgió cuando los gobiernos favorecían el desarrollo
tecnológico: hubo una especie de concurso para ver quién iba a producir in-
sulina que ganaron unos profesores de la Universidad de Minas Gerais que
crearon una empresa que vende muy bien y que luego inició otros desarro-
llos, tales como productos enzimáticos y farmacéuticos.
Hay una empresa pequeña en Curitiba. Resulta un caso interesante por-
que produce con biotecnología de los setenta, y aunque no es recombinan-
te, produce nuevos productos.
Existe otra más ligada con el servicio a empresas, el diagnóstico y la iden-
tificación de personas con DNA o algunas otras aplicaciones para conocer ra-
zas animales y especies vegetales.
Si se comparan la Argentina y el Brasil por su nivel industrial en la indus-
tria farmacéutica, la Argentina está mejor. En el campo agrícola-alimentario,
en alguna medida también sobresale la Argentina porque se abrió a las plan-
tas transgénicas.
El Brasil se ha ido haciendo muy fuerte en el campo académico, donde
está superando a la Argentina. Si se tienen en cuenta algunos sectores, el
Brasil está muy adelantado en enfermedades infecciosas, en que ha habido
una importante intervención del Estado (en parásitos, por ejemplo, el Chagas
fue vencido en algunos estados, como es el caso de San Pablo). A pesar de
la apertura a la globalización, el Estado brasileño sigue dando a la biotecno-
logía un apoyo mucho más importante que el que se verifica en la Argentina.
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uno tiene información de lo que ocurre en las empresas, los congresos, los
eventos científicos y tecnológicos, bibliografía, etc., y que es muy útil.
Finalmente, la Argentina y el Brasil crearon el Centro Argentino-Brasileño
de Biotecnología (CABBIO), dotado por cada país con un millón de dólares. El
Programa ha sido exitoso en la tarea de promover la cooperación entre insti-
tuciones académicas, no así entre las empresas: el problema principal resi-
de en que al no ser un ente supranacional, depende de las contribuciones
de cada país; basta una demora burocrática en la asignación de fondos o un
desfase entre los dos países para que la empresa pierda interés, pues las
empresas necesitan agilizar los tiempos. Sin embargo, CABBIO ha sido muy
exitoso en los cursos, a los que las empresas envían a muchos técnicos, con
resultados muy satisfactorios.
Es posible afirmar que, a pesar de las expectativas creadas por el
MERCOSUR, la cooperación entre empresas está en sus comienzos. Lo
mismo ocurre con otros países. Hemos citado ya el caso de la empresa ar-
gentina que tiene un acuerdo con un laboratorio cubano. Sin embargo, la
cooperación de empresas brasileñas con empresas cubanas encontró mu-
chos tropiezos por parte de las primeras y no hay resultados concretos.
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Lecturas Obligatorias
Punto 4.1
BID (1996), Hacia un Sistema Regional de Innovación Tec-
nológica para el Sector Agroalimentario (preparado por
Martín Piñeiro y Eduardo Trigo), BID, Washington, D.C.
Punto 4.2
Correa, Carlos M. y cols. (1996), Biotecnología: Innova-
ción y producción en América Latina. Universidad-Em-
presa-Propiedad intelectual-Bioseguridad, Introducción
y Capítulo 1 (“Difusión de la Biotecnología en América
Latina”, pp. 17-58), CBC-UBA, Buenos Aires.
Referencias bibliográficas
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Ciencia y Tecnología en América Latina
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5
Introducción
Aquí podrán ver con más detalle -como uno de los casos particulares- la La presentación del
evolución de la CNEA, lo que permitirá apreciar en la acción las ideas de caso se encuentra en
la ELAPCYTED. Como decíamos en la Unidad 2, las ideas de sus princi- el documento Comisión Na-
pales exponentes surgieron de sus realizaciones concretas, y tal vez la cional de Energía Atómica,
del Dr. Ing. Carlos Martínez
principal es ésta que presentamos aquí y de la que surgieron muchas con- Vidal, escrito especialmen-
ceptualizaciones sobre el desarrollo de la capacidad tecnológica autóno- te para esta Maestría.
ma: la desagregación del paquete tecnológico, la inteligencia tecno-econó-
mica, la transferencia de tecnología y finalmente el mismo triángulo de
Sábato, quien fuera uno de los impulsores de la política de la CNEA ten-
diente a la autonomía nacional.
Tomar este caso como paradigmático de los logros de América La-
tina en tecnología no implica tomar partido en la discusión acerca de
la política energética y nuclear en sí. Aunque tampoco implica ser in-
diferente al hecho de que se pretenda destruir una institución de exce-
lencia.
Se recomiendan también los siguientes documentos: “La escuela la-
tinoamericana de pensamiento en ciencia, tecnología y desarrollo
(CTD) a través del Dr. Ing. Carlos Martínez Vidal”, del Dr. Ariel Ba-
rrios Medina, Buenos Aires, 1997, documento que forma parte de los
materiales para el Proyecto Historia de la Escuela Latinoamericana de
Pensamiento en Ciencia, Tecnología y Desarrollo (ELAPCYTED), del
Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (IEC) de la
Universidad Nacional de Quilmes; el Anexo C: “La Comisión Nacio-
nal de Energía Atómica: su evolución” del Dr. Carlos Martínez Vidal,
en el libro publicado por CEA (Centro de Estudios Avanzados) de la
UBA, Análisis de instituciones científicas y tecnológicas. La Comisión
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5.1.1. Introducción
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