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Definición de presión.

El aire como todo gas tiene peso propio, esto fue descubierto por Galileo tras observar un recipiente
conteniendo aire comprimido, en el que cuyo peso aumentaba proporcionalmente con el aumento de la
cantidad de aire que contenía.

En base a esto definimos presión como el peso del gas por unidad de superficie.

Muchas veces la medición de la presión atmosférica se hace en milímetros de mercurio, esto que
aparentemente no tiene relación con la definición, en realidad proviene del experimento de Torricelli (fig 1).

Figura 1:
Experimento de
Torricelli.

Torricelli utilizó una cubeta llena de Mercurio, en ella sumerge la boca de un tubo de vidrio de un metro de
longitud que también se encontraba lleno de mercurio.

La columna de mercurio descendía hasta cierta altura y se detenía a una altura de la superficie quedando el
sistema en equilibrio. Esto indica que tomando en cuenta la superficie de la cubeta y la del tubo la presión
atmosférica es equilibrada por el peso de la columna de mercurio, desde luego la altura de la columna variará
según varíe la presión atmosférica, este es el principio de funcionamiento del barómetro.

Si consideramos una columna de mercurio de un centímetro cuadrado de sección, a nivel del mar la columna
medirá 760 mm aproximadamente. El centímetro cúbico de mercurio pesa 13,6 gramos, luego la columna
pesa 1033,6 gramos.

Es necesario aclarar que los gramos son unidades de peso, luego se los convierte en unidades de fuerza que es
lo que es la presión, la unidad adoptada es el DINA para ello se multiplica el peso por el valor medio de la de
la gravedad ( 981) dando 1.013.961 dinas.

Una idea fue la de usar como unidad de presión el "bar" que equivale a un millón de dinas, esto resultaba
excesivo para este fin y finalmente se adopto el milibar (mb), que es la milésima parte, es decir mil dinas por
centímetro cuadrado, siendo el resultado 1013 mb y este es el equivalente a los 760 mm de columna de
mercurio.

Esta unidad tuvo vigencia por muchos años y aún la tiene, aunque en la actualidad se la reemplazo por el
Hectopascal ( hpa ), este equivale a 100 Pascales o 100 Newton por metro cuadrado. El Newton es igual a
diez a la quinta dinas, por tanto la presión normal es 1013 hpa.

La presión atmosférica no se ejerce solo hacia el suelo, sino pues en realidad lo hace en todas las direcciones ,
esto fue probado en el experimento de Magdeburgo, en el que dos cascos metálicos se unían entre si a causa
del vacío provocado en su interior, luego traccionados por caballos estos permanecieron unidos e inmutables,
finalmente al permitir el paso de aire al interior los cascos se separaron por su propio peso.

La relación entre las unidades es muy simple:

1mb = 3/4 mm

1mm = 4/3 hpa

Para convertir hpa en milímetros solo se le resta la cuarta parte, es decir:

1013,2
1013,2 - ------------------- = 760
4

Mientras que a la inversa para pasar de mm a hpa se le suma la tercera parte

760
760 + --------------- = 1013,2 hpa
3

Finalmente como una pulgada es 33,86 mb, se deduce que 1013,2 mb = 29,92 pulgadas.

2. El Barómetro

El barómetro es básicamente un manómetro diseñado para medir la presión del


aire. También es conocido como tubo de Torricelli. El experimento de Torricelli
consiste en tomar un tubo de vidrio cerrado por un extremo y abierto por el otro,
de 1 metro aproximadamente de longitud, llenarlo de mercurio, taparlo con el
dedo pulgar e invertirlo introduciendo el extremo abierto en una cubeta con
mercurio. Luego si el tubo se coloca verticalmente, la altura de la columna de
mercurio de la cubeta es aproximadamente cerca de la altura del nivel del mar
de 760mm apareciendo en la parte superior del tubo el llamado vacío de
Torricelli, que realmente es un espacio llenado por vapor de mercurio a muy baja
tensión.
Torricelli observó que la altura de la columna variaba, lo que explico la variación
de la presión atmosférica.
Los barómetros son instrumentos fundamentales para medir el estado de la
atmósfera y realizar predicciones meteorologicas. Las altas presiones se
corresponden con regiones sin precipitaciones, mientras que las bajas presiones
son indicadores de regiones de tormentas y barrascas.
Los altimetros barometricos utilizados en aviacion son esencialmente barómetros
con la escala convertida a metros o pies de altitud.
La unidad de medida de la presión atmosférica que suelen marcar los barómetros
se llama hecotpascal, de abreviación (hPa).

