You are on page 1of 11

ENTRENAMIENTO PARA QUE EL NIÑO VAYA AL CUARTO DE BAÑO

Muchos de nosotros hemos encontrado grandes dificultades en el proceso de


quitar el pañal a nuestros peques. El artículo que viene a continuación es una
traducción de un programa de Robert Schramm que sigue las pautas de
modificación de conducta.

Es conveniente no forzar nunca al niño (para que no se convierta en una


experiencia negativa) y tener claro que el niño es consciente de la acción de
hacer pipí o caca. No nos serviría si, por los problemas sensoriales, nuestro
pequeño todavía no se da cuenta cuando esto ocurre.

Nosotros estamos ahora con ello: por fin Erik nos pide que le cambiemos el pañal
y va superando su miedo al “agujero” del inodoro. Ojalá que estas ideas os
puedan servir.

Consejos:

1. Muchísimo cariño y paciencia.

2. Sentido del humor, alegría y motivación.

3. No intentar hacer una batalla con el control de esfínteres del niño.

4. Ir siempre paso a paso con pequeños objetivos.

5. Aceptar que va a a tomar más tiempo que con niños sin autismo o sin
dificultades de aprendizaje.

Los pasos:

Iremos practicando con el niño poco a poco cada uno de los siguientes objetivos,
y le ayudaremos y motivaremos hasta que lo consiga por sí solo:

1. El niño acepta la orden de ir al cuarto de baño. Cuando se ha conseguido el


objetivo, se practicará el siguiente paso:

2. El niño se sienta por su cuenta vestido sobre el inodoro. Si el niño no lo


hace por sí solo, le ayudaremos hasta que lo consiga. Una vez logrado, se
practicará el siguiente paso:

3. El niño se baja el pantalón cuando le damos la orden en el cuarto de baño.


Idem.

4. El niño se baja el pantalón cuando le damos la orden y se sienta durante


un segundo en el inodoro. Idem.

5. El niño se baja el pantalón cuando le damos la orden y se sienta durante


10 segundos en el inodoro.

6. Subimos el tiempo a 30 segundos (nosotros contamos hasta 30).

7. Subimos el tiempo a 1 minuto.


8. 5 minutos.

9. Diez o más minutos.

10.Por fin el niño hace pipí. ¡Hurra!

Con el propósito de motivar al niño en este proceso, utilizaremos un sistema de


premios o de recompensas. Podéis preparar de antemano una lista de juegos o
de alimentos que le gusten mucho y utilizarlos de inmediato en cuanto el niño
logre un objetivo.

Por ejemplo: “(nombre del niño), ve al cuarto de baño”. En cuanto el niño entre
(nosotros le hemos seguido), decimos “bravo, muy bien, has entrado al cuarto de
baño”, y le damos su recompensa: pompas de jabón o su coche favorito que
rodamos por el suelo del baño o una galletita, etc. Nosotros también estaremos
muy motivados, y haremos una gran fiesta de “bravos, muy bien, eres genial”,
etc. cada vez que lo haga.

Como apoyo, prepararemos una historia social con imágenes o con dibujos
querepresenten cada uno de los pasos y la trabajaremos en paralelo con él.
Algunas imágenes:
http://picasaweb.google.es/estherb.25/Higiene#
Y con una superrecompensa muy clara para el niño: “(nombre del niño), cuando
hagas pipí en el inodoro, iremos a comprar xxxx, o iremos al Zoo, o xxxxx”.

La regularidad del proceso:

Al principio, llevaremos al niño al cuarto de baño cada hora para practicar el paso
que estemos trabajando.

Podemos utilizar un despertador o un reloj de cocina que pite y marque el


momento de ir.

Cuando hemos logrado durante dos días seguidos que el niño se mantenga seco
durante esa hora de espera, aumentarmos el tiempo poco a poco a dos horas y
después a tres horas.

Cuando hemos logrado durante dos días seguidos que el niño se mantenga seco
durante tres horas, probablemente el niño estará preparado para ir al cuarto de
baño cuando tenga ganas. Pero, ojo, seguiremos estando muy pendientes, y
preguntándole: “¿quieres hacer pipí?, ¿necesitas ir al cuarto de baño?”.

Cuando logremos que el niño vaya pro primera vez por su cuenta al cuarto de
baño, obtendrá también una superrrecompensa (que previamente habremos
establecido con él).

