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Universidad de Chile
Lenguaje y Cultura
Profesor Hans Stange
Integrantes
Freddy Aceituno Rubilar
Marcia Lizana Mansilla
Nicolás Pereira Rojas
Fecha
Miércoles 30 de Marzo de 2011
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Introducción
Análisis de la Obra
Contexto Histórico
Para comenzar, es necesario definir ciertos aspectos que envuelven al entorno en que
se creó el cuadro. Debemos concentrarnos en el autor y el contexto histórico y social en que
se desarrolla la gesta de la obra. Estamos en la Francia del siglo XIX, época marcada por
fuertes revoluciones que alteraron diversos aspectos sobre las estructuras sociales y
políticas del entonces reino. Más precisamente, nos enfocamos en la época de las
revoluciones, comprendida entre 1824 y 1848. Esta composición fue realizada el año 1830,
en el marco de la llamada “Revolución de Julio”, o “Las tres gloriosas”. En este proceso
histórico, las masas populares y de clase media se sublevaron en contra de la
administración autocrática a cargo de Carlos X, debido a la poca probabilidad de
aprobación que tenían las reformas que exigía el país; entendiéndose derechos tan básicos
como la libertad de expresión y de prensa (y por ende, la abolición de la censura), la
ampliación del voto censitario, y la extensión de la paridad en el parlamento, que hasta
aquel entonces era hereditaria. Todos estos factores incidieron para que en Julio de 1830, el
pueblo se volcase a las calles de París, alentado por la prensa nacional, para exigir la salida
del actual gobernante. Apoyados por la Guardia Nacional, consiguieron derrotar al ejército
real, consolidando así un nuevo gobierno liderado por Luis Felipe I. Como consecuencia de
esto, Carlos X se vio forzado al exilio, y se reformó la constitución para reestructurarla y
volverla más liberal.
Sobre el Autor
Composición y perspectiva
La muchedumbre tras la mujer, aparece ante la vista un tanto difusa. Éstos, aparecen
retratados no tan minuciosamente como los personajes que aparecen en el centro de la obra.
Además, la gama de colores usados en el sector ya mencionado del cuadro tienen muy poco
contraste con el color gris, tendiéndose a confundirse con el humo presente en el área
superior izquierdo de la obra. Podría decirse que lo que el autor busca es otorgar un toque
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Elementos muy acentuados como la mujer que porta la bandera de Francia, el hombre
que aparece tendido a sus pies implorando, al parecer, clemencia; el joven armado que se
encuentra a la derecha de la mujer (desde la perspectiva del observador) y los tres hombres
que están al lado izquierdo de la misma. A diferencia de la muchedumbre a la que hemos
referido con anterioridad, los personajes mencionados sobresalen respecto de las demás
figuras, sea esto por detalles de iluminación o por la utilización de colores más acentuados.
Además, existen ciertos detalles que se muestran más marcados tanto en sus rostros como
en sus vestimentas.
El cuadro presenta una clara distribución geométrica de los elementos, que están
diseminados de forma triangular en el lienzo. Los objetos, forman una pirámide imaginaria
en la que la cúspide de esta se halla en el brazo alzado de la mujer, y cuya base
correspondería a los cuerpos de quienes han muerto en la batalla.
Colores y luces
La luz, pese a mostrar una distribución forzada y poco realista, posee una relación
entre la cantidad de brillo y su posible importancia en el discurso. Por un lado, tenemos a la
dama, que es el personaje más “brillante” en relación a los demás. La luz que llega a ella,
tiene su origen en el lado inferior izquierdo. Esto hace que tenga un enorme contraste entre
el lado izquierdo iluminado y su contraparte opaca. Curiosamente, la bandera luce muy
clara en comparación con el rifle que porta la mujer, que prácticamente está entre las
sombras. Esta misma luz resalta el busto de la mujer, que se notan bastante voluminosos y
redondeados.
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En el aspecto cromático, esta mujer posee los colores más vivos (a pesar que en la
obra, en general se usan tonos grises y opacos). Por un lado, está la bandera francesa, que
tiene los tonos rojos y azules primarios bien contrastados con el fondo. Esta el vestido
amarillo, tono que tiene poco contraste con el blanco; por ende, se destaca más en relación
al resto. Lo extraño, es que sus pezones no se notan, ya que el rosado utilizado tiene poco
contraste con la piel de ella. Otra curiosidad es que el gorro café tiene poco contraste con el
pelo.
Por otra parte, está el chico de las pistolas. Parece como si la dama de la libertad le
interrumpiera el trayecto de la luz hacia él. Al estar entre las sombras, hay ciertos
elementos que parecen borrosos como su ojo izquierdo que se confunde con la enorme
sombra que hay en uno de los costados de su rostro. A pesar de esa aparente desventaja,
tiene un enorme contraste con el humo blanco del fondo, detalle que favorece la pose de sus
brazos.
De ahí están los tres hombres que están a la izquierda de la dama, sin contar al
hombre de la camisa azul. A pesar que hay detalles que se pueden reconocer como hombres
y no como manchas, los tonos usados y la fuerte sombra, dan la sensación de estar poco
relacionado con la figura de la libertad. Uno de los hombres, el burgués con la escopeta,
posee una pequeña en su rostro y en sus manos. Algo similar pasa con el hombre de la
espada; el problema, es que su tez morena hace que su ropa se ilumine más que su cara. El
sujeto que está vivo y tendido en el suelo, prácticamente está en las sombras; lo único que
lo hace destacar es su gestualidad.
Están los dos cadáveres que poseen más luz y colores vivos que la gente viva (sin
contar a la mujer de la bandera). Esas luces no tienen el mismo origen que el foco que
posee la dama de la libertad. Hay un tercer muerto, que casi no tiene luz y tiende a
confundirse con el suelo, salvo por su mano y un detalle de la ropa de colores que son más
brillosos.