. Manómetro
El manómetro es una herramienta utilizada para la medición de la presión en
fluidos, usualmente determinando la diferencia entre la presión del fluido y la
presión atmosférica local.
La presión suele medirse en atmósferas (atm). En el sistema internacional de
unidades (SI), la presión se expresa en Newton por metro cuadrado, a lo que
equivale a un pascal (Pa).

Rango de presiones:

Las presiones pueden variar entre 10-8 y 10-2 mm de mercurio de presión


absoluta en aplicaciones de alto vacío, hasta miles de atmósferas en prensas y
controles hidráulicos. Con fines experimentales se han obtenido presiones del
orden de millones de atmósferas, y la fabricación de diamantes artificiales exige
presiones de unas 70.000 atmósferas, además de temperaturas próximas a los
3.000 °C. En la atmósfera, el peso cada vez menor de la columna de aire a
medida que aumenta la altitud hace que disminuya la presión atmosférica local.
Existe varios tipos de manómetros entre esos el de tubo en U, el de tintero y el
de tubo inclinado

- Manómetro de tubo en U
Si cada rama del manómetro se conecta a distintas fuentes de presión, el nivel
del líquido aumentara en la rama a menor presión y disminuirá en la otra. La
diferencia entre los niveles es función de las presiones aplicadas y del peso
específico del líquido del instrumento. El área de la sección de los tubos no
influyen el la diferencia de niveles. Normalmente se fija entre las dos ramas una
escala graduada para facilitar las medidas.

- Manómetro de tintero
Una de las ramas de este tipo de manómetro tiene un diámetro m

anómetro relativamente pequeño; la otra es un


depósito. El área de la sección recta del deposito puede ser hasta 1500 veces
mayor que la de la rema manómetro, con lo que el nivel del deposito no oscila de
manera apreciable con la manómetro de la presión. Cuando se produce un
pequeño desnivel en el depósito, se compensa mediante ajustes de la escala de
la rama manómetro. Entonces las lecturas de la presión diferencial o
manométrica pueden efectuarse directamente en la escala manómetro. Los
barómetros de mercurio se hacen generalmente del tipo de tintero.

- Manómetro de tubo inclinado:


Se usa para presiones manométricas inferiores a 250mm de columna de agua. La
rama larga de un manómetro de tintero se inclina con respecto a la vertical para
alargar la escala. También se usan manómetros de tubo en U con las dos ramas
inclinadas para medir diferenciales de presión muy pequeñas.

Lavoisier se proponía descubrir el “flogisto”, un gas que supuestamente se desprendía de los cuerpos
durante su combustión y explicaba los fenómenos caloríficos.
¿Cómo se descubrió el oxígeno?

Mientras antoine Lavoisier ultimaba un experimento en su laboratorio, su mujer y ayudante, Marie Anne, le
hacía un rápido apunte. Ella solía acompañarle para tomar notas al dictado durante sus experimentos, pero
ocasionalmente le gustaba también dibujar. Era el 5 de junio de 1777.

Lavoisier se proponía descubrir de una vez por todas el ?flogisto?, un gas que supuestamente se desprendía
de los cuerpos durante su combustión y explicaba los fenómenos caloríficos.

Para poner a prueba esta teoría, pesó una gota de mercurio y la colocó en una vasija de cuello largo y
encorvado, es decir, en una retorta. La cubrió con una campana de cristal llena de agua y señaló el nivel del
aire pegando un papelito en el exterior del cuello de la retorta. Después calentó el mercurio hasta que se
formó una capa de partículas rojas sobre el mercurio líquido. Cuando la retorta se enfrió, comprobó que el
volumen del aire había descendido y que la sustancia que quedaba al fondo había adquirido peso, en lugar de
volverse más ligera, como habría ocurrido si hubiera liberado el flogisto que contenía. Además, el aire se
había vuelto venenoso, ya que mataba a un ratón y apagaba una vela. Lavoisier comprendió que, al
calentarse, el mercurio había absorbido alguna sustancia del aire que lo había convertido en un polvo rojo y
pesado.

Llevando el experimento un poco más lejos, Lavoisier colocó el polvo rojo en una retorta más pequeña y lo
calentó junto con el aire enrarecido obtenido en el experimento anterior. El mercurio volvió a condensarse en
un globulillo más ligero que el polvo rojo, mientras el aire aumentaba de volumen y perdía su carácter
venenoso.