Situaciones especiales:

En el caso de Erik, tenía mucho miedo al agujero del inodoro. Por eso durante un
tiempo hemos estado trabajando con él que entrara al cuarto de baño, que se
familiarizara, tirara de la cadena, que viera que no pasa nada, que ningún niño se
cae. Y lo que hicimos fue comprar juntos un asiento infantil que se coloca encima
del inodoro y empequeñece el agujero.

También colocamos en la puerta del baño estas secuencias temporales, con un


inodoro feliz con su empequeñecedor y Erik sin tener miedo ya. Al final está
marcada su recompensa cuando consiga hacer pipí en el baño: un juego de
construcción con tubos:
Durante un tiempo fuimos practicando que él colocara el “empequeñecedor” y
situar un osito de peluche grandote, que se mantenían erguidos sin caerse.

Es normal que durante este proceso el niño en ocasiones de haga pipí o caca.
Nunca le regañaremos por ello y no le daremos importancia. Cuando esto ocurra,
de inmediato lo llevaremos al cuarto de baño . Una vez allí le diremos con mucho
cariño que pipí o caca se hacen solamente en el inodoro. Lo limpiaremos e
incluso podemos intentar que él nos ayude a limpiarse con totallitas húmedas.
Siempre de forma natural, sin forzarle y sin reprenderle.

En el caso de que el niño ya hubiera conseguido ir por su cuenta al cuarto de


baño, pero luego viene una etapa en la que el niño se hace pipí de nuevo encima,
iniciaremos de nuevo poco a poco el proceso de llevarlo cada hora, luego cada
dos horas, etc.

Otras consideraciones:

Durante el proceso, el niño no llevará nunca pañal. Las noches son una situación
especial. Cada familia decidirá libremente si por la noche el niño llevará pañal al
principio o no.

Le daremos líquidos al niño con mucha frecuencia, para que aumenten las ganas
de hacer pipí.

Durante el tiempo que el niño esté sentado en el inodoro, podemos dejar el grifo
abierto para que corra el agua.

Colocar secuencias con imágenes en el cuarto de baño puede ser de gran ayuda.

La primera vez que el niño haga pipí o caca en el inodoro hay que celebrarla de
forma muy especial. No olvidemos nunca su gran superrrecompensa.

Podemos tener también a mano en diferentes lugares de la casa una imagen o


fotografía que recuerde al niño que tiene que ir al cuarto de baño.
Si las noches se convierten en problema, y vemos que el niño sigue haciendo
pipí, podemos intentar hacer un entrenamiento también por las noches.

Reforzando la autosuficiencia del niño:

Conforme el niño acude al cuarto de baño por iniciativa propia con más y más
frecuencia, iremos dejándolo solo sin acompañarle.

Las recompensas las iremos disminuyendo poco a poco. Ya no se las daremos


siempre de inmediato en cada ocasión, sino que podemos establecer un sistema
de recompensa diaria, que poco a poco eliminaremos también.

Normalmente, se producen dos situaciones:

1. El niño dice que necesita ir al cuarto de baño.

2. Nosotros nos damos cuenta que el niño necesita ir al cuarto de baño, y le


decimos que vaya.

En el primer caso es conveniente al principio acompañar al niño al cuarto de


baño, pero permaneceremos en la puerta. Cuando termine, le daremos su
recompensa. Poco a poco, le iremos dando al niño más “autonomía”. Por
ejemplo, entornaremos la puerta y esperaremos fuera. Después cerraremos la
puerta, y esperaremos fuera también. Por último, se irán retirando poco a poco
las recompensas, aunque todavía esperaremos a que el niño acabe detrás de la
puerta.

En el segundo caso, acompañaremos al niño y le ayudaremos en lo que necesite


hasta que vaya consiguiendo más autonomía y termine por decir que necesita ir
al cuarto de baño.

Enlaces con información sobre el tema:

En el blog Aprendiendo con Manolito:

http://aprendiendoconmanuelito.blogspot.com/2009/07/control-de-enfiteres.html

VER TEXTO:

El Dr. Christopher Green, que escribió el popular libro para padres titulado
"Toddler Taming" (Domesticar a los niños pequeños), decía que ir al lavabo es una
de las áreas donde los niños tienen la última palabra. Si el niño va rígido y rechaza
sentarse en el orinal, todos los intentos por convencerle o forzarle a sentarse serán
en vano.
Lo mismo que se aplica a niños normales se aplica a los niños autistas, junto con
más cosas. Además de todos los retos normales del control de esfínteres, los niños
autistas:
1. A menudo tienen dificultades de aprendizaje, por lo que les puede costar mucho
más tiempo el adquirir las habilidades básicas necesarias para ir al cuarto de baño
de modo independiente. Puede llevar un año, o incluso más, el que los niños
autistas consigan mantenerse secos y dos años o más el que se limpien por sí
mismos.
2. A menudo tienen problemas para aprender y utilizar el lenguaje. Puede que no
sean capaces de decirle a Vd. que necesitan ir al wc con palabras, así que debe Vd.
atender a otros signos para saberlo.
3. Pueden encontrar difícil el adaptarse de una situación a otra. Por ello, podría
ocurrir que en casa vayan al baño muy a gusto, pero que necesiten pañales en la
guardería o en la escuela. Si alguien intenta llevarles al baño en la escuela, pueden
sentirse muy enfadados y tener rabietas.
4. Pueden adquirir hábitos de limpieza, o mantenerse secos, pero no ambas cosas a
la vez. Algunos niños autistas orinarán sin problemas en el wc, pero rehusarán
sentarse para defecar. Pueden sentirse preocupados por salpicarse con el agua.
5. Pueden desarrollar patrones difíciles de comportamiento al ir al wc, tales como
desparramar heces por las paredes del baño, en algún otro lugar o sobre sí mismos.
Esto puede ser un problema concreto por las noches.
6. Puede que hagan pipí o caca en otras partes, además de hacerlo en el baño. No
parecen darse cuenta de que este es un comportamiento completamente
inapropiado.
7. Puede que se nieguen a limpiarse después de hacer caca, porque se alteran con la
idea de ensuciarse en general. Para algunos niños autistas este miedo significa
negarse a mover la tripa y se estriñen sufriendo dolor de tripa y otros síntomas.
8. Algunas veces se auto-dañan tirando o hurgándose los genitales, tanto por la
noche como al ir al lavabo.
9. Su niño o niña puede tener alguno de estos problemas, una mezcla de ellos, o
puede que ninguno.
Pero si el control de esfínteres constituye un problema, siga leyendo.Dificultades de
aprendizaje, autismo y control de esfínteres
Como ocurre con cualquier otra habilidad, el aprendizaje fácil del control de
esfínteres depende de la levedad o severidad del autismo de su hijo y de sus
dificultades generales de aprendizaje. Los problemas con el wc son sin embargo
muy frecuentes en los niños autistas. Una encuesta llevada a cabo por una de
nuestras colegas muestra que el 82 % de los niños de su estudio tenían o habían
tenido dificultades con el control de esfínteres.El autismo de su hijo significa que
tiene a menudo grandes dificultades para comprender las reglas sociales que
gobiernan nuestras vidas (¿por qué no podría desnudarse y hacer sus necesidades
en medio del parque, si lo necesita ?)Si su hijo tiene también dificultades de
aprendizaje, puede tomarle mucho más tiempo el aprender cualquier habilidad.
También puede tardar mucho en aprender a reconocer las señales de su propio
cuerpo. Puede que no se dé cuenta de que necesita ir al baño.
¿Cómo puedo empezar a atajar este problema?
Hay dos cosas que cualquier padre necesita en abundancia:
1.Paciencia
2. Sentido del humor.Ambas son difíciles de tener a veces. Si puede Vd. perseverar
en estas cualidades, será muy beneficioso para su salud mental a largo plazo.
1. Ante todo, no intentar hacer una batalla con el control de esfínteres de su hijo,
pues probablemente no ganará nada y las cosas pueden empeorar.
2. Para atajar cualquier problema con el control de esfínteres, deberá ir
probablemente paso a paso.
3. Aceptar el hecho de que las cosas van a tomar más tiempo que con niños sin
autismo o sin dificultades de aprendizaje.
4. No está Vd. solo/a. La mayoría de los padres de niños autistas han pasado por
alguno de los problemas por los que Vd. va a pasar.
5. Hay gente que puede ayudar. Si encuentra imposible resolver el problema, puede
pedir ayuda a varias personas: el pediatra o médico general, un psicólogo clínico
