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secuelas psicologicas en victimas de terrorismo y secuestro

todos estos delitos tienen un aspecto en comun que es la vulneracion de la


idea de justicia

q1ue situa ala victima en una situacion de indefencion absoluta y provoca


sentimientos de rabia dirigidos hacia el agresor

en relacion con las victimas de altos terrositas el acto es similar tanto en los
supervivietes como en los familiares de losfallecidos caracerizandose por:

consecuencias psicologicas

acorto plazo (hras despues)

derrumbe emocional

reaccion de incredulidad

sobrecojimiento

incapacidada ñara reaccionar

alteracion de la conciencia

abatimiento

mediana plazo(dias despues)

se diluye el estado de shock

experimentacion de sansacion de ahogo o muerte ion del

intensificacion de la s vivencias afectivas

la duda

dolor

impotencia culpa miedo internizacion externalizacion de


culpa reesperimentacion del acontecimiento vivido estres postraumatico
reactividad emocional intensa ante noticias de otros atentados

largo plazo (15 a 1 mes )

caambios en la personalidad:

pasividad introversion

dependencia actitud victimista


irritabilidad complicaciones en interacciones sociales familiares

embotamiento emocional

anclaje en el pasado

actitud derrotista ante acontecimientos cotidianos

sentimientos intensos de culpa generados por la ambibalencia

tendencia consumo de alcohol y drogas

el aditamiento social al que sulene estra cometidas y las que estan del lugar
de reclusion afectaran negativamnete aestas victimas

la persepcion de la situacion esta totalmente ausente salvo k se genermn


espectativas que tengan

k ver con su komportam,iento

ECHEGURUA (2004)

DICE QUE LAS VICTIMAS SUELEN SENTIRSE AMENAZADAS EN 4 PLANOS :

AMENAZA DE LA PROPIA VIDA

DE LA INTEGRIDAD FISICAY LA SALUD

AMENAZA A LA SEGURIFDAD EMOCIONAL

AMENAZA A LA AUTO IMAGEN

DURANTE EL TIEMPO QUE DURA EL SECUESTRO LAS VICTIMAS EVOLUCIONAN

FASES

CONMOCION INICIAL

ACEPTACION RESIGNADA DE CAUTIVERIO

ODIO A LOS SECUESTRADORES

SINDROME DE ESTOCOLMO

El Síndrome de Estocolmo es un estado psicológico en el que la víctima de


secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una
relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros
pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la
policía.
Origen
El síndrome ha sido llamado de este modo desde el robo del banco
Kreditbanken en Norrmalms (Estocolmo), Suecia, que transcurrió desde el 23 al
28 de agosto de 1973. En este caso, las víctimas - tres mujeres y un hombre -
defendieron a sus captores incluso después de terminado su secuestro, que
duró seis días. Mostraron también una conducta reticente ante los
procedimientos legales. Se dice incluso que una de las mujeres secuestrada se
habría comprometido con uno de los captores. El término fue acuñado por el
criminólogo y psicólogo Nils Bejerot, colaborador de la policía durante el robo,
al referirse al síndrome en una emisión de noticias. Fue entonces adoptado por
muchos psicólogos en todo el mundo.

Causas
El síndrome de Estocolmo puede parecer curioso a primera vista. La literatura
menciona varias posibles causas para tal comportamiento:

Tanto el rehén o la víctima como el autor del delito persiguen la meta de salir
ilesos del incidente, por ello cooperan.
Los rehenes tratan de protegerse, en el contexto de situaciones incontrolables,
en donde tratan de cumplir los deseos de sus captores.
Los delincuentes se presentan como benefactores ante los rehenes para evitar
una escalación de los hechos. De aquí puede nacer una relación emocional de
las víctimas por agradecimiento con los autores del delito.
Con base de la historia de desarrollo personal se puede ver el acercamiento de
las víctimas con los delincuentes, una impresión en la edad infantil. Un infante
aprende que uno de los padres está enojado, aunque sufre por ello, pude
tranquilizarlo por el desvanecimiento de los comportamientos
“malos/enojados” y como prueba contraria trata “comportarse bien”, puede
activar este reflejo en una situación extrema.
La pérdida total del control, que sufre el rehén durante un secuestro, es difícil
de digerir. Se hace soportable en el que la víctima se trata de convencer a sí
misma, ya sea por su propia voluntad, por ejemplo: se identifica con los
motivos del autor del delito.

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