Al realizar más experimentos, Lavoisier descubrió que el gas obtenido al quemar el polvo rojo de mercurio
tenía propiedades especiales: reanimó a un ratón agonizante y avivó la llama de una vela. En la creencia
equivocada de que todos los ácidos contenían ese tipo de gas, lo llamó ?oxígeno?, a partir de las raíces
griegas oxy, ?ácido? y gen, ?generar?. Dedujo que el polvo rojo era una combinación de mercurio y oxígeno y
lo llamó óxido de mercurio.

Lavoisier había demostrado que el aire es una mezcla de al menos dos gases: oxígeno y nitrógeno. A partir
de ese descubrimiento, comenzaría a poner los cimientos de la moderna nomenclatura química.

Lavoisier fue condenado a la guillotina durante la Revolución Francesa, en 1794, por poseer participaciones
en una empresa recaudadora de impuestos, y murió dejando sus experimentos sin terminar. El juez que lo
condenó declaró: ?La República no necesita científicos

A partir de la sensación fisiológica, es posible hacerse una idea aproximada de la


temperatura a la que se encuentra un objeto. Pero esa apreciación directa está limitada por
diferentes factores; así el intervalo de temperaturas a lo largo del cual esto es posible es
pequeño; además, para una misma temperatura la sensación correspondiente puede variar
según se haya estado previamente en contacto con otros cuerpos más calientes o más fríos
y, por si fuera poco, no es posible expresar con precisión en forma de cantidad los
resultados de este tipo de apreciaciones subjetivas. Por ello para medir temperaturas se
recurre a los termómetros.

Escalas termométricas
En todo cuerpo material la variación de la temperatura va acompañada de la
correspondiente variación de otras propiedades medibles, de modo que a cada valor de
aquélla le corresponde un solo valor de ésta. Tal es el caso de la longitud de una varilla
metálica, de la resistencia eléctrica de un metal, de la presión de un gas, del volumen de un
líquido, etc. Estas magnitudes cuya variación está ligada a la de la temperatura se
denominan propiedades termométricas, porque pueden ser empleadas en la construcción de
termómetros.

Para definir una escala de temperaturas es necesario elegir una propiedad termométrica que
reúna las siguientes condiciones:

a. La expresión matemática de la relación entre la propiedad y la temperatura debe ser


conocida.
b. La propiedad termométrica debe ser lo bastante sensible a las variaciones de
temperatura como para poder detectar, con una precisión aceptable, pequeños
cambios térmicos.
c. El rango de temperatura accesible debe ser suficientemente grande.

Escala Celsius

Una vez que la propiedad termométrica ha sido elegida, la elaboración de una escala
termométrica o de temperaturas lleva consigo, al menos, dos operaciones; por una parte, la
determinación de los puntos fijos o temperaturas de referencia que permanecen constantes
en la naturaleza y, por otra, la división del intervalo de temperaturas correspondiente a tales
puntos fijos en unidades o grados.

El científico sueco Anders Celsius (1701-1744) construyó por primera vez la escala
termométrica que lleva su nombre. Eligió como puntos fijos el de fusión del hielo y el de
ebullición del agua, tras advertir que las temperaturas a las que se verificaban tales cambios
de estado eran constantes a la presión atmosférica. Asignó al primero el valor 0 y al
segundo el valor 100, con lo cual fijó el valor del grado centígrado o grado Celsius (ºC)
como la centésima parte del intervalo de temperatura comprendido entre esos dos puntos
fijos.

Escala Fahrenheit

En los países anglosajones se pueden encontrar aún termómetros graduados en grado


Fahrenheit (ºF). La escala Fahrenheit difiere de la Celsius tanto en los valores asignados a
los puntos fijos, como en el tamaño de los grados. Así al primer punto fijo se le atribuye el
valor 32 y al segundo el valor 212. Para pasar de una a otra escala es preciso emplear la
ecuación:

t(ºF) = 1,8 · t(ºC) + 32

donde t(ºF) representa la temperatura expresada en grados Fahrenheit y t(ºC) la expresada


en grados Celsius o centígrados.
Escala Kelvin

La escala de temperaturas adoptada por el SI es la llamada escala absoluta o Kelvin. En ella


el tamaño de los grados es el mismo que en la Celsius, pero el cero de la escala se fija en el
- 273,16 ºC. Este punto llamado cero absoluto de temperaturas es tal que a dicha
temperatura desaparece la agitación molecular, por lo que, según el significado que la teoría
cinética atribuye a la magnitud temperatura, no tiene sentido hablar de valores inferiores a
él. El cero absoluto constituye un límite inferior natural de temperaturas, lo que hace que en
la escala Kelvin no existan temperaturas bajo cero (negativas). La relación con la escala
centígrada viene dada por la ecuación:

T(K) = t(ºC) + 273,16

siendo T(K) la temperatura expresada en grados Kelvin o simplemente en Kelvin.