infantil (al cual puede remitirle su médico general) o asociaciones autistas locales.
Puede encontrar allí a otros padres con ideas que les hayan funcionado y que
puedan ayudarle. Ellos saben realmente lo que es esto y le confortarán. También
puede pedir ayuda a la escuela o guardería de su hijo. Si su hijo va a una escuela
especial para niños con problemas de aprendizaje o autistas, el personal tiene gran
experiencia en enseñarles tareas de higiene. Puede hablar con ellos sobre cosas que
hacen en la escuela e intentarlas en casa también. Esto puede ser efectivo porque se
trabaja en el problema de una forma consistente.Ir por ayudaSi busca ayuda con un
profesional, debe Vd. ser sincero con lo que puede y no puede hacer. De este modo,
el profesional que trabaje con Vd. podrá intentar acoplar su consejo a las
circunstancias de los padres. Muy a menudo, cuando pedimos consejo sobre las
tareas de ser padres, nos alejamos de la realidad para dar una buena impresión,
para que no se piense que el pedir ayuda se considere como un signo de paternidad
deficiente. Esto viene a menudo de un sentimiento de culpabilidad con respecto al
problema. Los padres a veces cometen errores pero nadie enseña a ser padres,
especialmente de un niño con necesidades especiales.
Se siente Vd. cansado o desanimado, o con poca autoconfianza, intente ser sincero
en esto con el profesional que consulta.Puede que inicialmente necesite Vd. apoyo
como padre/madre para superar este difícil bache. Una vez que se sienta Vd. mejor
consigo mismo, será Vd. capaz de atajar el problema con más confianza, y la
confianza en sus habilidades como padre o madre es a menudo parte de la solución.
La persona que trabaje con Vd. bien le ayudará de modo directo, bien explorará
diferentes caminos a través de los cuales encontrará Vd. ayuda. Existen bastantes
líneas de ayuda a las que puede Vd. telefonear cuando no hay nadie más cercano
con quien hablar (nota: el autor se refiere probablemente a su país de origen, Gran
Bretaña).Estrategias a intentarNo existe una varita mágica, y estas estrategias no
son fórmulas que garanticen siempre resultados. Puede Vd. encontrar su propia
solución en el momento preciso, pero hemos listado algunas ideas que hemos usado
en nuestro trabajo y que ayudaron a otros padres en el pasado. Sobre todo, hay que
ser realistas. No tiene sentido tratar de poner en marcha una estrategia que, al final,
no puede Vd. seguir, porque requiere más energía y compromiso del que Vd. puede
disponer. Lo único que conseguirá es terminar frustrado, e incluso enfadado y
deprimido.
1. Establecer una rutinaComo cualquier niño, un niño autista puede ser ayudado a
adquirir "buenos hábitos". Llévele a sentarse en el wc o en el orinal después de
cada comida. Después de las comidas es un buen momento porque el intestino
naturalmente parece intentar "hacer sitio" para digerir la nueva comida,
empujando los deshechos hacia afuera. Intente llevar a su hijo durante
aproximadamente veinte minutos después de cada comida. ¡Encontrar el tiempo
correcto será cuestión de aplicar el método de ensayo y error!
2. Descubrir las señalesSu hijo puede dar signos concretos no verbales de que
quiere hacer pipí o caca. Estos signos pueden ser muy variados: algunos niños se
inquietan de un modo determinado o van a algún sitio (¡un niño que conocí se
escondía debajo de la mesa cuando sentía ganas de hacer caca!). Intente responder
a estas señales llevando al niño al cuarto de baño y animándole a sentarse en el wc
o en el orinal. Intente que se siente por un corto periodo de tiempo, por ejemplo
cinco minutos, antes de dejarle marcharse. Si no hace nada, déjele ir, pero póngale
de nuevo a sentarse al poco tiempo, sobre todo si las señales parecen indicar que
está a punto de hacerse sus necesidades encima.
3. La incitación (prompting)Muchos niños sin dificultades de aprendizaje que
tienen "la tripa perezosa" o sufren de incontinencia necesitan ser incitados antes de
ir al lavabo para evitar accidentes. Esto es tan o más importante para niños con
autismo, ya que pueden no reconocer las señales de su cuerpo diciéndoles que
necesitan ir al wc.
4. Las recompensasEl mostrarle a su niño que está Vd. encantado cuando usa el
orinal o el wc debidamente puede ser una recompensa muy poderosa. Sólo porque
un niño es autista no significa que no le interesen los elogios o pequeños obsequios.
Para algunos niños, los elogios serán lo más efectivo; para otros será el permitirles