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De ahí tenemos un cielo azul despejado que es “opacado” por el humo. Este último,
es blanco en el área izquierda de la pintura y tiende oscurecerse hacia el gris y/o al café en
la derecha de la obra.
Mímesis en la obra
“Las obras de arte imitan la realidad, pero expresan también las ideas y experiencias del artista. Por
consiguiente, pueden seleccionar la realidad e incluso transformarla…Zucaro afirmó que el objeto de
la pintura no es tanto el diseño interno sino el <<interno>>, o <<el concepto que se ha formado en
nuestra mente>>”(Tatarkiewicz, W.,2002, Hdsi, pg. 312)
Bozal plantea la ventaja del uso de los símbolos que representan valores:
“…El símbolo sirve, así, para reforzar la articulación del horizonte de figuras propio de una
sensibilidad colectiva o epocal. Pero lo propio del arte es, precisamente, lo contrario: su capacidad
de innovar o de renovar esa sensibilidad…de alterar la sensibilidad establecida o/y rutinaria y obligar
a una mirada nueva sobre los objetos-figuras reconocidos.” (Bozal, V, 1996, Hietac, pg 43)
Eugène Delacroix tiene influencia del neoclasicismo al rescatar los valores clásicos;
para ser exacto, de la diosa Atenea (o Minerva en la mitología romana): la guerra, la
civilización, la sabiduría, la estrategia, artes, la justicia, y la habilidad. (Atenea, Wikipedia
en español). Estos valores están muy relacionados con el espíritu revolucionario francés,
ideas sintetizadas en la mujer de la obra. Pero su aporte innovador fue la manera en
representar este símbolo: mujer robusta y típica de la época, sin accesorios de complejos
relieves como los que poseía Atenea; en vez de la típica divinidad que es superior y aislado
al resto de las personas, es una líder que no se aleja de su gente. Y con la bandera francesa,
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símbolo literal del nacionalismo, lo utiliza como medio para guiar a las personas a seguir
con la lucha. En resumen: un símbolo más terrenal que divino.
Interpretación discursiva
Como toda obra moderna (contemporánea más bien, previo a las vanguardias) el
artista impregna un discurso implícito en su obra de arte, y es misión del observador
interpretar este mensaje, según el contexto histórico e ideológico de la época.
Más arriba esta la ya mencionada Libertad, encarnada por esta mujer de torso
descubierto que encabeza esta afrenta revolucionaria. En teoría, podríamos decir que esta es
la imagen principal de la obra, aunque no hay que desestimar los personajes que están a su
alrededor y que son totalmente visibles, a diferencia de los insurgentes de más atrás que son
casi imposibles de distinguir por el difuminado de la obra. Los dos hombres y el niño
encarnan la participación de todos los sectores sociales en la revolución; tanto el burgués,
como el hombre más pobre, e incluso un niño (sin olvidar a la mujer a la cabeza). Todos
participan en esta batalla en contra de la tiranía de Carlos X. Especial mención hay que
hacer en el burgués con su sombrero de copa, ya que según se sabe, Delacroix quiso
encarnarse a sí mismo en este personaje, aunque él no participó directamente en este
movimiento. A través de este hombre quiso manifestar que él sí era parte de esta lucha, que
apoyaba todos sus ideales y que por eso pintaba esta obra. Antes de ir al final de esta
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pirámide, destacar el gorro frigio que usa La Libertad, de origen persa, que posterior a esta
revolución pasaría a ser emblema de varias repúblicas (incluyendo la francesa, se le llama
Marianne y encarnó a la republica liberal francesa).
Resaltando finalmente los últimos dos entes que parecen interesantes en la imagen,
primero uno de los cadáveres que se encuentra desnudo del cinto hacia abajo, parece
demostrar la falta de hombría de quienes se oponen a la revolución y de cómo serán
aplastados por la misma representada en los pantalones, o más bien en la carencia de estos,
elemento representativo típico de masculinidad por esos años. Y el segundo ente sería el
Notre Dame, o según muchos, La Bastilla, que se aprecia en el espectro de ciudad a la
derecha de la obra, para manifestar, según la primera perspectiva la opinión que tenía la
iglesia del conflicto, ya que había sido gran apoyo para la restauración borbónica; y según
la segunda, evocar a este pasaje histórico como fue la toma de La Bastilla durante la
Revolución Francesa, hito ícono de la historia por la lucha para conseguir la libertad.
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Terminados de analizar los personaje en sí, quisiéramos hacer una pausa especial para
analizar el torso desnudo de La Libertad, que por cierto causó gran revuelo en la época, ya
que en esto el autor manifiesta su concepto de belleza, a través de la figura femenina (a
pesar de lo extraño que pareciera ver a una mujer liderando una afrenta revolucionaria en la
época), cosa que exacerba al exhibir los senos de esta mujer como mayor símbolo de
belleza que él quería implantar en esta representación de la libertad.
Para concluir se procederá a destacar dos aspectos en la técnica del artista dentro de la
obra. Primero, el efecto de difuminado que utiliza el autor para representar el humo
provocado por la contienda, el polvo, y las balas, cubre el campo hasta el cielo apenas
dejándonos distinguir a los revolucionarios de más atrás. Esto también sirve para destacar
por sobre los demás a los personajes que ya hemos nombrado. En segundo y último punto,
destacar el efecto lumínico presente en la obra. La iluminación que presentan los personajes
frontales no concuerda con la realidad. Se pierde el afán realista presente en las vestimentas
y en el armamento de la obra y se retorna al afán romanticista de magnificar los
sentimientos importantes para el autor, en especial La Libertad, la bandera, y el pueblo
armado.
Bibliografía