Dilatación y termometría
El hecho de que las dimensiones de los cuerpos, por lo general, aumenten regularmente con
la temperatura, ha dado lugar a la utilización de tales dimensiones como propiedades
termométricas y constituyen el fundamento de la mayor parte de los termómetros
ordinarios. Los termómetros de líquidos, como los de alcohol coloreado empleados en
meteorología o los de mercurio, de uso clínico, se basan en el fenómeno de la dilatación y
emplean como propiedad termométrica el volumen del líquido correspondiente.

La longitud de una varilla o de un hilo metálico puede utilizarse, asimismo, como


propiedad termométrica. Su ley de variación con la temperatura para rangos no muy
amplios (de 0º a 100 ºC) es del tipo:

lt = l0 (1 + a–t)

donde lt representa el valor de la longitud a t grados centígrados, l0 el valor a cero grados y


es un parámetro o constante característica de la sustancia que se denomina coeficiente de
dilatación lineal. La ecuación anterior permite establecer una correspondencia entre las
magnitudes longitud y temperatura, de tal modo que midiendo aquélla pueda determinarse
ésta.

Una aplicación termométrica del fenómeno de dilatación en sólidos lo constituye el


termómetro metálico. Está formado por una lámina bimetálica de materiales de diferentes
coeficientes de dilatación lineal que se consigue soldando dos láminas de metales tales
como latón y acero, de igual longitud a 0 ºC. Cuando la temperatura aumenta o disminuye
respecto del valor inicial, su diferente da lugar a que una de las láminas se dilate más que la
otra, con lo que el conjunto se curva en un sentido o en otro según que la temperatura
medida sea mayor o menor que la inicial de referencia. Además, la desviación es tanto
mayor cuanto mayor es la diferencia de temperaturas respecto de 0 ºC. Si se añade una
aguja indicadora al sistema, de modo que pueda moverse sobre una escala graduada y
calibrada con el auxilio de otro termómetro de referencia, se tiene un termómetro metálico.
Otras propiedades termométricas
Algunas magnitudes físicas relacionadas con la electricidad varían con la temperatura
siguiendo una ley conocida, lo que hace posible su utilización como propiedades
termométricas. Tal es el caso de la resistencia eléctrica de los metales cuya ley de variación
con la temperatura es del tipo:

R = R0 (1 + at + bt2)

siendo R0 el valor de la temperatura a 0 ºC y a y b dos constantes características que pueden


ser determinadas experimentalmente a partir de medidas de R para temperaturas conocidas
y correspondientes a otros tantos puntos fijos.

Conocidos todos los parámetros de la anterior ecuación, la medida de temperaturas queda


reducida a otra de resistencias sobre una escala calibrada al efecto. Los termómetros de
resistencia emplean normalmente un hilo de platino como sensor de temperaturas y poseen
un amplio rango de medidas que va desde los -200 ºC hasta los 1 200 ºC.

Los termómetros de termistores constituyen una variante de los de resistencia. Emplean


resistencias fabricadas con semiconductores que tienen la propiedad de que su resistencia
disminuye en vez de aumentar con la temperatura (termistores). Este tipo de termómetros
permiten obtener medidas casi instantáneas de la temperatura del cuerpo con el que están en
contacto.

Aplicación de las escalas termométricas


La relación existente entre las escalas termométricas más empleadas permite expresar una
misma temperatura en diferentes formas, esto es, con resultados numéricos y con unidades
de medida distintas. Se trata, en lo que sigue, de aplicar las ecuaciones de conversión entre
escalas para determinar la temperatura en grados centígrados y en grados Fahrenheit de un
cuerpo, cuyo valor en Kelvin es de 77 K.

Para la conversión de K en ºC se emplea la ecuación

t(ºC) = T(K) - 273

es decir:

t(ºC) = 77 - 273 = - 196 ºC

Para la conversión en ºF se emplea la ecuación:

t(ºF) = 1,8 · t(ºC) + 32

t(ºF) = 1,8 · (- 196) + 32 = - 320,8 ºF

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