hacer alguna actividad favorita, o darles algo agradable para comer. Vd. descubrirá
lo que mejor funciona como recompensa para su niño.5. No alentar ritualesAlgunos
niños intentarán establecer rituales específicos cuando van al wc. Trate de no
fomentarlos, para una llevar una vida tranquila. De lo contrario, las cosas podrían
llegar a ser más difíciles a largo plazo.Ayudas especiales para problemas
difícilesAlgunos niños tienen problemas concretos para aprender a limpiarse o a
mantenerse secos, y algunas veces se requieren ayudas especiales.
1. AlarmasSe puede poner un cojín especial bajo las sábanas (si el problema que se
mojan o ensucian por la noche) o en los pantalones del niño. Si el niño empieza a
mojar el cojín, se activa un zumbador o campanita. Los niños que mojan su cama
normalmente se despiertan con esto y parecen retenerse automáticamente, dejando
de mojar. Estas alarmas las suministran los médicos de clínicas especializadas en
problemas de higiene o psicólogos que explican cómo se deben utilizar. Existen
también zumbadores especiales que se pueden poner en el orinal para enseñarle al
niño a usarlo debidamente. Las alarmas suelen ser efectivas cuando se usan junto
con "programas de modificación de comportamiento" diseñados para ayudarle a
enseñar a su niño.
2. Cobertor del colchónSi mojar la cama es un gran problema, existen cobertores
especiales para proteger el colchón, disponibles en clínicas especializadas o a veces
a través de su visitador sanitario. Tanto las clínicas como el visitador sanitario
pueden proporcionarle otras "ayudas para la incontinencia", con el fin de
disminuir la necesidad de lavados hasta que el problema mejore. Si su sistema de
seguridad social tiene un médico especialista en el desarrollo infantil, puede ser la
persona adecuada para preguntarle sobre esto.
3. Trajes nocturnosAlgunos niños tienen problemas concretos de comportamiento
en lo que respecta al control de esfínteres. Una dificultad especialmente angustiosa
es cuando desparraman las heces. Pueden hacerlo particularmente de noche. Si éste
es el caso, existen trajes nocturnos que les impiden hacerlo, a la vez que les impiden
dañarse arañándose o hurgándose en el culito. No se preocupen, no es como
ponerles una camisa de fuerza
4. MedicaciónA veces la medicación puede ayudar si su niño sufre de estreñimiento
o se moja de noche y/o de día. Su pediatra o médico general le informará sobre este
tema.¿Qué ocurre si mi niño parece que se asusta en el cuarto de baño?Este es un
problema frecuente, sobre todo en los niños más verbales y con mayor nivel de
funcionamiento. Trate de establecer etapas para superar este problema. Por
ejemplo, si su niño usa normalmente pañal:
1. Intente que haga pis o caca en el pañal, pero dentro del cuarto de baño.
2. Intente luego sentarle en el inodoro con la tapa bajada, mientras sigue llevando
el pañal.
3. Siéntelo después con la tapa levantada y sin vestir.
4. Finalmente, póngalo sin pañal y enséñele a limpiarse él mismo.Esto es sólo un
ejemplo. Un psicólogo u otro profesional puede elaborar con Vd. un programa
especial para su niño. Será importante en cualquier caso que le lleve Vd. con
regularidad al baño, manteniendo la calma. Recuerde que el cambio puede ser
lento.Si su pequeño o pequeña teme ensuciarse, el jugar con cosas como plastilina,
pintar con los dedos, arcillas, etc. puede reducir sus miedos. Esto les enseñara que
ensuciarse no es el fin del mundo, pues se puede uno limpiar de nuevo.ResumenSi
intentáramos abarcar todas las posibles estrategias o programas para cada tipo de
problema de higiene, ¡nos llevaría un libro entero! Tendrá Vd. ocasión de
comprobar que la paciencia, el aliento y la perseverancia darán resultado al final.
Recuerde que para muchos padres, el proceso toma tiempo y sobre todo:
1. No tema pedir ayuda, especialmente con problemas tan angustiosos como el
esparcimiento de heces. El hecho de que exista un problema no quiere decir que sea
culpa de Vd.
2. Los niños con problemas severos de aprendizaje pueden necesitar que se pongan
en marcha programas especiales de entrenamiento durante algún tiempo para
ayudarles en su higiene. Puedes conseguir ayuda para ello.
3. Para algunos niños el estar limpios es una cuestión de llevarles con regularidad
al cuarto de baño y de recordarles que necesitan ir.

4. Los problemas de control de esfínteres serios no son ninguna broma, pida Vd.
apoyo, ayuda y consejo si lo necesita.

You might also like